Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1. Introducción...................................................................................................................................1
1.1. Contexto de la exploración espacial y la necesidad de propulsión sostenible........................1
1.2. Objetivos................................................................................................................................1
2. Fundamentos de la Electrólisis para la generación de hidrógeno...................................................1
2.1. Principios de la electrólisis y como se obtiene el hidrógeno..................................................1
2.2. Eficiencia y ventajas de la obtención de hidrógeno por electrólisis.......................................1
3. Tecnología de propulsión con hidrógeno en cohetes espaciales.....................................................1
3.1. Tipos de propulsión con hidrógeno en la exploración espacial..............................................1
3.2. Ventajas de la propulsión con hidrógeno en términos de eficiencia y sostenibilidad.............1
4. Diseño y funcionamiento de cohetes de combustión de hidrógeno................................................1
4.1. Arquitectura y componentes claves de cohetes de hidrógeno................................................1
4.2. Procesos de encendido, operación y apagado.........................................................................1
5. Generación de hidrógeno en el espacio por electrólisis.................................................................1
5.1. Aplicaciones de la electrolisis en misiones espaciales...........................................................1
5.2. Diseño y funcionamiento de sistemas de electrólisis en el espacio........................................1
6. Aplicaciones y casos de uso en la exploración espacial.................................................................1
6.1. Sistema de lanzamiento espacial (SLS).................................................................................1
6.1.1. Nave espacial Orion...........................................................................................................2
6.1.2. El poder de explorar más allá de la órbita terrestre............................................................2
6.1.3. Misiones del sistema de lanzamiento espacial...................................................................4
6.1.4. Construcción de los cohetes...............................................................................................4
6.1.5. Etapa central......................................................................................................................5
6.1.6. Motores RS-25...................................................................................................................6
6.1.7. Impulsores.........................................................................................................................7
6.1.8. Elemento integrado de nave espacial/carga útil.................................................................8
6.1.9. Etapa superior de exploración............................................................................................9
6.1.10. El equipo SLS....................................................................................................................9
6.2. Ejemplos de cohetes espaciales..............................................................................................9
6.3. Cohetes de tripulación comercial.........................................................................................12
7. Riesgos del espacio para el ser humano.......................................................................................14
7.1. Problemas y limitaciones actuales.......................................................................................14
7.2. Investigaciones recientes para superar desafíos...................................................................18
8. Perspectivas futuras y contribución a la sostenibilidad................................................................23
8.1. Propulsión eléctrica espacial................................................................................................23
8.1.1. Tipos de propulsores eléctricos........................................................................................24
8.1.2. Ventajas de la propulsión eléctrica...................................................................................25
8.1.3. Componentes claves........................................................................................................27
8.1.4. Aplicaciones y misiones..................................................................................................28
8.1.5. Desafíos técnicos y soluciones.........................................................................................29
8.1.6. Comparación con Sistemas de Propulsión Convencionales.............................................30
8.2. Implicaciones medioambientales y económicas...................................................................31
8.2.1. Destrucción total del ozono estratosférico.......................................................................32
8.2.2. Nuevos combustibles más limpios...................................................................................33
9. Conclusiones...............................................................................................................................33
10. Referencias bibliográficas........................................................................................................34
1. ntroducción
1.1. Contexto de la exploración espacial y la necesidad de propulsión sostenible
1.2. Objetivos
Al ofrecer más masa, volumen y energía de salida de carga útil que cualquier otro
cohete, el SLS puede respaldar una variedad de objetivos de misión, al tiempo que reduce la
complejidad de la misión. El cohete SLS está diseñado para ser evolucionable, lo que permite
aumentar su capacidad para realizar más tipos de misiones, incluidas misiones humanas a la
Luna y Marte y misiones científicas robóticas a otros destinos del espacio profundo como la
Luna, Marte, Saturno y Júpiter.
SLS está diseñado para misiones en el espacio profundo y enviará Orion u otra carga a
la Luna, que está casi 1.000 veces más lejos que donde reside la Estación Espacial
Internacional de la NASA en la órbita terrestre baja. El cohete de alto rendimiento
proporciona la potencia necesaria para ayudar a Orion a alcanzar una velocidad de 24.500
mph, la velocidad necesaria para enviarlo a la Luna.
Cada configuración SLS utiliza la etapa central con cuatro motores RS-25. El primer
vehículo SLS, llamado Bloque 1, puede enviar más de 27 toneladas métricas (t) o 59.500
libras (libras) a la Luna. Está propulsado por dos propulsores de cohetes sólidos de cinco
segmentos, además de los cuatro motores de propulsor líquido RS-25. Después de llegar al
espacio, la etapa provisional de propulsión criogénica (ICPS) envía a Orión a la Luna. Al
igual que Artemis I, los cohetes SLS que impulsarán Artemis II y III utilizarán la
configuración del Bloque 1 con el ICPS.
Para Artemis I, el Bloque 1 lanzó una nave espacial Orion sin tripulación a una órbita
a 40.000 millas más allá de la Luna, o casi 280.000 millas de la Tierra. Esta misión exitosa
demostró el rendimiento del sistema integrado de SLS, Orion y Exploration Ground Systems
antes de un vuelo con tripulación.
Algunas partes del cohete son nuevas y otras se han actualizado con características
modernas que satisfacen las necesidades de las misiones en el espacio profundo, que
requieren mayores niveles de rendimiento.
6.1.7. Impulsores
Dos propulsores de cohetes sólidos derivados del transbordador proporcionan más del
75% del empuje del cohete durante los dos primeros minutos de vuelo. El contratista
principal de los propulsores, el equipo del norte de Utah de Northrop Grumman, ha
modificado la configuración original de cuatro segmentos de propulsor a una versión más
potente de cinco segmentos. El propulsor modificado mide 177 pies de alto, 12 pies de
diámetro, pesa 1,6 millones de libras y produce un máximo de 3,6 millones de libras de
empuje durante el lanzamiento. El diseño también incluye nueva aviónica, diseño de grano de
propulsor y aislamiento de la caja, y elimina los paracaídas de recuperación para permitir una
mayor carga útil en órbita.
El ICPS utiliza un motor RL10 fabricado por Aerojet Rocketdyne. El motor funciona
con hidrógeno líquido y oxígeno líquido y genera 24,750 libras. de empuje. United Launch
Alliance tiene un contrato para producir etapas superiores para las tres primeras misiones
Artemis. Teledyne Brown Engineering de Huntsville, Alabama, construye el adaptador de
etapa del vehículo de lanzamiento que encierra parcialmente el ICPS y lo conecta a la etapa
central.
El adaptador de etapa Orion (OSA) conecta Orion al ICPS en el vehículo SLS Block
1. El OSA puede acomodar varias cargas útiles CubeSat en tamaños de 6U o 12U, según los
parámetros de la misión. Para Artemis I, la OSA llevó varios CubeSats de tamaño 6U al
espacio profundo para diversas misiones de demostración de ciencia y tecnología.
La NASA completó la revisión crítica del diseño del EUS en 2019. Boeing está
construyendo el EUS en Michoud. Aerojet Rocketdyne ha completado la fabricación y
prueba de varios motores.
Antares
El cohete Antares de Northrop Grumman es un vehículo de dos etapas con una tercera
etapa opcional que proporciona capacidad de lanzamiento en órbita terrestre baja para cargas
útiles que pesan hasta 8.000 kg. Hoy en día, el cohete se utiliza principalmente para respaldar
el contrato de servicios de reabastecimiento comercial de la compañía con la NASA.
Electrón
Falcon Heavy
Falcon Heavy está compuesto por tres núcleos reutilizables de nueve motores Falcon
9 cuyos 27 motores Merlin juntos generan más de 5 millones de libras de empuje en el
despegue, equivalente a aproximadamente dieciocho aviones 747. Como uno de los cohetes
operativos más poderosos del mundo, Falcon Heavy puede elevar casi 64 toneladas métricas
(141.000 libras) a la órbita.
Pegaso XL
El cohete Pegasus XL de tres etapas se utiliza para desplegar pequeños satélites que
pesan hasta 1.000 libras (453,59 kg) en la órbita terrestre baja. Pegasus es transportado por el
avión Stargazer L-1011 a aproximadamente 40.000 pies sobre océano abierto, donde se libera
y cae libre cinco segundos antes de encender su motor cohete de primera etapa. Con su ala
única en forma de delta, Pegasus normalmente pone los satélites en órbita en poco más de 10
minutos.
6.3. Cohetes de tripulación comercial
El Programa de Tripulación Comercial de la NASA ofrece transporte humano seguro,
confiable y rentable hacia y desde la Estación Espacial Internacional desde los Estados
Unidos a través de una asociación con la industria privada estadounidense. Una nueva
generación de cohetes capaces de transportar astronautas a la órbita terrestre baja y a la
Estación Espacial Internacional proporciona mayor utilidad, tiempo de investigación
adicional y mayores oportunidades de descubrimiento en el laboratorio en órbita.
Atlas V
La NASA y Boeing continúan evaluando los datos de la segunda prueba de vuelo sin
tripulación de la compañía en el sistema CST-100 Starliner, Orbital Flight Test 2 (OFT-2),
para demostrar su capacidad para transportar astronautas a la órbita terrestre baja y a la
Estación Espacial Internacional. Tras el exitoso lanzamiento de OFT-2, se están revisando
posibles oportunidades de lanzamiento para la prueba de vuelo tripulada de Boeing en
Starliner. Si tiene éxito, esto allanará el camino para que la NASA certifique el sistema de
transporte de astronautas de Boeing para misiones regulares a la estación espacial.
Los cohetes Atlas han evolucionado a lo largo de cuatro décadas hasta convertirse en
el cohete Atlas V que se utiliza en la actualidad. John Glenn se convirtió en el primer
astronauta estadounidense en orbitar la Tierra después de ser lanzado en un cohete Atlas LV-
3B desde Cabo Cañaveral, Florida, en 1962.
Resumen técnico:
Falcon 9
Radiación espacial
Un gran desafío para reducir los riesgos de exposición a la radiación es que algunas
partículas de radiación espacial (especialmente los rayos cósmicos galácticos) son difíciles de
proteger. La exposición a una mayor radiación puede estar asociada con consecuencias para
la salud a corto y largo plazo, dependiendo de la cantidad total de radiación que experimenten
los astronautas y del período de tiempo en el que experimenten esa exposición.
Aislamiento y Confinamiento
Campos de gravedad
Aterrizar una nave espacial en Marte podría ser un desafío mientras los astronautas se
adaptan al campo de gravedad de otro cuerpo celeste. Al pasar de la ingravidez a la gravedad,
los astronautas pueden experimentar intolerancia ortostática después del vuelo, en la que no
pueden mantener la presión arterial cuando están de pie, lo que puede provocar mareos y
desmayos.
La NASA ha aprendido que sin que la gravedad de la Tierra afecte al cuerpo humano,
los huesos que soportan peso pierden en promedio entre el 1% y el 1,5% de densidad
mineral por mes durante los vuelos espaciales. Después de regresar a la Tierra, es posible que
la pérdida ósea no se corrija por completo mediante la rehabilitación; sin embargo, su riesgo
de fractura no es mayor. Sin una dieta adecuada y una rutina de ejercicios, los astronautas
también pierden masa muscular en microgravedad más rápido que en la Tierra.
Además, los fluidos del cuerpo se desplazan hacia la cabeza en microgravedad, lo que
puede ejercer presión sobre los ojos y causar problemas de visión. Si no se implementan
medidas preventivas o contramedidas, las tripulaciones pueden experimentar un mayor riesgo
de desarrollar cálculos renales debido a la deshidratación y al aumento de la excreción de
calcio de los huesos.
Ambientes hostiles/cerrados
Más allá de los efectos del medio ambiente sobre el sistema inmunológico, cada
centímetro y detalle de las viviendas y los lugares de trabajo deben ser cuidadosamente
pensados y diseñados. Nadie quiere que su casa sea demasiado calurosa, demasiado fría,
estrecha, abarrotada, ruidosa o mal iluminada, y a nadie le gustaría trabajar y vivir en un
hábitat así en el espacio tampoco.
Radiación espacial
La estrategia actual para reducir los riesgos para la salud de la exposición a la
radiación espacial es implementar blindajes, monitoreo de radiación y procedimientos
operativos específicos. En comparación con las misiones típicas de estaciones espaciales de
seis meses, las misiones posteriores a la Luna y Marte serán mucho más largas en promedio.
En consecuencia, la cantidad total de radiación experimentada y los riesgos para la salud
asociados pueden aumentar.
Para investigar los riesgos para la salud de la exposición a la radiación espacial más
allá de la órbita terrestre baja, la NASA apoya investigaciones que analizan los efectos
biológicos de los rayos cósmicos simulados en instalaciones de investigación terrestres. La
investigación en estas instalaciones ayuda a la NASA a comprender y reducir el riesgo de la
radiación espacial, garantizar la medición adecuada de las dosis que reciben los astronautas
en la estación espacial y en futuras naves espaciales, y desarrollar materiales avanzados que
mejoren el blindaje contra la radiación para futuras misiones.
Aislamiento y confinamiento
La NASA está utilizando su experiencia en vuelos espaciales tripulados en la estación
espacial para determinar qué tipos de eventos médicos ocurren en el espacio a lo largo del
tiempo y qué tipos de habilidades, procedimientos, equipos y suministros se necesitan para
tener una buena idea de qué empacar para futuras misiones a la Luna y Marte.
La NASA también ha diseñado una forma eficiente de recolectar y medir cuánta orina
produce un miembro de la tripulación en el espacio, lo cual es esencial para la investigación
en humanos ya que revela información clave sobre la salud de una persona. Por ejemplo, los
investigadores pueden analizar diferentes niveles de ciertas sustancias en la orina de un
astronauta para determinar si corren riesgo de desarrollar un cálculo renal en el espacio y
realizar modificaciones en la dieta, la rutina de ejercicios y la ingesta de agua como medidas
preventivas.
Ambientes hostiles/cerrados
La NASA está utilizando tecnología para monitorear la calidad del aire de la estación
espacial para garantizar que la atmósfera sea segura para respirar y no esté contaminada con
gases como formaldehído, amoníaco y monóxido de carbono. Los sistemas de control térmico
funcionan para mantener las temperaturas de la estación espacial y mantener cómodos a los
astronautas.
La NASA está tomando medidas sobre todos estos riesgos y trabajando para resolver
los desafíos de los vuelos espaciales tripulados con algunas de las mentes más brillantes en
sus campos. Los resultados obtenidos de laboratorios, análogos terrestres y misiones de
estaciones espaciales proporcionarán más información sobre estas adaptaciones y presentarán
un trampolín para misiones más largas.
Aunque los conceptos iniciales de utilizar electricidad para propulsar naves espaciales
se remontan a las primeras décadas del siglo XX, su implementación práctica y avances
significativos se han producido más recientemente. Fue en la era espacial moderna donde la
propulsión eléctrica comenzó a ganar terreno, impulsada por la necesidad de desarrollar
tecnologías que abordaran los desafíos específicos de las misiones espaciales de larga
duración.
Motores de Plasma:
Propulsores de Microondas:
Son una variante de los motores de plasma que utiliza campos magnéticos para
acelerar el gas ionizado. Estos propulsores ofrecen una combinación eficiente de empuje y
duración, siendo particularmente útiles en misiones más allá de la órbita terrestre, donde la
eficiencia a largo plazo es esencial.
Electrotermal:
Propulsores Fotónicos:
Eficiencia Mejorada:
Autonomía Extendida:
Maniobrabilidad Mejorada:
Estas ventajas hacen que la propulsión eléctrica sea una opción atractiva para una
variedad de misiones espaciales, especialmente aquellas que buscan maximizar la eficiencia y
la duración en el espacio profundo.
a) Fuente de Energía:
La fuente de energía es la fuente vital que suministra electricidad al sistema. Cuando
se trata de misiones cercanas al Sol, los paneles solares son una elección común,
aprovechando la intensa radiación solar. Para misiones más allá de la órbita terrestre, se
recurre a generadores nucleares que brindan una fuente constante de energía, permitiendo un
funcionamiento continuo del propulsor eléctrico. La elección de la fuente de energía es
crucial y está determinada por las condiciones específicas de la misión.
b) Propulsor Iónico:
c) Sistema de Control:
La sonda Dawn, lanzada por la NASA en 2007, utilizó un propulsor iónico para
explorar dos de los cuerpos más grandes del cinturón de asteroides: Vesta y Ceres. La
propulsión eléctrica permitió a Dawn realizar ajustes precisos de órbita y extender
significativamente su vida útil, revelando detalles inéditos sobre la composición y la historia
de estos cuerpos celestes.
2) SMART-1 (ESA):
La Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó la sonda SMART-1 en 2003 para realizar
estudios detallados de la Luna. Equipada con un propulsor iónico, la misión demostró la
viabilidad de la propulsión eléctrica en misiones de exploración lunar y proporcionó valiosos
datos científicos, incluyendo información sobre la topografía y la composición lunar.
3) Hayabusa2 (JAXA):
4) BepiColombo (ESA/JAXA):
5) Juno (NASA):
Desafío: Los propulsores eléctricos, como los motores iónicos, generan empuje de
manera gradual, lo que puede ser insuficiente para misiones que requieren cambios rápidos de
velocidad.
Efectos de la Radiación:
En cuanto al peso, la propulsión eléctrica puede ofrecer ventajas al ser más liviana
debido a la necesidad de menos cantidad de propelente. Sin embargo, la inclusión de sistemas
de generación de energía, como paneles solares o generadores nucleares, puede aumentar el
peso total. En comparación, los sistemas químicos suelen tener un peso inicial más alto
debido a la carga de propelente necesaria para alcanzar velocidades y distancias
significativas.
Entre finales del siglo pasado y comienzos de este, los científicos comenzaron a
interesarse en los efectos atmosféricos de estas emisiones. Muchos de los contaminantes,
como el cloro o la alúmina, destruyen el ozono estratosférico, el de la famosa capa que nos
protege de la radiación solar. Estudios pioneros revelaron que los cohetes propulsados por
combustibles sólidos y queroseno causaban una destrucción total del ozono en la estela
dejada a su paso, pero que había también un efecto, aunque pequeño, por la dispersión de
estos contaminantes.
En un estudio de 2022, Marais y sus colaboradores calculan que en solo tres años el
calentamiento debido al carbono negro del turismo espacial podría suponer un 6% del total
global causado por este contaminante, a pesar de que las emisiones solo representarían un
0,02%. Otro estudio de 2022 dirigido por Maloney estimaba que una multiplicación por 10 de
las emisiones por el turismo espacial podría aumentar la temperatura de la estratosfera en 1,5
grados y afectaría a la circulación atmosférica global. En cuanto a la destrucción del ozono,
Marais y sus colaboradores concluyen que en una década se reduciría en un 16% la
recuperación de esta capa lograda gracias al Protocolo de Montreal, que en 1987 impuso el
abandono de los clorofluorocarbonos (CFC).
Ante estas predicciones y según el coautor del estudio Robert Ryan, del UCL, “la
conversación para regular el impacto ambiental de la industria de lanzamientos espaciales
debe comenzar ahora, para que podamos minimizar el daño a la capa de ozono estratosférica
y al clima”. Hoy los investigadores buscan nuevos combustibles más limpios. Según
Maloney, “actualmente la industria se mueve hacia un combustible más limpio basado en
metano”. “Usar combustibles más limpios que el queroseno ayudará a minimizar el impacto
climático”, añade. No en vano el sector espacial ha sido también pionero en soluciones
verdes: en 1958 el satélite estadounidense Vanguard 1 fue la primera aplicación práctica de
los paneles solares, entonces una tecnología novedosa.
9. Conclusiones
La investigación y desarrollo de cohetes propulsados por hidrógeno representan un paso
crucial hacia la comprensión y aplicación de esta fuente de energía en la exploración
espacial.
La documentación exhaustiva de los resultados en un informe y presentación establece
una base sólida para la divulgación de conocimientos y promueve la conciencia sobre la
importancia de fuentes de energía limpias en la exploración espacial.
El proyecto no solo se centra en la eficacia técnica, sino que también reconoce la
relevancia ambiental al investigar las implicaciones ambientales y tecnológicas de la
propulsión de hidrógeno, proporcionando información valiosa para la toma de decisiones
futuras.
La viabilidad del hidrógeno como alternativa sostenible se subraya al considerar su
aplicación en la industria aeroespacial, contribuyendo al impulso global hacia prácticas
más respetuosas con el medio ambiente.
El proyecto no solo contribuye al conocimiento científico y tecnológico, sino que también
impulsa la conciencia pública sobre la importancia de adoptar fuentes de energía limpias
en la exploración espacial y su relevancia en la preservación del medio ambiente.