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Unidad 2. Satélites
Presentación de la unidad............................................................................... 3
Objetivos............................................................................................................ 4
2. Satélites……………………………………………………………………………………………….. 5
2.1.Historia de los satélites………………………………………………………… 7
2.2.Tipos de órbitas……………………………………………………………………. 9
2.2.1.Órbita baja, media y geoestacionaria…………………… 10
2.3.Satélites geoestacionarios…………………………………………………. 12
2.3.1.Ventajas y desventajas…………………………………………… 14
2.3.2.Inyección directa……………………………………………………. 16
2.3.3.Inyección inicial en órbita elíptica……………………...... 17
2.3.4.Inyección inicial en órbita circular……………………….... 18
2.4.Subsistemas del satélite…………………………………………………….. 19
2.4.1.Comunicaciones……………………………………………………… 20
Temario 2.4.1.1.Amplificador de bajo ruido………………………... 21
2.4.1.2.Convertidor de frecuencia………………………… 22
2.4.1.3.Multiplexor…………………………………………………… 23
2.4.1.4.Amplificador de potencia…………………………. 24
2.4.1.5.Demultiplexor…………………………………………….. 25
2.4.1.6.Transponder……………………………………………….. 27
2.4.2.Energía eléctrica…………………………………………………….. 28
2.4.3.Control térmico………………………………………………………. 29
2.4.4.Propulsión……………………………………………………………….. 30
2.4.5.Posición y orientación……………………………………………. 31
2.4.6.Estructural……………………………………………………………….. 33
2.4.7.Antenas…………………………………………………………………….. 34
2.4.8.Rastreo, telemetría y comando…………………………….. 36
Para saber más................................................................................................. 38
Cierre de la unidad.......................................................................................... 39
Fuentes de consulta........................................................................................ 40
Presentación de la
unidad
¡Bienvenido a la unidad 2!
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Objetivo
4
2.Satélites
Artificiales Naturales
5
2.Satélites
Satélites artificiales
Comunicación Meteorológico
Observación
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2.1.Historia de los
satélites
El tipo más sencillo de satélite es un reflector pasivo, que solo rebota las señales de un lugar a otro.
Un satélite pasivo refleja las señales de regreso a la Tierra, porque no hay a bordo dispositivos de
ganancia que amplifiquen o modifiquen las señales. La luna es un satélite natural de la Tierra, visible
por reflexión de la luz solar, en consecuencia, la Luna fue el primer satélite pasivo en 1954, cuando la
Marina de los E.U.A. transmitió bien el primer mensaje por este sistema de comunicaciones de la
Tierra a la Luna y a la Tierra.
En 1957 Rusia Lanzó el Spuntnik I el primer satélite terrestre activo.
Un satélite activo es capaz de recibir, amplificar, reconformar, regenerar y retransmitir información. El
Spunitnik I transmitió información de telemetría durante 21 días, ese mismo año EU lanzo el Explorer I
que transmitió información de telemetría durante casi cinco meses.
En 1962 AT&T lanzó Telstar I, el primer satélite activo en recibir y transmitir señales de radio en forma
simultánea, pero su equipo electrónico fue dañado por la radiación de los cinturones de Van Allen,
por lo que fue lanzado el Telstar II que era más resistente a este tipo de radiaciones.
El Telstar II se usó para transmisiones telefónica, señales de TV, facsímil y datos y logro transmitir la
primera transmisión trasatlántica de video.
El Syncom I se lanzó en febrero de 1963, fue el primer intento de colocar en órbita un satélite
geosíncrono, pero no tuvo éxito por lo que se lanzó el Syncom II y III.
El Syncom II se usó en la transmisión de los Juegos olímpicos de Tokio, en 1964.
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2.1.Historia de los
satélites
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2.2.Tipos de órbitas
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2.2.1.Órbita baja, media
y geoestacionaria
En general, los satélites se clasifican por tener ya sea una órbita terrestre baja (LEO, por
low Earth orbit), órbita terrestre intermedia (MEO, por medium Earth orbit) o una órbita
terrestre geosíncrona (GEO, por geosynchronous Earth orbit). La mayoría de los
satélites LEO trabaja en el intervalo de frecuencias de 1.0 a 2.5 GHz. Iridium, el sistema
telefónico satelital de Motorola es un sistema LEO que usa una constelación de 66
satélites que orbitan a unas 480 millas sobre la superficie terrestre. La principal ventaja
de estos satélites es que la pérdida de trayectoria entre las estaciones terrestres y los
vehículos espaciales es mucho menor que para satélites que giran en órbitas de altura
intermedia o grande. La menor pérdida de trayectoria equivale a menores potencias de
transmisión, menores antenas y menor peso.
Los satélites MEO trabajan en la banda de frecuencias de 1.2 a 1.66 GHz, y giran entre
6000 y 12,000 millas sobre la Tierra. El sistema satelital NAVSTAR, del Departamento
de Defensa en Estados Unidos para posicionamiento global es MEO, con una
constelación de 21 satélites funcionales y seis de reserva, que giran a unas 9500 millas
sobre la Tierra.
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2.2.1.Órbita baja, media
y geoestacionaria
Los satélites geosíncronos son de órbita terrestre de gran altura, que funcionan
principalmente en el espectro de frecuencias de 2 a 18 GHz, cuyas órbitas están a
22,300 millas sobre la superficie terrestre. La mayoría de los satélites de
comunicaciones está en órbita geosíncrona. Los satélites geosíncronos o
geoestacionarios son aquellos que giran en círculo con velocidad angular igual a la de
la Tierra. Tienen un tiempo de órbita aproximado de 24 horas, igual que la Tierra; así,
los satélites geosíncronos parecen estacionarios, porque quedan en una posición fija
con respecto a determinado punto en la Tierra.
Se dice que los satélites asíncronos en órbitas circulares altas, entre 19,000 y 25,000
millas sobre la Tierra están en una órbita casi síncrona. Cuando esta órbita es un poco
menor que 22,300 millas sobre la Tierra, el tiempo orbital del satélite es menor que el
periodo de rotación de la Tierra. Por consiguiente, el satélite se mueve lentamente en
torno a la Tierra en dirección oeste a este. A esta clase de órbita casi síncrona se le
llama subsíncrona. Si la órbita es más alta que 22,300 millas, el tiempo orbital del
satélite es mayor que el periodo rotacional de la Tierra, y parece que el satélite tiene
un movimiento en reversa (retrógrado) de este a oeste.
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2.3.Satélites
geoestacionarios
Los satélites geosíncronos describen órbitas sobre el ecuador, con la misma velocidad angular que la
Tierra. En consecuencia, los satélites geosíncronos (llamados también estacionarios o
geoestacionarios) parecen estar en un lugar fijo sobre un punto en la superficie terrestre. Debido a ello,
no se necesita equipo especial de antenas de rastreo; las antenas de las estaciones terrestres sólo se
apuntan al satélite en forma permanente. Un solo satélite geosíncrono de gran altitud puede
proporcionar comunicaciones confiables aproximadamente a un 40% de la superficie terrestre.
Los satélites permanecen en órbita como resultado del equilibrio entre las fuerzas centrífuga y
gravitacional. Si un satélite viaja a demasiada velocidad, su fuerza centrífuga supera a la de la
gravedad de la Tierra, y el satélite se sale de órbita y escapa al espacio. A menores velocidades, la
fuerza centrífuga del satélite no es suficiente, y la gravedad tiende a atraer al vehículo hacia la Tierra.
Es obvio que hay un equilibrio delicado entre aceleración, velocidad y distancia, con el que se
balancean exactamente los efectos de las fuerzas centrífuga y gravitacional.
Mientras más cerca de la Tierra gira un satélite, la fuerza gravitacional es mayor, y la velocidad
necesaria para evitar que caiga a Tierra es mayor. Los satélites de baja altura que giran en órbita a 100
millas sobre la Tierra viajan a una velocidad aproximada de 17,500 millas por hora. A esta velocidad
tardan más o menos hora y media en dar la vuelta a la Tierra. En consecuencia, el tiempo durante el
cual un satélite está en la línea de vista de determinada estación es 0.25 horas o menos, por órbita. Los
satélites de órbita terrestre de altura intermedia tienen un periodo de rotación de 5 a 12 horas y
permanecen en la línea de vista de determinada estación terrestre entre 2 y 4 horas por órbita. Los
satélites terrestres de gran altitud, en órbitas geosíncronas, se mueven a unas 6840 millas por hora, y
completan una revolución en torno a la Tierra en unas 24 horas.
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2.3.Satélites
geoestacionarios
Hay varios requisitos para los satélites en órbitas geoestacionarias. La primera y más obvia es que
deben tener un ángulo de inclinación de 0° (es decir, que el satélite debe estar en órbita directamente
en el plano ecuatorial de la Tierra). El satélite también debe recorrer su órbita en la misma dirección que
la rotación de la Tierra (hacia el este, hacia el sol naciente), con la misma velocidad angular (de
rotación): una revolución por día.
El semieje mayor de una órbita terrestre geosíncrona es la distancia del centro de la Tierra a un satélite
en esa órbita; es decir, es el radio de la órbita medido del geocentro terrestre al vehículo satelital. Al
aplicar la tercera ley de Kepler, en la ecuación mostrada a continuación, con A=42241.0979 y P=0.9972,
el semieje mayor es:
2
𝛼 = 𝐴𝑃 3
2
𝛼 = (4224.0979)(0.9972)3
𝛼 = 42,164 km
Por consiguiente, los satélites en órbita geosíncrona giran en círculo directamente arriba del ecuador, a
42,164 km del centro de la Tierra. Como el radio ecuatorial aproximado de la Tierra es de 6378 km, la
altura sobre el nivel medio del mar (h) de un satélite en órbita geosíncrona es:
ℎ = 42,164 km − 6378 km
= 35,768 𝑘𝑚
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2.3.1.Ventajas y
desventajas
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2.3.1.Ventajas y
desventajas
Desventajas
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2.3.2.Inyección directa
En este caso, el satélite es transportado por un cohete de varias etapas hasta el cinturón de Clarke,
sin que necesite realizar esfuerzos propios, lo que en cambio sí es necesario en los otros dos
procedimientos que se explican más adelante. La inyección directa en órbita geoestacionaria es muy
costosa y solo se utiliza para lanzar satélites militares; como el satélite no realiza esfuerzos propios,
es decir, no lleva motores acoplados directamente a él, para pasar de una órbita a otra, la
probabilidad de que llegue a su destino en buenas condiciones aumenta. El cohete Titán IIIC de los
EE. UU. es un ejemplo de lanzador que puede emplearse con este fin.
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2.3.3.Inyección inicial
en órbita elíptica
En este procedimiento las etapas del sistema lanzador colocan al satélite en una órbita
elíptica de gran excentricidad, es decir, muy alargada, en la que el centro de la Tierra
es uno de los dos focos. Una vez ahí, el satélite se separa del cohete y da una o varias
vueltas en esa órbita, llamada órbita de transferencia geosíncrona, hasta que se lleva a
cabo la siguiente etapa del proceso, ya con esfuerzos propios de él mismo. El perigeo
de la órbita de transferencia geosíncrona está normalmente a una altura aproximada
de 200 Km. sobre el nivel del mar y su apogeo cerca de los 35 788 Km., que es la
altura final en la que el satélite debe quedar para funcionar.
El paso siguiente es circular la órbita y para ello el satélite lleva acoplado un motor que
se enciende precisamente en el punto de apogeo de la última vuelta elíptica que se
haya programado; obviamente, el encendido se efectúa después de haber orientado al
satélite a control remoto en forma adecuada, para que el empuje del motor de apogeo
resulte en la dirección correcta. Al encenderse éste, el satélite recibe un incremento
sustancial de velocidad y su órbita cambia, pasando de la elíptica de transferencia
geosíncrona a la circular geoestacionaria.
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2.3.4.Inyección inicial
en órbita circular
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2.4.Subsistemas del
satélite
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2.4.1.Comunicaciones
El diagrama que se adjunta muestra la relación entre las antenas y el equipo de comunicaciones. Para
mayor sencillez en él solamente se ilustra una de las posibles trayectorias o cadenas de los equipos que
hay en el subsistema de comunicaciones; es normal que algunos de estos equipos se instalen repetidos, o
sea, que sean redundantes, para que en el caso que uno de ellos se descomponga, exista aún la
posibilidad de tener una trayectoria ininterrumpida entre las antenas recepción y transmisión; para
efectuar el cambio se cuenta con conmutadores que hacen la conexión de un elemento a otro. A la
trayectoria completa de cada repetidor comprendiendo todos sus equipos desde la salida de la antena
receptora hasta la entrada de la antena transmisora se le da el nombre de transpondedor, o sea que el
subsistema de comunicaciones consta de muchos transpondedores, y su número depende del diseño del
satélite.
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2.4.1.1.Amplificador de
bajo ruido
Un amplificador de bajo ruido (LNA) es un amplificador electrónico que se utiliza para amplificar
señales de muy baja intensidad, generalmente desde una antena donde las señales son apenas
reconocibles y deben amplificarse sin agregar ningún ruido, de lo contrario se podría perder
información importante. Los LNA son uno de los componentes de circuito más importantes
presentes en receptores de radio y otros receptores de señal.
Los amplificadores de bajo ruido son una parte importante de un circuito receptor por el cual la
señal recibida se procesa y se convierte en información. Los LNA están diseñados para estar
cerca del dispositivo receptor para que haya una pérdida mínima debido a la interferencia. Como
su nombre lo indica, agregan una cantidad mínima de ruido (datos inútiles) en la señal recibida
porque cualquier otra corrompería altamente la señal ya débil. Cuando la relación señal/ruido
(SNR) es alta y necesita degradarse en alrededor del 50 por ciento y la potencia debe
aumentarse, se utiliza un LNA. Un LNA es el primer componente de un receptor que intercepta
una señal, por lo que es una parte vital en el proceso de comunicación.
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2.4.1.2.Convertidor de
frecuencia
22
2.4.1.3.Multiplexor
Un multiplexor o también conocido como MUX o MPX es un dispositivo que sirve para transmitir datos de
diferentes entradas a una sola salida, es decir, todos los datos que entran al circuito salen por el mismo
lugar, dependiendo del tipo que se utilice, pueden manejar señales analógicas o digitales.
El funcionamiento de los multiplexores se basa en circuitos de compuertas lógicas, en donde se conectan
de tal forma que todas las entradas salen por la misma salida, con la única condición de que se debe de
seleccionar la entrada que mandará los datos hacia la salida, es decir, que el circuito no puede leer todas
las entradas al mismo tiempo, si no una por vez.
En palabras sencillas, este circuito funciona como un conmutador que solo permite seleccionar la lectura
de una de las entradas, pero debido a la gran velocidad de conmutación que tiene el circuito, se puede
llegar a creer que puede leer todas las entradas al mismo tiempo.
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2.4.1.4.Amplificador de
potencia
24
2.4.1.5.Demultiplexor
25
2.4.1.5.Demultiplexor
También se puede dar diferentes funciones como, por ejemplo, un componente de audio tiene la
capacidad de leer CD, memorias USB, memorias de teléfono e incluso captar las señales de radio,
siempre y cuando se utilicen los selectores de que es lo que queremos hacer.
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2.4.1.6.Transponder
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2.4.2.Energía eléctrica
Es importante entender que los sistemas de comunicación y los sistemas de energía eléctrica tienen
un conjunto de restricciones muy marcadas. Las formas de onda en los sistemas de energía eléctrica
son generalmente conocidas, además de que el interés radica en el diseño del sistema para que
presente una mínima pérdida de energía. Las formas de onda en los sistemas de comunicación
presentes en el receptor (usuario) son desconocidas hasta que se reciben, de otra manera no se
transmitiría información alguna ni habría necesidad del sistema de comunicación. Se comunica más
información al receptor cuando el usuario “se sorprende más” por el mensaje transmitido. Esto es, la
transmisión de información implica la comunicación de mensajes desconocidos antes de tiempo.
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2.4.3.Control térmico
El objetivo principal del subsistema de control térmico
consiste en mantener a todo el satélite y a los equipos que
aloja dentro de los rangos de temperaturas especificados en
cada fase de la misión. En general, se distinguen dos rangos:
El de temperatura operativa, que define los límites de
temperatura en los que el instrumento puede operar; y el de
supervivencia, que define las temperaturas máxima y mínima
que puede soportar el instrumento sin ser dañado. El control
térmico también debe asegurar que los gradientes térmicos
máximos estén por debajo de los especificados.
Los análisis térmicos permiten verificar el comportamiento
del satélite y de los diferentes instrumentos a bordo en
condiciones orbitales y en los diferentes modos de
funcionamiento:
• Modo latencia: Cuando la carga de la batería cae por
debajo del umbral mínimo establecido, el satélite se
apaga para dejar que los paneles solares carguen la
batería durante 2 horas y 56 minutos. Únicamente
funciona el sistema de control térmico de la batería
(Caso frío).
• Modo operacional a máxima potencia: Se analiza el
satélite en órbita con el perfil de disipación máxima para
verificar que no se calienta por encima de las
temperaturas establecidas (Caso caliente).
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2.4.4.Propulsión
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2.4.5.Posición y
orientación
Con la técnica de estabilización por giro, una parte del satélite o en algunos casos toda
la estructura- gira para conservar el equilibrio del conjunto, al mismo tiempo que las
antenas permanecen orientadas hacia la Tierra. En los primeros satélites que utilizaron
antenas de haces direccionales, éstas se hacían girar en sentido contrario al giro de
cuerpo cilíndrico del satélite, de tal forma que en realidad no se movían con relación a
la superficie terrestre. Sin embargo, esta solución perdió practicabilidad al ir
revolucionando las generaciones de satélites, y hoy sólo una parte de su cuerpo gira
mientras que el resto de la estructura -que a las antenas- se mantiene fijo; la unión
entre la sección que gira y la que no gira es un mecanismo de rodamiento y
transferencia de energía eléctrica con muy poca fricción. Este mecanismo se denomina
BAPTA; posee rodamientos para la interface mecánica, anillos conductores para la
transferencia de energía eléctrica de una sección a otra y motores que controlan la
velocidad relativa entre las dos secciones. El satélite, al girar sobre su eje -que es
paralelo al de rotación de la Tierra- se vuelve menos vulnerable a las fuerzas
perturbadoras descritas anteriormente.
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2.4.5.Posición y
orientación
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2.4.6.Estructural
La estructura del satélite es la armazón que sostiene a todos los equipos que lo forman y que
le da la rigidez necesaria para soportar las fuerzas y aceleraciones a las que se ve sujeto desde
el momento en que abandona la superficie de la Tierra; este importante subsistema debe ser
durable, resistente y lo más ligero posible.
Los materiales más comunes para este fin son aluminio, magnesio, titanio, berilio, acero, y
varios plásticos reforzados con fibra de carbón; de éstos, el berilio es el más caro, y por lo
tanto su utilización es limitada. Dependiendo del diseño (número y forma de las antenas, tipo
de estabilización, número y potencia de los amplificadores, etc.), la masa de la estructura
puede variar entre 10 y 20 % del total de la masa del satélite; una buena parte de esa
estructura (los cilindros o las paredes de la caja, según el caso) se fabrica en forma de "panal
de abeja" (honeycomb) con aluminio, por ligereza.
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2.4.7.Antenas
Las antenas reciben las señales de radiofrecuencia provenientes de las estaciones terrenas
transmisoras, y después de que son procesadas (este proceso se limita fundamentalmente a
amplificación y conversión de frecuencia, y le corresponde al subsistema de comunicaciones el
cual se expone más delante) en el satélite, las transmiten de regreso hacia la Tierra,
concentradas en un haz de potencia. En algunos casos, las antenas que reciben son distintas de
las que transmiten, pero también es posible que una sola reciba y transmita al mismo tiempo,
utilizando para ello frecuencias y elementos de alimentación diferentes, los elementos de
alimentación, denominados alimentadores, son generalmente antenas de corneta conectadas a
guías de onda, que emiten energía hacia un reflector parabólico, o bien la captan proveniente de
este último para entregársela a los equipos receptores. Es fácil comprender que, si el subsistema
de antenas tuviese alguna falla, por ejemplo, si no estuviese bien orientado hacia la superficie de
la Tierra debido a algún desperfecto en su mecanismo, entonces no sería factible transmitir
correctamente desde el satélite ni recibir las señales provenientes de las estaciones terrenas.
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2.4.7.Antenas
Las antenas reciben las señales de radiofrecuencia provenientes de las estaciones terrenas
transmisoras, y después de que son procesadas (este proceso se limita fundamentalmente a
amplificación y conversión de frecuencia, y le corresponde al subsistema de comunicaciones el
cual se expone más delante) en el satélite, las transmiten de regreso hacia la Tierra, concentradas
en un haz de potencia. En algunos casos, las antenas que reciben son distintas de las que
transmiten, pero también es posible que una sola reciba y transmita al mismo tiempo, utilizando
para ello frecuencias y elementos de alimentación diferentes, los elementos de alimentación,
denominados alimentadores, son generalmente antenas de corneta conectadas a guías de onda,
que emiten energía hacia un reflector parabólico, o bien la captan proveniente de este último
para entregársela a los equipos receptores. Es fácil comprender que, si el subsistema de antenas
tuviese alguna falla, por ejemplo, si no estuviese bien orientado hacia la superficie de la Tierra
debido a algún desperfecto en su mecanismo, entonces no sería factible transmitir
correctamente desde el satélite ni recibir las señales provenientes de las estaciones terrenas.
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2.4.8.Rastreo,
telemetría y comando
El subsistema de telemetría, rastreo y control (TT &C por sus siglas en inglés: Telemetry, Tracking
and Command) se encarga del intercambio de información con el centro de control de
operaciones en tierra para mantener el funcionamiento eficiente de la nave espacial. A través del
subsistema de TT&C se monitorea la operación de todos los subsistemas y procesos que
componen la nave espacial, así como su posición y se le envían órdenes para que ejecute
cualquier cambio.
Telemetría
La telemetría se utiliza para supervisar el estado de una nave espacial mediante el envío de
información al centro de control de operaciones sobre parámetros de los otros subsistemas, así
como las anomalías detectadas por la computadora de vuelo. Estas mediciones describen el
estado de la nave espacial, subsistema por subsistema y se refieren a parámetros tan variados
como temperaturas, voltajes y corrientes, cantidad de combustible y parámetros de
apuntamiento, entre muchos otros. Por ejemplo, en el caso del subsistema de potencia se
podrían estar enviando los voltajes de salida y las corrientes suministradas por los paneles
solares en todo momento. Una nave espacial típica puede estar enviando datos de alrededor de
100 sensores o transductores en un momento dado y generalmente la transmisión de estos
parámetros se realiza a baja velocidad, del orden de 150 a 1000 bps.
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2.4.8.Rastreo,
telemetría y comando
Rastreo
La parte de rastreo del TT&C se encarga de determinar la posición y la velocidad de la nave. Para
efectuar el rastreo generalmente el centro de control transmite una señal portadora con un código
específico que una vez que llega a la nave espacial ésta la retransmite a tierra. El tiempo de ida y
vuelta de la información determina distancia de la nave al centro de control y por efecto Doppler
se puede calcular su velocidad radial. La orientación de la antena rastreadora permite conocer la
ubicación angular de la nave en términos de azimut y elevación. Si la nave está dentro de la
cobertura de un sistema de navegación global por satélite (GNSS), como por ejemplo el GPS,
entonces el rastreo se puede llevar a cabo a través de conocer la posición determinada por el
sistema de navegación.
Control
Aunque las naves espaciales modernas operan de forma autónoma, en muchas ocasiones
necesitan recibir órdenes de tierra. Un ejemplo de una situación que requiere control es el ajuste
de la órbita de un satélite geoestacionario. Durante esta operación, el satélite debe ser
estrechamente controlado desde el centro de control de operaciones. Una vez que se ajusta la
posición orbital, el satélite puede volver a operar de forma autónoma.
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Para saber más
Para saber más sobre los temas vistos en esta unidad revisa los siguientes materiales:
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Cierre de la unidad
De acuerdo con los temas revisados en la Unidad 2, puedes concluir que los satélites
que se encuentran a 30 mil kilómetros son los geoestacionarios, pero ¿qué son y para
qué sirven? Los satélites geoestacionarios son aquellos que realizan órbitas sobre la
línea Ecuador terrestre a la velocidad que lo hace la Tierra.
Estos satélites cumplen con diferentes estándares básicos, por ejemplo: estar a una
altura de 36 mil kilómetros, ya que allí se equilibra la fuerza de atracción terrestre
como la centrífuga. Adicional, deben rotar sincronizados con el mismo movimiento que
realiza la Tierra, por esta razón es que la distancia a la que se encuentra es muy
importante, sino podría ir adelantado o atrasado.
Las soluciones que nos ofrecen las verás en la vida cotidiana, pero también son
indispensables para la gran mayoría de empresas alrededor del mundo. Gracias a las
antenas satelitales la comunicación se puede dar desde diferentes lugares de la tierra.
En la siguiente unidad, estudiarás el concepto, características y aplicaciones de una
estación terrena.
¡Felicidades!
Has concluido la unidad 2, continúa esforzándote.
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Fuentes de consulta
40