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VOTO PARTICULAR QUE FORMULA EL MINISTRO SERGIO A.

VALLS HERNÁNDEZ EN LA CONTRADICCIÓN DE TESIS 528/2012.

En sesión de seis de marzo de dos mil trece, los Ministros que


integramos la Segunda Sala de esta Suprema Corte de Justicia de la
Nación nos pronunciamos en la contradicción de tesis 528/2012
respecto al alcance del principio de litis abierta y el derecho a ofrecer
pruebas en el juicio contencioso administrativo, en específico, sobre el
ofrecimiento de documentales que siendo exigidas al gobernado en el
procedimiento administrativo de origen, este no las haya presentado.

Al resolver la contradicción de tesis, por mayoría de tres votos de


los señores Ministros Luis María Aguilar Morales, José Fernando
Franco González Salas y Alberto Pérez Dayán, se sostuvo que al
señalar el artículo 1° de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo que se pueden hacer valer conceptos de impugnación
no planteados en el recurso administrativo, debe entenderse que la
litis abierta prevista en dicho numeral, no implica la oportunidad de
ofrecer los medios de prueba que, conforme a la ley, debieron
exhibirse en el procedimiento de origen, o en su caso, en el recurso
administrativo procedente.

Para tal efecto, se modificó el criterio jurisprudencial 2ª./J.


69/2001 que había sostenido esta Segunda Sala en el sentido de que
sí se debían de admitir y valorar dichas pruebas, de rubro:
“CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. LAS PRUEBAS DEBEN
ADMITIRSE EN EL JUICIO Y VALORARSE EN LA SENTENCIA,
AUN CUANDO NO SE HUBIERAN OFRECIDO EN EL
PROCEDIMIENTO”.
VOTO PARTICULAR
CONTRADICCIÓN DE TESIS 528/2012

No comparto el criterio sostenido por la mayoría por dos razones


fundamentales:

I. En mi opinión, el principio de litis abierta previsto en el artículo


1° de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso, es el
derecho a efectuar argumentos distintos a los planteados en
un recurso administrativo en contra de la resolución del
procedimiento administrativo de origen, y por consiguiente, el
derecho a ofrecer las pruebas que acrediten los hechos en
que se fundan; esto, al entenderse impugnada
simultáneamente a la resolución del recurso administrativo, la
parte de la resolución del procedimiento de origen en lo que
continué afectando al gobernado, y por consiguiente, al
permitir la impugnación de dicha parte en instancia
jurisdiccional, le son aplicables las normas y principios
procesales derivados de cualquier procedimiento contencioso.

II. Por otro lado, no comparto el criterio de la mayoría, en el


sentido de que no es posible ofrecer en el juicio de nulidad,
las documentales que fueron exigidas y no presentadas en el
procedimiento administrativo, ya que en mi opinión, las reglas
o limitantes del ofrecimiento de las pruebas en el juicio
contencioso administrativo se encuentran regidas, por lo
previsto en la ley y sus principios, y en el caso, no existe
disposición expresa que prevea dicha limitante, ni principio
que lo sustente.

A continuación, desarrollaré las consideraciones que sostienen


los puntos mencionados.

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VOTO PARTICULAR
CONTRADICCIÓN DE TESIS 528/2012

El principio de litis abierta1, establecido en el artículo 1° de la Ley


Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo2, se deriva
cuando previamente se impugnó la resolución del procedimiento de
origen a través de un recurso administrativo y se impugnan ambas
resoluciones simultáneamente, pudiendo así plantear conceptos
novedosos a los efectuados en el recurso, sobre la parte que continúe
generando perjuicio al gobernado de la resolución de origen.

La facultad para plantear conceptos de impugnación no


efectuados en el recurso administrativo está vinculada con el derecho
a ofrecer las pruebas que el gobernado considere necesarias para
demostrar los hechos en los que se basan dichas argumentaciones.

Ahora, los nuevos argumentos realizados, solo podrán ser


tomados en cuenta una vez que quede acreditado su fundamento
fáctico, lo que será posible a través del ofrecimiento por parte de las
partes, de medios probatorios que permitan la reconstrucción de los
hechos, y generen en el juez convicción respecto a ellos, de forma que
pueda tenerlos como verificados.

En ese sentido, si no existe una disposición expresa en la ley


que señalé que, en caso de que no se exhiban las documentales
exigidas por la autoridad fiscal en el procedimiento de fiscalización, no
podrán utilizarse como prueba en el juicio de nulidad, entonces, no

1
Dicho principio se incorporó por primera vez en el juicio contencioso administrativo en el año de
mil novecientos noventa y cinco, a través de una reforma al Código Fiscal de la Federación. Antes
de dicha reforma, la litis en el juicio contencioso administrativo era cerrada, por lo que el estudio del
Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa solo se limitaba al estudio de la resolución
recaída al recurso administrativo, bajo los argumentos que hubiera planteado en contra de la
resolución del procedimiento de origen, sin impugnarse esta simultáneamente. De igual forma se
estableció dicho principio desde la entrada en vigor de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo en el año de 2005.

2
“ARTÍCULO 1o.- (…) Cuando la resolución recaída a un recurso administrativo, no satisfaga el
interés jurídico del recurrente, y éste la controvierta en el juicio contencioso administrativo federal,
se entenderá que simultáneamente impugna la resolución recurrida en la parte que continúa
afectándolo, pudiendo hacer valer conceptos de impugnación no planteados en el recurso. (…)”.

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VOTO PARTICULAR
CONTRADICCIÓN DE TESIS 528/2012

puede inferirse del alcance de litis abierta ni de la ley, ya que ello iría
en contra de los principios constitucionales que rigen al proceso.

En efecto, en la Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos están establecidos, en sus artículos 143, 164 y 175, diversos
principios que rigen los procedimientos contenciosos, entre los que se
encuentran el debido proceso, el derecho de acceso a la justicia y el
derecho a una tutela judicial efectiva.

El artículo 14 constitucional prevé el derecho al debido proceso,


al establecer que nadie puede ser sujeto de un acto privativo sin antes
cumplir con las formalidades esenciales del procedimiento, dentro de
los que se encuentra la oportunidad de ofrecer y desahogar las
pruebas en que se finque la defensa, garantizando con ello que dicha
defensa sea adecuada, oportuna, efectiva y en condiciones de
igualdad6.

Asimismo, el artículo 17 constitucional prevé el derecho al


acceso a la impartición de justicia y a una tutela judicial efectiva, al
establecer que nadie puede hacerse justicia por sí mismo y que toda
persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales
3
“Artículo 14. (…) Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o
derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se
cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las Leyes expedidas con
anterioridad al hecho. (…)”.
4
“Artículo 16. Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o
posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive
la causa legal del procedimiento. (…)”.
5
“Artículo 17. Ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para
reclamar su derecho. (…) Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales
que estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus
resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Su servicio será gratuito, quedando, en
consecuencia, prohibidas las costas judiciales”.
6
“CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. SE VIOLA LA GARANTIA DE AUDIENCIA SI EN EL
PROCEDIMIENTO NO SE ESTABLECE LA PREVENCION PARA REGULARIZAR LA
DEMANDA Y, EN CAMBIO, SE SEÑALA UNA CONSECUENCIA DESPROPORCIONADA A LA
IRREGULARIDAD EN QUE SE INCURRIO”. No. registro. 200318; 9a. Época; Pleno; S.J.F. y su
Gaceta; Tomo II, Septiembre de 1995; Pág. 16.

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VOTO PARTICULAR
CONTRADICCIÓN DE TESIS 528/2012

expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes,
emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial.

De esa forma, la garantía de acceso de impartición de justicia


consagra a favor de los gobernados los principios de: justicia pronta,
bajo la cual se deben resolver las controversias planteadas, dentro de
los términos y plazos que para tal efecto establezcan las leyes; de
justicia completa, que se traduce en que la autoridad que conoce el
asunto emita pronunciamiento respecto de todos y cada uno de los
aspectos debatidos cuyo estudio sea necesario; de justicia imparcial,
que significa que el juzgador emita una resolución apegada a derecho
y sin favoritismo respecto de alguna de las partes o arbitrariedad en su
sentido; y, de justicia gratuita, que consiste en que los órganos del
Estado encargados de su impartición, así como los servidores públicos
a quienes se les encomienda dicha función, no cobren a las partes en
conflicto emolumento alguno por la prestación de ese servicio7.

En ese sentido, de los principios constitucionales referidos se


desprende que los tribunales deben dirimir los conflictos sobre los
derechos de las personas mediante un procedimiento que otorgue a
las partes una posibilidad efectiva e igual de defender sus puntos de
vista y ofrecer pruebas en apoyo a sus pretensiones, no bastando el
conceder al afectado la oportunidad de ser oído, sino que es
indispensable que se le permita rendir pruebas en defensa de sus
intereses, ya que de impedirse el derecho de hacerlo, dichas garantías
carecerían de sentido.

7
“ACCESO A LA IMPARTICIÓN DE JUSTICIA. EL ARTÍCULO 17 DE LA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS ESTABLECE DIVERSOS PRINCIPIOS
QUE INTEGRAN LA GARANTÍA INDIVIDUAL RELATIVA, A CUYA OBSERVANCIA ESTÁN
OBLIGADAS LAS AUTORIDADES QUE REALIZAN ACTOS MATERIALMENTE
JURISDICCIONALES". 9a. Época; 2a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; Tomo XXVI, Octubre de 2007;
Pág. 209”.

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VOTO PARTICULAR
CONTRADICCIÓN DE TESIS 528/2012

De esa forma, de los principios constitucionales que rigen los


procedimientos contenciosos se puede concluir la importancia de la
prueba, ya que para resolver con fuerza de ley una controversia, es
determinante un pronunciamiento previo respecto a los hechos de los
que derivó, el que será apegado a derecho y gozará de validez si es
hecho sin interés de por medio; lo que solo es garantizado si es
llevado a cabo por un tercero ajeno a la controversia, como un juez.

Así, en instancia jurisdiccional, se garantiza que ninguna de las


partes se hará justicia a sí misma, al generarse una relación jurídica
trilateral, en donde el tercero es ajeno, y en la cual, el bien protegido
es la administración de justicia y la solución de controversias de forma
objetiva.

Ahora, en el juicio contencioso administrativo, el gobernado al


considerar que la resolución con la que culminó un procedimiento
administrativo o la recaída a un recurso administrativo no satisface su
interés, somete a la jurisdicción del tribunal, una controversia con la
autoridad administrativa, buscando con ello, una decisión que la
resuelva en cumplimiento de las garantías judiciales que deben regir
en todo procedimiento jurisdiccional, y que no rigen en el
procedimiento administrativo, como son la imparcialidad y la
independencia del juez.

Por lo tanto, por la relevancia de la impartición de justicia por un


tribunal y las garantías que ello implica, considero que, el hecho de
que el gobernado no presente en el procedimiento administrativo,
documentos exigidos por la autoridad administrativa, no debe generar
como consecuencia la restricción de derechos en instancia
jurisdiccional, siendo la causa de dicha pérdida, las omisiones en

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VOTO PARTICULAR
CONTRADICCIÓN DE TESIS 528/2012

instancia administrativa, y menos aún si esa consecuencia no está


regulada expresamente en ley.

En ese sentido, por la gran trascendencia de las pruebas dentro


del proceso jurisdiccional, al ser el medio a través del cual el juez
puede tener por verificados o confirmados los hechos base de los
argumentos, se advierte que para limitar o restringir su ofrecimiento o
desahogo, ello debe preverse en la ley de forma expresa, tal como se
desprende de la historia legislativa.

En efecto, la Ley Federal de Justicia Fiscal de 1936, en sus


artículos 50, fracción III y 52, no establecía prohibición alguna al
ofrecimiento de pruebas en el procedimiento contencioso
administrativo, como se muestra a continuación:

“Artículo 50. En el mismo auto en que se dé entrada a la demanda


se citará para la audiencia del juicio dentro de un plazo que no
excederá de un mes.

El orden de la audiencia será el siguiente: (...)

III.- En su caso, se recibirán las pruebas que hayan sido ofrecidas


con relación a la validez o nulidad del acuerdo o procedimiento
impugnado. (…)”.

“Artículo 52. Serán admisibles toda clase de pruebas, excepto la


de confesión de las autoridades. No se considerará comprendida
en esta prohibición de las autoridades. No se considerará
comprendida en esta prohibición la petición de informes a las
autoridades fiscales respecto de hechos que consten en sus
expedientes o de documentos agregados a ellos”.

De la interpretación de dichos artículos esta Suprema Corte de


Justicia de la Nación determinó que el Tribunal Fiscal de la Federación
tenía facultades para recibir toda clase de pruebas, incluso las no
ofrecidas en la fase oficiosa del proceso tributario, justificando lo
anterior con el objeto de llegar al conocimiento de la verdad sobre las

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VOTO PARTICULAR
CONTRADICCIÓN DE TESIS 528/2012

reales obligaciones de los contribuyentes, además de considerar que


no existía disposición alguna que sirviera de apoyo para dejar de
apreciar dichas pruebas, y de que el Tribunal no es un simple revisor
de las disposiciones dictadas por las autoridades administrativas.

De lo anterior surgieron tres tesis, todas ellas de rubro:


“TRIBUNAL FISCAL, PRUEBAS ANTE EL”8.

Posteriormente, el legislador prohibió expresamente el


ofrecimiento de las documentales no ofrecidas en el procedimiento de

8
“TRIBUNAL FISCAL, PRUEBAS ANTE EL. De la exposición de motivos de la Ley de Justicia
Fiscal de 27 de agosto de 1936, de los artículos 50, fracción II, y 52 de la misma ley, así como de
los 196, fracción III, y 198 del Código Fiscal vigente, se desprende que las Salas del Tribunal Fiscal
de la Federación, tienen la misión de investigar la verdad acerca de las reales obligaciones que a
los contribuyentes ligan con el fisco federal, y que dichas Salas gozan de las más amplias
facultades en cuanto a aportación y estimación de pruebas. En consecuencia, dicho tribunal no
puede alegar que en su sentencia sólo debe tomarse en consideración los elementos de prueba
aportados ante la Junta Calificadora, ya que no es un simple revisor de las disposiciones dictadas
por dicha junta, sino que está capacitado para recibir toda clase de pruebas y a aun para
investigar, sin moción de parte de la existencia de elementos probatorios que tengan relación con
los puntos controvertidos”. 5a. Época; 2a. Sala; S.J.F.; Tomo LXIII; Pág. 593.

“TRIBUNAL FISCAL, PRUEBAS ANTE EL. De los artículos 50, fracción III, y 52 de la Ley de
Justicia Fiscal, así como de la exposición de motivos de la propia ley, se desprende que el Tribunal
Fiscal de la Federación está capacitado, en los juicios de oposición que ante el mismo se ventilen,
para admitir y valorar pruebas distintas de las que se hubieren ofrecido ante la autoridad
demandada; y como a dicho tribunal corresponde la misión de hacer justicia en materia tributaria,
sin limitación alguna, en su radio de acción, para llegar al conocimiento de la verdad, debe
estimarse que el mismo está obligado a examinar y valorar todas las pruebas que se le presenten,
sobre todo, si se exhibieron como documentos fundatorios de la demanda, aunque no hayan sido
exhibidos anteriormente ante la autoridad administrativa, pues además de que no existe
disposición legal alguna que le sirva de apoyo para dejar de apreciar las pruebas, debe tomarse en
consideración que cuando el Tribunal Fiscal se sustituye a la autoridad demandada, en sus
facultades de investigación de la verdad, en materia tributaria, obra como un tribunal de nulidad
administrativo, de carácter oficioso, y no como un tribunal de derecho que decida las cuestiones
sometidas a su estudio, mediante un procedimiento contencioso y jurisdiccional”. 5a. Época; 2a.
Sala; S.J.F.; Tomo LXV; Pág. 250.

“TRIBUNAL FISCAL, PRUEBAS ANTE EL. Como de acuerdo con el artículo 50, fracción III, de la
Ley de Justicia Fiscal, el Tribunal Fiscal de la Federación tiene la misión de hacer justicia en
materia tributaria, sin limitación alguna, en su radio de acción, para llegar al conocimiento de la
verdad, y conforme al artículo 52, de la misma ley, es admisible toda clase de puebas en el juicio
ante el tribunal, con excepción de la confesión de las autoridades, resulta indiscutible, teniendo en
cuenta la intención de la ley, que el propio tribunal está obligado a examinar y valorar todas las
probanzas que se le presenten, sobre todo, si se exhibieron como documentos, base de la
demanda, aunque, no hayan sido exhibidos anteriormente ante la autoridad administrativa; por
tanto, si se hace una calificación estimativa del impuesto, por falta de pruebas proporcionadas por
el causante, esto no significa que no puedan presentarse esas pruebas, posteriormente, al Tribunal
Fiscal y que éste no esté obligado a examinarlas, porque entonces quedarían limitadas sus
facultades para administrar justicia, con perfecto conocimiento de la verdad”. 5a. Época; 2a. Sala;
S.J.F.; Tomo LX; Pág. 689.

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VOTO PARTICULAR
CONTRADICCIÓN DE TESIS 528/2012

origen, en el artículo 198 del Código Fiscal de la Federación de 1938,


tras considerar nociva la interpretación de esta Suprema Corte para
los intereses del erario federal, al lesionar al interés fiscal,
considerándola también contraria a un reparto técnico de la
competencia entre la administración activa y la jurisdicción
administrativa de la autoridad. Dicho artículo a la letra establecía lo
siguiente:

“Artículo 198.- Serán admisibles toda clase de pruebas, excepto la


de confesión de las autoridades y las que no hayan sido ofrecidas
ante la autoridad demandada en la fase oficiosa del procedimiento,
salvo que en este caso no hubiera habido oportunidad legal de
hacerlo (…)”.

Dicha prohibición perduró en el Código Fiscal de la Federación


de 19679, hasta que el legislador la suprimió en el posterior Código
Fiscal de la Federación de 1981, permitiendo así nuevamente el
ofrecimiento de las documentales exigidas y no presentadas en el
procedimiento administrativo.

La regla de libertad probatoria fue recogida por la Ley Federal de


Procedimiento Contencioso Administrativo de 2005, que permite la
admisión de toda clase de pruebas, sin prohibir la admisión de las
documentales exigidas por la ley en el procedimiento administrativo de
origen, y que a pesar de ello, no presentó el gobernado, como si lo
prohibieron los Códigos de 1938 y 1967.

Así, en mi opinión, del estudio de la regulación de las pruebas y


su ofrecimiento en el juicio contencioso administrativo, desde su
origen, se desprende que la regla general ha sido la admisión de toda

9
“Artículo 214. En los juicios que se tramiten ante el Tribunal Fiscal serán admisibles toda clase
de pruebas excepto la de confesión de las autoridades y las que no hayan sido ofrecidas ante la
autoridad demandada en el procedimiento administrativa, salvo que en este no se le hubiera dado
oportunidad razonable de hacerlo (…)”.

9
VOTO PARTICULAR
CONTRADICCIÓN DE TESIS 528/2012

clase de pruebas y que las excepciones son las que se han regulado
expresamente a lo largo del tiempo.

En la actualidad, tratándose del juicio contencioso administrativo,


el ofrecimiento de pruebas debe sujetarse a las reglas generales en
materia probatoria de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo, la cual regula en diversos artículos el derecho a ofrecer
pruebas en dicho procedimiento contencioso.

Los artículos 1410, 1511, 2012 y 2113 de dicha Ley, establecen la


obligación del demandante y del demandado de indicar en sus
respectivos escritos, las pruebas que ofrecen, así como la obligación
de anexarlas.

El capítulo V de la misma Ley prevé, específicamente, las reglas


que rigen las pruebas en dicho juicio, estableciendo que el actor, con
la pretensión de que se le reconozca un derecho subjetivo o que este
sea efectivo, debe probar los hechos de los que deriva su derecho y la
violación del mismo.

10
“ARTÍCULO 14.- La demanda deberá indicar: (…) V. Las pruebas que ofrezca. (…)”.
11
“ARTÍCULO 15.- El demandante deberá adjuntar a su demanda: (…) IX. Las pruebas
documentales que ofrezca. (…)”.
12
“ARTÍCULO 20.- El demandado en su contestación y en la contestación de la ampliación de la
demanda, expresará: (…) VI. Las pruebas que ofrezca. (…)”.
13
“ARTÍCULO 21.- El demandado deberá adjuntar a su contestación: (…) V. Las pruebas
documentales que ofrezca (…)”.

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VOTO PARTICULAR
CONTRADICCIÓN DE TESIS 528/2012

Dentro de las reglas previstas, el artículo 4014, contenido en el


capítulo mencionado, prevé que en los juicios tramitados ante dicho
Tribunal serán admisibles toda clase de pruebas, excepto la de
confesión de las autoridades mediante absolución de posiciones y la
petición de informes, salvo que los informes se limiten a hechos que
consten en documentos que obren en poder de las autoridades.

De igual forma, la misma Ley en su artículo 4115 establece que el


Magistrado Instructor, hasta antes de que se cierre la instrucción, para
un mejor conocimiento de los hechos controvertidos, podrá acordar la
exhibición de cualquier documento que tenga relación con los mismos,
ordenar la práctica de cualquier diligencia o proveer la preparación y
desahogo de la prueba pericial cuando se planteen cuestiones de
carácter técnico y no hubiere sido ofrecida por las partes.

De la interpretación de las normas anteriores, se desprende que


el ofrecimiento de pruebas es un derecho y a la vez, un deber, que
solo está condicionado al cumplimiento de ciertos requisitos, rigiendo
en el juicio contencioso administrativo una regla general de libertad
probatoria, la que solo está limitada por las excepciones previstas en
la misma ley, dentro de las que se encuentra únicamente prohibida la
prueba confesional de las autoridades16.
14
“ARTÍCULO 40.- En los juicios que se tramiten ante este Tribunal, el actor que pretende se
reconozca o se haga efectivo un derecho subjetivo, deberá probar los hechos de los que deriva su
derecho y la violación del mismo, cuando ésta consista en hechos positivos y el demandado de sus
excepciones. En los juicios que se tramiten ante el Tribunal, serán admisibles toda clase de
pruebas, excepto la de confesión de las autoridades mediante absolución de posiciones y la
petición de informes, salvo que los informes se limiten a hechos que consten en documentos que
obren en poder de las autoridades. Las pruebas supervenientes podrán presentarse siempre que
no se haya dictado sentencia. En este caso, se ordenará dar vista a la contraparte para que en el
plazo de cinco días exprese lo que a su derecho convenga”.
15
“ARTÍCULO 41.- El Magistrado Instructor, hasta antes de que se cierre la instrucción, para un
mejor conocimiento de los hechos controvertidos, podrá acordar la exhibición de cualquier
documento que tenga relación con los mismos, ordenar la práctica de cualquier diligencia o proveer
la preparación y desahogo de la prueba pericial cuando se planteen cuestiones de carácter técnico
y no hubiere sido ofrecida por las partes”.

16
Incluso, en el año de dos mil siete, el Congreso de la Unión discutió y rechazó una iniciativa que
proponía la reforma a los artículos 46 y 48 del Código Fiscal de la Federación con el objeto de
regular la preclusión del ofrecimiento de pruebas requeridas en la auditoría en instancias

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VOTO PARTICULAR
CONTRADICCIÓN DE TESIS 528/2012

De tal manera, si las condiciones al ofrecimiento de las


pruebas se encuentran previstas expresamente –en el capítulo
correspondiente– y en el caso no existe una disposición expresa
que prevea las limitaciones a ofrecer documentales exhibidas y
no ofrecidas ante la autoridad en el procedimiento
administrativo17, luego no sería dable sostener tal limitación
derivada del principio de litis abierta.

Esto es así, ya que la prerrogativa derivada del principio de litis


abierta de presentar argumentos novedosos no tiene limitaciones en sí
misma, pues su enunciación solo implica posibilitar a las partes a
realizar argumentos no planteados en el recurso, y las condiciones y
limitantes para el ofrecimiento de pruebas se rigen por las reglas en
materia de prueba de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo, en la cual no existe limitante a tal permisión.

Por lo tanto, de dicha permisión no se desprende la restricción


de aportar nuevas pruebas de los hechos en los que se basan las
argumentaciones, admitir lo contrario significaría darle un alcance que

posteriores, si estas no se exhibían en el procedimiento de administrativo, al contestar las


observaciones.

El Congreso coincidió con el Ejecutivo Federal en los problemas planteados y en que era necesario
otorgar seguridad jurídica a los contribuyentes para que su situación fiscal se determinara
oportunamente y con certeza, sin embargo, rechazó la propuesta al juzgar improcedente limitar el
ofrecimiento de pruebas en los medios de defensa que promueven los contribuyentes, con lo que
se advierte que no es ni siquiera la intención del legislador establecer dicha prohibición.

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS. CÁMARA DE ORIGEN: DIPUTADOS. INICIATIVA DE DECRETO


POR EL QUE SE REFORMAN, ADICIONAN Y DEROGAN DIVERSAS DISPOSICIONES DE LA
LEY DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA, DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN Y DE LA
LEY DEL IMPUESTO ESPECIAL SOBRE PRODUCCIÓN Y SERVICIOS, Y SE ESTABLECE EL
SUBSIDIO PARA EL EMPLEO, RECIBIDA DEL EJECUTIVO FEDERAL EN LA SESIÓN DE LA
COMISIÓN PERMANENTE DEL MIÉRCOLES 20 DE JUNIO DE 2007. México, D.F., a 20 de junio
de 2007.
17
Como estuvo regulado anteriormente en el artículo 198 del Código Fiscal de la Federación de
1938, como se indica a continuación: “Artículo 198.- Serán admisibles toda clase de pruebas,
excepto la de confesión de las autoridades y las que no hayan sido ofrecidas ante la autoridad
demandada en la fase oficiosa del procedimiento, salvo que en este caso no hubiera habido
oportunidad legal de hacerlo (…)”.

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VOTO PARTICULAR
CONTRADICCIÓN DE TESIS 528/2012

no tiene, es permitir que sea y no sea al mismo tiempo, por


consiguiente, una contradicción.

Además, se advierte la independencia del principio de litis abierta


con las limitaciones y condiciones del ofrecimiento de una prueba en el
juicio de nulidad, con el hecho de que la restricción al ofrecimiento en
el juicio de nulidad –como lo sostiene la mayoría de los Ministros– de
las documentales que fueron exigidas y no ofrecidas en el
procedimiento administrativo a la autoridad, sería una regla que se
hace derivar de la litis abierta, que ocurre cuando se opta por el
recurso administrativo, pero que también podría suceder en caso de
que se dé la misma omisión y el quejoso acuda directamente al juicio
de nulidad, aplicándole a este caso una restricción derivada de un
supuesto en el que no se encuentra.

De igual forma, el limitar más allá de la ley el derecho a ofrecer


ciertas pruebas para acreditar los hechos base de la acción en el juicio
de nulidad, es tanto como considerar cosa juzgada la determinación
de la autoridad administrativa respecto a una situación específica en
un procedimiento administrativo, generando una determinación sin
tutela, ni revisión judicial.

Es así que el hecho de realizar nuevas argumentaciones


conlleva, además, poder probar los hechos en los que se basan sus
argumentos, ya que de lo contrario la pretensión de la parte no podría
ser probada.

Por ello, no comparto el sentido ni las consideraciones de la


resolución, ya que en mi opinión, limitar el derecho a ofrecer pruebas
en el juicio contencioso administrativo, es contrario a los principios
constitucionales referidos, pues ello implicaría limitar un derecho

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VOTO PARTICULAR
CONTRADICCIÓN DE TESIS 528/2012

sustantivo, cuyo ejercicio es en instancia jurisdiccional, por el


incumplimiento de obligaciones formales durante el procedimiento
administrativo, lo que conlleva privilegiar cuestiones formales, sobre
cuestiones de fondo.

Derivado de lo antes expuesto, con base en los principios


procesales que rigen los procedimientos contenciosos, como el que
afirma tiene que probar y el principio de verdad material de los hechos,
así como con base en la interpretación de las normas en materia de
prueba que rigen el juicio contencioso administrativo, considero que
válidamente el gobernado puede ofrecer las documentales –que le
fueron exigidas y que no exhibió ante la autoridad administrativa–
como prueba en el juicio, ya que al no estar prevista expresamente su
limitación, debe seguirse la regla general de libertad probatoria.

En ese sentido, al no derivar del alcance del principio de litis


abierta, la prohibición de ofrecer las documentales exigidas y no
ofrecidas en el procedimiento administrativo, y al no estar tampoco
expresamente como límite al ofrecimiento de pruebas en el juicio
contencioso administrativo, no comparto el sentido, ni las
consideraciones sostenidas por la mayoría al resolver la presente
contradicción.

ATENTAMENTE

MINISTRO SERGIO A. VALLS HERNÁNDEZ

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