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Derecho

Comunicación II
Docente Maria Del Pilar Carreño Gutierrez
Cuento
Entregado el 19/11/2023

Carla Natalia Choque Alatrista

Semestre II
2023-2

"La alumna declara haber realizado el presente trabajo de


acuerdo a las normas de la Universidad Católica San Pablo"
La Sombra
El vacío en el que he estado flotando durante años ha corrompido totalmente mi alma, las cadenas que he cargado
por mis pecados ya ni se sienten y mi cuerpo sin forma aparente destaca por su oscuridad.
Durante años, mi espíritu estuvo condenado a permanecer atrapado en un pedazo de vidrio transparente y pulido.
El aburrimiento era constante; ningún ser se reflejaba en mi morada. Sin embargo, un día todo cambió. Un grupo
de individuos irrumpió en el espacio que rodeaba mi vivienda. Esto me molestó en gran medida, pero observar
cómo aquellos seres inferiores, llamados “Humanos”, peleaban se convirtió en un hábito sumamente placentero.
En una ocasión, durante mi descanso vespertino, uno de esos seres se acercó despavoridamente a mi alrededor;
las gotas de agua salada brotaban de sus ojos, tan hipnotizantes y singulares; uno de ellos era de un verde tan
intenso como el jardín del Edén, el otro por su lado, era de un rojo carmesí como los rubíes. Aquella chica insensata
sacó una especie de cuchilla, al momento ya estaba perforando su dermis, la sangre no paraba de brotar; tal acción
me conmocionó de manera especial e ignorándolo le grité: «¡Humano patético, como osas interrumpir mi
descanso!» Inmediatamente, la chica se conmocionó y, llena de miedo, preguntó al espejo si había alguna
presencia en él, a lo que corroboré; ella creyó que era algún tipo de ángel que venía a socorrerla. Sin embargo, en
ese momento entendí que esta era la mejor oportunidad para escapar del infinito vacío en el que estaba atrapada,
no me importaría tener que poseer ese desnutrido y pálido ser. Por ello, le propuse hacer un contrato, tan solo
tendría que posar su mano con la mía en el espejo y repetir mi nombre, “Astartea”, así ella sería verdaderamente
feliz, le dije. Ante la tristeza que desbordaba, aceptó, realizó lo que le indiqué y de esta manera ingresé a su cuerpo.
Durante la madrugada, estando en el cuarto, una figura varonil ingresó, tenía los hombros anchos y una imponente
altura, dude si debería o no levantarme, pero al final opte por fingir estar dormida. El entró lentamente
asegurándose de que estuviera en un sueño profundo, me miró fijamente y quitó la sábana; por alguna razón no
me podía mover, un sentimiento extraño me ahogaba, algo que hace mucho no sentía…miedo; el hombre se
acercaba a paso lento, quería gritar, pero no tenía voz alguna y en un instante, mi mente se desconectó, las
cicatrices de mi cuerpo no se borrarán con nada, el vacío que quedo en mi alma era inexplicable, esa noche sentí
que volví a morir. En un estado de desesperación me dirigí a la ducha, procure limpiar la suciedad de mi espíritu,
mas no obtuve resultado; mientras sollozaba escuche una voz proveniente de mi antiguo hogar, era…Aike; me
acerqué, ella quiso consolarme y por primera vez, sentí un abrazo cálido en esta noche tan fría, fue como una luz
radiante en la más densa penumbra, como un refugio seguro en el vendaval más crudo, algo a lo que llaman
“Amor”. Luego de un largo tiempo tras haber estado en blanco, los pensamientos me invadieron como una ola de
agua fría; tenía que superar esto, me dije, no por mí, sino por ella, el deseo que sentía por protegerla era abrumante.
Así, decidí no callar más y contarle todo a la madre de la chica, ella la apoyaría totalmente y por fin, esta terrible
vida culminaría de una vez…o eso creía.
Al momento de estar reunidos para comer, temblorosa, expuse la deplorable situación de anoche, la cual al parecer
ya era recurrente; pedí, supliqué por el apoyo de mi madre, pero ese vil ser metió la palabra silencio entre las
comisuras de los labios de aquella mujer, exclamé que no lo escuchase y tras un absorto silencio, su mano golpeó
firmemente mi mejilla derecha. En ese instante, no sabía cómo reaccionar, mi cuerpo estaba perplejo por tal
inexplicable conducta, simplemente era absurdo, inconcebible; aguantando el dolor generado por esa sucia palma,
grité: «¡¿Qué te ocurre?! ¡¿Cómo es posible que te pongas de su lado?!» Frente a mi reacción, lo único que recibí
abiertamente fueron más golpes; la madre exigía que me disculpara, por que fue mi culpa sufrir tal deshumanizante
acto. Ya no podía más, ya había sido lo suficientemente paciente, era momento que parara, sea por las buenas o
por las malas...Mi verdadero ser tomó posesión total de mis acciones, me encontraba en un momento de histeria
total, mis emociones iban acorde a mi naturaleza; la sangre salpicaba como agua, los gritos de desesperación
abundaban y al momento de terminar, no podía creer totalmente lo que acababa de hacer. Rápidamente me dirigí
en búsqueda de mi añorada humana; al momento de observar mi reflejo, su imagen deprimida y vista perdida, se
hacían notar; comenzó a insultarme, atacarme, que cómo podía haberle quitado la vida a las personas que ella
más amaba en esta vida, no importaba lo que le hicieran, ella no quería que tuvieran ese tipo de final. Nuevamente
me quedé absorta, cómo era posible que a pesar de todo lo que hice, lo que sacrifique por ella, me tratara de esta
manera; de todas formas, ellos merecían morir, no eran más que escoria de este plano mundano. Al momento, mi
corazón se quebraba lentamente, el dolor que sentía en mi pecho era incontrolable, mi respiración se cortaba cada
vez más; mi mente ya no estaba dispuesta a actuar racionalmente y ante la ira de mi ser, moví con fuerza mi brazo
izquierdo.
Tan solo recuerdo el sonido de vidrios romperse, después, todo se desvaneció como si nunca hubiera existido
nada; regresé a mi soledad eterna, al vacío oscuro y tenebroso del agujero negro en el que residía, condenada a
lamentarme por mi fallido amorío, si tan solo todo hubiera sido distinto, tal vez habría tenido la oportunidad de
amarte como nunca nadie lo hizo, Aike…por favor…no quiero estar sola.
Narrador Interno homodiegético protagonista
Personajes Astartea, Aike, padre (no se menciona nombre), madre (no se menciona nombre)
Conflicto Asesinato del padre y madre de Aike; rechazo de Aike a Astartea
Tipo de trama In extrema res
Tipos de descripción Autorretrato, etopeya, topografía, prosopografía

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