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¿TODOS SON FÓSILES?

¿CÓMO SE FORMARON LOS QUE SI LO SON?

¿QUÉ INFORMACIÓN NOS APORTAN?


Tipos de fósiles
Se considera fósil a cualquier resto o evidencia de un organismo que vivió en épocas pasadas y se
ha conservado de alguna forma. En el caso de los restos, generalmente se trata de las partes duras
de los seres vivos, como los huesos o los dientes, pero también se encuentran fósiles de hojas,
troncos, semillas, piel, e incluso bacterias fosilizadas. ¿Por qué hablamos de evidencias? Porque
también se considera fósil a cualquier rastro que permita inferir la presencia de un ser vivo, como los
excrementos, restos de nidos o huevos, huellas de pisadas, rastros del desplazamiento de animales
como gusanos o serpientes, marcas de excavaciones, etc. Aunque su hallazgo sea frecuente, los
científicos dicen que se fosiliza menos del 1% de todos los organismos que han existido. ¿Cómo
ocurre este proceso? Veamos…

Cuando muere un animal, su cuerpo suele ser el alimento de muchos otros y finalmente se
descompone, la mayoría de las veces sin dejar rastros y en corto tiempo. Y las huellas que pudo
haber dejado desaparecen con él. ¿Viste qué rápido se “borran” las marcas de pisadas que dejás en
la arena cuando sube el mar?

Petrificación:

En unos poquísimos casos puede suceder que el animal quede al costado de un río y, luego de una
crecida, sea cubierto por barro y arena. El cuerpo es desgarrado por carroñeros que lo pisotean y lo
dispersan (por eso en general no se encuentra el esqueleto completo) y las partes blandas se
descomponen por la acción de los microorganismos. Si está hundido, tal vez se preserve un poco de
estos ataques y algunos trozos de hueso queden enteros. Luego de cientos de miles de años, los
restos pueden quedar cubiertos de capas y capas de partículas de suelo, llamadas sedimentos. A
medida que se acumulan en la parte superior, los sedimentos sueltos hacen presión, se compactan y
se convierten en rocas sedimentarias.
Este proceso donde los tejidos son reemplazados muy lentamente por los materiales de las rocas,
se llama Petrificación, o formación de piedra, por eso, los huesos fósiles ¡son mucho más pesados
que los otros!

Los Megaterios,
mamíferos
herbívoros
semejantes a
perezosos
gigantes de
hasta 6 metros
de altura,
habitaron
nuestras pampas
hace un millón
de años atrás.
Se extinguieron
hace bastante
poco: apenas
unos 8000 años.
Cualquier hueso o rastro de seres vivos no es considerado
fósil. Debe tener una antigüedad de 10.000 años o más.

Dado que en general se preservan las partes duras de los organismos, la mayor parte de la flora y
fauna ha desaparecido sin dejar rastros. Sin embargo, hay otras formas de fosilización:

Improntas o impresiones:

La forma del organismo se imprime en los sedimentos dejando su huella como por ejemplo las hojas
de plantas o las marcas de plumas.
La forma de un helecho quedó
marcada en la roca.
Se trata de una impronta.

Moldes externos o internos:

Los troncos de árboles o las conchillas y caparazones se entierran en la arena. Con el paso del
tiempo, las partes blandas se desintegran y el sedimento los rellena formando un molde interno.
También se puede obtener un molde externo, cuando el sedimento “copia” la forma “por fuera”. En el
caso de los caracoles bivalvos, como las actuales almejas, los moldes internos reproducen la
anatomía del animal cuyos órganos se ubican en el interior de las valvas.

Las partes blandas han desaparecido y solo queda el molde


del caparazón de este amonite, un molusco extinto.

Restos fósiles inalterados:

Como vimos, el primer paso para la formación de un fósil es que el organismo se entierre
rápidamente. Sin embargo, existen algunos casos de fósiles que se producen fuera de los
sedimentos, aunque son menos frecuentes. Se trata de las Inclusiones, en las cuales los tejidos
quedan dentro de sustancias que los aíslan de la descomposición. Un ejemplo es el de los insectos
atrapados en ámbar, una resina fósil o el caso de la fosilización por congelamiento, proceso por el
cual se han conservado muy pocos animales, incluyendo mamuts, rinocerontes lanudos y algunos
seres humanos. En este caso los fósiles encontrados tienen una antigüedad de varios cientos o
miles de años, plazo bastante corto en relación a los millones de años de otros tipos de fósiles.

La resina es una sustancia pegajosa


producida por ciertos árboles, como el
pino. Al gotear, puede atrapar insectos,
Icnofósiles: Son huellas de la actividad de los organismos. Puede tratarse arañasdee incluso pequeños anfibios. Si
excrementos
fosilizados o coprolitos, pistas de locomoción o hileras de huellas dejadas se por
fosiliza, se forma alel ámbar que los
los animales
desplazarse, huellas de excavaciones o galerías subterráneas, restos de nidosmantiene
o huevos, intactos
etc. por millones de años.

En la foto se ven las pisadas de un megaterio,


herbívoro extinto, parecido a un oso hormiguero, que
podía pesar ¡cinco toneladas y medir cinco metros de
largo!

El análisis de los fósiles


¿Qué información se obtuvo con los primeros fósiles encontrados? Veamos algunos
datos:

• Muchos de ellos no se parecían en nada a partes de seres vivos conocidos.


• Ciertos fósiles se encontraban siempre en las mismas capas de roca.
• Los fósiles que estaban “más abajo” correspondían a organismos más simples y
menos parecidos a los actuales, y los de “más arriba” pertenecían a seres más
desarrollados y complejos y también más parecidos.

Algunas de las conclusiones obtenidas fueron:

• Los fósiles pertenecían a especies que se habían extinguido.


• Los fósiles encontrados “más abajo” eran más antiguos que los de “más
arriba”. (Esto lo verás en detalle en el capítulo 14).

¿Y en la actualidad ¿qué datos obtienen las y los científicos de los restos


fósiles? Veamos algunos ejemplos:

 La medida de las vértebras y de las huellas de las pisadas permiten calcular el


tamaño y el peso corporal de un animal.

 El análisis de los coprolitos aporta datos sobre el tipo de dieta: restos de hojas
y semillas para los herbívoros y trozos de huesos, escamas y dientes para los
carnívoros.

 Los moldes de troncos y las improntas de hojas “nos dicen” que existieron
plantas gigantes, similares a helechos, de casi ¡treinta metros de altura!

 La distribución de los huevos y nidos permite deducir si los padres controlaban


su puesta, es decir, se pueden imaginar hábitos de crianza.

En suma, los fósiles no sólo aportan datos sobre cómo eran las plantas y los
animales del pasado, a veces también nos informan sobre los ambientes en los
que vivían. Por ejemplo, ¿qué “nos dice” la presencia de fósiles de almejas y
caracoles marinos en una zona montañosa? Que ese lugar fue, alguna vez, el
fondo de un mar.

Los dientes puntiagudos y afilados del Gigantosaurus


carolinii, un dinosaurio que habitó en nuestra Patagonia,
permiten inferir que era carnívoro.

Réplica del esqueleto de Argentinosaurus


huinculensis, un dinosaurio herbívoro que medía 38
metros de largo y pesaba más de 80 toneladas.

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