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❖ Presupuesto / Gasto Público/ Empréstito forzoso.

Facultad emitir
moneda

ASOCIACIÓN BENGHALENSIS Y OTROS CON MINISTERIO DE SALUD Y


ACCIÓN SOCIAL - ESTADO NACIONAL.

Se establece en primer lugar que la cámara confirmó la sentencia de primera instancia que
hizo lugar a la acción de amparo interpuesta por la Asociación Benghalensis y otras
entidades no gubernamentales que desarrollan actividades contra el virus del SIDA.
Condenando así al Estado Nacional (específicamente al ministerio de salud y acción social)
a cumplir con la obligación de asistencia, tratamiento y en especial suministro de
medicamentos a los enfermos.
En segundo lugar se menciona que los actores tenían legitimación suficiente para la
interposición del amparo según el art. 5 de la ley 16986 (ley de amparo) y el art. 43 de la
CN. Se agrega además que la ley 23.798 (ley de sida) le otorga la responsabilidad al estado
nacional de desarrollar programas destinados a detectar, diagnosticar y tratar la
enfermedad.
Frente a esto el estado nacional interpone un recurso extraordinario afirmando, por un
lado, que las asociaciones que interponen la acción de amparo carecen de legitimación activa,
y por el otro, que el tribunal interpreta de forma errónea la ley de sida ya que la norma
pone a cargo de las provincias la ejecución y los gastos que demande el cumplimiento del
programa de lucha contra el SIDA. En base a esto, se afirma que los amparistas
efectivamente tienen legitimación activa para interponer el recurso porque se configuran
los requisitos del art. 43. Luego se analiza que el Estado Nacional está obligado a proteger
la salud pública y que el derecho a la salud se encuentra reconocido con jerarquía
constitucional otorgada por el art. 75 inc 22. Con esto se concluye que el estado nacional
incurrió en una conducta omisiva consistente en no cumplir con su obligación de asistencia,
tratamiento y suministro de medicamentos aquellos enfermos que padecen la enfermedad y
que los agravios de la parte demandada no logran desvirtuar la prueba informativa aportada.
Por último, se afirma que la ley de SIDA en su art. 1 declara de interés nacional la lucha
contra el SIDA, por lo que es el Estado Nacional el responsable de dar cumplimiento a la
norma (sin perjuicio de que los gastos que demande tal cumplimiento sean solventados por la
nación y los respectivos presupuestos de cada jurisdicción). Así, se confirma la sentencia.
ZOFRACOR S.A. c/ EL ESTADO NACIONAL

Empresa que tiene la concesión de la zona franca (zona que no está sometida al control
aduanero y al pago de tributos) de Córdoba . El conflicto se origina cuando se dicta un DNU
que le otorga beneficios a la zona franca de la pampa. Zofracor interpone un amparo
haciendo referencia por un lado a la igualdad ante la ley (art. 16 CN) y por otro lado a que las
disposiciones establecidas en el DNU son en su mayoría de materia tributaria y está
prohibido el dictamen del DNU en materia tributaria. Frente a esto el Juez de primera
instancia hace lugar a la demanda, la cámara deja sin efecto la sentencia declarando la
incompetencia del juez y ordena la remisión a la Corte. En esta instancia la empresa actora
agrega como hecho nuevo que la ley de presupuesto ratificó el decreto en cuestión por lo que
también debe ser declarado nulo el art. 86 de la misma. En primer lugar, la Corte analiza la
primera cuestión y afirma que efectivamente los beneficios otorgados a la zona franca de la
pampa son casi todos (menos uno) de materia tributaria por lo que debe ser impugnado.
Luego hace referencia a la cuestión de la ley de presupuesto y afirma que es lícito porque la
función legislativa en materia presupuestaria no se limita solamente a aprobar lo que
propone el poder ejecutivo, es decir, es una acción legislativa normal (aunque la
iniciativa le corresponda al poder ejecutivo). Y básicamente la ley de presupuesto indica
que la intención del poder legislativo fue la de darle rango legal a los contenidos que están
plasmados en el decreto por lo que no habría ninguna razón para declarar nulo el art. en
cuestión. Por otro lado, con respecto a lo que indica la LAF sobre la prohibición de crear,
modificar o suprimir tributos se establece que no hay diferencia normativa entre esta ley y
la de presupuesto por lo que la de presupuesto por ser posterior. De esta manera, se hace lugar
a la demanda impugnando el decreto pero se rechaza el planteo de inconstitucionalidad del
art. 86 de la ley de presupuesto que remite al decreto.

“RUBEN BADÍN” (1995)

PRESUPUESTO COMO UN VEHÍCULO Y NO UN OBSTÁCULO PARA CUMPLIR LA


CN En este caso, familiares de presos que habían realizado un motín en la cárcel de Olivos
inician juicio contra el E. En la etapa probatoria, el director del penal reconoce un exceso de
condenados y malas condiciones edilicias. Además se prueba que no mueren por el incendio
en sí, sino por no tener los colchones adecuados que exige la reglamentación. Corte: La
carencia presupuestaria es digna de ser atendida pero no permite utilizarse como justificativo
al incumplimiento de derechos fundamentales o a las violaciones de los DDHH; ello
significaría subvertir el ordenamiento jurídico, importaría más lo económico que los
derechos. El presupuesto más que un obstáculo debe ser un vehículo para poder cumplir con
la CN

“Q. C., S. Y. c/ Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”

EL GCBA NO PROBÓ HABER REALIZADO EL MÁXIMO ESFUERZO. SE DEBE


DEMOSTRAR HABER HECHO TODO LO POSIBLE Y NO VALE UN ARGUMENTO
ABSTRACTO DE RECURSOS ESCASOS QC tenía un niño muy enfermo lo que le impedía
trabajar. Dijo que la demandada al denegarle la inclusión en los programas gubernamentales
vigentes en materia de vivienda y no proporcionarle alternativas para salir de la “situación de
calle” en la que se encontraba junto a su hijo, violaba sus derechos fundamentales a la salud,
la dignidad y la vivienda El E alegó carencia presupuestaria. Corte: La ciudad alegó carencia
presupuestaria pero no probó haber realizado el máximo de sus esfuerzos posibles para
garantizar el derecho; analizando toda la prueba determinó que el GCBA gastaba mal el
dinero dando soluciones transitorias y no definitivas para terminar con la crisis habitacional.
Cabe revocar la sentencia que dejó sin efecto la decisión que ordenó a la demandada la
provisión de un subsidio que permita a la actora y su hijo- menor discapacitado-, en
"situación de calle", abonar en forma íntegra un alojamiento en condiciones dignas de
habitabilidad, hasta tanto se acrediten nuevas circunstancias que permitan concluir que el
estado de necesidad cesó. Cuando se demuestra que el Estado, al elegir prioridades
presupuestarias, ha dejado en situación de desamparo a personas en grado de extrema
vulnerabilidad, se impone la presunción de que prima facie no ha implementado políticas
públicas razonables, ni tampoco ha realizado el máximo esfuerzo exigido por el art. 2° del
PIDESC, presunción que no implica que el Estado tenga obligaciones más allá de sus reales
capacidades económicas, ni tampoco que las limitaciones de recursos no deban ser tenidas en
cuenta al momento de determinar el alcance de sus deberes, pero sí implica que aquél debe
demostrar que ha realizado todo esfuerzo por satisfacer sus deberes, y no el afectado que ve
sus derechos insatisfechos. -Del voto del juez Enrique Santiago Petracchi-. La demandada
debería haber acreditado, por lo menos, que los recursos con que cuenta el Gobierno local
han sido utilizados y ejecutados al máximo nivel posible y que la organización y distribución
del presupuesto ha tenido en cuenta la prioridad que la Constitución asigna a la satisfacción
de los derechos fundamentales, sin haber cumplido mínimamente con esa carga probatoria, ni
aportó información fehaciente y concreta sobre las restricciones presupuestarias alegadas,
limitándose a realizar afirmaciones teóricas y abstractas en el sentido de que los recursos
económicos son escasos por naturaleza, y que el Gobierno debe atender múltiples actividades
y necesidades de la población. -Del voto del juez Enrique Santiago Petracchi-.

CAMPODÓNICO DE BEVIACQUA, ANA CARINA C/ MINISTERIO DE SALUD Y


ACCIÓN SOCIAL CAMPODÓNICO DE BEVIACQUA, ANA CARINA C/
MINISTERIO DE SALUD Y ACCIÓN SOCIAL

El niño Adelqui Santiago Beviacqua nació con una enfermedad que disminuye sus defensas
inmunológicas llamada enfermedad de kostman. El tratamiento depende de una medicación
que es neutromax 300, esta medicación fue entregada por el banco nacional de drogas
antineoplásicas que depende del ministerio de salud hasta 1998 dando aviso que era la
última entrega. Frente a este aviso la madre del niño interpuso un amparo contra el
ministerio con el fin de hacer cesar el acto lesivo. El juez de primera instancia hizo lugar
al amparo condenando al ministerio a entregar las dosis necesarias del medicamento. El
juez toma esta decisión argumentando que las razones dadas para suspender la asistencia al
paciente y hacer recaer esa responsabilidad en la obra social o en la autoridad pública
local resultan incompatibles con las obligaciones primarias del Estado nacional como
garante del sistema de salud. Esta sentencia fue confirmada por la cámara que agrega que
los derechos a la vida y a la preservación de la salud reconocidos por múltiples artículos de la
cn y de tratados internacionales conllevan deberes correlativos que el Estado debe asumir en
la organización del servicio sanitario. Se afirma que la obra social a la que pertenece la actora
no está en condiciones de asumir la cobertura del medicamento, por lo que, frente a la
actuación deficiente de la entidad médica sindical, la situación de precariedad económica de
la familia y el estado de urgencia de la situación, es el Estado Nacional el que debe intervenir
de forma subsidiaria para proteger los derechos del niño (más allá de que además se efectúen
los trámites necesarios para lograr la asistencia regular por los organismos que
correspondan).

La parte demandada interpone un recurso extraordinario que es rechazado y da lugar a la


queja en cuestión. El Estado afirma que se le traslada la responsabilidad de atender al menor
liberando a la obra social y a la autoridad local de sus obligaciones, lo que va en contra del
ppio de subsidiariedad. Frente a esto se establece que el Estado ha asumido compromisos
internacionales explícitos (a través de los tratados) encaminados a promover y facilitar
las prestaciones de salud que requiera la minoría y no puede desligarse de esa
obligación justificándose por la inactividad de otras entidades. Por otro lado, se afirma
que la existencia de una obra social que deba cumplir con el PMO no puede significar un
perjuicio para el niño porque si se intenta justificar la interrupción de la asistencia con el
argumento de que la obligación es de la obra social entonces sería un supuesto de
discriminación.
Así, se establece que la demandada tiene una responsabilidad subsidiaria pero no se
libera al gobierno provincial o a la obra social de sus obligaciones legales. Por esto se
confirma la sentencia.

HORVATH PABLO

El fallo es de 1995 pero la obligación en cuestión debía satisfacerse en los años 1985 y 1986.
Los hechos son, en primer lugar, la promulgación de la ley 23.256 (conocida como ahorro
obligatorio) que establecía la obligación de ingresar sumas de dinero al Estado Nacional para
aquellas personas comprendidas en la disposición. El monto de lo que debían ingresar se
determinó teniendo en cuenta la capacidad de ahorro de las personas, la que se presumió
teniendo en cuenta los monton de la ganancia neta, del capital neto y del patrimonio neto. A
su vez, la ley establecía que al cabo de sesenta meses de realizados los depósitos las sumas se
reintegrarían con más un interés que se determinaría aplicando una tasa igual a la que rigiera
para los depósitos en cajas de ahorro común de la Caja Nacional de Ahorro y Seguro. A raíz
de la promulgación de esta ley, el actor inicia un reclamo para que se le restituyan los
importes ingresados. El juez de primera instancia hizo lugar a la demanda y ordenó el pago
de la suma reclamada con su actualización y la cámara revocó la sentencia. Luego de un
recurso extraordinario el caso llega a la Corte y en esta primero se establece que la obligación
que impone la ley no difiere de aquella resultante de cualquier otra ley tributaria, o sea que se
estaría tratando de un tributo y se afirma que se trata del tributo “empréstito forzoso”. A su
vez, se afirma que en principio la ley es constitucional porque el Congreso se encontraba
facultado para promulgarla en base al art. 67 inc 2. Por lo que se afirma que la obligación
que el estado impone al contribuyente al establecer un régimen de empréstito forzoso es
válida en la medida en que lo sea como obligación tributaria, o sea que el empréstito
forzoso es válido si se lo concibe como un tributo (que debe respetar los principios básicos de
tributación ). En este caso concreto se llega a la conclusión de que la ley cumple con los
requerimientos de la tributación (ppio de legalidad dado que es promulgado por el Congreso
en ejercicio de sus facultades). Por otro lado, se menciona que la ley presumió que la
aptitud económica de los contribuyentes verificada en el período de base subsistían en los
ejercicios en los que eran aplicables sus disposiciones, pero estaba la posibilidad de
demostrar modificaciones en la capacidad de ahorro que podrían reducir el monto (según el
decreto reglamentario) por lo que el contribuyente debería probar que en el período concreto
disminuyó su capacidad de ahorro. De esta manera se confirma la sentencia apelada.

El Juez petracchi hace un análisis y termina determinando que el art. 4 de la constitución


nacional con la expresión “empréstitos” incluye tanto a los voluntarios como a los
forzosos. Este juez hace referencia a que si se pretende respetar la entidad de empréstito
forzoso la ley debe garantizar que el reintegro de las sumas sea integral y que contenga un
interés correspondiente a todo el lapso en el que las sumas han permanecido depositadas, esto
es así, porque al tratarse de un préstamo forzoso, sería injusto que tenga que cargar con las
consecuencias desfavorables de la inflación quien no tuvo la posibilidad de preverlas porque
no tuvo otra opción más que entregar las sumas. Por lo que se declara la
inconstitucionalidad de la modalidad de reajuste de las sumas aportadas y se ordena
que las sumas sean reintegradas computando la depreciación monetaria.

❖ Tasas, Caracteres del poder tributario. Especies de tributos.

COMPAÑIA QUIMICA

La actora inició una demanda debido a que afirma que una determinada tasa que se le impone
no trae aparejada ningún tipo de servicio como contraprestación solicitando se declare su
inconstitucionalidad (de la tasa).
La Corte Suprema de Justicia de Tucumán no hizo lugar a la demanda argumentando que en
algunos casos la contraprestación de la tasa puede implicar un servicio colectivo que se
vinculan de forma indirecta con los contribuyentes. Frente a esto la CSJN afirmó que eso va
en contra de un requisito fundamental de la tasa que es que al cobro de dicho tributo debe
corresponder la concreta, efectiva e individualizada prestación de un servicio relativo a algo
no menos individualizado (bien o acto) del contribuyente. Por eso se hace lugar a la demanda
revocando la sentencia apelada.

LABORATORIOS RAFFO

La municipalidad de Córdoba impone una contribución por el control de salubridad e higiene.


En este caso el laboratorio contaba con un APM que no tenía ningún lugar físico entonces el
control de la salubridad e higiene no se podría ejercer. En primera instancia y en la cámara se
ratifica la contribución. El municipio dijo que la distinción entre tasas, impuestos y
contribuciones es meramente didáctica porque el municipio puede cobrar las tres (esto fue
avalado por el Tribunal superior de cordoba). Frente a esto la procuradora afirma, que la
distinción entre los tres tipos de tributos no es solamente académica y se establece que la tasa
debe brindar una contraprestación individualizada. Se afirma que en la tasa debe haber una
vinculación directa entre el hecho imponible (desarrollo de una actividad estatal que atañe al
obligado) y una obligación tributaria. Entonces, en principio se establece que no se trata de
una contribución sino de una tasa, pero luego se reconoce que en realidad es un impuesto
puesto que un requisito fundamental de las tasas es que al cobro de dicho tributo debe
corresponder la concreta, efectiva e individualizada prestación de un servicio referido a algo
no menos individualizado.Por eso se revoca la sentencia apelada y se hace lugar a la demanda

QUILPE S.A c/INCONSTITUCIONALIDAD

La empresa quilpe interpuso una demanda exigiendo la impugnación de la tasa de inspección


de seguridad e higiene establecida por la ciudad capital de La Rioja argumentando que las
normas que regulaban dicho tributo eran inconstitucionales. El tribunal superior de justicia de
la rioja rechazo la demanda argumentando que el tributo correspondía a la categoría tasa ya
que la prestación del contribuyente era correlativa de una actividad estatal concreta. La actora
interpone un recurso extraordinario y la Corte en primer lugar afirma que la diferencia entre
el impuesto y la tasa es que la tasa tiene como requisito fundamental el desarrollo de una
actividad estatal que atañe al obligado y que por ello, desde el momento ne que el Estado
organiza el servicio y lo pone a disposición del particular, este no puede rehusar su pago
cuando no haga uso de aquel (potencialidad). Luego, se afirma que el cobro de la tasa debe
corresponder a la concreta, efectiva e individualizada prestación de un servicio relativo a algo
no menos individualizado. Se establece que no se acreditó que el servicio relacionado con la
tasa haya sido efectivamente prestado a la actora y que la efectiva prestación de un servicio
individualizado en el contribuyente es un elemento esencial de la tasa. Por lo que se revoca la
sentencia apelada y se hace lugar a la demanda.

❖ PEAJE

ESTADO NACIONAL C/ ARENERA EL LIBERTADOR

La subsecretaría de transporte fluvial y marítimo promueve demanda contra la empresa El


Libertador por el cobro de una suma en pesos que surge de una tarifa de peaje que debió
abonar la empresa (por la navegación). Se hizo lugar a la demanda en primera instancia y en
la cámara de apelaciones y la demandada interpone un recurso extraordinario. En este caso el
barco atravesaba un canal que gozaba de ciertos beneficios y esta compañía no paga el peaje
porque considera que no había vías alternativas que tengan las mismas condiciones de
seguridad, por lo que se afecta el derecho de tránsito porque tiene que haber una vía
equiparable. La Corte, en primer lugar, establece que el peaje es una contribución como la
establece la CN (aunque no sea mencionado específicamente). Sobre el tema de la vía
alternativa asegura que exigir la vía alternativa gratuita que presten servicios equiparables a
las de carácter oneroso provocaría que estas últimas se tornen antieconómicas. Finalmente, se
considera que el peaje no afecta los principios constitucionales invocados y se confirma la
sentencia.

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