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Jaime Tamayo Estévez Derecho Constitucional

Derecho Constitucional
Práctica: Lectura integral y análisis de la STC 117/1994 desde la
perspectiva de la justicia constitucional
- Se nos presenta la sentencia al recurso de amparo presentado por Ana García
Obregón contra la sentencia de la Sala Primera del Tribunal Supremo, de 16 de
Junio de 1990, por una supuesta violación de los derechos al honor, a la intimidad y
la propia imagen, reconocidos en el artículo 18 de la Constitución Española. Estos
derechos entran dentro del bloque de derechos sociales, que forman parte de la
primera sección del segundo capítulo de la Constitución. Estos derechos son
jurídicamente exigibles, al considerarse inalienables, pertenecientes al ser humano
por el simple hecho de serlo. El recurso de amparo se establece como un último
recurso ante el Tribunal Constitucional en la defensa de los derechos
fundamentales. Esto quiere decir que se debe interponer después de haber
solicitado todas las vías posibles del proceso jurídico ordinario.
- Además, la demandante también presenta una demanda por violación del derecho
de una tutela judicial efectiva, reconocido en el artículo 24.1.
- Ana García Obregón reconoció la cesión a un fotógrafo del poder de distribuir con
fines periodísticos de unas instantáneas de la actriz. Este fotógrafo (Mimo
Cattarinich) vendió estas instantáneas a la Editorial Origen S.A., encargada de
publicar la revista Playboy.
- A través de un requerimiento notarial, Ana Obregón comunicó a la editorial su
oposición a la publicación de las fotografías, 20 días antes de la salida al mercado de
la revista. A pesar de este requerimiento, la revista Playboy publicó estas fotografías
en su número de noviembre de 1986, y por ello, se presentó una demanda ante el
juzgado número 2 de Barcelona, al amparo de la Ley Orgánica 1/1982 por
intromisión ilegítima en el honor, la intimidad y la propia imagen. Este juzgado
valoró los hechos y entendió que no hubo ningún tipo de intromisión a ningún
derecho de los antes mencionados, puesto que la demandante consintió a la
realización de las fotos, porque el derecho a revocación de consentimiento (art. 2.3.
de la Ley Orgánica 1/1982) no sirve frente a terceros, y porque los textos que
acompañaban a las fotos eran las propias en ese tipo de publicaciones, reflejándolo
en su sentencia desestimatoria el 9 de noviembre de 1987.
- Ana García Obregón, ante esta situación, interpone un recurso de apelación ante la
Audiencia Territorial de Barcelona, y esta decide confirmar la sentencia del juzgado
de Primera Instancia, afirmando los argumentos anteriormente mencionados, y
mencionando que Ana Obregón era consciente de las dificultades para paralizar la
publicación de una revista ya en proceso de serlo.
- Más tarde, la demandante realiza el siguiente paso e interpone un recurso de
casación ante el Tribunal Supremo. El 16 de julio de 1990, la Sala Primera emite la
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Sentencia, en la que considera que no hay lugar para admitir este recurso
presentado, argumentando de la misma manera que las dos instancias anteriores, y
añadiendo que la editorial adquirió, pagando, con buena fe, los derechos de
publicación de las fotografías, y además afirmando su papel como tercero y su
imposibilidad de paralizar la publicación de dichas fotografías.
- Finalmente, la demandante presenta el de amparo, buscando la nulidad de las
decisiones judiciales, ya que continúa pensando que se ha vulnerado el ejercicio de
tales derechos fundamentales. El 22 de abril de 1991, la Sección admite a trámite la
demanda de amparo. Ambas partes vuelven a exponer sus versiones ante el
Tribunal Constitucional. La editorial Origen S.A. expuso no haber violado ningún
derecho, puesto que recibieron las fotografías a través de un tercero.
- El Ministerio Fiscal se opone a este recurso de amparo, puesto que otros tres
tribunales anteriormente se habían manifestado en contra de la demandante, y no
considera, por tanto, que haya ninguna intromisión en los derechos fundamentales
exigidos por Ana Obregón. Además, considera que la demandante pretende la
revisión de La sentencia fue emitida por el Tribunal Constitucional el 25 de abril de
1994.
- Después de escuchar tanto la proposición de Ana García Obregón como la oposición
del Ministerio Fiscal, el Tribunal Constitucional dicta sentencia, afirmando
solamente el reclamo del artículo 18, puesto que considera que el del artículo 24.1.
no tiene fundamento, puesto que la demandante ha obtenido valoración de las
precisas instancias judiciales que tiene a su disposición.
- El Tribunal Constitucional en la sentencia, pasa a valorar los derechos de intimidad,
imagen y honor alegados por la demandante. El Tribunal considera que mediante la
autorización del titular, la imagen puede convertirse en una mercancía que puede
ser comercializada, aunque a pesar de ello, el consentimiento puede ser revocado,
por lo cual, habrá que fijarse si en este caso el consentimiento ha sido
verdaderamente revocado. El Tribunal explica que la revocación se puede realizar
en cualquier momento, pero no puede tener carácter retroactivo, es decir, no
puede deshacer unas acciones que ya han causado un perjuicio. Por lo tanto, habrá
que centrarse en la cuestión de que si la publicación de las fotografías era un hecho
futuro a la posible revocación, o en otras palabras, si con la revocación era posible
no publicar las fotografías. Ante esta cuestión los Tribunales Civiles dejan claro la
imposibilidad por parte de la editorial de paralizar la publicación, a lo que la
demandante opone que la revocación obligaba a la editorial a no hacer pública la
revista, puesto que incluso si hubiesen incurrido en pérdidas económicas, tenían el
derecho a reclamar una indemnización por daños y perjuicios, como establece el
artículo 2.3. de la Ley Orgánica 1/1982). Ante esta situación, el Tribunal expresa que
estas cuestiones han sido examinadas por los Tribunales Civiles con argumentos que
no violan ningún derecho fundamental solicitado por la demandante. Por último, el
Tribunal se centra de forma particular en el derecho al honor, en concreto sobre los

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pies de foto que acompañan a las fotos, alegando que es lógico, teniendo en cuenta
el tipo de fotografía en cuestión, que estas apareciesen en las revistas que
aparecieron y con los comentarios en pie de foto con los que aparecieron, y la
demandante era consciente de ello. Añade que estos comentarios pretenden
elogiar la apariencia física de la demandante, y por esas razones valora que no
presentan un atentado contra el derecho al honor.
- Presentadas todas las argumentaciones correspondientes, el Tribunal Constitucional
desestima el recurso de amparo solicitado por Ana García Obregón.

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