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procesos de responsabilidad
extracontractual del Estado
Trabajo de investigación presentado como requisito parcial para optar al título de:
Magister en Derecho con énfasis en Derecho Procesal
Director:
Cesar Augusto Brausin Arévalo
Codirector:
Gamal Mohammand Atshan Rubiano
Línea de Investigación:
Área de profundización en Derecho Procesal
He obtenido el permiso del autor o editor para incluir cualquier material con derechos de
autor (por ejemplo, tablas, figuras, instrumentos de encuesta o grandes porciones de
texto).
Fecha 18/11/2022
Resumen y Abstract IX
Resumen
La carga clásica de la prueba instruye que les corresponde a las partes probar el supuesto
de hecho de las normas que contienen el efecto jurídico que ellas pretenden, en aras de
eludir una decisión contraria a sus intereses. Sin embargo, pese a ser el régimen que ha
predominado por décadas el escenario jurídico colombiano, eventualmente se presentaron
casos en los que, atendiendo este criterio, no era posible para la parte aportar la prueba
para que fuera valorado por el juez, por cuanto era la contraparte quien tenía su custodia.
Tímidamente, y de la mano de la jurisprudencia del Consejo de Estado, hizo aparición en
el contexto procesal la teoría de la carga dinámica de la prueba, establecida esta como
una distribución en las cargas probatorias. Con la entrada en vigencia del Código General
del Proceso, la teoría fue elevada a norma jurídica, como un reflejo del activismo judicial y
de la búsqueda encaminada a satisfacer los postulados de igualdad entre las partes,
derecho de tutela judicial efectiva y primacía del derecho sustancial sobre el formal. Sin
embargo, siendo de excepcional aplicación, se impone indicar cuales son los criterios que
sigue el juez para aplicar la carga dinámica de la prueba en los procesos judiciales, y
específicamente, en aquellos en los que se debate la responsabilidad extracontractual del
Estado.
Abstract
The classic burden of proof instructs that it is up to the parties to prove the factual
assumption of the rules that contain the legal effect that they claim, in order to avoid a
decision contrary to their interests. However, despite being the regime that has dominated
the Colombian legal scene for decades, eventually there were cases in which, based on
this criterion, it was not possible for the party to provide evidence for it to be assessed by
the judge, since it was the counterparty who had custody. Timidly, and hand in hand with
the jurisprudence of the Council of State, the theory of the dynamic burden of proof made
its appearance in the procedural context, established as a distribution in the burden of
proof. With the entry into force of the General Process Code, the theory was elevated to a
legal norm, as a reflection of judicial activism and the search aimed at satisfying the
postulates of equality between the parties, the right to effective judicial protection and the
primacy of substantial law. about formal. However, being of exceptional application, it is
necessary to indicate which are the criteria that the judge follows to apply the dynamic
burden of proof in legal proceedings, and specifically, in those in which the non-contractual
responsibility of the State is debated.
Keywords: burden of proof, dynamic burden of proof, tort liability of the State, judicial
activism
Contenido XI
Contenido
Pág.
Resumen ......................................................................................................................... IX
Introducción .................................................................................................................. 13
6. Conclusiones ........................................................................................................108
7. Bibliografía ............................................................................................................113
Introducción
Sea lo primero decir, que el derecho, como saber que tiene bajo su responsabilidad
traer al presente, los sucesos o eventos que sucedieron en el pasado, y con base en ello,
establecer por ello, unas consecuencias jurídicas, las cuales, en todo caso, han sido
que todo hecho, debe atravesar por un proceso de reconstrucción histórica, en el que se
medida que es quien se encarga de brindarle un tratamiento diferido a los hechos ocurridos
con precedencia, los cuales deben ser rememoradas con la mayor transparencia y claridad
(Giacomette Ferrer, 2015), lo que indica que la prueba tiene que ver con los enunciados
facticos que una persona expresa y no sobre los hechos narrados en la afirmación. Al
respecto, es preciso diferenciar los hechos de los enunciados facticos, pues los primeros
denotan fenómenos que originan un estado de cosas en el mundo, fenómenos que ya han
ocurrido; mientras que los segundos son expresiones lingüísticas que originan una
función social, teniendo en cuenta que hace posible el respeto y el desarrollo de garantías
es tener presente que el proceso no tiene ningún beneficio y no aporta ninguna ventaja de
no contar con la prueba, elemento que como bien lo dijimos, permite efectuar la labor de
reconstrucción de los hechos, y en esa misma línea, revelar al juzgador el contexto bajo el
“herramienta procesal única para acreditar la ocurrencia de unos hechos que activen la
de esto, es notable el papel que juegan los extremos procesales a la hora de arribar los
“Artículo 177. Incumbe a las partes probar el supuesto de hecho de las normas que
pretensiones por falta de prueba en cuanto a lo que pretendía demostrar. Lo anterior, sin
tener presente que, en múltiples circunstancias, no siempre la parte que asevera un hecho
Sin embargo, siendo la jurisprudencia más acorde con la realidad y con los cambios
que impone la sociedad y con ella la evolución del derecho, poco a poco empezó a
prueba, que más adelante se desarrollará con detenimiento, y que implica que la parte que
contraparte es la que tiene mejores elementos para aportar la prueba, y en virtud de este
acontecimiento, el juez decide cuál parte debe allegar la prueba para que sea valorada en
el proceso.
En ese norte, con la redacción del artículo 167 del Código General del Proceso –
Ley 1564 de 2012-, se introdujo formalmente como normatividad, un postura o teoría que
desde hace varios años venía haciendo sus primeras presentaciones, de la mano de la
16 Introducción
dinámica de la prueba.
parte siempre debe probar sus afirmaciones. Esto, en la medida que, en ocasiones, la parte
que alegaba un hecho no tenía la capacidad de aportar la prueba al proceso, por cuanto
esta reposaba bajo el cuidado de la contraparte. Ello, se prestó para que en anteriores
procesos no pudiere allegarse al debate probatorio las pruebas necesarias para lograr la
verdad de los hechos, y generando así la producción de fallos judiciales en derecho, pero
injustos.
puntuales, se hizo evidente que la regla general no era suficiente, luego, era necesario
hacer uso y desarrollar nuevas figuras que permitieran en esos casos específicos el aporte
de las pruebas imprescindibles para conocer la verdad real de los hechos y con base en
proceso judicial y la urgencia de que estas sean debidamente allegadas al proceso, y cobra
mayor relevancia la labor del juez en su tarea de dirigir el proceso y de decretar el recaudo
Introducción 17
actuación de las partes cambia en el curso del proceso, en la medida que las pruebas del
proceso no son solo para probar sus alegaciones y pretensiones, sino para llegar a la
Así las cosas, la carga dinámica de la prueba se presenta como una salida
excepcional en los eventos en que la regla general de la carga de la prueba se queda corta
y no alcanza a cobijar todas las necesidades probatorias del proceso. Esto implica, de
entrada, que no se ha producido una derogatoria de la regla general de prueba, pues las
alegados; no obstante, la regla excepcional viene a ser de suma utilidad en esos casos
raros y ocasionales, en los que la parte no puede probar su dicho por no tener la prueba a
su alcance.
Asimismo, el juez tiene en sus espaldas un nuevo cuidado, dado que ahora goza
de una potestad novedosa en la etapa probatoria, la cual es, indicar cuál de las partes ha
de allegar determinada probanza al proceso, decisión ésta que inicialmente rompe con la
Por otro lado, el artículo 90 de la Constitución Nacional indica que “El Estado
responderá patrimonialmente por los daños antijurídicos que le sean imputables, causados
ese norte, existen varios títulos jurídicos de imputación para obtener la declaratoria de
responder por un daño causado por alguno de sus agentes. Es decir, la declaratoria de
juez administrativo, quien valorará si las pruebas que reposan en el expediente judicial,
son suficientes para determinar que el Estado debe entrar a responder por un daño
causado.
proceso judicial y la urgencia de que estas sean debidamente allegadas al proceso, y cobra
mayor relevancia la labor del juez en su tarea de dirigir el proceso y de decretar el recaudo
actuación de las partes cambia en el curso del proceso, en la medida que las pruebas del
proceso no son solo para probar sus alegaciones y pretensiones, sino para llegar a la
Por ello, dado que la carga dinámica de la prueba permite hacer una distribución en
pregunta de investigación: ¿Qué aspectos o elementos tiene en cuenta el juez para aplicar
General
Determinar cómo el juez aplica la carga dinámica de la prueba en los procesos judiciales.
Objetivos específicos
Identificar qué es la carga dinámica de la prueba y sus antecedentes.
Hipótesis
Estado, cuando advierta que hay una desigualdad entre las partes respecto de su carga
probatoria que deben asumir para probar sus afirmaciones. Asimismo, el operador judicial
posee instrumentos procesales para establecer esos eventos en los que se presenta ese
desequilibrio entre las partes y en virtud de ello, aplicar la carga dinámica de la prueba. Sin
20 Objetivos de Investigación
embargo, siendo una regla tan especialísima, los procesos judiciales en los que se
cuestionada la responsabilidad extracontractual del estado en los que se hace uso de ella,
Programa metodológico
Ahora bien, debe tenerte en cuenta que, con este método de investigación, muchas
veces no se logra crear teorías sino sólo interpretaciones de una parte del ordenamiento
La forma de trabajar en este método es la de hacer uso del método científico, esto
es, formularse un problema para luego dedicarse a contrastar una hipótesis, y resultar en
extracontractual de Estado.
Tendrá un enfoque cualitativo, dado que los datos a recolectar y analizar, podrán
afinar la pregunta de investigación o revelar nuevos interrogantes, y que hay una variedad
individuo, grupo o sistema social tiene una manera única de ver el mundo y entender
contexto” (Hernandez Sampieri, Fernandez Collado, & Baptista Lucio, 2014). De igual
problema de investigación.
1. La carga de la prueba: reflejo de garantismo
judicial
administrativa, para que durante su trámite se respeten las formalidades propias de cada
juicio (…) Del debido proceso también hacen parte, los derechos a (iv) las garantías
Esto, implica la facultad de las partes de una actuación – judicial, en este caso-, a
aportar, pedir y controvertir las pruebas que se presenten en el curso de este. En ese
sentido, el derecho a probar viene de la mano de cuatro elementos: i) utilizar todas las
pruebas de que se dispone para exponer la verdad de los hechos que sustentan la
pretensión; ii) que las pruebas sean practicadas en el curso del proceso, en desarrollo del
contra quien se aduce; iii) valoración racional de las pruebas practicadas; y iv) obligación
a ella se atañen. De entrada, la explicación más concisa y corta indica que quien reclama
un derecho queda supeditado a demostrar fehacientemente los hechos en los que sustenta
esa pretensión, y quien se defiende, de igual forma está obligado a respaldar sus
tome una decisión en la sentencia, la cual sea desfavorable a sus pedidos como
sustento de las alegaciones realizadas por cada parte, se traduce en una obligación, cuyo
su decisión, toda vez que es ese instante en el que aquel expone los efectos generados
que debiendo allegar una prueba, no lo hizo. En ese norte, la carga de la prueba se
demostrado la situación fáctica que argumentan la pretensión del extremo procesal sobre
juez puede enfrentarse con hechos cuya prueba era vital y necesaria pero que no fueron
compelido a decidir el litigio, sin que le sea dable argumentar la carencia de pruebas para
no emitir pronunciamiento alguno. Sin embargo, dado que el juez debe fallar, lo hace en
una elección de conducta a seguir por estos, que son en últimas sobre quienes reposa ese
compromiso. Es decir, cada parte elige como asumir esa responsabilidad, de manera
Ahora bien, dicho sea de paso y contrario a lo que podría pensarse, la carga de la
prueba en ningún caso se ve afectado por la aplicación del principio de buena fe que rigen
Sin embargo, para poder entender cómo opera la institución de la carga de la prueba,
señala, y que demandan la práctica de una conducta, tarea o labor. Ha de entenderse por
procesal indique, de cara a obtener una decisión satisfactoria y evitar perjuicios al finalizar
el proceso (Devis Echandia, 2019). Es decir, son actuaciones indispensables para impedir
procesal, que lleva inmersas indicaciones que le indican al juez como fallar cuando
encuentra que en el curso del proceso no existen pruebas suficientes sobre los hechos
figura en mención establece cuál extremo procesal ha de probar un hecho en debate, con
2007), “la carga procesal es una regla de juicio, que le indica a las partes la
autorresponsabilidad que tienen para que los hechos que sirven de sustento a las normas
jurídicas cuya aplicación reclaman aparezcan demostrados y que, además, le indica al juez
en estas primeras líneas, responde a los postulados filosóficos del garantismo procesal,
ende, del orden normativo vigente, en la medida que estas normas se encuentren acorde
cuya labor este dirigida a respetar a toda costa las garantías constitucionales, y no un juez
En esa línea, el garantismo viene a significar que por encima de la ley –con
minúscula-, siempre estará la Ley, entendida esta última como la Constitución. Se plantea
esta tesis como un modelo normativo de derecho, de gran apego a la legalidad, en el que
evento que sugiere un control férreo al ejercicio del poder (Ferrajoli, 2001).
comprometido con la ley, otorgue un adecuado derecho de defensa a los que intervienen
relaciones jurídicas en conflicto, de manera imparcial. Con ello, logra hacer efectiva la
evita ir más allá de lo que le está permitido en la norma. Esta imparcialidad sugiere i) no
asumir la posición de parte, pues no puede ostentar la calidad de juez y parte al mismo
tiempo; carecer de interés en la resolución del conflicto; y iii) actuar sin sujeción o
una actuación garantista, una sujeción a la norma y su aplicación desde el ángulo del
En ese marco, se otorga gran relevancia a las formas que dispone los derechos, v.gr
siempre que se haya respetado los índices y etapas procesales. Asimismo, el juez ha de
por lo que las iniciativas probatorias judiciales no son bien recibidas, haciendas casi nulas,
Rosales, 2021).
a las partes para probar, en procura de satisfacer sus propios intereses, los hechos en los
autoridad judicial. Y el juez, en su posición acorde con la filosofía garantista, debe actuar
garantizar el concepto de justicia material, que no es otra cosa que aquella que se
realidad social, entendida esta como el escenario social donde se lleva a cabo la labor
concepción de la tarea del juez en el proceso judicial y la crisis que apareja la existencia
de casos especiales que demanda del operador judicial asumir nuevas iniciativas para la
Antes de la entrada en vigencia del Código General del Proceso, la teoría imperante
de la prueba, la cual como se dijo, implicaba que cada parte estaba en la obligación de
carga de la prueba se convierte en (i) una regla de conducta para el juez, en virtud de la
encuadernamiento la prueba del hecho que sirve de presupuesto a la norma jurídica que
debe aplicar y, al mismo tiempo, (ii) en un principio de autorresponsabilidad para las partes,
de libertad para aportar, o no, la prueba de los hechos que las benefician y/o la
el derecho a pedir, aportar o controvertir pruebas y ii) el trazado del camino del juez para
decidir la Litis.
Con la entrada en vigor del Código General del Proceso, se dispuso la continuidad
predominante y como respeto a una tradición normativa que venía aplicándose desde hace
varias décadas. En efecto, el inciso primero del artículo 167 de dicha norma dice: “Incumbe
a las partes probar el supuesto de hecho de las normas que consagran el efecto jurídico
la prueba, sino que, por el contrario, afirmó la misma como la obligación que, en primera
medida, las partes que intervienen en un proceso deben cumplir, con las consecuencias
implica.
Sin embargo, pese a este crédito otorgado por el Legislador, el Código General del
Proceso trajo consigo una novedad normativa, producto de la realidad social inmersa en
del artículo 167 dispuso como norma permanente lo que en la jurisprudencia del Consejo
de Estado ya estaba haciendo tránsito desde unos lustros atrás, esto es, la carga dinámica
de la prueba.
30 La carga de la prueba: reflejo de garantismo judicial
Si bien podría pensarse que esto deja atrás el esquema tradicional de la carga de la
prueba, ello de ninguna manera es así: la carga de la prueba se erige como la norma
general, la que rige en todo momento, salvo en casos especialísimos y excepcionales, para
los que el legislador ha previsto la carga dinámica, por lo que no se trata de una sustitución
o suplantación de la norma a seguir, de los deberes procesales que han de asumir las
De esta forma, la carga es la regla general de la prueba, en la que cada parte sabe
que debe acreditar suficientemente ante el fallador, los hechos que son base de las normas
cuya aplicación está pidiendo, mientras que la carga dinámica se concibe como la
excepción a esa regla, sin que este último le reste mérito al primero, ni ocupe su espacio.
Al contrario, la carga dinámica viene a brindar una solución a esos casos difíciles en los
corta, se torna insuficiente, por lo que se hace necesario hacer uso de esa herramienta
modelo probatorio establecido en el país, lo cual trae consigo un nuevo debate en relación
a la labor que ha de ejercer el juez, en armonía además con las nuevas circunstancias
sociales que rodean sus decisiones, y atendiendo que la carga dinámica presupone el
desarrollo de una actividad judicial mucho más compleja y con novedosos matices (Gallego
Acero, 2017).
La carga de la prueba: reflejo de garantismo judicial 31
En ese sentido, se parte de la premisa de que existen casos en los cuales el juez no
puede hallar una solución basándose solo en la carga clásica de la prueba, pues de
seguirse por ella, se arriesga a dictar una sentencia que si bien cumple con los
requerimiento legales, con ella no se obtiene una decisión justa, y tampoco contribuye a
Tal como se ha hecho mención, al interior del Consejo de Estado, poco a poco fueron
El inciso segundo del artículo 167 del Código General del Proceso reza: “No
obstante, según las particularidades del caso, el juez podrá, de oficio o a petición de parte,
distribuir, la carga al decretar las pruebas, durante su práctica o en cualquier momento del
proceso antes de fallar, exigiendo probar determinado hecho a la parte que se encuentre
en una situación más favorable para aportar las evidencias o esclarecer los hechos
cercanía con el material probatorio, por tener en su poder el objeto de prueba, por
circunstancias técnicas especiales, por haber intervenido directamente en los hechos que
obligación, en la medida que no existe una entidad o sujeto que tenga como tarea exigir el
cumplimiento de esa carga. En ese marco, la parte que soporta esa carga es quien tiene
posibilidad de obtener una decisión adversa a sus intereses si no aparece probado dicho
hecho.
concepto que cambia las reglas del onus probando, y que está dirigido no solo a las partes
sino también al juez, quien puede tomar decisiones para poner en cabeza de una parte la
se debe actuar en los eventos en los cuales a una de la partes se le dificulta en extremo
verdad real de los hechos, y bajo el entendido que, cuando el juez encamina sus
En ese sentido, el Consejo de Estado precisa “así pues, aunque el tenor literal del
postulados como la primacía del derecho sustancial sobre el formal, la igualdad entre las
Derecho se potencializa el rol del juez y, por consiguiente, se exacerban los poderes de
que dispone en aras de lograr la adecuada dirección del proceso, siendo una de tales
según la capacidad probatoria que tenga cada una de las partes en el caso concreto”
Es decir, la carga dinámica de la prueba traduce en que es “una regla que permite al
juez en el caso concreto determinar cuál de las partes debe correr con las consecuencias
de la falta de prueba de determinado hecho, en virtud a que a esta le resulta más fácil
probatoria es que las partes que se aprestan a un proceso judicial, asuman un rol activo
dentro del mismo, y no resulten beneficiados cuando la otra parte no cuente con las
herramientas suficientes para probar un hecho: “las partes en el proceso deben cumplir
con el deber de diligencia en lo que pretenden probar. Ninguna debe obrar con inercia
porque ello causa que las consecuencias adversas de la decisión sean deducidas en su
contra. El proceso no premia la estrategia sino la solución del conflicto con la participación
Así las cosas, la carga dinámica de la prueba tiene su razón de ser en la pretensión
de lograr una equivalencia de las partes del proceso, equipararlas y restablecer la igualdad
entre ellas, “de esta manera, la noción de carga dinámica de la prueba, “que no desconoce
un hecho sino del sujeto que, de acuerdo con las circunstancias de cada caso, se
demostración por parte de quien los aduce en el proceso, atendiendo las circunstancias
significativamente el rol del juez, quien deja de ser un convidado de piedra a la espera de
las pruebas que las partes alleguen a su presencia, sino que decide activamente quien
tiene mejor posición u oportunidad para aportar material probatorio al proceso, pues lo que
Corte “ha destacado la necesidad de activar la función directiva del juez no solo para
decretar pruebas en forma oficiosa sino para redistribuir las cargas probatorias entre los
Esta nueva norma, antes que desconocer las reglas clásicas de la prueba –quien
ejercicio en los supuestos en que quien deba probar algo no pueda llevar a cabo tal
judicial. El juez pasó de aplicar el texto de la ley cuando fuere claro y preciso, a interpretar
la norma y de esta forma, convertirse en un creador de normas jurídicas y asumir así, una
El juez se convierte en la figura central del Derecho, en la medida que es un ser que
de antaño era frente a la ley y que ahora, se predica la igualdad frente a la realidad social
subjetividad.
al cual deba hacerse un ajuste de la realidad, sino que es una propuesta del legislador
cuyo contenido debe ser detallado por el juez, en cada caso concreto, a través de la
38 Consideraciones respecto de la carga dinámica de la prueba
interpretación. Por eso, este último concepto cobra gran importancia, toda vez que es ese
ejercicio argumentativo el que justifica una decisión adoptada por el juez (Morales Godo,
en la premisa de que no existe un único criterio idóneo que pueda tomarse como punto de
partida en valoraciones de justicia o injusticia de una decisión judicial, sino que son tres
aplicable al caso; b) comprobación fiable de los hechos relevantes del caso; c) empleo de
En lo que interesa a nuestro proyecto, el segundo criterio, esto es, una comprobación
real y fehaciente de los hechos es necesaria en la medida que ninguna decisión podrá
tenerse como justa si se soporta en hechos equivocados, o sobre una reconstrucción falsa
de las circunstancias que son puestas en conocimiento del juez. Los hechos deben ser
Es aquí donde las pruebas del proceso adquieren vital preponderancia, pues entra
en juego el grado de confirmación que las pruebas obtenidas y allegadas en debida forma
Consideraciones respecto de la carga dinámica de la prueba 39
al proceso están en capacidad de brindarle a las hipótesis de los hechos manifestados por
las partes, o en otras palabras, el respaldo que esas pruebas pueden hacer de los hechos
errada, ya sea porque hubo indebida valoración del material probatorio o las pruebas
decisivas no fueron objeto de valoración por parte del juez, la decisión se tornará en injusta,
pese a que el cumplimiento de los otros dos criterios haya sido satisfactorio.
para cumplir su misión de interpretar la norma, esclarecer la verdad de los hechos y dictar
iniciativa del juez en materia probatoria, no solo teniéndolo como un privilegio para ser
usado a discreción, sino como un verdadero deber judicial en el evento que el caso así lo
evidencie, mostrando esto que, tanto la ley como la jurisprudencia, demandan del juez
verdad de los hechos del proceso, y como director del proceso que se somete a su
se desarrolla a partir de la lógica probatoria de que un hecho debe ser probado no por
quien lo alega sino por la parte a la que le es más fácil probarlo, es decir, quien tiene mayor
aptitud para allegarla al proceso, sin entrar a analizar aún las situaciones por las que goza
de esa posición favorecida, y sin que en ningún caso, se tome como una inversión en la
exclusiva de las partes del proceso, en los procesos de naturaleza inquisitiva o mixta como
el colombiano, amén de estar esa obligación en cabeza de las partes, el juez puede
decretar las pruebas que considere necesarias para lograr el establecimiento de la verdad
material de los hechos, y dicho decreto no está condicionado por la parte peticionaria de
la prueba, pues de presentarse ciertos eventos, puede ordenar cuál parte debe allegar la
Ahora, según dicho inciso, se consideran como situaciones favorables para aportar
las evidencias las siguientes: i) cercanía con el material probatorio, ii) tener en su poder el
directamente en los hechos que dieron lugar al litigio o v) por estado de indefensión o de
necesario acreditar la razón por la cual una parte u otra cuenta con mayor proximidad a la
una mejor situación para probar. Efectivamente, la condición sine qua non para que el
funcionario judicial pueda hacer uso de sus facultades como director del proceso y acudir
imponga dicha carga se encuentre en la posición más propicia para aportar la prueba
requerida.
Consideraciones respecto de la carga dinámica de la prueba 41
En los eventos planteados en el inciso segundo del artículo 167 del Código General
del Proceso, la verificación en el caso concreto de la mejor posición para aportar la prueba
es lo que abre la posibilidad para que el juez haga uso de su facultad para orientar la
distribución en el aporte del material probatorio al proceso. Dado que esta regla es de
que una de las partes intervinientes en el proceso tiene mayor capacidad de hacer llegar
la prueba al proceso, por alguna de las hipótesis planteadas en la norma (Diaz Restrepo,
2016). Y esa consideración puede venir de la mano de una solicitud de las partes, quienes
pueden hacer un llamado expreso al juez para que valore sus argumentos, o bien por
se aplicará cuando las circunstancias especiales de cada caso evidencien que de aplicarse
las reglas tradicionales de la prueba, no puedan allegarse las pruebas necesarias para
del juez, ya sea por iniciativa propia o por petición de parte, en cualquier etapa del proceso,
en condiciones más favorable para probar; iv) la parte a quien se le asigna la carga tendrá
un término para llevar a cabo la tarea y en todo caso, la prueba aportada está sujeto a
2013).
42 Consideraciones respecto de la carga dinámica de la prueba
Dado que la carga dinámica de la prueba fue traída al escenario jurídico a través de la
jurisprudencia del órgano de cierre de la jurisdicción contenciosa administrativa, se torna
imperante revisar en ella y en las demás cortes, los orígenes de esta teoría, hoy elevada
a la categoría de norma.
Ha de tenerse en cuenta que la carga dinámica probatoria tuvo sus primeros debates
esto representó un inicio de presunción de falla del servicio médico, dando paso entonces
al régimen de la falla del servicio presunta, cuya precisión conceptual desarrollaremos más
quirúrgicos, toda vez que, respecto de ellos, se avizora una especie de duda en cuanto al
resultado y al riesgo de un daño que eventualmente pueda causarse, por lo que se exige
debe demostrar que asumió sus deberes de cuidado, al estar en juicio la forma como se
llevó el procedimiento médico, lo que implica que es aquella quien tendrá la carga de la
tradicional de que cada parte debía aportar las pruebas de sus afirmaciones, dado que
obligación de demostrar su cuidado y atención en sus actuaciones, de tal forma que podría
Asimismo, esta decisión produjo que, por primera vez, la parte demandante fuere
al referirse a la carga de la prueba como una conducta de parte, esto es, quien se
encuentra en mejor posición para demostrar que no actuó con descuido o negligencia, es
paciente se encuentra bajo sedación o dormido, impidiendo así que pueda probarlos
prueba, sino que la carga de llevar la prueba al proceso es distribuida según criterios del
juez, quien valora las circunstancias de cada proceso (Consejo de Estado (6754), 1992).
Estado sugirió que la tesis de la carga dinámica de la prueba no debía aplicarse como
regla general, y que debía analizarse cada caso concreto en aras de establecer si se aplica
o no. En ese orden, dice la Sala que los principios en que se basó la aplicación de esta
teoría no son inalterables, pueden variar y ser modificados, dado que la falla presunta ha
de valorarse en cada caso concreto para así determinar quién está en mejor posición para
demostrar los hechos materia de debate (Consejo de Estado (11878), 2000). Eso implicó
que se volviese de nuevo a la aplicación del onus probando tradicional, y que la ejecución
cabeza del juez la verificación de cuál de las partes extremos de la Litis se encontrase en
mejor posición, mientras que en otros, será la parte demandada a quien le será más fácil
Esta posición fue reiterada en sentencia del año 2004, en la que se mencionó que la
de acuerdo a su criterio, determinará quien está en posición más privilegiada para allegar
el precedente, diciendo que los casos en que estuviese en juicio la responsabilidad del
probada, en la que toma mayor importancia la prueba indiciaria. Ello, comporta un quiebre
en la actividad probatoria basada en la carga dinámica de la prueba, pues se dijo que con
la falla presunta, se dejaban de lado temas probatorios relevantes. Se volvió así a la tesis
de que demandante debe aportar la prueba de la falla del servicio por parte de la entidad
demandada. Ahora, la prueba indiciaria adquiere mayor incidencia para la acreditación del
nexo causal entre la actividad médica y el daño causado. Concluye el Alto Tribunal en que
esta vuelta a la teoría inicial es acorde a las normas vigentes, amén de hacer más
Esta vuelta a la tesis originaria, es reiterada en sentencia del año 2011, al disponer
que la parte demandante debe acreditar dentro del curso del proceso la relación de
causalidad entre la falla en el servicio alegada y el daño antijurídico causado, y que para
lograr ese fin podría valerse de todos los medios de prueba disponibles, brindándole gran
suficiente con que haya existido una actuación médica, sino que es imprescindible que
dicha actividad dé origen a la falla del servicio, es decir, que sea su causa eficiente. En esa
el daño está relacionado con la actividad médica desplegada pero no es su causa esencial
(19161), 2011).
46 Consideraciones respecto de la carga dinámica de la prueba
tratándose de asuntos en los que se debate la responsabilidad del Estado por asuntos
el de falla probada del servicio, lo que avizora que el demandante, a más de acreditar el
daño, debe probar la falla del acto médico (el desconocimiento de la lex artis) y el nexo
causal entre este y el daño, sin perjuicio de que el juez pueda, de acuerdo con las
objetiva.
En ese norte, aunque el régimen aplicable a los eventos en los cuales está en
comento faculta al juez acudir a numerosos medios probatorios, como la prueba indiciaria,
para formar su convencimiento acerca de la existencia del nexo de causalidad, sin que
la prueba, según la cual el juez debe establecer en cada caso concreto cuál de las partes
está en mejores condiciones de probar la falla o su ausencia, pues no todos los debates
sobre la prestación del servicio médico tienen implicaciones de carácter técnico o científico
En ese orden de ideas, a modo de resumen, puede decirse que el Consejo de Estado
era realmente compleja y difícil aportar la prueba, toda vez que quien la creaba o quien la
poseía, era otra persona distinta y generalmente, contraria a los intereses de afectado,
el servicio de salud.
En sentencia del año 2001, la Sala Civil de la Corte manifestó que los presupuestos
distribuyéndola entre las partes con el objetivo de exigir de cada una, la prueba de los
hechos que está en capacidad de demostrar y que constituyen la base de sus afirmaciones.
Ahora, para que las pretensiones de la demanda salgan avante, es menester que
padecido por el acreedor, bajo el entendido en que es aquí donde entran en juego los
deberes jurídicos de atención y cuidado que en cada caso concreto debió asumir el
a título de dolo o culpa. Y es aquí donde cobra gran relevancia el carácter dinámico de la
carga de la prueba, para exigir de cada una de las partes dentro de un marco de lealtad y
de trabajo en que resultó muerto el trabajador, precisó que una vez se demuestra que la
causa eficiente del infortunio fue la falta de revisión por parte de la persona a quien se le
satisfactoria con dicho compromiso. Esto, de conformidad con el artículo 216 del Código
Sustantivo del Trabajo en concordancia con las normas que regulan la responsabilidad
la prueba trae consigo la necesidad de aportar el medio probatorio para acreditar un hecho,
los principios en debate. En ese norte, en los casos en que la parte acusadora tenga
dificultad para probar un hecho, pero la parte acusada tiene la facilidad de aportar ese
elemento, siempre que eso represente un beneficio, se hace imperioso que sea esta última
primigeniamente desarrollada por el derecho privado, pero aplicable al derecho penal, sin
Ahora, en el año 2017, la Sala Civil de la Corte dijo que se ha interpretado las
disposiciones sobre carga de la prueba para darle cabida a una repartición especial, a un
Ello es así, pues se propende por la protección a las víctimas y el derecho a una
conocimientos especializados que está bajo el amparo del galeno o del equipo médico que
puede representar que quienes tengan bajo su influjo información que incide
2002, que dispuso las reglas sobre extinción de dominio, la Corte indicó que el derecho de
del afectado, toda vez que no puede oponerse con sus solas declaraciones. En ese
sentido, las negaciones indefinidas consistentes en alegar que no es lícita el origen de los
inferencia que reposa sobre ese dicho, esto es, la ilícita procedencia.
dominio, le sea aplicable la teoría de la carga dinámica de la prueba, que implica que la
parte que se encuentra en mejores condiciones de probar un hecho, es quien debe aportar
la prueba al proceso; en los casos en que se ejerza este tipo de acción, el titular del dominio
sobre los bienes en litigio quien goza de una posición privilegiada a la hora de acreditar el
Consideraciones respecto de la carga dinámica de la prueba 51
origen licito del bien, y por ende, es quien debe allegar los medios probatorios que
sustenten ese hecho, amén de dejan sin piso las pruebas aportadas por las autoridades
estatales en relación con la ilícita naturaleza de esos bienes (Corte Constitucional C-740,
2003).
derecho fundamental ha de aportar las pruebas que respalden su dicho. Sin embargo,
pueden presentarse casos en los que la persona que alega la vulneración se halla en
posición de debilidad o subordinación frente a la persona que causa esa lesión; luego, es
ahí cuando se distribuye la carga de la prueba en beneficio de la parte débil de la lid, pues
en su beneficio en aras de desvirtuar que se dice en su contra. Todo esto, con el fin de
Ahora, en el año 2016, la Corte analizó la constitucionalidad del artículo 167 del
Código General del Proceso, y argumentó que la teoría de la carga dinámica de la prueba
aunado a lo anterior, esta tesis tiene su razón de ser en la desigualdad entre las partes y
respaldado por la función constitucional otorgada a los jueces, que se erigen como
52 Consideraciones respecto de la carga dinámica de la prueba
garantes de la tutela judicial efectiva y por el deber de las partes de colaborar con el
compromiso de traer la prueba al proceso no a quien invoca el hecho, sino a la parte que,
atendiendo las particularidades de cada caso, está en mejor posición desde el punto de
086, 2016).
Más adelante, en 2018 reitera que el juez puede hacer uso de sus facultades y
poderes para distribuir la carga de la prueba entre las partes involucradas en el proceso
sub examine, en el evento que los hechos materia de debate aparejen un acto
probatoria a la parte demandante de tal magnitud que se vea amenazado el goce efectivo
autorizado para poner en cabeza de la persona que está en mejores condiciones para
demostrar los eventos alegados, el deber de aportar la prueba, ya sea por el alto nivel de
probar a la parte que plantea el argumento, sea en ataque o en defensa, luego, la carga
dinámica viene a significar que ya no deberá probar quien alega un hecho sino quien está
en mejor condición para ello, y estas condiciones pueden ser sustantivas, económicas o
técnicas (Hunter Ampuero, 2011). En ese sentido, no ha de perderse de vista que la noción
La carga dinámica se expone como una pauta para el juez que le permite confrontar,
según las realidades del caso concreto en conjunto con su propio criterio, las diferencias
entre las partes que origina que una de ella esté en desventaja frente a la otra. Se exige
así que las partes reciban el mismo trato dentro del proceso, de manera tal que se
54 Consideraciones respecto de la carga dinámica de la prueba
fallador asuma un papel activo, con el afán de desaparecer el desequilibrio que aceptan
que claramente se observa que una de las partes tiene la capacidad de dominar a la otra,
frente a su tutor.
El juez está llamado a proteger a la parte más débil en esa relación, sin que ello
las posibilidades de que el juez intervenga en el plano probatorio (Hunter Ampuero, 2011).
no puede prever con exactitud a qué parte va a favorecer la prueba, por lo que de entrada,
Pese a lo anterior, sin ánimos de restarle mérito a la actitud activa del juez y la
arribarse a la verdad, aunque sí contribuye a aproximar el proceso a ese ideal; por ello, es
ampliar las probabilidades de que dicha resolución este sustentada y sea un reflejo de lo
que realmente aconteció, y hacer que coincidan con la mayor fidelidad posible la verdad
material y la verdad formal, siendo esta ultima la que goza de autoridad jurídica.
uno de los extremos procesales no cuentas con los medios o recursos económicos
necesarios para producir o practicar la prueba requerida; realidad ésta que obstaculiza que
la parte que necesita probar un hecho pueda hacerlo, con las consabidas consecuencias
similitud absoluta entre las partes que intervienen en él, pretensión por demás, imposible
cuanto a la economías de las partes, y que contrasta con la realidad de que una de las
partes normalmente tiene mayor capacidad económica que la otra, y por tanto, puede
acceder más fácilmente a las pruebas que el proceso necesita, siempre y cuando esta
las partes no estén en la una posición económica igualitaria, en la medida que la igualdad
frente a las cargas y deberes se predica de todos los intervinientes, a menos que esa
desigualdad sea de tal magnitud y alcance que impida que una de ellas cumpla con esa
asignación. En ese momento, y ante esta circunstancia, es cuando el juez debe intervenir.
Cuando una de las partes está en clara desventaja frente a la otra, se exterioriza una
indefensión que es incompatible con la noción de tutela judicial efectiva, dado que se sitúa
otras palabras, “desigualdad real e inaplicación práctica del principio mencionado puede
Ahora, ante esta situación no debería ser el juez quien dé solución a este dilema,
dado que el fallador siempre debe permanecer neutral e imparcial, sino el Estado. Mediante
la aplicación de políticas públicas debería asignar a cargo del erario público, los costos de
procesal existen ciertos mecanismos que colaboran con esa tarea, como el amparo de
pobreza – artículos 151 y siguientes del Código General del Proceso -, costas procesales
– artículo 361 ibidem -, estas herramientas no son suficientes, pues se siguen dictando
los hechos en debate y la posibilidad de allegar la prueba, constituyen una barrera difícil
de franquear. Entonces, cuando una de las partes goza de la autoridad total sobre el hecho
y conoce de mejor forma y con mayor precisión el supuesto fáctico debatido, y además de
ello, se está en una posición de cercanía frente a las fuentes de la prueba, se genera una
de la prueba, pues puede el juez adjudicar un rol probatorio a la parte que tiene una mayor
autoridad sobre el supuesto fáctico o que está más próxima a la prueba, y ordenarle que
la aporte al proceso, aun cuando quien haya alegado el hecho sea la contraparte.
Es importante mencionar que, cualquiera que sea la herramienta que pueda utilizar
el juez o las órdenes que pueda dictar, es primordial indicar que sólo la desigualdad técnica
las partes tiene vocación de justificar el empleo de decisiones por parte del funcionario
judicial. En consecuencia, si una de las partes está en mejores condiciones de probar, esa
sola circunstancia por sí sola no amerita equiparar probatoriamente a las partes, sino solo
en los casos en los cuales esa esa diferencia coloca a una de ellas en situación de
Ha de tenerse presente que, de conformidad con el artículo 4 del Código General del
Proceso, el juez debe hacer uso de todos los poderes que le otorga dicho compendio, para
58 Consideraciones respecto de la carga dinámica de la prueba
lograr la igualdad real de las partes. Con el ánimo de respetar y hacer valer esta facultad,
y velando siempre por que exista una igualdad entre las partes, es una justificación a más
observe una dificultad técnica para asumir la carga probatoria de manera tal que se atente
satisfactoriamente con la carga de la prueba que tiene asignada y que genera una situación
En su teoría de la justicia, Rawls razona que los principios de justicia que son el
justicia como la “capacidad moral que tenemos para juzgar cosas como justas, apoyar esos
juicios en razones, actuar de acuerdo con ellos y desear que otros actúen de igual modo”.
justicia. Considera que disponer cuál sería la distribución justa de bienes y servicios en
virtud de la información que se posea sobre las preferencias y demandas reales de las
personas no es posible en el marco de una teoría ideal; sin embargo, considera que es
Se tiene entonces que para que pueda considerarse la existencia de justicia en una
sociedad, debe fundarse una serie de instituciones a las cuales las personas puedan acudir
en igualdad de condiciones. Y es lo que ocurre con el proceso judicial, pues el juez debe
procurar que exista igualdad entre las partes que acuden a él para resolver un conflicto, y
60 Tutela judicial efectiva, argumentación judicial y activismo judicial
en todo caso, propender por la protección de los derechos de las personas que acuden
ante él.
Ahora, teniendo presente que quien acude al proceso como parte deberá tomar una
facultad para llegar a la verdad real y garantizar el acceso a la justicia, pudiendo alterar el
onus probando en cabeza de quien tenga mayor facilidad para demostrar la situación
La carga dinámica tiene su razón de ser como respuesta a la pregunta ¿Qué sucede
cuando la persona que hace una afirmación no puede o se le hace extremadamente difícil
partes del proceso. Cuando el juez identifica una situación de desigualdad, emplea la carga
con respecto a la contraparte, en la medida que “el proceso no ha sido diseñado para que
gane el tramposo, el diestro o el astuto, sino para que triunfe el que tiene mejor derecho,
casos en los que la aplicación de los criterios usuales de aporte de pruebas apareja
consigo el riesgo de que la probanza no sea allegada al proceso, entonces se permite que
la carga sea asumida por ambas partes, en especial de aquella que está en mejores
condiciones de hacerlo.
que la convivencia armónica de una sociedad solo puede lograrse cuando los conflictos
entre sus integrantes se resuelven siguiendo los derroteros que el Estado señala, y en
(Sentencia C-086, 2016), la tutela judicial efectiva tiene su esencia en que cualquier
persona que se sienta agraviada en sus derechos pueda acudir al aparato judicial y obtener
una protección real de esos derechos, con plena observancia de las garantías sustanciales
justicia, sino que, además, demanda un esfuerzo institucional para restablecer el orden
62 Tutela judicial efectiva, argumentación judicial y activismo judicial
jurídico y garantizar la prevalencia del derecho sustancial (art. 228 CP). (Sentencia C-086,
2016).
La Corte Constitucional entiende que la tutela judicial efectiva también hace parte del
núcleo esencial del debido proceso prescrito en el artículo 29 constitucional, y desde esta
previsto para la protección de los derechos”, con la advertencia de que “el diseño de las
derechos fundamentales que no están plasmadas en el texto constitucional, sino que están
adscritas a las que, si lo están, tal como sucede con la tutela judicial efectiva, ligada al
Tal como se dijo líneas atrás, la carga dinámica de la prueba puede ser ejercida por
el juez cuando observa un desbalance entre las partes del proceso, y que mientras que a
una de ellas se le imposibilita responder por su onus probando, a la otra se le facilita asumir
esa carga. Y en ese caso, el juez está obligado a hacerlo, a distribuir las tareas probatorias,
Tutela judicial efectiva, argumentación judicial y activismo judicial 63
decisión que, en todo caso, debe obedecer a criterios objetivos y estar respaldada por una
argumentación judicial.
de la negociación y del debate, que permita avanzar hasta llegar a una conclusión
aceptable. Exponer los juicios que defienden una premisa se torna fundamental en
exigibilidad de que para construir los raciocinios que han de plantearse, “haya estudios
previos que lleven al argumentador a analizar detenidamente cuáles son las opiniones con
mayor fuerza demostrativa o son mejores que las otras” (Martinez Urbanez, 2019).
permite desplegar y exponer todo tipo de razones jurídicas que serán cimiento de la
Acorde con esto, si bien el juez tendrá que atender criterios jurídicos al momento de
argumentación, para concluir que las decisiones deben ser argumentadas como una
64 Tutela judicial efectiva, argumentación judicial y activismo judicial
opción, y que el razonamiento jurídico debe ser sistemático, atendiendo tópicos como
Las teorías neo constitucionalistas de este siglo, han sentado en cabeza de los
asigna a los jueces ordinarios para que resuelvan los casos de cara a todo el ordenamiento
Esto, trae consigo la inevitable carga de reconsiderar las tareas que tradicionalmente
han ejercido los funcionarios judiciales, en la medida que ahora más que antes, gozan de
culminación con una sentencia. No puede perderse de vista que los casos difíciles están a
la orden del día, y por tanto, la colisión entre principios constitucionales, por lo que se
obliga al fallador a asumir una carga argumentativa categórica que justifique sus decisiones
en la medida que no es considerada como una herramienta inadecuada para todos los
o ponderación.
tarea asignada al juez, aun cuando de entrada, la proposición de este concepto supone
para algunos, un abuso de autoridad donde el fallador desconoce sus funciones asignadas
por la Constitución, y ejerce sin supervisión el imperio que le otorga su rol judicial (Green,
2009).
peyorativa que se hace en Europa, supone atribuirle al juez una cualidad positiva: “activista
que los procesos judiciales contribuyen en gran manera a los cambios sociales. Esto se
traduce en que el juez no está separado u alejado de los sucesos sociales, políticos,
económicos y culturales, sino todo lo contrario, sus decisiones inciden directamente a las
acontecimientos que suceden, las decisiones del juez tampoco lo son. El activismo trae
consigo ámbitos de reflexión que permite transitar nuevas rutas y traer a colación nuevas
jurídicos, en la que la figura del juez asume una actitud pasiva e inalterable, mientras que
mediante sus providencias. Estas evoluciones tienen su génesis en la teoría de que el juez
no puede actuar de manera aislada de los sucesos y acontecimientos que traen consigo
que, a través de las providencias de los funcionarios judiciales dan paso y construyen los
caminos para lograr los cambios que requieren estos grupos sociales. En ese norte, el juez
no está llamado a mantenerse neutral, sino a brindar solución los conflictos que se
El activismo judicial parte de que el juez tiene una manera proactiva de interpretar la
En esa misma línea, Atienza expone que el juez activista es aquel que decide un
aunque ello signifique traspasar los límites fijados por el derecho. Sin embargo, ha de
tenerse en cuenta dos presupuestos básicos del concepto de activismo judicial: i) los
jueces deben seguir parámetros que ya están establecidos en el sistema normativo bajo
de quien emita la decisión judicial, desde una posición más o menos formalista en la que
no se permita a los jueces crear derecho o desde una posición postpositivista en la que los
límites del derecho son más amplios y dejan mayor margen de acción. Entre más formalista
sea la posición menor será el espacio del activismo judicial y entre menos formalista, el
activismo tendrá mayor espacio de ejercicio (Atienza, Siete tesis sobre el activismo judicial,
2018).
intencional de las competencias por parte del juez a través de sus decisiones”. De esta
forma, el juez activista es ese que, en el ejercicio de la tarea judicial, transciende el ámbito
esas acciones hicieran parte de sus poderes como juez, los cuales están previamente
de sus decisiones, es su contenido el que contiene una posición que refleja su activismo
toda vez que se aparta de la competencia que ya tiene asignada, con la finalidad de
modificarla para justificar la validez de sus decisiones. Ello, se traduce en que el juez
expide una providencia para la que no tiene facultad, pero la presenta como si gozara de
68 Tutela judicial efectiva, argumentación judicial y activismo judicial
ella. Sin embargo, esto lo hace para lograr la protección de los derechos cuyo conocimiento
que hace el juez de sus competencias, a través de las decisiones que toma en el caso
Ahora bien, en cuanto al contexto práctico debe tenerse presente dos factores: i) la
aplicación del activismo no puede hacer contemplaciones del medio social y jurídico del
caso que se analiza y ii) la posición del juez en la pirámide judicial, en la medida que los
jueces constitucionales tienen más margen de discrecionalidad que los jueces ordinarios,
Es claro en este punto, que el activismo judicial pone especial cuidado en las
actuaciones del juez, y en el papel que asume en su calidad de representante del Estado,
en la medida que pretende definir lo justo y la verdad real de los hechos que se ponen en
su conocimiento. Verdad que en todo caso se sustenta en las pruebas que se aporten al
proceso y hagan parte del mismo. En ese contexto, las facultades asignadas al juez en el
trámite son acrecentadas con el objeto de que no tenga un rol pasivo en el proceso, con
En ese sentido, esa modificación de la competencia que ejerce el juez, la hace desde
que apareja esta facultad. Esto, trae inmersa la afirmación de que el activismo judicial
existe de la mano de la discrecionalidad judicial, dado que, esta última permite al juez
ese poder discrecional se torna esencial para desarrollar y ampliar los valores
jurídica objetiva con respeto de los derechos constitucionales” (Maraniello, 2012). La figura
del juez se alza como aquel que ha tomado la decisión de proteger la Constitución, las
caso concreto bajo su conocimiento en la medida que respeta los derechos y principios
constitucionales.
En este contexto, la carga dinámica de la prueba nació entonces como una extensión
del activismo judicial, una labor interpretativa realizada para que todas las pruebas
aportarlas al debate judicial. Es decir, la carga dinámica de la prueba va más allá, y sugiere
que la normativa vigente sobre carga de la prueba es en algunos casos, insuficiente. Como
fórmula de arreglo, aplica un nuevo concepto que rompe con la tesis tradicional de
70 Tutela judicial efectiva, argumentación judicial y activismo judicial
Nótese que, para alcanzar la convicción vital de los hechos sobre los cuales dictará
sentencia, el juez requiere de pruebas transcendentales para probar los supuestos facticos
que manifiestan las partes en su demanda y su contestación, pero para ello, en los
de la prueba, el Consejo de Estado se apropió de las facultades dadas por la tesis del
ordenando que las probanzas fueran entregadas, no por quien las solicitase, sino por quien
las tenía en su poder, de acuerdo a su posición; esto, con la finalidad de aligerar la carga
probatoria de quien no puede asumir, por diversas razones, deber frente al aporte de
Bajo esta óptica, el juez activista si bien vigila y propende porque en el proceso se
surtan todas las etapas procesales en debida forma y con respeto de todas las garantías
así formar su convicción haciendo uso de los medios que tiene a su disposición y alcance.
El activismo sostiene una postura más decisiva del dinamismo judicial para resolver
dificultades que, en ocasiones, no cuentan con una apropiada respuesta legislativa. Ello
Tutela judicial efectiva, argumentación judicial y activismo judicial 71
se traduce en que al juez se le otorga una potestad creativa y creadora que evalúa el
En ese norte, el activismo hace énfasis en que el funcionario judicial debe encaminar
sus decisiones de manera tal que resuelva problemas que se presenten en el curso del
pide ir más allá, salir de sus límites, y en los casos difíciles y excepcionales, encontrar la
manera adecuada de que el sustento probatorio que requerirá para tomar la decisión más
acertada, sea incorporado al proceso; se le exige hacer uso de su capacidad de obrar con
Así, estando investido el juzgador de esa potestad activista, se presenta ante si todo
virtud de esto, que ha de evaluar cuál de las partes tiene en su haber esas pruebas que
considera fundamentales para tomar su decisión, quien está en mejor posición de traerlas
al debate, y tomar las medidas pertinentes para que con base en esa evaluación y en el
término legal, el material probatorio haga parte del expediente cuyo contenido ha sido
sometido a su conocimiento.
72 Tutela judicial efectiva, argumentación judicial y activismo judicial
suficientemente, los motivos por los cuales en ese caso determinado, se aparta de la
postura de la carga tradicional de la prueba, y opta por distribuir entre las partes el deber
llevar la prueba al proceso, atendiendo a que la finalidad del proceso plantea encontrar la
verdad real de los hechos, y en ese norte, no es relevante quien tiene la prueba, sino que
esta haga parte del proceso y pueda ser valorada. Y se insiste, debe el juez respaldar
los derechos que debe más bien proteger y velar por su respeto.
Dado que la norma que consagra la carga dinámica de la prueba – inciso segundo del
artículo 167 del Código General del Proceso -, establece unas situaciones especificas que
documento, ha de precisarse en que consiste la carga dinámica como poder probatorio del
funcionario judicial y más allá, dilucidar los criterios de aplicación a los que el juez debe
En concordancia con lo expuesto líneas atrás, al tenor del español Jordi Ferrer
Beltrán, la postura clásica de carga de la prueba trae consigo dos subcategorías, las cuales
son la carga subjetiva y la carga objetiva, que, en todo caso, introducen la aplicación y el
alcance de dicha noción, división que es también afirmada por el tratadista Jordi Nieva
Fenoll.
74 Carga dinámica como poder probatorio y criterios de aplicación
aportar la prueba. En ese marco, se ha sostenido que la carga subjetiva deriva de la carga
objetiva, en el entendido de que, una vez determinado quien pierde por esa falta de
En ese marco, se tiene que la carga subjetiva -también llamada carga formal- supone
que cada parte extremo del proceso debe aportar la prueba de los hechos que le son
Por su parte, Nieva expone que, para el primer concepto, esto es, la carga objetiva
llamada también carga material, se refiere a los hechos que han de ser probados al margen
del litigio, de cara a soslayar que el funcionario judicial tenga por acreditado un supuesto
contrario, lo que apareja que habrá una parte que resulte perjudicada por la ausencia de
concepto, la carga subjetiva llamada también carga formal, se hace referencia a la parte
que está llamada a probar en el curso del proceso, o lo que es lo mismo, sobre quien recae
Definido lo anterior, se explica entonces que una de las funciones principales del
consecuencia.
Es allí, donde la prueba se muestra como la ruta idónea para evidenciar la producción
determinación de la verdad sobre los hechos, o dicho en otras palabras “la prueba como
hechos condicionantes” (Ferrer Beltran, Los poderes probatorios del juez y el modelo de
proceso, 2017).
de la verdad en el proceso judicial, se erige como pilar la figura del juez, quien ostenta
dentro de sus facultades, varias atribuciones probatorias, tal como admitir o inadmitir las
preguntas, solicitando aclaraciones-, indicar a las partes las posibles probanzas de que
adolece el proceso, decretar pruebas de oficio cuando las partes no piden su práctica,
distribuir entre las partes el aporte y práctica de pruebas, y la más importante, decidir que
hipótesis fácticas se consideran probadas con el material recaudado (Ferrer Beltran, Los
la carga de la prueba durante el curso del proceso, en el caso concreto, en la medida que
puede evaluar cuál de las partes intervinientes en el proceso tiene mejor acceso a la
prueba o tiene mayor facilidad para producirla. Dicho de otra forma, el juez ostenta una
gran potestad probatoria, dado que su decisión tiene la vocación de afectar de manera
directa la distribución del riesgo probatorio entre las partes, y, por ende, determinar con
ello el resultado del proceso. De ahí, la gran importancia de definir los criterios que valora
Este, es un poder probatorio del juez cuya intención es aumentar la riqueza del
aporta (Ferrer Beltran, ICDP, 2021). Luego, entre mayor sea la cantidad de pruebas
caso, deberá valorarse en cada asunto especifico, y que se apoyará en gran medida, en
Este criterio se refiere a la valoración de los elementos del proceso, con base en la
sana critica, que permite saber cuál de las partes está en mayor ventaja para la
consecución del material probatorio y que con la aportación del mismo logrará tener la
certeza para emitir su decisión, o lo que es lo mismo, el onus probandi de la prueba debe
recaer sobre la parte que está en mejores condiciones profesionales, técnicas o fácticas
Los jueces están impedidos para exigir de alguna de las partes, pruebas perversas,
so pena de situarlos en contraposición a los artículos 229 y 230 Superiores, por adolecer
Así las cosas, puede decirse que la facilidad probatoria, pese a ser el factor común
reticencia por parte de los jueces para establecerla como criterio general al momento de
Es claro que las reglas de la carga dinámica no pueden ser objeto de sistematización,
prueba de un determinado hecho. Generalmente lo más natural es que cada parte pruebe
los hechos que le son favorables y, que, en ese orden, respalden sus respectivas
determinadas oportunidades, aunque cada parte pueda probar los hechos que les son
aportar dicha prueba al proceso de manera más fácil, ocasionando que sobre ella deben
recaer las consecuencias de la falta de prueba de tal hecho (Fernandez Lopez, 2012).
Para Muñoz Sabaté, el alcance del principio de facilidad es aún mayor, en la medida
que no abarcaría únicamente los casos en los que es más fácil o rápido para la contraparte
aportar una probanza, sino también en todos aquellos eventos en los que ésta puede
aportarla con un menor coste económico, de forma más fiable o asegurando su práctica
más que la parte a la que beneficia dicha prueba. No obstante, el autor indica que “a la
hora de fijar los criterios a tener en cuenta para determinar cuándo es aplicable el principio
Ahora bien, aunque la aplicación de estos principios depende por igual de ambas
circunstancias: por un lado, es forzoso ponderar cuál de las partes está en mejor posición
para aportar la prueba del hecho y, por otro lado, consecuentemente con lo anterior, hay
que determinar también si dicha parte actúa o no conforme con el principio de buena fe
procesal, lo que implica que, de ser así, le correspondería aportar la prueba si se encuentra
en mejor posición que la otra parte. En efecto, el principio de buena fe procesal exige que
aquél a quien le resulte más fácil la prueba de un hecho lo acredite, aunado además con
de que quien no colabore pueda obtener un claro beneficio por ello, lo que no es aceptable
casos en los que, aunque la parte que tiene la carga de probar un hecho pueda acreditarlo,
a la contraparte le resulta mucho más fácil aportar dicha prueba. En estos casos, el
directamente o a través de presunciones- cargan con la prueba del hecho a quien le resulta
más fácil (inversión legal) y, ii) por otro lado, el juez, cuando el hecho a probar haya
quedado dudoso, pueden invertir la carga de la prueba (inversión judicial), de modo tal
que la falta de prueba perjudique a quien tenía en su mano acreditarlo sin grandes
Ahora, esto de ninguna manera significa que ante cualquier dificultad probatoria de
una parte se pueda desplazar la carga de la prueba a la parte contraria, pues el juez tendrá
que evaluar si a dicha parte le resulta más fácil sin ningún tipo de dudas, pues ante
dificultades parecidas no debiera aplicar reglas distintas a las reglas tradicionales de carga
de la prueba.
estará en una mejor posición para probar unos hechos quien disponga de manera material
o intelectual de los medios probatorios sobre los mismos, esto es, vocación de acceder de
manera física a la fuente de prueba, o vocación cognitiva por ser el único sujeto que los
El criterio de disponibilidad significa que la parte contraria a la que, según las reglas
cuidado o custodia, la prueba necesaria para acreditar los supuestos facticos que
Desde una óptica más amplia, la disponibilidad hace referencia a lo que conocemos
como cercanía, acceso o contacto con el material probatorio, en virtud de la cual, la parte
que goza de este privilegio puede incorporarla al proceso sin mayor dificultad.
prueba, o ii) disponibilidad intelectual, que se origina cuando la parte es la única que
conoce el dato o información que debe incorporarse el proceso (Muñoz Sabate, 2000).
situación de indefensión que se provocaría si la parte que tiene bajo su dominio un medio
de prueba del que no dispone la parte a la que favorece, haciendo gala de una actitud
descrita, el funcionario judicial puede hacer recaer sobre la contraparte las consecuencias
tenía la carga de la prueba aporte medios de prueba distintos a los que están en poder de
la contraparte, siempre que éstos no tengan la suficiente vocación para acreditar, por sí
solos, su pretensión.
82 Carga dinámica como poder probatorio y criterios de aplicación
Dado que el legislador no puede prever todas las posibles situaciones fácticas que
se presenten en el transcurrir de la vida diaria y del devenir social que implica la evolución
de la conducta humana, este criterio viene a suplir esos casos específicos en los cuales el
el sistema normativo colombiano, para que valore y analice cada caso concreto y pueda
exigir la prueba a quien está en una posición inmejorable de aportarla, buscando siempre
proceso deben ser tratados de forma equivalente, es decir, que todas las partes
del proceso, sin que ninguno se encuentre en situación de inferioridad frente a otra, y que,
con ocasión a esta inferioridad, este en desventaja a la hora de probar sus alegaciones y
Frente a la carga dinámica de la prueba, hemos de decir que la parte fuerte de los
extremos procesales es quien aporta la prueba al proceso; en otras palabras, la que tenga
Carga dinámica como poder probatorio y criterios de aplicación 83
que se le obliga a probar que obró con diligencia y cumpliendo su deber como médico.
que ambas partes tiene la misma oportunidad de probar, lo que se refleja en que el
intervención del juez para restablecer la igualdad procesal en el proceso. En efecto, “cierto
es que la susodicha [doctrina de las cargas probatorias dinámicas] nació como un paliativo
para aligerar la ímproba tarea de producir pruebas diabólicas que, en ciertos supuestos,
se hacían caer sin miramientos, sobre las espaldas de algunas de las partes (actor o
distribución de la carga de la prueba (…). Sin embargo, la fuerza de las cosas demostró,
verbigracia, que imponerle al actor víctima de una lesión quirúrgica en el interior del
quirófano, la prueba acabada de lo que había ocurrido y de cómo había ocurrido, resultaba
Entonces, tal como lo dijo la Corte Constitucional, la carga dinámica no ignora las
sino que ante ciertos eventos en que se presente desigualdad entre las partes y que no
un supuesto factico, sino a la parte que goza de mejores condiciones para acreditar aquel
Recordemos que, en el Estado Social de Derecho, los postulados del juez enseñan
que este ha de asumir un papel activo en la realización del derecho a una tutela judicial
efectiva y a la prevalencia del derecho sustancial, esto es, se desplaza la figura de juez
espectador para dar paso a la figura del juez director del proceso, y que trae consigo vastas
potestades a para dirigir el trámite procesal. Y esto se muestra en el poder de que goza el
juez para redistribuir las cargas probatorias entre los extremos procesales.
Así lo ha dicho el Alto Tribunal Constitucional, al indicar que, “una vez alegada y
probada la existencia de un trato desigual para iguales o un trato igual para desiguales, la
proporcionalidad del trato a quien lo otorga. En efecto, un trato diferente sólo se convierte
835, 2000).
Carga dinámica como poder probatorio y criterios de aplicación 85
ajustada a los principios de equidad, solidaridad y buena fe procesal, aunado a los deberes
en el caso concreto y atendiendo las particularidades especiales del mismo. En ese norte,
el juez deberá hacer una ponderación de los criterios de distribución de la carga probatoria,
Ahora, dado que la carga dinámica de la prueba es el reflejo de una potestad del juez
en el caso concreto, su aplicación se convierte en una orden judicial, que goza del respaldo
del Código General del Proceso establece que es un deber del juez “Hacer efectiva la
igualdad de las partes en el proceso”. Asimismo, el articulo 44 numeral tercero indica que,
86 Carga dinámica como poder probatorio y criterios de aplicación
sin perjuicio de la acción disciplinaria a que haya lugar, el juez tiene el siguiente poder
correccional “Sancionar con multas hasta por diez (10) salarios mínimos legales mensuales
vigentes (smlmv) a sus empleados, a los demás empleados públicos y a los particulares
que sin justa causa incumplan las órdenes que les imparta en ejercicio de sus funciones o
demoren su ejecución”.
Lo anterior, trae a colación que las órdenes del juez son para cumplirse, y que, si el
funcionario judicial hace uso de su potestad para distribuir la carga de la prueba y satisface
la carga argumentativa para así decidirlo, las partes no pueden hacer más, sino acatar el
mandato judicial y aportar la prueba que el ordenado tenga bajo su supervisión, cuidado o
vigilancia.
Ahora bien, el doctrinante Ferrer Beltrán sugiere que además de las sanciones que
razonamiento probatorio una vez producidas las pruebas, sino como consecuencia del
De esto, puede aseverarse que, junto con la facultad dispositiva del juez para asignar
derecho, sus dirigentes no son libres de ejercer su voluntad arbitrariamente, tienen límites
y obligaciones con las personas que habitan el Estado. Aunado a esto, y al ser el Estado
sujeto de deberes, tiene uno particularmente importante: debe responder por los daños
actividad administrativa, de definir límites, contextos a dicha actividad y “en ese contexto,
efectiva la limitación del poder público” (Buitrago Quintero, 2018, pág. 21).
al poder político, en la medida que representa una organización política liberal y garantista
ordenamiento jurídico en la libertad de los ciudadanos y las relaciones que desarrollan con
el Estado están protegidas o respaldadas por lo que conocemos como división del poder
Significa esto también, que cuando se trata del término constitución, ello implica la
dos requisitos sine qua non, a saber: a) protección y garantía de derechos de los habitantes
del Estado en las interacciones con el Estado y b) que exista una real división de poderes
públicos, que haya una debida separación y que haya un equilibrio entre ellas, de manera
control judicial, toda vez que el Estado debe responder no solo por la expedición de actos
ilegales y arbitrarios, “sino también por los contratos, hechos, omisiones, operaciones
administrativas, ocupación de inmuebles, otras causas, que pueden generar daños a los
estuvo basada en una responsabilidad directa, cimentada en el artículo 2341 del Código
Civil: El que ha cometido un delito o culpa, que ha inferido daño a otro, es obligado a la
indemnización, sin perjuicio de la pena principal que la ley imponga por la culpa o el delito
cometido”. Bajo este supuesto, la Corte Suprema de Justicia en 1939 dispuso que la
responsabilidad estatal era directa y subjetiva, distinguiendo entre las personas jurídicas
de derecho público y las de derecho privado. Ello ocasionó que el Consejo de Estado
Estado para que el Estado asumiera responsablemente con los daños ocasionados; al
respecto, la Ley 167 de 1941 significó un gran avance en cuanto al compromiso patrimonial
de ella emanan los poderes públicos, que se ejercerán en los términos que esta
Constitución establece”, en la medida que esto presentaba las nociones más significativas
Colombia, en sus vidas, honra y bienes, y asegurar el respeto recíproco de los derechos
responsabilidad del Estado, pues se pasó de un Estado ajeno e impávido a los daños que
causaba a un Estado que respondía con su patrimonio por los perjuicios que se le
atribuyeren. Además, esto allanó el terreno para que, con la Carta Magna de 1991, se le
estatal, al disponer que el Estado responderá patrimonialmente por los daños antijurídicos
que le sean imputables, causados por la acción o la omisión de las autoridades públicas.
Ahora, en menester decir que dicho mandato no establece distinciones en las actuaciones
precontractual o cualquier otro. Tal como lo indica la Corte Constitucional, “la norma
simplemente establece dos requisitos para que opere la responsabilidad, a saber, que haya
un daño antijurídico y que éste sea imputable a una acción u omisión de una autoridad
892, 2001). Ello, por cuanto los títulos y regímenes de responsabilidad patrimonial del
Estado no son igual en todos los casos, y dependiendo de las circunstancias, así ha de
mismo en conjunto con los demás artículos, es hacer efectiva el deber que tienen las
reparar todo perjuicio que cause y que se constituya como una violación a la igualdad de
teniendo una afectación o impacto negativo por las acciones u omisiones que realicen sus
(Arenas Mendoza, 2020). Vital importancia es hacer una breve referencia sobre el daño,
de responsabilidad estatal.
una persona, de una actividad, o de una situación, y aparte de ser el primer elemento de
la responsabilidad, es la razón de ser del mismo (Henao, 1998). De ahí que su inexistencia
torne inútil cualquier debate sobre responsabilidad del Estado, aunque haya una falla del
servicio, en el entendido que si una persona no ha sufrido daño alguno no hay fundamento
legal o motivo alguno para que sea beneficiada con una condena, que terminaría
Al respecto, debe decirse que, durante varios lustros, se manejó la teoría de falla del
servicio para endilgar responsabilidad estatal. Sin embargo, no todos los casos en los que
94 Consideraciones sobre la responsabilidad patrimonial del Estado
se exigía la compensación por daños causados por el Estado –ya fuese por acción u
omisión-, podía ser justificado con ese régimen de responsabilidad, obligando al Consejo
soporte habitual para predicar la responsabilidad del Estado. En ese orden, del Estado se
espera que actué con la suficiente diligencia y cuidado en las actividades que desarrolla
para cumplir su misión y sus fines, por lo que, en el evento de causar un daño, deberá
resarcirlo, siempre que se pruebe que no actuó con cautela o precaución. Tal como lo
los medios de que está provisto, en orden a cumplir el cometido constitucional en el caso
Como nos explica Armenta Ariza (2009), para que exista este titulo se requiere: “i)
Una falta o falla del servicio de la administración, por omisión, retardo, irregularidad,
ineficiencia o ausencia del servicio, ii) Un daño, que implica la lesión o perturbación de un
bien protegido por el derecho administrativo, con las características de éste, es decir, que
causalidad entre la falta o la falla de la administración y el daño, sin la cual aun demostrada
manera contraria a la disciplina administrativa, y que esa actuación fue contraria a la ley,
entidades públicas, cuando se aleja del buen servicio, bajo el supuesto de que al Estado
se le reclama la utilización adecuada de todos los medios que tiene disponibles, para
cumplir los fines impuestos por la Constitución en cada caso concreto; si el daño se
Por otro lado, como lo indica el Consejo de Estado “Ahora bien, la falla del servicio o
la falta en la prestación del mismo se configura por retardo, por irregularidad, por
por su parte, se configura cuando se presta el servicio en forma diferente a como debe
2012)
producto de ello, se produjo un hecho dañino. En otras palabras, “la falla del servicio surge
diagnóstico que adelanta el juez en relación con las falencias en las cuales incurrió la
2018)
Consideraciones sobre la responsabilidad patrimonial del Estado 97
de las cargas probatorias se hizo palpable por primera vez en los procesos de
sufrido por el interesado, ii) la falla del servicio propiamente dicha, que consiste en el
hizo de manera tardía o equivocada, y finalmente, iii) una relación de causalidad entre
responsabilidad del Estado bajo el título de falla del servicio, en el que se exigía a la parte
demandante allegar la prueba de la falla del servicio, so pena de que la sentencia le fuere
medio, no de resultado, y que la sola existencia del daño no hace presumir la falla del
Más tarde, el Alto Tribunal cambio su postura, para recalcar que en los casos en que
se discutiera la prestación del servicio médico, debían ser juzgados bajo una presunción
procedimientos médicos debía ser aportada por la entidad demandada. El Tribunal arribó
por poseer el conocimiento de la situación y ser quien ejecutó la conducta, y por ello, estar
especializados propios de esa ciencia. En esa línea, aunque sea la parte demandante de
quien se exige en primer lugar la acreditación de los elementos de la falla del servicio, en
estos casos en los que está inmerso términos especializados, ese requerimiento puede
aportar la prueba, dada las particularidades especiales de caso, pues de ella se presume
una mayor facilidad de aportarla, mientras que para la parte demandante, esa exigencia
2006).
exclusivamente por personal médico, sin posibilidad de que el paciente o sus familiares
Consideraciones sobre la responsabilidad patrimonial del Estado 99
puedan enterarse de lo que sucede tras la puerta o tras el escritorio en que se trascribe la
Sin embargo, se insiste, es el juez en cada caso concreto, quien debe establecer
cuál de las partes que intervienen en el proceso está en mejores condiciones de probar la
falla o su ausencia, en la medida que no todas las querellas sobre la prestación del servicio
2022).
Sin embargo, el Consejo de Estado se permite volver a la tesis inicial, esto es, falla
probada del servicio, y, por tanto, la acreditación de los elementos estructurales de la falla
sin perjuicio de que para la demostración de la imputación las partes puedan valerse de
todos los medios de prueba legalmente aceptados, incluida la prueba indiciaria. En ese
sentido, cuando resulte imposible esperar certeza o exactitud del nexo etiológico, ya sea
o por la insuficiencia de material probatorio que compruebe el nexo, el juez puede tenerla
por configurada cuando los elementos de juicio suministrados conduzcan a “un grado
No obstante, aunque no pueda ser tomado como una carga probatoria, el Consejo
historia clínica de sus pacientes a los procesos judiciales en los cuales se cuestione la
100 Consideraciones sobre la responsabilidad patrimonial del Estado
la buena praxis de las intervenciones efectuadas, so pena de que dicha conducta puede
sentencia.
haya incidido en una falla del servicio para que se vea implicada su responsabilidad
patrimonial. Basta con que el actor pruebe el hecho provocador del daño y el nexo causal,
siendo imperante para el Estado demostrar una causa externa para obtener una
Este régimen tiene su fundamento en el principio del derecho público que expresa la
igualdad de los ciudadanos ante las cargas públicas, y en virtud del cual, un ciudadano
debe soportar la misma carga que los demás y por ello no puede reclamar nada al Estado,
pero cuando esa igualdad se rompe, cuando ese equilibrio se deshace y sobre el
ciudadano se impone una carga anormal y excepcional que no soportan los demás
ciudadanos, dicha carga se erige como un daño especial, y debe el Estado entrar a
las cargas públicas, la equidad y la solidaridad son sus fundamentos, como materialización
del reequilibrio ante una ruptura de la igualdad frente a las cargas públicas, fruto del
perjuicio especial y anormal que debe soportar un administrado” (Consejo de Estado Rad
32912, 2015). Entonces, en el caso concreto, debe examinarse si el daño infringido puede
aquella que soportan todos y cada uno de los ciudadanos, que es ordinaria a la vida en
sociedad.
En ese orden, los elementos del daño especial son i) que dicho daño sea causado
por una actividad legitima del Estado ii) el daño es superior a las cargas públicas que el
Ahora, este régimen goza de una valoración particular y especial, pues se parte de
causa por el ejercicio de una actuación legitima de aquel, que ha obrado con sujeción al
ordenamiento jurídico. Por ello, el daño antijurídico se atribuye al Estado en virtud del
principio de solidaridad, eso que rompe el equilibrio de las cargas públicas en cumplimiento
de una tarea amparada y protegida por la ley (Consejo de Estado Rad 33976, 2007). En
un sacrificio anormal y no corriente por una acción licita del Estado y que lo ubica en una
102 Consideraciones sobre la responsabilidad patrimonial del Estado
posición manifiestamente desigual con los demás ciudadanos, dicha situación merece ser
compensada.
al ejecutar una actividad cuya realización lleva consigo el riesgo de causar algún tipo de
esa actividad.
1991, que el régimen aplicable en caso de daño causado mediante actividades o cosas
que exponen a los administrados a un riesgo grave y anormal, sigue siendo de carácter
objetivo. En efecto, basta la realización del riesgo creado por la administración para que el
daño resulte imputable a ella. Es ésta la razón por la cual la Corporación ha seguido
Este régimen, además, lleva implícito actividades de cumplimiento de los fines del
servicios públicos y los riesgos que su ejecución acarrea, los daños causados por actos
violentos perpetrados por agentes no estatales, hacen parte de este título de imputación.
De no responder por ello, acarrearía una carga que vulnera el principio de igualdad frente
En este título de imputación no es necesario que sea el Estado quien cause el daño
al particular, pues por su carácter objetivo, se obliga a respaldar la reparación del daño por
crear la situación de riesgo que llevo a la generación de las consecuencias negativas para
el particular. En otras palabras, lo que resulta como fundamento de imputación, esto es, el
riesgo creado por la administración, debe ser cierto, lícito y de naturaleza excepcional, es
decir, caracterizado por exceder las cargas públicas en relación con el provecho o utilidad
Para el desarrollo del este acápite, es pertinente plantear que es una demanda
que tienen su origen en actos, contratos, hechos, omisiones y operaciones, que están
sujetos al derecho administrativo, y en los que se ven involucradas las entidades públicas
o las personas particulares que ejerzan función administrativa (Ley 1437, 2011).
Estado se refieren a las acciones u omisiones que realicen sus agentes, sean licitas o
ilícitas, y que no están cobijadas por un vínculo contractual o que no hayan sido producto
Ahora, tal como se ha hecho mención a lo largo de estas líneas, la carga dinámica
del Estado por fallas del servicio médico, lo cual no implica que, ya siendo no una teoría
de desarrollo jurisprudencial sino una norma recogida en el Código General del Proceso,
no pueda aplicarse en todo aquel proceso que cumpla con los postulados previstos en la
No obstante, su aplicación ha sido más bien escasa. Debe considerarse además que
el Código General del Proceso es una norma relativamente reciente, lo que implica que en
providencias en las que se haya hecho aplicación de la carga dinámica de la prueba. Amén
(amén de que la relatoría de este distrito fue creado recientemente, esto es, en julio de
anteriores).
Esto, nos lleva a pensar que la carga dinámica de la prueba al no ser aplicada de
manera frecuente, sino solo en pocos casos, se convierte en una norma de aplicación
no existe una línea jurisprudencial que haya decantado o discutido a profundidad los
eventos en los cuales se da aplicación a lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 167
del Código General del Proceso y las consideraciones jurídicas que debe hacer el juez
para ello.
106 Consideraciones sobre la responsabilidad patrimonial del Estado
periodo de tiempo relativamente corto para que el tema se haya puesto a prueba
La rareza de encontrar casos en los que se haya hecho uso de esta norma responde
también al ejercicio constante de la gestión que realizan las partes para obtener las
pruebas y presentarlas al proceso. Tal es el caso del numeral 10 del artículo 78 del Código
General del Proceso, el cual indica que las partes deben abstenerse de solicitarle al juez
la consecución de documentos que directamente o por medio del ejercicio del derecho de
petición hubiere podido conseguir, en concordancia con el inciso segundo del artículo 173
ibídem, que señala el juez se abstendrá de ordenar la práctica de las pruebas que,
directamente o por medio de derecho de petición, hubiera podido conseguir la parte que
las solicite, excepto cuando la petición no hubiese sido atendida, lo que deberá acreditarse
sumariamente.
a hacer uso de la carga dinámica de la prueba, debe considerar todas las aristas del caso,
en aras de que una actitud pasiva de la parte y perezosa para la gestión para la obtención
era y sigue siendo la regla general para el decreto de pruebas, imponiendo en cada parte
Consideraciones sobre la responsabilidad patrimonial del Estado 107
la carga de acredita sus afirmaciones y los supuestos facticos, so pena de obtener una
existencia de los supuestos que contempla la norma y que así lo permite, y con base en
Nótese que la excepción viene de la mano de que en el caso concreto no haya sido
suficiente la carga clásica de la prueba para probar los hechos objeto de debate, pues es
ahí y solo ahí, cuando se abre la posibilidad de que el juez distribuya dinámicamente la
tarea de aportar la prueba. Esto significa que, no son todos los casos, puesto que la carga
de la prueba es la que prima sobre las decisiones que en materia probatoria deben darse
en el proceso.
6. Conclusiones
Sea lo primero decir que, en el sistema normativo colombiano, desde la vigencia del
Código de Procedimiento Civil y ahora con el Código General del Proceso, ha tenido
de las partes de probar el supuesto de hecho consagrada en la norma cuyo efecto jurídico
se pretende.
Esto implica que cada parte debe dirigir su gestión a acreditar o respaldar
que el juez, en la sentencia, dicte una decisión que vaya en contravía a sus intereses. Es
decir, la carga de la prueba es el eje que indica la forma en que se allegarán las pruebas,
Sin embargo, a principios de los años 90S al interior del Consejo de Estado, se
empezó a generar debates alrededor de aquellos casos con características especiales que
no estaban contemplados en la ley vigente, y para los que la carga de la prueba se tornó
Consideraciones sobre la responsabilidad patrimonial del Estado 109
claramente en insuficiente (Consejo de Estado (5902), 1990). Quiere decir ello, que se hizo
evidente que, en algunas oportunidades, la parte que debía probar un hecho estaba en
producir la prueba.
cuya existencia fue un reflejo de la crisis por la que atravesó la carga clásica, en la medida
que, en casos puntuales, se tornó inadecuado acudir solo a esta última. Se planteó como
del caso, podía distribuir las cargas probatorias, es decir, asignar en cabeza de un extremo
procesal la tarea de traer al proceso una prueba, misma probanza que bajo la óptica de la
Es importante dejar sentado, que esto no significa que se cambien las pautas
general sigue siendo que cada parte asume el compromiso de probar sus alegaciones. No
obstante, en algunos casos en los que no puede cumplirse lo anterior, se hace necesario
produzca una sentencia en derecho, pero que no cumpla con su cometido de justicia
pruebas, una excepción a la regla en los procesos que conllevan situaciones difíciles en
110 Consideraciones sobre la responsabilidad patrimonial del Estado
los cuales no basta con desarrollar aquella, y se hace imperativo hacer uso de nuevas
sólidamente por qué en ese caso se requiere acudir a esta nueva posibilidad probatoria.
concepción del juez, quien ya no es un convidado de piedra dentro del proceso, sino que
asume una posición activa dentro del mismo. Con el objeto de garantizar que se satisfagan
los postulados de igualdad, tutela judicial efectiva y justicia, y se respeten los derechos de
consideración. Por ello, cuando el fallador judicial note que una de las partes está en
desventaja frente a la otra a la hora de asumir la carga de la prueba, puede distribuir esa
carga, bajo unos criterios puntuales, y que no dan cabida al arbitrio o capricho judicial
el juez puede acudir cuando de las características del caso, se desprenda que la carga de
necesite.
Consideraciones sobre la responsabilidad patrimonial del Estado 111
En ese sentido, en cuanto al criterio objetivo, se plantea que el juez puede asignar la
prueba o a quien se le hace más fácil aportarla (Nieva, 2015) (Fernandez Lopez, 2012).
primar la igualdad entre las partes, lo que significa que cuando se presenta un desequilibrio
Estado, es claro entonces que existen criterios o razonamientos objetivos y jurídicos que
le permiten al juez hacer uso de la carga dinámica de la prueba en los procesos judiciales
de responsabilidad extracontractual del Estado, cuando del análisis de los hechos y las
circunstancias que rodean el caso, advierta que hay un desequilibrio entre las partes -sin
mencionar ni ahondar en el hecho de que una de ellas es el Estado-, o que como se dijo
líneas atrás, una de ellas goce de mejor posición para aportar la prueba o la tenga en su
dominio. En otras palabras, el juez tiene reales instrumentos procesales para distribuir
desobedecimiento a su orden.
excepcional, y debe hacerse uso de ella en los casos donde el juez detecte un desequilibrio
probatorio y observa que una de las partes está en mejor posición para aportar la prueba.
Según la norma establecida en el Código General del Proceso, se considera que la parte
112 Consideraciones sobre la responsabilidad patrimonial del Estado
está en mejor posición para probar ya sea por su cercanía con el material probatorio, por
tener en su poder el objeto de prueba, por circunstancias técnicas especiales, por haber
intervenido directamente en los hechos que dieron lugar al litigio, o por estado de
circunstancias similares.
Debido a los casos en los que se ha dado aplicación a esta norma son tan escasos,
se plantea como un instrumento especialísimo, lo que viene a respaldar que la tesis que
encarga de aportar las pruebas que acreditan sus alegaciones, sea en la demanda o en la
para los casos especiales en los que aquella se concibe insuficiente. Y son esos casos, en
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