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De los
TESTAMENTOS ESPECIALES
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ALUMNO:
Luis Ángel Navarrete Galicia
TESTAMENTO PRIVADO
La doctrina define este tipo de testamento como, el que se otorga ante testigos idóneos sin
intervención del Notario, pudiéndose extender en papel común o sellado.
En este caso, el requisito indispensable es que la persona se encuentre imposibilitada de
realizar un testamento ológrafo.
La diferencia que existe entre el testamento público y privado, consiste en que el primero
se otorga ante notario y en papel con el timbre correspondiente, y el segundo, sin la
concurrencia de estos requisitos, y que el otorgamiento de estos se permite solo por
excepción; de donde se infiere, que no es lícito cuando el testador no se encuentra en las
circunstancias especiales previstas por la ley, y que si se otorga fuera de ellas carece de
toda eficacia.
La razón es perfectamente clara y perceptible: esos testamentos están más expuestos que
ningún otro a la falsificación, por no intervenir en ellos un funcionario público, y tienen
además la desventaja de la publicidad de las disposiciones y la inestabilidad de la prueba
por la muerte de alguno de los testigos.
Por tal motivo, la legislación civil de nuestro Estado establece que solo es permitido en los
casos siguientes;
I.- Cuando el testador es atacado de una enfermedad tan violenta y grave que no
dé tiempo para que concurra notario a hacer el testamento;
II.- Cuando no haya notario en la población, o juez que actúe por receptoría;
III.- Cuando, aunque haya notario o juez en la población sea imposible o por lo menos
muy difícil, que concurran al otorgamiento del testamento;
IV.- Cuando los militares o asimilados del ejército entren en campaña o se encuentren
prisioneros de guerra.
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Este testamento surtirá efecto únicamente cuando el testador fallezca de la enfermedad grave que
lo aquejaba, por la situación de peligro en que se encontraba, o bien dentro del mes de desaparecida
la causa que autorizó el testamento privado.
Los testigos deberán dar aviso al juez competente sobre la muerte del testador y su última voluntad,
siendo escuchados y declarando:
Si los testigos hacen todo lo anterior y se comprueban todas estas circunstancias, es decir, que son
idóneos, el juez declarará que su dicho es el testamento formal del de cujus succesione agitur
(aquel de cuya sucesión se trata).
Si alguno de los testigos muere o se encuentra ausente, se hará la declaración con los restantes,
siempre que no sean menos de tres.
En caso de que se conozca el lugar donde se encuentra el testigo ausente, se le tomará su
declaración por exhorto.
TESTAMENTOS PRIVADOS.
El artículo 1565 del Código Civil del Distrito Federal, permite el testamento privado entre otros
casos, cuando el testador es atacado de una enfermedad tan violenta y grave que no da tiempo a
que concurra un notario; el artículo 1571 del mismo código, dispone que el testamento privado sólo
surtirá efectos si el testador fallece de la enfermedad o en el peligro en que se hallaba, o dentro de
un mes de desaparecida la causa que lo autorizó, y el artículo 1569 del propio ordenamiento,
establece que en los casos de suma gravedad bastarán tres testigos idóneos. Ahora bien, si según
certificado del médico de cabecera del testador, ésta padecía una enfermedad grave que podía
causarle la muerte de un momento a otro, y el propio testador falleció antes de que transcurriera
un mes después de otorgado el testamento privado ante cinco testigos, idóneos, víctima de la
misma enfermedad, esta circunstancia debió ser tenida en cuenta para considerar no probada la
nulidad del testamento; sin que obste que en la ciudad de México existan numerosos notarios y
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fáciles medios de comunicación para solicitar la intervención de alguno de ellos, porque a pesar de
esto, el Código Civil autoriza el testamento privado cuando concurren las condiciones que el mismo
prevé. Tampoco puede estimarse erróneo el argumento relativo a que la apreciación de la gravedad
en que se encuentra el testador, es enteramente subjetiva, pues es evidente que cuando el
enfermo, movido por el ansia de la proximidad de su muerte, se apresure a formalizar su última
voluntad en testamento privado, no obstan las opiniones que puedan dar los facultativos sobre el
proceso que siguen teóricamente las enfermedades, cuando como en el caso, la que sufrió el
testador fue precisamente la que lo llevó a la muerte y dentro del plazo que señala el citado artículo
1571 para que surta efectos el testamento privado.
Amparo civil directo 5906/44. Monroy viuda de Guerrero Refugio, sucesión de. 1o. de marzo de 1945.
Unanimidad de cinco votos. Ponente: Agustín Mercado Alarcón.
Tribunales Colegiados de Circuito Tomo II, Agosto de 1995 Pag. 655 Tesis Aislada(Civil)
No basta que los testigos que exige el artículo 2822 del Código Civil del Estado convengan en la
existencia de la enfermedad que días después trajo consigo el deceso del otorgante, para declarar
la legalidad de testamento privado, si de sus propios atestos se advierte que en el lapso de tiempo
que transcurrió entre su otorgamiento y la muerte del de cujus, pudo y tuvo tiempo suficiente para
ocurrir ante la presencia de un notario público a celebrar testamento público abierto o que éste
concurriera a su domicilio o lugar en que entonces se encontraba, atento a lo previsto en el artículo
24 de la Ley del Notariado de esta entidad federativa; amén de que tampoco será válido si se
evidencia que estuvo en condiciones de escribirlo de puño y letra, como se requiere en el
testamento ológrafo.
TESTAMENTO MILITAR
Este testamento se otorga cuando el militar o asimilado del ejército entra en acción de guerra o se
encuentra herido en el campo de batalla.
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para las ultimas disposiciones, aunque por razones inadecuadas y que descansan en ideas o
en principios erróneos.
En efecto; según los preceptos del derecho Romano, los militares gozaban del privilegio de
otorgar sustentamiento en una forma especial, en consideración a su excesiva impericia y en
remuneración de sus trabajos y de los peligros a que se exponían por la defensa y conservación
de la república.
Nuestra legislación se fundó en las mimas consideraciones que la Romana, y tal es el motivo
que nos dice el art. 1475 que será suficiente con que manifieste su última voluntad ante dos
testigos, o que entregué a éstos el testamento cerrado firmado de su puño y letra.
Lo mismo aplica en el caso de los prisioneros de guerra. Si el testamento hubiere sido otorgado
de palabra, los testigos instruirán de él desde luego al jefe de la corporación, quien dará
parte en el acto a la Secretaría de la Defensa Nacional y ésta a la autoridad judicial
competente.
Si el testamento es cerrado, deben firmar los testigos la cubierta con el testador, si éste
pudiera, y luego, que éste muera, deberá ser entregado de la misma manera que el de
palabra.
TESTAMENTO MARÍTIMO
Otro de los testamentos privilegiados que no está sujeto a las solemnidades ordinarias, es
el otorgado en el mar durante un viaje, por lo cual se le designa con el nombre de
testamento marítimo.
Pero para que se pueda hacer uso de tal privilegio, es necesaria la concurrencia de dos
requisitos, que al testador se encuentre en alta mar, esto es, haciendo un viaje o travesía
y, a bordo de un navío de la marina nacional o mercante, pues los artículos 1479 y 1480,
declara, que lo que se encuentre en alta mar o a bordo de navíos de la Marina Nacional,
sea de guerra o mercante, puede también testar sujetándose a las prescripciones
siguientes;
I.- El testamento marítimo será escrito a presencia de dos testigos y del capitán del navío;
y será leído, datado y firmado, pero en todo caso deberán firmar el capitán y los dos
testigos.
II.- Si el capitán hiciere su testamento, desempeñará sus veces el que deba sucederle en
el mando.
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III.- El testamento marítimo se hará por duplicado, y se conservará entre los papeles más
importantes de la embarcación y de él se hará mención en su diario.
IV.- Si el buque arribare a un puerto en que haya agente diplomático, cónsul o vicecónsul
mexicanos, el capitán depositará en su poder uno de los ejemplares del testamento,
fechado y sellado, con una copia de la nota que debe constar en el diario de la embarcación.
V.- Arribando ésta a territorio mexicano, se entregará el otro ejemplar o ambos, si no se
dejó alguno en otra parte, a la autoridad marítima del lugar, en la forma señalada en el
artículo anterior.
VI.- En cualquiera de los casos mencionados en los dos artículos precedentes, el capitán
de la embarcación exigirá recibo de la entrega y los citará por nota en el diario.
VII.- Los agentes diplomáticos, cónsules o las autoridades marítimas levantarán, luego que
reciban los ejemplares referidos, un acta de la entrega, y la remitirán con los citados
ejemplares, a la posible brevedad, al Ministerio de Relaciones Exteriores, el cual hará
publicar en los periódicos la noticia de la muerte del testador, para que los interesados
promuevan la apertura del testamento.
VIII.- El testamento marítimo solamente producirá efectos legales falleciendo el testador
en el mar o dentro de un mes contado desde su desembarque en algún lugar donde,
conforme a la ley mexicana o la extranjera, haya podido ratificar u otorgar de nuevo su
última disposición.
Refiriéndose a esta importante materia, dice la exposición de motivos; “aunque este punto
pertenece propiamente al derecho internacional que decide que leyes deben observarse
por el testador en cuanto a las solemnidades internas y cuales en cuanto a las externas; se
creyó conveniente sin embargo dar algunas reglas, con el fin principal de asegurar la
autenticidad y validez de unos actos para cuyo otorgamiento suelen encontrar los
mexicanos graves dificultades, en razón de la muy poca ninguna protección que se les
dispensa”.
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No creemos que esta sea la razón que pueda justificar las reglas que sanciona el código
civil, sino que a todas legislaciones modernas las establecen, a fin de facilitar a los
nacionales que residen en el extranjero el otorgamiento de sus últimas disposiciones; pues
conocedores los cónsules del idioma y de la legislación de su país, pueden simplificar y
otorgar los testamentos con total arreglo a ella.
Por lo demás, fácilmente se comprenderá que, con protección, o sin ella, no pueden
tropezar los mexicanos residentes en el extranjero con graves dificultades para dictar sus
ultimas disposiciones; pues ocurriendo a los funcionarios autorizados por la ley local para
intervenir en esa especie de estos, pueden disponer libremente de sus bienes, con arreglo
a las disposiciones de nuestras leyes, aunque conformándose con las vigentes en el lugar
del otorgamiento, en cuanto a las solemnidades externas del acto.
PRESUNTO HEREDERO Y ALBACEA. SI PROMUEVE JUICIO DE AMPARO CON ESE CARÁCTER, CON
BASE EN UN TESTAMENTOEXTRANJERO QUE AÚN NO HA SIDO LEGALIZADO EN EL PAÍS, AQUÉL
RESULTA IMPROCEDENTE AL CARECER DE LEGITIMACIÓN (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE JALISCO).
Conforme al artículo 24 del Código de Procedimientos Civiles del Estado, para que los
herederos o legatarios puedan ejercer las acciones, defensas y recursos que correspondan
a la masa de la herencia y, por consiguiente, tengan un interés legítimamente reconocido
en la ley, deben llevar a cabo esas acciones cuando no estén en funciones los representantes
de la sucesión o cuando, aunque exista su designación formal se nieguen a cumplir su
función, o descuiden su desempeño. Por lo que, si el promovente del juicio de amparo,
exhibe junto con su demanda respectiva un testamento hecho en país extranjero, en el que
se le designó como albacea y sucesor, con el que pretende acreditar su legitimación, resulta
ineficaz, en razón de que tal documento no lo legitima para incoar la acción constitucional,
puesto que, por sí solo, es insuficiente para reconocer el carácter de albacea o sucesor de
la sucesión que pretende representar, pues ninguna autoridad judicial le ha reconocido ese
carácter, por lo que sólo puede considerarse como presunto heredero y albacea, lo que es
insuficiente para ejercer la acción constitucional en defensa de los bienes que conforman la
masa hereditaria de la sucesión, ya que como presunto heredero no es todavía titular de un
derecho jurídicamente tutelado; máxime que, al tratarse de un testamento otorgado en
el extranjero, éste debe ser legalizado conforme a lo previsto por los artículos 2906 y 2907
del Código Civil del Estado. De ahí que, si se promueve el juicio de amparo con el carácter
de presunto heredero y albacea, con base en un testamento extranjero que aún no ha sido
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legalizado en el país, aquél resulta improcedente y debe sobreseerse por falta de
legitimación, con fundamento en el artículo 4o., en relación con el 73, fracción XVIII, de la
Ley de Amparo abrogada.
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BIBLIOGRAFIA:
DE PINA VARA, Rafael. Introducción al Derecho Civil Mexicano. 23ª ed. México, Porrúa:
1992.
Código Civil para el Estado de Colima. H. Congreso Local del Estado de Colima. Arts.
1461-1474,
http://congresocol.gob.mx/web/Sistema/uploads/LegislacionEstatal/Codigos/codigo_c
ivil_10sept2016.pdf
Código Civil Federal. Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión. Estados Unidos
Mexicanos. 26 de mayo, 14 de julio, 3 y 31 de agosto de 1928. Modificado el 28 de enero
de 2010.
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