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El cotejo de letras y firmas © IMF Smart

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Índice
El cotejo de letras y firmas 3
I. Introducción 3
II. Objetivos 4
III. ¿Qué es la pericia caligráfica? 4
IV. Origen de la escritura como método de identificación 7
V. Bases neurológicas y psicomotrices de la escritura 9
VI. Leyes de la escritura y de las firmas 13
6.1. Movimientos del sujeto 15
6.2. Identificación de grafismos 16
6.3. Ejecución de los procesos de los grafismos 18
VII. Importancia de la firma para admitir la voluntad del autorizante 22
VIII. Dolencias neurológicas y perturbaciones gráficas en la escritura 26
IX. Consideración especial sobre las enfermedades neurológicas y la firma 30
X. Cotejo de letras y firmas 32
XI. Resumen 34
XII. Caso práctico 34
Se pide 34
Solución 35
Recursos 36
Bibliografía 36
Glosario. 37

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El cotejo de letras y firmas

I. Introducción

Esta unidad didáctica comienza por la definición de documentología y, como se verá, sus
antecedentes, que solo se ceñían al cotejo de letras y firmas. Hoy en día la situación es muy
distinta, dado que tiene un alcance mucho mayor y abarca el estudio de la totalidad del
documento. La documentología sigue siendo una importante técnica de identificación admitida por
los tribunales de justicia de muchos países, si bien es importante conocer y saber aplicar —con
cientificidad y adecuado juicio—, cuáles son las limitaciones que impone esta técnica.

Definiciones
Lo primero será ahondar en cuestiones puramente propedéuticas relativas a la documentología,
definiendo términos, conociendo antecedentes, estableciendo sus diferencias con la grafopsicología,
delimitando su campo de estudio y definiendo claramente el alcance de los conocimientos.

Razón de fiabilidad de escritura y firmas


Por un lado, es importante comprender la razón del por qué las escrituras y las firmas se siguen usando
aún como métodos modernos de identificación con independencia de otras técnicas biométricas de
mayor fiabilidad como son el ADN, la lofoscopia, etc. Para conocer el motivo, será necesario
profundizar en las leyes de las escrituras, las responsables de la validez de los métodos de
identificación, delimitando la importancia neurológica y psicomotriz en el complejo proceso de
manifestación de la escritura.

Ejecución de firma
La ejecución de la firma en un documento exige activar neurológicamente un complejo proceso
intelectivo por el escribiente, momento en el que se darán las órdenes oportunas a los músculos para la
correcta realización de los grafismos, alternándose manifestaciones conscientes con otras inconscientes.
Salvo en los casos de mano guiada, hoy en día no se concibe que la escritura y la voluntad sean
independientes, por eso las firmas y los manuscritos se siguen utilizando como métodos válidos de
identificación con una importancia probatoria respecto a la efectiva voluntad de los escribientes de los
pactos documentales.

Perturbaciones gráficas

Por otro lado, es importante conocer cuáles son las perturbaciones gráficas que aparecen en los
manuscritos y en las firmas por las dolencias orgánicas, neurológicas, psicológicas y funcionales que
puedan padecer los escribientes, con el objetivo de no confundirlas con los signos primarios que suelen
acompañar a las falsedades de las firmas y los manuscritos.

Modelo de análisis

Por último, se repasarán los modelos de análisis, profundizando en cada uno de los indicadores de los
métodos modernos actualmente utilizados para realizar los cotejos de letras y firmas, e indagando en las
limitaciones de los métodos antecedentes.

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II. Objetivos

Establecer el objeto de estudio de la documentología.


Identificar las bases científicas de la documentología.
Definir las limitaciones de la documentología.

III. ¿Qué es la pericia caligráfica?


Origen

El origen de la peritación caligráfica se sitúa en Francia, con l’expertise de l’écriture. Inicialmente, el


objetivo de esta disciplina era determinar la autenticidad o falsedad de un documento a partir del estudio
de los grafismos, cotejando los textos manuscritos y las firmas con otros especímenes auténticos,
respecto a los cuales no hubiera duda alguna de que pertenecían a su autor. Se determinaba la
originalidad o la falsedad de estos documentos en función de las similitudes o las diferencias.

Figura 1. Firma de una mujer de 30 años sin patologías evidenciables.


Fuente: elaboración propia.

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Desarrollo

Con el paso del tiempo, su objeto de estudio se ha ido ampliando hasta abarcar otras áreas de
especialización como el estudio de las alteraciones, las prelaciones de las fechas, la discriminación de
tintas, la comparación de papeles, los entrecruzamientos, etc. Estas nuevas atribuciones necesitaron el
auxilio de otros procedimientos analíticos y técnicas instrumentales de mayor complejidad.

Figura 2. Laboratorio de análisis forense de documentos del Instituto Canario de Análisis


Criminológico.
Fuente: elaboración propia.

Actualidad

Por eso, actualmente el perito calígrafo se considera un técnico experto en el estudio de la autenticidad
o falsedad del documento cuestionado y su observación abarca todos los elementos que afectan a la
globalidad del documento (manuscritos, firmas, papeles, sistemas de impresión, tintas, elementos
escritores, etc.). Sería algo parecido a un pequeño enciclopedista al que se le exige saber un poco de
muchas cosas para poder hablar con criterio científico de una sola cosa (el documento) (Marín y de
León, 2015).

Las pesquisas de los expertos en el análisis forense de los documentos abarcan temas tan dispares como
la originalidad o falsedad de los grafismos, la existencia de alteraciones, la identificación y comparación de
los sistemas de impresión, el estudio de las fibras de papel, la discriminación o identificación de las tintas,
determinar la antigüedad de un documento, identificar los útiles empleados para la elaboración de las
escrituras, etc.

De ahí que la documentoscopia y la pericia caligráfica, o el análisis forense de un documento (término


mucho más idóneo e integrador), se consideren una especialidad consagrada de la criminalística. Esta
especialidad se caracteriza por querer determinar, en última instancia y mediante la aplicación de un
método científico reglado, unas normas estandarizadas y unos protocolos preestablecidos, la
autenticidad o falsedad de un documento.

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Si se ahonda un poco en los documentos antiguos, se puede observar que siempre ha quedado plena
constancia de que la antigüedad de las falsificaciones se remonta al origen de la humanidad misma; por
eso los legisladores nunca han omitido en sus textos legales la figura del perito experto en documentos
para determinar su autenticidad o falsedad.

Quizá la asociación más antigua de expertos para el análisis de las escrituras se pueda encontrar en
Francia, en el año 1569, auspiciada por el rey Carlos IX bajo el nombre de “Comunidad de escribanos
expertos en verificaciones”. No obstante, fue medio siglo después (en 1609) cuando se publicó el
primer libro de grafística, de François Demelle, titulado Aviso para juzgar las inscripciones falsas.

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Con posterioridad, y en el ámbito de la grafología, comenzaron a ver la luz otras publicaciones que,
aunque bastante alejadas del verdadero objetivo de la grafística y de la documentoscopia, ayudaron
mucho al avance científico de esta rama del conocimiento, sentando las bases científicas sobre los
fundamentos para la identificación de las firmas y de los textos manuscritos, y dejaron además
constancia escrita de los métodos grafonómicos para la clasificación de los grafismos (Camilo Balso,
1622).

Figura 3. Fotografía de la segunda edición ampliada de la obra original de Osborn Questioned


documents (1929), adquirida por J. Clark Sellers.
Fuente: Salvador Martínez Cañavate.

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Sin embargo, los antecedentes de las técnicas modernas para determinar la existencia de alteraciones y
poder comparar los sustratos físicos del documento (papeles, tintas, sistemas de impresión, útiles
escriturales, dactilotipos, marcas de agua, etc.), deben buscarse en los estudios de paleografía y
diplomática.

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Estas últimas atribuciones se han implementado muy lentamente en los protocolos forenses para el
estudio del documento debido a la poca resonancia que tuvieron entre los expertos los avances de la
ciencia, tanto en el ámbito práctico como en el académico, vividos a partir del siglo XIX (en química,
física, ingeniería, tecnología de la información, matemáticas, etc.).

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El retraso en aprovechar el uso de la tecnología para resolver los múltiples problemas que pueden
plantearse en el estudio forense de un documento puede deberse a la inexistencia de trasfondo científico
para comprender la verdadera naturaleza de este tipo de instrumentaciones analíticas, acorde al avance
de los conocimientos científicos (Brunelle y Crawford, 2002), de modo que solo prosperaban los
métodos que se dedicaban al estudio de los cotejos de firmas y letras.

IV. Origen de la escritura como método de identificación


Nacimiento de escritura
La escritura nace debido a la imperante necesidad del ser humano de comunicarse y dejar constancia de
sus logros e invenciones a lo largo de la historia. El alfabeto es la herramienta que permitió al ser humano
comunicarse y enseñar a las futuras generaciones sus logros y éxitos, y la culminación de este proceso
se produjo con la ordenación de las sílabas y la asimilación gráfica.

Identificación

Sin embargo, para que la escritura pudiera utilizarse como método de identificación, hubo que esperar al
desarrollo de la imprenta (1440), ya que es a partir de ese momento cuando aquella dejó de ser un
privilegio de determinadas minorías (conventos, iglesias, etc.) y pudo extenderse a las poblaciones.

Aunque en principio los manuscritos estaban muy marcados respecto a estilos caligráficos casi
puros, con el paso del tiempo y la extensión de su uso en la vida cotidiana, en el tráfico comercial y
jurídico, los textos manuscritos se fueron alejando poco a poco de los modelos impuestos por la
imprenta y se fueron personalizando según los estilos y las personalidades de las gentes y de los
pueblos.

Figura 4. Alfabeto arcaico de la escritura latina (Petrucci).


Fuente: Romero Tallafigo, M.

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Grafística y documentoscopia

Los antecedentes más remotos respecto a los métodos usados en el ámbito de la grafística y de la
documentoscopia se pueden encontrar, por un lado, en la enseñanza de la filosofía y de las letras; por
otro, de la paleografía y de la diplomática; y, por último, aunque bastante más alejada del ámbito
universitario, en la misma grafología.

Figura 5. Fotografía de un documento del siglo XVI en el que se entremezcla letra gótica con letra
procesada de forma manual que tuvo que ser analizada por escribanos de la época (1591) para saber lo
que realmente quería decir el autor (Mondoñedo, Galia).
Fuente: Salvador Martínez Cañavate.

Escrituras manuscritas

Los primeros estudios científicos centrados en determinar la autenticidad de las escrituras manuscritas
plasmadas en documentos antiguos se desarrollaron en el marco de la paleografía y la diplomática. El
objeto de estas disciplinas es el estudio de los documentos antiguos para determinar su autenticidad y su
integridad. Las principales aportaciones de la paleografía y de la diplomática, en el ámbito de la
grafística y la documentoscopia, fueron las técnicas utilizadas para determinar las alteraciones de los
soportes físicos y de sus tintas, la composición de las fibras de papel y de las tintas, los estudios de
datación y, por último, los modelos para la clasificación de las letras manuscritas y de sus estilos
impresos.

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Estudios de grafología
Por otro lado, están los estudios de grafología surgidos principalmente en Francia y, aunque se trataba
de una disciplina muy anclada en la parcela de la psicología (determinar la personalidad del escribiente
mediante el análisis de sus letras manuscritas o de sus firmas), aportó las llamadas “leyes de la escritura”
y los métodos para describir las letras y las firmas. Las obras más destacadas, que aún influyen a
muchos de los expertos actuales, son las del abad Michon, Crepiéux-Jamin, Camillo Baldi, Solange
Pellat, Edmond Locard, etc.

Métodos de identificación
Tampoco debe olvidarse el importante aporte de los estudios universitarios de Filosofía y Letras
respecto a los métodos de identificación usados para los textos manuscritos y firmas. En España, los
primeros peritos universitarios en ejercicio eran licenciados en Filosofía y Letras y, por otro lado,
maestros de escuela.

V. Bases neurológicas y psicomotrices de la escritura


El acto de escribir es un fenómeno enormemente complejo, en el que intervienen factores individuales,
contextuales y situacionales; sin embargo, la escritura es, ante todo, la ejecución de un gesto, y cualquier
gesto, por peculiar que sea, solo es el resultado de la puesta en marcha de determinadas regiones cerebrales
(sinapsis cerebral) en las cuales se conciben y controlan los movimientos. El proceso de la escritura se
hace posible gracias a la coordinación del sistema visual y de la motricidad fina, contando con la
importante intervención de los procesos cognitivos superiores de la persona.

Figura 6. Imagen de una neurona cerebral.


Fuente: Pixabay.

La escritura no se limita solo a un movimiento efectuado por la mano. Debe entenderse como un
potencial de acción neuronal, ya que dicho movimiento ha de prepararse, programarse, elaborarse
y controlarse —con mayor o menor grado de conciencia y de voluntad—, para que esta llegue a
corresponderse de forma óptima con las exigencias del momento, deseo o necesidad de escribir.

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Expresividad conductual

La escritura puede entenderse como una forma de expresividad conductual constituida por un sistema
de signos (con un significado y un significante) que se utiliza como instrumento para poder comunicarse
con otros semejantes. La escritura, como evidente conducta expresiva que es, está estrechamente
relacionada con el cerebro, por lo que se encuentra directamente vinculada con los mecanismos
funcionales para el procesamiento de la información (la cognición), las estructuras anatómicas del
cerebro, los complejos procesos fisiológicos cerebrales y, en última instancia, el órgano motor.

De ahí que, en el complejo proceso de la escritura, queden implicadas todas las estructuras
que participan en la sinapsis del sistema nervioso (mecanismo de comunicación neuronal), desde
las neuronas sensoriales (encargadas de captar los estímulos del medio externo) a las
interneuronas (encargadas de conectar las neuronas anteriores con el sistema nervioso central) y
las motoneuronas o neuronas eferentes (encargadas de conducir la información desde el encéfalo
y la médula espinal hacia otros efectores como los músculos, las glándulas, etc.), con una
significativa participación de los nervios motores, sensoriales y mixtos (Fundación Universitaria
Behavior & Law, 2015).

Consciente/inconsciente

La escritura puede entenderse como una conducta consciente que se alterna con rasgos inconscientes a
medida que esta avanza en su ejecución material dentro del soporte (papel). La escritura está provocada
por un potencial de acción emergente que se activa por la sinapsis neuronal del sistema nervioso central
(cerebro y médula espinal), en conexión con el sistema nervioso periférico a través de los órganos
motores y sensoriales, y genera una respuesta observable, medible y cuantificable.

Personalidad y emociones

La escritura, como expresión de la personalidad y de las emociones, experimenta importantes


variaciones estructurales y constitutivas dentro de unos parámetros identificativos debido a la plasticidad
del cerebro, la acción motora encargada de controlar los músculos esqueléticos y la interferencia
emocional (ritmo cardíaco, presión sanguínea, ritmo respiratorio, temperatura corporal). Participan
también en esta variabilidad de la escritura los mecanismos neuronales de activación al estrés (la
amígdala).

El proceso de la escritura implica el uso de sistemas neurales complejos que incluyen las áreas
cerebrales productoras de los procesos abstractos y simbólicos, los que se usan para la
transmisión de la información y favorecen los movimientos de los músculos con extrema precisión
(motricidad fina). Por ejemplo, tras agarrarse el bolígrafo y ubicarlo en el papel para disponerse a
realizar el complejo acto de la escritura, los sistemas sensoriales somáticos (tacto, propiocepción)
desempeñan un papel fundamental, puesto que ayudan a responder con cierta especificidad a este
tipo de estímulos (como de qué manera orientarse en el papel, cómo agarrar el bolígrafo, qué
orden ejecutar primero, etc.). Después, se usan células especializadas para activar la percepción, el
control del movimiento, la memoria, la atención, etc. Por último, esta señal (mensaje nervioso
inteligible) se traslada a la médula espinal, al tronco del encéfalo, al tálamo y al córtex cerebral, y
luego a la inversa, integrando de esta manera las funciones sensoriales, integradoras y motoras
para la ejecución de la escritura.

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El potencial de acción de la materialización del complejo acto de la escritura se caracteriza por


el hecho de que lo primero que ocurre es sentir que ciertas partes del cuerpo entran en
contacto con el papel y el utensilio usado para escribir, lo cual se controla mediante los
sistemas sensoriales somáticos (el tacto, la propiocepción, etc.).

Este proceso de percepción, que ocurre en milisegundos, puede estar influido por condicionantes
ambientales o individuales como la temperatura, las emociones, el dolor, la enfermedad, etc., y
está controlado por la corteza prefrontal y el sistema límbico. Tras este complejo proceso de
sinapsis entre el sistema nervioso y el sistema eferente, comienzan a ejecutarse los grafismos sobre
el soporte. En este movimiento, se controlan de forma precisa (primero consciente y luego
inconsciente) la dirección y la intensidad de los movimientos, las respuestas automáticas, la
ubicación espacial, el control del equilibrio, la influencia del desarrollo emocional, el grado de
alerta, la coordinación de ambos lados del cuerpo y la acción motora planificada.

Hoy en día, las técnicas de neuroimagen han permitido comprender mejor las vinculaciones del cerebro
con el lenguaje escrito, y es posible distinguir cuáles son las regiones anatómicas del cerebro que se
vinculan directamente con el complejo proceso de la escritura (Diéguez Vide y Peña Casanova, 2011). Por
ejemplo, se sabe que la atención visual, como requisito imprescindible del complejo proceso de la
escritura, se vincula directamente con el hemisferio izquierdo (Funes y Lupiáñez, 2003); o bien que la
memoria se vincula con otras muchas áreas integradas del cerebro.

Figura 7. Tomografía por emisión de positrones que permite estudiar las propiedades metabólicas y
bioquímicas del cerebro.
Fuente: Sant Pau Memory Unit.

Gesto gráfico

También es preciso el aprendizaje de la acción motora para la ejecución de este gesto gráfico que se
sustenta en el cerebelo y en los ganglios basales. El cerebelo es quizá la región cerebral que puede
considerarse más importante para el desarrollo cognitivo de los procesos de adquisición, así como para
el mantenimiento, de las habilidades motrices de la persona, si bien los ganglios basales son
directamente responsables de los procesos cognitivos superiores.

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Interacción cerebral

Ahora bien, debe indicarse que no existen zonas específicas del cerebro implicadas en el proceso de la
escritura, ya que lo que se sabe por ahora es que estos procesos son el resultado de la interacción de
zonas cerebrales implicadas en el procesamiento sensorial elemental con las áreas neurales que procesan
la información (Fundación Universitaria Behavior & Law, 2015).

Receptores sensoriales

Antes de ejecutar el proceso de escritura, los primeros estímulos captados por los receptores
sensoriales, y luego transmitidos al sistema nervioso central, son los estímulos del entorno (temperatura,
iluminación ambiental, ruido, interferencias comunicativas, etc.); por ello, lo que primero se precisa es
activar un estado de alta sensibilidad en el que se rechacen estímulos irrelevantes del entorno, para
concentrarse en la ejecución del proceso de escritura (el papel, el bolígrafo, la ejecución de los
grafismos, etc.).

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Construcción grafológica

Las regiones neuronales que se han asociado a las formas en las que se construyen los grafismos son las
regiones talámicas, frontales y parietales de la corteza cerebral, debido a que es necesario que estas se
alineen con la orientación y los procesos cognitivos superiores para tomar decisiones, detectar errores,
inhibir respuestas, etc. (memoria, atención, percepción, etc.); regiones que deben interaccionar con las
regiones posteriores del cerebro.

Figura 8. Anatomía del cerebro.


Fuente: Access Medicina.

VI. Leyes de la escritura y de las firmas

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El acto de escribir es de ejecución individual, una materialización singular de la personalidad que, sin
duda, pone de manifiesto los aspectos más íntimos del psiquismo humano, razón por la que los procesos
de identificación de los grafismos aún se siguen basando en los axiomas que en su día formuló Solange
Pellat, en 1927, concretamente, en las llamadas “leyes de la escritura”: ley del impulso cerebral, ley de la
individualidad de la escritura y ley de la marca del esfuerzo.

Un interesante decálogo que muestra las relaciones del cerebro con el lenguaje escrito es el de
Andrés Meyniel Royán (Meyniel Royán, 1992)

1. La psique y el grafismo están en relación permanente causa-efecto.


2. Así como no hay dos seres iguales, tampoco existen dos grafismos iguales.
3. La psique se modifica por el soma, y viceversa, lo cual da lugar a variedades infinitas.
4. La escritura es un resultado neuromotor gráfico, con directrices neurológicas solo
condicionadas por el aprendizaje o adecuación del órgano que ejecuta esta función, pero
independientemente de aquel (mano, pie, boca, diestro, zurdo), así como también del alfabeto
utilizado (latino, griego, eslavo, germano, árabe, oriental, etc.).
5. No solo los estados permanentes o crónicos de la psique o el soma influyen en el grafismo,
sino también los estados tímicos o fisiológicos pasajeros.
6. La escritura es la unión de pensamiento, lenguaje, psicodinamismo y gesto gráfico, cuya
interrelación queda automatizada.
7. La escritura, aunque acto volitivo consciente, al quedar automatizada implica un predominio
del inconsciente, lo que explica la persistencia y fijación de las peculiaridades gráficas.
8. No se puede disimular la grafía, ni siquiera la mitad de los elementos constituyentes, sin que se
perciban alteraciones gráficas fruto de la lucha contra la automatización inconsciente antes
referida.
9. Por mucho que se pretenda, es imposible que a lo largo de un escrito no aparezcan los signos
personales al vencer el impulso inconsciente, que se intensifica progresivamente, al freno
consciente.
10. No todos los signos gráficos tienen el mismo valor. Los más importantes son aquellos más
imperceptibles porque expresan, al ser más inconscientes y espontáneos, la idiosincrasia del
autor, y porque, al ser poco visibles, escapan a los posibles intentos de imitación y disimulo.

Un axioma científico admitido sin recelos por toda la doctrina científica es que las bases biopsicológicas
y psicomotrices para identificar las escrituras son independientes a los alfabetos utilizados, ya que se
supone que el gesto gráfico (consciente o inconsciente) siempre está sometido a la influencia inmediata del
cerebro, la cognición, los procesos sensitivos y la psicomotricidad de la persona.

Esta es la razón de que las perturbaciones neurológicas, psicológicas y psicomotrices provoquen


alteraciones susceptibles de verificación empírica en los grafismos, si bien, con el paso del tiempo
y su adecuado reaprendizaje (aprovechando la consabida plasticidad cerebral), en ocasiones y
solo para algunos casos poco graves, se ha observado cómo las escrituras pueden llegar a
rehabilitarse y volver a adoptar las mismas formas que tenían en los periodos anteriores a las
perturbaciones gráficas (Solange Pellat, 1927).

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Los procesos neuropsicológicos escriturales se caracterizan por alternar los procesos


conscientes con los procesos inconscientes durante la ejecución de los gestos gráficos (Diéguez
Vide y Peña Casanova, 2011), y solo estos últimos (los gestos gráficos inconscientes) son los que
pueden usarse para la efectiva identificación de su autor (Vega Ramos, 2015).La ejecución de la
escritura está integrada por un conjunto de movimientos voluntarios, controlados por las áreas
cuatro y seis de Brodman y la corteza prefrontal en combinación con otros movimientos rítmicos
y acciones reflejas, que son dimensiones puramente involuntarias.

Figura 9. Área de Brodman 6.


Fuente: Slideshare.

6.1. Movimientos del sujeto


Los movimientos voluntarios que acciona el sujeto en la escritura se encuentran habitualmente vinculados
con algún tipo de estímulo externo que activa la voluntad de la persona para escribir, firmar, dibujar,
realizar cálculos, etc. (por ejemplo: cerrar un acuerdo, alquilar una vivienda, admitir una deuda, firmar la
compra de una finca, etc.). Cuando se comienza a escribir, los primeros movimientos voluntarios van
siendo reemplazados por otras conductas motoras mucho más simples, rápidas y automáticas,
desencadenadas como respuestas involuntarias al estímulo del medio.

Proceso: volutivo

Los procesos volitivos suelen corresponderse con los trechos iniciales de los rasgos gráficos
de las escrituras, o bien con aquellos en los que el escribiente debe realizar un esfuerzo mediante
un proceso intelectivo previo. Por el contrario, los gestos gráficos inconscientes e involuntarios,
localizados principalmente en los finales y planos inferiores de los grafismos (limitantes verbales),
se corresponden con hábitos escriturales que carecen de procesos intelectivos previos y son la
base de la identificación de los grafismos. Lo que no admite duda alguna es que, en un ensayo
gráfico en el que no existen gestos gráficos inconscientes (por ejemplo: en los calcos, en las
imitaciones serviles) es muy complicado que pueda identificarse al verdadero autor de las
escrituras.

El "yo" en acción

Cuando uno escribe, el yo está en acción, pero el sometimiento casi inconsciente de esta actuación
pasa por alternativas de mayor o menor intensidad. Adquiere el máximo de intensidad cuando tiene que
realizar un esfuerzo, es decir, en los comienzos, y el mínimo de intensidad, cuando el movimiento
escritural viene secundado por el impulso adquirido, es decir, en los finales… En un grupo gráfico, la
parte izquierda representa el escritor en relación con la parte derecha. (Solange Pellat, 1927).

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Figura 10. Fotografía de la firma original de Robert Saudek existente en carta manuscrita original
datada en 1909 (propiedad del profesor Cañavate).
Fuente: Salvador Martínez Cañavate.

De ahí que los grafismos que revisten un mayor valor identificativo son aquellos que se logran
apartar de los modelos de enseñanza y se personalizan conforme a la estructura de la
personalidad del escribiente (rasgos gráficos inconscientes y automáticos), incluso aquellos que
se han desviado de la dirección normal de la escritura y, claro está, los que no siguen una
actitud de imitación que rompa con las singularidades personales del escribiente y active los
movimientos voluntarios.

Espontaneidad

La espontaneidad y las singularidades gráficas son requisitos obligados para la identificación de la


personalidad de los grafismos; de ahí que la ubicación topográfica de estos trazos singulares con valor
de identidad suela situarse en los planos derechos inferiores a los renglones de los grafismos.

Singularidad

La singularidad de la escritura con fines de identificación es posible gracias a la lectoescritura aprendida


por la persona, que se incorpora a su cerebro mediante el conocido proceso de plasticidad neural, lo
que implica que la memoria semántica vinculada con las áreas temporales del cerebro es la responsable
de las singularidades gráficas usadas con fines de identificación.

6.2. Identificación de grafismos


Los únicos grafismos que pueden ser objeto de identificación (patrones motores con reflejos
estereotipados) son aquellos que tienen los suficientes elementos gráficos —improntas personales— y que
permiten una ulterior identificación de la personalidad gráfica del escribiente. Los rasgos gráficos
automáticos e inconscientes, activados por determinados estímulos y procesos somatosensoriales,
consisten en respuestas rápidas enviadas como señales motoras coordinadas hacia los músculos, y son los
que tienen un alto valor identificativo.

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Figura 11. Fotografía de la firma original de Solange Pellat en su libro Philéas et Chantrouille
de 1899.

Fuente: Salvador Martínez Cañavate.

La identificación de la escritura se basa en el aprendizaje motor condicionado, ya que en las


primeras etapas de la vida (la niñez, la infancia, la juventud) la escritura se caracteriza por
construirse con movimientos voluntarios y poco precisos, si bien, con el paso del tiempo, el
aprendizaje y la práctica en los centros de enseñanza o en la vida cotidiana hacen que estos
movimientos —inicialmente poco precisos y voluntarios— se vayan sustituyendo gradualmente
por otros movimientos involuntarios, menos conscientes, de mayor fluidez y plenamente
impregnados por los rasgos personales del individuo.

Figura 12. Grafía elaborada por un menor, de 7 años (escolarizado).

Fuente: elaboración propia.

De ahí que, para poder identificar la personalidad gráfica de los ensayos escriturales, los escritos deben
ser desarrollados, de difícil imitación y espontáneos (en los que predominen los trazados libres y rápidos).
Lo contrario, como sucede en el caso de muchos vises, números, letras mayúsculas o letras tipo molde de
los anónimos, etc., así como un importante grupo de imitaciones (calcos, imitaciones serviles, etc.), se
corresponde con grafismos artificiales y voluntarios, que carecen de los suficientes elementos gráficos
inconscientes, con las obligadas improntas personales y singularidades gráficas, para determinar la
personalidad del verdadero escribiente y permitir una plena identificación.

Modelos teóricos
Los modelos teóricos, en forma de hipótesis científicas llamadas erróneamente “leyes escriturales”,
describen el origen psicobiológico de los grafismos realizados por el ser humano, ya que algunos de
ellos se refieren a gestos gráficos casi inconscientes, si bien estos axiomas o modelos teóricos aún están
muy lejos de merecer el calificativo de leyes científicamente probadas (Solange Pellat, 1927).

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Base científica

La base científica (leyes científicas) está destinada únicamente a los principios básicos que describen
los comportamientos particulares de la naturaleza y que han sido demostrados científicamente, una y
otra vez, en repetidas ocasiones experimentales, siempre superando las hipótesis científicas de
contrario; es más, suelen tener un alcance reducido y se exponen brevemente, muy a menudo como una
ecuación matemática sencilla (Tarbuck y Lutgens, 2015). Por ejemplo, la llamada ley de la marca del
esfuerzo dice: “No se puede modificar voluntariamente en un momento dado la escritura natural más que
dejando una señal del esfuerzo realizado para lograr el cambio”. Aún no se ha demostrado
científicamente que esto se cumpla en todos los ensayos forenses; es más, no existen investigaciones
científicas publicadas, que, en caso de que lo fueran, deberían someterse al contraste de otras
investigaciones científicas y ser siempre coincidentes con los resultados experimentales definidos para el
citado modelo teórico en las distintas publicaciones clasificadas científicamente (CIRC), repitiéndose
los resultados, una y otra vez, en cada una de las experimentaciones.

Práctica forense
La práctica forense pone de manifiesto la fragilidad de este postulado científico, ya que esta hipótesis
no siempre coincide con las observaciones y las medidas obtenidas en la praxis forense; por ejemplo,
esto puede observarse en los disfraces de los cuerpos de escritura, donde se ve que la escritura o la
firma disfrazada pueden ejecutarse con evidente espontaneidad de trazos y, por otro lado, sin evidentes
signos de esfuerzo.

Figura 13. Disfraz realizado por un adulto con total espontaneidad de trazos.
Fuente: elaboración propia.

6.3. Ejecución de los procesos de los grafismos


Lo que sí consta es que, en la ejecución de los procesos de los grafismos, se encuentran implicadas
todas las estructuras de la persona, condicionadas por una serie de factores tanto físicos (edad, salud,
patologías, etc.) como mentales (ansiedad, depresión, psicosis, neurosis, etc.), lo cual da lugar al
denominado polimorfismo gráfico (variabilidad de los grafismos de la misma persona para el mismo
periodo de tiempo, o bien para distintos periodos de tiempo), es decir, modificaciones involuntarias en las
que la decisión consciente del sujeto para el acto de la escritura queda muy debilitada. Por ello, las
simulaciones y algunas falsificaciones (calcos, imitaciones serviles, etc.), ya que entran en juego los
procesos volitivos de la persona (movimientos escriturales voluntarios y conscientes), no pueden siquiera
atribuirse a la mano de su verdadero autor (Del Picchia, 2012; Del Picchia y Del Picchia, 1993).

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Los únicos aspectos gráficos que desempeñan un papel fundamental en la base de la identificación de
las escrituras o de las firmas son los automatismos, ya que se trata de expresiones escritas con
características especiales que los separan del lenguaje escrito proposicional o voluntario. Estas
expresiones escritas se adquieren de forma automatizada y son una parte esencial de la disociación entre
los movimientos automáticos y los voluntarios (Diéguez Vide y Peña Casanova, 2011).

Los psiconeurólogos aún no saben en detalle cuáles son las regiones cerebrales que están asociadas
directamente con estos movimientos voluntarios, si bien, y dado que están directamente vinculadas
con las emociones (base del polimorfismo gráfico), se sospecha que puedan vincularse con las
estructuras subcorticales (Diéguez Vide y Peña Casanova, 2011). En cambio, los movimientos
involuntarios de carácter no semántico, contrarios a las reglas gramaticales y semánticas (base de los
habitualismos gráficos), deben tener una fuerte dependencia de las habilidades adquiridas en la infancia y
con el posterior proceso de aprendizaje, considerando que también se encuentran dotados de una
importante carga emotiva.

Las alteraciones de los grafismos pueden obedecer a múltiples causas, algunas ocasionales y que
hacen referencia a los materiales que intervienen en el proceso escritor, otras referidas a las
circunstancias ambientales o anímicas que rodean el acto escritural, otras referidas a las patologías o
perturbaciones mentales de carácter episódico y, por último, otras muchas relacionadas con las
disfunciones orgánicas y psicológicas de la persona (enfermedades mentales o psicológicas ocasionales
o permanentes); disfunciones que afectan directamente a los grafismos, dado que menoscaban las
estructuras lingüísticas y los procesos psicolingüísticos. Por ello, las condiciones cognitivas de la
persona (atención visual, memoria operativa y memoria semántica) deben hallarse intactas para ejecutar
con el éxito requerido escrituras sin alteraciones (indecisiones, paradas innecesarias, temblores, ausencia
de rotaciones libres, falta de fluidez, etc.).

Los mecanismos fisiológicos que generan los gestos gráficos se relacionan directamente con el
estado general del sistema nervioso central, y varían según sus condiciones. Se ha comprobado que los
grafismos se modifican involuntariamente cuando hay perturbaciones del sistema nervioso central,
periférico y psicomotriz.

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El cotejo de letras y firmas

Las afasias (alteraciones de los grafismos) se han asociado directamente con las lesiones motoras
transcorticales, de ahí que la expresión escrita también se encuentre vinculada con muchas alteraciones
de la expresión oral, por ejemplo, el agramatismo, la anomia, etc. Otras lesiones cerebrales se
caracterizan por menoscabar únicamente el significado de las escrituras (Diéguez Vide y Peña Casanova,
2011). Todo lo anterior es origen de una amplia literatura especializada que incluye datos importantes
que relacionan la topografía cerebral habitualmente afectada para cada forma de afasia (Peña Casanova
y Barraquer Bordas, 1983). Por otro lado, el desarrollo evolutivo de la persona también provoca un
cambio en la escritura, que se transforma con el individuo, con su desenvolvimiento normal, donde
desempeñan un papel fundamental el aprendizaje, el desarrollo de los mecanismos de comunicación
neuronal, los factores de crecimiento, etc.
Figura 14. Paciente con agrafía motora y afásica.

Fuente: Brun i Gasca, C., García Jiménez, A., Jórdar Vicente, M.

La escritura es un proceso proactivo de carácter cognitivo construido por un programa motor


(secuencia aprendida de movimientos con la mano y con la vista) que genera un sistema de signos
con un significado basado en los recuerdos, en las experiencias, en la memoria y en lo percibido
por la persona, lo cual determina que la escritura se fundamente en la memoria en virtud de las
experiencias previas, la incorporación de nuevas habilidades aprendidas y de las respuestas a ese
aprendizaje. De ahí que la escritura se vaya adquiriendo y perfeccionando con la práctica.

Crecimiento

Los factores de crecimiento siempre se han asociado a los rápidos cambios en los procesos de
transformación de las escrituras, de ahí que los cambios más ostensibles se produzcan en las etapas de
la infancia y la adolescencia.

Estudios neuropsicológicos consideran que las modificaciones para estas etapas (infancia, juventud,
adolescencia), en relación con el nivel de alerta (atención) y la memoria —como requisitos esenciales del
proceso de la escritura—, y la que se debe a la modulación de neurotransmisores como la noradrenalina,
la acetilcolina (para la orientación visual) y la dopamina (vinculada con los procesos cognitivos), son las
responsables de los rápidos cambios que experimentan las escrituras en estas etapas de la vida (Funes y
Lupiáñez, 2003).

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Plasticidad cerebral

La plasticidad cerebral (estructural y funcional), como base de la memoria y del aprendizaje


(dependiendo de la experiencia), deja claro el cambio continuo del sistema nervioso durante el desarrollo
evolutivo de la persona, y la escritura no es posible antes de que hayan madurado las estructuras
neurales necesarias y, por otro lado, se hayan mostrado los cambios naturales en el ciclo vital de la
persona; es más, el aprendizaje de la escritura no se circunscribe a una sola parte del cuerpo
(equivalencia motora), ya que está íntimamente conectada con la memoria, las sensaciones, la atención,
etc.

Periodos de desarrollo

Los estudios filogenéticos y ontogenéticos identifican tres periodos bien delimitados en el desarrollo
evolutivo de las escrituras: la infancia, la madurez y la vejez.

En el primero, el hombre se forma en rápidos cambios que van desde el nacimiento hasta la
adolescencia, con especial importancia de los procesos de aprendizaje.
En el segundo periodo, ya en la plenitud de sus facultades físicas, la persona se afirma y se
conserva durante largo tiempo, hasta que sobreviene la decadencia (la vejez, como tercer
periodo) y disminuyen progresivamente el vigor físico e intelectual.

La escritura se encuentra íntimamente ligada a la formación psicofisiológica y biológica de la persona,


que no tiene por qué corresponderse con la edad en años; de ahí las deformaciones extravagantes en el
desenvolvimiento normal del grafismo ocurridas de manera inesperada en la primera etapa, dentro del
natural desarrollo evolutivo de la persona.

La modificación de la escritura sucede principalmente en la infancia, en la juventud y en la


adolescencia, edades que se encuentran condicionadas por el aprendizaje motor, del que es directamente
responsable el cerebelo (capacidades adaptativas funcionales).

Desarrollo de inteligencia
Visto lo anterior, se entiende que los aspectos físicos de las escrituras puedan reflejar el desarrollo
gradual de la inteligencia, la debilidad senil y de ciertos sentimientos que puedan aflorar espontáneamente
en determinados periodos de la vida (enfado, frío, intoxicación, estrés, etc.); es más, ciertas
particularidades gráficas de las escrituras son provocadas por las huellas de la educación, del
aprendizaje, incluso por la moda. Por ejemplo, se ha comprobado que la actividad cerebral provoca
movimientos rápidos del útil escritural y se ha asociado la inteligencia con escrituras que simplifican las
formas de las letras y conservan su patrón expresivo, en contraposición con la típica desnaturalización
de las letras para los estados de debilidad mental en el escribiente (Solange Pellat, 1927).

Personalidad

Todavía no se ha podido comprobar, con criterio científico experimental, cuáles son los criterios
diagnósticos diferenciales de los signos gráficos asociados con los estados psicológicos y de la
personalidad, aunque se sabe que existe una estrecha asociación entre ellos. Así, ciertas formas de
personalidad provocan unos patrones reconocibles en las escrituras y hay una evidente vinculación entre
el estrés y las escrituras rápidas y precipitadas (Martínez Miralpeix, 2011). En cualquier caso, aún no se
han constatado científicamente los criterios diagnósticos diferenciales de las escrituras con las distintas
personalidades y sus perturbaciones.

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Herencia

Por último, en la base psicobiológica de la escritura también se encuentran implicados los llamados
“rasgos de heredad gráfica”, ya que es un hecho real que algunas de las características individuales y
semejanzas de aspecto general son comunes en escrituras oriundas de personas ligadas por lazos
sanguíneos, hasta el punto de que algunas veces se hallan sorprendentes coincidencias entre ellas que
llevan a diagnósticos equívocos de identificación.

Estas sorprendentes semejanzas aparecen no solo en los escritos de padres, hijos o hermanos
que viven juntos, sino también entre ascendientes o descendientes que jamás han tenido ningún
contacto; en consecuencia, en la base de la escritura del ser humano no puede descartarse
totalmente la transmisión hereditaria. Estudios paleográficos han evidenciado sorprendentes
similitudes en las singularidades gráficas de personas de la misma raza (Mártir Alario, 2012).

Figura 15. Firmas de hermanos mellizos con 8 años de edad.


Fuente: Elaboración propia

Los modelos teóricos que explican los complejos procesos biopsicológicos para la ejecución
de grafismos (firmas y textos manuscritos) aún son poco conocidos y sus evidencias científicas
aún se encuentran en un estado incipiente de investigación, sin superar la fase descriptiva, lo que
impide aventurarse a formular explicaciones científicas de estos complejos procesos
neuroescriturales usados actualmente en el ámbito forense para la identificación de las personas.

VII. Importancia de la firma para admitir la voluntad del


autorizante
A pesar de las garantías que ofrecen hoy en día (al menos para la identificación de las personas en los
documentos) técnicas como la dactiloscopia y el ADN, las firmas y los textos manuscritos siguen
manteniendo su valor probatorio en los procesos judiciales, ya que son expresión de la voluntad de los
autorizantes.

Esto ocurre porque —a diferencia de las huellas dactilares o el ADN— se admite que, para comenzar a
escribir o a firmar, se precisa por parte del escribiente un acto volitivo consciente en el que se pongan en
marcha procesos cognitivos superiores como los mediados por las neuronas de las áreas prefrontales.

La existencia de la necesaria voluntad y consciencia de la persona para ejecutar el proceso de la escritura


o la firma es lo que explica la fuerza probatoria que aún tienen en los procesos judiciales estas pruebas
documentales, que se admiten conforme a los principios del derecho ya que, para que un pacto firmado
resulte probado y despliegue en plenitud sus efectos jurídicos, se precisa la voluntad de la persona
comprometida en ese negocio jurídico.

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Es necesaria una preparación mental consciente para ejecutar los movimientos de la escritura o la firma y
completar este complejo proceso; es más, la puesta en marcha de este proceso precisa la memoria
semántica de la persona. Por ello, se concluye que, para ejecutar la escritura, se necesita un proceso
volitivo, motivacional e intencional en el que se activen los mecanismos de alerta de la persona (lo cual
ocurre en milisegundos). La ejecución de la escritura precisa una fase motivacional que ponga en marcha
el órgano motor, ya que si no tiene lugar este proceso de toma de decisiones consciente por parte de la
persona, es imposible que se pongan en marcha los mecanismos sensoriales, neurológicos y motores
necesarios para ejecutar la escritura.

Activado el proceso cognitivo superior (la persona decide si va a escribir o no), en conexión con su
voluntad y con un marcado carácter afectivo debido a la interferencia de las emociones, es cuando se
ajusta la conducta a las interferencias ambientales mediante el tipo de atención que se decida prestar al
acto de ejecución de los grafismos. La voluntariedad del proceso escritor se pone de manifiesto por las
interrelaciones del sistema visual con el sistema motor, lo que se hace imposible si la persona no dedica
un mínimo grado de atención y consciencia para activar la memoria semántica y operativa.

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Memoria

A medida que la escritura avanza en el papel, la memoria semántica es reemplazada por la memoria no
declarativa, ya que es en esta última en la que se integran los gestos gráficos inconscientes. La escritura
de la persona puede identificarse gracias a la intervención de la memoria no declarativa, ya que en esta se
incluyen los hábitos y las habilidades de aprendizaje de la escritura (interiorizados por la persona a lo
largo del tiempo tras procesar las normas escriturales de una forma gradual, lenta y repetida).

Figura 16. Procesos cognitivos básicos de la persona.


Fuente: Pixabay.

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Proceso

La escritura es un proceso motor realizado fundamentalmente con la mano y que implica necesariamente
un proceso somatosensorial, motor y motivacional. Algunos autores han descrito incluso los signos
gráficos asociados a la escritura que se realiza en contra de la voluntad del escribiente. La acción de
comenzar y finalizar el proceso de la escritura depende de su decisión, y corresponde al sistema
sensorial conformado por la percepción transmitir a las áreas de la corteza cerebral cómo se deben
realizar los finos movimientos de los grafismos en el papel.

Motivación

La motivación del proceso escritor nunca puede aislarse de las emociones de la persona, ya que una y
otras se encuentran directamente vinculadas. La corteza orbitofrontal (como parte neurológica
fundamental del sistema de las motivaciones), región vinculada a las emociones y las conductas
afectivas, participa directamente en este proceso de ejecución de la escritura. Por ejemplo, es habitual
observar trazos mucho más rápidos y con aumento de la presión cuando las personas están enfadadas o
estresadas; o bien trazos suaves, con disminución de la presión y con una velocidad mucho más
moderada, cuando la persona escapa a los influjos perturbadores de esos estados de alteración
emocional.

Figura 17. Dinámica habitual de agarre de los bolígrafos por las personas diestras.
Fuente: Gobierno de Canarias.

Voluntariedad

La voluntariedad de la escritura viene marcada por la necesidad de realizar un proceso consciente de


toma de decisiones, en el que se seleccionan mentalmente los tipos de letras o estructuras gráficas
conforme a las normas ortográficas y los estilos de las modas, por lo que se recurre a la consciencia de
la persona para activar la memoria a largo plazo, en la que se buscan los ológrafos más adecuados. Por
otro lado, la consciencia también entra en juego cuando participa en la selección de los movimientos con
los dedos, con la mano, con el antebrazo, la postura corporal, etc., al menos, para usar aquellos que se
consideren más adecuados para ejecutar la escritura o la firma, mediante la activación de los patrones
motores almacenados en la memoria. Por último, los sistemas sensitivos como el tacto y la visión
permiten rastrear la correcta ejecución de la firma o la escritura (Cuetos, 1990).

Puede concluirse afirmando que las firmas y los textos manuscritos siguen ocupando aún un lugar
privilegiado entre las técnicas forenses empleadas para establecer la verdadera voluntad de la
persona, que sus características estructurales, constitutivas y rasgos distintivos (habitualismos
gráficos) se usan con fines de identificación, y que estos últimos (los rasgos distintivos) están
conformados por los movimientos involuntarios anclados en las bases dee identificación de los
grafismos.

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VIII. Dolencias neurológicas y perturbaciones gráficas


en la escritura
La escritura es posible gracias a un control neural del movimiento que comienza con la percepción del
soporte (papel) y del instrumento usado para escribir (bolígrafo). El acto motor iniciado para realizar una
firma o escribir una carta, por ejemplo, debe ser consciente, motivacional y volitivo, ya que la
materialización de este proceso requiere una toma de decisiones por parte de la persona mediante procesos
cognitivos superiores.

Acto: escritura

Cuando se decide realizar el acto de la escritura, se activa la atención de la persona a fin de ajustarse
a las interferenciales externas (calor, ruido, etc.) e internas (dolor, enfermedad, etc.), así como también
la memoria semántica (información aprendida en la lectoescritura) y la memoria operativa (operaciones
para ejecutar la escritura).

Figura 18. Pluma estilográfica Montblanc


Fuente: Pixabay.

Integración neurológica

La integración neurológica del acto de la escritura se debe a las áreas prefrontales que se vinculan con
su intencionalidad, a las áreas temporales vinculadas con la memoria semántica y, por último, a las áreas
motoras que, a través de la médula espinal, dan las órdenes concretas para ejecutar los finos
movimientos encaminados a la materialización de la escritura sobre el papel.

Sinapsis cerebral - perturbaciones

La sinapsis cerebral es continua durante el proceso de la escritura, ya que en ella participan


estructuras neurales como: los ganglios, para regular la fuerza ejercida por la mano y el antebrazo; la
corteza sensitiva, que indica el contacto con el papel y el utensilio usado para escribir; el cerebelo,
que planifica los movimientos, etc. Por tanto, una perturbación en cualquiera de estas estructuras
repercutirá en el proceso (agrafías).

Determinadas perturbaciones neurológicas pueden afectar gravemente a la manifestación de la


escritura, por ejemplo: daños en la corteza motora provocan dificultades para realizar determinados
movimientos finos con la mano y con los dedos (se agarra de forma atípica el utensilio de escritura).

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Órganos motores

La manifestación de la escritura es posible gracias a los órganos motores y a los movimientos finos
realizados principalmente con los dedos, con la mano y con el antebrazo (cerebelo y ganglios basales),
lo que depende directamente del correcto funcionamiento del cerebro, de los núcleos de transmisión de
la información nerviosa y, por último, de las estructuras cerebrales jerárquicas que controlan los
movimientos.

Figura 19. Los músculos del antebrazo controlan la muñeca y la mano.


Fuente: Plusesmás.

Cerebelo

El cerebelo es una estructura neurológica directamente vinculada con el sistema motor, por lo tanto, esta
zona es responsable de la habilidad motora de la escritura mediante la regulación de las señales
neuronales enviadas desde la corteza cerebral al aparato locomotor; zona que permite realizar
movimientos suaves, coordinados y usando una postura corporal correcta. La escritura sana se ejecuta
con armonía, fluidez y sin sobresaltos, incluso con adecuado tono muscular, salvo que haya alguna
interferencia debida a la deficiente habilidad y destreza escritural provocada por un deficiente proceso
de aprendizaje.

Signos de perturbaciones

Son muchos los signos gráficos que pueden aparecer en la escritura cuando se dan determinadas
perturbaciones neurológicas, o bien determinadas enfermedades; por ejemplo: incapacidad de escribir,
alteraciones del espacio visual, olvidos y confusiones de frases, palabras o letras, temblores,
indecisiones, incoherencias en el lenguaje escrito, etc. Por otro lado, los signos gráficos que se asocian
con la velocidad, la presión, la legibilidad y la fluidez suelen disminuir conforme avanza la edad.

Figura 20. Aspectos generales de escritura con agrafia.


Fuente: enlace

Alteraciones

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Grupos de alteraciones

Las alteraciones de la escritura se enmarcan en dos grandes grupos: por un lado, las alteraciones de
los grafismos provocadas por temblores, indecisiones, retoques, rectificaciones, falta de fluidez, etc.,
y por otro, las alteraciones en la misma capacidad para escribir o firmar.

Alteraciones más graves

Las alteraciones más graves que pueden concurrir en el proceso escritor son la incapacidad para
escribir o firmar, las paragrafías literales y las pérdidas de contenido semántico. Estos fenómenos se
suelen observar en personas de avanzada edad como consecuencia de una enfermedad
neurodegenerativa (afasia de Broca).

Manifestadas en morfología
Hay otro tipo de perturbaciones de la escritura que, sin afectar a la capacidad para escribir, se
manifiestan mediante alteraciones en su morfología: temblores, falta de fluidez, sustituciones,
retoques, rectificaciones, paradas innecesarias, etc., que se corresponden con determinadas
condiciones neurológicas que alteran el normal funcionamiento neurológico de la escritura. Entre ellas
están enfermedades como el párkinson, la esclerosis múltiple, el alzhéimer, etc., que se deben a
trastornos neurológicos que menoscaban las funciones motoras y las funciones sensitivas que
terminan por afectar a los movimientos realizados con la mano.

Alteraciones visoespaciales

Un cuadro especial de perturbaciones de la escritura que no menoscaban la capacidad para realizarla


tiene que ver con las alteraciones visoespaciales, ya que, en ocasiones, determinados trastornos
neurológicos pueden afectar al grado de atención del escribiente para atender a un hemiespacio en el
papel, lo que se conoce como “negligencia espacial”. La persona es incapaz de realizar la escritura en
ese espacio del soporte. Las características generales de estos cuadros pueden vincularse con las
dificultades de la persona para mantener los manuscritos y las firmas en la horizontalidad (limitante
verbal); las dificultades para mantener ciertos rasgos identificativos, como la separación de las letras
y de las palabras; y, por último, las duplicaciones y omisiones de determinados rasgos gráficos (Ellis,
Young y Flude, 1987). Este cuadro se conoce como “agrafía aferente” y está relacionado con
lesiones parietales (Diéguez Vide y Peña Casanova, 2011).

Demencias

Existe una afección neurológica habitualmente observada en las fases avanzadas de determinadas
demencias que menoscaba los modelos de copia. La persona es incapaz de realizar una
superposición de trazos en tareas de alternancia gráfica (Diéguez Vide y Peña Casanova, 2011); por
ejemplo, no puede realizar una falsificación empleando el procedimiento del calco directo, ya que
falla en la mecánica escrita.

Manifestadas en calibre

Las alteraciones de la escritura también pueden manifestarse en modificaciones respecto a su calibre,


por ejemplo, en la enfermedad de Parkinson, y las grafías ejecutadas en el papel resultan formas
desproporcionadas y grandes o bien escrituras de muy reducido tamaño y que se apartan de las
habituales normas caligráficas.

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Manifestadas en disortografías

Las lesiones cerebrales también pueden incidir en complejos cuadros de disortografías: la persona no
puede escribir sin abundantes faltas de ortografía, o bien abundantes intrusiones en las que se
alternan, sin respetar las reglas lingüísticas, las letras con los números, las minúsculas con las
mayúsculas, etc. Es más, estas pueden afectar a la producción escrita alterando el orden de las
unidades subléxicas de las letras y de las sílabas.

Alteraciones subléxicas

Las alteraciones subléxicas pueden manifestarse por la adición, sustitución (paragramatismo) u


omisión (agramatismo) de una letra, que no existe en la expresión manuscrita o en la firma, incluso, o
pueden darse desplazamientos o sustituciones de letras que no existen en las palabras o las firmas.
Los estudios neuropsicológicos las clasifican en: paragrafías literales (sustitución de una letra por
otra) y paragrafías grafémicas (sustitución de un grafema por otro) (Diéguez Vide y Peña Casanova,
2011).

Agrafías apráxicas

Otros estudios neuropsicológicos también comentan los síntomas de las agrafías apráxicas
directamente vinculadas con los programas motores de la escritura, en los que se da una
imposibilidad de la persona para acceder a los recuerdos y transformar las letras mentales en rasgos
gráficos a pesar de que las funciones motoras y sensitivas se encuentran intactas (Diéguez Vide y
Peña Casanova, 2011).

Este último tipo de alteraciones de la escritura, ya se deban a errores lingüísticos que puedan
explicarse por fallos cognitivos o se encuentren vinculadas directamente a lesiones neurológicas, son
especialmente importantes desde el punto de vista forense, porque pueden llegar a confundirse con
falsedades dolosas del documento producidas por alteraciones aditivas, supresivas o mixtas, e
incluso con cuadros de falsedad de firmas (Del Picchia y Del Picchia, 1993).

Alteraciones de grafía
Cabe señalar que todas las lesiones neurológicas, con independencia de los cuadros sintomáticos
indicados, casi siempre se acompañan de alteraciones de la propia grafía, por ejemplo, falta de
fluidez, temblores, indecisiones, paradas innecesarias, etc.; perturbaciones de las escrituras debidas a
afectaciones neurológicas que suelen hallarse en consonancia con el lenguaje oral, por ejemplo, la
afasia de Broca y la afasia de Wernicke, en las que los síntomas suelen presentarse bajo la forma de
distintos perfiles clínicos (Peña Casanova y Barraquer Bordas, 1983).

Alteraciones en personas sanas

Las alteraciones de la escritura que se observan en personas sanas (normalmente asociadas con la
edad) se deben a problemas osteomusculares o bien a la ralentización en el procesamiento de la
información mental (memoria operativa), si bien, aunque existe una cierta involución de los modelos
gráficos, los rasgos de identificación se mantienen constantes debido a que su funcionalidad se
conserva hasta edades avanzadas, incluso para algunas enfermedades neurodegenerativas.

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Por último, es importante tener en cuenta que toda escritura ejecutada por la misma persona se
caracteriza por tener siempre unas mínimas discrepancias formales (polimorfismo gráfico), sin que
estas puedan atribuirse a perturbaciones gráficas asociadas a enfermedades, y que pueden
obedecer a cuestiones como el estrés, el utensilio usado para escribir, el tipo de soporte, la
temperatura ambiental, la postura (desacomodo gráfico), el funcionamiento fisiológico de la
persona, etc.

IX. Consideración especial sobre las enfermedades


neurológicas y la firma
La escritura y la firma, en ocasiones, pueden sufrir importantes alteraciones por la incidencia de
determinadas demencias como el párkinson, el alzhéimer, etc., por ejemplo, reducciones significativas del
calibre de la letra en el caso del párkinson (Diéguez Vide y Peña Casanova, 2011).

Esto es importante porque no siempre las alteraciones gráficas tienen por qué acompañar a las
demencias, al menos, en lo que a la ejecución de las firmas se refiere. Esto mismo no puede
afirmarse respecto a los textos manuscritos, más aún cuando son extensos y desarrollados, ya que
son más susceptibles a las alteraciones por incidencia de las demencias.

Por ejemplo, en la enfermedad de Alzheimer, a pesar de que es frecuente que la firma aparezca
preservada de alteraciones gráficas, no ocurre lo mismo con los textos manuscritos, en los que
suele observarse una pobre organización, abundantes errores ortográficos, agrafía espacial,
dificultades para la construcción de los grafismos, etc. (Horner et al., 1988).

Estas enfermedades no modifican de forma significativa los elementos constitutivos y


estructurales de las letras y de las firmas. Por continuar con el alzhéimer, este se caracteriza por
unos síntomas clínicos que suelen incidir básicamente en las construcciones sintácticas, en las
semánticas y en la fluencia verbal (Chertkow, Bub y Seidenberg, 1989). Estos pacientes presentan
un habla vacía y pobre (Chertkow et al., 1989), aunque en muchas ocasiones tales perturbaciones
no alcanzan significativamente al lenguaje escrito (principalmente la firma).

Cuando estas alteraciones gráficas vinculadas a determinadas demencias se utilizan con fines de
identificación (alzhéimer, enfermedad de Pick, enfermedad de Huntington, etc.), es importante tener en
cuenta que, cuando aparecen alteraciones gráficas, se suelen caracterizar por importantes polimorfismos
gráficos debido a las distintas fases evolutivas de la enfermedad y de sus tratamientos, y es un criterio
compartido por los autores que las perturbaciones gráficas se acrecientan en gravedad afásica a medida
que avanza o empeora la enfermedad: escritura lenta, paradas súbitas, omisiones de letras y palabras,
esfuerzos para escribir, etc. (Holland, McBurney y Reinmuth, 1985).

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Figura 21. Sintomatología simbólica de la enfermedad de alzheimer

Fuente: Pixabay.

Criterios diagnósticos

No existen criterios diagnósticos diferenciales para los rasgos gráficos alterados respecto a
determinadas demencias, principalmente por la heterogeneidad dinámica de los signos gráficos
perturbados con la evolución de la enfermedad, los tratamientos (Horner et al., 1988), los asociados a
variables de la propia persona (habilidades, aprendizaje, memoria, atención, etc.), así como otros
condicionantes, como la lengua materna, dominio de otras lenguas, escolaridad y años empleados, la
edad de adquisición en el dominio del lenguaje oral y escrito y, por último, la edad, y no es posible
utilizarlos acertadamente para diagnosticar de forma precisa una demencia concreta en la persona.

Enfermedades neurodegenerativas

Por lo general, aunque las enfermedades neurodegenerativas suelen menoscabar la fluencia del lenguaje
escrito y el lenguaje oral, muchos autores han puesto de manifiesto importantes cuadros de disociación
entre las conductas orales y escritas: mientras una se encuentra alterada (el lenguaje oral), la otra se
encuentra preservada (el lenguaje escrito) (Holland et al., 1985).

Ejemplo

Hay que recalcar que ambas conductas se encuentran menoscabadas debido a las evidentes
interrelaciones puestas en evidencia en las investigaciones científicas neuropsicológicas (Garzón
Avellaneda et. al.). Por ejemplo, las demencias fronto-temporales caracterizadas por un deterioro
cognitivo múltiple debido a las alteraciones de las regiones prefrontales y las regiones anteriores de los
lóbulos temporales, son provocadas por importantes cambios cognitivos y de comportamiento a edades
tempranas. Además, no son ajenas a las alteraciones del lenguaje verbal y escrito gracias a las
perturbaciones de los mecanismos psicológicos de atención, memoria, habilidades visoespaciales y
funciones ejecutivas.

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Figura 22. Sintomatología gráfica en un caso de demencia frontotemporal

Fuente: Garzón Avellaneda et. al.

Los componentes fonológicos, morfológicos y sintácticos del lenguaje quedan gravemente


comprometidos en las demencias fronto-temporales, evidencia los investigadores como se evidencias
marcadas disortografías y agrafías en palabras, letras y frases, con dificultades para convertir fonemas en
grafemas debido a los defectos lingüísticos.

Es por ello que, cuando el lenguaje se altera por un menoscabo en las estructuras neurológicas que
provocan deterioros a nivel semántico, las alteraciones de la escritura y de la ortografía no tardan en
aparecer durante el desarrollo de estas enfermedades.

X. Cotejo de letras y firmas


Siguiendo al profesor Antonio Vega Ramos, la identificación de personas por su escritura (textos
manuscritos o firmas) se lleva a cabo mediante el análisis pormenorizado de una serie de aspectos
observables en sus signos escritos que se denominan “elementos grafoscópicos” y que pueden definirse
como el “conjunto de cualidades gráficas que dan forma y fisonomía especial y peculiar a un escrito y que
son examinados a efectos de identificación”.

El contenido y las fases del “método grafoscópico”,1 estudio objetivo de los distintos elementos
gráficos que integran la escritura o firma de las personas, tienen el objetivo de determinar la común
o dispar autoría de los escritos que se presentan para dictamen. La grafoscopia (del griego
grapho, “escribir”, “escritura”, y skopeo “observar”, “examinar”) es la ciencia (para otros,
técnica) que, mediante el análisis de los elementos gráficos de conjunto y, singularmente, de los
“gestos-tipo”, pretende determinar la autenticidad o falsedad de una autografía o signatura
comparándola con la auténtica de su titular.

Este “método grafoscópico” tiene dos objetos de estudio:

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Los elementos morfológicos de conjunto, que son las características de la escritura en términos
amplios, es decir, el escrito considerado en su totalidad, ver y determinar “cómo escribe” alguien, cuál
es “su estilo gráfico o escritural”.

Los “gestos-tipo”, que son las peculiaridades más propias de la persona al ejecutar las grafías, los
pequeños o pequeñísimos detalles a la hora de plasmar una letra. Su forma más personal de escribir.

La fundamentación directa del método grafoscópico está en la estrecha relación que existe entre la
escritura manuscrita (como permanente de un gesto personal) y los aspectos fisiológicos y psíquicos de su
autor.

El análisis reiterado de textos y firmas manuscritos permitirá determinar los elementos morfológicos de
conjunto y los gestos-tipo presentes, tanto en el escrito original, auténtico, de una persona (indubitado),
como en el escrito o firma cuestionado y sometido a examen (dubitado); unos y otros posibilitarán
determinar la “personalidad escritural” (llamada por Ottolenghi “tipo gráfico individual”) del escrito o firma
estudiado.

Este análisis consta de dos fases esenciales: la determinación de los elementos gráficos y su valoración.
El análisis de los primeros no suele plantear grandes dificultades si se hace de forma sistemática y
ordenada, siguiendo las pautas que más adelante se detallarán. Mayores problemas planteará la valoración
de las apreciaciones realizadas sobre los elementos gráficos, para la que serán fundamentales las cualidades
esenciales en el perito: los conocimientos y la experiencia.

En el método grafoscópico para el análisis de la escritura o firmas con fines de identificación se


puede diferenciar

El contenido del análisis:

Elementos morfológicos de conjunto.


Elementos individualizadores: “gestos-tipo”.

El proceso de análisis (fases):

Examen macroscópico.
Examen óptico e instrumental del documento dubitado.

El cotejo (análisis comparativo):

Descripción de “gestos-tipo” y grafismos en particular.


Valoración de analogías y diferencias.
Formulación de la conclusión.

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El cotejo de letras y firmas

1 Para la elaboración de este apartado se sigue el libro


Grafoscopia y pericia caligráfica forense
(Robles Llorente y Vega Ramos, 2009), con muchas referencias a Grafocrítica (Del Val Latierro,
1963).

XI. Resumen

La documentología es una técnica de identificación que se implementa dentro del ámbito de la


criminalística, que no se limita única y exclusivamente al estudio y cotejo de letras y firmas, sino
que hoy en día comprende un objeto de estudio mucho más amplio, concretado en el examen
integral del documento mediante la determinación de cualesquiera de las alteraciones que pudieran
menoscabar las voluntades iniciales de los autorizantes, así como la determinación de las fechas en
ellos consignadas.

La documentología, admitida en los juzgados y tribunales de justicia como método de


identificación de firmas y letras, sigue siendo una técnica segura de identificación, si bien no
pueden obviarse las limitaciones cuando se trabaja con escrituras sencillas, de fácil imitación,
conscientes y carentes de espontaneidad. Así, y en cuanto a técnica de identificación de las firmas
y las escrituras, tiene una sólida base de cientificidad en el campo de la neurología y la
psicomotricidad, sustentada en la localización de gestos gráficos inconscientes por los cuales es
posible su identificación.

Las perturbaciones gráficas que aparecen en las firmas y las escrituras debidas a dolencias
orgánicas, neurológicas, funcionales y psicológicas del escribiente muchas veces carecen de
claros elementos diagnósticos diferenciales que permitan discriminarlas de los rasgos primarios
que aparecen en las imitaciones, por lo que los estudios de identificación deben realizarse con
prudencia.

Por último, se ha profundizado en el método grafoscópico y su aplicación al cotejo de letras y


firmas, poniendo de relieve todas y cada una de las diferencias y similitudes de los elementos
constitutivos, estructurales, ideas de trazado y gestos tipo de las letras y firmas con fines
comparativos y realizando un esfuerzo cognitivo basado en la experiencia y formación del perito
para discernir cuándo un cuadro es de autenticidad o de falsedad.

XII. Caso práctico

Se pide
Elabora un informe de cotejo siguiendo el método grafoscópico desarrollado entre los siguientes
modelos de firmas dubitada (señalada como 4.5) e indubitadas (cuerpo de escritura).

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El cotejo de letras y firmas

Solución
Se trata de una imitación libre o ensayada. Los criterios diagnósticos de las imitaciones libres ensayadas
son la espontaneidad y la evidente actitud de imitación, tal como podemos observar en la firma dubitada, si
bien, existen algunos temblores e indecisiones en el desarrollo de la rúbrica y en los trazos verticales de los
grafemas iniciales (E, s, t). Por otro lado, podemos observar un predominio de diferencias de la firma
dubitada respecto a las firmas indubitadas del cuerpo de escritura, concretamente en los elementos
estructurales, en los elementos constitutivos y en los rasgos generales respecto a las firmas. Ahora bien, la
conclusión de falsedad y que han sido realizadas por distintas personas debe buscarse en las diferencias de
los gestos tipo que se localizan en los planos más inconscientes de las firmas indubitadas (desarrollos de
los óvalos, agrupamientos de los grafemas, desarrollo de las guirnaldas e idea de trazado de la rúbrica).

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El cotejo de letras y firmas

Recursos

Bibliografía
Manuales de interés :

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caligráficos y cotejo de firmas”. Revista Actualidad Criminológica UCJC. 7:1-16. 2018
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Vol II. Madrid: Delta Publicaciones; 2018.
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Conde Hardisson, F.; García Llanos, G.; Vega Ramos, A.; Sánchez Ledesma, A.;
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El cotejo de letras y firmas

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Marín y De León, J. S. Manual básico de criminología científica. Propedéutica y
metodología teórica y prospectiva. Gran Canaria: EIPC; 2015.
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Barcelona: Hispano Europea; 2011.
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Internacional de Peritos en Documentoscopia SIPDO. Gran Canaria: Sociedad
Atlántica de Criminalística y Ciencias Forenses; 2012.
Meyniel, A. Tratado de grafocrítica. Madrid: Trivium; 1992.
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Solange, E. Las leyes de la escritura. Madrid: Editorial Graphicae; 1927.
Tarbuck, J. E.; Lutgens, F. K. Ciencias de la tierra. Una introducción a la geología
física. (vol. I) Madrid: UNED; 2015.
Vega, A. La documentoscopia. Sus características y utilidades. Madrid: Behavior and
Law; 2015. [En línea] URL disponible en: enlace.

Glosario.

Ciencia: parcela estructurada de conocimientos autónomos e independientes, claramente


delimitados y que abarcan un conjunto ordenado y sistemático de observaciones en constante
actualización por las investigaciones científicas sobre una materia de estudio medible y
cuantificable.

Consentimiento: manifestación de voluntad, expresa o tácita, por la que un sujeto se vincula


jurídicamente.

Cotejo: prueba que consiste en la acreditación de la autenticidad de un documento, ya sea


mediante la confrontación del documento con su original o mediante el contraste de letras,
operación que lleva a cabo un perito designado por el juez.

Documentología: ciencia del documento.

Documentoscopia: técnica de la criminalística cuyo objeto de estudio es determinar la


autenticidad o la falsedad de los documentos.

Empirismo: sistema metodológico que toma la experiencia como única base para llegar al
conocimiento.

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El cotejo de letras y firmas

Grafología: ciencia de los grafismos.

Grafopsicología: ciencia de la grafología cuyo objeto de estudio en conocer el perfil


psicológico de los escribientes a partir del estudio de los grafismos.

Hipótesis: expresión que se realiza para la explicación de un fenómeno en forma de


conjeturas. Las hipótesis se corresponden con el planteamiento de problemas para la posterior
puesta a prueba de soluciones postuladas, es decir, se construyen respuestas fundamentadas
para la explicación de un fenómeno y para posteriormente someterlas a la contrastación mediante
la evidencia empírica.

Inducción: hecho por el que, conociendo una serie de fenómenos o hechos que se repiten, se
asciende a una ley general que los contiene a todos.

Ley: es la expresión de una generalización de aquellas relaciones que se dan con regularidad y
en ocasiones pueden expresarse mediante una fórmula matemática.

Modelo: contiene la explicación o descripción artificial compleja de observaciones


experimentales derivadas de hipótesis comprobadas y que son admitidas en tanto no aparezcan
fenómenos u observaciones que las contradigan.

Neurología: parte de la medicina que se ocupa del estudio de la anatomía, la fisiología y las
enfermedades del sistema nervioso.

Perito: experto en una materia a quien se le encomienda la labor de analizar desde un punto de
vista técnico, artístico, científico o práctico la totalidad o parte de los hechos litigiosos.

Prueba: suceso acreditado ante un tribunal, bajo los principios de inmediación, contradicción,
concentración y oralidad.

Psicología: ciencia de la conducta normal.

Psicomotricidad: disciplina que se encarga del estudio de la relación que se establece entre la
función motriz del cuerpo (capacidad de movimiento) y la actividad psíquica de la mente
humana.

Psiquiatría: ciencia médica de la conducta patológica.

Teoría: explicación de una clase muy general de observaciones o fenómenos.

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La estructura de la materia. El papel y las tintas
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Índice
La estructura de la materia. El papel y las tintas 3
I. Introducción 3
II. Objetivos 3
III. Conceptos 4
IV. La estructura de la materia 6
4.1. Los estados de agregación de la materia 10
4.1.1. El estado sólido 13
4.1.2. El estado líquido 14
4.1.3. El estado gaseoso 15
4.2. Las partículas fundamentales 17
4.3. Los espectros atómicos 20
4.4. La materia. Los elementos y los compuestos químicos 23
4.4.1. Tipos de sólidos en función de los estados de agregación 28
Resumen 30
Caso práctico 34
Se pide 34
Recursos 36
Bibliografía 36
Glosario. 37

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

La estructura de la materia. El papel y las tintas

I. Introducción
El objetivo de esta unidad didáctica es conocer la forma de aplicar la tecnología para resolver los
múltiples interrogantes planteados por los documentos. Así, tras una breve introducción a la
documentología, su campo de estudio, sus antecedentes y las variables que deben tenerse en cuenta para
comprender la materia desde una perspectiva eminentemente física y química, se abordará la aplicación de
los instrumentos al análisis forense de un documento.

Moléculas en la materia
Tras enmarcar las limitaciones de los estudios forenses, se incidirá en cómo se estructuran las moléculas
en la materia, habida cuenta de que la única forma de caracterizar las tintas y los papeles es ahondando
en su composición y propiedades, sin despreciar las transformaciones espontáneas o inducidas que
pudieran menoscabar los estudios de discriminación.

Átomos
Como la materia se basa en micropartículas llamadas átomos, se hará un breve repaso de la teoría
atómica y las partículas que mantienen unidas las estructuras para formar las moléculas, y se explicará
cómo las técnicas instrumentales son capaces de caracterizar la materia aprovechando precisamente el
conocimiento de las propiedades físicas, ópticas o químicas de una sustancia. De ahí que, para
seleccionar el tipo de instrumento apropiado para analizar una sustancia desconocida (como puede ser
un papel o la tinta), haya que precisar las múltiples formas que tiene la materia de presentarse en la
naturaleza y comprender la importancia de las mezclas y de las técnicas de separación.

Técnicas instrumentales
Las técnicas instrumentales se organizan según el estado de agregación en el que se presente la materia,
pues no será útil el mismo método para un sólido que para un líquido o una sustancia gaseosa, y menos
aún para una sustancia cristalina que para una sustancia amorfa, por lo que es conveniente conocer el
comportamiento de las moléculas cuando se encuentran en cada uno de los posibles estados de
agregación de la materia.

Por último, es importante conocer las partículas fundamentales de la unidad más elemental de la
materia, a fin de comprender el alcance de los métodos atómicos en contraste con los elementales
y delimitar claramente el alcance de cada una de las técnicas analíticas que se ofrecen en el
mercado. De ahí la importancia de conocer la diferencia entre los elementos y los compuestos.

II. Objetivos

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Delimitar el campo de estudio de la documentología.

2
Identificar la estructura de la materia aplicada al papel y las tintas.

Analizar los límites de los conocimientos científicos.

4
Aplicar las herramientas propias de esta ciencia.

III. Conceptos
El estudio forense de un documento para advertir cualquier alteración que pudiera menoscabar las
voluntades iniciales de los autorizantes precisa cada vez más el uso de técnicas e instrumentos analíticos
que pongan de manifiesto, de una forma segura y objetiva, las alteraciones por las que una prueba
documental pudiera reputarse falsa en la esfera de un proceso judicial (Díaz Santana, 2016).

Valoración de la prueba
El cambio de paradigma tecnológico (Skoog, Holler y Crouch, 2007), conforme a las cada vez más
acuciantes normas de calidad en la aplicación de los procedimientos clínicos, científicos y forenses
(ASTM, ENAC, etc.), ha entrado con fuerza en el sector del análisis forense de los documentos, ya que
por parte de los tribunales de justicia se exige cada vez más que los expertos respeten los principios
jurídicos en los que se basa la valoración de la prueba judicial: la formación del perito, los
procedimientos científicos aplicados, los instrumentos analíticos, la cantidad de documentación
indubitada, la necesidad de trabajar con los originales, el sentido de la lógica, etc.

Principios de seguridad

Los principios de seguridad jurídica están consagrados en la normativa de cada país, y los informes
periciales son algunas de las pruebas aceptadas en el proceso, si bien reciben un tratamiento especial en
las distintas legislaciones, motivo por el que estos informes deben cumplir unos requisitos
estandarizados de cientificidad con el fin de evitar resoluciones judiciales injustas basadas en pruebas
erróneas (Alonso Domínguez, 2015).

Subjetividad

Lo que no admite duda alguna es que las conclusiones de los informes periciales, en el arraigado marco
del paradigma de la probabilidad (Matthew, 2008), deben alejarse de procedimientos basados en las
percepciones subjetivas de los expertos. Por ello, cada vez más se exigen resultados contrastados
científicamente que se apoyen en el uso de instrumentos capaces de ofrecer datos que cumplan los
requisitos de objetividad, validez y fiabilidad que exige la ciencia, para minimizar las discrepancias entre
los expertos cuando estudian un documento (Rivera Morales, 2011).

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Por poner un ejemplo del enfrentamiento dialéctico de posiciones entre peritos que concurren a
una misma causa, con un mismo objeto de dictamen, se puede citar el caso de las peritaciones que
tratan de determinar el orden de asentamiento entre dos o más trazos de tinta que se cruzan
(Querol Sabater, 2017). Es un hecho probado que el trazo más oscuro siempre da la impresión de
encontrase por encima del trazo más claro y, además, es una evidencia también que las
aberraciones visuales del experto juegan en contra de los razonamientos objetivos para determinar
la verdadera realidad en el orden de asentamiento de los trazos que se cruzan. De ahí que resulte
habitual encontrarse con opiniones contrarias entre expertos para este tipo de supuestos.

Falsedad de un documento

La falsedad de un documento abarca tres grandes áreas que, lamentablemente, han ramificado esta
disciplina científica en especialidades o parcelas separadas. Por un lado, la falsedad de firmas y textos
manuscritos de los intervinientes en el pacto firmado (grafística, pericia caligráfica, grafotécnica,
grafoscopia, etc.); por otro, cualquiera de las modificaciones en el documento que menoscabe y altere
las voluntades iniciales de los intervinientes (documentoscopia); y, por último, la falsedad de las fechas
cuando estas afecten a elementos de carácter esencial del documento (paleografía y diplomática,
química forense, análisis químico del documento, etc.).

Abordar estas tres parcelas no solo requiere una formación integral específica del experto en
documentos, sino que, además, exige el uso de instrumentos analíticos capaces de ofrecer datos que
cumplan con los estándares de objetividad, validez y fiabilidad exigidos a los conocimientos
considerados científicos.

Figura 1. Imágenes obtenidas por fotografía de reflectancia infrarroja por luminiscencia, en las que
se observa una alteración aditiva del número 2.
Fuente: elaboración propia

Experto en análisis forense

El experto en análisis forense de documentos debe ser como un pequeño enciclopedista que sepa un
poco de muchas cosas (psicología, neurología, motricidad, ingeniería, química, física, derecho,
criminalística, etc.) para poder hablar con propiedad de una sola cosa, en concreto, del documento en
su expresión más integral.

Verificación de autenticidad

Los estudios para verificar la autenticidad o falsedad de los documentos son cada vez más complejos
debido al avance del cuerpo de conocimientos relativos a esta disciplina, el avance de la tecnología y,
por último, las imperantes normas de calidad que exigen procedimientos forenses estandarizados
(ENAC, AENOR, ASTM, etc.). Precisamente es este punto (la calidad) donde las técnicas
instrumentales desempeñan un papel crucial debido a que, de por sí, pueden incrementar las garantías
de las conclusiones que puedan ofrecerse en el estudio de un documento, conforme a una interpretación
adecuada por parte de un experto debidamente formado en la materia y que, en consecuencia, den la
espalda a opiniones basadas en meras percepciones subjetivas.

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Técnicas de verificación

Por último, las técnicas utilizadas por los expertos forenses de documentos para determinar la falsedad
o autenticidad de un documento pueden clasificarse en: microscópicas, espectroscópicas y de
separación química (también conocidas, estas últimas, como cromatográficas).

IV. La estructura de la materia


La única forma de comprender la naturaleza de las técnicas instrumentales utilizadas para determinar la
autenticidad o la falsedad de los documentos, en concreto mediante el estudio físico, óptico y químico de
los papeles y de las tintas (Cantú, 1995), exige saber cómo se disponen las moléculas en la materia,
ahondando en su composición y propiedades, así como conocer las transformaciones espontáneas o
inducidas de las sustancias que se producen por el simple paso del tiempo. El papel y las tintas, en general
en estado sólido de agregación cuando se encuentran en el papel, se caracterizan por cambiar
indudablemente con el paso del tiempo, reuniendo además ciertas propiedades por las que pueden
identificarse.

Materia
La materia se estructura en micropartículas, llamadas átomos, que se mantienen unidas mediante
diversas fuerzas para formar moléculas. Por ejemplo, en la molécula de agua, dos átomos de hidrógeno
[H] se unen, de forma independiente, con el mismo átomo de oxígeno [O] para formar el compuesto
[H2O]. El carbonato cálcico (usado mayoritariamente como carga en los papeles actuales de escritura)
se compone de un átomo de calcio, un átomo de carbono y tres átomos de oxígeno [CaCO3].

Figura 2. Representación de la estructura molecular del agua.


Fuente: elaboración propia.

Técnicas instrumentales
Las técnicas instrumentales aprovechan precisamente el conocimiento de las propiedades físicas,
ópticas o químicas de una sustancia para poder identificarla y, en el caso del análisis forense de un
documento, identificar las sustancias que forman las mezclas complejas de los ingredientes utilizados
por los fabricantes del papel y de las tintas; sustancias que reúnen ciertas características por las cuales
pueden ser identificadas. Así, el papel y las tintas sufren una serie de transformaciones espontáneas o
inducidas (por el calor, por la humedad, por los contaminantes, etc.) que pueden modificar
determinadas propiedades con las que se identificaban inicialmente.

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Por ejemplo, un trazo reciente de tinta puede emitir una elevada fluorescencia bajo una luz
monocromática azul debido a las especiales configuraciones electrónicas de los colorantes
(sustancias con estructura química definida) tras producirse los saltos de sus electrones entre
los orbitales internos de los átomos al ocupar sus espacios los fotones de luz recibidos.
Determinadas sustancias (colorantes) pueden emitir una energía superior a la longitud de onda
recibida, si bien es posible que, con el paso del tiempo, esas moléculas sufran transformaciones
(espontáneas o inducidas) por el efecto continuo de la luz ambiental, la humedad, el calor, la
acidez del ambiente, etc. Tras este proceso, aparecen otros compuestos de degradación que no
reúnen las mismas propiedades ópticas de las moléculas primitivas, es decir, seguir emitiendo
esa elevada fluorescencia a la misma longitud de onda utilizada y por las que inicialmente se
identificaban, discriminaban, etc., por la pérdida de un radical (-CH3), tal como se observa en
la Figura 3. En esta reacción, la luz actúa como una especie de catalizador que puede acelerar la
velocidad de la reacción (Navarro Delgado, Esteban Santos, 2012).

Figura 3. Mecanismo de desmetilización de la molécula de violeta de cristal en violeta de metilo


propuesta por Caine (2001).
Fuente: elaboración propia

Las técnicas instrumentales son aquellas que permiten identificar la materia gracias al conocimiento de
las propiedades de las sustancias, que hoy se tiene gracias a las investigaciones científicas que han
demostrado la evidente conexión entre las propiedades y el comportamiento de la materia y su estructura
molecular.

Figura 4. Espectrómetro de masas para identificar compuestos orgánicos volátiles usados en las tintas,
como el fenol, el alcohol bencílico, el fenoxietanol, etc.
Fuente: elaboración propia.

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Formas de la materia

La materia puede presentarse en su forma más pura (de fácil identificación) o bien en forma de
mezclas, la forma de agregación en la que lamentablemente suele aparecer la materia en el estudio del
documento (el papel y las tintas), lo que dificulta notablemente su identificación.

En ocasiones, la materia puede presentarse en su forma más pura o como mezclas muy simples, por
ejemplo: el aire está compuesto de una sencilla mezcla de nitrógeno [N2], oxígeno [O2] y otros gases en
pequeña proporción (por ejemplo, el helio [He]); el oro [Au] es un material formado por átomos de oro
unidos por determinadas fuerzas (enlaces metálicos); el diamante está formado solo por átomos de
carbono unidos por fuertes enlaces moleculares, o bien se presenta en una forma alotrópica como el
grafito (el lápiz común), formado únicamente por átomos de carbono dispuestos en capas.

Figura 5. Estructura cristalográfica del grafito y el mineral en bruto.


Fuente: “El carbono y sus formas alotrópicas”. Química en casa.

Sustancia

La materia pura recibe el nombre de “sustancia” y se caracteriza por una composición química definida
e invariable, así como unas propiedades específicas por las que puede identificarse. Las sustancias se
dividen en “elementos” y “compuestos”. Los elementos se encuentran descritos en la tabla periódica
que usan los investigadores químicos (cuya invención se debe a destacados autores como Meyer y
Mendeléyev, 1869) y no pueden descomponerse en otras sustancias más simples (por ejemplo, un
átomo de hidrógeno no puede dividirse en dos elementos). Sin embargo, los compuestos se forman por
la combinación de dos o más elementos distintos; por ejemplo, la molécula de agua está formada por
tres elementos (un átomo de oxígeno y dos átomos de hidrógeno), y la celulosa, utilizada de forma
mayoritaria en las fibras de los papeles de escritura (Navarro Delgado y Esteban Santos, 2012), se
compone de una molécula orgánica formada por átomos de carbono, de hidrógeno y de oxígeno.

Figura 6. Estructura molecular de la celulosa.


Fuente: elaboración propia.

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Materia en forma de mezcla


Lo normal es que la materia se presente en la naturaleza en forma de mezclas, en las que diversas
sustancias (elementos, moléculas, o ambas a la vez) se combinen en proporciones variables. Por
ejemplo, una hoja de papel, una tinta a granel, la bola de tungsteno de un bolígrafo, etc. Las mezclas
pueden ser homogéneas, cuando son uniformes en su composición y características (por ejemplo, la
disolución de la tinta líquida en el interior del cartucho del bolígrafo), o heterogéneas, cuando carecen
de uniformidad en su composición y características (así, el papel o la tinta seca en el papel, ya que,
según el punto que se analice de la tinta en el papel, aparecerán diferencias cuantitativas y cualitativas en
los compuestos detectados).

Figura 7. Imágenes de la superficie de un papel normal de escritura (60 micras) obtenidas a 1000x con
microscopía electrónica de barrido. Se observa una mezcla heterogénea de celulosa, carbonato cálcico
y blanqueantes (cloro, etc.).
Fuente: elaboración propia.

Materia en forma pura

Cuando la materia se encuentra en su forma más pura, no es difícil identificarla recurriendo a


instrumentos analíticos o métodos convencionales; el problema viene cuando la materia aparece en
forma de mezclas, como ocurre con el papel y las tintas. En estos casos, y para la identificación de los
compuestos o elementos que la conforman, la primera tarea será separarlas para su análisis
individualizado, para lo cual se recurre tanto a métodos físicos como químicos.

Una característica de la materia es que se transforma con el paso del tiempo, ya sea de manera
espontánea o inducida, lo que puede afectar, por ejemplo, a los estudios de discriminación de
los papeles y de las tintas, la datación de los documentos, etc.

Transformaciones

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Las transformaciones físicas no provocan ninguna modificación química de la materia, por ejemplo,
la estructura molecular del agua es igual tanto en estado de vapor como líquido; o la tinta que sale del
cartucho del bolígrafo en forma líquida y se deposita en la superficie del papel cambia a un estado
sólido, pero no se menoscaba inicialmente la estructura de las moléculas que la integran (lubricantes,
resinas, colorantes, disolventes, etc.). Por el contrario, en las transformaciones químicas sí se produce
un cambio en la naturaleza química de la materia, por ejemplo, una tinta puede tener inicialmente el
compuesto hexilene glycol y, con el paso del tiempo, este compuesto desaparece de los ingredientes de
la tinta porque se evapora; por otra parte, los colorantes pueden transformarse en otros compuestos al
degradarse por el efecto de la luz y dar lugar al fenol, la cetona de Michler, etc. (Weyermann, Kirsch,
Costa-Vera y Spengler, 2006).

Toda transformación de la materia casi siempre se acompaña de un efecto energético, es decir, de una
absorción o un desprendimiento de energía (en forma de calor, luz, energía mecánica, electricidad, etc.).
Por ello, los procesos de transformación de la materia se clasifican, respectivamente, en endoérgicos o
exoérgicos (Navarro Delgado y Esteban Santos, 2012). Cuando la tinta se deposita en el papel, se
produce un cambio de estado líquido a sólido, y durante este cambio hay un desprendimiento de
energía en forma de energía mecánica, ya que la tinta se desplaza entre los intersticios y las fibras del
papel, los disolventes se evaporan, se pueden producir rupturas de los enlaces químicos de los
colorantes, las resinas se comienzan a polimerizar, etc.

Reacciones

Las reacciones químicas que interesan en documentología son las que ocurren en el papel y en las
tintas debidas al paso del tiempo, por la interferencia de un proceso que acelere la velocidad de las
reacciones de volatilidad de los disolventes, de degradación de los colorantes, de polimerización de las
resinas (calor, luz, humedad, acidez del ambiente, microorganismos), etc. En todo caso, es vital saber
interpretar los resultados objetivos que ofrezcan las técnicas instrumentales, con el fin de detectar una
alteración, realizar una discriminación de papeles o tintas, determinar un cruce de trazos o datar un papel
o una tinta.

Lo habitual es que tanto las reacciones químicas como los cambios en el estado de la materia que se
producen en los papeles y en las tintas, ya sea debido a procesos naturales o inducidos, ocurran en
sistemas abiertos a temperatura ambiental y a presión constante (1 atms), aunque pueden variar por
cambios en la temperatura ambiental, lugar de conservación del documento, por procedimientos
inducidos de envejecimiento artificial, actividad de microorganismos, etc. Todo lo anterior obliga a
interpretar los resultados que se obtengan con extrema cautela, dadas las posibles transformaciones
espontáneas o inducidas de la materia ya que, por ejemplo, dos estructuras iguales pueden interpretarse
como diferentes debido al paso del tiempo.

4.1. Los estados de agregación de la materia


Los cambios de estado de la materia (sólido, líquido o gas) se producen mediante intercambio de
energía; así, para pasar del estado sólido al líquido o al gaseoso se precisa un aporte de energía, mientras
que, si es a la inversa, lo normal es que se produzca una cesión de energía. La energía intercambiada puede
ser mecánica, como en el caso de la tinta cuando sale del cartucho del bolígrafo.

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Desde el punto de vista del análisis forense de un documento, no hay que dejar de lado el hecho de que
la tinta, que estaba en estado líquido, cuando se deposita en el papel cambia a estado sólido (con el
consiguiente desprendimiento de energía mecánica) y, a su vez, varios de los ingredientes orgánicos
volátiles de la tinta pasan al estado de vapor, ya que los compuestos orgánicos volátiles (disolventes) se
volatilizan.

Gases

Respecto a los gases que se desprenden, carecen de forma y volumen fijos, fluyen con facilidad y se
pueden comprimir cuando se aumenta la presión. Las partículas de los gases tienen fuerzas de cohesión
interpartículas muy pequeñas, por lo que, cuando la materia se encuentra en este estado de agregación,
se expande con relativa facilidad debido a la libertad de movimiento de las moléculas que la integran. El
carácter comprimible de los gases se explica por que las partículas que lo forman se encuentran muy
distantes entre sí y distribuidas de forma desordenada.

Figura 8. Distribución aleatoria de las partículas de los gases en el interior de un contenedor cerrado.
Fuente: elaboración propia.

Líquidos

Los líquidos se caracterizan por aglutinar características comunes de gases y sólidos, dado que es un
estado intermedio de agregación de la materia. En cuanto a la semejanza que tienen los líquidos con los
gases, es que estos pueden fluir, aunque a menor velocidad que los gases. Por otro lado, y en cuanto a
las similitudes que tienen los líquidos con los sólidos, los líquidos son poco comprimibles debido a que
las partículas constituyentes se encuentran muy próximas entre sí, dado que las fuerzas intermoleculares
son mucho mayores que en los gases pero menores que en los sólidos. Por eso, las partículas de los
líquidos pueden gozar de cierta libertad de movimiento, pero carecen de forma fija y tienen capacidad
para fluir.

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Sólidos

Por último, los sólidos tienen una forma y volumen fijos, son rígidos, prácticamente incomprimibles y
no pueden fluir. Las partículas de los sólidos están perfectamente ordenadas y forman redes cristalinas
que se mantienen fijas debido a las grandes fuerzas de cohesión intermoleculares, de ahí que tengan una
forma y un volumen fijos. Por otro lado, los sólidos no se pueden comprimir porque las partículas
constituyentes se encuentran muy próximas entre sí.

Figura 9. Distribución diferencial de las partículas de los sólidos, líquidos y gases en el interior de
contenedores.
Fuente: Castillo Chaves, J. L. “Sólidos, líquidos, gaseosos son los raros”.

Las avanzadas técnicas de difracción de rayos X han revelado un tipo de sólidos llamados
“amorfos”, en los que no se observa orden de la materia, tal como ocurre en los gases. Ejemplos de
sólidos amorfos son el vidrio y los plásticos, si bien, debido a las potentes fuerzas de interacción de las
partículas constituyentes, estos no fluyen y tienen un volumen fijo, por lo que adoptan las propiedades
de los sólidos.

Figura 10. Distribución de las partículas de un sólido amorfo (vidrio).


Fuente: Wikipedia.

Los estudios por difracción de rayos X sobre el papel de escritura han demostrado que este se
encuentra formado por una sustancia sólida cristalina (celulosa) y una sustancia sólida amorfa, cuyos
porcentajes de distribución son importantes para llegar a establecer criterios de discriminación de los
soportes papeleros, datación, etc.

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Figura 11. Espectro de difracción de rayos X de una muestra de papel. El pico más ancho y pequeño
corresponde a la sustancia sólida amorfa, y el pico de mayor tamaño y más estrecho, a la sustancia sólida
cristalina (alfa-celulosa).
Fuente: elaboración propia.

En otro orden de cosas, los estados de agregación de la materia dependen directamente de las
condiciones de presión y volumen en las que se encuentre. Los documentos suelen estar a 1
atmósfera de presión y temperatura de 298 °K (25 °C), aunque esta última oscila ligeramente según
los países, las estaciones del año, los lugares de conservación o las técnicas de manipulación
(meterlos en un horno, exponerlos a luz ultravioleta, dejarlos al sol, someterlos a continuas pruebas
analíticas en los comparadores videoespectrales, etc.).

4.1.1. El estado sólido

Algunos ejemplos de estado sólido de la materia son el papel o la tinta cuando sale del bolígrafo y se
deposita sobre la superficie del papel. El estado sólido se puede manifestar en su forma cristalina (cuando
las partículas se encuentran perfectamente ordenadas) o bien en su forma amorfa (cuando las partículas no
están ordenadas).

Figura 12. Disposición de las partículas en un sólido cristalino (izquierda) y un sólido amorfo (derecha).
Fuente: elaboración propia.

En estado sólido cristalino, las partículas no están totalmente fijas en los nudos de la red cristalina, sino
que pueden realizar pequeños movimientos vibratorios alrededor de las posiciones en equilibrio; por
ejemplo, cuando reciben energía térmica. Esta propiedad es la que se aprovecha en la espectroscopia
infrarroja para la identificación de la materia (vibraciones de los enlaces químicos).

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Figura 13. Interferograma infrarrojo de una tinta azul Inoxcrom en papel de escritura, producido por las
vibraciones de los enlaces moleculares de los ingredientes de la tinta.
Fuente: elaboración propia.

Temperatura

Estos movimientos de las partículas fijas en la red de la estructura cristalina aumentan a medida que se
aplica energía térmica (calor) al sistema, en este caso al papel. Así, si se aumenta la temperatura una vez
que la tinta ha quedado depositada sobre la superficie del papel, se provocará un movimiento en los
enlaces de las sustancias de las moléculas, y podría ocurrir, si la temperatura continúa en aumento (y
manteniendo la presión constante), que el movimiento de las partículas fuera tan grande que terminase
por romper los enlaces químicos que mantienen unidas a las partículas en la red cristalina y que esta
pase a nuevos estados de agregación, líquido (fusión) o gaseoso (vaporización o sublimación).

Figura 14. Esquema de los cambios de estado de la materia.


Fuente: elaboración propia.

Fusión - Vaporización

Cuando esto ocurre, los enlaces que mantienen unidos los átomos se rompen, por lo que las
moléculas de las tintas que inicialmente se encontraban en estado sólido en la superficie del papel
pueden pasar al estado líquido (llamado proceso de fusión) o gaseoso (llamado proceso de
vaporización o, si se pasa directamente de sólido a gas, sublimación)

Tinta seca

Cuando las tintas están secas sobre la superficie de los documentos y se aumenta la temperatura de
manera significativa, se puede producir un cambio en el estado de agregación de los disolventes; por
ejemplo, lo normal es que los compuestos orgánicos volátiles de las tintas se sublimen, sin pasar
previamente por el estado líquido.

4.1.2. El estado líquido

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

La tinta se encuentra en estado líquido cuando está aislada del ambiente, en el interior del receptáculo del
elemento escritor, o bien en cualquiera de los disolventes que pueden emplearse sobre el sustrato físico
original del documento para producir alteraciones, por ejemplo, los borrados químicos, los que pueden
producirse con disolventes polares como el metanol, el diclorometano, el cloroformo, etc.

Las superficies de los líquidos siempre tienen moléculas con energía cinética suficiente para escapar a la
fase gaseosa. Por eso se mantiene la tinta líquida en el interior de un receptáculo de plástico o metal, para
evitar que algunos de sus componentes se evaporen (disolventes), se degraden (colorantes) o se
polimericen (resinas).

Los líquidos pierden gradualmente moléculas, cuando estas pasan a la fase de vapor; de ahí que, si el
líquido está en un recipiente cerrado, por ejemplo, la tinta en el receptáculo del bolígrafo, siempre existirá
cierta presión originada por el vapor de las moléculas que escapan de la fase líquida (correspondiente a las
moléculas del líquido que se escapan a la fase gaseosa), propiedad llamada “presión de vapor” y que es
característica de cada sustancia, mezcla, etc. Tanto los sólidos como los líquidos tienen presiones de
vapor, si bien es mucho menor en los sólidos.

Figura 15. Esquema de la presión de vapor de los líquidos.


Fuente: elaboración propia.

Para que las sustancias de las tintas y de los papeles en estado sólido vayan pasando a la fase líquida o
de vapor, se precisa aplicar energía (luz, calor, rozamientos, etc.) al sistema (papel con tinta), proceso
denominado “entalpia” de fusión (cuando pasan del estado sólido al estado líquido), de vaporización
(cuando pasan del estado líquido al estado gaseoso), de sublimación (cuando pasan directamente del
estado sólido al estado líquido), etc.

4.1.3. El estado gaseoso

La gran mayoría de los estudios experimentales de la materia se suelen realizar con gases, ya que su
estudio es más sencillo y se han hallado ecuaciones matemáticas que permiten describir sus funciones de
estado; por ejemplo, presión, volumen, temperatura, concentración, etc. (Navarro Delgado y Esteban
Santos, 2012). Las variables interrelacionadas que describen las propiedades de estado de los gases son la
presión, el volumen, el número de partículas constituyentes y la temperatura.

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Comportamiento de los gases

El comportamiento físico de los gases tiene una analogía directa con la estructura física de las
sustancias. La teoría atómica establece que la materia se construye partiendo de unas partículas unitarias
que, cuando se encuentran en fase gaseosa, están en constante movimiento. El calor es una
manifestación de ese movimiento, ya que el aumento de la temperatura es directamente proporcional al
incremento de la movilidad de las partículas constituyentes de los gases.

Los investigadores clásicos del comportamiento de los gases son Clausius, Boltzmann y Maxwell,
que elaboraron un modelo teórico para explicar todas las propiedades macroscópicas de los gases
como consecuencia del movimiento de las partículas.

Características de los gases

Las principales características de los gases postuladas por estos autores son: las sustancias gaseosas se
encuentran constituidas por un enorme número de partículas situadas a grandes distancias unas de otras;
el tamaño de las partículas es despreciable respecto al volumen que ocupan; las partículas
constituyentes se caracterizan por encontrarse en un continuo movimiento caótico, chocando de forma
constante y elástica las unas con las otras y con los recipientes; las fuerzas de atracción entre ellas son
despreciables; y, por último, la energía cinética de las partículas en movimiento es proporcional a la
temperatura absoluta.

El estudio del estado gaseoso interesa por varias razones; por ejemplo, cuando la tinta sale del bolígrafo
para depositarse en el papel, algunos de sus componentes pasan a estado de vapor y otros a estado sólido.
Todos los ingredientes de las tintas se encuentran inicialmente en fase líquida, si bien los disolventes se
suelen evaporar por la energía mecánica de fricción que se genera entre la bola del bolígrafo y el papel, por
la temperatura ambiental, por el tipo de iluminación que haya en ese momento (luz solar, ultravioleta, etc.),
o bien por la temperatura de la superficie del papel (si acaba de salir de una máquina fotocopiadora).

Otras sustancias líquidas, como los colorantes, las resinas, los lubricantes o los disolventes que no
hayan escapado a la fase vapor, pasan directamente a la fase sólida y con el tiempo pueden ir
degradándose (colorantes), endureciéndose (resinas) o difundirse o evaporarse muy lentamente
(disolventes). En los papeles, las sustancias orgánicas volátiles (en forma de trazas) desaparecen por
sublimación con el paso del tiempo.

Por ejemplo, cuando las tintas son recientes, suelen tener una concentración significativamente alta
de compuestos orgánicos volátiles (fenoxietanol, fenol, alcohol bencílico, etc.), si bien, debido a
la natural energía que se comunica al documento, la luz ambiental o artificial, la temperatura, las
manipulaciones físicas, el aire circundante, la temperatura de la superficie del documento, etc., se
subliman si se trata de tintas antiguas o se vaporizan cuando las tintas son recientes.

La mayor cantidad de compuestos orgánicos volátiles se pierde en las formulaciones de las tintas
cuando se está produciendo el cambio de estado líquido a sólido, es decir, cuando la tinta líquida se acaba
de depositar en el documento. Es en este estado de agregación en el que los ingredientes de las tintas en
estado líquido requieren un menor aporte de energía para pasar a la fase vapor, en contra de lo que sucede
cuando los disolventes de las tintas ya se encuentran en estado sólido por el efecto de la polimerización de
las resinas.

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

4.2. Las partículas fundamentales


La unidad más elemental de la materia es el átomo, una partícula diminuta constituida por otras
partículas, aún más pequeñas, llamadas neutrones, protones y electrones, algunas con carga y todas con
masa definida.

Figura 16. Modelo nuclear del átomo.


Fuente: Pixabay.

Se atribuye a Dalton el mérito de formular la primera teoría atómica, que decía: “Los elementos están
formados por átomos, pequeñas partículas indivisibles que no pueden crearse ni destruirse; todos los
átomos de un mismo elemento son exactamente iguales y en todas sus propiedades; los átomos de
elementos diferentes tienen masa y propiedades distintas; dos o más átomos de distintos elementos pueden
combinarse entre sí en una relación numérica sencilla y dar lugar a un compuesto, siendo los átomos de un
mismo compuesto iguales”.

Cada compuesto está formado por distintos átomos, cada uno con sus propiedades y masas distintas
que se combinan entre sí. Así, el caolín es un compuesto de formulación Al2Si2O5(OH)4 usado en la
carga del papel, en el que se observa que átomos diferentes (dos átomos de aluminio, dos átomos de
silicio, nueve átomos de oxígeno y cuatro átomos de hidrogeno), cada uno de masa y propiedades
distintas, se combinan entre sí en proporciones definidas para formar un compuesto de propiedades
específicas.

Electrones

Los electrones son partículas con carga eléctrica negativa, masa definida (9,11 × 10-28 g) y cuya
presencia en la materia es constante. Su descubrimiento (gracias a la utilización de rayos catódicos)
corresponde al químico y físico Thomson (enunciado en 1897). Los electrones son los responsables de
los enlaces químicos entre los átomos, no se encuentran en el núcleo y giran de forma caótica a su
alrededor en orbitales moleculares.

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Protones

Los protones fueron descubiertos por Golstein en 1886. Son partículas con masa definida (1,672 × 10-
24 g) y carga positiva situadas en el núcleo del átomo, que corresponde exactamente con el átomo de
hidrógeno si se resta la masa del electrón, ya que este elemento químico solo tiene un protón en el
núcleo. Los elementos químicos de la tabla periódica se diferencian por la cantidad creciente de
protones en el núcleo.

Figura 17. Tabla periódica de los elementos químicos .


Fuente: Pixabay.

Espectómetro de masas

El espectrómetro de masas acoplado a la cromatografía de gases es un instrumento


predominantemente usado en el análisis de las tintas para la detección de los compuestos que se usan en
su formulación. Su fundamento gira en torno a la medición de las masas atómicas de los compuestos,
así como la presencia relativa de isótopos; por ejemplo, el fenoxietanol es un disolvente muy usado en
las tintas de los bolígrafos actuales que se caracteriza por tener una masa atómica de 134 uma.

Figura 18. Estructura molecular del fenoxietanol.


Fuente: elaboración propia.

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Isótopos

Los isótopos son variantes de un mismo elemento o compuesto químico, ya que tienen la misma
cantidad de protones en el núcleo, que pueden incorporar una partícula adicional sin carga en el núcleo
(llamada neutrón) y aumentar su masa atómica sin ver afectadas sus propiedades.

Figura 19. Isótopos de la molécula del hidrógeno.


Fuente: elaboración propia.

1
Los investigadores siempre intuyeron la existencia de los neutrones, dado que las masas de los átomos
siempre eran mayores a lo que se esperaba, pero la dificultad de su descubrimiento radicaba en que son
partículas que se encuentran en el núcleo y carecen de carga. El descubridor de estas partículas fue
Chadwick (1932), que comprobó que tenían una masa de 1,674 × 10-24 g, bastante similar a la del
protón.

Una vez descubiertas las partículas constituyentes del átomo, se construyó un modelo teórico que
explicaba la forma que tenía la unidad elemental del átomo en la materia. El modelo teórico actual
relativo a la distribución de las partículas elementales en el átomo (protones, neutrones y electrones) se
debe a los experimentos de Rutherford de 1911, y fue desarrollado posteriormente por Bohr, en 1913.
Hoy predomina la idea de que el átomo está constituido por un núcleo de espacio reducido, gran masa y
carga positiva debido a los protones y los neutrones, y electrones girando alrededor del núcleo en la
misma cantidad que los protones para que la carga del átomo sea neutra, evitando así que la fuerza
centrífuga de los electrones origine que se precipiten sobre el núcleo de protones y neutrones.

El diámetro calculado para el núcleo de un átomo es del orden de 10-13 cm, y el diámetro del átomo de
10-8 cm. La masa de los átomos corresponde a la suma de los protones y neutrones (se desprecia la de
los electrones debido a su pequeño tamaño relativo). El número atómico corresponde solo al número de
protones del átomo (que siempre es igual al número de electrones), si bien, cuando se habla de la masa
del elemento concreto, se trata del número másico, que corresponde a la suma del número de protones
y el número de electrones; por ejemplo, el átomo de helio tiene dos protones, dos electrones y dos
neutrones y, por tanto, su número másico es 4.

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

4.3. Los espectros atómicos


Los espectros atómicos son la base de la gran mayoría de los instrumentos ópticos y de los
comparadores videoespectrales utilizados en el análisis forense de documentos, con los que se comparan
tanto los papeles como las tintas con el fin de establecer similitudes o discriminaciones por la diferencia o
similitud de los registros espectrales, en concreto, mediante los espectros moleculares en sustitución de los
espectros atómicos.

Al calentarse, un cuerpo sólido emite un espectro atómico, hecho descubierto por Planck en 1900
(“Cuando una sustancia emite o absorbe energía, en forma de radiación electromagnética, no lo hace de
una forma continua, sino en unas cantidades definidas, múltiplos enteros de la cantidad más pequeña de
energía o cuanto elemental”).

La energía de cualquier radiación electromagnética quedó definida por una fórmula matemática
que se corresponde con el producto de la constante de Planck (6,6 × 10 -34 jul·seg) y la
frecuencia de la radiación (v): E = h · v.

En 1905, Albert Einstein afirmó que la luz es una corriente de corpúsculos llamados fotones, y que
cada uno de ellos tiene una determinada energía proporcional a la frecuencia de la luz incidente,
postulando su doble naturaleza ondulatoria y corpuscular. A efectos prácticos y en relación con esta
materia, al analizar un documento la energía de la luz dependerá de la frecuencia y no de su intensidad.

Figura 20. Direccionalidad de las ondas electromagnéticas (luz).


Fuente: Pixabay.

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Los aparatos utilizados en un principio para analizar la luz datan de mediados del siglo xix y se llaman
espectroscopios, aunque hoy, para el análisis forense de documentos, se utilizan los comparadores
videoespectrales.

Figura 21. Espectros de reflectancia de cuatro tintas azules de bolígrafos de la marca Inoxcrom®.
Fuente: elaboración propia.

Los espectroscopios más sencillos desdoblan la luz en las diferentes frecuencias que componen el
espectro electromagnético incidente cuando pasa a través de un prisma, generando una imagen (llamada
espectro) formada por unas rayas brillantes de diferentes colores que corresponden cada uno a una
frecuencia determinada. La luz blanca presenta un espectro que integra todos los colores, lo que se
denomina “espectro continuo”

Experimentos realizados a mediados del siglo xix evidenciaron que, cuando las sustancias se calentaban
o eran sometidas a altos voltajes, emitían luz a una frecuencia determinada y característica de ese
compuesto. Cuando esta emisión de luz se hacía pasar por un espectroscopio, se obtenía un espectro
de emisión en forma de unas cuantas rayas brillantes características de cada sustancia. Cuando la luz
blanca (con todas las frecuencias del espectro visible) se hacía pasar por la misma sustancia y luego se
analizaba con el espectroscopio, se obtenía un espectro de absorción, ya que en el espectro continuo
aparecían unas sombras oscuras colocadas en la misma posición que las rayas brillantes del espectro de
emisión. Estos últimos espectros son discontinuos.

Estos experimentos dejaron claro que la emisión o la absorción por parte de los átomos de la energía
luminosa en el espectro visible ocurre en una frecuencia determinada y se obtienen espectros
discontinuos. Varios autores desarrollaron fórmulas matemáticas para explicar este fenómeno físico que
se encuentra directamente vinculado con la posición de los electrones en los orbitales de los átomos, la
velocidad de la luz y la llamada constante de Rydberg (por ejemplo, la ley empírica de Balmer)

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Es preciso conocer la terminología específica para trabajar con radiaciones electromagnéticas:

Longitud de onda (λ).

Distancia en unidades de longitud que existe entre dos crestas consecutivas de una onda
electromagnética. En el ámbito del estudio forense de los documentos suele usarse la unidad de medida
del nanómetro, si bien se pueden encontrar otras unidades de medida como el centímetro, el angstrom
(Å), etc.

Frecuencia (ṿ).

Número de crestas de una onda electromagnética que pasan por un punto concreto por unidad de
tiempo (segundos). La frecuencia es igual al cociente entre la velocidad de la luz (c) y la longitud de
onda (λ). La frecuencia se mide en ciclos por segundo llamados hertzio (Hz), medida que se
corresponde con la inversa del segundo (seg-1). Así, a mayor longitud de onda, la frecuencia es menor
(la frecuencia de la radiación ultravioleta es mayor que la infrarroja).

Número de ondas (ṽ).

Medida muy empleada en espectroscopia, se refiere al número de ciclos de una onda electromagnética
por unidad de longitud. De ahí que el número de ondas se corresponda con el inverso de la longitud de
onda (cm-1). El número de ondas puede expresarse como: 1/λ o ѵ/c.

Por ejemplo, teniendo en cuenta la siguiente onda electromagnética en la que la distancia entre
dos crestas consecutivas es de 1 cm, con la aplicación de las fórmulas expuestas anteriormente: λ
= 1/3 cm, ṽ = 3cm-1 y ѵ = 9 × 105 ciclos·seg-1 o Hz.

Figura 22. Modelo gráfico de la naturaleza ondulatoria de las radiaciones electromagnéticas.


Fuente: elaboración propia.

La explicación de lo que sucede cuando se aplica una longitud de onda concreta a una tinta o un papel
para su discriminación debe buscarse en la formulación dada en 1913 por Bohr, cuando estableció un
modelo teórico del átomo al intentar explicar los datos experimentales de los espectros atómicos. Los
electrones solo pueden girar en ciertas órbitas circulares, de energía y radios determinados, en los que su
energía es constante, y emiten energía solo en caso de que pasen a una órbita de menor energía. Por
ejemplo, un fotón de luz puede provocar que los electrones se muevan a órbitas superiores, y entonces
regresan a su órbita de origen (de menor energía) y es cuando emiten energía.

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Figura 23. Diagrama atómico de los fenómenos de absorción, emisión, fluorescencia y fosforescencia.
Fuente: elaboración propia.

En consecuencia, todo sistema absorbe energía cuando los electrones saltan a un orbital de
menor energía (más alejado del núcleo), venciendo la fuerza electrostática con el núcleo del átomo,
si bien, cuando los electrones regresan a los orbitales de menor energía (más cercanos al núcleo),
emiten energía en forma de luz, calor, electricidad, etc.

El estudio de los modelos atómicos ha permitido inferir el carácter de probabilidad de la ciencia,


muy especialmente con el principio de incertidumbre de Heisenberg (1927), dado que no fue capaz
de expresar en lenguaje matemático la posición del electrón y su contenido energético.

4.4. La materia. Los elementos y los compuestos químicos


La tabla periódica reúne y clasifica todos los elementos químicos conocidos y que se han ido
descubriendo de forma natural y artificial a lo largo de la historia, y de cuya combinación surgen los
compuestos. Los elementos de la tabla periódica se agrupan según sus propiedades (electromagnéticas,
pesos moleculares, valencias, etc.).

1869

Los primeros intentos por ordenar los elementos químicos en función de su peso atómico creciente,
en 1869, corrieron a cargo de Meyer (agrupados según las propiedades físicas semejantes) y
Mendeléyev (agrupados según las propiedades químicas semejantes)

Clasificación actual

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

La clasificación actual de la tabla periódica se realizó de forma totalmente empírica, en 1912, gracias a
Moseley (discípulo de Rutherford), que ordenó los elementos químicos trabajando con rayos catódicos
(corriente de electrones) y comprobando que, cuando los elementos químicos se sometían a una
corriente de electrones, emitían una serie de radiaciones electromagnéticas clasificadas como rayos X.

Al bombardear un átomo con una corriente de electrones, algunos electrones de las capas más
internas de ese átomo pueden separarse de él. Los electrones más externos pasan entonces a ocupar
esos huecos y emiten energía en forma de radiación o rayos X. Las frecuencias de esas radiaciones,
lógicamente, serían proporcionales a la carga nuclear (Navarro Delgado y Esteban Santos, 2012).

Figura 24. Equipo de fluorescencia de rayos X usado en el análisis de documentos.


Fuente: elaboración propia.

Los datos experimentales obtenidos con los rayos X emitidos por cada uno de los elementos
químicos al ser irradiados con los rayos catódicos pusieron de manifiesto que los pesos atómicos
estaban relacionados con las propiedades físicas y químicas de los átomos, motivo por el cual la
tabla periódica se ordena hoy según el orden creciente de los pesos atómicos de cada uno de los
elementos.

Cuando los átomos se combinan para formar un compuesto determinado (por ejemplo, una resina de
formaldehído), lo hacen siempre en proporciones definidas, adoptando cada molécula concreta una
determinada geometría y precisando para su formación una determinada energía.

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Teoría electrónica

La “teoría electrónica” es la que explica cómo se unen los átomos para formar los compuestos. Los
electrones externos de los átomos son los responsables de las posibilidades de combinación de cada
elemento químico.

Figura 25. Enlace de un átomo de oxígeno con dos átomos de hidrógeno mediante los electrones
externos para formar una molécula de agua.
Fuente: elaboración propia.

Enlaces

Por ahora, y según las técnicas analíticas y los resultados experimentales de las investigaciones
científicas de Lewis y Kossel en 1916, se han definido varios tipos de enlaces químicos cuando los
átomos se combinan entre ellos. Los principales, debido a la mayor energía de sus enlaces y las fuerzas
electrostáticas, son los llamados enlaces iónicos, los covalentes y los enlaces metálicos.
Enlaces iónicos

En los enlaces iónicos, el electrón de uno de los átomos se separa completamente de este para
caer bajo la influencia del otro átomo, quedando ambos unidos por tener cargas opuestas (iones de
cargas electrostáticas opuestas). Mientras uno de los átomos queda cargado positivamente, el otro
átomo queda cargado negativamente [Cl- Na+].

Figura 26. Modelo de enlace iónico para formar el fluoruro de litio.


Fuente: elaboración propia.

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Cuando los átomos se combinan mediante enlaces iónicos, forman redes cristalinas definidas y se
disponen simétricamente mediante formas geométricas regulares. La geometría de estas redes
depende del tamaño de los iones que se combinan y de la carga de cada uno de ellos. Las técnicas de
difracción de rayos X permiten estudiar los compuestos iónicos y covalentes para determinar la
estructura cristalina, los ángulos y las distancias entre los átomos que se combinan. Su identificación
es posible porque son regulares y definidos según los compuestos que se formen. Por otro lado, las
técnicas de espectroscopia permiten determinar las energías de enlace de las moléculas que se
combinan.

Figura 27. Estructura molecular del carbonato cálcico usado en los papeles como carga.
Fuente: J. Appl. Crystallogr., 2005; n. 38: pp. 158-167.

Enlaces covalentes

En los enlaces covalentes (modelo propuesto por Lewis en 1916), los electrones externos de
cada uno de los átomos se comparten, es decir, no existe una transferencia completa de electrones de
un átomo a otro como ocurría en los enlaces iónicos. En este tipo de enlace, los electrones de cada
átomo estarán bajo la influencia de los orbitales externos de cada uno de los átomos que se combinan
entre sí [H - H].

Figura 28. Estructura molecular del disolvente tetracloruro de carbono.


Fuente: elaboración propia.

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Los enlaces covalentes se generan cuando las afinidades electrónicas de los átomos que se
combinan carecen de la suficiente diferencia de electronegatividad para arrancar los electrones de uno
de ellos y, en consecuencia, no tienen la suficiente diferencia de carga para favorecer la captura y la
pérdida de los electrones. Los enlaces entre los átomos son producto de la compartición de los
electrones de sus capas externas.

Ambos modelos de combinación entre átomos (iónico y covalente) se deben a situaciones límite,
ya que lo predominante son los casos intermedios, lo cual depende de la electronegatividad de los
átomos que se combinan para producir las correspondientes fuerzas electrostáticas. Por ejemplo, en
los enlaces iónicos existe una significativa diferencia de electronegatividad entre los átomos que se
combinan; por el contrario, en los enlaces covalentes la electronegatividad de los elementos que se
combinan es muy parecida.

Un tipo especial incluido en los enlaces covalentes es el enlace covalente coordinado, en el que el
par de electrones compartidos procede solo de uno de los átomos que se combinan. Se conoce
también como “enlace semipolar”, debido a que el átomo que da sus electrones adquiere una carga
formal positiva; en cambio, el átomo que recibe los electrones adquiere una carga formal negativa, de
ahí que la condición para que se forme este tipo especial de enlace es que alguno de los átomos
tenga algún par electrónico sin compartir y que el otro átomo tenga un orbital externo vacío de
electrones. Este tipo de enlace se suele encontrar en los tintes solubles (colorantes) usados
actualmente en los instrumentos de escritura manual, por ejemplo, el violeta de cristal, el violeta de
metilo, etc.

Enlaces metálicos

El enlace metálico es el más habitual de los enlaces, dado que el 90 % de los elementos que
forman la tabla periódica son metales. Este tipo de compuestos se caracterizan por la conductividad
eléctrica, debido a que los iones positivos de los átomos que se combinan quedan todos
empaquetados de forma interna y los electrones circulan libremente por los intersticios y las capas
externas.ç

Por último, y con mucha menos energía de enlace que los ya comentados (fuerzas intramoleculares
unas mil veces menor, por ejemplo, que en los enlaces covalentes), están las fuerzas intermoleculares
llamadas “fuerzas de Van Der Waals” y los enlaces de hidrógeno.

Figura 29. Modelo molecular del enlace metálico.


Fuente: elaboración propia.

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Fuerzas de Van Der Waals

Las fuerzas de Van Der Waals se corresponden con interacciones muy débiles entre los átomos,
con independencia de su estado de agregación. Las dos fuerzas de interacción que se han descrito son
las llamadas “fuerzas de dispersión” o “de London” y, por otro lado, las “fuerzas de orientación dipolo-
dipolo”.

Respecto a las primeras, los movimientos continuos de los electrones en los átomos provocan que,
en ciertos momentos, no coincidan los centros geométricos de las cargas negativas de las nubes
electrónicas con los centros geométricos de las cargas positivas de los núcleos, por lo que pueden
comportarse como pequeños dipolos momentáneos. Por esta razón, las fuerzas de London (en honor a
su descubridor en 1930) suelen ser más intensas a medida que aumenta el peso molecular de los átomos,
ya que con ellos también aumenta el número de electrones, con lo que se incrementa la intensidad de los
dipolos.

Respecto a las segundas, las fuerzas de orientación dipolo-dipolo, se corresponden con moléculas
que tienen un momento dipolar permanente (las llamadas moléculas polares) y pueden atraerse debido a
sus polos opuestos. Las fuerzas de orientación dipolo-dipolo son más intensas que las fuerzas de
London.

Enlaces de hidrógeno

Por último, y respecto a las fuerzas intermoleculares, están los enlaces de hidrógeno, que aparecen
cuando un átomo de hidrógeno se enlaza con otro átomo muy electronegativo y pequeño, por lo que ese
hidrógeno queda con una carga parcialmente positiva y puede unirse a otra molécula en la que también
exista un átomo muy electronegativo (por ejemplo, la celulosa). Las energías de enlace de este tipo de
fuerza intramolecular son las más elevadas, en torno a 2-10 kcal/mol frente a los 0,02-0,5 kcal/mol de las
fuerzas intramoleculares de Van Der Waals (Navarro Delgado y Esteban Santos, 2012).

Figura 30. Enlace de hidrógeno entre dos moléculas de agua.


Fuente: elaboración propia.

4.4.1. Tipos de sólidos en función de los estados de agregación

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Las propiedades de los átomos aislados son muy diferentes de cuando estos se encuentran agregados
(átomos combinados para formar compuestos), lo que depende del tipo de enlace y de la naturaleza de las
partículas constituyentes. Aunque los factores externos que determinan el estado de agregación de la
materia son la presión y la temperatura, son la naturaleza y la magnitud de las fuerzas que mantienen unidas
las partículas las que finalmente determinarán el estado de agregación de la materia.Ya que en el estudio del
documento existe un predominio de la materia en estado sólido, en este apartado se mencionarán cuatro
modelos límite en los que se puede clasificar la materia, si bien con predominio de los términos
intermedios. Así, atendiendo a los tipos de enlace de la materia, tendrán unas propiedades específicas
(punto de fusión, punto de ebullición, conductividad eléctrica, propiedades mecánicas como la dureza y
resistencia a la rotura, etc.), lo cual justificará el empleo de unos u otros instrumentos de análisis para su
identificación.

Sólidos iónicos

En primer lugar, están los denominados sólidos iónicos, en los que las partículas constituyentes se
conforman por iones positivos y negativos dispuestos indefinidamente en redes cristalinas (siete
sistemas cristalinos y 32 especies). En este tipo de compuestos, los iones positivos se encuentran
completamente rodeados por iones negativos y viceversa, de ahí que las fuerzas de cohesión
electrostática sean intensas. Las partículas en el retículo cristalino de estos sólidos están constituidas
por iones positivos y negativos, las fuerzas de atracción son electrostáticas y fuertes, los puntos de
fusión y ebullición suelen ser elevados, son malos conductores y suelen ser duros y frágiles.

Figura 31. Sistema cristalino de la calcita (carga del papel de escritura).


Fuente: Wikipedia.

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Sólidos covalentes

Por otro lado, en los sólidos covalentes (o atómicos), los átomos se unen unos a otros de forma
indefinida mediante enlaces covalentes; por ejemplo, el dióxido de silicio usado en la carga del papel. El
grafito del lápiz común es un ejemplo paradigmático de sólido covalente, en el que cada átomo de
carbono se encuentra unido a otros tres átomos de carbono mediante enlaces covalentes, formando
unas estructuras geométricas laminares en forma de hexágonos en las que, a su vez, estas capas se unen
mediante fuerzas de Van Der Waals (la estructura cristalina de los compuestos se detecta por difracción
de rayos X). Las partículas en el retículo se constituyen mediante átomos que se unen con enlaces
covalentes fuertes, por lo que los puntos de fusión y ebullición son elevados, son bastante duros y
malos conductores eléctricos

Sólidos metálicos

En los sólidos metálicos, las partículas de los cristales se constituyen mediante iones positivos
fuertemente compactados y embebidos dentro de una nube electrónica deslocalizada. El retículo
cristalino de estos materiales solo se constituye por iones positivos, su fuerza de cohesión es variable
debido a la dispar atracción de los iones positivos y la nube electrónica según su tamaño, aunque son
dúctiles y maleables no son frágiles y, por último, son buenos conductores eléctricos. En los procesos
de fabricación del papel, pueden quedar sólidos metálicos embebidos en los intersticios de las fibras
papeleras debido a los contaminantes de la máquina de fabricación

Sólidos moleculares

Por último, están los sólidos moleculares, que se refieren a moléculas discretas que se unen entre sí
mediante fuerzas de Van Der Waals; por ejemplo, el yodo sólido usado para envejecer artificialmente el
papel. Las partículas en el retículo cristalino se conforman por moléculas con fuerzas de atracción muy
débiles, motivo por el que los puntos de fusión y ebullición suelen ser bajos, generan presión de vapor,
suelen ser blandos y, por último, son malos conductores eléctricos.

La naturaleza y las propiedades de los compuestos sólidos se pueden inferir no solo por los
átomos que participan en la formación de la molécula, sino por la posición que ocupan en la tabla
periódica, dada la particular especificidad de la configuración electrónica de los átomos. Por
ejemplo, los elementos situados a la derecha en la tabla periódica suelen formar sólidos
moleculares, los situados en el centro sólidos atómicos, los situados a la izquierda sólidos
metálicos, etc.

Resumen

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Lo que no cabe duda alguna es que las conclusiones de los informes periciales, en el arraigado marco
del paradigma de la probabilidad (Matthew E., 2008), deben alejarse de procedimientos basados en las
percepciones subjetivas de los expertos. Es por ello que, cada vez más, se vengan exigiendo resultados
contrastados científicamente que se apoyen en la utilización de instrumentos capaces de ofrecer datos
que cumplan los requisitos de objetividad, validez y fiabilidad usados por la ciencia, minimizando las
discrepancias entre los expertos cuando estudian un documento (Rivera Morales, 2011).

La única manera de comprender la naturaleza de las técnicas instrumentales utilizadas para determinar
la autenticidad o la falsedad de los documentos, muy concretamente mediante el estudio físico, óptico y
químico de los papeles y de las tintas (Antonio A. Cantú, 1995), exige conocer cómo se dispone la
materia a nivel molecular, ahondando en la composición y en sus propiedades, así como conocer las
transformaciones espontáneas o inducidas de las sustancias que se producen por el simple paso del
tiempo. El papel y las tintas, ambas con un preferente estado sólido de agregación cuando se encuentran
en el papel, se caracterizan porque indudablemente cambian con el paso del tiempo, reuniendo además
unas propiedades por las que pueden ser identificadas.

La materia se estructura en micro-partículas –llamadas átomos– que se mantienen unidas en una


microestructura mediante fuerzas para formar moléculas.

Las técnicas instrumentales se aprovechan precisamente del conocimiento de las propiedades físicas,
ópticas o químicas de una sustancia para poder identificarla y, en el caso del análisis forense de un
documento, identificar las sustancias que forman las mezclas complejas de los ingredientes utilizados
por los fabricantes del papel y de las tintas; sustancias que se caracterizan porque reúnen ciertas
características por las cuales pueden ser identificadas. Así, en el caso del papel y las tintas, porque
sufren una serie de transformaciones espontáneas o inducidas (por el calor, por la humedad, por los
contaminantes, etc.), que pueden modificar determinadas propiedades con las que eran identificadas
inicialmente.

La materia puede presentarse en su forma más pura –de fácil identificación–, o bien en forma de
mezclas, siendo esta última la forma de agregación en la que lamentablemente suele aparecer la materia
en el estudio del documento (el papel y las tintas), lo que dificulta notablemente su identificación.

Lo normal es que la materia se presente en la naturaleza en forma de mezclas, en la que diversas


sustancias –elementos, moléculas o ambas a la vez– se combinen en proporciones variables para formar
la materia.

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Una característica de la materia es que se transforma con el paso del tiempo, ya sea de manera
espontánea o inducida, lo que puede afectar, por ejemplo, a los estudios de discriminación de los
papeles y de las tintas, la datación de los documentos, etc.

Las reacciones químicas que interesan a los efectos de la documentología son las que ocurren en el
papel y en las tintas debidas al paso del tiempo; por la interferencia de un proceso que acelere la
velocidad de las reacciones de volatilidad de los disolventes; de degradación de los colorantes; de
polimerización de las resinas (calor, luz, humedad, acidez del ambiente, microorganismos, etc.). En todo
caso, es vital saber interpretar los resultados objetivos que ofrezcan las técnicas instrumentales, con el
fin de detectar una alteración, realizar una discriminación de papeles o tintas, determinar un cruce de
trazos, o bien, clasificar un fechado de un papel o una tinta

Los cambios de estado de la materia (sólido, líquido o gas) se producen mediante intercambio de
energía; así, del estado sólido al líquido o al gaseoso se precisa de un aporte de energía, mientras que,
si es a la inversa, lo normal es que se produzca con cesión de energía. La energía intercambiada puede
ser mecánica, como en el caso de la tinta cuando sale del cartucho del bolígrafo.

Algunos ejemplos de estado sólido de la materia son el papel o la tinta cuando esta sale del bolígrafo
y se deposita sobre la superficie del papel. El estado sólido se puede manifestar en su forma cristalina –
cuando las partículas se encuentran perfectamente ordenadas–, o bien, en su forma amorfa –cuando las
partículas no se encuentran ordenadas–.

La tinta se encuentra en estado líquido cuando está aislada del ambiente en el interior del receptáculo
del elemento escritor, o bien, en cualesquiera de los disolventes que pueden emplearse sobre el sustrato
físico original del documento para producir alteraciones, por ejemplo, los borrados químicos, los que
pueden producirse con disolventes polares como el metanol, el diclorometano, el cloroformo, etc.

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

El estudio del estado gaseoso interesa por varias razones, por ejemplo, cuando las tintas salen del
bolígrafo para depositarse en el papel algunos de sus componentes pasan a estado vapor y otros a
estado sólido. Todos los ingredientes de las tintas se encuentran inicialmente en fase líquida, si bien, los
disolventes se suelen evaporar por la energía mecánica de fricción que se genera entre la bola del
bolígrafo y el papel, por la temperatura ambiental, por el tipo de iluminación que exista en ese momento
(luz solar, ultravioleta, etc.), o bien, por la temperatura de la superficie del papel (si acaba de salir de una
máquina fotocopiadora). Otras sustancias líquidas, como son los colorantes, las resinas, los lubricantes,
los disolventes, que no se hayan escapado a la fase vapor, pasan directamente a la fase sólida y con el
tiempo pueden ir degradándose (colorantes), endureciéndose (las resinas), o difundirse o evaporarse
muy lentamente (los disolventes). En los papeles las sustancias orgánicas volátiles –en forma de trazas–,
desaparecen por sublimación con el paso del tiempo. Por ejemplo, cuando las tintas son recientes suelen
tener una concentración significativamente alta de compuestos orgánicos volátiles (fenoxietanol, fenol,
alcohol bencílico, etc.), si bien, debido a la natural energía que se le comunica al documento, la luz
ambiental o artificial, la temperatura, las manipulaciones físicas, el aire circundante, la temperatura de la
superficie del documento, etc., se subliman si se trata de tintas antiguas o se vaporizan cuando las tintas
son recientes.

La mayor cantidad de compuestos orgánicos volátiles que se pierde en las formulaciones de las tintas,
acontece cuando se está produciendo el cambio de estado de líquido a sólido, es decir, cuando la tinta
líquida se acaba de depositar en el documento. Es en este estado de agregación en el que los
ingredientes de las tintas en estado líquido requieren un menor aporte de energía para pasar a la fase
vapor, en contra de lo que sucede cuando los disolventes de las tintas ya se encuentran en estado sólido
por el efecto de la polimerización de las resinas.

Los espectros atómicos son la base de la gran mayoría de los instrumentos ópticos y de los
vídeoespectrales comparadores utilizados en el análisis forense de los documentos, mediante los que se
comparan tanto los papeles como las tintas, con el fin de establecer similitudes o discriminaciones a
través de la diferencia o similitud de los registros espectrales, muy concretamente, mediante los
espectros moleculares en sustitución de los espectros atómicos.

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Los aparatos inicialmente utilizados para analizar la luz surgieron a mediados del siglo XIX y se
llamaban espectroscopios, empleándose hoy día para el análisis forense de documentos los
vídeoespectrales comparadores.

La explicación de lo que sucede cuando se aplica una longitud de onda concreta a una tinta o un
papel para su discriminación debe buscarse en la formulación dada en 1913 por Bohr, cuando estableció
un modelo teórico del átomo al intentar explicar los datos experimentales de los espectros atómicos.
Los electrones se caracterizan porque solo pueden girar en ciertas orbitas circulares de energía y radios
determinados en los que su energía es constante, emitiéndola tan solo en el caso de que pase a una
órbita de menor energía. Por ejemplo, un fotón de luz puede provocar que los electrones se muevan a
órbitas superiores, y es cuando regresan a su órbita de origen (de menor energía) cuando emiten
energía.

Caso práctico

Se pide
Explica con detalle científico y desde la perspectiva molecular el fenómeno de la fluorescencia de
algunas tintas de bolígrafo bajo las luces monocromáticas de baja longitud de onda.

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Solución

El fenómeno se explica por la emisión de la mayor longitud de onda de una muestra cuando los
electrones regresan a su orbitales de origen, que previamente se excita con una luz monocromática de
alta intensidad.

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Recursos

Bibliografía
Manuales de interés :

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

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Rivera Morales, R. La prueba: un análisis racional y práctico . Madrid: Marcial Pons;
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0.1016/j.forsciint.2007.04.230

Glosario.

Átomo: partícula indivisible por métodos químicos, formada por un núcleo rodeado de
electrones.

Calor: energía que se manifiesta por un aumento de temperatura y que procede de la


transformación de otras energías. Es, además, originada por los movimientos vibratorios de los
átomos y las moléculas que forman parte de la materia.

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Certeza: conocimiento claro y seguro de algo que se sabe algo sin posibilidad de
equivocarse.

Electrón: partícula subatómica con una carga eléctrica elemental negativa.

Elemento químico: tipo de materia constituida por átomos de la misma clase, con
características físicas únicas y que no puede descomponerse mediante reacciones químicas en
sustancias más simples.

Energía: capacidad que tiene la materia de producir trabajo en forma de luz, calor,
movimiento, etc.

Física: disciplina científica que se encarga del estudio de los componentes fundamentales del
universo, la energía, la materia, el espacio, el tiempo y sus interacciones fundamentales.

Fotón: partícula elemental responsable de las manifestaciones cuánticas del fenómeno


electromagnético.

Instrumento: dispositivo de fabricación tecnológica con el que se pueden llevar a cabo


estudios físicos, ópticos y químicos.

Isótopo: átomos del mismo elemento químico cuyos núcleos atómicos tienen distinta cantidad
de neutrones.

Masa atómica: masa de un átomo.

Materia: componente principal de los cuerpos susceptible de toda clase de formas y de sufrir
cambios, que se caracteriza por un conjunto de propiedades físicas o químicas perceptibles a
través de los sentidos.

Molécula: grupo eléctricamente neutro y estable, de configuración definida, formado por al


menos dos átomos unidos por enlaces químicos.

Neutrón: partícula subatómica con una carga eléctrica elemental neutra.

Número atómico: número total de protones que tiene un átomo.

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La estructura de la materia. El papel y las tintas

Orbital atómico: región que se halla alrededor del núcleo de un átomo y en la que existe
mayor probabilidad de encontrar electrones.

Probabilidad: cálculo matemático de las posibilidades que existen de que una cosa se cumpla
o suceda al azar.

Protón: partícula subatómica con una carga eléctrica elemental positiva.

Química: disciplina científica que estudia la composición, estructura y propiedades de la


materia, así como los cambios espontáneos o artificiales que experimenta en las reacciones
químicas y su relación con la energía.

Radiación electromagnética: combinación de campos eléctricos y magnéticos oscilantes


que se propagan a través del espacio a la velocidad de la luz transportando energía de un lugar a
otro.

Tabla periódica: disposición de los elementos químicos en forma de tabla ordenados por su
número atómico, configuración de electrones y sus propiedades químicas.

Tecnología: conjunto de instrumentos, recursos técnicos o procedimientos empleados en un


determinado campo o sector.

Temperatura: magnitud referida al parámetro cuantitativo del calor medible con un


termómetro.

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Los métodos científicos aplicados a la
documentología © IMF Smart Education
Índice
Los métodos científicos aplicados a la documentología 3
II. Objetivos 4
III. Las limitaciones de acceso a los conocimientos científicos 4
3.1. Prueba y ciencia 4
3.2. El interrogatorio de los expertos en el análisis forense de documentos 6
IV. La microscopía 9
4.1. Microscopía de luz ultravioleta 10
4.2. Microscopía de infrarrojo 10
4.3. Microscopía de barrido electrónico 11
4.4. Microscopía de fluorescencia 15
V. Las técnicas espectroscópicas 17
5.1. Espectroscopia de reflectancia difusa en el ultravioleta-visible 20
5.2. Espectroscopia de reflectancia total atenuada en el infrarrojo con transformada de Fourier (FTIR-ATR) 22
5.3. Espectroscopia Raman 25
5.4. Difracción de rayos X 28
5.5. Fluorescencia de Rayos X (XRF) con energía dispersiva (ED) 30
5.6. Espectroscopia de emisión basada en atomización con plasma y detector de espectrometría de masas (ICP-MS) 33
VI. La cromatografía 35
6.1. Cromatografía de líquidos de alta resolución 38
6.2. Cromatografía de gases con detector de espectrometría de masas 41
VII. Resumen 42
Caso práctico 44
Se pide 44
Recursos 45
Bibliografía 45
Glosario. 46

2/48
Los métodos científicos aplicados a la documentología

Los métodos científicos aplicados a la


documentología
Esta unidad didáctica se estructura en cuatro apartados, que tratan los métodos modernos y los últimos
avances de la tecnología con cuya aplicación se intenta dar una respuesta científica a los múltiples retos
que se presentan en los laboratorios forenses para el análisis de documentos.

Tras seguir insistiendo en las limitaciones y el alcance de los conocimientos científicos adquiridos hasta
el momento en esta disciplina (a pesar de aplicar los más modernos instrumentos analíticos para el
estudio molecular y elemental, incluso en relación directa con las demandas judiciales de los peritos
expertos en documentos), se hará un repaso, desde una perspectiva eminentemente práctica, de las
técnicas avanzadas de microscopía, de las técnicas espectroscópicas que aprovechan el
comportamiento de la luz para analizar la materia y, por último, de las modernas técnicas de separación
o cromatográficas.

Se verá que, con independencia del avance tecnológico y de las ciencias de la información en el siglo
XX, los expertos forenses de documentos siguen usando procedimientos y métodos puramente
convencionales, rehusando los métodos modernos, los procedimientos optimizados y las
instrumentaciones analíticas para la caracterización de los papeles y las tintas.

Algunos investigadores de reconocido prestigio como Richard Brunelle explican este curioso y
extendido comportamiento con la falta del bagaje científico necesario para comprender este tipo de
instrumentos, metodologías y procedimientos científicos.

Es por ello que, tras repasar los conocimientos teóricos sobre la estructura de la materia y el
comportamiento de la luz cuando interacciona con la misma, repasando conceptos de química básica y
de física fundamental, profundizaremos en el funcionamiento de cada uno de los instrumentos
modernos puestos a disposición de la ciencia, provocando un esfuerzo adicional en el alumno para
comprender la importancia de las metodologías optimizadas y saber discriminar las publicaciones
científicas de las que no son admitidas por la comunidad científica, todo ello con su específica
aplicabilidad a la documentología.

3/48
Los métodos científicos aplicados a la documentología

El avance actual de la tecnología ofrece una gama muy amplia de instrumentos analíticos que
pueden aplicarse al ámbito del estudio forense de los documentos (Skoog et al., 2007). En la
práctica forense actual de estudio de documentos, las técnicas más utilizadas para caracterizar los
papeles y las tintas de los instrumentos escriturales y sistemas de impresión son las
espectroscópicas y las técnicas de separación (o cromatográficas), sin olvidar —respecto a las
primeras—que pueden venir o no acopladas a un microscopio; técnicas que ofrecen una
reconocida objetividad, validez y fiabilidad para conocer los principales elementos de los papeles
de escritura y, por otro lado, los compuestos mayoritarios usados en las fórmulas de las tintas de
plumas, bolígrafos, rotuladores, impresoras, etc. Por ello, son cada vez más los laboratorios
específicos de grafística y documentoscopia —tanto públicos como privados— que implementan
entre sus métodos de trabajo las técnicas cromatográficas y de espectroscopia con sujeción a las
debidas normas de calidad.

II. Objetivos
1
Delimitar el alcance de los conocimientos científicos.

Conocer las principales técnicas de microscopía.

Conocer las principales técnicas de espectroscopia.

4
Conocer las principales técnicas de separación o cromatográficas.

III. Las limitaciones de acceso a los conocimientos


científicos

3.1. Prueba y ciencia


El informe pericial es un objeto de prueba que se aporta al proceso judicial. La raíz etimológica de
“prueba” deriva del latín probatio, probationis; del verbo probo, probas, probare, que deriva de probus ,
que quiere decir bueno, recto y honrado. Por ello, lo que resulte probado por un informe pericial puede
considerarse bueno, honesto y honrado (Rivera Morales, 2011). La prueba no tiene otra finalidad que llevar
al juzgador al convencimiento de la existencia o inexistencia de un hecho, en este caso, la autenticidad o la
falsedad de un documento.

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Los métodos científicos aplicados a la documentología

Las conclusiones sobre la falsedad o autenticidad de los documentos siempre deben estar
vinculadas a una teoría científica. Así, se formularán hipótesis, siempre tomando como base el
conocimiento científico sobre la materia. Esta es la única manera de verificar el método científico,
tomando como base las teorías científicas (explicaciones más plausibles de una realidad), ya que
estas son las únicas que permiten identificar qué conocimientos se encuentran superados y cuáles
están aún en fase de investigación, ahondando en las limitaciones de su accesibilidad.

Modificación de teorías

Aunque las teorías pueden modificarse con el curso natural de las investigaciones científicas, estas
indican cuáles son los aspectos que pueden investigarse en el documento para ofrecer soluciones
aceptables y con garantías.

Por ejemplo, los métodos existentes para su estudio (metodologías optimizadas), los medios o
instrumentos para verificar las tesis explicativas, las formas para dar validez a los resultados y,
por último, su alcance. Así, por ejemplo, en 1970 las oficinas de investigación de documentos
solían utilizar la cromatografía de capa fina (TLC) para discriminar las tintas basándose en la
química analítica aplicada al documento, si bien, tras el avance de las investigaciones y la
tecnología actual, estas formas de proceder han quedado superadas por otros procedimientos
analíticos de mayor sensibilidad y que reducen los errores de la técnica TLC.

Proceso de investigación

El proceso de investigación de un documento sospechoso siempre debe desarrollarse bajo un prisma


racional, ya que los datos relativos a la falsedad de una firma, a la existencia de una alteración, a una
prelación de fechas, etc., siempre deben ser verificados racionalmente según parámetros de lógica y
objetividad; por ello, el intelecto del experto es un aspecto esencial para el alcance de los
conocimientos, donde desempeñan un papel especial los mecanismos cognitivos de la lógica, las
máximas de la experiencia, el sentido común y la experiencia científica.

Subjetividad de procesos cognitivos

Por todo lo anterior, hablar de certeza en la adquisición de conocimientos científicos cuando lo que
entra en juego es la subjetividad propia de los procesos cognitivos del experto, con las limitaciones que
impone la ciencia en el acceso a los conocimientos, se hace arduo y complicado, por no decir
imposible. Esto no quiere decir que no tengan las debidas garantías de cientificidad, habida cuenta de
los grados de confianza y márgenes de error admitidos en las investigaciones científicas.

Informe pericial

Cuando un documento se confecciona y se intenta reconstruir mediante un informe pericial, siempre se


enmarca en el pasado y, salvo que los hechos documentales se hubieran registrado mediante medios
electrónicos audiovisuales, es imposible acceder a la “verdad absoluta” siguiendo el proceso de
investigación del informe pericial, con independencia de la preparación y de las extremas habilidades
cognitivas y máximas de experiencia del experto. De ahí que ese concepto sea sustituido por el de
verdad relativa, ya que en este quedan implícitos los oportunos márgenes de error y los grados de
confianza impuestos por los conocimientos científicos. En los procesos judiciales se persigue el
esclarecimiento de la verdad y, como la certeza absoluta es inalcanzable, el objetivo girará en torno a la
verdad relativa (con las limitaciones descritas) aportada al proceso.

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Los métodos científicos aplicados a la documentología

Verdad absoluta y relativa

Las últimas corrientes filosóficas sostienen la imposibilidad de alcanzar la verdad absoluta, ya que el
conocimiento no es más que una construcción mental privada de la conexión necesaria con los
fenómenos pasados del mundo real; de ahí que en los informes periciales elaborados por distintos
expertos, y obviando el error y la mala fe (hechos castigados por la ley como conductas punibles de
prevaricación, falso testimonio, etc.), puedan surgir muchas versiones que atañen a la forma en la que se
ha redactado el documento, dado que el lenguaje no es más que una forma de comunicación integrada
en una construcción mental privada (Taruffo, 2002). No obstante, se admite la posibilidad de hablar en
términos racionales sobre la verdad relativa, de modo que el concepto usado por los científicos
modernos será el de “relatividad del conocimiento”. Este concepto se funda en los parámetros de
fiabilidad con los correspondientes márgenes de error y grados de confianza.

Resultan muy plausibles y conectados con la realidad actual de los conocimientos científicos
los razonamientos del jurista Rivera Morales (2011), por lo que se incluye en este capítulo su
extracto completo:

(…) todo conocimiento conlleva el riesgo de error y de la ilusión (…) Error e ilusión
parasitan en la mente humana desde la aparición del homo sapiens. La teoría de la
información muestra que hay un riesgo de error debido a las perturbaciones o ruidos, en
cualquier transmisión de información, en cualquier comunicación de mensajes. Un
conocimiento no es el espejo de las cosas o del mundo exterior. Todas las percepciones
son a la vez traducciones y reconstrucciones cerebrales, a partir de estímulos, signos
captados y codificados por los sentidos, de ahí los innumerables errores de percepción.
Al error de percepción se agrega el error intelectual. El conocimiento en forma de palabra,
de idea, de teoría, es el fruto de una traducción/reconstrucción mediada por el lenguaje y el
pensamiento y por ende conoce el riesgo de error. Este conocimiento implica la
interpretación, lo que introduce el riesgo de error al interior de la subjetividad del
conociente, de su visión del mundo, de sus principios de conocimiento. De ahí provienen
los innumerables errores de concepción y de ideas que sobrevienen a pesar de nuestros
controles racionales.

Como expertos en el ámbito del análisis forense de un documento, hay que establecer unos límites
razonables para el acceso al conocimiento, más aún cuando de las impresiones diagnósticas puedan
derivarse limitaciones de derechos de los investigados en un procedimiento. Limitaciones al conocimiento
que, por norma general, se regulan en las metodologías optimizadas para el estudio de las firmas,
comparación de fibras de papel, discriminar tintas, determinar abusos de firma en blanco, establecer
fechados, etc.

Como corolario de lo anterior, y aunque existen informes de peritos que conducen a conclusiones
diferentes, siempre será la libre apreciación y valoración de la prueba efectuada por el juez la que tenga la
última palabra.

3.2. El interrogatorio de los expertos en el análisis forense de


documentos
Las peritaciones relativas al análisis forense de los documentos se centran en la autenticidad o falsedad
de un documento, bien sea público, privado, oficial, administrativo, etc., aunque siempre alejadas de las
falsas certezas imperantes entre los expertos revestidos de una deficiente formación académica en el ámbito
de los conocimientos científicos.

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Los métodos científicos aplicados a la documentología

Ratificación del experto

La ratificación del experto en el acto del plenario acerca de lo expuesto en su informe, y con
independencia de otros aspectos relativos a la formación, experiencia, metodologías, teorías,
instrumentos de análisis, etc., se realiza conforme a las operaciones racionales aplicadas según los
conocimientos existentes en las investigaciones científicas y de los propios datos empíricos obtenidos
en el examen del documento. La veracidad de los expertos es objeto de especial vigilancia por parte de
los órganos jurisdiccionales de los diferentes países, ya que gran parte de la pericia se realiza al margen
del debate de las partes y fuera de la sede del órgano judicial, extremo este por el que no puede
levantarse acta del fedatario judicial; el experto trabaja en lugares y condiciones externos a la sede
judicial, empleando equipos modernos para el análisis forense de los documentos que no son
transportables.

Comparador videoespectral VSC-1 Foster & Freeman

Figura 1. Comparador videoespectral VSC-1 Foster & Freeman (1970).


Fuente: elaboración propia.

Certeza del informe


Desde el punto de vista del derecho, la certeza o no de las consideraciones de los informes periciales de
documentos ha quedado ya ampliamente superada. Los juristas entienden que, aunque los peritos
examinan los documentos con conocimientos especiales, utilizando instrumentos, procedimientos y
métodos para obtener datos empíricos objetivos, formulan sus inferencias en función de esos elementos
para sacar conclusiones sustentadas en el cuerpo de sus conocimientos; por ejemplo, se ha añadido una
hoja, hay temblores porque la firma es falsa, etc.

Opiniones razonadas

Para el derecho no existe debate alguno respecto a que, aunque el informe pericial de documentos
puede encuadrarse en una pericia científica —debido a que, para su práctica, se requieren
conocimientos especializados y el uso de instrumentos y métodos científicos—, sus conclusiones
deben entenderse como entidades de apreciación u opiniones razonadas.

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Los métodos científicos aplicados a la documentología

Por ejemplo, existen pericias de documentos que requieren conocimientos, procedimientos,


métodos e instrumentos considerados de alta tecnología, así como una cualificación específica
del experto. Imagínese que se debe valorar la fecha de un documento que se dice datado en
1946, si bien se sospecha que fue creado después de 1970. Este tipo de exámenes se suelen
realizar analizando la degradación de la celulosa, la carga superficial utilizada por el papel
mediante difracción de rayos X y espectroscopia infrarroja por transformada de Fourier, o bien
los ingredientes de las tintas por cromatografía de gases acoplada a la espectrometría de masas
para el estudio de los disolventes y las resinas y, por otro lado, la cromatografía líquida con un
detector diodo de array para determinar los colorantes. Después, a partir de estas
informaciones científicas construidas sobre hipótesis, leyes o teorías científicas, el perito debe
realizar un proceso de inferencia; por ejemplo, debido a que se ha encontrado degradación de
la celulosa y presencia de carbonato, así como fenoxietanol y alcohol bencílico en las tintas
(dando por hecho que no haya contaminaciones), se debe entender que el documento no
corresponde a una fecha anterior a 1950, es más, puede haber sido elaborado a partir de 1990.

Dictámenes periciales

Los dictámenes periciales tienen la obligación de corresponderse con el conjunto de conocimientos


validados por la comunidad científica. Por ello, en las publicaciones y revistas científicas de alto índice
de impacto se recoge, de forma exhaustiva, cuáles son los límites que deben imponerse a los
conocimientos de los expertos:

Posibilidad de control o falsabilidad de la teoría sobre la que se funda la prueba pericial del
documento (discriminación de tintas o de papeles, entrecruzamientos, dataciones, identificación de
elementos escritores, alteraciones, falsedad de firmas, identificación de manuscritos, comparación de
sistemas de impresión, etc.).

2
Determinación del error de la teoría en la que se funda la prueba pericial del documento.

3
Control ejercido por otros expertos a través de las publicaciones, normas de calidad de los
procedimientos, técnicas de interjueces, etc.

4
Consenso general en torno a la validez de la teoría o técnica por parte de la comunidad científica.

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Los métodos científicos aplicados a la documentología

Intervención del experto


Por último, las distintas partes del proceso tienen derecho a examinar con exhaustividad la intervención
de un experto, concretamente su idoneidad, imparcialidad, interés y contenido del informe. Los
interrogatorios de los expertos versan muy a menudo sobre los defectos de formación, experiencia en el
campo objeto de pericia, capacidad profesional, parcialidad o interés en el litigio, inconsistencia de las
teorías aplicadas, error en los procedimientos, error en la toma de muestras (tintas, papeles, etc.), falacia
de las conclusiones, errores en el alcance de las conclusiones (certeza y verdad absoluta) y, por último,
ausencia específica para indicar el error de la técnica.

IV. La microscopía
La técnica de la microscopía puede considerarse la instrumentación más sencilla entre las metodologías
utilizadas en el ámbito de la grafotecnia (si no se tienen en cuenta las lupas de diferentes aumentos).

Importancia histórica

Su importancia histórica radica en que, gracias a su descubrimiento a principios del siglo xix, se dio
paso a la etapa científica de muchas disciplinas (química, biología, etc.), ya que permitió conectar la
teoría con el hecho experimental dada la estrecha conexión entre las propiedades y el comportamiento
de la materia, así como la posibilidad de observar su estructura microscópica (Navarro Delgado y
Esteban Santos, 2012).

La microscopía
La microscopía permite analizar el soporte documental y sus distintos elementos, observando detalles
imperceptibles a simple vista, accediendo a muchos aspectos de necesidad pericial como los rasgos
identificativos de las firmas y de los textos manuscritos (temblores, reenganches, dobles trazados); el
estudio de las fibras de papel y de la distribución de la carga añadida en el papel (coníferas, traqueidas,
sintéticas, etc.); la distribución de las tintas en la superficie del papel (fluidas, viscosas, etc.); los
elementos de clase, adquiridos y accidentales de los sellos (imperfecciones, roturas, blancos, acúmulos
de tinta, etc.); los rasgos distintivos de los sistemas de impresión (matriciales, inyección de tinta, láser);
las medidas de seguridad implementadas en el papel (fibrillas, hilos de seguridad, etc.) y muchos otros
elementos, de modo que hoy resulta inconcebible el análisis forense de un documento sin la intervención
de la microscopía.

Los más usados en laboratorios

Los microscopios más usados en los laboratorios destinados al análisis de la autenticidad de


documentos son las lupas binoculares, los microscopios estereoscópicos (llamados así porque tienen
dos objetivos y dos oculares y permiten observar la muestra mediante una perspectiva tridimensional) y
los microscopios metalográficos (muy empleados para el estudio morfológico de las partículas de
tóner), cuya finalidad es magnificar y hacer visibles elementos no perceptibles a simple vista. Hoy día,
es raro que en estos dispositivos no se incorporen complementos para colocar cámaras fotográficas y,
por otro lado, fuentes de iluminación en el espectro ultravioleta, visible e infrarrojo.

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Los métodos científicos aplicados a la documentología

Objetivo del microscopio

La base de los microscopios no es más que el uso de lentes que permitan hacer converger o divergir los
rayos de luz, por lo que mediante su combinación se puede lograr una vista aumentada de los objetos.
Las lentes se montan, por un lado, en el objetivo de los microscopios y, por otro, en los oculares. Los
aumentos para este tipo de microscopios convencionales oscilan entre los 10x y los 400x,
aproximadamente.

Otros microscopios
Al margen de los anteriores, existe otra serie avanzada de microscopios (de tecnología más moderna)
que poco a poco se han ido incorporando a este tipo de laboratorios. La principal razón de que su uso
aún no esté más extendido en los laboratorios forenses de documentos es que los expertos han sido
incapaces de comprender y usar estos dispositivos de tecnología avanzada o aprovecharlos para el
estudio de los documentos (Brunelle y Crawford, 2002).

Principales microscopios

Los principales microscopios que pueden destinarse al ámbito de estudio de los documentos son los
microscopios de luz ultravioleta, los microscopios de luz infrarroja, los microscopios de
fluorescencia y los microscopios de barrido electrónico.

4.1. Microscopía de luz ultravioleta


Características

La novedad de este tipo de microscopía (poco utilizada en el ámbito del análisis forense de
documentos) es que emplea para el examen una fuente de luz ultravioleta de alta intensidad,
comprendida en el rango de longitudes de onda entre 180 y 400 nm, por lo que las lentes empleadas por
este dispositivo son de cuarzo ya que este mineral es inerte a la luz ultravioleta. Suelen incorporar unos
detectores para caracterizar los materiales (papeles y tintas) mediante la luz ultravioleta.

Usabilidad
La razón de su escaso uso en el ámbito del análisis forense de documentos es que la luz ultravioleta,
debido a su menor longitud de onda, daña las muestras de papel y de las tintas y provoca cambios
ostensibles en sus composiciones (por ejemplo, degrada los colorantes) y, por otro lado, es poco útil
para discriminar las tintas. En cambio, muestra una gran efectividad para discriminar papeles y detectar
alteraciones por reactivos químicos.

Aplicación

Las principales aplicaciones de la luz ultravioleta, con independencia de su uso para el revelado de las
medidas de seguridad en los papeles (marcas de agua, fibrillas luminiscentes, tintas visibles a la luz
ultravioleta, etc.), son: la discriminación entre los papeles, detectar manchas extrañas que puedan
asociarse con lavados químicos y poner en evidencia la interferencia de cuerpos extraños en el papel
(restos de óxido, absorción de humedad, restos de insectos, suciedad por lociones, etc.), sin obviar su
alto poder de discriminación de los soportes papeleros.

4.2. Microscopía de infrarrojo

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Los métodos científicos aplicados a la documentología

La microscopía infrarroja se ha incorporado poco a poco en los laboratorios para el análisis forense de
documentos ya que la reflectancia total atenuada ofrece mucha información estructural de las moléculas
con escasa preparación de las muestras que se van a analizar y sin excesiva preparación de los expertos
forenses. El avance de la tecnología permite adaptar distintos módulos de análisis para caracterizar
muestras gaseosas, líquidas y sólidas.

La novedad de la microscopía infrarroja es que permite obtener espectros infrarrojos de muestras de


pequeños tamaños (en micras). Así, por ejemplo, se puede seleccionar un reducido sector del papel, o
bien de un trazo de la tinta, y obtener espectros comparativos punto por punto que pueden alcanzar
hasta los 2000x.

Cuando la tinta se encuentra en el interior del cartucho, en forma líquida, está en forma de disolución,
pero cuando se deposita en el papel se transforma en una muestra sólida relativa a una mezcla
heterogénea, al igual que ocurre con el papel. Por ello, y según el punto analizado en el microscopio
infrarrojo, es posible encontrar variaciones cuantitativas y cualitativas de las sustancias o elementos.

Figura 2. Microespectroscopia infrarroja para caracterizar muestras de distinta naturaleza.


Fuente: Instituto Gemológico Español.

Otra novedad de este tipo de dispositivos es que también permiten realizar mapeos de un área de
estudio, en los que se obtienen varios espectros de forma simultánea para crear un mapa de la
distribución de las sustancias, incluso complementados con imágenes químicas.

4.3. Microscopía de barrido electrónico


Avance de la microscopía

El avance de la microscopía electrónica de barrido permite observar detalles de las muestras de los
papeles y de las tintas a escala submicrométrica, puesto que para el análisis de las muestras se utilizan
electrones en sustitución de los fotones de la luz. Los tres fenómenos que se producen cuando los
haces de electrones impactan sobre la muestra de papel y de las tintas son: producción de rayos X, de
electrones secundarios y de electrones retrodispersados.

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Los métodos científicos aplicados a la documentología

La miscroscopía electrónica de barrido

La microscopía electrónica de barrido permite obtener imágenes de alta resolución de espacios muy
reducidos gracias a la detección de los electrones secundarios, que posibilitan los microanálisis
cualitativos y semicuantitativos a partir de la energía dispersada de los rayos X de las muestras. También
abre la puerta a los mapeos para conocer la distribución de los elementos en las superficies analizadas
gracias a las energías de los rayos X dispersadas por las muestras; de ahí que uno de los elementos
básicos de estos dispositivos sea el detector de energías dispersivas de los rayos X.

Limitaciones

No obstante, esta tecnología también tiene sus limitaciones cuando se utiliza para el análisis de
documentos.

Por un lado, para poder realizar los análisis semicuantitativos de las muestras de papel (con o
sin tinta), se requiere cubrir la muestra con carbono para hacerla conductora y que pueda
soportar las condiciones de incidencia del haz de electrones en el interior del microscopio.
Esto obliga a excluir el elemento carbono de los análisis cuantitativos, a pesar de que se
encuentra en los compuestos de celulosa, disolventes y colorantes de las tintas, así como en
la mayoría de los compuestos de la naturaleza.
Por otro lado, tampoco es posible detectar elementos que tengan un número atómico inferior
a 5 uma: el hidrógeno (1 uma), el helio (2 uma), el litio (3 uma) y el berilio (4 uma), siendo este
último el más importante por encontrarse en la gran mayoría de los compuestos de los papeles
y las tintas el hidrógeno. Por último, el análisis por dispersión de rayos X es más preciso
cuanto más plana y pulida sea la muestra analizada y, en el caso de los papeles (con o sin
tinta), sus superficies carecen de esta característica, por lo que habrá una dispersión mayor de
la radiación que debe compensarse con una serie de correcciones automáticas utilizando
software específico.

La interacción del haz de electrones con las muestras de los papeles (con o sin tinta) solo
se da en la superficie. La profundidad del haz puede aumentar cuando en la superficie del
papel predominan los elementos ligeros. Por otro lado, se pueden alcanzar magnificaciones en
torno a los 1000x, lo que equivale a una superficie de la muestra de 120 x 91 µm. Por ello,
cuando se analizan muestras de papel y tinta con esta técnica, se suele seleccionar al azar un
mínimo de tres regiones para obtener datos estadísticamente relevantes.

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Los métodos científicos aplicados a la documentología

Ejemplo de microscopía electrónica de barrido

La microscopía electrónica de barrido es una técnica bastante útil para realizar comparaciones de
papeles mediante imágenes de alta resolución por la detección de los electrones secundarios, por
ejemplo, en la Figura 3 se puede apreciar la morfología característica de las fibras de celulosa y unos
gránulos intersticiales donde se encuentran minerales de carbonato de calcio usado para la carga
superficial del papel.

Figura 3. Imágenes comparativas obtenidas con 1000x por detección de electrones secundarios correspondientes a los dos
papeles que conforman un contrato privado de compraventa.
Fuente: elaboración propia.

Se ha verificado que la energía dispersada de los rayos X —al arrancar electrones internos de los
átomos que conforman las muestras de los papeles y las tintas— está directamente relacionada con el peso
atómico de los elementos, por lo que este tipo de técnica proporciona información precisa de los
elementos presentes en una muestra de papel (Figura 4) o de tinta, según la energía de los fotones de rayos
X que son capaces de llegar al detector del microscopio de barrido electrónico. La altura de los picos está
vinculada a la concentración de los elementos en las muestras.

Este tipo de informaciones obtenidos en los espectros nos permiten realizar análisis semicuatitativos para
comparar papeles y tintas mediante la composición elemental de las muestras. Las informaciones
estadísticas obtenidas se corresponden con los porcentajes de peso de los elementos, los porcentuales de
los átomos, así como las desviaciones estándar cuando se realizan un mínimo de tres análisis en zonas
diferentes debido a la heterogeneidad de los papeles y las tintas cuando se depositan en los mismo

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Los métodos científicos aplicados a la documentología

Figura 4. Espectro correspondiente a la zona analizada en la figura anterior, correspondiente a un papel,


en la que se observan picos de carbono, calcio, oxígeno, silicio y cloro. Esto se corresponde con fibras
de celulosa, carga de carbonato de calcio, blanqueado con cloro y trazas de silicio de la máquina de
papel.
Fuente: elaboración propia.

Figura 5. Composición cuantitativa elemental de la zona de papel de la Figura 3, correspondiente a un papel normal de escritura
de fibras de celulosa, carga de carbonato de calcio y blanqueado con cloro.
Fuente: elaboración propia.

Por último, una novedad de esta técnica es que permite saber cómo se distribuyen los elementos en la
zona de la muestra analizada, lo que es particularmente útil para identificar los posibles compuestos que
pudieran estar relacionados con cada una de las zonas observadas en las imágenes de los electrones
secundarios. Por ejemplo, en la Figura 6 se puede observar claramente como los átomos de carbono y
oxígeno se distribuyen en las fibras de celulosa; por otro lado, el elemento calcio se concentra en los
intersticios de las fibras de celulosa; y, por último, el cloro y el silicio se encuentran distribuidos de manera
uniforme en toda la superficie de la zona analizada del papel.

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Los métodos científicos aplicados a la documentología

Figura 6. Distribución elemental de los átomos de carbono, oxígeno, calcio, cloro y silicio en la zona de papel de la Figura 3.
Fuente: elaboración propia.

4.4. Microscopía de fluorescencia


La fluorescencia es el fenómeno físico a partir del cual una muestra absorbe luz y en cuestión de
nanosegundos irradia luz fluorescente. Este tipo de microscopía permite estudiar con sumo detalle los
materiales fluorescentes, por ejemplo, muchos de los elementos utilizados en la fabricación del papel, o
bien algunos de los colorantes usados en las tintas, por ejemplo, las rodaminas.

Metodología de uso

El microscopio de fluorescencia irradia la muestra con una luz y un filtro de excitación para
seleccionar las longitudes de onda específicas que interesan. En la práctica totalidad de las ocasiones
(en relación con el rango ultravioleta-visible, la mecánica interna y los filtros colocados antes de los
oculares o detectores del microscopio), absorben completamente la luz de excitación, con lo que es
posible observar solo la fluorescencia emitida. Este tipo de respuestas, que dependen de los materiales y
de la estructura molecular de la materia, son detectadas por el ojo humano o por un detector, usando
generalmente una cámara digital. Los filtros de barrera son los responsables de la observación de la luz
fluorescente emitida por la muestra, dado que son los que bloquean completamente la luz reflejada por la
luz de emisión.

Figura 7. Microscopio de fluorescencia LEICA-DMR usado para el análisis de las fibras del papel.
Fuente: elaboración propia.

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Muestras analizadas

Las muestras analizadas brillan sobre un fondo oscuro con suficiente contraste como para permitir su
análisis morfológico detallado, desde los 4x a los 4000x; por ejemplo, es posible observar los aspectos
morfológicos detallados de las fibras vegetales, animales, sintéticas, minerales, etc. usadas en los
papeles de escritura.

Figura 8. Características de las fibras de lino, kenaf, yute y morera usadas en los papeles de escritura, vistas en el espectro
visible con aumentos en el microscopio de fluorescencia.
Fuente: García Hortal, J. A. Fibras papeleras. Barcelona: Edicions UPC; 2007.

Filtros de excitación

Los filtros de excitación son aquellos que permiten tamizar las longitudes de onda seleccionada en
dirección al objeto que se analiza. Los filtros de barrera (también llamados de emisión) están diseñados
para absorber (bloquear, suprimir, etc.) las longitudes de onda de excitación en su paso al detector. Por
último, los espejos dicroicos, incorporados en los microscopios de fluorescencia, son los responsables
de reflejar las longitudes de onda de emisión y dejar pasar las que se corresponden con las emisiones
específicas de las muestras.

Usabilidad de la microscopía de fluorescencia

Por todo lo expuesto, la microscopía de fluorescencia es una herramienta que permite alcanzar altos
grados de sensibilidad y de resolución microscópica en el análisis de los componentes del papel y de las
tintas, y puede emplearse para llevar a cabo estudios de discriminación de los papeles, tintas y sistemas
de impresión, además de permitir observar con detalle manchas atípicas de los documentos en procesos
de inferencia y saber si fueron dejadas ahí de manera intencionada o por accidente. Por último,
constituye una poderosa herramienta para saber si las fibras de papel se han sometido a procesos de
envejecimiento artificial.

Sensibilidad de los microscopios

La sensibilidad de los microscopios de fluorescencia se debe a que los materiales fluorescentes son
visibles, aunque se encuentren en reducidas concentraciones en las muestras analizadas, y, por otro
lado, este tipo de microscopía permite apreciar detalles en los especímenes que habitualmente pasan
desapercibidos en la microscopía convencional.

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V. Las técnicas espectroscópicas


Las técnicas espectroscópicas permiten indagar respecto a los componentes de los papeles y las tintas,
así como otros elementos (manchas extrañas en los papeles, etc.), todo ello atendiendo a las particulares
señales digitales o espectros recogidos en las bases de datos forenses; bases de datos que han podido
construirse gracias a las particulares interacciones de las radiaciones electromagnéticas con la materia, que
dependen, en cada caso, de su estructura molecular.

Señales digitales

Las señales digitales son espectros representados en forma de gráficas que dependen de la longitud de
onda usada para la radiación y de la estructura molecular de la materia. Las interacciones que se
producen en el papel y las tintas cuando entran en contacto con las radiaciones electromagnéticas son:
reflexión, absorción, transmisión, difracción y fluorescencia.

Reflexión de la luz

La reflexión de la luz sobre la materia puede ser especular o difusa. La especular se produce cuando
los rayos electromagnéticos se reflejan en una sola dirección (coincide el ángulo de radiación incidente
con el ángulo de radiación reflejada). La reflexión difusa acontece cuando las superficies son irregulares
(como en el caso de tintas y papeles) y los rayos incidentes se reflejan en todas las direcciones.

Figura 9. Reflexión especular de la luz cuando interactúa con un vidrio opaco.


Fuente: elaboración propia.

La absorción

La absorción se produce cuando parte de la energía electromagnética queda atrapada o retenida por
la materia. Esta retención de energía por parte de las moléculas, los átomos y los iones es característica
de los niveles de energía de la materia

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Los métodos científicos aplicados a la documentología

Transmitancia

La radiación electromagnética que no es absorbida por la materia y pasa a través de ella se conoce
como transmitancia, que es la diferencia entre la luz incidente y la luz absorbida.

Figura 10. Comportamiento de la luz cuando interactúa con la materia.


Fuente: elaboración propia.

Fluorescencia

El fenómeno de emisión se divide, por un lado, en la fluorescencia que se produce cuando las
partículas constituyentes de la materia se relajan a una energía inferior y ceden (en forma de fotones) el
exceso de energía que han recibido de la longitud de onda usada para la excitación de la materia. La
fosforescencia se da en caso de que la emisión de energía (en forma de fotones) continúe una vez
eliminada la fuente de excitación.

Figura 11. Diagrama atómico de los fenómenos de fluorescencia y fosforescencia.


Fuente: elaboración propia.

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Los métodos científicos aplicados a la documentología

Difracción

Por último, la difracción consiste en la curvatura que se produce por un haz paralelo de radiación
cuando pasa por una superficie puntiaguda o a través de una superficie estrecha.

Figura 12. Fenómeno de difracción de la luz cuando pasa a través de un prisma.


Fuente: Universidad de Sevilla.

La intensidad de estos fenómenos está directamente relacionada con la concentración de las moléculas,
átomos o iones de las sustancias, por lo que el comportamiento de la luz se ha aprovechado para la
identificación de los materiales, en este caso, del papel y las tintas.

Comparadores videoespectrales

Los comparadores videoespectrales de sobremesa (VSC) son dispositivos de uso generalizado en los
laboratorios para el análisis forense de documentos, sobre todo en las policías de los distintos países.
Se trata de cajas compactas diseñadas para introducir completamente el documento en su interior y, en
consecuencia, poder examinarlo con detenimiento una vez aislado de la luz ambiental.

Aumentos ópticos

Se emplean distintos aumentos ópticos que se pueden combinar con varios tipos de iluminación,
desde el espectro ultravioleta al visible y el infrarrojo; iluminación que se puede utilizar con diferentes
ángulos de inclinación (episcópica, oblicua, rasante, diascópica, etc.) con el objetivo de apreciar
distintos detalles en el documento solo visibles en función del tipo de iluminación y ángulo de
inclinación empleado.

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Figura 13. Vídeo espectral comparador VSC4-Plus para el análisis rutinario de documentos.
Fuente: elaboración propia.

Por ejemplo, las marcas de presión son susceptibles de observación desde los 4x, y el
detalle se incrementa cuando se emplea iluminación rasante con luz de excitación en el espectro
visible (VIS), colocando antes del detector de la cámara CCD un filtro que solo deje pasar en el
infrarrojo, por encima de los 700 nm. Como puede apreciarse en la Figura 14, las tintas a base
de glicoles, pararosanilinas y resinas de formaldehído de los bolígrafos actuales se vuelven
transparentes cuando son iluminadas con un foco de luz blanca y observadas con un filtro que
solo deje pasar las longitudes de onda en el infrarrojo, revelando de forma nítida las marcas de
presión dejadas por el contacto de la punta del bolígrafo con la superficie blanda del papel.

Figura 14. Marcas indentadas de la punta de un bolígrafo reveladas con la fotografía de reflectancia infrarroja con
un comparador videoespectral (VSC) de sobremesa.
Fuente: elaboración propia.

Software específico
Este tipo de dispositivos incorporan un software específico para operar de forma exhaustiva en el
análisis forense de cualquier documento, ya que los aspectos analizados (firmas, manuscritos, máquinas
de impresión, superficies de los papeles, manchas, borrados, alteraciones, etc.) pueden capturase
mediante una cámara digital CCD de alta resolución y compararse, en tiempo real, con otros
especímenes auténticos guardados en las bases de datos de los dispositivos. Por otro lado, se pueden
realizar superposiciones (casos de calcos), revelar escrituras borradas, realizar mediciones, señalar y
marcas detalles de interés, etc.

5.1. Espectroscopia de reflectancia difusa en el ultravioleta-


visible
La espectroscopia de reflectancia difusa en el ultravioleta visible, aunque menos extendida que los VSC
convencionales en los laboratorios privados para el análisis forense de documentos (ya que hay una
importante diferencia de precio), se utiliza cada vez más en los laboratorios públicos policiales y de las
administraciones de justicia. Se trata de los convencionales VSC de sobremesa, con la particularidad de
que incorporan cámaras digitales de mayor resolución y están implementados con la tecnología de la
microespectrofotometría ultravioleta visible. Con estos equipos, es posible obtener espectros y patrones
de colorimetría en los papeles y en las tintas para desarrollar estudios de discriminación y fabricar librerías.

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Figura 15. VSC-5000 Foster & Freeman del laboratorio de grafística y documentoscopia.
Fuente: Servicio de Criminalística del Instituto Canario de Análisis Criminológico (Las Palmas).

Por ejemplo, y entre los muchos dispositivos de la oferta del mercado actual, están el nuevo VSC-
8000 Foster & Freeman, el HSI 100QD ChemImage, el Spectra-Pro Proyectina, etc.,
comparadores videoespectrales de sobremesa que ofrecen la posibilidad, por un lado, de analizar
el documento con ópticas de aumento y aplicando diferentes fuentes de iluminación en el espectro
ultravioleta, visible e infrarrojo cercano (entre los 190 y los 1100 nm), todo ello usando sistemas
de iluminación diseñados para aplicarse desde ángulos diversos; y, por otro, incorporando
espectroscopios que operan en el ultravioleta-visible y permiten analizar las tintas o los papeles
mediante algoritmos matemáticos adaptados a la teoría de la luz en su interferencia con la materia,
de modo que pueden examinarse mediante la obtención de los espectros de reflectancia,
transmitancia, absorbancia, difusión (fluorescencia y fosforescencia), etc.

Reflectancia difusa

Los modelos de reflectancia difusa son los dispositivos más extendidos en el ámbito del análisis forense
de documentos, con lámparas de xenón, deuterio, wolframio, etc. como fuentes de luz, y el operador
puede seleccionar la longitud de onda incidente que aplicar sobre la tinta o el papel que se pretende
analizar. Los detectores que se incorporan a estos equipos miden los espectros de reflectancia difusa,
aunque también de absorbancia, transmitancia o fluorescencia.

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Espectros de reflectancia difusa

Los espectros de reflectancia difusa se corresponden con la compleja mezcla de los componentes de
tintas y papeles, nunca con sus compuestos individuales, ya que para ello se tendría que recurrir
previamente a técnicas de separación o cromatográficas con las que se pudiera separar cada uno de los
componentes de las tintas o los papeles para, una vez separados, analizarlos individualmente mediante
esta técnica.

Figura 16. Comparativa de dos tintas empleadas para manuscritos y firma de vendedor en un contrato privado de
compraventa con el VSC-5000 Foster & Freeman del laboratorio de grafística y documentoscopia.
Fuente: Servicio de Criminalística, Instituto Canario de Análisis Criminológico (Las Palmas).

Los espectros de reflectancia difusa en el ultravioleta-visible aunque se suelen utilizar para discriminar
las tintas, estos diagnósticos deben interpretarse con cautela ya que los ingredientes de las muestras
sólidas de los papeles y de las tintas cambian con el paso del tiempo. Es por ello que, tintas similares
pueden provocar diagnósticos diferentes y viceversa.

Espectros de las tintas

Los espectros de las tintas están directamente relacionados con los colorantes (tintes y pigmentos) y
también con algunos de los principales disolventes usados por las tintas, caracterizados por tener anillos
bencénicos en su estructura molecular que pueden modificarse en función del tipo de papel sobre el que
se encuentren, ya que los papeles suelen generar espectros de interferencia. Por ello, tintas similares
pueden presentar espectros diferentes cuando se analizan en papeles con acabados y de composición
química distintos (papeles con cargas de caolín y papeles con carga de carbonato cálcico), por lo que
este tipo de análisis debe complementarse con otras técnicas de microscopía, espectroscópicas y de
cromatografía.

5.2. Espectroscopia de reflectancia total atenuada en el


infrarrojo con transformada de Fourier (FTIR-ATR)
Antecedentes

Aunque existen algunos antecedentes en la literatura científica (Calcerrada y García Ruiz, 2015; Cantú,
1996; Cantú, 1995; Ezcurra, Góngora, Maguregui y Alonso, 2010), las investigaciones acerca de los
documentos mediante la espectroscopia infrarroja por transformada de Fourier son recientes en el
ámbito del análisis forense de los documentos (Sharma y Kumar, 2017).

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Finalidad

Se trata de una potente técnica para identificar estructuras moleculares y la concentración de


compuestos en muestras desconocidas, por ejemplo, para determinar la cantidad de grupos
alcohólicos en las tintas. La efectividad de la espectroscopia infrarroja aumenta cuanto más pura sea la
muestra, ya que, en caso contrario, habría que aplicar un software específico para análisis de mezclas.

Figura 17. Espectroscopia infrarroja por transformada de Fourier (Agilent Technologies) en el laboratorio de grafística y
documentoscopia.
Fuente: Servicio de Criminalística del Instituto Canario de Análisis Criminológico (Las Palmas).

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Región infrarroja

La región infrarroja comprende la región de la longitud de onda del espectro electromagnético que
incluye el intervalo de los 780nm a los 10.000nm. La absorción de la radiación infrarroja por las especies
químicas produce rotaciones de las moléculas y vibraciones de los enlaces moleculares.

Figura 18. Vibraciones de los enlaces moleculares por la incidencia de la radiación electromagnética en el infrarrojo.
Fuente: “Infrarrojo 2-3”; Triplenlace.

Interferogramas

Se denominan interferogramas los espectros infrarrojos en honor al interferómetro de Michelson


incluido en estos dispositivos. Una vez llega la señal al detector, se aplica un modelo matemático basado
en la ecuación de la transformada de Fourier para obtener un gráfico de infrarrojo.

Con independencia de que los interferogramas permitan construir las estructuras moleculares de
las sustancias (lo cual exige amplios conocimientos de química orgánica e inorgánica), en la
actualidad las bases de datos comerciales y la construcción de librerías permiten superar este
obstáculo sin excesiva dificultad, al menos cuando se trabaja con compuestos puros; y esta es
la razón de la complejidad del análisis de las tintas y de los papeles, dada su compleja mezcla
de componentes que, por otra parte, son guardados en secreto con celo por los fabricantes. De
ahí que, para una mejor interpretación, sea conveniente aplicar un procedimiento previo de
separación de los compuestos empleando la cromatografía.

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Espectros IR (Sigma®)

En la Figura 19 se muestran dos espectros IR correspondientes a dos tintas de bolígrafo de la marca


Sigma® (de color negro y azul) depositadas sobre el mismo papel sin eliminar los espectros de fondo
generados por este. Como puede comprobarse, el espectro de la celulosa perteneciente al papel
enmascara completamente los interferogramas de las tintas, por lo que el espectro IR de las tintas debe
obtenerse eliminando o restando la señal del papel para obtener los picos correspondientes a los enlaces
de los alcoholes, los aldehídos y las cetonas de los ingredientes de las tintas. Las diferentes bandas de
absorción de estos espectros podrían ayudar a establecer correlaciones en cuanto a intensidad o
desplazamiento de frecuencias de algunos de los picos con el envejecimiento de la tinta o de sus perfiles
estáticos.

Figura 19. Interferogramas de dos tintas de bolígrafo de la marca Sigma® correspondientes a la librería de tintas del
laboratorio de grafística y documentoscopia.
Fuente: Servicio de Criminalística del Instituto Canario de Análisis Criminológico (Las Palmas).

Envejecimiento de la tinta

Actualmente hay una tendencia por parte de los investigadores a usar esta técnica para determinar el
envejecimiento de la tinta en el papel a partir de la variación de los grupos funcionales (-OH, C=O, C=C,
etc.) (Díaz-Santana, Vega-Moreno y Conde-Hardisson, 2017). También se está utilizando para
determinar el orden de asentamiento de los trazos que se cruzan (Querol Sabater, 2017).

Orden de los trazos


El avance de las investigaciones científicas centradas en determinar el orden de los trazos que se cruzan
y la fecha de deposición de las tintas en el papel depende del uso de dispositivos que aumenten la
sensibilidad de los compuestos detectados en estas una vez eliminados los espectros de interferencia de
los papeles. Para ello, se están probando otros detectores en los dispositivos de espectroscopia
infrarroja, o bien se está implementando una metodología combinada con la cromatografía para tratar de
separar cada uno de los compuestos de las tintas antes de obtener los espectros IR.

5.3. Espectroscopia Raman

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La espectroscopia Raman es una técnica de reciente aplicación en el ámbito del análisis forense de
documentos, que ocupa un lugar privilegiado en el campo del estudio de los entrecruzamientos, aunque aún
sin buenos resultados (Braz, López-López y García-Ruiz, 2015). También se emplea en el estudio de la
discriminación de las tintas mediante la caracterización de las resinas y de los pigmentos (colorantes
insolubles).

Figura 20. Estructura molecular de phtalocianina de cobre (colorante insoluble) usado en las tintas de los bolígrafos actuales a
partir de 1954.
Fuente: NIST MS.

Los sustratos analizados se exponen a una fuente láser monocromática (en el rango de longitudes de
onda de lo visible) y se registra mediante un detector la radiación dispersada que suele generarse a
diferente longitud de onda a la correspondiente al láser monocromático incidente, lo cual se ha
denominado “efecto Raman”, en honor a su descubridor en 1928. Se ha comprobado que el efecto
Raman se corresponde con la composición molecular del sustrato analizado.

Figura 21. Dispersión de la luz a longitud de onda diferente a la luz incidente (scattering).
Fuente: elaboración propia.

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La espectroscopia Raman es complementaria a la espectroscopia infrarroja y, en muchos casos, los


espectros Raman y los infrarrojos suelen coincidir, mientras que en otros lo que se observa por
infrarrojo no se ve por espectroscopia Raman y viceversa.

Figura 22. Dispositivo Raman específico para el análisis de tintas, del servicio de criminalística del Instituto Canario de
Análisis Criminológico (Las Palmas).
Fuente: Servicio de Criminalística del Instituto Canario de Análisis Criminológico (Las Palmas).

La empresa Foster & Freeman diseña instrumentos de espectroscopia Raman adaptados para el
análisis forense de documentos. La técnica es rápida, no destructiva y altamente selectiva, e incorpora
dos tipos de láser a longitudes de onda de 685 y 785 nm, por lo que este dispositivo se configura como
una técnica ideal para comparar las tintas por las mezclas de los componentes que provocan las
repuestas Raman, básicamente las resinas y los pigmentos (colorantes insolubles).

Figura 23. Espectroscopia Raman Foram-3 de la empresa internacional Foster & Freeman, fabricado específicamente para
el análisis forense de documentos.
Fuente: Foster & Freeman.

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El software incorpora la posibilidad de crear bibliotecas completas de los espectros Raman de


los compuestos o bien comprar librerías de espectros Raman de colorantes, resinas, etc. En
este sentido, hoy es puntera la empresa BIO-RAD.
Otra reciente aplicación de la espectroscopia Raman es la discriminación de las tintas gel, ya
que, dada la ausencia de colorantes solubles en su composición, unida a la presencia de los
disolventes usados por las tintas de los bolígrafos y los pilot, estas tintas no pueden analizarse
con otras técnicas, como las cromatográficas.

Los estudios científicos publicados han sido capaces de discriminar las tintas gel con un buen
porcentaje de éxito (Mazzella y Buzzini, 2005; Zieba-Palus, Borusiewicz y Kunicki, 2008). Las
longitudes de onda más utilizadas para discriminar este tipo de tintas se corresponden con los 532, 685
y 785 nm.

Figura 24. Espectros Raman registrados con un láser de 532 nm de tres bolígrafos japoneses blue-gel.
Fuente: Foster & Freeman.

5.4. Difracción de rayos X


La difracción de rayos X es una técnica usada para determinar la estructura cristalina de la materia
determinando la distancia entre los átomos, ángulos, etc. Por ello, se utiliza mucho para el estudio de la
materia prima de los papeles de escritura y de su carga añadida (carbonato de calcio, caolín, óxidos de
silicio, etc.). Esta técnica también se utiliza para determinar el porcentaje de cristalinidad de la celulosa;
parámetro que está relacionado con la estructura molecular de los componentes y que permite discriminar
papeles y obtener parámetros característicos de su data.

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Los métodos científicos aplicados a la documentología

Figura 25. Índices comparativos de cristalinidad de la celulosa (Index CA (%)) en seis papeles convencionales de escritura. Se
hallan diferencias en la muestra 049 respecto al resto de papeles.
Fuente: elaboración propia

Este fenómeno se produce porque los haces de rayos X, al atravesar una muestra (tinta, papel, etc.), se
difractan en ángulos que son característicos de las distancias y posiciones de los átomos, de manera que
se crea una especie de radiografía que se corresponde con la red atómica de la muestra analizada.

La difracción de rayos X es una técnica bastante útil y efectiva para determinar la carga superficial
utilizada para la fabricación del papel. Las cargas de los papeles pueden utilizarse también para aplicar
procesos inferenciales en la toma de decisiones respecto a su discriminación y, por otro lado, fijar
aproximaciones de fechas una vez conocida la época en que comenzaron a utilizarse esos componentes en
la fabricación de los papeles de escritura.

Figura 26. Identificación de las fases de la calcita (CaCO 3) y del óxido de silicio (SiO 2) usados en las cargas superficiales de
un papel de escritura.
Fuente: elaboración propia.

El análisis de difracción de rayos X no exige una elevada formación del técnico, basta una sencilla
preparación de las muestras. En términos físicos, puede considerarse una técnica no destructiva.

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Figura 27. Equipo de difracción de rayos X usado para el análisis de los documentos en el Servicio de Apoyo a la
Criminalística Forense de la Universidad de La Laguna (Tenerife).
Fuente: Servicio de Criminalística del Instituto Canario de Análisis Criminológico (Las Palmas).

5.5. Fluorescencia de Rayos X (XRF) con energía dispersiva (ED)

La fluorescencia de rayos X (XRF) se emplea como método analítico de corte cuantitativo para el
análisis forense de documentos, ya que se trata de una técnica no destructiva y sensible para estudiar la
composición elemental de los papeles y de las tintas, y puede detectar alteraciones. La XRF es una
tecnología mucho más accesible desde el punto de vista económico, que exige mucha menos
preparación técnica para su uso que la difracción de rayos X (DRX), por lo que poco a poco se ha ido
abriendo paso en el análisis forense de documentos, en particular la que incorpora un detector de
energías dispersivas.

Figura 28. Equipo de fluorescencia de rayos X usado en el análisis de documentos.


Fuente: Servicio de Apoyo a la Criminalística Forense de La Laguna (Tenerife).

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Los métodos científicos aplicados a la documentología

Esta técnica está basada en la emisión secundaria o fluorescente de rayos X, generada al hacer incidir
un haz de rayos X de alta energía sobre el material, de modo que se produce su ionización y da lugar a
la emisión de radiación cuya energía es característica del elemento que compone el material, por lo que
pueden identificarse los elementos que lo integran. La fluorescencia de rayos X es una técnica que
funciona muy bien para elementos con número atómico elevado, a partir del potasio, aunque gracias al
detector GOLDD (Geometrically Optimized Large Area Drift Detector) de silicio tipo SDD, por
ejemplo, pueden medirse elementos más ligeros como el Al, Si, P y Mg.

Figura 29. Muestras de papel con tinta colocadas en la celda de un equipo de fluorescencia de rayos X.
Fuente: elaboración propia.

Dado el pequeño tamaño de los discos que habitualmente se extraen de los documentos para analizar
las tintas y los papeles (para causar el menor daño posible), existen opciones small spot que permiten
reducir el diámetro del foco de medida de 10 a 3 mm2. Las cámaras CCD de estos equipos permiten
visualizar estas zonas de medida y cuentan con un punto de mira en el centro para asegurar que la
muestra está en todo momento dentro del área de medida.

En la Figura 30 se muestran los elementos detectados en una muestra de papel con tinta, expresados
en partes por millón (ppm) ± el error de la medida proporcionado por el software del equipo (2sigma).
En virtud de los elementos detectados, se puede advertir claramente la limitación de este dispositivo
frente a la DRX, pues a pesar de que la celulosa es el componente principal del papel (C6H10O5), este
equipo no es capaz de detectar estos elementos ligeros de peso molecular inferior al aluminio (Al).

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Figura 30. Elementos detectados en una misma muestra de papel por EDXRF tras realizar tres análisis independientes en
puntos diferentes de la misma muestra de papel.
Fuente: elaboración propia.

Habida cuenta de la heterogeneidad de las muestras de papel, y aunque existe variación en algunos
elementos poco abundantes en los que el error de la medida es alto y sus réplicas no superan el límite de
detección del equipo, las medidas son lo bastante homogéneas como para calcular su media.

La Figura 31 muestra las medias de los resultados comparativos por EDXRF en los dos papeles que
constituyen un contrato de arrendamiento. En ambos papeles el elemento mayoritario es el calcio (Ca),
lo que se corresponde con el compuesto carbonato de calcio habitualmente empleado como carga en
los modernos papeles de escritura. Por otro lado, y en mucha menor cantidad, se encuentra el cloro
(Cl), que suele emplearse durante el proceso de blanqueado para eliminar la lignina.

Figura 31. Elementos comparativos detectados por EDXRF, expresados en ppm, para dos muestras de papeles tras
realizar tres análisis independientes en cada uno de ellos y obtener las desviaciones típicas de las medias estadísticas.
Fuente: elaboración propia.

Composicióm

La composición de los dos papeles es muy similar, ambos presentan la misma distribución de
elementos, de manera que en ningún caso se detectó ninguno que estuviera presente de forma exclusiva
en una de las dos muestras, y las cantidades detectadas para cada elemento son muy similares en ambos
papeles. Como ambos papeles estaban escritos con tóner, también se detectan otros elementos como el
silicio (Si), azufre (S), wolframio (W), titanio (Ti), hierro (Fe), cobre (Cu) y estroncio (Sr).

Proceso inferencial

El proceso inferencial indica que, al no detectarse aluminio (Al), no parece que la presencia de silicio
(Si) se deba al uso de caolinita como parte de la carga del papel, y es factible que, al menos en parte,
fuera un componente del tóner, ya que tanto el dióxido de silicio como el óxido de titanio se usan como
aditivos para mantener la carga de las partículas y evitar su apelmazamiento. El azufre (S), el hierro (Fe)
y el cobre (Cu) también pueden ser componentes del tóner.

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Los métodos científicos aplicados a la documentología

Análisis de composición

El análisis de la composición elemental de las dos muestras de papel (papel 1 y papel 2) reveló la
presencia de los mismos elementos en cantidades muy similares en ambas. El elemento mayoritario
encontrado en ambos papeles fue el Ca, seguido del Cl y Si. También se detectaron S, W, Ti, Fe, Cu y
Sr.

Conclusión

Se concluye que el análisis de las dos muestras por EDXRF reveló la presencia de los mismos
elementos en cantidades muy similares en ambas. El elemento mayoritario encontrado en ambos papeles
fue el calcio (Ca), seguido del cloro (Cl) y el silicio (Si), aunque se detectaron otros elementos
minoritarios posiblemente asociados a los compuestos del tóner como S, W, Ti, Fe, Cu y Sr. En
definitiva, no se encontraron diferencias en cuanto a la composición elemental de ambos papeles.

5.6. Espectroscopia de emisión basada en atomización con


plasma y detector de espectrometría de masas (ICP-MS)
El ICP-MS es una técnica que aún no se utiliza mucho en el análisis elemental de la caracterización de
papeles y tintas. En España se han desarrollado algunos métodos, plasmados en publicaciones científicas y
estudios doctorales, y se usa excepcionalmente en el laboratorio de grafística y documentoscopia del
Servicio Central de Criminalística de la Guardia Civil (Alamilla, Calcerrada, García-Ruiz y Torre, 2013).

La razón de la escasa repercusión práctica de esta potente tecnología, idónea para identificar los
elementos que conforman una muestra de papel o de tinta, es que reviste una gran complejidad; es más, los
procedimientos que deben utilizarse para la preparación de las muestras son también complejos. Por
ejemplo, se deben disolver las muestras en disoluciones de ácido nítrico para después introducirse en el
plasma del equipo en forma de aerosol. Por otra parte, el uso de este instrumento analítico exige una
compleja formación, aspectos que limitan enormemente su aplicación en el ámbito del estudio del
documento.

Figura 32. Esquema de un ICP-MS.


Fuente: Servicio de Apoyo a la Criminalística Forense de la Universidad de La Laguna (Tenerife, España).

Sin embargo, no hay duda de que el avance que supone poder acoplar un espectrómetro de masas (MS)
a la espectroscopia de emisión en atomización con plasma (ICP) reviste una enorme ventaja, al permitir
identificar exactamente las sustancias de mezclas complejas por la relación carga/masa.

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Los métodos científicos aplicados a la documentología

Los elementos que pueden identificarse con esta técnica varían en el rango del litio al uranio, y es capaz
de ofrecer datos experimentales cuantitativos y cualitativos con una sensibilidad de partes por trillón (ppt),
por lo que pueden identificarse elementos en las muestras en forma de trazas, de enorme utilidad práctica
en los estudios para discriminar papeles y tintas.

Equipo de ablación láser

La empresa Foster & Freeman ha diseñado un equipo de ablación láser, adaptado para el estudio del
documento, capaz de discriminar pequeñas muestras de papel y tinta usando la ablación láser para
caracterizar los elementos usados en una compleja mezcla de componentes.

Figura 33. Espectroscopia de plasma inducido por láser para documentos.


Fuente: Foster & Freeman.

Este dispositivo opera con una cámara para dirigir el láser a la zona concreta de la muestra que
interesa caracterizar y obtener unos espectros que se corresponden con los átomos que constituyen la
mezcla en la muestra debido a la ruptura inducida por el láser (LIBS), en el que se crea un plasma que
emite los espectros atómicos de los elementos constituyentes. Gracias al enfoque de la cámara, se
pueden obtener estudios elementales en muestras con un tamaño de 300 micras.

Figura 34. Espectro ECCO de una muestra de papel (Foster & Freeman).
Fuente: Foster & Freeman.

Estos análisis son rápidos y no exigen una preparación previa de la muestra o una formación
específica del operario (en comparación con el ICP-MS), los resultados se obtienen de forma inmediata
y es capaz de detectar elementos a ppm bajos (partes por millón).

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VI. La cromatografía
La cromatografía comprende un conjunto de metodologías agrupadas destinadas a separar los
compuestos de mezclas complejas; de ahí que suelan usarse como la antesala de las técnicas analíticas
expuestas anteriormente, ya que, si con carácter previo se separan los compuestos, se podrán obtener
espectros mucho más puros y más simples de interpretar.

Componentes de bolígrafo

Se sabe que las tintas actuales de los bolígrafos se componen de colorantes, resinas y disolventes.
Los colorantes pueden ser pigmentos (insolubles) y tintes (solubles), y son estos últimos los que suelen
analizarse con las técnicas cromatográficas convencionales de cromatografía de capa fina (TLC). Ahora
bien, las tintas no se componen de un único tinte, sino que presentan una mezcla de tintes con sus
correspondientes productos de degradación. Si se separa cada uno de esos tintes en una placa de
cromatografía de capa fina (TLC), en la que aparecerán diferentes puntos de color que se corresponden
con cada uno de los tintes separados (violeta de cristal, violeta de metilo, amarillo de metilo, etc.), se
podrá analizar cada uno de ellos mediante la amplia variedad de técnicas espectroscópicas estudiadas,
obteniendo unos espectros mucho más puros que se correspondan íntegramente con la molécula
separada mediante una técnica cromatográfica; en cambio, cuando se analiza la tinta con técnicas
espectroscópicas sin separar sus compuestos, lo que se puede obtener es un espectro complejo que se
corresponda con la mezcla de los componentes de la tinta, es decir, colorantes, disolventes, resinas,
lubricantes, etc.

Figura 35. Desarrollo de una placa cromatográfica en la que se están separando cuatro tintas de composiciones químicas
diferentes.
Fuente: laboratorio Arte-Lab (Madrid).

Separación de compuestos

Con las diferentes técnicas de cromatografía se está en disposición de separar compuestos de distinta
naturaleza molecular que conforman las complejas mezclas de sustancias de las tintas y de los
papeles. Una vez separada cada una de estas moléculas, resultará mucho más sencillo identificarlas
usando un amplio conjunto de técnicas analíticas.

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Modo de análisis

La muestra objeto de análisis se tiene que disolver con carácter previo, en una fase líquida o gaseosa, y
someterse después esa muestra disuelta a una fase estacionaria e inmiscible con la anterior fase móvil,
todo ello a fin de que los compuestos que conforman esta muestra desconocida puedan viajar a
diferentes velocidades para lograr separarse por una placa de silicagel (TLC), o bien por una columna
cromatográfica en las modernas técnicas de cromatografía de gases (GC) o cromatografía líquida
(HPLC).

Cromatografía de capa fina

Hoy en día, la cromatografía de capa fina (TLC) está prácticamente en desuso tecnológico, por la
escasa sensibilidad de la técnica, por el hecho de encontrarse fuertemente condicionada por la pericia
del operario y, por último, porque para identificar los compuestos separados se deben aplicar
directamente sobre la placa silicagel (en la que se encuentran los compuestos separados) otra serie de
métodos analíticos, por ejemplo, los espectroscópicos. Por ello, en las modernas técnicas de
separación o cromatográficas GC y HPLC (poco condicionadas a la pericia del operario y con alta
sensibilidad), y al final de la fase estacionaria —una vez separados todos los compuestos—, hay unos
detectores que miden las señales de estos para reconocer su estructura molecular.

Registro de parámetros

El cromatograma de la Figura 36 puede registrarse (separación de 16 compuestos orgánicos volátiles)


porque, una vez que los compuestos de la tinta se han separado completamente de la mezcla tras migrar
por la fase estacionaria de un cromatógrafo de gases (columna cromatográfica), puede obtenerse un
gráfico gracias a un detector que registra parámetros como los tiempos de retención de los picos (cada
pico se corresponde con un compuesto) y, por otro lado, el área de cada uno de los picos se
corresponde con la concentración de los compuestos.

Figura 36. Separación cromatográfica (GC) usando una columna polar de 15 disolventes usados en las tintas de los
bolígrafos modernos.
Fuente: Instituto Canario de Análisis Criminológico (Las Palmas).

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Por esta razón, los laboratorios utilizan patrones puros de compuestos conocidos para
identificar los tiempos de retención de compuestos concretos en las columnas cromatográficas
y, por otro lado, las áreas de los picos asociadas a las concentraciones conocidas de esos
patrones. Los patrones pueden obtenerse de diferentes proveedores de distribución de
compuestos químicos, a precios muy dispares, y son necesarios para desarrollar estudios
cuantitativos de los compuestos detectados en un cromatógrafo de gases.

Tiempos de retención

Cuando los laboratorios comenzaron a utilizar los cromatógrafos de gases (GC), se indicaba que los
tiempos de retención eran específicos para cada uno de los compuestos y, por consiguiente, no podían
existir compuestos diferentes que tuvieran los mismos tiempos de retención; sin embargo, con el avance
de las investigaciones experimentales, se comprobó que compuestos de naturaleza y estructuras
moleculares diferentes podían presentar los mismos tiempos de retención. Por ejemplo, en la Figura 36
puede comprobarse que los compuestos hexylene glicol y butoxyethoxyethanol (picos 5 y 6) tienen
similares tiempos de retención (rT).

Alternativas para identificar compuestos separados

La coincidencia en los tiempos de retención de compuestos diferentes precipitó la búsqueda de otras


alternativas para identificar con mayor rigor los compuestos separados en una columna cromatográfica.
Es entonces cuando aparecen detectores selectivos tales como el espectrómetro de masas, diodo de
array TOF, etc., ya que con estos se podía obtener las masas moleculares exactas de los compuestos
separados, lo que, unido a la identificación de los tiempos de retención, permite identificar los
compuestos desconocidos minimizando los errores debido a compuestos diferentes pero que tienen
comportamientos muy similares en los procesos de separación cromatográfica.

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Cromatografía de gases

La cromatografía de gases acoplada a la espectrometría de masas (GC-MS), así como la


cromatografía líquida acoplada a detectores diodo de array, detectores de iones (TOF), etc., ya se usan
con una incidencia significativa en las investigaciones científicas para el análisis químico de las tintas,
incorporándose en laboratorios públicos y en algunos laboratorios privados de documentos, ambas
como metodologías efectivas y potentes que permiten realizar estudios de los compuestos en los
papeles y en la caracterización, discriminación y datación de las tintas.

Figura 37. Cromatógrafo de gases acoplado a espectrómetro de masas usado por el laboratorio de pericia caligráfica y
documentoscopia.
Fuente: Servicio de Criminalística del Instituto Canario de Análisis Criminológico (Las Palmas).

Técnicas cromatográficas más utilizadas

Las técnicas cromatográficas más utilizadas, y que sustituyen a la convencional técnica obsoleta de la
cromatografía de capa fina (TLC), son la cromatografía líquida (HPLC) y la cromatografía de gases
(GC), que resultan complementarias (Díaz-Santana et al., 2017) ya que, por ejemplo, mientras con la
metodología HPLC se caracterizan los colorantes solubles de las tintas, con la GC se identifican los
compuestos orgánicos volátiles de las tintas, de modo que se accede a un cuadro mayor de ingredientes
complementarios que aumenta el éxito de los estudios de discriminación.

6.1. Cromatografía de líquidos de alta resolución


La cromatografía de líquidos de alta resolución (HPLC) desplazó completamente a la cromatografía de
capa fina (TLC), ya que aun estando destinadas ambas técnicas a la caracterización de las tintas mediante la
identificación de los tintes, la mayor sensibilidad de la HPLC, unida al hecho de no depender de la pericia
del experto, así como la posibilidad tecnológica de acoplarse a una amplia diversidad de detectores para la
identificación de los tintes (diodos de array, fluorescencia, espectrómetro de masa, etc.), ensombrecieron
por completo la técnica de la TLC por su falta de selectividad y sensibilidad.

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Los métodos científicos aplicados a la documentología

Figura 38. Cromatógrafo de líquidos de alta resolución acoplado a un detector diodo de array, usado por el laboratorio de
pericia caligráfica y documentoscopia.
Fuente: Servicio de Criminalística del Instituto Canario de Análisis Criminológico (Las Palmas).

A pesar de ello, y quizá por la significativa diferencia de precio entre la HPLC y la TLC, aún muchos
peritos siguen usando la TLC para los estudios químicos de las tintas, lo cual implica un riesgo
considerable por tres razones principales:

La TLC es una técnica poco sensible, selectiva y que genera problemas de repetitividad debido a que
está muy condicionada a la pericia del experto.

La identificación de los colorantes solubles (tintes). Para su detección, deben hallarse en


concentraciones altas de parte por millón (ppm). Por el contrario, la HPLC es una técnica muy sensible,
selectiva y de excelente repetitividad, no condicionada a la pericia del experto sino a una metodología
optimizada.

Los límites de detección son bajos, ya que permite detectar concentraciones bajas de partes por billón
(ppb) en los colorantes.

Resultados

Aunque los resultados obtenidos con estas técnicas deben interpretarse con cautela, esta técnica
demanda del experto un conocimiento profundo en lo relativo a los componentes de las tintas y a las
modificaciones que se producen por el natural paso del tiempo. Se sabe que la gran mayoría de las
tintas actuales de los bolígrafos se caracterizan por usar los colorantes de las pararosanilinas como
ingredientes principales, y en múltiples investigaciones se evidencia que tintas de marcas diferentes, que
tienen distinta composición química (disolventes, resinas, lubricantes, etc.), pueden tener los mismos
colorantes. Por consiguiente, si se analizan solo con esta metodología, no se pueden discriminar a pesar
de ser tintas distintas.

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Conclusiones

En lo tocante al alcance de las conclusiones en los estudios de discriminación de tintas, las


investigaciones realizadas indican que los colorantes solubles se degradan con el paso de tiempo,
principalmente por el efecto de la luz (hv), y aparecen nuevos productos de degradación. Esto determina
que tintas iguales analizadas con TLC o HPLC, en el supuesto de que tengan momentos temporales
diferentes, pueden generar separaciones cromatográficas distintas y dar pie a que el experto afirme que
se trata de tintas distintas porque tienen colorantes diferentes.

Disgnósticos

Visto lo anterior, el uso de este tipo de técnicas requiere experiencia y formación respecto a los
productos de degradación de los tintes usados por las modernas tintas de los útiles escriturales, a fin de
no emitir diagnósticos erróneos e injustificados, o si cabe, complementarla con otros métodos que
aporten otros datos de las tintas respecto a los disolventes, las resinas, los lubricantes y los pigmentos.

Separación de compuestos

La separación se produce tras introducirse un pequeño volumen de una muestra líquida (por ejemplo,
tinta en papel extraída con metanol) en una fase estacionaria constituida por una columna que se rellena
con un material poroso. Al fluir los compuestos de la tinta empujados por el flujo del líquido a través de
la columna, se van separando debido a las distintas interacciones fisicoquímicas de cada uno de ellos en
interacción con el relleno de la columna. Tras provocarse la separación de cada uno de los compuestos
usados por las tintas en el interior de la columna cromatográfica, cada uno sale a un tiempo distinto
debido a que viajan por la columna cromatográfica a diferentes velocidades, por lo que se puede
conocer el número de colorantes usados en la mezcla de esa tinta analizada.

Figura 39. Placa cromatográfica digital correspondiente a la separación de los tintes de una mezcla de tinta de bolígrafo de
la marca Montblanc.
Fuente: laboratorio de pericia caligráfica y documentoscopia, Servicio de Criminalística del Instituto Canario de Análisis
Criminológico (Las Palmas).

A continuación, se encuentran con un detector mucho más selectivo para identificar la estructura
molecular de las sustancias separadas (diodo de array, fluorescencia, espectrómetro de masas, etc.). Por
ejemplo, cuando los compuestos que salen de la columna cromatográfica pasan a través de un detector
diodo de array, este mide el espectro de cada sustancia para compararlo con el archivado en una librería de
referencia, y la señal de intensidad se corresponde con la concentración de cada sustancia.

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Los métodos científicos aplicados a la documentología

Figura 40. Registro de la señal de un detector diodo de array correspondiente a la separación de los tres tintes de la familia de
las pararosanilinas que componen la mezcla de una tinta azul de la marca Sigma.
Fuente: laboratorio de pericia caligráfica y documentoscopia, Servicio de Criminalística del Instituto Canario de Análisis
Criminológico (Las Palmas).

6.2. Cromatografía de gases con detector de espectrometría de


masas
De todas las metodologías analíticas comentadas, la cromatografía de gases con detector de
espectrometría de masas (GC-MS) es quizá la más utilizada en los laboratorios de análisis de documentos
para los estudios de discriminación de tintas y papeles, y desempeña un papel de primer orden en los
modernos estudios de datación de tintas.

Figura 41. Cromatógrafo de gases con espectrómetro de masas simple cuadrupolo de Agilent Technologies.
Fuente: laboratorio de pericia caligráfica y documentoscopia, Servicio de Criminalística del Instituto Canario de Análisis
Criminológico (Las Palmas).

Avances tecnológicos

Esta técnica combina dos tipos de avances tecnológicos para la confirmación de los compuestos
desconocidos de una mezcla compleja, en este caso la tinta o el papel. Por un lado, una vez separados
los compuestos de esa mezcla compleja mediante el cromatógrafo de gases, se identifica cada uno de
los compuestos separados por los correspondientes tiempos de retención, y posteriormente en el
espectrómetro de masas utilizando la tecnología del impacto electrónico, se genera la rotura molecular
de los compuestos separados y se lleva a cabo una segunda confirmación de la identidad mediante
librerías de referencia.

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Los métodos científicos aplicados a la documentología

Una vez ionizados cada uno de los compuestos separados en el cromatógrafo de gases, la
espectrometría de masas (MS) mide la relación masa/carga de los fragmentos de las moléculas ionizadas.
Estas roturas son únicas e irrepetibles entre compuestos diferentes. Las librerías comerciales introducen en
la actualidad más de 200 000 compuestos y posibilitan la identificación de compuestos desconocidos sin
necesidad de comprar patrones de referencia, que solo son necesarios si se pretende cuantificarlos.

Figura 42. Espectro de masas de la molécula alcohol bencílico usada en las tintas de los bolígrafos modernos (NIST Chemistry).
Fuente: NIST MS.

GC-MS

Los únicos compuestos que se pueden analizar mediante GC-MS son los compuestos volátiles o
semivolátiles y de baja polaridad, es decir, aquellos que tengan un punto de ebullición inferior o igual a
400 °C. Por ello, mediante GC-MS se analiza la fracción volátil de las tintas, que se corresponde con los
compuestos que constituyen los vehículos usados por las modernas tintas de los útiles escriturales, por
ejemplo, alcohol bencílico, fenoxietanol, fenol, etc., toda la gama de los alcoholes y los glicoles usados
por los fabricantes para disolver los tintes o dejar en suspensión los pigmentos.

Lo verdaderamente relevante es que, al usar GC-MS para analizar los compuestos orgánicos volátiles
de las tintas modernas, la técnica debe estar optimizada e incluir parámetros importantes como tipo de
gas portador, temperatura del portal de inyección, tipo de columna capilar, iones que debe seleccionar el
detector para cuantificar e identificar los compuestos, etc.

VII. Resumen
El avance actual de la tecnología presenta una gama muy amplia de instrumentos analíticos que pueden
aplicarse al ámbito del estudio forense de los documentos.

Las técnicas más utilizadas para caracterizar los papeles y las tintas de los instrumentos escriturales y
sistemas de impresión son las espectroscópicas y las técnicas de separación (o cromatográficas), sin
olvidar respecto a las primeras el que vengan o no acopladas a un microscopio; técnicas que se
caracterizan porque gozan de una reconocida objetividad, validez y fiabilidad.

La prueba no tiene otra finalidad que producir en la mente del Juzgador el convencimiento de la
existencia o inexistencia de un hecho, en nuestro caso particular, la autenticidad o la falsedad de un
documento.

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Los métodos científicos aplicados a la documentología

Las conclusiones acerca de la falsedad o autenticidad de los documentos, siempre deben


hallarse vinculadas a una teoría científica. El proceso de investigación de un documento
sospechoso siempre debe realizarse bajo un prisma racional.

Si bien, hablar de certeza en la adquisición de conocimientos científicos cuando lo que entra en


juego es la subjetividad propia de los procesos cognitivos del experto, bajo las limitaciones que
impone la ciencia en el acceso a los conocimientos, se hace arduo y complicado, por no decir
imposible.

Las últimas corrientes filosóficas sostienen la imposibilidad de alcanzar la verdad absoluta, ya que el
conocimiento no es más que una construcción mental, privada de conexión necesaria con los fenómenos
pasados del mundo real.

Desde el punto de vista del Derecho, la certeza o no de las consideraciones de los informes periciales de
documentos ha quedado ya ampliamente superada.

Para el Derecho no existe debate alguno respecto a que, aunque el informe pericial de documentos
puede encuadrarse en una pericia científica –debido a que para su práctica se requieren
conocimientos especializados y el uso de instrumentos y métodos científicos–, sus conclusiones
deben entenderse como entidades de apreciación u opiniones razonadas.

Las técnicas de análisis de los documentos pueden clasificarse en microscópicas, espectroscópicas y


cromatográficas o de separación.

Los dictámenes periciales tienen la obligatoriedad de corresponderse con el conjunto de conocimientos


validados por la comunidad científica.

La técnica de la microscopia puede considerarse la instrumentación más sencilla dentro de las


metodologías a utilizar en el ámbito de la grafotecnia, y ello si se desprecian las lupas de diferentes
aumentos. Su importancia histórica radica en que, gracias a su descubrimiento a principios del siglo
XIX, se dio paso a la etapa científica de muchas de las disciplinas científicas (Química, Biología, etc.),
ya que permitió conectar la teoría con el hecho experimental, dada la estrecha conexión abierta entre las
propiedades y el comportamiento de la materia, así como la posibilidad de observar su estructura a nivel
microscópico.

Las técnicas espectroscópicas permiten indagar respecto a los ingredientes de los papeles y de las
tintas, así como a otros elementos (manchas extrañas en los papeles, composición de las tintas, etc.),
todo ello en atención a las particulares señales digitales o espectros recogidos en las bases de datos
forenses; bases de datos que han podido construirse gracias a las particulares interacciones de las
radiaciones electromagnéticas con la materia, que depende en cada caso de su estructura molecular.

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Los métodos científicos aplicados a la documentología

Constituye la cromatografía un conjunto de metodologías agrupadas destinadas a separar los


compuestos de mezclas complejas, de ahí que suelan usarse como la antesala de las anteriores técnicas
analíticas ya que, si con carácter previo se separan los compuestos a analizar, se podrán obtener unos
espectros mucho más puros y más simples de interpretar.

Caso práctico

Se pide

Explica con detalle científico la técnica de la gráfica que se adjunta, desarrollando la naturaleza de
la metodología de identificación y su aplicación en el ámbito de la documentología.

Solución

Se trata de la identificación de un compuesto por la rotura de las moléculas en iones cuando impacta
contra una corriente de electrones.

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Los métodos científicos aplicados a la documentología

Recursos

Bibliografía
Manuales de interés :

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Los métodos científicos aplicados a la documentología

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Glosario.

Absorbancia: cantidad de intensidad de luz que absorbe una muestra.

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Los métodos científicos aplicados a la documentología

Ciencia: rama del saber humano constituida por el conjunto de conocimientos objetivos y
verificables sobre una materia determinada, que se obtienen mediante la observación y la
experimentación, la explicación de sus principios y causas y la formulación y verificación de
hipótesis. Se caracteriza por la utilización de una metodología adecuada para el objeto de estudio
y la sistematización de los conocimientos.

Cromatografía: técnica que sirve para separar los compuestos en mezclas sencillas y
complejas, con el fin de conocer sus componentes químicos.

Cromatograma: registro gráfico visible en forma de picos o manchas que muestra la


separación de las sustancias de una mezcla sencilla o compleja.

Difractograma: gráfica que muestra la estructura cristalográfica de una sustancia debido al


fenómeno físico de la interacción de un haz de rayos X, de pequeña longitud de onda, con una
sustancia cristalina.

Espectro infrarrojo: representación gráfica de los valores de longitud de onda (?) o de


frecuencia (cm-1) ante los valores de % de transmitancia (%T).

Espectro ultravioleta: radiación electromagnética cuya longitud de onda está comprendida


aproximadamente entre los 10 nm (10x10?9 m) y los 400 nm (400x10?9 m).

Espectro visible: región del espectro electromagnético que el ojo humano es capaz de
percibir. A la radiación electromagnética en este rango de longitudes de onda se le llama luz
visible o simplemente luz.

Espectrometría: técnica que se basa en el empleo de los espectrómetros para la


determinación de las masas atómicas y moleculares.

Espectroscopia: conjunto de métodos empleados para estudiar en un espectro las radiaciones


de los cuerpos incandescentes.

Fluorescencia: propiedad que tienen algunas sustancias de reflejar luz con mayor longitud de
onda que la recibida, muy específicamente cuando están expuestas a ciertos rayos del espectro
electromagnético.

Láser: luz amplificada por emisión estimulada de la radiación electromagnética.

Longitud de onda: distancia existente entre dos crestas o valles consecutivos de una onda.

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Los métodos científicos aplicados a la documentología

Luz: forma de energía que ilumina las cosas, las hace visibles y se propaga mediante partículas
llamadas fotones.

Onda: propiedad física caracterizada por propagarse por el espacio y la materia.

Raman: se corresponde con las dispersiones inelásticas de los fotones cuando la luz
interactúa con los átomos o las moléculas (dispersión de Rayleigh), tratándose de la pequeña
fracción de la luz que es dispersada ópticamente a frecuencia diferente.

Rayos x: radiación electromagnética, invisible para el ojo humano, capaz de atravesar cuerpos
opacos y de imprimir las películas fotográficas. Los rayos X son una radiación ionizante porque
al interactuar con la materia produce la ionización de los átomos de la misma, es decir, origina
partículas con carga (iones).

Reflectancia: cantidad de luz reflejada por una superficie.

Transmitancia: cantidad de energía que atraviesa un cuerpo.

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El documento y la manipulación documental ©
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Índice
El documento y la manipulación documental 3
I. Introducción 3
II. Objetivos 3
III. Introducción de unidad documento y la manipulación documental 3
IV. Los aspectos esenciales del documento 5
4.1. Alcance de las apreciaciones técnicas en la determinación de la falsedad por alteraciones detectadas en el documento 11
4.2. El valor de las fotocopias en el análisis forense de documentos 15
4.3. El contenido de los documentos 17
V. Las alteraciones en el documento 20
5.1. Las alteraciones aditivas 22
5.2. Las alteraciones supresivas 29
5.3. Las alteraciones sustitutivas 32
5.4. Otros tipos especiales de alteraciones 34
VI. La falsedad de firmas 38
6.1. Los calcos 39
6.2. Las imitaciones serviles 40
6.3. Las imitaciones de memoria 40
6.4. Las imitaciones libres o por componentes propios 41
6.5. Las falsedades sin imitación 41
6.6. Las autofalsificaciones 42
6.7. Las falsificaciones a mano guiada 43
VII. Resumen 43
Caso práctico 45
Se pide 45
Recursos 49
Bibliografía 49
Glosario. 49

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El documento y la manipulación documental

El documento y la manipulación documental

I. Introducción
En esta unidad didáctica se estudiarán los principales criterios diagnósticos diferenciales usados por los
expertos en documentos para determinar la falsedad de firmas o la existencia de alteraciones.

Profundizar en los aspectos empíricos que pueden poner en evidencia estos cuadros de falsedad exige
conocer los aspectos jurídicos esenciales de los documentos, ya que de ellos dependerá que la conducta
falsaria sea o no reprochable penalmente.

Por otra parte, y dado el debate jurídico y técnico que existe al respecto (basado en la amplia
doctrina sobre el tipo de valoración de las pruebas periciales realizadas sobre las fotocopias), se abordarán
las limitaciones que imponen estos soportes en los informes periciales.

Tras dejar clara constancia de los elementos esenciales de los documentos, las limitaciones de
las fotocopias y el alcance de las consideraciones finales de los estudios forenses de los documentos, se
pasará al análisis de los criterios diagnósticos diferenciales que puedan poner en evidencia las falsedades de
las firmas y las alteraciones de los documentos.

II. Objetivos
1
Identificar los elementos jurídicos esenciales de los documentos.

2
Estudiar las limitaciones de las fotocopias en los estudios forenses.

Analizar los criterios diagnósticos diferenciales en los cuadros de falsedad de firmas.

4
Analizar los criterios diagnósticos diferenciales que delaten las alteraciones.

III. Introducción de unidad documento y la manipulación


documental

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El documento y la manipulación documental

Códigos penales

Los códigos penales de los distintos países no son ajenos a la importancia que revisten las alteraciones
en los documentos cuando estas afectan a elementos de carácter esencial, es decir, aquellas por las que
se desvirtúen las voluntades iniciales de los autorizantes. En este sentido, el tratamiento de la gran
mayoría de las disposiciones legislativas y desarrollos jurisprudenciales de los países orientales y
occidentales es coincidente.

Análisis de las firmas/texto

El análisis forense de cualquier documento no puede obviar su examen integral orientado al análisis de
las firmas o los textos manuscritos, la existencia de alteraciones físicas o químicas y, por último,
indagar en la cronología de los sustratos físicos respecto a las fechas en ellos consignadas.

Análisis integral
El análisis integral de cualquier documento supone una especialidad de la criminalística que obliga a su
examen mediante la aplicación de unos métodos científicos reglados, unas normas estandarizadas y
unos protocolos preestablecidos, procesos que permiten obtener elementos susceptibles de verificación
empírica con los que poder realizar las inferencias precisas para adoptar decisiones respecto a la
falsedad o autenticidad de los documentos.

Análisis de alteraciones
El análisis de un documento no puede circunscribirse a un estudio orientado única y exclusivamente a
las firmas o textos manuscritos puestos en duda, sino a cualesquiera de las alteraciones que pudieran
menoscabar las voluntades iniciales de los autorizantes, bien sean accidentales o intencionadas (Del
Picchia, 2012; Del Picchia y Del Picchia, 1993; Martín Ramos, 2010).

Código Penal español

El Código Penal español regula los distintos supuestos de falsedad documental en los tres ordinales
del art. 390.1:

Alterar el documento en alguno de sus elementos o requisitos de carácter esencial.


Simular un documento en todo o en parte, de manera que induzca a error sobre su
autenticidad.
Suponer en un acto la intervención de personas que no la han tenido, o atribuir a las que han
intervenido en él declaraciones o manifestaciones diferentes de las que hubieren hecho.

A estos supuestos se añadía un cuarto (derogado ya por el legislador en España) que se refería
a faltar a la verdad en la narración de los hechos. La jurisprudencia para este tipo penal
consideró, con acertado criterio político-criminal, que el delito de falsedad solo debía aplicarse
en aquellos supuestos en que las alteraciones documentales afectasen a elementos de carácter
esencial, dejando de lado las alteraciones superfluas que no llegaran a desvirtuar las voluntades
iniciales de los autorizantes, por ejemplo, retocar una letra que era ilegible para convertirla en
legible, subsanar un error, etc.

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El documento y la manipulación documental

Figura 1. El imperio de la ley.


Fuente: Pixabay.

Alteraciones de documentos

El derecho penal de diferentes países ya se interesa, desde épocas remotas, por las alteraciones de los
documentos siempre y cuando estas menoscaben las voluntades iniciales de los autorizantes en el pacto
firmado. Las alteraciones pueden manifestarse mediante borrados, añadidos, transformaciones de
grafismos, abusos de firma en blanco, etc.; si bien, lamentablemente, aún muchos de los expertos
integrados en las oficinas públicas de peritaciones judiciales siguen dejando de lado el complejo
entramado de las alteraciones y se dedican única y exclusivamente a la comprobación de la originalidad
o falsedad de las firmas o textos manuscritos. Esta política restrictiva en el análisis forense de un
documento provoca un claro menoscabo de los derechos fundamentales y de las libertades públicas de
los ciudadanos, debido a las posteriores inferencias de los operadores jurídicos respecto a la
autenticidad global de los documentos.

Verificación de documentos

Con independencia de que el estudio de un documento solo se hubiera realizado para determinar la
originalidad de las firmas (dejando de lado el análisis de las alteraciones), los tribunales de justicia
siempre realizan inferencias respecto a la autenticidad global de los documentos, ya que es un hecho
contrastado por la ciencia jurídica que, en la valoración que se hace de cualquier declaración escrita,
debe predominar el principio de la buena fe contractual, el alma de la relaciones sociales, jurídicas y
mercantiles (Rivera Morales, 2011). Los contratos siempre deben entenderse y valorarse bajo la buena fe
de los otorgantes, al menos mientras no se pongan de manifiesto elementos objetivos susceptibles de
verificación empírica que indiquen lo contrario, por ejemplo, falsedad de firmas, alteraciones de carácter
esencial, alteraciones de fechas, etc. En su defecto, las legislaciones entienden que el documento
siempre debe valorarse bajo la buena fe contractual de los intervinientes.

IV. Los aspectos esenciales del documento


La importancia que tiene un documento cuando se aporta a un proceso judicial no es baladí. Varias
legislaciones de países diferentes lo admiten como medio de prueba y, por otro lado, la doctrina
predominante considera que el juicio sobre su autenticidad no puede recaer, única y exclusivamente, en las
firmas o manifestaciones escritas de los intervinientes en el pacto firmado.

Profundizar

Resulta imprescindible profundizar en cualquier alteración que pueda suponer un tipo penal, más aún
cuando el documento sea objeto de prueba en un procedimiento judicial sobre determinadas
afirmaciones alegadas por las partes. El documento es un objeto de prueba con el que se trata de
producir la necesaria convicción en la autoridad judicial.

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El documento y la manipulación documental

Detectar

Aplicar procedimientos científicos para el estudio de la integridad del documento a fin de detectar
alteraciones es posible gracias al avance de la tecnología y de los conocimientos científicos. Este se
constituye como un objeto material que tiene una evidente vocación de permanencia para sobrevivir en la
instrucción judicial o expediente administrativo, o bien a lo largo de la vida de las personas.

Reflexionar

En este punto es prudente hacer una breve reflexión respecto a los términos “alteración”,
“manipulación” y “adulteración”, ya que se usan de manera confusa e indiferenciada en los informes
periciales, a pesar de la gran trascendencia jurídica que tienen conforme al elemento subjetivo del tipo
penal de falsedad documental, es decir, la voluntad de querer engañar e inducir a error para obtener un
beneficio mediante el documento falso.

Discutir
Discutir la semántica de los términos obliga a acudir a fuentes de reconocido prestigio, como el
Diccionario Jurídico Español elaborado por la Real Academia Española y el Consejo General del Poder
Judicial. Así, quizá sean los términos “alteración” y “adulteración” los más vinculados a las
modificaciones falsarias que pueden sufrir los documentos.

La alteración se entiende como la modificación de los elementos o requisitos esenciales del


documento de manera que quede afectada alguna de sus funciones características. Son
funciones específicas del documento la perpetuación de las manifestaciones escritas con las
firmas de los intervinientes, el valor probatorio de su contenido y, por último, el valor
certificante de que la persona identificada en el documento es la autora de las manifestaciones
que en él se vierten. Con la firma del documento, la persona se obliga (total o parcialmente)
respecto a su contenido, y la firma simboliza que se ejecuta de forma libre y espontánea una
manifestación de voluntad reconocida en el derecho internacional.
Por otro lado, adulterar no es más que provocar modificaciones en una cosa falseando su
significado.

La manipulación

La manipulación es un concepto mucho más amplio y genérico que aplica la doctrina mayoritaria a
otros muchos campos ajenos al delito de falsedad documental, por ejemplo, al mercado de valores, a las
comunicaciones, o bien al complejo entramado de las redes sociales. Con este término se hace alusión al
empleo de cualquier dispositivo ficticio, o cualquier otra forma de engaño o maquinación, que tenga
como objetivo inducir o provocar error en los mecanismos cognitivos de apreciación de otras personas.

Experto
El experto en el análisis forense de un documento debe tener en cuenta que pueden existir muchas
modificaciones que no tengan fines falsarios; de ahí la importancia de utilizar términos que no puedan
interpretarse erróneamente en el ámbito jurídico ni derivar en limitaciones inadmisibles de derechos de
los interesados.

Documentos

Los documentos (ya sean públicos o privados) no son más que correlatos de las manifestaciones del

6/50
El documento y la manipulación documental

testimonio humano vinculadas con el pasado, cuyos contenidos se corresponden con el intelecto
expresando la voluntad de las personas para dejar constancia, por escrito, de una manifestación o
una declaración anterior en el tiempo (Rivera Morales, 2011).

Figura 2. Documentos emitidos con presunción legal de autenticidad.


Fuente: Pixabay.

Con independencia del avance de los medios digitales y electrónicos, los documentos físicos aún
siguen usándose de forma estadísticamente significativa en las relaciones humanas y comerciales.
Estos aún no han sufrido ese declive anunciado a favor de los documentos electrónicos, salvo en
la administración pública. Esta realidad se evidencia en las estadísticas judiciales de muchos
países respecto a la regulación de los delitos de falsedad, ya que esta modalidad delictiva sigue
aumentando o, al menos, se mantiene en cifras similares respecto a años anteriores (Consejo
General del Poder Judicial). En España, los documentos que pretendan utilizarse en un proceso
judicial con el fin de presentarlos como objetos de prueba deben incorporarse conforme a una
compleja regulación indicada en los preceptos legales de las leyes de enjuiciamiento, y solo se
admiten en los procesos aquellos documentos que se vinculen con las pretensiones interesadas de
las partes, mientras que el resto es irrelevante jurídicamente.

Los documentos se pueden clasificar en públicos y privados. Los documentos públicos son los
autorizados por funcionarios públicos que reúnen las competencias necesarias para dar fe pública.
Los funcionarios que otorgan fe pública a esta clase de documentos normalmente tienen la
obligación de comprobar la identidad de las personas que han intervenido en el pacto firmado y
verificar cada uno de los correlatos documentados. Por ello, el término “documento privado”
suele usarse para referirse expresamente a aquellos soportes escritos o pactos firmados ajenos a la
intervención de los funcionarios competentes que pueden otorgar fe pública al documento, es
decir, los que corresponden a negocios jurídicos entre particulares.

Existe otro tipo de documentos que, aun emitidos por funcionarios de la administración pública,
carecen de atribuciones específicas para otorgar fe pública. Estos documentos son denominados
por la doctrina mayoritaria como “documentos oficiales”. Se trata de los documentos que emanan
de la administración, pero carecen de los requisitos dispuestos en la ley para considerarse
públicos.

7/50
El documento y la manipulación documental

Por otro lado, junto a los documentos públicos, oficiales y privados, están también los
clasificados por la doctrina mayoritaria como “documentos administrativos”, que reflejan el
testimonio de la compleja actividad de los procesos administrativos públicos, están elaborados
directamente por funcionarios competentes en el ejercicio de sus funciones y, por último, reflejan
la voluntad del órgano administrativo en el ejercicio de sus competencias (habilitaciones,
suspensiones, sanciones, autorizaciones, certificaciones, etc.). Normalmente, estos documentos
administrativos están firmados por un funcionario de la administración pública que los dota de
legitimidad en cuanto a su contenido y su presunción de veracidad.

La mayor parte de las legislaciones contienen normas específicas y preceptos legales concretos con el
fin de favorecer el hecho de que la parte directamente vinculada con la autorización firmada o escrita de una
prueba documental presentada de contrario en el ámbito de un proceso judicial pueda realizar tachas de
falsedad del documento o negaciones de las firmas o grafías directamente vinculadas con la voluntad
expresa del pacto. Esta manifestación de “negación” del documento se conoce en los distintos
ordenamientos como “acto de impugnación” del documento.

Todo documento tiene un valor y una fuerza probatoria. La fuerza probatoria se relaciona
directamente con el vínculo jurídico que se deriva del contenido de la documental y que obliga a
determinadas personas; es decir, todo documento tiene una perspectiva particular, si bien su valor
conecta directamente con la realidad plasmada en la documental en cuanto a su perspectiva de
convicción.

Valor porbatorio

El valor probatorio de los documentos queda reflejado en los siguientes epígrafes, que no son ajenos
al objeto de estudio del análisis forense de documentos, al menos cuando se intenta abordar su análisis
con esa pretendida y demandada perspectiva integral. El valor probatorio de los documentos queda
reflejado en:

Las firmas o las grafías mediante las cuales los intervinientes se comprometen con el pacto
firmado.
El contenido de la documental vinculado directamente con los hechos del negocio jurídico, es
decir, la fecha del negocio, el tipo de otorgamiento y las personas que intervienen.

Vínculos jurídicos
Las alteraciones recaen muchas veces sobre los vínculos jurídicos que otorgan fuerza probatoria al
documento, es decir, en las declaraciones que confieren obligaciones y derechos a las partes
intervinientes o bien enuncian hechos vinculados con las disposiciones establecidas.

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El documento y la manipulación documental

Autenticidad
En el análisis de la autenticidad de los documentos, bien sean públicos, privados, oficiales o
administrativos, el análisis siempre debe desarrollarse en relación con lo interesado en el procedimiento,
es decir, con la determinación de la verdad o falsedad de las declaraciones de los otorgantes. Por otro
lado, se debe prestar especial atención a aquellos elementos del documento que se consideren
suficientes para menoscabar las voluntades de los otorgantes: falsedad de las firmas, alteraciones de
fechas, adición de nuevas declaraciones, omisión de cláusulas, omisión de contenidos, etc. Lo realmente
relevante (con independencia de lo abarcado en el análisis forense de un documento, por ejemplo,
proceder a estudiar únicamente las firmas de los intervinientes, dejando de lado la comprobación
respecto a la existencia de posibles alteraciones) es el hecho de que la valoración judicial que no resulta
vinculada con las conclusiones de un informe pericial se realice respecto a la autenticidad global del
documento. Esto se basa en la regla legal de presunción de autenticidad de los documentos como fuente
de prueba admitida por las distintas legislaciones, ya que la falsedad solo puede declararse cuando se ha
verificado una alteración susceptible de verificación empírica y que menoscabe un elemento de carácter
esencial del documento; es decir, un documento falso que no ha sido corroborado como tal
pericialmente se considera que goza de una presunción legal de autenticidad.

"Buena fe"

Los tribunales de justicia siempre presumen la buena fe en la autenticidad de los documentos, y


corresponde a la parte a quien perjudique su contenido demostrar su falsedad e impugnarlo. Los
documentos no impugnados tienen fuerza probatoria entre las partes y frente a terceros, al menos en lo
que se refiere a las declaraciones, a los actos que documenten, el lugar y la fecha en la que se produce el
pacto firmado y, por último, respecto a la identidad de las personas intervinientes (testigos) y que
autorizan el pacto firmado. Por el contrario, el documento declarado falso por un tribunal carece de toda
fuerza probatoria.

Prueba pericial
La prueba pericial de documentos, al igual que las restantes pruebas periciales (ingeniería, informática,
biología, ADN, dactiloscopia, balística, defectos estructurales, tasación, etc.), no tiene carácter
vinculante para la autoridad judicial; por ejemplo, si tras la tacha de un documento, por considerar que
concurre falsedad por la parte afectada, se determina mediante un informe de cotejo de letras que
efectivamente la firma es falsa, si bien otros muchos medios de prueba entran en manifiesta
contradicción con las conclusiones del informe pericial. Se debe tener en cuenta que las periciales tienen
sus límites y sus errores (Bort-Lorenzo, Pérez-Fernández y Díaz-Santana, 2018). Ante tales vicisitudes,
el juez valorará las pruebas del procedimiento desde la sana crítica y los principios de la lógica, y nunca
puede estar vinculado a lo expresado en un informe pericial por muy experto que alegue ser el perito, de
modo que puede rechazar las conclusiones expresadas en él.

Figura 3. Estructura molecular del ADN.


Fuente: Pixabay.

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El documento y la manipulación documental

Las alteraciones que interesa poner de manifiesto en el análisis forense de


un documento, desde los principios de la lógica y las máximas de la
experiencia de los expertos, y que deben ser valoradas después por los
juzgados y los tribunales, son aquellas que menoscaban las voluntades
iniciales de los autorizantes y afectan a sus elementos de carácter esencial;
en suma, las que son objeto de discusión o debate en la esfera jurídica.
Principales alteraciones
En este sentido, las principales alteraciones que pueden producirse en los documentos pueden
clasificarse como:

aditivas (se añade un elemento gráfico)


supresivas (se elimina una declaración)
sustitutivas (se cambia una declaración de los intervinientes por otra diferente).

Por otro lado, dichas modalidades de alteración documental pueden ser parciales o integrales. Lo
relevante, desde un punto de vista penal, es que las modificaciones se hayan realizado con posterioridad
a la firma de los intervinientes, vulnerando así las voluntades iniciales del pacto firmado.

Pueden ser

Las alteraciones pueden ser: físicas, químicas, informáticas y mixtas.

Las alteraciones físicas son aquellas que se realizan directamente sobre la superficie del
sustrato físico del documento, por ejemplo, eliminar una letra, un número, etc. empleando una
cuchilla.
Las alteraciones químicas son aquellas en las que se emplea un producto químico para
provocar la supresión de una grafía en el documento, por ejemplo, borrar un “0” que
corresponde a una cantidad económica empleando un bastoncillo impregnado en metanol.
En las alteraciones informáticas se recurre a las ventajas que ofrece la tecnología para
alterar el documento, por ejemplo, recortando digitalmente la firma de un documento y
llevándola a otro documento distinto mediante ayuda de programas informáticos y con las
modernas impresoras a color.
Las alteraciones mixtas, obviamente las más extendidas y habituales, consisten en
alteraciones que se realizan en los documentos con posterioridad a las firmas de los
intervinientes mediante combinación de los tipos anteriores, por ejemplo, borrar una cifra y
añadir en su lugar otra distinta.

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El documento y la manipulación documental

Figura 4. La tecnología y la falsedad documental.


Fuente: Pixabay.

Verificación empírica

Las alteraciones que se ponen de manifiesto en cualquier análisis forense de un documento deben ser
susceptibles de verificación empírica, es decir, deben evidenciarse mediante elementos objetivos,
cuantificables y verificables.
Otra cosa bien diferente es el proceso de inferencia que el experto aplique para considerar la
manipulación o la culpabilidad del actor; por eso la doctrina mayoritaria considera que esta parcela de
interpretación es competencia de jueces y magistrados, dado que a ellos corresponde la valoración de la
prueba mediante la aplicación de reglas de la lógica en el proceso inferencial.

No detección de alteración

El hecho de que no se detecte una alteración en el documento no significa que no exista, ya que es
posible realizar alteraciones sin dejar elementos objetivos que pongan de manifiesto un posible cuadro
de falsedad.
Un caso habitual es el abuso de firma en blanco, en el que, tras estamparse la firma en el documento,
posteriormente se incorpora un texto mecánico con una impresora de inyección a tinta y sin producir
entrecruzamientos. En las impresoras láser (con independencia de que no se produzcan
entrecruzamientos), siempre se desprenden micropartículas de tóner que se depositan en los espacios
sin escritura y que pueden caer sobre los trazos de las firmas o los textos manuscritos, generando
cruces directos solo visibles con microscopía metalográfica y que pueden ser objeto de estudio en
ensayos directos, lo que no ocurre con las impresoras de inyección (Ezcurra, 2010).

4.1. Alcance de las apreciaciones técnicas en la determinación


de la falsedad por alteraciones detectadas en el documento
Prueba pericial
La prueba pericial del documento es un medio de prueba que tiene como objeto un informe pericial
sobre un objeto (el documento). Toda apreciación de falsedad en un documento puesta de manifiesto
por signos susceptibles de verificación empírica (manchas de borrado, tintas diferentes en las
cantidades de una deuda, hojas de diferente composición química en un contrato de dos páginas,
elementos escritos que no existen en un documento de fecha antigua, etc.) siempre debe resolverse
mediante un proceso de inferencia sujeto a los errores que puedan derivarse de la indebida o limitada
aplicación de las reglas de la lógica, de las máximas de la experiencia y de la razonabilidad del experto.

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El documento y la manipulación documental

Proceso de inferencia

Cuando con la aplicación de un instrumento científico reglado o mediante una metodología


optimizada el experto pone en evidencia un dato objetivo asociado a una posible modificación (por
ejemplo, que las dos hojas que conforman un contrato de arrendamiento son diferentes), resulta
obligado realizar un proceso de inferencia sobre la posible falsedad detectada o, en su caso, determinar
si se trata de una simple anomalía documental (por ejemplo, cuando el documento se mandó a imprimir,
en la bandeja de la máquina impresora había dos hojas de diferente composición química).

El proceso de inferencia del experto conecta directamente con su bagaje de conocimientos,


experiencia, proceso de raciocinio y aplicación de las reglas de la lógica. No es ajeno a la praxis
probatoria el hecho de que peritos con escasa cualificación sustenten sus conclusiones en el
uso inapropiado de los instrumentos, la deficiente aplicación de normas de la lógica,
pensamientos carentes de los adecuados procesos reflexivos, etc. De ahí que los informes
periciales nunca puedan ser vinculantes para una decisión judicial

De Gortari (1971) exponía con acertado criterio jurídico los principios que deben valorarse para
determinar el alcance de las conclusiones de los expertos, más aún cuando estos dicen apoyarse en
metodologías científicas:

Elementos fenomenológicos que deben conectarse con la deducibilidad de las conclusiones.


Evidenciar la ausencia de certeza absoluta con la deducibilidad inferida de los aspectos
fenomenológicos.

Derecho y valoración

El derecho y la valoración de la prueba —en este caso, las conclusiones de un informe pericial—
siempre operan bajo los pilares del sentido común y de los principios de la lógica, donde las máximas
de la experiencia del experto desempeñan un papel fundamental (Díaz Santana et al., 2018). Así, y
siguiendo esta máxima, se pueden enunciar las siguientes reglas:

Cualquiera de los fenómenos que se someta a los complejos procedimientos de los estudios
científicos se debe deducir a través de sus manifestaciones fenomenológicas; por ejemplo, cuando
un documento fechado en 1946 presenta un formato (en las páginas que lo componen) de folios
DIN-A4, con cargas de carbonato cálcico, textos mecánicos realizados con una fotocopiadora a
color, firmas realizadas con bolígrafos, tintas que se constituyen a base de glicoles con tintes de la
familia de las pararosanilinas y, por último, firmas de algunos de los intervinientes que no se
corresponden con los modelos de firmas usados en la fecha consignada (1946). En estos casos, es
lógico que el experto deduzca, mediante inferencia razonada y recurriendo a los principios de la
lógica y de las máximas de la experiencia, un cuadro de falsedad de fecha debido a las características
de los aspectos fenomenológicos evidenciados con la aplicación de los instrumentos científicos y las
metodologías optimizadas.

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El documento y la manipulación documental

La inferencia siempre debe realizarse en términos de probabilidad. La posibilidad de que una


inferencia se cumpla queda expresada por la diferencia entre certeza (o sea, la unidad) y la
probabilidad de que los resultados observados se produzcan. Siguiendo con el ejemplo anterior, la
posibilidad de encontrar un documento datado en 1946 que cumpla con todos los aspectos
fenomenológicos arriba comentados, como es obvio, es muy remota o muy poco probable, y por
ello la deducibilidad de las conclusiones de falsedad debe acercarse al extremo de la certeza, ya que
en los procesos de estudio del documento, aunque este supuesto sea muy obvio, pueden existir
errores metodológicos o conocimientos insuficientes respecto a la existencia histórica de cada uno de
los elementos detectados que se suponen anacrónicos respecto a la fecha consignada en la
documental.

Basado en

Todo proceso de inferencia está basado en la lógica, en el bagaje de los conocimientos interiorizados,
en la observación, en el alcance de los conocimientos científicos, en el sentido común, en las reglas del
entendimiento humano, en el criterio racional, en la sabiduría, en la rectitud y en las máximas de la
experiencia que todo experto debe acumular con el paso del tiempo, gracias al trabajo y a la experiencia
derivada de analizar muchos documentos de diferente naturaleza, y siempre sobre la base de un proceso
de formación académica. Las reglas de la experiencia constituyen el sustento de los métodos lógicos
aplicados por la ciencia, si bien, y debido a los múltiples factores asociados a los procesos de
inferencia, no cabe duda alguna de que es posible encontrar opiniones contrarias entre los expertos dada
la posibilidad de realizar procesos inferenciales diferentes

Conclusiones de informes

Así, admitiendo los límites del conocimiento científico, son muchos los autores y operadores jurídicos
del mundo del derecho que vinculan el éxito de las conclusiones de los expertos con las reglas de la
experiencia, ya que la consideran la base de la credibilidad y de su certeza relativa (De Gortari, 1971;
Rivera Morales, 2011; Taruffo, 2002). De igual forma, pretender encontrar la certeza absoluta mediante
investigaciones científicas es una auténtica utopía; a pesar de ello, aún son muchos los expertos que
consideran (con ignorancia manifiesta o con evidente intencionalidad) que son capaces de encontrar la
certeza absoluta en las conclusiones de sus informes.

Figura 5. Las limitaciones de la ciencia.


Fuente: Pixabay

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El documento y la manipulación documental

Socialización

La única herramienta que tiene el ser humano para poder relacionarse con el mundo circundante son sus
sentidos; los complejos procesos de percepción mediante estímulos repetidos son los que le permiten
establecer una manera de comprender las cosas que lo rodean. Sin embargo, son los procesos de
socialización de las personas los que las proveen de las suficientes herramientas cognitivas para la
aplicación de los razonamientos y correcta resolución de los problemas. El hombre, en su socialización,
retiene y conserva hechos, conceptos, etc., que le permiten acumular experiencia para relacionarse
adecuadamente con el exterior. Por ello, es normal que dos expertos con similar formación académica y
máximas de experiencia puedan llevar a cabo procesos inferenciales diferentes que los lleven a
establecer conclusiones dispares, lo que provoca un evidente conflicto cuando ambos creen encontrarse
en posesión de la verdad acerca de los hechos.

Las máximas de la experiencia del experto forense de documentos son aquellas que le permiten aplicar
tres funciones bien diferenciadas:

La función heurística, que le permite formular hipótesis mediante el análisis


organoléptico general de los documentos (las firmas son falsas, mediante el
procedimiento de falsedad sin imitación; se ha sustituido una hoja por otra alterando
las voluntades iniciales de los autorizantes; el documento se ha firmado hace poco
tiempo y no se corresponde con la fecha en él consignada, etc.).

La función epistémica , asociada directamente a los instrumentos de conocimiento


que pueden aplicarse para responder a las hipótesis formuladas durante los estudios
organolépticos (como se sospecha que en el documento se ha cambiado una hoja
por otra, se realizan estudios de difracción de rayos X para analizar la degradación
de la celulosa en los papeles del documento y, por otro lado, estudios de fotografía
de reflectancia infrarroja y de luminiscencia para estudiar los fenómenos de
transferencia de las tintas, estudios de las marcas indentadas mediante técnicas de
cascada, etc.).

La función justificativa , que afecta directamente a la aplicación de las reglas de la


lógica para determinar el alcance de las conclusiones del estudio.

Las reglas de la experiencia son la herramienta del experto para realizar una diagnosis objetiva y
prudente, lo bastante admisible en el ámbito científico como para emitir juicios de valor, de estimación, de
apreciación, etc. Las reglas de la experiencia tienen especial consideración cuando, por ejemplo,
desconociendo determinadas leyes científicas que puedan explicar determinados fenómenos para
discriminar dos tintas (lo que sucede en las moléculas cuando se degradan los colorantes), el experto es
capaz de establecer un juicio diagnóstico prudente respecto a su discriminación basándose en la
experiencia adquirida para este tipo de análisis.

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El documento y la manipulación documental

4.2. El valor de las fotocopias en el análisis forense de


documentos
Prácticamente todos los ordenamientos jurídicos incorporan preceptos —desarrollados por la
jurisprudencia— que confieren un valor diferente a los documentos fotocopiados respecto a los
documentos originales; es más, en algunos países se sostienen opiniones contrarias acerca de la admisión
de las fotocopias como objeto de prueba en los procedimientos. Con carácter general, esto no implica que
carezcan de valor probatorio per se, si bien su admisión como prueba queda limitada por la normativa
procesal que lo regula en cada país.

Limitaciones de fotocopias

Respecto a las limitaciones de las fotocopias en el análisis forense de los documentos, cabe indicar
inicialmente que la identificación de un documento fotocopiado no reviste una enorme complejidad con
las técnicas actuales. Se puede recurrir a las técnicas de microscopía para identificar las llamadas grafías
en seco depositadas y formadas por el denominado polvo de tóner; polvo de tóner compuesto por
resinas sintéticas finamente molidas que nunca quedan embebidas o absorbidas por las fibras del papel,
lo que permite el raspado de esas partículas mediante el empleo de algún instrumento metálico.

Partículas de tóner

Respecto a la identificación de las partículas de tóner, estas siempre quedan depositadas en las caras
más superficiales de las fibras del papel y no hay surcos ni fibras arrastradas. Por lo tanto, resulta
imposible desde el punto de vista técnico aspirar a conocer el verdadero elemento escritor utilizado para
realizar las fotocopias de firmas, manuscritos, sellos u otras impresiones. Esta limitación obedece a que
es imposible acceder al conocimiento de las tintas utilizadas durante la confección de los documentos
primitivos y, por otro lado, identificar los criterios diagnósticos diferenciales que distinguen los
elementos escritores (por ejemplo, pluma frente a bolígrafo), sistemas de impresión (por ejemplo,
inyección de tinta frente a láser), sellos (por ejemplo, goma frente a caucho), etc.

Impresión por láser

Posiblemente, el único obstáculo del experto sea identificar recurriendo a la discriminación de los
criterios diagnósticos diferenciales cuando se encuentra ante un documento fotocopiado, o bien si se
trata de una impresión elaborada mediante láser, ya que en ambas se utiliza el polvo de tóner. Según la
experiencia acumulada en la observación de este tipo de sistemas de impresión, las fotocopias se
identifican con facilidad puesto que suelen incorporar una serie de signos accesorios o “suciedades de
impresión” debido a los defectos tecnológicos en el tambor, la deficiente captación de las imágenes
originales, la presencia de elementos extraños en la pantalla, etc., accidentes que también se incorporan a
la superficie del papel al realizar la fotocopia del documento original u otro, accidentes que nunca
aparecen en las impresiones de tecnología láser, que son mucho más limpias.

Las grafías reproducidas mediante fotocopia son planas, y en las partículas de tóner hay una pequeña
bidimensionalidad, ya que nunca son absorbidas por las fibras papeleras y se evidencia un pequeño
relieve en micras. Por otra parte, las grafías pierden gran parte de su valor identificador, ya que el
sistema reproductor (todavía imperfecto) no permite al perito apreciar signos identificativos como
pueden ser los grosores de los trazos, la nitidez de sus perfiles, las características de los puntos de
ataque y de los rasgos finales, las presiones de los trazados, los valores grafométricos, etc

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El documento y la manipulación documental

Presión de grafía

Respecto a la posibilidad de identificar la presión en las grafías reproducidas xerográficamente, y con


independencia de los muchos esfuerzos realizados por expertos recurriendo a medios informáticos, hoy
en día no es posible que en una fotocopia puedan correlacionarse las intensidades de las impresiones
xerográficas con los signos de presión de la ejecución de una firma, un manuscrito, una máquina
impresora de impacto, un sello, etc. Las diferencias en las intensidades o en las densidades ópticas de
los trazos de las grafías xerográficas pueden asociase a otras muchas variables, por ejemplo, a la
desigual distribución de la tinta descargada por el elemento escritor en los cambios de dirección.
Además, hay que añadir la desfiguración que los datos originales sufren en la reproducción, pues en
general se producen empastamientos, reenganches de trazos, brisados o roturas, falsos punteados, etc.
Incluso, en las ocasiones en que la reproducción carece de calidad, se pueden encontrar elementos que
no están en los originales, como la rotura o los empastamientos de los trazos, pérdidas de los dibujos,
etc. Por otra parte, es imposible detectar sistemas de falsificación por calco o transparencia, por medio
del punzón, mediante sistemas mecánicos o mediante composiciones.

Figura 6. La importancia de las máquinas fotocopiadoras en el ámbito de la documentología.


Fuente: Pixabay.

En general, los documentos reproducidos mediante fotocopias o cualquier otro medio técnico
similar (por ejemplo, el fax) no son los más idóneos para estudios de esta naturaleza, ya que
facilitan la posibilidad de composición de textos y la inclusión de grafías o firmas de las que no es
posible establecer con certeza si se corresponden íntegramente con los documentos originales.

Imposibilidad de advertir reproducciones

Las investigaciones científicas actuales coinciden en la imposibilidad de advertir en las reproducciones


fotocopiadas la existencia de alteraciones mecánicas o químicas, así como si se trata de reproducciones
fidedignas de los originales o, por el contrario, son montajes, composiciones o resultados de copias en
las que se han omitido partes, cosas que, con las fotocopiadoras actuales, se pueden hacer fácilmente.
Estas identificaciones solo resultarían posibles desde un punto de vista técnico en aquellas ejecuciones
toscas y carentes de la mínima habilidad manual del falsificador.

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El documento y la manipulación documental

Demanda a forense

Por último, un supuesto forense que es demandado por los juzgados y tribunales a los laboratorios
forenses encargados de analizar los documentos es determinar si una fotocopia ha sido realizada
directamente sobre el documento original, o bien si se ha hecho desde otras fotocopias que puedan
asociarse directamente al sustrato original. Para responder a esta compleja cuestión, existen algunos
criterios diagnósticos diferenciales que permiten discriminar si un documento xerográfico se ha obtenido
directamente desde el sustrato físico original, o bien desde otro documento fotocopiado. Los criterios
predominantes cuando la reproducción xerográfica se realiza directamente desde el sustrato físico
original son: mayor resolución de los dibujos, diseños y grafías por un lado y, por otro, mayor limpieza
de la reproducción en las zonas ausentes de elementos gráficos, en contraste con el mayor pixelado y
suciedad de los espacios sin elementos gráficos de las reproducciones cuando se realizan a partir de
otra fotocopia.

4.3. El contenido de los documentos

La falsedad de un documento no se circunscribe única y exclusivamente a las firmas de los


intervinientes, y son ya varias las legislaciones y desarrollos jurisprudenciales que ponen el acento en
otros muchos aspectos ajenos a la falsedad de las firmas y mediante las cuales un documento público,
privado, etc., puede reputarse falso.

Todo documento tiene un contenido que se manifiesta por unas declaraciones escritas que quedan
autorizadas mediante las firmas de los intervinientes o, en otras ocasiones (excepcionales), mediante
textos manuscritos. Las declaraciones de los documentos otorgadas mediante las firmas de los
intervinientes admiten una variedad casi infinita de negocios jurídicos, testamentos, compraventas,
reconocimientos de deuda, alquiler de locales, pagos de cantidades, etc.; si bien los negocios jurídicos
impresos en las declaraciones de los documentos pueden ser unilaterales o bilaterales, en función de si la
declaración escrita depende de una sola persona o necesita la intervención de dos o más sujetos en el
pacto firmado.

Las clasificaciones de los negocios jurídicos son importantes, puesto que, según la declaración
unilateral o no de estos, en cada una de las variantes se deben cumplir unos parámetros para satisfacer
los requisitos exigidos por la ley, motivo por el que estos aspectos legales son los que muchas veces
marcan la vía de estudio en el análisis forense de un documento.

La declaración unilateral de un testamento ológrafo. La ley obliga a que los manuscritos y la


firma se correspondan todos con el testador y se realicen en su particular unidad de acto, y a
que la fecha consignada indique el momento verdadero en que se otorgó esa voluntad. Por eso,
un estudio centrado solo en el análisis de la autenticidad de la firma del testador se considera
insuficiente y no cumple con los requisitos habitualmente exigidos por las distintas
legislaciones.

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El documento y la manipulación documental

Documento firmado

El documento firmado no es más que una declaración de voluntad que se ha vertido por escrito; en
consecuencia, este puede sufrir toda una suerte de alteraciones posteriores a la firma de los intervinientes
que pueden menoscabar las voluntades iniciales otorgadas en la declaración escrita.

Ahora bien, decidir si esas alteraciones son culposas o no corresponde a los jueces y
magistrados, dado que son solo ellos los que disponen de un mayor número de elementos
probatorios para aplicar las reglas de la sana crítica.
El experto tampoco puede rechazar la posibilidad de que las alteraciones que afecten a
elementos sustanciales del documento, incluso realizadas a posteriori de las firmas de los
intervinientes (la cantidad de dinero pagada, los metros de la finca vendida, etc.), puedan
haber sido consentidas, de común acuerdo, por los otorgantes en un momento posterior a su
firma.
Este tipo de supuesto puede afectar a cualquiera de los elementos de la documental, tras la
cual se puede cometer el error inferencial de declararla falsa. Por ejemplo, la falsedad en la
firma de uno de los intervinientes cuando el contrario del contrato de compraventa manifestó a
la otra parte que pusiera su firma en el lugar consignado en el documento, habida cuenta de
que los acuerdos verbales también están permitidos por la ley.
Con todo documento se dice o se transmite algo y, con el estado actual de la técnica, se debe
intentar poner de manifiesto cualquier menoscabo en las voluntades iniciales del documento
por el que se ha tratado de alterar las declaraciones, por lo que será importante interpretar
cada uno de los siguientes aspectos:

El sistema de signos del documento, el alcance del negocio jurídico por el estudio de la sintaxis, los
usos culturales, la gramática, etc.

2
Los aspectos asociados a las falsedades de las firmas, sin olvidar las manipulaciones en el contenido
de las declaraciones.

La salud psíquica y percepción del grado cultural de los otorgantes (grafología).

La contextualización del escrito, es decir, las circunstancias bajo las cuales fue realizado (mano
guiada, coacción, desacomodo gráfico, etc.).

5
Momento de la vida del autor en el que realizó la manifestación escrita, indagando en las alteraciones
cronológicas.

Los estudios de sinonimia y polisemia del lenguaje escrito.

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El documento y la manipulación documental

Figura 7. La variedad de las manifestaciones documentales.


Fuente: Pixabay.

Lo que resulta evidente es que el documento debe analizarse de una forma integral, y que es
insuficiente o falto de pericia que los estudios sean parciales y centrados única y exclusivamente en el
estudio de autenticidad de las firmas de los intervinientes, dejando de lado otras muchas de las alteraciones
por las que un documento podría declararse falso. Todos los aspectos anteriores deben integrarse de
forma ordenada en el análisis forense de un documento, determinando el verdadero sentido y el alcance de
los documentos sometidos al debate jurídico.

Perito

La misión del perito en el estudio de las alteraciones es poner de manifiesto cualquier evidencia
científica que demuestre una alteración sufrida por el documento y mediante la cual se puedan haber
desvirtuado las voluntades iniciales de los autorizantes. La libre apreciación judicial de la prueba no es
óbice para que el experto formule sus interpretaciones basadas en los razonamientos sustentados en las
evidencias científicas y observadas en el documento, especialmente respecto a los posibles menoscabos
de las voluntades iniciales de los otorgantes

Reputar documento

Sin un estándar de los requisitos que debe reunir esta actividad probatoria (como sí lo hay, por
ejemplo, con la prueba dactiloscópica), aún no existe un criterio común compartido entre los expertos
para determinar cuándo puede reputarse un documento falso en cuanto a las firmas de los intervinientes,
las alteraciones físicas o químicas en el sustrato, o bien en el menoscabo de las fechas consignadas.
Ahora bien, lo que sí parecen compartir la mayoría de los expertos es que el proceso inferencial
utilizado para reputar el documento como falso o genuino debe basarse en el quantum, en la
preponderancia de la prueba, de la probabilidad, en la abundancia de signos expresivos o elementos
denunciadores, etc. Es decir, si tras examinar detenidamente un documento se encuentran varios
elementos que, analizados individualmente, apuntan todos hacia el mismo lugar, el diagnóstico se puede
pronunciar con mayores garantías de certeza relativa

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El documento y la manipulación documental

Ejemplos de preponderancia en los elementos susceptibles de verificación empírica se pueden


encontrar, por un lado, en el análisis de las firmas en las que predominen las diferencias sobre
las similitudes en aspectos constitutivos y estructurales como son la presión, la velocidad, la
inclinación, la idea de trazado, etc., junto a temblores, reenganches, indecisiones, etc., o bien en
el análisis de la antigüedad de un documento en el que se encuentre la celulosa del papel sin
degradar, altas concentraciones en las tintas de compuestos orgánicos volátiles, un tipo de
impresora que acaba de salir al mercado, una dirección en el contenido de la declaración que
acaba de declararse por un Ayuntamiento, etc. Todos estos signos expresivos susceptibles de
verificación empírica apuntan en la misma dirección, es decir, hacia un cuadro de falsedad
documental

Por último, cabe indicar también la opinión mayoritaria de los expertos de que lo importante para
los procesos inferenciales no es la cantidad sino la calidad de los detalles observados, admitiendo
la posibilidad inevitable de los errores en los procesos inferenciales desplegados para declarar un
documento como genuino o falso.

V. Las alteraciones en el documento


La casuística de las alteraciones que pueden producirse en el documento es casi infinita, más aún si se
tienen en cuenta los avances tecnológicos. Son muchos los autores que han intentado clasificarlas para
hacerlas mucho más entendibles y operativas en el trabajo diario de los expertos. Los autores que han
dedicado un mayor esfuerzo para proponer clasificaciones sistemáticas y operativas en el quehacer
profesional de los expertos forenses de documentos son los profesores Del Picchia y Luis Gonzalo
Velásquez Posada (Del Picchia y Del Picchia, 1993). El doctor Velásquez considera que alterar un
documento equivale a mudar su apariencia, es decir, consiste en modificar su sentido mediante una acción,
una supresión o una sustitución de los signos o los elementos gráficos.

Requisitos de alteraciones

Las alteraciones que interesan al derecho penal deben cumplir con dos requisitos fundamentales:

desde el punto de vista objetivo, interesan aquellas maniobras mendaces que desvirtúen las
voluntades iniciales de los autorizantes, es decir, que se hayan realizado con posterioridad al
pacto firmado y afecten a un elemento de carácter esencial del documento.
desde el punto de vista subjetivo, dichas maniobras mendaces deben tener una intención
dolosa, es decir, deben realizarse con la intención de modificar el sentido y la estructura del
contenido documental con el objetivo de engañar y obtener un posible beneficio,
menoscabando la verdadera esencia y la voluntad inicial de los otorgantes. Este tipo de
menoscabos dolosos se corresponden con las llamadas alteraciones esenciales, según la
opinión generalizada de muchos autores.

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El documento y la manipulación documental

Alteraciones accidentales

Las alteraciones accidentales no se consideran delito de falsedad en la mayoría de las legislaciones. Las
alteraciones esenciales o accidentales (intencionales o no intencionales) se delimitan en función de si
menoscaban el contenido ideal de los escritos y afectan a los elementos de carácter esencial. Las
alteraciones esenciales son intencionales y buscan cambiar el sentido de las manifestaciones de los
escritos, modificando las voluntades iniciales de los autorizantes; por el contrario, las manipulaciones
accidentales son aquellas realizadas sin pretensión de menoscabo de la voluntad inicial de los
autorizantes.

Afectan a:

Cuando las alteraciones afectan a un elemento gráfico aislado del documento (sin modificar el
trasfondo del negocio jurídico), se clasifican como parciales; por ejemplo, se añade un cero a
la cantidad adeudada y se aumenta así la cifra económica de un reconocimiento de deuda.
Se pueden considerar integrales cuando menoscaban la integridad del documento de tal
manera que alteren y modifiquen el negocio jurídico pactado, por ejemplo, transformar un
contrato de arrendamiento en un contrato de compraventa.

Discriminación de alteración dolosa

El principio habitualmente empleado por los expertos para intentar discriminar una alteración dolosa
de otra que no lo sea, es decir, una alteración esencial de otra accidental, se refiere a que esta sea
plenamente visible e identificable, ya que se supone que cuando se quiere realizar una alteración con
fines dolosos se intenta que la maniobra mendaz plasmada en el documento pase desapercibida en un
examen organoléptico general. Estos principios usados por los expertos forenses de documentos
derivan de las clásicas reglas de Osborn:

(…) Cuanto más innecesario, delicado y oculto, tanto más expresivo es el retoque en señalar la falta
de legitimidad…, debe interpretarse de manera diferente la llana y abierta corrección de un trazo cuando
la tinta está agotada y la pluma falla en la escritura o cuando es perfectamente evidente que toda una
parte o toda una letra errónea ha sido trazada primero y la letra o trazos correctos se han hecho después
sobre ella (…)

Figura 8. Doblez accidental que afecta a los textos mecánicos de un documento impresor con láser.
Fuente: elaboración propia.

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El documento y la manipulación documental

Con independencia de las afamadas reglas de Osborn, pensadas específicamente para los
retoques, los expertos forenses de documentos deben prestar especial atención a las alteraciones
que se realizan en un documento y que precisamente se corresponden con aquellos elementos que
forman parte del debate jurídico, y que, con independencia de que no se encuentren camufladas,
interpretadas con el conjunto de las pruebas de un procedimiento judicial —ajenas a la
intervención del perito y que son incumbencia de los jueces y magistrados— pudieran interpretarse
como verdaderas alteraciones o adulteraciones con fines dolosos al menoscabar las voluntades
iniciales de los autorizantes y alcanzar un ilegítimo beneficio.

5.1. Las alteraciones aditivas


Las alteraciones aditivas (también denominadas “por agregación”) pueden manifestarse en los
documentos mediante retoques, enmiendas e interpolaciones (o una variante de estos, los llamados
retintes). Se manifiestan por la incorporación de nuevos elementos gráficos al documento.

Por ejemplo, nuevas hojas, párrafos, líneas, palabras, letras, números, etc., que, aunque no
siempre tienen por qué afectar a los elementos esenciales, cuando se realizan con fines dolosos
menoscaban indudablemente la esencialidad de los escritos.

Figura 9. Alteración de carácter esencial detectada por fluorescencia en un cheque (documento


mercantil) emitido inicialmente por un valor facial, transformándose luego en otra cantidad con
posterioridad a la firma del único autorizante.
Fuente: elaboración propia.

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El documento y la manipulación documental

Retoques

Los retoques consisten en agregados discretos que se realizan a las formas gráficas estampadas en el
documento con el fin de completar la construcción o acabado de las letras defectuosas, ilegibles, etc.
Con esta variante de las alteraciones aditivas se puede mejorar la legibilidad de las escrituras, añadir
trechos de olvidos, realizar correcciones, etc. De ahí que este tipo de alteraciones también se denominen
“retoques ornamentales”.

Figura 10. Agregado discreto realizado a la forma gráfica del “1” con el fin de completar la legibilidad.
Fuente: elaboración propia.

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El documento y la manipulación documental

Enmiendas

En cambio, las enmiendas son alteraciones dolosas realizadas con el fin de menoscabar la esencia de
un escrito, de forma que se modifique el sentido y la estructura de los signos gráficos mediante
maniobras mendaces. Un ejemplo de enmienda e interpolación dolosa es modificar la esencia de un
cheque nominativo por cantidad inicial de cien mil euros transformando los números y las letras de las
cantidades mediante el añadido de dos trazos discretos en el número “1” y, por otro lado, intercalando
dos cuerpos de grafías independientes, de manera que la cantidad inicialmente consignada de cien mil
euros se transforme en setecientos mil euros.

Figura 11. Alteración dolosa realizada con el fin de menoscabar la esencia de la cantidad inicial de un
cheque, añadiendo las grafías “1” y “Mil” delante de las cantidades inicialmente consignadas en letras y
números.
Fuente: elaboración propia.

Con independencia de que los retoques no afecten a la esencialidad de los documentos, en


ocasiones se recurre a estos para ocultar las enmiendas y las intercalaciones dolosas cuando estas
artimañas mendaces se han realizado con una tinta de diferente contraste cromático a la
inicialmente utilizada en el escrito. Por ello, tras realizar las enmiendas y las intercalaciones
dolosas, y para evitar que un tercero aprecie diferentes bolígrafos en el documento, se suelen
repasar todos los trazos con la tinta empleada para realizar la alteración, disminuyendo así la
percepción de las diferencias de contraste cromático de tintas diferentes que pondrían en
evidencia la alteración dolosa. De ahí que también se denominen “retoques de camuflaje”.

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El documento y la manipulación documental

Retoques o correcciones

A pesar de ello, los operadores jurídicos y muchos expertos casi siempre han interpretado los
retoques simplemente como maniobras de corrección, lo que nada tiene que ver con las maniobras
mendaces denominadas enmiendas y retoques de camuflaje. Por lo general, los retoques se evidencian
en los escritos mediante trazados incorporados al primitivo de forma plenamente visible e identificable,
usando trazados de corta extensión, o bien superpuestos o adosados a ellos. La finalidad de los
retoques o correcciones puede ser diversa, ya que estos pueden realizarse para mejorar las formas de
los escritos, con fines de perfeccionamiento o correcciones de los olvidos, etc.

Figura 12. Retoque completo realizado con tinta de bolígrafo negro para ocultar la enmienda del “1.”
realizado con bolígrafo negro, transformado la cantidad 200.000 en 1.200.000. La cantidad inicial se
realizó con tinta de bolígrafo azul.
Fuente: elaboración propia.

Añadidos discretos

Cuando los añadidos discretos se realizan con fines de camuflaje o intenciones dolosas para
menoscabar las voluntades iniciales de los otorgantes, la opinión mayoritaria emplea el calificativo de
retoques de camuflaje o simplemente enmiendas, ya que en ambas modalidades de alteración se añaden
trazados discretos a otra grafía para cambiarla o mutarla

Mutación
La enmienda no es más que la mutación de un signo gráfico que lo transforma en otro mediante el
agregado de uno o más trazos en su estructura, menoscabando el significante y el significado, aspecto
que permite diferenciarlo del retoque. En el supuesto práctico de la transformación de un “uno” en un
“siete” solo se han agregado dos trazos verticales; en cambio, en la mutación del “tres” al “ocho” se han
agregado dos trazos semicirculares.

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El documento y la manipulación documental

Retintes

Una variante incluida en los retoques es la de los retintes, que consisten en repasar (de forma parcial
o completa) signos gráficos existentes en el documento sin producir modificaciones estructurales en
ellos; ahora bien, en determinadas ocasiones pueden tener fines dolosos ya que los trazos originales
pueden ser repasados en su integridad para ocultar una enmienda, todo ello con el fin de disimular los
contrastes cromáticos entre tintas diferentes que las pongan de manifiesto.

Figura 13. Retinte realizado para repasar la operación sumatoria sin producir modificaciones
estructurales que modifiquen esencia del escrito.
Fuente: elaboración propia.

Color de retinte

Cuando este tipo de alteración se realiza con una tinta de color diferente a la primitiva, suele tratarse
de simples retoques (no dolosos), si bien cuando estos se realizan con sumo cuidado y manifiesto
disimulo, empleando una tinta lo más parecida posible a la tinta primitiva, preocupándose el escribiente
por mimetizar los agregados con el fin de hacerlos imperceptibles a un tercero, evitando que resalten a la
vista los trazos agregados por las diferencias en los contrastes cromáticos, en el tamaño, en la
morfología de la grafía, en los elementos posturales, etc., es cuando pueden considerarse enmiendas
cuya intención es desvirtuar las voluntades iniciales de los otorgantes, una alteración esencial muy
diferente a lo pretendido con las motivaciones accidentales de los retoques.

Figura 14. Alteración esencial en el que se modifica con sumo cuidado un “2” por un “3” en una
historia clínica cambiando el tipo de intervención.
Fuente: elaboración propia.

Retoque inútil

La presencia de retoques inútiles siempre debe alertar a los expertos, ya que si no existe razón que
justifique su presencia, posiblemente sean retoques de camuflaje o enmiendas. Por otro lado, se debe
prestar especial atención a los retoques que se localicen en partes esenciales del documento, como son
las fechas, las firmas, las cantidades de una transacción, los metros cuadrados de una finca, etc., más

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El documento y la manipulación documental

aún cuando son innecesarios, han sido realizados por persona diferente a la de las escrituras primitivas o
se evidencia que han sido encubiertos usando tintas similares a las primitivas. Por último, tampoco
deben pasarse por alto los retoques cuando se realizan sobre manuscritos o firmas para que guarden el
mayor parecido posible con las originales, ya que aquí también pueden tener una finalidad dolosa.

En palabras de Gayet (1965): “El retoque no es más que un signo particular de la enmienda, y
cuando lo efectúa el mismo que escribe no lo hace con la intención de modificar el sentido de la
palabra, todo lo contrario, la verdadera intención es hacer más legible el guarismo”. Lo que hoy
en día prevalece entre los expertos es que el retoque y la enmienda son variantes del mismo
género, pero con implicaciones documentales muy diferentes, pues el primero es accidental y el
segundo intencionado.

Velásquez Posada afirma al respecto: “(…) es de la esencia del retoque no producir cambios
en el contenido ideal o mensaje del escrito. Constituye, pues, una típica alteración accidental. Si
la adición muda o transforma el signo en otro, el mecanismo deja de ser retoque y se convierte
en enmienda, alteración esta sí sustancial (…)”. Por otro lado, Celso del Picchia indica: “(…)
los retoques son agregados de pequeños trazos, sin modificar el tenor del documento, al paso
que las enmiendas implican cambios (…)”.

Interpolación

Por último, cuando se emplea el término interpolación, se hace referencia a las adiciones de
elementos gráficos completos, sin necesidad de añadir trazos discretos a elementos gráficos
previamente existentes en el documento. Por ejemplo, en un recibo de pago de cantidades, tras la firma
del autorizante, se añade un párrafo entero aprovechando un espacio en blanco y empleando la misma
máquina impresora. Interpolar no es más que colocar una serie de trazos, palabras, textos, cifras, letras,
etc. entre otras previamente existentes (por ejemplo, un texto, un párrafo, etc.), agregando signos
gráficos completos. Con las interpolaciones (a diferencia de los retoques), casi siempre se pretende
variar el sentido original de los escritos, aunque darse el supuesto de que no afecte al contenido del
escrito.

Figura 15. Alteración por interpolación de un párrafo entero aprovechando el espacio quedado entre el
punto final del texto mecánico y la firma del único interviniente.
Fuente: elaboración propia en colaboración con Salvador Martínez Cañavate.

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El documento y la manipulación documental

Pueden ser

Las interpolaciones pueden ser marginales o textuales. Las marginales se realizan en los márgenes,
mientras que las textuales se realizan en el cuerpo del documento, generalmente aprovechando
espacios en blanco tras las firmas de los otorgantes. Las interpolaciones casi siempre tienen éxito
cuando en el documento que se altera existen amplios espacios en blanco que posibilitan este tipo de
menoscabos.

Un reconocimiento de deuda con varios apartados en los que se indican las cantidades
satisfechas en fechas diferentes, con un amplio espacio en blanco entre la última cantidad
satisfecha y las firmas de los intervinientes, lugar que puede aprovecharse para introducir la
cancelación de la deuda.

Antefirmas

Otro supuesto de interpolación poco detectado por las oficinas de peritaciones judiciales es el de las
transformaciones de los textos de las antefirmas de los intervinientes; por ejemplo, dos compradores
estampan sus firmas a una distancia considerable del texto al pie del documento de compraventa que
dice “LOS COMPRADORES”. Debido a este espacio en blanco, se puede añadir un texto que diga
“TESTIGOS” y estamparse encima de la anterior una nueva firma que pertenece a la persona que
quiere apropiarse ilegítimamente de la propiedad.

Figura 16. Alteración esencial por interpolación de una antefirma transformando el verdadero
comprador en un testigo.
Fuente: elaboración propia.

La adición manual de nuevos elementos al documento se suele realizar usando una tinta que resulta muy
similar a la primitiva, todo ello con el fin de que las nuevas adiciones manuscritas pasen desapercibidas en
una observación inicial. El autor de estas maniobras imita la morfología, dimensiones y demás
peculiaridades gráficas que reúnen los textos manuscritos primitivos. Lo mismo ocurre cuando la adición
se realiza usando una impresora, ya que lo normal es que el autor busque un modelo de máquina impresora
similar, así como que edite informáticamente el añadido (en caso de que se trate de una impresora)
añadiendo grafías con un tamaño y tipo de letra similar a los impresos primitivos.

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El documento y la manipulación documental

Por último, la transferencia no es más que traer grafías desde otro documento y colocarlas en el
documento que se pretende alterar, lo que suele realizarse cuando los documentos dubitados son
fotocopiados.

5.2. Las alteraciones supresivas


Las alteraciones supresivas (también denominadas “por erradicación”) son maniobras físicas o químicas
aplicadas en el documento, de carácter parcial o integral, para eliminar elementos gráficos previamente
existentes. Son varias las posibles acciones con el fin de eliminar trechos gráficos previamente existentes en
el documento, aunque las más habituales son los raspados o borrados abrasivos, las supresiones por
levantamiento, los lavados químicos, las tachaduras, los recubrimientos, los emborronados, las ablaciones
o mutilaciones, las avulsiones, las destrucciones, etc. Se trata de maniobras que se caracterizan por dejar en
el documento una serie de elementos que lo denuncian, atacando física o químicamente la tinta (otras
muchas veces el papel) y dejando elementos susceptibles de verificación empírica.

Las erradicaciones físicas pueden realizarse mediante técnicas bien diferentes, tales como la abrasión
(con las variantes raspado y borrado), la avulsión, la ablación (también llamada mutilación), la adhesión y,
por último, el lavado físico.

Abrasión

Abrasión. Las tintas asentadas en el documento se eliminan usando objetos diversos como hojas de
afeitar, lijas, bisturís, agujas, piedra pómez, gomas de borrar, etc. El raspado consiste en eliminar grafías
por fricción o roce usando algún elemento rugoso, áspero y cortante. El borrado consiste en la
eliminación de los escritos usando objetos suaves que no menoscaben la integridad de la superficie del
papel, por ejemplo, las gomas de borrar. Los raspados y los borrados son visibles en la superficie del
papel, ya que por lo general terminan por comprometer su integridad disminuyendo el brillo, el calibre
del soporte, la rigidez, el encolado y la lisura, y se observan por lo general signos diagnósticos que
suelen delatar este tipo de alteraciones

Figura 17. Abrasión de un número CCC de una letra de cambio.


Fuente: elaboración propia.

Avulsión

Avulsión. Este mecanismo supresivo es explicado por muchos autores como una cuidadosa operación
quirúrgica realizada sobre la superficie del documento con el fin de eliminar las tintas que interesan. Por
ejemplo, con el auxilio de un microscopio, una lupa, etc., se pueden ir eliminando las fibras del papel
impregnadas de tinta para eliminar la grafía que interese. La principal diferencia que este mecanismo
tiene con el raspado y el borrado es que estos últimos son drásticos y mucho más violentos respecto a
la conservación de la integridad del documento, ya que terminan por afectar a la superficie del papel.
Este tipo de alteración —la avulsión— es muy poco frecuente en la casuística forense.

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El documento y la manipulación documental

Ablación

Ablación. Los escritos son eliminados recurriendo al recorte; por ejemplo, empleando unas tijeras o una
guillotina para suprimir los trechos escritos de un documento. Algunos autores han considerado la
incineración parcial del documento como un tipo especial de ablación, simulando que se ha producido
de forma accidental. Las partes del documento que pueden someterse a la ablación son las fechas, las
firmas de testigos, las firmas del vendedor, una cláusula que se pretenda evitar, etc.

Adhesión

Adhesión. Es la eliminación de un signo gráfico mediante su levantamiento de la superficie del papel


usando un elemento pegajoso o material adherente, por ejemplo, las cintas adhesivas para el
levantamiento de huellas dactilares; sistema que puede observarse en los correctores de muchas
máquinas de escribir tradicionales. Aunque con escasa incidencia en la casuística forense, algunos
autores han descrito procedimientos químicos que facilitan el levantamiento de las tintas utilizando
soportes adherentes y vapor de agua.

Lavado físico

Lavado físico . Supresión de elementos gráficos del documento mediante la disolución de los trazos
con disolventes orgánicos concretos, que puede combinarse con la adhesión cuando se utiliza para
eliminar los remanentes que no han sido borrados completamente con el empleo de la disolución. La
diferencia con el lavado químico (tratado en el siguiente apartado) es que no existe reacción entre los
compuestos de la tinta y el disolvente empleado para su eliminación.

Por ejemplo, las tintas actuales de los bolígrafos son polares y predominan en su composición
los radicales libres y los grupos -OH, de ahí que sean los disolventes polares los más
adecuados para su remoción. Debido a que las tintas de los útiles actuales están constituidas a
base de glicoles y colorantes con carga, muestran una gran afinidad por las fibras de celulosa
(cargas de carbonato cálcico, caolín, etc.) de los papeles actuales de escritura, lo que dificulta
sensiblemente la operación por la mayor afinidad de los compuestos polares respecto a los
compuestos del papel (celulosa, hemicelulosa, lignina, cargas de caolín o carbonato de calcio,
trazas de metales, etc.).

Remoción

El éxito en la remoción de las tintas depende de la localización de un disolvente que supere la


afinidad que tienen por el papel, motivo por el que algunos de los disolventes óptimos para
eliminar las tintas de los bolígrafos actuales pueden ser el diclorometano, el metanol, el
cloroformo, etc. La efectividad de remoción de las tintas disminuye en función de la polaridad
del disolvente utilizado; por ejemplo, el agua, el ciclohexano, el tetracloruro de carbono, etc.,
ya que estos últimos disolventes son menos polares.
La eficacia de la remoción de las tintas depende de tres factores fisicoquímicos que definen la
afinidad entre las moléculas en interacción: la composición del papel, la composición de la
tinta y el tipo de disolvente.

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El documento y la manipulación documental

Los estudios de microscopía con luz ultravioleta suelen poner de manifiesto este tipo de
manipulaciones documentales, dejando rastros visibles en el papel cuando las superficies se observan
con esta luz, más aún cuando es difícil que todos los compuestos de las tintas sean solubles al
disolvente orgánico empleado. Esto último ocurre con los pigmentos, ya que son compuestos en
suspensión en los disolventes de las tintas actuales e insolubles en los disolventes orgánicos
comerciales.

Figura 18. Lavado físico abrasivo de las dos unidades de una fecha en un pagaré.
Fuente: elaboración propia.

Por último, los lavados pueden ser totales, sumergiendo el documento en un disolvente adecuado que
sea capaz de eliminar todas las tintas por solubilidad, o bien parciales, por ejemplo, aplicando
únicamente en el trazado que se pretende eliminar un hisopo mojado con el disolvente, o depositando
sobre el trazo una gotita del disolvente en suspensión. Este tipo de artificios pueden realizarse de forma
precisa cuando se controlan por microscopía, lupas de aumento, etc., más aún cuando hoy en día
existen dispositivos de laboratorio que son capaces de suspender sobre la tinta que se quiere eliminar
gotas diminutas del disolvente para favorecer la remoción, y pueden emplearse instrumentos embebidos
del disolvente con diámetros de superficie en micras.

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El documento y la manipulación documental

Lavado químico

Lavados químicos . Eliminación de un elemento gráfico del documento usando un producto químico o
reactivo decolorante que provoque una reacción en las tintas, es decir, provocando un cambio en la
naturaleza química de los colorantes para hacerlos menos visibles; de ahí que se empleen los términos
“decoloración” y “blanqueo”. Se trata de mudar el color con la ayuda de un producto que reaccione
con los componentes que dan color a las tintas. Por el contrario, con el blanqueo no se persigue eliminar
el color sino mimetizarlo con la superficie del soporte u otras tintas de interferencia.

Este tipo de reactivos se conocen como “borratintas” o “correctores”; por ejemplo, en las tintas
clásicas se usaba el hipoclorito sódico, agua oxigenada con amoniaco, ácido oxálico, ácido
hipocloroso, permanganato de potasio con un poco de ácido sulfúrico, etc., o bien un grupo amplio de
compuestos como persulfatos, perboratos y cloratos. Por el contrario, en los bolígrafos actuales se
emplea la acetona, la piridina, la dimetilformamida, así como la disolución de ácido sulfúrico y
permanganato.

Figura 19. Revelado de escrituras con fotografía de luminiscencia infrarroja.


Fuente: elaboración propia.

5.3. Las alteraciones sustitutivas


Las alteraciones sustitutivas son un tipo mixto en el que se combinan las alteraciones supresivas con una
alteración aditiva, es decir, se elimina algo en el documento para posteriormente añadir un elemento gráfico
distinto. La relevancia penal de esta alteración se produce cuando se desvirtúan las voluntades iniciales de
los autorizantes y se afecta a sus elementos de carácter esencial. También se denominan “alteraciones
supresivo-aditivas” o “alteraciones por sustitución”.

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El documento y la manipulación documental

Cuando en una historia clínica se cambian todos los sietes por ochos, así como los
doses por treses.
Se modifican apuntes del historial médico de un paciente en el apartado de la
intervención.
Se cambia el trasplante de una bolsa periodontal (señalada con el código 2) situada en el
diente número 37, por la extracción del cordal (señalada con el código 3)
correspondiente a la pieza número 38.
El paciente sostiene que lo acordado con el facultativo fue el trasplante de la bolsa
periodontal situada en la pieza 37 y nunca la extracción del cordal 38.
Se trata de la alteración de un elemento de carácter esencial en el documento, más aún
cuando se realizó con posterioridad a la intervención y a los requerimientos del paciente
para aportar el original de la historia clínica.

Criterios diagnósticos
Los criterios diagnósticos diferenciales de este tipo de alteraciones combinan cada uno de los aspectos
y los criterios diagnósticos diferenciales comentados en las alteraciones anteriores y abarcan técnicas tan
diversas como eliminar una hoja de un contrato y cambiarla por otra diferente; borrar un párrafo, un
texto, una palabra o un número y sustituirlo por otro elemento gráfico diferente; etc.

Por ejemplo, al sustituir un número por otro en un reconocimiento de deuda, se suele resolver
mediante la utilización de los comparadores videoespectrales, ya que estos dispositivos
versátiles incorporan diferentes técnicas de física óptica que posibilitan revelar los elementos
gráficos borrados, permitiendo comprobar cuáles son los nuevos elementos gráficos añadidos
mediante estudios de discriminación de las tintas, las determinación de la superposición de los
trazos, el revelado de las marcas de presión, etc.

Sustituciones de hojas

Respecto a las sustituciones de hojas en los documentos, con una elevada incidencia estadística en la
casuística forense (especialmente en aquellos documentos que, siendo de varias hojas o páginas, solo
están firmados por los autorizantes en las últimas páginas), los procedimientos de estudio son muy
diferentes y heterogéneos; es más, las posibilidades de los menoscabos son casi infinitas.

Por ejemplo, un contrato de arrendamiento de local se puede sustituir por un contrato de


compraventa, un crédito hipotecario puede sufrir modificaciones en las cláusulas de los tipos
de interés simplemente cambiando las hojas, etc.

Procedimientos

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El documento y la manipulación documental

Los procedimientos técnicos para detectar este tipo de alteraciones son poco conocidos por los
expertos, ya que no existe conciencia técnica pericial para abordar este tipo de alteraciones
documentales, lo cual genera situaciones indeseables en las resoluciones de los litigios judiciales debido
al principio imperante de la buena fe contractual. Lo normal es que, cuando una hoja se intercambia por
otra diferente con un contenido distinto, el falsificador utilice el mismo tipo de papel e impresora, sobre
todo en el supuesto no excepcional de que las hojas que quiere sustituir no se encuentren firmadas por
los intervinientes, lo que repercute indudablemente en las posibilidades técnicas de identificación.
Cuando las sustituciones de las hojas se realizan utilizando papeles y sistemas de impresión diferentes,
aun en el supuesto de que haya transcurrido un intervalo temporal significativo tras la verdadera
ejecución de la relación contractual, se incrementan las posibilidades técnicas de identificar la alteración
y poner en evidencia los indicadores técnicos.

Se trata de buscar las diferencias en las propiedades ópticas y químicas de los papeles, en
las máquinas de impresión, la utilización de tintas distintas, etc., y es imprescindible el empleo de
microscopios, comparadores videoespectrales, fotografías de fluorescencia y la
microespectrofotometría ultravioleta visible. El avance de la tecnología ofrece otras muchas
herramientas que permiten desarrollar estudios específicos de los componentes químicos de los
papeles y de las tintas, por ejemplo, la microscopía electrónica de barrido con detectores de
electrones secundarios, la difracción de rayos X, la fluorescencia de rayos X, la electroforesis, la
espectroscopia infrarroja por transformada de Fourier, la microscopía Raman, la cromatografía de
gases con espectrometría de masas, la cromatografía líquida con detectores diodo de array o
espectrómetros de masas, etc.

Cuando el falsificador toma la precaución de utilizar el mismo tipo de soporte o impresora


para la sustitución de las hojas, las alteraciones pueden detectarse mediante la identificación de las
marcas de presión; por ejemplo, si las firmas que solo están en la última página se realizaron sobre las
páginas que conforman la totalidad del contrato, o bien, en otro supuesto, cuando las hojas se
unieron estando aún las tintas frescas, pues podrían realizarse estudios de transferencia entre las
distintas hojas (concretamente aprovechando aquellas tintas que emiten elevada fluorescencia). Otros
indicadores de análisis son el estudio morfológico de las señales visibles de los dobleces, la arrugas,
los sellos, los grapados, etc., especialmente cuando se realizan en todas las hojas del contrato tras la
firma de los intervinientes, así como otros muchos procedimientos que pueden implementarse tras el
adecuado estudio histórico de la documental.

5.4. Otros tipos especiales de alteraciones


En ocasiones se presentan combinaciones que se agrupan en las llamadas alteraciones mixtas o
sustitutivas. Por ejemplo, tal como ha quedado expuesto, se realiza una alteración mediante el borrado de
una cifra de unidad con un bastoncillo empapado en metanol (alteración química supresiva de carácter
parcial) y, a posteriori, se añade con un bolígrafo que tenga una tinta muy parecida a la primitiva otra cifra
más beneficiosa (alteración física aditiva de carácter parcial).

Entran en este tipo especial los abusos de firma en blanco, los antedatados, los envejecimientos
artificiales, las fotocomposiciones y las sustituciones de hojas.

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El documento y la manipulación documental

Abusos de firma

Los abusos de firma en blanco son una modalidad particular de alteración documental en la que,
aprovechando un documento firmado en blanco, se añade a posteriori un texto a capricho del
falsificador y que nada tiene que ver con la verdadera voluntad inicial del firmante. Este tipo de supuesto
es muy habitual en los cheques, pagarés y talones bancarios que, partiendo de la confianza puesta en el
depositario del talonario al dejarlos firmados, aunque sin cumplimentar, se rellenan con otros contenidos
que vulneran la verdadera voluntad inicial del firmante. Particularmente graves son las hojas que se
guardan o dejan en depósito a otra persona solo con una firma al pie (cónyuge, hijos, familiares, amigos,
asesor, etc.) y que posteriormente se utilizan para realizar un reconocimiento de deuda, un contrato de
compraventa, una declaración de voluntad, un testamento ológrafo, etc., provocando un grave
menoscabo del patrimonio del firmante.
Procedimientos

Desde un punto de vista técnico, no existe procedimiento específico para determinar la existencia
de un abuso de firma en blanco, ya que su identificación depende de factores tan diversos como el
tipo de papel, la máquina impresora, elementos escritores que se utilicen o la distancia temporal entre
la firma en el documento en blanco y el añadido posterior de los contenidos.

Especialmente interesantes resultan los procedimientos técnicos para determinar los abusos de
firma en blanco por la existencia de un cruce de trazos entre la firma del autorizante y los textos
añadidos posteriormente y, por otro lado, por las características de los rasgos grafoevolutivos de las
firmas, el envejecimiento del papel o la antigüedad de las tintas utilizadas según la fecha consignada
que se ponga en los textos añadidos.

Figura 20. Abuso de firma en blanco determinado por el cruzamiento de tinta heterogéneas de
bolígrafo.
Fuente: elaboración propia.

Laboratorio

En algunos casos, se pueden aplicar procedimientos concretos de laboratorio para determinar el


orden de asentamiento de los trazos que se cruzan y poner en evidencia este tipo de alteración. En
el supuesto de trazos que se cruzan, es interesante estudiar el comportamiento que se da entre las
resinas sintéticas del polvo de tóner con las tintas fluidas o viscosas de los útiles de escritura
actuales; mientras los primeros quedan como una capa que no se embebe en las fibras de los
papeles, las segundas sí son absorbidas por. Esta disparidad de comportamientos fisicoquímicos
permite al perito conocer el orden de asentamiento de las escrituras que se cruzan, ya que cuando
las tintas de estos elementos escritores (bolígrafo, pilot, etc.) se superponen sobre un trazo de
tóner previamente existente, las tintas del elemento escritor utilizado no pueden ser absorbidas por
las fibras del papel.

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El documento y la manipulación documental

Bisturí

Por ello, las técnicas convencionales solían recurrir a la utilización del bisturí en la zona del cruce
de los trazos aplicado bajo la visión del microscopio. Este tipo de análisis puede abordarse aun
sin existir entrecruzamientos, siempre y cuando se utilice una impresora de tóner frente a los
actuales útiles de escritura para las firmas de los intervinientes, ya que se ha comprobado que la
dispersión de las partículas de tóner es desordenada por toda la cara de la superficie del papel
impreso (existan o no grafías), y cuando esas partículas caen en el mismo lugar en el que existen
trazos de las firmas de los autorizantes, hay una técnica que permite estudiar el orden de
asentamiento de los trazos que se cruzan, por ejemplo, mediante el detenido estudio cromático
utilizando la microscopía metalográfica con luz polarizada.

En otro orden de cosas, están los documentos firmados en blanco que se suscribieron hace un
tiempo significativo (por ejemplo, hace varios años) y que posteriormente se aprovecharon para añadir
un contenido contractual que no se correspondía con la verdadera intención del firmante de la hoja en
blanco. En estos casos, la firma del interviniente, la degradación de la celulosa del papel y el
envejecimiento de la tinta de la firma no corresponden a la fecha consignada en los textos añadidos, y
discrepan incluso con los compuestos orgánicos volátiles de las tintas añadidas en el caso de que no se
utilice una impresora que forme los elementos gráficos mediante tóner. La tecnología analítica actual
permite resolver este tipo de supuestos; por ejemplo, la degradación de la celulosa del papel se puede
estudiar mediante difracción de rayos X; la antigüedad de las tintas puede abordarse mediante
tecnologías combinadas de cromatografía de gases con espectrometría de masas, cromatografía líquida
con detectores diodo de array y espectroscopia infrarroja por transformada de Fourier; y, por último,
los modelos de firma del interviniente se pueden comparar con los históricos de los documentos
indubitados a fin de clasificarlos temporalmente.

Antedatado

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El documento y la manipulación documental

Figura 21. Perfil cromatográfico obtenido en el antedatado de un documento.


Fuente: elaboración propia

Otro tipo habitual de importante incidencia estadística en el contexto de la casuística forense es el de


lo s antedatados. Estas alteraciones siempre han pasado desapercibidas para los expertos dada la
inexistencia de metodologías adecuadas para su análisis, así como debido a la ausencia de consenso
entre los expertos para la resolución de este tipo de asuntos. Una alteración por antedatado no es más
que ponerle una fecha anterior en el tiempo a un documento, que nada tiene que ver con la verdadera
fecha de la ejecución contractual firmada por los intervinientes. Por ejemplo, el cargo de administrador
único de un sujeto finalizó en junio de 2016, si bien y ante la necesidad de acreditar una deuda de la
sociedad cuando tenía esos poderes notariales, este elabora un reconocimiento de deuda en 2019 y le
pone fecha de 2014, época en la cual tenía poderes de administración.

Los métodos para detectar los antedatados son integrales, es decir, el documento debe estudiarse en
todos los aspectos que lo conforman: papeles, tintas, sistemas de impresión, firmas, contenido, etc. Son
varias las publicaciones científicas que informan sobre los procedimientos para determinar la posible
existencia de un antedatado documental, por ejemplo, está el estudio del contenido (una dirección,
prefijo, patente inexistente en la época), el modelo de los dactilotipos empleados (patentes de las letras
Courier, Times New Roman, Arial, etc.), la tecnología de los sistemas de impresión y los útiles
escriturales utilizados, los signos de uso y elementos de degradación de los papeles, la antigüedad de las
tintas, los modelos temporales de firmas, etc., todo ello con el objetivo de buscar posibles
anacronismos respecto a la fecha consignada en la documental.

Envejecidos artificialmente

Desde que se comenzaron a aplicar las metodologías para datar los documentos mediante el análisis
químico de los papeles y de las tintas, se analizaron en los laboratorios los documentos envejecidos
artificialmente, que pretendían aparentar unas fechas que realmente no se correspondían con el
soporte. Son varios los procedimientos utilizados en la casuística forense para determinar
envejecimientos artificiales en los documentos, buscando las naturales hidrólisis ácidas y los ataques
oxidativos descritos por la literatura durante los envejecimientos naturales. Algunos de los
procedimientos aplicados son la exposición del documento a altas temperaturas, los lavados del
documento con orina o cafeína y su secado al sol, las reacciones de la superficie del papel con
partículas sólidas de yodo, las exposiciones prolongadas a la luz ultravioleta, etc. Son pocos los
estudios científicos experimentales que se han desarrollado para poner en evidencia los criterios
diagnósticos diferenciales para cada uno de los artificios utilizados para el envejecimiento artificial de los
documentos.

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El documento y la manipulación documental

Fotocomposiciones

Por último, están las fotocomposiciones, ya tratadas en el apartado dedicado a las fotocopias y que
consisten en el aprovechamiento de la tecnología actual para, previa digitalización de la firma de un
documento, trasladarla a otro documento creado a capricho del falsificador. Se trata de imágenes planas
totalmente ausentes de presión, donde predominan los rasgos distintivos del sistema de impresión
utilizado.

Hay una particularidad en este tipo de procedimientos, cuando las firmas captadas digitalmente y
reproducidas mediante fotocomposición se imprimen en el modo a color. Cuando estos trazos se
analizan al microscopio, se observa la típica cuatricromía de colores que nada tiene que ver con la
homogeneidad en el color de los trazos de los elementos escritores actuales.

Figura 22. Simulaciones de firmas que se hacen pasar por originales cuando han sido realizadas por
una impresora láser a color (fotocomposición informática con sello incluido).
Fuente: Elaboración propia.

Fraude

Los principales criterios diagnósticos diferenciales que delatan este tipo de fraude documental son que,
por un lado, no puede existir documento original y, por otro, en el supuesto de que se localizase la firma
matriz aprovechada para el fraude, no existen dos firmas que sean exactamente iguales, ya que cuando
esto ocurre se puede afirmar que al menos una de ellas es falsa. Otros elementos que pueden delatar este
fraude, y que se observan directamente sobre la fotocopia de la que se alega no existe original, se
refieren a modelos de firmas que no guardan correspondencia con las fechas consignadas en el
documento, pixelados de captaciones digitales en la firma, restos de trazos pocos usuales en las zonas
que circundan la firma, etc.

VI. La falsedad de firmas


Los procedimientos actuales para falsificar firmas son diversos y han sido ampliamente tratados en las
publicaciones; incluso varios autores han ideado marcos teóricos para desarrollar criterios diagnósticos
que permitan diferenciar unas de otras. Así, las falsificaciones de firmas se pueden separar en dos grandes
bloques, según las realice su legítimo titular o un tercero que pretenda suplantar la personalidad gráfica de
otro firmante.

Por un lado, están las modificaciones voluntarias producidas por su propio autor para inducir a error en
posteriores cotejos periciales o en otros actos naturales de identificación, y, por otro, las falsedades de
firmas que realizan otras personas que pretenden aparentar en un acto la intervención de terceros que
verdaderamente no han participado, atribuyéndoles manifestaciones escritas que no han realizado.

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El documento y la manipulación documental

En las modificaciones voluntarias realizadas por el legítimo titular, se distinguen las autodesfiguraciones
y las simulaciones de falsedad. Con las autodesfiguraciones, el verdadero autor pretende realizar una
firma diferente a la suya con el objetivo de que en un futuro no se le pueda atribuir y pueda alegar
falsedad, al tratarse de un modelo de firma ajeno. Por otro lado, y en cuanto a las simulaciones de
falsedad, el legítimo titular elabora su modelo de firma añadiéndole de forma intencionada signos
primarios como temblores, indecisiones, ausencia de rotaciones libres, reenganches, confusiones, etc.,
firmas ausentes de espontaneidad que guardan un fiel parecido con las imitaciones serviles y los calcos,
con los cuales pueden confundirse en la técnica de cotejo pericial.

Respecto a las falsificaciones de firmas propiamente dichas, realizadas por otra persona que no es su
titular, están los calcos, las falsedades sin imitación, las imitaciones serviles, las falsedades de memoria y
las imitaciones libres o por componentes propios.

6.1. Los calcos


Las firmas calcadas son una variedad de falsedad que, realizada por un tercero o en contadas ocasiones
por su legítimo titular (consideradas, en ese caso, autocalcos), precisa una firma auténtica con la que poder
realizar el proceso de copia. Son copias fidedignas de las firmas auténticas.

Objetivo

El objetivo de los calcos es reproducir las firmas en todas sus características formales. Hay varios
procedimientos descritos por la literatura con los que pueden calcarse las firmas: procedimientos
directos (transparencia auxiliándose de un negatoscopio, mediante un papel de calco) y procedimientos
indirectos (empleo del punzón sobre la firma para dejar los surcos de la firma auténtica en otro papel,
repasados luego por un elemento escritor).

Diagnósticos
Los principales criterios diagnósticos diferenciales de este tipo de firmas son las correspondencias en
los parámetros grafométricos con las firmas auténticas, la falta de espontaneidad, presión acusada y
monótona, así como existencia de signos primarios (temblores, indecisiones, confusiones, reenganches,
paradas innecesarias, etc.). En todos los casos, es imposible identificar al verdadero autor del calco, ya
que en este tipo de procesos de falsedad no existen rotaciones libres que dejen impresos en los trazos
rasgos identificativos con los que poder determinar la verdadera personalidad gráfica, es decir, no
existen los llamados “habitualismos gráficos”. Ahora bien, es cierto que, en algunos calcos no puros, en
ocasiones al autor se le escapan algunos rasgos de espontaneidad que se apartan del modelo de la firma
calcada y que un experto puede utilizar para su identificación.

Figura 23. Firma original a la izquierda y calco a la derecha.


Fuente: Bort y Díaz (2019).

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El documento y la manipulación documental

6.2. Las imitaciones serviles


En las imitaciones serviles, un tercero (ajeno a la titularidad de la firma objeto de copia) imita sus trazos
con la mayor precisión posible simplemente teniéndola a la vista, es decir, se intenta dibujar con la mayor
exactitud posible la firma auténtica sin recurrir al procedimiento del calco.

Diagnósticos

Los criterios diagnósticos diferenciales de este tipo de falsedades son muy similares a los calcos,
ahora bien, las principales diferencias que presentan respecto a los anteriores es que muestran mayores
discrepancias en los parámetros asociados a las coincidencias grafométricas con las firmas originales y
se pueden evidenciar algunos trazados espontáneos debido a la falta de control de los impulsos
contenidos cuando el falsificador abandona involuntariamente el proceso de copia y le imprime rasgos
propios de su identidad. Son estos los escasos supuestos en los que es posible identificar al autor de la
falsedad, si bien es cierto que la cantidad y calidad de estos trazos originales suelen ser escasas, por lo
que la identificación es muy difícil

Características

Las principales características de las imitaciones serviles son los trazos lentos, las paradas
innecesarias, los reenganches, las confusiones en las ideas de trazado, los retoques, así como la habitual
presión monótona y acusada.

Figura 24. Firma original a la izquierda e imitación servil a la derecha.


Fuente: Bort y Díaz (2019).

6.3. Las imitaciones de memoria


Las firmas imitadas de memoria se caracterizan por que, durante el proceso de falsificación (y sin
entrenamientos previos de la firma), se recurre al recuerdo del modelo de firma que se ha visto con
anterioridad y se tiene en la memoria ya que, en el momento de la ejecución de la falsedad de firma, no se
dispone de la firma que se pretende falsificar.

Parámetros

Los parámetros de este tipo de firmas falsas dependen de las variables asociadas a los procesos
cognitivos de memoria, en contraste con la complejidad de las firmas imitadas. Lo normal es que existan
tramos o trazados de ondas gráficas que se aparten completamente de las firmas imitadas, debido a los
mecanismos psicológicos del recuerdo; ondas gráficas que pertenecen a los rasgos de identidad del
falsificador y pueden usarse para su identificación y que es más probable localizar al final de la firma
imitada.

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El documento y la manipulación documental

Diagnósticos
Los principales criterios diagnósticos diferenciales de este tipo de cuadros de falsedad son la
espontaneidad de las ondas gráficas y los tramos que nada tienen que ver con las firmas imitadas.

Figura 25. Firma original a la izquierda e imitación de memoria a la derecha.


Fuente: Bort y Díaz (2019).

6.4. Las imitaciones libres o por componentes propios


Las imitaciones libres (también llamadas “por componentes propios” o “por asimilación de grafías”) son
las que se realizan previo entrenamiento del falsificador y de forma espontánea, por lo que con esta técnica
se consiguen los mejores trabajos fraudulentos, que pueden ejecutarse sin tener delante las firmas
auténticas.

Habilidad del falsificador

Estas firmas falsas dependen de la habilidad del falsificador, de la cantidad y calidad de los
entrenamientos previos y de las características constitutivas, estructurales y particulares ideas de trazado
de las firmas originales, ya que no todas las firmas reúnen los mismos parámetros gráficos respecto a la
facilidad o la dificultad de imitación.

Diagnósticos

Los principales criterios diagnósticos diferenciales de estas ejecuciones falsarias son la espontaneidad
de las ondas gráficas, la rapidez, la decisión de los trazos y la existencia de rasgos personales del
falsificador en los planos gráficos más inconscientes, es decir, en los finales de trazo.

Aunque el falsificador suele realizar unos buenos trabajos falsarios, lo normal es que, por la
espontaneidad de los trazos, la rapidez de los movimientos de las ondas gráficas y la intervención activa
de la memoria, se realicen unas firmas imitadas con los hábitos particulares y rasgos de identidad gráfica
del falsificador. Por ello, y según la complejidad de las firmas imitadas y la habilidad del falsificador, en
las imitaciones libres es posible identificar al verdadero autor del proceso de falsedad.

Figura 26. Firma original a la izquierda e imitación libre a la derecha.


Fuente: Bort y Díaz (2019).

6.5. Las falsedades sin imitación

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El documento y la manipulación documental

Se trata de firmas inventadas realizadas con el objetivo de usurpar la identidad gráfica de otra persona.
Son supuestos en los que el falsificador desconoce los modelos originales de la firma. Este tipo de firmas
poco o nada tienen que ver con la firma auténtica, se realizan con evidente espontaneidad de trazos y
corresponden en muchas ocasiones con manuscritos relativos al nombre o apellido de la persona a la que
se usurpa la identidad (en caso de que se conozca su nombre, apellido, apodo, etc.), a los que se puede
añadir una rúbrica inventada.

Rasgos del falsificador

En este tipo de firmas falsas, suelen quedar impresos los rasgos de identidad del falsificador, por lo que
—siempre y cuando no se trate de signos gráficos sencillos y carentes de elementos gráficos con valor
identificador— existe una alta probabilidad de identificar al autor de la falsedad de firmas.

Realización arbitraria

Este tipo de falsedades de firmas también se denominan en la literatura como “firmas de realización
arbitraria”, ya que resulta bastante infrecuente —por desconocimiento o imposibilidad material— que el
falsificador las repita en otra ocasión.

Rasgos identificativos

Sus principales rasgos identificativos son la espontaneidad, rapidez y decisión de los trazos,
discrepancia gráfica con las firmas auténticas y carácter ilegible de los trazos.

Figura 27. Firma original a la izquierda y falsedad sin imitación a la derecha.


Fuente: Bort y Díaz (2019).

6.6. Las autofalsificaciones


Se trata de firmas falsas realizadas por parte de su legítimo titular, cuyo objetivo es impedir o dificultar
una ulterior identificación respecto a un documento con el que se pretende realizar un engaño para,
después, no reconocer como suyo el documento firmado falsamente.

Una persona recibe un préstamo por una cantidad y firma para ello el correspondiente
reconocimiento de deuda, si bien, en el momento de estampar su firma, la modifica usando un
modelo gráfico que no se corresponde con su firma auténtica (autodesfiguración) o bien simula un
proceso de falsedad imprimiendo de forma consciente en su firma signos primarios que puedan
posteriormente confundirse con un cuadro de falsedad por imitación servil o calco. De esta forma,
podrá negar en un futuro el reconocimiento de deuda así suscrito.

Las dos variantes de las autofalsificaciones son las autodesfiguraciones y las simulaciones de falsedad.

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El documento y la manipulación documental

Autodesfiguraciones

Las autodesfiguraciones consisten en la realización de un modelo diferente de firma a la original del


autor. Los principales criterios diagnósticos diferenciales de las autodesfiguraciones son la
espontaneidad de los trazos y los antagónicos cambios de dirección con leves coincidencias en los
finales respecto a las firmas originales. Con independencia de los intentos de modificar las firmas para
impedir una ulterior identificación, en ocasiones las autodesfiguraciones no son integrales y se evidencia
cómo los rasgos inconscientes del escribiente suelen aflorar en los rasgos finales y de escape de las
firmas.

Simulaciones de falsedad

Las denominadas simulaciones de falsedad son aquellas en las que el autor imprime (de forma
consciente) temblores, paradas innecesarias, reenganches, etc., haciendo pasar su firma por una
imitación servil o por un calco.

Figura 28. Firma original a la izquierda autodesfiguración a la derecha.


Fuente: Bort y Díaz (2019).

6.7. Las falsificaciones a mano guiada


Son muy pocos los autores que han abordado en profundidad las falsificaciones por mano guiada y aún
no se han descrito unos criterios diagnósticos diferenciales claros. Consiste en guiar la mano de otra
persona para ayudarla a realizar su firma, si bien se puede considerar fraudulenta cuando la mano está
obligada o forzada a realizarla o cuando la persona no es consciente del acto de la firma. Este tipo de
supuestos pueden ser relevantes en los testamentos ológrafos.

VII. Resumen
Los Códigos Penales de los distintos países no son ajenos a la importancia que revisten las alteraciones
en los documentos cuando afectan a elementos de carácter esencial, es decir, aquellas por las que se
desvirtúen las voluntades iniciales de los autorizantes.

Análisis

El análisis forense de cualquier documento no puede obviar su examen integral orientado al


análisis de las firmas y/o los textos manuscritos, la existencia de alteraciones físicas/químicas
y, por último, el indagar en la cronología de los sustratos físicos respecto a las fechas en ellos
consignadas.

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El documento y la manipulación documental

El análisis integral de cualquier documento se presenta como una especialidad de la


criminalística que obliga a su examen mediante la aplicación de unos métodos científicos
reglados, unas normas estandarizadas y unos protocolos preestablecidos, procesos que
permiten obtener elementos susceptibles de verificación empírica con los que poder realizar
las inferencias precisas para adoptar decisiones respecto a la falsedad o genuinidad de los
documentos.
Con independencia de que el estudio de un documento solamente se hubiere realizado para
determinar la originalidad de las firmas –dejando de lado el análisis de las alteraciones–, los
Tribunales de Justicia siempre realizan inferencias respecto a la autenticidad global de los
documentos, ya que es un hecho contrastado por la ciencia jurídica que en la valoración que
se hace de cualquier declaración escrita debe predominar el principio de la buena fe
contractual, siendo este el alma de la relaciones sociales, jurídicas y mercantiles (Rivera
Morales, 2011).

Procedimientos

La posibilidad de aplicar procedimientos científicos para el estudio de la integridad del


documento, a fin de detectar alteraciones, es posible gracias al avance de la tecnología y de
los conocimientos científicos. Este se constituye como un objeto material que tiene una
evidente vocación de permanencia para sobrevivir en la instrucción judicial y/o expediente
administrativo o bien, a lo largo de la vida de las personas.
Las alteraciones recaen muchas veces en los vínculos jurídicos que otorgan fuerza probatoria
al documento, es decir, en las declaraciones que confieren obligaciones y derechos a las
partes intervinientes, o bien, enuncian hechos vinculados con las disposiciones establecidas.
La prueba pericial de documentos, al igual que las restantes pruebas periciales (ingeniería,
informática, biología, ADN, dactiloscopia, balística, defectos estructurales, tasación, etc.), no
tiene carácter vinculante para la autoridad judicial.
Las alteraciones que interesa poner de manifiesto en el análisis forense de un documento, bajo
los principios de la lógica y las máximas de la experiencia de los expertos, y que deben ser
posteriormente valoradas por los Juzgados y los Tribunales, son aquellas que menoscaban las
voluntades iniciales de los autorizantes y afectan sus los elementos de carácter esencial, en
suma, las que son objeto de discusión o debate en la esfera jurídica.
El hecho de que no se detecte una alteración en el documento no significa que no exista, ya
que es posible que se puedan realizar alteraciones sin dejar elementos objetivos que pongan de
manifiesto un posible cuadro de falsedad.

Proceso de inferencia

El proceso de inferencia del experto conecta directamente con su bagaje de conocimientos,


experiencia, proceso de raciocinio y aplicación de las reglas de la lógica.

Así, admitiendo los límites del conocimiento científico, son muchos los autores y operadores
jurídicos del mundo del Derecho que vinculan el éxito de las conclusiones de los expertos con las reglas
de la experiencia, ya que la consideran como la base de la credibilidad y de su certeza relativa.

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El documento y la manipulación documental

Expert@

Las reglas de la experiencia son la herramienta del experto para realizar una diagnosis objetiva
y prudente, lo suficientemente admisible en el ámbito científico como para permitir emitir
juicios de valor, de estimación, de apreciación, etc.
El documento firmado no es más que una declaración de voluntad que se ha vertido por
escrito, en consecuencia, puede sufrir toda una suerte de alteraciones posteriores a la firma de
los intervinientes, que pueden menoscabar las voluntades iniciales otorgadas en la declaración
escrita.
La misión del perito en el estudio de las alteraciones es poner de manifiesto cualquier
evidencia científica que demuestre una alteración sufrida por el documento, y mediante la cual
se puedan haber desvirtuado las voluntades iniciales de los autorizantes. La libre apreciación
judicial de la prueba no es óbice para que el experto formule sus interpretaciones basadas en
los razonamientos sustentados en las evidencias científicas y observadas en el documento,
especialmente, respecto a los posibles menoscabos de las voluntades iniciales de los
otorgantes.

Alteraciones

La casuística de las alteraciones que pueden producirse en el documento son casi infinitas, más aún si
tenemos en cuenta los avances tecnológicos.

Las alteraciones que interesan al Derecho Penal deben cumplir con dos requisitos fundamentales; por
un lado, desde el punto de vista objetivo, interesan aquellas maniobras mendaces que desvirtúen las
voluntades iniciales de los autorizantes, es decir, que se hayan realizado con posterioridad al pacto
firmado y afecten a un elemento de carácter esencial del documento. Por otro lado, desde el punto de
vista subjetivo, dichas maniobras mendaces deben tener una intención dolosa, es decir, deben realizarse
con la intención de querer modificar el sentido y la estructura del contenido documental con el objetivo
de engañar y obtener un eventual beneficio, menoscabando la verdadera esencia y la voluntad inicial de
los otorgantes. Este tipo de menoscabos dolosos se corresponden con las llamadas alteraciones
esenciales, según opinión generalizada de muchos autores.

Caso práctico

Se pide

Identifica, comparándolas con el cuerpo de escritura, la originalidad o falsedad de cada una de las
nueve firmas que se presentan, y haz una exposición de los criterios diagnósticos diferenciales.

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El documento y la manipulación documental

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El documento y la manipulación documental

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Solución

En cada uno de los nueve recuadros de las firmas dubitadas hay un supuesto de los estudiados: firma
auténtica, autodesfigurada, simulación de falsedad, firma inventada, imitación de memoria, imitación
servil, falsedad por componentes propios, calco, etc.

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El documento y la manipulación documental

Recursos

Bibliografía
Manuales de interés :

Bort-Lorenzo, L.; Pérez-Fernández, F.; Díaz-Santana, O. "Informes perciales


caligráficos y cotejo de firmas: errores más comunes". Revista Actualidad
Criminológica UCJC, 2018; n. 7: pp. 1-16.
De Gortari, E. Introducción a la lógica. México: Grijalbo; 1971.
Del Picchia, C. M. "Montajes". Ponencia. VII Congreso internacional de peritos en
documentoscopia. Las Palmas de Gran Canaria; 2012.
Del Picchia, J.; Del Picchia, C. Tratado de documentoscopia (La falsedad
documental). Buenos Aires: Ediciones La Rocca; 1993.
Díaz Santana, O. F.; Romero Tallafigo, M.; Marchal Escalona, N.; Vega Moreno, D.;
Conde Hardisson, F.; García Llanos, G.; Querol Sabater, P. V. Tratado de grafística y
documentoscopia. (vol. 1) Madrid: Delta Publicaciones; 2018.
Ezcurra Gondra, M. Análisis forense de documentos. Instrumentos de escritura manual
y sus tintas . Buenos Aires: La Rocca; 2010.
Martín Ramos, R. Documentoscopia. Método para el peritaje científico de
documentos . Madrid: Editorial La Ley; 2010.
Rivera Morales, R. La prueba: un análisis racional y práctico . Barcelona: Marcial Pons;
2011.
Taruffo, M. La prueba de los hechos . Madrid: Trotta; 2002.

Glosario.

Dolo: engaño, fraude o simulación llevada a cabo maliciosamente con la intención de dañar a
alguien.

Espontaneidad: conjunto de las acciones irrazonadas del gesto gráfico, las que resultan de la
manifestación de los instintos como oposición a la conducta consciente.

Experiencia: práctica prolongada que proporciona conocimiento o habilidad para realizar


alguna tarea.

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El documento y la manipulación documental

Falsificación: conducta tipificada por los códigos penales que consiste en el acto de crear
modificar documentos con el fin de hacerlos parecer como verdaderos o para alterar o simular la
verdad.

Imitación: comportamiento mediante el cual una persona de forma consciente imita los gestos
gráficos de las firmas y/o textos manuscritos de otra persona.

Lógica: ciencia que expone las leyes, modos y formas de las proposiciones en relación con su
verdad o falsedad.

Memoria: función del cerebro que permite al organismo codificar, almacenar y recuperar la
información del pasado.

Método: modo de obrar o proceder, hábito o costumbre de observar de forma sistemática y


ordenada.

Metodología: conjunto de métodos que se siguen en una investigación científica, un estudio o


en una exposición doctrinal.

Microscopía: conjunto de métodos para la investigación con dispositivos de aumento óptico.

Perito: persona reconocida como fuente confiable de un tema, una técnica o una habilidad
cuya capacidad le confiere autoridad y estatus por sus pares o por el público en una materia
específica.

Polisemia: fenómeno del lenguaje que consiste en que una misma palabra tiene varios
significados.

Razonamiento: serie de conceptos encaminados a demostrar algo o a persuadir o mover a


oyentes y lectores.

Sinonimia: relación semántica de identidad o semejanza de significados entre determinadas


expresiones o palabras (sinónimos).

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Los métodos modernos de datación de tintas y
documentos © IMF Smart Education
Índice
Los métodos modernos de datación de tintas y documentos 3
I. Introducción 3
II. Objetivos 3
III. Introducción "Los métodos modernos de datación de tintas y documentos" 4
IV. Principales métodos analíticos para la datación de tintas en los documentos 6
V. Procedimientos para determinar la fecha de un documento 11
5.1. Tecnología utilizada para generar documentos 13
5.2. Contenido del documento 18
5.3. Características técnicas de los elementos documentales 18
5.4. Análisis de materiales 19
5.5. Envejecimiento de determinados componentes 24
5.6. Análisis de firmas y textos manuscritos 25
VI. Conclusiones 25
VII. Resumen 26
VIII. Caso práctico 28
Se pide 28
Recursos 29
Bibliografía 29
Glosario. 33

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Los métodos modernos de datación de tintas y documentos

Los métodos modernos de datación de tintas y


documentos

I. Introducción
En esta unidad didáctica se estudiará la datación de documentos, el problema de averiguar si la fecha
consignada en un documento es real, si fue ante o posdatada, si los materiales se corresponden con esa
fecha, etc. A tal fin, se analizarán los principales métodos de datación de documentos, ahondando en las
metodologías convencionales y modernas, así como en los límites que imponen los conocimientos
científicos.

Se tomará como base de trabajo el estudio integral del documento con el fin de caracterizar las
tecnologías utilizadas, concretamente los sistemas de impresión, elementos escriturales, formatos de papel,
modelos de dactilotipos, etc. Todo ello con el claro objetivo de relacionar los diseños de invención con las
fechas consignadas en los documentos.

Se indagará en la importancia que tiene estudiar el contenido de los documentos para determinar si las
direcciones, preceptos legales, términos, prefijos, números de teléfono, moneda, etc., se corresponden con
las fechas documentales consignadas.

El análisis de los materiales usados en los papeles y en las tintas aporta una valiosa información respecto
a la datación de los documentos, más aún si se profundiza en los cambios que estos compuestos
experimentan con el paso del tiempo.

Por último, el módulo finalizará con las limitaciones de los modelos grafoevolutivos de las firmas y
textos manuscritos, reflexionando sobre el alcance actual de las técnicas de datación.

II. Objetivos
1

Identificar los métodos convencionales de datación de documentos.

Comprobar la importancia del papel en la datación del documento.

Analizar las metodologías modernas de datación de tintas.

Profundizar en las limitaciones de las técnicas de datación de documentos.

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Los métodos modernos de datación de tintas y documentos

III. Introducción "Los métodos modernos de datación


de tintas y documentos"
La determinación aproximada de la fecha en la que se ha elaborado un documento es una información
muy valiosa en los procesos judiciales y cada vez más demandada por los tribunales de justicia. En este
sentido, la datación de un documento permite detectar alteraciones o falsificaciones mediante la búsqueda
de anacronismos respecto a la fecha en él consignada (Cantú, 1996; Ezcurra et al., 2010).

Habida cuenta de la falta de información sobre la tinta utilizada en el documento, las condiciones de
almacenamiento, la evolución de los compuestos de las tintas y sus concentraciones iniciales, establecer
una metodología de datación no es un proceso sencillo (Weyermann et al., 2011). Por este motivo, es
necesario utilizar técnicas analíticas específicas que complementen las técnicas convencionales utilizadas en
el análisis de un documento, como el formato del papel, el tipo de letra, las marcas de agua o los sistemas
de impresión, así como las características de los sustratos físicos de los papeles.

Los diferentes métodos de datación siguen prestando una especial atención a las curvas de
envejecimiento de las tintas, método que se basa en el estudio experimental de la evolución de la
concentración relativa de sus componentes (Díaz-Santana, Vega-Moreno y Conde-Hardisson, 2017; Ortiz-
Herrero et al., 2018; San Román et al., 2015; Koenig, Magnolon y Weyermann, 2015).

Enfoques de tintas

En la actualidad, existen dos enfoques principales para datar las tintas depositadas en documentos
manuscritos: el enfoque estático, en el que se determina la composición cualitativa del documento y se
buscan las fechas en las que fueron introducidos dichos compuestos en el mercado; y los enfoques
dinámicos, en los que se estudia la evolución de los compuestos de las tintas en función del tiempo, o
bien su variación después de haber sido sometidos a diferentes procesos de envejecimiento artificial
(Aginsky, 1996a).La mayor parte de los estudios de datación se han basado en enfoques dinámicos que
monitorizan el secado de los disolventes (Bügler, Buchner y Dallmayer, 2008) y la degradación de los
colorantes a lo largo del tiempo (Confortin et al., 2010). También se han utilizado parámetros de
envejecimiento y evolución de las cinéticas de reacción (Weyermann et al., 2011). El principio científico
de los enfoques dinámicos se basa en que, si dichos parámetros son reproducibles dentro de unos
rangos de error aceptables, es posible determinar la edad aproximada de una entrada de tinta en el papel
(Koenig y Weyermann, 2017a; 2017b).

Tintas de escritura

Las tintas de escritura se dividen en tres grandes grupos: tintas viscosas de bolígrafos; tintas fluidas
de roller-ball o rotuladores; y, por último, las denominadas tintas gel. Las tintas de los bolígrafos son las
más usadas y las más estudiadas en las técnicas de datación de tintas con enfoques dinámicos. Todas
las tintas se caracterizan por tener una fracción de colorantes (frecuentemente mezclas de tintes y
pigmentos), disueltas en un vehículo portador de carácter volátil (mezcla de disolventes). Además, las
tintas presentan en su composición resinas y otros aditivos que confieren a la mezcla las propiedades
idóneas para una adecuada escritura y secado (Ezcurra et al., 2010).

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Los métodos modernos de datación de tintas y documentos

Cambios que se producen

Cuando la tinta se deposita en un papel, los principales cambios que se producen son la
polimerización y endurecimiento de las resinas, la volatilización de los disolventes y la degradación de
los colorantes (Weyermann, Kirsch y Spengler, 2007). Desde un punto de vista cuantitativo, los
cambios más drásticos suceden en los disolventes, ya que la mayor parte de los compuestos volátiles se
evaporan en los primeros minutos, justo después de que la tinta se deposite en el papel (Cantú, 1998).
Esta pérdida de disolventes que tiene lugar en los primeros minutos puede ser superior al 90 % de la
concentración inicial (Cantú, 1996). Posteriormente, la cantidad de compuestos volátiles disminuye de
forma gradual en un intervalo aproximado de cinco años y queda luego en reposo (San Román et al.,
2015). El tiempo exacto hasta alcanzar el reposo es variable y depende de la fórmula de la tinta y de las
condiciones de almacenamiento, si bien por ahora no se han descrito evoluciones constatables de los
disolventes en tintas que tengan una antigüedad superior a los cinco años (San Román et al., 2015).

Degradación de colorantes

La cinética de la degradación de los colorantes es mucho más lenta y abarca periodos de tiempo
mucho mayores, en los cuales aparecen productos de degradación (Liu et al., 2017). Los pigmentos son
muy estables y prácticamente no existen estudios de datación de estos usando enfoques dinámicos (Liu,
Kralj-Cigić y Strlič, 2017).

Polimerización o endurecimiento

Los estudios de datación de las tintas mediante polimerización o endurecimiento de las resinas son
prácticamente inexistentes. Este comportamiento descrito para disolventes y colorantes ha sido
aceptado por los modelos teóricos que intentan explicar por qué los disolventes de las tintas quedan en
reposo conforme a los datos experimentales de volatilidad (Cantú, 1996; 1995).

Envejecimiento

La complejidad de los procesos de envejecimiento (una vez depositada la tinta en el papel) hace difícil
la interpretación de los resultados experimentales para un tipo de tinta en particular, y más aún
extrapolarlos al resto de las tintas (Starrs, 1994). Además, estas cinéticas de envejecimiento están
influidas no solo por su composición inicial y por las condiciones ambientales de almacenamiento, sino
también por la exposición a la luz, humedad, temperatura y otros factores como las manchas de grasa,
los cosméticos, colonias, etc. (Cantú, 1995).

Los métodos analíticos actuales para la datación de tintas tienen muchas limitaciones (Díaz-Santana,
Conde-Hardisson y Vega-Moreno, 2018). Los principales métodos desarrollados permiten establecer
únicamente si la tinta ha sido depositada en los últimos meses (San Román et al., 2015), o bien comparar
de forma relativa dos tintas presentes en un mismo documento usando fechados relativos en el marco de
los enfoques dinámicos (Cantú y Prough, 1987).

Por este motivo, y considerando las crecientes demandas forenses, se hace necesario ampliar los
estudios en este campo mediante la aplicación de metodologías analíticas a diferentes modelos y distintos
tipos de tintas para su validación e intercomparación en diferentes laboratorios. Además, también es
importante establecer nuevas técnicas, únicas o combinadas, que permitan datar con mayor exactitud la
fecha de deposición de una tinta en un documento (San Román et al., 2015).

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Los métodos modernos de datación de tintas y documentos

IV. Principales métodos analíticos para la datación de


tintas en los documentos
Los avances en las investigaciones científicas han puesto de relieve diferentes métodos de datación de
tintas en documentos. En España, estos métodos no están ni estandarizados ni acreditados oficialmente.
Las diferentes policías internacionales, como los servicios secretos de EE. UU., la policía transfronteriza
de Canadá o la policía alemana, aplican desde 1970, en el ámbito forense, este tipo de métodos de datación
de tintas en los documentos. Así, la Oficina Central de Investigación Criminal del estado de Bavaria
(BKA), en Alemania, ya dispone de un método acreditado desde 2009 con una norma ISO 17025.

En el ámbito europeo, también se ha puesto de manifiesto la importancia de este tipo de métodos de


datación de documentos en el proyecto financiado por la Red Europea de Institutos de Ciencias Forenses
(ENFSI), institución fundada en 1995 con el objetivo de mejorar el intercambio de información en el campo
de las ciencias forenses dentro de las policías europeas. La investigación, financiada en el año 2011, con el
título “Dating of questioned documents by resins and binders in ballpoint ink entries”, dirigida por la BKA
(Wiesbaden, Alemania), pretendía desarrollar un método basado en la monitorización temporal de las
resinas y los aglutinantes en las formulaciones de las tintas, a fin de alargar el rango de tiempo en el que
datar las tintas.

Tinta

Definición

Los métodos publicados hoy en día para la datación de tintas en los documentos permiten datarlas
en los primeros meses de antigüedad, o en los primeros cinco años cuando se conoce la marca de la
tinta y coincide con la que se tiene monitorizada en una librería de referencia.

Tipos

Los principales métodos de datación de tintas en documentos se clasifican en tres enfoques


metodológicos basados en determinar, de forma aproximada o relativa, la fecha de deposición de una
tinta de bolígrafo sobre el papel (Purdy, 2010):

Métodos de datación estáticos. Análisis de los componentes del papel y las tintas de
escritura, caracterizando productos específicos que se sabe que han sido añadidos por el
fabricante a partir de una fecha concreta (Cantú, 1995; Bügler, Graydon y Ostrum, 2010).
Métodos de datación relativa. Se basan en el análisis de dos muestras independientes de
tintas depositadas en el mismo documento, comparando los resultados entre sí. Su
limitación es que las tintas deben tener la misma formulación química (Cantú y Prough,
1987).
Métodos de datación dinámicos. Estudio de la evolución temporal de la concentración
de uno o varios componentes de las tintas, concretamente los disolventes, los colorantes,
las resinas y los aglutinantes (Brunelle, 1995).

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Los métodos modernos de datación de tintas y documentos

Basados en

La mayor parte de los métodos desarrollados se basan en la datación dinámica y estudian los
procesos de envejecimiento de la tinta una vez depositada en el papel, ya que en el interior del
bolígrafo la tinta no envejece (Andrasko y Kunicki, 2005; Grim, Siegel y Allison, 2002). Se analiza la
concentración de disolventes y de los colorantes mayoritariamente (en diferentes periodos de tiempo)
y se estudian diversos factores de proporción entre ellos (Aginsky, 1998; Andrasko, 2009; Bügler,
Buchner y Dallmayer, 2008; Laporte et al., 2004; San Román et al., 2015; Koenig, Magnolon y
Weyermann, 2015).

Limitaciones
Considerando los errores y las limitaciones de los métodos desarrollados, en la actualidad las
investigaciones se orientan hacia la búsqueda de técnicas analíticas estandarizadas de datación de
tintas en documentos (Cantú, 1995; 1996; Ezcurra Gondra, 2012; Brunelle, 1992); técnicas que se
basan en la monitorización de las concentraciones de diferentes compuestos en las tintas, así como
en el estudio de los procesos de degradación de los papeles, utilizando además los datos de los
métodos convencionales que indagan en el tipo de impresora, en la letra usada, en el contenido de la
documental, etc.

Instrumentos

En relación con los métodos analíticos de datación de tintas en documentos, los principales
instrumentos utilizados son la cromatografía líquida de alta resolución con detección de diodo de
array (HPLC-DAD) para la determinación de colorantes (Liu, Yi Zi et al., 2006; Andrasko, 2001;
2002; Hofer, 2004; Samanidou, Nikolaidou y Papadoyannis, 2004) y la cromatografía de gases
acoplada a espectrometría de masas (GC-MS) para el análisis de compuestos volátiles (Andrasko,
2003; Brazeau y Gaudreau, 2007; Laporte et al., 2004)

Disolventes

Los estudios de datación de las tintas se han basado principalmente en los análisis cuantitativos
para estudiar la variación de las concentraciones de los disolventes de las tintas con el tiempo,
estableciendo curvas de envejecimiento (Brazeau y Gaudreau, 2007; Lociciro et al., 2004), y en el
estudio de relaciones de concentración entre dos compuestos (Xu, Wang y Yao, 2006). Teniendo en
cuenta que el grosor del trazo puede variar para una misma muestra en función de la velocidad de
escritura y la presión ejercida al escribir, el establecimiento de curvas de envejecimiento normalizadas
a uno o varios compuestos permite obtener resultados fiables e independientes de la masa de tinta
muestreada (Aginsky, 1998). El estudio de la evolución del envejecimiento de las muestras se puede
hacer de forma natural (con el paso del tiempo en condiciones controladas) o de manera artificial
sometiendo la muestra a calentamiento (Liu et al., 2006; Liu, Yi Zi et al., 2006). Sin embargo, es muy
importante tener en cuenta que las últimas recomendaciones internacionales desaconsejan los
envejecimientos artificiales debido a la compleja mezcla de sustancias de las tintas más la falta de
reproducibilidad y exactitud de los resultados obtenidos (Weyermann et al., 2011)

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Extracción

La extracción de los compuestos de la tinta en el papel puede hacerse por simple contacto con un
disolvente extractante, mediante ultrasonidos o por agitación orbital. Con el fin de obtener
información cualitativa adicional, es posible aplicar técnicas analíticas complementarias como la
microextracción en fase sólida (SPME) (San Román et al., 2015) o la desorción térmica (TD)
(Koenig et al., 2015). Además, cuando se combinan diferentes métodos analíticos de cuantificación
para una misma muestra, mejoran sensiblemente los resultados y conclusiones sobre la datación del
documento (Díaz-Santana, Vega-Moreno y Conde-Hardisson, 2017). En la Tabla 1 se resumen los
principales métodos de datación de tintas aplicados a casos forenses

Cronología de los métodos más recientes para la datación de tintas en los documentos

Año Autor Método de datación Ref.

1984 McNeil Microscopía Auger para la datación de tintas en (McNeil, 1984)


manuscritos.

1985 Humecki Datación de tintas de bolígrafo usando (Humecki,


espectroscopia infrarroja (FTIR). 1985)

1985 Stewart Determinación de la edad de tintas de bolígrafo (Sterwart,


por la determinación de los componentes usando 1985)
GC con detector de ionización por llamas (FID).

1988 Cantú Estudio de la edad relativa de las tintas de (Cantú y


bolígrafo mediante la capacidad de extracción de Prough, 1987)
los disolventes.

1994 Aginsky Determinación de la edad de las tintas de (Aginsky,


bolígrafo por GC, densitometría y cromatografía de 1994)
capa fina (TLC).

1995 Aginsky Método espectrométrico para datar tintas de (Aginsky,


bolígrafo. 1995)

1996 Aginsky Técnica de envejecimiento acelerado usada para (Aginsky,


datar las tintas de bolígrafo mediante GC-MS. 1996a, 1996b)

1998 Aginsky Método centrado en determinar la extractabilidad (Aginsky,


de las tintas, en función de la edad, usando GC- 1998)
MS.

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Los métodos modernos de datación de tintas y documentos

2000 Gaudreau y Microextracción en fase sólida (SPME) + GC- (Gaudreau y


Brazeau MS como método para determinar la edad de las Brazeau, 2000)
tintas.

2001 Lyter y Estudio del tiempo de vuelo de los electrones (Lyter y


McKeown secundarios con espectrometría de masas (TOF- McKeown, 2001)
SIMS) para datar las tintas de escritura.

2002 Gaudreau y Método para datar las tintas mediante GC-MS (Gaudreau y
Brazeau determinando la relación de pérdida de disolvente. Brazeau, 2002)

2002 Lafontaine y Caracterización de iones positivos y negativos (Ng, Lafontaine


Brazeau mediante ionización por electrospray, y Brazeau, 2002)
espectrometría de masas por tiempo de vuelo
(TOF) para el examen forense de tintas de
escritura.

2004 Hofer Método para datar las tintas de bolígrafo (Hofer, 2004)
mediante HPLC y detección electrostática de las
marcas de presión (ESDA).

2004 Laporte et Método para datar las tintas de bolígrafo (Laporte et al.,
al. mediante la identificación del fenoxietanol (PE) 2004)
usando GC-MS.

2004 Lociciro et Método para datar las tintas de bolígrafo (Lociciro et al.,
al. mediante la identificación del fenoxietanol (PE) 2004)
usando GC-MS.

2005 Bügler et al. Caracterización de las tintas de bolígrafo con (Bügler y


fines de datado por desorción térmica (TD) y GC- Dallmayer, 2005)
MS.

2005 Siegel et al. Desorción láser/ionización espectrometría de (Siegel et al.,


masas (MS) para el análisis de las tintas en 2005)
documentos con fines de datado.

2006 Andrasko Desorción térmica (TD) y GC-MS para datar las (Andrasko,
tintas de escritura. 2006)

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Los métodos modernos de datación de tintas y documentos

2006 Kirsch Datación de tintas mediante la determinación de (Kirsch, 2006)


las resinas y otros productos usando espectrometría
de masas (MS).

2006 Xu et al. Datación de las tintas de escritura tipo roller and (Xu, Wang y
gel por cromatografía de gases (GC) y Yao, 2006)
espectrometría ultravioleta visible (UV-Vis).

2007 Brazeau y Microextracción en fase sólida (SPME) para (Brazeau y


Gaudreau análisis cuantitativos de los disolventes en las tintas Gaudreau, 2007)
con fines de datación.

2007 Weyermann Determinar la edad de las tintas de bolígrafo en (Weyermann et


et al. papel mediante GC-MS. al., 2007)

2008 Jürgen, Determinar la edad de las tintas de bolígrafo en (Bügler, Jürgen,


Bügler, papel por TD-GC-MS. Buchner y
Buchner y Dallmayer, 2008)
Dallmayer

2008 Wang et al. Método para identificar y datar las entradas de (Wang et al.,
tintas de bolígrafo en papel por la determinación de 2008)
pares de iones usando la cromatografía líquida de
alta resolución (HPLC).

2015 San Roman Método para datar muestras conocidas de tintas (San Román et
et al. de bolígrafo en documentos cuestionados usando al., 2015)
espacio en cabeza (MHS) y SPME-GC-MS.

2017 Díaz Método combinado usando GC-MS y HPLC (Díaz-Santana,


Santana et al. con diodo de array (DAD) para determinar la edad Vega-Moreno y
de muestras de tinta conocidas de bolígrafo en Conde-Hardisson,
papel usando herramientas quimiométricas. 2017)

2018 Ortiz Método piloto para datar muestras conocidas de (Ortiz-Herrero


Herrero et al. tintas de bolígrafo en papel mediante espectrometría et al., 2018)
de reflectancia (UV-Vis-NIR).

Tabla 1. Cronología de los métodos más recientes para la datación de tintas en los documentos.
Fuente: Díaz-Santana, Conde-Hardisson y Vega-Moreno, 2018.

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Los métodos modernos de datación de tintas y documentos

Estos métodos se han aplicado de manera independiente y presentan ciertas limitaciones. En


ocasiones, carecen de aplicación forense debido a sus bajas reproducibilidades entre diferentes
muestras, frecuentemente almacenadas en condiciones diferentes y difícilmente comparables.
Salvo análisis realizados en los primeros días tras la deposición de la tinta, los resultados que
se pueden obtener utilizando un único método de datación no suelen ser concluyentes (Midkiff
y Starrs, 1994; Margot, Hicks Champod y Khanmy, 1995; Aginsky, 1996a; 1998; Andermann y
Neri, 1998). Esto hace necesario el desarrollo de nuevos métodos analíticos combinados que
permitan la estandarización del procedimiento de datación de tintas (Díaz-Santana, Conde-
Hardisson y Vega-Moreno, 2018).

Actualmente, y considerando la gran variedad de tintas que existen en el mercado, su complejidad


química y los diferentes procesos fisicoquímicos que experimentan una vez son depositadas en el
papel, los estudios de las nuevas técnicas analíticas se centran fundamentalmente en muestras de tintas
de formulación conocida, en lugar de métodos universales de datación (Calcerrada y García Ruiz,
2015).

La cinética de los disolventes, la degradación de los colorantes y la polimerización de las resinas están
directamente relacionadas con la mezcla de las formulaciones, tanto desde el punto de vista cuantitativo
como cualitativo, y queda demostrado que la cinética de las reacciones y transformaciones químicas
depende de la naturaleza y la concentración de los reactantes, entre otros factores como la temperatura
(Navarro Delgado y Esteban Santos, 2012).

En este trabajo se exponen los procedimientos aplicados por el Instituto Canario de Análisis
Criminológico (ICAC) para resolver los asuntos forenses de datado, usando un procedimiento integral.
Esta técnica permite obtener resultados más fiables y reproducibles respecto a los posibles
anacronismos con las fechas consignadas en los documentos. Así, en este procedimiento se integran
métodos convencionales para establecer las fechas de aparición de cada uno de los componentes que
conforman el documento (Cantú, 1996; 1995), estudios analíticos sobre el tipo de fibras, los procesos
de fabricación, las cargas y los procesos de degradación de los componentes mayoritarios usados en
los papeles (Park et al., 2010; Ioelovich y Veveris, 1987; García Hortal, 2007), y, por último, se utiliza
un método analítico combinado de GC-MS y HPLC-DAD para determinar la concentración de los
disolventes y los colorantes de las tintas (Díaz-Santana, Vega-Moreno y Conde-Hardisson, 2017).

V. Procedimientos para determinar la fecha de un


documento
Resulta preocupante que aun hoy no se utilice ninguno de los protocolos publicados en revistas
científicas internacionales de alto índice de impacto para determinar la alteración de las fechas en los
documentos, muy concretamente por considerarse acientíficos. Por este motivo, dentro del marco de los
procesos judiciales, los casos de falsedad documental mayoritariamente detectados son aquellos en los que
se ha evidenciado algún tipo de anacronismo entre el contenido del documento y la fecha en él consignada
(fecha de expedición del sustrato, marca de agua, timbre móvil, etc.).

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Los métodos modernos de datación de tintas y documentos

Considerando lo expuesto anteriormente, es preciso desarrollar una actividad pericial dirigida a


contrastar las proposiciones de las partes cuando lo que se pone en duda es la fecha consignada en el
documento, muy especialmente en aquellos supuestos en los que la alteración de la fecha es un elemento
esencial y existe dolo falsario.

No disponer de un procedimiento reglado y estandarizado que permita abordar la integridad del análisis
forense de un documento, no solo respecto a la autenticidad de las firmas o textos manuscritos, sino
también para determinar cualquier alteración que pudiera desvirtuar las voluntades iniciales de los
autorizantes, implica que los antedatados sigan siendo un reto en el marco de la jurisdicción policial de
muchos países. Además, si se ignora cualquiera de los supuestos de falsedad integrados en los tipos
legislados de las jurisdicciones penales, se podría menoscabar en un proceso judicial justo el derecho a la
defensa y a las garantías generales, y la falta de prueba contribuiría a generar un clima de inseguridad
jurídica en los procedimientos judiciales.

La jurisprudencia del Tribunal Supremo español ha generado una doctrina pacífica y constante
que es trasladable (con los matices propios de cada lugar) al resto de los países. En este sentido,
ha expuesto que la falsedad documental “se traduce en inveracidad, mendacidad o mudamiento de
la verdad, debiendo recaer sobre puntos esenciales del documento y nunca sobre extremos inanes,
inocuos o sus trascendentes” (STS, Sala 2.ª, de 30-5-1987). “La razón de incriminar las conductas
falsarias en las fechas documentales se debe buscar en la protección de la inmutabilidad,
evitándose atentados en el tráfico jurídico, cuya seguridad y autenticidad resulta fundamental en las
relaciones interpersonales en el campo del Derecho” (SSTS, 19-11-1990 y 13-12-1990). “La
doctrina viene entendiendo que las alteraciones fraudulentas de fechas que merecen reproche penal
son aquellas que se realizan sobre partes fundamentales e importantes” (SSTS, 30-5-1987 y 24-6-
1988), “mutaciones de fechas que afecten a la verdad de lo acaecido en su esencia y en su carácter
más externo del que debe revertirse” (STS, 4-1-1985), incluyendo los supuestos en los que se
consigne una fecha distinta al pacto documentado, como cuando se cambie mediante alteraciones
fraudulentas la fecha previamente existente; si bien, cuando las alteraciones de las fechas en
documentos privados se refieren a contratos contra terceros, son conductas que no encajan con
los ordinales 1.º, 2.º y 3.º del art. 390.1 del Código Penal, ya que no se altera un requisito esencial
del documento, siempre y cuando no se hayan simulado firmas para inducir a error sobre su
autenticidad, no se haya supuesto la intervención de personas que no han intervenido o se hayan
atribuido a los intervinientes manifestaciones distintas a las efectuadas. La alteración de la fecha de
un documento privado que se recoge en un contrato a favor de terceros, aunque constituye una
falta a la verdad de la fecha de celebración del contrato, queda excluida de la conducta típica
cuando es obra de un particular. La falsedad ideológica solo será delictiva cuando el emisor del
documento, responsable de su veracidad, garante de la autenticidad y de la seguridad del tráfico
jurídico que socialmente tenga atribuida, falte a la verdad, perjudicando a tercero, o bien fuere
emitido por un órgano depositario de fe pública (Cfr. TS 2.ª SS 26 feb., 6 abr. y 26 may. 1998).
“La falsedad de fecha en un documento privado elaborado por particulares, de común acuerdo,
no puede ser considerada como una alteración de verdades significativas para la prueba jurídica”
(AP La Rioja, S 12-12-2000, n. 184/2000, rec. 142/2000). “Si bien, algunos de los ejemplos
indicados por la doctrina relativos a las falsificaciones de fechas son extender una letra de cambio
con fecha anterior a la del día de su adquisición para burlar la acción de los acreedores” (TS, S
11-11-1940), “atrasar la fecha para la obtención de un vehículo” (TS, S 16-4-1953), “aprovechar
un documento laboral que caducaba en vigencia enmendando su fecha” (TS, S 9-10-1964), “librar
letras de cambio con anterioridad a dos años respecto a su fecha de confección” (TS, S 16-6-
1965), “alterar la fecha de un documento privado para permitir la inmatriculación” (TS, S 23-12-
1968), “alteración de la fecha de recibos” (TS, S 17-2-1970), “alterar la fecha de un documento
privado para excluir un vehículo de la suspensión de pagos de sentencia” (TS, S 24-5-1972), etc.

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Los métodos modernos de datación de tintas y documentos

Las técnicas utilizadas para falsificar un documento son varias, desde procedimientos relativamente
simples como sobrescribir la fecha consignada en el documento, hasta tareas mucho más complejas como
falsificar un documento completo. Los diferentes métodos para datar un documento deben abordar varios
enfoques que superen las barreras y las limitaciones cuando se aplican de forma aislada. De esta manera,
aumentan las garantías científicas de las conclusiones obtenidas (Purdy, 2010).

5.1. Tecnología utilizada para generar documentos


Una primera aproximación para resolver los problemas de datado en los documentos consiste en el
estudio de las tecnologías utilizadas para producir los textos escritos en los documentos, ya que la fecha
de un documento puede considerarse falsa si los instrumentos y materiales utilizados para producirlo no
estaban disponibles cuando supuestamente se preparó. Como ejemplos de este tipo de análisis, están:

El estudio de las filigranas de papel convencional que se producen durante el proceso de


manufacturado. Las fábricas de papel normalmente guardan registros de las fechas de incorporación de
las filigranas añadidas a los papeles.

El estudio de sobres, sellos y sus contenidos, concretamente las fechas de envío impresas en las
áreas de las cubiertas de los sellos postales, las marcas de cancelación postal, etc. Los sellos postales
añadidos a los sobres pueden examinarse para indagar si estaban disponibles cuando los contenidos del
sobre se prepararon.

La tecnología de los útiles escriturales, indagando en si el tipo de bolígrafo o material de escritura


estaba disponible en la fecha de elaboración del documento (Purdy, 2010). En este sentido, actualmente
existe un amplio conocimiento al respecto:

La sociedad japonesa Pentel introdujo en 1962 un nuevo instrumento de escritura con punta de
fieltro, seguido por otros rotuladores porosos o con punta de plástico. Los fabricantes
estadounidenses comenzaron a comercializar estos rotuladores alrededor de 1965.

En 1978, Anja y Paper Mate desarrollaron simultáneamente una nueva tinta borrable para bolígrafo, se
trata de una tinta con una consistencia de cemento de caucho que puede borrarse hasta después de
un día tras haber sido depositada sobre el papel.

3
El roller-ball apareció alrededor de 1968. La tinta empleada por estos útiles es muy parecida a la
empleada en los rotuladores.

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Los métodos modernos de datación de tintas y documentos

El último tipo de tinta que entró en el mercado fue la tinta gel, creada a mediados de los ochenta por
los japoneses, y se disputaron su distribución: Uniball Signo, de Mitsubishi; Zebra J-5, 3; Pentel
Hybrid y Sakura Gelly Roll Pen. Hasta donde se sabe, el primer suministro de las tintas gel que llegó
a EE. UU. fue alrededor de 1993. En la actualidad, la compañía National Ink fabrica estas tintas en
Estados Unidos.

Las tintas de los bolígrafos presurizados se desarrollaron alrededor de 1968.

En 1969, Paul Fisher desarrolló un recambio para bolígrafo utilizando una tinta muy pesada y con la
consistencia de un chicle. Fisher utilizó nitrógeno a presión para forzar la tinta hacia delante y, al
aplicar la tinta sobre una superficie, la tinta se licúa y fluye suavemente. Las características físicas de
estas tintas son bastante diferentes de las tintas estándares de los bolígrafos. Su composición es
similar, salvo que esta nueva tinta es un material tixotrópico que no fluye hasta que se ve alterada por
la esfera rotatoria. Los recambios que contienen estas tintas tienen nitrógeno a presión o algún otro
gas inerte. La presión positiva sobre la tinta hace que el bolígrafo escriba en cualquier posición,
incluso en el vacío, y estos bolígrafos son los que utilizan los astronautas cuando van al espacio
(Brunelle, 1985).
Fecha de introducción de los instrumentos de escritura

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Los métodos modernos de datación de tintas y documentos

Año Desarrollo histórico

624 Primera referencia de la pluma.

1662 Lápices hechos en Núremberg, Alemania.

1700 Primera referencia de los bolígrafos de acero.

1857 Primera aparición de “los lápices para copiar”.

1945 Primer bolígrafo esferográfico comercializado en la ciudad de Nueva York.

1951 Introducción de los marcadores.

1955 Introducción de portaminas líquidos.

1963 Introducción del bolígrafo de punta de fibra.

1968 Primera introducción del bolígrafo roller.

1979 Bolígrafo borrable Eraser Mate introducido por Paper Mate.

1980 Bolígrafos de tintas gel (Japón).

1990 Bolígrafos de tintas gel (EE. UU.).

Tabla 2. Fecha de introducción de los instrumentos de escritura.


Fuente: Brunelle y Crawford, 2002.

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Tecnología utilizada para el texto impreso. En el siglo xx se desarrollaron muchos avances


tecnológicos en los mecanismos de impresión. Respecto al estudio de los mecanismos de impresión, la
fecha en la que se preparó un documento impreso puede abordarse con el estudio del diseño de los
dactilotipos o el estilo de la fuente utilizada, por ejemplo, se sabe que el estilo de letra Times New
Roman se introdujo en el mercado en 1932.

Un clásico dentro de esta categoría es el estudio de la tecnología de las modernas máquinas de


impresión en sustitución de las tradicionales máquinas de escribir, determinando si se trata de un sistema
de margarita, una impresora de matriz de puntos, una impresora de inyección o una impresión láser. Los
documentos nunca pueden tener una fecha que preceda a las tecnologías de las máquinas de impresión.

Fechas significativas en el desarrollo de la máquina de escribir

Año Desarrollo tecnológico

1909 Primer uso de la cinta bicolor (Underwood).

1927 Primer uso de la cinta de carbón (Hammond-Varityper).

1944 Máquina de escribir con espaciado proporcional de IBM Executive.

1956 Primera máquina de escribir con espaciado proporcional de Remington


Statesman, por Remington.

1960 Primera máquina con espaciado proporcional de Underwood.

1960 Máquina de escribir eléctrica común de Underwood con cinta de tela y carbón a
doble cara.

1961 Máquina de escribir Selectric I IBM.

1963 Primer uso de la cinta de capa de polietileno de IBM Selectric.

1971 Escape dual de IBM Selectric II, máquina de retroceso medio.

1971 Cartucho de la cinta Tech III de IBM Selectric.

1972 Primera máquina de escribir Margarita, producida por Diablo Systems.

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1973 Corrector IBM Selectric II con cinta de lanzamiento especial.

1975 Cinta de transferencia termal desarrollada por IBM.

1977 Primer uso de las cintas de poliuretano (Olivetti).

1978 Primera impresora matriz de puntos para ordenadores personales (Epson TX


80).

1982 Máquinas de escribir IBM electrónicas 65 y 85 con tono triple y justificación.

1982 Máquina de escribir Brother EP-20 termal con siete patillas.

1984 Diablo estrena la EPM 1- primera impresora termal de transferencia de la cinta.

1984 IBM Quietwriter con cabezal de impresión de bajo impacto.

1984 Cinta Quietwriter por IBM.

Tabla 3. Fechas significativas en el desarrollo de la máquina de escribir.


Fuente: Purdy, 2010.

La tecnología de la máquina fotocopiadora puede asociarse a un momento temporal concreto


coincidente con la fecha de lanzamiento de la tecnología ofimática. Las diferentes tecnologías usadas en
el tiempo de las máquinas fotocopiadoras son de espectro dual, de estabilización, de transferencia por
difusión, electrostática directa o indirecta, de diazo, de transferencia de colorante, termográfica y láser,
cada una con su fecha de lanzamiento al mercado.

Por otro lado, no se puede dejar de mencionar la existencia de los correctores líquidos. Este
producto se introdujo por primera vez en el mercado en 1984, de mano de la empresa Write-Out
Company.

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Los métodos modernos de datación de tintas y documentos

Por último, están los sellos, los pegamentos, las cintas, los fastenes y las marcas de guillotina, ya que
estos elementos pueden ubicarse en unos momentos temporales concretos (Martín Ramos, 2010). Por
ejemplo, con independencia de que la goma vulcanizada se utiliza ya en 1864, el primer sello pretintado
no se produjo hasta 1958, y los sellos actuales han evolucionado hasta los materiales fotopoliméricos de
plástico. La cinta correctora, con la que se quitaba la letra del documento a fin de corregir errores, con
escasa alteración del documento, se introdujo en el mercado (IBM) el día 1 de abril de 1973.

5.2. Contenido del documento


Otros métodos convencionales estudian el contenido del documento para buscar anacronismos respecto
a la fecha en él consignada (examinando las direcciones, los códigos postales, el tipo de moneda, los
números de teléfono, los nombres comerciales, los puestos de trabajo, las inconsistencias repetitivas de los
tiempos verbales, etc.), ya que estos elementos pueden proporcionar pruebas fehacientes del verdadero
momento de elaboración del documento.

5.3. Características técnicas de los elementos documentales


En este enfoque, se consideran las características de los elementos usados para crear el documento y
que varían con el tiempo; por ejemplo: las letras defectuosas de las máquinas de escribir, las marcas de
desecho de las fotocopiadoras, el diseño de las filigranas, etc.

Filigranas

El diseño de las filigranas que se introducen en el papel durante el proceso de fabricación puede cambiar
a lo largo del tiempo por varias razones: por cuestiones de mejora en el diseño de la marca comercial o
porque las áreas de relieve del cilindro pueden sufrir daños por el uso y el desgaste mecánico. Así, las
fábricas de papel pueden guardar registros de los daños que se producen en la maquinaria, reparaciones,
etc.

Defectos de impresión

Los defectos minúsculos de impresión en las máquinas de escribir, como letras irregulares, barnizados
desiguales, dactilotipos rotos, etc., pueden asociarse a un momento temporal concreto, ya que una vez
se identifica la empresa que realizó el documento impreso, se puede acceder a muestras de referencia
que permitan establecer su datado. Las máquinas de escribir contienen muchas partes desplazadas que
gradualmente se desgastan o se vuelven defectuosas con el uso continuado, lo cual provoca letras
desalineadas, deterioradas, etc. Estas anomalías obedecen a que se va acumulando suciedad por la
presencia de grasa, fibras del papel arrancadas, partículas sólidas de tinta polimerizadas, etc., que se
acumulan en el interior de las letras o provocan grietas. La posterior reparación de la máquina puede
utilizarse para establecer un datado.

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Los métodos modernos de datación de tintas y documentos

Tintas de impacto único

Máquinas de escribir que usan cintas de impacto único. Considerando que las cintas que se han usado
en una sola ocasión contienen impresiones de todos los caracteres de la máquina en un orden
cronológico, si la cinta está disponible para su inspección, puede asegurarse que la fecha de un
documento mecanografiado es contemporánea o no a las fechas de los documentos escritos que lo
preceden y lo siguen.

Sellos

Desgaste por el uso de los sellos, tanto de goma como de plástico. Los bordes en relieve del sello
pueden agrietarse, desgastarse, o bien, en determinadas letras, puede acumularse una mezcla de
suciedad de fibras de papel y tinta sólida. Estos elementos son patentes en la impresión de un sello, por
lo que pueden utilizarse para determinar su fecha mediante comparación con estándares de referencia del
mismo sello, una vez sean colocados en orden cronológico. Por otro lado, algunos estudios establecen
que los sellos pueden disminuir en tamaño con el paso del tiempo, hecho que proporciona un dato más
para hacer estimaciones en las dataciones.

Máquina fotocopiadora

Los defectos ocasionados por la máquina fotocopiadora, marcas de desecho o motas de tóner que
aparecen de forma aleatoria en zonas blancas de papel no destinadas a la impresión, se originan por la
suciedad del material ajeno o bien por defectos en el cristal, en las cubiertas de platino o en el tambor
fotosensible de la máquina fotocopiadora (Gerhart, 1992). Los rasguños del cristal o del tambor son
marcas permanentes, al menos hasta que se sustituya ese elemento mecánico, si bien otras marcas
menos permanentes como las originadas por la suciedad, los elementos extraños en el cristal, en la tapa
o en otros componentes internos, aunque resulte más difícil, también pueden usarse para el datado.
Especialmente importantes en este terreno son los documentos indubitados impresos por la misma
máquina fotocopiadora desde el servicio de mantenimiento o por los técnicos de reparación, ya que
estos contienen las fechas de impresión y son un fiel reflejo de las marcas de desecho, antes y después
de que se realizaran las reparaciones o mantenimientos en las máquinas fotocopiadoras.

Guillotina

El estudio de las marcas de guillotina se ha utilizado para establecer diagnósticos de fechados en los
documentos, ya que los documentos pueden contener marcas producidas por cutters o cuchillas de
guillotina usadas para ajustar los soportes a un tamaño concreto. Los estudios centrados en las
localizaciones a lo largo de los cuatro bordes de un papel pueden indicar dónde se encontraba una hoja
en la pila original de papeles, por lo que cualquier información de las hojas adyacentes se puede utilizar
para determinar cuándo se ha escrito un documento.

5.4. Análisis de materiales


Algunos papeles o tintas de escritura pueden contener productos añadidos por el fabricante para mejorar
la calidad o adaptarse a las normas de competencia en el mercado. Si se puede establecer que esos
compuestos se añadieron en una fecha concreta, cualquier documento en el que estuvieran presentes debe
haberse elaborado en un momento posterior.

Papeles

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Los métodos modernos de datación de tintas y documentos

Los papeles han tenido a lo largo de la historia diferentes tipos de relleno, revestimientos superficiales
o aditivos químicos añadidos durante el proceso de fabricación, unos para mejorar la calidad y otros
por razones puramente económicas y medioambientales. Son estas innovaciones y modificaciones en el
soporte papelero las que pueden usarse para determinar la fecha más temprana de fabricación.

Por ejemplo, a finales de los ochenta y principios de los noventa, muchos fabricantes de papel
dejaron de producir papeles ácidos en sustitución de papeles neutros y alcalinos (Blackledge y
Gernandt, 1993). En los procesos de fabricación alcalinos, comenzó a utilizarse el carbonato de
calcio como sustituto del dióxido de titanio, que mejoraba el brillo y la opacidad de los papeles.

Por último, están los papeles especiales sin carbón requerido, que se utilizaron por primera vez en EE.
UU. en 1954. Por otro lado, en algunos programas de EE. UU., se llegaron a emplear, en el proceso de
fabricación de estos papeles, algunos elementos de elevado peso atómico añadidos a la pasta para
marcar sus productos.

Componentes y fecha de introducción

Componente Fecha de introducción

Materias primas de fibra

Esparto. 1857-1890 (Inglaterra).

Celulosa de sulfato blanqueada. Después de 1930.

Fibras sintéticas orgánicas. 1953-1954.

Materiales de revestimiento y de tamaño

Proteína de soja. 1937.

Resina ureica de formaldehído. 1940-1941.

Almidón de dialdehído. (1947) 1959.

Rellenos y pigmentos blancos

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Sulfato de bario. 1820.

Carbonato de calcio. Aproximadamente 1925-1927.

Sulfuro de zinc. Después de 1932.

Tierra de diatomeas. Aproximadamente 1938.

Tinturas y colores

Ultramarino. 1828.

Pigmentos orgánicos sintéticos. Aproximadamente 1901.

Blanqueadores ópticos. Aproximadamente 1950.

Tabla 4. Algunos componentes del papel y su primer uso en la fabricación.


Fuente: Browning, “Análisis del papel”, en Cantú, 1995.

Cromatografía

Estudio de los componentes de las tintas mediante cromatografía de capa fina (TLC). Mediante esta
técnica instrumental, se consigue separar algunos colorantes y resinas solubles de las tintas,
representados en un cromatograma. Las diferentes propiedades fisicoquímicas de las tintas se comparan
con estándares de referencia para determinar los compuestos usados en los procesos de fabricación. La
TLC alcanzó tanta popularidad entre los expertos forenses de documentos, que incluso en los años
setenta el Laboratorio de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego ATF de EE. UU. la utilizó para detectar la
presencia de determinados marcadores que los fabricantes añadían a las formulaciones de sus tintas y,
así, poder datarlas. Los fabricantes de tintas que participaron en el programa añadían cada año a las
formulaciones de sus tintas unos marcadores que permitieran a la ATF poder datarlas. Así, sobre 1978,
aproximadamente el 40 % de las tintas en EE. UU. disponían de etiquetas para el datado detectables por
TLC.

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Bolígrafos

Los bolígrafos fabricados hasta 1950, aproximadamente, utilizaban disolventes de base oleosa como
el aceite mineral, aceite de linaza, ácido recinoleico, metil y etil ésteres de ácido recinoleico,
monoricinoleato de glicerina, ácidos grasos de coco, derivados de sorbitol y plastificantes como el
tricresilfosfato. Las tintas de bolígrafo modernas, las fabricadas después de 1950, se denominan
“tintas con base de glicol” debido al uso muy extendido del etilenglicol como disolvente para los
colorantes. Los principales disolventes usados en las tintas modernas son el etilenglicol, el 1,2-
propilenglicol, el 1,3-butilenglicol, el hexilenglicol, el octilenglicol, el dietilenglicol y trietilenglicol, el
dipropilenglicol, la glicerina, los glicoles de fenoxietileno, el alcohol bencílico, el monometiléter
etilglicol y el monometiléter dietilglicol (Brunelle, 1985).

Colorantes

Los colorantes que se utilizaban en las tintas con base oleosa eran fundamentalmente colorantes para
las tintas de colores, y nigrosina para las tintas de color negro. Los colores, que se difuminaban con
rapidez, eran principalmente el violeta de metilo, el azul victoria, el rojo rodamina, el verde victoria y
la ausamina. Algunas de estas primeras tintas también contenían carbón o grafito para aportarles
mayor permanencia.

Tintas

Las tintas modernas con base de glicol contienen colorantes de quelato metalizado y son
especialmente tratadas para que sean solubles en glicol o disolventes similares. Los colorantes más
populares son los azules basados en el compuesto de ftalocianina de cobre. Estos colorantes están
preparados mediante la sulfonación o clorosulfonación de pigmentos de ftalocianina de cobre. Los
colorantes resultantes resistían la incidencia de la luz y tenían excelentes propiedades de solubilidad.
Otros colorantes premetalizados rojos, verdes, amarillos, etc., se producen de forma similar para
crear variedad de tintas de colores. Algunos nombres comerciales de colorantes metalizados son
Azosol®, Luxol Fast® y Spirit Soluble®.

En 1999, se presentó una fórmula para tinta de bolígrafo que incluía la adición de
partículas de sílice de entre 7 y 40 nm de diámetro, dispersas por polivinilpirrolidona, con el
fin de evitar que la tinta goteara por la punta del bolígrafo. Así, la escritura era más suave y
se evitaba que la tinta se obstruyera (Brunelle, 1985).

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Los métodos modernos de datación de tintas y documentos

Acontecimiento Fecha

Tinta china/de carbono. 618-906 d. C.

Tintas ferrogálicas. Alrededor del 600 d. C.

Tintas para plumas fuente:

• Tintas de galotanato. Década de 1880.

• Blue Black. Década de 1880.

• Modern Washable. Década de 1940.

Tintas para bolígrafos:

• De base oleosa. 1939 (Europa), 1945 (EE. UU.).

• Con base de glicol. 1951.

• Borrable. 1963.

• Presurizada. 1968.

Colorante de ftalocianina de cobre. 1954.

Tintas para rotuladores. 1962 (Japón), 1965 (EE. UU.).

Tintas para roller-ball. 1968.

Tintas de gel. Mediados de los ochenta (Japón), alrededor de


1990 (EE. UU.).

Tabla 5. Fechas importantes de la composición de las tintas.


Fuente: Ezcurra et al., 2010

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Correctores

La composición de los correctores líquidos también se ha abordado en los estudios de datación de


documentos ya que, mediante la identificación de las resinas, los plastificantes, los pigmentos, los
disolventes y los aglomerantes mediante infrarrojo con transformada de Fourier, se puede establecer un
datado si existe la posibilidad de acceder a las composiciones químicas usadas por el fabricante

5.5. Envejecimiento de determinados componentes


El estudio de las curvas de envejecimiento de varios compuestos utilizados en la fabricación de tintas y
papeles permite obtener información muy valiosa para establecer la fecha de creación del documento.

Así, por ejemplo, se sabe que las concentraciones de los disolventes en las tintas son muy altas
cuando han pasado pocas horas desde su deposición sobre el papel; sin embargo, cuando el
documento tiene más de 20 años, estos compuestos se encuentran en concentraciones muy bajas
(Díaz-Santana, Conde-Hardisson y Vega-Moreno, 2018).

La monitorización temporal de las tintas en las superficies porosas de los papeles permite describir
curvas de envejecimiento.

En este sentido, se puede observar que las tintas pierden color y brillo con el paso del tiempo. Por otro
lado, se han observado importantes cambios en las composiciones químicas de las tintas tras su
deposición en el papel. Los parámetros preferentemente estudiados en las tintas han sido la solubilidad,
la volatilidad y los cambios en el color.

Las principales técnicas instrumentales seleccionadas por los investigadores para estos estudios han
sido la cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas (GC-MS) y la cromatografía de
líquidos de alta presión con detector de diodos de array (HPLC-DAD). Estas técnicas son capaces de
determinar las concentraciones de compuestos orgánicos volátiles y colorantes presentes en las tintas. El
estudio de estos compuestos en función del tiempo permite establecer la fecha de elaboración del
documento dentro de los 12 primeros meses de la deposición de la tinta en el papel (Bügler y Dallmayer,
2005).

Las propiedades del tóner también pueden abordarse desde este enfoque, ya que la mayor parte de los
tóneres consisten en una mezcla de pigmento (negro de humo), un aglomerante destinado a fijar el
pigmento al papel (resina orgánica como el poliestireno) y otros aditivos que el fabricante puede cambiar
con el paso del tiempo.

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Los métodos modernos de datación de tintas y documentos

5.6. Análisis de firmas y textos manuscritos


Para este enfoque es relevante:

Fechado relativo

Determinar los órdenes de asentamiento de las firmas y los textos manuscritos, el “fechado relativo”,
para saber en qué orden secuencial se han depositado los factores gráficos en el documento. El estudio
de los entrecruzamientos se ha utilizado para realizar fechados relativos, determinando en aquellos trazos
que se entrecruzan cuál ha sido el orden de asentamiento.

Por último, en cuanto al fechado relativo, están los estudios de las marcas gráficas indentadas,
ya que cuando se escribe sobre otro documento se trasladan las marcas de presión de ese
soporte escrito al resto de los soportes apilados subyacentes, y es posible colocar el
documento dentro de un intervalo de tiempo cuando las marcas de presión aparecen sobre
documentos fechados, por ejemplo, una hoja de periódico, el escrito de una demanda judicial,
un libro de contabilidad, etc

Cambios en la escritura

Los expertos forenses de documentos han utilizado con fines de datado los cambios que aparecen en
las firmas y los textos manuscritos de las personas con el paso del tiempo. Aunque la escritura de las
personas no suele cambiar de manera sustancial en la edad adulta, se ha comprobado que sí puede
experimentar cambios significativos a lo largo de amplios periodos de tiempo. Además, se ha
comprobado que determinadas afectaciones de tipo orgánico, neurológico, funcional o psicológico
pueden alterar las firmas y los textos manuscritos. Cuando los especímenes indubitados se ordenan
cronológicamente, en ocasiones, estos proporcionan un medio válido para determinar cuándo se
produjo una firma o un texto manuscrito.

Por tanto, la actual resolución de los casos forenses se debe abordar mediante una metodología
integral para el estudio cronológico del documento. En esta metodología integral es necesario
implementar las técnicas convencionales para determinar anacronismos respecto a los
elementos de contenido, clasificar las tecnologías utilizadas para la confección del documento y
usar métodos optimizados para el estudio en el papel del tipo de fibras, las cargas añadidas, los
compuestos principales, la proporción de sustancia cristalina, la degradación de la celulosa, etc.
También se deben estudiar los procesos industriales de fabricación, así como analizar las tintas
mediante instrumentos analíticos para obtener perfiles cualitativos y cuantitativos de los
disolventes, los colorantes, las resinas y los lubricantes contenidos en ellas.

VI. Conclusiones
La aplicación forense de este tipo de métodos en el ámbito de la justicia, con independencia de que no
son vinculantes para las resoluciones judiciales, pueden conllevar la adopción de medidas que limitan
derechos fundamentales, por ejemplo, penas de prisión, la pérdida de una herencia, el embargo de una
propiedad, el pago de una importante cantidad de dinero, etc.

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Los métodos modernos de datación de tintas y documentos

En la actualidad, los métodos que existen para determinar la fecha de un documento son muy variados.
Considerando la doctrina actual, la mejor manera de abordar un problema de datado en un documento es
mediante una perspectiva integral, ahondando en cualesquiera de las áreas del documento que despierten
sospechas de una posible alteración cronológica.

Declaración de experto

La admisibilidad de las técnicas de datación convencionales como medio de prueba en el proceso se


debe a que la doctrina considera que la declaración de un perito ante un tribunal no implica la certeza
absoluta o un grado de perfección insuperable de sus afirmaciones. Está universalmente aceptado que
las declaraciones de un experto pueden estar basadas en una opinión sobre algo que podría acontecer.
La capacidad de un experto para ofrecer testimonio ante un tribunal sobre un asunto técnico, como
puede ser la determinación de la antigüedad de un documento, siempre se encuentra sometida a la
discreción de los propios tribunales.

Confianza científica

La razón por la que las técnicas de datación de tintas no se aplican de manera generalizada en el
colectivo de expertos forenses de documentos es que estos consideran, erróneamente, que carecen del
obligado grado de confianza científica y terminan destruyendo el documento. No obstante, las técnicas
convencionales de datación de documentos, así como los estudios químicos de los papeles y de las
tintas, son métodos tradicionalmente integrados desde 1970 en laboratorios policiales de países como
EE. UU. y Alemania, y algunos métodos de datación de tintas están avalados por normas ISO. Además,
otras técnicas de datación de papeles y tintas también se encuentran optimizadas y avaladas por
publicaciones en revistas científicas de gran prestigio internacional.

Ahora bien, según indica el avance de las investigaciones, es muy complicado que los métodos actuales
de datación de documentos puedan aspirar a realizar dataciones absolutas. Por esta razón, estos métodos
deben limitarse a la búsqueda de anacronismos combinando la aplicación de los enfoques estáticos y
dinámicos (absolutos y relativos) para el estudio de los papeles y las tintas.

Por último, considerando el éxito de los resultados preliminares de las investigaciones, la alta
demanda de casos forenses, la admisibilidad de las técnicas de datación de documentos en los
tribunales y la disponibilidad de amplias colecciones de muestras reales de tintas, se hace
necesario continuar aplicando este tipo de metodologías.

VII. Resumen
La determinación aproximada de la fecha en la que se ha realizado un documento es una información
muy valiosa en los procesos judiciales y es cada vez más demandada por los Tribunales de Justicia. En
este sentido, la datación de un documento permite detectar alteraciones o falsificaciones mediante la
búsqueda de anacronismos existentes con la fecha en él consignada (Cantú 1996; Ezcurra et al. 2010).

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Los métodos modernos de datación de tintas y documentos

Datación

Los diferentes métodos de datación siguen prestando una especial atención a las curvas de
envejecimiento de las tintas, metodologías que se basan en el estudio experimental de la
evolución de la concentración relativa de sus componentes (Díaz-Santana, Vega-Moreno y
Conde-Hardisson, 2017; Ortiz-Herrero et al. 2018; San Román et al. 2015; Koenig, Magnolon
y Weyermann, 2015).
En la actualidad, existen dos enfoques principales para datar las tintas depositadas en
documentos manuscritos: el enfoque estático, en el que se determina la composición
cualitativa del documento buscándose las fechas en las que fueron introducidos dichos
compuestos en el mercado; y los enfoques dinámicos, en los que se estudia la evolución de
los compuestos de las tintas en función del tiempo, o bien su variación después de haber sido
sometidos a diferentes procesos de envejecimiento artificial (Aginsky, 1996).
La mayor parte de los estudios de datación se han basado en enfoques dinámicos,
monitorizando el secado de los disolventes (Bügler, J.H., Buchner y Dallmayer, 2008) y la
degradación de los colorantes a lo largo del tiempo (Confortin et al. 2010).

Tintas

Las tintas de escritura se dividen en tres grandes grupos: tintas viscosas de bolígrafos; tintas
fluidas de roller-ball o rotuladores, y, por último, las denominadas tintas gel, siendo las tintas
de los bolígrafos las más usadas y las más estudiadas en las metodologías de datación
utilizando enfoques dinámicos.
Todas las tintas se caracterizan por tener una fracción de colorantes (frecuentemente mezclas
de tintes y pigmentos), disueltas en un vehículo portador de carácter volátil (mezcla de
disolventes). Además, presentan en su composición resinas y otros aditivos que confieren a la
mezcla las propiedades idóneas para una adecuada escritura y secado (Ezcurra et al. 2010).
Cuando la tinta se deposita en un papel, los principales cambios que se producen son la
polimerización y el endurecimiento de las resinas, la volatilización de los disolventes y la
degradación de los colorantes (Weyermann, Kirsch y Spengler, 2007).

Procesos y metodologías

La complejidad de los procesos de envejecimiento –una vez depositada la tinta en el papel–,


hace difícil la interpretación de los resultados experimentales para un tipo de tinta en
particular, y más aún, extrapolarlos al resto de las tintas (Starrs, 1994). Además, estas
cinéticas de envejecimiento se encuentran influenciadas no solo por su composición inicial y
por las condiciones ambientales de almacenamiento, sino también por la exposición a la luz,
humedad, temperatura y otros factores como las manchas de grasa, los cosméticos, colonias,
etc. (Cantú, 1995).
Las metodologías analíticas actuales para la datación de tintas tienen muchas limitaciones
(Diaz-Santana, Conde-Hardisson, and Vega-Moreno, 2018).

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Las diferentes policías internacionales, tales como los servicios secretos de EE. UU., la
policía transfronteriza de Canadá, o bien, la policía alemana, vienen aplicando desde 1970, y
en el ámbito forense, este tipo de metodologías de datación de tintas en los documentos. Así,
la Oficina Central de Investigación Criminal del estado de Bavaria (BKA), en Alemania, ya
dispone de una metodología acreditada desde 2009 mediante una norma ISO 17025.
La investigación financiada en el año 2011, con el título “Dating of questioned documents by
resins and binders in ballpoint ink entries”, dirigida por la BKA (Wiesbaden, Alemania),
pretendió desarrollar una metodología basada en la monitorización en el tiempo de las resinas
y los aglutinantes en las formulaciones de las tintas, al objeto de alargar el rango de tiempo en
el que datar las tintas.
Las metodologías actualmente publicadas para la datación de las tintas en los documentos
permiten hacerlo en los primeros meses de antigüedad, o en los primeros cinco años cuando
se conoce la marca de la tinta y coincide con la que se dispone monitorizada en una librería de
referencia.
Las técnicas utilizadas para falsificar un documento son varias, desde procedimientos
relativamente simples, como sobrescribir la fecha consignada en el documento, hasta tareas
mucho más complejas como falsificar un documento completo. Las diferentes metodologías
para datar un documento deben abordar varios enfoques que superen las barreras y las
limitaciones cuando se aplican de forma aislada. De esta manera, aumentan las garantías
científicas de las conclusiones obtenidas (Purdy, 2010).

VIII. Caso práctico

Se pide

Realiza un análisis descriptivo completo del siguiente acuerdo para determinar su fecha de
elaboración.

Solución

Se trata de un acuerdo de la Comisión Permanente del Ayuntamiento de las Palmas de Gran Canaria
(España) realizado sobre un papel de pasta mecánica, impresión tipográfica, máquina de escribir de
impulso manual y una firma elaborada con pluma fuente. No se evidencian alteraciones en la fecha.

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Recursos

Bibliografía
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Glosario.

Antioxidante: molécula capaz de retardar o prevenir la oxidación de otras moléculas.

Biocida: sustancia o mezcla que está compuesta por una o más sustancias activas (incluidos
los microorganismos) cuyo objetivo es destruir, contrarrestar, neutralizar, impedir la acción o
ejercer un control de otro tipo sobre cualquier organismo nocivo por cualquier medio que no sea
una mera acción física o mecánica.

Catalizador: compuesto que aumenta las velocidades de las reacciones químicas.

Colorante: compuesto orgánico que, al aplicarlo a un sustrato, generalmente una fibra textil,
cuero, papel, plástico, alimento, etc., le confiere un color más o menos permanente.

Condensación: cambio de estado de la materia que se encuentra en forma gaseosa y pasa a


forma líquida.

Datación: determinar la data de un documento, obra de arte o suceso.

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Los métodos modernos de datación de tintas y documentos

Degradación: reducir o desgastar las cualidades o propiedades mecánicas, ópticas o


químicas inherentes de algo.

Disolvente: sustancia o líquido capaz de disolver un cuerpo u otra sustancia.

Envejecer: hacer viejo a alguien o algo.

Fusión: proceso físico que resulta en el cambio de fase de una sustancia del estado sólido al
estado líquido.

Lubricante: sustancia que se interpone entre dos superficies (una de las cuales o ambas se
encuentran en movimiento), a fin de disminuir la fricción y el desgaste.

Pigmento: colorante insoluble en disolventes orgánicos.

Polimerización: reacción en la que dos o más moléculas se combinan para formar otra en la
que se repiten sus unidades estructurales.

Precipitación: las precipitaciones sólidas son generadas por los cambios de los estados del
agua en estado gaseoso que pasa a líquido y luego rápidamente a estado sólido cuyo proceso es
llamado solidificación.

Resina: sustancia pastosa o sólida de alto peso molecular que se obtiene habitualmente de
manera natural a partir de una secreción orgánica de ciertas plantas.

Sublimación: proceso que consiste en el cambio de estado de sólido a estado gaseoso sin
pasar por el estado líquido. Al proceso inverso, al paso directo del estado gaseoso al estado
sólido, se le denomina sublimación inversa.

Tinte: colorante soluble en disolventes orgánicos.

Tungsteno: elemento químico de número atómico 74, masa atómica 183,85 y símbolo W
(antiguamente Tg). Es un metal sólido de color blanco plateado, dúctil y difícil de fundir, que en
la naturaleza aparece combinado con otros metales en sus menas. Se usa especialmente para
fabricar las esferas rotativas de los bolígrafos.

Volatilidad: cualidad por la que una sustancia pasa al estado de vapor.

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Repaso final de módulo © IMF Smart Education
Índice
Repaso final de módulo 3
Caso práctico de repaso 5
Enunciado 5
Se pide 6
Solución 7

2/8
Repaso final de módulo

Repaso final de módulo


En este módulo se han estudiado los principales métodos, instrumentos y procedimientos para la
aplicación de la documentología como técnica de identificación en el ámbito de la criminalística, cuya
importancia radica en la amplia demanda de este tipo de informes por parte de los juzgados y tribunales de
justicia debido a la alta incidencia estadística de los delitos de falsedad.

La documentología es una técnica de identificación implementada en la rama de la criminalística


cuyo objetivo es determinar la autenticidad o falsedad de un documento mediante la aplicación de
procedimientos estandarizados e instrumentales idóneos.

Como toda rama del conocimiento, la documentología tiene sus propias limitaciones y nunca
puede hablarse en términos de certeza absoluta; hay juristas que han sustituido el término de certeza
absoluta por el término de certeza relativa. En términos científicos, esta disciplina no puede aspirar a
emitir diagnósticos carentes de los inevitables márgenes de error ni del grado de confianza que se exige a
las metodologías que quieran atribuirse el carácter de científicas.

Por otro lado, aunque el análisis de la autenticidad versus falsedad de los textos manuscritos y
firmas es una parcela de conocimiento históricamente anclada en la documentología (cuyos
antecedentes se encuentran en la grafología), el objeto de estudio actual de la documentología abarca la
integridad de los documentos, ahondando también en cualesquiera de las alteraciones que pudieran
menoscabar la voluntad inicial de los autorizantes y, por último, implementando metodologías que
permitan determinar alteraciones en la fechas.

Debido a que la escritura se encuentra en conexión directa con nuestro sistema nervioso central
y autónomo (muchos grafopsicólogos la definen como una técnica proyectiva), es posible identificar al
autor con su estudio o, si cabe, poner en evidencia un cuadro de falsedad.

Método grafoscópico

El método grafoscópico —elaborado por el profesor Antonio Vega Ramos— se impone en


Europa como el procedimiento más utilizado para el estudio de manuscritos y firmas con el fin de
determinar su autenticidad o falsedad. Usando facsímiles originales con presunción legal de
autenticidad, que sirvan como modelos de comparación, se cotejan los elementos constitutivos,
estructurales, ideas de trazado y habitualismos gráficos a fin de identificar una similar o dispar
personalidad escritural.

Limitación

La limitación del método grafoscópico, y de otros muchos utilizados en el cotejo de letras y


firmas, es que no ofrece garantía alguna en los ensayos gráficos que carezcan de espontaneidad, sean de
ejecución sencilla o, si cabe, de fácil imitación por parte de un tercero. Un grafismo sencillo, de fácil
imitación y sin rasgos inconscientes de su autor no puede servir para la identificación de una evidente
personalidad gráfica establecida.

3/8
Repaso final de módulo

Especialidad

Por ello, la documentoscopia y la pericia caligráfica, o el análisis forense de un documento (un


término mucho más idóneo e integrador), se consideran una especialidad consagrada de la
criminalística. Esta especialidad se caracteriza por pretender, mediante la aplicación de un método
científico reglado, unas normas estandarizadas y unos protocolos preestablecidos, determinar en última
instancia la autenticidad o falsedad de un documento.

Principios jurídicos

No obstante, el cambio de paradigma tecnológico (Skoog et al., 2007), acorde a las cada vez más
acuciantes normas de calidad en la aplicación de los procedimientos clínicos, científicos y forenses
(ASTM, ENAC, etc.), se caracteriza por que ha entrado con fuerza en el sector del análisis forense de
los documentos, ya que se exige cada vez más que los expertos respeten los principios jurídicos
utilizados para la valoración de la prueba judicial por parte de los tribunales de justicia: la formación del
perito, los procedimientos científicos aplicados, los instrumentos analíticos, la cantidad de
documentación indubitada, la necesidad de trabajar con los originales, el sentido de la lógica, etc.

Falsedad de documento

La falsedad de un documento abarca tres grandes áreas que, lamentablemente, han ramificado esta
disciplina científica en especialidades o parcelas separadas. Por un lado, la falsedad de firmas y textos
manuscritos de los intervinientes en el pacto firmado (englobada en términos como grafística, pericia
caligráfica, grafotécnica, grafoscopia, etc.); por otro, cualesquiera de las modificaciones en el
documento que menoscaben y alteren las voluntades iniciales de los intervinientes (englobada en el
término “documentoscopia”); y, por último, la falsedad de las fechas cuando estas afecten a sus
elementos de carácter esencial (englobada en las áreas de paleografía y diplomática, química forense,
análisis químico del documento, etc.)

Técnicas

Las técnicas utilizadas por los expertos forenses para determinar la falsedad o autenticidad de un
documento pueden clasificarse en: microscópicas, espectroscópicas y de separación química, también
conocidas (estas últimas) como cromatográficas. El avance actual de la tecnología ofrece una gama muy
amplia de instrumentos analíticos que pueden aplicarse al estudio forense de los documentos (Skoog et
al., 2007).

Análisis forense

El análisis forense de cualquier documento no puede obviar un examen integral orientado al análisis de
las firmas o los textos manuscritos, la existencia de alteraciones físicas o químicas y, por último,
indagar en la cronología de los sustratos físicos respecto a las fechas en ellos consignadas. Por otro
lado, el análisis integral de cualquier documento se implementa como una especialidad de la
criminalística que obliga a examinarlos mediante la aplicación de unos métodos científicos reglados,
unas normas estandarizadas y unos protocolos preestablecidos, procesos que permiten obtener
elementos susceptibles de verificación empírica con los que poder realizar los adecuados procesos
inferenciales de toma de decisiones asociados a la falsedad o autenticidad de los documentos.

4/8
Repaso final de módulo

Caso práctico de repaso

Enunciado
A partir de las siguientes imágenes, explica, mediante argumentos científicos, el orden en el asentamiento
de los trazos que se cruzan entre una tinta de tóner negra de impresora láser y una tinta de un bolígrafo de
color negro.

INDUBITADOS

DUBITADOS

5/8
Repaso final de módulo

Como puede extraerse de la imagen analítica que se indica en el siguiente caso práctico (espectros de
fluorescencia), los que se corresponden con puntos de medidas de 8 milímetros cuadrados en cada uno
de los rectángulos coloreados de las fotos arriba indicadas, se trata de una comparativa de siete
espectros de fluorescencia mediante la técnica de microespectrofotometría, así como dos fotografías
realizadas con el video espectral comparador en el espectro visible mediante iluminación lateral. Se dejan
señalados con rectángulos de colores las zonas medidas espectralmente.

Las fotografías se corresponden con cruce de trazos de una tinta de bolígrafo negro con tinta tóner
negra de un mecanismo doméstico de impresión. En la fotografía de la izquierda y de la derecha los
cruces indubitados se corresponden con los manuscritos superiores que cruzan con los textos
mecánicos (señalados con fechas amarillas), correspondiendo los cruzamientos dubitados a los
trazados horizontales con los textos mecánicos (señalados con rectángulos anarajados), de los
que desconocemos si han sido realizados antes o después de la tinta de tóner. Respecto a los
cruces superiores, los que se corresponden con la fotografía de la izquierda se realizaron después que la
tinta de tóner, y, por otro lado, los que se corresponden con la fotografía de la derecha se realizaron
antes de asentarse la tinta de tóner.

Es por ello que, para resolver el orden de asentamiento de los dos cruzamientos dubitados se realizan
siete espectros de fluorescencia que se identifican por los colores asignados en la leyenda de la primera
figura y en los recuadros de las dos fotografías, los que se corresponden con los siguientes: recuadros
y espectros rojos se corresponden con bolígrafo negro sobre el tóner; recuadro y espectro violeta se
corresponde con la tinta negra del bolígrafo; recuadros y espectros amarillos se corresponden con la
tinta negra del bolígrafo debajo del tóner; el espectro oscuro y los dos recuadros blancos con tóner.

Se pide
Se trata de determinar si los trazos dubitados se encuentran por encima o por debajo de la tinta
de tóner, por lo que se adjunta esta nueva medida de fluorescencia mediante microespectrofotometría que
se corresponde con la zona de los cruzamientos dubitados.

6/8
Repaso final de módulo

Solución
Los trazos de las tintas del bolígrafo se encuentran por debajo de la tinta de la impresora tóner. Para
resolver este ejercicio se debe explicar el desigual comportamiento del tóner y de la tinta de un bolígrafo en
su interacción con el papel. Sin entrar en profundidad, las partículas de tóner se corresponden con resinas
sintéticas finamente molidas que no son absorbidas por las fibras de los papeles, lo contrario a lo que
ocurre con las tintas a base de glicoles de los bolígrafos, las que son absorbidas por las fibras de los
papeles. Este desigual comportamiento es el que permite discernir el orden de asentamiento acudiendo a
técnicas que permitan medir las propiedades ópticas de las tintas.

En las dos fotografías del video espectral comparador pueden observarse los puntos de medición de las
tintas, en el que sobre decir, debido a tratarse de tintas negras es imposible conocer el orden de
asentamiento de las mismas mediante el auxilio de técnicas de microscopia en el rango de lo visible.

7/8
Repaso final de módulo

Aprovechando la desigual fluorescencia de ambas tintas, en el que el tóner no tiene fluorescencia y la


tinta de bolígrafo tiene fluorescencia, hallando significativas diferencias en los máximos de fluorescencia y
en las anchuras de picos, así como el dato de que la tinta de bolígrafo se caracteriza porque se absorbe
por el papel y el tóner queda depositado en la superficie con una altura de micras, es lo que provoca que,
cuando se miden los cruzamientos dubitados los espectros guardan mayores similitudes con los espectros
del tóner o cuando el tóner se encuentra sobre la tinta del bolígrafo, ya que debido a que la tinta del
bolígrafo se absorbe por las fibras de los papeles y el tóner simplemente queda depositado en la superficie,
la tinta del tóner oculta totalmente la tinta del bolígrafo, por lo que es imposible puede medirse
fluorescencia. En cambio, cuando la tinta del bolígrafo pasa por encima del tóner, siempre queda
depositada un poco de descarga de tinta del bolígrafo que es lo suficientemente significativa como para
evidenciar fluorescencia a la microespectrofotometría

Lo importante de este supuesto es que antes de recurrir a las técnicas que miden las propiedades ópticas
de las tintas para resolver los entrecruzamientos, deben evaluarse los trazos que de forma independiente se
cruzan, y en el caso de que tengan similares propiedades ópticas, o bien, que el comportamiento con el
papel sea similar, este tipo de técnica no puede usarse con fines forenses.

8/8

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