Está en la página 1de 2

Devocional de hoy

Miercoles 14 de abril de 2021

Cada uno con su piedra


Y les dijo Josué: Pasad delante del arca de Jehová vuestro Dios a la mitad del Jordán, y
cada uno de vosotros tome una piedra sobre su hombro, conforme al número de las
tribus de los hijos de Israel, para que esto sea señal entre vosotros; y cuando vuestros
hijos preguntaren a sus padres mañana, diciendo: ¿Qué significan estas piedras?
les responderéis: Que las aguas del Jordán fueron divididas delante del arca del pacto de
Jehová; cuando ella pasó el Jordán, las aguas del Jordán se dividieron; y estas piedras
servirán de monumento conmemorativo a los hijos de Israel para siempre. Josué 4:5-7

El río Jordán estaba desbordado por todas sus orillas. Era imposible
cruzarlo en ese momento. Muchas preguntas deben haber surgido en el
interior de los israelitas. La incertidumbre de saber cómo lo cruzarían
cargaba el alma de ellos.
Dios les dio órdenes claras. Una de ellas fue que cuando estén en el
medio, en el fondo del lecho, en lo más profundo, tomen una piedra para
llevarla hasta el otro lado. Ese sería el testimonio del milagroso obrar de
Dios que les mostrarían a sus hijos.
Muchas veces aparecen frente a nosotros situaciones que están
desbordadas. Situaciones que nos parecen imposibles de resolver o
superar. Momentos donde la incertidumbre aprieta el alma porque no
sabemos cómo vamos a salir o cómo vamos a superarla.
Parece que Dios ha dado la orden de avanzar. No tenemos que
estancarnos ante el problema. Mucho menos retroceder o huir. Dios no
quiere que nos detengamos en lo que ven nuestros ojos. Lo que vemos, de
verdad, es imposible para nosotros. Pero, por la fe, sabemos que no hay
nada imposible para Dios. Nuestros ojos ven algo imposible. Dios ve una
oportunidad de testimonio para nosotros.

Cada uno de los doce príncipes tomó una piedra sobre su hombro para
testimonio. Ante lo imposible que estés enfrentando, no te detengas,
avanza en fe. Dios lo partirá a la mitad. Avanza y cuando llegue el
momento, en lo más profundo de la situación, en lo más hondo de tu lucha
toma tu testimonio para hacerle saber a los demás que estuviste ahí. Que
con Dios lo cruzaste. Que con Él lo pudiste superar. Él te hizo pasar en
seco. Él partió tu imposible a la mitad. Él te permitió llegar al otro lado.
No importa cuál es el imposible. Lo importante es que marchemos hacia
adelante y tomemos de esa imposibilidad una enseñanza, un testimonio
para los tiempos que vienen.
Para orar
Dios eterno, gracias por estar siempre a mi lado, fortaleciendome en las
situaciones difíciles, que mi testimono hable de tu gloria, que para ti no
hay nada imposible, en el nombre de Jesús, amen.

También podría gustarte