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CISTERNAS ROTAS

Hoy me gustaría hablarles de un tema en el que Dios me ha confrontado, creo que todos
pasamos por problemas o procesos que de repente nos hace cuestionarnos o decirnos a
nosotros mismos ¿Cómo es que llegue a esto? ¿Cómo es que este problema se escapó de mis
manos? O ¿Por qué esta situación parece ser mucho más fuerte de lo puedo soportar?

“No sé en qué momento llegue a tomar tantas malas decisiones”

Pero cuando tocamos fondo, para poder avanzar necesitamos hacernos responsables de
nuestros pecados porque no tocamos fondo solo por el azar

Jeremías fue un profeta que Dios llamó para predicar al pueblo de Juda, porque todo el pueblo
desde los reyes hasta los sacerdotes habían tocado fondo también y el llamado de Jeremías fue
muy difícil porque su labor era confrontar, era enviar un mensaje de vuelvan a Dios porque cada
vez están tomando más malas decisiones

Y uno de los mensajes más importantes de Jeremías fue el que Dios le dio para que lo anunciara
delante de todas las familias del pueblo y es lo que vamos a estudiar hoy

Jeremías 2 dice:

«Ve y anuncia a gritos este mensaje a Jerusalén. Esto dice el Señor:

» “Recuerdo qué ansiosa estabas por complacerme cuando eras una joven recién casada, cómo
me amabas y me seguías aun a través de lugares desolados. 3) En esos días Israel estaba
consagrado al Señor; era el primero de sus hijos. (Más adelante dice: ) 4 ¡Escuchen la palabra
del Señor, pueblo de Jacob, todas las familias de Israel! 5) Esto dice el Señor: «¿Qué mal
encontraron en mí sus antepasados que los llevó a alejarse tanto de mi lado? Rindieron culto a
ídolos inútiles y ellos mismos se volvieron inútiles. Más adelante dice: Cuando los traje a una
tierra fértil para que disfrutaran de sus bienes y de su abundancia, contaminaron mi tierra y
corrompieron la posesión que les había prometido. 8) los sacerdotes no preguntaron ¿Dónde
está el Señor? Aquellos que enseñaron mi palabra me ignoraron, los gobernantes se volvieron
en mi contra, y los profetas hablaron en nombre de Baal, perdiendo su tiempo con ídolos
inútiles.

Hasta este punto hay frases en el mensaje que Dios le da a Jeremías que me gustaría resaltar,
Dios le dice al pueblo “tú me amabas, me seguías, te alejaste de repente de mi lado y poco a
poco terminaste a kilómetros de mí, caíste en idolatría y en lugar de ponerla a producir, la
corrompiste, me ignoraste por completo y llegaste a ponerte en contra mía.

Después de este preámbulo, nada alentador, muy del corazón de Dios, donde Dios se muestra
conmovido por lo que ha hecho el pueblo de Dios, pero a la vez muy confrontador, de repente
llega al punto crucial en el versículo 13 y es donde vamos a entender porque todo este pueblo
toco fondo:

Jeremías 2:13

Pues mi pueblo ha cometido dos maldades: me ha abandonado a mí —la fuente de agua viva—
y ha cavado para sí cisternas rotas ¡que jamás pueden retener el agua!
Aquí quiero que resaltemos la frase “Ha cavado para si” y a veces para entender completamente
lo que la biblia nos quiere enseñar necesitamos conocer el contexto; resulta que en ese entonces
en Palestina la tierra era desértica, no llovía con frecuencia y los habitantes debían aprovechar
las épocas de pocas lluvias para almacenarlas por eso cavaban cisternas para almacenarlas y en
momentos de necesidad poder ir y sacar agua de allí.

De modo que cuando Dios está hablando a través de Jeremías, está usando algo muy cotidiano,
estaba bajándose a su lugar como para decir “A ver cómo les explico para que me entiendan”.

Lo que Dios le dijo hace muchos años al pueblo de Israel, hoy nos lo quiere decir a nosotros, Dios
está diciendo:

En tu área de desierto en el rol donde estas pasando por una sequedad “OJO” porque es en el
desierto (NO EN TIEMPOS DE ABUNDANCIA) donde más veces vas a ser tentado o tentada para
cavar cisternas porque necesitas calmar tu sed y vas a querer hacerlo en tus fuerzas, vas a querer
cavar cisternas.

Cuando estamos en el desierto de la prueba, ya sea en mi área física, en mi área económica, ya


sea en mis emociones, problemas en casa, en el matrimonio, la soledad de la soltería, la
dificultad en la crianza, (Aquí, quiero que piensen en el área en la que ahora están pasando por
un tiempo de dificultad) Allí en ese desierto hay sed, hay agotamiento, nos sentimos cansados,
nos volvemos más vulnerables, hay una sensación de vacío. Y si no vemos señales de lluvia, ni
sombra de que viene el milagro o que viene la respuesta, pues vamos a empezar a buscar
solucionarlo porque queremos subsistir y entonces el problema es que buscamos saciar esa sed
en lugares donde, aunque temporalmente pareciera que funciona al final del día, no pasa nada.

Es increíble porque cuando los habitantes de Juda iban a las cisternas, en cierto momento se
encontraban con que solo había un hueco inservible sin agua y se habían dado cuenta que, en
la excavación, el recubrimiento que habían usado había quedado mal entonces se agrietaba y el
agua se filtraba y entonces pasaban temporadas donde quisieran o no, aunque estaba el hueco
no había agua. (Cisternas rotas que jamás podían retener el agua.

Ahora *¿El problema es la cisterna como tal? ¿El problema es la falta de agua? No
necesariamente. Hoy vamos a ir al fondo del problema.

Antes de pensar en la cisterna y en nuestra sed, debemos preguntarnos en qué momento yo


inicie este proceso de excavación, ¿Qué me motivo a excavar y construir esta cisterna? ¿Cuánto
tiempo me ha costado? ¿Cuánto dinero? ¿Cuánto esfuerzo emocional? ¿Cuánto le invertí a
excavar esta cisterna? Y el deseo de Dios es que podamos salir de esas cisternas, pero Dios nos
quiere llevar más allá y quiere que aprendamos del error, que nos demos cuenta cuantos pasos
dimos para llegar allá para que no volvamos a tocar fondo y decir “no sé en qué momento toque
fondo”.

Necesitamos hacer un alto y hacernos responsables de nuestro pecado y decir en qué momento
llegue acá, para que aprender del error nos permita no volverlo a cometer, entonces les
pregunto: ¿Cómo se llama tu desierto?

Necesidad de sentirte, especial, amado(a), necesitas la aprobación de alguien, necesitas


compañía, hay soledad en ti, quieres ser feliz, ¿Cómo se llama tu desierto?
Y lo segundo que quiero preguntarte es ¿En qué instante sacaste a Dios de este desierto? ¿En
qué momento empezaste a sacar a Dios de la ecuación? ¿En qué momento empezaste a sacar a
Dios para construir tu propia cisterna?

Las cisternas no solo ocupan el lugar de Dios, las cisternas llenan un faltante emocional en
nuestras vidas, lo malo es que siempre que vayamos detrás de las cisternas, caeremos en
problemas, siempre.

En Juan capitulo 4 vemos la historia de una mujer que toco fondo, no una vez, sino muchas veces
y Jesús tiene un encuentro con ella increíble, Jesús está en un pozo a lado de una cisterna y ella
va por agua y empieza una conversación maravillosa, pero esta mujer tiene una tremenda aridez
en su alma, esta seca por dentro, su autoestima, su dignidad, el concepto de quien es ella está
quebrado, su vida es un desierto. ¿Y en medio de las cosas que hablan Jesús le dice “¿Oye sabias
que tu sed, no solo es física?” (Te has puesto a pensar en eso, que tal vez tu problema para que
hayas tocado fondo es otro) Esos 5 maridos que has tenido no te han calmado la sed y el hombre
con el que estas que ni siquiera es tu marido, tampoco te va a llenar, ¿quisieras beber de un
agua que nunca más te vuelve a dar sed? ¿Te gustaría no tener que venir a un pozo a saciar tu
sed, sino estar en medio de un manantial?

Juan 4:10

Si tan solo supieras el regalo que Dios tiene para ti y con quién estás hablando, tú me pedirías a
mí, y yo te daría agua viva. (Más adelante dice) Cualquiera que beba de esta agua pronto volverá
a tener sed, 14 pero todos los que beban del agua que yo doy no tendrán sed jamás. Esa agua
se convierte en un manantial que brota con frescura dentro de ellos y les da vida eterna.

Aquí Jesús le está diciendo a la mujer, tu no necesitas una cisterna o un pozo, tu necesitas una
FUENTE, y la definición de fuente es la siguiente: Una fuente es un manantial de agua que brota
de la tierra o de entre las rocas, lo que caracteriza a una fuente es que su agua siempre está
limpia, porque al estar en completo movimiento, nunca esta quieta y por lo tanto no se estanca.
Por eso Jesús le habla en esos términos, Él es el agua.

Hoy vamos a hablar de 5 cisternas que no podemos seguir cavando, 5 maridos con los que
estamos intentando ser felices como la mujer samaritana y que al final del día solo están
generando 3 cosas:

-Estar más lejos de Dios

-Tocar cada vez más fondo

-Dejarnos con más sed

1) Cisterna: Quiero sentirme amado


Soñamos con el matrimonio, pensamos que tener un matrimonio nos va a hacer felices, que nos
va a hacer sentir especiales, que habrá detalles, tenemos en mente las imágenes de las películas
de Hollywood, pero de repente se llega a la realidad y aunque efectivamente es una bendición
nos damos cuenta que la expectativa tiene que ser procesada y que el amor va más allá de ese
sueño, entonces nos damos cuenta que no podemos presentarle todas esas expectativas a otro
ser humano que por más que sea el más santo de los santos, es de carne y hueso y le ponemos
la responsabilidad de que nos llene, pero eso es imposible, así sea el más ungido de Dios, es tan
humano como tú!
Pero como está el “QUIERO SER AMADO” pensamos que es en un noviazgo o en un matrimonio
que eso se va a resolver y sacamos a Dios del matrimonio, de alguna manera, así oremos todos
los días a veces excluimos era área de la oración.

Pero de repente conoces a alguien, alguien que te saluda, alguien que te dice todo lo que anhelas
escuchar, que tiene quizá algún detalle contigo, te pregunta ¿Cómo estás? Y quizá tu esposo
tiene meses sin preguntarte como estas, y de repente esa cisterna que aparentemente te está
llenando, también te está llevando al adulterio. No porque haya amor, sino porque hay una
dependencia emocional, es una cisterna que estas usando para calmar la sed, pero al final del
día es una cisterna rota.

Esta necesidad de amor también está llevando a los jóvenes a dudar de su heterosexualidad, los
conflictos nos resueltos de su infancia, los abusos que nunca hablaron o que ni siquiera
recordaban y que no tuvieron la oportunidad de trabajar en su momento, traumas en la niñes,
dificultades en la relación con sus padres, generan huecos y entonces aparece ese mejor amigo
o amiga que esta siempre y se acompañan y comienza a llenar ese vacío. De repente un día pasa
algo y satanás susurra y dice “¿Y si esto que sientes es porque eres diferente? ¿Y si esto que está
llegando a tu mente es porque deberías probar a ver qué pasa?

Ojo con los límites que pones en tus amistades, ojo con hacer de una amistad con una mujer o
un hombre, una cisterna que al final del día te va a dejar no solo con un vacío, sino con
confusiones, con culpa y vergüenza.

Debemos tener cuidado de convertir una amistad o cualquier relación en una cisterna que llene
el vacío de querer sentirnos amados

2) Cisterna: Quiero sentirme importante


Esta cisterna la construimos cuando hacemos de nuestros logros, del diploma, de nuestro
curriculum, de “Yo estudie en x o y”, me compre esto o me compre el otro. Es decir, tenemos
algo que nos hace sentir importantes y empezamos a compararnos a decir “esto me da un
estatus, no cualquiera ha llegado hasta acá”.

Y claro, está bien, eres alguien que lo ha logrado con mucho esfuerzo, pero ojo porque tal vez,
estas construyendo una cisterna rota y un día a pesar de ese trabajo exitoso que tienes o de ese
negocio que va de maravilla de repente viene una pandemia en el 2020 y te despiden, o te
cambian las condiciones laborales (muchas empresas redujeron el salario a sus trabajadores
durante la pandemia) o tu negocio tuvo que cerrar y no fue algo de unos pocos meses. Algunos
logran reinventarse y hacer lo posible por salir adelante.

Pero otros se quedan en el duelo y es en un duelo de orgullo, porque han hecho de ese éxito y
de esa estabilidad, una cisterna rota y crees que solo volviendo a reconstruir eso te vas a llenar,
porque eso es lo que has construido y te hace pensar que eres importante.

3) Cisterna: Quiero reconocimiento


Un ejemplo claro son las redes sociales, que tanto un “me gusta” o un comentario de adulación
llena mi autoestima, ¿Cómo se mide el éxito ahora? Por el número de seguidores (Hablar un
poco de cómo funcionan las marcas y los influencers) o ¿Cómo medimos el liderazgo y el favor
de Dios sobre algo? ¿Por el número de vistas? Todos nacemos con una necesidad de
reconocimiento, necesitamos sentir que somos únicos.
Piensen en la escuela, cuando una profesora hacia una pregunta y si sabíamos la respuesta no
era suficiente con saber la respuesta, alzábamos la mano desesperadamente y si la maestra
afirmaba nuestra respuesta sentíamos esa satisfacción del reconocimiento; es natural que
necesitemos el reconocimiento.

Pero el problema es que cuando nos hizo falta ese reconocimiento, cuando en momentos
críticos necesitamos escuchar palabras de un tercero, de repente empezamos a refugiarnos por
ejemplo en las redes sociales, esto se ha vuelto tan real y tan importante en la sociedad que hay
jóvenes que se quitan la vida por el rechazo en redes sociales o jóvenes que están en depresión
porque no tienen el número de seguidores que les gustaría tener.

Con esto no quiero decir que entonces las redes sociales son malas, sino que debemos tener
nuevamente un límite sano, hay quienes viven incluso de eso, pero ¿en dónde está el límite? En
saber que tanto estas usando las redes sociales como esa cisterna que llena el vacío de
reconocimiento

También otra forma de saber si el vacío de reconocimiento ocupa un lugar en nuestro corazón
es si de alguna manera escondes tu fe en Cristo. Puedes notarlo si en medio de las charlas con
amigos o con compañeros de trabajo, evitas hablar de Dios porque sabes que, si lo mencionas
te van a rechazar o dejaran de invitarte a esas convivencias, o que quizá pierdas esa promoción
de puesto que tanto estas esperando de tu jefe.

Lo que quiero que sepas es que Dios siempre, siempre respalda las acciones o decisiones que
tomamos para honrarle a él (hablar del corredor que decidió no participar en la carrera porque
se celebraba en domingo)

4) Cisterna: Quiero alcanzar mis sueños


Esta es muy rápida que se puede resumir en que tus sueños no pueden ser mayores que el dador
de sueños, predicamos y creemos en un Dios que nos da sueño y que nos ayuda a conquistarlos,
pero ¡OJO! Con pensar que el check de sueños es lo que te llena. (Cuando me case, cuando sea
mamá, cuando me compre una casa, cuando viaje a tal lado, cuando tenga mi propia empresa)
En algún punto de tu vida quizá puedas palomear todos los sueños que tenías, pero puedes tener
todo eso y aun no sentirte feliz o completo. Porque ser feliz no se trata de hacer un check de
todos nuestros sueños.

5) Cisterna: Quiero ser usado por Dios


¿Sabían que podemos hacer una cisterna del llamado y del ministerio?

Cuando Dios restaura nuestra vida y nos sana, nosotros queremos devolverle algo a Dios,
nosotros queremos ser voluntarios, en todos surge una necesidad de querer servirle a Dios y
con el paso del tiempo Dios nos otorga dones o habilidades que quizá de alguna manera nos dan
una influencia mayor y es maravilloso.

Pero cuando tú no trabajas en quien es Dios, de repente, aunque puedes estar en ese llamado,
puedes sacar a Dios de escena y creer que es TU nombre, que es TU don, que es TU ministerio,
y hacemos un ídolo, hacemos dependencia del llamado, dejamos de hacer esa oración que David
decía que dice: “Examina mi corazón, prueba mi corazón y mi mente” Debemos pedirle a Dios
que nos libre de andar en un camino de orgullo y soberbia porque no quiero que aun el servirte
a ti, te saque a ti de escena.
Debemos dejar de perseguir el “liderazgo” en la iglesia, debemos recordar que la mayor
promoción a la que debemos aspirar es a ser el siervo menor, el que siempre está dispuesto y
que mira a los demás como mayores a él. Eso va a mantener nuestro corazón en el lugar
correcto.

El Señor nos ha ungido, no para nosotros, nos ha ungido para:

-Dar las buenas nuevas a los pobres

-Liberar al cautivo

- Vendar a los quebrantados de corazón

-Para que el nombre de Jesús sea famoso (no el de nosotros)

Pero aun cuando nosotros cavamos estas cisternas, Dios usa cosas, o situaciones para volver a
ubicarse en el lugar correcto.

Y con esto quiero cerrar. Si aprendemos a buscar en nuestras crisis, no una cisterna, sino la
fuente de agua viva, vamos a evitar tocar fondo y vamos a aprender la lección.

Por eso Filipenses 4:19 dice: Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a
las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús.

Y lo hará, aun cuando elegir a Dios y soltar esa cisterna que hasta ahora te ha dado la sensación
de satisfacer tu sed, aun cuando implique renunciar a algo a lo que le has invertido años, dinero,
esfuerzo, amor etc., aun cuando crees que el precio que debes pagar por elegir a Dios es muy
alto, siempre, siempre, siempre. Vale la pena, él te proveerá de lo que necesitas de acuerdo a
su voluntad.

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