Está en la página 1de 2

Devocional de hoy jueves 21 de enero 2021

Prospera en la tierra de tu aflicción


Al primero lo llamó Manasés, porque dijo: «Dios ha hecho que me olvide de todos mis
problemas, y de mi casa paterna». Al segundo lo llamó Efraín, porque dijo: «Dios me ha
hecho fecundo en esta tierra donde he sufrido».
(Génesis 41:51-52)

La historia de José, el hijo de Jacob que fue gobernador de Egipto, es


bastante conocida y hasta ha servido como tema para películas, series,
dibujos animados y libros. A pesar de su popularidad lo que muchos
olvidan es que la historia de José no habría sido la misma si él no
hubiera confiado en el Señor. Con seguridad, la vida del "príncipe de
Egipto" habría sido una gran desgracia sin la presencia del Dios
verdadero. Tanto sufrimiento y agonía le habrían hecho desistir de
todo.

El hecho es que, aun cuando fue abandonado por todos, vendido por
sus propios hermanos, traicionado, preso injustamente y olvidado en la
prisión, él sabía que Dios no le abandonaría jamás. Cuando José
nombró a sus hijos, él dio testimonio de lo que la bondad y la gracia del
Señor hicieron a su favor: él pudo olvidar el sufrimiento pasado, no
alimentó la herida contra su familia y prosperó en la tierra en la que
sufría. Atrévete también a confiar en Dios en medio de los problemas.
Podrás ver y testificar sobre los milagros de Dios en tu vida.

Cree hoy a pesar de las circunstancias difíciles:


 Ora agradeciendo por el ejemplo de fe de José y, como él, entrega a
Dios el control de tu vida.
 Pide a Dios que te ayude a perdonar y a olvidar todo lo que sufriste en
el pasado.
 Creer conlleva confiar plenamente en Dios, que es bueno y
misericordioso. Confía y espera en Dios con paciencia. Él no te
abandona ni cuando estás en medio de aflicciones.
 Para creer de todo corazón necesitas conocer a Dios. Busca desarrollar
una amistad verdadera con Jesús.
 No murmures ni discutas con aquellos que te han hecho daño. Perdona
y lleva todo a Dios en oración. Él es el juez justo y puede usar esta
aflicción para bendecir a muchos.
 Continúa trabajando y sirviendo a Dios con gratitud. A su tiempo él te
premiará.

Para orar:
Amado Dios, tú sabes y conoces la aflicción que he vivido. Continúo
creyendo y esperando en ti y en tu milagro. Ayúdame a pasar por todo
esto honrándote como hizo tu siervo José. Enséñame a amar y
perdonar a aquellos que me han perjudicado. Bendíceme y hazme
prosperar en las dificultades para que yo pueda glorificarte y testificar
siempre de tu bondad y de tu inmenso amor. En el nombre de Jesús,
amén.

También podría gustarte