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Crónica literaria y perspectivismo en Crónica de una muerte anunciada

Gabriel García Márquez nació en 1928 en Aracataca, un pueblo de la costa


colombiana del Caribe. Allí vivió su infancia junto a sus abuelos, gente supersticiosa e
imaginativa. Toda su vida ha ejercido el periodismo. En 1955, ejerció como
corresponsal de su periódico en Ginebra. De ahí pasó a México y a Barcelona.
Desde 1967, fecha de publicación de Cien años de soledad, su fama es universal.
Su obra, insuperable, ha supuesto su consagración como uno de los grandes autores del
"boom" de la narrativa sudamericana. Su simpatía proverbial, su defensa de las causas
humildes y su ausencia de divismo le han granjeado siempre el afecto del público. En
1982, recibió el Premio Nobel.
En abril de 1981, Gabriel García Márquez publica “Crónica de una muerte
anunciada”, treinta años después de que ocurrieran los hechos en los que está basada; en
1951. En 1976, una vez todos los protagonistas de los hechos estaban muertos, García
Márquez se decidió a escribir el libro, pero con modificaciones significativas.
En el momento de su publicación. la obra suscitó controversias, ya que tiene
mínima sustancia narrativa y que ha sido alargada mediante detalles excesivamente
prolijos y trucos hábilmente explotados. Otro motivo de polémica es que el autor rebaja
la presencia de lo fantástico, de modo que la obra es de carácter más realista. Por
último, destaca su parentesco con una narración policiaca vuelta del revés, al desvelar el
desenlace al inicio. Aunque no se adapte a los moldes del género, mantiene la intriga
sobre la culpabilidad o inocencia de Nasar. Habría que concluir diciendo que estos
motivos de polémica no son tales, ya que se trata de una buena conjunción de
documentos de imaginación y supone una mezcla entre el periodismo y la literatura.
La técnica del relato simula una investigación periodística, una crónica, aunque
no se ajusta del todo al modelo periodístico, ya que, han sido tratados literariamente.
Así, podemos decir que es un texto bifronte que combina elementos típicos de la novela,
el multiperspectivismo, tono poético, las hipérboles… que transforman los hechos reales
en materia novelesca y elementos típicos de la crónica-periodística, la base real de
hechos y personajes, un narrador que actúa como cronista, datos extraídos de la
investigación periodística o la precisión en cuanto al marco espacio-temporal.
La novela está caracterizada por el multiperspectivismo; es decir, la obra está
elaborada a partir de diversas perspectivas, la del narrador, la de los testigos, la de las
personas implicadas en el sumario, etc. Así, podría parecer que el narrador es
omnisciente, pero no es más que una posición narrativa elaborada a partir de diversos
materiales: el sumario, el informe de la autopsia, las cartas de la madre del narrador, los
recuerdos del narrador, y numerosas manifestaciones de testigos.
Este multiperspectivismo se ve reflejado en: los testimonios respecto al tiempo,
las diversas opiniones sobre Santiago y Bayardo, la culpabilidad o no de Santiago y las
interpretaciones en el peso del cadáver.
Así mismo, se materializan variadas técnicas narrativas: el narrador relata una
historia de forma biográfica, en su doble condición de narrador y personaje; dialoga con
los personajes y recoge en estilo directo sus testimonios; a veces, el narrador es mero
transmisor informativo; y, en otras ocasiones, el narrador habla en tercera persona desde
la perspectiva característica del narrador omnisciente.
La voz del narrador cede paso a otras, y se configura la polifonía de la narración,
ya que debe reconstruir un caso, incompleto en el sumario y que casi se ha borrado de la
memoria. El continuo entrecruzamiento de los puntos de vista le otorga la condición de
novela multiperspectivista, como muestran distintos casos, como que para Santiago,
hacía un día hermoso, pero muchos coinciden en que el día del asesinato hacía un
tiempo fúnebre.
Por ende, el punto de vista dominante es el del narrador, especialmente cuando
evoca la historia de los protagonistas o narra las circunstancias de su origen y entorno
familiar. Sin embargo, incluso cuando se aparta para dar paso al diálogo de los
personajes, la voz del narrador se halla presente mediante la selección de los materiales
narrativos y su propio enfoque personal.

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