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a) Los dos mitos que exsisten sobre el acoso sexual son: la creencia de que las
víctimas siempre son mujeres y que exsisten víctimas típicas del acoso sexual y que
esta tipicidad esta relacionada con los cánones de belleza.
Las mujeres tienen más probabilidades de sufrir acoso sexual porque se someten a
situaciones que las hacen vulnerables como por ejemplo: viudedad, separación,
divorcio, mujeres que trabajan en trabajos predominantemente masculinos, mujeres
recién ingresadas en la fuerza del trabajo y mujeres con contratos irregulares.
c) La diferencia entre acoso sexual y cortejo, es que cuando la conducta tenga una
buena acogida por la persona a la que se dirige es cortejo pero cuando se convierte
en desagradable ya es acoso.
5 conductas de flirteo: elogios sutiles y respetuosos sin hacer sentir incómoda la otra
persona, iniciar conversaciones informales mostrando interés por la otra persona,
invitar a un café para conocerse mejor si la otra parte acepta, hacer gestos de
cortesía y atención hacia la otra persona como ofrecer ayuda, abrir la puerta o
prestar atención en las conversaciones y respetar los límites y el rechazo si la otra
parte no muestra interés.
En mi punto de vista se debe tener mucho cuidado a la hora de querer flirtear con
alguien en el ámbito laboral, antes que nada se debe realizar de una manera
respetuosa, consensuada y no ser invasivo hacia la otra parte. Porque hay que tener
en cuenta los límites personales y profesionales de los demás, además de las
señales que nos vaya dando la otra persona de desinterés o incomodidad. Por lo
que si se insiste más de la cuenta puede llevar a ser desagradable y crear
situaciones incómodas donde puede llegar a afectar el entorno laboral. Por lo tanto,
el cortejo en el trabajo siempre debe practicar de manera ética y consciente de las
consecuencias.
Por otro lado el acoso sexual es una forma de abuso donde no se respeta a la otra
persona violando sus derechos y su dignidad. Siendo una conducta inaceptable que
afecta de manera negativa la salud emocional y psicológica de las víctimas que lo
sufren y además crean un ambiente de trabajo tóxico y peligroso para los más
vulnerables.