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MÓDULO 2

I. MODELO ECO 2: CONSTRUCCIONES DE REDES COMUNITARIAS


Origen y definición del Modelo ECO2
El modelo Eco 2 es uno de los productos de una investigación en la acción realizada
entre 1995 y 1998 por 4 organizaciones de la sociedad civil mexicana con apoyo financiero
de países europeo y Alemania-, que buscaba desarrollar un modelo para la prevención,
reducción de daño, tratamiento y reinserción social de las personas que sufrían de abuso de
sustancias y se encontraban en situaciones críticas. Con el transcurso de los años, el modelo
ha reunido las diversas aportaciones de disciplinas como la psicología social, la antropología,
el psicoanálisis y otros, para comprender la realidad y complejidad humana; siendo la base de
intervención de diversos programas principalmente en Latinoamérica, así como el marco para
la formación de agentes que intervienen en el campo. En esa línea, el modelo toma y unifica
elementos de las prácticas de reducción de daños, así como de los tratamientos de base
comunitaria generando una alternativa integral para intervenir con personas con consumo
problemáticos de drogas. De este modo, el modelo plantea que sólo desde una nueva forma
mirar e interpretar de los problemas sociales, se puede hallar soluciones posibles y sencillas.
De este modo, en la actualidad ha ampliado su campo de acción a poblaciones vulnerables
como portadores de SIDA, jóvenes estigmatizados, menores infractores entre otros
(Fernández y Curbelo, 2018)
El objetivo del modelo ECO2 es reducir la exclusión y sufrimiento social, por lo que
hace incidencia en el uso de redes sociales para plantear diagnósticos e intervenciones que
respondan a las problemáticas de la comunidad o de casos particulares. Acerca de estas redes,
se definen como el espacio, tiempo y comunicación, donde las personas de la comunidad, a
través de la interacción, forman parte de un proceso bidireccional, para identificar y dar
significados a la realidad, las relaciones y otros sujetos. En el modelo, para representar de
manera eficiente las redes sociales, se utiliza el teorema de grafos, donde las relaciones, son
representadas por las líneas dentro del mismo, las personas se identifican por nodos o puntos
y el vacío es etiquetado por el número 0. En el ECO2, el vacío es muy relevante abre la
posibilidad de cambio de la red social, debido a que permite la permeabilidad de nuevos
contactos dentro de la red (Machin, 2016; Machin, 2010)
En la intervención del modelo Eco 2, va a requerir que los operadores trabajen en base
a los siguientes elementos:
1. Diagnóstico de la comunidad: hace uso del Sistema de Diagnóstico Estratégico
(SiDiEs), el cual incluye el análisis integral de la comunidad, añadiendo una breve
historia de esta, los sistemas de símbolos, ritos y mitos propios de la comunidad y las
representaciones sociales que dentro de la misma puedan generar conflicto. Para este
sistema, tener mapeada la red de líderes es fundamental, pues constituye un modelo
de la misma comunidad, por lo tanto, facilita el proceso de diagnóstico y resolución
de los problemas.
2. Diagnóstico de personas: emplea el Sistema de diagnóstico Terapéutico (SiDiTer),
el cual incluye instrumentos y técnicas como la hoja del primer contacto, la
anamnesis, el diario clínico, la red subjetiva de la persona evaluada y la red subjetiva
comunitaria activa.
3. Red subjetiva comunitaria: es el conjunto de relaciones personales que ayudarán a
los especialistas a incorporarse en la comunidad para vivenciar las experiencias
propias de la misma.
4. Red operativa: hace referencia al equipo de trabajo que estará constituido por
operadores externos, pares (población en situación de vulnerabilidad), promotores de
la comunidad y los especialistas que van a intervenir en la comunidad y tendrán como
objetivo cambiar las representaciones sociales y fomentar los recursos comunitarios
5. Red de recursos comunitarios: son todos los agentes y herramientas con que cuenta
una comunidad para satisfacer las necesidades de su población y dar solución a sus
problemas.
Ejemplo de la aplicación del ECO2
La experiencia del proyecto Carpa se realizó en el barrio de La Soledad, México, el
cual alberga diferentes fenómenos sociales complejos que normalmente terminan en la
exclusión social grave, como es el caso de: extrema pobreza, vulnerabilidad relacional, que es
el alejamiento de los vínculos comunitarios, farmacodependencia, exposición a a la violencia
grave física o psicológica y etc. El proyecto “La Carpa” está basado en el modelo Eco2 y
forma parte de un grupo de proyectos de investigación en acción, apoyados por la Unión
Europea, la fundación alemana DCV, UNESCO y UNAIDS 10. La finalidad de este tipo de
intervención comunitaria consiste en mejorar las condiciones de vida de las personas que se
encuentran en situación de vulnerabilidad grave, sin tener que alejarlos de la comunidad en la
que se encuentran (Safa, 2018). Para la intervención se tomó en cuenta algunas experiencias
sobre el modelo tradicional (Milanese, 2009), cuyos principales aprendizajes fueron:
● Los métodos tradicionales han entrado en crisis frente a las nuevas formas que existen
sobre la farmacodependencia, la alta demanda de programas sociales, la escasez de
recursos no solo materiales, sino también humanos.
● Los fracasos en los programas de intervención se ven relacionados en su mayoría con
diagnósticos equivocados, el abandono del programa y que las personas
farmacodependientes se someten a la presión social o familiar, antes que solicitar
ayuda de un programa.
● Acceso a tratamiento eficaces depende de la capacidad adquisitiva:El costo de los
tratamientos eficaces ha creado una discriminación con respecto a las personas
farmacodepdendientes, los que no tienen poder adquisitivo, no pueden acceder o en el
peor de los casos, acceden a servicios de mala calidad, que logran ser hasta dañinos.
● Existe un alto índice de fracasos en los procesos de tratamiento (alrededor del 65-
70%).
● Alta incidencia de recaídas después de la conclusión del programa terapéutico con
éxito.
A partir de lo anterior, Machin (2010) planteó algunas premisas para la propuesta de
intervención:
● Diferenciación e integración de los recursos en función del umbral de acceso, creando
dispositivos con el umbral más bajo posible (entendiendo por umbral, los requisitos
mínimos indispensables para el acceso al programa.)
● Articulación de los servicios en red a nivel local.
● Integrar equipos dirigidos al fortalecimiento de los operadores pares.
● Restitución del conocimiento a la población por medio de un programa “capilarizado”
de contactos directos a través de operadores pares.
● Trabajo de calle en la comunidad local (enfocado en orientar a la comunidad)
● Establecer prioridades a partir del estado de exclusión social (verificar que grupos
vulnerables requieren de una intervención más urgente).
Tomando en cuenta las premisas mencionadas, el autor establece 5 ejes en el
tratamiento comunitario:
1. Articulación de la red comunitaria de recursos: se puede entender como la
integración de todas las organizaciones que participan dentro de la comunidad, estas
organizaciones que pueden ser entidad públicas, privadas u organizaciones no
gubernamentales van a servir de soporte dentro del conocimiento de la red
comunitaria de recursos. Es importante mencionar que previo a esta articulación se
tiene que realizar un trabajo de modificación de las representaciones sociales sobre las
personas que viven en situación de vulnerabilidad grave.
2. Trabajo de calle para construcción de la red subjetiva comunitaria: Se basa en el
trabajo de campo realizado por parte de los interventores para entablar una relación de
confianza y poder entender las necesidades de la comunidad, desde la voz de la
misma comunidad.
3. La Carpa se busca tener un umbral bastante bajo, para evitar la exclusión de las
poblaciones vulnerables, se debe entender la carpa como el espacio público en donde
los orientadores y la población en estado de exclusión social comparten. A
continuación, se describe los aspectos más relevantes:
● Iniciar o reforzar la relación.
● Brindar servicios de escucha.
● Ofrecer alternativas de reducción de daños.
● Dar continuidad de los procesos.
● Análisis de la dinámica social.
● Educación no formal (actividades programadas con niñas/os, alfabetización de
adultos, información sobre Derechos Humanos, autocuidado, etc.)
4. Centro fijo o Drop-In Center se ocasiona por las altas demandas de apoyo hacia las
poblaciones vulnerables, dando servicios como: asistencia médica, escucha
profesional, estimulación temprana, regaderas, lavado de ropa, guardado de ropa y
documentos.
5. Talleres de autoempleo, que son una estrategia para la inserción laboral de las
personas dentro del programa, para reforzar la contención y se refuerza a través de
microcréditos.
Caso Magma
Magma es una mujer de 26 años, inmigrante, que vive en la calle después de sufrir
abuso sexual por parte de su padrastro, es consumidora de sustancias psicoactivas y trabaja
como sexo-servidora. Ella fue una de las primeras personas con las que se estableció contacto
y que ha tenido una participación activa en el proyecto.
Diagnóstico
Magma es diagnosticada con el método SiDiTer, a través del uso de los instrumentos
como la “Hoja de contacto” y la entrevista. Las primeras informaciones que brinda resultan
falsas, siendo nombres en la mayoría de los casos, pero con el posterior desarrollo de la
relación entre el operador y la integrante del programa de intervención, estos datos se van
aseverando. Si bien el primer contacto con ella se realizó en la calle, posteriormente ella
empieza a asistir al dispositivo de la Carpa con regularidad, planteando datos falsos y
exigiendo una guardería para su hijo para continuar con la intervención.
Al inicio, su red cuenta con apenas 13 nodos, los cuales comparados con la media que
es de 290 resultan muy pocos. Asimismo, su red tenía una densidad de 41.67%, el cual
contrastada con el promedio que es de 30%, resultaba alta. Sin embargo, es importante
destacar que este tipo de redes son muy comunes en grupos de alta vulnerabilidad o
excluidos. Su red es homofílica, es decir la mayoría de las personas de su red comparten sus
características, siendo el 50% trabajadoras sexuales, el 85.71% consumidores de sustancias
psicoactivas y el 100% habitan en la calle. Por otro lado, cuenta con nulas conexiones
extraterritoriales con respecto a sus redes sociales. Con estas características de su red, a
Magda le da las posibilidades suficientes como para sobrevivir en las condiciones de la calle,
pero no le da las suficientes herramientas para poder salir de la misma. Para la evaluación de
la res se utilizó un instrumento encontrado en Milanese (2006)

Figura 1. Red social de Magda antes de la intervención (Machin, 2010)


Luego del diagnóstico de Magma, se diseña una estrategia de intervención que no está
sólo centrada en ella misma, sino también en su comunidad, ya que se espera insertar
personas con atributos personales similares (conocidos como Bonding) que le permitan una
pertenencia a su red (operadores pares), pero que al mismo tiempo agreguen cierta
heterogeneidad (conocido como Bridging) en la red social, para empezar a modificarla. El
equipo de especialistas actúa como lazos entre pares y los que no dentro de las
modificaciones de la red de Magma. Paralelo a esto, se fue modificando las representaciones
sociales que se tienen con respecto a otros actores comunitarios en relación con la situación
de exclusión grave con las que se viene trabajando.
Dentro de los indicadores relevantes encontrados en la intervención de la red de
Magma fueron:
● El incremento de nodos en relación con la periferia, es decir lazos estables con
operadores externos e instituciones de apoyo, y el crecimiento de los lazos familiares.
● Disminución de la densidad de su red, debido a la introducción de nuevos
participantes en la red que ha ocasionado que ella se vuelva más selectiva con respeto
a sus relaciones interpersonales. Su red pasó de tener un 41.67% a un 34.63%,
acercándose al promedio de 30%
● Su rol dentro de su red, donde aumentó de un 27.41 a 139.63, lo que significa que su
papel de intermediaria dentro de sus redes sociales se hace más relevante.

Figura 2. Red social de Magda luego de la intervención (Machin, 2020)


Como conclusión del caso, la respuesta a la problemática de Magma no ha sido
alejarla de su red social, sino más bien proveer las herramientas para que ella pueda modificar
su propia red a través de la articulación de redes y modificación de las representaciones
sociales de los agentes de su comunidad. Es por esto que la red operativa tiene un rol de
puente temporal para crear conexiones y construir nuevos vínculos para que las personas en
condición de vulnerabilidad logren salir de su condición de exclusión, partiendo por cambiar
sus propias redes sociales, y así generar mejores condiciones de vida para ellos mismos y su
entorno. Esto da paso a sociedades más justas e incluyentes. incluyentes.

II. MODELO DE REDUCCIÓN DE DAÑO Y DE RIESGOS


Origen y definición
Surge como una alternativa para abordar los problemas de consumo de drogas en sus
diferentes variantes (psicofármacos, alcohol o drogas psicoactivas), así como los problemas
asociados. Inicialmente las actividades fueron propuestas por la sociedad civil, pero más tarde
se lograron institucionalizar en los sistemas de salud, por lo que algunos países de la Unión
Europea y América Latina, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, ya ponen en práctica
proyectos basados en este modelo con indiscutible éxito.
Se define al modelo de reducción de daños como el conjunto de estrategias
preventivas, sanitarias y sociales orientadas a disminuir o limitar los efectos negativos
asociados al consumo y abuso de sustancias psicoactivas y prácticas relacionadas (sexualidad
insegura, o cualquier tipo de violencia). Bajo esta propuesta, en este modelo se plantea una
jerarquía de objetivos, tomando como criterio la viabilidad y el tiempo para alcanzarse a
corto plazo (Red chilena de reducción de daños, s.f.). De esta propuesta se desprenden los
siguientes supuestos del modelo:
● Abordaje comunitario de “abajo hacia arriba”: el usuario de drogas no es visto
como un criminal o con una patología, sino que se pretende velar por su defensa,
otorgando un trato con respeto, sin juzgamiento y donde puede sentirse escuchado.
● Mayor acceso a servicios de tratamiento: procura que los requisitos para formar
parte del tratamiento no sean tan exigentes, dando la posibilidad de incorporar a
mayores miembros que lo soliciten.
● Responde a una alternativa de salud pública: Las acciones están encaminadas a
garantizar el bienestar de los individuos, dejando atrás cargas moralistas y
criminalistas.
● La abstinencia no es el único objetivo: Si bien constituye un objetivo ideal, se
plantean otras alternativas que reduzcan el daño progresivamente, pues el fin en sí
mismo es contribuir al bienestar del solicitante.
Por otro lado, se define al modelo de reducción de riesgos como el conjunto de
estrategias preventivas, sanitarias y sociales que buscan reducir y manejar la probabilidad de
las consecuencias negativas e indeseadas del consumo y abuso de drogas y otras prácticas
asociadas a la sexualidad insegura o cualquier tipo de violencia. Este modelo también
desarrolla sus propios supuestos que son:
● El consumo no se erradica del mundo: Siempre existirá un grupo de la población
que seguirá consumiendo drogas.
● Desconocimiento: existe una falta de información con respecto a las sustancias.
● El trabajo preventivo parte de la solución: evidencia de que la información
otorgada a un tiempo oportuno evita la incidencia de casos.
● Disposición limitada: las personas desean mejorar sus hábitos de vida, pero no
desean dejar de consumir sustancias nocivas.
● Uso de la información para potenciar el bienestar: Para las personas que han
decidido no usar alcohol u otras drogas, se pretende reforzar su decisión, otorgando
espacio de información y atención, mientras si deciden persistir, se entregan
materiales para el uso responsable y de menor riesgo.
Fundamentos de la teoría de reducción de daños y riesgos
Este modelo representa un cambio en el paradigma en la forma de responder a la
problemática de las drogas, la abstinencia, la sexualidad insegura y la violencia, ya que, en
una primera instancia, no busca eliminar de manera brusca el consumo de las sustancias
nocivas, sino más bien busca hacerlo de manera progresiva y atendiendo a las consecuencias
inmediatas vinculadas a la sexualidad y la violencia que mantienen latentes las personas
consumidoras de estas sustancias. Por ello, la propuesta plantea un sistema de intervención
no-confrontacional en donde los pacientes no son los principales responsables ante las
dificultades del proceso, sino más bien los estilos terapéuticos inapropiados. Esta mirada abre
un proceso de cambio gradual e individual para cada usuario que participa de los dispositivos
y entiende el consumo desde dos perspectivas (Tizoc, Rivera, Rieke y Cruz, 2017):
● Personas que consumen y tienen conocimiento pleno de las consecuencias del
consumo de sustancias psicoactivas
● Personas que no tienen conocimiento de este y pierden el control de la situación al
consumir dichas sustancias.
Parte de los objetivos que plantea este modelo de programa, es que los esfuerzos por
parte del estado dejen de estar únicamente enfocados en la reducción de la venta de drogas y
se empiece a abordar la problemática desde una perspectiva integral (Tarantola, 2012)
El problema con el segundo grupo es que la mirada tradicional los etiqueta en
espacios que le generan desmoralización y desmotivación para asistir a los programas.
Sumado a esto, podemos mencionar que el modelo suele generar controversia en sectores
conservadores de la sociedad, al no tener como objetivo inmediato la abstinencia, sino más
bien el respeto por el usuario y entender su propio proceso de reducción de daño a través de
las herramientas que pueda tener y l65as que el entorno les pueda brindar (Donghi, 2005;
Tizoc, Rivera, Rieke y Cruz, 2017). Frente a este contexto, Velázquez, Friman y Gonzáles
(2016) establecen 5 paradigmas en el modelo de reducción de de daños y riesgos que son:
● Respeto a la libertad de elección: los profesionales y autoridades sanitarias deberán
otorgar un trato basado en el respeto incluso, si la persona decide consumir drogas, su
labor se orientará a facilitar las condiciones que disminuyan las consecuencias
negativas del consumo.
● El consumo de sustancias nocivas es inevitable: el uso de consumo de sustancia
data de tiempos históricos y no pareciera que fuera a ser diferente.
● El daño de las sustancias es lo más importante: el modelo toma como punto
importante los efectos negativos producidos por las sustancias, y no en el consumo en
sí mismo.
● Una intervención terapéutica estratégica: resulta más viable y menos costoso
centrarse en los daños que intentar modificar el comportamiento adictivo.
● Acceso al tratamiento: el modelo no condiciona ni niega la atención y servicios a
los usuarios activos y dependientes.
Características del modelo
A continuación, vamos a mencionar algunas características rescatadas de los
programas de reducción de daños, según Cuadrado (2000):
● Trabajo cooperativo y articulado: la hospitalización constituye una medida
necesaria para estabilizar a los usuarios en este sentido se requerirá contar con
dispositivos de estancia media, prolongada, así como unidades residenciales donde
puedan asistir. Así también, se procura incluir a profesionales y redes sociales en los
dispositivos asistenciales.
● Uso de técnicas psicoterapéuticas y/o distintos fármacos: Puede resultar una
alternativa para lograr la disminución del consumo, más aún se debe tener en cuenta
la eficacia de los mismos en poblaciones que buscaban los mismos objetivos o
relacionados y ver cómo ello puede adaptarse a las particularidades de los usuarios.
En específico con los fármacos, resulta prioritario hacer seguimiento de la dosis y
otros efectos.
● Abordaje integral: el programa no se limita a la reducción del consumo sino a
minimizar las consecuencias producto de este, en sentido, las intervenciones deberán
incidir en la mejora del funcionamiento social y laboral.
● Retención como medida fundamental del tratamiento: busca asegurar que los
usuarios se mantengan en el programa, de darse constituye un indicador de calidad del
programa.
● Un servicio de calidad enfocado a la priorización del bienestar: implica que los
beneficiarios cuenten con facilidad de acceso al tratamiento y centros de ayuda, así
también, reciban un trato con respeto, empatía; donde el personal se encuentre
capacitado y los tratamientos diversos que respondan a sus necesidades.
Estrategias de intervención del modelo
La Fundación Paréntesis (como se citó en Pino, 2015) propone un modelo de
intervención donde se incluyen las áreas de desarrollo e interacción del paciente en relación
con el mismo individuo y su alrededor. A continuación, se describe cada nivel:
● En un primer nivel, el microsistema: compuesto por los amigos, la familia, el trabajo,
usuarios pares, la escuela.
● Ubicado en un segundo nivel, mesosistema: Las interacciones entre los elementos del
microsistema, donde el individuo participa de manera activa.
● En un tercer nivel, el exosistema: compuesto por la familia lejana, dispositivos de
tratamiento, sistemas de justicia, la policía y demás servicios a los que pueda acceder
● En un cuarto nivel, el macrosistema: compuesto por las leyes, las representaciones
sociales y culturales, los reglamentos y políticas públicas.
Asimismo, estas intervenciones preventivas deben hacer disponibles los recursos
necesarios y los entornos apropiados para promover comportamientos de autocuidado, tales
como expendios de preservativos en zonas de negociación sexual – no necesariamente
prostitución -, verificación certificada de la calidad de las sustancias ofrecidas, test de
despistaje de enfermedades de transmisión sexual, zonas de descanso y consejería en espacios
de “carrete”, etc.

Figura 3. Niveles de intervención en reducción de daños


Es en base a este sistema, que se puede proponer las siguientes estrategias según el
modelo
Reducción de Daño:
● Programas de intercambio de jeringas
● Restricciones para fumar en lugares públicos
● Programas de mantención con Metadona
● Programas de Educación y Vinculación en terreno
● Programas de Distribución de condones
● Planificación de conductor designado
● Talleres de educación sexual para jóvenes
Reducción de Riesgos:
● Apoyan el compromiso de trabajar de una forma no enjuiciadora
● Permiten adecuar los servicios al enfocarse en las necesidades y valores de las
personas
● Contribuye a motivar a las personas a realizar cambios positivos a través de pequeños
pasos
● Contribuyen a aumentar la salud y seguridad de sus “clientes” y la comunidad
● Provee alternativas efectivas para trabajar con personas que NO eligen la abstinencia.
Experiencias del modelo de Reducción de Daños y riesgos
Experiencias pasadas con un enfoque tradicional en la lucha contra el consumo de
drogas, bajo la premisa de “Un mundo sin drogas”, ha tenido un rendimiento bastante
negativo al punto de ser consideradas como campañas fracasadas. Esto se debe a que se basan
en la idea de criminalizar a los consumidores o tratarlos como “enfermos” y plantear como
única salida la abstinencia del consumo de los psicofármacos. A pesar de los resultados, por
mucho tiempo estos programas han tenido un financiamiento millonario, el cual se ha
destinado en su mayoría a la represión policial o militar en contra de los consumidores o
vendedores. Sin embargo, actualmente en países europeos se han ido implementando cambios
de objetivos finales dentro de los programas tradicionales, pasando de “el abandono del
consumo” al planteamiento de metas más realistas, considerando objetivos intermedios como
la disminución de mortalidad, disminución del riesgo de infección por VIH y reducción de la
marginalidad social (Tofoli, 2015)
Dentro de estos países europeos se encuentra España, donde se aplicó el modelo de
reducción de daños y riesgos, aunque de forma bastante localizada y con una sistematización
precaria. Como resultado, se logró ver la influencia de la reducción de daño en la mortalidad
por opiáceos o la prevalencia de VIH-Sida, de contagio de hepatitis entre otras enfermedades.
Las ganancias sociales han sido evidentes, pues este tipo de de programas, al sistematizarse
mínimamente, mantuvo una influencia significativa en las tendencias, sin dejar de lado las
demás políticas públicas que han acompañado los procesos sociales.
En Latinoamérica también se implementó el modelo con resultados positivos
(Romani, 2008). En México el Centro Cáritas de Formación para la Atención de las
Farmacodependencias y Situaciones Críticas Asociadas logró potenciar las políticas públicas
en el reemplazo de drogas y logró una mayor consistencia en las políticas de seguridad en
general. En Argentina se generó una alta producción teórica sobre la reducción del daño e
instituciones como Intercambios y la Asociación de Reducción de Daños de la Argentina han
impulsado este tipo de modelos de intervención a través de la sociedad civil organizada y las
instituciones públicas. Por último, en Brasil también hay una producción teórica valiosa, sin
embargo, en esta nación se encuentra un problema interesante, pues a pesar del respaldo a
este tipo de modelos, parece existir una inversión insuficiente para llevar a cabo los
programas planteados. Como ejemplo se encuentra la experiencia de los “Consultorio de
Calle”, los cuales, a pesar de tener un carácter oficial, se encuentra lejos de plantearse como
una política afianzada, ya que se sostiene únicamente por la sociedad civil. Por otro lado,
programas como “De Brazos Abiertos”, que ofrece vivienda, alimentación y trabajo a
consumidores conflictivos, son excepciones honrosas, pero aisladas.
III. COALICIONES COMUNITARIAS
Origen y definición
Según Martinez y Martinez (2004), las coaliciones hacen referencia al conjunto de
individuos, agrupaciones sociales y otros que se comprometen a trabajar de manera
colaborativa para definir y ejecutar acciones que solucionen un problema comunitario o
generen un cambio social. En ese sentido, estas coaliciones pueden mejorar la prestación de
servicios sociales, generar programas de prevención y promoción de la salud, así como,
diseminar buenas prácticas de intervención. Acerca de la naturaleza de las coaliciones, se
plantean algunas características:
● Están formadas por miembros de la misma comunidad a intervenir.
● Se ocupan de problemáticas de la misma comunidad
● Procuran utilizar los recursos propios de la comunidad para resolver los problemas,
más aún pueden solicitar financiación externa.
● Solucionan los problemas a través de la colaboración comunitaria
● Se debe tener una representación integral de la comunidad.
● Se pueden trabajar múltiples temas.
Cabe resaltar que la permanencia de las coaliciones comunitarias se basa en función
de sus objetivos, ya que el funcionamiento de la articulación puede extinguirse una vez
terminado los objetivos o puede instaurarse como una organización de mayor estructura.
¿Cuándo construir una coalición comunitaria?
Las razones por las que se crea una coalición son diversas, siendo en algunos casos
simples, como el cuidado del espacio público, o complejas, como mejorar la calidad de vida
de la comunidad. No obstante, Martinez y Martinez (2004) describen las tres principales
motivaciones para construir una coalición:
● Desarrollar, participar o influir en las políticas públicas: vinculada a un problema
específico como la igualdad de género en la educación, la violencia de la mujer, etc.
● Modificar el comportamiento de personas o grupos sociales, como por ejemplo
incrementar el ejercicio físico regular en mujeres, reducir el consumo de grasas
animales en niños, etc.
● Construir una comunidad saludable, orientada a la salud física, psicológica y
social, incluyendo la participación de otras áreas como la educación, trabajo, cultura.
Como ejemplos más concretos de situaciones que pueden incidir en la creación de una
coalición se encuentran:
● Atender una situación urgente: como la pandemia que ha generado el COVID social
y sus consecuencias.
● Brindar más esperanza y/o empoderar a la comunidad o a ciertos sectores de la
población abandonados y aislados, se pretende que busquen la recuperación del
dominio de sus vidas y su futuro en ámbitos específicos como el desarrollo
económico, social o etcétera.
● Falta de acceso o problemas con los servicios esenciales: cuando se desea adquirir,
mejorar o brindar los servicios de salud, educativos, medioambientales, etcétera.
● Proponer y/o generar intervenciones a las diversas problemáticas de la
comunidad: se buscan acciones que limiten y minimicen las dificultades que no
contribuyen a construir una comunidad saludable.
● Fomentar el cambio social en la comunidad: con el trabajo cooperativo se busca
establecer objetivos claros, mesas de diálogos y diversas maneras de articulación
colectiva que inciden en las políticas públicas.
Asimismo, Martinez y Martinez (2004) menciona que, para explicar el
funcionamiento correcto de una coalición comunitaria, es el diagnóstico comunitario, porque
permite identificar los factores determinantes del problema (“¿Por qué?”) y, más importante
aún, cómo se manifiesta dicho factor localmente (“¿Por qué aquí?”). En esa línea para su
realización se debe tomar en cuenta lo siguiente:
● Elaborar un consenso con la comunidad sobre los problemas de esta
● Identificar factores de manera integral, para saber qué afecta este problema
comunitario
● Incrementar las posibilidades de que el producto de la coalición genere cambios
significativos que ayuden a resolver el problema.
● Establecer metas e indicadores para poder ver los avances de la coalición comunitaria.
Si bien el diagnóstico debe hacerse de manera inicial, también debe tomarse en cuenta
durante el proceso de desarrollo de los programas de intervención de la coalición comunitaria
para asegurar la efectividad de esta.
Atributos de las coaliciones comunitarias
Para poder explicar de una manera más práctica el uso de las coaliciones
comunitarias, explicaremos una serie de atributos, encontrados la investigación de Martinez y
Martinez (2004), donde explican por qué es una herramienta vital para el cambio comunitario
● Poseen una comprensión global de las problemáticas de la comunidad, por lo que
pueden llegar a abordar diferentes temas.
● Establecen y ejecutan acciones con enfoques integrales y multi-estratégicos, teniendo
en cuenta las necesidades y características particulares de cada grupo (edad, cultura,
género, idioma, entre otras).
● Capacidad de ajuste y respuesta al cambio: atienden incluso las nuevas necesidades
que puedan surgir en la comunidad.
● Fomenta un sentido de comunidad: los individuos desarrollan un sentido de
pertenencia, integración, satisfacción de necesidades y compartir emociones con su
entorno (Chavis, 2001)
● Favorece la convivencia comunitaria: las actividades promueven la reciprocidad,
compromiso, apoyo, empatía entre sus integrantes.
● Promueven el empoderamiento comunitario: Dota de herramientas para generar
cambios en la comunidad, responder a las amenazas y asumir mayor participación
comunitaria
● Potencia la búsqueda de soluciones innovadoras para los conflictos más complejos de
la comunidad.
● Buscan financiamiento para abordar su problemática principal, más aún como el
financiamiento disponible es limitado o es destinado a problemáticas prioritarias,
pueden solicitar el apoyo para otras problemáticas y sustentar el cambio después.
¿Quiénes son los actores fundamentales?
Según Martinez y Martinez (2004) para entender a los actores fundamentales, es
importante mencionar que las coaliciones comunitarias son potentes herramientas para la
participación ciudadana y de colectivos sociales para la resolución de sus problemáticas. En
este sentido adicionar al mayor número de miembros significativos de la comunidad resulta
vital para lograr representatividad y una mayor vinculación, a continuación, mencionaremos
aquellos individuos fundamentales para el mejor desarrollo de las coaliciones comunitarias:
1) Los interesados en el éxito de la coalición que pueden dividirse en:
● Las personas que sufren las consecuencias directas del problema a resolver.
● Ciudadanos que cumplen el rol de responsables dentro de la comunidad, que
terminan vinculados con el problema.
2) Líderes de opinión, pues estas personas van a ser vitales para transmitir el mensaje de
la coalición comunitaria e incluir a las personas en la resolución del conflicto
3) Responsables políticos, entendidos como miembros del gobierno local que van a
sumar credibilidad a la coalición comunitaria
4) Ciudadanos que no tienen vinculación con el problema, pero, están interesados en
colaborar con los objetivos.
A su vez, es importante delimitar la figura de los participantes en las coaliciones, en
este sentido, se plantean algunas características que se espera que cuenten o desarrollen
(Martinez y Martinez, 2004)
● Ser un líder proactivo.
● Ser solidario con los demás.
● Ser respetuoso de las ideas y diferencias.
● Ser participativo en los diversos acontecimientos de su comunidad.
● Tener una conducta coherente entre lo que dice y hace, tanto en su vida personal
● como comunitaria,
● Ser creativo y flexible en sus ideas y propuestas.
● Estar comprometido en su labor con la comunidad.
● Ser responsable y persistente en el trabajo que realiza en bien de la comunidad.
Además, cabe resaltar que los actores fundamentales realizan una participación
comunitaria, la cual tiene una relación positiva con la integración comunitaria, y que se
describe de la siguiente manera según Martinez y Martinez (2004):
● Incrementa el sentimiento de utilidad y disminuye el sentimiento de desencanto en los
miembros de la comunidad
● Aumenta el sentimiento de control de los ciudadanos respecto a su comunidad.
● Promueve valores democráticos e incentiva a los ciudadanos a participar en sus
procesos políticos.
● Mejora el contexto de la intervención, ya que los actores implicados, por ser parte de
la problemática, tienen un conocimiento de sus objetivos y tareas de manera clara.
Niveles de colaboración y participación en las coaliciones comunitarias
Los autores: Foster, Berkowitz, Lousnbury, Jacobson y Allen (2001) han realizado un
modelo integral que organiza los niveles de participación en 4 puntos, a continuación, los
detallaremos:
El primero es el nivel individual, entendido como el conjunto de capacidades que
poseen los individuos que van a formar la coalición, por lo que muchas veces se debe invertir
en la capacitación de los miembros en los siguientes aspectos:
- Habilidades y conocimientos, para poder trabajar armoniosamente y de manera
eficaz, además de poder construir programas eficaces para la intervención comunitaria
- Motivación y actitudes positivas, los individuos deben sentir que su estancia en la
coalición es más beneficiosa que los costos que involucran y tener un fuerte
compromiso que legitime las acciones del proyecto.
- Activación de las capacidades, explicada como el apoyo técnico, social u
organizacional que brindan las coaliciones a los miembros implicados
El segundo nivel de participación es el nivel relacional, que es básicamente el
desarrollo sano de las relaciones de manera interna y externa a la coalición comunitaria, se
pueden distinguir de dos tipos:
● Las relaciones internas positivas, se explican como el clima laboral, una visión
compartida de los objetivos, compartir el poder y valorar las diferencias
individuales de los miembros
● Las relaciones externas positivas, son los vínculos que tiene la coalición con otros
sectores de la comunidad y con otras comunidades que tengan problemas similares.
Un tercer nivel es el organizacional, orientado al desarrollo saludable de la
organización, donde se hace necesario abordar lo siguientes aspectos: el liderazgo afectivo,
establecer roles con responsabilidades claras, tener una comunicación interna efectiva, contar
con los recursos humanos y financieros suficientes para cumplir los objetivos y estar siempre
orientados a mejorar la organización.
Por último, el nivel operativo, que hace referencia a las metas, procedimientos y
objetivos claros para la ejecución de los programas de intervención. Debe tomarse en cuenta
que el programa debe partir de las necesidades propias de la comunidad y ser sensible a la
diversidad cultural de la comunidad.
Modelos de coaliciones comunitarias
Un modelo importante para el desarrollo de las coaliciones comunitarias y sus
programas, es el modelo de Salud Pública, basado en un marco de prevención (Instituto
Nacional de Coaliciones Comunitarias Anti-drogas de América, 2008)
Marco de Prevención Estratégica (SPF)
Ahora detallaremos 5 elementos, o etapas, que ayudan a las coaliciones comunitarias
para implementar programas con enfoques de políticas públicas a nivel comunitario, ya que
ha demostrado ser el programa más eficaz para el cambio comunitario.
● Etapa 1: Diagnóstico. Recoger datos para identificar los problemas, los recursos y la
disposición de la población dentro de un área geográfica y así atender las necesidades
y los vacíos.
● Etapa 2: Capacidad. Movilizar y/o fortalecer habilidades dentro de un área
geográfica para atender sus necesidades.
● Etapa 3: Planificación. Desarrollar un plan estratégico integral que incluya políticas,
programas y actividades creando un marco lógico basado en la información obtenida
para atender los problemas identificados en la primera etapa.
● Etapa 4: Implementación. Implementación de los programas, las políticas y las
actividades de prevención en base a la evidencia.
● Etapa 5: Evaluación. Medición del impacto del SPF y de los programas, políticas y
actividades desarrollados.
De igual manera, es importante mencionar dos características importantes de las
coaliciones comunitarias, la competencia cultural, entendida como el grado en que se toman
visiones de diferentes actores sociales y se representa a la comunidad en toda su diversidad,
generando mayor lazos positivos en las interacciones que se tengan en la coalición
comunitaria, y también la sostenibilidad, entendiéndose por ésta como la perduración en el
tiempo de los programas, valiéndose no sólo de recursos económicos, sino también de
voluntades e iniciativas de la misma comunidad. A continuación, mostraremos algunos
modelos generales de coaliciones comunitarias:
● Enfocada en actividades o eventos específicos, se encargan de gestionar actividades
con el objetivo de brindar información a través de ferias, concursos, afiches y
directorios de recursos.
● Provisión de servicios/programas, que remarca el uso de programas que brinden
servicios a individuos o familias, estos servicios pueden ser talleres de desarrollo
personal, clases para padres y etc.
● Para la movilización comunitaria, entendidas como las que organizan a la
comunidad con respuesta a un problema en específico, como por ejemplo mayor
alumbrado público, señalización de pistas, prohibir la venta de artefactos relacionados
con drogas o etc.
● Integrales que responden a las problemáticas de la comunidad, tomando en cuenta
planes transversales a la realidad comunitaria, determinando sus metas por los actores
que aportan los recursos o financiamiento para la coalición, sin embargo, durante el
desarrollo de esta, es posible que las metas cambian ligeramente respecto al desarrollo
de la problemática.
● Análisis de redes para evaluar coaliciones comunitarias
Es importante entender que, para el análisis de las coaliciones comunitarias, el uso de
redes sociales va a ser de vital importancia ya que van a configurar el conjunto de relaciones
que mantienen los miembros de la coalición con diferentes organizaciones o individuos de
otros espacios (Holgado, 2018)
Algunas características de los Análisis de Redes Sociales:
● Se centran en las relaciones entre los actores sociales
● Utilizan datos empíricos
● Utilizan modelos matemáticos para ser representados
● Hacen uso de la representación visual
Es importante mencionar que los individuos u organizaciones van a tener un conjunto
de características, denominadas atributos que facilitan entender el funcionamiento de las
coaliciones y las dinámicas internas de la red. Existen dos tipos de medidas estructurales para
las coaliciones, los indicadores de estructura (cohesión) que son las medidas para evaluar una
red completa y las medidas de centralidad, que vienen a ser los indicadores para evaluar las
individualidades. Estas medidas estructurales van a evaluar el nivel de funcionamiento,
coordinación y la fluidez de la información entre los participantes de la coalición. A
continuación, vamos a explicar algunos de los indicadores estructurales vinculados al
funcionamiento de las coaliciones, según Ramos (2014):
● La densidad: la cantidad de interacciones entre los miembros de las coaliciones
comunitarias respecto al total de vínculos posibles, usualmente una alta densidad está
relacionada con la saturación en el intercambio de información y recursos.
● La reciprocidad, se puede explicar como la facilidad y espontaneidad de respuesta en
los intercambios de información o recursos dentro de las coaliciones comunitarias.
● La centralización, es la forma en que las coaliciones se enfocan solo en determinados
actores para el trabajo comunitario, una centralización elevada produce coaliciones
disfuncionales y jerarquizadas.
● El coreness hace referencia a la ubicación de los actores en la red, mientras más cerca
al centro, estos van a facilitar un mejor funcionamiento y coordinación de la
coalición.
● La cercanía, debe entenderse como la distancia entre los individuos y los demás
actores de la red, va a ayudarnos a facilitar procesos de trabajo de coordinación.
● La homofilia va a ser el índice que medirá la cantidad de características similares que
tienen los individuos dentro de una coalición, a mayor diversidad, mayores recursos
para una visión integral de la problemática.
● La transitividad, va a reflejar la probabilidad en que dos actores dentro de las
coaliciones comunitarias se conozcan entre sí y, esto puede favorecer a la
coordinación, sin embargo, índices elevados en esto pueden generar redundancia en la
información.
● Los Cliques, definidos como una medida de agrupamiento que va a evaluar la
cantidad de vínculos que mantienen los actores entre sí, el aumento de los cliques está
relacionado con una mayor colaboración descentralizada.
Sumado a la efectividad de los índices para la medición de las estructuras de las redes
comunitarias, es importante también tener un mapeo de los subgrupos, ya que se ha
comprobado que el funcionamiento de las coaliciones se ve fuertemente influenciado por
subgrupos dominantes. Para el Análisis de las Redes Sociales se proponen cuatro
intervenciones estructurales que producen transformaciones en la red, recogidas de la
investigación de Ramos (2014). La primera, identificar a los actores que puedan alterar la red;
la segunda, señala subgrupos que puedan generar un cambio en la red; la tercera, promover la
interacción entre los actores sociales; y la cuarta, agregando o retirando actores y vínculos
que puedan modificar la red. Así también, el mismo autor, explica una Guía para evaluar
las coaliciones comunitarias, a través del Análisis de las Redes Sociales, la cual es descrita a
continuación:
Como primer punto, el Diseño de investigación, delimitar el tamaño de la red, el tipo
de relación que tienen los integrantes y definir cuál es el fin de estos vínculos; como segundo
punto, el Procesamiento de la información, en donde se deberá seleccionar los indicadores
para analizar la red y los modelos de a utilizarse para el análisis de los subgrupos; como
tercer punto, el Contraste y validación, en donde a través de métodos cualitativos, como
entrevistas o grupos de discusión, se deberá revisar que la información encontrada en el
segundo punto sea verídica; y como último punto, la Intervención estructural de la red, en
donde se deben elegir las estrategias de intervención, el diseño de la implementación, y la
nueva forma de configurar la red y la sistematización de la información encontrada en la
investigación.

IV. OTRAS METODOLOGÍAS COMUNITARIAS


4.1 Prevención de drogas desde las neurociencias y aprendizaje basado en
proyectos
El consumo de drogas es una problemática social que genera un impacto negativo en
el funcionamiento integral de los individuos. Por lo que se viene realizando diversos
esfuerzos para disminuir su incidencia, siendo necesario para ello, la claridad sobre los
factores de riesgo (elementos que potencia el consumo de sustancias), las consecuencias del
consumo (los efectos negativos) y las diversas estrategias que se han venido usando para
prevenir la problemática. En esa línea, desde las investigaciones de la neurociencia se ha
logrado comprender las consecuencias con el consumo de las drogas en los sistemas
motivacionales, procesos cognitivos, aprendizaje y memoria a corto, mediano y largo plazo.
Según la OMS esta afectación del sistema central modifica la conciencia, el estado de ánimo
y los procesos de pensamiento del individuo. Así también, mediante el Aprendizaje Basado
en Proyectos (ABP), se involucra a los actores sociales a adquirir nuevos conocimientos a
través de una estrategia de investigación y participación comunitaria, de este modo, en la
medida que buscan y cumplen los retos desarrollan habilidades relacionadas a valorar su
proyecto de vida para contrastarlo con la problemática que se esté abordando, esperando así,
que los involucrados tomen distancia de este. En este sentido, mediante esta metodología, se
plantea que los proyectos preventivos basados en los avances de la neurociencia proponen
que los aportes en el estudio del cerebro y sus afectaciones pueden generar un cambio en el
consumo y abuso de sustancias (Silvia, Mendoza, Giraldo, 2018).
Caso
Se realizó una investigación con estudiantes del séptimo grado de la institución
educativa José María Berástegui de Ciénaga de Oro, seleccionando de manera intencional a
los miembros de la muestra y teniendo en cuenta ciertas características para la investigación.
Se partía de la hipótesis de que “A mayor conocimiento de las consecuencias del consumo de
las sustancias psicoactivas y las afectaciones de estas al cerebro, mayor prevención frente a
su consumo por parte de los estudiantes. “
Dentro del modelo de intervención se tomó como factor clave la prevención dentro
del proceso educativo, por lo que se realizaron 18 sesiones interactivas con usos de vídeos
para motivar a los estudiantes e implicarlos en el conocimiento de las consecuencias del uso
de sustancias psicoactivas.
La propuesta planteada para la prevención del consumo de sustancias psicoactivas con
el uso del aprendizaje basado en proyectos y contenidos digitales ha tenido efectos positivos,
ya que la evaluación posterior a la ejecución del programa ha demostrado que los estudiantes
toman un rol activo al afrontar desafíos relacionados con sustancias psicoactivas. He aquí la
relevancia de este tipo de modelos, pues ayuda a construir junto con los participantes un
proyecto de vida libre del consumo de drogas o de la problemática que se esté abordando
(Silvia, Mendoza, Giraldo, 2018).
4.2. Metodología del Autodesarrollo comunitario
El enfoque del Autodesarrollo comunitario es resultado de investigaciones realizadas
por el Centro de Estudios Comunitarios (CEC) de la Universidad Central “Marta Abreau” de
Las Villas. El autodesarrollo comunitario es un modelo de intervención comunitaria en el que
se brinda las herramientas teórico metodológicas fundamentales para que la población sea la
protagonista en la transformación de su realidad social. Para el modelo, solo cuando una
comunidad es consciente de sí misma, y sus circunstancias, es que puede desarrollar un
pensamiento crítico y comenzar con el autodesarrollo comunitario, es decir, una comunidad
que no es consciente de sus trasfondos reales, históricos, sociales y culturales, no podrá
deslegitimar sus propias contradicciones y caminar hacia un futuro más digno. Para el
autodesarrollo comunitario, el proceso de cambio debe ser intencional y participativo para
con la gente de la comunidad, quienes deberán estructurar un proyecto comunitario, pensado
por y para el beneficio de la colectividad, haciendo énfasis en el rescate de los grupos
socialmente aislados (Pérez, 2011; Jumbo, Merino y Espinoza, 2017).
Características de la Metodología del Autodesarrollo Comunitario, según
Zurbano, Borges, Urías (2018), son:
● Compromiso y desarrollo humano: Hace énfasis en la implicación responsable de
todos los protagonistas de los procesos comunitarios, potenciando su crecimiento
profesional y humano.
● Valora las particularidades de la comunidad: toma en cuenta la variedad de roles
vinculados a los procesos comunitarios y reconoce la importancia de comprender las
subjetividades para hacer posible la transformación.
● Incentiva la autogestión: el modelo concibe la autogestión y sostenibilidad como
elementos de un continuum que favorecen el desarrollo humano de la comunidad.
Considera que la comunidad como ente activo en el proceso de transformación, por lo
que el modelo favorece el acceso a de herramientas que les permita identificar y
mejorar la comprensión de los problemas sociales, así como aquellas que les permita
trabajarlas.
● Fomenta una actitud crítica y transformadora de la realidad: la actividad
profesional comunitaria toma en cuenta las necesidades sociales de la comunidad, y
potencia la conciencia crítica por que la considera esencial para tener una disposición
al cambio y lograr una transformación colectiva.
Etapas del modelo
Estás guía el proceso de intervención, y en la práctica pueden aparecer de manera
simultáneamente, se describe a continuación, según Pérez (2011):
● Intercambio inicial: Es el primer acercamiento que tiene un demandante con el
profesional a intervenir en su comunidad, es importante que en esta primera instancia,
el profesional logre entender las demandas y necesidades de los clientes, pues es en
base a estos criterios que se va trazar la línea de acción, sin embargo es importante
mencionar que muchas veces los demandantes no tendrán muy en claro qué demandas
tienen que realmente no constituyen necesidades, por lo que será labor del profesional
visibilizar esta problemática para ir fomentando la mirada crítica en la comunidad.
Los objetivos dentro de esta primera etapa son: conocer la percepción del sujeto sobre
su comunidad, los problemas por solucionar de manera urgente y secundarios y la
formulación hipotética de los escenarios posibles.
● Formulación del prediagnóstico, busca recoger información empírica con respecto a
la problemática del consultante para contrastarlas con lo expresado en el punto
anterior, de este modo se pretende tener un panorama más claro de las siguientes
etapas. Para conseguir el objetivo, se utilizarán técnicas como el análisis de
documentos, observación participante y entrevistas, así como referentes teóricos. A
partir de los datos levantados se debe construir una matriz para el diagnóstico
participativo. Esta matriz estará compuesta por:
● Problemas: situaciones que afectan a la comunidad
● Prioridades: relevancia de los problemas en relación de sus efectos a futuro
● Factores condicionantes: Vinculados a los problemas de la comunidad
● Posibles acciones: acciones inmediatas y de asistencia técnica o gestión
pública.
● Proceso de diagnóstico y búsqueda de soluciones: tiene como objetivo establecer el
diagnóstico de la problemática a abordar por el consultante, para ello, a través de los
espacios grupales de reflexión, se analizan las causas fundamentales, así como las
acciones a tomar toma en cuenta.
● Evaluación: Esta se va a medir desde dos dimensiones:
○ Evaluación de la eficacia: relacionado con el cumplimiento de objetivos
○ Evaluación de impacto: relacionada con la transformación a largo plazo de la
comunidad.
● Sistematización: A partir de toda la información recogida por parte de la
intervención, persigue la construcción de un cuerpo teórico con mayor semejanza a la
realidad, para abordar problemáticas similares y reflexionar sobre cómo hacer frente a
las diferencias entre comunidades y su resolución de problemas.
Aplicación del modelo
Una investigación realizada por Rodriguez, Roque, Rodriguez (2014) tuvo como
intención analizar la cultura de un centro educativo superior con la incorporación de las TICS
en el proceso de enseñanza y aprendizaje, valorando la manera en que se involucran los
estudiantes como uno de los indicadores del autodesarrollo comunitario. Para la investigación
se utilizaron herramientas de investigación cualitativa, como entrevistas, observación
participante, cuestionarios y análisis de documentos, esto permitió la construcción del análisis
del cambio comunitario.
Como conclusiones del estudio se encontraron que cuando una organización es
analizada desde el paradigma del autodesarrollo comunitario, esta toca contradicciones
propias de la organización, por lo que se visibilizan los cambios dentro de la misma, a su vez,
la intermediación de las TICS ayuda a visibilizar los aspectos en que la organización está
flaqueando, permitiendo un diálogo abierto sobre las necesidades y problemáticas que esta
posee. Este análisis nos posiciona y facilita trabajar en base a las necesidades de la
organización de manera participativa y sistemática, en este caso en particular, el cambio
cultural es necesario a través de herramientas cognitivas, para lograr una mayor cohesión e
interacción comunitaria dentro de la organización.
4.3. PREVENCIÓN SELECTIVA
El término se originó por Gordon, pensando en la prevención desde una perspectiva
del riesgo-beneficio. Se debe entender como aquella prevención que aborda los factores de
riesgo asociados al consumo problemático y exclusión social, en ese sentido, se orienta a
aquellos grupos y contextos vulnerables donde la prevención universal no ha tenido efecto.
Estos grupos vulnerables pueden ser distinguidos por sus características sociales y
demográficas (edad, género, historia familiar, lugar de residencia (barrios donde existe mayor
privación social, o donde se produce el tráfico de drogas, etc.). En esta intervención, el
interventor debe conocer los factores de riesgo, los grupos vulnerables y los barrios
desfavorecidos, para poder tomar acción (Vazquez, Muñoz, Juarez, Ariza, 2018)
Características
● Retrasa o evita el acercamiento al problema: busca que la población no se vea
envuelta a temprana edad en el problema, incluso si está expuesta a un número
elevado de riesgo.
● Actividades focalizadas: se enfoca a limitar los elementos de riesgo y fomentar
aquellos factores protectores del grupo a intervenir.
● Variación en el tiempo de ejecución:Se desarrollan en períodos medios o largos de
tiempo, ello dependerá de los objetivos que se persigan.
Recomendaciones
● No estigmatizar: procurar que la selección de una población a intervenir no suponga
que los riesgos sean mayores a los beneficios y sean categorizados o “clasificados.”
● Metodología y dinámica participativa: las acciones a tomar deben motivar el
involucramiento de los participantes, promoviendo un rol activo de los mismos.
● Trabajo colaborativo: busca crear redes de apoyo, donde la familia y otros entes
sociales se conviertan en redes de apoyo que contribuyan al desarrollo de habilidades
sociales.
● Mayor definición de los criterios de evaluación: una de las debilidades de los
proyectos recae en que muchas veces no se llega a medir los efectos sobre el
consumo, así como la relación entre las variables de proceso y de resultado.
PROGRAMA
Citando una investigación realizada por Vásquez et al. (2018) en donde se revisaron
los resultados de diferentes programas de prevención selectiva que aborda los factores de
vulnerabilidad asociados al consumo problemático, de alcohol o cannabis, y a la exclusión
social.
En esta investigación se revisaron resultados de programas en español e inglés,
publicaciones menores a 10 años de antigüedad, población diana: 16-21 años, de prevención
selectiva, que tuvieran descripción de intervenciones, calidad en sus métodos y presentación
de resultados.
Como conclusiones, se encontró que existen pocos programas que hayan tenido una
calidad en la intervención o evaluación, e incluso a veces sobre hay dudas sobre los efectos
que generan, sin embargo, los programas más efectivos han resultado ser: “Pre-venture” en
donde se encontró resultados significativos en la reducción del consumo de alcohol, cannabis
y otras drogas. También se podría mencionar al programa “Saluda” y el programa “Keepin it
real” que mostraron una relación con la disminución del consumo del alcohol. y finalizando
con el programa The Climate Schools: alcohol and Cannabis Course, con resultados
significativos en el consumo de alcohol y cannabis.
4.4. COMUNIDAD TERAPÉUTICA
Se inicia con la recepción por parte de Carlos Novelli, en 1973, de personas adictas en
su hogar, fundando la primera comunidad terapéutica en Argentina, llamada “Programa
Andrés.” Al inicio estos tratamientos se encontraban vinculados a lo religioso y se utilizaba
como cuerpo teórico la experiencia de exadictos recuperados, sin embargo, en la actualidad
los equipos de comunidades terapéuticas se han visto complementados con profesionales de
las salud y asistentes sociales, además de un equipo terapéutico encargado del conocimiento
del personal que padece adicción. Grandich (2011).
La comunidad terapéutica es una forma de tratamiento para el abuso de drogas y
demás patologías de consumo, vinculadas con rasgos de la personalidad Cami y Farré (2003),
donde la participación de la comunidad constituye una estrategia para incentivar el cambio
psicológico y sociológico en los individuos. De ese modo, la comunidad terapéutica
constituye un espacio de entendimiento en donde va a encontrar pares y profesionales que
guían el proceso de recuperación, y no solo un lugar donde estarán alejados de las tentaciones
de la calle o el lugar donde se hace terapia. Es necesario mencionar que los dispositivos
apuntan incidir tanto en un nivel individual, familiar y social (Grandich, 2011)
● individual
● familiar
● social
De igual manera, según Lewin (1951) los cambios del usuario se pueden definir de
manera práctica en:
● Descongelamiento del nivel presente, entendido como la realidad actual
● Desplazamiento a un nuevo nivel, aproximando al usuario a una nueva realidad
● Congelamiento de la situación, estableciendo la nueva realidad como la realidad
actual e intentando que el usuario se mantenga de manera estable
Así también, los residentes que asisten a la comunidad terapéutica pueden ser:
● Personas que nunca han tenido una calidad de vida satisfactoria: individuos que
no cuentan o ignoran los valores de la cultura, y donde el consumo constituye una
respuesta social, en ese sentido la comunidad terapéutica significa la posibilidad de
pertenecer por primera vez a un grupo organizado, donde pueda alcanzar un
desarrollo.
● Personas con un problema psicopatológico, de malestar existencial, individuos
que contaban con un grupo de referencia en valores, hasta antes del consumo, por lo
que la comunidad terapéutica implica un espacio donde pueda rehabilitarse y retornar
a su estilo previo.
A pesar de la diferencia de estos grupos, ambos comparten:
● problemas de socialización
● problemas psicológicos
● inmadurez
● baja autoestima
● trastornos del carácter
● características antisociales
Algunos objetivos del modelo
● Busca un estilo de vida sana: partiendo de uno de los objetivos de la comunidad
terapéutica, se centra en lograr que por el autoaprendizaje del usuario lo lleve una
vida más digna a través de los objetivos. Es por eso que se hace énfasis en el trabajo
actual, se usa el pasado solamente para reflexionar y ver qué comportamientos sirven
para ilustrar las acciones del presente y cambiarlas a través de las terapias.
● Sobre la recuperación: partiendo de los objetivos de la comunidad terapéutica, la
interrupción del consumo es un prerrequisito para poder acceder al dispositivo,
uno de los objetivos primarios es el cambio en los patrones de conducta negativos,
pensamientos que dispongan al usuario al consumo de drogas y se busca más bien
llevarlo a un estilo de vida sana
Características (Comas, 2010)
● Centro residencial, espacio donde se va a estar gran parte del día, debido a que los
participantes residen en el centro, acompañados del equipo técnico y/o profesional.
● Duración determinada, los criterios para que los usuarios ingresen a la comunidad
terapéutica debe ser programado previamente. Se sugiere que sean estancias no
demasiado largas.
● Posee un perfil concreto, son establecidos previamente, y toma en cuenta las
variables sociológicas y criterios psicoterapéuticos.
● Equipo técnico multidisciplinario (psicosocial-educativo), todas las personas que
conforman la vida del centro deben actuar en base a los objetivos de la comunidad
terapéutica, que toma en cuenta los componentes psico-sociales-comunicativos rigen
● Fuente de aprendizaje social: En la comunidad terapéutica, los residentes participan
en diversas intervenciones (grupos terapéuticos, terapias individuales, procedimiento
educativos), por lo que a pesar de los fuertes controles informales, llegan a tener una
interacción constante con su entorno.
Caso
Un caso que podríamos mencionar es la comunidad terapéutica de Takiwasi en donde
la organización plantea procesos de superación a través de plantas naturales. El uso de plantas
como la ayahuasca es utilizado para el proceso de rehabilitación sumado con la terapia a
través de los especialistas, esta comunidad se encarga de atender usuarios con problemas de
consumo de psicoactivos y problemas de salud mental, además de esto el acompañamiento se
basa en el uso de las teorías psicológicas, además de tomar la cosmovisión de la propia
comunidad amazónica y la espiritualidad que se tiene.
En 23 años de actividad, el centro Takiwasi ha logrado resultados como:
● Integrar un equipo terapéutico multidisciplinario, contando con psicólogos, médicos,
terapeutas indígenas.
● Ha brindado atención a 798 pacientes con adicciones severas y 4932 pacientes y
familias con problemas de salud mental
● Han recibido 1865 pacientes procedentes de fuera del Perú
4.5. AYUDA MUTUA
La ayuda mutua es entendida como una forma de atención social, alternativa a la
ayuda profesional, basada en cooperación mutua y apoyo entre iguales, en donde personas
que comparten un problema, interés por el cambio y mejora voluntaria realizan sus objetivos.
Los grupos de ayuda mutua son grupos heterogéneos, tanto por objetivos, composición
ideología y manera de estructurarse. Estos suelen brindar soporte a sus miembros a través de
asistencia material y apoyo emocional, con el fin de solucionar los problemas colectivos que
poseen, ya que los participantes presuponen que sus necesidades no podrán ser satisfechas
por las instituciones (Sanchez, 2007).
Componentes del modelo
Así también el autor mencionado, describe las siguientes características:
● Reciprocidad y mutualidad: Concepto que implica a los miembros a ayudarse entre
sí, ya que el beneficio colectivo significa también un beneficio individual, aporta a la
terapia. Es relevante mencionar que esta ayuda no es caridad, sino más bien, una
relación de interdependencia entre nuevos miembros y miembros veteranos.
● La experiencia común, los miembros que componen los espacios de ayuda mutua
necesitan de haber pasado por una experiencia “X” para comprender a los demás y
partir desde esa necesidad colectiva con su tratamiento, a su vez, es indispensable la
experiencia individual, ya que de esta se extraen los insumos para la resolución de los
problemas.
● Compromiso de cambio, entendido como un requisito para pertenecer dentro de los
espacios de ayuda mutua, pues es vital para los usuarios el comprometerse a cambiar
las conductas negativas que estos poseen para reinsertarse en la comunidad
● Autogestión grupal, los espacios de ayuda mutua son gobernados por los mismos
miembros de manera autónoma, esta forma de direccionar a los grupos se traduce en
dos normas básicas:
○ Autorresponsabilidad de sus miembros, asumiendo la responsabilidad de las
buenas o malas consecuencias de su gestión
○ Autogestión, usando sus propios recursos para sus actividades, sin que eso
signifique que no puedan pedir apoyo externo, siempre marcando la distancia
con otras organizaciones
● Control social del grupo, si bien existe libertad dentro de los espacios de ayuda
mutua, el control sobre ciertas conductas de los miembros, ayuda al cambio de los
malos accionares, por lo que las normas sociales del colectivo se deben mantener
firmes con todos sus miembros. Para este control se deben pensar bien el perfil de los
líderes dentro del espacio, ya que estos deberán encarnar la legitimidad, para así poder
direccionar sus decisiones en pro de la colectividad. En este sentido el líder debe
presionar por que no solo se compartan ideales dentro de los espacios, sino que la
acción refleje los resultados positivos que se esperan se tenga para continuar con las
dinámicas de los espacios de ayuda mutua.
Funciones del modelo
Los grupos de ayuda mutua son vistos como especie de familia artificial, supliendo
los medios que estas poseen para ayudar a los usuarios a integrarse en la comunidad. A partir
de Levine y Perkins (1987) los GAM poseen mecanismos funcionales básicos que ayudan a
describir las siguientes funciones:
● Pertenencia y sentimiento de comunidad, entendida como la sensación que
experimentan las personas al ser parte de los espacios de ayuda mutua, en donde se
validan sus emociones y sentimientos a través de la construcción de esta “familia
artificial”
● Ideología, explicada como el conjunto de creencias y valores que sirve de soporte a la
desesperanza de los usuarios que llegan por primera vez a los grupos de ayuda mutua,
en donde los valores compartidos funcionan como una suerte de cohesionadores
sociales. Cada Grupo de Ayuda Mutua posee sus propios valores, objetivos e
idiosincrasia.
● Catarsis y crítica social, Dentro de los grupos de ayuda mutua se explicitan muchas
experiencias de vida, haciendo de este un espacio de confort y entendimiento, por la
autoidentificación con las historias de los demás participantes o por la confianza que
se inspira dentro de los espacios de ayuda, por lo que es normal que se generen
momentos de autocrítica y reflexión, en donde se puedan explicitar los malos actos de
algún miembro y se rechace el comportamiento
● Modelos de papeles sociales de ayudador, son los roles que asumen las personas
dentro de los grupos de ayuda mutua, generalmente son los más veteranos de la
colectividad, quienes ejercen el rol de ayudador, mientras que los recién llegados
ejercen el rol de ayudado.
● Aprendizaje de estrategias para afrontar problemas, se explican como espacios de
diálogo en que los miembros del grupo aportan colectivamente soluciones a
situaciones problemáticas, estas reuniones son un foro activo y democrático que busca
solución a las necesidades o quejas del espacio de ayuda mutua, sirviendo además
para incluir a los miembros nuevos en el diálogo.
● Red de relaciones sociales, A pesar de de las precarias investigaciones, existe validez
empírica en que los grupos de ayuda mutua constituyen un espacio para entablar
nuevos contactos, formar amistades o sumarse a otros proyectos comunitarios, pues al
ser un espacio abierto al diálogo y democrático, ayuda a la integración de miembros y
agranda la red de contactos, aumentándola incluso en grupos excluidos socialmente.
Caso
Narcóticos Anónimos, región Perú, es parte de una red de confraternidad a nivel
mundial. Este grupo se caracteriza por no contar con profesionales de la salud a su
cargo, es más bien un espacio con adictos y exadictos, quienes han creado sus propias
reglas, rituales, conceptos y herramientas para el buen funcionamiento de la
organización. Como parte de las herramientas que utilizan podemos mencionar:
● Las reuniones
● Los doce pasos
● El padrinazgo
● El servicio
Los resultados de la investigación de Rivera (2020) con respecto a el funcionamiento
de Narcóticos Anónimos, región Perú, encontró que los individuos participantes de la
organización logran cambiar sus comportamientos e interpretaciones al acceder a una nueva
cultura de salud alternativa a la vez que se les brindan herramientas materiales e ideológicas
para internalizar estos cambios y poder insertarse dentro de la comunidad.
V. PROBLEMÁTICA U OBSTÁCULOS QUE SE OBSERVAN EN LA
PARTICIPACIÓN COMUNITARIA

En el proceso de participación comunitaria los actores (político, el interventor, y la


comunidad) reflexionan sobre cómo mejorar la vida comunitaria, planteándose objetivos
concretos y pasos para el cambio social. Según Sanchez (2007) para entender dicho proceso,
es importante conocer un poco más de los principales actores involucrados. El político,
entendido como un actor intermediario entre la comunidad y el profesional, debe renunciar a
cualquier concepción patrimonialista o personalista mientras esté ejerciendo su cargo, pues
esto lo podría llevar a pensar que el poder “le pertenece” y que “debe” controlar los sectores
y grupos comunitarios, politizando así, el accionar de los mismos y entrando en terrenos poco
saludables para la vida comunitaria. Dicho de otra manera, el político debe repartir el poder a
través de la comunidad de manera equitativa. De igual manera, podemos el interventor,
practicante o profesional, pues este va a llevar consigo un poder, solo que en vez de ser
político, este poder va ser técnico, pues el profesional deberá definir sus funciones en base de
las necesidad de la comunidad y poder adaptarse al “saber popular” de los demás actores
sociales y debe entender el proceso de intervención como un espacio abierto, que se va
construyendo con diálogo y de la mano con la comunidad. Por el lado de la comunidad, es
importante que las personas dejen de lado el rol de pasividad y tengan una actitud crítica ante
la realidad, poder asumir un rol de protagonista frente las circunstancias que les tocó vivir,
haciendo uso de sus propios recursos o la gestión de externos. Estas cualidades de la
comunidad se verán facilitadas por la existencia de los propios problemas de la comunidad y
los deseos de mejorar la vida comunitaria.

LIMITACIONES E INCONVENIENTES
Así como existen elementos importantes para que se lleve a cabo el proceso participativo,
también se encuentran dificultades en la misma que debe ser resultas y previstas en el trabajo
comunitario. Para ello es importante tener en cuenta que los interventores no son los únicos
actores en proceso y esta toma de consciencia permite identificar que existen diversos tipos
de saberes que coexisten, todos los cuales deben ser tomados en cuenta, sin embargo,
reconocer esto no libera la existencia de conflictos entre actores internos y externos. Estos
conflictos generalmente giran en torno al compromiso y al conocimiento que puede
manejarse en la comunidad. De acuerdo con Montero (2007) se identifican lo siguiente:
● Conocimiento previo versus nuevo conocimiento: Los miembros de una comunidad
poseen conocimientos provenientes de su cultura y tradiciones, los cuales son
respetados y valorados pero que pueden entrar en contradicción con los cambios
necesarios para la comunidad ya que puede que ciertas costumbres o valores
sostenidos en la comunidad sean el fundamento de ciertos modos de vida que sean
peligrosos y que causen exclusión o maltrato.
● Influencia del contexto, la conducta de la comunidad no está excluida de las
prácticas comunes imperantes en la vida social de un país, región, área, comunidad,
por lo que la participación puede estar influida por tendencias políticas, religiosas o de
otro tipo que pueden influir en las necesidades e intereses llegando a bloquear o
desviar el trabajo psicosocial comunitario.
● Afiliaciones políticas, también puede ser un tema de conflicto, no nos estamos
refiriendo a la tendencia partidaria, sino a la forma en cómo expresamos las
necesidades, hacemos uso de los servicios, interpretamos la realidad, el ejercicio de
los derechos civiles y el cumplimiento de las obligaciones. Por ello, es importante que
se evite la polarización de los miembros de la comunidad que decante en la
abstención, división o participación en función a intereses partidarios, religiosos y no
comunitarios.
● Las alianzas que puedan hacer los agentes externos con cierto sector de la población
es otra fuente de dificultad, ya que produce exclusión, clientelismos o asistencialismo,
ligado siempre a la dependencia o se puede confundir con activismo político.
Por lo anterior expuesto, es importante comprender que la participación en sí no es
buena ni mala, todo depende de los valores y la concepción a la que responda, por ello es
fundamental que las prácticas que se proponen no respondan a formas predeterminadas de
manera inconsulta por organizaciones ajenas a las comunidades ya que eso supone
cooptación o designación a dedo en base a relaciones autoritarias, clientelistas o populistas
por lo que la participación adquiere un carácter nominal y antidemocrática (Ander-Egg, 2011,
Lardier, 2018).
Así también, Fonseca y Maiztegui (2017) en una investigación sobre participación
comunitaria con jóvenes encontró lo siguiente:
● Características de la etapa vital: es probablemente el factor edad, uno de los más
importantes, pues a medida que los jóvenes crecen y aumentan también sus
responsabilidades, y muchas veces ocurre la deserción de los programas de
voluntariado

● Falta de interés sobre las oportunidades disponibles, uno de los principales retos
que afronta una intervención comunitaria, es la mantención de sus miembros, pues en
muchas oportunidades, las expectativas y necesidades personales juegan un papel
importante. Una consecuencia de esto es la disminución progresiva de los asistentes a
las reuniones de coordinación, algo que se ve notoriamente durante el desarrollo de
las intervenciones.

Así también, Sánchez (2007) agrega otros elementos a tomar en cuenta:

El desgaste personal del interventor: podría entenderse como una especie de síndrome
de “burnout” implicando en desgaste emocional propio de la labor a realizarse, afectando si
se termina dando más de lo que se “recibe” durante la intervención, esto es común que se
tengan que trabajar con grupos que no tengan mucha motivación, pues las personas con
frecuencia no van a reconocer la gravedad de los problemas o la necesidad de cambio dentro
de sus comunidades. El reconocimiento económico dentro de los ámbitos de la intervención
social es menor que en el de la intervención en el campo de la salud, por lo que se apela
mucho a la búsqueda de voluntarios para este tipo de labores, a su vez Lo que el interventor
va necesitar para brindar la intervención comunitaria es iniciativa y motivación para brindarle
a la comunidad las facilidades del cambio, y para mantener el programa funcionando incluso
podría apoyarse en herramientas como:
● Apoyo social
● Promoción de liderazgo
● Fomento de la organización
● Contacto con instituciones locales que sirvan de apoyo.
Otras limitaciones de la participación según Sanchez (2007) están vinculadas con a la
modificación propia de los roles y proyectos durante su ejecución, situación natural por el
cambio de roles en los sujetos implicados, pero que debe ser tratada con sumo cuidado, pues
estas modificaciones podrían generar una reducción en la eficiencia de las acciones puntuales
con respecto a los objetivos a corto plazo.
Debido a estos cambios en la idiosincrasia de los participantes y la exigencia no solo
económica sino motivacional y física de la intervención comunitaria, es necesario mencionar
que esta solo se verá justificada a si se tiene como logro personal el “desarrollo humano” a
través de la activación social y el cambio comunitario, las ventajas-desventajas van a
depender de en qué medida los participantes consideren la intervención comunitaria como
objetivo principal

Limitaciones de las modalidades de participación:


Si bien existen limitaciones generales, cada modelo de participación comunitaria
cuenta con limitaciones propias, las cuales serán explicadas a continuación.
Limitaciones del modelo ECO2
Al respecto, Machin (2010) establece las siguientes:
● Las investigaciones de las redes sociales no se pueden generalizar, dentro de las
investigaciones que se puedan realizar para buscar una “causa-efecto” dentro de las
consecuencias de la densidad alta o baja de una red, esta va depender en su mayoría
del contexto del usuario, en ciertas situaciones será beneficiosa, mientras que en otras
no.
● Los costos elevados del modelo ECO2, si bien es cierto que esta estrategia de
intervención ha resultado exitosa en ciertos programas, el desgaste no solo económico
sino social de este tipo de proyectos pensados a largo plazo, hace que no todas las
organizaciones que desean aplicarlo logren hacerlo con éxito, por lo que el
compromiso de los participantes va a jugar un rol determinante.
● La estigmatización e indiferencia social, otra limitación que se encuentra dentro del
campo de acción del modelo ECO2, es luchar contra las representaciones mentales de
la comunidad, pues muchas veces encasillar a los usuarios drogodependientes genera
que estos sean excluidos y no quieran cambiar sus redes sociales, debido al poco
interés mostrado por la comunidad en integrarlos. Extraído de la Fundación Munasin
Kullakita. Zarate (2016)

Limitaciones del modelo de reducción de daños y reducción de riesgos:


Dentro de la investigación realizada por Pino (2015) se realiza un recuento de las
limitaciones que posee el modelo de Reducción de Daños, en su mayoría, relacionadas con la
libertad que les da el modelo a los individuos, el entorno social de la comunidad y las
desventajas propias de las intervenciones comunitarias. A continuación, enumeramos algunas
desventajas halladas en la investigación:
● La libertad brindada por el programa, para algunas instituciones u organizaciones
se podría considerar contraproducente o poco seria, la libertad que se da a los
participantes del programa, pues de ellos depende seguir consumiendo o no, sin que
esto afecte su permanencia en el programa.
● Falta de preparación por parte de los interventores, una de las causas más
comunes para el fracaso de los programas es la falta de conocimiento con respecto a
la comunidad y sus necesidades por parte de los profesionales, esto termina en
programas mal diseñados y por consecuencia, resultados negativos.
● La larga duración del programa, debido a que la intervención comunitaria se planea
pensada en un mediano y largo plazo, muchas veces los usuarios dependientes de
sustancias nocivas no terminan el programa y desisten a inicios o a mitad de la
ejecución de estos.
● La libertad y el consumo, debido a la total libertad desde la que se piensa esta
intervención comunitaria, en muchas situaciones los usuarios hacen caso omiso a las
recomendaciones y continúan con el consumo de sustancias nocivas, debido a que
dejar de consumir no es un requisito para ser alejado del programa.
● Frustración de los profesionales, algo común en este tipo de intervenciones es ver
las resignaciones de los interventores, debido a las nuevas drogas que salen al
mercado negro y de fácil acceso para los usuarios participantes del programa,
haciendo cada vez más difícil el cambio en sus conductas y minimizando la labor de
los profesionales.

Limitaciones del modelo coaliciones comunitarias


Entendiendo las redes comunitarias como la articulación de los grupos sociales dentro
de una comunidad para poder generar el cambio social, se definen un grupo de problemáticas
presentadas en la investigación de González (2019) atribuidas a los diferentes actores de las
redes comunitarias: Líderes comunitarios, Beneficiarios, Organizaciones civiles. A
continuación, explicaremos los problemas desde las diferentes perspectivas de los actores de
las redes comunitarias:

● Líderes comunitarios:
○ Problemáticas con los comercios de bebidas alcohólicas o sustancias nocivas
legales
○ Resistencia por parte de los líderes para implementar programas preventivos.
○ La comunidad no cumple con las normativas legales vigentes.
● Beneficiarios (comunidad):
○ Entorno violento e inseguro
○ Venta de sustancias nocivas a miembros de la comunidad sin discriminación
de edad
○ Percepción mínima de riesgo sobre sectores de la comunidad
● Organizaciones (especialistas):
○ Problemas de presupuesto para el desarrollo del programa
○ Resistencia de las comunidades por implementar estrategias de prevención
○ Escasa participación de la comunidad para la integración de las coaliciones
comunitarias
○ Limitaciones de personal, con respecto a la cantidad de personas de la
comunidad.

Limitaciones del modelo de Grupo de Ayuda Mutua


En una investigación realizada por Martín Ferrari et al, (2000) acerca del
funcionamiento de los grupos de ayuda mutua encontró una serie de desafíos que afrontan,
debido a la peculiaridad de no ser dirigidos por interventores, o profesionales, vinculados al
tema, sino más bien por usuarios que han superado la problemática que ayuda a solucionar la
organización.

● Cambio constante de miembros, debido a que la asistencia a estos grupos parte de la


voluntad propia de los usuarios, en muchas ocasiones esta no es constante durante el
desarrollo de las sesiones programadas.
● Ausencia de programas específicos para enfrentar la problemática que presenta la
organización.
● Regularidad superficial en los grupos, puede que la cantidad de miembros asistentes
al programa sea constante, sin embargo, eso no significa que sean los mismos
usuarios quienes estén dentro de las reuniones.
● Poca rigidez en su normativa, debido a que la organización es llevada por miembros
del mismo grupo, llamados “coordinadores.” Por lo que es vital que estos líderes,
logren articular el respeto dentro de las reuniones y demás dinámicas de los grupos de
ayuda mutua.
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