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PARROQUIA SAN ANTONIO MARÍA

CLARET

SANTO VIACRUCIS
CELEBRANDO EL MISTERIO DE LA PASIÓN Y MUERTE DE JESÚS

REFLEXIONES
ESTACIONES DEL VIACRUCIS
Campaña de Evangelización de la Iglesia Católica de Honduras
MONICIÓN INICIAL

Recorrer el camino de la cruz con Jesús se nos presenta este día como
una oportunidad de meditar sobre la manera en la que nos sentimos
parte de la Iglesia. El día en el que Jesús vivió el viacrucis había muchas
personas presentes, pero se involucraron de diferente manera en este
importante acontecimiento en el que Jesús sacrificaba su propia vida
para salvarnos.

Nos pasa también con la Iglesia, a veces la vemos de lejos, a veces


participamos de vez en cuando, a veces sencillamente la ignoramos. En
este viacrucis podemos comprender que creer en Jesús es seguirle aún
en los momentos difíciles, y seguirle no como espectadores viendo a
Jesús que pasa sino participando, sintiendo, viviendo todo como parte
importante de nuestra vida.

Seguir a Jesús es seguirlo como Iglesia, es caminar juntos y unidos en


la comunidad de hermanos que siguen recorriendo caminos de salvación
para todos.
Oración de inicio

Celebrante:

Señor Jesús, en este día consagrado por tu Pasión


elevamos nuestras voces a Ti, confiados en que nos escuchas.
Te bendecimos porque eres para nosotros fuente de vida, tomas sobre
ti nuestros sufrimientos, y con tu santa cruz redimiste al mundo.

Creemos que tus heridas nos han curado, que no nos dejas solos en la
hora de la prueba y que tu Evangelio es sabiduría verdadera.
Reconocemos tu cuerpo martirizado en muchos de nuestros hermanos,
la violencia que sufriste en quien es perseguido, y tu abandono en el
suplicio de quien es asesinado.

Tú, que quisiste vivir en una familia, mira compasivo a nuestras


familias, acoge sus oraciones, atiende sus gemidos, bendice sus
propósitos, acompaña su camino, sostenlas en sus dudas, consuela sus
afectos heridos, infúndeles la valentía de amar, concédeles la gracia
del perdón y haz que estén abiertas a las necesidades de los demás.

Señor Jesús, Tú que eres el Crucificado Resucitado, haz que no nos


dejemos robar la esperanza de una nueva humanidad, de los cielos
nuevos y la tierra nueva, donde enjugarás toda lágrima de nuestros
ojos y no habrá ni llanto ni dolor, porque lo antiguo ha pasado y
seremos una gran familia en tu casa de amor y paz.
PRIMERA ESTACIÓN
JESÚS SENTENCIADO A MUERTE

† Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.


† Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

SUMO SACERDOTE 1: Este hombre pervierte al pueblo con


doctrinas falsas.
JUDÍO: Dice que es el Mesías, el rey de Israel.

PILATO: (dirigiéndose a Jesús) ¿Eres tú el rey de los judíos?

JESÚS: Tú lo has dicho, Yo Soy, y para esto vine al mundo, pero mi


reino no es de esta tierra.
SUMO SACERDOTE 2: Blasfemia, ¡blasfemia!, esto no se puede
permitir.
SUMO SACERDOTE 1:(despreciativo y sarcástico) Supongo que
también querrás pasarte por Hijo de Dios; que seguirás
levantando al pueblo en contra del César, nuestro rey.
PILATO: (a los sacerdotes) Yo no encuentro ningún delito en este
hombre.

SUMO SACERDOTE 1: ¡Sí, sí! Alborota al pueblo.


PILATO: Me han traído a este hombre como alborotador del pueblo,
lo he interrogado delante de ustedes y no hallo ningún
delito de lo que lo están acusando.
SUMO SACERDOTE 2: Es reo de muerte, y de muerte de cruz.
PILATO: (dirigiéndose a Jesús) ¿No oyes de cuántas cosas te
acusan?
(Jesús le mira fijamente a los ojos, pero no le responde) (Poncio Pilato
desconcertado se pasea por la sala; tras una breve pausa se dirige al pueblo)

Es costumbre en mi jurisdicción soltar un preso para las fiestas de


pascua; en esta ocasión tengo a dos: a Jesús de Nazaret y a Barrabás.

(En ese momento llega un soldado y llevándolo aparte le dice en secreto):

SOLDADO: Señor, señor, manda a decir tu mujer que no te


metas con este justo, pues hoy ha sufrido mucho por su
causa.

(Pilato se queda reflexionando un momento y luego se vuelve a los sumos


sacerdotes)

PILATO: ¿A cuál de los dos quieren que les suelte?


SACERDOTES Y PUEBLO: ¡Preferimos a Barrabás!
¡Suelta a
¡Barrabás! (Lo siguen repitiendo hasta que los detenga Pilato)

PILATO: (gritando) ¡Silencio, silencio! ¿Por qué he de matar a


Jesús, si es su rey?
SACERDOTES Y PUEBLO: No tenemos más rey que al César.
PILATO: Pero, ¿qué mal ha hecho? Yo no encuentro nada digno
de muerte.

SUMOS SACERDOTES: ¡Crucifícalo, crucifícalo!


(El pueblo incitado por los sumos sacerdotes comienza a gritar)

PUEBLO: ¡Crucifícalo, crucifícalo!


(Pilato se dirige al pueblo, manda a calmar el alboroto)
PILATO: Barrabás, quedas libre

BARRABÁS: ¡Soy libre, soy libre!

PILATO: Vean que son ustedes quienes le han condenado. Inocente


soy de la sangre de este justo. Allá ustedes (dando
palmadas). ¡Tráigame agua, yo me lavo las manos de este

crimen!

(se lava las manos mientras el pueblo grita)

JUDÍO: ¡Que caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros


hijos!
SUMO SACERDOTE 2: ¡Que muera el impostor!

PUEBLO: ¡Que muera, que muera… crucifícalo…!


(Mientras los soldados se llevan a Jesús, lo desnudan, lo azotan, lo coronan de
espinas)

CITA BÍBLICA:
Lectura del Evangelio según San Mateo 26,59-67
“Los príncipes de los sacerdotes y todo el Sanedrín buscaban un
falso testimonio contra Jesús para darle muerte;…Y,
levantándose, el Sumo Sacerdote le dijo: ¿Qué es lo que éstos
testifican contra ti? Pero Jesús permanecía en silencio.
Entonces el Sumo Sacerdote le dijo: Te conjuro por Dios vivo a
que nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios. Jesús le
respondió: Tú lo has dicho. Además, les digo que en adelante
verán al Hijo del Hombre sentado a la diestra del Padre y venir
sobre las nubes del cielo. Entonces el Sumo Sacerdote rasgó sus
vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos
ya de testigos? Ya lo ven, acaban de oír la blasfemia: ¿Qué les
parece? Ellos contestaron: Es reo de muerte”.

REFLEXIÓN:
Jesús es condenado, unos participan para salvarlo y otros para
condenarlo. Su palabra y su vida crean controversia y llama a la
conversión; esto es iniciar procesos de renovación y purificación, para
superar la nostalgia de estructuras que han dejado de ser cauces de vida
en el mundo actual. Hoy hay personas, creyentes y no creyentes que
con sus acciones a favor del bienestar común cuestionan nuestras
prácticas antievangélicas e incomodan y debilitan nuestra credibilidad
como cristianos.

Oración:
Señor, perdónanos porque a veces estamos más comprometidos en
acusar que en salvar al que es acusado injustamente. Señor haz que,
transformados en hombres y mujeres audaces, valoremos a cada
persona y libres de estructuras ensimismadas en el absolutismo, que
vivamos y construyamos una Iglesia con auténtico espíritu evangélico y
misionero liberador que no permite despreciar a nadie. Por Jesucristo
nuestro Señor.

Celebrante: Oración por los Matrimonios Jóvenes

Señor Jesús, que entre olivos apacibles aceptaste rezando sufrir


por nosotros hasta la muerte, y muerte de cruz, te pedimos por
los esposos jóvenes, ayúdalos a afrontar las dificultades unidos
a ti y a todos nosotros concédenos permanecer contigo en la
hora de la prueba. Tú que vives y reinas por los siglos de los
siglos. R/. Amén.

PADRE NUESTRO, AVE MARIA, GLORIA

† Jesús, fue obediente hasta muerte.


† y Muerte de Cruz para salvarnos.
SEGUNDA ESTACIÓN
JESÚS CARGANDO CON LA CRUZ

† Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.


† Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

NARRADOR: Los soldados, después de haber azotado a Jesús, se


siguen burlando de él, le colocan nuevamente la túnica y
ahora, también la cruz.
SOLDADO1: (riéndose) Ja…ja…ja… aquí tienes Nazareno, la cruz
que tanto deseabas.
SOLDADO2: La hemos hecho especialmente para ti, tómala.
SOLDADO1: Sálvanos muriendo en ella, ja…ja…ja…

(ríen burlonamente).

JESÚS: (abrazando la cruz) Padre hágase tu voluntad.

(y comienza a caminar).

CITA BÍBLICA:
Lectura del Evangelio según San Juan 19,16-17
“Entonces Pilato se lo entregó para que fuera crucificado.
Tomaron, pues, a Jesús; y él, con la cruz a cuestas, salió hacia
el lugar llamado de la Calavera que en hebreo se dice Gólgota”.
Palabra del Señor.

REFLEXIÓN:
Jesús carga con la cruz, la cruz pesada y grotesca que simboliza todas
las penas de los hombres y mujeres, sus pecados, sus heridas y sus
resistencias, terquedades. Ante el llamado a la conversión hay muchas
resistencias personales y comunitarias. Hoy hay hermanos y hermanas
que siguen cargando la cruz de la exclusión, del rechazo y la indiferencia
porque cuestionan las estructuras manipuladas por el poder, el placer y
el autoritarismo. Traigamos a nuestra memoria las personas que
orillamos de la Iglesia, aquellos que no calzan con nuestra manera de
pensar y actuar, los que con su vida, palabra y acciones cuestionan
nuestra forma de vivir las responsabilidades en la Iglesia como expresión
de poder y no de servicio.

ORACIÓN:
Escucha Señor, la voz de tu Iglesia que, desde el desierto del mundo te
invoca. Extiende sobre nosotros tu mano misericordiosa y haz que, por
medio de la penitencia, la oración, la conversión personal y comunitaria,
venzamos las tentaciones de maligno como la indiferencia y el
aislamiento. Que no recarguemos la cruz solo sobre los demás, sino que
sepamos asumir juntos las diversas tareas y compromisos en la Iglesia.
Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

Celebrante: Por la Familia

Señor Jesús, que recibiste con amor el beso traidor de Judas,


te suplicamos que concedas a las familias la valentía de
testimoniar tu Evangelio y a todos nosotros poder responder al
mal con el bien, para ser constructores de paz y reconciliación.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. R/. Amén.

PADRE NUESTRO, AVE MARIA, GLORIA

† Jesús, fue obediente hasta muerte.


† y Muerte de Cruz para salvarnos.
TERCERA ESTACIÓN
JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ
BAJO EL PESO DE LA CRUZ

† Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.


† Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

(Jesús cae por primera vez)

JUDÍO: Camina Nazareno, ¡qué bien te queda esa cruz que te


han preparado, anda camina!

SOLDADO1: Vamos inútil, ¿por qué te caes, ya no tienes fuerzas?


Si aún te falta mucho camino por recorrer.

JUDÍO: Vamos, levántate Nazareno, sigue tu camino.

CITA BÍBLICA:
Lectura del profeta Isaías 53, 4-5
“Sin embargo, eran nuestras dolencias las que él llevaba, eran
nuestros dolores los que le pesaban y nosotros lo creíamos
azotado por Dios, castigado y humillado. Más fue herido por
nuestras faltas, molido por nuestras culpas. Soportó el castigo
que nos trae la paz, y fuimos curados con sus heridas. Palabra
de Dios

REFLEXIÓN:
Jesús cae en tierra, cae en nuestras tierras áridas y frágiles, participa de
todo lo nuestro y nos pide participar en sus dolores y penas.
Reconozcamos que la cruz de Cristo está sosteniendo las cruces que
carga la humanidad. Cruces de indiferencia ante el sufrimiento de unos,
de conformismo por miedo al desacomodamiento, de relativismo por
huida al compromiso permanente. Jesús cae, la Iglesia cae, la
comunidad cae cuando hay falta de compromiso del bautizado. Caemos
cuando queremos vivir una fe sin Iglesia, sin compromiso de nada. Las
caídas pueden ser momentos oportunos para reflexionar y salir del
aislamiento reconociendo que la Iglesia es comunidad que necesita la
presencia y aporte de cada uno.

ORACIÓN:
Reconocemos Señor que somos débiles, que caemos fácilmente y nos
alejamos de tu Iglesia por cualquier motivo. Tú nos enseñas Señor,
que es de humanos caer cuando el peso de las dificultades nos agobia.
Ayúdanos a no abandonar la tarea que nos confías en el camino de la
Iglesia. Que no busquemos lo fácil sino lo fuerte, que dejemos todo lo
que nos deshumaniza y nos transformemos en personas más sensibles
ante el dolor de los demás.

Celebrante:

Señor Jesús, que fuiste condenado injustamente, te suplicamos


que concedas a los esposos sin hijos poder caminar tomados de
la mano, viviendo en plenitud el Sacramento del amor conyugal,
y a todos nosotros poder vivir las adversidades con suave
firmeza. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. R/.
Amén.

PADRE NUESTRO, AVE MARIA, GLORIA

† Jesús, fue obediente hasta muerte.


† y Muerte de Cruz para salvarnos.
CUARTA ESTACIÓN
JESÚS SE ENCUENTRA CON SU MADRE

† Te adoramos oh Cristo y te bendecimos.


† Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

NARRADOR: De entre la gente, sale María al encuentro de Jesús.

MARÍA: Déjenme pasar

(se abre campo entre la gente y los soldados)

Por favor, déjenme pasar, él es mi hijo, es mi hijo.


(Cerca de Jesús, se arrodilla y con mucho sentimiento):

¡Ay! Hijo mío, cómo te han desfigurado.

JESÚS: Vamos Madre, no sufras. Tú también sabes que ésta es la


voluntad de mi Padre Celestial.

MARÍA: Sí hijo mío, mi buen Jesús.


SOLDADO1: Ya basta mujer, deja ya a ese hombre (María se aleja
de Jesús) No nos importa que sea tu hijo, sólo nos interesa
que muera.
(Haciendo señas a los demás para que griten).

PUEBLO: ¡Sí…sí…que muera…que muera!


CITA BÍBLICA:
Lectura del Evangelio según San Lucas 2, 34-35.51
En aquellos días Simeón bendijo y dijo a María, su madre: ‘Este
está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y como
signo de contradicción. ¡Y a ti misma una espada te atravesará
el alma! A fin de que queden al descubierto las intenciones de
muchos corazones’. … Su madre conservaba cuidadosamente
todas las cosas en su corazón”. Palabra del Señor

REFLEXIÓN:
El encuentro de la madre con el Hijo es tan profundo, como para quedar:
¡sin palabras! Madre e Hijo han recorrido el largo camino de la vida y de
la fe, han compartido alegría y tristezas, tiempos de calma y tiempos de
sobresaltos. La “cultura del encuentro” es promover el diálogo, la
solidaridad y la apertura a todos resaltando la centralidad de la persona.
La comunidad parroquial está llamada a desarrollar un verdadero “arte
de la cercanía”. Si esta tiene raíces profundas, la parroquia realmente
se convierte en el lugar donde se supera la soledad, que afecta la vida
de tantas personas. Una parroquia sinodal nos invita a entablar
relaciones con todos y todas, a enriquecernos con la diversidad, en
donde todos seamos acogidos haciéndonos sentir parte del cuerpo de la
Iglesia.

ORACIÓN:
Señor Jesús, que tu encuentro con nuestra Madre Santísima inspire
nuestros encuentros. Haz que podamos salir de nosotros mismos para
ir al encuentro de los otros venciendo los obstáculos en las relaciones
interpersonales y comunitarias en la Iglesia y en la comunidad. Danos la
sencillez Señor de reconocer cuando fallamos, pero que ningún mal
entendido o disgusto nos aparte de la familia que es la Iglesia. Amén.
Celebrante:

Señor Jesús, que abres los brazos a quien invoca el perdón, te


suplicamos que concedas a las familias numerosas poder
superar con alegría cada dificultad y a todos nosotros poder
levantarnos siempre después de una caída. Tú que vives y
reinas por los siglos de los siglos. R/. Amén.

PADRE NUESTRO, AVE MARIA, GLORIA

† Jesús, fue obediente hasta muerte.


† y Muerte de Cruz para salvarnos.

QUINTA ESTACIÓN
JESUS ES AYUDADO POR EL CIRENEO

† Te adoramos oh Cristo y te bendecimos.


† Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

NARRADOR: Ante el cansancio de Jesús, los soldados toman una


decisión.
SOLDADO1: Centurión, mira, este ajusticiado ya no tiene fuerzas
para llevar la cruz.

CENTURIÓN: Es cierto, y no nos conviene que se nos muera en


el camino.

SOLDADO1: Sí…sí…, es necesario que alguien le ayude. Allí viene


ese hombre.
CENTURIÓN: Oye hombre, ¿cómo te llamas?

CIRINEO: Simón, soy de Cirene, ¿y qué quieres?

CENTURIÓN: Pues que ayudes a ese hombre a llevar la cruz.

CIRINEO: No, no, vengo de mi trabajo, además, por qué yo, estoy
cansado.

CENTURIÓN: He dicho que ayudes y no he preguntado si aceptas o


no.
Toma esa cruz o mueres con él.
CIRINEO: Esta bien. (toma la cruz).

JESÚS: Gracias buen amigo, yo te he de recompensar tu buena


acción.

CITA BÍBLICA:
Lectura del Evangelio según San Lucas 23, 26
“Cuando le llevaban echaron mano de un tal Simón de Cirene,
que venía del campo y le cargaron la cruz para que la llevara
detrás de Jesús”.
REFLEXIÓN:
El Cirineo, un desconocido hasta este momento, vive una experiencia de
cambio y conversión, da un giro, de “volver a su casa” a “cargar con la
cruz de Jesús”. Los procesos de conversión son así, son un llamado que
surge en un momento específico en la vida, pero que requiere escucha,
cambio y compromiso participativo.
El Cireneo pasa de ser espectador a ser comprometido con Jesús. Dios
se vale de diversas formas para llamarnos a participar, seamos una
Iglesia de Cireneos ayudándonos siempre unos a otros, avanzando
despacio, pero juntos y unidos en todo momento.

ORACIÓN:
Señor, Dios nuestro, abre nuestros corazones al llamado que nos haces
hoy para vivir la solidaridad, el cuidado y ternura con los que nos
necesitan. Ayúdanos para que, liberados del egoísmo e individualismo
que nos aprisiona, descubramos los dones del Espíritu Santo que has
puesto en nosotros para aportarlos y enriquecer la Iglesia. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Celebrante:

Señor Jesús, que fuiste juzgado por lógicas mundanas, te


suplicamos que concedas a las familias con hijos que sufren,
alivio en las dificultades y a nosotros poder elegir, proteger y
amar la vida en toda circunstancia. Tú que vives y reinas por los
siglos de los siglos. R/. Amén.

PADRE NUESTRO, AVE MARIA, GLORIA

† Jesús, fue obediente hasta muerte.


† y Muerte de Cruz para salvarnos.
SEXTA ESTACIÓN
LA VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESÚS

† Te adoramos oh Cristo y te bendecimos.


† Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

NARRADOR: Una mujer, al ver el sufrimiento de Jesús, va hacia él


y realiza una gran obra de amor.

VERÓNICA: ¡Ábranme paso, por favor, ábranme paso! Yo conozco


a ese pobre hombre, es el Mesías. Déjenme limpiarle el
rostro.

SOLDADO1: ¡No, no!

(interponiéndose, no quiere dejarla pasar).

VERÓNICA: (se impone a la fuerza…) (acercándose Jesús le


limpia el rostro y le dice): Pobre Señor!

JESÚS: Verónica, que el cielo te recompense tu buena acción.

VERÓNICA: Señor Jesús, es tanto lo que te debo.

CENTURIÓN: Anda mujer, deja a ese hombre que se nos hace tarde
para llegar al lugar de la crucifixión.
CITA BÍBLICA:
Lectura del libro de Isaías 53, 2-3
“Creció ante él como un retoño, como raíz en tierra reseca. No
tenía apariencia ni presencia; le vimos y carecía de aspecto
que pudiésemos estimar”.

REFLEXIÓN:
En la realidad en que vivimos encontramos muchos rostros, pero se nos
es difícil ver en ellos el rostro de Jesús, porque siempre buscamos solo
un rostro glorioso y desechamos los rostros sufrientes, porque estos nos
interpelan, nos exigen radicalidad evangélica. ¿Qué rostros encontramos
a diario? ¿Cuál es el rostro que tengo de Jesús? ¿Qué tipo de rostro de
Jesús busco? Cuando se ha visto el rostro de Jesús y se ha oído su voz,
no se puede ya dejar de ofrecer la vida, hay un impulso incontenible a
partirse, repartirse y compartirse. En Jesús hay siempre una llamada
renovada a la reconciliación y a la fraternidad más allá de toda diferencia
de personalidad o de carácter.

ORACIÓN:
Señor Jesús, te pedimos por todos los rostros ocultos a nuestros ojos,
rostros que sufren la injusticia, la explotación laboral, sexual, aquellos
rostros que han estado alejados de la compasión y bondad del ser
humano. Que nosotros, nosotras con nuestro compromiso cristiano
ayudemos a convertir esos rostros sufrientes en rostros gloriosos en
Jesús.

Celebrante:
Señor Jesús, que padeciste dolor y desprecio, te suplicamos
que concedas a nuestras familias aprender a acoger a quien
está herido y a todos nosotros hacernos cargo y aliviar el dolor
de los demás. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

PADRE NUESTRO, AVE MARIA, GLORIA

† Jesús, fue obediente hasta muerte.


† y Muerte de Cruz para salvarnos.
SÉPTIMA ESTACIÓN
JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ

† Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.


† Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

(Jesús cae por segunda vez)


NARRADOR: Jesús sigue caminando muy lento, a veces lo hace
para cobrar aliento. Esto molesta a los soldados quienes
le siguen golpeando hasta que lo hacen caer.

SOLDADO2: (lo golpea varias veces) Vamos, te haces el inútil,


con que no puedes cargar con la cruz.

CENTURIÓN: Con que esas tenemos. No quieres caminar, pues


toma, toma, toma, toma (le da tres latigazos) a ver si así
recobras tus fuerzas. Vamos camina, camina rey de los
judíos.

(Jesús se va levantando poco a poco. El pueblo mientras tanto se ríe a


carcajadas al ver la lentitud de movimiento de Jesús: ja…ja…ja…)

CITA BÍBLICA:
Lectura del libro de Lamentaciones 3, 1-2.9.16
“Soy el hombre que ha visto la aflicción bajo el látigo de su
furor. Me ha llevado y me ha hecho caminar en tinieblas y sin
luz. Ha cercado mi camino con piedras enormes, ha torcido mis
senderos. Ha quebrado mis dientes con una piedra, me ha
revolcado en la ceniza”.
REFLEXIÓN:
Una segunda caída, un golpe más, Todas las personas estamos llamados
hacer cambios concretos en nuestras vidas, ¿quiénes no nos hemos
equivocado una y otra vez?, frente a esta realidad humana también
hemos querido levantarnos y darle un nuevo rumbo a nuestra vida, hoy
más que nunca necesitamos hacer propósitos realizables en donde
nuestra humanidad se entrelace con nuestra espiritualidad para lograr
una conversión desde el corazón.

ORACIÓN:
Señor Jesús te agradezco por todas las personas que en nuestro camino
nos han ayudado a levantarnos cuando hemos caído, haz que nosotros,
nosotras tengamos ojos para ver aquellos que han caído, corazón para
sentir su sufrimiento, pies para ir hacia ellos y manos para ayudarles a
levantarse.

Celebrante:
Señor Jesús, que convertiste el patíbulo de muerte en fuente
inagotable de vida, te suplicamos, haz que los hijos cuiden de
sus padres asistiéndolos con gratitud, y a todos nosotros que
aprendamos de Ti la alegría de amar y entregarse
generosamente. Tú que vives y reinas por los siglos de los
siglos. R/. Amén.

PADRE NUESTRO, AVE MARIA, GLORIA

† Jesús, fue obediente hasta muerte.


† y Muerte de Cruz para salvarnos.
OCTAVA ESTACIÓN
JESÚS CONSUELA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN

† Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.


† Pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

TODAS: ¡Ay Jesús del alma, ¡cómo debes sufrir! (llorando).

JESÚS: Hijas de Jerusalén, no lloren por mí, lloren más bien por
ustedes y por sus hijos.

TODAS: (lloran aún más fuerte luego de las palabras de Jesús, y un


soldado las saca del paso gritándoles “fuera”)

CITA BÍBLICA:
Lectura del Evangelio según San Lucas 23, 27-31
“Le seguía una gran multitud del pueblo y de mujeres, que
lloraban y se lamentaban por él. Jesús, volviéndose a ellas, les
dijo: Hijas de Jerusalén, no lloren por mí, lloren más bien por
ustedes mismas y por sus hijos. Porque va a llegar el día en que
se dirá: dichosas las estériles y los vientres que no engendraron
y los pechos que no amamantaron. Entonces se dirá: ¡Ojalá los
cerros caigan sobre nosotros! ¡Ojalá que las lomas nos
ocultaran! Porque si así tratan al árbol verde, ¿Qué harán con
el seco?”.
REFLEXIÓN:
Jesús siente el sufrimiento de las mujeres, se conduele de ellas porque
sabe que su situación en la sociedad judía es de mucha explotación y
marginación. Por ellas sufre Jesús, por ellas recorre el camino de la cruz,
Todos y todas hemos nacido de una mujer, la única a la que Dios le ha
dado el privilegio se llevar en su vientre otra vida humana. Las mujeres
están siempre al frente para solventar necesidades con valentía, con
audacia, pero lastimosamente hoy seguimos heredando una cultura
machista en la que se minimiza el papel de la mujer en la Iglesia y en la
sociedad.

ORACIÓN:
Te pedimos Señor por todas las mujeres que en el silencio tejen la vida,
por las mujeres marginadas por la sociedad y la religión. Te pedimos
Señor por todas las mujeres seguidoras y proclamadoras de tu Palabra
en todos los grupos y movimientos de la Iglesia. Señor, que la mujer sea
dignificada en todo el mundo, que sea respetada, amada, que tenga las
oportunidades para su desarrollo integral y que llegue a ocupar el lugar
digno que tú soñaste para ellas. Amén

Celebrante:

Señor Jesús, que nos llamas a llevar las cargas los unos de los
otros, te suplicamos que concedas a nuestras familias saber
compartir las alegrías y las dificultades, y a todos nosotros
crecer en fraternidad activa. Tú que vives y reinas por los siglos
de los siglos. R/. Amén.

PADRE NUESTRO, AVE MARIA, GLORIA

† Jesús, fue obediente hasta muerte.


† y Muerte de Cruz para salvarnos.
NOVENA ESTACIÓN
JESÚS CAE POR TERCERA VEZ

† Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.


† Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

(Jesús cae al suelo sobre el peso de la cruz)


NARRADOR: Jesús se detiene, ya no tiene fuerza para seguir.

CENTURIÓN: Vamos Nazareno, camina, o ¿es que ya no tienes


fuerzas? Anda verdugo, castígalo, oblígalo a caminar.
(Soldado1 le pega a Jesús)

SOLDADO 1: ¡Anda, camina, necio! ¿Que, no oíste lo que dijo el Centurión?

CITA BÍBLICA:
Lectura del libro de Lamentaciones 3, 27-32
“Bueno, es para el hombre soportar el yugo desde su mocedad. Que
se esté solo y silencioso, cuando el Señor se lo impone; que humille
su boca en el polvo: quizá así quede esperanza; que ponga la mejilla
a quien lo hiere, que se harte de oprobios. Porque no desecha para
siempre a los humanos el Señor; después de afligir, se apiada según
su inmenso amor…”.

REFLEXIÓN:
Jesús va perdiendo fuerzas en este camino de la cruz, la vulnerabilidad
de su cuerpo físico se nota. Al igual que Jesús toda persona pierde
fuerza ante las dificultades que se presentan en la vida, Que en este
camino sinodal no dejemos a nadie caído, porque sabemos que hemos
caído, pero no hemos sido derrotados.
ORACIÓN:
Señor Jesús ante las pruebas que purifican nuestra fe en enséñanos a
apoyarnos siempre en la fidelidad a ti, a crecer en oración para acoger
tu fuerza, haznos pacientes y perseverantes en la espera de tu Reino de
justicia, paz y amor.

Celebrante:

Señor Jesús, que te encaminaste hacia la cruz con los ojos


abiertos y el corazón dispuesto, te suplicamos que concedas a
los padres y a sus hijos adoptivos crecer juntos como familias
acogedoras y a todos nosotros contribuir a la alegría del
prójimo. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

PADRE NUESTRO, AVE MARIA, GLORIA

† Jesús, fue obediente hasta muerte.


† y Muerte de Cruz para salvarnos.

DÉCIMO TERCERA ESTACIÓN


JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS

† Te adoramos oh Cristo y te bendecimos.


† Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

SOLDADO 2: (Riéndose varias veces) Jajajajajajajajajaja… (le


quitan las vestiduras)

SOLDADO 1: Llegó el momento de verte morir!


SOLDADO 2: Y qué ganas tenemos de verte clavado y levantado
en esa cruz.

SOLDADO 1: Y mira con qué clavos. (Enseña clavos grandes)

TODOS: (riéndose) jajajajajajajaja…

SOLDADOS: (tirando de la túnica y disputando por ella) Es mía /


no, es mía / y ¿por qué tuya?

SOLDADO 1: Vaya, echemos suerte, a ver a quién le toca.

SOLDADO 2: Está bien pues. (Echan los dados)


(El de la suerte) (Gritando se aparta) es mía, es mía…

CITA BÍBLICA:
Lectura del Evangelio según San Mateo 27, 33 -36
“Llegados a un lugar llamado Gólgota, esto es, ‘Calvario’, le
dieron a beber vino mezclado con hiel; pero él, después de
probarlo, no quiso beberlo. Una vez que le crucificaron, se
repartieron sus vestidos, echando a suertes. Y se quedaron
sentados allí para custodiarle”.
REFLEXIÓN:
Jesús queda desnudo. El icono de Cristo despojado de sus vestiduras
es rico de resonancias bíblicas: nos devuelve a la desnudez inocente de
los orígenes y a la vergüenza de la caída. Caminar en sinodalidad
requiere despojarnos de toda actitud que nos impide caminar juntos y
unidos, y revestirnos de actitudes respetuosas, fraternas, para dar a
cada hermano su espacio de participación en nuestra parroquia.
ORACIÓN:
Señor, hoy quiero despojarme de todo lo que me impide acercarme a
los demás como hermano, despojarme de todo prejuicio, de toda
etiqueta sobre las personas que quieren acercarse a la parroquia o a los
movimientos apostólicos de la Iglesia. Y despojados de toda atadura
pueda participar desde los dones y cualidades al servicio del bien común.

Celebrante:
Señor Jesús, que con los brazos abiertos en cruz abrazas a
quien está solo y abandonado, te suplicamos que concedas a las
familias que sufren la pérdida de sus padres sentirte presente
en su dolor, y a todos nosotros saber llorar con el que llora. Tú
que vives y reinas por los siglos de los siglos. R/. Amén.

PADRE NUESTRO, AVE MARIA, GLORIA

† Jesús, fue obediente hasta muerte.


† y Muerte de Cruz para salvarnos.

DÉCIMO PRIMERA ESTACIÓN


JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ

† Te adoramos oh Cristo y te bendecimos.


† Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

CENTURIÓN: Traigan acá la cruz y trabajen con mucha precisión.

SOLDADO 1: Centurión, ¿le damos ya el brebaje de costumbre?

CENTURIÓN: No, esperen a que esté enarbolado para que sufra


más.
SUMO SACERDOTE 2: Ya está concluido, pongámoslo en su
lugar.

(Todos escenificando la crucifixión, pidiendo prestado entre ellos:


martillo, clavos, rótulos de INRI)

CITA BÍBLICA:
Lectura del Evangelio según San Marcos 15, 25-27
“Era la hora tercia cuando lo crucificaron. Y el título de la causa
tenía esta inscripción: El Rey de los Judíos. Junto con Jesús
también crucificaron a dos ladrones, uno a su derecha y otro a
su izquierda. Así se cumplió la Escritura que dice: “fue contado
entre los malhechores”.
REFLEXIÓN:
Aquellas manos que siempre estaban abiertas para dar y recibir, aquellas
manos que habían bendecido, manos de servicio y entrega, ahora están
clavadas en la cruz, aquellos pies que habían caminado tanto para
sembrar esperanza y amor, ahora están clavados juntos en la cruz.
Manos y pies clavados, manos y pies que dieron todo sin medida, sin
horario, sin condiciones, sin privilegios. Manos y pies clavados por amor
a todos.

ORACIÓN:
Dios bueno y fiel, que nunca dejas de llamar a los que se extravían para
que se conviertan y vuelvan a ti, y en tu Hijo, elevado en la cruz nos
curas de las heridas del maligno, escucha nuestras oraciones y
concédenos tu gracia para que no nos quedemos más tiempo clavados
en nuestra rutina llena de apatía para asumir el compromiso de servirte
y servir a nuestros hermanos. AMEN
Celebrante:
Señor Jesús, que nos has revelado los misterios de tu Reino,
donde el más grande es aquel que sirve, te suplicamos que
guíes a los padres para que acompañen la vocación de sus hijos
y a nosotros concédenos ser fieles discípulos tuyos. Tú que
vives y reinas por los siglos de los siglos. R/. Amén.

PADRE NUESTRO, AVE MARIA, GLORIA

† Jesús, fue obediente hasta muerte.


† y Muerte de Cruz para salvarnos.

DÉCIMO SEGUNDA ESTACIÓN


JESÚS MUERE EN LA CRUZ

† Te adoramos oh Cristo y te bendecimos.


† Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

(María, Juan y María Magdalena se acercan a la cruz y lo ven


compasivos)
SODADO 1: (una vez colocada la cruz en su lugar) Jajajaja…, qué
bien te ves Nazareno en ese lugar de honor. ¡Salve, rey de los
judíos!

JESÚS: Tengo sed.

CENTURIÓN: Jajajajaja… ¿tienes sed? Traigan el brebaje dénselo


a beber.
(SOLDADO 1 moja y amarra una esponja a una vara y se la pone
en la boca)

SOLDADO 2: Ah! Tú que destruías el templo de Dios y en tres días


lo reedificabas, sálvate a ti mismo bajando de la cruz.

JESÚS: ¡Padre! ¿Por qué me has abandonado?

SUMO SACERDOTE 1: Salvó a otros y a sí mismo no puede


salvarse del tormento. (Ríe)

JESÚS: Madre, allí tienes a tu hijo. Hijo, allí tienes a tu Madre.

SUMO SACERDOTE 2: Si es el rey de Israel, que baje ahora de la


cruz y creeremos en él.

JESÚS: Todo está cumplido.

SUMO SACERDOTE 1: Ha puesto su confianza en Dios, que él lo


libre ahora si es lo que quiere, pues ha dicho que es el Hijo de
Dios.

JESÚS: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.

GESTAS: Anda, si eres el Hijo de Dios, sálvanos, haz que no


muramos en este suplicio.
DIMAS: No te da pena hablar así, nosotros lo merecemos por
nuestros pecados y crímenes, éste nada malo ha hecho.
Señor, acuérdate de mí cuando estés en tu Reino.

JESÚS: En verdad, en verdad te digo que hoy mismo estarás


conmigo en el paraíso.

JUDÍOS: Vamos, tú que te hacías pasar por el Cristo, baja de esa


cruz, queremos ver ese milagro imposible. (Ríen a
carcajadas)

JESÚS: (muy fatigado) Padre… en tus manos… encomiendo… mi


¡Espíritu!

CENTURIÓN: Verdaderamente, éste era el Hijo de Dios.

SUMO SACERDOTES: Hemos vencido a es Galileo


impostor.

CITA BÍBLICA:
Lectura del Evangelio según San Mateo 27, 45-50
“Desde la hora sexta hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta
la hora nona. Y alrededor de la hora nona clamó Jesús con
fuerte voz: ‘¡Elí, Elí! ¿Lemá sabactaní?’, esto es: ‘¡Dios mío, Dios
mío! ¿Por qué me has abandonado? Al oírlo algunos de los que
estaban allí decían: A Elías llama este’. Y enseguida uno de ellos
fue corriendo a tomar una esponja, la empapó en vinagre y,
sujetándola a una caña, le ofrecía de beber. Pero los otros
dijeron: ‘Deja, vamos a ver si viene Elías a salvarle’. Pero Jesús,
dando de nuevo un fuerte grito, exhaló el espíritu”
REFLEXIÓN:
Dios ha querido reconciliar a la humanidad, llama a todos a ser de Dios
y unirse en el proyecto común que es la instauración del Reino. Restituye
el vínculo con el pueblo, a través de Jesús muerto en la cruz. De allí que
estamos llamados a dejarnos reconciliar por su amor y su misericordia
demostrada en el extremo de la muerte en cruz.

ORACIÓN:
Escucha Padre, las suplicas de tu Hijo, que, para establecer la alianza
nueva y eterna, se hizo obediente hasta la muerte en cruz: haz que, a
través de las pruebas de la vida, sepamos participar íntimamente de su
pasión, y, alcanzando la fecundidad del grano que muere, merezcamos
ser reunidos como cosecha buena, en los graneros de tu reino, por
Jesucristo, nuestro Señor. AMEN

Celebrante:
Señor Jesús, que antes de expirar quisiste entregarnos a tu
Madre y confiarnos a sus cuidados, te suplicamos que concedas
a las familias marcadas por la muerte de un hijo custodiar la
gracia recibida con el don de su vida y a todos nosotros,
consolados por el Espíritu, aceptar tu última voluntad. Tú que
vives y reinas por los siglos de los siglos. R/. Amén.

PADRE NUESTRO, AVE MARIA, GLORIA

† Señor pequé, ten misericordia de mí.


† Señor, ten misericordia de nosotros.
DÉCIMO TERCERA ESTACIÓN
JESÚS BAJADO DE LA CRUZ
Y PUESTO EN LOS BRAZOS DE MARÍA SANTÍSIMA

† Te adoramos oh Cristo y te bendecimos.


† Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

JOSÉ DE ARIMATEA: María, noble señora, se nos hace tarde, si das tu


permiso le daremos sepultura al Señor.

MARÍA: Sí buen hombre, bájalo y ponlo en mi regazo, para contemplarlo


por última vez.

JOSÉ DE ARIMATEA: Vengan; Juan, amigos del Nazareno, ayúdenme


a bajarlo, (piden escalera, lazos). (Al bajarlo) Pobre Jesús, es toda
una llaga.

JUAN: En verdad, se cumplió en Él la Escritura.

JOSÉ DE ARIMATEA: (colocándolo en brazos de María) Aquí tienes


a tu hijo, pobre Madre.

MARÍA: (Lo contempla, llora y pasa su mano por su cabellera. Las


piadosas mujeres la rodean) Hijo, dulce hijo mío, cómo te han
destrozado.
CITA BÍBLICA:
Lectura del Evangelio según San Juan 19, 25-27
“Estaban junto a la cruz de Jesús su madre y la hermana de su
madre, María de Cleofás, y María Magdalena. Jesús, viendo a
su madre y al discípulo a quien amaba, que estaba allí, dijo a
su madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Después, dice al
discípulo: He ahí a tu madre. Y desde aquel momento el
discípulo la recibió en su casa”.
REFLEXIÓN:
Al bajar el cuerpo sin vida de Jesús parece que la muerte venció al dador
de vida. La Virgen María, está allí en ese momento de intenso dolor. Sus
brazos recibieron a Jesús cuando nació como uno de nosotros, ahora
sus brazos reciben su cuerpo al que le han quitado la vida injustamente.
Con la Virgen María volvamos junto a Jesús, que las pruebas no nos
aparten, sino que nos hagan más fuertes para estar siempre a los pies
de Jesús en su Iglesia.

ORACIÓN:
Señor Jesús tu nos llamas a vivir en comunión dentro de la Iglesia para
que seamos imagen de la comunión de la Santísima Trinidad, siembra
en nuestros corazones un amor creativo que nos ayude a desaprender
acciones individualistas para reaprender relaciones cristianas donde la
persona sea más importante que las estructuras y las pruebas que
podamos encontrar.

Celebrante:
Señor Jesús, que de tu costado traspasado hiciste brotar la
reconciliación para todos, te suplicamos que concedas a las
familias destruidas por lágrimas y sangre creer en la fuerza del
perdón y a todos nosotros construir paz y concordia. Tú que
vives y reinas por los siglos de los siglos. R/. Amén.

PADRE NUESTRO, AVE MARIA, GLORIA


† Jesús, fue obediente hasta muerte.
† y Muerte de Cruz para salvarnos.
DÉCIMO CUARTA ESTACIÓN
JESÚS ES PUESTO EN EL SEPULCRO

† Te adoramos oh Cristo y te bendecimos.


† Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

MARÍA: José y compasivos varones de Galilea, sepulten a mi hijo.

JOSÉ DE ARIMATEA: Sí, María, con mucho gusto. Lo hemos amado


tanto porque él nos amó primero. Yo tengo mi sepulcro y allí lo
colocaremos, pues nadie ha sido puesto allí aún.

(Algunos varones lo toman y lo colocan en el sepulcro)

JOSÉ DE ARIMATEA: Ayúdenme a poner esta piedra para sellar la


entrada.

JUAN: Adiós Señor, para siempre adiós. Gracias por haber vivido con
nosotros.
CITA BÍBLICA:
Lectura del Evangelio según San Marcos 15, 42-47.
“Y llegada ya la tarde, puesto que era la víspera del sábado, vino
José de Arimatea, miembro ilustre del Consejo, que también él
esperaba el Reino de Dios y, con audacia, llegó hasta Pilato y
le pidió el cuerpo de Jesús. Pilato se sorprendió de que ya
hubiera muerto y, llamando al centurión, le preguntó si
efectivamente habla muerto. Cerciorado por el centurión,
entregó el cuerpo a José. Entonces éste, habiendo comprado
una sábana, lo bajó y lo envolvió en ella, lo depositó en un
sepulcro que estaba excavado en una roca e hizo arrimar una
piedra a la entrada del sepulcro. María Magdalena y María la de
José observaban donde era colocado”.

REFLEXIÓN:
Una sepultura ha sido siempre un símbolo de muerte, de atasco, de
encerramiento, de lo oculto y de dolor. Hoy estamos invitados, invitadas
a sepultar nuestros miedos al cambio y dejar crecer en nosotros,
nosotras los deseos de reconstruir amistades libres en donde exista la
corrección fraterna que nos haga crecer como personas, como
cristianas, cristianos constructores de la civilización del amor y
comprometidos en la Iglesia.

ORACIÓN:
Señor Jesús desentierra en nosotros, nosotras, todos los dones que has
depositado y que en libertad podamos ponerlo al servicio de toda la
humanidad presente en este mundo, presente en mi comunidad
parroquial y social, que podamos ser generadores de vida. Amén

Celebrante:

Señor Jesús, que descendiste a los infiernos para liberar a Adán


y Eva con sus hijos de la antigua esclavitud, te suplicamos por
las familias de los migrantes, sácalos del aislamiento que
destruye y a todos nosotros concédenos reconocerte en cada
persona como nuestro amado hermano y hermana. Tú que vives
y reinas por los siglos de los siglos. R/. Amén.

PADRE NUESTRO, AVE MARIA, GLORIA

† Jesús, fue obediente hasta muerte.


† y Muerte de Cruz para salvarnos.
Oración Final

Celebrante:

Padre misericordioso, que haces salir el sol sobre buenos y malos,


no abandones la obra de tus manos, por la que no dudaste
en entregar a tu único Hijo, que nació de la Virgen,
fue crucificado bajo Poncio Pilato, murió y fue sepultado en las entrañas
de la tierra, resucitó de entre los muertos al tercer día,
se apareció a María Magdalena, a Pedro, a los demás apóstoles y
discípulos, y siempre está vivo en la Iglesia.

Mantén encendida en nuestras familias la lámpara del Evangelio,


que ilumina alegrías y dolores, cansancios y esperanzas; que cada casa
refleje el rostro de la Iglesia, cuya ley suprema es el amor.
Por la efusión de tu Espíritu, ayúdanos a despojarnos del hombre viejo,
corrompido por pasiones engañosas, y revístenos del hombre nuevo,
creado según la justicia y la santidad.

Tómanos de la mano, como un Padre, para que no nos alejemos de Ti;


convierte nuestros corazones rebeldes a tu corazón, para que
aprendamos a seguir proyectos de paz; haz que los adversarios se den
la mano, para que gusten del perdón recíproco; desarma la mano alzada
del hermano contra el hermano, para que donde haya odio florezca la
concordia.

Haz que no nos comportemos como enemigos de la cruz de Cristo,


para que participemos en la gloria de su resurrección. Él, que vive y
reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

Avisar de participar a la Liturgia de la Pasión a las 02:30 pm, iniciando


con las 7 palabras…

No olvidar de la Ofrenda para tierra Santa en el Momento de oración


ante la Cruz

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