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CLARET
SANTO VIACRUCIS
CELEBRANDO EL MISTERIO DE LA PASIÓN Y MUERTE DE JESÚS
REFLEXIONES
ESTACIONES DEL VIACRUCIS
Campaña de Evangelización de la Iglesia Católica de Honduras
MONICIÓN INICIAL
Recorrer el camino de la cruz con Jesús se nos presenta este día como
una oportunidad de meditar sobre la manera en la que nos sentimos
parte de la Iglesia. El día en el que Jesús vivió el viacrucis había muchas
personas presentes, pero se involucraron de diferente manera en este
importante acontecimiento en el que Jesús sacrificaba su propia vida
para salvarnos.
Celebrante:
Creemos que tus heridas nos han curado, que no nos dejas solos en la
hora de la prueba y que tu Evangelio es sabiduría verdadera.
Reconocemos tu cuerpo martirizado en muchos de nuestros hermanos,
la violencia que sufriste en quien es perseguido, y tu abandono en el
suplicio de quien es asesinado.
crimen!
CITA BÍBLICA:
Lectura del Evangelio según San Mateo 26,59-67
“Los príncipes de los sacerdotes y todo el Sanedrín buscaban un
falso testimonio contra Jesús para darle muerte;…Y,
levantándose, el Sumo Sacerdote le dijo: ¿Qué es lo que éstos
testifican contra ti? Pero Jesús permanecía en silencio.
Entonces el Sumo Sacerdote le dijo: Te conjuro por Dios vivo a
que nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios. Jesús le
respondió: Tú lo has dicho. Además, les digo que en adelante
verán al Hijo del Hombre sentado a la diestra del Padre y venir
sobre las nubes del cielo. Entonces el Sumo Sacerdote rasgó sus
vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos
ya de testigos? Ya lo ven, acaban de oír la blasfemia: ¿Qué les
parece? Ellos contestaron: Es reo de muerte”.
REFLEXIÓN:
Jesús es condenado, unos participan para salvarlo y otros para
condenarlo. Su palabra y su vida crean controversia y llama a la
conversión; esto es iniciar procesos de renovación y purificación, para
superar la nostalgia de estructuras que han dejado de ser cauces de vida
en el mundo actual. Hoy hay personas, creyentes y no creyentes que
con sus acciones a favor del bienestar común cuestionan nuestras
prácticas antievangélicas e incomodan y debilitan nuestra credibilidad
como cristianos.
Oración:
Señor, perdónanos porque a veces estamos más comprometidos en
acusar que en salvar al que es acusado injustamente. Señor haz que,
transformados en hombres y mujeres audaces, valoremos a cada
persona y libres de estructuras ensimismadas en el absolutismo, que
vivamos y construyamos una Iglesia con auténtico espíritu evangélico y
misionero liberador que no permite despreciar a nadie. Por Jesucristo
nuestro Señor.
(ríen burlonamente).
(y comienza a caminar).
CITA BÍBLICA:
Lectura del Evangelio según San Juan 19,16-17
“Entonces Pilato se lo entregó para que fuera crucificado.
Tomaron, pues, a Jesús; y él, con la cruz a cuestas, salió hacia
el lugar llamado de la Calavera que en hebreo se dice Gólgota”.
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN:
Jesús carga con la cruz, la cruz pesada y grotesca que simboliza todas
las penas de los hombres y mujeres, sus pecados, sus heridas y sus
resistencias, terquedades. Ante el llamado a la conversión hay muchas
resistencias personales y comunitarias. Hoy hay hermanos y hermanas
que siguen cargando la cruz de la exclusión, del rechazo y la indiferencia
porque cuestionan las estructuras manipuladas por el poder, el placer y
el autoritarismo. Traigamos a nuestra memoria las personas que
orillamos de la Iglesia, aquellos que no calzan con nuestra manera de
pensar y actuar, los que con su vida, palabra y acciones cuestionan
nuestra forma de vivir las responsabilidades en la Iglesia como expresión
de poder y no de servicio.
ORACIÓN:
Escucha Señor, la voz de tu Iglesia que, desde el desierto del mundo te
invoca. Extiende sobre nosotros tu mano misericordiosa y haz que, por
medio de la penitencia, la oración, la conversión personal y comunitaria,
venzamos las tentaciones de maligno como la indiferencia y el
aislamiento. Que no recarguemos la cruz solo sobre los demás, sino que
sepamos asumir juntos las diversas tareas y compromisos en la Iglesia.
Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
CITA BÍBLICA:
Lectura del profeta Isaías 53, 4-5
“Sin embargo, eran nuestras dolencias las que él llevaba, eran
nuestros dolores los que le pesaban y nosotros lo creíamos
azotado por Dios, castigado y humillado. Más fue herido por
nuestras faltas, molido por nuestras culpas. Soportó el castigo
que nos trae la paz, y fuimos curados con sus heridas. Palabra
de Dios
REFLEXIÓN:
Jesús cae en tierra, cae en nuestras tierras áridas y frágiles, participa de
todo lo nuestro y nos pide participar en sus dolores y penas.
Reconozcamos que la cruz de Cristo está sosteniendo las cruces que
carga la humanidad. Cruces de indiferencia ante el sufrimiento de unos,
de conformismo por miedo al desacomodamiento, de relativismo por
huida al compromiso permanente. Jesús cae, la Iglesia cae, la
comunidad cae cuando hay falta de compromiso del bautizado. Caemos
cuando queremos vivir una fe sin Iglesia, sin compromiso de nada. Las
caídas pueden ser momentos oportunos para reflexionar y salir del
aislamiento reconociendo que la Iglesia es comunidad que necesita la
presencia y aporte de cada uno.
ORACIÓN:
Reconocemos Señor que somos débiles, que caemos fácilmente y nos
alejamos de tu Iglesia por cualquier motivo. Tú nos enseñas Señor,
que es de humanos caer cuando el peso de las dificultades nos agobia.
Ayúdanos a no abandonar la tarea que nos confías en el camino de la
Iglesia. Que no busquemos lo fácil sino lo fuerte, que dejemos todo lo
que nos deshumaniza y nos transformemos en personas más sensibles
ante el dolor de los demás.
Celebrante:
REFLEXIÓN:
El encuentro de la madre con el Hijo es tan profundo, como para quedar:
¡sin palabras! Madre e Hijo han recorrido el largo camino de la vida y de
la fe, han compartido alegría y tristezas, tiempos de calma y tiempos de
sobresaltos. La “cultura del encuentro” es promover el diálogo, la
solidaridad y la apertura a todos resaltando la centralidad de la persona.
La comunidad parroquial está llamada a desarrollar un verdadero “arte
de la cercanía”. Si esta tiene raíces profundas, la parroquia realmente
se convierte en el lugar donde se supera la soledad, que afecta la vida
de tantas personas. Una parroquia sinodal nos invita a entablar
relaciones con todos y todas, a enriquecernos con la diversidad, en
donde todos seamos acogidos haciéndonos sentir parte del cuerpo de la
Iglesia.
ORACIÓN:
Señor Jesús, que tu encuentro con nuestra Madre Santísima inspire
nuestros encuentros. Haz que podamos salir de nosotros mismos para
ir al encuentro de los otros venciendo los obstáculos en las relaciones
interpersonales y comunitarias en la Iglesia y en la comunidad. Danos la
sencillez Señor de reconocer cuando fallamos, pero que ningún mal
entendido o disgusto nos aparte de la familia que es la Iglesia. Amén.
Celebrante:
QUINTA ESTACIÓN
JESUS ES AYUDADO POR EL CIRENEO
CIRINEO: No, no, vengo de mi trabajo, además, por qué yo, estoy
cansado.
CITA BÍBLICA:
Lectura del Evangelio según San Lucas 23, 26
“Cuando le llevaban echaron mano de un tal Simón de Cirene,
que venía del campo y le cargaron la cruz para que la llevara
detrás de Jesús”.
REFLEXIÓN:
El Cirineo, un desconocido hasta este momento, vive una experiencia de
cambio y conversión, da un giro, de “volver a su casa” a “cargar con la
cruz de Jesús”. Los procesos de conversión son así, son un llamado que
surge en un momento específico en la vida, pero que requiere escucha,
cambio y compromiso participativo.
El Cireneo pasa de ser espectador a ser comprometido con Jesús. Dios
se vale de diversas formas para llamarnos a participar, seamos una
Iglesia de Cireneos ayudándonos siempre unos a otros, avanzando
despacio, pero juntos y unidos en todo momento.
ORACIÓN:
Señor, Dios nuestro, abre nuestros corazones al llamado que nos haces
hoy para vivir la solidaridad, el cuidado y ternura con los que nos
necesitan. Ayúdanos para que, liberados del egoísmo e individualismo
que nos aprisiona, descubramos los dones del Espíritu Santo que has
puesto en nosotros para aportarlos y enriquecer la Iglesia. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Celebrante:
CENTURIÓN: Anda mujer, deja a ese hombre que se nos hace tarde
para llegar al lugar de la crucifixión.
CITA BÍBLICA:
Lectura del libro de Isaías 53, 2-3
“Creció ante él como un retoño, como raíz en tierra reseca. No
tenía apariencia ni presencia; le vimos y carecía de aspecto
que pudiésemos estimar”.
REFLEXIÓN:
En la realidad en que vivimos encontramos muchos rostros, pero se nos
es difícil ver en ellos el rostro de Jesús, porque siempre buscamos solo
un rostro glorioso y desechamos los rostros sufrientes, porque estos nos
interpelan, nos exigen radicalidad evangélica. ¿Qué rostros encontramos
a diario? ¿Cuál es el rostro que tengo de Jesús? ¿Qué tipo de rostro de
Jesús busco? Cuando se ha visto el rostro de Jesús y se ha oído su voz,
no se puede ya dejar de ofrecer la vida, hay un impulso incontenible a
partirse, repartirse y compartirse. En Jesús hay siempre una llamada
renovada a la reconciliación y a la fraternidad más allá de toda diferencia
de personalidad o de carácter.
ORACIÓN:
Señor Jesús, te pedimos por todos los rostros ocultos a nuestros ojos,
rostros que sufren la injusticia, la explotación laboral, sexual, aquellos
rostros que han estado alejados de la compasión y bondad del ser
humano. Que nosotros, nosotras con nuestro compromiso cristiano
ayudemos a convertir esos rostros sufrientes en rostros gloriosos en
Jesús.
Celebrante:
Señor Jesús, que padeciste dolor y desprecio, te suplicamos
que concedas a nuestras familias aprender a acoger a quien
está herido y a todos nosotros hacernos cargo y aliviar el dolor
de los demás. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
CITA BÍBLICA:
Lectura del libro de Lamentaciones 3, 1-2.9.16
“Soy el hombre que ha visto la aflicción bajo el látigo de su
furor. Me ha llevado y me ha hecho caminar en tinieblas y sin
luz. Ha cercado mi camino con piedras enormes, ha torcido mis
senderos. Ha quebrado mis dientes con una piedra, me ha
revolcado en la ceniza”.
REFLEXIÓN:
Una segunda caída, un golpe más, Todas las personas estamos llamados
hacer cambios concretos en nuestras vidas, ¿quiénes no nos hemos
equivocado una y otra vez?, frente a esta realidad humana también
hemos querido levantarnos y darle un nuevo rumbo a nuestra vida, hoy
más que nunca necesitamos hacer propósitos realizables en donde
nuestra humanidad se entrelace con nuestra espiritualidad para lograr
una conversión desde el corazón.
ORACIÓN:
Señor Jesús te agradezco por todas las personas que en nuestro camino
nos han ayudado a levantarnos cuando hemos caído, haz que nosotros,
nosotras tengamos ojos para ver aquellos que han caído, corazón para
sentir su sufrimiento, pies para ir hacia ellos y manos para ayudarles a
levantarse.
Celebrante:
Señor Jesús, que convertiste el patíbulo de muerte en fuente
inagotable de vida, te suplicamos, haz que los hijos cuiden de
sus padres asistiéndolos con gratitud, y a todos nosotros que
aprendamos de Ti la alegría de amar y entregarse
generosamente. Tú que vives y reinas por los siglos de los
siglos. R/. Amén.
JESÚS: Hijas de Jerusalén, no lloren por mí, lloren más bien por
ustedes y por sus hijos.
CITA BÍBLICA:
Lectura del Evangelio según San Lucas 23, 27-31
“Le seguía una gran multitud del pueblo y de mujeres, que
lloraban y se lamentaban por él. Jesús, volviéndose a ellas, les
dijo: Hijas de Jerusalén, no lloren por mí, lloren más bien por
ustedes mismas y por sus hijos. Porque va a llegar el día en que
se dirá: dichosas las estériles y los vientres que no engendraron
y los pechos que no amamantaron. Entonces se dirá: ¡Ojalá los
cerros caigan sobre nosotros! ¡Ojalá que las lomas nos
ocultaran! Porque si así tratan al árbol verde, ¿Qué harán con
el seco?”.
REFLEXIÓN:
Jesús siente el sufrimiento de las mujeres, se conduele de ellas porque
sabe que su situación en la sociedad judía es de mucha explotación y
marginación. Por ellas sufre Jesús, por ellas recorre el camino de la cruz,
Todos y todas hemos nacido de una mujer, la única a la que Dios le ha
dado el privilegio se llevar en su vientre otra vida humana. Las mujeres
están siempre al frente para solventar necesidades con valentía, con
audacia, pero lastimosamente hoy seguimos heredando una cultura
machista en la que se minimiza el papel de la mujer en la Iglesia y en la
sociedad.
ORACIÓN:
Te pedimos Señor por todas las mujeres que en el silencio tejen la vida,
por las mujeres marginadas por la sociedad y la religión. Te pedimos
Señor por todas las mujeres seguidoras y proclamadoras de tu Palabra
en todos los grupos y movimientos de la Iglesia. Señor, que la mujer sea
dignificada en todo el mundo, que sea respetada, amada, que tenga las
oportunidades para su desarrollo integral y que llegue a ocupar el lugar
digno que tú soñaste para ellas. Amén
Celebrante:
Señor Jesús, que nos llamas a llevar las cargas los unos de los
otros, te suplicamos que concedas a nuestras familias saber
compartir las alegrías y las dificultades, y a todos nosotros
crecer en fraternidad activa. Tú que vives y reinas por los siglos
de los siglos. R/. Amén.
CITA BÍBLICA:
Lectura del libro de Lamentaciones 3, 27-32
“Bueno, es para el hombre soportar el yugo desde su mocedad. Que
se esté solo y silencioso, cuando el Señor se lo impone; que humille
su boca en el polvo: quizá así quede esperanza; que ponga la mejilla
a quien lo hiere, que se harte de oprobios. Porque no desecha para
siempre a los humanos el Señor; después de afligir, se apiada según
su inmenso amor…”.
REFLEXIÓN:
Jesús va perdiendo fuerzas en este camino de la cruz, la vulnerabilidad
de su cuerpo físico se nota. Al igual que Jesús toda persona pierde
fuerza ante las dificultades que se presentan en la vida, Que en este
camino sinodal no dejemos a nadie caído, porque sabemos que hemos
caído, pero no hemos sido derrotados.
ORACIÓN:
Señor Jesús ante las pruebas que purifican nuestra fe en enséñanos a
apoyarnos siempre en la fidelidad a ti, a crecer en oración para acoger
tu fuerza, haznos pacientes y perseverantes en la espera de tu Reino de
justicia, paz y amor.
Celebrante:
CITA BÍBLICA:
Lectura del Evangelio según San Mateo 27, 33 -36
“Llegados a un lugar llamado Gólgota, esto es, ‘Calvario’, le
dieron a beber vino mezclado con hiel; pero él, después de
probarlo, no quiso beberlo. Una vez que le crucificaron, se
repartieron sus vestidos, echando a suertes. Y se quedaron
sentados allí para custodiarle”.
REFLEXIÓN:
Jesús queda desnudo. El icono de Cristo despojado de sus vestiduras
es rico de resonancias bíblicas: nos devuelve a la desnudez inocente de
los orígenes y a la vergüenza de la caída. Caminar en sinodalidad
requiere despojarnos de toda actitud que nos impide caminar juntos y
unidos, y revestirnos de actitudes respetuosas, fraternas, para dar a
cada hermano su espacio de participación en nuestra parroquia.
ORACIÓN:
Señor, hoy quiero despojarme de todo lo que me impide acercarme a
los demás como hermano, despojarme de todo prejuicio, de toda
etiqueta sobre las personas que quieren acercarse a la parroquia o a los
movimientos apostólicos de la Iglesia. Y despojados de toda atadura
pueda participar desde los dones y cualidades al servicio del bien común.
Celebrante:
Señor Jesús, que con los brazos abiertos en cruz abrazas a
quien está solo y abandonado, te suplicamos que concedas a las
familias que sufren la pérdida de sus padres sentirte presente
en su dolor, y a todos nosotros saber llorar con el que llora. Tú
que vives y reinas por los siglos de los siglos. R/. Amén.
CITA BÍBLICA:
Lectura del Evangelio según San Marcos 15, 25-27
“Era la hora tercia cuando lo crucificaron. Y el título de la causa
tenía esta inscripción: El Rey de los Judíos. Junto con Jesús
también crucificaron a dos ladrones, uno a su derecha y otro a
su izquierda. Así se cumplió la Escritura que dice: “fue contado
entre los malhechores”.
REFLEXIÓN:
Aquellas manos que siempre estaban abiertas para dar y recibir, aquellas
manos que habían bendecido, manos de servicio y entrega, ahora están
clavadas en la cruz, aquellos pies que habían caminado tanto para
sembrar esperanza y amor, ahora están clavados juntos en la cruz.
Manos y pies clavados, manos y pies que dieron todo sin medida, sin
horario, sin condiciones, sin privilegios. Manos y pies clavados por amor
a todos.
ORACIÓN:
Dios bueno y fiel, que nunca dejas de llamar a los que se extravían para
que se conviertan y vuelvan a ti, y en tu Hijo, elevado en la cruz nos
curas de las heridas del maligno, escucha nuestras oraciones y
concédenos tu gracia para que no nos quedemos más tiempo clavados
en nuestra rutina llena de apatía para asumir el compromiso de servirte
y servir a nuestros hermanos. AMEN
Celebrante:
Señor Jesús, que nos has revelado los misterios de tu Reino,
donde el más grande es aquel que sirve, te suplicamos que
guíes a los padres para que acompañen la vocación de sus hijos
y a nosotros concédenos ser fieles discípulos tuyos. Tú que
vives y reinas por los siglos de los siglos. R/. Amén.
CITA BÍBLICA:
Lectura del Evangelio según San Mateo 27, 45-50
“Desde la hora sexta hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta
la hora nona. Y alrededor de la hora nona clamó Jesús con
fuerte voz: ‘¡Elí, Elí! ¿Lemá sabactaní?’, esto es: ‘¡Dios mío, Dios
mío! ¿Por qué me has abandonado? Al oírlo algunos de los que
estaban allí decían: A Elías llama este’. Y enseguida uno de ellos
fue corriendo a tomar una esponja, la empapó en vinagre y,
sujetándola a una caña, le ofrecía de beber. Pero los otros
dijeron: ‘Deja, vamos a ver si viene Elías a salvarle’. Pero Jesús,
dando de nuevo un fuerte grito, exhaló el espíritu”
REFLEXIÓN:
Dios ha querido reconciliar a la humanidad, llama a todos a ser de Dios
y unirse en el proyecto común que es la instauración del Reino. Restituye
el vínculo con el pueblo, a través de Jesús muerto en la cruz. De allí que
estamos llamados a dejarnos reconciliar por su amor y su misericordia
demostrada en el extremo de la muerte en cruz.
ORACIÓN:
Escucha Padre, las suplicas de tu Hijo, que, para establecer la alianza
nueva y eterna, se hizo obediente hasta la muerte en cruz: haz que, a
través de las pruebas de la vida, sepamos participar íntimamente de su
pasión, y, alcanzando la fecundidad del grano que muere, merezcamos
ser reunidos como cosecha buena, en los graneros de tu reino, por
Jesucristo, nuestro Señor. AMEN
Celebrante:
Señor Jesús, que antes de expirar quisiste entregarnos a tu
Madre y confiarnos a sus cuidados, te suplicamos que concedas
a las familias marcadas por la muerte de un hijo custodiar la
gracia recibida con el don de su vida y a todos nosotros,
consolados por el Espíritu, aceptar tu última voluntad. Tú que
vives y reinas por los siglos de los siglos. R/. Amén.
ORACIÓN:
Señor Jesús tu nos llamas a vivir en comunión dentro de la Iglesia para
que seamos imagen de la comunión de la Santísima Trinidad, siembra
en nuestros corazones un amor creativo que nos ayude a desaprender
acciones individualistas para reaprender relaciones cristianas donde la
persona sea más importante que las estructuras y las pruebas que
podamos encontrar.
Celebrante:
Señor Jesús, que de tu costado traspasado hiciste brotar la
reconciliación para todos, te suplicamos que concedas a las
familias destruidas por lágrimas y sangre creer en la fuerza del
perdón y a todos nosotros construir paz y concordia. Tú que
vives y reinas por los siglos de los siglos. R/. Amén.
JUAN: Adiós Señor, para siempre adiós. Gracias por haber vivido con
nosotros.
CITA BÍBLICA:
Lectura del Evangelio según San Marcos 15, 42-47.
“Y llegada ya la tarde, puesto que era la víspera del sábado, vino
José de Arimatea, miembro ilustre del Consejo, que también él
esperaba el Reino de Dios y, con audacia, llegó hasta Pilato y
le pidió el cuerpo de Jesús. Pilato se sorprendió de que ya
hubiera muerto y, llamando al centurión, le preguntó si
efectivamente habla muerto. Cerciorado por el centurión,
entregó el cuerpo a José. Entonces éste, habiendo comprado
una sábana, lo bajó y lo envolvió en ella, lo depositó en un
sepulcro que estaba excavado en una roca e hizo arrimar una
piedra a la entrada del sepulcro. María Magdalena y María la de
José observaban donde era colocado”.
REFLEXIÓN:
Una sepultura ha sido siempre un símbolo de muerte, de atasco, de
encerramiento, de lo oculto y de dolor. Hoy estamos invitados, invitadas
a sepultar nuestros miedos al cambio y dejar crecer en nosotros,
nosotras los deseos de reconstruir amistades libres en donde exista la
corrección fraterna que nos haga crecer como personas, como
cristianas, cristianos constructores de la civilización del amor y
comprometidos en la Iglesia.
ORACIÓN:
Señor Jesús desentierra en nosotros, nosotras, todos los dones que has
depositado y que en libertad podamos ponerlo al servicio de toda la
humanidad presente en este mundo, presente en mi comunidad
parroquial y social, que podamos ser generadores de vida. Amén
Celebrante:
Celebrante: