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La química del amor

El poeta E. E.Cummings dijo: “Casi todos pueden aprender a pensar o a


creer, pero ningún ser humano puede ser enseñado a sentir. Porque
cuando piensas o crees, mucho de ti pertenece otros; pero en el
instante que sientes, no eres sino tú mismo”. Todos hemos sentido amor
alguna vez en la vida. Los poetas han escrito sobre él, los cantantes le han
entonado, y a su alrededor ha crecido toda una industria dedicada a
encontrarlo, expresarlo y conservarlo. Pero, ¿qué es el amor?, ¿dónde mora?,
¿qué lo desencadena?, y ¿qué pasa realmente en nuestras mentes y en
nuestros cuerpos cuando nos enamoramos “irremediablemente”?.
El amor tiene un gran impacto en nuestras vidas. Cambia nuestro
comportamiento, nuestro humor y la persona en cuestión invade una gran
parte de nuestros pensamientos. Incluso, puede interferir en el desempeño de
nuestras tareas diarias. Aunque a menudo sea difícil de definir, el amor
romántico abarca el desarrollo de un fuerte vínculo emocional conocido como
“afecto”, la atracción sexual y los cuidados.
La neurociencia ha explicado el amor desde una perspectiva química. Se ha
descubierto que en el amor, el cuerpo libera sustancias que provocan distintas
reacciones principalmente la dopamina, la serotonina y la oxitocina. Cada
una de estas reacciones es específica en el proceso de enamoramiento. Cuando
estamos en la fase del enamoramiento hay una gran implicación de diversos
neurotransmisores.
La actividad química de nuestro cerebro cambia desencadenando la
sintomatología típica. Los neurotransmisores que están más estrechamente
relacionados con este proceso son la dopamina, la norepinefrina y la
serotonina. Los niveles de dopamina (DA) y norepinefrina (NE) aumentan
mientras que la serotonina disminuye. Las dos primeras están implicadas en los
mecanismos de recompensa. Hacen que se focalice la atención en él o ella y se
convierta así en el centro de nuestro mundo. El único objetivo es conseguir ser
correspondido y recibir la atención de esa persona. Esta “bomba química” es
muy similar a la que se produce con el consumo de cocaína. Por lo que se
puede considerar que la fase inicial de enamoramiento se asemeja a una
adicción. La dopamina hace que recordemos detalles minúsculos de la persona,
mientras que la NE nos facilita el recuerdo de estímulos nuevos. El descenso de
serotonina hace que tengamos pensamientos obsesivos.
Pero. ¿Qué pasa cuando el amor no es correspondido o se termina una
relación? El rechazo o la ruptura son difíciles de afrontar, el cerebro y los
neurotransmisores también toman parte en esta fase. Cuando hay una crisis de
pareja, la liberación de dopamina aumenta: esto es porque existe la tendencia a
luchar por lo que queremos y conservarlo. Al aumentar la dopamina y no
conseguir la recompensa que buscamos se activa la amígdala apareciendo la
ira, la primera fase. Una vez superada la primera fase, entra la resignación a la
pérdida. Los niveles de dopamina bajan bruscamente, lo que provoca la tristeza
y abatimiento. Es una especie de mecanismo catártico que nos prepara para
empezar de cero. Señalar también que aunque la duración de la tristeza
dependerá de muchos factores, tanto externos como internos, de cada persona,
la química cerebral volverá a restaurarse y en un tiempo variable químicamente
volveremos a estar preparados para conocer a una nueva pareja.
Hoy en día muchos siguen anhelando encontrar una pareja para toda la vida, y
aunque se observen algunos hechos biológicos en contra para conseguir tener
un compañero de vida no significa que sea imposible. Existen parejas que
consiguen que el deseo, la complicidad, el amor y la confianza perduren para
siempre. Afortunadamente somos más que una secuencia repetida en la que
varían nuestros niveles de neurotransmisores, después de todo....
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Efectos de la dopamina

La dopamina es un neurotransmisor, es decir, una sustancia del cerebro que se


encarga de conectar unas neuronas entre otras. Estas sustancias se encuentran
distribuidas por múltiples regiones cerebrales y, en cada zona, desempeñan una
actividad diferente.

La dopamina está principalmente relacionada con el placer y desarrolla un papel


importante en acciones placenteras como comer, mantener relaciones sexuales,
consumir ciertas drogas, entre otros. Por eso cuando nos atrae una persona, las
experiencias placenteras que sentimos se traducen en el cerebro en una mayor
liberación de dopamina por lo que las emociones de amor incrementan los
niveles de estas sustancias.

Efectos de la serotonina

La serotonina es una sustancia que está presente en las neuronas y realiza


funciones de neurotransmisor. Es conocida como el neurotransmisor de la
felicidad ya que, entre muchas otras acciones, esta sustancia química realiza la
función de actuar sobre las emociones y el estado de ánimo.

Las experiencias positivas y situaciones agradables producen una liberación de


serotonina en el cerebro, por lo que cuando experimentamos emociones de
amor, los niveles de serotonina incrementan.

Efectos de la oxitocina

Se le conoce comúnmente como la hormona del amor; esto debido a


que cuando nos encontramos en una fase de enamoramiento, aquella en la que
tenemos sentimientos muy fuertes de deseo por estar con la persona por la que
estamos maravillados, nuestro cerebro presenta mayores niveles de oxitocina.

Sin embargo, cuando existe contacto físico con una persona con la cual no
tenemos intereses amorosos o sexuales, también aumenta los niveles de
oxitocina. De hecho, con tan solo un abrazo, una caricia o un beso nos hacen
sentir ese bienestar de la oxitocina, pero también con otras actividades
diferentes, como practicar la relajación, comer chocolate e, incluso, acariciar a
una mascota, también hacen que liberemos esta hormona.

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