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Fuentes para la Tarea Académica 2

Fuente 1
La química del amor: no eres tú, son mis neurotransmisores

¿Alguna vez te has sentido conectado con una persona de una forma que ni tú mismo te explicas?
Cualquiera que se haya enamorado sabe que el amor trae consigo sentimientos intensos, caóticos, a veces
incluso contradictorios. No es que nos hayamos vuelto locos, es que al enamorarnos hacemos estallar
un cóctel de químicos que revolucionan nuestras emociones.
Quizás te parezca que al reducir nuestros sentimientos al proceso químico del enamoramiento se pierde
toda la magia, pero la química del amor entraña un universo de reacciones eléctricas e impulsos
nerviosos capaces de hacernos sentir las emociones más fuertes.

LA QUÍMICA DEL ENAMORAMIENTO


Toda esta tormenta de sentimientos tiene su origen en un enamoramiento químico. Cuando nos
enamoramos nuestro cuerpo empieza a segregar compuestos químicos en cantidades industriales. Estos
nos pueden hacer sentir un subidón de energía, excitación y felicidad o, por el contrario, el bajón más
absoluto y doloroso. Como si fuera una droga, la química del amor puede hacer que incluso tengamos el
mono de alguien. De hecho, estas respuestas son muy similares a las que producen la cocaína, los
opiáceos y los trastornos obsesivos.

Primera fase de la química del amor: se enciende la hormona del amor


El proceso químico del enamoramiento empieza por la atracción pero ¿qué es exactamente lo que nos
atrae de la otra persona? Cada uno de nosotros tenemos unas preferencias diferentes y muchas veces
inconscientes. Nos suelen gustar personas parecidas a nosotros, que tengan un grado de inteligencia
similar, sentido del humor y valores parecidos, etc. Pero hay muchas personas así y obviamente no nos
enamoramos de todas ellas.
Lo cierto es que poco puedes hacer para controlar quién te atrae y quién no porque el enamoramiento
químico empieza en un ámbito invisible e imperceptible: nos sentimos atraídos por aquellas personas
con sistemas inmunitarios diferentes al nuestro y es su olor, del que no somos conscientes, el que nos
guía. La razón tiene que ver con nuestro instinto reproductivo: la descendencia de una pareja con
sistemas inmunitarios muy distintos tendrá una carga genética más variada.
Aunque muchas veces la sociedad e incluso nuestras expectativas personales van por otro camino,
nuestro cerebro ha evolucionado para facilitar al máximo posible la reproducción. Y el amor lleva a ella.
Por esta razón, cuando nos enamoramos liberamos sustancias químicas que nos hacen sentir tan
bien.

 Dopamina: la droga del amor


La dopamina es un neurotransmisor que nos hace sentir placer y euforia al estar con la persona amada.
Tiene un potente sistema de recompensa y por eso nos crea la “necesidad” de estar con esa persona.
Curiosamente, es el mismo neurotransmisor que se activa con los juegos de azar y con las drogas. Tanto
en el amor como con la droga, cuando la dopamina desaparece aparecen el mono, la tristeza y la
obsesión.
 Norepinefrina: empieza la montaña rusa
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La norepinefrina nos da un chute de adrenalina, una hormona muy simpática que hace que el corazón nos
late más rápido, suba la presión arterial, nos suden las palmas de las manos y nos ruboricemos. Por si
fuera poco, da pie a toda esa montaña rusa de emociones que sentimos cuando nos enamoramos y que
hace parecer que hayamos perdido la razón. Nos hace sentir tal sensación de alegría, efusividad e incluso
nerviosismo desproporcionado que llega a desactivar las sensaciones de hambre y de sueño. Gracias a
la norepinefrina dejamos de pensar con claridad y, sin darnos cuenta, hemos reducido nuestro mundo a
una única persona: nos hemos enamorado.

 Feniletilamina, ¡qué intensa eres!


Ahora que el proceso químico del enamoramiento está más avanzado, hay una sustancia que inunda tu
cuerpo y te domina por completo: la feniletilamina. En términos gastronómicos, la feniletilamina es la sal
sobre el filete, el parmesano en el plato de pasta. Como el sabor umami, este neurotransmisor lo vuelve
todo más intenso. Se combina con el resto de compuestos de la química del amor y nos hace sentir
increíblemente felices, optimistas y motivados.
A estas alturas ya no te sorprenderá saber que la feniletilamina es de la familia de las anfetaminas. Pero,
tranquilidad, no hay que estar enamorado ni cometer un delito para tener tu dosis de feniletilamina: el
chocolate es famoso por sus altos niveles de esta sustancia. Por eso es tan típico darse un atracón de
chocolate después de una ruptura.

Segunda fase de la química del amor: conexión entre hormonas


Sin duda, los neuroquímicos que hemos mencionado dominan la etapa más pasional del enamoramiento.
Por supuesto, durante esa primera fase también están presentes otras sustancias químicas, pero adquirirán
un mayor protagonismo cuando el deseo, los nervios o incluso la obsesión por la otra persona empiecen a
descender: es el momento de afianzar el vínculo entre la pareja.
Además del enamoramiento químico, en esta fase también influyen factores orientados al compromiso
y la estabilidad.

 Oxitocina: los abrazos también tienen química


La oxitocina nos ayuda a forjar lazos permanentes con nuestra pareja y se libera con el contacto físico,
sobre todo durante el orgasmo. Cuando nos cogemos de la mano, nos abrazamos o nos besamos nuestro
cerebro nos descarga un chute de oxitocina, haciendo que nos sintamos más unidos con la otra
persona. Sin embargo, hay que destacar que nuestra imaginación y las expectativas que nos creamos
(realistas o no) actúan como forma de contacto y hacen que liberemos más oxitocina, provocando los
mismos resultados.
La oxitocina también influye en los celos. Cuando estamos ante una situación que consideramos “una
amenaza” descienden los niveles de oxitocina y aumentan los de cortisol, que hace que sintamos miedo,
pánico y ansiedad.

 Serotonina: el neurotransmisor de la felicidad


Durante el enamoramiento la serotonina nos hace sentir felicidad simplemente por estar al lado de
nuestra pareja. Pero, de nuevo al igual que ocurre con una droga, el cerebro se habitúa a la
serotonina y cada vez quiere una dosis más grande. Por eso algunas personas buscan constantemente
nuevos amantes o le demandan al actual cada vez más muestra de amor.
Si quieres mantener la serotonina alta te gustará saber que no hace falta que llegues a ese punto. Las
experiencias y pensamientos positivos también aumentan los niveles de serotonina. Por el contrario, los
pensamientos desagradables, las malas noticias, las preocupaciones y los enfados los hacen descender.

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¿Y QUÉ SUCEDE CUANDO SE APAGA LA HORMONA DEL AMOR?
Como habíamos comentado, estos neurotransmisores están asociados a potentes sistemas de recompensa
y por eso nos hacen sentir tan bien. El problema viene si la relación se acaba, la otra persona empieza a
alejarse o si nuestras expectativas no se cumplen. En ese momento los niveles de los compuestos
químicos del enamoramiento pueden caer en picado, dejándonos en un estado de frustración, angustia
y tristeza muy profundo.
Si eso ocurre, nuestro cerebro va a necesitar un tiempo para recuperarse y volver a sus niveles normales
de químicos. Además, es fácil que el contacto con una ex-pareja reactive la liberación de
neurotransmisores, volviendo a la pauta anterior. Es por eso por lo que la mayoría de los psicólogos
recomiendan una terapia de contacto cero para superar una ruptura.

¿O cuándo confundimos las fórmulas químicas del amor y del enamoramiento?


También puede pasar que sigas queriendo a tu pareja pero que sientas que “ya no es lo mismo”. Y es que
cuando el tsunami químico desciende, muchas veces se interpreta como una pérdida de amor. En
realidad, lo que ocurre es que los receptores neuronales se han acostumbrado al enamoramiento
químico. Pero hay que saber distinguir entre enamoramiento y amor. Mientras que el primero no es ni
más ni menos que una serie de reacciones químicas, en el amor entran en juego más factores, como las
creencias y los valores orientados al compromiso y la estabilidad en la pareja.

RESULTADOS DE LA FÓRMULA DEL AMOR: ¿QUÉ REACCIÓN ES LA MEJOR? ¿LA


QUÍMICA O LA RAZÓN?
Nos guste o no, la química del amor domina gran parte de nuestras acciones. Pero aunque una
persona nos haga estallar todo este cóctel de químicos seguimos teniendo cierto control sobre ello. Es
importante ser conscientes de ello y romper con la creencia de que ante el enamoramiento nada se puede
hacer. Muchas relaciones tóxicas siguen adelante porque “están enamorados” pero siempre podemos
intervenir. Al fin y al cabo, somos seres racionales y podemos utilizar la razón para elegir lo que más nos
conviene. Conocer las señales neuroquímicas, por muy confusas que sean, nos ayuda a manejar nuestras
emociones.

Recuperado de https://www.zschimmer-schwarz.es/noticias/la-quimica-del-amor-no-eres-tu-son-mis-
neurotransmisores/

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Fuente 2

Recuperado de https://www.facebook.com/photo/?fbid=4824377261002604&set=a.110562379050806

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Fuente 3
¿Qué es el amor? Respuestas desde la biología
Ignacio Camacho-Arroyo (investigador de la Facultad de Química de la UNAM en el área de
Neuroendocrinología)

Mariposas en el estómago
La primera fase de una relación amorosa es el enamoramiento, el cual es transitorio, dominado por
procesos de atracción y que inicia por la percepción y el consecuente placer producido por la
estimulación de nuestros sentidos. Antiguamente el estímulo más importante (quizá lo siga siendo)
en una relación amorosa, y que generó por mucho tiempo la frase "amor a primera vista", era
justamente la vista, dada la importancia que ha adquirido para nosotros este sentido a lo largo de la
evolución, sin hacer menos la estimulación del oído, el olfato, el gusto y el tacto. Sin embargo, en
estos tiempos modernos los avances en la comunicación han hecho que muchas veces el primer
contacto entre dos personas sea virtual, a través del correo electrónico o las redes sociales, y que
sin tener una estimulación olfativa, auditiva o incluso visual se pueda desencadenar el
enamoramiento.
Durante el enamoramiento ocurren cambios fisiológicos impresionantes en nuestro organismo. Se
modifica la producción de hormonas (mensajeros químicos secretados por una glándula y con
efectos distintos sobre la mente y el cuerpo), cambia de manera notable nuestro estado de ánimo e
incluso se llega a tener una percepción diferente de la realidad.
Se ha encontrado que en los primeros meses de enamoramiento hay un aumento en los niveles de
cortisol, una hormona esteroide relacionada con el estrés. Además, en el hombre disminuye la
producción de testosterona, una hormona sexual que es más abundante en el hombre que en la mujer
(ver ¿Cómo ves? No. 134), mientras que en la mujer aumenta, lo cual hace que el hombre modifique
un poco su conducta y se muestre más tranquilo, mientras que la mujer puede estar más alerta o
incluso agresiva.
Se sabe que los enamorados presentan estados de ansiedad y estrés moderados que se manifiestan
a través de un aumento en la sudoración, la presión arterial, el ritmo cardiaco y en los movimientos
peristálticos intestinales (las famosas "mariposas en el estómago"). Mientras estos cambios
fisiológicos sean moderados, el enamoramiento es benéfico para la salud: es un estado muy
motivador, inspirador y reconfortante que mantiene a la gente alerta y optimista. Se sabe que a la
larga, después de esta etapa incierta que es el enamoramiento, el amor reduce el estrés.

¿Con todo mi corazón?


A pesar de lo romántico que suena decir o que nos digan "te amo con todo mi corazón", todos
nuestros pensamientos, sentimientos y sueños provienen de la actividad cerebral. Existe en nuestro
cerebro un sistema de comunicación, conformado por diferentes estructuras interconectadas, que
se conoce como sistema límbico, y es el que permite experimentar toda la gama de emociones que
se presentan en nuestra vida.
En sujetos muy enamorados, la presentación de fotografías de la persona amada activa regiones del
cerebro relacionadas con emociones positivas, que causan bienestar, como la ínsula, la corteza del
cíngulo y los núcleos caudado y putamen. Al mismo tiempo se inactivan otras regiones cerebrales,
como la amígdala y la corteza cerebral frontal y prefrontal, que se asocian al miedo, la tristeza y al
establecimiento de un juicio crítico de la conducta y las intenciones de las otras personas. Esto
parece relacionarse con el hecho de que cuando estamos enamorados todo o casi todo nos parece
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ideal en nuestra pareja; podemos entonces entender por qué se dice que "el amor es ciego"

Para siempre… o no
Una de las preguntas más recurrentes y todavía sin respuesta, es cuánto dura el amor y si éste puede
ser para siempre. Diversos grupos de psicólogos y psiquiatras han especulado que el
enamoramiento dura unos cuantos meses y después se pasa a un estado más consciente y crítico de
la realidad, en el cual se empiezan a valorar las distintas características de la pareja; es entonces
cuando en teoría podemos definir si la relación que tenemos es realmente confiable, placentera y
reconfortante.
El tiempo en que se pasa de una etapa a otra y en el que se mantiene la segunda, que es lo más
difícil, depende de muchos factores; entre ellos se han destacado los procesos de memoria y
aprendizaje y la adaptación de nuestros sistemas sensoriales. Se ha propuesto que en una relación
que recién inicia, hay una gran cantidad de estímulos y situaciones novedosas que causan en la otra
persona interés, placer y una buena dosis de aprendizaje. Pero después de cierto tiempo, los
estímulos dejan de ser novedosos, el aprendizaje disminuye y se establecen pautas conductuales
rutinarias que ya no despiertan el interés y la motivación iniciales. Por lo anterior, se dice que el
secreto está en variar las actividades y conductas que se presentan en una relación de pareja.

Adaptado de https://www.comoves.unam.mx/numeros/articulo/147/que-es-el-amor-respuestas-desde-la-
biologia

Fuente 4
Amor a primera vista: ¿qué dice la ciencia? Helen Fisher, neurobióloga y antropóloga
https://www.youtube.com/watch?v=EwBBIS9iJmQ

Fuente 5
Neurobiología del Amor | Eduardo Arízaga | TEDxUSFQ
https://www.youtube.com/watch?v=kw-AFqKIrVY

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Fuente 6

Recuperado de
https://www.facebook.com/UniversumMuseo/photos/a.10152669979160663/10159524249255663/?type=3

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