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PSICOLOGÍA II
- 2023 -
Docentes:
Prof. Lic. SAINO, MARISA A.- Profesora Titular Simple
Prof. Lic. FERRERO, ROSANA C.- Profesora Asistente
Lic. PEPINO, IVANA R.- Profesora Ayudante
Lic. BONIFANTI, PAULA - Profesora Adscripta
VEJEZ:
A medida que la gente de más edad se vuelve más que una presencia en
nuestra sociedad, la necesidad de ayudarla a sacar el mejor provecho de sus
vidas se vuelve más urgente. El aprendizaje sobre la última etapa puede
prepararnos a nosotros mismos cuando lleguemos allí y puede sugerirnos qué
hacer ahora para que la estancia por este periodo sea tan placentera como sea
posible.
El prejuicio con respecto a esta etapa de la vida es común entre gente de todas
las edades, una forma simple de combatirlo es preguntarles a algunas
personas ancianas y otra es completar el siguiente cuestionario, para ver
cuánto sabemos acerca de la realidad de la vida después de los 65 años. Los
invitamos a responder antes de continuar con la lectura.
1. En 2005 el porcentaje de la población mundial mayor de 65 años era de alrededor del:
a. 2 %
b. 8 %
c. 12 %
d. 20 %
e. 35 %
a. La visión y la audición.
b. El gusto y el olfato.
c. Variado, ya que algunos sentidos se agudizan en algunas personas y empeora en
otras.
d. Ninguno, si la persona es saludable.
e. Todos.
5. Comparado con el de los adultos más jóvenes, el tiempo de reacción de los adultos
mayores es
a. Más lento.
b. Casi igual.
c. Más rápido.
d. Más lento para los hombres, más rápido para las mujeres.
e. Más lento para las mujeres, más rápido para los hombres.
6. La capacidad pulmonar
a. Se reduce con la edad.
b. Se mantiene igual entre los no fumadores.
c. Aumenta entre la gente mayor saludable.
d. No está relacionada con la edad.
e. No se ve afectada por el hábito de fumar.
7. En comparación con una persona menor de 65 años, las chances de un adulto mayor
de ser víctima de un crimen violento son:
a. Más bajas.
b. Las mismas.
c. Mayores.
d. Más bajas para los hombres, más altas para las mujeres.
e. Más altas para los hombres, más bajas para las mujeres.
“Las creencias tradicionales acerca del proceso de envejecimiento generan
estereotipos negativos muy simplificados y puntos de vista sesgados sobre los
gustos en esta etapa. La “típica” persona anciana es vista a menudo como
desinteresada (…e incapaz) en el sexo, camino (si aún no ha arribado aún) a la
senilidad, conservadora y rígida. El estereotipo nos hace creer que la gente a
esta edad está cansada y de mal humor, pasiva, sin energía, débil y
dependiente de los otros”. Todos estos estereotipos son falsos. Provienen de un
prejuicio llamado discriminación por la edad, que es la tendencia a
categorizar y juzgar a la gente basándose sólo en la edad cronológica. La
discriminación por la edad es una enfermedad social como el racismo y el
sexismo basados en estereotipos, y crean miedo innecesario, desperdicio,
enfermedad y miseria. Los empleados de restaurantes los subestiman, los
vecinos no los invitan a fiestas, los empleadores no los contratan, sólo porque
son viejos. La discriminación por la edad es particularmente dañina en esta
etapa, porque los objetivos sucumben ante las políticas y actitudes que reducen
su orgullo, actividad, salud y compromiso social.
Desarrollo Biosocial
La vejez es la continuación de las etapas previas, influenciada por los mismos
factores genéticos, contextuales y familiares, que afectan a los niños y a los
adultos más jóvenes. Así, los gerontólogos ven esta etapa similar a las edades
más jóvenes, con pros y contras, influencias contextuales y plasticidad. La
población provee confirmada evidencia de que suelen estar sanos, activos y tan
felices y satisfechos con sus vidas como los adultos más jóvenes.
Con cada década, el tiempo de reacción decrece, todos los sentidos pierden
agudeza, las reservas de los órganos disminuyen y lleva más tiempo recuperar
la homeostasis. En la vejez, los signos visibles de la senescencia se vuelven
más obvios; como resultado menos deseado, pueden servir como marcadores
físicos para la discriminación por la edad.
Ejercicio:
Al igual que la nutrición, el ejercicio puede ser más importante en la vida tardía
que en la temprana, pero es cada vez más difícil. Los músculos se endurecen y
atrofian y disminuyen los rangos de movimiento. Para ambos sexos, una
reducción de la fuerza y el equilibrio son evidentes, especialmente en las
piernas.
La autopercepción es fundamental. Los ancianos caminan menos si empiezan
a pensar que “parecen minusválidos”. Este cambio se vuelve debilitante si se
genera miedo a caerse, el cual es una causa común y modificable de
“discapacidad en exceso” (más discapacidad de la que se puede atribuir a la
pérdida real).
Las caídas pueden ser serias en parte por la osteoporosis (huesos frágiles) que
puede causar una fractura de cadera con cualquier tropiezo que apenas le
causaría un hematoma a una persona más joven (la osteoporosis es tanto
envejecimiento primario como secundario, porque es causada por el proceso
de envejecimiento normal y por determinados hábitos, que incluyen una dieta
baja en calcio, el consumo de cigarrillos y el escaso ejercicio).
Es probable que sea necesario reemplazar correr por caminar y tomar los
recaudos necesarios para evitar una caída y el ejercicio con pesas disminuye el
riesgo de osteoporosis y así protege en caso de una caída.
Uso de drogas:
El cerebro:
Como sucede con otros aspectos del envejecimiento secundario, las
enfermedades del cerebro (Alzheimer, Pick o Parkinson) no son el resultado
típico de la senectud. Sin embargo, el envejecimiento primario ocasiona
muchos cambios cognitivos en todas las personas. Más allá del enlentecimiento
general, el cerebro se vuelve más pequeño (algunas partes más que otras).
Un descubrimiento curioso es que cuando se les presenta un problema, los
más ancianos usan más partes del cerebro, incluyendo ambos hemisferios,
quizás por un mecanismo de compensación. De esta manera, su habilidad para
pensar puede estar intacta, aunque el proceso de pensamiento sea diferente.
Por lo menos tres descubrimientos apoyan esta teoría: primero, cada cuerpo
posee cierta cantidad de energía y fuerza que se gasta de forma gradual a lo
largo de la vida (las mujeres que nunca estuvieron embarazadas viven más
tiempo que otras con los mismos hábitos de salud); segundo, la gente con
sobrepeso tiende a enfermarse y morir más joven, quizás porque requiere más
energía para mantener sus cuerpos; tercero, un adelanto de la tecnología
médica moderna es el de reemplazar partes del cuerpo desgastadas, que
agregan años de vida. Aunque el ejercicio mejora el funcionamiento y la
inactividad alimenta la enfermedad.
Adaptación genética: los seres humanos parecen tener una especie de reloj
genético, un mecanismo en el ADN de las células que regula el proceso de
envejecimiento que dispara cambios hormonales y controla la reproducción y
reparación celular. Así como el reloj genético “apaga” los genes que promueven
el crecimiento (alrededor de los 15 años), podría “encender” los genes que
promueven el envejecimiento.
Enfermedades psicológicas.
Los ancianos tienen una incidencia menor de trastornos psicológicos que los
adultos más jóvenes. Los índices de ansiedad, las personalidades antisociales,
el trastorno bipolar, la esquizofrenia y la depresión son menos frecuentes
después de los 65 años. No obstante, alrededor del 10% de los ancianos que
padecen demencias, en realidad sufren una enfermedad psicológica más que
fisiológica.
La ansiedad suele confundirse con la demencia, ya que la ansiedad puede
volver olvidadiza a una persona saludable. Cuando un anciano llega a un
hospital o geriátrico, la ansiedad paralizante puede causar desorientación y
pérdida de la memoria. Si el paciente es asistido de inmediato, una posibilidad
real es el mal diagnóstico. Puede conducir a prescripción de medicamentos
psicotrópicos, que resultan en una demencia continúa, a pesar de ser
reversible.
A este respecto, el problema más común es que muchos ancianos que están
con depresión no son tratados, sin embargo, la terapia y la medicación
cuidadosa, con frecuencia los lleva a mejorar en unas pocas semanas, lo que
hace que la pseudodemencia desaparezca. No obstante, de la misma manera
es que no se percatan de las señales de adicción, algunas personas más
jóvenes suponen que los ancianos deben ser personas tristes y confundidas,
por lo que no se trata el cuadro de depresión. El resultado puede ser el suicidio.
Prevención y tratamiento.
La revisión de la vida.
La sabiduría.
Comienzan con la premisa de que los ancianos buscan ser ellos mismos,
enfatizan la manera en que la gente negocia los desafíos del yo, una habilidad
particularmente importante para enfrentar los múltiples desafíos de esta etapa:
enfermedades, retiros, muerte de seres queridos. La idea central de estas
teorías del sí mismo, que ahora desarrollaremos, es que cada persona, en
última instancia, depende de sí misma.
Teoría de la identidad
· De todo el repertorio musical elegía las piezas que más le gustaban y con las
que se sentía más cómodo (selección).
· Practicaba todos los días las mismas horas pero, como ensayaba menos
piezas, dedicaba más tiempo a cada una (optimización).
TEORÍAS DE ESTRATIFICACIÓN
Sostienen que no son los factores internos sino las fuerzas sociales e
influencias culturales las que limitan las elecciones y dirigen la vida en todas las
etapas. La edad, el género y la etnia son las 3 categorías principales de
estratificación y causan un riesgo triple cuando se combinan.
Estratificación por la edad
¿Cuándo fue la última fiesta donde había amigos y gente de todas las edades?
Discriminación étnica
TEORÍAS DINÁMICAS
TRABAJO Y JUBILACIÓN
Naturalmente, hoy se acepta que no todas las personas pasan por las mismas
etapas ni necesariamente en el mismo orden. Sin embargo, se mantiene que la
pérdida del rol productivo que supone la jubilación, puede provocar dificultades
de adaptación. Las modificaciones de la capacidad adquisitiva, de las
habilidades o capacidades personales, de las relaciones con otros y de la
propia identidad, pueden resultar estresantes. Sin embargo, no todas las
personas cuando dejan de trabajar se ven afectadas por una crisis, ni ésta se
presenta de la misma manera en todos los casos. Como ejemplo y si nos
adentramos en la dimensión del género (masculino y femenino), encontramos
que para los varones en general la experiencia de la jubilación representa un
quiebre en la valía de su identidad, las mujeres en cambio, se sitúan en el
paraguas de una autodefinición que por su elocuencia resulta altamente
significativa “…las mujeres no nos jubilamos nunca”.
Aparentemente, las personas tienen dos fuentes principales de satisfacción, el
trabajo y el hogar, y están insatisfechas si no tienen control en ninguna esfera,
lo cual significa que aquellos que tienen más control en el trabajo de lo que
tienen en casa, necesitan equilibrar cuidadosamente su retiro.
El retiro ofrece tiempo y oportunidades para tomar clases, pero mucha gente
mayor de 65 años, duda en asistir a cursos con estudiantes más jóvenes,
aunque cuando lo hacen, disfrutan de la experiencia y suelen obtener buenas
calificaciones, por la motivación, el trabajo a conciencia y la inteligencia
cristalizada, que compensa por la disminución del tiempo de reacción y la
inteligencia fluida. Muchos países alientan y patrocinan la educación para la
gente mayor a través de programas de estudio diseñados para ellos.
De alguna forma, los ancianos suelen ser más activos en política que cualquier
otro grupo etario. En comparación con la gente joven, tienden a estar mejor
informados, a escribir a sus representantes electos, a votar en las elecciones, a
identificarse con un partido político y apoyar grupos que defienden ciertos
intereses.
LAS PÉRDIDAS
Todas las personas, a cualquier edad, sufrimos pérdidas por las que debemos
elaborar nuestros duelos. Lo que llamamos elaboración de un duelo es un
complejo proceso en el que el individuo se separa del objeto perdido, retirando
las cargas que en él había depositado, para poder investir nuevos objetos.
En cuanto al duelo por el cuerpo potente, se refiere a los cambios que se dan
en el cuerpo con el paso del tiempo, a nivel de las células, los órganos y los
aparatos: la disminución auditiva y visual, los cambios degenerativos en las
articulaciones, el envejecimiento de las células epiteliales, alteraciones del
sueño, disminución de la memoria, disminución de la marcha, etc., que se dan
de manera muy diferente y producen efectos psicológicos diferentes en cada
persona.
El duelo por el rol social está asociado al proceso de jubilación, que trae
aparejado la pérdida de su rol laboral, del lugar social que ocupaba y de las
relaciones cotidianas. Se suma el hecho de que la sociedad actual no facilita la
adquisición de nuevos roles sociales y el establecimiento de nuevas relaciones
enriquecedoras y la situación de vulnerabilidad por la merma económica en sus
haberes.
FAMILIARES Y AMIGOS
Matrimonios / Parejas
En los siglos pasados, la mayoría de los adultos morían antes de que nacieran
sus nietos. Ahora la mayoría vive para ver dos generaciones o más. Los lazos
familiares son tan o más fuertes que nunca, pero la relación con las
generaciones más jóvenes también puede incluir tensión y conflicto. Pocos
ancianos dejan de cuidar de sus hijos sólo porque hayan crecido y sean
independientes. Aunque, si la generación mayor se vuelve dependiente de la
más joven, se puede generar un conflicto y aunque la idea de la asistencia sea
apoyada por casi todos, el problema es que ciertos aspectos (cuándo, dónde,
por quién) pueden ser una fuente de sentimientos heridos y desacuerdos. A
medida que los padres envejecen, todas las familias necesitan ajustarse a las
condiciones cambiantes y a las circunstancias, y renegociar las relaciones.
La responsabilidad filial (la idea de que los hijos adultos están obligados a
cuidar de sus padres cuando envejecen) se encuentra en todas las culturas y
no parece depender de intereses económicos particulares.
Abuelidad
Ser abuelo puede tener un especial significado durante la vejez y para otros
roles asociados con ella. Las implicaciones que tiene la relación abuelos-nietos
son muy significativas ya que ambos van a dedicar una tercera parte o la mitad
de sus vidas a este rol; además, los abuelos pueden tener contactos más
satisfactorios con los nietos en una relación con menos obligaciones y
responsabilidades que los que tuvieron en su relación padres- hijos.
Se define como maltrato a la vejez a “cualquier acto u omisión que tenga como
resultado un daño, intencionado o no, practicado sobre personas de 65 años o
más, que ocurra en el medio familiar, comunitario o institucional, que vulnere o
ponga en peligro su integridad física o psíquica, así como el principio de
autonomía o el resto de derechos fundamentales del individuo, constatable
objetivamente o percibido subjetivamente”.
Maltrato físico:
Maltrato psicológico:
Abuso sexual:
Maltrato económico:
INSTITUCIONALIZACIÓN
EL ANCIANO DELICADO
Estos factores significan que la debilidad puede ser pronto un serio problema
en muchos países. Los gobiernos, las familias y las personas que envejecen a
veces se culpan el uno al otro por la fragilidad, cuando en realidad la
responsabilidad es de los tres.
A menudo los que cuidan de los ancianos también son ancianos, en general
esposos o esposas y si la persona débil perdió a su compañero o compañera,
por lo general hermanos o una hija mayor realizan la tarea.
Los que cuidan a sus familiares suelen sentir mucho estrés, su salud se ve
afectada y aumenta la depresión, en especial si quien recibe los cuidados sufre
demencia.
Se llama Cuidador a aquella persona que está a cargo del cuidado de los
aspectos dependientes del anciano y se los puede clasificar de la siguiente
forma:
SEXUALIDAD EN LA VEJEZ:
No hay dudas de que existen cambios fisiológicos a medida que las personas
envejecen. Sin embargo, subsiste la pregunta sobre cuánto influyen estos
cambios en la conducta sexual dado que es muy difícil separar los efectos
psicológicos de los fisiológicos. Por esta razón, es importante tener en cuenta
que la existencia de cambios fisiológicos no lleva, en sí misma, a que la función
sexual sea afectada negativamente.
Hace pocas décadas el mito de la vejez asexuada constituía una creencia casi
absoluta y desde que existe un interés en el estudio de los ancianos, se ha
relativizado, ya que permanecen arraigados algunos prejuicios referentes a la
sexualidad de la última etapa de vida. Está estrechamente relacionado con la
dificultad que existe en la sociedad para considerar a los propios padres como
personas que mantienen relaciones sexuales. Reconocer la sexualidad en los
ancianos, representantes simbólicos de los padres, implica también reconocer
sus deseos sexuales.
1)- Elija algunas personas de una franja etaria, realícele las preguntas
correspondientes a la encuesta del inicio de la unidad, registre los datos. ¿Qué
otras preguntas agregaría?
2)- Elabore un cuadro con los cambios biológicos más significativos que
ocurren en el envejecimiento.
6)- ¿Cómo expresaría las diferencias esenciales entre las distintas teorías del
envejecimiento?
8)- Realice un cuadro comparativo entre las distintas teorías del desarrollo
psicosocial en la adultez tardía.
10)- ¿Cuáles son las pérdidas por las que deben elaborar “duelos” los
ancianos?
11)- ¿Qué mitos cree que aún persisten hoy en esta etapa? Por ejemplo, que si
camina se cae, que la pérdida de memoria es igual a demencia, etc.
13)- Explique los cambios más visibles que se van sucediendo en esta edad y
cómo influye el autoconcepto.
vejez.