La mala alimentación en los

adolescentes es un problema
creciente con consecuencias
significativas para la salud y
bienestar. Los malos hábitos
alienticios, como el consumo
excesivo de alimentos
procesados y altos en grasas
saturadas, puede llevar a
deficiencias nutricionales.
En Durango, una dieta promedio de
adolescentes de entre 12 y 18
años, se basa en cereales, huevos,
lácteos, carnes, pescado y mariscos,
pan dulce, papas fritas y bebidas
alcohólicas, este último, solo son
consumidos entre jóvenes de 16 a
18 años de edad.
El porcentaje de obesidad
de adolescentes y jóvenes
duranguenses es del 20.55%
y el porcentaje de carencia
de acceso a alimentos es de
18.9%.
En México, se creó el plato del
bien comer, el cual es una guía
de alimentación que forma parte
de la Norma Oficial Mexicana (NOM),
para la promoción y educación para la
salud en materia alimentaria, la cual
establece criterios para la orientación
nutritiva en México.
El gobierno de Durango, tiene un Programa
de Salud Escolar para niños y adolescentes.
Este programa busca que niños y
niñas, tengan una buena salud,
un buen crecimiento y
desarrollo escolar.
Además, el gobierno
municipal de Durango,
también ha promovido
el derecho a una alimentación
saludable desde la
primera infancia.
Algunas consecuencias de la
mala alimentación son:
la anorexia, la cual afecta el 5,4%
de la población de adolescentes
duranguenses, mientras que la
bulimia afecta el 2.8%.
Además, la anemia afecta el 6.8% de jóvenes
en Durango.
La mala alimentación en los adolescentes
debido a los malos hábitos puede tener
consecuencias a lo largo del tiempo
ya sea física o mentalmente, por
ello es importante promover la educación
nutrimental para erradicarlo.