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Esta, es una traducción hecha por una fan que le encanta leer y no
ha encontrado este libro en español para comprarlo y como es
desesperada, lo ha traducido ella misma. Es una traducción sin
afán de lucro, no se recibió ningún centavo por ella. No he
pretendido, ni pretenderé suplantar el original, fui lo más fiel
posible en la traducción, incluyendo modismos. Si llegan libros de
esta esta autora a tus manos, cómpralos, valen la pena.

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Contenido
Libros de la serie

Dedicación

Nota de la escritora

Prólogo

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Capítulo 7

Capítulo 8

Capítulo 9

Sobre la Autora

Dorita
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La serie consta de 5 libros:

Catching Lucy

Craving Lucy

Rocking Kin

Un-Shattering Lucy

Forever Lucy

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Dedicación

A todos aquellos que aman a Lucy tanto como yo. No puedo creer lo lejos que
ha llegado esta chica en los últimos años y lo lejos que todavía tiene que llegar.

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Nota de la escritora.
Estoy segura de que todos ustedes se preguntan si esto va a funcionar. La
serie Rocker aún no se ha terminado, pero aquí está Lucy casi toda adulta.
Puedo prometerles que no verán spoilers de The Rocker en esta nueva serie
de novelas. Solo necesitaba sacar a Lucy de mi cabeza antes de que ella
comenzara a pudrir mi cerebro al exigir que saliera. Para aquellos de ustedes
que aún no han conocido a Lucy, no se preocupen. Esto se puede leer de
manera independiente sin ningún problema, pero si desea ver cómo Lucy
Daniels se convirtió en Lucy Thornton, adorada hija adoptiva de Jesse
Thornton, el orden de lectura para The Rocker Series está a continuación, pero
recuerde que The Rocker Series tiene más contenido maduro que The Lucy &
Harris series.

The Rocker Who Holds Me

The Rocker Who Savors Me

The Rocker Who Needs Me

The Rocker Who Loves Me

The Rocker Who Holds Her

The Rockers’ Babies

The Rocker Who Wants Me

The Rocker Who Cherishes Me

The Rocker Who Shatters Me

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Prólogo
Lucy

Todos tienen altibajos. No soy diferente He tenido algunos altibajos realmente


sorprendentes, pero también he tenido algunos descensos de mierda.

Cuando tenía cuatro años, mi madre biológica murió. No recuerdo haber llorado
por ella. Nunca había sido del tipo que me abraza, me acurruca y lee cuentos
antes de dormir. Ese trabajo fue lanzado a mi hermana Lana. Ella hizo todo lo
posible para cuidarme hasta que mamá murió. Después del funeral, nos fuimos
a vivir con nuestra hermana mayor, Layla, y pude ver cómo se suponía que era
una verdadera madre.

Cuando tenía seis años nos mudamos a Malibú para el nuevo trabajo de Layla
como ama de llaves de una de las bandas de rock más populares del mundo y
su manager. Cuando mis hermanas me dijeron que íbamos a vivir con Demonios,
definitivamente no lo esperaba con ansias. Luego conocí a Nik, Drake, Shane,
Emmie y el hombre que algún día se convertiría en una de mis personas favoritas
en el mundo: Jesse Thornton.

En Navidad, mi hermana mayor estaba casada con el baterista de Demon’s


Wings. Seis meses después me hicieron suya y me adoptaron. El día que me
convertí en la hija de Jesse fue uno de los mejores días de mi vida. Sentí que
pertenecía a alguien por primera vez.

Pero conoces las reglas del destino, o al menos las reglas que siento que esas
perras tienen específicamente para mí.
Algo realmente sorprendente siempre parece ser seguido por algo realmente,
realmente de mierda. Cuando tenía nueve años, mi verdadero padre fue liberado
de la prisión y me secuestró por una cantidad loca de dinero. Todavía tengo
pesadillas sobre esa noche.

Sin embargo, lo superé. Mis padres me enviaron a un buen terapeuta, pero fue
mi mejor amigo, Harris, quien realmente me ayudó a superar ese momento de
mi vida. Cuando no podía dormir, lo llamaba y no importaba lo cansado que
estuviera, él se quedaba despierto y me hablaba hasta que finalmente caía en
un sueño exhausto. Él era el tipo de amigo que un mensaje de texto y dejaría
todo por mí.

Lástima que mis hormonas se interpusieron en nuestra amistad. A los doce años,
la pubertad me golpeó con fuerza, y el amor que sentía por mi mejor amigo se

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complicó con un flechazo. Se llaman enamoramientos por una razón, algo que
aprendí muy rápido ese año. Lo aparté para evitar el dolor agonizante que mi
enamoramiento me hizo sentir.
Ahora han pasado años desde que lo vi. Se graduó de la universidad y siguió
adelante con su sueño al abrir su primer club. First Bass es el club nocturno más
popular no solo en Los Ángeles, sino en toda California. Estoy muy orgulloso de
él, pero he evitado ir a verlo. Después de un correo electrónico que retorció mi
corazón en nudos, finalmente voy a ir allí.

Quizás yo no siga enamorada de él. Quizás podamos volver a ser mejores


amigos.

Tal vez…

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Capítulo 1
Lucy

Observé la pantalla de mi computadora portátil y me mordí el labio con fuerza.


No quería enfrentar esto ahora, pero ya era hora de que finalmente me encargara
de eso. Llevaba semanas esperando un correo electrónico como este. Meses,
de verdad. Había planeado cómo le diría mi respuesta una vez que lo recibiera.
Sin embargo, planificar y hacer algo tan doloroso eran dos cosas diferentes.

Recibí el correo electrónico hace tres semanas y todavía no había respondido.


Una parte de mi cerebro me gritaba que estaba siendo una cobarde, y la otra
parte gritaba para que esa maldita voz cerrara la boca.

Cerrando los ojos, traté de bloquear la visión de las palabras, pero ya había leído
la maldita cosa tres mil veces y se grabaron dentro de mi cerebro. Haciendo una
mueca, porque me estaba volviendo loca, hice doble clic en la opción de
respuesta. No ayudó, porque el correo electrónico todavía estaba allí, justo
debajo de lo que debería estar escribiendo en ese mismo momento.

Lu

“Espero que la hayas pasado muy bien en París durante el verano. Te merecías
un viaje así. Supongo que soy egoísta porque esperaba verte con el resto de los
Demon’s en la gran noche de apertura. Natalie me dijo que volverías este fin de
semana y jugaré mi carta de mejor amigo y te pediré que vengas a visitar mi club.
Trae tantos amigos como quieras. Le diré a Tiny y te pondré en la lista VIP.
Quiero verte, Lu. Te echo de menos…”

Mi corazón se apretó con la última oración en la pantalla y mis dedos temblaron


sobre las teclas mientras luchaba conmigo misma con lo que necesitaba escribir
y lo que sabía que en realidad iba a escribir. Aparté la vista de la pantalla
mientras escribía mi respuesta, tal vez mis dedos podrían mentirle a mi cerebro
mientras mis ojos no lo vieran, y cerré rápidamente la computadora portátil antes
de perder el valor y enviar una segunda respuesta.

Con el corazón acelerado, eché la cabeza hacia atrás y gemí. Yo era más fuerte
que esto, mucho más fuerte. Pero cuando se trataba de ese chico, hombre, ahora
era un hombre, perdía todo el sentido común y el razonamiento.

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Si fuera sincera conmigo misma, admitiría que también había extrañado a Harris.
Probablemente mucho más de lo que me había extrañado en los últimos cuatro
años. Había sido mi mejor amigo, y no lo decía a la ligera. Fue difícil hacer un
verdadero amigo en mi mundo, pero con Harris sabía que tenía un trato real.

Por un lado, sabía lo que se sentía al preguntarse si las personas que querían
ser tus amigos estaban allí por ti o por la fama que venía con ser un niño rockero.
Como había nacido en él, a diferencia de mí, lo sabía mucho mejor que yo. Su
padre era el baterista de una de las mejores bandas de rock del mundo,
OtherWorld. Compartimos eso en común ya que mi padre era el baterista de
Demon’s Wings. Había visto las cosas detrás de escena que ocurrieron en el
mundo del rock-n-roll a una edad temprana que no me habían permitido ver hasta
que era adolescente.

A pesar de que compartíamos tanto en común, la razón más importante por la


que había sido mi mejor amigo era porque había estado allí para mí durante
algunos de los momentos más difíciles de mi vida. No habían sido bonitos. Feo
ni siquiera describía la porquería por la que había pasado en aquel entonces.
Era buena con las palabras la mayor parte del tiempo, pero no creía que hubiera
una palabra en ningún idioma que describiera cuán horrible había sido ese punto
en mi vida.

Incluso ahora era difícil pensar en eso sin querer encerrarme en el baño y ...
Pero, sí, había sido malo.

Sin embargo, Harris me había ayudado a superarlo. Cuando no podía dormir por
las pesadillas, le enviaba un mensaje de texto para ver si estaba despierto. La
mayoría de las veces estaba segura de que lo había despertado, pero no
importaba porque me llamaría y me hablaría hasta que me durmiera. Por lo
general, eso era justo antes del amanecer cuando el agotamiento me consumía.
Y aun así no le había importado.

Tenía nueve años cuando sucedió toda esa basura. Él tenía catorce años. Sin
embargo, mi padre había sido genial con él, y su padre había estado casi
agradecido por nuestra amistad. Aparentemente había sido una buena influencia
para su hijo o algo así. Al menos eso fue lo que el Sr. Cutter había dicho en aquel
entonces.

Nuestra cercanía había durado varios años, hasta que cumplí doce años y mis
hormonas comenzaron a funcionar. Ese fue el año en que me convertí en una
"mujer", como dijo mi padre. No podía recordar cómo había hablado sobre eso
sin poner mis ojos en blanco. Lo que él quiso decir es que fue cuando tuve mi
período y empecé a tener cambios de humor peores que los de mi madre cuando
estaba embarazada de mis hermanos gemelos. O tal vez había querido decir

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que estaba empezando a parecerme más a una mujer. Me empezaron a crecer


curvas ese año. Muchas curvas que mi madre había dicho enviarían a mi padre
a un paro cardíaco o a una celda de la cárcel. Solo había estado bromeando,
pero teniendo en cuenta lo que sucedió cuando tenía nueve años, el
pensamiento de mi padre en la cárcel no me hizo querer reír.

Con las nuevas hormonas había surgido una nueva conciencia de los chicos
lindos. Siempre había considerado a Harris Cutter más que lindo con su tez
morena y esos ojos soñadores de color aguamarina, pero ese año se convirtió
en algo más que mi mejor amigo. Se convirtió en mi enamoramiento. El tipo en
el que no podía dejar de pensar ... de esa manera. Cuando venía, pasaba más
tiempo imaginando besarlo que hablando con él.

Harris tenía dieciséis años ese año, dieciséis años y descubría chicas en un nivel
completamente nuevo. Mientras me imaginaba infantilmente que le daba un
besito en los labios, había estado aprendiendo todo sobre los pájaros y las
abejas de una manera completamente diferente. Al verlo con chicas, al
enterarme de las chicas con las que tendría una cita los viernes por la noche, me
había picado de una manera que solo una chica con su primer enamoramiento
consideraría un dolor peor que la muerte.

Mi corazón se había roto, pero no tenía a nadie a quien culpar excepto a mí


misma. Dejé que mi amor por mi mejor amigo se convirtiera en algo que no podía
entender ni tratar a una edad tan tierna. Había comenzado a distanciarme de él.
Me sumergí en actividades más extracurriculares para tener buenas excusas
para no salir con él. En poco tiempo siguió adelante con diferentes amigos ...

Mi teléfono hizo un sonido de ping y lo alcancé sin pensar realmente en quién


podría ser. Cuando vi que tenía un mensaje de texto de mi amiga Kin, me aparté
una gran cantidad de cabello largo y rizado de la cara y abrí el mensaje.

‘¿Que estás haciendo?’

No me molesté en devolverle el mensaje de texto, sino que la llamé. No pensé


que podría lidiar con mensajes de texto en este momento. Dudaba que mi
cerebro siquiera entendiera o pudiera comunicarse con los mensajes de texto de
mi amiga. Ni siquiera terminó de sonar una vez antes de que ella respondiera.

"Sálvame", se quejó Kin.

Suspiré. "Ponte algo que te pondrías para ir de fiesta". Si fuera, no iba a aparecer
sola. Necesitaba a Kin esta noche más de lo que podría explicarle.

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Hubo una pausa en el otro extremo y pude escuchar las ruedas en la cabeza de
mi nueva mejor amiga girando. "¿A dónde vamos?", Finalmente preguntó, y
sonreí al escuchar su acento del suroeste de Virginia. Solo conocí a Kin hace
una semana, pero nos hicimos amigas rápidamente.

El fin de semana pasado incluso se había quedado, conoció a mi loca familia y


todavía le caía bien. Supongo que eso fue algo. A tía Emmie le había caído bien,
así que sí, eso había sido algo muy serio para mí. Pocas personas podían decir
que a mi tía le gustaban; incluso menos de ellos eran en realidad mis amigos.

"First Bass", le dije y me quité el teléfono de la oreja cuando gritó tan fuerte que
estaba segura de que mi papá la había escuchado desde el primer piso de
nuestra casa.

"¡De ninguna manera!" Dijo Kin después de un minuto, su voz ni siquiera un poco
ronca a pesar del hecho de que había gritado lo suficientemente fuerte como
para romper el vidrio. “¿Cómo vamos a entrar en First Bass? Todos los
periódicos dicen que hay una lista de espera para estar en la lista de espera. El
lugar ha tenido líneas que abarcan seis cuadras desde su apertura en junio. ¿Y
no hay un límite de edad o algo así? "

"Conozco a alguien", le dije, atreviéndome a mirar mi computadora portátil


cerrada de nuevo. “¿Entonces quieres ir conmigo? Solo seremos tú y yo. Y
Marcus ". No podía olvidar a Marcus. Por supuesto, debería haber estado
agradecida por mi guardaespaldas personal. Él sería la razón por la que saldría
más tarde.

"Me estoy metiendo en la ducha ahora", me aseguró Kin. Cuando escuché que
la ducha se abría, sonreí. ¿Qué debo vestir? ¿Estás buscando chicos calientes?

Solté una carcajada. “¿Recuerdas quién es mi papá? Menciono las palabras


'caliente’ y ‘chico’ en la misma oración y estaré encerrada hasta los treinta años.
Suspiré y sacudí la cabeza. "No. Solo voy a presentar mis respetos a un viejo
amigo ".

“¿Alguien murió? No estoy de acuerdo con un funeral en este momento, Lucy.


Acabo de enterrar a mi madre ... "Su voz se desvaneció y podría haberme
pateado por mi pobre elección de palabras. La madre de Kin había muerto de
cáncer la semana anterior a que se mudara a California para cumplir el último
deseo de su madre: pasar un año conociendo a su padre y su familia. Kin solo
había estado allí durante dos semanas, pero ya estaba más que miserable.

“No”, me apresuré a asegurarle, “nadie murió, bebé. Solo estoy siendo morbosa.
Puedes patearme el trasero cuando me veas.

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"Entonces, ¿a qué le estás rindiendo homenaje?", Exigió.

“Una vieja amistad, supongo. No importa. Solo usa algo con lo que te sientas
cómoda bailando con tu sexy trasero. Te recogeré en una hora ", le prometí y
luego terminé la llamada rápidamente.

Cuando bajé el teléfono, la puerta de mi habitación se abrió con fuerza y dos


bestias idénticas entraron corriendo a mi habitación. "¡Lucy!" Lyric, el más
pequeño de mis hermanos gemelos, gritó segundos antes de zambullirse en mi
cama junto a mí.

"Escóndenos", Luca, el mayor de los dos pequeños demonios de ocho años


suplicó segundos antes de zambullirse debajo de mi cama.

Fruncí el ceño a Lyric. "¿Qué hicieron ustedes dos ahora?"

"Fue idea de Luca", trató de explicar Lyric.

“Por supuesto que lo fue. Siempre es idea de Luca ". Puse los ojos en blanco
hacia mi hermano pequeño, pero aún le puse las mantas a su alrededor en un
intento de ocultarlo. Podrían ser dos de los niños más malos del mundo, pero
también eran mis pequeños hermanos milagro. Cuando mamá se puso de parto
con ellos, los tres casi habían muerto. Por eso solo éramos nosotros tres y no
tenía más hermanos. Papá había estado paranoico acerca de que mamá
quedara embarazada nuevamente.

"Nunca piensas en pequeños planes tortuosos que te pongan a ti y a Luca en


problemas, ¿verdad?"

Eso produjo una sonrisa tímida del pequeño monstruo y me puse de pie.
Dejándolos en mi habitación para esconderse, entré en el pasillo y cerré la puerta
detrás de mí. Probablemente no debería, pero iba a dejar que se escondieran
hasta que nuestros padres se relajaran por un rato. Lo que sea que hayan hecho
fue probablemente malo. Como cuando tramaron un plan que terminó con ellos
empujando a una estrella de rock árabe de visita a la piscina de tía Emmie ... Y
no había podido nadar. Papá había estado enojado durante dos días, después
de que había dejado de reír.

Dos pasos fuera de mi habitación escuché a mi madre gritar por mis hermanos
mientras subía las escaleras. "Luca Steven Thornton, cuando ponga mis manos
sobre ti y tu hermano voy a ..." Se interrumpió cuando llegó a la cima de las
escaleras y me vio. "¿Has visto a tus hermanos?"

"¿Qué han hecho esta vez?", Pregunté, evitando darle una respuesta directa por
el momento.

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Mamá arrojó su largo cabello color canela sobre su hombro, haciéndome desear
que fuera la mitad de hermosa que ella. Mi padre la llamó su diosa y una mirada
a ella y entenderías exactamente por qué la llamó así. Layla Thornton era
hermosa.

Teníamos casi la misma altura, conmigo apenas una pulgada más alta, pero ella
tenía ojos color chocolate donde los míos eran mucho más oscuros. Su cabello
era liso sin tener que pasar una hora con una plancha para que se mantuviera
así. Su piel era un poco más oscura que la mía y se bronceaba tan fácilmente
que podría haberla odiado por eso. Si no supieras que fui adoptada,
probablemente no te darías cuenta de inmediato porque había un parecido
suficiente entre mi madre y yo que fácilmente pasamos por madre e hija. Pero
eso fue solo porque ella era mi hermana. Sí, lo sé, loco ¿eh? Pero es una larga
historia.

Ella levantó una camisa rosa. Una camisa muy rosa que noté tenía las nuevas
ilustraciones de Demon’s Wings. La camisa debería haber sido gris, entonces,
¿cómo la habían vuelto rosa? "No me pregunten cómo lo hicieron", se quejó
cuando vio mi expresión atónita. "Todo lo que sé es que tengo una lavadora llena
de las camisas de tu padre que ahora son de color rosa flamenco".

"Oh". Reprimí una sonrisa y metí mis manos en los bolsillos traseros de mis
jeans. "Bueno, solo quería que supieras que saldré con Kin esta noche".

Eso la hizo perder parte de su vapor cuando su expresión se volvió interrogativa.


Ella no era tan sobreprotectora como mi padre. Ella sabía que estaba a salvo
con Marcus siempre conmigo. Sin embargo, mi padre todavía pensaba que
necesitaba toda una pandilla de muchachos del servicio secreto si iba al centro
comercial. "Eso es bueno. ¿A dónde van ustedes dos?

Me encogí de hombros, tratando de interpretarlo como nada importante. "First


Bass", le dije y sus ojos se suavizaron. Podía fingir todo el día, pero mamá podía
verlo en un instante.

"Bueno. Me alegro de que finalmente hayas decidido ir ". Cruzó los brazos sobre
su espectacular y completamente natural busto. "Harris estaba decepcionado
cuando no lo lograste la noche de la apertura, Lu. El actuó como si no fuera nada,
pero conozco a ese chico demasiado bien como para no haberlo visto en sus
ojos ".

Bajé la mirada, no queriendo que ella viera cuánto me afectó lo que dijo. "Lo
siento mama."

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"No soy con quien deberías disculparte, bebé. Es con Harris. Suaves manos
ahuecaron mi mejilla, obligándome a mirarla a los ojos. "Ve a divertirte. Entonces
trae a Kin a casa contigo. Asegúrate de decirle que es bienvenida aquí cada vez
que necesite escapar ... esa mujer ".

Hice una mueca. No era ningún secreto que mi madre despreciaba a Jillian
Montez, la madrastra de Kin. Nunca se habían llevado bien y probablemente
nunca lo harían. Entre mamá y tía Emmie, estaba seguro de que Jillian estaba
en algunas de las listas más odiadas que requerirían que algún día necesitara
su propio guardaespaldas personal para asistir a las conferencias de padres y
maestros en mi escuela. "Le digo eso todos los días, mamá", le aseguré.

“Realmente me gusta, Lucy. Me alegro de que hayas encontrado una buena


amiga como ella ". Sus ojos se pusieron tristes y tuve que apartar la mirada otra
vez, incapaz de soportar esa mirada. Mi mamá nunca debería tener que parecer
triste. Nunca. “Espero que tú y Harris puedan hablar, bebé. Y no importa lo que
diga tu papá, creo que ustedes dos deberían continuar su amistad.

No quería ir a donde estaba llevando esta conversación de repente. Así que di


un paso adelante, besé su mejilla y me moví alrededor de ella. "Los muchachos
están en mi habitación, mamá".

Eso efectivamente detuvo todo lo que ella podría haber dicho sobre mí y Harris
y nuestra amistad. Se le ensanchó la nariz y entró en mi habitación. —Lyric
Andrew Thornton, la próxima vez que salgan de esta casa cumplirán treinta años.
Ustedes dos están muy castigados.

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Capítulo 2
Lucy

La multitud afuera de First Bass era exactamente como Kin la había descrito.
Seis cuadras de personas que intentan ingresar al nuevo club más popular de
Los Ángeles. Marcus se detuvo al frente de la línea y salió del asiento del
conductor de mi Range Rover. Le entregó las llaves al valet antes de abrir la
puerta trasera y ofrecerme su mano.

Le di una pequeña sonrisa y dejé que me ayudara mientras las cámaras


aparecían en mi cara y la gente comenzaba a llamarme. Ugh, odiaba esta parte
de salir. Como salía tan raramente, los paps siempre se lo tragaban cuando me
reconocían. Era la hija solitaria de la estrella de rock, al menos eso era lo que
siempre decían los paps cuando imprimían su BS sobre mí en sus tabloides
semanales.

Kin salió detrás de mí y miró furiosa cuando las cámaras comenzaron a


parpadear aún más. Hasta hace unas semanas, Kin había vivido en relativa paz
de los paparazzi. Pero luego su madre había muerto y se había visto obligada a
venir a Los Ángeles y vivir con su padre actor / director, y su nueva familia. Desde
el día en que había bajado del avión con su padre, los paps la habían estado
acosando a cada paso fuera de su casa, la escuela y mi casa.

Poniéndose las gafas de sol para protegerse los ojos, agarró mi mano y tiró de
mí hacia el enorme gorila al frente de la línea. El hombre grande y de piel oscura
tenía auriculares en una oreja y una lista en la mano. Cuando nos acercamos a
él con Marcus justo detrás de nosotros, el portero nos miró aburrido.

"Al final de la línea, señoras", nos dijo antes de que pudiera abrir la boca.

Forcé una sonrisa en mis labios cuando liberé mi mano de la de Kin y saqué mi
identificación. Honestamente, después de tres semanas de no responder al
correo electrónico de Harris, ni siquiera sabía si él todavía me tendría en su lista
VIP, pero todavía iba a intentarlo. Una parte de mí quería verlo tanto como había
dicho que quería verme. "Soy Lucy Thornton. Harris Cutter me está esperando.

El hombre levantó las cejas con escepticismo, pero una mirada del hombre
parado detrás de mí y bajó la mirada a su lista. Le sonreí a Marcus. Hubo
momentos, como este, que valía la pena tener a alguien con grandes músculos
y una cara malvada a la espalda. Mi guardaespaldas ni siquiera levantó sus
labios hacia mí, pero fui recompensado con un rápido guiño antes de que volviera
su mirada amenazante al hombre del portapapeles.

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Después de un momento de revisar todas las hojas de papel con la lista de


personas que permitían la entrada inmediata, el hombre grande se hizo a un
lado, dejándonos pasar. "No estoy segura de dónde está el Sr. Cutter en este
momento, señorita Thornton, pero puede ir directamente a la sala VIP en el
segundo piso. Tome las escaleras directo a su izquierda una vez que entre por
la entrada. Tiny estará esperando para dejarle subir.

Asentí antes de tomar la mano de Kin una vez más y entré en el club. Tan pronto
como se abrió la puerta, me quedé sorda por la explosión de música a todo
volumen que resonaba en las paredes. Hice una mueca. Esto fue casi tan malo
como estar detrás del escenario en uno de los conciertos de mi padre.
Necesitaba tapones para los oídos para eso, y me di cuenta de que
probablemente los iba a necesitar esta noche.

A mi lado, Kin se sacudió ante el volumen y se clavó un dedo en la oreja


izquierda. Había perdido la audición en su oído derecho cuando era una niña
pequeña. La forma en que escuchaba música con el volumen subía tanto que
era una maravilla que todavía no hubiera perdido la audición en la izquierda.
Detrás de nosotros, Marcus se paró cerca y nos empujó hacia el hombre parado
junto a las escaleras a nuestra izquierda.

Si hubiera pensado que el gorila de enfrente era enorme, me habría equivocado


mucho. Tiny no estuvo a la altura de su nombre, o tal vez fue solo una broma
porque Tiny era cualquier cosa menos pequeño. Tenía una altura de al menos
siete pies, vestido con jeans y una camiseta negra que definitivamente estaba
en peligro de ser destrozada si respiraba de la manera incorrecta. Había
músculos encima de músculos encima de incluso más músculos. Santo cielo, el
hombre daba miedo.

Inconscientemente, di un paso atrás, queriendo acercarme a Marcus.

Tiny dio un paso adelante y le ofreció la mano. "Señorita Thornton?" Su voz era
tan aterradora como el resto de él, sonando naturalmente áspera y un poco
gruñona. Los dedos de Kin se apretaron alrededor de los míos y al ver nuestro
evidente miedo, sonrió, transformando su rostro en algo casi suave. Casi. "Es un
placer tenerla con nosotros esta noche, señorita Thornton. Usted y su grupo
deben continuar. Esta noche hay otros VIP presentes, pero el Sr. Cutter aún no
ha salido de su oficina ... ¿Desea que le avise de su llegada?

Sin dudar, sacudí la cabeza. Estaba en First Bass, que era lo más lejos que podía
ir por el momento. Necesitaba un poco de tiempo para recuperarme antes de
volver a ver a Harris por primera vez en años. No sabía si lo que una vez sentí
por mi viejo mejor amigo me abrumaría o no. No quería hacer el ridículo. "No,
estoy segura de que me encontrará en su propio tiempo. De hecho, me gustaría
sorprenderlo, así que no le hagas saber que estoy aquí ".

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Tiny inclinó la cabeza en señal de aceptación y dio un paso atrás para dejarnos
subir las escaleras. Empujé a Kin frente a mí, no queriendo ser la primera en
entrar a la sala VIP. Era difícil saber quién podría estar allí arriba en este
momento. Todavía era temprano, justo después de las ocho, pero el First Bass
era el lugar para estar cualquier noche de la semana, especialmente los sábados
por la noche.

Cuando llegamos a la cima de las escaleras, Kin se había quitado las gafas de
sol. Estaba tan débilmente iluminado que tuvo que arriesgarse o caerse por las
escaleras. Tan pronto como llegamos a la cima, no me dio más de un segundo
para mirar alrededor antes de tirarme hacia la barra al otro lado de la habitación,
pero al menos tuve una idea rápida del diseño.

El piso superior conformaba la sala VIP con el centro de la sala enrejado para
que las personas pudieran pararse y mirar la pista de baile de abajo. Sofás de
cuero se extendieron por la habitación. La tenue iluminación proyectaba un
suave resplandor sobre la habitación.

El cantinero, un tipo muy atractivo con un corte de cabello estilo fawx hawk y las
pestañas más largas que he visto en mi vida me sonrió cuando dejó de colocar
dos botellas de cerveza importada frente a los tres tipos a nuestro lado. "¿Qué
será, ángel?"

Podría haberle enseñado mi identificación falsa, pero con Marcus detrás de


nosotros sabía que eso solo llevaría a que mi padre tuviera una coronaria.
"Ginger ale", le dije en lugar de la cerveza que hubiera preferido tomar.

Su sonrisa ni siquiera se atenuó cuando volvió su mirada hacia Kin. "¿Y tú?"

Kin lanzó una mirada detrás de mí a Marcus y suspiró. "Lo mismo."

"Lo tienes". Nos dejó las bebidas delante de nosotros más rápido de lo que
esperaba y le entregué mi tarjeta de crédito. "Simplemente inicia una cuenta", le
dije y él asintió antes de ir al final de la barra para configurarlo.

Me volví para mirar a Marcus. “Deberías tomarte un trago. Solo agrégalo a la


cuenta ".

"Estoy bien por ahora, Lucy", me aseguró, mirando alrededor de la habitación


como si esperara que alguien intentara de repente asesinarme o secuestrarme.
Después de un momento desapareció en un rincón donde sabía que pasaría la
noche mirándome como un halcón. Estaba agradecida de que nos diera un poco
de privacidad para disfrutar nuestra noche.

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El camarero regresó con mi tarjeta y un papel doblado. Cuando entregó ambos,


sus dedos sostuvieron mi mano por un momento más mientras se inclinaba hacia
adelante. “Mi número, bebé. Llámame —murmuró lo suficientemente fuerte
como para que yo escuchara sobre la música.

El calor llenó mis mejillas y me mordí el labio mientras me alejaba, mirando al


chico a través de mis pestañas. "Tal vez", murmuré. De ninguna manera iba a
decirle directamente no a este tipo, pero sabía que nunca lo llamaría. Número
uno, porque mi padre probablemente mataría a este tipo. ¿Y dos? Bueno, a
pesar de lo delicioso que parecía, simplemente no hizo nada por mí.

Muy pocos tipos realmente me habían llamado la atención. Se necesitaba más


que una cara bonita y un cuerpo caliente para que realmente llamara mi atención.
Sí, yo era así de rara. Pero eso no significaba que no me gustara mirar. Y podría
mirar al Sr. Cantinero toda la noche.

Él rio. "Eso es mejor que el 'infierno no' que esperaba". Se apoyó contra la parte
superior de la barra, mostrándome que sus brazos estaban duros como una roca
con músculos. "Soy Nate".

"Lucy", le dije. "Esta es Kin".

Los ojos de Nate se dispararon hacia Kin por un momento y él asintió con la
cabeza antes de volver a mirarme con esos ojos asesinos y sus asombrosas
pestañas. “Si necesitas algo, solo avísame. Estoy seguro de que puedo
conseguirlo por ti ".

"Está bien". Me mordí el labio de nuevo. He tenido muchachos coqueteándome


muchas veces desde que desarrollé todas mis curvas, pero la mayoría de los
muchachos no tenían las bolas para intentarlo una vez que sabían quién era yo.
Conocían la reputación de mi padre y sus compañeros de banda de Demon’s
Wings. Eran sobreprotectores y castrarían a cualquiera que pensaran que quería
entrar en mis pantalones

Alguien llamó a Nate desde el otro extremo del bar y me guiñó un ojo antes de ir
a buscarle al chico su bebida. Recogiendo mi bebida, me volví hacia Kin, que
estaba mirando el resto de la habitación con los ojos muy abiertos. Miré a mi
alrededor, tomando nota de todas las cosas que no había visto antes.

Este era el sueño de Harris. Me había confiado muchas veces sobre su visión de
su futuro cuando habíamos estado cerca. No había querido ser una estrella de
rock como su padre. Quería su propio club donde la gente pudiera relajarse, pero
también donde pudieran entrar nuevos talentos en las noches de micrófono
abierto y quizás ser descubierto por algunas de las conexiones que había hecho
al crecer en el mundo del rock.

Dorita
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Que el lugar fuera tan increíble y tan popular me hizo sentir orgulloso del niño
que alguna vez había sido mi persona favorita en el mundo.

"Lucy!"

Me di vuelta cuando escuché a una chica que me llamaba para encontrar a Jenna
Stevenson tropezando en la habitación hacia nosotros. Mi boca se abrió cuando
vi a Jenna por primera vez en meses. Supongo que se podría decir que ella era
como una prima para mí, considerando lo cercanas que estaban nuestras
familias. Los hermanos de Jenna fueron los compañeros de banda de mi padre
en Demon’s Wings, pero fue un poco más complicado que eso.

La última vez que vi a Jenna acababa de regresar de Italia, donde había pasado
un semestre estudiando en el extranjero. Se veía hermosa, saludable. No le
había dado tanto como un pensamiento fugaz desde la última vez que la vi y
nadie realmente me la había mencionado. Así que esta Jenna, la borracha que
se dirigía hacia mí, fue una gran sorpresa.

Su largo cabello oscuro colgaba en un desorden enredado alrededor de sus


delgados hombros y su maquillaje estaba manchado bajo sus ojos inyectados de
sangre de color azul grisáceo. Tenía una copa de champán en una mano, pero
el contenido seguía derramándose mientras caminaba y apenas tenía media
copa para cuando nos alcanzó.

Cuando sus delgados brazos me envolvieron, casi me dio náuseas por el olor de
algo amargo en su aliento que no tenía nada que ver con lo que estaba bebiendo.
Jenna estaba elevada como una cometa. Si alguno de sus hermanos pudiera
verla en ese momento, estaba segura de que la llevarían en avión a sus padres
por la mañana. A pesar de que tenía veintidós años, sus hermanos la apoyaron
mientras ella vivía su sueño de ser artista.

"Maldición, cariño, te ves sexy", dijo Jenna mientras retrocedía. Sus ojos me
recorrieron de arriba a abajo y supe que si hubiera estado sobria definitivamente
no me habría estado mirando. Jenna era cien por ciento lesbiana, pero nunca
antes había ido por mí.

Miré un poco por mi cuenta, observando su vestido que apenas cubría lo que
necesitaba cubrir. Llevaba tacones de cinco pulgadas que de ninguna manera la
ayudaban en su borrachera mientras se tropezaba uno o dos pasos. Y su
maquillaje era algo nuevo. Jenna nunca había sido lo que dirías una chica
femenina; el maquillaje no era algo con lo que se hubiera sentido cómoda
poniéndose. Un pequeño delineador, algo de brillo y ella siempre había estado
lista para partir. ¿Ahora? Su cara parecía la bolsa de maquillaje de un payaso
arrojada sobre su hermoso rostro.

Dorita
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"No esperaba verte aquí", dijo Jenna antes de tomar un trago de su vaso. “Harris
ha estado de mal humor durante semanas. ¿Ustedes dos tuvieron una pelea?

"No lo he visto como para pelear con él, Jenna". Extendí la mano para
estabilizarla cuando se topó con un grupo de personas que se dirigían hacia el
bar. Cuando la miraron por encima del hombro, vi que uno era el nuevo "ese" en
la última película de adolescentes y los otros dos eran sus compañeros de
reparto. "Sentémonos, Jen". Me volví hacia Kin, que estaba mirando a Jenna
como si tuviera tres cabezas. "¿Ves un sofá libre o algo así?"

“Wow, ¿quién es esta?", Preguntó Jenna, volviendo sus ojos a Kin por primera
vez. "Hola, soy Jenna".

"Este es Kin", presenté cuando Kin seguía mirándola.

"¿Cómo Barbie y Ken?" Jenna soltó una carcajada por su propia broma mientras
la llevaba a medias al sofá más cercano. Tan pronto como lo alcanzamos, la
empujé hacia él y se dejó caer sin gracia, sin molestarse en ajustar su vestido
mientras se tragaba el resto de su bebida. Al menos tenía ropa interior, lo que se
hizo demasiado obvio por la forma en que dejaba que sus piernas se abrieran.
Excelente.

"Wow, ella es un barril de risas. ¿Vamos a tener que ser niñeras toda la noche?
Kin se quejó mientras miraba a Jenna.

"De ninguna manera", le aseguré.

Sabía que Jenna y Harris habían estado compartiendo un departamento desde


que comenzaron la universidad. ¿Lo que me hizo preguntar si esto era algo de
lo que él era parte? Si Jenna estaba tan drogada, ¿Harris la ayudó a llegar a este
estado? Y si era así, ¿eso significaba que él también estaba dentro de las
drogas?

Mi corazón se apretó ante la posibilidad incluso cuando mi ira comenzó a hervir.


No iba a lidiar con este tipo de basura. De ninguna manera. Había visto lo que
las drogas podían hacerte, en lo que podrían convertirte. No quería parte de eso.

Al mirar alrededor, vi a Marcus observándonos de cerca. Asentí con la cabeza y


él se acercó, con el ceño fruncido en su rostro. "¿Problemas?"

"Sí. Tan pronto como consiga que Harris llegue aquí para tratar con ella, nos
vamos".

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Capítulo 3
Harris

Miré al chico sentado al otro lado de mi escritorio. Su cabello corto y rubio oscuro
estaba descuidadamente peinado y la barba desaliñada de dos días lo hacía
parecer que no le importaba su apariencia. Sabía que no, pero eso no parecía
importarles a las hordas de chicas que acudían a él. Tal vez fue esa jodida voz
suya la que comparé con el compañero de banda de mi padre, Axton Cage. Tal
vez fueron esos ojos azules los que siempre parecían estar pensativos. No lo
sabía, no me importaba una mierda. Por el momento malditamente no me
importaba nada.

No era que estuviera enojado con él. Estaba enojado por todo últimamente.

Todo fue por ella.

¿Nuestra amistad había significado tan poco para ella que ni siquiera podía pasar
diez malditos minutos para ver lo que había logrado por mi cuenta? ¿Qué me
había roto la espalda creando sin la ayuda de mi padre estrella del rock, aparte
del fondo fiduciario que me había creado cuando tenía cinco años? ¿Sabía lo
importante que era First Bass para mí y ni siquiera podía devolver un correo
electrónico?

"Amigo, ¿estás planeando decirme qué demonios he hecho o simplemente te


sentarás allí y me darás la mirada de la muerte?", Gruñó Jace St. Charles
mientras se movía en su asiento.

Me pasé una mano por la cara, obligándome a concentrarme en el aquí y ahora


y no en Lucy Thornton o en la forma en que me estaba haciendo nudos. "Lo
siento hermano. Solo estoy de mal humor ".

"Sí, puedo ver eso. No has estado sumergiéndote en la coca como Jenna,
¿verdad? "Jace me dio una mirada de disgusto, inclinándose hacia adelante para
mirarme a los ojos un poco más de cerca.

Fruncí el ceño. Jenna se había metido en toda la escena de las drogas


recientemente cuando conoció a su nueva novia. Ahora su dieta consistía en
coca y beber alcohol. Estaba preocupado por ella, pero tenía poco espacio para
juzgar. Había pasado unos meses en esa vía rápida hacia el infierno cuando
tenía diecisiete años. Solo necesitaba vigilar más de cerca de mi amiga y
compañera de piso. Si ella no bajara la velocidad, tendría que decírselo a su
hermana, Natalie. Que Natalie también fuera mi madrastra solo hacía todo el
asunto mucho más complicado si tuviera que ir en esa dirección.

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"No, hombre. No he tocado esas cosas en años. No planeo volver a tocarlas


nunca más. Me recliné en mi silla y le di una sonrisa cansada. "Ahora, ¿qué
estabas diciendo sobre el programa del jueves?"

Encontré a Jace en Bristol, Tennessee, hace siete meses. Él y su banda habían


estado tocando en un bar sórdido en el centro y por casualidad los escuché tocar.
Les ofrecí a todos un contrato para tocar en First Bass una vez por semana
durante un año con la promesa de que tendrían un contrato de gerente o un
contrato discográfico al final de ese año. Habían salido, escépticos de mi oferta.
Pero la primera semana que habían tocado, Emmie Armstrong había estado
sentada atrás con su esposo y mis padres. Al final de la noche, Emmie les había
ofrecido a Jace y a toda su banda un contrato que entraría en vigencia tan pronto
como terminara su año en First Bass.

En los cuatro meses que habían estado tocando aquí todos los jueves por la
noche, Tainted Knights habían hecho sus propios seguidores junto con la
atracción de ofertas de otras firmas gerenciales que habían tenido que rechazar.
Tainted Knights era una banda inteligente. Sabían que tener a Emmie Armstrong
como su manager sería su mejor opción. Demonios, ella era la gerente de mi
padre y había hecho un trabajo increíble para la carrera de OtherWorld.

Jace y yo hablamos de negocios durante otros veinte minutos antes de que


finalmente me forzara a salir de mi oficina. Eran solo las ocho y media, pero
necesitaba hacer las rondas. Jace me flanqueó cuando tomé mi ascensor
privado hasta el piso VIP. Tan pronto como salimos, la gente comenzó a
lanzarnos saludos a los dos.

Estreché manos, me aseguré de que los grandes peces que pensaban que eran
de lo mejor porque estaban en mi sala VIP la estaban pasando bien, y me dirigí
hacia el bar.

Al verme, Nate dejó dos pollitas en el otro extremo de la barra y me trajo mi


cerveza habitual antes de servirle un vaso de whisky a Jace. "Jenna se ve mal,
jefe. Y ella ha estado haciendo amistad con los ángeles ".

Hice una mueca. "¿Entonces ella está aquí?" Nate asintió con la cabeza al otro
lado de la habitación y me di vuelta para buscar a mi amiga y compañera de piso.
El lugar se estaba llenando, así que no la vi de inmediato. "¿Está drogada?"

"Ella está en una galaxia completamente diferente, ella está tan drogada,
hombre. Le di una copa de champán, pero le dije que eso era todo lo que estaba
recibiendo. Nate me dio una mirada de disculpa cuando me di vuelta para mirarlo.
Le había dicho que a Jenna no se le permitía beber alcohol cuando entró.
Después de la última vez que se emborrachó y casi se cayó sobre la barandilla
en el primer piso, me puse fuerte sobre su bebida. No iba a ser responsable de

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que ella se suicidara en mi club. "Lo siento jefe. Ella se estaba burlando de sí
misma y no quería que alguien saliera a decirle a los paparazis que Jenna
Stevenson estaba aquí estilo Lindsey Lohan ".

Me froté la cara con las manos, molesto. "Si, vale. Entiendo. Voy a ir a ponerla
en un taxi. Después de esta noche, no la dejaré entrar hasta que junte su mierda.
Así que si la ves, quiero saberlo de inmediato.

"Claro, jefe".

Jace arrojó el resto de su bebida y colocó el vaso sobre la barra. "Terminemos


con esto", se quejó y empujé mi cerveza apenas tocada hacia el cantinero antes
de girar para seguir a mi amigo. “Necesitas hablar con Natalie sobre ella, Harris.
Cada día está cayendo más y más profundo en la mierda de Tessa ".

Mis ojos vagaron por la habitación, tratando de ver a Jenna y cualquier nueva
amiga que estuviera haciendo. ¿Qué había dicho Nate? ¿Ella estaba con los
ángeles? Conocer a Jenna, eso podría significar cualquier cosa. "Tessa dijo que
ya no estaba tocando coca. Ella no sabe cómo Jenna la sigue consiguiendo ".

Jace hizo un sonido incrédulo, pero no dijo nada más mientras me ayudaba a
mirar. Jace odiaba a Tessa, la novia de Jenna. Yo tampoco era un gran
admirador de ella, joder, la odiaba, pero si ella hacía feliz a mi amiga, no me
ganaría su antipatía y le daría a Jenna una razón para pensar que no la apoyé.

"Creo que la veo allí". Jace empujó a unas chicas que estaban de pie en medio
de la sala hablando.

Les ofrecí una sonrisa y un guiño mientras nos disculpaba y lo seguía. Las dos
chicas se rieron y bajaron sus ojos para mirarme coqueteando a través de sus
pestañas postizas. Las reconocí como las nuevas modelos de Victoria Secret y
podría haberme detenido a hablar con ellas si no tuviera tanta prisa por encontrar
a Jenna y sacarla del club.

Mis ojos seguían fijos en las dos modelos mientras seguía a Jace. El ajuste de
mis jeans me recordó que no me había acostado en semanas porque había
estado muy ocupado con el trabajo. Después de meter a Jenna en un taxi,
definitivamente iba a tener que rectificar eso.

"Jenna, cierra tus jodidas piernas", escuché a Jace romperse y mi cabeza giró
bruscamente para encontrar a mi amiga tumbada en un sofá con los ojos
entrecerrados y la copa de champán inclinada en ángulo haciendo que goteara
sobre la pieza cara de muebles de cuero.

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Me pasé las manos por el pelo corto y oscuro, revolviéndolo. Parecía en lo que
se estaba convirtiendo: una drogadicta. Mi estómago se apretó mientras miraba
a la chica que había sido mi amiga durante tantos años. Ella no siempre había
estado tan rota, y realmente no lo estaba ahora. Ella no tuvo una vida difícil; Lo
más importante con lo que realmente tenía que lidiar era con su madre crítica
que llamaba de vez en cuando. Jenna simplemente estaba aburrida y eso hizo
que su creciente adicción fuera aún peor a mis ojos.

Con su grueso maquillaje manchado por toda la cara, era difícil ver a la hermosa
niña debajo. La ropa de prostituta que llevaba puesta expuso un cuerpo que
habría tenido a la mayoría de los hombres duros en un segundo con solo una
mirada, pero la forma en que se extendió como un águila para que el mundo lo
viera hizo que su hermoso cuerpo se viera barato y usado.

“Sí, ya le dije que hiciera eso cinco veces. Está tan fuera de sí que no creo que
me haya escuchado ", una voz que me resultaba dolorosamente familiar y mis
ojos se apartaron lentamente de Jenna con incredulidad.

Pero allí estaba ella, en persona, y me di cuenta exactamente de lo que Nate


había estado hablando cuando dijo que Jenna estaba con ángeles. Sin embargo,
no habría llamado a Lucy un ángel. Su hermana Lana fue apodada ángel por su
esposo y así la llamaban los paps en la mayoría de los tabloides cuando
imprimían su mierda sobre ella.

No, no había nada angelical en Lucy Thornton. Ella era demasiado ardiente para
ser una criatura así. Ella era una entidad en sí misma, su belleza superaba a
cualquier ser mítico. Ese cabello salvaje, rizado y oscuro que le caía por la
espalda y esos ojos casi negros en una cara como la porcelana hacían que un
hombre quisiera arrodillarse y escupir poesía. Nunca había visto a otra chica tan
hermosa como Lucy. Créeme, probablemente no había una por ahí, porque
había estado buscando.

No la había visto, excepto en imágenes aleatorias en tabloides desde hace años,


y no le habían hecho justicia. Esta noche estaba vestida con una camisa de
Demon's Wings con leggins negros y botas que no hicieron nada para ocultar el
hecho de que solo medía un metro y medio. Tenía solo un poco de maquillaje
que hacía que sus labios parecieran hinchados y sus ojos aún más oscuros de
lo que recordaba.

Sin mirarme, ella le habló a Jace. "Entonces, ¿Ella está mucho así?"

Jace se encogió de hombros. “Casi siempre, últimamente".

"¿Está metido en eso?", Preguntó ella, asintiendo con la cabeza en mi dirección.


Me puse rígido ante el tono de su voz. Estaba llena de ira y asco y metí las manos

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en los bolsillos delanteros. ¿Ella no podía preguntarme o -oh, no lo sé- mirarme?


Hubo un tiempo en que ella me habría preguntado lo que fuera, pero eso fue en
otro tiempo.

La repentina emoción que sentí al verla se desvaneció en una nube de humo. La


punzada de dolor que sentía que me partía por la mitad rápidamente se convirtió
en ira cuando miré a la chica que una vez había conocido todos mis secretos.
Alguien se convirtió en una perra total a lo largo de los años. ¿Cuándo las cosas
cambiaron tanto? Me lo había estado preguntando mucho últimamente.
¿Cuándo había perdido a mi mejor amiga y, más concretamente, por qué la
había perdido? Pero, sobre todo, quería saber cómo podría recuperarla.

En ese momento estaba demasiado enojado para preocuparme si alguna vez lo


hice. "Si contestaras un correo electrónico o me llamaras de vez en cuando,
sabrías que no estoy en las drogas. Pero es bueno saber que te importo lo
suficiente como para pensar de inmediato que haría algo así, princesa ".

Los ojos marrones se volvieron completamente negros cuando ella dio dos pasos
más cerca de mí. Me alcé sobre ella por doce pulgadas y media, la sobrepasaba
al menos por noventa libras, pero eso no pareció importar cuando se encontró
con mi mirada audazmente. "Llámame princesa de nuevo, te reto".

Bajando la cabeza, le sonreí. "Princesa". Incluso en la tenue iluminación vi el


fuego que chispeó en sus ojos. Sabía que estaba siendo un imbécil, sabía que
los paps la habían etiquetado hirientemente como la princesa de rock demasiado
privilegiada que pensaba que era demasiado buena para el mundo de su padre,
pero estaba demasiado enojado para preocuparme. "Si hubiera sabido que
vendrías, habría desplegado la alfombra roja y ..."

El chasquido de su mano contra mi mejilla detuvo cualquier cosa que mi tonto


culo pudiera haberle arrojado. El arrepentimiento se apoderó de mí cuando vi el
brillo de las lágrimas antes de que ella se volviera. “Sabía que venir esta noche
era un error. Gracias por darme la razón”. Ella sacudió la cabeza, haciendo que
los largos rizos bailaran salvajemente sobre sus hombros. "Bonito lugar que
tienes aquí, y es increíble que estés convirtiendo a nuestra amiga en una
drogadicta. Eso es casi perfecto. Pero ahora estoy aburrida, así que creo que
vamos a irnos ".

Miró detrás de Jace y seguí su mirada hacia un hombre con un traje, tan grande
como cualquiera de mis hombres de seguridad, caminando hacia nosotros con
una chica alta con el pelo largo y rojo. Reconocí al hombre como el
guardaespaldas de Lucy por las pocas imágenes que había visto a lo largo de
los años en los tabloides. La chica era alguien que había visto en documentos
recientes como la hija de Scott Montez. "Estoy tan lista para salir de aquí, Kin".

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Kin me empujó y pasó sus brazos alrededor del cuello de Lucy. "¿Qué pasa?"
La escuché murmurar.

"Solo quiero irme". Las lágrimas se habían ido ahora y su voz estaba llena de
acero. "¿Te importa?"

"No claro que no…"

Jace hizo un sonido ahogado y forcé mi mirada de Lucy a mirar al líder de Tinted
Knight. "¿Kin?"

La pelirroja se puso rígida y giró la cabeza, y cuando sus brillantes ojos se


posaron en el roquero, se abrieron por un momento antes de congelarse. "Jace".

Vi como Jace tragó saliva y dio un paso vacilante hacia la chica más alta. "¿Qué
estás haciendo aquí?"

"Lucy me invitó". Si una persona pudiera contraer la congelación por el tono de


voz de alguien, estaba segura de que Jace habría necesitado atención médica
en ese momento. Parecía menos entusiasmada por ver a Jace que Lucy por
verme en este momento.

Jace lo ignoró y sacudió la cabeza, sus ojos parecían comer la vista de la


hermosa pelirroja. "No, quiero decir ... qué haces aquí ... en California".

Un destello de algo que se parecía mucho al dolor cruzó su rostro y bajó la mirada
hacia sus manos unidas por un segundo antes de apretar la mandíbula y
encontrar su mirada una vez más. "Estoy segura de que tienes mejores cosas
que hacer que escuchar la historia de mi vida desde la última vez que te vi".
Tomó la mano de Lucy y se dio la vuelta. "Vámonos."

"No." Jace se movió hasta que él estaba bloqueando su camino. Él tomó su mano
libre que ella rápidamente trató de apartar de él, pero él se mantuvo firme. "No
te vayas". Su garganta se sacudió como si tuviera problemas para tragar, lo que
me divirtió. En los pocos meses que conocí a Jace y me hice amigo de él, lo
había visto anotar con una chica tras otra. Que esta chica lo estaba sacando de
su juego fue más que divertido para mí. "Joder, te he extrañado".

Con la espalda vuelta hacia mí, no podía ver la expresión del rostro de Kin, pero
por la forma en que sus hombros se tensaron supe que a ella no le gustaba su
admisión o no le creía. "Sí, me di cuenta de todas esas llamadas telefónicas y
mensajes de texto que no enviaste. No estoy de humor para escuchar tu mierda,
Jace. Muévete o sé movido ".

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El guardaespaldas de Lucy se colocó detrás de las dos chicas y cualquier


expresión que Jace viera en la cara del tipo debe haberle dicho que
definitivamente no querría que lo movieran. Jace miró al guardaespaldas por un
largo momento antes de finalmente retroceder.

Tuve la repentina urgencia de tomar su lugar. No quería que Lucy se fuera.


Aunque ella me había enojado y sí, me había lastimado más que un poco,
todavía quería que se quedara para que pudiéramos pasar el rato y ponernos al
día. Extrañaba mucho a mi mejor amiga.

Di dos pasos para seguirlos cuando se fueron, pero Jenna eligió ese momento
para sintonizar lo que estaba sucediendo a su alrededor y rápidamente vomitó
por todo el sofá.

Jodidamente perfecto.

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Capítulo 4
Lucy

El sonido del timbre me despertó.

Gemí cuando me di la vuelta en la cama y puse mi almohada extra sobre mi


cabeza. Por la forma en que el sol brillaba a través de mi ventana, y el ruido
proveniente del cuarto de mis hermanos al final del pasillo, sabía que tenía que
ser entre media mañana y temprano en la tarde.

Anoche definitivamente no había salido como esperaba. Kin ni siquiera había


querido quedarse a dormir después de toda esa escena con Jace St. Charles.
No había dicho más que unas pocas palabras en el camino a casa. La mayoría
de ellas incluyeron decirme quién era el chico atractivo que se había sorprendido
tanto de verla en First Bass y pidiéndole a Marcus que la llevara directamente a
casa. Había pasado la mayor parte del viaje a casa frunciendo el ceño por la
ventana lateral cuando Marcus nos había sacado de la ciudad.

Había estado de acuerdo con su tranquilidad. Después de volver a ver a Harris,


no quería hablar mucho. ¿Siempre había sido tan imbécil? Exhalando larga y
duramente, tiré la almohada al final de la cama y miré al techo.

Me sorprendió que mamá me hubiera dejado dormir tanto tiempo. Normalmente


le gustaba tenernos a todos en la mesa del desayuno los domingos por la
mañana. No era como si hubiera llegado a casa demasiado tarde la noche
anterior. Las diez de un sábado por la noche definitivamente no era tarde,
especialmente cuando a ella le gustaba que estuviera en casa, sin forzar, antes
de la una como toque de queda. Sin forzar, porque raramente me quedaba fuera
después de las once en las pocas ocasiones en que salía.

Aunque llegué a casa a una hora nada sofisticada y me fui directo a la cama, no
me había quedado dormido hasta casi el amanecer. Mi mente no había querido
callarse y no había podido hacer que cumpliera con mis deseos y demandas.
Todo en lo que podía pensar era en Harris y en lo bien que se veía. Mi
enamoramiento definitivamente no había sido sofocado en el exilio de cuatro
años que se lo oculté a mi viejo amigo.

Si hubieras visto a Harris Cutter, entonces no podrías culparme por mi


enamoramiento. Era posible que fuera la pieza masculina más deliciosa que
caminara por el planeta. De seis pies, cinco pulgadas y media, era aún más alto
que mi padre. Su cabello oscuro estaba corto, algo sobre lo que siempre había
sido muy exigente. Los ojos color aguamarina sobresalían contra su tez
bronceada natural y esos malditos hoyuelos eran suficientes para dejar a una
chica sin palabras cuando la miraban.

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Sin embargo, cuando tenía doce años, no fue solo su apariencia lo que me hizo
enamorarme de él. Tuve el privilegio de conocer el alma debajo de las miradas
asesinas. Sabía cuán amable podía ser su corazón y cuán profundas habían sido
las cicatrices de su infancia.

Tal vez no había entendido lo que había perdido cuando dejé que nuestra
amistad se desvaneciera en nada hace cuatro años, pero después de anoche no
sabía si alguna vez quería volver a encontrarla.

Ver a Jenna tan destrozada había sido malo. No sabía qué debía hacer con su
estado de adicción a la coca. Claro que sabía lo que quería hacer y eso era reunir
a Shane, Drake y Natalie y contarles lo que había visto la noche anterior. Pero,
¿y si a Harris también le gustara esa mierda? Y si…

¿Y si él le estaba suministrando las drogas?

Jenna obviamente necesitaba ayuda, pero ¿Harris también la necesitaba? ¿Irían


los hermanos de Jenna a destruir sus posibilidades de seguir manteniendo su
club funcionando con tanto éxito? Si él realmente era el que la había metiendo
en las drogas, sabía que Drake y Shane no lo pensarían dos veces antes de
tener a tía Emmie aplastándolo.

Ella lo haría sin dudarlo un segundo.

Después de que Harris me había destrozado con solo unas pocas pullas bien
colocadas, que él sabía que me destriparían, me quedé preguntándome por qué
aún debería mostrarle su lealtad tan persistente.

Un golpe en la puerta de mi habitación me hizo sentarme y apretar mi edredón a


mi alrededor. "¿Sí?" Grité y la puerta se abrió.

El hombre grande con la cabeza calva suavemente afeitada se asomó dentro.


Cuando me vio sentada, sus ojos marrones siempre cambiantes se volvieron de
color ámbar y su rostro se suavizó mientras sonreía. Le devolví la sonrisa y fue
solo un poco forzada. Amaba a mi papá más que a cualquier otro hombre en el
mundo. Puede que no fuera mi padre biológico, pero siempre sería el hombre al
que llame papi. “Hola bebé. Tienes un invitado abajo. ¿Te apetece?

Me aparté el pelo rizado de la cara. “Claro, papi. Dame unos minutos y estaré
lista. Eché hacia atrás las mantas y me puse de pie. "¿Es Kin?"

Los ojos de Jesse Thornton cambiaron tan repentinamente como sus emociones,
oscureciéndose a regaliz. "No. Vístete. Tómate el tiempo que necesites ". Me dio
otra sonrisa, pero sus ojos no se volvieron de color ámbar. "Te amo, Lu".

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Como siempre, la emoción me apretó la garganta al escuchar a mi padre decirme


que me amaba. Lo decía con tanta frecuencia, pero nunca dejaba de afectarme
cuando escuchaba las palabras. "Te amo papi."

Cuando cerró la puerta detrás de él, me apresuré a ir al baño y salté a la ducha.


Veinte minutos después estaba limpia y mi cabello estaba enredado y mojado.
Pasé mis dedos por él, puse un a acondicionador para poder pasar mi peine de
dientes anchos a través de la monstruosidad, luego lo puse de nuevo en una
cola de caballo. No me molesté con el maquillaje, simplemente me puse un poco
de crema hidratante antes de ponerme un par de pantalones de yoga y una
sudadera con capucha a juego. Lo más probable es que quienquiera que haya
venido a verme no quisiera quedarse en la casa con toda la locura que sucedía
con mis hermanos, y siempre tenía frío caminando por la playa.

Bajé las escaleras, sintiéndome un poco más humano después de ducharme que
cuando me desperté por primera vez. Escuché a mi madre reír y me volví hacia
el sonido feliz. Trajo una sonrisa a mis labios. Me encantaba el sonido de la risa
de mamá. Era tan feliz y pegadiza que contagiaba a todos a su alcance.

Caminé por la sala de estar, donde Lyric estaba sentada en el sofá con Luca y
... me detuve cuando vi a la niña sentada entre los gemelos. Trinity era dos años
menor que mis hermanos. Pasaba mucho tiempo en mi casa ya que era amiga
de los niños y sus padres estaban cerca de los míos.

También era la hermana pequeña de Harris.

"Hola, Lucy", Trinity me saludó con una sonrisa feliz mientras compartía un tazón
de palomitas de maíz con los chicos. "¿Estás mejor?"

Yo fruncí el ceño. "¿Mejor?"

"Sí, Harris dijo que no te sentías bien y vinimos a ver cómo estabas". Sus ojos
azul grisáceo se oscurecieron con preocupación. “¿Fue un dolor de barriga?
Odio los dolores de barriga. ¿Te sientes mejor?"

Pasé mis dedos sobre su cabello largo y oscuro. "Sabes qué, cariño, me siento
mucho mejor. ¿Harris está contigo?

"Está en la cocina con tu mami. Creo que le está dando galletas”. Ella puso los
ojos en blanco y sacudió la cabeza. Era la viva imagen de su hermano y su padre,
pero esos ojos eran cien por ciento su madre. "Harris siempre recibe galletas".

Apreté los labios para no responder. Estaba segura de que ni su madre ni la mía
apreciarían lo que realmente quería decir al respecto. "Ustedes tres diviértanse".

Dorita
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"Lucy?" Me detuve en la puerta y me di la vuelta para mirar a Luca cuando me


llamó.

"¿Sí?"

"Podemos poner petardos en sus zapatos", me informó con total naturalidad.


"Solo di la palabra, ¿de acuerdo?" Tenía esa mirada en su carita guapa que me
decía que era cien por ciento serio.

No pude detener la sonrisa que se extendió por mis labios. ¿Estaba mi hermano
pequeño ofreciéndose cuidar de Harris Cutter por mí? Sí, probablemente lo era.
"No, pero te haré saber si cambio de opinión. ¿Está bien?"

Sus ojos oscuros, que cambiaban con sus emociones al igual que los de nuestro
padre, se iluminaron y asintió con la cabeza seriamente. "Si, vale."

"Te amo, hermanito".

“Podríamos poner ese ungüento que mamá puso en mi pierna adolorida el otro
día en sus zapatos. Como toda la botella ", sugirió Lyric y salí rápidamente de la
habitación antes de convertirme en cómplice de un crimen, pero todavía estaba
sonriendo cuando entré en la cocina.

La sonrisa se atenuó cuando vi a Harris sentado en la isla con mamá y un plato


casi vacío de mis galletas favoritas estaba entre ellos. Nunca podía rechazar sus
galletas; Eran adictivas. Nunca pude entender por qué siempre sabían tan bien
en comparación con las galletas de chispas de chocolate caseras de otras
madres. Había observado de cerca a otras madres y tendían a hacerlas
exactamente de la misma manera, pero las de mi madre siempre sabían mucho
mejor.

La conversación en la que Harris y mamá estaban se detuvo abruptamente


cuando entré en la habitación, lo que por supuesto me hizo pensar que habían
estado hablando de mí. La tenue sonrisa se desvaneció por completo cuando
giró esos malditos ojos aguamarina hacia mí y mostró esos malditos hoyuelos.

No. No. No. No pudo entrar a mi casa y parpadear esos hermosos ojos hacia mí
y mostrar esos hoyuelos como si nada hubiera pasado la noche anterior. Como
si no me hubiera cortado tan profundo que estaba segura de que mi alma se
estaba desangrando esta mañana. Esto no funcionaba así. No era una de esas
chicas de mente simple que caería a sus pies, agradecida por su atención
después de lastimarme.

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Mirándolo, me aparté de esos ojos y hoyuelos y abrí el refrigerador. Saqué el


recipiente de jugo de naranja, me serví un vaso alto y solo me di la vuelta una
vez que me había tragado la mitad. Mis ojos fueron directamente a mi madre.
"Lo siento, me perdí el desayuno".

"Está bien, bebé. Sabía que estabas cansada. Su sonrisa era gentil, llena de
comprensión y tuve la loca necesidad de envolver mis brazos alrededor de su
cuello y solo llorar. Si Harris no hubiera estado sentado en nuestra cocina, podría
haber hecho eso. De pie, ella dirigió esa misma sonrisa comprensiva a Harris.
"Voy a ir a ver a los niños. Jesse y yo podríamos llevarlos a ver una película.
Dejaremos a Trinity más tarde. ¿Está bien?"

El asintió. “Sí, a ella le gustará eso. Gracias Layla.

"Los veo luego". Mamá me pasó al salir de la cocina. Su mano rozó la mía por
un momento demasiado breve antes de salir por la puerta.

Si no la hubiera amado tanto y hubiera sabido que ella pensaba que estaba
tratando de ayudar, la habría odiado en ese momento. Por cerca de un minuto.
Se suponía que debía estar de mi lado y solo de mi lado. Maldita sea, quería
enojarme con ella. Tal vez me ayudaría a lidiar con toda la ira y el dolor que
estaba sentado en mi pecho, que estaba dirigido al tipo que estaba sentado a
solo unos metros de mí en ese momento.

"No recibí tu correo electrónico acerca de pasar por First Bass hasta esta
mañana". Su voz profunda era tranquila, cautelosa, como si temiera que hablar
demasiado alto me hiciera hacer algo loco. Como tirar mi vaso de jugo a la
cabeza.

Probablemente tenía razón en ser cauteloso. Estaba muy, muy tentada de


comenzar a tirar cosas. Mi jugo, sin embargo, no estaba en la lista. Unos cuantos
cuchillos, por otro lado, habrían sido una excelente manera de aliviar un poco la
presión en mi pecho.

Una de las cosas malas de tener a alguien que una vez te conoció por dentro y
por fuera, era que podían leer fácilmente lo que podrías estar pensando. Los
cuatro años de diferencia no parecían haber borrado por completo su capacidad
de leerme. Harris se levantó y avanzó hacia mí, moviendo el bloque de madera
que albergaba los cuchillos que estaban en el mostrador detrás de mí, lejos de
mí.

No quería estar cerca de él y retrocedí varios pasos, lo que probablemente era


lo que él quería, ya que me alejó aún más de los objetos afilados. Me dio una
sonrisa y le disparé el dedo. Tuvo tanta suerte que quería el resto de mi jugo o
habría estado sacando un vaso de su frente en ese momento.

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"Fue realmente bueno verte anoche, Lu".

Resoplé con incredulidad. "Sí. Podría decirlo. Tomé otro sorbo de jugo y me
senté en la silla que acababa de dejar. "Sabes, han pasado cuatro años, por lo
que mi memoria puede ser un poco turbia, pero no recuerdo que fueras tan idiota
en ese entonces".

Su risa estaba llena de auto-burla. “Sí, bueno, lo era. Simplemente no para ti.
Suspirando ruidosamente, se pasó las manos por la cara y se pasó los dedos
por el pelo. "Soy un gran imbécil. El más grande, pero nunca quise ser así
contigo. Y que lo fuera anoche, cuando estaba tan feliz de verte, me dan ganas
de patearme el trasero, Lu. Eres demasiado especial para mí como para haberte
tratado tan mal.

Apenas contuve el impulso de poner los ojos en blanco. Si pensaba que podía
usar su encanto para hacerme perdonar y olvidar lo que sucedió la noche
anterior, estaba loco. Años de tener gente tratando de besarme el trasero me
habían hecho inmune a él. Dejé el vaso, crucé los brazos sobre el pecho y me
recosté en la silla. "¿Así que estar aquí tratando de hacer las paces no tiene
nada que ver con que Jenna esté lo suficientemente drogada como para bailar
con el hombre en la luna?"

El hecho de que todavía pudiera leerme tan bien no me dolió tanto cuando me
di cuenta de que todavía podía leerlo igual de bien. La forma en que su frente se
arrugó muy levemente, el leve oscurecimiento de sus ojos y la forma en que su
boca se apretó un poco me dijeron todo lo que necesitaba saber. Mi corazón se
retorció y un dolor completamente nuevo llenó mi pecho. Maldición. Esperaba
estar equivocada, que realmente había venido a disculparse. Quería que él
estuviera aquí por mí, no para ver si iba a hablar sobre Jenna.

"Correcto", murmuré, negándome a dejar que mi barbilla temblara o mis hombros


se hundieran hasta un milímetro. "Bueno, haré esta visita corta y dulce para ti.
No voy a contarle a Natalie sobre las ... adorables habilidades sociales de su
hermana. Y no voy a ir corriendo a Shane o Drake y decirles que su hermana
debería ser enviada a rehabilitación o mejor aún, a Ohio, debido a su nueva dieta.
Me puse de pie y metí las manos en el bolsillo delantero de mi sudadera con
capucha. juntando mis manos para no tener la tentación de lanzarle un puñetazo.
"Pero me aseguraré de que no le pidan que cuide a ninguna de mis sobrinas".
Dejaré que Lana decida qué hacer con Drake y Shane ".

Se pasó las manos por el pelo otra vez. Lo hacía cuando estaba frustrado. Otra
cosa que recordaba muy claramente y odiaba mi mente por eso, odiaba cómo
mi corazón había ayudado a almacenar esos recuerdos de un niño que había
sido la persona más importante en mi vida. "Lucy, no es por eso que vine ..."

Dorita
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La mirada que le envié le impidió continuar. "No me hagas más tonta de lo que
ya lo has hecho, Harris. Me di cuenta de que tu lealtad está con Jenna y eso es
genial. Me alegro de que ella tenga a alguien de su lado. Me pregunto si su héroe
también le está suministrando la mierda que le está subiendo por la nariz ".

Los ojos color aguamarina se oscurecieron de ira y su pecho se alzó mientras


respiraba hondo. Por supuesto, mis ojos siguieron el movimiento, observando
atentamente cómo el material de su camiseta se tensó aún más por un momento.
Maldición, maldición y doble maldición. Todos los chicos del mundo y solo uno
de ellos podía hacer que mi mente se quedara completamente en blanco con
algo tan simple como su respiración demasiado profunda. "Yo no haría eso, Lu.
No sé quién es su proveedor, pero seguro que no soy yo ".

El alivio de que él no le estuviera dando las drogas casi me marea. No estaba


segura de cómo lo habría manejado si él lo hubiera sido. Después de ver lo que
mi padre biológico había hecho por las drogas, siempre me había prometido a
mí misma que nunca las dejaría entrar en mi vida de ninguna manera. Eso incluía
amigos que estaban interesados en ellas.

"Se metió en ellas cuando comenzó a engancharse con la chica con la que está
ahora. No soy un gran admirador de Tessa, pero Jenna parece estar feliz con
ella ". Harris dejó escapar un suspiro largo y duro. "Mira, Lucy, voy a conseguirle
algo de ayuda a Jenna. Ella acordó ir a rehabilitación, pero solo si no se lo digo
a sus hermanos y hermana. Si le dices a Drake o Shane, entonces ella va a
retirarse ".

"Eso es un rotundo pretexto", le dije, enojada porque fingiera creer esa mierda.
"Está buscando alguna excusa para no obtener ayuda. No voy a cruzarme de
brazos y verla arrasar con su destructividad a todos los que se preocupan por
ella. Drake y Shane pueden ayudarla. Especialmente Drake”.

Harris sacudió la cabeza. "Ella no está tratando de salir de eso. Jenna está lista
para limpiarse. Solo dame la oportunidad de ayudarla. Si ella no cumple,
entonces puedes decirle a quien quieras. Todo lo que pido es un poco de tiempo
".

“Dios mío". Me reí y me alejé de él, incapaz de mirarlo. ¿Hablaba en serio? “¿Qué
vas a hacer, Harris? ¿Crees que puedes llevarla a rehabilitación y ella va a estar
mejor instantáneamente? No funciona así. Lo sabes mejor que nadie. No puedo
prometerle que no diré nada. Simplemente no puedo ".

"Lucy, por favor".

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Me giré para mirarlo de nuevo, encontrando sus ojos con valentía. No podía dejar
que endulzara esto. Era mucho más listo que eso. No podía dejar que se
ilusionara pensando que Jenna iba a mejorar con solo un poco de rehabilitación.
Necesitaba más que eso, y sí, merecía más que eso. La niña necesitaba a su
familia a su alrededor, que la apoyara durante su recuperación, y mucho más de
lo que Harris le iba a dar.

Tenía que hacerle ver eso. Al menos tenía que intentarlo o no podría haber vivido
conmigo misma, y las consecuencias que seguramente seguirían. "Digamos que
Jenna se limpia y vuelve a casa. Pero ambos sabemos que, a menos que esté
realmente lista para dejar su adicción, volverá a drogarse, es solo cuestión de
tiempo. ¿Qué vas a hacer si Trinity viene a visitarte al departamento y encuentra
el alijo de Jenna? ¿Y si ella piensa que es un caramelo y se lo come? "

Estaba siendo dura. La idea misma de Trinity, una niña que amaba tanto como
amaba a mis sobrinas, me dolió, porque alguien tan idiota como Jenna dejando
sus drogas por ahí casi me destruye. Harris amaba a su hermana pequeña más
que a nada ni a nadie en el mundo, y ella idolatraba a su hermano mayor. Su
rostro palideció bajo su tez bronceada, pero seguí. “Sé que ella viene a visitarte
todo el tiempo. Ella te ama tanto como tú la amas y la adoras. ¿Cómo vivirás
contigo mismo si tu hermana pequeña muere a causa de una sobredosis de
drogas porque no tienes las pelotas para contarle a la hermana y los hermanos
de Jenna?
¿Dónde te esconderás cuando tu padre descubra que lo sabías y no se lo dijiste?
"

"Eso no va a suceder", murmuró con voz ronca. “Conozco a Jenna mejor que tú.
Ella está lista para limpiarse ".

“No, Harris. Estás listo para que ella se limpie. Jenna no está lista para eso”. Le
di una pequeña y triste sonrisa. “Buena suerte tratando de ayudarla. La vas a
necesitar ".

"Lucy, por favor". Extendió las manos, rogándome.

Sin embargo, no fue la mendicidad lo que me atrapó. Era la mirada en esos


malditos ojos color aguamarina. Ah diablos Me acordaba bien de esa mirada.
Tenía la misma mirada en sus ojos cada vez que intentaba ayudarme. "Tienes
un mes, si me prometes que no dejarás que ninguna de las niñas vaya a tu
apartamento. Ninguno de ellas. Mantenlas alejadas sin importar qué”. Sabía que
me arrepentiría, pero mientras mis sobrinas estuvieran lejos de Jenna y de ese
departamento, le daría un poco de tiempo. Eso fue todo. Un mes, y luego iba
directo a Lana con eso.

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Sus anchos y musculosos hombros parecían caer con alivio. Maldición, ¿por qué
eso dolió tanto? Probablemente porque fue para mostrarme lo cerca que estaba
ahora de Jenna y cuánto nos habíamos distanciado. “Gracias Lu. Lo aprecio."

"No me lo agradezcas todavía. Sé que me odiaré por esto más tarde ". Mi voz
sonó triste y mentalmente me pateé por mostrar tanta debilidad frente a él.
“Deberías irte ahora. Tengo tarea y algunas cosas para repasar para el periódico
escolar ". Nunca había estado tan feliz de tener tarea extra en mi vida. En cuanto
al periódico de la escuela, yo era el editor y siempre tenía algo que hacer al
respecto.

"¿Me estás echando?" Dio un paso hacia mí, sus ojos se oscurecieron. "Lucy,
no vine aquí solo para hablarte sobre Jenna. Quería verte, para corregir la noche
anterior. Joder, chica, te he extrañado muchísimo ".

Antes de que pudiera ver mis lágrimas, le di la espalda, yendo a la puerta que
daba directamente al porche curvo que mi padre había construido para mi madre
seis años antes. Quería creerle, ansiaba desesperadamente que él realmente
hubiera extrañado nuestra amistad y a mí, durante los últimos cuatro años, tanto
como yo lo había extrañado a él. Pero no lo hice.

No hablé mientras salía. No podría haber pronunciado una palabra sin anunciar
que estaba a dos segundos de desmoronarme. Odiaba llorar, odiaba ponerme
emocional. Siempre me llevó a otras cosas y había pasado tanto tiempo desde
que tuve que recurrir a algo como eso, desesperada para hacer que mi dolor
desapareciera.

El viento soplaba y podía oler la lluvia en el aire. Temblando, me abracé y me


quedé mirando el Océano Pacífico, dispuesta a que las lágrimas desaparecieran
junto con la opresión en mi pecho. Enfoqué mis ojos en un pájaro que volaba a
lo lejos y lentamente conté desde cien en mi cabeza.

Apenas había alcanzado los ochenta y ocho cuando escuché a Harris detrás de
mí. “¿Recuerdas ese verano, todos fuimos de gira juntos? ¿Cuándo me quedé
en el mismo autobús que tú, tus padres y los gemelos?

Perdí la cuenta cuando los recuerdos de ese verano pasaron por mi mente. Ese
había sido un verano loco. Tenía once años y él acababa de cumplir dieciséis.
Hubo momentos durante ese verano, cuando Demon’s Wings y OtherWorld
recorrieron los Estados Unidos, de que había sido el más feliz que había tenido
en toda mi vida. También había algunos recuerdos realmente malos de ese
verano que odiaba recordar.

"Cuando terminó, sentí que nunca sería igual. Durante tres meses tuve que verte
todos los días. Todos los malditos días, Lu. No tuve que enviarte mensajes de

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texto o llamarte para poder hablar. No tuve que esperar ese ding en medio de la
noche que me decía que no podías dormir y que me necesitabas. Nos podíamos
levantar y sentar en esa pequeña sala de estar y jugar videojuegos o ver
películas. O simplemente hablar". Soltó una carcajada que estaba llena de una
emoción a la que no quería ponerle nombre en ese momento. “Sé que a veces
podría haber sido un verano bastante malo para ti, y sí, no fue un día de campo
para mí, pero fue el mejor verano de mi vida. No he tenido un verano tan bueno
desde entonces ".

Cerré los ojos con fuerza para que mis lágrimas no se derramaran. El dolor en
mi pecho se sentía como si me fuera a sofocar. Maldita sea, maldita, maldita sea.
No podía manejar esto cuándo pasaba -cuando el dolor emocional comenzaba
a consumirme. Estaba débil, tan patéticamente débil. Me agarré a la barandilla,
la madera mordió dolorosamente mis tiernas palmas. El dolor fue suficiente para
centrarme y sentí que podía respirar profundamente una vez más a través de la
opresión en mi pecho. El dolor físico era mucho más fácil de manejar que el
emocional.

"Algunas personas no entendían cómo podríamos haber estado tan cerca con la
diferencia de edad entre nosotros, pero eso no me molestó. No importaba lo que
dijeran o pensaran. Conocías al verdadero yo, y eso era todo lo que me
importaba. Nadie se ha acercado tanto a mí, Lu. Nadie lo ha querido y estoy
seguro que no lo he querido. No porque no lo quiera, lo hago. A veces se vuelve
muy solitario, pero sé que pase lo que pase, la amistad que tengo con ellos nunca
se comparará con la que tuve contigo”.

“Solo éramos niños, Harris. Fue una amistad de la infancia que ambos
superamos ". Estaba tan contenta de que mi voz no le mostrara lo desgarrada
que estaba. Qué destruida estaba por lo que acababa de confesarme.

"No lo superé, Lu. Nunca lo superaré, ni a ti. Y si solo me dieras una oportunidad,
te lo mostraré ".

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Capítulo 5
Lucy

No sé por qué dije que sí. Llámalo un momento de locura, síndrome


premenstrual, falta de sueño, o Kin atrapándome exactamente en el momento
correcto, o en este caso en el incorrecto. Lo que sea. Lamenté aceptar tan pronto
como dije que sí.

Ahora, estaba atrapada sin una excusa viable para salir de eso.

Idiota.

"No me des esa cara enfurruñada", dijo Kin con una sonrisa mientras Marcus se
detenía afuera de First Bass el miércoles por la noche. "No te va a matar si te
sientas y me escuchas destruir una buena canción. No soy tan mala."

Esta noche era noche de micrófono abierto y Kin quería participar. Ella dijo que
no era un gran músico, pero que la niña tenía algunas habilidades de escritura
serias. Debería saberlo ya que ahora era una de mis mejores escritoras para el
periódico de la escuela. Amaba a Kin, y me hubiera sentado y apoyado durante
una noche de micrófono abierto en cualquier momento, pero ¿por qué tenía que
ser en First Bass? Había al menos otros veinte clubes que tenían lo mismo en
ese momento.

Por supuesto, First Bass tenía algunas cosas adicionales que todos los otros
clubes no tenían. Por un lado, First Bass tenía ejecutivos de música de renombre
sentados en la multitud. Todos los que se presentaban en una noche de
micrófono abierto tenían la oportunidad de ser notados, la oportunidad de hacer
que esos ejecutivos abrieran los ojos a un talento por el que habían estado
olfateando.

La razón número dos fue probablemente la razón más importante por la que Kin
quería estar en First Bass esta noche: Jace St. Charles, cantante principal de
Tainted Knights, y también conocido como el ex de Kin. No diría que me
sorprendió cuando Kin me contó, después de la escuela el lunes, sobre su
relación con la prometedora estrella del rock. Después de su reacción hacia él el
sábado por la noche, pensé que algo les pasaba. Que habían salido y que Jace
había dejado a Kin días después de que se enterara de que su madre se estaba
muriendo de cáncer y me dieron ganas de romperle el cuello al gilipolla.

Kin quería mostrarle que ella lo había superado, así que aquí estábamos, listos
para entrar en uno de los últimos lugares del planeta en los que quería estar. No
quería volver a ver a Harris después de lo que había sucedido el domingo. No

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quería repetir la fea escena que siguió después de él ... Oh, maldición. Traté de
bloquearlo, pero no se desvanecería.

"No lo superé, Lu. Nunca lo superaré, ni a ti. Y si solo me dieras una oportunidad,
te lo mostraré ".

Me volví para mirarlo, finalmente capaz de hacerlo sin temor a avergonzarme


con estúpidas lágrimas. "Pero te he superado, Harris. He seguido adelante. Ya
no te necesito ". Era una mentira total, una mentira de mierda completa, pero
esto era lo que tenía que hacer. Sabía que lo que sentía por ese tipo iba más
allá de la amistad y no quería arriesgar mi corazón cuando sabía que nunca
podría ser más que eso.

El dolor que brilló en sus ojos tenía el poder de destriparme. Me endurecí el


corazón, levantando todas las paredes que mantenía erguidas para el mundo
exterior. Se sintió tan mal hacer eso con Harris, pero era la única forma. No era
lo suficientemente fuerte.

"Lucy, no quieres decir eso. Puedes intentar decirte a ti misma que no me


necesitas todo lo que quieres, pero te conozco ". Su risa era triste y tuve que
morderme el labio para evitar que temblara. "Y, de nuevo, tal vez no me
necesites. La cosa es que no me importa. Te extraño, maldita sea. Te extraño y
quiero que seamos amigos de nuevo. Solo dale una oportunidad, Lu.

"No." Lo empujé y volví a la casa. Sabía que me seguiría, podría sentirlo a solo
un pie detrás de mí cuando crucé la tranquila casa y abrí la puerta principal. "Lo
siento, Harris".

Esos hermosos ojos suyos me apuñalaban y se quedó allí por un largo momento.
Aparté mis ojos, asustada de que él pudiera ver a través de todo y hacer esto
aún más difícil para mí. Joder, era tan cobarde. Mis manos comenzaron a temblar
y las metí en el bolsillo de mi sudadera para esconderlo.

Finalmente, Harris murmuró una maldición y cruzó la puerta abierta. "Te llamare."

"He cambiado mi número".

"Qué bueno que Layla me dio el nuevo entonces, ¿eh?" Se giró y me guiñó un
ojo. "Hasta pronto, Lu".

"No va a suceder", mascullé y cerré la puerta en su hermoso rostro.

"¿Lucy?"

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Controlé los recuerdos y me encontré con la mirada de Marcus. Estaba de pie


con la puerta del pasajero trasera abierta, con la mano esperando que la tomara.
Soltando un suspiro frustrado, lo tomé y dejé que me ayudara. Kin ya estaba
parada en la acera esperándome, sus brillantes ojos azules se oscurecieron con
preocupación.

"Realmente no quieres estar aquí, ¿verdad?" Kin agarró mi mano y me dio un


fuerte apretón. "Mira, no tenemos que hacer esto. Puedo volver sola en otro
momento.

Me pateé mentalmente. Mi cobardía iba a lastimar a mi amiga y simplemente no


podía hacer eso. Kin necesitaba mi apoyo más de lo que necesitaba esconderme
de Harris Cutter. Era hora de que me subiera las bragas de niña grande y
comenzara a actuar como una verdadera amiga. Le devolví el apretón. "No.
Estamos haciendo esto. Lo siento por ser tan molesta. Sin embargo, ya terminó.
Voy a entrar allí y ser tu fan, el lugar caerá cuando llegues allí ".

Su rostro se iluminó y me abrazó con fuerza. "Gracias Lucy".

Marcus se aclaró la garganta y Kin dio un paso atrás, tomando el estuche de la


guitarra que sostenía. Me sorprendió cuando me dijo que tocaba un poco la
guitarra. Cuando conoció a toda mi familia, Drake había empujado su Fender
favorita a sus manos y le había dicho que tocara algo. La forma en que su
mandíbula se había caído cuando ella comenzó a tocar "Nothing Else Matters"
de Metallica todavía tenía el poder de hacerme sonreír. Kin no tocó "solo un
poco", tocó como un maldito sueño.

El gorila al frente de la línea nos detuvo nuevamente. Este tipo era diferente del
que había mantenido a raya a los fanáticos del club el sábado por la noche.
Cuando le dije mi nombre, puso los ojos en blanco, así que saqué mi
identificación del bolsillo trasero para demostrar quién era. El hecho de que cinco
fotógrafos paparazis diferentes estuvieran gritando desde el otro lado de la calle
mientras sus cámaras parpadeaban una y otra vez simplemente no lo convenció.

Después de tomarse su tiempo buscando mi nombre en la lista, nos dejó entrar


a regañadientes. Tiny salió de la oscuridad por las escaleras que conducían a la
sala VIP, pero sacudí la cabeza hacia él. No estábamos aquí para festejar con
los otros VIP. Kin estaba aquí para sorprender a los ejecutivos de música y no
podíamos hacer eso arriba. El micrófono abierto estaba en el primer piso, así
que ahí era a dónde íbamos.

"Señorita Thornton, mi personal de seguridad no puede garantizar su seguridad


allí". La voz de Tiny era más suave que la última vez que la había escuchado,
implorando. “Por favor, ven y únete a los otros VIP. Será más agradable ".

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Miré a Marcus, que levantó los labios en lo más parecido a una sonrisa que había
visto en él antes de volverse al hombre extremadamente grande. "No necesito
que me garantices nada. Por eso le pagan mucho dinero ".

Tiny dio un paso atrás, pero no parecía particularmente feliz por eso. Kin me
empujó hacia adelante y entramos en el primer piso del club. No estaba tan lleno
como había estado el sábado, a pesar de que la fila exterior era igual de larga,
pero todavía había muy pocos asientos para elegir.

Marcus encontró una mesa casi vacía, asustó a los dos chicos de veintitantos
sentados allí y me tendió una silla y luego a Kin. Una vez que nos sentamos,
retrocedió unos pasos y se quedó allí evaluando la habitación. Nos ofreció cierta
medida de privacidad, lo que agradecimos.

Una camarera se detuvo en nuestra mesa minutos más tarde y nos preguntó qué
queríamos beber. "Ginger ale", le dije a la chica en el elegante pantalón de vestir
con un top blanco abotonado. Tenía las mangas enrolladas hasta los codos y los
tres botones superiores desabrochados, mostrando una gran cantidad de escote.
La chica era bonita, parecía agradable y rápidamente nos trajo nuestras bebidas.

Con nuestros vasos de ginger ale sentados frente a nosotros, Kin miró alrededor
de la habitación. Por primera vez esta noche, parecía nerviosa. El micrófono
abierto estaba a punto de comenzar y sabía que ella estaba empezando a tener
dudas.

Estirándome, agarré sus dos manos. "Kin, vas a patear traseros allí. No te
preocupes por obtener los acordes correctos, o si tu voz se apaga. No estás aquí
para convertirte en una estrella de rock. Estás aquí para que tus canciones sean
reconocidas, tal vez incluso para venderlas. Eres una escritora talentosa y vas a
derribar la casa con esa canción tuya, bebé.

Sus labios temblaron en los bordes por un momento antes de apretarlos juntos.
Inhalando profundamente, lo sopló rápidamente y me sonrió. "Tienes razón.
Ahora, ¿dónde me inscribo para tener la oportunidad de subir y patear traseros?

"Por lo que me dijo tía Emmie, le dices al cantinero y él te agrega a la rotación".


Eché un vistazo al bar donde vi a dos chicas con el mismo atuendo que nuestra
camarera había estado sirviendo bebidas. "La mejor apuesta es por allá, bebé".

Enderezando los hombros, se puso de pie y se movió entre la multitud hacia el


bar. Observé mientras hablaba con uno de los camareros que rápidamente
señaló hacia el final del bar. La cara de Kin se tensó y seguí su mirada para
encontrar a Jace sentado allí con una cerveza en la mano, hablando con Harris.

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Gimiendo, me pasé las manos por el pelo. Si no hubiera pasado dos horas
enderezando los locos rizos, mis dedos se habrían enredado, pero atravesaron
la longitud enderezada fácilmente. ¿Habría sido pedir demasiado que Harris se
tomara una noche libre? ¿Solo una? Malditos sean él y su ética de trabajo.

Incluso desde el otro lado del club, pude ver la determinación que entró en la
expresión de Kin, seguida de una sonrisa malvada. Oh, mierda. ¿Qué iba a hacer
ella? Puede que solo la conociera hace unas semanas, pero supe muy rápido
que tenía una mente tortuosa. Especialmente después de ver cuán rosado se
había vuelto el cabello de sus hermanastras después de haberla cabreado solo
unos días después de que se mudara con su padre y su familia. Eso había sido
hilarante, pero no sabía si quería que ese genio malvado se perdiera esta noche
cuando todo lo que quería era evitar a Harris tanto como fuera posible.

Kin se movió y cuando ella caminaba había un nuevo balanceo en sus caderas.
La niña medía casi seis pies de altura y sus largas piernas encerradas en los
jeans ajustados que llevaba los hacían ver como si hubiesen continuado por
millas. La forma en que moldeaban su trasero, haciéndolo parecer tan perfecto,
me habría hecho sentir celosa de ella si no la quisiera tanto. Las sandalias de
tacón que llevaba eran clásicas negras y probablemente el único par que poseía
ya que su gusto por la ropa no estaba muy lejos del mío. A las dos nos gustaba
la comodidad y si no fuera por el código de vestimenta en la escuela, ambos
hubiéramos estado usando jeans y camisetas clásicas de rock todos los días.
Esta noche su camisa rocker había sido reemplazada por una simple camiseta
blanca y un medio chaleco de cuero negro. Parecía el papel que iba a interpretar
en el escenario esta noche.

Como una estrella de rock increíble.

Cuando Kin se acercó a los dos tipos, mi mirada se desvió hacia ellos. Jace
parecía que estaba vestido más por la comodidad, en jeans, una camiseta de los
Tinted Knights y botas de motorista. Su vello facial estaba desaliñado y su
cabello tenía un aspecto de no me importa, pero todavía piensas que soy sexy.
Yo no estaba muy apasionada por todo eso del aspecto ligeramente
enmarañado.

No, pensé, cuando mi mirada rápidamente se movió más allá del roquero, yo
prefería que fueran un corte bien definido. Harris siempre había estado un poco
obsesionado por mantener su cabello corto y ordenado. Sabía que era porque el
cabello de su padre siempre había sido largo. Los dos podrían haber pasado por
gemelos a distancia y eso irritaba a Harris en extremo. Su cabello corto los
separaba y así quería que se quedara.

A diferencia del chico sentado a su lado, Harris vestía un poco más


profesionalmente con un pantalón de vestir y una camisa azul oscuro con

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botones que solo tenía medio abotonada. Cuando vislumbré los músculos duros
y deliciosos que se asomaban a través de su camisa entreabierta, aparté
rápidamente mis ojos. Maldición, maldición y doble maldición. No necesitaba un
recordatorio de que lo que sentía por Harris Cutter era completamente diferente
de lo que había sido alguna vez. Esto era más allá de la amistad, y era mucho
más allá de un simple enamoramiento.

Si hubiera sido solo un flechazo, incluso podría haberlo superado y recuperar


nuestra amistad. Sin embargo, no era así. Esta era una lujuria incondicional
mezclada con algo a lo que no tuve las agallas para ponerle nombre. Por eso no
podía rendirme. Solo terminaría en un desastre muy feo.

Kin estaba a menos de un metro de ellos cuando Jace levantó la cabeza y la


miró a los ojos. Ella vaciló medio paso y luego esa sonrisa malvada se volvió
tímida y misteriosa. Esa sonrisa me asustó aún más que la malvada. Oh
demonios. ¿Qué estaba haciendo ella?

Los ojos de Jace parecían devorar la vista de ella. La expresión de su rostro me


era familiar desde que la veía todos los días cuando mi papá miraba a mi mamá.
El rockero estaba enamorado de mi amiga, lo que me confundió muchísimo. Si
él la amaba tanto, ¿por qué demonios la había dejado cuando más lo
necesitaba?

Los chicos eran unos imbéciles tan tontos a veces.

Mientras Jace devoraba a Kin con sus ojos, ella miraba más allá de él,
ignorándolo por completo. Se apoyó contra la barra, sus caderas sobresalieron
y sus tetas al frente y al centro mientras hablaba con Harris. La cara de Jace se
convirtió en piedra cada vez más mientras los otros dos hablaban.

Después de unos minutos, Kin asintió con la cabeza hacia mí y los ojos color
aguamarina de Harris se volvieron en mi dirección. Rápidamente aparté la vista,
no queriendo quedar atrapado con su mirada. Descolgué mi teléfono y comencé
a revisar mensajes y notificaciones para que al menos pareciera que estaba
distraída.

Kin regresó antes de lo que pensé que lo haría. Se dejó caer en la silla a mi lado.
Cuando la silla a mi izquierda fue retirada, mi cabeza se levantó bruscamente y
esta vez no pude mirar hacia otro lado. Harris tenía una sonrisa burlona en su
rostro y tuve que apretar las manos para evitar golpearlo. Mierda-tastic.

"¿Por qué no has respondido mis mensajes?", Preguntó cómo saludo, acercando
su silla lo más cerca posible a la mía. "Pensé que al menos habría conseguido
un ‘jódete’ o un ‘vete al infierno’. En cambio, todo lo que obtengo es nada.
Prefiero tener el ‘jódete’, Lu ".

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"¿De qué estás hablando?" Exigí. "No he recibido ningún mensaje tuyo". Lo
habría recordado. Hubiera respondido con un "vete a la mierda" en lugar de los
dos que él había sugerido. Fui un poco más directo que eso. Si le hubiera dicho
"jódete", habría estado diciendo lo que quería de él, sin insultarlo realmente. Sí,
no iba a ir a tentarme más de lo que ya estaba.

“Al infierno que dices. Te he estado enviando mensajes de texto desde el


domingo por la noche ". Sacó su teléfono del bolsillo de su pantalón y sacó sus
mensajes. El nombre del texto era mío, y había un mensaje tras otro en la
pantalla sin una sola respuesta. Le arrebaté el teléfono de las manos y fui directo
a la información. Provocó una sonrisa burlona en mis labios cuando vi el número
que dijo que mi madre le había dado.

"¿Qué está pasando?", Preguntó Kin, inclinándose sobre mi hombro para mirar
la pantalla. "Ese no es tu número". Ella frunció el ceño. "Lucy, en serio, ¿por qué
le diste el número equivocado al chico?"

"No lo hice", me reí. "Mamá lo hizo".

Harris arrebató su teléfono con una maldición. "¿Layla me dio mal el numeró?"
Su rostro cayó; El dolor brilló en sus ojos por una fracción de segundo antes de
que desapareciera. "Pensé que le caía bien".

“Oh, para. Mamá te quiere. Cogí mi ginger ale y tomé un pequeño sorbo. "Ella
simplemente me ama más".

"Así que dame tu número real". Extendió el teléfono otra vez. "Permíteme
enviarte mensajes estúpidos que realmente puedes leer e ignorar, o -y esta es
mi preferida, por cierto-, en realidad háblame”.

Antes de que pudiera responder, la última silla libre en nuestra mesa se echó
hacia atrás y Jace St. Charles se sentó. Sus hombros estaban surcados, su
rostro en piedra y sus ojos azul hielo perforan agujeros en Kin. "¿Realmente vas
a jugar conmigo, Kin?", Gruñó. "Pensé que eras más madura que eso".

Sus brillantes ojos azules se alzaron. "Vete al infierno, Jace".

"Entonces, ¿tu número?" Harris agitó su teléfono en mi cara, distrayéndome


momentáneamente del drama que estaba teniendo lugar justo a mi lado.
"Vamos, Lu. Sabes qué quieres. Puedes llamarme y mantenerme despierto toda
la noche cuando quieras. No me importará ". Guiñó un ojo y se inclinó unos
centímetros más cerca. "Admítelo, cariño, me extrañas".

Dorita
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Mi corazón se estremeció en mi pecho y bajé los ojos hacia el teléfono en su


mano para que no viera la verdad en mis ojos. Lo extrañé como un miembro
amputado. Era la pieza faltante del rompecabezas que era mi cordura, pero
también era la pieza del rompecabezas que podría destrozar mi corazón. Maldita
sea.

Podía sentirme ceder mientras inhalaba y el aroma que recordaba tan


claramente que le pertenecía a él, un poco amaderado, un poco picante y cien
por cien Harris Cutter, invadió mis sentidos. Antes de que mi corazón y mi cabeza
pudieran comprender lo que estaba haciendo, le arrebaté el teléfono y comencé
a marcar mi número.

Fue rápido para recuperarlo una vez que terminé. Escribió algo y segundos
después mi teléfono sonó con un mensaje entrante. Poniendo los ojos en blanco,
levanté el teléfono y vi su número en la pantalla. ¡Di queso!

Apenas tuve tiempo de leer el mensaje cuando escuché su teléfono haciendo


clic mientras tomaba una foto mía. Empujé su hombro. "Cerdo. Bórralo. De
ninguna manera estás usando algo estúpido como eso ".

Él se rio entre dientes mientras le hacía algo a su teléfono, luego agarró mi mano
y tiró. No quería ir, pero su agarre se apretó y rodé los ojos nuevamente.
Poniéndome de pie, esperaba que él también se pusiera de pie para que
pudiéramos tomar una foto juntos. En cambio, me tiró sobre su regazo y me
acurrucó más cerca de su pecho. Mi ritmo cardíaco despegó a la velocidad de
un tren bala. Su aroma era más rico tan cerca de él. Mi espalda estaba
presionada contra un pecho duro y caliente y no podía relajarme. No cuando mis
muslos comenzaron a arder con algo que solo había leído en todos los libros de
romance que se habían convertido en mi adicción secreta. Este sentimiento era
pura lujuria sin adulterar, empeoró porque era la primera vez que realmente lo
experimentaba.

"Relájate, no voy a morderte". El cálido aliento de Harris rozó mi cuello segundo


antes de que sus labios rozaran mi mejilla. Sentí que mi cara se ponía roja con
una mezcla de vergüenza y una necesidad que no estaba segura de haber
entendido por completo justo cuando el sonido de la cámara en su teléfono tomó
nuestra foto.

Vislumbré mis ojos demasiado brillantes y su sonrisa engreída antes de alejarla,


examinando mejor la imagen. Tenía que admitir que se veía bien. A pesar de mi
sonrojo y mis ojos llenos de lujuria, me veía bien. Nos veíamos bien juntos.

"Está bien, es tu turno". Se inclinó hacia adelante y levantó mi teléfono que


estaba junto a mi vaso de refresco. "¿Qué deseas? ¿Tonto? ¿Serio? Podemos

Dorita
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enviarle uno a tu papá donde Marcus me está estrangulando en el fondo. A Jesse


le encantará eso”.

Mi corazón se retorció cuando vi su rostro mientras él jugaba con mi teléfono.


Justo esto, aquí, se sentía como en los viejos tiempos. Este sentimiento feliz
floreciendo en mi pecho, la pequeña risa burbujeante al pensar en lo que diría
mi padre acerca de tomarme una selfie con mi guardaespaldas estrangulando a
Harris en el fondo ... Esto era lo que más extrañaba.

Mi decisión fue tomada por mí en el acto. En ese momento no importaba, que


este tipo, probablemente iba a romper mi corazón. Todo lo que quería era este
sentimiento, este sentimiento feliz y despreocupado, permaneciera un poco más.
Sacando mi teléfono de sus manos, me acurruqué contra su pecho y levanté la
mano, lista para tomar al menos una docena de fotos.

Dos fuertes brazos envolvieron mi cintura y giró la cabeza. Sus labios cálidos
acariciaron mi mejilla una vez más y mantuve presionado el botón de la cámara,
dejando que tomara foto tras foto instantáneamente en una explosión.

"Entonces, ¿cuándo comienza esta cosa de micrófono abierto?", Preguntó Kin y


dejé caer mi mano. En el exterior, no parecía afectada de ninguna manera,
excepto por un ligero temblor en sus dedos mientras levantaba su vaso de ginger
ale. "Me gustaría terminar con esto".

Harris miró el reloj en su muñeca izquierda y maldijo. "Mierda. Debería haber


comenzado hace cinco minutos ". Presionó otro beso en mi mejilla y me levantó
de su regazo como si no pesara nada en absoluto. "Dame diez y lo arreglaré
todo", le dijo, luego volvió esos hermosos ojos hacia mí, mostrando esos
hoyuelos pecaminosos. "No vayas a ningún lado".

No iba a ninguna parte.

Chica estúpida.

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Capítulo 6
Harris

Tenía documentos que manejar, correos electrónicos que devolver, órdenes de


licor que hacer y empleados que administrar. First Bass no iba a funcionar solo,
sin importar cuán competente pudiera haber sido mi personal. Tenía una
asistente de gerente en la que confiaba para dirigir el lugar una vez por semana
para poder tener algunas horas de paz durante la semana, pero ella no estaba
trabajando esta noche.

Estaba medio tentado de llamarla y tratar con todo en mi lugar, para poder pasar
el tiempo esa noche con Lucy y su amiga.

Me dejé caer en la silla detrás de mi escritorio que ya estaba empezando a estar


lleno de cosas que necesitaban mi atención esta noche. Necesitaba hacer
algunas llamadas antes de poder salir y comenzar la noche de micrófono abierto.
Si Kin no hubiera dicho algo, todavía habría estado allí, tomándome selfie con
Lucy.

Mierda.

Apresuré las dos llamadas que necesitaban mi atención, ambas para confirmar
que los representantes de los sellos independientes estarían en la audiencia un
poco más tarde esa noche. Hice algunas conexiones importantes mientras crecía
en el mundo del rock. Si aún no conocía a las personas personalmente, solo
tenía que hacer una o dos llamadas telefónicas antes de hacerlo. La mayoría de
ellos eran comprensivos cuando los llamaba y les pedía que pasaran un
miércoles por la noche. Otros se mostraron un poco más convincentes, pero
cuando sucedió eso, llamé a mi madrastra, que trabajaba para una de las
gerentes más importantes del negocio, Emmie Armstrong.

O, como Lucy la llamaba, tía Emmie.

Ninguno de los ejecutivos del sello discográfico me había causado problemas


cuando hablé con ellos más temprano ese día, pero quería confirmar que su
representante iba a estar en la multitud. Una vez que eso se solucionó, hice una
llamada rápida para verificar a Jenna.

La pondría en un avión a Arizona el lunes por la mañana. Afortunadamente,


podría llevarla a una de las clínicas de rehabilitación líderes en el país en
cualquier momento. Ella no había estado feliz de tener que irse tan pronto, y yo
no había estado feliz de que ella quisiera que su novia se quedara en nuestro
apartamento mientras ella no estaba. Jenna no había podido decir que no porque
le había dicho que iría directamente a ver a su hermana si ella no iba, y no había

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podido decirle a Tessa que no se quedara porque el apartamento era la mitad de


Jenna. Podía dejar que cualquier persona que quisiera se quedara allí y no tenía
nada que decir al respecto.

Parecía que ambos habíamos estado en unas semanas largas y frustrantes.

Ver a Lucy esta noche me había hecho la semana de mierda que estaba
soportando. No podía creer que Layla me hubiera dado un número incorrecto y
que hubiera estado enviando mensajes de texto estúpidamente a algún número
aleatorio. Algunos de los mensajes que había enviado habían sido largas
protestas acerca de cómo no podía creer que ella simplemente tirara todo lo que
una vez habíamos significado el uno para el otro. Una mierda asquerosa que
habría hecho que Jace se riera a carcajadas y me llamara coño si los hubiera
visto.

Lucy, sin embargo, nunca hubiera pensado eso. Con ella podría ponerme triste
y ella no pensaría nada de eso. Cuando éramos mejores amigos, ella me había
visto en mi peor momento y todavía me amaba. Con ella no tenía que ser el hijo
de la estrella alfa del rock. Podría ser simple y llanamente Harris Cutter, un
hombre que muy pocas personas realmente vieron. Eso no me hacía un coño,
solo humano. Algo que Jace entendía, pero que aun así se reiría a carcajadas.

Saber que Jenna descansaba pacíficamente después de los últimos días de


desintoxicación me dio un poco más de esperanza de que iba a superar esto.
Salí de mi oficina y salí para comenzar el evento de micrófono abierto. Cuando
pude volver a la mesa de Lucy, solo estaban ella y Jace sentados allí.

Kin fue la siguiente, así que me dejé caer en la silla que había dejado hace casi
una hora. Quería ver qué tipo de talento tenía la amiga de Lucy. "¿Puede
cantar?", Le pregunté a Lucy cuando el chico en el escenario terminó su canción
y la multitud lo vitoreó. Había sido decente, pero demasiado emo para mi gusto.

Lucy se encogió de hombros. "Todavía no la he escuchado, pero ella puede tocar


esa guitarra como una diosa".

"Caleb le enseñó", gruñó Jace desde el otro lado de Lucy, con sus ojos azules
fijos en el pequeño escenario que montamos todos los miércoles por la noche.

"Caleb?" No tenía idea de quién era.

"El hermanastro de Kin", Lucy me aclaró. "Ellos son muy cercanos. Kin ha estado
bastante desanimada por estar lejos de él, su hermana gemela y su padrastro”.
Ella soltó un suspiro enojado. “Su padre nunca está en casa, su madramounstro
y sus hermaperras malvadas le están haciendo la vida imposible. Antes de morir,
la madre de Kin le prometió pasar este año conociendo a su padre y a su familia.

Dorita
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Es bastante difícil hacerlo cuando su padre está más interesado en esa película
de mierda que él dirige y su familia preferiría que ella desapareciera ".

La mandíbula de Jace se apretó y se llevó la cerveza a los labios. Solo había


podido hablar un poco con mi amigo sobre él y Kin. Sabía que habían salido por
un tiempo antes de que él viniera a California, que había sido él quien rompió, y
eso fue todo. Sin embargo, no estaba ciego. Pude ver que lamentaba haber
terminado las cosas con la ardiente pelirroja.

Justo como había visto que ella le había estado enviando la mirada de muerte
toda la noche.

En el escenario, Kin se sentó en el borde del taburete que estaba frente al


micrófono. Se lamió los labios nerviosamente y soltó una pequeña carcajada.
"Hola. Soy Kin y esto ... "Soltó un suspiro tembloroso causando que algunos
mechones de largo cabello rojo bruñido salieran volando de su rostro y parpadeó
rápidamente varias veces, como si estuviera reprimiendo las lágrimas. "Esta
canción es para mi mamá".

Como estaba nerviosa y obviamente un poco emocional, comenzó un poco débil,


pero a menos de un minuto de la canción, Kin Montez hizo que todo mi club
observara cada movimiento de sus labios. Sus dedos rasguearon las cuerdas de
su guitarra tan fácilmente que parecía que el instrumento era una extensión física
de sus manos. Su voz no era nada notable, pero no importaba. Fueron las
palabras que salieron de la boca de ella lo que hizo que todos estuvieran
encantados, incluido yo mismo. En el lapso de una canción, sentí que la conocía,
como si realmente pudiera ver cuánto Kin había amado a su madre. La canción
era poderosa, emocional.

A mi lado escuché un sollozo suave escapar de Lucy, pero cuando volví la


cabeza sus ojos estaban secos. Eso no significó nada para mí. Sabía que le
costaba mucho llorar. Eso no significaba que no le afectara la canción de Kin.
Lucy Thornton era la persona más fuerte que conocía. Había habido tanto dolor
en su vida, pero era la persona más feroz y amorosa que conocía.

Sin pensar en lo que estaba haciendo, extendí la mano y agarré la mano de Lucy,
uniendo nuestros dedos. Esto la sorprendió y ella saltó un poco. Los ojos oscuros
se volvieron negros con la emoción atrapada en los míos y después de la más
leve vacilación, ella me honró con una sonrisa que pareció alegrar la habitación.

La vista de esa sonrisa hizo que mi estómago se desplomara y mis jeans se


apretaran de una manera que me asustó muchísimo. Mierda. Una sonrisa de
esta chica y mi cuerpo respondieron de una manera que no lo había hecho desde
que tenía dieciséis años y había perdido mi maldita virginidad. Mi polla pasó de
cero a sesenta en dos puntos, tres segundos.

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Decir que me sorprendió sería una mentira. No me sorprendió lo más mínimo


que me atrajera Lucy. Ella era quizás la mujer más hermosa que jamás había
visto. Y su personalidad feroz y luchadora era sexy de una manera que algunos
chicos nunca podrían manejar, pero yo lo ansiaba. Lo que me asustó -
jodidamente asustado, estaba aterrorizado- fue que la amaba como amiga y esta
repentina e intensa atracción que sentía por ella podría destruir eso.

Incluso mientras pensaba eso, una voz en mi cabeza me estaba provocando. La


amas como más que una amiga, idiota. Siempre ha sido más que una amiga.
Solo necesitabas tiempo para que ella creciera. ¿Por qué más no has hablado
en serio con alguien antes? Esa chica es tu alma gemela.

En el escenario, la canción de Kin estaba llegando a su fin, la gente estaba


gritando su nombre, gritaba y aplaudía. El club se estaba volviendo loco por su
música. Y me senté ahí, enloquecido porque estaba cagado de miedo de hacer
algo estúpido para perder a Lucy de nuevo. Solo que esta vez sería un millón de
veces peor.

Con su guitarra todavía en una mano, Kin saltó del escenario y Lucy
entusiasmada se encontró con ella a medio camino. Me senté allí, mirando a las
dos chicas abrazándose y riéndose. Esto era una gran cosa para Kin, y Lucy
estaba haciendo lo que Lucy hacía mejor: apoyar a alguien que amaba.

Mi corazón latía con fuerza, mi intestino se retorcía y pensé con certeza que iba
a estar gravemente enfermo en ese mismo momento. No, me grité mentalmente.
De ninguna manera, hombre. ¡Tú, yo, joder! No puedo amarla más.

Demasiado tarde, idiota.

Me pasé las manos por el pelo y miré a la camarera más cercana. Necesitaba
un trago, algo mucho más fuerte que la cerveza que había estado bebiendo toda
la noche.

Estaba enamorado de mi mejor amiga.

"Amigo, te ves como una mierda", murmuró Jace a mi lado. "Estás todo sudado
y tienes algo casi salvaje en los ojos". ¿Qué pasa contigo?"

Respiré hondo y volví la mirada para buscar a la maldita camarera. "Sí. Solo
estoy cansado y necesito volver a la oficina y manejar las cosas”. Vi a Nina y la
saludé.

La rubia de piernas largas me dio una sonrisa tímida que ignoré. Las rubias no
eran de mi tipo, pero incluso si lo fueran, nunca me conectaría con Nina. Ella

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trabajaba para mí y no había manera de que me involucrara con un empleado.


First Bass era mi sueño y no lo iba a arruinar durmiendo con nadie que trabajara
aquí. "¿Qué puedo obtener para usted, jefe?"

"Bourbon", le dije. “Tráelo de vuelta a la oficina para mí. Estaré allí en unos
minutos ".

Ella asintió y se apresuró a hacer lo que le había pedido, lanzándome una mirada
hambrienta por encima del hombro cuando se fue. No tuve el tiempo ni la energía
para lidiar con el enamoramiento de las camareras. Necesitaba darle las buenas
noches a Lucy y alejarme lo más rápido posible de ella hasta que pudiera
encontrar una manera de controlar lo que fuera que me estaba friendo el cerebro.

Todavía riendo, Lucy y Kin regresaron a la mesa. Realmente debía verme mal
porque la sonrisa de Lucy se atenuó y frunció el ceño preocupada. "¿Te estás
enfermando?" Sus dedos eran largos, elegantes y ligeramente fríos cuando los
colocó en mi frente. "Te sientes caliente y te ves sonrojado".

Cogí sus dedos y les di un suave apretón. "Estoy bien, Lu. Pero tengo que volver
al trabajo”. Por mucho que necesitaba alejarme de ella y encontrar una manera
de contener lo que sea que estaba sintiendo, quería volver a verla. Pronto.
"Llámame, ¿de acuerdo? Incluso si son las tres de la mañana porque no puedes
dormir ". Sus labios se levantaron en una pequeña sonrisa triste y yo incliné la
cabeza para presionar un beso sobre su cabello deliciosamente perfumado. “Y
vuelve cuando quieras. Tu nombre siempre estará en la lista”.

Miré a Marcus por encima del hombro y levanté la barbilla con respeto hacia el
guardaespaldas antes de volverme hacia ella. "Mientras estés arriba, mi equipo
de seguridad se asegurará de que estés a salvo, pero me alegra que tengas al
gorila que te cuide".

"¿Estás seguro de que estás bien?" Se mordió el labio inferior y casi gruñí. Oh
demonios. Quería besar ese labio más de lo que quería que mi corazón latiera.
“Al menos llama a Dallas y pregúntale qué podría pensar que te pasa. Es posible
que necesites medicamentos o algo así.

Sacudí mi cabeza. No necesitaba que Dallas Cage, la esposa del cantante


principal de OtherWorld y una enfermera certificada, me dijera qué me pasaba.
Ya lo sabía.

Yo. Amaba. A. Lucy. Thornton.

Maldito infierno.

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Capítulo 7
Lucy

Si pensaba que sería difícil estar cerca de Harris por la forma en la que me sentía
por él, eran las dos, tenía razón y estaba equivocada. Era muy difícil estar cerca
de él, por la atracción que sentía, pero la parte del amor lo hizo más fácil. Salir
con él se sentía como en los viejos tiempos. Harris Cutter podría hacerme reír
como nadie en el planeta.

Se sentía bien reír.

Septiembre se desvaneció en octubre. Halloween se gastó en First Bass. Hubo


una fiesta de disfraces y en realidad me vestí por primera vez desde que tenía
nueve años. Ese año fui como Jane Austin, una zombie-fied. Esta vez decidí algo
un poco más atrevido y de alguna manera pude salir de la casa sin que mi padre
se diera cuenta de que era una policía sexy, algo en lo que Kin y yo íbamos. La
noche había resultado genial y pasé más tiempo con Harris de lo que esperaba.
Bueno, para mí de todos modos. Kin terminó enojada con Jace por alguna razón
u otra que ella se negó a discutir conmigo.

Antes de darme cuenta, noviembre casi había terminado. Durante ese tiempo
pasé casi tanto tiempo con Harris como con Kin, y Kin solo ganó simplemente
porque nos veíamos en la escuela. Desarrollamos una rutina casi en piedra. Los
martes me recogía en casa y cenábamos antes de que él fuera a trabajar. Los
miércoles iba con Kin a First Bass donde a veces interpretaba una de sus
canciones, o simplemente nos sentábamos y escuchábamos a quien tenía las
agallas para llegar allí y mostrar su talento. Harris siempre salía y pasaba una o
dos horas conmigo, poniéndose al día con lo que no habíamos hablado a través
de mensajes de texto o correos electrónicos durante todo el día.

Los jueves fueron un poco más complicados. A veces Kin iba conmigo, a veces
no. Entendí completamente por qué no le gustaba ir. Tainted Knights actuaba
todos los jueves por la noche y la forma en que las chicas se arrojaron a la banda,
especialmente a Jace, era difícil de ver para ella. Si Kin decidía ir conmigo, Harris
salía a tomar una copa con nosotros y luego regresaba a su oficina para manejar
el trabajo. Si ella no iba, Harris veía la actuación de Tainted Knights conmigo y
luego volvía a su oficina con él y lo acompañaba mientras manejaba el papeleo
y respondía las llamadas telefónicas.

Me encantaba pasar tiempo con Kin, pero cuando ella no venía conmigo los
jueves por la noche, los dos estábamos de mejor humor los viernes por la
mañana. Realmente enloqueció cuando tuvo que ver a Jace con chicas,
persiguiéndolo, tocándolo constantemente, y la última vez que habíamos ido
juntas había sido lo peor. Después del espectáculo, Jace había estado

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besándose con una chica aleatoria arriba en uno de los sofás. Kin había salido
corriendo y cogió un taxi a casa. No había sido capaz de sentarme y dejar que
lastimara a mi amigo así.

Había visto la mirada en sus ojos antes de que se sentara con la chica. Lo había
hecho solo para lastimar a Kin. Así que me había asegurado de que obtuviera lo
que merecía ...

Sentí como si saliera vapor de mis oídos cuando puse el vaso sobre la hermosa
cabeza de Jace. Ver las lágrimas en los ojos de Kin había sido como una
puñalada en el corazón y no iba a quedarme en paz y dejar que este imbécil le
hiciera eso.

Detrás de mí escuché a Harris gemir y sentí que se acercaba. Una mano grande
trató de quitarme el vaso y lo dejé. Después de todo, ahora estaba vacío. Ya no
lo necesitaba ... a menos que rompiera el grueso cristal sobre la dura cabeza de
Jace. Sí, oh sí. Me gustó esa idea. Demasiado tarde, sin embargo. Harris le
entregó el vaso al agente de seguridad que se había alejado de su escondite
cuando la rubia había gritado al ser bañada en refresco.

"Maldita sea, Lucy", había rugido Jace mientras se ponía de pie de un salto. Los
ojos azules se habían vuelto salvajes cuando se había puesto en mi cara. "¿Cuál
es tu problema?"

Antes de que pudiera responder, Harris estaba parado entre nosotros. Su cuerpo
estaba tan tenso que casi tuve miedo de tocarlo. "No le hablas así. Nunca”, se
enfureció. "Y te voy a joder rápido si la tocas". Sus manos se apretaron en puños
y estaba seriamente preocupada de que estuviera a punto de golpear a su amigo.
No quería que pelearan por lo que había hecho.

La mirada salvaje se desvaneció de los ojos de Jace. "Whoa, hermano. No iba a


tocarla. No le pego a las chicas ".

No había tenido miedo de que Jace me golpeara. En los meses en que volví a
conocer a Harris, Jace había estado mucho por aquí. No era del todo malo, y si
no hubiera sido por todo lo del corazón roto de Kin, me hubiera gustado Jace St.
Charles. "Harris, relájate", murmuré, tratando de que se calmara. Agarré su mano
e intenté hacer que se volviera para mirarme.

Durante un momento largo e intenso, Harris miró a su amigo, como si lo pudiera


seriamente matar en ese mismo momento. Por el rabillo del ojo vi a Marcus de
pie dentro del alcance para sacarme del fuego si fuera necesario, pero sacudí la
cabeza hacia él. Esto fue mi culpa; No iba a dejar que se fuera de control. Mierda,
solo quería devolver a Jace por lo que le había hecho a Kin, no matar al pobre
tipo.

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Cuando Harris no se volvió para mirarme, me empujé entre él y Jace. Jace no


retrocedía, pero tampoco estaba a punto de lanzar un golpe. Sin embargo, no
estaba preocupada por él en este momento. Necesitaba enfriar a Harris antes de
que hiciera algo estúpido.

Su mandíbula estaba tan apretada que me preocupaba que se fuera a romper


un diente, y esos hermosos ojos estaban tan fríos como un iceberg. Ahuequé su
rostro con ambas manos y me puse de puntillas para estar un poco más cerca
de su nivel de los ojos. Con él un poco más de un pie más alto que yo, era casi
imposible hacerlo.

"Oye, oye". Mantuve mi voz tranquila, solo hablando lo suficientemente alto como
para ser escuchada por la música. La gente comenzaba a mirar en nuestra
dirección y no quería provocar una escena de la que Harris lamentaría más tarde.
"Harris? Hey vamos. Mírame ". Nunca lo había visto tan molesto en todos los
años que lo había conocido. Daba un poco de miedo ... Y sí, está bien, lo admito,
era sexy como el infierno. Se había puesto en modo bestia para protegerme.

"Lucy, tal vez no deberías estar tan cerca de él como está". Jace me tocó el
brazo, su voz llena de preocupación. Puede que se haya enojado conmigo hace
solo unos minutos, pero nunca me habría hecho daño. "Está temblando, está tan
enojado".

Harris se movió tan rápido que casi grité cuando extendió la mano y empujó a
Jace hacia atrás con un brazo mientras el otro me rodeaba la cintura,
sosteniéndome contra él con fuerza. "No la toques".

"Amigo, ¿qué demonios?" Gruñó Jace, retrocediendo dos pasos después de


enderezarse. “Estaba tratando de sacarla del camino en caso de que te
convirtiera en el Increíble Hulk sobre ella. Relájate. Se pasó las manos por el
pelo. “Joder con esta mierda. Me voy a casa. Llámame cuando tu cerebro
empiece a funcionar de nuevo.

Esperé hasta que Jace se perdió de vista antes de comenzar a retorcerme contra
el fuerte agarre de Harris. "No puedo respirar", gruñí burlonamente.
Honestamente, no me estaba abrazando tan fuerte, pero con el aroma de su
delicioso aftershave llenándome la nariz, estaba empezando a sentirme un poco
aturdida por algo distinto a la falta de oxígeno.

Harris me soltó al instante y dio un paso atrás. Su rostro devastadoramente


guapo estaba lleno de preocupación mientras acunaba mi rostro, sus ojos se
movían rápidamente sobre cada centímetro de mí para asegurarse de que
estaba bien. "¿Te lastimó? ¿Yo lo hice?"

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Cubrí sus manos, mis pulgares acariciando suavemente. "Estoy bien. Ni una
pulgada ha sido dañada”. Le sonreí. "¿Estás bien? ¿Necesitas un trago?
Estuviste bastante intenso allí por un segundo”.

Bajó las manos y dio otro paso atrás. Intenté no notar cómo me hormigueaban
las mejillas donde me había tocado. En los últimos meses me había tocado a
menudo, pero siempre de manera inocente: -eres mi mejor amigo, así que esto
está bien-. "Joder, lo siento, Lu. No quise asustarte ".

"No lo hiciste. Se necesita mucho más que mi mejor amigo defendiéndome, para
asustarme. Lo sabes. Cogí su mano izquierda y entrelacé nuestros dedos.
"Vamos a tu oficina. Ven antes de que Marcus llame a mi papá y me haga irme.

Durante el resto de la noche nos sentamos en el pequeño sofá de su oficina y


conversamos. Yo quería seguir a Kin, pero me envió un mensaje de texto para
avisarme que ella estaba en casa, para cuando estaba segura de que Harris
podía estar a salvo y dejarlo solo sin matar a Jace. Cuando realmente tuve que
irme, se estaba riendo. Jace le había enviado un mensaje de texto y estaba
segura de que aún eran amigos. Así de raros eran los chicos.

Eso había sido hace dos semanas y Jace y Harris volvieron a ser los mejores
amigos otra vez. La semana pasada había sido el Día de Acción de Gracias y
Kin no había venido conmigo esta semana y tampoco pensé que ella vendría
esta noche, pero cuando le dije que iba a pasar una noche de chicas con mi
madre, tía Emmie y mi hermana Lana, ella había decidido venir. Estaba bastante
segura de que había sido el menor de dos males.

Su padre estaba en casa después de filmar las locaciones de Canadá y su


madramounstro, como llamaba a Jillian, quería que toda la familia fuera a algún
evento de recaudación de fondos donde se esperaba que besara muchos culos.
La posibilidad de ver a Jace era una opción mucho mejor en mi opinión. Con mi
familia allí nos aseguraríamos de que Jace o cualquier otra persona no se
acercara, y mucho menos tocarla.

Me senté en el bar del segundo piso con Kin a mi izquierda, Lana a mi derecha
y mamá y tía Emmie justo detrás de Kin. Como mi hermana estaba embarazada
-una vez más, en serio parecía permanecer embarazada-, no estaba bebiendo,
así que mi madre y mi tía tampoco. Nate había pasado la primera hora que
habíamos estado allí coqueteando conmigo y asegurándonos de que nuestros
vasos de refresco nunca llegaran a la mitad.

Si fuera honesta, tendría que decir que disfruté del coqueteo de Nate. ¿A qué
chica no le gusta que un chico guapo le coquetee? Sin embargo, no me gustó la
forma en que mi familia se burló de mí. Lana fue la peor, porque como mi
hermana biológica y la persona que había pasado los primeros cuatro años de

Dorita
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mi vida cambiando mi pañal y mi orinal de entrenamiento, decidió que ahora tenía


el derecho de hacerme sonrojar.

“Debería decírselo a Jesse. Él necesita saber que tienes un cantinero de


veintitantos años tratando de meterte en tus pantalones ", bromeó Lana mientras
levantaba su teléfono celular y sacaba el nombre de mi padre. "Oh espera. Tal
vez debería decirle a Drake primero”.

"¡Mamá!" No me importó que saliera sonando como un gemido. No quería que


mi hermana hiciera que mi padre se volviera hiperactivo y encontrara otra razón
para intentar evitar que viniera tanto a First Bass.

Mamá y tía Emmie se pusieron a mi lado con lo del teléfono de Lana. "Sin
mensajes de texto, especialmente a mi esposo o el tuyo", regañó mamá.
"Empiezas a hablar con Drake y nuestra noche entera está arruinada porque él
te hará volver a casa e intentará volverte a golpear".

"Sí, Lana". Tía Emmie le dirigió una mirada de disgusto al estómago redondeado
de Lana. Mantén tus piernas cerradas por un rato, ¿quieres? Esto se está
poniendo ridículo."

Lana las apartó a los dos, pero estaba sonriendo mientras se llevaba el vaso de
ginger ale a los labios. "Si eso mantiene una sonrisa en la cara de mi hombre,
sacaré diez más de estos pequeños demonios".

Me volví hacia Kin y fingí que hacía arcadas con mi dedo, haciéndola reír. A decir
verdad, estaba feliz por mi hermana y su esposo. Nadie, y quiero decir nadie,
merecía ser más feliz que mi cuñado. Cuando conocimos a los miembros de
Demon’s Wings, el alma de Drake se había perdido en la locura de su pasado y
sus interminables botellas de Jack Daniels. Luego se casó con mi hermana y
tuvieron a mi primera sobrina, Neveah. No he visto esa mirada de alma perdida
en sus ojos azul grisáceos desde entonces.

"El jefe quiere saber si quieres comer algo más tarde", dijo Nate mientras
colocaba un vaso de refresco frente a mí.

Tomé el vaso y tomé un pequeño sorbo, notando que la sonrisa de Nate no era
tan grande como antes. "¿Qué más dijo el Jefe?", Pregunté, inclinándome hacia
la barra. Harris debe haber dicho algo para que Nate actuara así. No le gustaba
cuando me sentaba y hablaba con el barman caliente durante mucho tiempo.
Siempre se mostraba frío durante al menos unas horas cuando me veía
coqueteando con él. Secretamente me encantaba que Harris odiara que hablara
con Nate. Era como si estuviera celoso o algo así y eso me hacía ir a todo tipo
de cosas suaves y pegajosas en lugares en los que no tenía por qué ponerme
suave y pegajosa sobre mi mejor amigo.

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Nate dejó escapar una pequeña risa sin humor. "Quería saber si quería una hoja
de despido, porque eso era lo que iba a obtener si seguía haciéndote sonrojar".
Guiñó un ojo y dio un paso atrás. "No lo sé, Lucy. Esa hoja de despido podría
valer la pena si pudiera hacerte sonrojar de nuevo”.

Escuché a Lana reírse y le di una patada en la pierna sin mirarla. La patada no


aterrizó, como pensé que no lo haría, no quería lastimar a mi hermana
embarazada, por supuesto. "No te preocupes por la hoja de despido, Nate". Me
gustaba la reacción de Harris a mi coqueteo inofensivo con Nate, pero no iba a
dejar que se intensificara para que Nate perdiera su trabajo. Retrocedí unos
pasos y miré a las cuatro mujeres con las que había estado pasando un buen
rato esta noche. “Disculpen mientras voy a golpear a mi amigo. No debería tomar
más de unos minutos ".

Tía Emmie me dio una sonrisa de aprobación. "Te he enseñado bien, pequeña".

"¿Disculpa?" Lana se puso las manos en las caderas y frunció el ceño a tía
Emmie. “Yo fui quien le enseñó primero. No sería la mitad de descarada si no
fuera por mí ".

Mi tía honoraria puso los grandes ojos verdes en blanco. "Sí, eso no es algo
bueno, Lana".

Mamá dio un paso adelante, una pequeña sonrisa burlona en sus labios. "Ve,
pero no lo lastimes demasiado. A tu papá no le va a gustar que tenga que venir
a sacarte de la cárcel por asalto agravado”. Su frente se arrugó y luego se echó
a reír cuando tanto Lana como tía Emmie la miraron diciendo que estaba loca.

¿A quién estaba bromeando? Mi padre habría estado muy feliz de sacarme de


la cárcel por asalto agravado a Harris o cualquier otro hombre en el planeta. Sin
embargo, no sabía por qué era así. Sabía que Harris y yo éramos solo amigos y
que no debería tener un problema con una chica y un chico como amigos. Tía
Emmie era su mejor amiga, después de todo.

"Simplemente no lo lastimes, Lu".

No respondí cuando me di la vuelta y me dirigí al ascensor privado al otro lado


del segundo piso. Conocía el código secreto que operaba el elevador y lo
ingresé. Las puertas se abrieron y entré, y menos de diez segundos después se
abrieron directamente a la oficina de Harris.

"¿Qué te pasa?" Exigí mientras me bajaba. "¿Tienes algún problema con ...?"
Me interrumpí cuando mis ojos se posaron en el escritorio de Harris. Mi irritación
por mi mejor amigo se evaporó y algo completamente diferente hizo que mi

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corazón sintiera que me estaban arrancando el pecho mientras me enfocaba en


la escena que tenía delante.

Su cabeza oscura se levantó y empujó a la chica de su regazo. Ella aterrizó en


el suelo con un fuerte grito y él se limpió la boca como si no pudiera soportar el
sabor que tenía en los labios. Tragué saliva y volví la mirada hacia la chica que
se ponía de pie.

Cabello rubio, buen pecho, demasiado flaco y mucho maquillaje. No diría que
era bonita, pero no estaba ni cerca de ser fea. No la reconocí y, sinceramente,
no quería saber quién era. Los celos y el dolor que me estaban comiendo el alma
como un maldito ácido no permitieron mucho más que un abrumador odio hacia
esta chica. Unos celos y un dolor que no se me permitía sentir porque Harris y
yo éramos solo amigos.

Maldito infierno.

"Deberías poner un calcetín o algo en la puerta si vas a estar ocupado aquí",


traté de bromear, pero mi estúpida voz se quebró y sentí lágrimas picando en
mis ojos. Maldición, maldición y doble maldición.

Por eso no quería volver a acercarme a Harris. Justo allí, en ese mismo instante,
lamenté haberlo dejado volver a mi vida.

Había sido muy bueno para mantener sus conquistas lejos de mí. No lo había
visto con otra chica desde que empezamos a salir regularmente en septiembre.
Ni siquiera lo había escuchado a él y a Jace hablando de alguien en quien podría
haber estado interesado. Había estado felizmente ajena a su vida sexual solo
para que me la empujara fuerte en la cara y tener que tragármela aquí y ahora.

Apestaba estar enamorado de tu mejor amigo cuando sabías que nunca podría
ser más que una amistad. ¿No me lo había dicho hace solo unos meses? ¿No
me había prometido a mí misma que este chico no iba a romper mi corazón?

Demasiado tarde.

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Capítulo 8
Harris

No había podido salir de la oficina en toda la noche. Entre las llamadas de los
proveedores, las llamadas entrantes del personal debido a un maldito virus que
andaba alrededor y tenía que encontrar reemplazos, además del papeleo que
había dejado la semana anterior para poder pasar el Día de Acción de Gracias
con mi familia, me sentí casi asfixiado, en lo que una vez llamé mi refugio seguro
dentro de First Bass.

Además de estar asfixiado en el trabajo, me vi obligado a ver a mi mejor


camarero, coqueteando con la única chica de la que se suponía que no debía
sentir celos, por la fuente de seguridad vinculada a mi teléfono. Normalmente no
veía la transmisión en vivo a menos que supiera que podría haber un problema,
pero Lucy me había dicho que estaba teniendo una noche de chicas con su
hermana, su tía, su mamá y Kin.

Se sentía como si no la hubiera visto en semanas, cuando la había visto hace


dos noches. Lo que tenía por ella, este amor se sentía como si se estuviera
comiendo mi maldita alma, me estaba paralizando de adentro hacia afuera.
Estaba renunciando rápidamente a luchar para mantenerme alejado de ella y
después de casi sacarle la cabeza a mi amigo dos semanas antes, me di cuenta
de que era hora de actuar según mis sentimientos antes de lastimar a alguien.

Ni siquiera iba a pensar en lo que había sucedido en la noche de Halloween


cuando ella y Kin se habían presentado en First Bass vestidas como dos de las
policías más sexys que había visto en mi vida.

Mierda.

Frotando mis manos sobre mi cara y apuñalándome el cabello, intenté bloquear


las imágenes de esa noche, pero se negaron a ser reprimidas. Mi cuerpo se
despertó con los recuerdos, haciéndome contener una maldición. El año que
viene iba a prohibir trajes sexys, especialmente en la pequeña y caliente diosa
que me pertenecía.

"Maldito infierno", gruñó Jace a mi lado.

Estábamos sentados en una esquina en el segundo piso, observando a la gente.


No podía recordar de quién fue la idea de tener una maldita fiesta de disfraces,
pero ya estaba aburrido de todo esta noche. Los chicos estaban todos vestidos
como zombis, tan malditamente originales. Todas las chicas eran algo sexy y
normalmente las habría estado observando más de cerca, decidiendo cuál me
llevaría a casa y quitarle la poca ropa que llevaba puesta.

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Hasta ahora había visto a tres ángeles apenas vestidos, uno de los cuales era
un ángel real si considerabas el hecho de que ella era un ángel de Victoria
Secret. Había perdido la cuenta de las enfermeras sexys, y las chicas dominatriz
encuadernadas en cuero, habían dejado a Jace mordiéndose los nudillos
mientras las veía pasarnos. Apenas les he echado un vistazo a ninguna de ellas.
Definitivamente no estaba sintiendo esto esta noche.

Mierda.

No había estado sintiendo nada de esta mierda desde que Lucy había vuelto a
mi vida. Cuando imaginé recuperar la amistad de Lucy, pensé que las cosas
habrían vuelto a ser como eran cuando éramos niños. No me había dado cuenta
de que todo sería tan diferente, tan intenso para mí. Había renunciado a pelear
como me sentía por ella. Amaba a esa chica y no estaba negando eso.

Era todo lo demás lo que necesitaba mantener bajo control. La forma en que mi
cuerpo se incendiaba si ella se acercaba demasiado. No había estado interesado
en ninguna otra chica en semanas. Mi cuerpo estaba en huelga, al parecer. Si
no podíamos tener a Lucy, no querríamos a nadie.

"¿Y ahora qué?" Levanté una ceja a mi amigo cuando miró algo por encima de
mi hombro, sus ojos estaban a punto de salir de su cabeza. "¿Ella es tan sexy,
hombre?"

Jace sacudió la cabeza como para aclararla y levantó la barbilla por algo sobre
mi hombro. "Eso va a ser un problema, hermano. Es mejor contenerlo antes de
que las cosas se vuelvan locas y tengas un demonio enfurecido en tus manos.

Confundido, me di la vuelta para encontrar a cinco chicos rodeando a dos


policías sexys. Incluso de espaldas a nosotros, sabía exactamente quiénes eran.
No podía negarlo por la forma en que mi polla se engrosó de repente y mordió la
cremallera de mis jeans.

Con el pelo alisado, cayó hasta la mitad de su espalda. La parte superior que
llevaba no cubría más que su pecho y los pantalones cortos que llevaba con el
cinturón de policía de aspecto pesado colgaban bajo sus caderas y terminaban
justo debajo de las curvas de su trasero. Las piernas con medias negras
rasgadas y botas de cuero hasta las rodillas que tenían un maldito tacón de cinco
pulgadas en ellas hicieron que mi polla palpitara por tenerlas alrededor de mi
cintura.

A su lado estaba Kin, pero ni siquiera le eché un segundo vistazo antes de salir
de mi asiento y empujar a través de la multitud para llegar a Lucy. Una rápida
mirada detrás de las chicas me dijo que Marcus estaba en alerta máxima, pero

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por ahora se mantenía alejado. Sabía que mi personal de seguridad vigilaría de


su cargo, pero esta era la única vez que deseaba que estuviera pegado a ella en
lugar de darle un poco de independencia.

Uno de los cinco tipos que rodeaban a las chicas se estaba poniendo un poco
atrevido cuando los alcancé. Estaba de pie demasiado cerca y la forma en que
miraba la parte superior abotonada de Lucy me hizo querer golpear mi puño
contra su cara. Como si sintiera mi mirada helada, el chico levantó la cabeza y
se encontró con mi mirada. El reconocimiento llenó sus ojos un segundo antes
de darse cuenta de que me dirigía directamente hacia él y su sentencia de
muerte ya estaba siendo considerada en mi mente.

El chico dio dos rápidos pasos hacia atrás y provocó que Lucy frunciera el ceño
y levantara la cabeza. Cuando esos ojos casi negros se encontraron con los
míos, sonrió y dio un paso adelante para abrazarme. La apreté contra mí, sus
brazos a mi alrededor actuando como un agente calmante natural mientras mi
ira comenzaba a enfriarse.

"Te he estado buscando", murmuró mientras daba un paso atrás y hacía un


pequeño giro. "¿Te gusta?"

Apreté los dientes antes de darle la sonrisa que sabía que había estado
esperando. “¿Cómo diablos saliste de casa en eso, Lu? Jesse Thornton me
matará si se entera de que estás vestida así en mi club ".

“Kin me ayudó a escabullirme. Hasta donde papá sabe, estoy vestida como una
monja ". Ella sonrió y me abrazó de nuevo, sus brazos permanecieron alrededor
de mí esta vez. “Por favor, ¿podemos sentarnos? Odio estas malditas botas. Mis
pies me están matando."

Las llevé a ella y a Kin al sofá donde había dejado a Jace. Los cuatro nos
sentamos allí toda la noche, con Kin ignorando a Jace y Jace haciendo todo lo
posible para que el pelirrojo reaccionara. Mantuve mi atención enfocada en Lucy,
quitándole los zapatos y masajeando sus pies durante horas mientras todos a
nuestro alrededor festejaban.

Me divertí más esa noche de Halloween que el año anterior cuando mi


fraternidad había tenido una fiesta en topless. Había doscientas chicas
caminando con sus tetas rebotando libremente. Me había conectado con tres
chicas diferentes esa noche. Sin embargo, este año, con Lucy a mi lado y sus
pies en mis manos, me había divertido diez veces más.

Sí, estaba tan jodido.

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Estaba cansado de luchar contra lo que sentía por ella y había decidido que ya
no iba a hacerlo. Ahora todo lo que tenía que hacer era esperar. Esperar hasta
el 2 de enero, que estaba a poco más de un mes de distancia. Lucy tendría
dieciocho años entonces y no me sentiría como un maldito depravado por querer
a mi mejor amiga.

Un mes.

Mierda.

Un. Maldito. Mes.

Me pasé los dedos por el cabello y gemí. Un maldito mes. ¿Cómo iba a sobrevivir
un maldito mes cuando todo lo que quería hacer era agarrar a esa chica y besarla
cada vez que la veía?

Hubo un ligero golpe en mi puerta y levanté la cabeza con la esperanza de que


fuera Lucy. Llamé para decirle a Nate que, si lo veía coquetear con ella otra vez,
si volvía a verla malditamente sonrojarse una vez más, le daría sus papeles de
despido y luego, le daría una paliza mortal y le sacaría el infierno. Lo había hecho
con la esperanza de que el chico dejara de volverme loco por verlo coquetear y
hacerla reír, porque, aunque no la había escuchado en el canal de seguridad,
sabía que estaba riendo, pero también lo había hecho. sabiendo que Lucy se
enteraría y vendría a buscarme.

Sí, estaba tan desesperado por verla que estaba dispuesto a enfrentar su ira.
Estaba tan jodido.

"Sí", grité y la puerta se abrió lo suficiente como para dejar entrar a una rubia de
piernas largas. Reprimí un gemido. Mierda. Debería haberlo sabido mejor. Lucy
habría venido irrumpiendo aquí, no habría tocado tan mansamente. Estaba
adolorido por verla. ¿Esta chica? Podría haber vivido tranquilamente cien años
sin verla nunca más.

Tessa sonrió coqueteando mientras entraba a mi oficina. Vestida para salir de


fiesta de noche, era agradable de ver. Si fueras por chicas rubias medio
desnudas que eran piel y huesos y tenían un problema de cocaína. No lo hice.
No fui por nada en estos días a menos que fueran morenas de rizos locos con
un cuerpo hecho para el pecado.

Tenía que ver a Tessa regularmente ya que Jenna todavía estaba en


rehabilitación y quería que su novia se quedara en nuestro departamento. En su
mayor parte intenté evitarla. Si no estaba en el club, estaba con Jace o Lucy. La
única vez que fui a casa fue a dormir, y a veces me quedé en la casa de Jace
para no tener que lidiar con la chica que me esperaba en casa.

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Y ella estaba esperando. Como Jenna había dicho que iba a pasar un poco más
de tiempo en rehabilitación trabajando más en sí misma, lo cual me alegraba
porque sentía que cuanto más tiempo estuviese allí, mejores eran sus
posibilidades de una recuperación completa, Tessa había estado tratando de
que la notarla.

Había comenzado como cosas simples que me habían llevado un tiempo


comprender. Dejando su sostén en lugares extraños que sabía que lo vería.
Luego caminando por el apartamento con cada vez menos ropa. Había
comenzado a llamarme un poco más a menudo cuando había sido raro recibir
una llamada de ella antes de que Jenna se fuera. Luego, volví a casa una noche
y ella había estado sentada desnuda en el sofá. Me di la vuelta y salí de regreso,
agradecido de que Jace y uno de sus compañeros de banda hubieran podido
encontrar un departamento para compartir en el mismo edificio que yo.

Todavía no me había dado cuenta, pensé que era solo ella volviendo a la coca.
No había querido hablar con Jenna al respecto, temiendo que se recuperación
volviera atrás si la molestaba en ese momento. Pero había decidido que iba a
decirle a Jenna que Tessa tenía que irse cuando llegara a casa.

Fue cuando Tessa comenzó a meterse en la cama conmigo por la noche que
realmente me di cuenta de lo que estaba haciendo. La perra estaba tratando de
hacerme tener sexo con ella. No había forma en el infierno de que eso sucediera.
Por un lado, era demasiado leal con Jenna para hacerle eso. Ella amaba a
Tessa, o eso dijo. Quién sabe, podrían haber sido las drogas hablando. Jenna
era una de mis amigas más cercanas y nunca la lastimaría así.

Por otro lado, no me gustaba Tessa. No confiaba en ella y estoy seguro de que
no la quería. En estos días era difícil responder a alguien en ese departamento.
Ni siquiera había mirado a otra chica dos veces desde que Lucy había vuelto a
mi vida. Ella solo me tenía tan bien agarrado.

Después de la primera noche que tuve que echar a Tessa de mi habitación,


comencé a cerrar la puerta de mi habitación. Ahora estaba tratando de seducirme
en cualquier lugar que pudiera y allí estaba, en mi oficina, vestida como sexo con
piernas.

A la mierda mi vida

"Vete, Tessa". Arrojé mi bolígrafo sobre el escritorio y me recosté en la silla,


mirando con disgusto en lugar del deseo con el que estaba segura de que
esperaba que la observara mientras cruzaba la oficina hacia mí. "Estoy
ocupado."

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Ella no dijo una palabra, solo sonrió mientras seguía viniendo. Me tensé cuanto
más se acercaba, odiaba el olor de su perfume mientras llenaba la habitación.
Llevaba el perfume de Jenna y siempre me gustó. Ahora, en esta perra,
comenzaba a sentir náuseas por el olor.

Alcancé mi teléfono, listo para llamar a seguridad para sacar su trasero si era
necesario, cuando ella sacó el receptor de mi mano y lo arrojó a un lado. La miré
furioso mientras me empujaba contra la silla y se subía a mi regazo. Apreté mis
manos en puños mientras ella me sonreía. No lastimaba a las mujeres. Mi padre
me había dicho eso desde que tenía cinco años. Las niñas debían ser protegidas,
no lastimadas.

Me preguntaba si todavía diría eso si supiera cómo era Tessa. Probablemente.


"Vete. A. La. Mierda”. Mascullé fuerte, deseando alejarla, pero preocupado de
lastimarla en mi desesperación por alejarla lo más humanamente posible de mí.
De tan cerca, podía ver que tenía los ojos inyectados en sangre y las pupilas
locas. Estaba tan elevada como una maldita cometa. Joder, me sentí sucio solo
por estar en la misma habitación con ella. Jenna merecía alguien mucho mejor
que esta perra intrigante.

"Silencio, sabes que me quieres", murmuró con una voz que estaba seguro de
que pensaba que era seductora, pero solo hizo que mi estómago se revolviera.
Sabía que Tessa era bi y no solo una lesbiana desde el momento en que
comenzó a ver a Jenna, pero nunca pensé que haría algo como esto. "Déjame
mostrarte", susurró mientras bajaba la cabeza.

Apenas tuve tiempo de cerrar la boca antes de que ella prácticamente me


atacara. Me quedé quieto, no afectado en lo más mínimo mientras ella intentaba
abrir mi boca con mordiscos. Nunca había habido un momento en mi vida en el
que tener una chica besándome y tocándome me hiciera sentir ganas de vomitar.
Me encantaba el sexo. Pero en ese momento, todo lo que quería hacer era
limpiarme y alejarme lo más posible.

Estaba tan concentrado en cómo sacar a Tessa de mí sin lastimarla que no oí el


elevador. El sonido de la voz de Lucy no penetró hasta que estuvo a solo unos
metros de distancia y cuando lo hice me volví un poco loco.

Sin importarme si Tessa se lastimaba o no, la empujé. Aterrizó en el suelo con


fuerza y me quité el lápiz labial de la boca, deseando tener algo de cloro para
enjuagarme la boca.

"Deberías poner un calcetín o algo en la puerta si vas a estar ocupado aquí".


¿Era un nudo en su voz? Oh joder No. Ella estaba herida. Pude verlo en sus
ojos.

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De pie, di la vuelta al escritorio. "Lucy, esto no es lo que piensas".

Su risa fue un poco forzada, pero me di cuenta de que estaba tratando de


interpretarla como nada serio. Mierda. Eso no era lo que quería. No me había
enrollado, ni siquiera había mirado a otra chica malditamente desde septiembre.
Todo lo que quería era que se apuntara a llegar el maldito 2 de enero, para poder
ir tras esta hermosa chica con una conciencia clara. "Está bien, si tú lo dices".
Ella no se encontraba con mi mirada, sino que miraba a Tessa, que lentamente
y sin gracia se ponía de pie con sus tacones de seis pulgadas. "Me voy a ir. Solo
quería decirte que dejes a Nate en paz. Me está tomando el pelo y está haciendo
reír a Lana, así que déjanos tener algo de diversión".

"Eres Lucy Thornton", murmuró Tessa mientras se bajaba la falda. No es que


tuviera mucho que tirar de él. La maldita cosa apenas cubría su trasero.

Lucy se puso rígida y asintió. "Sí, supongo que sí".

Tessa la fulminó con la mirada. "Tú eres la razón por la que Jenna se fue. Si no
fuera por ti, Harris no la habría hecho ir a una estúpida rehabilitación ".

Los ojos negros se agrandaron cuando vio a la otra chica. "No hice que nadie
hiciera nada. Jenna fue a rehabilitación porque necesitaba ayuda. ¿Y quién
diablos eres tú? Esto no es asunto tuyo ".

"Soy Tessa Conway. Jenna es mi novia ".

La forma en que los ojos de Lucy se estrecharon primero en Tessa y luego se


volvieron y se encontraron con los míos por primera vez, llenos de asco, hizo
que mi estómago se revolviera y mi corazón se apretara. Mierda. “¿Qué coño,
Harris? ¿Cómo pudiste hacerle esto a Jenna? Pensé que eras su amigo ¿Ahora
estás follando a su novia mientras ella trata de limpiarse? "

"¡No!" No quise gritar, pero con ella mirándome como si me odiara y mis propios
sentimientos de asco y deslealtad devorando mi alma no pude controlar mi voz.
"No la estoy follando. No estoy jodiendo a nadie. Y estoy seguro de que no le
haría eso a Jenna. Tessa solo ... "Me interrumpí, no queriendo decirle a Lucy lo
mal que se había puesto en casa todavía. Necesitaba hablar con Jenna primero.
"Ella está drogada y extraña a Jenna. Esto fue un error ".

Lucy levantó las cejas con escepticismo. Las manos que fueron a sus caderas
sexys me distrajeron por un segundo y perdí el hilo de mis pensamientos por un
momento. Maldita sea, un mes. Solo un mes más. Me pasé las manos por la
cara. “Te juro que esto fue solo un error. Ni siquiera la estaba besando ".

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"Lo que sea, Harris". Ella sacudió la cabeza, haciendo que su loco cabello rizado
cayera en su cara. Me moría por empujarlo detrás de su oreja cuando ella se lo
quitó de los ojos descuidadamente. "Voy a volver arriba. Te veo ... cuando sea”.

No, no hay manera. No iba a alejarse con esa pequeña amenaza suspendida en
el aire. Extendí la mano y agarré su brazo, no con fuerza porque nunca lastimaría
a Lucy. Nunca. Eso no tenía que ser perforado en mi cerebro. Estaba tatuado en
mi maldita alma. Lucy era demasiado especial, demasiado jodidamente
importante. Ella era el tipo de chica por la que entregaste tu vida para proteger.

Ella se detuvo, todavía mirándome como si yo fuera el demonio encarnado, pero


la ignoré mientras dirigía mi propia mirada asesina a mi compañera de habitación
temporal. Tan pronto como Jenna llegara a casa, esta perra se habría ido. “Vete
antes de que te eche a la policía. Estoy seguro de que les encantaría saber de
dónde sacaste la coca que has estado resoplando toda la noche ".

Tessa no me miró, pero le dio a Lucy una mirada desagradable y salió de mi


oficina, cerrando la puerta detrás de ella. Cuando ella se fue, miré a la chica a la
que me estaba agarrando como una maldita cuerda de salvamento. Lo estaba.
Esta chica fue el enlace a todo lo bueno en mi vida. Cuando éramos niños, había
sido algo diferente de lo que estaba sintiendo ahora, pero no menos intenso. La
necesitaba muchísimo.

Eso debería haberme asustado mucho. Encontrar a tu alma gemela era un


momento que cambiaba la vida. Para un chico de mi edad, recién salido de la
universidad, con un club que le daba coño todas las noches, eso podría haber
sido aterrador. La idea de dejarlo todo por una chica cuando era tan joven, me
podría haber mandado a sacarla de mi cabeza.

No lo hizo. No tenía miedo de nada más que de perderla, o peor ... De que ella
nunca me hubiera amado o no me amara de la misma manera que yo la amaba.
Estaba listo para ella, sentía que había nacido listo para Lucy Thornton.

Pero ella solo tenía diecisiete años. Seguro, iba a cumplir dieciocho años en
cuestión de semanas, pero aun así era muy joven. Tenía que ir a la universidad,
una vida que podría llevar sin mí. Estar conmigo, tener una relación seria
conmigo, podría no ser algo por lo que ella estuviera lista por ahora. Quizás
nunca lo estuviera.

Quizás solo sería su mejor amigo.

Sin embargo, eso no significaba que no iba a intentarlo. No iba a vivir con el
arrepentimiento de no haberlo intentado.

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Lucy se apartó. "Wow". Ella sacudió la cabeza, una risa sin humor dejando sus
labios. "Simplemente wow."

"¡Nunca le haría algo así a Jenna!". No me di cuenta de que iba a gritar hasta
que las palabras resonaran en las paredes de mi oficina. Apretando la
mandíbula, luché por bajar la voz. "Tessa cometió un error y no quise lastimarla.
Estaba tratando de sacarla de mí, sin ser enérgico, cuando entraste.

Sus ojos casi negros se pusieron en blanco y tuve que recordar que un mes
realmente no era tanto tiempo de espera. Cuando ponía los ojos en blanco de
esa manera, quería besarla hasta que ella gimoteara mi nombre. “Sigue
diciéndote eso, Harris. Ella estaba sobre ti. No te vi empujándola o incluso
intentarlo ".

Ahí estaba de nuevo. Ese pequeño tirón, pero esta vez tenía una molestia por
esto y mentalmente levanté mi puño en el aire como se levantó una pequeña
sonrisa en mis labios. Pues, mierda. Lucy estaba celosa. Eso me dio una
inyección de esperanza que fue tan poderosa como la adrenalina pura que
inundó mis venas.

Me recosté contra mi escritorio y la miré un poco más de cerca. La forma en que


su mandíbula estaba ligeramente apretada, la forma en que sus manos se
apretaban y aflojaban, y allí, sí, en lo profundo de esas jodidas profundidades
oscuras, estaba el dolor que finalmente reconocí junto con los celos.

Mi cuerpo, todo mi ser, reaccionó instintivamente. Era como si no tuviera control


sobre eso mientras me alejaba del escritorio. La alcancé en menos de tres pasos
y envolví mis brazos alrededor de su cintura. Lucy se tensó en mi abrazo, esos
ojos dispararon hacia mí, pero incluso si la distancia separara nuestras miradas,
podría ver brillando el mismo deseo y necesidad, que parecía consumirme.

"No quiero a Tessa", murmuré mientras bajaba la cabeza lentamente. Mi nariz


rozó la de ella. No la beses, idiota. Besarse te llevará a algo que te traerá una
desagradable muerte. Jesse Thornton te destripará y enterrará tu maldito cuerpo.

Lucy se estremeció cuando bajé la cabeza más y froté mi nariz por su cuello.
Maldito infierno. Olía muy bien. Nunca olí a otra chica que oliera tan bien como
esta. No era su perfume. Apuesto a que un centenar de chicas podrían usar el
mismo perfume y todavía no olería tan bien como en Lucy. Era algo más fuerte,
algo más embriagador. Le susurró seductoramente a mi alma. Mía. "Eso ... no
era lo que parecía ...".

"Lo que parece y lo que es, realmente pueden ser dos cosas diferentes, Lu". Mis
manos se movieron como si tuvieran voluntad propia, rozando sus costados
hacia sus caderas y tirando cuidadosamente de ella un poco más cerca de mí.

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La parte inferior de su cuerpo presionó suavemente contra la mía y mi cuerpo,


que ni siquiera se había crispado cuando tuve a Tessa en mi regazo, se despertó
al instante.

Ella jadeó suavemente cuando me sintió contra su estómago, sus manos


extendiéndose para sostener los cinturones de mis jeans. "¿Q-qué-qué son ...?"
Ella sacudió la cabeza como para aclararlo. "Harris ..."

La punta de su lengua se escapó y humedeció su labio inferior completo y tuve


que contener un gemido. No, imbécil. No puedes besarla. Deja de pensar en eso.
"¿Qué, Lu?"

"No puedo pensar cuando haces eso", ella respiró, su voz sonando por una razón
completamente diferente ahora. Mi cuerpo respondió flexionándose contra ella.
Oh, mierda. Estaba perdiendo el control de esta situación demasiado rápido y
luchaba por preocuparme si el resultado final fuera mi cadáver arrojado en un
agujero en medio del desierto.

No la beses. Hazle entender que nunca lastimarías así a Jenna y luego sácala
de la oficina. La voz de la razón casi me gritaba, pero mi cuerpo estaba
empezando a apagar esa parte de mi cerebro. Olía tan bien, se sentía tan bien.
Necesitaba probarla tan jodidamente tanto.

Enfócate, Cutter. Enfócate.

"Estaba en tu regazo", murmuró como si estuviera tratando de recordar de qué


habíamos estado hablando tanto como yo. "Esa ... chica". Eso pareció sacarla
del aturdimiento en el que estábamos metidos los dos y ella se apartó de mí.
“Estaba en tu maldito regazo, Harris. La novia de Jenna estaba en tu regazo y
estabas dejando que te besara. ¿No te das cuenta de que algo así podría
retrasar su recuperación?

"Es por eso que le contaré cuando llegue a casa en unas pocas semanas", le
aseguré, mentalmente dispuesto a que mi cuerpo se calmara. Jenna estaría en
casa en Navidad. Algo más que eso y su familia comenzaría a preguntarse dónde
estaba. "Voy a hacer todo lo posible para sacar a esa maldita perra de la vida de
Jenna. Debería haberlo hecho antes, pero realmente no vi hasta qué punto era
una puta intrigante hasta hace poco ".

Lucy suspiro. "¿Juras que no estabas enganchado con ella?"

"Lo juro, bebé".

La ira en sus ojos comenzó a desvanecerse y ella asintió. "Está bien", murmuró,
finalmente creyéndome.

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Sonreí, agradecido de que nuestra amistad fuera lo suficientemente fuerte como


para que ella pudiera confiar en mí de todo corazón. "¿Todavía estas enojada
conmigo?"

"Un poco". Sin embargo, ella estaba sonriendo, así que no me preocupaba. “Deja
de amenazar a mis amigos con el desempleo. No es agradable."

Me encogí de hombros. "No me gusta que coquetee contigo". No me gustaba


que nadie coqueteara con ella. O mirándola. Joder, ni siquiera me gustaba que
respiraran cerca de ella. Dio un pequeño paso más cerca, sus ojos oscuros se
iluminaron un poco mientras me miraba. "No me gusta así", murmuró. "No me
gusta nadie así ..."

Por la forma en que lo dijo, la mirada en sus ojos me dijo que había dejado la
parte más importante. La parte ‘excepto tú’. Mi cuerpo decidió que mi cerebro
era demasiado estúpido para mantener el control y que estaba frente a ella antes
de darme cuenta de que me estaba moviendo.

Sus pestañas bajaron, su boca se abrió en un pequeño jadeo cuando la atraje


contra mí y lentamente bajé la cabeza.

Solo un beso, me prometí a mí mismo. Un pequeño beso.

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Capítulo 9
Lucy

¿En qué estaba pensando?

No podía creer que estaba haciendo esto. Los labios de Harris estaban sobre los
míos. Su aliento caliente estaba respirando dentro de mi boca cuando el insistía
y separaba mis labios. El sabor de él estaba en mi lengua. Podía sentir su cuerpo
respondiendo, endureciéndose aún más de lo que lo había hecho cuando
acababa de ser presionado contra mí.

Estaba hundiéndome profundo, el sabor, el olor y la sensación de él me


arrastraba como una ola. Ahogarse daba miedo, pero nunca se había sentido
tan bien. Mis manos se aferraron a él, queriendo estar lo más cerca posible.
Había estado soñando en secreto con este momento, deseándolo cada vez más
a medida que nuestra amistad se fortalecía nuevamente.

Nunca hubiera pensado que realmente podría experimentar esto. Tener al único
chico que siempre quise que me besara, que me tocara, que quisiera hacerme
eso. Esto se sintió como un sueño y esperaba nunca volverme a despertar.

Grandes y fuertes manos ahuecaron mi trasero, encerrándome contra su gran


cuerpo. Lo sentí, el calor, la fuerza, el maldito poder detrás de él, allí. Su lengua
rozó mi labio inferior y cuando levantó su cabeza una fracción de pulgada, estaba
respirando tan irregularmente como yo.

"Me prometí a mí mismo que no iba a hacer eso", murmuró bruscamente


mientras presionaba su frente contra la mía.

"¿Por qué?" Susurré. "N-no me quieres?"

Esas grandes manos apretaron mi trasero. “Joder, Lucy. Te quiero tanto que a
veces no puedo pensar con claridad ". Presionó otro beso rápido y duro en mis
labios, pero no se demoró. "Te deseo, y por primera vez en mi vida también
quiero mucho más. Eres mi mejor amiga, pero también eres mi jodida alma ".

Mi corazón se apretó por su confesión y me incliné hacia él, deseando que su


calor me envolviera y nunca me dejara ir. Esto fue una locura. Aquí estaba
diciendo algo que sentí, como si mi propia alma hubiera estado tratando de
hacerme entender por meses. Se sentía surrealista y si no hubiera sentido lo

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duro que estaba contra mí, lo caliente que estaba su aliento en mi mejilla, podría
haber pensado que estaba imaginando todo esto.

No habría sido la primera vez que mi imaginación se había alejado de mí así.

“Déjame besarte una vez más, Lucy. Solo una vez más antes de que tenga que
parar.” Pasó sus labios sobre mi mejilla hacia mi mandíbula. "Estoy tratando de
ser bueno aquí, cariño. Pero eso es casi imposible con lo bien que te sientes
contra mí ".

Cuando sus labios tocaron mi oreja, no pude evitar temblar. Maldición, me estaba
volviendo loca. Estaba perdiendo rápidamente el control sobre todas las
decisiones cognitivas, pero por una vez en mi vida no me importaba. Harris me
quería como yo lo quería a él. Eso fue aterrador pero emocionante, todo al mismo
tiempo.

Su boca rozó la mía, su lengua acarició mi labio superior. Me puse de puntillas,


rogándole en silencio que profundizara el beso. Con un gruñido profundo volvió
a meter su lengua en mi boca, sus manos apretaron casi dolorosamente mi
trasero. Me aferré a él con la misma fuerza, sin temor a que me cayera, pero que
él podría desaparecer si no aguantaba.

El beso podría haber durado toda la noche y hubiera pensado que había
terminado demasiado pronto, así que cuando levantó la cabeza después de solo
unos segundos, lloriqueé en protesta. Harris enterró su rostro en mi cuello. Todo
su cuerpo parecía zumbar con una energía que estaba invadiendo la mía.

"Joder, bebé". Sus manos se apretaron y se aflojaron en mi trasero como si


estuviera luchando consigo mismo. "Tengo que dejarte ir ahora o no voy a poder
caminar derecho por una semana".

"No quiero que me dejes ir", murmuré honestamente. “Esto se siente muy bien.
Se siente correcto ".

"Lo hace. Lo es “. Sentí su lengua en mi hombro y mi cuerpo decidió que iba a


hacerse cargo. Sentí que mis bragas se humedecían y mis pezones se
endurecían aún más de lo que ya lo habían estado.

Harris se apartó y puso dos pasos entre nosotros. Su pecho se agitaba con cada
respiración que tomaba, como si se esforzara físicamente al poner distancia
entre nosotros. "Pero no podemos hacer esto. No aquí y no ahora.

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Todo dentro de mí que había estado en llamas unos segundos antes, se convirtió
en hielo. Debería haber sabido que esto era demasiado bueno para ser real.
¿Qué era esto? ¿Había estado jugando un juego para ver si lo quería como
cualquier otra chica del mundo? Quería reír, llorar y golpear su rostro demasiado
guapo.

Maldito sea.

Y maldita sea yo también.

Como si pudiera leer todo lo que pasaba por mi cabeza, Harris me agarró de las
manos y me empujó contra él nuevamente. "No", gruñó. “Joder no, Lu. Estoy
deteniendo esto antes de que se salga de control, no porque no te quiera. Solo
tenemos que esperar, bebé. No puedo hacer esto contigo cuando solo tienes
diecisiete años. No está bien."

Mi garganta se obstruyó con lágrimas. "¿Q-qué no está bien sobre esto?" Si me


pareció muy correcto.

"Tienes diecisiete años. Tengo veintiún años. Sus brazos se apretaron a mi


alrededor. "He estado esperando que cumplieras dieciocho años. Cuando lo
hagas, quiero llevar esta amistad más allá”. Levantó la cabeza para que nuestros
ojos se encontraran. La seriedad en sus ojos color aguamarina era más intensa
que cualquier cosa que haya visto allí antes. "Si estás dispuesto a intentarlo,
quiero ver a dónde podemos ir desde aquí".

Una pequeña sonrisa se burló de mis labios cuando me di cuenta de lo que


estaba diciendo. No quería simplemente perder el tiempo. Harris quería algo
serio. Nunca lo había visto en una relación seria, nunca. "¿Me estás pidiendo
que sea tu novia, Harris?"

Sus ojos se oscurecieron. "Joder sí. Quiero que seas mi novia. Quiero ser tu
novio. Y el 2 de enero, quiero llevarte a nuestra primera cita. Si quieres esto
también.

Me mordí el labio. Decir que no, sería ir en contra de todo dentro de mí. Quería
a este chico, quería su amistad, amor y respeto. Debería haberle gritado que sí,
que quería todo eso. Lo único que me detuvo de un rotundo "sí" fue alguien que
podía convertir esto en algo épicamente feo.

Mi papa.

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No le iba a gustar que saliera con Harris. Mierda, no le iba a gustar que saliera
con nadie. En los ojos siempre cambiantes de Jesse Thornton, yo era su niña y
ningún chico sería lo suficientemente bueno.

"¿Lucy?" Los ojos de Harris se oscurecieron. "Bebé, si estás tratando de


decepcionarme fácilmente, acaba con esto. No estoy seguro de poder manejar
mucho más de esto ".

Puse los ojos en blanco. "Relajarte. No te estoy rechazando. Quiero esto tanto
como tú”. Hice una mueca. "Estaba pensando en lo muerto que estarás cuando
mi padre se entere".

"Um, esperaba que me protejas de él y de los Demonios". Él sonrió y me dio un


beso en la frente.

Me reí. "Sí, bueno, no puedo hacer milagros". Me mordí el labio, tratando de


averiguar qué iba a hacer con mi padre y sus hermanos de banda. "Tal vez…"

Harris levantó una ceja. "¿Tal vez qué?"

Solté un suspiro frustrado. "Tal vez deberíamos guardar esto para nosotros por
un tiempo".

“No somos Romeo y Julieta, Lucy. Nuestras familias realmente se quieren. Tu


papá y el mío son buenos amigos”. Harris se recostó contra su escritorio y me
tiró entre sus piernas.

"Sí, bueno, si quieres que siga así, probablemente deberíamos mantener nuestra
relación tranquila hasta que se me ocurra una forma de decírselo a mi padre sin
que él reúna a los Demonios y planee tu asesinato". Odiaba la idea de
mantenernos en secreto, pero mi papá era demasiado intenso cuando se trataba
de salir con chicos. "¿Por favor? Solo por un poco de tiempo."

Soltó un suspiro largo y frustrado. “Está bien. Por un poco de tiempo. "

Me apoyé contra él, queriendo besarlo nuevamente, pero sabiendo que no era
una idea inteligente en ese momento cuando quería un poco más que solo
besos. Me encantó que Harris quisiera hacer las cosas bien. Que quería esperar
hasta que yo tuviera dieciocho años antes de llevar las cosas más lejos.

Sin embargo, definitivamente iba a ser un mes largo.

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Una sonrisa se burló de mis labios mientras descansaba mi cabeza sobre su


pecho y escuchaba su corazón palpitante. No podía esperar.

Siguiente libro: “Craving Lucy”

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Sobre la Autora;
Terri Anne Browning es la autora superventas de USA TODAY de The Rocker ...
Series. Comenzó a escribir sus propias novelas a la edad de dieciséis años,
obligando a su hermana a ser su único club de fans. Ahora tiene algunos lectores
más y mucha más pasión por la escritura. Siendo disléxica, nunca pensó que
una carrera en la escritura sería posible, sin embargo, ha estado en las listas de
mejores ventas varias veces desde 2013. Reese: A Safe Haven Novella fue su
primer libro publicado en Indie. The Rocker Who Holds Me cambió las mesas y
comenzó la serie The Rocker ... con los miembros pecaminosamente deliciosos
de Demon's Wings. La serie Rocker ... se ha expandido a OtherWorld con Axton
Cage y los miembros de su banda. Otros libros de Terri Anne incluyen Angel's
Halo MC Series y The Lucy & Harris Novella Series.

Terri Anne vive en Virginia con su esposo, sus tres demonios, err, hijos, y un
adorable Bulldog Inglés llamado Olde.

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