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El progresivo grado de judicialización de los derechos humanos a partir de la

segunda guerra mundial, unido a la proyección de criterios científicos sobre el


tratamiento para la resocialización del delincuente han propiciado en el ámbito
penitenciario la aparición de un derecho emergente con unos perfiles cada vez
más característicos, para ganar cada día una mayor autonomía respecto a
otras ramas del derecho más generalistas.

Pero este proceso de diferenciación no puede alimentar unas consecuencias


falsamente progresistas para el actual marco legal. Porque al margen de la
incidencia real que los nuevos Juzgados de Vigilancia Penitenciaria o de
Ejecución en la República de Honduras vayan a tener en el escenario
garantista de la ejecución del título privativo de libertad y la futura rehabilitación
o resocialización del delincuente, el ámbito penitenciario viene muy influido por
los criterios antagónicas que continua e históricamente vienen lastrando la
posible modernización del sistema penitenciario. Pues si la Constitución ha
sancionado como mandato-deber para los Poderes Públicos, una orientación
progresista y humanista para las penas de privación de libertad, el
cumplimiento de este tipo de condenas viene tradicionalmente conducido con el
acompañamiento de las “necesarias medidas de seguridad y contención” de la
persona interna. Todos son sospechosos de pretender quebrantar la condena.
Por decirlo en palabras empleadas por un gran Magistrado que llegó a ser del
Tribunal Supremo, en una sentencia condenando por un delito cometido a un
Agente de la Autoridad que custodiaba a un preso. “La principal necesidad –
que no obligación- de la persona detenida es escapar para tratar de recuperar
su libertad...”. Sin negar la validez de tal afirmación, defenderemos la
necesidad de deslindar una y otra intervención de los Poderes Públicos sobre
la persona privada de libertad: la de su tratamiento rehabilitador y la de su
custodia y seguridad.

Así las cosas, se puede interpretar que ambas funciones –tratamiento


rehabilitador y custodia del condenado- son sinónimas o las dos caras de una
misma moneda. Pero en términos ideales y sin pretender encender la llama de
un discurso revolucionario, estimo que mejor estarían disociadas. Parece que
sería mejor que unas, las de estricta contención y seguridad “intramuros” del
establecimiento penitenciario estuvieran a cargo de un personal “ad hoc” (ó de
las Fuerzas de Seguridad del Estado, ocupadas actualmente de la seguridad
en el recinto exterior) sin entrar en contacto directo con el interno. Mientras que
las otras-el tratamiento- estuvieran a cargo de funcionarios penitenciarios
especializados en las técnicas del diagnóstico y evaluación del riesgo que
comporta un sistema de rehabilitación y reinserción. Porque en la práctica
actual desdichadamente se embrollan unas y otras. De suerte que a menudo
se confunde el concepto de “disciplina” por la servidumbre ciega a la acción de
los funcionarios y la aceptación de valores pronormativos por conducta que no
causa problemas a la vida regimental, estando está sometida a unas rígidas
pautas de conducta de un estilo que imita a la vida de un convento de clausura.
¿Quiénes pueden imponer resoluciones donde se condene a una persona?

Jueces de Paz en función de las faltas. Jueces de letras cuando se trate de


procedimientos expeditos, cuando se trate de procedimientos abreviados.
Jueces de Sentencia a través de una resolutoria de una sentencia definitiva
condenatoria. Y cuando se refiere a una autoridad competente es precisamente
que también la sala delo penal podrá entonces de acuerdo con las facultades
que tiene de acuerdo con el recurso de casación penal poder establecer una
resolución donde quede firme y pasa entonces al Juzgado de Ejecución.
El Juicio oral y público se inicia primero informándole a las partes, mejor dicho,
al imputado cuáles son sus derechos, luego identificándose si realmente se
encuentran las partes y después dándoles turnos para que formalicen los
cargos y por otro lado para que conteste los cargos la defesa, en ese momento
es para que el fiscal fije los hechos sobre los cuales está planteando la
situación y en ese momento se le pregunta que norma sustentara sobre ese
juicio oral y público.
Los delitos y las faltas cometidos hasta el día de entrada en vigor del presente
código penal vigente se juzgan conforme a las normas penales que se
derogan. (Ejemplo: un homicidio que se ha ejecutado el 25 de mayo del año
2018 debe de ser de acuerdo con loque señala esta norma debe ser juzgado
conforme a la norma penal que se derogo, esa es la regla general. La
excepción es: excepto si las disposiciones del presente código resultan más
favorables, tomadas en su conjunto en cuyo caso se aplicarán las anteriores. El
artículo 192 del código penal vigente señala en la estructura del tipo penal, que
la pena a imponerse en un delito de homicidio la pena a imponerse será la de
15 años de reclusión. (Relación del artículo 116 con el artículo 1993 del Código
Penal Vigente). Las ¾ partes de una pena de 15 años es: 11 años, 4 meses.
Esto conforme al código penal derogado.
El Juicio oral y público se inicia primero informándole a las partes, mejor dicho,
al imputado cuáles son sus derechos, luego identificándose si realmente se
encuentran las partes y después dándoles turnos para que formalicen los
cargos y por otro lado para que conteste los cargos la defesa, en ese momento
es para que el fiscal fije los hechos sobre los cuales está planteando la
situación y en ese momento se le pregunta que norma sustentara sobre ese
juicio oral y público.

Se establece la pena de privación de la libertad a perpetuidad. La Ley Penal


determinará su aplicación para aquellos delitos en cuya comisión concurran
circunstancias graves, ofensivas y degradantes, que por su impacto causen
conmoción, rechazo, indignación y repugnancia en la comunidad nacional. Las
penas privativas de la libertad por simples delitos y las acumuladas por varios
delitos se fijarán en la Ley Penal.
Pena Prescriptiva: pena general para todos, sin distinción de cada caso
concreto.

Pena Confiscatoria: dan derecho al Estado de apropiarse de los bienes del


condenado. En principio pareciera que la ley de extinción del dominio para
apropiarse de todos los bienes de los narcotraficantes, incluyendo aquellos
adquiridos por herencias es confiscatorio.

Por eso hablaremos en la clase de la sentencia Pacheco Teruel vs Honduras


que fue una sentencia por la cual la corte interamericana de los derechos
humanos se pronunció en relación con que el estado de Honduras no estaba
cumpliendo con esta condición de separar a las personas que se encuentran
cumpliendo medidas cautelares de prisión preventiva con relación a los que
han sido condenados por sentencia judicial. Ya que es un mandato
constitucional que debe cumplirse. ¿cuáles son los fines que persigue una
pena de privación de libertad? Define a las cárceles como establecimientos de
seguridad y defensa social. Se tiene una visión que el sujeto es peligroso para
la sociedad a atacado de forma grave un bien jurídico tutelado, por cuanto debe
estar separado del contexto social. Por eso la cárcel se convierte en una
defensa social contra aquellos que atentan contra el orden social, los bienes
jurídicos protegidos por un código penal y constitucional.

Se debe procurar, mejor dicho, debería ser un mandato que la cárcel debe de
estar sustentada sobre la base de rehabilitación del recluido, para prepararlo
para el trabajo. Una vez que cumple su condena se puede reinsertar a la
sociedad, sin ser estigmatizado ni discriminado por el cumplimiento de una
condena previa.

Penas que se pueden imponer según su naturaleza:

Las penas que se pueden imponer son:

1- las privativas de la libertad, (prisión a perpetuidad, prisión, arresto


domiciliario, detención de fines de semana).
2- -privativas de otros derechos distintos a la libertad y
3- -penas de multas ya sean con carácter principal o como accesorias.
Definir en que consiste la pena principal y diferencia con una pena
accesoria.
Lo que no se consideran penas, pero también son restrictivas de derecho.

1- Medidas cautelares
2- - Privación de derechos establecidos en las leyes civiles
3- - Sanciones administrativas. ¿El comiso es una pena? ART.101 y el 73
constitucional (relacionarlos) ¡NO! Ya que es una consecuencia
accesoria establecido en el 101.Ya que se establece que toda PENA por
delito DOLOSO y a reserva de los previsto en el art. 73 constitucional.

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