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Franja Morada UCSE 1

UNIDAD 16

LA REACCION PENAL

1) La pena. Concepto. Clases


2) Penas privativas de la libertad. Prisión y reclusión, diferencias
3) La prisión preventiva, naturaleza jurídica y procedencia. Cómputo
de la prisión preventiva.
4) La pena de multa. Naturaleza y objeciones
5) La pena de inhabilitación. Concepto, clases. La inhabilitación
como pena única, conjunta o accesoria
6) La libertad condicional. Concepto y naturaleza jurídica. Requisitos
para obtener la libertad condicional en el CP: temporales y
conductuales. Violación de las condiciones. Casos de quienes
cumplen reclusión por tiempo indeterminado (art 52 del CP)
7) La condena de ejecución condicional. Naturaleza y finalidad.
Condiciones. Revocación del beneficio.
8) La unificación de pena, de condena y de sentencia. Plenario
Hidalgo

1) LA PENA. Concepto y Clases.

1.1.- Concepto

La pena es la consecuencia del delito. Es una institución


de derecho público que limita los derechos de una persona que ha
cometido un delito. La pena es establecida mediante una sentencia
firme emitida por un órgano judicial.

Las medidas de seguridad, en cambio, consisten en


medios que se adoptarán para prevenir, tanto en caso de personas
que han cometido injusto penal –conducta, típica, antijurídica- como
así también, en algunos casos, en el que se ha cometido delitos -
conducta, típica, antijurídica y culpable- como en el caso de personas
que infringido las leyes de estupefacientes.

1.2.- Características de la pena.

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La pena se caracteriza por ser: personal, necesaria y


suficiente, pronta e ineludible e individualizada.

1. Personal: una pena es personal porque afecta a la


persona que ha cometido el acto delictivo. El carácter personal
cumple dos funciones, una relacionada con el principio de
culpabilidad, con el que se garantiza que se castigará al responsable
del hecho. Y otra con la pena se castiga al responsable del acto, por
lo que se hace una prevención a la comisión de los delitos.

2. Necesaria y suficiente: la pena es necesaria para


alcanzar el fin que busca el sistema del derecho penal y debe ser
suficiente, es decir, proporcional al hecho cometido.

Debido a esta característica es por lo que las penas tienen unos límites
máximos y mínimos.

3. Pronta e ineludible: la pena debe ser impuesta dentro


de los límites temporales previstos para ello. El principio de plazo
razonable interpela a los operadores jurídicos a evitar dilaciones
indebidas de la Administración de justicia.

También debido a las exigencias procesales y preventivas


la pena debe ser pronta, ya que pueden desaparecer pruebas o
hacerse más difícil su determinación con el paso del tiempo.

Además, la justicia deber ser lo más rápida posible en cuanto a la


determinación del castigo, para que así la sociedad confíe en la
justicia, al ver que, una persona que comete un delito no queda
impune.

Es ineludible porque las penas se pueden establecer a


todas las personas que forman parte de la sociedad. Ninguna persona
que haya sido castigada por un delito quedará libre de su
correspondiente pena.

4. Individualizada: la pena es individualizada ya que ésta


se impone a la persona a la que ha cometido el acto delictivo.
Además se analizan las principales circunstancias de la culpa y del
culpable, circunstancias que pueden agravar o atenuar o incluso
suprimir la pena.

El sistema de las penas se rige por una serie de principios


que son: el de legalidad, proporcionalidad, re-socialización y
humanización.

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1.3.- Las penas en nuestro código penal. Clases.

Las penas principales reconocidas en nuestro código


penal son la reclusión, la prisión, la multa y la inhabilitación. Las mismas
están enunciadas en el Art. 5 del CP.

Las dos primeras son penas que privan de la libertad


personal, en tanto que la multa afecta al patrimonio del penado y la
inhabilitación a ciertos derechos del mismo.

La conminación de las penas se hace en la parte especial,


hallándose en forma separada, alternativa (o) o conjunta (y).

Hay conminación separada cuando solo se conmina una


de las penas: prisión de uno a cuatro años en el Art. 83 CP, por ejemplo.

Hay conminación alternativa cuando se conminan dos


penas, entre las que el juez debe elegir. La conminación alternativa
puede ser paralela, en el caso en que la cantidad de pena es la
misma, cambiando solo la calidad, lo que suele suceder en la
conminación alternativa de prisión y reclusión (así, el Art. 79, de ocho
a veinticinco años de reclusión o prisión). Puede ser también no
paralela, cuando las penas alternativamente conminadas cambian en
calidad y cantidad, como sucede cuando se conmina prisión o multa
(Art. 94, por ejemplo).

La conminación conjunta es muy frecuente en nuestro CP:


art 84, por ejemplo.

También se hallan las penas accesorias, que son las que se


derivan de la imposición de las principales, sin que sea menester su
especial imposición en la sentencia. Las penas accesorias son la
inhabilitación absoluta del Art. 12 CP, y el decomiso del Art. 23 CP.

El cuadro de las penas accesorias se completa dentro de


nuestra legislación penal con una pena accesoria que requiere ser
expresamente impuesta por el tribunal, que es la reclusión accesoria
por tiempo indeterminado del Art. 52 del CP.

Reclusión

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Privativas de la libertad

Penas principales
Prisión

Patrimoniales Multa

Privativas de derechos Inhabilitación

Inhabilitación absoluta (Art. 12 CP)


Decomiso (Art. 23 CP)

Penas accesorias

Clausura y otras consecuencias penales previstas en


leyes especiales.

Que debe ser pronunciada por un tribunal


(Reclusión accesoria por tiempo indeterminado)
(Art. 52 CP)

1.4.- La relativa indeterminación de la pena.

El CP argentino sigue el sistema que se conoce como de


las penas “relativamente indeterminadas”. Salvo las penas que por su
naturaleza no admiten la cuantificación, las demás se establecen
legalmente en forma relativamente indeterminada, es decir, fijando
un mínimo y un máximo y dejando que el juez determine en concreto
la cuantía de la misma conforme a las reglas de los Arts. 40 y 41 CP.

“La determinación judicial de la pena no sólo exige la


fundamentación inherente a todo pronunciamiento condenatorio –
como lo imponen los códigos procesales- sino que además se
encuentra sujeta al análisis de los arts. 40 y 41 Código Penal.
Dicha tarea requiere que el tribunal indique en qué medida las pautas
contenidas en los arts. 40 y 41 Código Penal trascienden al juicio sobre

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la mayor o menor peligrosidad del condenado y que, en definitiva,


incidirán en la graduación de la pena.

Por lo contrario, tal exigencia no se satisface si la sentencia


sólo contiene una afirmación de que se han tomado en
consideración las circunstancias previstas por el legislador, sin
siquiera detenerse en precisar por qué deben ser consideradas,
cómo han incidido en la decisión y menos aún en qué medida.
Esto sucede cuando el juzgador sólo efectúa apreciaciones
genéricas acerca de las circunstancias consideradas atenuantes y
soslaya la consideración de aquellas que lo llevaron a apartarse de
los mínimos previstos en las diferentes figuras imputadas.

El monto de la pena debe ser impuesta dentro de los límites


mínimos y máximos establecidos por la ley para los delitos por los que
se condena al imputado pero a la vez debe encontrarse precedida
de argumentación suficiente, es decir, hacer conocer el iter lógico
seguido por los sentenciantes.

1.4.1.- El código penal art. 40 y 41

En el artículo 40 dispone que: En las penas divisibles por


razón de tiempo o de cantidad, los tribunales fijarán la condenación
de acuerdo con las circunstancias atenuantes o agravantes
particulares a cada caso y de conformidad a las reglas del artículo
siguiente.

El artículo 41 dispone: A los efectos del artículo anterior, se


tendrá en cuenta:

1º. La naturaleza de la acción y de los medios empleados


para ejecutarla y la extensión del daño y del peligro causado;

2º. La edad, la educación, las costumbres y la conducta


precedente del sujeto, la calidad de los motivos que lo determinaron
a delinquir, especialmente la miseria o la dificultad de ganarse el
sustento propio necesario y el de los suyos, la participación que haya
tomado en el hecho, las reincidencias en que hubiera incurrido y los
demás antecedentes y condiciones personales, así como los vínculos
personales, la calidad de las personas y las circunstancias de tiempo,
lugar, modo y ocasión que demuestren su mayor o menor peligrosidad.
El juez deberá tomar conocimiento directo y de visu del sujeto, de la
víctima y de las circunstancias del hecho en la medida requerida para
cada caso.

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Cabe destacar que toda pena que se impone en nuestro


país debe estar fundada en estos dispositivos legales. De lo contrario
es causal de nulidad de la pena.

1.4.2.- Quantum de la pena

Un sector de la jurisprudencia sostiene que el Tribunal


determina la legalidad de la pena. Entienden que en virtud del
principio iura novit curia los jueces tienen potestad, dentro de la escala
legal, de imponer la pena que crean justa.

En tanto que otro sector, en los cuales nos incluimos,


consideramos que el tribunal no está habilitado constitucionalmente
para dictar una pena mayor a la requerida por el Ministerio Fiscal.

De admitirse ello se estaría violando el derecho de defensa


y debido proceso legal. Se afecta el derecho de defensa porque en
los alegatos de clausura las partes –Fiscal y Defensa Técnica- cerrando
el debate solicitan el quantum de la pena, es decir, el titular de la
acción penal entiende que el monto justo es el que está solicitando
en los alegatos. La defensa técnica, por su parte, se defiende de ello
en dicha instancia. El conflicto es entre las partes –sistema acusatorio-
y se resuelve con las pretensiones de ambas. Si el tribunal impone una
pena mayor a la pretensión punitiva fiscal deja indefenso al imputado
que no esperó que los jueces se entrometan en la discusión del
proceso imponiendo una pena más allá de la solicitada por las partes
–ultra petita-. Se viola el debido proceso legal porque los jueces al
imponer pena mayor a la peticionada por el fiscal dejan de ser
imparciales –porque están demostrando que tienen un interés en el
conflicto- e impartiales –porque los jueces asumen la postura de parte
imponiendo una pena superior a las peticionadas por aquellas.

1.4.2.1.- El monto de la pena la imponen los jueces

“El monto de la pena elegido por los Sres. Jueces de


Cámara es inferior a la requerida por el Ministerio Público Fiscal, aun
con la declaración de reincidencia. De modo que la queja no es
válida por no haber perjuicio para el imputado. Sin perjuicio de lo
dicho, es preciso anotar que los jueces pueden y deben, en virtud del
principio iura novit curia, aplicar el monto de la pena correspondiente,
de acuerdo a la ley.

La CSJN ha sentenciado que “Carece de sustento la tacha


de arbitrariedad vinculada con el monto de las penas impuestas, en

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la medida en que han sido aplicadas dentro de los límites mínimos y


máximos establecidos por la ley para los delitos por los que se condenó
a los procesados.” (Magistrados: Levene, Cavagna Martinez, Barra,
Fayt, Belluscio, Nazareno, Moliné O'Connor, Boggiano. Abstención:
Petracchi. A. 38. XXIII. “Abella, Juan Carlos y otros s/ artículo 80, incisos
2, 6 y 7, etc. del Código Penal -ley 23077”; 17-03-92).

Los jueces obraron de acuerdo con su deber y expresaron


el fundamento de la pena seleccionada, dentro de la escala punitiva
legal, por lo que no concuerdo con la queja de la defensa.". “L., L.A.
p.s.a. de abuso sexual a J.B.L./”(expediente 20.402 – L - 2006) / Del voto
en mayoría del Dr. Panizzi

1.4.2.2.- El monto de la pena no puede exceder a la


pretensión fiscal.

"Conforme la doctrina sentada por esta Sala Penal en


autos /“Fortete, Germán Rosario s/ homicidio“/ –Expte. 20.497-F-2006-
(sentencia registrada bajo el nro.7 del 6 de febrero de 2007), se
entiende que la pretensión punitiva del ministerio fiscal, como titular
de la acción pública, es el límite que el tribunal tiene para la
determinación del monto de la pena. En razón de lo cual en este punto
la sentencia debe ser revocada, debiéndose reducir el monto al
reclamado por el Ministerio Público Fiscal.".- “PUGH, Luis Rubén p.s.a.
Robo agravado- (Expediente N° 19.282 – F° 67 - Año 2003) Año 20071.-

1.4.2.3.- Valoración para determinar la pena.

"Merecen los imputables la aplicación de una pena, y en


la escala escojo la de sesenta días de prisión de ejecución condicional
(arts. 96 y 26 del C.P) por las razones que de continuo expongo.

Para la selección de ese monto- dentro del rango cuatro


a ciento veinte días- se toma consideración, como atenuante, la edad
de los culpables, su grado de educación, y su entorno socio-
ambiental.

Como agravante se computa el grado de temeridad


evidente en el hecho bajo juicio, sucedido en el marco de una profusa
reunión pública y en la calle, a la vista, y el desprecio superlativo por
la integridad física del otro denotada por la manera en que
procedieron a darle una paliza en aquella ocasión, ebrio y procurando
escapar.

No parece que la cárcel –a esta altura y con la brevedad


de la condena- cumpla ningún fin y por ello me inclino por la

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condicionalidad que importará someterlos a las reglas que acorde el


art. 27 bis del C.P. deberán fijarse. En esa dirección propicio que se les
mande a: 1. Fijar domicilio y no mudarlo sin expresa autorización 2.
someterse al control de Patronato de Presos y Liberados.".- *“ABELAS,
Néstor s/ Homicidio en agresión” (Expediente 20.515 – A - 2006) Año
2007

1.4.2.4.- Ponderación de Agravantes y Atenuantes

El Tribunal de Juicio impuso la pena de 25 años de prisión


declarándolo reincidente, por los delitos de abuso sexual gravemente
ultrajante agravado por su carácter de ascendiente de la víctima en
concurso real con abuso sexual con acceso carnal agravado por una
relación de convivencia preexistente con la víctima, dos hechos en
concurso real (arts. 119, primer y segundo párrafos con relación al
cuarto párrafo inc. "b", primer y tercer párrafos con relación al inc. "f"
del cuarto párrafo, 45 y 55 del C.P.

Al momento de evaluar la pena impuesta se consideró que


se descartaba la aplicación del mínimo de la pena por la naturaleza
de los hechos cometidos en desmedro de un bebé de cinco meses y
de una niña de nueve años, lo que demuestran un grado de
reprochabilidad importante que obstaculiza ese quantum; Pero, por
otra parte, se considera las condiciones personales del imputado, en
función de su capacidad de motivarse en la norma del caso,
fuertemente condicionada por su condición psíquica y su historia vital;
La pena de cincuenta años, propiciada por el Ministerio Fiscal es
irracional; en cambio la de veinticinco años establecida por la
Cámara, es la pena máxima del homicidio y, sin desmedro de lo
execrable del delito cometido, existe una diferencia cualitativa
sustancial entre aquél y el que ocupa; De modo entonces que propicio
imponer la sanción de dieciocho años de prisión.

1.5.- Pena de Muerte.

El Art. 18 CN dice: “Quedan abolidos para siempre la pena


de muerte por causas políticas, toda especie de tormento y los
azotes”. A contrario sensu surge que la pena de muerte por causas
que no son políticas no estaría abolida en nuestro texto constitucional.

Los tratados internacionales de derechos humanos, en


particular la CADH, en el artículo 4 punto 3 si bien no la prohíbe existe
una tendencia hacia el abolicionismo de ésta pena en forma gradual.
Desde una perspectiva normativa la CADH prevé en el Artículo 4. El
Derecho a la Vida… Punto 3. No se restablecerá la pena de muerte

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en los Estados que la han abolido. Punto 4. En ningún caso se puede


aplicar la pena de muerte por delitos políticos ni comunes conexos
con los políticos. Punto 5. No se impondrá la pena de muerte a
personas que, en el momento de la comisión del delito, tuvieren menos
de dieciocho años de edad o más de setenta, ni se le aplicará a las
mujeres en estado de gravidez. Punto 6. Toda persona condenada a
muerte tiene derecho a solicitar la amnistía, el indulto o la
conmutación de la pena, los cuales podrán ser concedidos en todos
los casos. No se puede aplicar la pena de muerte mientras la solicitud
esté pendiente de decisión ante autoridad competente.1 El Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos legisla en similar sentido.2

La Corte Interamericana ha tratado algunos temas


generales relativos a la correcta interpretación de la Convención en
materia de pena de muerte. Ha establecido un criterio general de
interpretación restrictiva de la facultad que se confiere a los
Estados de aplicar esta sanción, lo mismo que en materia de reservas
sobre pena de muerte. La Corte IDH ha sostenido una interpretación
restrictiva de la facultad de aplicar pena de muerte en aquellos
Estados donde no ha sido abolida. Opinión Consultiva OC----3/83.
Restricciones a la Pena de Muerte (arts.4.2 y 4.4 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos). Resolución de 8 de
septiembre de 1983

También ha establecido la prohibición de restablecimiento


de la pena de muerte en aquellos países en que ha sido abolida o
respecto de aquellos delitos respecto de la cual no ha sido
contemplada Opinión Consultiva OC-3/83. Restricciones a la Pena de

1 Cf. La pena de muerte en la Convención Americana sobre Derechos Humanos y en la

jurisprudencia de la Corte Interamericana* Sergio García Ramírez.


http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0041-
86332005000300003#nota
2 PIDCP Artículo 6… 1. El derecho a la vida es inherente a la persona humana. Este derecho
estará protegido por la ley. Nadie podrá ser privado de la vida arbitrariamente. 2. En los
países en que no hayan abolido la pena capital sólo podrá imponerse la pena de muerte por
los más graves delitos y de conformidad con leyes que estén en vigor en el momento de
cometerse el delito y que no sean contrarias a las disposiciones del presente Pacto ni a la
Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio. Esta pena sólo podrá
imponerse en cumplimiento de sentencia definitiva de un tribunal competente. 3. Cuando la
privación de la vida constituya delito de genocidio se tendrá entendido que nada de lo
dispuesto en este artículo excusará en modo alguno a los Estados Partes del cumplimiento
de ninguna de las obligaciones asumidas en virtud de las disposiciones de la Convención
para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio. 4. Toda persona condenada a
muerte tendrá derecho a solicitar el indulto o la conmutación de la pena de muerte. La
amnistía, el indulto o la conmutación de la pena capital podrán ser concedidos en todos los
casos. 5. No se impondrá la pena de muerte por delitos cometidos por personas de menos
de 18 años de edad, ni se la aplicará a las mujeres en estado de gravidez. 6. Ninguna
disposición de este artículo podrá ser invocada por un Estado Parte en el presente Pacto
para demorar o impedir la abolición de la pena capital.

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Muerte (arts.4.2 y 4.4 de la Convención Americana sobre Derechos


Humanos). Resolución de 8 de septiembre de 1983.

En algunos casos la Corte Interamericana se ha referido


explícitamente a la necesidad de que el Estado adecúe su
legislación interna de forma tal que esta se condiga con los
estándares establecidos en la Convención Americana en materia de
pena de muerte. Caso Hilaire, Constantine y Benjamin y otros vs.
Trinidad y Tobago. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 21
de junio de 2002.

La legislación que impone pena de muerte como sanción


obligatoria es contraria a la Convención, ya que permite una
forma de privación arbitraria de la vida (art. 4.1CADH) Caso Hilaire,
Constantine y Benjamin y otros vs. Trinidad y Tobago. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 21 de junio de 2002

La pena de muerte sólo puede ser aplicada a los delitos


de máxima gravedad (art. 4.2CADH) Caso Raxcacó Reyes vs.
Guatemala. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 15 de
septiembre de 2005

Derecho de gracia o a solicitar un acto de clemencia


(art.4.6 CADH) Caso Hilaire, Constantine y Benjamin y otros vs.
Trinidad y Tobago. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 21
de junio de 2002. En el caso Fermín Ramírez vs. Guatemala. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de junio de 200517109. La
Corte considera que el derecho de gracia forma parte del corpus
juris internacional, en particular de la Convención Americana y
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Para estos
efectos, dichos tratados internacionales de derechos humanos
tienen preeminencia sobre las leyes internas, según lo
establecido en el art. 46 de la Constitución Política de la República de
Guatemala.

La Corte IDH se ha expedido también sobre la Pena de


Muerte e Integridad Personal (art. 5CADH) En el proceso de aplicación
de la pena de muerte se puede incurrir en infracciones al derecho a
la integridad personal de las personas condenadas o que corren
el riesgo de ser condenadas a dicha sanción extrema. Caso Hilaire,
Constantine y Benjamin y otros vs. Trinidad y Tobago. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 21 de junio de 2002

Pena de Muerte y Debido proceso (art. 8CADH) La


observancia del debido proceso debe ser estricta cuando existe la
posibilidad de aplicar pena de muerte. Opinión Consultiva OC-16/99.
El derecho a la información sobre la asistencia consular en el marco

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de las garantías de un debido proceso legal. Resolución de 1 de


octubre de 1999.

Pena de Muerte y Procesos de Extradición Corte IDH.


Caso Wong Ho Wing Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de junio de 2015. Serie C No.
297

Conclusión: En función del texto constitucional –art 18- y los


tratados internacionales de derechos humanos, como así también la
jurisprudencia de la Corte IDH podemos sostener que la llamada
“pena de muerte” es inconstitucional porque:

• Constituye una forma de tormento proscripta por el Art. 18 CN.

• Es un medio groseramente inadecuado para la obtención del


propósito perseguido, lo que viola el principio republicano de
gobierno (Art. 1 CN).

• El modo y los casos para los cuales se implanto en la argentina y


suele reclamársela en Latinoamérica, generalmente viola la
pauta tradicional de no imponer esa “pena” por causa política,
que la CN consagra expresamente.

1.6.- Formas de manifestación de la coerción penal


excluida de nuestra legislación.

Todas las formas de castigo corporal quedan excluidas de


nuestra legislación penal por disposición del Art. 18 CN, al descartar
“toda especie de tormento y los azotes”.

Acabamos de ver que la llamada pena de muerte queda


hoy incluida como una especie de tormento, lo que la excluye de
nuestro sistema penal.

El Art. 17 de la CN proscribe tan bien la confiscación de


bienes: “La confiscación de bienes queda borrada para siempre del
código penal argentino”.

Una forma común de pena hasta el siglo pasado era la picota, esta
forma de punir no está expresamente excluida por nuestra CN,
creemos que es inconstitucional, por importar una especie de
tormento.

En función del principio de humanidad debe considerarse


que nuestra legislación penal no admite ninguna pena

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irracionalmente cruel, puesto que, tal como lo señaláramos, la


proscripción del tormento y de los azotes no es limitativa, sino
indicativa del principio de la racionalidad y del principio de
humanidad.

Está proscripta cualquier pena que importe una


incapacitación física u orgánica del sujeto (castración, esterilización,
amputaciones, etc.), como cualquier pena verdaderamente
perpetua y cualquier consecuencia perpetua de un delito.

2) RECLUSIÓN Y PRISIÓN. Diferencias.

2.1.- Concepto.

Hemos dicho que la diferencia fundamental entre la


reclusión y la prisión deriva históricamente de que la primera se
remonta a las viejas penas infamantes, es decir, que en un origen era
una pena que quitaba la fama, la reputación, privaba del honor, en
tanto que la prisión se remonta a penas privativas de libertad que no
tenían ese carácter. En la sanción de CP de 1921 puede observarse el
resabio del origen remoto de la diferencia en que los sometidos a
reclusión podían ser usados en trabajos públicos, en tanto que los
sometidos a prisión solo lo podían ser en trabajos dentro de los
establecimientos dedicados exclusivamente a ellos.

El régimen de trabajo a que se debía someter al recluso,


conforme al texto original del CP, era más duro que el que debían
soportar los sometidos a prisión.

No obstante, las diferencias en cuanto a la ejecución de


las penas de reclusión y prisión han quedado derogadas, puesto que
los Arts. 6, 7, y 9 CP, si bien no están formalmente derogados, han
perdido vigencia como resultado de la ley penitenciaria nacional o, lo
que actualmente se denomina, ley de ejecución de la pena prevista
en la ley 24.660 y sus modificatorias.

Esta ley no establece diferencia alguna para la ejecución


de las penas de reclusión y prisión, suprimiendo las denominaciones de
recluso y preso y unificándolas con la de “interno” (Art. 15), sin
prescribir ninguna diversificación de tratamientos, de establecimientos
ni de régimen de trabajo basada en esa distinción.

2.2.- Prisión y reclusión

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¿Coexisten las penas de prisión y reclusión o ha operado


alguna forma de derogación de la segunda? Las respuestas se
perciben desde dos extremos opuestos, ya que algunos jueces
defienden la existencia de la reclusión –porque todavía está prevista
en la ley- y otros en cambio sostienen que se encuentra virtualmente
derogada y por ende no la aplican.

La Corte Sup., “Méndez, Nancy Noemí” (Fallos 328:137,


22/02/2005), tres de los ministros se pronunciaron además sobre la
derogación virtual de la pena de reclusión (Considerando 8°), veamos:
“Que, por lo demás, cabe destacar (habida cuenta las
consideraciones formuladas a mayor abundamiento en la sentencia
apelada) la acertada decisión del tribunal oral que corrigió el
cómputo de fs. 640, dado que la pena de reclusión debe considerarse
virtualmente derogada por la ley 24.660 de Ejecución Penal puesto
que no existen diferencias en su ejecución con la de prisión, de modo
tal que cada día de prisión preventiva debe computarse como un día
de prisión, aunque ésta sea impuesta con el nombre de reclusión”.

Posteriormente, la CSJN en el año 2007 y 2013, llegaron


otros casos a la Corte Sup., también en relación al art. 24 del CP
(“Gorosito Ibáñez, Carlos Ángel”, 11/09/2007, “Esquivel Barrionuevo,
Víctor Carlos”, Fallos 330:4465, 17/10/2007, y “Oscar Edelmiro Spósito”,
05/11/2013) y lo particular de la respuesta de la Corte residió en que
la mayoría de los jueces se remitió al Considerando 8° del Fallo
“Méndez” (Fallos 328:137).

En suma, podemos decir que normativamente se mantiene


la diferencia –en el Código Penal subsiste la pena de prisión y reclusión
e inclusive existen diferencias entre ellas siendo más grave ésta última-
la Corte Suprema de Justicia de la Nación como ha quedado de
manifiesto en el párrafo anterior la pena de reclusión debe
considerarse virtualmente derogada por la ley 24.660 de Ejecución
Penal puesto que no existen diferencias en su ejecución con la de
prisión…

2.2.1.- La diferencia normativa aún subsiste en los


siguientes casos:

•El arresto domiciliario sustitutivo no se aplica a la reclusión.

•Diferente tiempo de cumplimiento para la obtención de la


libertad condicional por parte del que hubiera sido condenado a tres
años o menos.

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•Cómputo de la prisión preventiva: se llama prisión preventiva a


la privación de libertad que sufre quien aún no ha sido condenado, es
decir, quien aún está procesado porque todavía no ha habido
sentencia, la que bien puede ser condenatoria como absolutoria. De
allí, su carácter preventivo, que solo tiene por objeto asegurar la
presencia del procesado, es decir, evitar su fuga ante la concreta
amenaza de una pena. Se trata de un instituto cuyo estudio
corresponde al derecho procesal penal. No obstante no ser
propiamente pena, constituye una privación de libertad que, en la
realidad de nuestros sistemas procesales, suele prolongarse
frecuentemente por años. Puesto que la prolongación de la prisión
preventiva no es imputable al procesado, sino a los mismos órganos
del estado, es lógico que toda reacción estatal nacida del delito y
que prive de la libertad al procesado sea imputada después a los
efectos de la pena, principio que recoge el Art. 24 del CP,
estableciendo que se computara, por un día de prisión preventiva uno
de prisión y por dos días de prisión uno de reclusión.

•La reclusión no se puede imponer condicionalmente.

•Las escalas de reducción por tentativa y participación son


diferentes para la reclusión y para las prisiones perpetuas.

•La reclusión y la prisión tienen distintos mínimos.

Prisión Reclusión
No puede reemplazarse por arresto
Puede reemplazarse por arresto
domiciliario
domiciliario en los casos del Art. 10 CP.
Debe cumplirse durante ocho meses
Debe cumplirse durante un año para
para obtener la libertad condicional por
obtener la libertad condicional por el
el condenado a tres años o menos (Art.
condenado a tres años o menos (Art. 13).
13).
Un día de prisión preventiva se computa Dos días de prisión preventiva se
por uno de prisión (Art. 24). computan por uno de reclusión (Art. 24).
Puede imponerse condicionalmente en No puede imponerse condicionalmente.
los supuestos del Art. 26 CP.
La reclusión perpetua se reduce en casos
La prisión perpetua se reduce en caso de
de tentativa (Art. 44) y de complicidad
tentativa (Art. 44) y de complicidad (ara
(Art. 46) por reclusión de quince a veinte
46) a prisión de diez a quince años.
años.
El mínimo por delito consumado es de El mínimo por delito consumando es de
quince días (conminado en el Art. 243). seis meses (conminada en el Art. 93).

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 15

3.- PRISIÓN PREVENTIVA. Naturaleza y objeciones

3.1.- Prisión preventiva.

La prisión preventiva es una medida cautelar –no punitiva-


dispuesta por el juez interviniente que consiste en la encarcelación de
una persona que se encuentra sometida a una investigación criminal
hasta que llegue el momento de su juicio.

De este modo, la prisión preventiva priva al acusado de su


libertad durante un determinado periodo, aun cuando todavía no
haya sido condenado, lo que implica, que está privado de su libertad
cuando todavía desde el punto de vista constitucional es inocente.
Por dicha razón en los códigos procesales está prevista esta figura pero
para ser utilizada de modo excepcional. En la práctica se la utiliza
como un modo normal.

El fundamento de la prisión preventiva es para garantizar


que el sospechoso de haber cometido uno o varios delitos se profugue
o entorpezca el accionar de la justicia. En el caso de profugarse no
podría continuarse con la investigación porque no está permitido el
juicio en ausencia del imputado. El entorpecimiento de justicia se
produce cuando el imputado estando en libertad podría eliminar
pruebas o presionar a los testigos o peritos motivo por lo cual se
dispone dicha medida.

3.2.- Naturaleza jurídica de la prisión preventiva.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos en


Palamara Iribarne vs Chile, tras analizar la legislación interna sobre
privación de libertad, la Corte concluyó que la jurisdicción militar
en Chile utilizaba la prisión preventiva como regla y no como
excepción, en contravención a las exigencias constitucionales que
asignaban carácter excepcional a medidas de privación de libertad
como la prisión preventiva. Más aún, dijo que no se habían tenido en
cuenta los elementos legales y convencionales para dictar la prisión
preventiva. En concreto, las autoridades judiciales no fundamentaron
ni acreditaron los hechos del caso que habrían vuelto indispensable la
prisión preventiva para el éxito de las diligencias precisas y
determinadas de la investigación, o que hicieran presumir que la
libertad del detenido fuera peligrosa para la sociedad o el
ofendido, como así lo requería la legislación. Todo lo cual constituía
una violación del principio de presunción de inocencia.

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 16

Un análisis similar había hecho la Corte en el caso López


Álvarez, al determinar los límites que rigen para la aplicación de
cualquier prisión preventiva. Estos son, los de legalidad, presunción de
inocencia, necesidad y proporcionalidad. Asimismo, estableció que la
privación de libertad constituye la medida más severa que se puede
imponer a un imputado y por tanto debe ser de aplicación
excepcional. 3 De esta manera, la Corte determinó que no es
suficiente con que la medida esté prevista y permitida por la ley,
sino que se requiere, además, “un juicio de proporcionalidad entre
aquélla, los elementos de convicción para dictarla y los hechos que
se investigan. Si no hay proporcionalidad, la medida será arbitraria”.4

La Corte también hizo un análisis de la necesidad de la


privación de libertad y concluyó que del artículo 7.3 de la Convención
se desprende la obligación estatal de no restringir la libertad del
detenido más allá de los límites estrictamente necesarios para
asegurar que aquél no impedirá el desarrollo eficiente de las
investigaciones ni eludirá la acción de la justicia.5 Las características
personales del supuesto autor y la gravedad del delito que se le
imputa no son, por si mismos, justificación suficiente de la prisión
preventiva.6

La prisión preventiva es una medida cautelar y no


punitiva. 7 Se infringe la Convención cuando se priva de libertad,
durante un período excesivamente prolongado, y por lo tanto
desproporcionado, a personas cuya responsabilidad criminal no ha
sido establecida. Esto equivale a anticipar la pena 8

Con la misma perspectiva la Corte Interamericana de


Derechos Humanos se pronunció en el caso “Instituto de
Reeducación del Menor”, donde las víctimas eran niños. Por otro lado,
cuando se estime que la prisión preventiva es procedente en el caso
de niños, debe aplicarse siempre durante el plazo más breve posible,
tal como lo establece el artículo 37.b) de la Convención sobre los
Derechos del Niño.9

3.3.- Cómputo de la prisión preventiva.

3 López Álvarez, párr. 67


4 López Álvarez, párr. 68
5 Igualmente, en Palamara Iribarne, párr. 198; Acosta Calderón, párr. 111; Tibi, párr. 180, y

Bayarri, párr. 74.


6 García Asto, párr. 106; Acosta Calderón, párr. 75; Tibi, párr. 180, y Bayarri, párr. 74
7 Igualmente, en García Asto, párr. 106; Acosta Calderón, párr. 75, y Tibi, párr. 180.
8 López Álvarez, párr. 69. Igualmente, en Acosta Calderón, párr. 111; Tibi, párr. 180, y

Suárez Rosero, párr. 77


9 “Instituto de Reeducación del Menor”, párr. 231.

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 17

"El art. 24 del C.P., en lo que interesa destacar, prescribe


que: "La prisión preventiva se computa así: por dos días de prisión
preventiva, uno de reclusión…". Como se ha dicho la prisión
preventiva es una medida cautelar no punitiva que se la decreta
cuando una persona todavía es inocente. El modo de computar los
tiempos de la misma en el CP no es adecuado motivo por lo cual la
CSJN ha declarado inconstitucional dicha norma.

En efecto, no parece congruente con nuestro plexo


normativo que a una persona que se le ha impuesto pena de reclusión
por sentencia no firme y que por lo tanto aún conserva el estado de
inocencia, se le compute por dos días de prisión preventiva, uno de
reclusión y que una vez que este estado se haya extinguido por
encontrarse firme la sentencia condenatoria, este cómputo sea por un
día efectivo de cárcel, uno de reclusión. Esto implica que, una vez que
el estado de inocencia cedió ante la sentencia firme, el cómputo es
más favorable que cuando se gozaba de ese estado.

No resulta siquiera lógico que una medida cautelar tenga


un cómputo más gravoso que una pena.

Por lo demás, el cómputo del art. 24 del C.P. afecta la ya


mencionada garantía de doble instancia. En efecto, si un condenado
por sentencia no firme recurre, como es su derecho, ante la alzada, el
tiempo que insuma la tramitación del recurso, le es computado en
forma más gravosa que si no hubiera recurrido y su sentencia hubiera
quedado firme.

De esta forma, la posible lentitud judicial en la resolución


de su planteo, cae sobre sus espaldas de la manera más injusta: para
que se le compute un día de reclusión, deber sufrir dos días en la
cárcel.

La ley 24.390 reparó en cierta forma esta injusta forma de


computar prevista en el art. 24 del código sustantivo, al disponer en su
art. 7 -hoy derogado- que transcurridos los dos primeros años de prisión
preventiva, "se computa por un día de prisión preventiva, dos días de
prisión o uno de reclusión". Esta ley, si bien mantuvo la diferencia
existente entre las penas de prisión y reclusión, terminaba
parcialmente con la violación constitucional referida en los párrafos
precedentes. Digo parcialmente ya que los dos primeros años sufridos
en prisión preventiva, continuaban computándose en la forma
gravosa antes descripta.

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 18

Por lo dicho y sin entrar a considerar la constitucionalidad


de la pena de reclusión, toda vez que este Tribunal ha perdido su
competencia en este punto por encontrarse la sentencia
condenatoria tramitando recurso extraordinario ante la Suprema
Corte, puede advertirse que el cómputo de la prisión preventiva en
caso de que se haya impuesto este tipo de pena, previsto en el art. 24
del C.P., es inconstitucional. Esto por violación de los arts. 18 y 28 de la
C.N.; 14 incs. 2 y 5 del P.I.D.C.y P. y 8 inc. 2 primer parr. y ap. h) de la
C.A.D.H.".

La Corte Suprema de Justicia de la Nación en relación al


cómputo de la prisión preventiva. M. 447. XXXIX. "Méndez, Nancy
Noemí s/homicidio atenuado -Causa Nº 862-" Buenos Aires, 22 de
febrero de 2005.

1) Nancy Noemí Méndez tenía una pena de cuatro años de


reclusión como autora del delito de homicidio atenuado por
haberse cometido en estado de emoción violenta -Artículo 81,
inc. a, del Código Penal-.
2) Se practicó el cómputo de la pena impuesta a la nombrada
cuando quedó firme la misma teniendo en cuenta que había
estado detenida en prisión preventiva durante siete meses y tres
días. Es este cómputo que fue cuestionado.
3) Que el tribunal de juicio oral hizo lugar al planteo de
inconstitucionalidad
4) Que la Sala III de la Cámara Nacional de Casación Penal
declaró la nulidad del fallo del tribunal oral
5) Que contra dicho pronunciamiento la defensa interpuso el
recurso extraordinario federal ante la CSJN
6) Que, la CSJN ha dicho que dado que la pena de reclusión debe
considerarse virtualmente derogada por la ley 24.660 de
ejecución penal puesto que no existen diferencias en su
ejecución con la de prisión, de modo tal que cada día de prisión
preventiva debe computarse como un día de prisión, aunque
ésta sea impuesta con el nombre de reclusión.

4) MULTA. Naturaleza y objeciones

4.1.- Multa. Naturaleza

4.1.1.- Se trata de una pena pecuniaria; afecta el


patrimonio del condenado pues impone la obligación de pagar la
suma de dinero indicada por el juez en su resolución, conforme a los
parámetros que la ley indica. En nuestro sistema legal vigente la
transferencia de ese dinero se produce en favor del Estado y no quita
la posibilidad de que en otros regímenes o en una futura reforma se

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 19

establezca un sistema de multa reparatoria, que cobrarían la víctima


o su familia.

4.1.2.- Siendo la multa una pena, participa de las


características de toda pena; Tiene como finalidad conseguir que el
individuo castigado internalice las pautas de comportamiento
exigidas por la sociedad.

4.1.3.- Dado el acelerado proceso de inflación argentino,


que ya lleva varias décadas, la moneda va perdiendo valor de una
manera más rápida que la marcha del proceso de reforma legislativa,
con la consecuencia notoria de que al cabo de unos meses las
previsiones del legislador quedan superadas por la realidad y la multa
no afecta en la misma medida.

4.1.4.- Esta consecuencia podría ser eliminada con el


sistema de los días-multa y el que aporta además la ventaja de una
menor individualización.

Sistema Días Multa. Algunos autores consideran que este


sistema surgió en Suecia –otros en cambio dicen que fue en Brasil-.
Consideramos que es el único sistema que realmente observa un
principio de justicia en la medida máxima posible, porque permite
desvincular una ley permanente como es un código penal de las
fluctuaciones monetarias, tan frecuentes en los últimos años que en
numerosos códigos se ha hecho necesario introducir modificaciones
circunstanciales para mantener los valores a un nivel razonable.

El sistema de días-multa debe ser aplicado no permitiendo


que la fijación de una día-multa se transforme en una polémica
procesal. En algunos países que se aplica el juez lo determina
"prudentemente” en función de lo que se acredite de ingreso para
cada uno de los que son sancionados con pena de multa. En
consecuencia, una días-multa para un albañil no será lo mismo que
para un empresario. Si el ingreso diario del albañil es de $ 700 por día
y el del empresario es de $ 100.000 por día, la imposición de diez días
multa será la siguiente: Para el albañil la pena de diez días multa será
de $ 7000 en tanto que para el empresario los diez días multa será de
$ 1.000.000.
En la actualidad en el Código Penal Argentino podemos
ver multas de entre $ 3.000 a $ 15.000. Esta situación genera iniquidad
porque para un albañil podría representar mucho la pena máxima de
$ 15.000 en tanto que para el empresario, en el ejemplo dado no
tendría mayor significancia.
No obstante, este sistema de días multa no rige en nuestro
país y fue propuesto en los anteproyectos de reformas del año 2006 y
2013.

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 20

5) INHABILITACION. Concepto. Clases. Inhabilitación como pena


única, conjunta o accesoria.

5.1.- Concepto:

La inhabilitación consiste en la privación de derecho o en


la suspensión de su ejercicio, a raíz de la comisión de un hecho
antijurídico que la ley califica como delito. Puede ser absoluta, en
cuyo caso se observa el resabio del sentido infamante que tenía en
épocas remotas; o especial, en que se impone como castigo por
haber hecho abuso, ejercido mal o sin las necesarias aptitudes, los
derechos vinculados con determinados empleos, cargos o
actividades que requieren una destreza especial.

Es la última de las penas del catálogo que presenta nuestro


código en su artículo 5, y quizás esa ubicación está demostrando, por
sí, la escasa significación que se le asigna a este castigo. Quizás haya
influido en ese sentido el hecho de que la fama personal ya no se tiene
en el rango supremo que se le asignaba en el pasado; tal vez porque,
por consideraciones que en su momento parecieron la expresión de
progreso, se fue restringiendo el alcance de la privación de derechos.
Y es así si pensamos que desde la muerte civil hasta las regulaciones
modernas cada vez es menor el número de derechos que se le
afectan al condenado.

Razones de Política Criminal tendrían que revertir la


situación, pues si por un lado las opiniones preponderantes abogan
por suprimir la prisión (allí hasta donde sea posible) reemplazándola
por otro tipo de reacciones penales, una de las más adecuadas es
ésta, que no segrega al ciudadano de la comunidad, pero le hace
ver, a la misma sociedad y al condenado, que para ejercer los
derechos que la vida civil garantiza, es preciso respetar las reglas que
permiten la propia existencia de la civilidad.

Conspira contra el desarrollo adecuado de la pena de


inhabilitación el hecho de que no se trata de una sanción
espectacular, en efecto: la aplicación de la muerte causa conmoción
a los espíritus sensibles, la prisión descalifica en la mayoría de los casos
a quien lo sufre, respecto de la consideración de sus vecinos, mientras
que la multa (si efectivamente produce una merma importante del
patrimonio del infractor), llama la atención al prójimo. Pero la
inhabilitación no. A nadie le llama demasiado la atención que el juez
haya dictado sentencia imponiendo inhabilitación, salvo casos muy
especiales. Incluso es frecuente encontrarnos con condenados a
inhabilitación especial que no alcanzan a internalizar la razón del

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 21

castigo, y por supuesto, en lugar de resignarse a cumplirlo tratan de


evadirlo por todos los medios a su alcance. Y aquí aparece otro
inconveniente de la inhabilitación, que lo es la dificultad del control.
Que es dificultad y no imposibilidad, por lo que, empleando los
mecanismos adecuados y asignando los recursos necesarios, el control
puede hacerse efectivo.

5.2.- Alcances del artículo 19:

Se ha cuestionado la denominación o el calificativo, pues


la inhabilitación no es absoluta, ya que no comprende todos los
derechos del condenado. Aunque trae reminiscencias de las
gravísimas penas que en la antigüedad producían una capitis
diminutio tan grave que el afectado quedaba en la situación de un
muerto civil. "

Con una aproximación mayor a la naturaleza jurídica que


modernamente se le encuentra a esta pena, Fontan Balestra dice que
la privación de derechos es predominantemente circunstancial y
oportunista. Si la finalidad lógica de la inhabilitación no es tanto privar
al reo de un medio de vida, sino evitar que ponga su profesión al
servicio de ulteriores actividades criminales, se impone que la sanción
tome más en cuenta la conducta de futuro que la pretérita. De ahí
que la inhabilitación recaiga comúnmente en cargos profesionales
susceptibles de un riesgo general, como los de carácter público. A
esto hay que observar que la pena de inhabilitación es un mal,
traducido en la privación de derechos, sin perjuicio de que persiga
una finalidad, como la que señala Fontan Balestra. También es cierto
que la privación de derechos de cuyo ejercicio se ha hecho indigno
el autor, es una motivación para su conducta futura.

El inciso 2º dispone la privación del derecho de votar en


las elecciones que tienen por finalidad constituir los poderes del
estado nacional, de los estados provinciales y de las municipalidades.
A ´pesar de esta inhabilitación las personas privadas de su libertad en
nuestro país votas desde el 2007. Antes los detenidos estaban dentro
de las personas que el Código Nacional Electoral y el Código Penal
excluía del sufragio. Las normas fueron modificadas pero no todos los
detenidos pueden votar. Están habilitados quienes no tienen condena
firme.

En 2016, la Cámara Nacional Electoral declaró


inconstitucional esa prohibición y le pidió al Congreso que modifique
la ley. Pero todavía no se cambió. El proyecto de reforma al Código
Penal que ingresó en marzo al Parlamento contempla esa
modificación.

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 22

"El derecho electoral constituye una expresión política


legítima para que el colectivo de condenados privados de libertad no
quede excluido de todo tipo de participación democrática. Resulta
necesario poner fin a la situación de restricción del derecho electoral
de los condenados, si se desea la construcción de una sociedad
global, democrática, inclusiva y garante de la plena efectividad de
los derechos humanos", sostuvo la Procuración Penitenciaria de la
Nación, el organismo que vela por los derechos de los detenidos, en
un informe que presentó en la semana previa a las elecciones.

Ese fue el argumento central de la Cámara Electoral


cuando declaró inconstitucional que los condenados no puedan
votar: la libertad es el único derecho del que los detenidos están
privados, todos los demás se deben garantizar.

El inciso 4º dispone la suspensión del goce de toda


jubilación, pensión o retiro, civil o militar, cuyo importe será percibido
por los parientes que tengan derecho a pensión. El último párrafo
establece que el tribunal podrá disponer, por razones de carácter
asistencial, que la víctima o los deudos que estaban a su cargo
concurran hasta la mitad de dicho importe, o que lo perciban en su
totalidad, cuando el penado no tuviere parientes con derecho a
pensión, en ambos casos hasta integrar el monto de las
indemnizaciones fijadas.
En forma mayoritaria la doctrina entiende que dicha
suspensión contraría normas sobre derechos humanos, de modo tal
que propicia su derogación.

5.3.- La inhabilitación especial. Sus antecedentes en la


legislación argentina. Proyectos de reforma:

5.3.1.- Artículo 20 del Código Penal: "La inhabilitación


especial producirá la privación del empleo, cargo, profesión o
derecho sobre que recayere y la incapacidad para obtener otro del
mismo género durante la condena.

"La inhabilitación especial para derechos políticos producirá la


incapacidad de ejercer durante la condena aquellos sobre los que
recayere".

5.3.2.- Alcance del artículo 20:

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 23

A grandes rasgos puede decirse que con la inhabilitación


especial castiga una acción que constituye una violación de los
deberes de conducta que impone un empleo, cargo, profesión o
derecho, con las características que luego veremos. La selección de
los derechos de que priva queda en mayor medida, que en el caso
de la inhabilitación absoluta, en manos del tribunal; ello es así debido
al grado de relativa imprecisión de la norma.

La sentencia condenatoria debe expresar concretamente


cuál es el contenido de la inhabilitación que se impone, o sea qué
derechos del imputado se verán afectados por la pena. Si no se
precisan los alcances de la inhabilitación, la sentencia no puede
aplicarse, y es nula. A un fallo con este defecto aplicó su crítica
Toberto C. Dufrechou en un artículo titulado "Imposición de una pena
imprecisa", que se publicó en "L.L.", 1975/A/246.

La doctrina se pregunta si es requisito, para la aplicación


de la pena de inhabilitación especial, que el autor haya obrado en el
ejercicio legítimo de un empleo, cargo o profesión. Con la cita del
artículo 246 del Código Penal, demuestra Núñez que no es necesario.
Soler por su parte opina que no es decisiva la circunstancia de que la
profesión esté reglamentada o no. Pero debe tratarse de una
actividad lícita, de cuyo ejercicio el delito provenga.

Cuando la pena se refiere a derechos políticos, la


sentencia tiene que establecer sobre cuáles recae. La inhabilitación
especial no afecta la función electoral, o la elegibilidad en block, sino
en relación a cada orden electoral o de gobierno, según enseña
Núñez.

La inhabilitación especial debería significar la prohibición


de ejercer durante la condena el empleo, cargo o profesión "en cuyo
ejercicio se cometió el hecho punible", según lo decía expresamente
y con acierto el Proyecto de 1891. Así tendría que consignarse
asimismo en los preceptos de la Parte Especial que conminan
acciones ilícitas con esa pena. Esto sería lo verdaderamente
coherente con el fin de la pena de inhabilitación especial, pues ella
tiene que implicar la prevención en los ámbitos de conducta
vinculados con el delito cometido. La selección de los derechos de
que se priva al condenado debe quedar, como ahora, en manos del
tribunal, pero teniendo presente la limitación antedicha.

5.4.- La inhabilitación especial complementaria:

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 24

5.4.1.- El artículo 20 bis dice: "Podrá imponerse


inhabilitación especial de seis meses a diez años, aunque esa pena no
esté expresamente prevista, cuando el delito importe:

1º) Incompetencia o abuso en el ejercicio de un empleo o


cargo público.

2º) Abuso en el ejercicio de la patria potestad, adopción,


tutela o curatela.

3º) Incompetencia o abuso en el desempeño de una


profesión o actividad cuyo ejercicio dependa de una autorización,
licencia o habilitación del poder público".

5.5.- La rehabilitación:

El artículo 20 ter dice: "El condenado a inhabilitación


absoluta puede ser restituido al uso y goce de los derechos y
capacidades de que fue privado, si se ha comportado correctamente
durante la mitad del plazo de aquélla o durante diez años cuando la
pena fuera perpetua, y ha reparado los daños en la medida de lo
posible.

"El condenado a inhabilitación especial puede ser


rehabilitado, transcurrida la mitad del plazo de aquélla, o cinco años
cuando la pena fuera perpetua, si se ha comportado correctamente,
ha remediado su incompetencia o no es de temer que incurra en
nuevos abusos y además ha reparado los daños en la medida de lo
posible.

"Cuando la inhabilitación importó la pérdida de un cargo


público o de una tutela o curatela, la rehabilitación no comportará la
reposición en los mismo cargos.

"Para todos sus efectos, en los plazos de inhabilitación no se


computará el tiempo en que el inhabilitado haya estado prófugo,
internado o privado de su libertad".

5.6.- Otras penas accesorias. Decomiso, perdida de la


ciudadanía, destierro, clausura.

Una de las más importantes penas accesorias es el


decomiso. La confiscación de bienes era una privación del patrimonio
del condenado a favor del Estado, en tanto que el decomiso es la

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 25

perdida a favor del Estado solo de los instrumentos del delito y los
efectos provenientes del delito.

El Art. 23 CP dispone: “La condena importa la perdida de


los instrumentos del delito, los que, con los efectos provenientes del
mismo, serán decomisados a no ser que pertenecieren a un tercero no
responsable”.

Los instrumentos decomisados no podrán venderse,


debiendo destruirse, salvo el caso en que puedan ser aprovechados
por los gobiernos de la Nación o de las provincias.

“Efectos provenientes del delito” son todos lo que el autor


y sus partícipes reciben como consecuencia del mismo. Tampoco a
este respecto cabe distinguir entre los que obtiene en forma inmediata
y los que logra indirectamente, como puede ser, por venta de lo
inmediatamente obtenido. Por supuesto que los efectos solo podrán
decomisarse cuando o pertenezcan tampoco a terceros no
responsables, en cuyo caso se impone la restitución.

La ley prohíbe la venta de los instrumentos del delito, pero


o la de los efectos del mismo, sin establecer cuál es el destino del
producto de esa venta. En el orden nacional, las multas se destinan al
patronato de liberados y, si tenemos en cuenta que la multa es la
principal pena pecuniaria, sería ilógico que el producto de decomiso,
que es una pena pecuniaria accesoria, tuviese otro destino.

6) LIBERTAD CONDICIONAL. Concepto. Naturaleza Jurídica. Requisitos


para obtener la libertad condicional en el CP.: temporales y
conductuales. Violación de las condiciones. Casos de quienes
cumplen reclusión por tiempo indeterminado (art. 52 del CP).

6.1.- La libertad condicional en el CP

Los Arts. 13, 14, 15, 16, 17 y 53 del CP regulan la posibilidad


de que el condenado a una pena privativa de libertad pueda
recuperar su libertad anticipadamente y por resolución judicial.

El Art. 13 CP establece que, bajo ciertas condiciones, “el


condenado a reclusión perpetua que hubiere cumplido treinta y cinco
años de condena, el condenado a reclusión temporal o a prisión por
más de tres años que hubiere cumplido los dos tercios de la su
condena y el condenado a reclusión o prisión, por tres años o menos,
que por lo menos hubiese cumplido un año de reclusión u ocho meses
de prisión, observando con regularidad los reglamentos carcelarios,

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 26

podrán obtener la libertad por resolución judicial previo informe de la


dirección del establecimiento”.

6.2.- La libertad condicional. Concepto

No hay uniformidad en las definiciones que manejan


distintos autores en lo tocante a la libertad condicional, como
podemos sintetizar a continuación con los siguientes criterios.

Algunos autores definen la libertad condicional como “La


liberación de un prisionero bajo supervisión, antes de la expiración de
su sentencia, con la previsión de que puede ser retornado a la prisión
si violara las condiciones de la libertad.

La libertad condicional no es una decisión judicial de los


tribunales sino un acto administrativo, efectuando ya sea por una junta
directiva de la prisión”.

Para SOLER se trata de un período de la libertad vigilada


durante el cual el liberado está cumpliendo pena, con lo que
concuerda con una orientación jurisprudencia.

Para Caballero esta libertad anticipada significa una


suspensión de la ejecución de una parte de la pena privativa de la
libertad durante un período de prueba o libertad vigilada que si resulta
favorable determina la extensión del resto de la pena.

Es en ese sentido es que nosotros conceptualizamos la


libertad condicional de la siguiente manera. “Es una Institución que
modifica las condiciones del cumplimiento de la pena –de privación
de la libertad a libertad vigilada- todo ello anticipadamente del
cumplimiento de la condena donde se le otorga la libertad al
condenado, para lograr su Readaptación social y laboral en la
sociedad.

6.2.1.- Fines de la Libertad Condicional

El fin que lo sustenta primordialmente se base en la


Regeneración, en todas las dimensiones enmarcadas en el contexto
de un Sistema Progresivo Penitenciario, tanto psicológico, sociológico,
cultural y laboral.

La Libertad condicional pretende fundamentalmente


buscar todos los mecanismos viables para efectos de lograr una
interacción social del reo, en forma general a la sociedad para que

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 27

sea un ente productivo y se amolde a un patrón cultural decoroso de


la misma.

Persigue erradicar el alto índice de delincuencia


consecuente, evitar que se den casos de reincidencia.

Es de hacer notar. Por muchos casos conocidos que


cuando se le comunica que anticipadamente al cumplimiento de la
pena va a gozar de la libertad. El condenado se predispone para
cumplir con los requisitos que se requiere para la misma, despliega
conductas positivas, se interesa por el aprendizaje de un oficio o
trabajo etc.

En este sentido, le despierta el ánimo de amoldarse a un


patrón de conductas decorosas que difícilmente lo harán reincidir,
sobre todo por las experiencias ingratas sufridas en su etapa como
privado de su libertad.

6.3.- Naturaleza jurídica.

No existe completo acuerdo en lo relativo así la libertad


condicional debe significar un derecho, es decir, si cumplidas las
condiciones requeridas, y solicitadas por el penado, debe concederse
o si es una gracia con carácter de derecho, o una medida de
excepción cuya procedencia compete a la autoridad judicial.
Algunos autores consideran que ésta última, medida de excepción
que puede o no otorgarse es la opinión predominante en nuestro país.

En lo que se refiere a su naturaleza jurídica, la libertad


condicional es una forma de cumplimiento de las penas privativas de
libertad. Pues, la libertad condicional no es un acto de gracia, porque
la sentencia queda firme y el condenado cumple la pena, sea de una
manera, sea de otra.

Muchos penalistas afirman que la naturaleza jurídica de la


libertad condicional no debe ser ni gracia ni derecho; debe ser, una
medida de excepción que consiste en una prolongación del
tratamiento penitenciario encaminado a la readaptación del recluso
a la vida social, un período de transición necesario entre la vida en
cautiverio y la libertad definitiva con el fin de que el penado se habitúe
a las condiciones de vida exterior y vigorice su capacidad de
resistencia al delito y quede reincorporado de modo estable y
definitivo a la comunidad.

En suma, más allá de las disquisiciones doctrinarias,


consideramos que la libertad condicional es un derecho.

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 28

6.4.- Fundamentos de la libertad condicional.

La libertad condicional, es una institución que para que se


estableciera en forma definitiva, tuvo que pasar por distintas etapas
como ya lo hemos puntualizado en los antecedentes históricos. No
obstante fue con la escuela correccionalista que llegó a adquirir tal
categoría eminentemente jurídica, que en su trasfondo se persigue
fundamentalmente, que el condenado gradualmente fuera
adquiriendo conductas que se ajusten a un patón global de
superación, en todas las dimensiones sobre todo el de ser
sociablemente productivo a la sociedad.

Es decir que lo predispone tanto psicológico, educacional


y laboralmente, para ser un ente que dentro de su interacción social
pueda convivir en forma decorosa. Resultante de todo el proceso
llevado a cabo en el centro penitenciario, ya que este tiene la
obligación o incluso constitucionalmente de facilitar todos los medios
factibles de una adecuada readaptación.

Cuello Calón dice: “Que si humanamente se pudiera


comprobar sin temor a errores, la corrección del reo no habría duda
para liberarlo en forma definitiva más esa corrección puede ser
simulada para obtener antes del plazo legal la tal ansiada libertad, se
otorga esta solo a título provisorio.

De tal manera, cuando un condenado se le haya


decretado una sentencia ejecutoriada deberá someterse a un
proceso de medidas correctivas. Es por ello que el juez tomará datos
del penado como parámetro para ser objetivo en decretar la libertad
condicional.

En ese sentido es, que podemos hacer alusión de que la


libertad condicional está íntimamente ligada al sistema o régimen
penitenciario, que obviamente ni en lo más íntimo buscará reducir el
hacimiento de los centros penitenciarios, como ya se estableció
claramente.

Por el contrario su fundamento primordial, será el tratar de


amoldar al penado a que sea de utilidad a la sociedad en general y
a su familia en particular.

6.5.- Requisitos para la obtención.

•El primer requisito para la obtención de la libertad


condicional consiste en el cumplimiento de una parte de la pena en

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 29

“encierro”. Esta parte de la pena debe ser de veinte años en los casos
de condenas a perpetuidad, los dos tercios para las condenas
temporales, de un año para los condenados a reclusión por tres años
o menos y de ocho meses para los condenados a prisión por tres años
o menos. Este requisito es fundamental, porque la libertad condicional
es la última parte del tratamiento penitenciario.

•El segundo requisito para la obtención de la libertad


condicional es el cumplimiento regular de los reglamentos carcelarios.
Los reglamentos carcelarios son, en general, las pautas que
determinan la LPN y las reglamentaciones internas que se dictan para
la conducta de los penados en los establecimientos. El cumplimiento
de los reglamentos carcelarios no es la mera disciplina del interno, sino,
en general, la forma en que este va progresando en el tratamiento.

•Otro de los requisitos para la obtención de la libertad


condicional es que la misma no le haya sido revocada anteriormente
al sujeto. Este requisito lo establece el Art. 17 del CP, que dispone:
“Ningún penado cuya libertad condicional haya sido revocada,
podrá obtenerla nuevamente”.

Sintetizando: Condiciones para la concesión de la libertad


condicional

Requisito temporal: Haber cumplido parcialmente la pena


en encierro.

1) 35 años en las perpetuas.


2) 2/3 en las temporales.
3) En la prisión de tres años o menos: 1 año en la reclusión u 8
meses en la prisión.

Requisito conductual: Haber cumplido regularmente con


los reglamentos carcelarios (calificación del concepto).

Otros requisitos: a) Pronóstico de reinserción social b) No


haberle sido revocada anteriormente la condicionalidad de la misma
pena (Art. 17)

6.6.- Condiciones o reglas de conducta.

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 30

•El inc. 1 del Art. 13 obliga al penado a residir en el lugar


que determine el auto de soltura. Dicho lugar no es necesariamente el
del domicilio habitual del penado, puesto que razones fundadas,
principalmente profesionales o laborales, pueden determinar que sea
otro. El sentido de esta condición es facilitar la vigilancia de la
conducta del liberado.

•El inc. 2 del Art. 13 CP impone al liberado de la condición


de “observar las reglas de inspección que fije el mismo auto,
especialmente la obligación de abstenerse de bebidas alcohólicas”.

•El inc. 3 del Art. 13 CP establece la obligación de


“adoptar en el plazo que el auto determine, oficio, arte, industria o
profesión, si no tuviere medios propios de subsistencia”.

•El inc. 4 del Art. 13 establece la condición de “no cometer


nuevos delitos”. La condición es obvia y es necesario que el nuevo
delito ¡se haya probado judicialmente, es decir, que medie sentencia,
no bastando un mero procesamiento.

•El inc. 5 del Art. 13 CP establece la obligación de


“someterse al cuidado de un patronato, indicado por las autoridades
competentes”. Este requisito ha traído serias dificultades, porque hay
lugares en que no existe patronato de liberados, es decir, instituciones
públicas o privadas reconocidas que se ocupen del control y
asistencia de los liberados.

Estas cinco condiciones establecidas en los cinco incisos


del Art. 13 CP son las que rigen el cumplimiento sin encierro de la última
etapa de la ejecución penal en los casos en que el mismo la autoriza.
“Esas condiciones regirán hasta el vencimiento de los términos de las
penas temporales y en las perpetuas hasta cinco años más, a contar
desde el día de la libertad condicional” (Art. 13 último párrafo).

Los efectos del sometimiento a las condiciones prescriptas


en los cinco incisos del Art. 13 CP durante el tiempo que reste de pena
o durante cinco años a contar de la liberación en caso de penas
perpetuas, no pueden ser otros que a extinción de la pena por
cumplimiento de la misma, lo que surge de lo dispuesto en el Art. 16
CP: “Transcurrido el término de la condena, o el plazo de cinco años
señalado en el Art. 13 sino que la libertad condicional haya sido
revocada, la pena quedara extinguida, lo mismo que la inhabilitación
absoluta del Art. 12”.

6.7.- Efectos de la violación de las condiciones.

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 31

•Conforme al Art. 15 CP la revocación de la libertad se


impone “cuando el penado cometiere un nuevo delito o violare la
obligación de residencia”. En caso de violación de estas condiciones,
es decir, de las impuestas por los incisos 1 y 4 del Art. 13 CP, se revocara
la libertad, no computándose “en el término de la pena, el tiempo que
hay durado la libertad” (Art. 15 CP). En estos casos, el penado no
podrá pedirla nuevamente hasta cumplir el resto de la pena o un
tiempo igual al mismo en caso de unificación de penas. En cuanto a
la violación del deber de residencia, el tribunal deberá apreciar si es
o no reprochable al penado y solo proceder a la revocación cuando
configurase una verdadera sustracción a la ejecución.
•La segunda parte del Art. 15 CP se refiere a la violación
de las condiciones impuestas por el inc 2, 3 y 5 del Art. 13 CP. En estos
supuestos, “el tribunal podrá disponer que no se compute en el término
de la condena todo o parte destiempo que hubiere durado la libertad,
hasta que el condenado cumpliese lo dispuesto en dichos incisos”.

6.8.- Reclusión accesoria por tiempo indeterminado.

Según la ley, en casos de reincidencia previstos en el Art.


52 corresponde agravar la pena de la última condena con el
agregado de una pena de “reclusión por tiempo indeterminado como
accesoria de la última condena”. Las diferencias que tiene ésta
respecto de la reclusión común son su indeterminación y el régimen
especial de libertad condicional.

Ella se cumple en los mismos establecimientos penales que


para las demás penas privativas de la libertad, estando todos los
internos sometidos al mismo régimen.

El Art. 53 CP dispone que “los condenados con la reclusión


accesoria por tiempo indeterminado deberán cumplirla en
establecimientos federales”. En la práctica esta disposición no se
cumple y muchos condenados a esta pena la cumplen en
establecimientos provinciales.

En síntesis, las diferencias entre la reclusión accesoria por


tiempo indeterminado del Art. 52 CP y las penas ordinarias privativas
de la libertad son las siguientes:

Penas ordinarias Reclusión accesoria

Son determinadas. Es en principio indeterminada, pero dura


como mínimo cinco años.

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Franja Morada UCSE 32

El tribunal puede dejar de aplicarla por


El tribunal no puede dejar de aplicarla
única vez.
(salvo en la tentativa inidónea).
No hay régimen de ejecución distinto y la disposición de que deben cumplirse en
establecimientos nacionales es inconstitucional, porque viola las facultades
legislativas de las provincias. En el orden nacional no hay establecimientos
especiales distintos de los ordinarios.

6.9.- Libertad condicional. Cómputo.

El Art. 44 C dice: “El día es el intervalo entero que corre de


media noche a media noche; los plazos de días no se contara de
momento a momento, ni por horas, sino desde la media noche en que
termina el día de su fecha. Así, un plazo que principie el 15 de un mes,
terminara el quince del mes correspondiente, cualquiera que sea el
número de días que tengan los meses o el año”. Así, una condena a
diez años que haya comenzado a cumplir el 15 de agosto de 1984,
terminara a las 24 hs. Del 14 de agosto de 1994 o –lo que es lo mismo-
a la 0 hora del 15 de agosto, porque el día de la detención se cuenta
como día entero.

Igual criterio debe tenerse en cuenta cuando se


interrumpe la ejecución de la pena. Si el condenado del ejemplo
hubiese fugado el 18 de octubre de 1966 permaneciendo prófugo
hasta el 31 de diciembre del mismo año, deberán agregarse los dos
meses (noviembre y diciembre) y catorce días (de la cero hora del 18
de octubre hasta las veinticuatro horas del 31 de octubre), con lo que
la condena, en lugar de cumplirse el 15 de agosto de 1974, se habrá
cumplido el 29 de octubre de 1974 a las veinticuatro horas.

La prisión preventiva se computa igualmente desde la


cero hora del día en que el sujeto fue detenido, calculándose en la
forma en que lo establece el Art. 24 CP, es decir, un día de prisión por
cada día de prisión preventiva y un día de reclusión por cada dos días
de prisión preventiva.

La ley 21.931 del 16 de enero de 1979 reformo el ara 77 del


CP disponiendo que la libertad de los penados se opere el día del
vencimiento de la pena a las 12 horas en lugar de las 24 horas, que
sería la hora de vencimiento. Se trata de una libertad anticipada que
se otorga por razones prácticas, pero no altera los plazos, ya que la
condena se considerara cumplida recién a la medianoche.

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Franja Morada UCSE 33

7) CONDENA DE EJECUCION CONDICIONAL o PRISION EN SUSPENSO.


Naturaleza. Finalidad. Condiciones. Revocación del beneficio.

7.1.- Antecedentes.

La condena de ejecución condicional nació en Inglaterra


a mediados del siglo pasado y en términos generales implica, al menos
en el sistema continental o franco-belga que ha adoptado nuestro
código, que en aquellos casos en que, frente a la comisión de un
hecho delictuoso el magistrado se ve en la necesidad de sancionar
esa conducta con una pena privativa de libertad o de multa, puede
dejar en suspenso la ejecución de esa condena, es decir, el
cumplimiento efectivo y real de la pena impuesta en concreta
referencia a un sujeto determinado. Siempre que éste cumpla -casi
estaría demás el decirlo- las condiciones que la propia ley determina
y fija para que se pueda gozar de este verdadero beneficio. En el
sistema anglo-sajón, más que una suspensión de la condena fijada por
el magistrado en su sentencia, hay una verdadera suspensión de la
sentencia, puesto que ella no llega a dictar se mientras el sujeto
cumple las condiciones exigidas durante el período de observación a
que es sometido

Al fundamentar su proyecto de ley para Francia. Berenguer


decía: “si es necesario agravarla pena para el criminal que no tiene
en cuenta la primera advertencia de 1ª justicia y renueva su crimen,
estimamos tan justo y conveniente para la defensa social el no
emplear, con respecto al primer delito, sino un mínimo de penalidad
compatible con la necesidad de producir sobre el inculpado una
impresión suficiente".

En la historia de nuestros antecedentes penales


encontramos que no obstante las severísimas críticas que Rodolfo
Rivarola —ese argentino ilustre que fue modelo de una vida y de una
época- formulara al código penal de 1886, no la incorpora al Proyecto
de código penal que, conjuntamente con Matienzo y Piñero, redacta
en 1891, lo que mereció a su vez, de parte de Lisandro Segovia, una
crítica severa. Segovia es el primero que en nuestro país sistematiza la
condena de ejecución condicional al incorporarla en su proyecto de
Código penal de 1895 en el Libro I, Sección2, Título4, con el original
nombre de “pena condicional". Desde ese momento y hasta llegarse
a la sanción del código penal de 1921, han sido varios los proyectos
elaborados en nuestro país entorno a la institución que nos ocupa,
pudiendo así citarse el proyecto del diputado Gouchon del año 1904,
la mención de la institución en el código penal proyectado en 1906,
el proyecto Herrera del año 1912, el proyecto del propio Poder
Ejecutivo del año 1918, el proyecto Parry del año 1920, tal vez. En mi

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 34

entender, el más completo de todos; el proyecto Jofré, para la


Provincia de Buenos Aires del año 1916; la ley 2569 de la Provincia de
Entre Ríos—que fuera en su primera aplicación práctica declarada
inconstitucional-— ; el proyecto de Rodolfo Moreno de 1916. Con
posterioridad al código vigente, la sistematizaron tanto el proyecto
positivista de Coll-Gómez del año 1937, como el proyecto Peco del
año 1941.

El código penal trata de esta institución en el Libro I, Título


III, abarcando los artículos 26, 27 y 28 del mismo. Funciona entre
nosotros el beneficio que la institución importa sólo en los casos de
tratarse de delincuentes que hayan delinquido por vez primera—“en
los casos de primera condena", dice el texto legal al iniciar el art. 26
del código-—, a quienes se les imponga por el delito cometido una
pena de reclusión o prisión no mayor de dos años o pena de multa. En
los casos de concurso de delitos, el beneficio queda excluido cuando
alguna de las figuras delictivas está sancionada con pena de
reclusión.

No obstante el texto claro y preciso del art. 26 del código


penal debemos poner de manifiesto que la Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital, interpretando
el art. 26, admite la concesión del beneficio con respecto a la pena
de inhabilitación, que no se menciona en el artículo citado, así como
también posibilita su concesión para los reincidentes, puesto que,
realizando una distinción entre delito doloso o culposo, otorga la
condena de ejecución condicional en casos de “segunda” condena,
con lo cual el juez se transforma en legislador, con todos los peligros
que tal posición puede acarrear... La concesión de beneficio no debe
ser por cierto de aplicación mecánica o automática, puesto que no
es un derecho que goza el procesado o mejor dicho el condenado.
Para ello el magistrado debe valorar en su integridad la total
personalidad del sujeto con la más amplia libertad de criterio y
apreciación. La única condición objetiva a que se encuentra
sometido el beneficio es el que se trate de “primera” condena y que
la pena impuesta concretamente en la sentencia no sea superior a los
dos años de pena privativa de libertad, o sea pena de multa.

El art. 27 del código penal determina en su texto que la


condenación se tendrá por no pronunciada si dentro de los términos
fijados para la prescripción de la pena. El sujeto no comete un nuevo
delito. La no muy feliz redacción que diera el legislador al artículo que
venimos comentando ha sido fuente de controversias muy grandes en
torno a precisar qué es lo que se ha querido decir con las palabras “se
tendrá por no pronunciada” referidas a la condena impuesta
condicionalmente, discusiones en las que, por supuesto, no podemos
entrar en esta oportunidad y con respecto a las cuales sólo podemos

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 35

poner de manifiesto que con esos términos el legislador ha querido que


cumplidos los plazos de prescripción de la pena impuesta en la
sentencia no ejecutada, en el caso de que el sujeto reincidiera en su
actividad delictiva, no puede ser condenado al cumplimiento de
aquella pena suspendida. Si por el contrario. Ese plazo de prescripción
no se ha operado al reincidirse, en la nueva sentencia que se condene
al sujeto que gozaba del beneficio, debe fijarse, además de la pena
que pudiera corresponderle por el nuevo hecho, aquélla cuyo
cumplimiento quede oportunamente en suspenso, a cuyo fin debe
aplicarse una pena única. Desgraciadamente nuestra ley penal se
refiere sólo a los plazos de la prescripción para eliminar la posibilidad
que en una reincidencia pueda ser tenida en cuenta la condena
anterior condicionalmente aplicada. Puesto que ese término, en la
mayoría de los casos, es demasiado breve y no permite, por ende,
apreciar si el hombre era o no digno de gozar del beneficio. El ideal
sería que, al igual de lo que sucede en otras legislaciones. Se
«determinara en la ley un período de prueba, independiente del plazo
de la prescripción de la pena. Cuya duración quedase a criterio del
magistrado dentro de un máximo y un mínimo legal, durante el cual el
sujeto si llegase a reincidir sufriera las consecuencias de ambas
condenas. Estimase así que el fin de la institución se cumpliría con
mayor eficacia

7.2.- Finalidad de la condena de ejecución condicional

La institución de la condena de ejecución condicional


nació como consecuencia directa de la lucha entablada para poner
fin al problema que sin duda significaba para el delincuente primario,
autor de un delito al que podríamos llamar leve. El cumplimiento de
una pena privativa de la libertad de corta duración, tratándose con
su implantación de evitar el perjuicio que, para sujetos de tal
naturaleza, entrañaba el contacto con delincuentes avezados y
reincidentes, situación ésta que, lejos de lograr el fin buscado con la
imposición de la pena, la reeducación del hombre, servía sólo para
corromperlo, transformándolo que había sido nada más que un
accidente en su vida, en fuente de todo un futuro hacer delincuencial.

Se buscaba pues, poner fin a ese problema siempre latente


en el derecho penal, evitando el peligro de la reincidencia por la
amenaza que significaba esa condena cuya ejecución concreta
había quedado suspendida y que podía, por ende, hacerse efectiva
si dentro de los plazos legales determinados se cometía por parte del
beneficiario un nuevo delito.

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 36

7.3.- Naturaleza jurídica.

En la actualidad hay una variada gama de medidas


tendientes a remplazar a las penas cortas privativas de libertad en la
legislación comparada, pero al tiempo de la unción de nuestro CP solo
se conocían la sentencia indeterminada, el perdón judicial y la
condenación condicional, siendo la tercera la más generalizada y
experimentada, lo que la dotaba de mayor prestigio.

Es decisivo determinar qué es lo que se suspende y que es


lo que se impone condicionalmente en la ley. Conforme a los
antecedentes y al texto de nuestra ley penal, se impone una condena
en forma condicional y se suspende la pena. La condición es que no
se cometa u nuevo delito dentro de los cuatro años subsiguientes a la
condena. Durante ese tiempo la pena queda suspendida y la
condena impuesta en forma condicional; transcurrido ese plazo, la
pena desaparece y la condena también, produciéndole la
desaparición de la pena como consecuencia de la desaparición de
la condena, ya que el Art. 27 dice claramente que “la condenación se
tendrá como no pronunciada”.

La condenación condicional implica una suspensión de la


pena y una condenación sometida a la condición de que el
condenado no cometa un nuevo delito.

Transcurridos cuatro años a partir de la condenación, sin


que el condenado haya cometido un nuevo delito, esta se tendrá
como no pronunciada, no pudiéndose ejecutar la pena ni tomársela
en cuenta para ningún efecto, excepto para la imposición de una
segunda condenación condicional.

En cuanto a la segunda condenación condicional, la


primera solo se tendrá como no pronunciada una vez transcurridos
ocho años a partir de la primera, en caso que alguna de ambas fuese
por delito culposo, o diez años a contar desde la misa fecha, si ambas
fuese por delitos dolosos.

7.4.- Condición a que queda sometida la condena.

La única condición a que queda sometida la condena, en


cuanto a sus efectos para el cumplimiento de la pena y para todos los
restantes, salvo como impedimento para la imposición de una nueva
condenación condicional, es que el sujeto no cometa nuevos delitos
durante cuatro años.

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 37

Los efectos de la condicionalidad son distintos según sea


el momento en que el condenado cometa un nuevo delito. Si comete
un nuevo delito durante los cuatro primeros años a contar desde el
momento de pronunciamiento de la condenación condicional,
“sufrirá la pena impuesta en la primera condenación, y la que
corresponde por el segundo delito, conforme lo dispuesto sobre
acumulación de penas”. Si el nuevo delito lo comete durante los ocho
años subsiguientes a la condenación condicional, no podrá ser
condenado condicionalmente por este segundo delito. Si la nueva
infracción tiene lugar después de transcurridos ocho años de la fecha
en que se le impuso la condenación condicional y antes de que haya
superado los diez años desde la misma fecha, y ambos delitos fueron
dolosos, tampoco se le podrá imponer condenación condicional,
pero, si uno o ambos delitos fuesen culposos, podrá imponérsele
nuevamente la condenación condicional, estos plazos se cuentan
desde que queda firme la sentencia en que se condena
condicionalmente. No obstante, el tercer párrafo del Art. 27 del CP
dispone que “en los casos de sentencia recurridas y confirmadas, en
cuanto al carácter condicional de la condena, los plazos se
computaran desde la fecha del pronunciamiento originario”. Con esto
se evita que la doble instancia pueda perjudicar a los condenados.

7.5.- Revocación del beneficio

La revocación del beneficio puede acaecer por distintos


motivos. Por un lado, por el incumplimiento de las reglas de conducta
previstas en el artículo 27 bis del CP, y, por el otro, por la comisión de
nuevo delito que prevé el artículo 27 del CP.

7.5.1) Incumplimiento de las reglas de conducta.

El artículo 27 bis del CP dispone que si el condenado no


cumpliere con alguna regla, el Tribunal podrá disponer que no se
compute como plazo de cumplimiento todo o parte del tiempo
transcurrido hasta ese momento. Si el condenado persistiere o reiterare
el incumplimiento, el Tribunal podrá revocar la condicionalidad de la
condena. El condenado deberá entonces cumplir la totalidad de la
pena de prisión impuesta en la sentencia.

Ello implica que en caso de incumplimiento de las reglas


de conducta el tribunal podría en principio no computar el plazo de
cumplimiento todo o parte, lo que implica una prórroga de la pena.
En el caso de que el condenado persista o reitere el incumplimiento el
tribunal podrá revocar la condicionalidad de la condena debiendo
entonces cumplir la totalidad de la pena de prisión impuesta.

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 38

7.5.2) Comisión de nuevo delito.

El artículo 27 del CP dispone que la condenación se tendrá


como no pronunciada si dentro del término de cuatro años, contados
a partir de la fecha de la sentencia firme, el condenado no cometiere
un nuevo delito. Si cometiere un nuevo delito, sufrirá la pena impuesta
en la primera condenación y la que le correspondiere por el segundo
delito, conforme con lo dispuesto sobre acumulación de penas.

La suspensión podrá ser acordada por segunda vez si el


nuevo delito ha sido cometido después de haber transcurrido ocho
años a partir de la fecha de la primera condena firme. Este plazo se
elevará a diez años, si ambos delitos fueran dolosos.

En los casos de sentencias recurridas y confirmadas, en cuanto al


carácter condicional de la condena, los plazos se computarán desde
la fecha del pronunciamiento originario.

El texto claro de la ley (art. 27 CP) dispone que si cometiere


un nuevo delito –el que ha sido condenado con prisión en suspenso-,
sufrirá la pena impuesta en la primera condenación y la que le
correspondiere por el segundo delito, conforme con lo dispuesto sobre
acumulación de penas.

En este caso se da, como se podrá ver en el último punto


de esta unidad, unificación de pena. La unificación de pena, según el
artículo 58 del CP, en el caso en que después de una condena
pronunciada por sentencia firme se deba juzgar a la misma persona
que esté cumpliendo pena por otro hecho distinto.

Esto es así porque una vez que la persona es condenada y


comete nuevo delito no podría aplicarse las reglas del concurso real
de delitos ya que entre la comisión del primer hecho y el segundo hubo
sentencia condenatoria –en este caso, condena de ejecución
condicional- y no corresponde aplicar las reglas del concurso (art 55
CP)

Va de suyo que cuando sucede esto el juez que juzga el


segundo hecho debe revocar la condena de ejecución condicional y
sumar las dos penas –es la esencia de la unificación de pena-
dictando la pena única.

7.6.- Código Penal. Artículos, 26, 27 y 28.

Estas normas se encuentran en el Libro I, Título III bajo el


título de Condenación Condicional.

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 39

Artículo 26.- En los casos de primera condena a pena de


prisión que no exceda de tres años, será facultad de los tribunales
disponer en el mismo pronunciamiento que se deje en suspenso el
cumplimiento de la pena. Esta decisión deberá ser fundada, bajo
sanción de nulidad, en la personalidad moral del condenado, su
actitud posterior al delito, los motivos que lo impulsaron a delinquir, la
naturaleza del hecho y las demás circunstancias que demuestren la
inconveniencia de aplicar efectivamente la privación de libertad. El
tribunal requerirá las informaciones pertinentes para formar criterio,
pudiendo las partes aportar también la prueba útil a tal efecto.

Igual facultad tendrán los tribunales en los casos de concurso de


delitos si la pena impuesta al reo no excediese los tres años de prisión.

No procederá la condenación condicional respecto de las


penas de multa o inhabilitación.

Artículo 27. La condenación se tendrá como no


pronunciada si dentro del término de cuatro años, contados a partir
de la fecha de la sentencia firme, el condenado no cometiere un
nuevo delito. Si cometiere un nuevo delito, sufrirá la pena impuesta en
la primera condenación y la que le correspondiere por el segundo
delito, conforme con lo dispuesto sobre acumulación de penas.

La suspensión podrá ser acordada por segunda vez si el


nuevo delito ha sido cometido después de haber transcurrido ocho
años a partir de la fecha de la primera condena firme. Este plazo se
elevará a diez años, si ambos delitos fueran dolosos.

En los casos de sentencias recurridas y confirmadas, en


cuanto al carácter condicional de la condena, los plazos se
computarán desde la fecha del pronunciamiento originario.

Artículo 27 bis.- Al suspender condicionalmente la


ejecución de la pena, el Tribunal deberá disponer que, durante un
plazo que fijará entre dos y cuatro años según la gravedad del delito,
el condenado cumpla todas o alguna de las siguientes reglas de
conducta, en tanto resulten adecuadas para prevenir la comisión de
nuevos delitos:

1. Fijar residencia y someterse al cuidado de un patronato.

2. Abstenerse de concurrir a determinados lugares o de


relacionarse con determinadas personas.

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 40

3. Abstenerse de usar estupefacientes o de abusar de


bebidas alcohólicas.

4. Asistir a la escolaridad primaria, si no la tuviere cumplida.

5. Realizar estudios o prácticas necesarios para su


capacitación laboral o profesional.

6. Someterse a un tratamiento médico o psicológico,


previo informe que acredite su necesidad y eficacia.

7. Adoptar oficio, arte, industria o profesión, adecuado a


su capacidad.

8. Realizar trabajos no remunerados en favor del estado o


de instituciones de bien público, fuera de sus horarios habituales de
trabajo.

Las reglas podrán ser modificadas por el Tribunal según


resulte conveniente al caso.

Si el condenado no cumpliere con alguna regla, el Tribunal


podrá disponer que no se compute como plazo de cumplimiento todo
o parte del tiempo transcurrido hasta ese momento. Si el condenado
persistiere o reiterare el incumplimiento, el Tribunal podrá revocar la
condicionalidad de la condena. El condenado deberá entonces
cumplir la totalidad de la pena de prisión impuesta en la sentencia.

(Artículo incorporado por art. 1° de la Ley N° 24.316 B.O. 19/5/1994)

Artículo 28.- La suspensión de la pena no comprenderá la


reparación de los daños causados por el delito y el pago de los gastos
del juicio.

7.7.- Condena de ejecución condicional y Libertad


condicional. Diferencia.

La libertad condicional juega en aquellos casos en que se


está frente a un sujeto que cumple una pena privativa de la libertad e
implica poner fin a la misma en forma anticipada a su cumplimiento
total, teniendo en cuenta no sólo un período determinado de tiempo,
considerado mínimo, sino también la recuperación del individuo como
hombre útil para la sociedad en que tendrá que actuar, revelada por
la buena conducta observada en el penal durante el tiempo de la
detención.

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 41

Cuando el beneficio se refiere a la medida de seguridad


accesoria del artículo 52 del código penal, el legislador ha sido más
exigente y no se ha conformado con que el sujeto haya cumplido con
regularidad los reglamentos, carcelarios, ya que exige eso y además,
que haya adquirido un hábito de trabajo y que. Por su falta de
peligrosidad, no sea un elemento pernicioso para el medio social.

En la condena de ejecución condicional, en cambio, el


condenado no es privado de su libertad, la pena queda en suspenso,
durante un tiempo que no puede superar los cuatro años no obstante
que, conforme a la ley, la pena no podría superar los tres años de
prisión en suspenso.

8) UNIFICACION DE CONDENA, PENA Y SENTENCIA. Art. 58 del código


penal.

8.1.- Artículo 58 CP. Alcances.

Según el artículo 58 del CP las reglas precedentes –o sea


las reglas del concurso de delitos- se aplicarán también en el caso en
que después de una condena pronunciada por sentencia firme se
deba juzgar a la misma persona que esté cumpliendo pena por otro
hecho distinto; o cuando se hubieren dictado dos o más sentencias
firmes con violación de dichas reglas. Corresponderá al juez que haya
aplicado la pena mayor dictar, a pedido de parte, su única sentencia,
sin alterar las declaraciones de hechos contenidas en las otras.
Cuando por cualquier causa la justicia federal, en autos en
que ella haya intervenido, no pueda aplicar esta regla, lo hará la
justicia ordinaria nacional o provincial que conoció de la infracción
penal, según sea el caso.

8.2.- Doctrina y Jurisprudencia.

No es pacífica la doctrina ni la jurisprudencia a la hora de


determinar los alcances hermenéuticos del artículo 58 del Código
Penal como así también la ubicación metodológica en dicho código.
La mayoría de ellos señala las diferencias entre unificación de
condena y unificación de pena. Carina Lurati incorpora la unificación
de sentencia otorgándole un alcance distinto al que proponemos en
este tópico. La mayoría coincide que el artículo 58 tiene una
defectuosa redacción, que ha dado lugar a problemas interpretativos
y regula lo que en doctrina se denomina unificación de penas.

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 42

Al igual que Lurati consideramos que el artículo 58 del CP


hace referencia a la unificación de condena; unificación de pena y
unificación de sentencia. No obstante, diferimos con esta autora en
cuanto a los alcances de las mismas. El sistema de pena única
pretende que la persona condenada cumpla una sola sanción penal,
a cargo de un solo juez y con una sola modalidad de tratamiento. Una
vez comprobado el delito se aplica la pena y, ese número de años de
prisión que se impone, es la medida del castigo –esto es, el poder que
tiene la pena- motivo por lo cual debe estar debidamente fundado,
tal vez, más que para fundamentar la existencia del delito, por cuanto
hay que fundamentar racionalmente los años de vida privada de su
libertad que se le quita a una persona. El principio que subyace es que
se debe cumplir una condena en un mismo momento histórico.

8.3.- Diferencia entre unificación de condena, pena y


sentencia.

a) No es lo mismo unificación de condena que unificación


de pena.

b) En la unificación de condena puede haber dos o más


sentencias por hechos cometidos en violación al concurso real de
delitos. Estos casos por razones procesales fueron juzgados por diversos
jueces, ya sea por razones de turno, jurisdicción, o materia lo que
impide la acumulación de las causas –conexidad subjetiva-. También
pudo haber sido juzgado por el mismo tribunal donde no pudo hacer
la acumulación de causas.

El artículo 58 CP mediante la unificación de condena


pretende purgar (remediar) la afectación a las reglas de concurso.
Cuando se realiza la unificación de condena la cosa juzgada sobre el
quantum de la pena por el hecho anterior desaparece porque ésta
fue dictada violando aquellas reglas. Lo que queda firme es sólo el
hecho juzgado en primer término al que se le añadirá el segundo
hecho juzgado por el juez que, en definitiva, será el juez unificador
aplicando a los distintos hechos delictivos –uno juzgado por él y el otro
por el juez o tribunal anterior- la escala penal establecida en el
artículo 55 y 56 del CP.

c) La unificación de pena no tiene que ver con el concurso


de delitos. Es por ésta circunstancia que, desde una perspectiva
metodológica, no tendría que ubicarse la unificación de pena en el
artículo 58 CP –porque no existe violación a las reglas del concurso de
delitos, capítulo en donde se encuentra inmersa dicha norma- sino

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 43

debería estar cerca del artículo 40 CP vinculado a la determinación


de la pena.

La regla para éste caso es que el nuevo delito se comete


mientras se está cumpliendo una pena anterior y la pena del nuevo
hecho se unifica con aquella. En este caso la pena única o pena total
será la resultante de la sumatoria de ambas penas.

La declaración de reincidencia podría ser una


consecuencia de dicho comportamiento y tendrá incidencia en la
unificación de penas en cuanto a la modalidad de su ejecución, claro
está, siempre que se defina qué es lo que se entiende por
cumplimiento parcial de la misma.

En el caso de haber cometido el segundo delito


encontrándose en libertad condicional corresponde revocar dicho
beneficio en los términos del artículo 15 del CP.

También correspondería revocar la condena de ejecución


condicional en el caso de haber cometido el delito encontrándose
cumpliendo dicha pena, o, más específicamente, dentro del plazo de
cuatro años a partir del dictado de la sentencia en los términos del
artículo 27 primer párrafo del CP.

d) La unificación de sentencia se da cuando el juez o


tribunal no advirtió, o advirtiéndolo no hizo unificación de condena o
unificación de pena cuando hubiese correspondido. En este caso
habrá una persona condenada con dos penas. Como esa
circunstancia se contrapone con el sistema de pena única o pena
total que establece el Código Penal las partes se encuentran
habilitadas –inclusive las autoridades del servicio penitenciario- a
pedir la unificación de sentencia con el objeto de lograr que la
persona condenada tenga pena única y su ejecución, en los términos
de la ley 24.660 y sus modificaciones, pueda cumplirse regularmente.

La interpretación que pregonamos del artículo 58 del CP se


sustenta no solo en la letra de la ley sino también en cuestiones
pragmáticas, menos burocráticas, donde el juez unificador será
siempre el juez que intervino en segundo término, sea, en la
unificación de condena o unificación de pena. Por lo contrario,
cuando no se ha llevado a cabo esta unificación de condena o
unificación de pena, sea por ignorar que había condena anterior; sea
por cualquier otra razón, y se dictó sentencia condenatoria sin hacer
aquellas unificaciones tendremos condenados con dos o más penas
distintas violando el sistema de pena única o pena total.

"Todo el año junto a vos"


Franja Morada UCSE 44

Es imperiosa la necesidad entonces de llevar a cabo la


unificación de condena o pena con el fin de no entorpecer la
ejecución de la pena prevista en la ley 24.660. Es ahí, donde entra a
jugar la unificación de sentencia –una tercera sentencia- que a
pedido de parte o del servicio penitenciario debe emitirla el juez que
dictó la pena más grave.

"Todo el año junto a vos"

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