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Resumen Texto El Capital (Marx) – Capítulo I: La Mercancía

I. Los dos factores de la mercancía: valor de uso y cambio, o valor propiamente dicho
(Sustancia y Magnitud)
La riqueza de la producción capitalista se presenta como una “inmensa acumulación de mercancías”. La mercancía es antes todo un
objeto exterior, una cosa que por sus propiedades satisface necesidades humanas de cualquier clase. Cualquier cosa útil puede
considerarse desde un doble punto de vista; el de la calidad y de la cantidad.

La utilidad de una cosa hace de ella un VALOR DE USO. Determinada por las propiedades del cuerpo de la mercancía, lo que le torga
este carácter, es la mayor o menor cantidad de trabajo que el hombre necesita para apropiarse de sus cualidades útiles. Los valores
de uso de las mercancías constituyen el material de un saber especial, de la ciencia y la rutina comerciales. Sólo se realzan en el uso
o el consumo. Son al mismo tiempo los soportes materiales del valor de cambio.

El VALOR DE CAMBIO, aparece primero como la relación cuantitativa, como la proporción en que los valores de uso de distintos
tipos se intercambian, y esa relación se modifica constantemente con el tiempo y el lugar. Parece algo arbitrario y en todo sentido
relativo. En todas las mercancías, sin embargo, hay algo en común. En un intercambio de dos objetos, ellos pueden ser igualados a
un tercero. Como valor de cambio, ambos pueden ser reducidos al tercero, con independencia del otro.

Las cualidades naturales solo entran en consideración en la medida en que ofrecen una utilidad que las convierte en valores de uso.
Pero, por otro lado, resulta evidente que se hace abstracción del valor de uso de las mercancías cuando se las intercambia, y que
todas las relaciones de cambio se caracterizan inclusive por esa abstracción. En el intercambio, un valor de uso vale como cualquier
otro. Las mercancías son ante todo de diferente calidad; en los valores de cambio, son de distintas cantidades.

Cuando se deja a un lado el valor de uso de las mercancías, sólo les queda una cualidad. La de ser productos del trabajo. Todo se
reduce al mismo trabajo, a una inversión de fuerza humana de trabajo, sin referencia a la forma particular en que se la invirtió.

¿Cómo medir la magnitud de su valor? Por la cantidad de sustancia “creadora de valor” que contiene, por el trabajo. Cantidad de
trabajo: duración en el tiempo, y el tiempo de trabajo que posee, a su vez su medida en partes del tiempo (horas, días, etc.). La
fuerza de trabajo de la sociedad, que se manifiesta en el conjunto de los valores, sólo cuenta como fuerza única, aunque se
componga de innumerables fuerzas individuales. Cada fuerza de trabajo individual es igual a cualquier otra, en la medida que posee
el carácter de una fuerza social promedio.

*En la producción de una mercancía solo se emplea el tiempo de trabajo necesario; el tiempo de trabajo socialmente necesario.
Este exige todo trabajo, ejecutado con el grado medio de habilidad e intensidad, y en condiciones normales respecto del medio
social dado. Por consiguiente, solo la cantidad de trabajo, o el tiempo de trabajo necesario, en una sociedad dada, para la
producción de un artículo, determina la cantidad de su valor (propiamente tal). Las mercancías que contienen iguales cantidades de
trabajo, o que se producen en el mismo tiempo, tienen el mismo valor.

La cantidad de valor de una mercancía se mantendría constante si lo mismo ocurriese con el tiempo necesario para su producción.
Pero este último varía con cada modificación de la fuerza productiva del trabajo, que por su parte depende de la habilidad media de
los trabajadores; del desarrollo de la ciencia; del grado de la aplicación tecnológica; combinaciones sociales de producción;
amplitud y eficacia de los medios; etc.

En general, cuanto mayor es la fuerza de trabajo, será más breve el tiempo necesario para producir el artículo, así es menor la masa
de trabajo cristalizada en él y más reducido su valor. A la inversa, cuanto más pequeña es la fuerza productiva, mayor es el tiempo
necesario, y mayor es su valor. El valor de la mercancía varía, en proporción directa de la cantidad y proporción inversa de la
fuerza productiva del trabajo que se realiza en ella.

Una cosa puede ser valor de uso sin ser valor. Para ello basta con que resulte útil al hombre sin provenir de su trabajo (pastizales
naturales, suelo virgen, etc.), no es mercancía. Para producir mercancías, no solo se debe producir valores de uso, sino que, para un
otro, un valor de uso social. Nada puede tener valor sin una utilidad.

II. Doble carácter del trabajo representado por la mercancía


Al trabajo que se manifiesta en la utilidad o el valor de uso de su producto es trabajo útil. Considerado en relación con su
rendimiento. Al conjunto de los valores de uso de todo tipo corresponde otro conjunto de trabajos útiles igualmente variados;
división social del trabajo. Con esta hay producción de mercancías. Sólo los productos de trabajos privados e independientes entre
sí se representan como mercancías intercambiables. El valor de uso de cada mercancía contiene un trabajo útil especial o una
actividad productiva que responde a un objetivo particular. La diferencia entre los diversos tipos de trabajos útiles que se ejecutan
los unos con independencia de los otros, por cuenta de productores libres, se desarrolla hasta convertirse en un sistema muy
ramificado en una división social del trabajo. Ej. El traje resulta indiferente si lo usa el sastre o sus parroquianos, en ambos casos,
sirve de valor de uso.

Los valores de uso, los cuerpos de las mercancías, son combinaciones de (2) elementos; materia y trabajo. Siempre queda un
residuo material, algo proporcionado por la naturaleza, que no tiene que ver con las personas. Lo único que hacemos es modificar la
forma de los materiales. El trabajo no es la única fuente de valores de uso o riqueza material, también lo es la naturaleza.

Todas las actividades productivas, con abstracción de su carácter útil, son una inversión de fuerza humanas. La fuerza humana de
trabajo (cuyo movimiento no hace otra cosa que cambiar de forma en las diversas actividades productivas) debe estar
suficientemente desarrollada. La inversión de fuerza de trabajo se divide en trabajo complejo y trabajo simple medio. El trabajo
complejo (trabajo calificado) no es más que una potencia del trabajo simple, o más bien es el trabajo simple multiplicado.
Determinada cantidad de trabajo complejo corresponde a una cantidad mayor del simple.

La confección de la tela y la del traje forman la tela y el traje, porque poseen distintas cualidades, pero solo forman sus valores
gracias a su cualidad común de trabajo humano. El traje vale el doble que la tela. Esta diferencia proviene de que la tela contiene la
mitad del trabajo del traje (para la producción de este, la fuerza de trabajo debe invertirse durante el doble de tiempo que exige la
producción de la primera).

Una masa creciente de riqueza material puede corresponder un decrecimiento simultaneo de su valor. Este movimiento
contradictorio proviene del doble carácter del TRABAJO.

 La eficacia, en un tiempo dado, de un trabajo útil depende de su fuerza productiva.


 El trabajo útil, se convierte en una fuente más o menos abundante de productos, en proporción directa del aumento o la
disminución de su fuerza productiva.
 (Una variación de la fuerza productiva, no afecta la manera directa el valor)
 Sin importar las variaciones en la fuerza de producción, el mismo trabajo, se fija en el mismo valor. Pero genera más valor
de uso, si aumenta su fuerza productiva, y menos si disminuye.
 Todo cambio de la fuerza productiva, si aumenta la fecundidad del trabajo, disminuye el valor de esa masa que aumenta. Se
reduce el tiempo total de trabajo necesario para su producción.

Todo trabajo es por un lado inversión, en el sentido de fuerza humana, que contribuye al valor de las mercancías. Por el otro lado,
todo trabajo es inversión de fuerza humana en forma productiva, en ese aspecto concreto y útil produce valores de uso o utilidades.
Así como la mercancía tiene que ser ante todo una utilidad para ser un valor, también el trabajo tiene que ser primero útil para
que se lo pueda considerar inversión de fuerza humana.

III. Forma del Valor


A: mercancía x (Tela) / B: mercancía y (Traje) / 20 metros de Tela = 1 Traje
Las mercancías son dos cosas a la vez; objetos de utilidad y portadores de valor. Solo pueden entrar en la circulación en la medida
en que se presentan con una dobles forma: la natural y la de valor.

Si se recuerda que los valores de las mercancías tienen una realidad puramente social, que sólo la adquieren cuando son expresiones
de la unidad social, el trabajo humano. Esa realidad social puede manifestarse en las transacciones sociales, en las relaciones de las
mercancías entre sí.

Las mercancías poseen un forma-valor particular, que contrasta con sus diversas formas naturales: la forma-dinero. En general, las
mercancías no tienen entre sí otra relación que la de valor.

A. Forma Simple o Accidental del Valor


1. Los dos polos de la expresión del valor: su forma relativa y su forma equivalente
La tela expresa su valor en el traje, y éste sirve de materia a dicha expresión. La primera mercancía desempeña un papel activo, la
segunda pasivo. El valor de la primera se expone como valor relativo, la segunda funciona como equivalente.

Son dos aspectos correlativos inseparables, pero al mismo tiempo polos de la misma expresión de valor. Una mercancía no puede
adorar a la vez dos formas en la misma expresión de valor. Ambas se excluyen de manera polar.

2. La forma relativa del valor


a) Contenido de esta forma
Pera encontrar el contenido de la expresión simple del valor, se debe abstraer su aspecto cuantitativo. Cosas distintas sólo se
pueden comparar en términos cuantitativos después de haber sido reducidas a la misma unidad.
* A: mercancía x (Tela) / B: mercancía y (Traje) / 20 metros de Tela = 1 Traje

Las dos mercancías (traje, tela) de misma cualidad, de esencia idéntica, se expresan en la ecuación; 20 metros de Tela = 1 Traje.
Dónde sólo se expresa el valor de la tela. Esto sucede al compararla con una mercancía de una especie distinta, como su equivalente
(una cosa que puede reemplazarla o que es intercambiable con ella). Esto dejando de lado su naturaleza de objetos útiles, y
colocándolas como mercancías, es decir, una relación entre valores (son trabajo humano cristalizado).

Dado que el traje es equivalente, se afirma que su trabajo es igual al de la tela. Esta ecuación expresa el carácter específico del
trabajo que constituye el valor de la tela. Pero no basta con expresar este carácter, el trabajo humano crea valor, pero no es valor.
Sólo se convierte en esto, en forma de un objeto. Por esto, las condiciones que hay que cumplir para expresar valor son
contradictorias:

- Por un lado; hay que presentarlos como una pura condensación del trabajo humano abstracto
- Al mismo tiempo; esa condensación debe adoptar la forma de un objeto distinto de la misma tela, y que al mismo tiempo,
le pertenezca

Cuando postulado como equivalente, el traje, no necesita confirmar su carácter de valor. Pero el traje, es simple valor de uso, esto
prueba que en la relación de valor de la tela tiene mayor significación que fuera de dicha relación. La relación que hace al traje el
equivalente de la tela, metamorfosea, la forma-traje en la forma-valor de la tela, o se expresa el valor de la tela en el valor de uso
del traje. La tela, para expresar que su valor proviene del trabajo humano, “dice” que el traje, en la medida que vale tanto como ella,
se componen del mismo trabajo.

En la relación de valor, la forma natural de la mercancía B (traje), se convierte en la forma de valor de A (tela), o el cuerpo de B
(traje) se convierte para A (tela) en el espejo de su valor.

El valor de la mercancía A (expresado en el valor de uso de B) adquiere la forma de valor relativo.


b) Determinación cuantitativa del valor relativo
Toda mercancía es una cosa útil que contiene determinada cantidad de trabajo. Por lo tanto; la forma de valor expresa, no solo
valor en general, sino un valor en cierta magnitud.

En la relación de la mercancía A (tela) con la B (traje), no solo se declara su igualdad en términos de calidad, sino que, cierta cantidad
de una, equivale a cierta cantidad de la otra.

20 metro de tela = 1 traje, ecuación que supone que las dos mercancías cuestan el mismo trabajo, o que se producen en el mismo
tiempo. Pero este tiempo varía para cada una, con cada variación de la fuerza productiva del trabajo.

Influencia de estas variaciones sobre la expresión relativa de la magnitud de valor (valor relativo):

I) El valor de la tela cambia en tanto el valor del traje se mantiene constante

El valor relativo de la mercancía A, su valor expresado en la mercancía B, sube o baja, en proporción directa al valor de la mercancía
A (si el B se mantiene constante).

 Si el trabajo necesario para la producción de tela se duplica: tendremos 20 metros de tela = 2 trajes
 Si el trabajo necesario para la producción de tela disminuye a la mitad: tendremos 20 metros de tela = 1/2 traje

*Esto sucede de esta manera, debido a que el valor del equivalente es igual, entonces, al afectarse el valor (trabajo socialmente
necesario de producción) de la tela, su expresión en el equivalente varía (traje).

II) El valor de la tela permanece constante, en tanto que varía el del traje

Si el valor de la mercancía A se mantiene constante, se advierte que su valor relativo, expresado en la mercancía B, asciende o
desciende, en proporción inversa al cambio de valor de B.

 Si el trabajo necesario para la producción del traje se duplica: tendremos 20 metros de tela = 1/2 traje
 Si el trabajo necesario para la producción del traje disminuye a la mitad: tendremos 20 metros de tela = 2 trajes

*Siempre se visualizará el cambio de los valores en el equivalente, puesto que pierde su valor propio, al tener la mera utilidad de
representar el valor de la otra mercancía (su valor relativo).

**Analizando: si se compara I y II, se ve que el mismo cambio de magnitud del valor relativo, puede ser resultado de causas
opuestas. Ejemplo: la ecuación 20 metros de tela = 1 traje, se convierte en 20 metros de tela = 2 trajes. Esto puede ser; porque, el
valor de la tela se duplica; o porque, el valor del traje disminuye a la mitad.
III) Las cantidades de trabajo necesarias para la producción de la tela y el traje cambian al mismo tiempo, en el mismo
sentido y proporción

En este caso, de la tela y el traje, sus cambios se descubren en la comparación con una tercera mercancía cuyo valor permanece
constante. Si los valores de todas las mercancías aumentan o disminuyen en la misma proporción y tiempo, sus valores relativos, no
varían. El cambio de valor se ve cuando en un mismo tiempo de trabajo, se hace más o menos de la mercancía.

IV) Los tiempos de trabajos necesarios para la producción de la tela y el traje, así como sus valores, pueden cambiar al
mismo tiempo y en el mismo sentido; pero en un grado diferente o en un sentido opuesto, etc.

El valor relativo de una mercancía puede variar, aunque su valor se mantenga constante; puede permanecer constante, aunque
cambie su valor; y puede que los cambio en la cantidad de valor y su expresión relativa sean simultáneos, sin corresponderse.

3. La forma equivalente y sus particularidades


Se vio: al mismo tiempo que la mercancía A (tela) expresa su valor en el valor de uso de otra mercancía, B (traje), le da a esta última,
la forma de valor equivalente. Esto quiere decir que la tela vale algo, al poder ser inmediatamente intercambiable por otra
mercancía (el traje).

Una mercancía es intercambiable por otra de la cual sea el equivalente. No necesita adoptar una forma distinta de la natural para
manifestarse como valor frente a la otra mercancía, para ser intercambiable por ella. La forma equivalente es para una mercancía la
forma en que es inmediatamente intercambiable por otra.

La cantidad de valor de dos mercancías, medida por la duración comparativa del trabajo necesario para su producción, es una
determinación independiente de la forma valor. La mercancía cuyo valor se encuentra en la forma relativa se expresa siempre
como cantidad de valor (tela), cosa que no pasa con el equivalente, que siempre figura como simple cantidad de una cosa útil
(traje).

En la forma equivalente una mercancía figura como simple cantidad de una materia cualquiera (el traje es cantidad de traje),
precisamente porque no se expresa la cantidad de su valor.

Las contradicciones que encierra la forma equivalente:

i. Primera particularidad de la forma equivalente: el valor de uso se convierte en la forma de manifestación de su contrario,
el valor.

Considerado por sí mismo, el traje, no es más que un objeto de utilidad, tal como la tela. Pero dado que ninguna mercancía puede
referirse a sí misma como equivalente, tiene que tomar como esto a otra mercancía cuyo valor de uso le sirve de forma-valor.

En la expresión del valor de la tela, el cuerpo del traje representa una cualidad sobrenatural de ambos objetos; su valor, carácter de
sello puramente social.

La verdadera esencia de la forma equivalente, consiste en que el cuerpo de la mercancía (traje), expresa valor, solo en la medida que
otra mercancía, como la tela, se refiera a ella como equivalente.

ii. Segunda particularidad de la forma equivalente: el trabajo concreto se convierte en la forma de manifestación de su
contrario, el trabajo humano abstracto.

El cuerpo del equivalente figura como materialización del trabajo humano abstracto, producto de un trabajo particular, concreto y
útil. Cuando se expresa el valor de la tela en el traje, la utilidad del trabajo del sastre no consiste en que confecciona trajes, sino en
que produce un cuerpo; un trabajo que en nada se distingue del realizado en el valor de la tela. Se transforma en nada más que su
propiedad de trabajo humano.

En la expresión de valor de la mercancía las cosas se toman del revés; para expresar, por ejemplo, que el tejido crea el valor de la
tela, se le opone otro trabajo, el que produce el traje (equivalente de la tela). El trabajo del sastre resulta así metamorfoseado en
simple expresión de su propia cualidad abstracta.

iii. Tercera particularidad de la forma equivalente: el trabajo concreto que produce el equivalente posee la forma de la
igualdad con otro trabajo, y así se vuelve trabajo en forma social inmediata.

4. Conjunto de la forma-valor simple


La forma simple del valor de una mercancía está contenida en su relación de valor o de cambio con una única mercancía distinta. El
valor de una mercancía se expresa sólo en el hecho de que se presenta como valor de cambio.
La mercancía es valor de uso, u objeto de utilidad, y valor. Es una cosa doble, en cuanto su valor posee una forma distinta de la
natural, la del valor de cambio. Y jamás posee esa forma si se le considera aisladamente.

Un examen atento del valor de A en B, mostró que en esa relación la forma natural de la mercancía A, sólo figura como forma de
valor de uso, y la de la mercancía B, sólo como forma de valor. La forma-valor simple de una mercancía es entonces, la simple forma
de aparición de los contrastes que oculta, es decir, del valor de uso y el valor.

El producto del trabajo adquiere la forma-mercancía en cuanto su valor adquiere la forma de valor de cambio, en cuanto es
representado como la unidad en que se fusionan los contrastes. La forma simple que adopta el valor de la mercancía es también la
forma primitiva en que el producto del trabajo se presenta como mercancía y el desarrollo de la forma-mercancía avanza al mismo
paso que el de la forma-valor.

*Se percibe la insuficiencia de la forma-valor simple, que debe sufrir una serie de metamorfosis antes de llegar a la forma-precio. La
forma simple sólo distingue entre el valor y el valor de uso de una mercancía, y la coloca en relación de cambio con una sola especie
de cualquier otra mercancía, en lugar de representar su igualdad cualitativa y su proporcionalidad cuantitativa con todas.

B. Forma-Valor Total o Desarrollada


1. La forma desarrollada del valor relativo
El valor de una mercancía está representado ahora en otros elementos innumerables. La forma total del valor, pone a una mercancía
en relación social con todas. El valor de las mercancías adopta de manera indistinta cualquier forma particular de valor de uso. Acá el
valor de la tela se lo puede expresar en café, hierro, azúcar. No es el intercambio el que regula la cantidad de valor de una
mercancía, sino por el contrario, la cantidad de valor de la mercancía, rige sus relaciones de intercambio.

2. La forma equivalente particular


Cada mercancía sirve de equivalente en la expresión del valor de la tela.

3. Defectos de la forma-valor total o desarrollada


La serie de los términos, en relaciones entre mercancías, jamás se cierra. La comparación del valor puede prolongarse cuanto se
quiere.

Como la forma natural de cada especie de mercancías proporciona aquí una forma equivalente particular, al lado de otras en
número infinito, en general sólo existen formas equivalente fragmentarias, cada una excluye a la otra. Asimismo, una manifestación
incompleta del trabajo humano.

C. Forma-Valor General
1 traje =
10 libras de café =
20 metros de tela
2 onzas de oro =
X mercancía de A =

1. Cambio de carácter de la forma-valor


La mercancía expresa ahora sus valores:

i. De una manera simple, porque los expresan en una sola especie de mercancía
ii. En conjunto, pues expresan los expresan en la misma especia de mercancía

Su forma de valor es simple y común, es decir, es general. Acá se logra expresar el valor de una mercancía como algo distinto de su
propio valor de uso, o de su propia materia.

En virtud de la semejanza con la tela, el valor de cada mercancía es ahora distinto, no solo de su propio valor de uso, sino además de
todos los otros. Esta forma es la primera que relaciona las mercancías entre sí como valores, al parecer como valores de cambio.

Las mercancías desde el punto de vista del valor, son cosas puramente sociales, solo pueden expresar esa existencia social por
medio de una serie que abarque todas sus relaciones recíprocas; una forma socialmente válida. La tela es ahora la forma oficial de
los valores, es inmediatamente intercambiable por todas las otras mercancías, esto significa la reducción de todos los trabajos reales
a su carácter común de trabajo humano, inversión de la misma fuerza de trabajo.

2. Relación de desarrollo de la forma-valor relativa y de la forma equivalente


La forma equivalente se desarrolla de manera simultánea y gradual junto con la relativa; pero el desarrollo de la equivalente es
resultado y expresión de la relativa. Una mercancía específica adquiere la forma de equivalente general, porque todas las otras
hacen de ella la materia de su forma general de valor relativo.

Esta forma le da al conjunto de las mercancías una expresión de valor relativo general, y uniforme porque excluye de la forma
equivalente todas las mercancías, menos una. En consecuencia. Una mercancía (la tela) se encuentra en forma de intercambiabilidad
inmediata con todas las demás.

La mercancía que funciona como equivalente general, no podría ser parte integrante de la forma general del valor relativo. Para ello
sería necesario que se pudiese servir de equivalente a sí misma (20 metros de tela = 20 metros de tela).

3. Transición de la forma-valor general a la forma-dinero


La forma-valor adquiere consistencia, se fija en un objeto único y se impregna de una autenticidad social. La mercancía especial se
convierte en mercancía dinero o funciona como dinero. Su función social específica, y por lo tanto su monopolio socia, consiste en
desempeñar el papel de equivalente universal. El oro conquistó históricamente este privilegio.

D. Forma-Dinero
1 traje =
10 libras de café =
2 onzas de oro
2 onzas de oro =
X mercancía de A =

IV. Carácter Fetichista de la Mercancía y su Secreto


El carácter místico de la mercancía no proviene de su valor de uso, tampoco deriva de los caracteres que determinan el valor.
Entonces ¿de dónde proviene? Cuando adopta la forma de mecancía. La medición de los trabajos por duración adopta la forma de
magnitud del valor de los productos de trabajo; por último, las relaciones de los productores, en las cuales se afirman los caracteres
de sus trabajos, adquieren una forma de una relación social de los productos del trabajo. He ahí por qué estos se convierten en
mercancías o cosas sociales.

La forma-valor y la relación de valor de los productos del trabajo nada tienen que ver con su naturaleza física. Se trata solo de una
relación social determinada de los hombres entre sí, que aquí adquiere para ellos la forma fantástica de relación de cosas entre sí.

Los objetos de utilidad se convierten en mercancías porque, son los productos de trabajos privados ejecutados con independencia
los unos de los otros. Como los productores están socialmente en contacto por el intercambio de sus productos, solo dentro de los
límites de este intercambio se afirman primero los caracteres sociales de sus trabajos privados (las relaciones que el intercambio
establece entre los productos del trabajo, y de manera indirecta entre los productores; parecen lo que son, relaciones sociales entre
las cosas).

Sólo en su intercambio los productos de trabajo adquieren como valores, una existencia social idéntica y uniforme. Los objetos
útiles se producen con vistas al intercambio y su carácter de valor, que se tenga ya en cuenta con su producción misma.

Cuando los productores se relacionan en el intercambio, al considerar iguales sus productos diferentes, establecen que sus distintos
trabajos son iguales. Lo que ante todo interesa en la práctica es saber cuánto obtendrán a cambio de sus productos; la proporción en
que se intercambian entre sí.

Las cantidades de valor cambian sin cesar, con independencia de la voluntad y previsiones de los productores, para quienes su
propio movimiento social adquiere así la forma de un movimiento de las cosas. Los trabajos privados, ejecutados con independencia
los unos de los otros. El tiempo de trabajo social necesario para la producción se impone como ley natural reguladora. La cantidad
de valor representa una relación de magnitud entre las cosas, entre los productos mismos del trabajo.

El análisis del precio de las mercancías condujo a la determinación del valor cuantitativo, y sólo la expresión común de las
mercancías en dinero llevó a la fijación de su carácter de valor. Esta forma adquirida, en lugar de revelar los caracteres sociales de
los trabajos privados y las relaciones sociales de los productores, no hace otra cosa que oscurecerlos.

Robinson Crusoe
- Tiene necesidades que satisfacer; esto lo lleva a realizar trabajos útiles de distinto tipo.
- La necesidad lo obliga a distribuir su tiempo en diferentes ocupaciones.
- Las relaciones entre Robinson y las cosas que constituyen la riqueza que él mismo crea son, hasta tal punto sencillas y
transparentes, y sin embargo, contienen todas las determinaciones esenciales del valor.
- Si nos transportamos de la isla, a la Edad Media europea, encontramos un mundo dependiente, siervos y señores, vasallos y
soberanos, laicos y clérigos. Esta dependencia caracteriza las relaciones sociales de la producción material. Acá todas las
relaciones sociales aparecen como relaciones entre personas.
- La forma natural del trabajo es también la social. Cada siervo invierte, en el servicio a su señor, determinada cantidad de su
fuerza de trabajo personal.
- Las relaciones sociales de las personas en sus respectivos trabajos se afirman con claridad como sus propias relaciones
personales, en lugar de disfrazarse de relaciones sociales de las cosas, de los productos del trabajo.

Todos los productos de Robinson, eran su producto personal y exclusivo, y por lo tanto objetos de utilidad.

Los pueblos comerciantes propiamente dichos solo existen en el mundo antiguo; viejos organismos sociales que son (en la relación
de la producción) mucho más simples y transparentes que la sociedad burguesa, pero tienen como base la inmadurez del hombre
individual, que lo une a la comunidad natural de una tribu primitiva, o las condiciones de despotismo y esclavitud.

La vida social, cuya base es la producción material y las relaciones que esta implica, exige, un conjunto de condiciones de existencia
material que, a su vez, solo pueden ser el producto de un largo y doloroso desarrollo.

La economía política analizó el valor y la magnitud del valor, aunque de manera muy imperfecta; nunca se preguntó por qué el
trabajo se representa en el valor, y la medición del trabajo por su duración en la magnitud de valor de los productos.

La forma-mercancía, es tan familiar para todos que nadie ve malicia alguna en ello.

Si las mercancías hablaran dirían: “es posible que nuestro valor de uso interese al hombre. Por nuestra parte, como objetos, ello
nos tiene sin cuidado. Lo que nos importa es nuestro valor. Así lo demuestra nuestra relación entre nosotras como cosas de venta y
compra. Solo nos vemos unas a otras como valores de cambio”.

El valor útil de las cosas lo realiza el hombre si intercambio, es decir, en una relación inmediata entre la cosa y el hombre, en tanto
que su valor, por el contrario, solo se realiza en el intercambio; en una relación social.

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