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Cacho era de descubrir mucho, todo el cine Cacho se metía en todo ese tipo de cosas,
que veíamos un poco de avanzada, nos reu- era una máquina multiplicadora de proyectos
níamos todos los domingos, salíamos para y sus ideas eran maravillosas y fantásticas.
ir al cine todos los domingos. Con esa cosa Llegó a establecer un correo de intercambio
que él tenía de fijarse quién podía pagar la 66, cuando Cacho cumplió 18 años, que hizo epistolar con alumnas de una escuela de Es-
entrada, quién no, y después íbamos a el festejo en la casa de las tías, me acuerdo tados Unidos, pensando en un levante inter-
tomar algo. de su torta con la libreta de enrolamiento, es nacional y después nos enteramos que eran
clásico del momento. chicas de Primaria. Digerido el fiasco, nos
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También fue un precursor en lo que íbamos quedaron las letras en inglés. Me acuerdo
a leer. Me acuerdo que un día se apareció Otra cosa que lo pinta también de cuerpo en- que nos mandaron “Vísperas de la destruc-
con La espuma de los días de Boris Vian. Ha- tero… Quisimos formar un grupo musical, ción” de Barry McGuire y “Masters of War”
bíamos cumplido 14, 15 años. Años más pero no teníamos plata para los instrumentos de Bob Dylan (“Maestros de la Guerra”). Tu-
tarde descubrimos, gracias a él, a Jacques ni sabíamos música ni nada. Yo era el que vimos la letra en inglés y en castellano. Para
Prévert, con unas ediciones que había bilin- cantaba. Entonces como regalo de cumplea- nosotros fue una sacudida tremenda encon-
gües. Tiempo después me regaló el segundo ños contrató una banda de rock, pero con el trarnos con eso, tengo la hoja tipeada que
volumen de Paroles que lo tengo, está todo propósito, no que la banda tocara en el Cacho me pasó. A veces nos íbamos a algún
garabateado, todo escrito por él y los men- cumpleaños, sino que me acompañara a mí, lugar donde había un recital, como esos que
sajes que puso en el libro. porque él quería que yo delante de la familia la Embajada Francesa promocionaba mucho
cantara “Soplando en el viento” de Bob que se hacían en pequeños teatros, pe-
En ese tiempo, nos fuimos en invierno a Ge- Dylan (Blowing in the Wind). Porque él había queños lugares que no sé de dónde Cacho
sell, dormimos en un camping. No podíamos traído la primera grabación que se conoció los sacaba y teníamos un repertorio prepa-
tener más de 15 ó 16. Después fuimos en los en el país, la encontró, no sé cómo, que no rado por si surgía la oportunidad…, porque
veranos, tengo fotos, pero no está Cacho fue la de Bob Dylan sino la de Carlos Wa- Cacho con esa generosidad que tenía decía:
porque él sacaba las fotos. Éramos absolu- xemberg que había grabado un doble con “porque vos tenés que triunfar como…”. Eran
tamente menores, ¿sabés por qué me “Soplando” y algunas otras canciones de un par de canciones “existencialistas”
acuerdo? Porque sería el año más o menos Pete Seeger, y hacía una introducción en porque Cacho había encontrado los libros de
me dijiste que te vas ahora. Le habrá mostrado el prontuario de lo que
– No porque yo voy a esperar. tenía a mano. Desde ese día tuvimos vedado
– Vos te vas ahora porque dentro de diez mi- ir a ver a “Los Gatos”, y no nos hicimos ver
nutos venimos con el camión celular y nos lle- por la casa de Irma y de las tías por un
vamos todo lo que tenga patas. tiempo hasta que se calmaron las aguas.
Y ahí lo agarraron a Cacho. Él era menor. Era un momento donde se vivían esas
Entró al patrullero y no me voy a olvidar cosas… Después Cacho empezó a trabajar
jamás la cara, esa fue la primera vez de su con un grupo en la parroquia de Nuestra
contacto del otro lado de la ley, metido en el Señora del Valle en la calle Córdoba, era la
patrullero, nosotros pidiéndole al policía que época de los curas tercermundistas, no
nos dijo: “Ya no hay nada que hacer, váyan- puedo precisar la fecha cuándo Cacho em-
se…”, era otro momento. Era de madrugada, pieza a comprometerse más con la investi-
tuvimos que llamar a Irma para que lo fuera gación y las prácticas políticas.
a sacar, nos quedamos… Irma se puso me cuenta que la vieja le dijo de todo a la
hecha una furia y dijimos: “Escapemos de los policía, pero absolutamente de todo, lo de- Recuerdo, con esto de las historias cíclicas,
'cuatro jinetes del Apocalipsis en uno' que se fendió como al mejor, después lo mató a que teníamos un profesor de historia que se
nos va a venir encima”. Pero decidimos ha- golpes cuando salió, pero ahí delante les dijo llamaba Boitano, David Boitano, que era un
cerle el aguante a Cacho y nos quedamos en de todo, que por qué no se dedicaban a otra tipo… como un dandy. Cacho estudiaba
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la vereda. Era otra época evidentemente, los cosa en vez de molestar a los chicos, etc.
que nos llevaban presos eran los de “Seguri- realmente. Entonces Cacho dice: “el carde-
dad Personal”, una división que había en el Cacho, con la vieja en el medio, peleaba con nal Richelieu” [pronuncia Richelie]; “Riyelié”
Departamento de Policía. A Cacho tenía que el Comisario que lo reprendía y que le decía (el profesor); “el tratado de Artois” [pronun-
ir a buscarlo la madre porque era menor, se callara la boca. Él me contó que el Comi- cia literal]; “Artuá” (el profesor)”. Es como si
nosotros nos quedamos en la vereda, donde sario decía: lo escuchara hoy al tipo diciendo Riyelié,
yo tomé los apuntes de lo que había pasado – Usted qué va a hacer a ese lugar que es un Artuá, Calé… (por Calais). Cacho se sen-
esa noche porque siempre llevaba un morral antro de perdición, está lleno de drogadictos, taba en esos momentos en el primer banco,
donde tenía todas las porquerías que te pederastas, prostitutas, y no sé qué más. al lado mío.
puedas imaginar y siempre llevaba una libreta Y Cacho decía:
para anotar y ahi escribí lo que había pasado – Yo fui a ver a “Los Gatos”. Un día Cacho estaba jugueteando con la
esa noche. – Qué tiene que ir a ver a ese grupo de de- tapa de una birome Bic con el banco, el pu-
generados –le decía el tipo. pitre se levantaba… y estaba este profesor
No nos dejaron estar en la vereda. Y fuimos – A mí me gusta –e Irma decía: “cállate la delante de él tratando de leernos algo, me
a un bar donde siempre íbamos a ver ama- boca”–, y Cacho replicaba. parece que era el diario del Descubrimiento
necer, un barcito… la pizzería Nápoles en El Comisario decía: América de Pigafetta. Cacho estaba con cara
Congreso y ahí terminé de escribir el relato, – Yo le voy a mostrar el prontuario de esos de medio embolado, estaba jugando con el
después hubo algún agregado. Luego Cacho tipos, así mírelo, es como la guía telefónica. capuchón… parecía un chico de 10 años,
Jean Paul Sartre y estábamos fascinados cando “Estoy muy abatido” y Lito Nebbia
con Gilbert Bécaud, con Edith Piaf. canta Sally la Lunga, o sea que ni ellos es-
cuchaban lo que estaban haciendo.
Un día me dice de un lugar que se llamaba
Pasarotus –que es La Cueva–, fuimos cami- Había como una costumbre tácita en todo el
nando. Dábamos vueltas por un lado, otro..., mundo (porque era otro momento) en donde
hasta que encontramos el boliche; claro, el tenías que estar siempre corriendo de la
problema era cómo entrar porque éramos policía, ya fuera por una cuestión de ideas
menores; ahí me acuerdo que yo pasaba políticas, porque usabas el pelo largo, porque
porque tenía apariencia de más grande. los menores no podían estar por la calle. Una
Además, yo me había dejado bigote ya, por serie de dificultades hacía que siempre había
una cuestión de insolencia con la autoridad que estar observando a ver si no venía la lan-
del Mariano Acosta; éramos dos, uno en un chita. Entonces había como un entendimien-
turno y otro en otro que usábamos bigote, y to tácito que cuando yo decía: “Nos vamos,
a mí creo que me dejaban porque suponían está la cana”, nadie discutía nada por más
que estaba tan loco que no valía la pena me- que la estuviéramos pasando bien. Y ese día
terse conmigo. Por entonces andábamos Un día en agosto del 67, Cacho me dice: pasó algo así: yo vi a alguien en la escalera
buscando un boliche de jazz que en realidad “Están ‘Los Gatos Salvajes’”. Él había cono- que desentonaba con el lugar, dije: “Nos
era antecesor de éste [Pasarotus], se llamaba cido el disco, estaba fascinado con “Los vamos”. “No, pero estamos pasándola bien”,
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Jamaica. Por supuesto, no pudimos entrar Gatos”. Fueron primero “Los Gatos Salva- y bueno, nos fuimos. Obviamente, cuando
porque eran unos horarios…, era donde iban jes”, después se llamaron “Los Gatos”. Me llegué a la escalera, escuché las palabras
los músicos argentinos a tocar jazz, creo de dijo: “Están tocando, quiero escuchar ‘La consabidas de: “Disculpe, señor, documento,
madrugada, cuando terminaban con sus tra- Balsa’ en el momento, en el lugar donde la por favor”. Bueno, ahí se produjo una
bajos. Malvicino, cuando terminaba con al- tocan estos tipos”. Y bueno, fuimos esa situación medio extraña, como que uno in-
guna grabación con algún cantante, firmaba noche; el lugar era minúsculo, nos sen- tenta pasar por el costado para rajarse, el
como Milo y su conjunto, Baby López Furst, tábamos en unos tablones que estaban policía tenía mi cédula en la mano…, si la
Calandrelli, López Ruiz, todos los jazzeros. sobre unas latas de cera rellenas con arena, miraba me agarraban así adentro, porque la
Ahí no pudimos entrar, pero a Pasarotus, que y bueno… escuchamos; todavía Moro tenía cédula estaba adulterada, rota, era un desas-
después se llamó La Cueva (en algún mo- la batería con el nombre de “Los Gatos Sal- tre. El tipo golpeaba la cédula con la mano
mento se llamó La Cueva de Sandro y volvió vajes”. Lito Nebbia estaba sentado al lado para parar al otro y yo inocentemente creí
a llamarse La Cueva) sí, ahí fuimos muchas nuestro con unos anteojitos tipo John realmente que me la daba. Cuando salgo, el
veces; nos parecía que era un lugar para Lennon. Lo único que hacían era meter ruido policía de la puerta me dice:
nosotros pero solo abría los jueves, viernes y en ese lugar que era muy chiquitito, el esce- – ¿Te dejaron salir flaco?
sábados, nada más. El problema con ese nario estaba pegado a un ventanuco que – Sí.
lugar era que la única manera de no ir preso había a la altura de la vereda. Debía de ser el – Bueno, entonces ya te vas.
era llegar cinco minutos después de la redada único lugar donde entraba un poco de aire. – No, tengo que esperar a mis amigos.
o irte cinco minutos antes de que llegaran. Cómo sería que en un momento están to- – No, flaco, no entendiste, vos te vas ahora,
aburrido totalmente. De repente aprieta… el
capuchón sale y le pega en el ojo al tipo y le
rebota… Yo creí que Cacho se descomponía, Adriana Silvia Boitano.
y decía: “Perdón, perdón, fue sin….” Ahí se Desaparición forzada.
Crimen de lesa humanidad.
acabó el Calé, el Artuá, y apareció: “Fuera, 24 de abril de 1977.
fuera, fuera, 10 amonestaciones, fuera…”. Y
Cacho desesperado por cómo le iba a decir
a Irma que había sido un accidente. Era una Miguel Ángel Boitano.
Desaparición forzada.
ofensa gravísima para alguien que tenía el Crimen de lesa humanidad.
perfil de un dandy… 29 de mayo de 1976.