es un bien que hemos de realizar, es decir, al que hemos de dotar de realidad mediante nuestras acciones, en la medida en que al perseguir realizar un bien determinado, evitamos atentar deliberadamente contra otro. NO ES UN PRINCIPIO PURAMENTE FORMAL En él va contenida una referencia al bien — que se ha de hacer — y el mal —que se ha de evitar—. Ciertamente, ese bien habrá de ser concretado en la práctica. INCLUYE LA REFERENCIA A DETERMINADOS BIENES Las primeras concreciones de ese principio las proporcionan los bienes incoados en nuestras inclinaciones esenciales, y que nuestro intelecto descubre, prácticamente sin razonamiento alguno la inclinación a la vida —que compartimos con los demás seres, a conocer la verdad y vivir en sociedad.
Tales inclinaciones: el bien de la vida, el bien de los hijos, el bien de la verdad y la justicia.
la luz del primer principio práctico es llamado a regular nuestras acciones
humano el bien humano, y éste es complejo: en lo esencial depende de que introduzcamos orden en nuestras pasiones y acciones. La ley natural es el fundamento de toda ley humana para que el hombre pueda vivir en sociedad, por lo que para coexistir todos juntos debe existir una autoridad que debe poseer el poder moral necesario para controlar a los miembros de la población y dirigirnos al bien común .
INSUFICIENCIA DE LA SINDÉRESIS PARA ORDENAR EFECTIVAMENTE EL
COMPORTAMIENTO. La sindéresis es un hábito cognoscitivo-práctico muy primordial, y sólo con esa clase de conocimiento no podemos dominar la intensidad con la que eventualmente nos vemos atraídos e incluso cegados por un determinado bien particular. semillero de virtudes– contiene como uno de sus principios fundamentales,el que se debe obrar conforme a la razón,desarrollando virtudes. Tomas nos afirma que todos los actos virtuosos, en cuanto virtuosos, son de ley natural –sencillamente porque lo que en definitiva manda la ley natural es que obremos el bien