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ESTUDIOS GENERALES

2023- I
COMPRENSIÓN LECTORA

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Instrucciones: Lea minuciosamente el siguiente texto, identifique las ideas principales y elabore un
organizador gráfico. Si es necesario use gráficos y colores para identificar el tema y subtemas.

EL SECTOR DEL LIBRO ELECTRÓNICO PIDE AL MUNDO EDITORIAL UNIR FUERZAS PARA
CONTRARRESTAR LA GRAN OFERTA DE LA RED

Por Winston Manrique Sabogal

Más de cien profesionales del VI Congreso del Libro Electrónico de Barbastro buscan otra reinvención
del sector con alianzas transversales en la cultura para frenar la caída de lectores y hacer frente a la
oferta infinita de ocio en el ciberespacio

¿Ha empezado una nueva tormenta perfecta en el mundo del libro? La pérdida de seis millones de
lectores en Alemania en los últimos cinco años (pasó de 36 millones a 30) y en España la caída en casi
una tercera parte en las ventas (mil millones de euros) son una advertencia ante los cambios de hábitos
impredecibles de la gente por la evolución imparable, diversa e infinita de la oferta de ocio en el
ciberespacio: de los videojuegos a las plataformas de series en Streaming, pasando por la música.

Una nueva realidad que obliga al sector a otro cambio rápido de estrategia y reinvención, inmersa aún
en su adaptación derivada de la revolución digital que irrumpió hace una década con el desarrollo de las
tecnologías emergentes, la popularización del libro electrónico y la crisis económica.

Si el objetivo es el mismo para todos: ganar lectores para poder vivir, la situación pasa por compartir
información, técnicas de supervivencia y crear alianzas transversales con otras áreas culturales que
trabajen el libro, por lo menos entre las empresas medianas y pequeñas del sector. Lo expresaron de
múltiples maneras más de cien expertos españoles, colombianos, mexicanos y peruanos reunidos en el
VI Congreso del Libro Electrónico de Barbastro (España) los días 8 y 9 de noviembre.

El futuro: compartir datos

“El futuro de la industria pasa por compartir datos”, vaticinó Manuel Gil, director de la Feria del Libro de
Madrid. Y la manera de combatir las amenazas que se ciernen sobre el libro y la lectura es con el
espíritu del clásico de la literatura Los tres mosqueteros: ¡Uno para todos! ¡Y todos para uno!

Compartir es el verbo a practicar. Compartir información, experiencias y conocimiento para conjurar los
peligros del medio digital al que pertenecen a la vez que piden avanzar todos en esa exploración para
conquistar más y más lectores en un momento muy delicado para la industria del libro.

“Necesitamos lectores, ya sean de libros en papel, libros electrónicos o audiolibros. Lo importante es


leer, no el formato”, recordó Javier Celaya director de programación del Congreso y socio fundador de
dosdoce.com. Se trata de unir esfuerzos para frenar la pérdida de lectores porque la competencia no es
libro de papel contra libro electrónico y audiolibro, sino libros-lectura contra la gran oferta del
ciberespacio diferente al libro. “La reflexión que me hago”, agregó Celaya, “es cómo podemos recuperar
a esos lectores que se han ido a otras plataformas para que les cuenten historias. La industria del libro
es la industria de las historias no sólo del papel, y la pregunta es cómo podemos recuperar o crear
nuevos lectores, cómo nos pueden ayudar los nuevos formatos”.
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Una idea que confirma lo repetido desde hace varios años por Juergen Boos, director de la Feria
Internacional del Libro de Fráncfort, que en una entrevista con W Magazín el año pasado, resumió así:
“La reinvención del sector pasa, por ejemplo, por tres aspectos: Más promoción de la lectura, sobre todo
en los jóvenes. El segundo aspecto tiene que ver con la creación de actividades, muchas actividades, y,
por último, mejorar el trabajo intersectorial, cooperar todo el mundo, editores, libreros, distribuidores,
autores. Todo esto incluye trabajar nuevas formas de distribución y de visibilidad del autor y del libro. Y,
claro, hay que aprender a cooperar con otros sectores como el cine, la televisión, los audiolibros…
Necesitamos más pericia como editores”.

¿Seguir el modelo Netflix?

En esa diversificación de aliados, propuesta por Boos, está el mundo de las series. Se trata de hacer
ami-enemigos. “Netflix es el editor del siglo XXI. No es ninguna amenaza para el libro y la lectura. Se ha
hecho un sitio en el bolsillo del espectador, algo que también podrían conseguir los libros con un poco de
pensamiento estratégico”, afirmó Elena Neira, profesora de estudios de comunicación en la Universitat
Oberta de Catalunya (UOC) y experta en comunicación audiovisual.

Netflix ha logrado en once años treinta millones de suscriptores en 130 países. Su modelo de negocio y
estrategia consiste en dar al usuario lo que esta espera. Mide milimétricamente sus gustos frente a la
pantalla para determinar qué le engancha de lo que está viendo, cuándo se detiene, cuándo retrocede,
cuándo avanza, qué es lo que más ve, o cuándo se retira. El algoritmo de Netflix, aseguró Neira, “ha
identificado 1.300 categorías de afinidades culturales. Cada usuario es afín a tres o cuatro de estas
categorías convirtiendo lo nicho en global y rentabilizando sus contenidos al máximo”.

Detectan y controlan el cableado que conecta a cada usuario con sus series y programas. Una forma
que, según la profesora Neira, se podría aplicar al mundo del libro y, a partir de ahí, encargar la escritura
de libros y venderlos a los lectores. Algo que de alguna manera ya se hace, pero no tan sofisticada y
perversamente.

Una idea muy inquietante para los profesionales del libro porque la pregunta es dónde queda la
verdadera exploración y aprendizaje del usuario si todo se le ofrece, subrepticiamente, acorde a lo que él
espera. Dónde queda la libertad para el autor de crear buenos contenidos de manera espontánea y no
basado en una fórmula y de que la gente los elija no basada en un algoritmo que calcula y predice su
gusto. Qué pasa con la evolución creadora genuina y espontánea y no robotizada. Una fórmula,
estrategia y manipulación que enjaula el gusto del usuario y pone en peligro la evolución de este y el
desarrollo de su propia imaginación.

¿Hacia la manipulación del lector?

El qué hacer con los datos de los usuarios, en este caso del lector, es un tema muy delicado, afirmó a W
Magazín Ann Hiatt, asesora ejecutiva en el asesoramiento de empresas como Google, Amazon y Yahoo
que clausuró el VI Congreso del Libro Electrónico. El lector, según Hiatt, tiene que saber que esto
ocurre, el uso de sus datos para crear obras a su medida, y tiene que tener la capacidad de elegir para
entrar en uno de esos contenidos programados y tener la suficiente capacidad para salirse cuando
quiera y poder elegir otros contenidos que lo sorprendan.

Ann Hiatt asegura que en Silicon Valley se trabaja en procesos de inteligencia artificial donde uno de sus
puntos es la exploración de nuevos contenidos. “Un lado maravilloso de lo que esto supone”, añadió,
“porque es la oportunidad de descubrir más contenido, pero ese contenido debe ser inclusivo, es decir,
no debe crear silos”. Y cita un ejemplo: “Amazon utiliza la inteligencia artificial para cribar currículums
vitae y podría, por ejemplo, determinar que no quiere mujeres o un determinado tipo de persona, eso
sería un problema. ¡Ojo con los sesgos! El peligro está en crear grupos con información retenida en esos
silos. Pero también sé que en Silicon Valley se hacen esfuerzos por mejorar todo esto”.
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COMPRENSIÓN LECTORA

Markus Dohle, CEO del grupo Penguin Random House, dijo, en julio pasado en el Fórum Edita
Barcelona, que el futuro pasa por los audiolibros. Hiatt no está tan segura de esa exclusividad en el
desarrollo tecnológico del libro, pero sí cree que coge mucha fuerza todo lo relacionado con el contenido
verbal, por ejemplo, los podcasts: “Pero no creo que todo se mueva a audio. Audio es otro formato,
compatible perfectamente con los libros en papel. No creo que una forma vaya a sustituir a la otra”.

El podcast es otra línea exitosa que puede ser aprovechada por la industria editorial. “Los nuevos
formatos no son una amenaza si no una posibilidad para el mercado editorial. Tras El gran apagón
algunas editoriales estuvieron interesadas en convertirlo en libro”, aseguró Ana Alonso, directora de El
Gran Apagón en Podium Podcast, de la cadena SER, con tres temporadas y cinco millones de
descargas. “Estamos aquí para sumar no para restar y para ofrecer muchas más formas de lectura”,
agregó Alonso.

Perfil de lector digital

Todo esto para sumar lectores cuyo retrato robot del lector digital en España fue presentado en el
Congreso. Fue el resultado de una de las primeras acciones de compartir información porque seis
plataformas facilitaron los datos para establecer una aproximación del lector del libro electrónico. Se
trata de 24Symbols, Kobo, Leemur, Lektu, Nubico y Storytel. El retrato del lector digital en España fue
presentado por Elisa Yuste, de dosdoce.com, y sus datos principales son estos:

Sexo: Mujer (57%).


Edad: de entre 25 y 45 años.
Lugar: grandes ciudades.
Meses de lectura: especialmente abril, mayo y junio, le sigue el verano (julio. agosto y septiembre).
Días de la semana: sábados y domingos. Luego de lunes a jueves.
Horas de más lectura: de 8 a 9am y de 18 a 20 horas. y a partir de las diez de la noche.

Géneros preferidos: la novela romántica y la novela erótica. Le siguen la novela negra y el thriller. En No
ficción destacan los libros de autoayuda y desarrollo personal, además de la literatura infantil y juvenil.

Se leen 20 libros electrónicos al año, frente a once en formato de papel.

Comunicar mejor

En esa línea y nueva filosofía, la tarea que asumieron el Congreso los profesionales es mejorar el
diálogo e información con los medios de comunicación y de manera directa con los lectores. Celaya
recomendó a algunos editores no tirar piedras sobre el propio tejado descalificando las formas de lectura
de libros ajenas al papel: “La lectura en pantalla tiene la misma calidad que la del papel, es igual de
profunda y tiene la misma comprensión lectora”, enfatizó el experto apoyado en un estudio de la
Universidad de Valencia.

La primera gran recomendación del Congreso es transmitir a la gente una buena imagen contando la
verdad de lo que hacen y bondades de la lectura no tradicional. Porque, según Ángel María Herrera de
Leemur, desde el mismo sector digital no se han preocupado de que se hable bien de esos formatos.

El tratamiento del libro electrónico en los medios de comunicación entre el verano de 2017 y 2018,
según un estudio presentado por Dosdoce.com, indica que las noticias positivas, neutras y negativas
tienen la misma proporción. De las 84 informaciones consultadas 29 son positivas (35%), 28 tienen un
carácter neutro (33%) y 27 son negativas (un 32%). Una noticia positiva para el sector porque antes de
2013 las informaciones negativas eran más.
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Una de las preguntas es si estos formatos sí traen nuevos lectores o de si se trata solo de transferencia
de lectores, preguntó Gil. Se sabrá en el próximo barómetro de lectura donde la escucha de audiolibros
será tenida en cuenta.

En los tiempos del yo, del individualismo, de la mirada de reojo en los negocios, de la competencia feroz
y de la revolución tecnológica que parece invocar la frialdad, cobra vigencia el eslogan de Los tres
mosqueteros: ¡Uno para todos! ¡Y todos para uno!

ORGANIZADOR VISUAL

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