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CAPÍTULO 7

LA SEXUALIDAD HUMANA

La doctrina del yo autónomo, mencionada en el capítulo seis,


con su panacea para derechos y libertades, ha resultado en una
redefinición de la sexualidad humana en la civilización occidental.
Lo que era impensable hace unas pocas décadas, gradualmente
llegó a ser conversable, y ahora es aceptable. El deseo de legiti-
mar el estilo de vida homosexual es parte de la estrategia para
hacerlo aceptable. Está funcionando. En la política, en el comer-
cio, en la televisión y en otras entretenciones, y en las artes, el
estilo de vida homosexual se presenta comúnmente como un es-
tilo de vida alternativo. ¿Qué debemos pensar de esto? Como
parte de las «guerras de culturas» que están destruyendo la so-
ciedad, ¿será esto un asunto de autoridad moral? Este libro argu-
ye que sí. Nuestra meta es concentrarnos en lo que Dios ha dicho
acerca del asunto, y construir una estrategia para impactar a la
cultura en esta área.

LA BIBLIA Y LA SEXUALIDAD HUMANA

Cuando conversamos acerca de la homosexualidad, los evan-


gélicos normalmente apuntan al código de Levítico, a Sodoma y
Gomorra, o a lo escritos de Pablo en el Nuevo Testamento. Creo
que esto es un error. El lugar para comenzar es Génesis 2. Des-

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pués de dar instrucciones claras a Adán acerca de la mayordomía


en el huerto de Edén, Dios concluye que no es bueno que Adán
esté solo (v. 18). Para probar esto a Adán, Dios le trae todos los
animales para que les ponga nombres (vv. 19, 20). Aunque esto
establece su autoridad sobre los animales, también sirvió como
lección objetiva para Adán. Él era la única criatura de Dios que
estaba verdaderamente solo. Así que Dios creó a la mujer para
ser su complemento, su ayuda idónea (vv. 21-23).
Moisés ofrece un comentario teológico sobre lo que Dios hizo
con Adán y Eva (vv. 24, 25). Primero, Dios establece el paradigma
para el matrimonio. El hombre dejará a su padre y a su madre con
la comprensión consciente de que está formando una nueva unidad
familiar. En segundo lugar, esto significa «unirse» a su esposa. En
tercer lugar, al separarse de la familia y comprometerse con su
esposa, él y su esposa «serán una sola carne». Este concepto sim-
boliza las relaciones sexuales que une a los dos seres humanos
físicamente, pero también simboliza la fusión de dos personalida-
des, hombre y mujer, en una unidad complementaria. Sus persona-
lidades, sus idiosincrasias, y sus identidades únicas permanecen; no
terminan. En lugar de eso, estos dos seres humanos totalmente dis-
tintos se unen en un complemento perfecto en que los dos —ahora
juntos— sirven a Dios en su integridad.25
En el versículo 25, Moisés comenta que estas personas están
«desnudas» y no tienen «vergüenza». Estaban tan completamente
centrados el uno en el otro que no pensaban en sí mismos; cada
uno pensaba en el otro. Podemos inferir correctamente que su uni-
dad sexual estaba caracterizada por una ausencia de vergüenza o
incomodidad. Su amor físico era bello y satisfactorio; no había nin-
guna lujuria carnal o egoísta. La maravilla del amor romántico esta-
ba perfectamente presente en este primer matrimonio.
Teológicamente, ¿qué aprendemos de este pasaje? ¿Cómo
establece este pasaje el modelo para una comprensión apro-

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piada de la sexualidad y el matrimonio? Permítame sugerir va-


rias lecciones:

• Cuando Jesús y Pablo tratan los temas del matrimonio y la


sexualidad humana, siempre hacen referencia a esta orde-
nanza de la creación de Génesis 2.18-25 (Mateo 19.1-
12; Marcos 10.1-12; 1 Corintios 7.10,11). Lo que se
postula en estos versículos trasciende la cultura y el tiem-
po. Constituye el ideal de Dios para la sexualidad y el
matrimonio.
• El matrimonio debe ser monógamo y heterosexual. De este
pasaje es imposible justificar la poligamia o la homose-
xualidad. Nos da la norma, el ideal para todos los matri-
monios. Esto no es una opción para los seres humanos.
Con esta norma establecida para el matrimonio en la or-
denanza de la creación, los otros pasajes bíblicos acerca
de la sexualidad humana son comparados con Génesis 2.
Cada uno explica que la fornicación, el adulterio, y la ho-
mosexualidad son aberraciones, un alejamiento radical de
la norma clara de Dios.
• Génesis 9.1-11 es la historia de Sodoma, la cual Dios des-
truye totalmente con fuego. Los comentaristas homosexua-
les ven el pecado de los hombres como una violación de
los códigos de hospitalidad en el cercano oriente de aque-
lla época. Pero el versículo cinco y la respuesta de Lot en
el versículo ocho demuestran sin duda que estos hombres
estaban pensando en relaciones homosexuales. Es un ale-
jamiento deliberado de la revelación clara en Génesis 2.
• En Levítico 18.22,29 y 20.13, los comentaristas homo-
sexuales frecuentemente arguyen que ponemos de lado
otras partes de la ley levítica, y preguntan por qué pone-
mos tanto énfasis en esta ley. Aunque la obra de Cristo en

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la cruz del Calvario puso fin a la práctica de muchas de las


leyes levíticas (el argumento de Hebreos), los asuntos de
la sexualidad humana trascienden la ley, por causa de la
ordenanza de la creación en Génesis 2. Lo que dice Dios
en Levítico 18 y 20 está estrechamente ligado a sus nor-
mas establecidas en la creación. La homosexualidad es
éticamente algo malo.
• El argumento de Pablo en Romanos 1.26,27 acerca de las
prácticas sexuales degradadas citadas en los versículos se
centra en su uso de la palabra «natural». Los comentaris-
tas homosexuales arguyen que Pablo está condenando la
infidelidad en una relación homosexual, y no la homose-
xualidad misma. Sin embargo, «natural» y «contra natura-
leza» solamente pueden entenderse como la adherencia o
la desviación de alguna norma que determina lo que signi-
fica natural o contra la naturaleza. Esa norma solamente
puede ser la norma establecida en la ordenanza de la crea-
ción en Génesis 2.
• Para motivar a los corintios a salir de su apatía espiritual y
su complacencia, Pablo da una lista en 1 Corintios 6.9 de
las varias categorías de pecadores que Dios no dejará entrar
en su reino. La meta de Pablo es que se examinen. Entre
los pecadores en la lista están los «afeminados» y los ho-
mosexuales («los que se echan con varones»). Paul
Feinberg sostiene que estas dos palabras griegas ponen
énfasis tanto en la persona activa como en la persona
pasiva de una relación homosexual. El énfasis del pasaje
no está en la infidelidad de la pareja homosexual, como
proponen los comentaristas homosexuales, sino en el acto
mismo de la homosexualidad.26
• En 1 Timoteo 1.10, Pablo también condena la homose-
xualidad como algo contrario a la «sana doctrina». El pro-

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blema no es la infidelidad a una pareja homosexual. El


problema es practicar algo que viola la norma que Dios ha
revelado claramente. En este caso, la «sana doctrina» es
la revelación de Dios en su ordenanza de la creación; tal
como los «mentirosos», los «secuestradores», los «perju-
ros», y otros violarían sus normas reveladas en otros pa-
sajes (los Diez Mandamientos, por ejemplo).

En resumen, la Biblia condena rotundamente el estilo de vida


homosexual como contrario a la norma ética establecida por Dios
en su ordenanza del matrimonio en la creación. Sin alguna pauta
para resolver el debate ético acerca de la homosexualidad, habrá
confrontaciones continuas dentro de la cultura. La Palabra de
Dios provee esa pauta; la respuesta humana de la obediencia es
la única opción aceptable.

LA CAUSA —¿GENÉTICA O AMBIENTAL?

Hay un gran debate entre psicólogos y eruditos acerca de la


causa de la homosexualidad. ¿Es determinada genéticamente o
por el ambiente? Los de la comunidad homosexual arguyen apa-
sionadamente que la homosexualidad es determinada
genéticamente. Los que pertenecen a la comunidad homosexual
religiosa dicen que es un don de Dios; sostienen que cada uno es
creado por Dios y no hay nada que se pueda hacer. Simon LaVay,
homosexual, ha hecho pruebas con cadáveres de hombres ho-
mosexuales, y ha encontrado que tienen la glándula pituitaria más
grande que los que no son homosexuales. Jeffrey Satinover pre-
senta evidencia convincente que pone en duda la investigación de
LaVay, y cuestiona la investigación y los datos de otros que sos-
tienen que la homosexualidad es algo genético.27

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Las conclusiones de Satinover parecen mostrar definitivamente


que la homosexualidad es un estilo de vida aprendido, producido
por las circunstancias en la vida que llevan a elegir la homosexua-
lidad. Esta no es una posición muy popular hoy en día, especial-
mente en muchas universidades y entre los miembros de la Aso-
ciación Americana de Psiquiatría, que antes veía la homosexuali-
dad como una patología que necesitaba tratamiento. Satinover
muestra que la razón que esta organización cambió su posición
no fue debido a la ciencia sino a la política.28
En este momento, no hay consenso sobre esta pregunta. El
libro de Satinover es una denuncia de la motivación de ser políti-
camente aceptable que mueve tantas organizaciones profesiona-
les, incluso que mueve el movimiento homosexual. Buscan la legi-
timidad, y manipulan la evidencia y la investigación de tal manera
que la logren. Otros investigadores serios, algunos que son cris-
tianos evangélicos, todavía sostienen que la genética tiene algún
rol en la causa de la homosexualidad.29 Hay un punto importante
que debemos recordar: aunque hubiera un rol de la genética en
causar la homosexualidad, la Biblia todavía la condena, y el po-
der de Dios es suficiente para superarla, sea lo que sea su causa.

LA HOMOSEXUALIDAD Y LA IGLESIA

Durante las últimas décadas, el debate sobre la homosexuali-


dad ha impactado profundamente la iglesia de Cristo. Un repaso
de algunos de los temas prominentes demuestra la complejidad del
debate para el cristianismo. Permítame mencionar algunos eventos:

• El movimiento de la Metropolitan Community Church (Igle-


sia comunitaria metropolitana) está creciendo en los Esta-
dos Unidos. Reclamando ser evangélica, esta «denomina-
ción» lee la Biblia, enseña la Biblia, y defiende el estilo de

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vida homosexual como totalmente bíblico. Hice un resu-


men de algunas de sus interpretaciones de pasajes sobre
la homosexualidad anteriormente en este capítulo. Un gru-
po similar es Evangelicals Concerned [Evangélicos intere-
sados], con su centro en New York.
• La mayoría de iglesias grandes tradicionales están luchan-
do sobre la decisión de ordenar homosexuales practican-
tes para el ministerio. Produce conflicto en muchas deno-
minaciones, incluso divisiones, cuando no se resuelve. Otras
están discutiendo el asunto de matrimonios del mismo sexo.
¿Los pastores deben administrar tales ceremonias? Las
denominaciones como la United Methodist Church [La
Iglesia Metodista Unida] están profundamente divididas
sobre esta pregunta.
• Dos «evangélicos», Letha Scanzoni y Virginia Mollenkott,
publicaron un libro en 1978 que sacudió el mundo evan-
gélico. Se llama Is the Homosexual My Neighbor? [¿Es
mi prójimo el homosexual?], y su respuesta es que ¡Sí!30

Los temas de discusión sobre la homosexualidad son masi-


vos y abarcan mucho. Pero la pregunta fundamental todavía es
¿qué ha dicho Dios? Este capítulo sostiene que la ordenanza de la
creación no da lugar al estilo de vida homosexual. Es un pecado y
debe ser enfrentado como tal.

CÓMO CONFRONTAR Y DISCIPULAR AL


HOMOSEXUAL

En el año 1985, Don Baker publicó un libro, Beyond Rejection


[Más allá del rechazo], que relata la historia de Jerry, quien lucha-
ba con la homosexualidad desde su niñez, durante el seminario, y

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en su matrimonio. Provee una perspectiva de las dificultades en esta


lucha, y también de la esperanza que se encuentra en Jesucristo.
Basado en el equilibrio de este libro, quisiera sugerir varios puntos
de acción para enfrentar la realidad homosexual en nuestra cultura:

• ¡Recuerde que para la cultura homosexual, los evangéli-


cos somos el enemigo! Ya que la Biblia habla tan clara-
mente sobre este tema, y los evangélicos reflejan esta ver-
dad, no hay lugar para acomodos o discusión. La pacien-
cia, el amor, y la compasión son necesarios al desarrollar
relaciones.
• Recuerde que la homosexualidad es un pecado. Ese es el
punto de la parte anterior de este capítulo. Pero no es el
«peor» pecado. La gracia de Dios es completamente sufi-
ciente para ayudarlos con esta atadura. Aunque es escan-
daloso, este pecado no es tanto peor que otros.
• El amor incondicional es un requisito absoluto en el minis-
terio con los que están esclavizados a este pecado. La
compasión, la empatía, la paciencia, y el compromiso so-
bre largo tiempo son requisitos necesarios. La realidad es
que muchos volverán a caer en el mismo estilo de vida,
aun después de convertirse a Cristo. Por eso las organiza-
ciones como Exodus International [Éxodo Internacional]
son tan importantes. Un grupo de apoyo para animar y
para pedir que se rinda cuentas es clave para el ministerio
de esta organización.
• El arrepentimiento siempre debe ser la meta. Tienen que
romper con su pasado y con su estilo de vida. No hay
término medio en esto. Aquí también Exodus International
es clave para ministrar al homosexual.31

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No hay ninguna señal que este debate vaya a calmarse en


esta guerra cultural en la civilización occidental. De alguna mane-
ra la iglesia de Cristo debe poder declarar por un lado que este
estilo de vida es moralmente y éticamente malo, mientras por otro
lado extiende la mano de amor, aceptación y compasión. Sola-
mente Dios, obrando por su Espíritu Santo que capacita la igle-
sia, puede lograr esta tarea difícil y aparentemente imposible.

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR

1. ¿Qué quiere decir el autor cuando habla de la ordenanza de


la creación sobre la sexualidad? ¿Cómo se relacionan los si-
guiente pasajes con ella?

• Génesis 19.1-11
• Levítico 18.22,29; 20.13
• Romanos 1.26,27
• 1 Corintios 6.9-11
• 1 Timoteo 1.10

2. Resuma el debate entre los que creen que las causas de la


homosexualidad son genéticas y los que creen que son del
ambiente. ¿Cuál encuentra más convincente?

3. Resuma cómo este debate impacta a la iglesia. Investigue la


posición oficial de su iglesia, especialmente si viene de una
denominación grande tradicional.

4. ¿Qué actitud deben tener los cristianos hacia las personas ho-
mosexuales? Si uno de sus hijos creyera que es homosexual,
¿cómo respondería? ¿Cómo se debe manejar este asunto?

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