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Unidad de Medida

La contabilidad se propone brindar información, entre otros aspectos, sobre la composición del
patrimonio y su evolución a lo largo del tiempo. En todo ente, el patrimonio está compuesto por
una multiplicidad de elementos heterogéneos.
Para permitir su comparación a lo largo del tiempo o en un mismo momento entre distintos entes,
la contabilidad debe presentar el patrimonio mediante un recurso que permite reducir los
diferentes elementos que lo componen a una expresión que haga factible agruparlos y
compararlos fácilmente. Este recurso consiste en elegir una moneda de cuenta y en valorizar los
diversos elementos patrimoniales asignándole un precio a cada unidad.
Generalmente, se utiliza como moneda de cuenta el dinero que tiene curso legal en el país dentro
del cual funciona el ente.
Si la moneda de curso legal mantuviera realmente estable su valor a lo largo del tiempo, no
habría problema alguno en tomarla como unidad de medida. Pero lo habitual es que tal
estabilidad no se dé. Por el contrario, la tendencia universal es a la pérdida del poder adquisitivo
del dinero.
Cabe agregar, que en los últimos años el término "moneda funcional" se utiliza en lugar de
moneda de medición. Se denomina moneda funcional a la del entorno principal en que opera el
ente, es decir en el que genera y aplica los flujos de efectivo. Habitualmente la moneda funcional
del emisor de los estados contables es la que tiene curso legal en el país donde éste se domicilia,
sin embargo, muchos entes deben presentar sus estados contables en moneda local en
cumplimiento de disposiciones legales y otros en otras monedas, ante organismos del exterior.
Teniendo en cuenta lo antes expuesto, nos encontramos con que las normas contables
profesionales, en general, no indican cual debe ser la moneda de presentación de los estados
contables.

Variación en el poder adquisitivo de la moneda y sus efectos en la


contabilidad
Inflación y deflación
Se conoce con el nombre de inflación la pérdida persistente de poder adquisitivo de la moneda.
Esto significa que el dinero, en vez de ser un patrón estable de valor, en vez de mantener a lo
largo del tiempo el mismo poder de compra, lo va disminuyendo.
Si la moneda pierde poder de compra, hará falta cada vez más cantidad de dinero para adquirir
las mismas cosas. Es decir que, cuando hay inflación, los precios aumentan.
Pero debemos señalar que no todos los precios aumentan en la misma proporción. Por diversos
motivos, algunos se incrementan más que otros.
Por tanto, si la inflación es la pérdida de poder adquisitivo del dinero en general, la forma de
medirla será computando el aumento promedio de los precios de los distintos bienes y
servicios. Es decir que, cuando decimos que la inflación ha sido del 5%, no estamos queriendo
significar que el precio de todos y cada uno de los bienes se ha incrementado en un 5%. Algunos
habrán subido el 8 %, otros el 6 %, otros el 5%, otros el 3% o el 2%, e incluso puede haber
algunos que no hayan subido. El 5% será el promedio de todos los cambios de precios, que no
necesariamente va a coincidir con el deterioro del poder de compra de cada persona o empresa
en particular.
La deflación es el fenómeno inverso. Se manifiesta por la baja en el nivel de precios, fenómeno
que a veces se produce, sobre todo durante períodos relativamente cortos de tiempo.
Índices de precios. Características
Para calcular el incremento promedio, deben elaborarse números índice del nivel de precios, los
que idealmente tendrían que tomar en consideración todos los bienes y servicios que se transan
en la economía ponderando, además, su participación relativa.
Esta ponderación se funda en que no tiene el mismo impacto en los consumidores de nuestro
país un aumento del 10% en el precio de la carne vacuna que el incremento del 1O% en el caviar,
porque se consume mucho más carne que caviar. Análogamente, para el conjunto de las
empresas argentinas, no tiene la misma incidencia el 5% de incremento en el precio de la energía
eléctrica, que es utilizada prácticamente por todos, que el aumento de un 5% en el plutonio, sólo
usado excepcionalmente.
Cabe acotar que, como los precios pueden cambiar casi continuamente, sería imposible tener un
índice del nivel general de precios instantáneo, por lo que se lo compila periódicamente (en
nuestro país, en forma mensual).
Hay también diferentes mercados con distintos precios.
Un número índice, para que sea apropiado a efectos contables, debe reunir los siguientes
requisitos:
• Comprender una muestra lo más amplia y representativa posible de bienes y servicios, de forma
tal de atenuar, en la medida en que se pueda, las fluctuaciones de precios atribuibles a razones
estacionales, a distintas zonas geográficas o a cambios en los hábitos de los consumidores.
• Referirse a períodos breves, por ejemplo, mensuales.
• Ser de pronta y regular difusión. Si el índice es mensual, debería estar disponible los primeros
días del mes siguiente a aquel al cual se refiere.
• Ser confeccionado por un organismo que merezca consenso en cuanto a su seriedad y con
fiabilidad.
Índices disponibles en nuestro país
 INDEC: Instituto Nacional de Estadística y Censos
 IPIM: Índice de Precios Internos al Por Mayor
Los índices se refieren a períodos y no a un día dado
Un aspecto que debe ser destacado consiste en que el índice no se refiere al nivel de precios del
último día del mes, sino al nivel de precios vigente a lo largo del mes durante el cual se fueron
haciendo los relevamientos.
Los precios relevados son, en general, los vigentes al decimoquinto día del mes o al primer día
hábil siguiente. En el caso de productos agropecuarios y pesqueros, los precios se recogen en
forma diaria, y, a partir de ellos, se calculan promedios mensuales. En el caso del petróleo, se
relevan precios tres veces por mes. Para el azúcar se relevan precios promedio de los primeros
15 días de cada mes, y en algunos productos petroquímicos se consideran precios promedio del
mes.
En consecuencia, el IPIM de enero describirá el nivel de precios vigente a lo largo de ese mes y
no el nivel de precios correspondiente al 31 de enero. De la misma manera, cuando se dice que
en diciembre la inflación fue del 0,5 por ciento, ese aumento no es el producido entre el 30 de
noviembre y el 31 de diciembre, sino el que experimentaron los precios encuestados a lo largo del
mes de diciembre con respecto a los recopilados durante el mes de noviembre.
Efectos que provocan los cambios en el poder adquisitivo del dinero sobre los estados
contables preparados sin tomarlos en cuenta
Una de las posibilidades ante la existencia de cambios en el poder adquisitivo de la moneda
consiste en no tomar en cuenta su existencia y confeccionar los estados contables como si la
inflación o la deflación no existieran. Es decir, expresar las cifras de la información contable en
moneda nominal o no ajustada por inflación.
Esta actitud provoca una serie de distorsiones sobre los estados contables:
Distorsiones en los saldos de las cuentas
Las cuentas van acumulando importes que, para poder sumarse, deberían estar expresados en la
misma unidad de medida. Si hay inflación, la moneda va perdiendo valor y habría que agregar la
referencia al período al cual corresponde su poder adquisitivo. Así habría que referirse, por
ejemplo, a pesos cuyo poder adquisitivo corresponde a junio de 2021.
Distorsiones se producirían en los saldos de las cuentas de activo, si los bienes se fueran
debitando al costo vigente en las respectivas fechas de compra. De igual manera carecerían de
significado lógico los saldos de las cuentas de resultados devengados durante el ejercicio.
Por ejemplo, el saldo de la cuenta Ventas surgiría de sumar las ventas de enero a los precios de
enero, más las de febrero a los precios de febrero, y así sucesivamente, lo que determinaría que
el saldo final de Ventas no esté expresado en una unidad de medida definida.
Distorsiones en los totales de los estados contables
De la misma manera, si preparamos los estados contables como si no hubiera inflación,
carecerían de significado lógico diversos totales de los mismos. Así por ejemplo, si la empresa
utiliza el criterio de medición de sus activos al costo histórico, los totales de activo corriente y de
activo no corriente, así como el total general del activo, estarían distorsionados, porque surgirían
de sumas de importes expresados en distintas unidades de medida. Lo mismo pasaría con el total
del patrimonio neto.
Distorsiones en los resultados de venta
En una empresa comercial que, como en los países centrales, aplique predominantemente el
criterio de medición al costo histórico, el resultado bruto de ventas surgiría de comparar el ingreso
por ventas, contabilizado al precio corriente del momento en que se efectúa la transacción, con el
costo de adquisición de mercaderías vendidas, que puede estar en moneda de varios meses
antes, es decir, a un costo inferior al vigente a ese instante.
Por tanto, se sobredimensiona la utilidad bruta de ventas. Esta sobrevaluación es tanto mayor
cuanto más largo es el plazo que llevan en el patrimonio las mercaderías cuya venta se produce.
Distorsiones en los cargos por amortizaciones
Los bienes de uso permanecen un tiempo prolongado en el patrimonio. Si se los mantiene a su
costo original sin ajustar por inflación, y hay una desvalorización significativa del signo monetario,
las amortizaciones contables se seguirán calculando sobre los valores originales de incorporación
y serán a todas luces insuficientes para retener los fondos necesarios a fin de reponer los bienes
cuando expire su vida útil.
Distorsiones en las comparaciones
Carece de toda lógica comparar dos estados contables a fechas sucesivas, si previamente no se
homogeiniza la unidad de medida. En el patrimonio, las principales distorsiones se producirán en
los activos y pasivos corrientes, que provendrán íntegramente de cada uno de los respectivos
ejercicios y quedarán expresados en moneda de cada uno de ellos. Habrá un aumento aparente
del activo y el pasivo corrientes, el que podría desaparecer si se reexpresa la unidad de medida.
Si se comparan directamente los estados de resultados. Si de un año a otro hubo una inflación
importante, las ventas del ejercicio más reciente parecerán mucho mayores que las del ejercicio
precedente, lo que puede ser engañoso.
El resultado por exposición a la inflación-deflación
Un aspecto trascendente es que al no realizarse el ajuste de la unidad de medida se omite el
denominado "resultado por exposición al cambio del poder adquisitivo de la moneda", muchas
veces citado por su sigla RECPAM, que constituye un resultado por tenencia de efectivo y otros
activos y pasivos de valor cierto en moneda legal.
La realización de comparaciones y adiciones de datos expresados en moneda nominal puede
producir información financiera que no satisfaga todos los requisitos definidos al respecto en los
principales marcos conceptuales.
Ellos son:
a) aproximación a la realidad, pues las mediciones obtenidas no son representativas de lo
que se pretende describir;
b) fiabilidad, por falta de aproximación a la realidad;
c] comparabilidad, por razones obvias;
d) integridad, porque:
1) quedan ocultas los resultados que ocasiona la tenencia de la moneda usada en la
presentación de los informes contables;
2) pueden no informarse pérdidas por desvalorización de activos, cuando los
importes recuperables de éstos superan a sus medidas primarias nominales pero
son inferiores a los correspondientes importes ajustados por inflación.
Además de producir los problemas generales recién descriptos, la inflación puede agravar el que
se presenta cuando:
a) se reconoce una cuenta por cobrar o por pagar;
b) su medición inicial se efectúa considerando un precio facturado que no es el pagadero a
la fecha de la transacción sino a una fecha de vencimiento posterior.
Aunque no exista inflación o aunque no se practiquen ajustes para reconocer sus efectos
patrimoniales, ese ‘precio" deberla desagregarse en dos componentes:
a) el precio de contado, que es un ingreso por venta (para el vendedor) o un costo (para el
comprador) y que está expresado en moneda del momento:
b) el componente financiero contenido en el importe facturado, que es una diferencia entre
un importe en moneda del momento de la transacción (el ingreso o el costo ya indicado) y
otro que está expresado en moneda de la fecha estipulada como vencimiento para el pago
(la suma por cobrar o pagar).
De no practicarse esta segregación, se distorsionan las medidas de ingresos, costos y resultados
financieros y esta cuestión se agrava cuando la porción del "precio" facturado que está constituida
por componentes financieros implícitos aumenta. Y esto es lo que ocurre en épocas de alta
inflación.
Estados Financieros Afectados
Estado de Situación Patrimonial
Componente Exceso o defecto Causa principal
Activo corriente, cuando Defecto. Los costos históricos están
incluye existencias para la expresados en moneda del
venta medidas sobre la base pasado
de costos históricos
Activo no corriente Defecto. Suele incluir rubros medidos
en moneda del pasado, como
elementos de propiedad,
planta y equipo y activos
intangibles.
Total del activo Defecto Las anteriores.
Pasivo No suele haberlos. En general, los pasivos se
miden por sus valores
razonables, empleando VD o
utilizando el método de la tasa
efectivo. Una excepción se
produce cuando existen
pasivos en especie medidos
sobre la base de importes
históricos.
Patrimonio neto Defecto. El defecto en la medición del
activo es normalmente más
alto que el defecto en la
medición del pasivo.
A portes de los propietarios Defecto. El rubro acumula medidas
contables expresadas en
monedade las fechas de los
aportes o de sus
integraciones, que a veces
son muy antiguas.
Resultados acumulados y Exceso (lo habitual) o defecto. Depende de las distorsiones
ORIA de las cifras de patrimonio
neto y aportes de los
propietarios.

Estado de Resultados
Componente Exceso o defecto Causa principal
Ingresos Defecto. Se acumulan importes
medidos en moneda del
pasado.
Gastos Defecto. Ídem.
Ganancias y pérdidas Exceso o defecto. Sus medidas contables
resultan normalmente de
acumular cifras que resultaron
(en cada caso) de la
comparación entre un importe
expresado en moneda de
cierto momento con otro
expresado en moneda de un
momento anterior.
Resultado del periodo Exceso o defecto. Depende de las distorsiones
de las cifras que lo componen.
Ver el comentario que sigue al
cuadro.

Estado de Cambios en el Patrimonio


Componente Exceso o defecto Causa principal
Patrimonio inicial Defecto. Está afectada por su
(modificado para considerar inadecuada medición al cierre
correcciones de errores y del ejercicio anterior y por la
cambios de políticas inflación del período corriente.
contables)
Aportes de los propietarios Defecto. Se acumulan importes
medidos en moneda del
pasado.
Distribuciones a los Defecto. Ídem.
propietarios
Resultado del período Exceso o defecto. Depende de las distorsiones
de las cifras que lo componen.
Ver el comentario que sigue al
cuadro.
Patrimonio final Defecto. El defecto en la medición del
activo es normalmente más
alto que el defecto en la
medición del pasivo.

Estado de Flujo de Efectivo


Componente Exceso o defecto Causa principal
Efectivo al inicio Defecto. Está expresado en moneda
del comienzo del ejercicio

Flujos positivos Defecto. Se acumulan Importes


medidos en moneda del
pasado.

Flujos negativos Defecto. Ídem.

Pérdida por el efecto de la Defecto. No se reconoce.


inflación sobre el efectivo

Efectivo al cierre Ni exceso ni defecto. Está expresado en moneda de


la fecha de los estados
financieros.

Ya mencionamos que la medida contable (no ajustada) del resultado del período puede quedar
expresada en exceso o en defecto, lo que en buena medida depende de la estructura financiera
del emisor de los estados financieros.
De todos modos, cabe esperar que sean más los casos en que la ganancia del periodo quede
expresada en exceso (o la pérdida en defecto) porque la medida asignada al patrimonio inicial
suele estar más afectada que la del patrimonio final. Como se indica en el cuadro, esto sucede
porque:
a) el primero está mal medido al cierre del ejercicio anterior; y
b) la inflación del periodo corriente, acrecienta el defecto de medición.
Al escribir los párrafos precedentes supusimos que las medidas contables asignadas a costos e
ingresos se basan en precios de contado. SI ellas incluyesen componentes financieros implícitos,
se producirían algunas distorsiones adicionales, incluyendo la medición en exceso de créditos y
deudas, y a que estarían expresados en moneda del futuro. También podría ocurrir que algunos
problemas cambiasen de signo.
Es de enfatizar que aunque las distorsiones de los resultados periódicos vayan cambiando de
signo, en el largo plazo prevalecen las medidas excesivas de los resultados acumulados. Si en
algún momento una entidad tuviera activos y pasivos expresados en moneda de la fecha de los
estados financieros, la medida asignada a su patrimonio neto no estarla afectada por los efectos
de la Inflación, pero;
a) los aportes de los propietarios estarían medidos en defecto;
b) consecuentemente, los resultados acumulados lo estarían en exceso.
Una consecuencia indeseable de esto es que una entidad podría distribuir parte de su capital bajo
la forma de dividendos.

El ajuste integral de la información contable: objetivo y metodología


El ajuste integral persigue como objetivo básico que todas las cifras de los estados contables
queden expresadas en una unidad de medida homogénea o, en la terminología que utiliza la Ley
de Sociedades Comerciales, "moneda constante". La moneda que se utiliza a tal fin es aquella
cuyo poder adquisitivo corresponde al momento de cierre de ejercicio.
Todas las partidas que están en una moneda "anterior al cierre de ejercicio" deberán ser
reexpresadas por inflación. Esta reexpresión tiene por finalidad, como se ha dicho, uniformar la
unidad de medida de todas las partidas de los estados contables; es decir, conseguir que las
mismas queden en moneda homogénea o constante.
Es importante señalar que el ajuste por inflación no debe confundirse con una cuestión de
valuación. Al momento de cierre de ejercicio, el costo de incorporación de un activo constituye un
valor histórico o del pasado. Si se corrige por inflación ese costo de incorporación, el importe
reexpresado igual continúa siendo un valor del pasado. Simplemente se lo ha llevado a una
unidad de medida homogénea. Por tanto, al corregir un importe original por la inflación producida
desde entonces, no se pretende llegar al “valor real" del bien.
Al corregirlos por inflación, su valor se acercará al vigente a este momento. Pero el precio real de
los bienes puede subir más o menos que la inflación, por diversos motivos: desarrollo tecnológico,
estacionalidad, cambios en los hábitos de los consumidores, urbanización (en el caso de
inmuebles), etcétera.
Por tanto debe tenerse muy presente que el ajuste por inflación sólo pretende que la moneda en
que se expresan las partidas de los estados contables sea homogénea. El mismo se refiere,
pues, a la unidad de medida. Otra cuestión diferente es la que tiene que ver con la más apropiada
valuación de los bienes, la que no es solucionada -ni se lo pretende- por la reexpresión de
estados contables por inflación.
En un período de intensa inflación, tiende a subir el precio nominal de todos los bienes. Pero lo
que aumenta es su precio nominal, no su precio real.
En consecuencia, en un lapso de desvalorización de la moneda, los bienes aumentan su valor
sólo cuando éste crece por encima de la inflación. Pero si el precio nominal de un bien crece por
debajo de la inflación, su valor real estará disminuyendo.
Mecanismo general de reexpresión
El mecanismo general de reexpresión de los estados contables consta de dos pasos:
l. Determinación de la fecha de origen de las partidas.
2. Reexpresión de los importes originales.
Determinación de las fechas de origen
Este proceso de asignar fechas de origen suele denominarse "anticuación", pues consiste en
determinar la antigüedad de cada partida.
En términos generales, puede decirse que la fecha de origen es aquella en la cual una partida
afectó o incidió en el patrimonio o en los resultados.
Más complicada es la cuestión de la fecha de origen en el caso de bienes fabricados o
construidos por la propia empresa. Suele pensarse que la fecha de origen de un producto
elaborado es aquella en que se finalizó su producción. No es así. El costo contable de ese
producto está compuesto por diversas partidas, cada una de las cuales puede tener su
correspondiente fecha de origen. Por ejemplo, cada una de las materias primas utilizadas tendrá
corno fecha de origen la de sus respectivos momentos de compra; asimismo, la mano de obra
aplicada y la parte de gastos de fabricación que se le atribuye tendrán corno fechas de origen las
correspondientes a su período de fabricación.
También debe establecerse la fecha de origen de las partidas componentes del patrimonio neto.
Respecto de las mismas no existe total consenso, discutiéndose si el capital tiene corno fecha de
origen la de su suscripción, es decir, la de compromiso de aporte, o la de efectiva integración.
Reexpresión de los importes originales
Este paso consiste en una simple multiplicación:
Importe reexpresado = Importe original x Coeficiente corrector
El importe original se extrae de los correspondientes mayores.
El coeficiente corrector se determina a través de un cociente:
Índice de precios de cierre de ejercicio
Coeficiente corrector =
Índice de precios de la fechade origen
El índice describe la evolución del nivel general de precios. Si se vive un período de inflación los
precios aumentan y, por tanto, el índice crecerá.

Aspectos legales sobre reexpresión en moneda homogénea


97. Una entidad emitirá sus estados contables:
a) Sin ajustar por inflación, en un contexto de estabilidad (para fines contables).
b) En moneda de cierre (es decir, en moneda de poder adquisitivo correspondiente a la
fecha de los estados contables), en un contexto de inflación (para fines contables).
98. Una entidad no considerará su situación particular para definir la existencia de un contexto de
inflación (para fines contables), sino que la necesidad de ajustar sus estados contables viene
indicada por ciertas características que permiten calificar a una economía como altamente
inflacionaria. Para esta Resolución Técnica dichas características son las siguientes:
a) La tasa acumulada de inflación en tres años, considerando el índice indicado en el
párrafo 179, alcanza o sobrepasa el 100%.
b) Se produce una corrección generalizada de los precios y/o de los salarios.
c) Los fondos en moneda argentina se invierten inmediatamente para mantener su poder
adquisitivo.
d) La brecha existente entre la tasa de interés por las colocaciones realizadas en moneda
argentina y en una moneda extranjera es muy relevante.
e) La población en general prefiere mantener su riqueza en activos no monetarios o en una
moneda extranjera relativamente estable.
99. Con el fin de favorecer la evaluación consistente de distintas entidades, esta Resolución
Técnica establece que:
a) la pauta cuantitativa referida en el inciso a) del párrafo anterior es indicador clave y
condición necesaria para expresar en moneda de cierre las cifras de los estados
contables; y
b) todas las entidades empezarán a ajustar desde la misma fecha e interrumpirán el ajuste
a partir de la misma fecha.
100. Una entidad cumplirá la exigencia legal de emitir los estados contables en moneda
constante si satisface los requerimientos establecidos en el párrafo 97.

Normas contables: el proceso secuencial y los pasos para la reexpresión de


las partidas contables
Existen ciertas partidas en los estados contables, cuyo importe surge de la resta de otras cifras.
Supongamos, por ejemplo, que la cuenta Utilidad por venta de terrenos presenta un saldo de
$30.000. ¿De dónde surge este saldo? De restar el precio de venta del terreno menos su costo
contabilizado. Si el terreno se vendió en $70.000, su costo contabilizado debe ser de $40.000,
para llegar a la utilidad de $30.000.
¿Cuál será la fecha de origen del importe de $30.000 de Utilidad por venta de terrenos?
Supongamos que el terreno se vendió en marzo de 2021 Uno puede sentirse tentado de tomar
como fecha de origen de la ganancia la de venta. Pero no. Hay que tener en cuenta que el
importe de utilidad de $30.000 se obtiene de restar el precio de venta de $70.900, que está
expresado en moneda del momento de la venta, en este caso, marzo de 2021, menos el costo de
adquisición del terreno vendido, que estará expresado en moneda del momento de la compra.
Si el terreno se compró en junio de 2013, no es posible efectuar la resta directamente, pues se
trata de importes expresados en distinta unidad de medida.
Supóngase que los índices de precios aplicables son:
- Junio de 2013 (fecha de compra) 130.0
- Marzo de 2021 (fecha de venta) 364.0
- Diciembre de 2021 (cierre de ejercicio) 382.2
En consecuencia, no puede reexpresarse directamente la utilidad, sino que hay que desagregada
en sus dos elementos componentes, de la siguiente manera:
Detalle Fecha de Importe Coeficiente Importe
origen original reexpresado
Precio de venta Marzo/21 70.000 382.2 73.500
= 1,05
364.0
Costo de venta Junio/13 40.000 382.2 117.600
= 2,94
130.0
Resultado venta (+) 30.000 (-) 44.100

Se advierte que se pasa de una utilidad de $ 30.000, antes de tomar en cuenta el efecto de la
inflación, a una pérdida de $ 44.100 cuando se calcula el resultado en moneda homogénea.
Por tanto, no podría reexpresarse directamente el saldo de este tipo de cuentas (Utilidad por
venta de terrenos, Resultado Venta Acciones y similares) porque no habría coeficiente de
reexpresión que permitiera pasar de utilidad a pérdida.
Para ello el coeficiente tendría que ser negativo (menor que cero), lo que es imposible. En
períodos de inflación los coeficientes son siempre superiores a l. En lapsos de baja de precios
pueden ser inferiores a 1, pero siempre mayores que cero. Esto se debe a que el coeficiente
surge de un cociente entre índices de precios y tanto el numerador como el denominador de tal
cociente son positivos (mayores que cero). En consecuencia el coeficiente siempre será positivo.
Conclusión: Para reexpresar las cuentas cuyos saldos surgen por diferencia entre otros
importes, dichos saldos deben segregarse en sus elementos componentes, y éstos deben
reexpresarse por separado
Esto es aplicable, entre otros, a los siguientes casos:
• Resultados de venta de títulos: hay que reexpresar separadamente el precio de venta y
el costo de adquisición de los títulos vendidos.
• Diferencias de cambio: deben reexpresarse, por un lado, el precio de venta de la
moneda extranjera y, por otro, el costo original de la misma.
Si la diferencia de cambio estuviera originada en deudas, deben reexpresarse, por una
parte, el importe abonado para cancelar la deuda y, por otra, el importe original de la
obligación.
• Utilidad bruta: en primera instancia deben reexpresarse separadamente las cifras de
ventas y de costo de ventas.
El importe reexpresado de la utilidad bruta surge de restar ambas cifras reexpresadas.
Análogamente, en el balance general aparecen importes que surgen por suma de partidas, como
los totales de activo y pasivo.
Estos totales de activo, de pasivo o de patrimonio neto debe ser reexresados. Pero la reexpresión
no se lleva a cabo multiplicando su importe original por coeficiente alguno, sino sumando todas
las partidas que lo componen, una vez reexpresadas cada una de ellas.

El método directo de determinación del resultado por exposición a la


inflación. Registración contable
Clasificación de las partidas según su exposición a la inflación
Partidas monetarias y no monetarias
No todas las partidas componentes del patrimonio sufren el impacto de la inflación de la misma
manera.
Son partidas no monetarias las que no tienen un valor cierto en moneda legal.
Esto significa que, si hay inflación, su precio puede subir, es decir que no sufren plenamente el
impacto de la desvalorización del dinero.
A veces se ha calificado estas partidas corno "no expuestas a la inflación". Ello no es así, pues el
hecho de que no tengan un valor fijo no garantiza que su precio aumente al mismo ritmo de la
inflación.
Ejemplos de partidas no monetarias son las mercaderías de reventa, las materias primas, los
productos elaborados, las maquinarias, las instalaciones, los inmuebles, las acciones de otras
sociedades, etcétera.
Se denominan partidas monetarias las que tienen un valor cierto en moneda legal, como por
ejemplo, el dinero de curso legal en caja y bancos, y los créditos en pesos sin cláusula de ajuste o
indexación.
El dinero en caja sufre plenamente el impacto de la inflación, pues disminuye su poder de compra
exactamente en esa proporción.
Los créditos en pesos, en cambio, pueden generar intereses, los que, pueden ser mayores,
iguales o menores que el deterioro del signo monetario, por lo que no siempre ser titular de un
crédito es perjudicial en un período de inflación.
A veces se dice que las partidas monetarias no se ajustan por inflación y las no monetarias sí.
Debe destacarse que esto es lo habitual, pero no es siempre así. Lo que determina que haya que
reexpresar es que el poder adquisitivo de la moneda en que esté registrado el bien corresponda a
un momento anterior al de cierre de ejercicio. Así por ejemplo, una maquinaria -que es una partida
no monetaria- comprada el último día del ejercicio no necesita ser re expresada. Tampoco es
necesario reexpresar aquellos bienes incluidos en el patrimonio que han sido valuados al cierre
de ejercicio por su valor corriente, ya que este valor corriente, por ser el vigente a la finalización
del período contable, está expresado en moneda de cierre.
El capital monetario
Cuando se crea una empresa, la diferencia entre activos y pasivos es igual al capital. Por
extensión, suele calificarse como "capital monetario" la diferencia entre activos monetarios menos
pasivos monetarios.
La tenencia de activos monetarios provoca pérdidas por exposición a la inflación. El
mantenimiento de pasivos monetarios, por el contrario, genera ganancias por exposición a la
inflación.
En toda empresa coexisten, simultáneamente, activos y pasivos monetarios. Si el capital
monetario es positivo, o sea, si los activos monetarios -que provocan pérdidas- superan los
pasivos monetarios -que generan ganancias-, el resultado por exposición a la inflación será
negativo.
Inversamente, si el capital monetario es negativo, vale decir, si los pasivos monetarios exceden
los activos monetarios, el resultado por exposición a la inflación será positivo.
¿Cuál es el mecanismo para determinar el RECPAM a través del estado de cambios en el capital
monetario?
1°. Determinar el capital monetario al inicio del ejercicio (o en una empresa en marcha al cierre
del ejercicio anterior) y aplicarle la tasa de inflación hasta el cierre del período. Si no hubiera
habido otros cambios en el capital monetario, ése sería el RECPAM. Pero si hubo otras
modificaciones, hay que cumplimentar los siguientes pasos:
2°. Establecer, al fin de cada mes, los aumentos o disminuciones operados en el capital monetario
y aplicarles a esas variaciones la tasa de inflación desde los respectivos fines de mes hasta el
cierre de ejercicio. Este cálculo arrojará los importes en que variará el RECPAM del capital
monetario inicial por efecto de las modificaciones del capital monetario experimentadas cada mes.
3". Efectuar la suma algebraica del RECPAM derivado del capital monetario inicial más o menos
los resultados por exposición a la inflación derivados de las sucesivas modificaciones mensuales.
El resultado final será el RECPAM del ejercicio.
En nuestro caso, resulta:

Dado que la partida doble es balanceante, se llega al mismo importe por los siguientes caminos:
a) Determinar el RECPAM a través de la desvalorización de las partidas monetarias, como
se ha hecho en el cuadro anterior;
b) Determinar el RECPAM como contrapartida de reexpresar por inflación las partidas no
monetarias.
Esto podemos corroborado reexpresando todas las partidas de los estados contables al 30/6.
En el caso que estamos resolviendo, los activos y pasivos existentes al cierre de ejercicio son
íntegramente monetarios. En consecuencia, la única partida patrimonial que debe ser
reexpresada es el capital original, que era de $10.000 y que, por efecto de la inflación del 5% de
enero a junio, pasará a ser de $10.500. Resulta:

Corresponde ahora reexpresar las partidas del estado de resultados:

Una vez ajustado por inflación, resultará:

La pérdida por exposición a los cambios en el poder adquisitivo de la moneda es el importe


necesario para llegar a la ganancia neta, determinada por diferencia patrimonial.

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