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OÑA.

UN MILENIO
ACTAS DEL CONGRESO INTERNACIONAL SOBRE EL
MONASTERIO DE OÑA (1011-2011)

Coordinador:
Rafael Sánchez Domingo

Excmo.
Ayuntamiento
de Oña
OÑA. UN MILENIO
ACTAS DEL CONGRESO INTERNACIONAL SOBRE EL MONASTERIO DE OÑA (1011-2011)

Coordinador: Rafael Sánchez Domingo

Edita: Fundación Milenario San Salvador de Oña

© de la presente edición: Fundación Milenario San Salvador de Oña

© de las fotografías: Sus respectivos autores

Foto de portada: Miguel Ángel Valdivielso

Portada: Panteón condal. Estilo gótico-mudéjar (segunda mitad siglo XV). Iglesia abacial de San Salvador de Oña

Diseño y maquetación: Alfonso Alonso


Imprime: GZ Printek-Zamudio

ISBN: 978-84-615-7926-6
Depósito legal: BU-53-2012

Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares


del Copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción
total o parcial de esta obra por cualquier medio o procediemiento, conocido
o por conocer, comprendiendo reprografía y el tratamiento informático.
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OÑA. UN MILENIO
ACTAS DEL CONGRESO INTERNACIONAL SOBRE EL MONASTERIO DE OÑA (1011-2011)

Coordinador: Rafael Sánchez Domingo

PONENCIAS

Capítulo 1. LES ORIGINES DU MONACHISME EN FANCE ................................................................................... 18


Maïté Lafourcade. Université de Pau et des Pays de l’Adour

Capítulo 2. LOS ORÍGENES DEL MONASTERIO DE SAN SALVADOR DE OÑA:


EREMITISMO Y MONASTERIO DÚPLICE.................................................................................................................... 32
Francisco Reyes Téllez. Universidad Rey Juan Carlos

Capítulo 3. DOCUMENTACIÓN EN VISIGÓTICA DEL MONASTERIO DE


SAN SALVADOR DE OÑA: ORIGINALES Y COPIAS ................................................................................................. 52
Miguel C. Vivancos. Doctor en Historia

Capítulo 4. LA COLECCIÓN DIPLOMÁTICA DE SAN SALVADOR DE OÑA: UNA VENTANA


SOBRE EL FENÓMENO IMPERIAL CASTELLANO-LEONÉS ............................................................................... 82
Hélène Sirantoine. Investigadora asociada al grupo de investigación EA 4616 “Savoirs et pratiques du Moyen Âge au XIXe siècle”, París

Capítulo 5. LA ACCIÓN TUITIVA DE LOS REYES DE LA DINASTÍA PAMPLONESA SOBRE


LOS MONASTERIOS DEL REINO CASTELLANO-LEONÉS ................................................................................100
Andrés Gambra. Universidad Rey Juan Carlos

Capítulo 6. EL MONASTERIO DE OÑA EN TIEMPOS DE LOS TASTAMAA .............................................136


Fernando Suárez Bilbao. Universidad Rey Juan Carlos
5

Capítulo 7. OÑA EN LA CONGREGACIÓN DE SAN BENITO DE VALLADOLID (S. XVI-XIX) ...............186


Lorenzo Maté Sadornil. OSB. Monasterio de Santo Domingo de Silos

Capítulo 8. LOS EFECTOS DE LOS DECRETOS DESAMORTIZADORES EN EL


MONASTERIO DE OÑA ......................................................................................................................................................212
Rafael Sánchez Domingo. Universidad de Burgos

Capítulo 9. EL MONASTERIO DE SAN SALVADOR DE OÑA Y EL PRIOATO DE SAN JUAN


DE CILLAPERLATA EN EL CATASTRO DE ENSENADA, 1751-1752 .................................................................246
Concepción Camarero Bullón. Universidad Autónoma de Madrid

Capítulo 10. EL FONDO DEL MONASTERIO DE OÑA EN EL ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL ...294
Luis Miguel De La Cruz Herranz. Archivo Histórico Nacional

Capítulo 11. EL MONASTERIO DE OÑA A TAVÉS DE LA DOCUMENTACIÓN:


SU SIGNIFICADO O SIGNIFICADOS ............................................................................................................................322
Gonzalo Viñuales Ferreiro. Universidad Rey Juan Carlos

Capítulo 12. ASCETISMO, MONACATO Y COMMUNITAS ....................................................................................334


Eduardo Vinatea Serrano. Universidad Rey Juan Carlos

Capítulo 13. SAN SALVADOR DE OÑA: BIBLIAS Y BEATOS ..................................................................................350


John Williams. Universidad de Pitsburg

Capítulo 14. EL MONASTERIO DE SAN SALVADOR DE OÑA: LA IGLESIA Y ENTORNO, SU


EVOLUCIÓN Y CAMBIOS DESDE EL SIGLO XI AL XIII ........................................................................................362
Félix Palomero Aragón. Universidad Rey Juan Carlos

Capítulo 15. ENTRE LA SANTIDAD Y LA EPOPEYA: ASTREANDO EL DESAPARECIDO


CLAUSTRO ROMÁNICO DEL MONASTERIO DE SAN SALVADOR DE OÑA .............................................398
José L. Senra Gabriel Y Galán. Universidad Complutense de Madrid

Capítulo 16. EL MECENAZGO DE ALFONSO X EL SABIO Y LOS MONASTERIOS .....................................422


Rafael Cómez Ramos. Universidad de Sevilla

Capítulo 17. EL CLAUSTRO DE LOS CABALLEROS Y SU ENTORNO ...............................................................444


Magdalena Ilardia Gálligo. Catedrática del IES Diego Porcelos - Burgos

Capítulo 18. EL PROCESO CONSTRUCTIVO DEL MONASTERIO DE SAN SALVADOR


DE OÑA DUANTE LA EDAD MODERNA Y LA CONTEMPORÁNEA ...........................................................470
Fr. Antonio Manuel Pérez Camacho, monje de Silos. Facultad de Teología de Burgos
6 OÑA. UN MILENIO. ACTAS DEL CONGRESO INTERNACIONAL SOBRE EL MONASTERIO DE OÑA (1011-2011)

Capítulo 19. LA HERENCIA MEDIEVAL DE LOS MONASTERIOS


NOVOHISPANOS DE MICHOACÁN EN EL SIGLO XVI ........................................................................................496
Igor Cerdá Farías. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, México

Capítulo 20. LA RESTAUACIÓN DEL CONVENTO FANCISCANO DE SANTA ANA EN


TZINTZUNTZAN Y LA RECUPEACIÓN DE LOS VALORES COMUNITARIOS .......................................516
Héctor Álvarez Contreras. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, México

Capítulo 21. LA RESTAUACIÓN DEL MONASTERIO DE OÑA: UNA OBA NECESARIA .....................536
José Ramón Duralde. Arquitecto director de la actual restauración

COMUNICACIONES
Capítulo 22. NUEVOS DATOS SOBRE EL BORDADO DE OÑA: TESTIGO INELUDIBLE DE LA
HISTORIA, LA POLÍTICA Y LA CULTUA ENTRE AL-ANDALUS Y CASTILLA.........................................562

Miriam ALI DE UNZAGA. MPhil, Dhil Oxon

Capítulo 23. ESTUDIO Y RECUPEACIÓN DE DOS PRENDAS DE INDUMENTARIA MEDIEVAL


PROCEDENTES DEL MONASTERIO DE SAN SALVADOR DE OÑA (BURGOS)........................................574
Milagros Burón Alvarez. CCRCC de Castilla y León
Mercedes Barrera Del Barrio. CCRCC de Castilla y León
Cristina Gómez González . CCRCC de Castilla y León
Adela Martínez Malo. Patrimonio Nacional. Palacio Real
Pilar Borrego. Instituto de Patrimonio Cultural de España

Capítulo 24. EL MONASTERIO DE OÑA. CENTRO Y ORIGEN DE LA FORMACIÓN Y


EDUCACIÓN DE LAS PERSONAS SORDAS ...............................................................................................................586
Beatriz Núñez Angulo. Universidad de Burgos
José Antonio Gómez Monedero. Universidad de Burgos

Capítulo 25. FAY PEDRO PONCE DE LEÓN: MONJE ILUSTRE DEL MONASTERIO DE
SAN SALVADOR DE OÑA ....................................................................................................................................................592
Beatriz Núñez Angulo. Universidad de Burgos
José Antonio Gómez Monedero. Universidad de Burgos

Capítulo 26. MODELOS Y COPIAS DE LA BIBLIA EN EL SIGLO XII: LEÓN Y OÑA ....................................600
Ana Hernández Ferreirós. Universidad Complutense de Madrid
7

Capítulo 27. BRUJERÍA, INQUISICIÓN Y FELIGRESÍA EN EL NORTE DE BURGOS ..................................610


Carlos Herrero Abán.

Capítulo 28. EL POBLADO TROGLODÍTICO DEL ARROYO DE LAS TORCAS:


ORGANIZACIÓN ESPACIAL Y ESTRUCTUA INTERNA ....................................................................................620
José Antonio García García. Universidad Politécnica de Madrid
Fernando Blaya Haro. Universidad Politécnica de Madrid

Capítulo 29. ANTECEDENTES DE UN HOSPITAL PSIQUIÁTRICO BURGALÉS (1932-1934) .................626


José Manuel López Gómez. Académico de la Institución Fernán González. R.A. Burgense de Historia y Bellas Artes

Capítulo 30. LAS REFORMAS DEL SIGLO XV EN LA IGLESIA DEL MONASTERIO DE SAN
SALVADOR DE OÑA. ESTADO DE LA CUESTIÓN ..................................................................................................634
Elena Martín Martínez De Simón. Universidad de Burgos

Capítulo 31. SANTUARIOS PRECRISTIANOS EN EL ENTORNO DE OÑA .....................................................648


Irene Magdalena Palomero Ilardia. Universidad Rey Juan Carlos

Capítulo 32. EL GOBIERNO ECONÓMICO DE LOS MONASTERIOS BENEDICTINOS EN LAS


CONSTITUCIONES DE LA CONGREGACIÓN DE SAN BENITO DE VALLADOLID DE 1701.
EL MONASTERIO DE OÑA ................................................................................................................................................658
Begoña Prieto Moreno. Universidad de Burgos
Vicente Rebollo Mozos. Ecónomo Diocesano. Arzobispado de Burgos

Capítulo 33. LAS BOTICAS BURGALESAS: OÑA, HOSPITAL DEL REY Y


SANTO DOMINGO DE SILOS ...........................................................................................................................................672
Cristina Rincón Moreno. Universidad Rey Juan Carlos

Capítulo 34. LA FUNDACIÓN DEL MONASTERIO DE OÑA Y LOS CASTILLOS DE SU ENTORNO:


LOS CASOS DE CUEVAANA Y PETALATA .............................................................................................................676
Eduardo Rojo Díez. Asociación de Estudios Onienses

Capítulo 35. TAS LA HUELLA DEL MAESTRO DE OÑA .......................................................................................690


María Luisa Menéndez Robles. Universidad Rey Juan Carlos
Julio Alejandro Villalmanzo Santamaría. Universidad Rey Juan Carlos

Capítulo 36. DOCUMENTACIÓN INÉDITA SOBRE LA REFORMA DE ALGUNOS MONASTERIOS


BENEDICTINOS CASTELLANO-LEONESES Y OTROS (1456-1532)................................................................698
Ernesto Zaragoza Pascual. Académico C. de las RR. AA. de la Historia, de Bones Lletres y de San Rosendo
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MODELOS Y COPIAS DE LA BIBLIA EN EL SIGLO XII:


LEÓN Y OÑA
Ana HERNÁNDEZ FERREIRÓS. Universidad Complutense de Madrid

Las Sagradas Escrituras eran la base sobre la que de las condiciones que propiciaban la producción
se regía la sociedad medieval, y su influencia se de una copia en los scriptoria medievales, mientras
constata en todos los ámbitos. Actualmente con- que muchas otras incógnitas quedarán, desafortu-
servamos manuscritos bíblicos medievales a lo lar- nadamente, sin resolver.
go y ancho del continente europeo, pero la Penín- De cualquier modo, en la Península Ibérica no
sula Ibérica es un lugar privilegiado en cuanto al era infrecuente que un establecimiento religioso
número de Biblias iluminadas completas que nos contase con más de una Biblia en su biblioteca
han llegado muchas de las cuales, no obstante, han medieval, circunstancia que ocurría en el monas-
sido estudiadas solo parcialmente2. Esta abundan- terio de Oña que custodiaba, a comienzos del si-
cia en la cantidad de códices bíblicos producidos glo XIII, un completísimo arsenal literario a tenor
se explica por el hecho de que todo establecimien- de lo que se maniiesta en una lista de su conte-
to eclesiástico contaba con, al menos, un ejemplar, nido conservada en un códice que actualmente se
ya que eran fundamentales para el desarrollo de la custodia en El Escorial4.
liturgia y se empleaban a diario. La biblioteca del cenobio incluía no solo obras
Resulta, sin embargo, poco habitual, aunque esenciales para la liturgia, sino también textos
no por ello extraño, que una misma institución conciliares, otros genuinamente hispanas, com-
monástica reprodujese casi de manera exacta un pilaciones hagiográicas, libros clásicos de patrís-
ejemplar anterior; es precisamente esta circuns- tica, e incluso autores contemporáneos, además
tancia la que llama la atención en el caso de la Bi- de una sección bajo la rúbrica “gramátiga” con es-
blia Románica de San Isidoro de León, realizada critos de la Antigüedad clásica5. Sin duda se trata
en 1162 como copia de su homóloga del año 9603. de una colección libraria espectacular que rivaliza
Esta aportación pretende comparar las circunstan- con la de otras instituciones medievales hispanas
cias de la colegiata isidoriana con otra fundación bien guarnecidas, como el monasterio de San Mi-
que tuvo un desarrollo muy semejante en el siglo llán de la Cogolla6 o la Real Colegiata de San Isi-
XII, el monasterio de San Salvador de Oña, y don- doro de León7.
de también se custodiaban códices bíblicos del si- La enumeración del repertorio oniense se
glo X ¿Por qué se copió entonces la Biblia en León inicia con “Dos bibliotecas”, es decir, dos Biblias
y no en Oña? ¿Por razones puramente económicas completas, ya que era habitual que el libro más im-
y para cubrir necesidades funcionales? ¿O existía portante de la cristiandad abriese los catálogos li-
un componente ideológico y de prestigio en la brarios al menos hasta el siglo XIII8. Se ha querido
decisión de reproducir un manuscrito antiguo ya vincular una de estas referencias a la denominada
en posesión de la institución? El cotejo de la co- “Biblia de Oña”, de la que tan solo conservamos
yuntura de ambas comunidades mostrará algunas doce folios, aunque la obra contaba originalmen-
Modelos y copias de la Biblia en el siglo XII: León y Oña | Ana Hernández Ferreirós 601

te con dos volúmenes que contenían las Sagradas nica, sino que habría sido un encargo16. Pero, con
Escrituras completas9. Su origen se encuentra en el bastante seguridad, se guardó en la colegiata leo-
monasterio de Valeránica, un cenobio ahora des- nesa al menos desde el siglo XII, porque en 1162,
aparecido de cuyo scriptorium salieron algunos de como ya se ha comentado, fue ielmente copiado
los mejores manuscritos del siglo X10. La fama de en el scriptorium de esta institución17. Así, San Isi-
este taller se debió, principalmente, a la igura de doro de León contaría, a inales del siglo XII, con
su calígrafo Florentius, artíice de este códice, qui- dos Biblias actualmente conservadas, y una tercera
zá el primer manuscrito realizado por un copista perdida pero que, según la mención de varios cro-
que antes se había dedicado a labores de notario11. nistas, dataría del siglo X18.
Como ya se ha dicho, han desaparecido la mayor La existencia de esta, casi exacta, reproducción
parte de los folios iluminados, por lo que para co- es una circunstancia extraordinariamente intere-
nocer las circunstancias de su producción debe- sante, ya que el estudio de los modelos y sus co-
mos remitirnos a las menciones de, entre otros, pias en los manuscritos nos permite atisbar algu-
el cronista Ambrosio de Morales quien transcribe nas pistas sobre el proceso de trabajo en el taller,
su colofón, y el monje y archivero de Oña Grego- o sobre las personalidades individuales de los mi-
rio de Argaiz quien conirma la autoría de la obra, niaturistas. Así, pequeñas modiicaciones introdu-
según sus narraciones la obra se habría concluido cidas en la imagen original, que los investigadores
en el año 94312. Sin embargo, la identiicación de de comienzos del siglo XX consideraban errores,
este manuscrito con una de las Biblias completas eran probablemente decisiones conscientes de los
mencionadas en el catálogo bibliotecario del siglo artistas19. La práctica artística estuvo supeditada
XIII no se puede hacer con total seguridad, ya que al concepto de mímesis desde el mundo clásico,
no tenemos la certeza de que la Biblia de Oña se ya fuese la copia de la naturaleza, de un arquetipo
encontrase en el cenobio burgalés del que toma su interior como sostenían los neoplatónicos, o di-
nombre antes del siglo XVI, cuando la vio allí Am- rectamente de una obra de arte precedente, y este
brosio de Morales, aunque es una posibilidad que fundamento en la imitación de otras formas no
tampoco se puede descartar. se quebró por completo hasta el siglo XX20. En el
Lo que parece claro es su vinculación con otro caso concreto de la Edad Media, la reproducción
manuscrito completo de la Biblia, ya mencionado, directa fue el proceso esencial de producción ar-
realizado en el año 960 en un solo volumen en el tística y literaria. Los artistas medievales trabaja-
mismo monasterio de Valeránica por el escriba ban en base a una tradición, de tal manera que, en
Sanctius, discípulo de Florentius con quien cola- las consideraciones sobre obras de arte que con-
boraría en la obra.13. Las evidencias codicológicas, servamos de esta época, no se suele mencionar la
paleográficas y artísticas vinculan ambas Biblias originalidad como un factor importante en la cali-
de manera tan estrecha, que se ha especulado con icación de la calidad de las obras21. Conservamos
la posibilidad de que compartiesen un mismo ma- numerosos ejemplos medievales que se remiten a
nuscrito modelo, e incluso de que la leonesa, más la transcripción de prototipos o de pautas, demos-
tardía, fuese una copia de la oniense14. De cual- trando así lo cotidiano de esta práctica, y a menu-
quier forma, ambas salieron de Valeránica hacia do piezas prestigiosas eran copiadas varias veces22.
inales del siglo X, cuando las incursiones de Al- En lo referente a los manuscritos, la cercanía a un
manzor y las propias circunstancias políticas del modelo suele advertirse de modo más inmediato
reino llevaron al monasterio a su desaparición15. debido a que los copistas tenían la obligación de
En el caso del códice de San Isidoro no se conoce reproducir el texto original rigurosamente, más
con certeza su destinatario inicial, aunque posi- aún en el caso de las Biblias, muestras directas de
blemente no sería el propio monasterio de Valerá- la palabra divina. Sin embargo, los miniaturistas
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gozaban de mayor libertad con respecto al modelo Díaz, la concurrencia de copias de manuscritos ya
que los calígrafos. presentes en la colección del monasterio se debió
El hecho de que el sustrato del manuscrito me- esencialmente al hecho de que la escritura visigó-
dieval sea la copia no implica que no exista origina- tica era difícilmente legible para unos lectores ya
lidad entre sus folios. La creatividad de los artistas acostumbrados a la minúscula carolina que se ha-
radicó en aplicar una serie de conceptos formales, bía impuesto hacía unas décadas, por lo que preci-
estéticos, iconográicos y temáticos transmitidos sarían actualizarla29.
en alcanzar algo nuevo, de tal modo que, pese a Sin embargo, el inventario de la biblioteca de
basarse en un inicio en dictados preconigurados, San Salvador de Oña no menciona ninguna Biblia
se apartaron de ellos a la luz de los gustos del mo- románica en el monasterio, ni se conservan res-
mento23. Para Serafín Moralejo, la reproducción tos de alguna. ¿Comprendían perfectamente los
de modelos se combinó con la inventiva, dado que miembros de la comunidad oniense la escritura vi-
la reproducción llegó a convertirse en una excusa sigótica y no necesitaron actualizar sus códices bí-
para experimentar formalmente, hasta culminar blicos? ¿Quizá se debiese a la falta de uso de estas
en un proceso de modiicación de los estilos24. Biblias completas a favor de ediciones de los libros
La primera cuestión que nos asalta en relación bíblicos más manejables? El cotejo de las circuns-
a la copia de la Biblia isidoriana son las causas tancias que llevaron a la comunidad isidoriana a
por las que la comunidad leonesa consideró ne- requerir un nuevo manuscrito bíblico como re-
cesario reproducir un texto del que ya disponían, producción del realizado en 960, y las que al mis-
adecuado para desempeñar las mismas funciones mo tiempo sobrevenían al cenobio burgalés, nos
litúrgicas y de estudio que se le requerían a cual- proporcionará algunos indicios acerca de la razón
quier códice bíblico, teniendo en cuenta que, para de esta disparidad entre ambas y, complementa-
un scriptorium, la producción de una gran Biblia riamente, saldrán a la luz algunas de las causas que
como esta de San Isidoro era la tarea más costo- llevaban a una institución a requerir un nuevo có-
sa a la que se podía enfrentar25. Podemos consta- dice de la Biblia.
tar que no se trató de un acontecimiento aislado. En primer lugar, cabe resaltar que contamos
Durante este siglo XII, aumentó la producción de con evidencias de que el manuscrito isidoria-
códices bíblicos monumentales a lo largo y ancho no de 1162 fue usado por su comunidad, ya que
del continente europeo, y el manuscrito románico tiene en sus folios anotaciones que conirman su
isidoriano se ajusta a las características generales uso, en primer lugar, para el estudio y la lectura en
de estas obras, como ejemplar de lujo realizado en alto, como indicaciones para la mejor compren-
tres volúmenes de grandes dimensiones26. La prin- sión de ciertos términos, la transcripción al latín
cipal razón del lorecimiento en la manufactura de de caracteres griegos, o la resolución de abrevia-
Biblias, radica en la ola de fundaciones monásti- turas; pero también se constata su empleo en los
cas provocada en gran parte por el surgimiento de oicios, con una serie de apuntes del último cuar-
nuevas órdenes; asimismo, algunas abadías euro- to del siglo XII que se reieren al uso litúrgico del
peas estimaron entonces la necesidad de abaste- volumen como un leccionario30. El inventario de
cerse con un segundo gran texto bíblico para la la biblioteca oniense de comienzos del siglo XIII
lectura en el refectorio27. En cuanto a los scriptoria menciona otro códice bíblico como última entra-
hispanos, tenemos constancia de que en el siglo da del catálogo. Se trata de un añadido posterior,
XII se copiaron de manera más o menos siste- escrito por una mano diferente, que refiere: “La
mática libros que custodiaban las bibliotecas de biblia glosada in XII libris diuisa singulatim per or-
los propios monasterios28. Es este el caso de San dinem per corporum distinciones”. El hecho de que
Millán de la Cogolla donde, según Manuel Díaz y esta entrada se incluyese más tarde podría indicar
Modelos y copias de la Biblia en el siglo XII: León y Oña | Ana Hernández Ferreirós 603

que entró a formar parte de la biblioteca más avan- María de Carbajal, una canónica situada en Car-
zado el siglo XIII, de hecho, Díaz y Díaz mencio- bajal de la Legua a unos siete u ocho kilómetros
na que, a comienzos de esta centuria, los códices de León, a esta ciudad, circunstancia que funcionó
con el texto completo de la Biblia dejarán paso a en la práctica como una refundación de la institu-
los libros bíblicos individuales, más cómodos de ción34. Era habitual la adquisición o realización de
manejar, y en gran medida a los escritos glosados, Biblias con la instauración o la reforma de una or-
de tal manera que se preferirán las Escrituras que den, un cenobio o un capítulo, no solo para abaste-
vienen acompañadas de un aparato teológico31. En cer sus necesidades litúrgicas, sino también como
cualquier caso, la Biblia glosada es una clase espe- objeto conmemorativo, por lo que este traslado
cíica de manuscrito, originado en Francia y com- de nuevos monjes al monasterio pudo inluir de
puesto por textos bíblicos que se acompañaban manera determinante en la necesidad de producir
de extensos comentarios procedentes de la Glossa una nueva Biblia35.
Ordinaria, una compilación de citas de autorida- Asimismo, existía una clara propensión en los
des teológicas tradicionales reunidas en la primera gobernantes medievales de promover grandes
mitad del siglo XII. Las primeras Biblias glosadas obras de arte para proteger su memoria y reme-
completas aparecen en territorio galo en torno al morar el esplendor de su administración. Este fe-
año 1135, pero su organización se estandariza en nómeno se observa a lo largo de toda la historia
torno a 1170, y serán bastante habituales en las medieval europea y se puede constatar en el mis-
instituciones religiosas a inales de esta centuria mo San Isidoro de León con las continuas reno-
e inicios de la siguiente32. Este tipo de manuscri- vaciones de las que fue objeto su iglesia bajo los
tos se usaban esencialmente en la escuela, y no en distintos monarcas e infantas. Sintomático es el
las lecturas comunitarias, por lo que el códice que caso de la iglesia de Fernando I (1037-1065) y
había en San Salvador no cumplía exactamente las Sancha (1013-1067), que fue reformada desde los
mismas funciones que sus antepasadas del siglo X cimientos tan solo una generación después de su
y, por tanto, no era una clara sustituta de ellas33. construcción por la infanta Urraca (1033-1101),
Pero no debemos concluir con las razones me- renovación que tenía por objeto ampliar el espa-
ramente funcionales, sino que inluyeron también cio del templo, pero también alzar el prestigio de
de manera determinante las circunstancias con- la institución al acomodarse a las nuevas maneras
cretas de cada institución en la segunda mitad del de la arquitectura del momento36. De esta mane-
siglo XII. Ambos monasterios se hallaban en una ra, parece coherente que esta Biblia pudiese ser un
coyuntura paralela entonces, ya que gozaban de empeño del abad Menendo (1156-1167), el nue-
prosperidad económica y de amplios apoyos po- vo administrador de la comunidad isidoriana des-
líticos, por lo que los motivos que llevaron a los de 115637. Fue, sin duda, una igura clave en el de-
canónigos isidorianos a requerir una nueva Biblia, sarrollo de la institución, ya que le correspondió
probablemente no se correspondían con una mis- ser el primero en ostentar la dignidad abacial en
ma realidad en San Salvador. Así, las característi- San Isidoro de León, despojando deinitivamen-
cas de la canónica isidoriana en la segunda mitad te a los regentes de la canónica del título de prior
del siglo XII inluyeron de manera determinante bajo el que Pedro Arias había alojado al grupo de
en la decisión de realizar una copia de la Biblia en canónigos en el monasterio en 1148. Menendo
el siglo XII. aparece nombrado por primera vez como abad
San Isidoro acababa de transformarse de mo- en dos documentos de 115638, aunque algunos
nasterio dúplice a canónica tan sólo catorce años adelantan la existencia de esta posición en la co-
antes de la producción de la Biblia de 1162, con legiata leonesa unos tres años39. Su gobierno, que
el traslado de un grupo de canónigos desde Santa duró hasta 1167, vio un monasterio en esplendor
604 OÑA. UN MILENIO. ACTAS DEL CONGRESO INTERNACIONAL SOBRE EL MONASTERIO DE OÑA (1011-2011)

y la conirmación en 1163, por parte del Papa Ale- también había crecido de manera acelerada desde
jandro III (1159-1181), de la independencia de la mediados del siglo XII, evidenciando el apogeo de
institución con respecto a cualquier otra autoridad una comunidad cuyas necesidades en crecimiento
que no fuese la de Roma. Este mismo pontífice debían ser cubiertas, entre ellas, seguramente, una
será quien concederá a Menendo el uso de mitra40. nueva Biblia44.
La importancia que tuvo su mandato en la colegia- El monasterio de Oña, por su parte, se encon-
ta se releja también es su lauda sepulcral, donde traba también en pleno esplendor durante el siglo
aparece representado con los atributos de abad y XII. Fundado como dúplice, se reformó mucho
en cuya inscripción se refuerza su papel pionero: antes que la institución leonesa, en 1033 adoptó la
“HIC QVIESCIT MAGISTER MENENDVS, regla benedictina, y su importancia creció de ma-
PRIMUS ABBAS ECCLESIE HVIVS”41. nera exponencial bajo la protección del condado
El hecho de que se decidiese a emprender el castellano y el reino posterior45. Es, por tanto, una
proyecto de un gran códice para recordar la pros- época de bonanza económica en el seno de la co-
peridad de su mandato, en lugar de realizar algu- munidad de San Salvador, que se consolidará dei-
na obra de gran calado en el propio edificio del nitivamente en el reinado de Alfonso VIII (1158-
monasterio, se explica porque la fábrica de San 1214)46. Nos encontramos, así, con un monasterio
Isidoro se encontraba prácticamente completa- rico en fondos y propiedades, estable, con ansias
da en este momento, y había sido recientemente de independizarse de la jurisdicción episcopal,
reformada. Durante el reinado de Fernando II y capaz de afrontar casi cualquier empresa artís-
(1157-1188), bajo el cual se llevó a cabo esta Bi- tica47. El paralelo con San Isidoro de León no se
blia románica, la colegiata leonesa había dejado de limita a las condiciones económicas de ambas ins-
ser residencia habitual de los monarcas, y Com- tituciones, sino que también se asemejaban desde
postela acabó por suplantar a León en apoyos du- un punto de vista político, ya que ambos habían
rante su reinado, atribuyéndole la Capellanía, la sido concebidos como centros de un infantazgo, y
Cancillería y el Panteón Real42. Pese a todo, el rey como sede de un panteón familiar, real en el caso
continuó dotando San Isidoro, prosiguió las labo- de León, y condal en el de Oña48.
res de construcción en el claustro y en la torre que Así, mientras el capítulo canónico isidoriano
permanecían inacabadas, y proporcionó fondos decidió emprender la producción de un magno
para continuar con las obras. Sin embargo, no hay códice bíblico, en San Salvador, en lugar de em-
evidencias de nuevas ediicaciones, más allá de las plear sus recursos en copiar alguno de los manus-
necesarias labores de restauración que sin duda se critos que se guardaban en su biblioteca, se incli-
llevaron a cabo en una estructura que tenía varios narán por la remodelación del extremo oriental de
años. Esta falta de necesidad de inversiones en la iglesia y el claustro. El templo precedente pro-
grandes obras arquitectónicas quizá explique, en bablemente se terminó en el segundo cuarto del
parte, el hecho de que la comunidad se embarca- siglo XII, mientras que las obras habrían llegado
se en la realización de una gran y costosa Biblia. a la panda sur del claustro en el año 1141, aten-
Además, existían fondos suicientes para este pro- diendo a la inscripción que se conserva sobre los
yecto, ya que, gracias a las numerosas donaciones restos de las arcadas del refectorio49. La comuni-
de las que disfrutaba, la institución isidoriana au- dad era entonces próspera y numerosa50, pero su
mentó notablemente su patrimonio durante la se- tamaño debió seguir incrementándose hasta que
gunda mitad del siglo XII, aunque quizá la intensa fue necesaria la ampliación del coro monástico y
labor constructiva de decenios anteriores habían el levantamiento de una nueva sala capitular. Este
dejado sus arcas sin los medios para emprender nuevo impulso constructivo tuvo lugar a finales
planes más ambiciosos43. El número de canónigos, del siglo XII e inicios del siguiente, cuando se de-
Modelos y copias de la Biblia en el siglo XII: León y Oña | Ana Hernández Ferreirós 605

tuvo probablemente a causa de una mudanza en zación de una nueva Biblia, pero no la modiica-
la coyuntura del monasterio. Las obras quedaron ción de los ediicios del monasterio con la entrada
inconclusas, en primer lugar debido a cuestiones de la nueva comunidad. Era fundamental, igual-
económicas, pero también a causa de las ediica- mente, un cierto apoyo institucional, aunque en el
ciones que se estaban elevando entonces en la co- caso de San Isidoro estuviese en declive. El deseo
marca burgalesa, que asistía a la fábrica de algunos de reproducir otro manuscrito implica, también,
de sus templos más importantes, como la catedral una cierta reputación en el prototipo, circunstan-
de Burgos y las Huelgas, que acapararían a los ta- cia que se cumple en el caso de la Biblia isidoriana,
lleres de canteros51. salida de un scriptorium de fama y con la irma de
Está claro que el coste de un códice, en com- uno de los calígrafos más célebres, además de tra-
paración con una construcción es, en cualquier tarse de un ejemplar profusamente ornamentado
caso, dispar, por lo que seguramente las arcas de y de gran calidad.
San Isidoro estaban menos colmadas que las del A la luz de los datos expuestos, muchas cuestio-
monasterio burgalés. Quizá las labores de edifi- nes permanecen sin resolver, como las razones que
cación llevadas a cabo durante el siglo XI y la pri- llevaban a determinados establecimientos monás-
mera mitad del XII, habían agotado muchos de los ticos medievales a emplear sus recursos en deter-
recursos isidorianos, mientras que la pérdida de minadas obras de arte y no otras, o los principios
gran parte del favor regio redundaría en esta fal- ligados a ciertas producciones como los códices
ta. A los motivos económicos se suma, en el caso bíblicos, objetos cargados, sin duda, de múltiples
del monasterio leonés, la adecuación de la recien- significados ideológicos aún no descifrados por
te infraestructura arquitectónica a las necesidades completo. El estudio de las copias y, en particular,
de la comunidad. En San Salvador, sin embargo, de las razones concretas que llevaron a ellas podría
el aumento en el número de monjes sería de tal arrojar luz sobre algunas de estas incógnitas.
importancia, que la inversión en la ampliación de
la estructura del templo era imperativa y más ur-
gente que cualquier carencia litúrgica o de estudio.
Lamentablemente, carecemos de documentación
que nos pudiera asistir a la hora de deinir los pro-
yectos y las prioridades entre unos y de otros para
las respectivas comunidades religiosas.
Así, varios factores se asociaron para derivar en
la copia de la Biblia de 960 en el siglo XII, y muy
probablemente en el resto de reproducciones de
manuscritos anteriores que conservamos de esta
época. Por supuesto, una coyuntura económica fa-
vorable en la institución monástica y la necesidad
de contar con un nuevo manuscrito bíblico, bien
por el arcaísmo del modelo, bien por carencias li-
túrgicas o espirituales. Pero también es signiicati-
vo el hecho de que la colegiata no contase con otro
tipo de exigencias en las que invertir sus fondos,
como el remate de las infraestructuras básicas, cir-
cunstancia que no deja de ser intrigante ya que es
curioso que fuese considerada imperiosa la reali-
606 OÑA. UN MILENIO. ACTAS DEL CONGRESO INTERNACIONAL SOBRE EL MONASTERIO DE OÑA (1011-2011)

cinco volúmenes, desde 1994 a 2001.


NOTAS 8
Manuel C. Díaz y Díaz, “Bibliotecas de los Reinos Hispáni-
*
Beneiciaria del Programa de Formación de Profesorado Uni- cos en el siglo XII”, en: II Curso de cultura medieval. Aguilar de
versitario (FPU) del Ministerio de Educación. Campoo. 1-6 Octubre 1990. Seminario: Alfonso VIII y su época,
2
El estudioso John Williams se ha encargado de resaltar el pa- coord.Jaime Nuño González, Madrid, 1992, 65.
pel pionero de la Península Ibérica en lo que a producción de 9
Resulta complicado seguirle la pista a once de esos doce folios,
Biblias completas se reiere por la gran cantidad de pandectas ya que han sido trasladados de sede varias veces a lo largo del
conservadas en territorio hispano de época temprana. Él mis- siglo XX. El enigma de su ubicación lo desvela inalmente Ele-
mo comenta cómo la primera Biblia latina completa que ha na Elena García Molinos, “Florencio de Valeránica, calígrafo y
llegado a nuestros días es un palimpsesto leonés (León, Ar- notario del siglo X”, en: El reino de León en la Edad Media, XI,
chivo Catedralicio, Cod. 15) con fragmentos de una Biblia del León, 2004, 286, quien señala que se custodian actualmente
siglo VII: John W. Williams, “Orígenes de las miniaturas de en la Hermandad de Sacerdotes Diocesanos de Roma. El folio
la Biblia de San Isidoro”, en: Codex Biblicus Legionensis. Veinte que resta fue legado por Manuel Gómez Moreno al monaste-
estudios de. M. Martínez Rodríguez, A. Sábugo Pintor, A. del rio de Santo Domingo de Silos, fragmento 19. Ha sido estudia-
Valle Menéndez y A. Viñayo González, León, 1999, 143. Un do por: Alfonso Andrés, “Oña, fragmento de la biblia visigoda
buen texto introductorio acerca de los principales aspectos de del siglo X”, Boletín de la Comisión Provincial de Monumentos
la Biblia en la Península Ibérica en el siglo X es: Idem, “he Históricos y Artísticos de Burgos, 71 (1941), 574-581.
Bible in Spain”, en: Imaging the Early Medieval Bible, ed. J. W. 10
El estudio del monasterio y sus restos se debe a John Williams,
Williams, Pennsylvania, 1999, 179-218.
“A Contribution to the History of the Castilian Monastery of
3
Se trata de los manuscritos del Archivo Real Colegiata de San Valeranica and the Scribe Florentius”, Madrider Miteilungen,
Isidoro de León, Códice III y Códice II. Sigo las signaturas 11 (1970), 231-248.
establecidas en la primera catalogación sistemática publicada 11
La igura de Florentius es fascinante, además de irmar nume-
de dicho archivo: Julio Pérez Llamazares, Catálogo de los có-
rosos documentos desde 937 a 978, copió esta Biblia de Oña,
dices y documentos de la Real Colegiata de San Isidoro de León,
unos Moralia in Job de Gregorio Magno en el año 945 (Ma-
León, 1923.
drid, Biblioteca Nacional, ms.80 [Vitr.13.2]), unos Comenta-
4
Se trata de los folios 133r y 147r de El Escorial, R.II.7, un có- rios a los Salmos de Casiodoro realizados en el año 953, ahora
dice de las Sentencias de Isidoro, siendo la lista más completa perdidos de los que tenemos noticia por Manuel Risco, las
la del folio 147r, mientras que la otra parece una elaboración Homilías de Smaragdus realizadas hacia 954-960 (Córdoba,
temprana. Fidel Fita, “El abad San Íñigo y dos códices del mo- Archivo Catedral, ms.1), y colaboró en la Biblia de San Isidoro
nasterio de Oña”, Boletín de la Real Academia de la Historia, 38 de León del año 960 (Archivo Real Colegiata de San Isido-
(1901), 206-213. ro de León, Cod. II). De su labor han tratado, además del ya
5
Los estudios más recientes de la biblioteca de Oña en base a mencionado John Williams, art. cit.; Justo Pérez de Urbel, “El
este registro medieval son: Manuel Sánchez Mariana, “Notas monasterio de Valeránica y su escritorio”, en: Homenaje a Don
sobre la biblioteca monástica de San Salvador de Oña”, Revis- Agustín Millares Carlo. Tomo II, Las Palmas, 1975, 71-89; Ma-
ta de archivos, bibliotecas y museos, 82 (1979), 473-493; Ma- nuel C. Díaz y Díaz, “El escriptorio de Valeránica”, en: Codex
nuel C. Díaz y Díaz, Códices visigóticos en la monarquía leonesa, Biblicus Legionensis, ed. cit. , León, 1999, 53-72; o Elena García
León, 1983, 240-246. Molinos, ob. cit., 241-430.
6
La biblioteca altomedieval de San Millán de la Cogolla ha sido 12
Ambrosio de Morales, Coronica General de España que conti-
estudiada por Manuel C. Díaz y Díaz, Libros y librerías en la nuaba Ambrosio de Morales coronista del rey nuestro señor don
Rioja altomedieval, León, 1983; mientras que la iluminación Felipe II. Tomo VIII, Madrid, 1971 (Córdoba, 1586); Gregorio
llevada a cabo en su scriptorium es objeto de análisis en: Sole- de Argaiz, La soledad laureada por San Benito y sus hijos de las
dad de Silva y Verástegui, La miniatura en el monasterio de San iglesias de España y teatro monástico de la provincia cartaginen-
Millán de la Cogolla. Una contribución al estudio de los códices se, Madrid, 1675, f. 289r-290r. El texto de Argaiz provocó una
miniados en los siglos XI al XII, Logroño, 1999. cierta confusión en la datación de la Biblia, solucionada inal-
7
Se han publicado una serie de estudios sobre los fondos del mente en favor del año 943 gracias a una tercera cita de Fray
archivo isidoriano, tanto códices como documentos, englo- Íñigo de Barreda, monje de San Salvador de Oña a inales del
bados en una serie de ediciones titulada Patrimonio Cultural siglo XVIII: S. I. Constacio Gutiérrez, “¿Cuándo se escribió la
de San Isidoro de León, bajo la dirección de Antonio Viñayo llamada “Biblia de Oña”?”, Archivos Leoneses, 15 (1961), 88-
González y Vicente García Lobo. De momento han visto la luz 100.
Modelos y copias de la Biblia en el siglo XII: León y Oña | Ana Hernández Ferreirós 607

13
El colofón de la obra se encuentra en su f. 513v. El estudio más en la creatividad de los miniaturistas medievales, alejándose
profundo y sistemático de este manuscrito, que recopila inves- del empeño de los primeros estudiosos como Weitzmann o
tigaciones anteriores, es el complemento a la publicación de Koehler en rastrear el supuesto modelo antiguo de cada uno
su facsímil: M. Martínez Rodríguez, A. Sábugo Pintor, A. del de los manuscritos, ha sido muy bien descrito por Jonathan J.
Valle Menéndez y A. Viñayo González (ed.), Codex Biblicus G. Alexander: “Instead of, as earlier, concentrating our atention
Legionensis, León, 1999. on sources, we can also look at the impact of Works of art. And
14
Teóilo Ayuso Marazuelo fue el primero en entrar en con- that means we are more willing to believe that medieval illumina-
tacto con los folios que conservamos de la Biblia de Oña, y tors invented rather than copied. In the earlier literature there is
determinó que, tanto esta como su homóloga leonesa, debían much talk of “misunderstandings” when artists change their sourc-
proceder de un modelo común: Teóilo Ayuso Marazuela, es. Now we are more willing to see these changes as meaningful
ob.cit., 125. Pero hay otros investigadores que señalan que el rather than as impoverishments”. Jonathan J. G. Alexander, “Art
manuscrito isidoriano pudo ser una copia del fechado en 943: History, Literary History, and the Study of Medieval Illumi-
Manuel C. Díaz y Díaz, ob. cit, 63-65; John Williams, “A model nated Manuscripts”, Studies in Iconography, 18 (1997), 51-66.
20
for the León Bibles”, Madrider Miteilungen, 8, 1967, 281-286. Erwin Panofsky, Idea. Contribución a la historia de la teoría del
Este último autor había defendido con anterioridad que, tanto arte, Madrid, 1980, 33-34 (Berlín, 1924).
la Biblia de 943, como la de 960, e incluso la de 1162 que se 21
Jonathan J. G. Alexander, “Facsimiles, Copies and Variations:
discutirá más adelante, eran copias del ya mencionado, “Le- he Relationship to the Model in Medieval and Renaissance
gionense supuesto” (ver nota 6): John Williams, “A Castilian European Illuminated Manuscripts”, en: Retaining the Origi-
tradition of Bible illustration. he Romanesque Bible from nal. Multiple Originals, Copies and Reproductions. Studies in the
San Millán”, Journal of the Warburg and Courtauld Institutes, 28 History of Art. Volume 20, ed. Kathleen Preciado, Washington,
(1965), 69-70. 1989, 63.
15
Manuel C. Díaz y Díaz, ob. cit., 56: Elena García Molinos, ob. 22
Algunos de estos ejemplos se mencionan en: Robert W. Sche-
cit., 272-273. ller, Exemplum. Model-Book Drawings and the Practice of Artis-
16
Mientras tradicionalmente se ha considerado que el receptor tic Transmission in the Middle Ages (ca. 900-ca. 1450), Amster-
inicial de la Biblia habría sido el monasterio de San Miguel dam, 1995.
de Escalada, ya que al manuscrito se le añadió un texto con la 23
Ernst Gombrich, “El logro en el arte medieval”, en: Meditacio-
leyenda de San Miguel en el siglo XI, algunos estudios recien- nes sobre un caballo de juguete y otros ensayos sobre la teoría del
tes lo relacionan con el germen de la colegiata de San Isidoro, arte, Madrid, 1998, 70-77 (London, 1963). Meyer Schapiro
la fundación de San Salvador en León en el siglo X, y con su argumentaba la existencia de altas cotas de esteticismo en el
promotora, la infanta Urraca: Vicente García Lobo, “Génesis románico frente al concepto de un arte puramente funcional o
del códice”, en: Codex Biblicus Legionensis, ed. cit., León, 1999, simbólico como se había concebido tradicionalmente: Meyer
73-74. Schapiro, “Sobre la actitud estética en el arte románico”, en:
17
Esta obra consta de tres tomos que diferenciaremos con las Estudios sobre el románico, Madrid, 1984 (New York, 1977),
signaturas III.1, III.2 y III.3, según la propuesta del excelente 13-36. (“On the Aesthetic Atitude in Romanesque Art”, en:
y minucioso estudio codicológico y paleográico del códice Art and hought: Issued in honour of Dr. Ananda K. Coomas-
llevado a cabo por Ana Suárez González, Patrimonio cultural rawamy on the Occasion of his 70th Birthday (K. Bharata Iyer
de San Isidoro de León. B. Serie bibliográica. II. Los códices III.1, ed.), Londres, 1947, 130-150).
III.2, III.3, IV y V (Biblia, Liber capituli, Misal), León, 1997, 24
Serafín Moralejo, “Modelo, copia y originalidad en el marco
83-322. de las relaciones artísticas hispano-francesas (ss. XI-XIII)”, en:
18
Dan noticia de este tercer códice bíblico isidoriano, entre Patrimonio artístico de Galicia y otros estudios. Homenaje al Prof.
otros, Manuel Risco, Historia de la ciudad y corte de León y sus Dr. Serafín Moralejo Álvarez, II, coord. Ángela Franco Mata,
reyes, Madrid, 1792; o José María de Eguren, Memoria des- Santiago de Compostela, 2004, 75-76.
criptiva de los códices más notables de los archivos eclesiásticos de 25
Christopher de Hamel, he Book. A History of the Bible, Lon-
España, Madrid, 1859. Es el manuscrito que Ayuso denomina dres, 2001, 86-91.
“Legionense supuesto”: Teóilo Ayuso Marazuela, La Biblia de 26
Tiene unas medidas que oscilan entre 520-560 cms de alto
Oña. Notable ragmento casi desconocido de un códice visigótico
y 350-380 cms de ancho, y cuenta con un total de 622 folios.
homogéneo de la Biblia de San Isidoro de León, Zaragoza, 1945,
27
128. Christopher de Hamel, ob. cit.,78-81.
28
19
El un estudio de los manuscritos fundamentado en la creencia Manuel C. Díaz y Díaz, ob. cit., 107, demuestra que en la bi-
608 OÑA. UN MILENIO. ACTAS DEL CONGRESO INTERNACIONAL SOBRE EL MONASTERIO DE OÑA (1011-2011)

blioteca de San Millán de la Cogolla se encuentran varias re- nes y manuscritos de los siglos X al XVI”, en: Real Colegiata
producciones fechadas en el siglo XII de otros manuscritos de San Isidoro. Relicario de la monarquía leonesa (Constantino
anteriores del monasterio. Estas copias no están exentas de in- Robles García y Fernando Llamazares Rodríguez, coord.),
novaciones en su texto, sobre todo correcciones destinadas a León, 2007, 204-205; lo mismo ocurre para John Williams,
mejorar el original. Cita, por ejemplo, el cod. 1 de la Biblioteca quien acepta a Menendo como promotor de la obra: John W.
de la Real Academia de la Historia, una copia del siglo XII de Williams, “Bible (nº 150)”, en: he Art of Medieval Spain. A. D.
otros Moralia in Job de Gregorio Magno de la primera mitad 500-1200. he Metropolitan Museum of Art, New York, 1993,
del siglo X, el cod. 5 de la misma institución. 297-298.
29
Con la introducción del rito romano en la Península Ibérica 38
Se trata del ASIL 299 y el ASIL 162, ambos escritos en Zamo-
se implanta también la minúscula carolina la letra habitual, ra el 3 de mayo de 1156 y transcritos en: María Encarnación
asentada en territorio hispano desde mediados del siglo XII: Martín López, ob. cit., 88-90.
Rose Walker, Views of Transition. Liturgy and Illumination in 39
Ana Suárez González, “Cargos en la comunidad de San Isi-
Medieval Spain, Londres, 1998. En San Isidoro de León, to- doro de León. Fuentes para su estudio entre 1148 y 1248”,
dos los documentos realizados desde el año 1148 cuentan con en: Monjes y Monasterios Españoles. Fundaciones e Historias
esta escritura: María Encarnación Martín López, Patrimonio Generales, Personajes, Demografía religiosa. Actas del Simposium
cultural de San Isidoro de León. A. Serie documental. I/1. Docu- (1/5-IX-1995), dir. Francisco Javier Campos y Fernández de
mentos de los siglos X-XIII. Colección diplomática, León, 1995. Sevilla, Madrid, 1995, 1050.
Esta razón de ser de la copia en 1162 de la Biblia isidoriana 40
Ambos diplomas pontiicales se custodian en el archivo de la
del siglo X por razones meramente funcionales es aducida por
colegiata bajo las signaturas ASIL 1 y ASIL 2, y están repro-
Ana Suárez González, ob. cit., 35.
ducidos en: María Encarnación Martín López, ob. cit., 103-
30
Íbidem, 301-302. 106. La concesión de privilegios pontiicios a instituciones
31
Manuel C. Díaz y Díaz, ob. cit., 242; Manuel Sánchez Mariana, eclesiásticas peninsulares fue un fenómeno común en el siglo
art. cit., 482-493, señala que esta Biblia no aparece en el primer XII, lo que señala cómo se recurría al Vaticano en muchos ca-
inventario del folio 133r. sos para solventar conlictos. No hay más que observar la lista
32
Christopher de Hamel, ob. cit., 108-111. de privilegios en: Richard Fletcher, “Las iglesias del reino de
León y sus relaciones con Roma en la Alta Edad Media hasta el
33
Beryl Smalley, he Study of the Bible in the Middle Ages, Oxford,
Concilio IV de Letrán de 1215”, en: El reino de León en la Alta
1984, 46-66.
Edad Media, León, 1994, 476-478.
34
El traslado se produjo en 1148 a instancias de la infanta San- 41
Ana Suárez González, “¿Del pergamino a la piedra? ¿De la
cha. Conservamos el documento que lo ratiica, ASIL 146,
piedra al pergamino? (Entre diplomas, obituarios y epitaios
reproducido en: María Amparo Valcarce, El dominio de la Real
medievales de San Isidoro de León)”, Anuario de Estudios Me-
Colegiata de San Isidoro de León hasta 1189 , León, 1985, 107-
dievales, 33/1 (2003), 365-415 .
108; y en María Encarnación Martín López, ob. cit., 71-73. Ha
42
sido estudiado por Ana Suárez González , “El Concilium de Concepción Cosmen Alonso y María Victoria Herráez Orte-
Palencia de 1148 y San Isidoro de León (a propósito del docu- ga, “Fernando II, promotor de Camino de Santiago en León”,
mento ASIL 146)”, en: Actas del III Congreso de Historia de en: Imágenes y promotores en el arte medieval. Miscelánea en ho-
Palencia II , Palencia, 1990, 299-327. menaje a Joaquín Yarza Luaces, ed. M. L. Melero Moneo, F. Es-
35 pañol Beltrán, A. Orriols i Alsina y D. Rico Camps, Barcelona,
Walter Cahn, “Autour de la Bible de Lyon. Problèmes du
2001, 79-83.
roman tardif dans le centre de France”, Revue de L’Art , 47
43
(1980), 11. Cahn relaciona el gran grupo de Biblias que se Desde la introducción de la canónica en San Isidoro, la co-
producen en Francia en los últimos años del románico con la munidad entró en un periodo de gran esplendor que duraría
fundación de nuevos centros cistercienses y cartujos, ya que hasta, aproximadamente, mediados del siglo XIII, en el que in-
las antiguas abadías ya contaban con Biblias del fructífero pe- cluso se intensiicaron las relaciones con otras instituciones y
riodo carolingio. órdenes: Ana Suárez González, “San Isidoro de León y el Cís-
36 ter. Menciones a monasterios cistercienses en dos obituarios
herese Martin, Queen as King. Politics and Architectural Pro-
de San Isidoro de León (siglos XII-XIII)”, en: Actas. Congreso
paganda in Twelth-Century Spain, Leiden, 2006.
Internacional sobre San Bernardo e o Císter en Galicia e Portugal
37
Esta hipótesis la deiende también Ana Suárez, que conjetura (17-20 outubro 1991) , Ourense, 1992, 201.
con Menendo como posible “autor moral” de la Biblia. Ana 44
Ana Suárez González, “Aproximación a la comunidad de San
Suárez González, ob. cit., 84; y “Al pie de la letra. Inscripcio-
Modelos y copias de la Biblia en el siglo XII: León y Oña | Ana Hernández Ferreirós 609

Isidoro de León entre 1156 y 1248 (estudio cuantitativo y


cualitativo)”, Estudios Humanísticos. Geografía, Historia, Arte ,
14 (1992), 145-171.
45
Javier Faci Lacasta, “Sancho el Mayor de Navarra y el monas-
terio de San Salvador de Oña”, Hispania, 37 (1977), 299-317.
“Sobre este asunto más recientemente: Gonzalo Martínez
Díez, Sancho el Mayor. Rey de Pamplona, ‘Rex Ibericus’, Madrid,
2007, 208-214. Para el contexto histórico-artístico, ver: José
Luis Senra Gabriel y Galán, “Angeles en Castilla: relexiones
en torno a renovación monástica y arquitectura en el siglo XI”,
en: Patrimonio artístico de Galicia y otros estudios. Homenaje al
Prof. Dr. Serafín Moralejo Alvarez (A. Franco Mata, coord.),
Santiago de Compostela, 2004, tomo III, 261-274.
46
Manuel Sánchez Mariana incluso menciona que en el siglo
XII Oña poseía trescientas de las dos mil iglesias de Castilla,
más que cualquier otro monasterio en este territorio: art. cit.,
473. José Luis Senra Gabriel y Galán, “El monasterio de San
Salvador de Oña del románico pleno al tardorrománico”, en:
II Curso de cultura medieval. Aguilar de Campoo. 1-6 Octubre
1990. Seminario: Alfonso VIII y su época, coord. Jaime Nuño
González, Madrid, 1992, 339-340.
47
Santiago Olmedo Bernal, Una abadía castellana en el siglo XI.
San Salvador de Oña (1011-1109), Madrid, 1987, 119-133.
48
Amancio Isla Frez, “Oña, innovación monástica y política en
torno al año mil”, Hispania, 67 (2007), 161-165.
49
José Luis Senra Gabriel y Galán, “L’inluence clunisienne sur
la sculpture castillane du milieu du XIIe siècle: San Salvador
de Oña et San Pedro de Cardeña”, Bulletin Monumental, 153-I
(1995), 267.
50
Íñigo de Barreda, al describir el refectorio medieval en el siglo
XVIII señala que “Es magníica (la pieza del refectorio), y her-
mosa en grande manera como fabricada para una Comunidad
tan quantiosa”: Íñigo de Barreda, Historia de la Vida del Glorio-
so Aragonés, el gran P. S. Íñigo Natural, y Patrón de la Ciudad de
Calatayud, y Abad del Real Monasterio á expensas de sus Devotos
Hijos, Libro IV, 1771, 362 (citado por: José Luis Senra Gabriel
y Galán, “La irrupción borgoñona...”, 36).
51
José Luis Senra Gabriel y Galán, ob. cit., 340-343.

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