Está en la página 1de 7

BESORAH

NOTICIAS SEMANALES DE BESH MARACAIBO No. 693


Bajo la cobertura internacional de la UJMC
Bajo la cobertura nacional del Rabino Lic. Carlos Pereira de BESH Caracas
Editor de la Besorah Rabbí Dr. Williams Pitter
www.luz.academia.edu/WilliamsPitter
www.youtube.com/ToraInternacional
wpitter@gmail.com

Hora 10:30 am: Parashá: Rabbí W. Pitter (Maracaibo, Venezuela)


Hora 11:30 am: Derashá: Roé A. Pitter (Maracaibo, Venezuela)

LA FIESTA DE PURIM COMIENZA LA NOCHE DEL MIÉRCOLES 16 DE MARZO

Contenido
CARTELERA BESH
SEDER DE SHABBAT
LAS CUATRO MITZVOT DE PURIM
LA PERLA DE LA PARASHÁ PEKUDEI

Shabbat 26 Febrero del 2022


Shabbat 25 de Adar I del año 5782 de la creación
y casi 2000 años de la era mesiánica
Maracaibo, Zulia. Venezuela
Pensamiento de la semana: “En el libro del Esther no aparece el nombre del Eterno,
tampoco aparece ningún profeta ni tampoco ninguna profecía, pero si notamos que
aparecen las acciones salvíficas del Eterno redimiendo al pueblo judío.” (Rabbí Dr. W.
Pitter).

CARTELERA BESH

CONSEJERÍA. El Roé A. Pérez y la Dra. I. Cáceres son los consejeros de nuestra


kehilá, y el Moré José Morales es el consejero de los jóvenes.
Para transferencias de diezmos: Cuenta Corriente BOD 0116 0107 38 0027123243,
a nombre de la titular Ingrid Campos, C.I 19936754, Correo:
kristell_204@hotmail.com
Para transferencias de ofrendas y tzedaká:
Cuenta Corriente Bancaribe 0114 0171 6817 1003 2170, titular María García, C.I.
7.625.049. Y el Correo es : maria.garcia77@hotmail.com.

SEDER DEL SHABBAT

1. Tefilah del Shajarit Shabbat: Jean-Carlos


2. Lectura de la Torá y de los profetas
Torá, 23 Pekudei (Cuentas), Shemot 38:21 al 40:38
Primera aliyá: Shemot 38:21-23
Segunda aliyá: Shemot 38:24-31
Tercera aliyá: Shemot 39:1-7
 Haftará: 1 Reyes 8:1-11
 Brit Hadashá: Hebreos 8:1,2

2
LAS CUATRO MITZVOT DE PURIM
Rabbí Dr. W. Pitter

En la fiesta de Purim tenemos 4 preceptos (mitzvot) que cumplir: (1) leer la megilá
(rollo) de Ester, (2) hacer un banquete (seudat purim) para festejar el milagro de
nuestra liberación, (3) enviar regalos comestibles a nuestros amigos y vecinos
(Mishloaj Manot), y (4) dar regalos a los pobres (Matanot la-Evionim).

Tan pronto el Eterno obró la milagrosa liberación de los judíos de sus opresores,
Mordejay, el líder de aquella época, escribió una carta al pueblo en la revelaba la
20
filosofía de la alegría judía por el milagro recibido: “ Y escribió Mordejai estas
21
cosas, y envió cartas a todos los judíos… ordenándoles que celebrasen el día
22
decimocuarto del mes de Adar, y el decimoquinto del mismo, cada año, como
días en que los judíos tuvieron paz de sus enemigos, y como el mes que de tristeza
se les cambió en alegría, y de luto en día bueno; que los hiciesen días de banquete
y de gozo, y para enviar porciones cada uno a su vecino, y dádivas a los pobres”
(Ester 9:20-22).

La iniciativa de Mordejai de celebrar Purim, haciendo caridad hacia los pobres,


tiene sus raíces en la Torá, la cual, por revelación del Eterno nos instruye que,
durante la celebración de nuestras festividades se ha de tomar en cuenta a los
desamparados, tales como los huérfanos, viudas y extranjeros. Un ejemplo de
esto, lo podemos leer Dt 16:10-12, cuando se da la instrucción para celebrar
Shavuot: “de la abundancia voluntaria de tu mano será lo que dieres, según el
Eterno te haya bendecido. Y te alegrarás delante del Eterno, tu Dios, tú, tu hijo… el
extranjero, el huérfano y la viuda…”. Una instrucción similar se da para la fiesta de
Sukkot (Dt 13:13-15).

Ya hemos mencionado en otras oportunidades que la alegría de un judío no es


completa sino la compartimos con los demás. Durante el día de la fiesta de Purim,
se acostumbra a realizar un banquete familiar (seudat Purim) en donde se come y
se bebe vino con mucha alegría. Se acostumbra también a disfrazarse y a dar a los
niños unas monedas como Purim gelt (dinero de Purim).

Pero no es correcto guardarnos la alegría para nosotros mismos, un judío


verdadero no debe perder la perspectiva que debe hacer feliz también a su
prójimo. ¿Cómo hacerlo? Dándole a conocer la razón de nuestra alegría y
salvación, explicarles qué festejamos y porqué queremos compartir nuestra alegría
con ellos. De esta manera ellos conocerán de los milagros que El Eterno ha hecho a
nuestro favor, de la entrega de Yeshua y de la oportunidad de ser salvos. Esta es la
perspectiva judío mesiánica del evangelismo personal y esa es justa la razón tras las
mitzvot de los Mishloaj Manot y los Matanot la-Evionim.

3
De hecho, la fiesta de Purim se caracteriza por estas dos mitzvot fundamentales
de gran contenido social y evangelístico, por así decirlo. El envío de regalos que
debe realizar cada persona a sus amigos y vecinos (Mishloaj Manot),
particularmente no creyentes, y los obsequios y donaciones a los necesitados
(Matanot la-Evionim). Los elementos que las unen son: (1) acercar a los corazones:
el nuestro y el de ellos, y el de ellos a Yeshua, (2) fortalecer o establecer la relación
social. Todo ello debería contribuir a testificar y a ganar muchos para Yeshua y
también a quitar muchos prejuicios que existen contra el judaísmo mesiánico.

Una sociedad tan egoísta y competitiva en la que vivimos, los conceptos de


amistad y solidaridad, y también el de la responsabilidad de evangelizar se ven
muchas veces afectados. Todos estamos centrados en nosotros mismos, en
nuestros trabajos y en nuestros problemas. La mitzvá del Mishloaj Manot nos
permite salir de nuestro aislamiento y así encontrar la forma de mejorar nuestras
relaciones con nuestros amigos y vecinos.

Durante el día de Purim, cada judío debe enviar por lo menos dos comestibles
listos para ser consumidos, a vecinos, amigos y/o familiares. No debemos
olvidarnos de los ancianos, enfermos y personas solas a quienes se les debe alegrar
el corazón. Generalmente se prepara una pequeña canasta o cajita con golosinas
y/o frutas y/o bebidas y/o tortas.

Los regalos a los pobres debería ser una norma como la de la Tzedaká , diaria y
permanente, a fin de lograr subir el nivel de vida de los más necesitados y
acercarse a una igualdad social. En esta fiesta, como en otras fiestas judías, en
particular, es importar renovar la solidaridad con nuestro prójimo en necesidad. Es
un precepto dar durante el día de Purim, alguna ofrenda de dinero para alguien
está en necesidad o en un apuro circunstancial.

Estas reflexiones sobre la fiesta de Purim están enmarcadas dentro de la filosofía


judía de la caridad expuesta por Rabbí Shaul: “No nos cansemos, pues, de hacer
bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos
oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe”
(Gál 6:10). Y Purim, no sólo es una oportunidad para celebrar lo que el Creador ha
realizado a favor nuestro, sino que debemos compartir nuestra alegría y recursos
con los desamparados.

4
SEFER SHEMOT
PARASHÁ PEKUDEI (Ex 38:21 al 40:38)
LA EMUNÁ DE MOSHÉ Y LA CONSTRUCCIÓN DEL MISHKÁN
Rabbí Dr. Williams Pitter

Cuando escribía el tema sobre el cual iba a hacer mi comentario a la parashá


Pekudei, recordé unas palabras de un famoso líder político venezolano ya fallecido,
llamado Rómulo Betancourt, que por cierto llegó a ser presidente de nuestro país,
que siendo presidente dijo: “que se me quemen las manos si las he metido en el
tesoro de la nación”. Pues bien, poco tiempo después, sufrió un atentado, y lo
único que le pasó fue que se le quemaron las manos. ¿Una simple coincidencia o
una muestra de la Providencia Divina que lo condenaba?

Vimos en la Parashá Terumá (Ex 25:1-27:19) que el Eterno instruye a Moshé para
que se dirija a los hijos de Ysrael con el objeto recoger una ofrenda para la
construcción del Mishkán:

“Habló el Eterno a Moshé diciendo: Habla a los hijos de Ysrael, para que tomen
para mi ofrenda. De todo hombre que disponga a su corazón tomarán para mi
ofrenda. Esta es la ofrenda que tomarán de ellos: oro, plata, cobre, lana
celeste…harán para mí un santuario y residiré en medio de ellos” (Shemot 25:1-8).

Luego, en las siguientes porciones de la Torá leemos que el pueblo hace donativos
generosos para la construcción del Mishkán, Moshé como tesorero colecta toda
esa ofrenda, y cuando observa que se tiene lo necesario detiene al pueblo de
ofrendar (36:3-7); después distribuye el oro, la plata, el bronce, piedras preciosas y
otros materiales entre los diseñadores, obreros y maestros de obra del Mishkán. La
acción de Moshé de impedir que sigan trayendo donativos ya es una muestra clara
de su ética, puesto que, algún otro podría aprovecharse de ese excedente de
donativos para enriquecerse. Él no lo hizo, pues su compromiso no era con sus
intereses materiales sino con el Eterno.

Pero la obra de Moshé, no finalizó allí. En la Parashá de esta semana que lleva por
nombre “cuentas” (pekudei), Moshé, como tesorero asume la responsabilidad de
presentar cuentas ante los hijos del Israel de todas las clases de donaciones que
fueron entregados en sus manos. Leamos con atención este reporte en la Torá:
“Éstas son las cuentas del tabernáculo del testimonio, que fue contado por orden
de Moshé. Trabajo de los leviím, dirigidos por Ytamar, hijo de Aharón el cohén”
(38:21). Y luego de mencionar a los principales arquitectos de la obra (38:22,23),
Moshé elabora un detallado informe sobre la cantidad de los metales, piedras
preciosas y otros materiales que fueron colectados, y en que se usaron (38:24 al
39:41).

5
Cuando el Midrash Tanjumá comenta el pasuk de Shemot 38:21, cita una porción
del libro de Proverbios que dice: “El hombre de fidelidad (emuná) es de muchas
bendiciones” (28:20), y luego afirma: “Este pasuk de Proverbios se refiere a Moshé
quien era el tesorero del Mishkán y porque él era un hombre íntegro todos fueron
bendecidos por medio de él”.

La palabra hebrea “emuná”, tiene por lo menos tres menos significados según el
contexto. Una de ellas se refiere a la “fidelidad” o integridad con la que se hace una
mitzvá o cualquier tarea encomendada por el Eterno. En relación con las acciones
del Eterno, la palabra “emuná” es usada en muchas ocasiones en las Escrituras en
el sentido de la fidelidad del Eterno al cumplimiento de su Palabra o Su Pacto.

Con esto en mente, examinemos brevemente la emuná o el trabajo fiel de Moshé


en la obra de construir el Mishkán. En primer lugar, Moshé sólo pidió al pueblo lo
que el Eterno le ordenó, y no añadió nada para su provecho personal. En segundo
lugar, motivó al pueblo a dar voluntariamente, como también lo había ordenado el
Eterno, es decir, no manipuló la conciencia de los hijos de Israel para que trajeran
ofrenda al Eterno y menos para sí mismo; pues la Torá dice que hombres y mujeres
donaron voluntariamente.

En tercer lugar, y esto me parece doblemente sorprendente, que los lideres


constructores de la obra le reportan a Moshé que el pueblo había traído más
ofrendas de las necesarias (36:3-5), y de inmediato Moshé ordena “que pregonen
en el campamento, diciendo: Tanto hombre como mujer, no realicen más labor
para la ofrenda sagrada. Y cesó el pueblo para traer” (36:6). Aquí vemos, tanto la
honestidad de los constructores que no se quedaron con las ofrendas sobrantes, y
también vemos la honestidad de Moshé al ordenar detener los donativos. Tal vez
Moshé, como suele suceder en muchas obras religiosas y seculares, pudo ponerse
de acuerdo con sus líderes y repartirse el botín de las ofrendas extras. Y de esa
manera, “cobran la comisión” por el trabajo, como hacen muchos, manipulando las
finanzas y el tesoro que la gente ha puesto en sus manos.

En cuarto lugar, y es lo que menciona la Parashá de esta semana, la fidelidad de


Moshé queda una vez demostrada cuando presenta cuentas de todos los montos
de los donativos que entraron a la tesorería y en que fueron usados. Pero el pasuk
de Shemot 38:21 tiene un par de detalles importantes que necesitamos resaltar:
“Éstas son las cuentas del Mishkán del testimonio, QUE FUE CONTADO POR ORDEN
DE MOSHÉ. TRABAJO DE LOS LEVIÍM, DIRIGIDOS POR YTAMAR, HIJO DE AHARÓN EL
COHÉN” (38:21).

Moshé no contó las ofrendas, él mandó a contar a los levitas y puso como principal
de ellos a Ytamar, éste a su vez es el hombre que le presenta todas las cuentas a
Moshé. Por tanto, Moshé había puesto su confianza en un grupo de hombres

6
íntegros, dirigidos también por un hombre íntegro. El éxito o fracaso de Moshé
descansaba sobre estos hombres a quienes delegó las cuentas del tesoro del
Mishkán.

¿Y cómo sabemos que estos levitas y el mismo Ytamar eran también hombres
honrados como su líder Moshé? Porque el libro de Proverbios nos dice que un
hombre de fidelidad tiene muchas bendiciones. Porque Moshé no sólo terminó la
construcción del Mishkán, sino que el Eterno coronó con la presencia de Su Shekiná
toda la obra del Mishkán (Ex 40:34-38), el Lugar de la residencia del Eterno entre
los hombres y el Lugar en donde todos los hombres recibirían la bendición del
perdón y de la expiación (Shemot 20:24). Y eso fue posible gracias a la emuná de
Moshé y de los hombres que convocó para servir al Eterno.

Es muy obvio que aquí tenemos que aprender varias lecciones éticas con respecto
al manejo de las finanzas que los miembros de las congregaciones han puesto en
las manos de sus líderes: manejar con pulcritud e inteligencia las finanzas y los
recursos materiales y humanos de sus respectivas congregaciones, porque por ellas
tenemos que rendir cuentas tarde o temprano.

Pero hay una lección espiritual mucho más elevada. Cuando el libro de Proverbios
afirma que: “El hombre de fidelidad (emuná) es de muchas bendiciones”, se refiere
principalmente a Yeshua, pues por medio de Su emuná, Su fidelidad
inquebrantable a la obra de la redención que le fue encomendad, ganó para
nosotros las bendiciones del perdón de los pecados y de la vida eterna (Rm 3:21-
26). Y cuanto Yeshua presente cuentas delante del Padre y delante de todos
ángeles, allí estaremos nosotros, una multitud de hombres y mujeres de toda
nación, tribu y lengua, que nadie pueda contar!

Que tengamos la gracia del Eterno para llevar con emuná (fidelidad) la obra que,
como líderes Él nos ha encomendado, hasta que Él envíe al Mesías, lo que rogamos
sea pronto y en nuestros días y digan: ¡Amén!

También podría gustarte