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No hay nada escrito en piedra con respecto al ministerio de jóvenes de una iglesia.
La verdad es que no existe tal cosa como “las tablas de la ley del ministerio juvenil” , o “los
10 mandamientos de un grupo de jóvenes”.
Tampoco hay funciones establecidas en la Biblia para un líder de jóvenes en particular.
Sin embargo ,creo que podemos concluir que existen algunas funciones que son básicas
Para uno que sirve al grupo de jóvenes de su iglesia.
Así que considero importante para un líder de jóvenes.
1. Enseñar la palabra
Todas las escrituras son inspiradas por Dios y útil para enseñar, para reprender, para
corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado
para toda buena obra.
2 timoteo 3:16 -17.
El líder juvenil debe acompañarse de un equipo que le permite llevar la carga para servir a
los jóvenes de su congregación de una manera más efectiva y oportuna.
La cantidad de colaboradores puede variar de una iglesia a otra . Sin embargo, el servidor
responsable del ministerio debe tener como parte de sus prioridades servir a su equipo de
apoyo.
Algunas formas prácticas para llevar acabo son: discipulados, compartir con ellos
enseñanzas que puedan nutrirlos, y desafiarlos a aprender más sobre la lucha de los
jóvenes en la sociedad apoyándose en investigaciones y estadísticas, por ejemplo. Ellos
deben una prioridad en las oraciones frecuentes del líder.
Son el equipo que lleva la carga con él por tanto, el líder juvenil debe amar sus vidas.
Como un modelo de esto, podemos ver a nuestro Señor y su trabajo genuino con sus
discípulos ( Jn. 15:15;17 Mr. 6:31)
O a Pablo cuando pensaba en sus colaboradores (2 ti.4:11 ; tito 3:13 ). El común
denominador en ambos .
Ejemplo es que estos líderes se preocupaban por quienes servían junto a ellos.
Muchas veces vemos el mandato a la oración en el Nuevo Testamento. Jesús enseñó acerca
de la necesidad de orar siempre y no desmayar ( Lc. 18 ).
Aprendemos muchas lecciones sobre este tema de la oración. Una de ellas es que
dependemos de Dios para absolutamente todo.
Solo Dios tiene poder el para transformar el corazón caído de una vida .
Solo Dios tiene el poder para transformar el corazón caído de una vida. ¡Ora por tus
jóvenes! Ora con frecuencia y promueve esa disciplina entre tus colaboradores y entre los
mismos jóvenes.
4. Planificar y programar
¡Claro! Estas sirviendo bajo el liderazgo de la iglesia local. Y este lo preside el cuerpo
pastoral. Por tanto, ellos marcan la pauta. Dios los a puesto para lleva acabo una tarea en
esa comunidad.
Es deber de aquellos que servimos como líderes de jóvenes ( o en cualquier otra área ),
sujetarnos a nuestros pastores.
Y esto requiere comunicación . Debe existir una línea abierta con el liderazgo pastoral tanto
para fines de presentar reporte como rendición de cuenta, así como también ser instruido u
orientados.
El apóstol Pedro manda : “Asimismo ustedes, los más jóvenes, estén sujetos a los mayores.
Y todos revístanse de humildad en su trato mutuo, porque “ Dios resiste a los soberbios,
pero da gracia a los humildes” ( 1 Pe. 5:5 ).
6. Cultivar su carácter
Debemos enfocarnos en afrontar nuestras grietas de carácter, y junto a las escrituras y con
el poder del Espíritu entregar esas áreas al Señor para que las transforme. Tiene que haber
una determinación y objetividad en cultivar el carácter propio. Eso es lo que garantizará la
verdadera influencia en la vida de los demás.
7. Amar la iglesia
Como sabemos, la iglesia es el conjuntos de personas por quienes Cristo derramó su sangre.
Y eso no es poca cosa. Es la comunidad de creyentes que, por su compromiso de
membresía, forma parte de una iglesia local.
A esa iglesia estamos llamados a amar. La manera práctica en la que un pastor llamado por
Cristo demuestra su amor por Él es apacentando su ovejas ( Jn. 21 ). Puede que un líder de
jóvenes no sea uno llamado al ministerio, pero si se espera que esté dispuesto a servir con
sacrificio, entrega, dedicación, y excelencia a los jóvenes de esa iglesia local, para la
exaltación de Cristo, para la gloria de Dios, y la proclamación del evangelio. Amén.