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Como uno de los principales logros británicos debe señalarse la especialización que alcanzó la
economía produciendo lo que le resultaba competitivo y colocándose a la cabeza en la
renovación tecnológica del siglo XIX.
La ausencia de una clase campesina permitió una primera etapa de centralización del poder en
los terratenientes, para luego de 1830 en una segunda fase ir incorporando las cámaras, los
intereses industriales y de la nueva clase media urbana. En una tercera fase, tardía pero lo
suficientemente a tiempo para evitar que la no aceptación de reivindicaciones mínimas
produjera un proceso revolucionario, se incorporó también la clase obrera a la política inglesa.
En la primera mitad del siglo XIX las relaciones coloniales de Inglaterra estaban restringidas a:
un lento y riesgoso comercio con América latina y Sudáfrica.
El desarrollo colonial se vio favorecido por la ausencia de otras potencias comerciales, si bien
esta situación era provocada por la misma armada inglesa.
Por lo tanto, el empuje comercial y financiero, como consecuencia del equilibrio europeo,
además de la ventaja proporcionada por una armada poderosa y la nueva situación de los
transportes en un marco de estabilidad sin conflictos internos, resumen las condiciones
materiales para el desarrollo del imperialismo del siglo XIX.
Pero Gran Bretaña contó además con un nuevo ingrediente, ya que una política hegemónica
basada exclusivamente en la presencia militar no cumplía de modo cabal con la intención
comercial del modelo británico. A diferencia de los sistemas colonialistas anteriores basados
en una unidad política y administrativa de corte ideológico absolutista, el capitalismo en su
fase imperial se apoyaba en el reconocimiento de condiciones de mercado a nivel
internacional, presuponiendo entidades nacionales dispuestas al comercio. Para tal fin, el
liberalismo inglés proporcionó los elementos ideológicos capaces di viabilizar su proyecto
nacional.
Las bondades del librecambio y de las autorregulaciones del mercado fueron la mejor arma del
imperialismo.