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CLASE 1: EL CICLO DE REVOLUCIONES

Tres principales olas revolucionarias se produjeron en el mundo occidental entre 1815 y 1848:
1820-1824; 1829-1834; y 1848, la más trascendental de todas. Estas revoluciones, al igual que
la Revolución Francesa, fueron burguesas; es más, todas las revoluciones del siglo XIX, a pesar
de sus diferencias, son hijas de la Revolución Francesa

Clase 2: Las revoluciones liberales dieron pie a grandes cambios sociales y económicos.
Un cambio social porque garantizaba el poder de la burguesía y la instauración de un orden
clasista basado en la riqueza y no en los privilegios.
Y un cambio económico porque fueron líderes en el proceso de industrialización. Entre ellos se
encuentran la producción de petróleo, de hierro y acero, de energía eléctrica, de automóviles,
y los servicios de telecomunicaciones.

Clase 3: La segunda Revolución Industrial


Se trata de un periodo de rápida industrialización y crecimiento económico que tuvo lugar
desde mediados de la década de 1850 hasta aproximadamente 1914. En gran medida,
fue causada por la invención de la máquina de vapor, que permitió mejorar las fuentes de
energía, así como la nueva tecnología relacionada con la fabricación y el transporte.

Clase 4: La paz armada


Es un periodo que abarca desde la guerra franco-prusiana (1870), hasta el inicio de la 1ra
Guerra Mundial (1914). Durante este tiempo, las grandes potencias fueron realizando una
serie de avances, sobre todo en el sector bélico que, además, se vio intensificado con la gran
tensión política que había entre los diversos países de Europa.
Ha sido considerado como una época de paz en Europa. No porque no hubiese habido guerra,
sino porque ésta no involucró a todas las potencias. Con frecuencia se usó la guerra para
doblegar a los pobladores nativos en el proceso de la colonización de Asia, África y Oceanía, y
también hubo enfrentamientos importantes entre los países conquistadores que se
disputaban los espacios, como sucedió entre Francia e Inglaterra.

Clase 5: Crisis de la Democracia y Segunda Guerra Mundial


La 1ra Guerra Mundial modificó el mapa de Europa provocando el surgimiento de numerosos
estados que adoptaron la democracia como forma de gobierno. Pero al poco tiempo, por
causas diversas las dictaduras conservadoras y el fascismo hicieron su aparición. En parte
surgieron debido a la propia incapacidad del liberalismo de tintes oligárquicos y de origen
decimonónico para asimilar a las nuevas fuerzas sociales que la industrialización iba creando;
en parte, obedecieron también a la necesidad de frenar cualquier posible amenaza
revolucionaria.
La Gran Depresión de 1929 agravó el problema y fue la gran palanca que impulsó el auge del
nazismo en Alemania. Por su parte, el totalitarismo soviético difundía igualmente la idea del
combate contra el modelo democrático liberal, interpretado como instrumento de opresión
por parte de la burguesía.
En suma, la democracia política se vio amenazada en Europa por fuerzas e ideologías muy
diversas. Solamente en el oeste europeo y en los países nórdicos esta se halló a salvo. Resulta
paradójico hasta cierto punto que, para sobrevivir, la democracia liberal se tuviese que aliar,
en la 2da Guerra Mundial, con el que había sido su enemigo comunista. El totalitarismo nazi y
fascista se había convertido en el enemigo común.

Clase 6: Periodo de Entreguerras y sus repercusiones en el mercado Argentino


Luego de casi una década de liderazgo en el crecimiento del sector manufacturero, la industria
textil se sumergió en una primera recesión en 1938. Esta coyuntura colocó al sector en el
centro del debate entre los principales actores económicos sobre sus orígenes y sus posibles
soluciones.

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