Está en la página 1de 10

El universo curvo.

Envuelto, en latín es involvere, o implicare. Implicado, envuelto, es la misma


cosa. Implicare, ¿qué es? Es el estado de lo plegado que está envuelto en algo,
que está implicado en algo. Lo que está plegado y por lo mismo implicado en
algo. Todo eso es muy bello, tan bello como una obra de arte. Todo eso es
muy bello, tan bello como una obra de arte.
A finales del siglo XVI se conocían seis planetas: Mercurio, Venus, la Tierra,
Marte, Júpiter y Saturno. Kepler, entonces un joven de veinte años, creyó
saber el porqué solo existían seis planetas. Desde los tiempos del sabio griego
Pitágoras se sabía de la existencia de cinco figuras geométricas, los llamados
sólidos "platónicos", cuyos lados son polígonos: el cubo, el tetraedro, el
dodecaedro, el icosaedro y el octaedro. Kepler ideó un esquema que consistía
en meter una esfera dentro de cada una de estas figuras y cada figura dentro de
otra esfera mayor. Así, la esfera exterior, que representaba la órbita de
Saturno, contenía al cubo, el cual contenía a la esfera de Júpiter, la cual
contenía al tetraedro, el cual a su vez contenía la esfera de Marte, y así hasta
llegar a la esfera de Mercurio, contenida en el octaedro. Kepler maravillado
por esta construcción, la cual consideró una revelación divina, intentó
construir un modelo para checar si las distancias entre los planetas y el Sol
iban en la misma proporción que los tamaños de las esferas. Sin embargo estas
no coincidían, pero tan convencido estaba Kepler por esta armonía entre los
planetas y los sólidos de Pitágoras, que concluyó que las observaciones debían
contener algunos errores. Aunque él mismo pudo comprobar años después que
este modelo no explicaba las posiciones de los planetas, Kepler siguió
creyendo de una manera u otra en esta "armonía de las esferas" ya que
explicaba el número de planetas. Kepler conoció seis planetas los que explicó
con los cinco sólidos de Pitágoras.
Un siglo y medio mas tarde, William Herschel estudiaba los cielos, guiado por
el deseo de ver lo que otros habían visto y más. Para ello construyó, con la
ayuda de su hermana Caroline, espejos de gran tamaño y calidad para sus
telescopios. Herschel se fijó como meta el estudio de estrellas distantes y
nebulosas. En 1779, Herschel habiendo observado todas las estrellas hasta la
cuarta magnitud, decidió emprender un censo mas detallado de los cielos. El
13 de marzo de 1781, encontró un objeto que él sabía que no era una estrella.
Primero pensó que se trataba de un cometa y varios astrónomos decidieron
estudiarlo. Tan superior era la calidad de los telescopios de Herschel, que en el
observatorio de Greenwich no fue posible utilizar las estrellas que Herschel
dio como referencia para medir la posición del objeto. ! Estas estrellas eran
demasiado débiles para los instrumentos del observatorio real inglés! Después
de muchos esfuerzos, en el verano del mismo año quedó establecido que el
movimiento del objeto no correspondía con el de un cometa. El astrónomo
berlinés Johann Bode encontró que Tobías Mayer ya había a Urano
veinticinco años antes, pero sin darse cuenta de que se trataba de un planeta.
Existe incluso registro de que en 1690 el notable astrónomo holandés
Flamsteed también lo había visto. Sin embargo, Herschel fue el primero en
percatarse de la naturaleza de este objeto y en unos cuantos meses quedó
establecido que había realizado el primer descubrimiento histórico de un
planeta, al que llamó "Georgidum Sidus", en honor al entonces rey de
Inglaterra, Jorge III. Afortunadamente otros nombres fueron sugeridos, entre
ellos "Herschelium", "Neptuno" y "Neptuno de Gran Bretaña". Con el tiempo
fue ganando aceptación la propuesta de Bode de llamar al nuevo planeta
Urano, padre de Saturno y abuelo de Júpiter.
El descubrimiento de un séptimo planeta vino a echar por tierra la antigua idea
de Kepler acerca de los cinco sólidos de Pitágoras y las esferas de los planetas.
Y a pesar de más de un siglo antes Galileo ya había descubierto nuevos
mundos, las lunas mayores de Júpiter, el hallazgo de Herschel fue una
sorpresa que cambió nuestra noción acerca del sistema solar. Urano está dos
veces más lejos del Sol que Saturno, por lo que el tamaño del sistema solar se
había duplicado. Pero más importante era el hecho de que era posible
descubrir planetas nuevos y que los límites del sistema solar no estaban
establecidos. De hecho el estudio del movimiento de Urano daría lugar
muchos años después al descubrimiento de otro planeta aun más lejano.
Herschel rompió la "armonía de las esferas" para abrir un nuevo horizonte.
Sin duda, haber oído las Armonías Secretas, la Música de las Esferas o el
Canto de los Ángeles es algo maravilloso, pero lo que queremos aquellos que
todavía estamos encadenados por nuestros oídos a la tierra, es oír esas músicas
por nosotros mismos, lo mejor que podamos, y con este fin no necesitamos
místicos ni teóricos sino compositores y ejecutantes. El papel del compositor
y del ejecutante es evidente después de lo que ya se dijo: ellos son los
alquimistas que ayudan a transmutar la Tierra haciendo que la sustancia de
ésta y las almas resuenen con ecos de la música celestial. Al hacerlo, estos
ecos terrenos también se vuelven audibles en el Cielo, y la brecha que los
separa se reduce un poco más.
Este es el logro de la Gran Obra de la alquimia musical que, como la alquimia
propiamente dicha, apunta a la redención de toda la Naturaleza al igual que a
la reunión del Hombre con su Yo Superior.
A fin de emprender esta labor, el verdadero compositor, como el alquimista,
no elige su profesión: lo convoca a ella un llamado que no puede ser ignorado.
Una de las señales de ese llamado es que el compositor estará doblemente
dotado: de destreza y de memoria. No sin razón fue llamada Mnemosyne, la
Diosa de la Memoria, madre de las Nueve Musas.
La Memoria de la que ella es patrona no es la memoria de todos los días, que
recuerda cosas del pasado, sino el poder de recuperar otros modos de ser,
recordando de dónde venimos, quiénes somos realmente, y hacia dónde
vamos. Algunos creen que se trata de una memoria que se reabastece cada
noche, cuando, al estar profundamente dormidos, nuestras almas vuelven a
visitar los mundos superiores. Pero la memoria sola no basta para hacer a un
artista. Mnemosyne es la madre de las Musas, pero quien las dirige es Apolo,
el dios del orden y de la belleza, quien por sobre todos empuña el arco y la
lira. Es triste pensar en artistas bien intencionados de todos los géneros que
procuraron reproducir sus recuerdos sin la bendición de aquél. Es probable
que su experiencia haya sido intensa, e incluso genuinamente mística, pero
cuán tediosos son su verso extático, su arte cósmico o su improvisación
musical. Esto es para ellos la encarnación misma de arrebatos inolvidables,
pero a otros les parece pomposo, pretencioso o inepto. Esas personas nunca
podrán entender por qué el mundo no los escucha.
Por otra parte, están los que, dotados por Apolo, carecen de Memoria. Todo
les resulta fácil: pueden pintar cualquier cosa, y crear palabras o notas como
quieran. Pero en vano duermen profundamente: retornan de su sueño con su
visión atada todavía por los horizontes de la Tierra. Tal vez encanten a la
mente, cautiven los sentimientos y despierten a los espíritus ctónicos, pero
jamás agitan al Espíritu inmortal. Esos artistas tienen pronta fama; a diferencia
de los aficionados a lo cósmico, ellos disfrutan de una armonía de fines y
medios, y dentro de los límites que han escogido alcanzan una clase de
perfección que es afín a la del maestro artesano que trabaja con sustancias
terrestres.
Continuemos. Lo que está plegado, plicare, por eso mismo está implicare, lo
plegado es puesto en algo, esta incluido en algo. Lo plegado es plegado para
estar en algo.
Un pequeño paso adelante: lo que está plegado no existe fuera de lo que lo
incluye, de lo que lo implica, de lo que lo envuelve. Lo que está plegado no
existe fuera de lo que lo envuelve. Continuemos nuestros pequeños pasos. Lo
que está plegado no se deja desplegar, salvo idealmente. Es posible desplegar
lo que está plegado, pero es una operación de abstracción. Lo que está plegado
no existe más que como envuelto en algo, es posible que ustedes desenvuelvan
ese algo, pero es una abstracción. En ese momento ustedes hacen abstracción
de lo envuelto. En otras palabras lo plegado solo existe en su envolvente.
La curvatura de las cosas exige un punto de vista. No podemos decir otra cosa,
es el universo curvo en Leibniz, hay que partir de allí, si no todo permanece
abstracto.

Primera proposición: lo que está plegado remite necesariamente a un punto de


vista puesto que la inflexión, o la curvatura variable, remite a un punto de
vista.
Segunda proposición: lo que está plegado está necesariamente envuelto en
algo que ocupa el punto de vista.
En otros términos no hay verdad si usted no encuentra un punto de vista donde
sea posible, es decir bajo el cual tal género de verdad es posible. Si bien la
teoría del punto de vista introduce en filosofía lo que es necesario llamar un
perspectivismo.
Cuando Nietzsche, precisamente a nombre de un tal perspectivismo, y en
Nietzsche como en Leibniz, el perspectivismo no significará a cada uno su
verdad, sino significará el punto de vista como condición de manifestación de
la verdad.
En otro gran perspectivita, el novelista Henry James, el punto de vista, y la
técnica de los puntos de vista nunca ha significado que la verdad sea relativa a
cada uno, sino que hay un punto de vista a partir del cual el caos se organiza, o
el secreto se descubre. El punto de vista no es una perspectiva frontal que
permitiría captar una forma en las mejores condiciones, el punto de vista es
fundamentalmente perspectiva barroca, ¿por qué? Porque el punto de vista no
es una instancia a partir de la cual se capta una forma, el punto de vista es una
instancia a partir de la cual se capta una serie de formas, en sus pasos las unas
en las otras, sea como metamorfosis de formas: pasos de una forma a otra, sea
como anamorfosis: paso del caos a la forma. Es lo propio de la perspectiva
barroca.
La inflexión -es decir de la curvatura variable-, de la inflexión del punto de
vista. Sin duda el concepto de inflexión tenía ya una gran originalidad
característica de la filosofía de Leibniz, recordemos igualmente que la
introducción del punto de vista como concepto filosófico debía tener, para la
filosofía, una extrema importancia.
La idea de inflexión a la de punto de vista. Eso me parece fundamental.
Comprendan, si hubiéramos comenzado por darnos la noción de punto de vista
en Leibniz, habríamos podido decir, seguramente, cosas interesantes, pero no
habríamos comprendido lo que conducía a esto. Cuando un filósofo descubre
nuevos conceptos, no es de un golpe, en su cabeza. El está asediado por todo
tipo de problemas. El necesita que el universo esté afectado de una curvatura,
más aún de una curvatura variable, es el mundo elástico, es la física de la
elasticidad en Leibniz, necesitaba que el universo fuera afectado de una
curvatura variable para que, de acuerdo con eso, la noción de punto de vista
fuese verdaderamente fundada, concretamente. ¿Sienten como se pasa de la
inflexión al punto de vista? El centro de la curvatura variable ya no es un
centro, en el sentido de centro de un círculo, es decir centro de una
configuración regular, es un sitio, es un vértice. Es un vértice en función del
cual veo, es decir es algo dado a ver.

¿Pero entonces qué es un punto de vista? Primer carácter, me parece, un punto


de vista está siempre en relación con una variación o una serie. Más aún, el
mismo es potencia de serial izar; potencia de ordenar, potencia de ordenar los
casos. Lo hemos visto, en ejemplos matemáticos simples, el vértice del cono
es un punto de vista porque el tiene la potencia de ordenar las curvas de
segundo grado. Círculo, elipse, parábola, hipérbola. La cúspide del triángulo
aritmético de Pascal, ø recuerdan ese tan bonito triángulo? En fin, eso espero,
poco importa... la cúspide del triángulo aritmético de Pascal es potencia de
ordenar las potencias en dos. Tal es el primer carácter del punto de vista.

Sobre todo no significa que todo es relativo, o al menos significa que todo es
relativo a condición de que lo relativo devenga absoluto. ¿Qué quiero decir?
quiero decir que el punto de vista no indica una relatividad de lo que es visto -
eso deriva del carácter precedente: si el punto de vista es verdaderamente
potencia de ordenar los casos, potencia de poner en series los fenómenos-, el
punto de vista es, de golpe, condición de surgimiento o de manifestación de
una verdad en las cosas.
No encontrarán ninguna verdad si no tienen un punto de vista determinado.

¿Por qué de la inflexión al punto de vista? Porque la curvatura variable remite


a los centros. Centros de curvatura, del lado de la concavidad de la curva.
Entonces la curvatura variable es inseparable de los vectores de concavidad. Y
el centro, comprendido como centro de curvatura variable ¿qué es? Es el
vértice, el punto de vista. ¿Qué quiere decir que es el vértice? Quiere decir
que es el lugar de los puntos donde se encuentran las tangentes en cada punto
de la curva variable. Yo diría que un tal centro de curvatura es un punto de
vista sobre la porción de curva definida por un vector de concavidad. Ahora
bien eso era lo esencial. Quisiera que comprendan , independientemente de
cualquier cosa muy científica o filosófica, cómo pasa precisamente, algo así
como naturalmente -es una especie de deducción que quisiera proponerles-,
cómo se pasa de la idea de inflexión o de curvatura variable a la de punto de
vista.

Voy a intentar mostrar en que sentido era muy importante -y eso lo ha


mostrado, de manera perfecta, Michel Serres en su libro sobre Leibniz-, en
que sentido era tan importante que, finalmente, en Leibniz, se hacía la
sustitución del centro concebido como centro de configuración de una figura
regular, esta noción de centro se substituía por la de punto de vista. El centro
del círculo se sustituía por el vértice del cono, el vértice del cono es punto de
vista. Entonces es como por un encadenamiento necesario que se pasa de la
idea de curvatura variable a la de punto de vista o vértice. A la geometría del
centro se la sustituye por una geometría de los vértices, una geometría de los
puntos de vista.
Ultimo carácter del punto de vista, el punto de vista esta afectado de un
pluralismo fundamental; quien dice punto de vista dice pluralidad de puntos
de vista. El punto de vista es inseparable de un pluralismo, bien, pero ¿en qué
sentido? Señalemos que aquí, vamos a tener una pequeña dificultad: que el
punto de vista sea esencialmente múltiple, que toda filosofía del punto de vista
sea pluralista, sabemos, en todo caso, qué es lo que eso no quiere decir, eso no
quiere decir seguramente "a cada uno su verdad", no es eso, eso no funda el
pluralismo del punto de vista. Todavía una vez más, al contrario, hemos visto
que es la potencia de ordenar y de seriar, de seriar una multitud de formas. El
punto de vista se abre sobre una serie infinita. Bueno si, pero entonces... es un
poco molesto. Porque si el punto de vista se abre sobre una serie infinita, es
decir pongamos, en el límite, si todo punto de vista es sobre la serie de las
series, es decir si todo punto de vista lo es sobre el mundo -no es sorprendente
puesto que es el mundo el que esta afectado de una curvatura, entonces el
punto de vista es sobre el mundo-,... intento hablarles en términos muy
comunes de lo que Leibniz presenta en una elaboración de conceptos mucho
más... si todo punto de vista es sobre el mundo, ¿por qué hay muchos puntos
de vista? Si el punto de vista es sobre una serie infinita, ¿por qué hay muchos
puntos de vista? Quizá tengamos dificultades para dar cuenta de esto... sin
embargo es necesario sostener: hay una pluralidad esencial de los puntos de
vista. Si el mundo está en inflexión, y el punto de vista está definido del lado
de la concavidad, hay evidentemente una distribución de los puntos de vista
alrededor del punto de inflexión.
Entonces hay necesariamente muchos puntos de vista. Al final de este breve
comentario, estoy sobre dos cosas. Que todo punto de vista se abre sobre una
serie infinita, y en el límite, sobre la serie de las series, es decir sobre el
mundo; y también que hay muchos puntos de vista. La pequeña dificultad es,
una vez más, en virtud del primer carácter, el punto de vista se abre sobre la
serie infinita, es decir sobre el mundo. ¿por qué no hay un solo punto de vista
que sería necesario simplemente descubrir y al cual habría que ascender?
No, hay forzosamente muchos puntos de vista a causa de la curvatura, de la
inflexión, de la curvatura variable. Habría que ordenar esto, sentimos que hay
algo que es necesario ordenar, lo que no impide que un esencial pluralismo es
el último carácter notable, por el momento del punto de vista. Los elementos
para definir lo que hay que entender por perspectiva barroca.
Al final de estos cuatro primeros comentarios, digo que hemos pasado de la
curvatura variable, o inflexión, al punto de vista.

Quinto comentario: vamos a pasar del punto de vista a la inclusión o a la


inherencia, palabra constante en Leibniz, inesse en latín. ¿Qué es inesse, ese
ser en? Ser inherente a. No basta ir de la curvatura variable o la inflexión al
punto de vista, hay que ir del punto de vista a la inclusión y a la inherencia. Es
el objeto del quinto comentario. Si bien nuestro objeto total es mostrar como
se pasa necesariamente de la curvatura variable o de la inflexión a la inclusión
o inherencia.
Por el momento mi quinto comentario es: ¿cómo se pasa del punto de vista a
la inclusión? Les decía que Leibniz toma frecuentemente el tema siguiente:
usted siempre puede construir un ángulo recto en un círculo. Ese no es el
centro del círculo, es el vértice; en la técnica leibniziana de la traducción de
centros en vértices, es el vértice de un ángulo recto. ¿Dónde comienza el
ángulo recto? Entre más aproximen el arco del círculo al vértice mismo, más
podrán constatar que el ángulo es ya un ángulo recto. En el límite, el hecho de
que este ángulo sea un ángulo recto está incluido en S, está incluido en el
vértice, está incluido en el punto de vista. Ustedes me dirán que eso es un
poco pobre, pero es lo que busco, cosas que verdaderamente vayan de sí. De
cierta manera el ángulo ya es recto en el punto S tal como está definido.
Bueno.
O bien yo diría: la curvatura variable está en el centro de curvatura que le
corresponde. ¿Por qué? Puesto que, precisamente, ese centro es el lugar de los
puntos donde se encuentran las tangentes en cada punto de la curva variable.
Es una idea rara; entonces ahora habría que decir: lo visible, o si ustedes
prefieren, lo que se manifiesta, el fenómeno, o si ustedes prefieren, la curva; la
curva visible está en el punto de vista sobre la curva. La curva visible está
como en el centro de la curvatura, la curva visible está en el punto de vista
sobre la curva. Bueno.

Leer filosofía es hacer dos cosas a la vez: es estar muy atento al


encadenamiento de los conceptos, es la lectura filosófica, pero no hay lectura
filosófica que no se doble en una lectura no-filosófica. Y la lectura no
filosófica, sin la cual la lectura filosófica permanece muerta, son todo tipo de
intuiciones sensibles que ustedes deben hacer nacer en ustedes, pero
intuiciones sensibles extremadamente rudimentarias, y por eso mismo,
extremadamente vivientes.

Lo visible está incluido en el punto de vista.

Intentemos retomarlo, ¿Cuál intuición sensible hay bajo eso? Partamos de


nuestra curvatura variable. Nuestra curvatura variable es el pliegue, o el
elemento genético del pliegue. Hemos visto que la materia no deja de
replegarse sobre si misma, más generalmente el mundo está plegado.
Permítame preguntar ¿por qué algo está plegado? ¿por qué es plegado? Eso
viene bien con Leibniz, es celebre que Leibniz demanda para cada cosa una
razón, es una filosofía que él mismo presenta como filosofía de la razón
suficiente: todo tiene una razón. Ya veremos lo que él entiende por razón, pero
no podemos partir de eso, es demasiado abstracto. No es muy difícil, pero en
ese momento haríamos morir a Leibniz, haríamos como una especie de
Leibniz muerto.
Ustedes solo pueden hacer vivir a un filósofo por la lectura no-filosófica que
hacen de él. Si bien el más filósofo de los filósofos es, de cierta manera, el
menos filósofo de los filósofos, y, en la historia de la filosofía, el más filósofo
de todos los filósofos y que también ha sido el menos filósofo de todos los
filósofos es Espinoza. No hay elección, hablamos de Leibniz y es Espinoza
quien nos llega, el autor del que es justificable una lectura filosófica
extremadamente compleja y al mismo tiempo de la lectura no-filosófica más
violenta.
Antes de que sea Nietzsche, es Espinoza. Pero pongamos que Leibniz también
lo sea. ¿Por qué algo sería plegado?

A nivel de la intuición sensible no-filosófica, digo algo muy simple: yo no se


si las cosas están plegadas.
Leibniz nos dice si, el universo está afectado de una curvatura, pero ¿por qué?
¿a quién sirve estar plegado? Si las cosas están plegadas es para ser puestas
adentro. He aquí al menos una respuesta. Las cosas son plegadas para estar
envueltas. Las cosas son plegadas para estar incluidas, para ser puestas dentro.
Eso es muy curioso. El pliegue remite a la envoltura. El pliegue es lo que
usted pone en una envoltura, en otros términos: la envoltura es la razón del
pliegue. Ustedes no plegarían si no fuera para envolver. La envoltura es la
causa final del pliegue. Traduzco en conceptos filosóficos: la inclusión es la
razón de la inflexión. La inflexión es la razón de la curvatura. El necesitaba
plegar las cosas para ponerlas dentro, no se termina de… Lo plegado -voy
muy lentamente para que ustedes comprendan poco a poco-, lo plegado, o si
ustedes prefieren lo que es curvo, puesto que la inflexión nos ha parecido el
elemento genético del pliegue, lo plegado, o inflexado, o curvado de una
curvatura variable, está por si mismo envuelto en algo.

En esta quinta observación se puede concluir: lo que está plegado no remite


solamente a un punto de vista, era el objeto de las observaciones precedentes,
lo que está plegado remite a un punto de vista, pero lo plegado no solo remite
a un punto de vista, sino que necesariamente está envuelto en algo que ocupa
el punto de vista. Ahí terminamos de medir el progreso que acabamos de
hacer. Lo plegado remite a un punto de vista, pero eso está necesariamente
implicado, está necesariamente envuelto en algo que ocupa el punto de vista.

No hemos terminado de medir estos pequeños progresos, pues ustedes sienten


que cuando decíamos hace un momento: lo visible está incluido, envuelto en
el punto de vista, era una aproximación, que de hecho no pegaba, que es por
aproximación que el ángulo recto esta en el vértice. Pero ya no digo eso, era
una manera de hablar, no tenía otra en ese momento. Ahora podemos, al
menos, precisar un poco, decir que casi era eso pero no del todo eso. Pues lo
que está plegado, lo que esta curvado o plegado, está envuelto en algo que
ocupa ese punto de vista... cambio de cinta... y ese algo que ocupa el punto de
vista, entonces, ustedes recuerdan bien en Leibniz, que Leibniz nos dirá luego,
por comodidad y para ir rápido, él puede identificarlo con el punto de vista
mismo, y luego al contrario distinguirlo del punto de vista.

Entonces concluyo esta quinta observación diciendo que nosotros nos


encontramos ahora frente a dos proposiciones que tienen una relación de
progresión la una con la otra.

La sexta observación tendrá por objeto precisar en qué consiste la progresión.


Hasta aquí funciona? No hay problemas? Quisiera que ustedes mostrarán si
eso les conviene, si es un método para su lectura. Insisto en eso, sobre esa
necesidad. Lo que voy a hacer es casi una operación de des-filosofar. Creo
verdaderamente que no hay lectura completamente filosófica más que si la
hacen convivir con una lectura no-filosófica. Por eso la filosofía no es del todo
una cosa de especialistas; a la vez es una cosa de especialista y al mismo
tiempo una cosa absolutamente de no especialista. Es necesario mantener las
dos a la vez. Una buena filosofía es eminentemente cosa de especialistas
puesto que consiste en crear conceptos, pero es fundamentalmente cosa de no
especialistas porque los conceptos son verdaderamente los diseños, los diseños
de las intuiciones sensibles.

También podría gustarte