0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
3 vistas5 páginas
Este documento describe el caso de un joven español de 18 años llamado ABC que se mudó a otra ciudad para estudiar la universidad. Se alojó en un piso con tres compañeros, uno de los cuales, NAU, pasó mucho tiempo con él. Con el tiempo, ABC empezó a consumir drogas y alcohol y a descuidar sus estudios. Sus compañeros, especialmente NAU y ACH, empezaron a insultarlo y obligarlo a hacer cosas que no quería, como aprender frases en árabe. ABC se puso nervioso y agresivo durante las vac
Descripción original:
Título original
Documento sobre CASO REAL de reclutamiento (para debatir en clase)
Este documento describe el caso de un joven español de 18 años llamado ABC que se mudó a otra ciudad para estudiar la universidad. Se alojó en un piso con tres compañeros, uno de los cuales, NAU, pasó mucho tiempo con él. Con el tiempo, ABC empezó a consumir drogas y alcohol y a descuidar sus estudios. Sus compañeros, especialmente NAU y ACH, empezaron a insultarlo y obligarlo a hacer cosas que no quería, como aprender frases en árabe. ABC se puso nervioso y agresivo durante las vac
Este documento describe el caso de un joven español de 18 años llamado ABC que se mudó a otra ciudad para estudiar la universidad. Se alojó en un piso con tres compañeros, uno de los cuales, NAU, pasó mucho tiempo con él. Con el tiempo, ABC empezó a consumir drogas y alcohol y a descuidar sus estudios. Sus compañeros, especialmente NAU y ACH, empezaron a insultarlo y obligarlo a hacer cosas que no quería, como aprender frases en árabe. ABC se puso nervioso y agresivo durante las vac
Hombre joven español de 18 años de edad, cristiano no practicante, a quien llamaremos
ABC. La madre, el padre y su hermana lo definen como muy sensible y cariñoso pero bastante inseguro de sí mismo y con baja autoestima. ABC se desplaza el día 1 de octubre de 2017 a una ciudad andaluza para cursar estudios de Grado en la Universidad de tal ciudad. Se aloja en un piso alquilado, donde convive con tres jóvenes a los que llamaremos ARS (de nacionalidad armenia y 19 años de edad), NAU (de nacionalidad marroquí/española y 22 años de edad) y ACH (de nacionalidad marroquí y 23 años de edad). ABC, inicia el curso académico y durante los dos primeros meses se dedica a estudiar (aunque sin intensidad) y a hacer amistad con los compañeros de piso (especialmente con NAU, con el que comparte casi todo su tiempo). A finales del mes de noviembre de 2017 empieza a flaquear en los estudios y se dedica a permanecer en el piso con los compañeros y consumir cánnabis y alcohol, y, esporádicamente, a salir de discotecas. A partir de principios de diciembre de 2017 manifiesta que ARS le insulta a diario, utilizando términos como “gilipollas y subnormal”, sin motivo aparente alguno. Llegando un día en el que se enfrenta a él diciéndole “que parase ya, y que no volviera a insultarle”, aunque no sirvió de nada, ya que seguía insultándolo frecuente e intensamente. En esos días de diciembre, cuando ABC vuelve un fin de semana a su casa familiar, comenta que los compañeros de piso le dicen que se aprenda cosas en árabe (frases de canciones) y enseña a los miembros de su familia la música en árabe que escucha. También manifiesta que ACH mantiene una vida “muy de musulmán” y que se pasa el día en su habitación, retraído y sin apenas salir a la calle, mientras que a NAU lo califica como un muchacho aparentemente normal. Además, comenta que ACH normalmente lo ignora y que cuando se dirige a él siempre lo hace en árabe. A menudo NAU y ACH discuten en árabe delante de él. El comportamiento de NAU ante estas situaciones es decirle a ARS que pare de insultarlo. Según parece, NAU actúa como integrador del grupo. Según sus familiares, el comportamiento de ABC durante la Navidad de 2017 es muy extraño, se muestra continuamente preocupado y distante con los miembros de la familia, reaccionando con agresividad ante opiniones distintas a las suyas (en mitad de una conversación, de forma sorpresiva, dice “que no quiero…, que no quiero”, marchándose a la calle de forma súbita). En enero de 2018 (días 13 y 14) recrimina reiteradamente a sus familiares que piensan mal de él. A partir de estas fechas deja de entrar en redes sociales, cosa que con anterioridad hacía continuamente, sobre todo en “Instagram”. El día 3 de febrero de 2018, tras dos semanas de estancia en su ciudad natal, ABC, en una comida familiar, aparece con el pelo rapado y, sin llegar a terminar la comida, se aísla del grupo familiar mostrándose cabizbajo, pensativo y muy preocupado. El día 4 de febrero, vuelve de nuevo a la ciudad donde estudia, con la idea de quedarse allí durante un tiempo y no volver a su ciudad natal hasta el viernes 16 de febrero. El día 10 de febrero por la tarde/noche, ABC le envía a su padre varios mensajes por “whatsapp”, en los que manifiesta literalmente “papa que yo me quiero ir del piso”, “que no puedo estar con los del piso”, “se pasan un montón”, “nada papa, que no quiero estar aquí”, “que me supera la situación”, “estoy muy agobiado”. En la noche/madrugada del 10/11 de febrero, de la misma forma envió mensajes por “whatsapp” a su hermana con el siguiente contenido “oye, estoy rayado”, “es que me quiero ir a tu piso a estudiar”, “a sacarme el carnet del coche” “a trabajar y sacarme unas perrillas”, “no se ya lo pensaré”, “mañana hago las maletas”. A las 3:10 horas de la madrugada la hermana recibe otro mensaje de ABC diciendo “¿cómo estás? ¿te encuentras bien?” y a las 3:25 horas otro “espero que leas este mensaje mañana por la mañana”, “que lo he pensado mejor y me voy a quedar aquí”. Igualmente, esa madrugada envió mensajes a su madre con similar contenido, “creo que mañana me voy para casa”, “esto me mata”, “y yo no quiero acabar mal”, “que me quiero ir para casa”, “mamá que me voy a ir”, “ven a por mí”, “mamá ¿puedes venir a por mí mañana?”, “no le des más vueltas…, me vas a decir?”, “recógeme pronto” “¿puedes venir por la mañana?”, ”mamá hija, compréndeme”, “que yo no soy así”. La mañana siguiente, la hermana de ABC lo llama por teléfono y éste le contesta con un tono en voz muy bajo, manifestándole a su hermana que no puede hablar por teléfono, que se quiere ir del piso, que por favor vaya a por él y que ya no puede aguantar más allí, que le había pasado algo con los “moros”, respondiendo con monosílabos y diciendo que no podía hablar porque lo estaban escuchando. En ese momento la hermana le dice que se van a comunicar por “whatsapp”, diciéndole ABC a su hermana que los “moros” lo han agobiado, que hay uno que le está rayando la cabeza con temas raros de “moros”. Cuando la hermana le dice “no levantes liebres” ABC le contesta que “ya están levantadas”, “ya lo dije ayer”, “yo me piro de aquí”, “no soporto al tonto este”, a los diez minutos escribe “no vengáis a por mí”, “no vengáis”, “por favor…, para…, no vengas…, que no me pasa nada”, “que no pienso…”, “no, hermana, no…, quédate allí”, “date la vuelta ahora mismo”. Sin embargo, acto seguido y a pesar de estos mensajes, ABC le envía a su hermana la ubicación del lugar donde se encuentra en este momento. A las 14:30 horas llega la hermana de ABC a la ciudad donde éste estudia, le avisa por mensaje que baje del piso y ABC baja y se marcha con su hermana en el coche. Al principio, ante las preguntas de la hermana, ABC intenta aparentar que no ha pasado nada, pero ante su insistencia, ABC le manifiesta “aquí hay uno de los compañeros que está obsesionado conmigo”. Diciendo que la obsesión consiste en que está enamorado de él. Y manifestando desesperadamente “y no se entera de que yo no quiero”, “que no se entera”, “que no quiero”, “me insiste para que le haga una felación”, manifestando de forma desesperada que anteriormente le había obligado a realizarle felaciones. Además, ABC le comunica a su hermana que llevaba cuatro días sin poderse mover de la cama, creyendo que lo habían drogado sin él darse cuenta. Tras esa conversación en el coche, ABC y su hermana se dirigen a un centro comercial para comer y en ese momento le manifiesta con desesperación que lo lleve a su ciudad natal con su familia, que no puede estar más allí, preguntándose en voz alta “¿yo tengo que aguantar esto?” y de forma inmediata contradictoriamente “yo tengo que volver al piso”, “que no pasa nada”, “yo estoy bien”. Mantenía la cabeza agachada y miraba intermitentemente, sobre todo a los hombres que pasaban, como con intranquilidad y miedo. Parecía estar temeroso de que pudiera aparecer alguien inesperadamente. Durante el trayecto de vuelta, ABC cuenta a su hermana que es habitual que los compañeros de piso (concretamente NAU y ACH) entren en su habitación por la noche y le despierten a gritos, teniendo que atrancar la puerta de la habitación con la mesa de noche para que le dejen tranquilo. Además, que le dicen insistentemente y a diario “suicídate, pon una bomba, booommm”, y le dicen también de forma reiterada y chulesca “maricón” y “que no somos novios”, “estás solo”, “estás loco”, no sabiendo explicar ABC el porqué de estos ataques hacia él. ABC, manifiesta a su hermana que ese no es él, que él tiene que volver a ser el que era antes de esta situación. También le dice a su hermana varias veces en el coche “yo estoy solo, estoy totalmente solo”. ABC y su hermana llegan a casa de su padre. Allí ABC no deja de reiterar todos los comentarios anteriores con temor, miedo, nerviosismo, agitación, inquietud, sobresalto y llorando insistentemente, gritando desesperadamente “que no quiero” “que no quiero”. Además, ABC manifiesta que había tenido que raparse porque NAU se lo había exigido y, a continuación, empieza a decir, “tengo que cambiar por él”, manifestando que no puede contar lo que pasa porque lo han amenazado con hacer daño a los miembros de su familia. Después, en el trayecto hasta el domicilio de su madre, donde vive habitualmente, ABC manifiesta a su hermana, otra vez de forma contradictoria, que se ha marchado de la ciudad donde estudia porque quiere dejar la carrera. Estando en la casa de la madre, sobre las 10:00 de la noche, insiste en decir convencido “yo creo que estoy solo”, “no sé si conseguiré ser como era antes”. La mañana siguiente, ABC informa a su hermana que el viernes 9 de febrero NAU, tras discutir con él, rompe de una patada el televisor y que últimamente se comportaba muy agresivamente. Diciendo que le obliga a hacerle felaciones a cambio de cannabis. Dice que NAU le hablaba bajito, susurrando, para que los demás no se enterasen. También cuenta que los vecinos le gritaban desde el piso de abajo que se fuera de allí, pues lo iban a volver loco. Insiste en que los compañeros de piso le atosigaban diciéndole “suicídate…, suicídate”. También vuelve a decir que no sabe si le han drogado durante la última semana, ni tampoco sabe si le han agredido sexualmente. Ante estas confesiones, los familiares de ABC deciden llevarlo a un Hospital para que le hagan un reconocimiento médico. Aunque en un primer momento ABC está conforme con ir al hospital, a continuación dice que no va al reconocimiento porque va a tener que contar lo que ha pasado. Manifestando “soy maricón con NAU” para decir a continuación, de forma desesperada, absoluta y tajante mientras lloraba “yo no soy maricón, eso es lo que ellos quieren que diga”, “tenéis que creerme”, repitiéndolo reiteradamente. Durante las dos semanas siguientes al episodio descrito deja de salir a la calle y se aísla en su habitación. A las 00:48 del miércoles 14 de febrero de 2018 envía un mensaje a su hermana preguntándole que cómo está, a pesar de que hacía tan solo dos horas que había hablado con ella. Más tarde, de nuevo le vuelve a enviar otro mensaje diciéndole “ya sabes…, si te pasa cualquier cosa, estoy aquí”. El día 20 de febrero, le dice a su hermana que está arreglando unas cosillas en el PC, que no irá de compras con ella, “porque está trabajando”. El día 26 de febrero, ABC envía varios mensajes a su hermana diciéndole que está agobiado, que necesita una vida nueva, que se tiene que marchar al extranjero y si ella le puede ayudar, pero que tiene que ser pronto. Esta intención de irse fuera de España se la ha comunicado también a sus padres en varias ocasiones. El día 12 de marzo, tras ser evaluado en el hospital de su ciudad se le diagnostica que sufre un trastorno de “Ansiedad por deprivación”, “sin síntomas psicóticos”. El 18 de marzo, domingo, ABC es sorprendido en su domicilio mirándose al espejo y haciendo gestos extraños, intentando rizarse las patillas con los dedos y tocándose la barba de forma compulsiva. Este mismo día, por la noche, ABC le dice a su hermana que va a comprar comida árabe para cenar y, además, pronuncia una serie de palabras en árabe con significado desconocido para ella. La hermana le dice a ABC que esa comida le da asco, a lo que ABC contesta "no digas eso, no vuelvas a decir eso". Durante la Semana Santa de 2018, ABC se relaciona con los antiguos amigos de su ciudad natal y asiste con ellos a algunas fiestas, saliendo con frecuencia durante el día y la noche. Sus amigos manifiestan con preocupación a la familia de ABC que les ha dicho que se muestra muy confuso y que “tiene la cabeza comida” y “ mucho miedo”, “que ha huido de allí como ha podido”, refiriéndose a la ciudad donde estudiaba, y que “se ha venido para evitar males mayores”. Los amigos de ABC comentan a sus familiares que les había manifestado que se había hecho musulmán. Unos días antes, ABC le dice a su madre que los “moros” han intentado convertirlo al Islam. El 28 de marzo sus amigos manifiestan a la madre y hermana de ABC que, días antes, ABC les comentó que había borrado todas las fotos en las que alguien salía con él, no dando explicación del porqué. El jueves, 29 de marzo, sus amigos dicen que, al igual que en días anteriores, estando en una fiesta se ha vuelto a aislar y que no contesta cuando le hablan, que mira a un punto fijo y que entra y sale de la fiesta muy nervioso, sin comunicarse con nadie. Al final de la Semana Santa, los amigos manifiestan que lo encuentran un poco mejor, aunque continúa aislándose. El día 2 de abril, tras pasar ese fin de semana con su padre, al ir a llamarlo para que se levantara, ABC le manifiesta que no puede hacerlo porque ha estado toda la noche chateando, por lo que el padre decide retirarle el móvil y el ordenador personal para entregarlos a la Policía. Este mismo día, tras su llegada a la casa de la madre, le pide el móvil a la madre y se lo lleva a la calle, haciendo llamadas durante un cuarto de hora, reconociendo él mismo que lo utilizó. El viernes, 6 de abril, le pide a su hermana que lo deje escuchar una canción llamada “Labios del guero”, del rapero Prok, y cuando llevaba muy poco tiempo escuchándola, le dice a la hermana “ya la escucho yo en otro momento…, cuando esté solo (véase en internet “Los raperos Ayax y Prok declaran por injurias a la Policía con una canción”) En las largas conversaciones que mantiene ABC con sus familiares durante los días 6, 7 y 9 de abril, algunas de varias horas de duración, éste se muestra en un principio reacio a contar nada, mostrando una actitud de miedo, ocultación, llanto continuado durante horas de forma inconsolable y con desesperación extrema, manifestando reiteradas veces que “no puede contar nada porque las cosas están muy complicadas y que lo contará cuando estén más tranquilas”. Las conversaciones se mantienen en un tono dialogante, empático, aunque con un cierto nivel de tensión en algunos momentos de ellas. En esas conversaciones, ABC le dice a su hermana reiteradas veces “no pares en las averiguaciones…, que si yo te viera en una situación como la mía no pararía hasta que estuvieras bien”, “por favor, ayúdame”. El día 9 de abril, tras varias horas de conversación para convencerlo de que debe decir lo que le pasa, voluntariamente accede a contar otra serie de hechos relativos a su situación y que le producen un estado continuo de conflicto, caos mental y elevado sufrimiento. Al preguntarle sus familiares por qué dijo que habían intentado convertirlo al Islam, ABC manifestó que NAU y ACH continuamente le hablaban de su religión y de sus costumbres, prohibiéndole que comiera carne de cerdo, y obligándole a acompañarle a comprar droga y a reunirse frecuentemente con otros chicos musulmanes de similar edad para hablar sobre el Islam. También manifestó que el día que pidió a sus familiares que lo sacaran de la ciudad en la que estudiaba fue porque se dio cuenta de las intenciones de sus compañeros y que el hecho detonante fue que le pidieron que se inmolara. Querían que se suicidara, matando gente, que desde entonces han continuado diciéndole que lo haga, amenazándolo con matar a su hermana si no lo hace. También dice “pretenden que lo haga con un explosivo que ellos me facilitarán”. Sin establecer fecha para hacerlo. Insistiéndole diariamente que tiene que hacerlo. Les dice a sus familiares que desde que ha vuelto de la ciudad donde estudiaba, ha tenido que informar a NAU y ACH acerca de donde estaba y de lo que hacía para que ellos lo aprobaran y le dieran las pautas de comportamiento a seguir, y que en todo momento tenía que cumplir las órdenes que recibía de ellos. Esto lo hacía a través de “whatsap”, que luego borraba. Los familiares de ABC observan que cada vez que le decían que hiciera alguna cosa o actividad, les contestaba que “tenía que consultarlo con la almohada”, “tengo que pensarlo”, aunque se tratase de cosas nimias y superficiales. También manifestó que las canciones del rapero Prok, de incitación al odio e injurias a la policía, las escuchaba muy frecuentemente con NAU en el piso de la ciudad donde estudiaba. Así mismo, reiteradas veces y de forma insistente les dice a los miembros de su familia que se quiere ir al extranjero, concretamente a Inglaterra. Además, de forma sorpresiva, los familiares detectan que últimamente muestra un absoluto rechazo a los perros, cosa que antes no ocurría pues le gustaban mucho.
El Nombre de Zulema Hernández Salió A La Luz Pública Gracias A La Serie de Entrevistas Que Julio Scherer García Hizo Con Presos Célebres y Que Publicó en Su Libro Máxima Seguridad