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TEMA 3

EL CONTRATO DE TRABAJO

¿CONTRATO DE TRABAJO O RELACIÓN LABORAL?

Actualmente, se ha planteado la pertinencia de llamar, a la relación entre

un patrono y un trabajador, no como un contrato de trabajo, pues si no

existe igualdad entre las partes: patrono y trabajador, no se puede hablar

de un verdadero contrato, más aún, la propia ley laboral restringe o limita

la autonomía de la voluntad contractual al condicionar el contrato de

trabajo celebrado entre patronos y trabajadores a sus disposiciones. Por

ello, los iuslaboralistas en vez de “contrato de trabajo" creen por

conveniente llamar al lazo que une al patrón y el trabajador como

RELACIÓN LABORAL o RELACIÓN DE TRABAJO.

Y es que "sólo a partir del concepto de relación de trabajo. es que

podernos establecer los derechos y obligaciones generales y principales,

que para los sujetos de esta relación, apareja el trabajo subordinado,

dependiente y remunerado... Es así que se pasa del contrato de trabajo, al

concepto más amplio de relación de trabajo para significar con ello una

situación objetiva, independiente de la voluntad de los sujetos, en la que

el trabajo subordinado, dependiente y remunerado está sujeto, de

antemano, a una normatividad general e inviolable que es la que

determina las principales obligaciones y derechos emergentes de la

relación contraída entre empresarios y trabajadores, cualquiera haya sido

su causa...”

Empero con esa disquisición doctrinal que es importante, se

continúa aceptando la existencia y validez del contrato de trabajo

especialísimo y sui generis.


CONCEPTO

La Ley General del Trabajo en su artículo 5° dice "el

contrato de trabajo es individual o colectivo. según se

pacte entre un patrono o grupo de patronos y un empleado

u obrero; o entre un patrono o asociación de patronos y un

sindicato federación o confederación de sindicatos de

trabajadores".

Por su parte, el Reglamento General del Trabajo indica "es

contrato individual de trabajo en virtud del cual una o más

personas se obligan a prestar sus servicios manuales o

intelectuales a otra u otras".

De esta manera. un concepto que abarque y contenga los

elementos propios del contrato de trabajo. sería: "Es la relación

jurídica existente entre un patrono y un trabajador, por el cual éste

último se obliga personalmente a realizar una labor o un servicio,

en términos de subordinación y dependencia en favor del patrono,

de forma generalmente permanente, a cambio de una

remuneración, en cumplimiento de las leyes del trabajo y bajo la

tutela estatal".

ELEMENTOS TÍPICOS DEL CONTRATO DE

TRABAJO

1) Prestación personal

2) Subordinación y dependencia

3) Determinada continuidad y ajenidad

4) Jornada Laboral

5) Onerosidad

6) Intervención estatal

Prestación Personal Consiste en que el trabajador deberá hacer una labor, obra o

prestar algún servicio de manera personal a favor del patrono, y no por otra persona;
por ello, el contrato de trabajo es “intuito personae”

Dependencia y subordinación La dependencia entendida fundamentalmente como la

económica; pues del trabajo ejecutado por el trabajador es el patrono quien remunera a

través del salario y/o sueldo dicho trabajo. En relación a su subordinación como el

sometimiento del trabajador a las órdenes del patrono que se traduce en el derecho que

tiene el patrón de dar instrucciones y el trabajador en cumplirlas.

Determinada continuidad y ajenidad Se entiende que el contrato de trabajo

determina una continuidad en la relación laboral entre el patrono y el trabajador,

continuidad que se refleja en todos los tipos de contrato, desde los contratos a plazo

fijo, por obra y los indefinidos: por ello, se dice que son de tracto sucesivo. Además, el

trabajo debe ser a favor de un tercero (patrono).

Jornada Labora La labor o servicio de un trabajador, siempre deberá estar inscrita en

un número de horas que se halla determinada en la propia ley. Las 8 horas como norma

general y hasta 12 horas como excepción.

Onerosidad Pues no existe, actualmente trabajo gratuito; toda labor en favor de un

patrono tiene como contraprestación una remuneración, que puede ser salario o sueldo.

Intervención estatal El contrato de trabajo, una vez acordado entre el trabajador y el

patrono se inicia, mantiene y concluye independientemente de la voluntad de los sujetos

activos, pues está sujeto a una normativa general e inviolable que determina las

principales obligaciones y derecho emergente. Es el Estado, el tercer sujeto del Derecho

del Trabajo que se halla permanentemente interviniendo en la relación laboral.

CONSENTIMIENTO

El consentimiento entendido como la manifestación de las partes con objeto de obligarse a


una determinada prestación, puede ser explícita o tácita. Es requisito de formación, pues su

inexistencia, determina si hay o no contrato de trabajo: sin consentimiento, puede hay

trabajo, pero no hay contrato de trabajo. Sirve de ejemplo, lo que ocurrió,

aproximadamente en el año 2000, en una hacienda en el departamento de Santa Cruz,

donde personal militar -soldados rasos- realizaban trabajos en las faenas agrícolas del fruto

denominado “macororó”, donde era demostrable el trabajo efectivo, donde se les

remuneraba a los soldados, según lo aseveraba la propietaria, pero no había el

consentimiento y por tanto el contrato laboral era inexistente.

EL OBJETO

Todo contrato debe tener un objeto posible, lícito y determinado o determinable. El objeto,

se entenderá como la prestación y la contraprestación -dar, hacer, no hacer-. Su falta

determina la nulidad del contrato.

LA CAUSA

La causa, señalan algunos doctrinarios, es la repetición de otro requisito: el objetó; es decir,

objeto y causa serían lo mismo. Sin embargo, actualmente se entiende por causa el fin

inmediato que se proponen los contratantes y que ese fin nace otro que el Cumplimiento del

contrato; en consecuencia, se dirá que la causa es otro requisito de formación del contrato.

Mientras que el objeto responde a qué es lo que se debe, la causa es el hecho que explica

por qué se debe. Es decir, justifica la creación de una obligación por la voluntad de las

partes.

No se debe confundir la causa con los motivos que tuvieron los contratantes para celebrar el

contrato. Pues la causa es siempre la misma, mientras que los motivos son variables. La causa

ha de ser existente, verdadera y lícita.

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