Estudios Urbanos

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Ver desde el sur: reenfocar la planificación urbana en el centro urbano del mundo
Cuestiones
Vanessa Watson
Stud Urbano 2009 46: 2259
DOI: 10.1177 / 0042098009342598

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 46 (11) 2259–2275, octubre de 2009

Ver desde el sur: reenfocar la planificación

urbana en los problemas urbanos centrales del
mundo
VanessaWatson

[Documento recibido por primera vez, diciembre de 2007; en forma final, agosto de 2008]

Resumen

La planificación urbana en muchas partes del mundo refleja una brecha cada vez mayor entre los
enfoques actuales y los problemas crecientes de pobreza, desigualdad, informalidad, urbanización
rápida y fragmentación espacial, particularmente (pero no solo) en las ciudades del Sur global. Dado
el predominio pasado del Norte global en la configuración de la teoría y la práctica de la
planificación, este artículo sostiene que una perspectiva del Sur global puede ser útil para
desconcertar las suposiciones que se dan por sentadas sobre cómo la planificación aborda estos
problemas. El artículo da un primer paso en esta dirección al proponer un 'choque de
racionalidades', entre los sistemas tecno-gerenciales y mercantilizados de administración
gubernamental, provisión de servicios y planificación (en aquellas partes del mundo donde estos se
aplican) y poblaciones urbanas cada vez más marginadas que sobreviven. en gran parte en
condiciones de informalidad.

Introducción vivir en ciudades y, en los próximos años, la mayor parte del

La reunión conjunta del Congreso Mundial de Planificadores y
el Foro Urbano Mundial de ONU Hábitat, en Vancouver en
junio de 2006, significó un cambio importante en el
pensamiento global sobre el futuro de las ciudades. Hubo dos
aspectos importantes en este cambio. El primero fue un
reconocimiento de que, para 2008, por primera vez en la
historia, la mayoría de la población mundial
nuevo crecimiento de la población mundial se producirá en
ciudades del mundo "en desarrollo". La segunda idea importante
fue que el ritmo y la escala de este crecimiento, junto con
problemas inminentes como el cambio climático y el agotamiento
de los recursos, plantearon problemas enormemente graves en
las ciudades del Sur global y requirieron una intervención
específica. En efecto, ONU Habitat estaba reconociendo que la
profesión de urbanista

Vanessa Watson Está en el Departamento de Arquitectura, Planificación y Geomática de la Universidad de Ciudad del Cabo, Rondebosch, Ciudad
del Cabo, 7700, Sudáfrica. Correo electrónico: Vanessa.Watson@uct.ac.za.

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DOI: 10.1177 / 0042098009342598
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2260 VANESSAWATSON
la planificación debía revisarse fundamentalmente para ver si
podía desempeñar un papel en el tratamiento de problemas en
ciudades pobres y de rápido crecimiento. La directora ejecutiva de
ONU Habitat, Anna Tibaijuka (2006), pidió a los profesionales de
la planificación que desarrollen un enfoque diferente que sea
favorable a los pobres e inclusivo, y que coloque la creación de
medios de vida en el centro de los esfuerzos de planificación.
Las razones por las que los sistemas de planificación urbana
han sido menos que adecuados para abordar los problemas en
las ciudades del Sur global son complejas y no siempre pueden
atribuirse a la planificación misma. Sin embargo, el hecho es
que en la mayoría de estas regiones los sistemas de
planificación existentes han sido heredados de gobiernos
coloniales anteriores o han sido adoptados de contextos del
Norte para adaptarse a fines políticos e ideológicos locales
particulares. Por lo tanto, no se ha prestado mucha atención a
la necesidad de que los sistemas de planificación sean
favorables a los pobres e inclusivos. En muchos casos, estos
enfoques y sistemas de planificación heredados se han
mantenido sin cambios durante un largo período de tiempo,
aunque el contexto en el que operan ha cambiado
significativamente.
Este artículo sostiene que se deben utilizar recursos
teóricos adicionales y alternativos para permitir a los
planificadores una mejor comprensión de las condiciones
urbanas ahora dominantes y proporcionar un marco para
pensar sobre las acciones de planificación. Sin embargo,
las intenciones de este artículo no son más que identificar
algunas líneas de pensamiento teórico potencialmente
útiles que contribuirán a este cambio y organizarlas
conceptualmente en relación con la noción de
'racionalidades en conflicto' (Watson, 2003, 2006). La
posición adoptada aquí es que se ha abierto una brecha
significativa entre los sistemas cada vez más tecnológicos
y comercializados de administración gubernamental,
prestación de servicios y planificación (incluidas, con
frecuencia, formas más antiguas de planificación) y la vida
cotidiana de una población urbana marginada y
empobrecida que sobrevive. en gran parte en condiciones
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de informalidad. La brecha entre los sistemas de planificación
arraigados (ya veces estáticos) y las nuevas formas de pobreza
urbana no es, por supuesto, la única de importancia. El espacio
urbano también está cada vez más conformado por el
funcionamiento del mercado y la industria inmobiliaria en las
ciudades, que pueden alinearse con las visiones urbanas
modernistas de los gobiernos de las ciudades, pero que hacen
poco para beneficiar o incluir a los pobres. Sugiero aquí que el
conflicto de racionalidades entre el Estado y el mercado (que
también pueden encontrarse en conflicto) y los esfuerzos de
supervivencia de los pobres y marginados hacen que la tarea de
satisfacer las demandas de ONU Hábitat sea particularmente difícil
y, por lo tanto, exige un replanteamiento fundamental de la
situación. papel de la planificación.
Este artículo considera la planificación como una
herramienta central a través de la cual el gobierno
gestiona territorios y poblaciones de fi nidos
espacialmente: la cuestión del poder está, por tanto,
indisolublemente ligada a la comprensión de los
sistemas de planificación. La posición particular sobre
el poder adoptada aquí (con escritores como Rose,
Scott y Corbridge) sostiene que estos 'problemas' en el
campo de la planificación no han surgido simplemente
porque los estados sean ignorantes o tardíos (aunque
esto puede suceder): más bien, puede haber una serie
de razones (que surgen dentro y fuera del estado) para
la continuación y manipulación de los derechos e
instituciones de planificación establecidos sobre la
tierra y, a veces, una fuerte resistencia a cambiarlos.
También con estos autores, sin embargo, esto no
implica que tal poder sea unidireccional o totalizador, o
siempre negativo o represivo. El espacio de resistencia
y lucha,
El artículo comienza contextualizando brevemente el
argumento de que los sistemas de planificación en muchas
partes del Sur global se consideran cada vez más inadecuados
y a menudo inapropiados. Luego pasa a argumentar que las
condiciones de las incidencias de la vida urbana
(particularmente, pero no solo en el Sur global) están sujetas a
nuevas fuerzas y están mostrando nuevas características.

que cualquier cambio en la planificación urbana debería
tener en cuenta. Si bien no se intenta aquí definir con
precisión cuáles serían estos cambios, el artículo sugiere
una forma de pensar sobre este tema que reconoce la
naturaleza de la 'interfaz' entre dos imperativos
importantes : el de la supervivencia y el de gobernar. El
argumento que se presenta aquí es que un punto de
partida para pensar en las posibilidades de la
planificación radica en comprender los potenciales que
surgen de la naturaleza muy variada de las interacciones
a través de esta interfaz.
La intención es, de manera bastante específica, no sugerir un
conjunto dual o múltiple de perspectivas de planificación (una
para el Norte global, otra para el Sur, etc.), particularmente dado
lo que parece ser una convergencia creciente de problemas
urbanos en un mundo globalizado. . Más bien, la intención es
pedir una ampliación del alcance del pensamiento de la
planificación mientras se basa específicamente en los contextos
altamente diferenciados dentro de los cuales trabajan los
planificadores. Por lo tanto, sugiero que una 'visión' de la
planificación desde fuera del corazón global donde tiene sus
orígenes —Es decir, una vista desde el Sur global— proporciona
una inquietud útil y necesaria de los supuestos dados por
sentado en la planificación, esenciales para un cambio
conceptual en la disciplina.
El problema de la planificación urbana
ONU Habitat (2009) y otras agencias similares pueden tener
motivos para pedir a los profesionales de la planificación
que reconsideren su papel en las ciudades del Sur que se
urbanizan rápidamente y se empobrecen.
Sorprendentemente, gran parte del Sur global, así como
partes del Norte, todavía utilizan variaciones de un enfoque
de planificación urbana que surgió en Europa y Estados
Unidos a principios del siglo XX, adaptado a formas de
gobierno y condiciones urbanas que han cambiado
significativamente.
Este enfoque de principios del siglo XX para la gestión de la tierra
urbana generalmente comprende un plan detallado de uso de la tierra
que describe el futuro deseado de
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VER DESDE EL SUR 2261
un área urbana dentro de unos 20 años y se sustenta en un
sistema regulatorio (zonificación) que asigna derechos de uso
del suelo y gestiona cualquier alteración de estos, de
conformidad con lo que se denomina un 'plan maestro'. 1 Casi
en todas partes, la planificación maestra ha traído consigo una
visión particular de la 'buena ciudad' que refleja
el pensamiento de los primeros modernistas urbanos como el
arquitecto francés Le Corbusier. 2 La forma urbana está
determinada por una preocupación por la estética (orden,
armonía, formalidad y simetría); e fi ciencia (especialización
funcional de áreas y movimiento, y libre circulación de tráfico); y
modernización (eliminación de barrios marginales, edificios
verticales o en torre, conectividad, abundantes espacios verdes
abiertos). A principios del siglo XX, la planificación maestra y la
zonificación, como herramientas para promover los ideales
modernistas urbanos, fueron adoptadas con entusiasmo por las
clases medias y comerciales que pudieron usarlas como una
forma de mantener los precios de las propiedades y prevenir la
invasión de los menos deseables de bajos ingresos. residentes,
minorías étnicas y comerciantes. En ese momento, se observó
que el supuesto objetivo de "bien público" de la planificación
había sido convertido por los ricos en una herramienta para
proteger el valor de sus propiedades y excluir a los pobres (Hall,
1988).
En algunas partes del Norte global, este enfoque de
planificación fue severamente criticado durante mediados del
siglo XX. Esto se debió en gran parte a que sus suposiciones
sobre la naturaleza y la dinámica de las ciudades, y la
capacidad de planificación para controlar las fuerzas del
mercado, no se habían mantenido, particularmente con la
retirada del keynesianismo. Surgieron nuevos enfoques de la
"planificación anticipada", como la "estructura" y los planes
"estratégicos" más flexibles, pero el concepto subyacente de
zonificación en general ha persistido. En los países del Sur
global, ha habido una larga historia en la planificación de la
transferencia de modelos, procesos, políticas y medidas
regulatorias desde el corazón imperial del Reino Unido,
Europa y los EE. UU. A otras partes del mundo (ver Nasr y
Volait, 2003; Ward, 2002). En estos contextos, la planificación
2262 VANESSAWATSON
se utilizó en parte para crear entornos urbanos aceptables
para los colonos extranjeros y también para extender el
control administrativo y las condiciones sanitarias al
creciente número de indígenas urbanos pobres. 3 En algunos
aspectos, los territorios imperiales (en particular los que
están bajo control francés) se utilizaron como laboratorios
para probar ideas sobre planificación y administración, para
su uso posterior en "casa". Los procesos de difusión nunca
fueron fluidos ni sencillos: las ideas en sí mismas eran a
menudo variadas y controvertidas, y se articulaban de
diferentes formas con los contextos a los que fueron
importadas.
En gran parte del Sur global, la planificación maestra, la
zonificación y las visiones del modernismo urbano siguen siendo la
norma. 4 Por ejemplo, muchos países africanos todavía tienen una
legislación de planificación basada en leyes de planificación
británicas o europeas de los años treinta o cuarenta, pero revisadas
sólo marginalmente. Los gobiernos poscoloniales tendieron a
reforzar y afianzar los planes espaciales coloniales y las
herramientas de gestión de la tierra, a veces de forma incluso más
rígida que los gobiernos coloniales (Njoh,
2003). De manera similar, en la India, aún persisten las
ordenanzas maestras de planificación y zonificación
introducidas bajo el dominio británico. Ansari (2004) señala que
unas 2000 ciudades indias ahora tienen planes maestros, todos
mostrando los problemas que hicieron que países como el
Reino Unido se alejaran de este enfoque y, sin embargo, la
tarea principal de los departamentos de planificación municipal
es producir más planes de este tipo. En otras partes del Sur
global, particularmente en América Latina, ha habido alguna
experimentación con nuevas formas de planificación maestra y
planificación estratégica, pero esta es la excepción más que la
regla.
En un estudio de nueve ciudades de África, Asia y América
Latina, Devas (2001) encontró que la mayoría tenía estándares
de planificación y construcción que no eran adecuados para los
pobres. Fernandes (2003) señala que, en efecto, la gente tiene
que salirse de la ley para asegurarse la tierra y la vivienda
debido a la naturaleza elitista de las ciudades.
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leyes de la tierra. Por lo tanto, se podría argumentar que los
propios gobiernos de las ciudades están produciendo
exclusión social y espacial como resultado de las leyes y
regulaciones inapropiadas que adoptan. Otros autores han
sugerido que este desajuste entre los requisitos de
planificación y la capacidad de los habitantes más pobres de
las ciudades para cumplirlos. , no es inocente. Yiftachel y
Yakobi (2003) sugieren que en los estados etnocráticos, y en
otros lugares, la informalidad urbana puede ser tolerada o
facilitada por los gobiernos, ya que les permite presentarse
como abiertos y democráticos y al mismo tiempo usar esto
como una estrategia de planificación para negar a grupos
particulares. acceso a derechos y servicios.
Por lo tanto, las formas más antiguas de planificación a
menudo se enfrentan a una contradicción: por un lado, las
formas burocráticas de arriba hacia abajo de control del uso de
la tierra y los planes rígidos se consideran obsoletos e
inapropiados en el contexto de las políticas de gobernanza del
siglo XXI y los entornos urbanos que cambian rápidamente y,
en muchos sentidos, esto es correcto; por otro lado, estos
mismos planes ofrecen protección a derechos de tierras
urbanos arraigados y exclusivos, promueven visiones
modernistas de la forma urbana que los promotores
inmobiliarios pueden apoyar y ofrecen un sistema regulador
que puede ser utilizado de manera oportunista por quienes
tienen poder político y económico. Las formas tradicionales de
planificación pueden, por tanto, parecer un dinosaurio en las
ciudades del siglo XXI, pero su persistencia no es accidental y
no se modificará fácilmente.
El nuevo contexto para la planificación
Las ciudades de todas las partes del mundo han cambiado
significativamente durante las últimas décadas. Las ciudades y
pueblos que experimentan una rápida urbanización en economías
débiles se han separado durante mucho tiempo (aparte de los
enclaves inélite) de las visiones de desarrollo ordenado y
modernismo urbano de tiempos anteriores. Como tasas de
urbanización y número de personas que viven en

Los barrios marginales urbanos aumentan rápidamente (ONU Habitat,
2003), 5 Existe una brecha cada vez mayor entre las normas y
objetivos que informan la planificación y las duras realidades de
la vida cotidiana en las ciudades del Sur global.
En 2008, por primera vez en la historia, la mayoría de la
población mundial vivía en ciudades y, en los próximos
años, el 90% de todo el nuevo crecimiento de la población
mundial se producirá en las ciudades. Sin embargo, es
significativo que la mayor parte de este crecimiento se
produzca en el Sur global. Una proporción en rápido
crecimiento de esta población será urbana: en 1950, menos
del 20% de la población de los países pobres vivía en
ciudades y pueblos, pero para 2030 esta cifra habrá
aumentado al 60% (National Research Council, 2003). La
implicación de estas cifras es que, globalmente, las
ciudades se convertirán cada vez más en concentraciones
de pobreza y desigualdad y, por tanto, en lugares
importantes para la intervención, pero al mismo tiempo
presentarán la gestión y la planificación urbanas con
problemas que no se han enfrentado antes.
Para agravar todos estos problemas, este rápido
crecimiento urbano se está produciendo en aquellas partes
del mundo menos capaces de hacer frente: en términos de
la capacidad de los gobiernos para proporcionar
infraestructura urbana, en términos de la capacidad de los
residentes urbanos para pagar por dichos servicios y en
términos de hacer frente a los desastres naturales. El
resultado inevitable ha sido el rápido crecimiento de los
"tugurios" urbanos, en referencia a condiciones de vida
física y ambientalmente inaceptables en asentamientos
informales y en zonas urbanas y residenciales más
antiguas. El Informe de ONU-Hábitat de 2003 afirma que el
32% de la población urbana mundial (924 millones de
personas en 2001) vive en barrios marginales con ingresos
extremadamente bajos y se ve directamente afectada tanto
por desastres ambientales como por crisis sociales. Las
nuevas formas de planificación deberán encontrar formas de
responder al crecimiento rápido e impredecible,
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VER DESDE EL SUR 2263
en proveedores comunitarios e informales, más que en el
estado.
Dentro de estos entornos urbanos en rápido
crecimiento y cambio, la naturaleza de la economía y
la sociedad también está cambiando. La globalización
de la economía y la liberalización del comercio
durante las últimas décadas han traído beneficios
económicos a algunas partes del Sur global ya
algunos grupos, pero también han logrado ampliar las
brechas entre las regiones geográficas y dentro de
ellas. Los países que registran crecimiento económico
también informan de un número creciente de
desempleados y hogares en situación de pobreza,
junto con un 'sector' informal floreciente que incluye
cada vez más a hogares previamente clasificados
como clase media (National Research Council, 2003).
Al-Sayyad y Roy (2003) sostienen que estas
tendencias económicas recientes han dado lugar a
una informalidad explosiva en las ciudades del Sur
que está adoptando formas bastante diferentes a las
que ha tenido en el pasado. Parece haber nuevos
procesos de polarización dentro de la economía
informal, con empresarios informales moviéndose
hacia sectores abandonados por los sectores público
y privado formal, pero muchos también engrosan las
filas de las actividades de "supervivencia". En efecto,
la informalidad (en términos de formas de generación
de ingresos, formas de asentamiento y vivienda y
formas de negociar la vida en la ciudad) se ha
convertido en el modo de comportamiento dominante;
en muchos centros urbanos ahora es la norma y ya no
la excepción ( Roy, 2005; Al-Sayyad y Roy, 2003;
Yiftachel y Yacobi, 2003). La liberalización económica
y las crecientes desigualdades de ingresos han tenido
implicaciones obvias en términos de altos niveles de
pobreza e inseguridad, pero también tienen
implicaciones para otros aspectos de la vida social y
política. En un contexto de economías formales en
contracción,
2264 VANESSAWATSON

y continuamente maniobrar, negociar y proteger los sociedad en un contexto de profundización de la diferencia (Watson,

espacios de oportunidad que se han creado (Simone, 2006).

2000, 2004). La competencia intensificada, sostiene
Simone, significa que los procesos económicos y
políticos de todo tipo se abren a la negociación y la
informalización. Las redes con el Estado se vuelven
particularmente valiosas, tanto para negociar el acceso
preferencial a los recursos como para evitar el control y
la regulación, con el resultado de que, cada vez más
Sin embargo, es vital para la planificación reconocer que la
sociedad civil adopta formas muy diferentes en diferentes
partes del mundo. En partes de África, sugiere de Boeck
(1996, p. 93), las dicotomías entendidas como estado /
sociedad o legal / ilegal ya no capturan la realidad. En un
mundo “cada vez más 'exótico', complejo y caótico que
parece anunciar el final de la vida social y el tejido social
como la mayoría de nosotros lo conocemos”, el estado es
solo uno (a menudo más débil)

Las instituciones públicas no son vistas como públicas sino como un lugar de autoridad junto con el dominio tradicional de grupos
de interés específicos, y
de hecho, se convierten en sitios para acumuladores privados, señores de la guerra y mafias. Definiciones de lación y ventaja
lo legal y lo ilegal cambian constantemente según los grupos
(Simone, 2000, p. 7).
que estén ejerciendo el poder en ese momento. Incluso en
La relación entre el Estado y los ciudadanos, y entre los contextos que son menos `` caóticos '' que estos, los
actores formales e informales, se vuelve así subcodificada investigadores señalan hasta qué punto la delincuencia y la
y regulada, dependiente de procesos complejos de violencia urbanas, a menudo apoyadas por sindicatos de
establecimiento de alianzas y ruptura de acuerdos, y drogas y armas, han provocado una disminución de la
particularmente resistente a la reconfiguración a través de cohesión social y un aumento de los conflictos y la
instrumentos de política y planificación e intervenciones inseguridad (National Research Council , 2003). Los
externas. enfoques de planificación participativa que se basan en el
supuesto de que la sociedad civil es definible, relativamente
Como resultado, los supuestos de una sociedad civil organizada, homogénea y activa en la búsqueda de
relativamente estable, cohesionada y respetuosa de la consensos, han subestimado con frecuencia la complejidad
ley, de la cual dependen la aplicación de la planificación social y el conflicto en tales partes del mundo (Cooke y
regulatoria y el apoyo a la visión urbana modernista, Kothari, 2001).
también deben cuestionarse. En las ciudades tanto del
Norte como del Sur globales, las divisiones sociales han
ido en aumento, en parte como resultado de las De particular importancia para la planificación, es que el
corrientes migratorias internacionales y el crecimiento crecimiento urbano y el cambio socioeconómico ha
de grupos étnicos minoritarios en las ciudades y en impactado en el cambio socioespacial en las ciudades de
parte debido a las crecientes desigualdades de ingresos manera dramática, pero con fuerzas globales mediadas por el
y empleo que se han cruzado con la etnia y la identidad contexto local. Sin embargo, en esencia, los planificadores y
en varias maneras. Así, las suposiciones en la década administradores urbanos se han enfrentado a nuevas formas
de 1960 de que las minorías culturales eventualmente y procesos espaciales, cuyos impulsores a menudo se
se asimilarían, dieron paso en la década de 1990 a la encuentran fuera del control del gobierno local.
aceptación (al menos en la literatura de planificación)
del multiculturalismo persistente (Sandercock, 1998) en
las ciudades y las ideas sobre las formas en que los El cambio socioespacial parece haber tenido lugar
planificadores podrían involucrarse con la cultura. principalmente en la dirección de la fragmentación,
diferencia. separación y especialización de funciones y usos en las
ciudades, con la polarización del mercado laboral (y por lo
tanto la desigualdad de ingresos) reflejada en grandes
diferencias.

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entre las áreas más ricas y las más pobres. Marcuse
(2006) contrasta las áreas suburbanas y
gentrificadas de alto nivel con las zonas de
vecindad, enclaves étnicos y guetos; y áreas
construidas para el sector de producción y servicios
avanzados, y para el entretenimiento y la venta
minorista de lujo, con áreas más antiguas de
industria en declive, talleres clandestinos y negocios
informales. Si bien gran parte de esto representa el
juego de las 'fuerzas del mercado' en las ciudades y
la lógica de la especulación inmobiliaria y de la
tierra, también es una respuesta a las políticas
locales que han intentado posicionar las ciudades a
nivel mundial y atraer nuevas inversiones. Los
enfoques de política urbana de 'ciudad competitiva'
tienen como objetivo atraer inversiones globales,
turistas y una élite residencial a través de
desarrollos inmobiliarios de lujo, muelles, centros de
convenciones y la mercantilización de la cultura y el
patrimonio (Kipfer y Keil, 2002).
En muchas ciudades más pobres, las formas espaciales son
impulsadas en gran medida por los esfuerzos de los hogares de
bajos ingresos para asegurar tierras que sean asequibles y en
una ubicación razonable. Este proceso está dando lugar a
formas urbanas completamente nuevas ('ruralopolitas') a medida
que el campo mismo comienza a urbanizarse, como en vastas
extensiones de zonas rurales de India, Bangladesh, Pakistán,
China, Indonesia, Egipto, Ruanda y muchos otros países más
pobres (véase Qadeer, 2004). . Asimismo, las grandes ciudades
se extienden e incorporan pueblos cercanos que conducen a
continuos cinturones de asentamiento (como el corredor de
barrios marginales de Abidján a Ibadan, que contiene 70
millones de personas y constituye la aglomeración urbana de
Lagos; ver Davis, 2004), y como el los pobres buscan un punto
de apoyo en las áreas urbanas principalmente en el borde
urbano. Son estas periferias urbanas en expansión, casi en su
totalidad sin servicios y sin regulación,
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VER DESDE EL SUR 2265
se denomina asentamiento de tugurios y es en estas áreas donde
se está produciendo la mayor parte del crecimiento urbano. Este
tipo de áreas son imposiblemente costosas de planificar y dar
servicio de manera convencional, dada la forma de asentamiento,
e incluso si esa capacidad existiera, pocos podrían permitirse
pagar por tales servicios. De hecho, el atractivo de este tipo de
ubicaciones para los hogares pobres es que pueden evitar los
costos asociados con los sistemas formales y regulados de suelo
urbano y prestación de servicios.
El contexto de gobierno y administración también muestra
cambios importantes (así como continuidades) que son
relevantes para la planificación. La planificación y el
modernismo urbano surgieron originalmente en contextos del
Norte global caracterizados por gobiernos democráticos
liberales relativamente fuertes y estables, a menudo con
políticas de bienestar integral, y en los que las tasas de
crecimiento y cambio urbano eran relativamente lentas,
predecibles y susceptibles de control regulatorio. En las
últimas tres décadas, y estrechamente vinculadas a los
procesos de globalización, se han producido
transformaciones significativas en el gobierno en muchas
partes del mundo, lo que las ha convertido en escenarios
muy diferentes de aquellos en los que se concibió
originalmente la planificación.
El cambio más comúnmente reconocido ha sido la
expansión del sistema político urbano de 'gobierno' a
'gobernanza', que en el Norte global representa una
respuesta a la creciente complejidad de gobernar en
un contexto globalizador y multiescalar, así como la
participación de un variedad de actores no estatales
en el proceso de gobernar. En el Sur global, entender
'el Estado' implica comprender el discurso de la
agenda de reforma neoliberal que se ha promovido a
través de las principales agencias de ayuda y
desarrollo y que ha pasado por las tres fases
descritas como 'ajuste estructural', 'buena gobernanza
'y más recientemente' capital social '(Slater, 2004).
Estas "modalidades cambiantes del pensamiento
neoliberal",
2266 VANESSAWATSON
Slater argumenta, no se han reemplazado entre sí, introducen una nueva, o tal vez recién enmarcada, sino que representan
una extensión de la
terreno discursivo [para que] al principio los hegemonice. En un nivel, estos valores el estado y la sociedad civil han
del siglo XXI, la economía, la
sido representados
y situado como parte de un régimen en evolución de
verdad (Slater, 2004, p. 98).
Las implicaciones de estas tres fases para las relaciones entre
el Estado y la sociedad han sido profundas y se han extendido
mucho más allá de las reformas técnicas del Estado y la
economía para abarcar también la (continua) inculcación de los
valores occidentales.
Al mismo tiempo, es importante la continuidad con los regímenes
de gobernanza anteriores y, a veces, regionalmente distintos. No hay
duda de que los procesos de colonización e imperialismo cambiaron
fundamentalmente las relaciones entre partes del mundo,
articulándose con estructuras sociales y de gobierno preexistentes en
territorios colonizados de múltiples y complejas formas. Estas
historias continúan expresándose a través de patrones de
desigualdad que afectan a la economía y la sociedad y, lo que es más
importante, el respeto por el conocimiento y la experiencia (Connell,
2007). Las fuentes autorizadas para pensar en el desarrollo y la
planificación urbanos, así como en lo que constituye una ciudad
moderna deseable, también reflejan estas desigualdades y explican
en parte el predominio de ideas particulares en este campo. A medida
que surgen nuevas potencias imperiales y comienzan a hacerse sentir
(por ejemplo, China en África), Es probable que los regímenes
regionales de gobierno y economía vuelvan a cambiar, estableciendo
nuevas relaciones tanto con una nueva metrópoli como con la
ciudadanía local. Dentro de la literatura posdesarrollo, el surgimiento
del estado neoliberalizado en partes del Sur global se ha utilizado
para explicar el fracaso repetido de los proyectos de desarrollo, la
ampliación de las desigualdades y la despolitización del esfuerzo de
desarrollo (Escobar, 2004; Nederveen Pieterse, 2000; Nustad, 2001;
Schuurman, 2000). El neoliberalismo, argumentan estos autores,
parece la ampliación de las desigualdades y la despolitización del
esfuerzo de desarrollo (Escobar, 2004; Nederveen Pieterse, 2000;
Nustad, 2001; Schuurman, 2000). El neoliberalismo, argumentan
estos autores, parece la ampliación de las desigualdades y la
despolitización del esfuerzo de desarrollo (Escobar, 2004; Nederveen
Pieterse, 2000; Nustad, 2001; Schuurman, 2000). El neoliberalismo,
argumentan estos autores, parece
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conjunto de valores para la conducción de la vida política, social y
económica y para buscar activamente
cambio institucional directo: minimizar el rol del Estado;
fomentar mecanismos de regulación no estatales; privatizar
los servicios públicos; crear políticas en lugar de prestar
servicios; introduciendo formas de gestión del desempeño,
etc., pero a otro nivel buscan penetrar más. Brown (2003)
aboga por el reconocimiento de una nueva racionalidad
política neoliberal que es un modo de gobernanza que no se
limita al estado sino que también produce sujetos, formas
de ciudadanía y comportamiento, y una nueva organización
de lo social. La esencia de estos valores es el sometimiento
de todas las esferas de la vida (incluidas la política y la
personal) a una racionalidad económica o de mercado, de
tal manera que todas las acciones se convierten en
acciones empresariales racionales, vistas en términos de la
lógica de la oferta y la demanda.
Por supuesto, hay partes importantes del mundo donde el
modelo de Estado neoliberalizado no se sostiene. Si bien
ciertas regiones de China están comenzando a mostrar estas
características, se ha argumentado que la 'racionalidad
política' dominante en este país sigue siendo una en la que
una sociedad civil independiente es difícil de definir, dado que
la familia es vista como parte integral de y una extensión
directa del estado (Leaf, 2005). Los regímenes teocráticos
(como Irán) también operan dentro de una racionalidad
política y una concepción de la sociedad civil bastante
diferentes, al igual que los regímenes etnocráticos (Yiftachel,
2006a). Estos cambios han tenido profundas implicaciones
para la planificación urbana, que a menudo se ha presentado
como una reliquia del antiguo modelo de estado de bienestar
y como un obstáculo para el desarrollo económico y la
libertad de mercado. En un contexto en el que el poder de los
gobiernos para dirigir el desarrollo urbano ha disminuido con
el retroceso de la economía keynesiana, la planificación se ha
visto impopular y marginada. También se ha encontrado en el
corazón de situaciones contradictorias.

presiones sobre el gobierno local para promover la
competitividad económica urbana, por un lado, mientras
que, por el otro, hacer frente a las consecuencias de la
globalización en forma de creciente exclusión social,
pobreza, desempleo y rápido crecimiento de la población, a
menudo en un contexto de requisitos no financiados y
severos limitaciones de capacidad del gobierno local (Beall,
2002).
Conceptualizando 'con fl icto
Racionalidades '
El propósito de este artículo es considerar qué
líneas de pensamiento se pueden aplicar para
comprender lo que se percibe como una incapacidad
de las prácticas de planificación actuales para
abordar los problemas que enfrentan
particularmente las ciudades del Sur global, pero
cada vez más ciudades en muchas partes del
mundo. . Sugiero que esta exploración requiere una
comprensión de un 'conflicto de racionalidades' que
surge en la interfaz entre, por un lado, los sistemas
tecno-gerenciales y comercializados actuales de
administración gubernamental y provisión de
servicios (en aquellas partes del mundo donde estos
se aplican) y, por el otro, las poblaciones urbanas
marginadas y empobrecidas que sobreviven en gran
medida en condiciones de informalidad. Si bien la
comprensión de la planificación como parte de la
racionalidad del gobierno (gubernamentalidad) no es
nueva en la literatura sobre planificación (ver Huxley,
2006, 2007),
Bridge (2005) desarrolla un concepto de racionalidad
que remonta a la Escuela de Chicago, a Dewey y a
Habermas, quienes propusieron una escisión entre la
racionalidad instrumental del sistema (racionalidad
económica y racionalidad burocrática) y la racionalidad
comunicativa del mundo de la vida. . Bridge defiende
una visión algo diferente de la racionalidad
comunicativa, que se aleja de la dicotomía de
Habermas; que "involucra cuerpos
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VER DESDE EL SUR 2267
y gestos, así como habla y pensamiento ”(Bridge, 2005, p.
6); que entiende estas acciones comunicativas como
cualidades de una situación y contexto particular más que
como cualidades universales; que acepta el disenso como
parte de una situación comunicativa tanto como el
consenso; y que (basándose en trabajos recientes de
feministas pragmáticas) considera que la acción
comunicativa está implicada en los sistemas de dispersión
del poder (en un sentido foucaultiano) además de estar en la
resistencia al poder. Al relacionar estas ideas con la
comprensión de la ciudad y el espacio, Bridge sostiene que
la racionalidad no se limita necesariamente a "una
comunidad", ya que los miembros operan en diversas
comunidades que se superponen y chocan de diversas
formas. Del mismo modo, las distinciones nítidas entre
estructura y agencia se disuelven
un enfoque en el poder que trabaja a través de redes
sociales / técnicas y en la constitución del yo.
Esta perspectiva de la racionalidad es útil para enmarcar
una forma de pensar acerca de las racionalidades en
conflicto en los entornos en los que opera la planificación.
También ayuda a argumentar que, para fines analíticos, la
teoría de la planificación debe partir del supuesto de un
modelo de sociedad en conflicto, en lugar del modelo de
consenso predominante. Trabajar en la teoría de la
planificación que aboga por una visión 'agonista' de la
sociedad: la "permanencia del conflicto, la no reciprocidad y
la dominación" (Hillier, pág.
2003, pág. 37) - ha comenzado a moverse en esta
dirección. También para propósitos normativos, hay
argumentos de que el objetivo del consenso en los procesos
de planificación debe tratarse con cautela. Si bien la
planificación ciertamente no buscaría crear deliberadamente
un conflicto (aunque a veces esto es inevitable), puede
haber circunstancias en las que el consenso Los procesos
impulsados sirven para marginar más que para incluir.
Hillier (2003, p. 51) se basa en Lacan para argumentar que
el conflicto debe reconocerse y no eliminarse mediante el
“establecimiento de un consenso autoritario”. Porter ha
argumentado, en el contexto de Australia, que un
2268 VANESSAWATSON
proceso que asume que todas las partes interesadas, los megaproyectos, es esencial si se quiere que desempeñe un papel que incluya
al propietario tradicional indígena en estas nuevas condiciones urbanas. grupo, tener la misma voz
no logra apreciar su estatus único como ori - muchas áreas urbanas del sur han incorporado propietarios ginales de un país
que fue arrebatado de
ellos por el Estado colonial moderno (Porter, dentro de ellos racionalidades que, en muchos
2006, pág. 389).
El argumento, entonces, es que los planificadores
(particularmente, pero no solo, en las ciudades del Sur
global) están ubicados dentro de una tensión fundamental
—un conflicto de racionalidades— entre la lógica de
gobernar 6 y la lógica de la supervivencia (muy diversa y
superpuesta), en la que gobernar tiene que ver con el
control
y desarrollo y en el que el desarrollo está generalmente
impulsado por nociones de modernización y la creación de
comunidades "adecuadas" que viven y trabajan en entornos
urbanos "adecuados" (Watson, 2003). Pila et al. ( 1999) se
refieren gráficamente a los intentos de los funcionarios del
gobierno de extender la red del desarrollo formalizado y
regulado sobre lo que a menudo se denomina la ciudad ``
informal '' o, a veces, `` rebelde '' (¿o incontrolable?),
'informal' representa los esfuerzos de supervivencia de
aquellos excluidos o incluidos sólo parcial o temporalmente
en formas regulares y seguras de generación de ingresos (o
la economía 'formal'). Con una reestructuración de los
mercados laborales que se está produciendo en muchas
ciudades, esta informalidad está alcanzando nuevas escalas
y nuevas formas en las áreas urbanas de todas partes del
mundo. En efecto, la informalidad (en términos de formas de
generación de ingresos, formas de asentamiento y vivienda
y formas de negociar la vida en la ciudad) se ha convertido
en el modo de comportamiento dominante; en muchos
centros urbanos es ahora y ya no es la excepción (Roy,
2005; Al-Sayyad y Roy, 2003; Yiftachel y Yacobi, 2003).
Encontrar una forma en que la planificación pueda funcionar
con la informalidad, apoyando los esfuerzos de
supervivencia de los pobres urbanos en lugar de
obstaculizarlos mediante la regulación o desplazarlos con
los
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Por el contrario, los sistemas técnicos y
administrativos de gobierno que ahora operan en
casos, han sido heredados de otros contextos (a menudo del
Norte) y están fuertemente moldeados por el neoliberalismo. La
mercantilización y privatización de los servicios y la
infraestructura, la promoción constante de formas urbanas
modernas, la insistencia en la tenencia de propiedad absoluta y
la reconversión de los ciudadanos urbanos como consumidores
urbanos, son parte de este cambio. Sin embargo, es
significativo que la planificación como "una tecnología espacial
del gobierno liberal" (Huxley,
2007, pág. 134) sigue ligada a estas intervenciones, en
las que una perspectiva de 'gubernamentalidad' es útil
para comprender el funcionamiento del poder, a veces
contradictorio, que puede dirigirse tanto al ordenamiento
y control del espacio como a su desarrollo y mejora.
generalmente moldeada por alguna u otra visión urbana
utópica (Huxley, 2007; Dean, 1999, en Huxley, 2007).
Las formas de planificación tradicionales y orientadas al
control, por tanto, encuentran su lugar en los gobiernos
modernos, donde pueden servir tanto para fines
progresistas como regresivos.
Hasta la fecha, la teoría dominante de la planificación ha
proporcionado poca orientación a los planificadores que
trabajan dentro de tales tensiones y pocos informantes para la
reconceptualización de los sistemas de planificación urbana
(Harrison, 2006; Roy, 2005; Watson, 2002a; Yiftachel, 2006b).
Por lo tanto, una tarea central para los teóricos urbanos y de la
planificación es explorar los conceptos analíticos, evaluativos e
interventivos que podrían ayudar a los planificadores que se
enfrentan a racionalidades tan conflictivas, prestando atención
a lo que puede denominarse la `` interfaz '' entre la racionalidad
del gobierno y la racionalidad de la supervivencia. . Sin
embargo, es importante que esta noción de interfaz no
establezca un binario cuestionable: entre una 'voluntad de
ordenar' y algo que

se le escapa (Osborne y Rose, 2004). Si bien los sistemas
de administración, planificación y prestación de servicios
tecno-gerenciales y comercializados a menudo parecen
ser completamente sólidos en sus propios términos, y
pueden seguir las 'mejores prácticas internacionales', los
problemas surgen en el punto en el que interactúan con
un sistema altamente diferenciado y 'situado 'ciudadanía
urbana. Las respuestas a estas intervenciones son
siempre variadas: las personas en su vida cotidiana se
involucran con los sistemas de formas diversas e
impredecibles, haciendo uso de ellos, rechazándolos o
hibridándolos en una multitud de formas. Es donde se
producen los vínculos a través de la interfaz donde surgen
algunas de las posibilidades más interesantes de
comprensión y aprendizaje. Esto plantea una serie de
preguntas. ¿Cómo entendemos y conceptualizamos esta
interfaz entre racionalidades en conflicto,
genera? ¿Cómo empezamos también a ser capaces de
identificar dónde hay una articulación de intereses o
beneficios a través de la interfaz y, por lo tanto, dónde los
procesos y resultados de intervención pueden evaluarse
como beneficiosos o destructivos? Además, ¿qué líneas
conceptuales y recursos teóricos podrían reunirse en una
"organización de perspectivas", para comprender lo que
sucede y lo que podría suceder en la interfaz?
Algunas fuentes potencialmente útiles para estas
perspectivas teóricas se encuentran dentro de la teoría de
planificación existente, pero esta fuente es insuficiente. La
brecha histórica entre la teoría de la planificación, que se
ha originado en gran medida en el Norte global y está
dirigida a él, y la teoría del desarrollo (y posdesarrollo), a
menudo también originada en el Norte global, pero dirigida
principalmente a los problemas de las ciudades y regiones
en el Sur global es empobrecedor. Esta división intelectual
tiene paralelos con la identificada por Robinson (2006)
entre el campo de los estudios urbanos, que se basa en
particular en las ciudades globales de 'Occidente' para
explorar y celebrar la modernidad urbana, y el ámbito
urbano.
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VER DESDE EL SUR 2269
literatura sobre desarrollo relacionada con políticas para
mejorar la vida en las ciudades, especialmente para los más
pobres, y generalmente en las ciudades del Sur. Si la teoría
de la planificación quiere asegurar su relevancia en lo que se
está convirtiendo rápidamente en la condición urbana
dominante a nivel mundial, entonces también debe superar
esta división y comprometerse con teorías que buscan
comprender y abordar los problemas socioespaciales y
ambientales que enfrentan lo que ahora es el la mayoría de la
población urbana del mundo.
La siguiente sección del artículo identifica algunas
líneas teóricas que podrían reunirse para comprender la
naturaleza de este choque de racionalidades, entre la
voluntad de sobrevivir y la voluntad de gobernar.
La interfaz: una zona de
encuentro y disputa
Este artículo sugiere que una preocupación central de la
planificación es cómo ubicarse en relación con las
racionalidades en conflicto: entre, por un lado,
organizaciones, instituciones e individuos moldeados por la
racionalidad del gobierno (y, en las economías de mercado,
la modernización, la mercantilización y la liberalización). ,
dentro de un contexto global conformado por desigualdades
históricas y relaciones de poder (como el colonialismo y el
imperialismo) y, por otro lado, organizaciones, instituciones
e individuos conformados por (la racionalidad de) la
necesidad y el deseo de sobrevivir y prosperar (en general,
pobres 'y los' informales '). No estoy sugiriendo que estas
sean las únicas racionalidades en juego o en conflicto en
las ciudades (Bridge,
2005), pero sugiero que son claves para la planificación.
También es indudable que los individuos no están fijos
en posiciones a ambos lados de alguna división
imaginaria. El punto de Bridge (2005) de que los
individuos ocupan comunidades diversas es relevante
aquí. Por ejemplo, no es extraño que los funcionarios del
gobierno vivan en un asentamiento informal o tugurio, o
realicen actividades informales
2270 VANESSAWATSON
actividades generadoras de ingresos durante o después de las horas
de trabajo formales.
La interfaz es una zona de encuentro y disputa entre estas
racionalidades y está configurada por el ejercicio del poder. Para los
pobres y los informales, es una zona de resistencia, de evasión o de
apropiación. Es el punto en el que los esfuerzos estatales de
desarrollo y modernización urbana (prestación de servicios formales,
vivienda, sistemas de tenencia), administración urbana o control
político (recaudación de impuestos y tasas de servicio, ordenación
territorial, regulación de la salud y educación de la población, etc. ) y
la regulación y penetración del mercado, son satisfechas o
confrontadas por sus 'poblaciones objetivo' de diversas y complejas
formas, y estas respuestas a su vez dan forma a la naturaleza de las
intervenciones. La naturaleza de las interacciones en la interfaz
puede variar mucho: algunos productos o intervenciones políticas
pueden ser de beneficio directo y mejorar la vida de los hogares
pobres sin imponer cargas innecesarias (la increíble difusión de los
teléfonos móviles incluso en los hogares más pobres sugiere que esta
tecnología se articula estrechamente con las necesidades sentidas);
algunas intervenciones (mejoramiento de asentamientos informales o
'renovación urbana') pueden beneficiar a algunos hogares pero
pueden resultar en el traslado forzoso de otros y, a menudo, en la
imposición de costos que muchos no pueden afrontar, y esto puede
encontrar resistencia; algunas intervenciones pueden apropiarse e
hibridarse de modo que sean útiles en formas que nunca se habían
previsto o pretendido. algunas intervenciones (mejoramiento de
asentamientos informales o 'renovación urbana') pueden beneficiar a
algunos hogares, pero pueden resultar en el traslado forzoso de otros
y, a menudo, en la imposición de costos que muchos no pueden
afrontar, y esto puede encontrar resistencia; algunas intervenciones
pueden apropiarse e hibridarse de modo que sean útiles en formas
que nunca se habían previsto o pretendido. algunas intervenciones
(mejoramiento de asentamientos informales o 'renovación urbana')
pueden beneficiar a algunos hogares, pero pueden resultar en el
de estas
traslado forzoso de otros y, a menudo, en la imposición de costos que muchos
no pueden
Una ilustración de cómo se pueden apropiar e hibridar
las intervenciones es evidente en la forma en que los
mercados de tierras formales e informales están
comenzando a trabajar juntos en Enugu, Nigeria (Ikejiofor,
2008; Nwanunobi
et al., 2004). Encontrar formas de entregar suelo urbano es una
cuestión fundamental en las ciudades que se urbanizan rápidamente,
ya que los mecanismos formales de planificación no pueden
satisfacer la demanda de suministro de suelo (solo satisface el 15%
de la demanda).
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en Enugu) y generalmente imponen costos que la mayoría de los
hogares no pueden cubrir. Además, la individualización de los
derechos de propiedad que se produce a través de la entrega
formal de tierras transforma las relaciones sociales y económicas
en formas a veces problemáticas. Por lo tanto, gran parte de la
tierra urbana se entrega a través de mecanismos informales, pero
esto puede conducir a conflictos y patrones de uso de la tierra que
son difíciles de atender. Además, la tenencia informal de tierras
impide el recurso a los tribunales para resolver conflictos, una
opción que está disponible cuando la tenencia es formal.
En Enugu, los actores del sector informal (consuetudinario)
han comenzado a desarrollar prácticas que se relacionan más
estrechamente con el sistema formal del mercado de tierras. Los
líderes comunitarios están asegurando disposiciones ordenadas,
formas de registro de transferencia de tierras y seguridad de
tenencia. Además, están surgiendo intrincadas relaciones entre
las estructuras gubernamentales, las instituciones territoriales
formales y los grupos indígenas terratenientes. Ahora es posible
obtener títulos formales de tierras adquiridas a través de fuentes
consuetudinarias a través del Ministerio de Tierras, Topografía y
Urbanismo, que consultará a la comunidad terrateniente y el
registro que llevan la mayoría de las comunidades. Si no hay
objeciones de la comunidad, el Ministerio emitirá una escritura
de propiedad si el terreno se encuentra dentro de un terreno
aprobado, o un certificado de ocupación.
si no es. Las comunidades indígenas de Enugu han
comenzado a "tomar prestado" de las reglas formales y las
prácticas de desarrollo de la tierra importadas para
resolver problemas internos. Debería ser posible aprender
prácticas
adaptativas
afrontar, enencontrar
y esto puede la 'interfaz' entre algunas intervenciones pue
resistencia;
diferentes sistemas, para desarrollar enfoques de
desarrollo urbano que sean más apropiados a las
condiciones de las ciudades pobres y de rápida
urbanización. Las perspectivas teóricas que han tratado de
comprender la naturaleza de esta interfaz, incorporando un
reconocimiento de poder, son útiles aquí. Arce y Long
(2000) desarrollan una perspectiva antropológica sobre el
encuentro entre visiones occidentales de

la modernidad y la modi operandi de otros ('armas de los débiles' para Scott; 'silenciosos repertorios
enculturales.
las ideas y prácticas de la modernidad se apropian en
sí mismas y se reintegran en prácticas situadas
localmente, acelerando así la fragmentación y
dispersión de la modernidad en modernidades en
constante proliferación (Arce y Long, 2000, p. 1).
Por tanto, la gente no experimenta la llegada de la
'modernidad' como algo que simplemente puede reemplazar
su mundo 'antiguo' o preexistente.
yuxtaponen e interrelacionan diferentes materialidades y
tipos de agencia y abrazan aspectos de la modernidad y la
tradición juntos; podría agregarse, a menudo poniendo en
primer plano elementos que ofrecen oportunidades para el
ejercicio del poder.
Desde el campo de los estudios críticos de desarrollo,
Corbridge et al. ( 2005) realizan un trabajo etnográfico
detallado en la India para analizar la naturaleza de los
encuentros entre el Estado y los pobres y para preguntar
cómo los ciudadanos más pobres 'ven al Estado'. Examinan
las nuevas "tecnologías humanas de gobierno" en la India
(asociadas con una agenda de buen gobierno y desarrollo)
para encontrar dónde se están creando o permanecen
cerrados nuevos espacios de ciudadanía. Esto implica
trabajar en ambos lados de la interfaz, mirar al 'gobierno en
la práctica' y ver cómo el estado importa a las personas oa
las personas, o dónde es algo que se debe evitar o temer.
Se enfocan específicamente en la cotidianidad de cómo las
personas habitan y encuentran el estado, por ejemplo,
cómo un adivasi mujer negocia una cita con un sakar, cómo
puede tener que recurrir a un agente local para hacerlo y
cómo la tratan en un encuentro formal. Incrustado en el
trabajo de Scott y Rose (que siguen un concepto de poder
descentrado y disperso), así como en el trabajo de una
variante de la escuela posterior al desarrollo (incluida
Corbridge et al., 2005; Williams,
2004 y otros) es la creencia de que el poder nunca
puede ser totalizador. Por tanto, siempre existe la
posibilidad de resistencia y lucha.
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VER DESDE EL SUR 2271
croachment 'para Bayat) y de ahí la apertura del espacio
para otros resultados. Corbridge et al.
(2005) argumentan que la agenda de 'buen gobierno'
en partes de India, por ejemplo, ha
abrió posibilidades de mejora en el
vidas de los pobres. En otras partes de la India
no lo ha hecho y de ahí la necesidad de una investigación
fundamentada sobre las 'prácticas de gobierno' y las
respuestas a ellas (cómo la gente común ve y considera al
Estado) para determinar qué hace esta diferencia. Osborne
y Rose (1999) —Corbridge et al. dibujar signi fi cativamente
en Rose 7 - señale un punto relacionado: las estrategias
liberales avanzadas de gobierno, siguiendo la lógica del
mercado, conciben a los ciudadanos como activos en su
propio gobierno incurriendo en derechos y obligaciones en
los que "los derechos a la ciudad tienen tanto que ver con
deberes como con derechos". (Osborne y Rose,
1999, pág. 752). Estas estrategias de gobierno son
intrínsecamente ambiguas, ya que lo que exigen a los
ciudadanos puede ser "rechazado, revertido o redirigido", y
puede "conectarse" y "desestabilizar circuitos de poder más
amplios".
Por supuesto, la cuestión de la interacción
Estado-sociedad en torno a las intervenciones
planificadas ha sido una de las principales
preocupaciones de la teoría de la planificación en
forma de 'teoría de la planificación comunicativa' o
'planificación colaborativa', asociada particularmente
con el trabajo de Forester (1999), Innes (2004). ),
Healey (1997) y otros. También dentro de la teoría del
desarrollo, el concepto de participación pública en
proyectos de desarrollo ha sido una preocupación
central (ver especialmente el trabajo de Robert
Chambers, 1997) y, en algunas partes del Sur, la
participación se ha convertido en una parte aceptada
del gobierno y la agencia internacional. discurso. Sin
embargo, aunque las dos áreas de teorización (en
planificación y en desarrollo) han estado lidiando con
los mismos problemas, ha habido muy poca conexión
entre ellas. Ambos, y en particular la teoría de la
planificación,
2272 VANESSAWATSON
Los procesos pueden involucrar a los planificadores y
trabajadores del desarrollo, junto con los ciudadanos o las
partes interesadas, como una forma de trabajar hacia planes y
proyectos aceptables. El reconocimiento de que hay 'voces
diferentes' dentro de la sociedad civil que representan lo que
pueden ser puntos de vista válidos y valiosos es de vital
importancia en el Sur, donde las intervenciones de planificación
y desarrollo en el pasado a menudo han sido de arriba hacia
abajo o impuestas. Sin embargo, ahora existe un importante
cuerpo de crítica en ambas literaturas que apunta a las
limitaciones de estos procesos: las dificultades para alcanzar
un consenso significativo, especialmente en contextos de
'diferencias profundas' (Watson, 2003, pág.
2006); las diversas formas de sociedad civil y los diferentes
enfoques de la resistencia organizada (Bayat, 2004); la
necesidad de reconocer el poder (Flyvbjerg, 1998; Yiftachel,
1998); el problema de depositar una fe indebida en los
procesos a expensas de los resultados; y la necesidad de
considerar cuestiones más amplias de sostenibilidad y equidad
que pueden escapar a los procesos locales (Fraser,
2005). El cambio en la teoría de la planificación de
un modelo de sociedad asumido por consenso y
hacia uno que, en cambio, asume el conflicto y el
"agonismo", ya se ha mencionado anteriormente.
Los teóricos del desarrollo han acusado a los
ejercicios participativos de ser una forma de
despolitización y un mecanismo encubierto para
promover los objetivos de la liberalización (por
ejemplo, Cooke y Kothari, 2001). Williams (2004)
proporciona un resumen útil de estos argumentos en
la teoría del desarrollo, pero argumenta, siguiendo
un ejemplo. El concepto foucaultiano del poder, que
el espacio para las consecuencias no deseadas de
la participación, positivas o negativas, está siempre
presente, aboga por un proceso de examen de las
formas en que las prácticas de desarrollo
participativo se desarrollan en situaciones concretas
y una búsqueda de oportunidades para su
repolitización. .
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Entender lo que sucede en el inter-
cara y cómo las intervenciones de planificación tienen un impacto
positivo, negativo o se combinan para adaptarse a contextos locales
particulares, requiere una investigación como la llevada a cabo por
Corbridge et al.
(2005) y otros: estudio de caso cualitativo, profundo y
fundamentado sobre las interacciones entre el estado y la
sociedad y las "prácticas dispersas de gobierno". 8 Requiere que
quienes están en el campo de la planificación se basen en esta
literatura sureña más amplia y consideren cómo un
entendimiento como éste puede ayudar a remodelar el
pensamiento y la acción de la planificación.
Conclusión
Este artículo representa un primer intento de delimitar el
terreno para un cambio en la teoría y la práctica de la
planificación que reconoce: en primer lugar, que los
enfoques de planificación que se han originado en el Norte
global se basan frecuentemente en supuestos sobre
contextos urbanos que no son válidos en otras partes del
mundo (y a menudo ya no se mantiene en el Norte también);
En segundo lugar, que la transición demográfica global, por
la cual las ciudades del sur y su dinámica de crecimiento son
ahora dominantes
la realidad, requiere que la planificación dirija su atención a
este tipo de cuestiones; En tercer lugar, que la marcada
división en estas ciudades entre una población cada vez más
informalizada y marginada y sistemas de gobierno
tecno-gerenciales y mercantilizados (dentro de los cuales
formas de planificación más antiguas y persistentes ocupan
una posición a veces contradictoria) da lugar a un `` conflicto
de racionalidades ''. Este conflicto entre las racionalidades del
gobierno y la administración, y las racionalidades de la
supervivencia (de aquellos que son pobres y marginados),
ofrece una forma de entender por qué, con tanta frecuencia,
las intervenciones de política y planificación sofisticadas y de
`` mejores prácticas '' tienen resultados no deseados (que es
sin negar que otras intenciones menos explícitas pueden estar
impulsando estas intervenciones).
 VER DESDE EL SUR 2273

Otro argumento central de este artículo es que Sudáfrica y partes de América Latina. A partir de 1986, el
expandir la teorización en la planificación para Programa de Gestión Urbana de la ONU también hizo

incorporar cuestiones del Sur global requiere esfuerzos, en varias partes del mundo, para introducir una
planificación anticipada más flexible e integrada. El éxito ha
aprovechar otras literaturas. Aquí, la literatura sobre
sido parcial (ONU Habitat, 2005).
estudios de desarrollo (y posdesarrollo), que ha
tendido a centrarse en cuestiones del Sur global,
5. Así como las nuevas amenazas inminentes del cambio climático y el
ofrece
agotamiento de los recursos naturales.
oportunidades de hormigas. Cambiando el concepto de
6. Se puede argumentar que la lógica de gobernar toma
Convertir las racionalidades en conflicto en una herramienta diferentes formas en países con diferentes sistemas
analítica y normativa útil para la planificación requiere una sociopolíticos y en algunas partes del mundo puede ser
comprensión de lo que sucede en la interfaz entre estos ejercida solo débilmente, pero que siempre está presente en
imperativos y formas. algún grado.
en el que dicha interacción puede tomar formas positivas, 7. Rose trabaja dentro de un marco foucaultiano de formas negativas
o hibridadas. Hebras de (ver Rose, 1999).

8. La literatura sobre desarrollo puede ser importante. También, ver Watson (2002b) para el uso de casos
estudiar investigación en planificación.
contribución a esta comprensión. La sugerencia aquí es que
la comprensión de estas interacciones (los espacios de
ciudadanía, los éxitos de la invasión, las grietas, los Referencias
espacios y momentos de la práctica alternativa, o las
Al-Sayyad, N. y Roy, A. (Eds) (2003) Urbano
hibridaciones positivas) puede proporcionar una base
Informalidad: perspectivas transnacionales de Oriente
importante a partir de la cual desarrollar conocimientos
Medio, América Latina y Asia del Sur.
nuevos y normativos para la planificación. . El paso más allá
Boulder, CO: Lexington Books.
de esto será explorar cómo equilibramos
Ansari, J. (2004) Es hora de un nuevo enfoque en
India, Debate sobre hábitat, 10, pág. 15.
ance estas iniciativas posiblemente pequeñas con Arce, A. y Long, N. (Eds) (2000) Antropología,
los imperativos más amplios del agotamiento de los recursos, la Desarrollo y Modernidades. Londres: Routledge.
crisis ambiental y las crecientes desigualdades de ingresos

mundiales. Bayat, A. (2004) Globalización y política

Notas
1. El concepto de zonificación del uso de la tierra, un elemento
básico de la planificación maestra, se originó en Alemania y fue
adoptado con gran entusiasmo en Estados Unidos, Gran Bretaña
y Europa a principios del siglo XX. Posteriormente tomó
diferentes formas en diferentes partes del mundo. Véase Booth
(2007) para obtener una explicación de por qué el derecho
urbanístico británico se desarrolló de forma diferente al derecho
urbanístico europeo.
2. La Carta de Atenas (iniciada en 1928) y luego fuertemente
influenciada por Le Corbusier, fue un documento importante
(en 1944) en términos de establecer principios urbanos
modernistas.
3. Véase Huxley (2006) sobre el papel 'sanitario' de la planificación.
4. Aunque la planificación maestra ha dado paso a diversas formas
de planificación estratégica en Australia,
de los informales en el Sur global, en: N. AlSayyad y A.
Roy (Eds) Informalidad urbana: perspectivas
transnacionales desde el Medio Oriente, América Latina y
Asia del Sur, págs. 79–102. Boulder, CO: Lexington Books.
Beall, J. (2002) Globalización y exclusión social
en las ciudades: enmarcar el debate con lecciones de África y
Asia, Medio Ambiente y Urbanización,
14, págs. 41–51.
Boeck, F. de (1996) Poscolonialismo, poder y
identidad: perspectivas locales y globales de Zaire, en:
R. Werbner y T. Ranger (Eds)
Identidades poscoloniales en África, págs. 75-106. Londres:
Zed Books.
Booth, P. (2007) El control de la discreción: plan-
y la tradición del common law, Teoría de la planificación, 6,
págs. 127-145.
Puente, G. (2005) Razón en la ciudad de la diferencia
ence: Pragmatismo, Acción Comunicativa y Urbanismo
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