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UNIVERSIDAD CATÓLICA DE SANTA FE

SEDE RECONQUISTA

Facultad: Ciencias Económicas


Carrera: Contador Público
Cátedra: Teología Dogmática
Profesor: Diego Luciano Carneiro Rodriguez
Tema: UNIDAD F “El Dios Trinitario de Jesucristo”
Fecha de entrega: 30/10
Integrantes: Micaela Miskevish y Agostina Díaz
CONSIGNAS
1. Tomar una unidad y desarrollarla en relación con las demás unidades vistas (segundo
cuatrimestre a partir del NT). Tiene que tener el mayor vínculo posible y su
justificación. Se puede hacer PowerPoint o distintas formas de defensa.
2. Elegir una problemática de nuestro tiempo y plantear una reflexión a partir de lo visto
en clase que puede iluminar y aportar una ayuda a su solución.
UNIDAD F: El Dios Trinitario de Jesucristo
El Dios trinitario es el Dios de la fe y el de la razón. Cada uno de ellos tiene su legitimidad y su
autonomía, pues no es posible pensar en el Dios de la revelación cristiana como Dios trinitario
separado totalmente de la pregunta por el Dios que han buscado los filósofos.

CREACIÓN
DIOS DESDE LA PERSPECTIVA DEL NUEVO TESTAMENTO
➔ Dios creador de todo: evoca el señorío de Dios en un clima de oración y alabanza.
Como acción de gracias invoca al Señor que hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que
hay en ellos.
➔ Dios arquitecto del mundo: es un punto referencial para distinguir lo que sigue a la
creación de lo que la precede Antes de la creación del mundo existe la eternidad
divina.
➔ Dios crea por la palabra: así lo interpretan muchos autores y es dueño absoluto.
➔ La confianza en su providencia: se lo presenta a Dios como el protector de los
humildes que ponen en él su esperanza

CRISTO CENTRO DE LA CREACIÓN:

La gran novedad del NT es la visión cristocéntrica de la creación «El NT no es sólo la


interpretación del AT, sino que lo sobrepasa y es su cumplimiento "Últimamente, Dios ha
hablado por su Hijo", y en esta palabra se contiene algo que antes no era posible decir acerca
de la creación.

Se puede afirmar que desde la fe cristiana la creación, en su origen y en su fin, se comprende


desde el misterio de la encarnación. Cristo es el que revela el misterio del mundo y de la
historia. Creación y Alianza Nueva o Salvación no sólo no se contraponen, sino que están
íntimamente relacionadas. La creación en sí misma camina hacia Cristo. La salvación es el
término de la creación.

Dios es totalmente libre al crear, tiene doble libertad: la interior y la exterior. Es decir, nada
existe fuera de Dios que le pueda coaccionar al crear.

La creación libre es una afirmación de la trascendencia de Dios. Aparece más clara la distinción
entre Dios y el mundo, el absoluto dominio por parte de Dios de la materia. Todo monismo y
emanatismo queda descartado al afirmar la libertad del acto creador.

 Emanantismo: Doctrina panteísta según la cual todas las cosas proceden de Dios por
emanación.
 Monismo: Concepción común a todos los sistemas filosóficos que tratan de reducir
los seres y fenómenos del universo a una idea o sustancia única, de la cual derivan y
con la cual se identifican.

También la omnipotencia de Dios resplandece en el dogma de la creación libre. Él hace todo


cuanto quiere y como quiere, porque nada se resiste al imperio de su palabra.
Para el cristiano creer en la creación libre es creer en el amor. Es poner al comienzo de la
existencia el amor infinito de Dios y así el mundo entero queda inmerso en el amor.

Afirmar la creación de la nada es negar todo sustrato creacionista. No hay ninguna materia que
preceda al acto creador. Esto no quiere decir que la creación entera en su forma actual haya
brotado de las manos de Dios. La negación de todo sustrato se refiere al ser de las cosas, no a
sus formas.

Nada hay que tenga categoría de ser en el mundo que no haya sido creado por Dios. La
creación evolutiva no se opone a la creación de la nada, porque en la evolución no aumenta el
ser del mundo sino su perfección.

Dios está por encima del mundo, pero al mismo tiempo dentro de él. No hay nada en lo creado
que se escape a su presencia y acción.

La acción creadora de Dios no es puntual. El mundo no está creado de una vez para siempre.
La absoluta dependencia de la creatura del Creador requiere, por parte de éste, una
continuación de la acción inicial, que hizo pasar al mundo del no ser al ser. A esto llamamos
creación continuada.

EL FIN DE LA CREACIÓN

Hay dos puntos que conviene tener claros desde el principio:

➔ El mundo no tiene fin en sí mismo, sino en Dios, porque si Dios, al crear, pretende
como fin último el bien de la creatura, se hace en cierto modo dependiente de ella, lo
cual está en contradicción con la trascendencia de Dios.
➔ Dios no se beneficia en nada de la creación, ni busca nada en ella. Su infinitud y
felicidad intrínseca no permite suponer que busque algo fuera de sí. Cuando se afirma
que Dios crea para su gloria, no hay que entender esta expresión como si Dios buscase
algo en lo no-divino, que de alguna manera contribuyera a su perfección

Este problema del fin del mundo ha de comprenderse desde el cristocentrismo de la creación.
Dios en su estructura íntima trinitaria es esencialmente diálogo de comunicación entre las tres
divinas personas.

Esa misma forma de ser, comunicativo, dialogal, le impulsa a salir del cerco de la divinidad para
comunicarse al mundo. Por eso la creación entera es la autocomunicación de Dios, en virtud
de su ser amor. Dios comunica su bondad y, al comunicarla, la manifiesta.

En este proceso de autocomunicación de Dios a lo no-divino el hombre ocupa un puesto


excepcional entre todas las creaturas. Él es la imagen más perfecta de Dios por su racionalidad,
participa de una manera especial de la autocomunicación de Dios y puede captar los destellos
de esa divinidad en las cosas creadas.
CREATURA DE DIOS
"Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, hombre y mujer los creó"

De todas las criaturas visibles sólo el hombre es "capaz de conocer y amar a su Creador" es la
"única criatura en la tierra a la que Dios ha amado por sí misma"; sólo él está llamado a
participar, por el conocimiento y el amor, en la vida de Dios. Para este fin ha sido creado y ésta
es la razón fundamental de su dignidad

Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona; no es
solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente y
entrar en comunión con otras personas; y es llamado, por la gracia, a una alianza con su
Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor que ningún otro ser puede dar en su lugar.

ALMA Y CUERPO: REALIDAD UNITARIA PROFUNDÍSIMA


El cuerpo del hombre participa de la dignidad de la "imagen de Dios": es cuerpo humano
precisamente porque está animado por el alma espiritual, y es toda la persona humana la que
está destinada a ser, en el Cuerpo de Cristo, el templo del Espíritu.

La persona humana, creada a imagen de Dios, es un ser a la vez corporal y espiritual. El relato
bíblico expresa esta realidad con un lenguaje simbólico cuando afirma que "Dios formó al
hombre con polvo del suelo e insufló en sus narices aliento de vida y resultó el hombre un ser
viviente". Por tanto, el hombre en su totalidad es querido por Dios.
La unidad del alma y del cuerpo es tan profunda que se debe considerar al alma como la
"forma" del cuerpo, es decir, gracias al alma espiritual, la materia que integra el cuerpo es un
cuerpo humano y viviente; en el hombre, el espíritu y la materia no son dos naturalezas
unidas, sino que su unión constituye una única naturaleza.
La Iglesia enseña que cada alma espiritual es directamente creada por Dios -no es "producida"
por los padres—, y que es inmortal no perece cuando se separa del cuerpo en la muerte, y se
unirá de nuevo al cuerpo en la resurrección final.

En el Símbolo de la fe, la Iglesia confiesa el misterio de la Santísima Trinidad y su "designio


benevolente" sobre toda la creación: El Padre realiza el "misterio de su voluntad" dando a su
Hijo Amado y al Espíritu Santo para la salvación del mundo y para la gloria de su Nombre.

Por eso, en la liturgia de la Iglesia, Cristo significa y realiza principalmente su misterio pascual.
Durante su vida terrestre Jesús anunciaba con su enseñanza y anticipaba con sus actos el
misterio pascual. El misterio pascual de Cristo, por el contrario, no puede permanecer
solamente en el pasado.

Es el Misterio de Cristo lo que la Iglesia anuncia y celebra en su liturgia a fin de que los fieles
vivan de él y den testimonio del mismo en el mundo: “En efecto, la liturgia, por medio de la
cual "se ejerce la obra de nuestra redención", sobre todo en el divino sacrificio de la Eucaristía,
contribuye mucho a que los fieles, en su vida, expresen y manifiesten a los demás el misterio
de Cristo y la naturaleza genuina de la verdadera Iglesia”.

Jesús envió a sus discípulos a evangelizar a todas las naciones. Esta misión la llevan a cabo no
en forma aislada, sino como “iglesia” o “comunidad” del Señor. Las comunidades cristianas en
cuanto tales fueron las destinatarias y continuadoras del envío y proclamación de un mismo y
único Evangelio viviente.
LA TRINIDAD EN LA VIDA DE LA IGLESIA
La vida de la Iglesia comienza con el bautismo. Toda la vida litúrgica de la Iglesia gira en torno
al Sacrificio Eucarístico y los sacramentos. Hay en la Iglesia siete sacramentos: Bautismo,
Confirmación o Crismación, Eucaristía, Penitencia, Unción de los enfermos, Orden sacerdotal y
Matrimonio

Los sacramentos son "de la Iglesia" en el doble sentido de que existen "por ella" y "para ella".
Existen "por la Iglesia" porque ella es el sacramento de la acción de Cristo que actúa en ella
gracias a la misión del Espíritu Santo. Y existen "para la Iglesia", porque ellos son "sacramentos
que la constituyen", ya que manifiestan y comunican a los hombres, sobre todo en la
Eucaristía, el misterio de la Comunión del Dios Amor, uno en tres Personas.

Los cristianos cuando son bautizados lo son en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo. No en los nombres de estos. Porque solo hay un Dios, la Santísima Trinidad.

La vida cristiana comienza a partir de tres sacramentos de iniciación: Bautismo, Confirmación y


Eucaristía.

El santo Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el espíritu


("vitae spiritualis ianua") y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. Por el
Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser
miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión. Esto es
lo que se conoce como “Escatología Individual” (con el bautismo recibe el cristiano una nueva
vida espiritual que es la misma “vida eterna”, en la tierra vida de la gracia, en el cielo vida de la
gloria)

La iniciación cristiana se realiza mediante el conjunto de tres sacramentos: el Bautismo, que es


el comienzo de la vida nueva; la Confirmación, que es su afianzamiento; y la Eucaristía, que
alimenta al discípulo con el Cuerpo y la Sangre de Cristo para ser transformado en Él.

Los que padecen la muerte a causa de la fe, los catecúmenos y todos los hombres que, bajo el
impulso de la gracia, sin conocer la Iglesia, buscan sinceramente a Dios y se esfuerzan por
cumplir su voluntad, pueden salvarse, aunque no hayan recibido el Bautismo.

Con el Bautismo y la Eucaristía, el sacramento de la Confirmación constituye el conjunto de los


"sacramentos de la iniciación cristiana", cuya unidad debe ser salvaguardada. Es preciso, pues,
explicar a los fieles que la recepción de este sacramento es necesaria para la plenitud de la
gracia bautismal. En efecto, a los bautizados "el sacramento de la Confirmación los une más
íntimamente a la Iglesia y los enriquece con una fortaleza especial del Espíritu Santo. De esta
forma quedan obligados aún más, como auténticos testigos de Cristo, a extender y defender la
fe con sus palabras y sus obras". La catequesis está intrínsecamente unida a toda la acción
litúrgica y sacramental, porque es en los sacramentos, y sobre todo en la Eucaristía, donde
Jesucristo actúa en plenitud para la transformación de los hombres.

La Confirmación, como el Bautismo, imprime en el alma del cristiano un signo espiritual o


carácter indeleble; por eso este sacramento sólo se puede recibir una vez en la vida.

MISTERIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD


El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana. Es el
misterio de Dios en sí mismo y, por ende, es la fuente de todos los otros misterios de la fe.
Misterio: en el sentido de la teología no es que sea hago oculto, como que no se quiera que se
sepa, sino que como es de Dios, nuestra razón no alcanza a ver todo. Siempre el misterio de
Dios nos va a seguir mostrando algo a medida que nuestra razón avanza en su conocimiento.

“Otros misterios de la fe”: ejemplos de estos serían la “Encarnación”, la Crucifixión, Muerte y


Resurrección de Jesús.

El objetivo fundamental al que tiende la teología consiste en presentar la inteligencia de la


Revelación el contenido de la fe. Por tanto, el verdadero centro de su reflexión será la
contemplación del misterio mismo de Dios Trino. A Él se llega reflexionando sobre el misterio
de la encarnación del Hijo de Dios: sobre su hacerse hombre y el consiguiente caminar hacia la
pasión y muerte, misterio que desembocará en su gloriosa resurrección y ascensión a la
derecha del Padre, de donde enviará al Espíritu de la verdad para constituir y animar a su
Iglesia.

ENCARNACIÓN
El Verbo se encarnó para salvarnos reconciliándonos con Dios: "Dios nos amó y nos envió a su
Hijo como propiciación por nuestros pecados". "El Padre envió a su Hijo para ser salvador del
mundo". "Él se manifestó para quitar los pecados"

➔ El Verbo se encarnó para que nosotros conociéramos así el amor de Dios.


➔ El Verbo se encarnó para ser nuestro modelo de santidad.
➔ El Verbo se encarnó para hacernos partícipes de la naturaleza divina.

Volviendo a tomar la frase de san Juan "El Verbo se encarnó", la Iglesia llama "Encarnación" al
hecho de que el Hijo de Dios haya asumido una naturaleza humana para llevar a cabo por ella
nuestra salvación.

Él se hizo verdaderamente hombre sin dejar de ser verdaderamente Dios. Jesucristo es


verdadero Dios y hombre.

Por lo tanto, las herejías son reducciones del misterio de Jesucristo, a especulaciones
humanas.

MISTERIO PASCUAL: Muerte de Jesús.

El acto de Jesús es un signo de autoridad y de cumplimiento escatológico en un sentido y de


anticipación del banquete mesiánico del Reino futuro en otro.

La experiencia eclesial interpreta la acción e intención de Jesús con tres motivos


veterotestamentarios de fondo: la sangre de la alianza; la nueva alianza; los cantos del siervo
de Yahvé.

Para lograr la comprensión del destino de Jesús y su interpretación posterior es esencial no


solo el hecho sino el modo de su muerte, el cual fue la crucifixión.

La crucifixión era utilizada sólo en los casos más graves como la deserción frente al enemigo, la
traición de un secreto de Estado o la incitación a la sublevación. Se aplicaba sólo a las clases
bajas. Para los judíos, estar crucificado era una maldición de Dios y había que enterrarlo el
mismo día.
Muchos autores se cuestionan quién fue el culpable de la muerte de Jesús. Sin embargo, hoy
podemos afirmar que todos los pecadores fueron los autores de la Pasión de Cristo.

Dios le hizo pecado por nosotros: Jesús asume el pecado del ser humano para sanar la ruptura
de la relación Dios-Ser humano. Él tiene la iniciativa del amor redentor universal; “en esto
consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino que él nos amó y envió a su
Hijo como propiciación por nuestros pecados”. Desde el primer instante de su Encarnación el
Hijo acepta el designio divino de salvación en su misión redentora. La muerte de Cristo es el
sacrificio único y definitivo.

RESURRECCIÓN
La resurrección de Jesús es la verdad culminante de nuestra fe en cristo, creída y vivida por la
primera comunidad cristiana como verdad central, transmitida como fundamental por la
tradición, establecida en los documentos del nuevo testamento, predicada como parte
esencial del misterio pascual al mismo tiempo que la cruz.

«La historia de la salvación es la misma historia del camino y del modo con el que el Dios
verdadero y uno: Padre, Hijo y Espíritu Santo se revela a los hombres, apartados por el pecado,
y los reconcilia y los une a Sí».

La Trinidad es un misterio de fe en sentido estricto, uno de los misterios escondidos en Dios,


"que no pueden ser conocidos si no son revelados desde lo alto" - Concilio Vaticano I.

Algunas formas de nombrar a Jesús son las siguientes:

JESÚS: Quiere decir en hebreo “Dios salva”. El ángel Gabriel le dio como nombre propio el
nombre de Jesús que expresa a la vez su identidad y su misión. El nombre de Jesús significa
que el Nombre mismo de Dios está presente en la Persona de su Hijo.

CRISTO: Cristo viene de la traducción griega del término hebreo "Mesías" que quiere decir
"ungido". Pasa a ser nombre propio de Jesús porque Él cumple perfectamente la misión divina
que esa palabra significa. En efecto, en Israel eran ungidos en el nombre de Dios los que le
eran consagrados para una misión que habían recibido de Él.

HIJO ÚNICO DE DIOS: Hijo de Dios, en el Antiguo Testamento, es un título dado a los ángeles,
al pueblo elegido, a los hijos de Israel y a sus reyes. Significa entonces una filiación adoptiva
que establece entre Dios y su criatura unas relaciones de una intimidad particular.

SEÑOR: En la traducción griega de los libros del Antiguo Testamento, el nombre inefable con el
cual Dios se reveló a Moisés, YHWH, es traducido por Kyrios ["Señor"]. Señor se convierte
desde entonces en el nombre más habitual para designar la divinidad misma del Dios de Israel.
El Nuevo Testamento utiliza en este sentido fuerte el título "Señor" para el Padre, pero lo
emplea también, y aquí está la novedad, para Jesús reconociéndolo como Dios.

¿CRISTO FUNDÓ O NO LA IGLESIA?


Pero el centro de la cuestión entonces no es la fundación o no, sino que el eje es la misión de
la Iglesia. Jesús anunció el Reino y sus discípulos absorbieron ese mensaje. Y ante la
Resurrección comprendieron que Jesús era el Reino. De ahí que tomando la misión de su
Maestro continúan anunciando el Reino, pero ahora en la persona de Cristo.
En base a lo que desarrollamos hasta el momento, sabemos que Dios ha enviado a su Hijo con
el fin de sanar la relación con los hombres. Por esto es que podemos decir que hay una
estrecha relación con lo que se comprende como “Evangelio”. Este término significa “el
portador de buenas noticias”, ya que los cristianos confiesan que Jesús de Nazaret es el Mesías
enviado por el Padre para anunciar su reinado y llevar a la plenitud la obra de la salvación,
iniciada en el pueblo de Israel y destinada al mundo entero.

A partir del acontecimiento Pascual y Pentecostés, el Evangelio adquiere una nueva


significación en dichas comunidades: el “Anunciante” o “Mensajero” Jesucristo pasa a ser el
“anuncio” o “mensaje”, es decir, el Evangelizador, se convierte en el Evangelio que las
comunidades proclaman.

El día de Pentecostés, por la efusión del Espíritu Santo, la Iglesia se manifiesta al mundo. El don
del Espíritu inaugura un tiempo nuevo en la "dispensación del Misterio": el tiempo de la
Iglesia, durante el cual Cristo manifiesta, hace presente y comunica su obra de salvación
mediante la Liturgia de su Iglesia, "hasta que él venga".

Durante este tiempo de la Iglesia, Cristo vive y actúa en su Iglesia y con ella ya de una manera
nueva, la propia de este tiempo nuevo. Actúa por los sacramentos; esto es lo que la Tradición
común de Oriente y Occidente llama "la Economía sacramental"; esta consiste en la
comunicación (o "dispensación") de los frutos del Misterio pascual de Cristo en la celebración
de la liturgia "sacramental" de la Iglesia.

En el evangelio proclamado contiene un escrito fundamental el cual abarca desde el


nacimiento con la venida del Espíritu Santo, sus acciones, estilo de vida e inclusive su muerte y
resurrección que permitió la salvación. Su estructura consta de varias cartas de distintos
apóstoles.

Ahora destacaremos algunas de las características de las Cartas de Pablo, el cual tenía como
misión predicar y enseñar sobre Cristo.

CARTAS DE PABLO
CONTENIDO – TIPOS

ENSEÑANZAS ÉTICAS Y MORALES

➔ No bastan las formas y las repeticiones de Pablo para instruir a las iglesias / personas
de cómo se debe vivir “en Cristo”. Pablo denuncia la inmoralidad sexual (1 Cor 5-6),
avaricia, idolatría y pasiones cómo esas prácticas que no le corresponden a los que han
sido santificados (Colosenses 3).
➔ Estas denuncias también están fuertemente ligadas con el vivir “en el Espíritu”. Para
Pablo, el fruto del Espíritu (Gálatas) y el caminar en el Espíritu y no en la carne (Efesios)
eran el llamado digno del cristiano. Aquí también podemos agregar las instrucciones
para vivir en santidad (1 Tes 4), el presentar nuestros cuerpos como sacrificios vivos
(Rom 12) y los códigos domésticos que exigen un comportamiento ético de esclavos,
esposos, esposas, mujeres y ciudadanos.

EL EVANGELIO DE JESUCRISTO
➔ El tema principal de varias cartas Paulinas tiene que ver con una explicación o
descripción de lo que es el evangelio de Jesucristo. Romanos es el ejemplo mayor de
como Pablo entiende la ira / salvación de Dios, el pecado del ser humano y el sacrificio
de Jesús.

LA SEGUNDA VENIDA DE JESÚS Y LA ERA VENIDERA

➔ Pablo toca este tema principalmente en dos cartas (1 y 2 Tesalonicenses) pero aún su
visión escatológica aparece en casi todas sus cartas.

➔ La visión de Pablo fue sumamente escatológica y sus cartas reflejan la preocupación y


la certitud que él tenía de que un día cambiaríamos nuestros cuerpos débiles por unos
más gloriosos (1 Cor 15)

LA DENUNCIA DE ENSEÑANZAS HERÉTICAS

➔ En dos de sus cartas (Gálatas y Colosenses junto con algunas breves menciones en
Filipenses), Pablo se dirige a la iglesia para enderezarla en su camino espiritual y a la
vez denunciar las corrientes teológicas dañinas que habían infiltrado en la comunidad.
Estas herejías tenían un sabor judío que buscaban unir las prácticas del judaísmo
antiguo con la nueva fe establecida en Jesucristo.

➔ Entre otras también la de advertir sobre los falsos maestros y esas enseñanzas, que
componen la gran parte de 1 y 2 Timoteo y Tito.

LA ARMONÍA Y UNIÓN ENTRE LOS MIEMBROS DE LA IGLESIA

➔ Este es un tema que Pablo repite en varias ocasiones. Casi todo el contenido de 1
Corintios se dedica a sanar las divisiones que habían surgido en varias áreas entre los
miembros de la iglesia.
➔ Además, el llamado a la humildad (Filipenses), al amor para los hermanos / hermanas,
a la igualdad y a cuidar al hermano débil resaltan este deseo de unión.
2.

En la actualidad, vemos muchas situaciones en que las personas caen en las adicciones sin
importar la edad, el género y la clase social. Las adicciones se refieren al comportamiento
compulsivo de consumir una sustancia o llevar una actividad a pesar de las consecuencias
negativas que pueda conllevar.

En este caso, nos centraremos en la adicción a las drogas ya que es un hecho que vemos de
manera más cercana debido a que en nuestra localidad, son los jóvenes, las personas más
vulnerables, los cuales se ven impulsados a entrar al mundo de las drogas por diversos factores
como el estrés, el entorno social, la soledad, problemas familiares y la facilidad de acceder a
ellas.

¿Qué significa ser un “buen samaritano”?

La respuesta que da la Biblia: “La expresión buen samaritano se suele usar para referirse a una
persona que ayuda a los que lo necesitan”. Esta expresión proviene de una parábola o historia
que Jesús contó para enseñar que un buen prójimo muestra compasión y ayuda a otros sin
importar su origen.

En la Argentina, se pueden ver distintas fundaciones de Buen Samaritano, que tiene como
objetivo ayudar a las personas para reincorporarse a la sociedad y que puedan salir de la
adicción. Esta ayuda consiste en un enfoque multidisciplinario que incluye terapia psicológica,
apoyo médico y programas que los incentiven y apoyen en el proceso de tener una mejor
calidad de vida.

¿Qué hacen las fundaciones de “Buen Samaritano”?

Dichas fundaciones no solo se ocupan de ayudar a personas con adicciones, sino que también
de aquellas que estén atravesando por situaciones difíciles o graves en su vida.

➔ Brindan cuidado profesional, integral y humanizado a quienes atraviesan la última


etapa de enfermedades graves.
➔ Trabajan por la recuperación y la integración social, familiar y laboral de las personas
con problemas de salud mental.
➔ Atienden y cuidan a personas sin recursos económicos de manera gratuita.

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