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Autor: Ricardo Ernesto Alder Pardo

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INDICE

LOS ENEMIGOS DEL SER

PRESENTACIÓN ............................................................... 2
PROLOGO ........................................................................ 3
EJERCICIO DEL “NO” ...................................................... 9
LA INQUIETUD ............................................................... 15
LA PREOCUPACION ....................................................... 22
ORGULLO, VANIDAD Y SOBERBIA. ............................... 30
LA PEREZA .................................................................... 38
LA ENVIDIA .................................................................... 42
LA IRA ............................................................................ 48
LOS EXCESOS ............................................................... 55
LA CODICIA ................................................................... 61
EL EGOISMO ................................................................. 68
LA IMPACIENCIA ............................................................ 73
EL ODIO......................................................................... 82
LA MENTIRA .................................................................. 88
EL MIEDO ...................................................................... 95
EPILOGO ...................................................................... 102

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LOS ENEMGOS DEL SER

Los Maestros Eternos se reúnen en el Mundo Celeste bajo


el nombre de la Gran Fraternidad Blanca para expresar a los
hombres el Mensaje Eterno de Luz y Amor, comunicándoles El
Gran Destino de Los Iniciados, Guiándolos; Iluminándolos en El
Camino del Bien y de La Eternidad.

En esta oportunidad, se han reunido para traducir parte de


ese Mensaje y para recordar a los Hermanos lo que tantas veces
y en tantos siglos se les ha enseñado.

Un discípulo jamás debe olvidar la Enseñanza Eterna y


“VIVIRLA ES SU SUPREMO DESTINO”.

ORACIÓN

Dios y Maestros,
Dadme en el día de hoy
La calidad suficiente
Para vibrar de emoción y sentimiento,
Para entender a los demás,
Para dar a cada cual lo mejor de mí,
Para tener paciencia,
Para saber escuchar,
Para darle a cada uno,
Un momento,
Una palabra,
Una ilusión.

Proyectado, por Astral encomienda, al Valle de la Inquietud de


Materia para que a través de Pureza se llegue a SER el que se
DEBE SER, y al final decir SOY EL QUE SOY.

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PROLOGO

En el nombre de Dios Todopoderoso, y en el de la Gran


Fraternidad Blanca, nos hemos acercado a los Hermanos para
darles instrucción sobre los peligros más frecuentes que se
pueden encontrar en la vida y en el Trabajo Espiritual, los que
reciben el nombre de “Los enemigos del Ser” porque en él se
describen sucinta y claramente los aspectos de la personalidad
en los que más hay que trabajar y esforzarse para eliminarlos y
establecer un equilibrio.

Este trabajo presenta dos facetas diferenciadas:

1) Instrucción sobre los enemigos del Ser, y observación de


cómo actúan en la vida de materia. Se formulan la descripción de
éstos y de los daños y aspectos negativos que traen consigo,
asociaciones y examen de su forma de actuar. Esta parte del
Trabajo, va destinada sobre todo a aquellos Hermanos que
acaban de empezar, pero también a los antiguos, puesto que
nunca viene mal un repaso personal, siempre hay pequeñas o
grandes cuestiones pendientes que se van dejando a los lados del
Camino y conviene a veces echar la vista atrás para retomarlas y
terminar de resolverlas.

2) La segunda faceta se refiere a las influencias negativas


que causan los enemigos del Ser en el Trabajo Espiritual. En ella
se tratan escuetamente algunos peligros y los errores que se
cometen frecuentemente al trabajar en este orden.

Esto representa una innovación, en el sentido de que no se


había hecho una observación tan “desde afuera” como en esta
ocasión, y a la vez tan especialmente referida al Trabajo de los
hermanos, y es por ello que esta parte de la instrucción va más
dirigida hacia aquellos que llevan más tiempo trabajando.

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Este estudio, sólo se refiere sucintamente a los aspectos
negativos más frecuentes en los seres, y los enemigos más
peligrosos que se encontrarán en la búsqueda del Verdadero Ser
Superior. Por supuesto, esto no es todo lo que vemos y sentimos
respecto a los seres; más adelante se dará instrucción también
sobre los múltiples aspectos que dan elevación y dignidad al Ser
y a su vida en materia, y que le ayudan a hacerse mejor y crecer.
Se ha empezado por los enemigos del Ser, porque cuando se está
librando una batalla es urgente e imprescindible conocer lo mejor
posible a nuestros adversarios. Cuando se conoce de verdad al
“enemigo” y se arroja la Luz de la Conciencia sobre él, muchas
veces desaparece por sí solo. Otras veces está más arraigado,
más “pegado” y hace falta insistir un poco más, pero en todo caso,
el primer paso hacia la liberación es el conocer: conocer y SABER
qué aspectos negativos nos estorban y nos impiden llegar a “ser
el que se es”.

Cuando se elimine lo menor, y se equilibre lo que no está en


orden, la elevación vendrá por sí sola. Por eso es tan importante
luchar para observarse y conocerse lo mejor posible hasta que no
exista ni una sombra dentro de nosotros mismos.

Este Trabajo sólo servirá si sabéis utilizarlo para observaros


con la mayor sinceridad posible y sabéis buscar en cada uno esos
aspectos negativos, que en unos casos hace falta pulir, en otros
equilibrar y en otros eliminar totalmente para que la verdadera
esencia se pueda manifestar. Hace falta pues, observarlos uno a
uno y ver cómo actúan en cada uno personalmente, y qué
asociaciones realizan entre sí para tener conciencia de ellos y así
poder después eliminarlos o equilibrarlos según el caso.

En este estudio, los enemigos del Ser, están tratados en sus


formas más corrientes de manifestación. Por supuesto, el Ser
tiene miles de enemigos, pero sobre todo lo que varía son las
diferentes ASOCIACIONES Y MEZCLAS que hacen los aspectos
negativos, pero en el fondo, casi siempre se pueden ver diferentes
asociaciones de los mismos aspectos, y es lo que da lugar a una
variedad casi infinita de manifestaciones menores en los seres.
Lo que es muy raro es que un “enemigo” actúe solo, siempre atrae

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instantáneamente otros acompañantes menores, que aumentan
la intensidad de lo negativo.

A veces es difícil saber dónde empiezan y dónde acaban


algunos de ellos, pero es importante por ello desmenuzar,
“deshacer los nudos” para llegar al ovillo con una lana “lisa y sin
tropiezos”, aunque a veces esos nudos sean múltiples y haya
varios a la vez en un lugar determinado. Con los enemigos del
ser ocurre igual, hace falta aislarlos y separarlos uno por uno,
empezando por los de más importancia y de más frecuente
manifestación, para luego trabajar para establecer las
asociaciones personales que se producen en cada ocasión o
suceso.

Normalmente, toda manifestación negativa empieza por un


aspecto que “salta” en primer lugar, y que en cuestión de
milésimas de segundo, atrae a su lado un número más o menos
grande de otros aspectos igualmente o más negativos. Y la suma
de todos esos aspectos y la negatividad que traen, es lo que
produce un descenso del estado personal. Por ello, es importante
conocer al enemigo, y las asociaciones que utiliza en cada caso
determinado para poder adelantarnos a él y estar prevenidos así
para cortarle y vencerle. A veces, los enemigos saltan con tal
velocidad que no se puede cortar en su primer momento de
manifestación, pero con la ayuda de la Observación y la
Conciencia, se puede llegar a cortar antes de que empiece a
asociarse con otros aspectos menores y empiece a atraer más y
más negatividad.

Por esta razón, hay que desarticular las asociaciones de


aspectos negativos, igual que se desarticulan las bandas de
terroristas o ladrones, empezando por el cabecilla y siguiendo
hasta el último cómplice. Por eso, es importante saber cortar a
tiempo, y si no se ha podido hacer desde el principio, hay que
tener la fortaleza necesaria para hacerlo lo antes posible, porque
UN HERMANO TIENE MUCHO QUE PERDER CUANDO SE DEJA
LLEVAR POR LO MENOR.

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Si ponemos un ejemplo, se entenderá mejor todo esto:
Pongámonos en algo tan corriente como darse un pequeño golpe
con el coche, en seguida sea culpa nuestra o no, saltará
instantáneamente la ira que nos hará explotar; luego, tal vez, el
orgullo: ¡ darme un golpe a mí!; después, la soberbia: ¡que mal
quedó mi coche!; y, por supuesto, se podría seguir y seguir, y todo
ello acompañado indefectiblemente por una gran INQUIETUD:
que es el MAYOR ENEMIGO DEL SER Y DE UN ESTADO
PERSONAL ELEVADO.

Por eso es tan necesario:

1) Mantenerse tranquilo, porque es el mejor ALIADO en la


lucha contra lo menor; y 2. Intentar no empezar la cadena de
negatividad, y si se ha iniciado ya, intentar CORTAR con ella lo
antes posible. Es más fácil NO EMPEZAR, que cortar después,
así que el mayor esfuerzo debe ir dirigido en ese sentido.

Si nos diéramos cuenta de verdad que EN CUALQUIER


ASPECTO NEGATIVO QUE SE ATRAE, EL PRINCIPAL
PERJUDICADO ES UNO MISMO, TENDRÍAMOS MUCHO MAS
CUIDADO CON NUESTROS ACTOS, PENSAMIENTOS Y
SENTIMIENTOS. Y es que los Enemigos del Ser son
esencialmente peligrosos cuando se está trabajando, porque en
el Trabajo se nos dan tesoros que no debemos perder. La pureza
que se entrega a los hermanos, y la que se gana mediante el
esfuerzo en la obra digna y útil se puede perder en un segundo
cuando os dejáis llevar por un estado menor. Es inútil
comunicar, hacer reuniones, visitar templos, si cuando se sale a
la vida os dejáis dominar por la inquietudes, y mucho más si
pensáis que el motivo viene del exterior. Todo lo que se recoja,
se volverá a perder: es como echar monedas, aunque sean del oro
más puro, en un saco roto. Y es que los Enemigos del Ser, para
los Hermanos, son auténticos LADRONES FLUIDICOS, que
quieren a toda costa sustraer la energías de pureza que se
consiguen en el Trabajo para que, en lo posible, sigan durmiendo
y no despierten, porque ellos saben que si despertamos
a la conciencia y vivimos en ella serán los primeros en

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desaparecer. LA GUERRA HACIA LA CONCIENCIA, ES UNA
GUERRA A MUERTE: Hay que MATAR LO MENOR QUE HABITA
EN NOSOTROS, PARA QUE PUEDA NACER LA CONCIENCIA
CLARA Y PURA. Nuestro o nuestros adversarios lo saben bien y
nos conocen muy bien y tratarán por su parte de mantenernos
dormidos y oscuros, a través de los ENEMIGOS DEL SER, QUE
SON SUS ARMAS, SU INSTRUMENTO Y SU ESTRATEGIA.

Por todo ello, los MAESTROS queremos hacer una llamada


a la INTERIORIZACIÓN en el Trabajo Personal. Observamos que
algunos hermanos se ocupan y se preocupan en aislarse de los
fluidos menores de lugares y personas externas; esto es necesario
sin llegar a ser exagerados, pero TODOS LOS HERMANOS
DEBEN RECORDAR QUE EL PRINCIPAL PELIGRO Y
FUNDAMENTAL LADRON DE ENERGIAS PURAS NO ESTA
FUERA SINO DENTRO DE NOSOTROS MISMOS: Si fuerais
totalmente puros y supierais mantener la tranquilidad y la
elevación en todo momento, NADA EXTERIOR OS AFECTARIA.
Pensad en esto y trabajadlo sinceramente, y recordad que la
principal protección y aislamiento deberán ir dirigidos a los
PROPIOS ENEMIGOS DEL SER, a los que están “en casa”, es
decir nuestros propios enemigos, no los ajenos, porque mientras
vivan con y en uno mismo, se estará en peligro, y estos enemigos
son los que más daño os pueden hacer, porque viven con
vosotros, son parte de vosotros y os conocen bien, no hay nada
más peligroso que eso.

Por todo lo explicado, es necesario utilizar el mayor grado


posible de sinceridad, fortaleza y conciencia, para llegar a
echarlos y eliminarlos de nosotros mismos. Una vez que se haya
conseguido esto, la tranquilidad y la paz que da la Conciencia os
protegerán de toda negatividad interna o externa, porque no hay
que olvidar que lo negativo, aunque sea externo, penetra en uno
mismo a través de la PROPIA NEGATIVIDAD. Es una cuestión
de AFINIDAD FLUIDICA. Si somos limpios y nuestros fluidos son
puros, en el estricto sentido de pureza, lo menor no podrá
ni siquiera acercarse a nosotros, porque la PUREZA ES
LA MAYOR Y MEJOR PROTECCIÓN. El dilema surge cuando SE
BAJA EL NIVEL DEL ESTADO PERSONAL, Y SE ABREN LAS

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PUERTAS FLUIDICAS A LO MENOR. Aquí repetiremos tantas
veces como sea necesario el postulado o principio iniciático
superior que NADA DEBE TEMER EL QUE ES PURO DE
CORAZON.

Todo esto representa una llamada hacia un enfoque más


INTERIOR Y PERSONAL del Trabajo para que tengáis clara la idea
que el esfuerzo mayor ha de dirigirse hacia uno mismo, porque
los VERDADEROS ENEMIGOS ESTAN EN VOSOTROS. En
contrapartida, tampoco conviene olvidar que LOS ALIADOS
TAMBIEN ESTAN EN VOSOTROS, y la VERDADERA BATALLA
ES UNICA Y PERSONAL Y SE LIBRA EN EL INTERIOR DE CADA
SER. Por eso es que cada lucha tiene sus propias y únicas
características, y cada Hermano deberá observar y observarse y
estudiar y estudiarse muy atentamente para tratar de vencer en
ella.

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EJERCICIO DEL “NO”

DE LA LUCHA CONTRA LOS EMBATES DE LO MENOR.

Un aliado de la Conciencia especialmente útil en la lucha


contra la Oscuridad es el “Ejercicio del No”, que consiste en
repetirse literalmente y en voz alta, si es posible, la palabra “NO”
al aspecto negativo que se nos quiere acercar. Es una forma de
acrecentamiento de la Conciencia, porque nos dividimos en dos,
actuando como observadores y actores al mismo tiempo, y de esa
forma vemos el aspecto negativo desde fuera de nosotros, como
lo que exactamente es, algo externo, menor, inútil, peligroso y
ajeno, que nos quiere atrapar, que quiere entrar en nuestra casa
tranquila, que es el Verdadero Ser. Es importante saber ver a
tiempo y reconocer los aspectos negativos para decirles “NO”,
negándoles así la entrada, de una manera conciente. Si por un
descuido, el enemigo pasó ya, hay que procurar, entonces, cortar
la larga cola de acompañantes que traen consigo, y que son las
asociaciones con otros aspectos menores, e inmediatamente
después y repitiéndose NO cuantas veces haga falta, se corta con
lo que nos quería invadir. Si se dice NO a lo menor con fortaleza,
con sinceridad y con la mayor conciencia posible, éste desaparece
inmediatamente, y es que hay algo que debéis tener siempre
presente, y es que LAS SOMBRAS NO RESISTEN EL CONTACTO
CON LA LUZ, LO MENOR NO RESISTE LA LUZ DE LA
CONCIENCIA.

El ejercicio del NO atrae la conciencia hacia vosotros,


porque os separáis en dos, como se expresó anteriormente, y al
decir NO a algo que ya veis como algo externo a vosotros, ya no
os involucráis, y al decirle que NO , cortáis concientemente con
los fluidos menores que quisieron penetrar para inquietaros y
robaros energías puras. A veces, hace falta estar bastante tiempo
diciendo NO mental u oralmente, si las fuerzas menores son muy
fuertes. En cuanto notéis que la tranquilidad vuelve a vosotros y
habiéndose superado la situación de peligro, se puede terminar
con el ejercicio.

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Hermanos, es importante que utilicéis este Trabajo como
ejercicio práctico para observar y revisar todos aquellos aspectos
negativos que actúan en vosotros y que son los que os impiden
llegar a la total Realización. Tomad uno por uno estos aspectos
y observad como actúan en cada uno de vosotros, y sobre todo
CÓMO SE ASOCIAN Y CÚANDO ocurre esto con mayor facilidad.
Lo señalado es fácil de detectar si os observáis con sinceridad, ya
que los enemigos del ser suelen trabajar de modo muy parecido
ante las mismas circunstancias y producen asociaciones también
similares, puesto que actúan mecánica, automática e
inconscientemente. El conocerlos hace estar más prevenidos, y
de esa forma, se está alerta y despierto y esto hace que lo negativo
se acerque con más o absoluta dificultad, porque sólo puede estar
cerca cuando los seres duermen en la oscuridad de la ignorancia
e inconciencia. La ignorancia es el germen de lo menor, y es
importante esforzarse y trabajar sinceramente para: 1. Conocerse
lo mejor posible para poder llegar a cambiar; y 2. Cambiar,
Elevarse y SER. Los anteriores son los dos pasos imprescindibles
para el crecimiento personal. Es importante en el Camino
Espiritual, no quedarse sólo con el SABER. Los hermanos saben
ya mucho, demasiado a veces, y hay que recordar que el SABER
es un MEDIO y no el FIN u objeto mismo del Trabajo Espiritual.
Utilizad esta instrucción como un instrumento práctico de
cambio que os haga trabajar y vivir mejor en la vida diaria, y no
la tengáis como una información más o menos interesante que se
añade “al intelecto” junto con todo lo que ya se “sabe” o se ha
registrado, o se olvida, no utilizándose y quedando, en
consecuencia, en pura teoría. Es importante la información y la
instrucción, no obstante, sólo a través de su aplicación hacia una
vida digna y útil es como se crece y se mejora de verdad.

La verdadera Obra Digna y Útil se refiere al trabajo y al


esfuerzo dirigido hacia Si Mismo, algo que muchas veces se
olvida. NO BUSQUEIS AFUERA DE VOSOTROS EL TRABAJO Y
EL ESFUERZO PORQUE PRIMERO HA DE REALIZARSE EN “SI
MISMO”. Utilizad, pues, este Trabajo para OBSERVARLO Y
VIVIRLO a través de la vida diaria, de una manera práctica, es
decir, observando, reconociendo, desmenuzando y, últimamente,
eliminando a los “Enemigos del Ser”. “Ese es todo el misterio”

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para cambiar, no hay recetas mágicas, sólo FE, VERDAD Y
ESFUERZO SINCERO.

Así ocurrirá después de una intensa lucha durante más o


menos tiempo.. un día llegaremos a entender QUE TODA ESA
LUCHA, EN REALIDAD NO HACIA FALTA, Y QUE SIMPLEMENTE
EL SECRETO DE LA REALIZACIÓN CONSISTE EN SER UNO
MISMO, Y EN VIVIR DE ACUERDO CON LO QUE “SE ES”. Esto
que parece una paradoja es el Único y Verdadero Camino que
conduce a la Realización, la que puede tomar muchas FORMAS,
pero que siempre tiene la misma ESENCIA, sea cual sea el
sistema, método o manera de trabajar y esforzarse, para el mismo
fin en todas ellas: “SER EL QUE SE ES”.

Elevad, pues, los corazones y compartid la felicidad y la paz


interior de aquellos que viven y aman desde la Luz. Que la Luz,
la Fe, la Paz y el Amor sean la guía y el faro que ilumine vuestros
corazones en la bella noche de la materia, y que Dios
Todopoderoso os bendiga y acompañe por siempre.

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LOS ENEMIGOS DEL SER

1) Conocimiento personal

Forma de combatirlos
2) Acrecentamiento de la Conciencia

3) Entendimiento CAMBIO

1) Observándose

2) Diciendo NO cuando se acerquen los


enemigos (ejercicio del NO). Cortando así
los fluidos menores que atraen los enemigos
consigo.
Esquema de Trabajo
3) Acrecentando la Conciencia en la vida diaria
Práctico y recordando:

a) El trabajo Espiritual y

b) Lo que SE- ES

4) ¡VIVIENDO!

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PASOS DEL TRABAJO ESPIRITUAL A TRAVES DE LOS
CUERPOS ESQUEMAS

Los principales cuerpos en manifestación son:

1. Cuerpo Físico – C.F.

2. Cuerpo de Materia de Evolución terrestre – M.E.T.

3. Astral inferior – A.I.

4. Materia de Espiritu – M.E.

5. Cuerpo Astral Superior – A.S.

6. Cuerpo Puro – C.P.

7. Cuerpo Espiritual – C.E.

El cuerpo de materia de espíritu “CONECTA y MEDIA” con

El cuerpo astral Superior “SIENTE” (EMOCION PURA)

El cuerpo de Pureza ENTIENDE, “SABE”

El cuerpo de Espíritu Propio “ES” (REALIZACIÓN)

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- INTERPRETACIÓN,
RALIZACION
ES
- EQUILIBRIO CONCIENTE DE
ESPIRITU EN MATERIA.

7. CUERPO DE ESPIRITU PROPIO - UNION DE ESPIRITU Y MATERIA


- CONCIENCIA
- EVOLUCION

ENTIENDE

- Trabajar la ELEVACIÓN a través de la


OBRA DIGNA Y UTIL.
6. CUERPO DE PUREZA
- FUERZA QUE LO MUEVE TODO
POSITIVAMENTE

SIENTE (EMOCION PURA)

- Trabajar las emociones puras y


5. CUERPO ASTRAL SUPERIOR vibrar con lo Superior

CONECTA

- Trabajar la CONEXIÓN y utilizar


4. CUERPO DE MATERIA DE ESPIRITU la Mente controlada y en su justa
medida.

-- Hacerlo dúctil
Trabajar y que transforme
en controlarlo y en eliminar los
3. CUERPO ASTRAL INFERIOR adecuadamente
enemigos del Serlas
queenergías.
viven allí. No
olvidar que es el asiento de lo menor

2. CUERPO DE MATERIA DE - Trabajar el equilibrio


EVOLUCION TERRESTRE energético. La salud
física.

- Trabajar el bienestar personal y salud y


1. CUERPO FISICO permitir que en él se exprese lo mejor
del Ser.

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LA INQUIETUD

La inquietud se estudiará en primer lugar, ya que siempre


acompaña a todos los demás enemigos del Ser. Es la señal
inequívoca de que algo menor está cerca de nosotros. Es como
la fiebre que nos avisa que alguna enfermedad ataca el cuerpo
físico, pero aplicada en este caso al terreno psicológico.

La instrucción sobre la inquietud se hace muy necesaria


porque desde las esferas Superiores se vive con gran pena la
decadencia y la ingenuidad de los seres que nunca encuentran
su equilibrio, y nunca llegarán a encontrarlo, si siguen perdiendo
la tranquilidad por todo.

Si los seres tuvieran tan sólo un mínimo grado de


Conciencia podrían ver claramente, según se observa desde los
planos Superiores, como su Vida se apaga, se entristece y poco a
poco esa chispa maravillosa que llevan los seres en su interior se
marchita y se empobrece tanto que llega a extinguirse
inevitablemente.

Este es un motivo de tristeza para los planos Superiores, no


creáis que allí no existe la tristeza, existe pero de una manera
consciente, tranquila y profunda, que nos impulsa a hacer
llamadas a los seres repetidamente y sin descanso para que poco
a poco cada uno pueda sentir este reclamo de lo Superior como
una voz íntima que le haga buscar la felicidad, la Verdad y la Paz,
a las que siente que tiene derecho, pero que no acierta a
encontrar.

La inquietud es un concepto general, que se asocia y se


mezcla con todos los demás enemigos del Ser, haciéndolos
todavía más feroces y menores. Es un mal añadido a todos los
demás grandes males de los seres y de la Humanidad, que si se
consigue controlar y atenuar hace disminuir y debilitar
enormemente a todos los demás elementos negativos de la
personalidad. Así pues, la inquietud se ha de observar como un

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factor agregado a todas las demás facetas negativas que
posteriormente se estudiarán y observarán.

Toda pasión, todo falso sentimiento, todo lo menor que


acompaña, y que “cubre” a los seres en materia y también en los
planos menores de existencia, desencadena indefectiblemente la
inquietud: Cuando un ser se comporta egoístamente, está
inquieto, cuando un ser siente codicia, odio, envidia, orgullo, etc.
está inquieto. Esta es la manera más fácil de detectar si un
ceñimiento es elevado o no. Si nos produce intranquilidad o
inquietud “es” algo menor, ajeno a toda elevación. En cambio,
una emoción verdadera trae consigo tranquilidad y bienestar,
felicidad, es decir, elevación.

Esto es lógico y es debido a la “Ley de Afinidad”: “Lo elevado


atrae lo elevado, y lo menor atrae a lo menor”. Así funcionan los
fluidos y las corrientes fluídicas en un sentido u otro.

Todos habéis experimentado la inquietud y muchas veces


durante largos períodos de tiempo, a pesar de que sois Hermanos
intentando elevaros y también habéis podido observar el estado
verdaderamente caótico de los seres que viven totalmente
inconscientes.

En la vida, si os dejáis arrastrar por lo pasional y lo menor,


todo puede constituir motivo de intranquilidad. Hasta los más
mínimos detalles pueden hacer perder la calma a un ser. Así se
observan legiones de seres saltando de una inquietud a otra,
entremezclándolas, acumulándolas. Esto es terrible porque
entonces el cuerpo de materia de evolución terrestre y el cuerpo
físico reciben tal presión que acaban estallando a través de
enfermedades de corazón, a través de enfermedades psíquicas
como la depresión, el stress, la esquizofrenia, o peor aún, a través
de enfermedades del alma con la apatía, la crueldad, la
insensibilidad y los excesos pasionales de todas las clases
imaginables.

Y así contemplamos a esta Humanidad sumirse cada vez


más en la oscuridad, mientras unos pocos luchan por salir del
fango y elevarse.

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Hermanos, si la tranquilidad reinara en vuestros corazones
en forma clara y limpia, seríais como auténticas antorchas
vivientes que iluminarían no sólo a vosotros mismos, sino a todos
aquellos que os rodean. Un poco de luz basta para iluminar a
muchos.

Es por esto, que os rogamos que pongáis todo vuestro


esfuerzo en mantener esa tranquilidad, esa serenidad que es
característica del ser que crece y que lleva dentro de si la Luz de
lo Superior.

Si al menos lograrais manteneros tranquilos en lo que


vosotros denomináis “dificultades de la vida”, las que la gran
mayoría de las veces son nimiedades tan ridículas que resultan
incomprensibles hasta para los niños, lograríais ser un foco de
luz y de pureza de gran utilidad hacia vosotros y hacia los que os
rodean.

Os pedimos que lo intentéis de corazón, ya que somos


perfectamente conscientes de que nuestro requerimiento no es
tan grave ni tan difícil, sobre todo si se sabe entender que cuando
se contemplan las cosas desde un nivel superior de Conciencia,
los problemas desaparecen. Y entonces ¿para qué sirve tanta
inquietud?

Vosotros mismos veis muy claramente como las demás


personas y hermanos se inquietan por cuestiones inútiles y
absurdas; pues entonces aplicaos a vosotros mismos esa
observación hacia todo lo que os inquieta, os preocupa y os hace
bajar de nivel de Conciencia.

Si observáis con sinceridad y claridad de ideas y corazón,


veréis que no existe en realidad NI TAN SOLO UN MOTIVO REAL
DE INQUIETUD EN VUESTRA VIDA. Y si encontráis alguno,
analizadlo bien, escudriñadlo y desenredadlo bien como si fuera
una madeja enredada de lana hasta ver al final, no hay problema,
no hay “nudos”, no hay NADA. Toda madeja se puede
desenredar, unas son más laboriosas que otras, pero al final
todas se convierten en un ovillo que ya no tiene nudos, y que está
perfectamente hecho, siempre a la luz de la Conciencia.

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Hermanos, no dejéis que os asalten las inquietudes, que
actúan como verdaderos ladrones que saltan encima de vosotros
y os roban las energías puras que tanto os ha costado ganar. No
dejéis que ningún ladrón os robe vuestro más preciado tesoro:
VOSOTROS MISMOS.

La inquietud siempre acompaña a los enemigos del Ser, y


multiplica los efectos negativos que producen en él. Así, por
ejemplo, nos ataca la ira, y ésta, enseguida, en cuestión de
milésimas de segundo, se ve acompañada por infinidad de fluidos
menores que traen consigo la inquietud. Y así ocurre igualmente
con cualquier otro aspecto menor que nos invada.

Además, hay otra característica muy interesante a observar


y estudiar, y consiste en que cuando ya se han marchado los
aspectos menores que invadieron al ser, como por ejemplo el caso
de la ira, la inquietud no se marcha tan fácilmente y sigue todavía
ahí. Por ejemplo: un ser ha tenido un ataque de ira por un motivo
que él cree muy justificable e importante, pero al cabo de un
tiempo, la ira cede y se va, y hasta es posible que se haya olvidado
el incidente, pero sin embargo la inquietud sigue ahí, se queda
de tal forma que el individuo sigue estando de mal humor, y
manifestando otros aspectos negativos, aún cuando el primer
motivo que disparó su inquietud haya sido olvidado ya.

Así se produce un círculo continuo y cerrado de situaciones


inquietantes, que en realidad no lo son en absoluto, pero que se
viven como tales creando en los seres una ansiedad que les hace
sumirse cada vez más en lo menor, en la oscuridad, en la
insatisfacción y en la infelicidad.

Por eso es que la inquietud siempre nos señala que algo


menor está cerca de nosotros. De ahí que al sentiros inquietos,
deberéis observar con todo detalle “quien” o “quiénes” andan
detrás de esa inquietud: la ira, la codicia, etc, etc.

Así por ejemplo, si os invade la ira, y sabéis cortarla a tiempo


y no dejáis que la inquietud que la acompaña os domine, estaréis
cortando ese círculo y circuito de fluidos menores que os rodean,
y la Luz de la Conciencia cada vez os llegará más clara y pura.

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Si os mantenéis tranquilos, no tenéis nada que temer. Sin
embargo, debéis saber que la inquietud es tan peligrosa porque
ABRE LAS PUERTAS FLUIDICAS QUE NOS CONDUCEN
DIRECTAMENTE A LO MENOR. ESTANDO TRANQUILOS NO SE
DEJA PASAR LO MENOR.

No es tan difícil desprenderse de la inquietud, sólo hace falta


respirar profundamente un par de veces, decir mentalmente NO
a esa inquietud y recordar lo QUE SE ES. Esas imágenes
espantarán toda oscuridad y falsedad que intente acercarse a
vosotros. El estar tranquilo es algo al alcance de todos los
hermanos, es un método sencillo de trabajo que obra verdaderos
milagros en los seres.

Si lograrais permanecer tranquilos, no haría falta este


estudio posterior de los enemigos del Ser, porque no existirían
para vosotros.

Quisiéramos también hacer una llamada de atención a la


FALSA TRANQUILIDAD, o tranquilidad sólo exterior y aparente
que se da mucho entre los hermanos. Consiste en aparentar que
se está tranquilo, pero por dentro se contiene un volcán. Esto es
totalmente inútil, a no ser que se utilice en ocasiones muy
determinadas como primer paso para obtener la tranquilidad
interior. Desde luego, los Maestros aquí presentes somos de la
opinión que el verdadero Trabajo se realiza desde dentro hacia
fuera, y no al contrario. Puede utilizarse en casos muy
específicos, pero lo ideal es intentar conservar la tranquilidad
interior, para que espontáneamente se refleje igual en el exterior.

De nada sirve parecer muy tranquilos, si por dentro nos


invade lo menor. Hay que ser sincero, sobre todo CON UNO
MISMO en el Trabajo, y hay que saber reconocer cuando nos
estamos mintiendo, porque el único engaño real será para uno
mismo con el perjuicio que esto trae consigo.

Bien es cierto que hay veces en las que un hermano “tiene


que actuar”, tiene que representar una actuación necesaria en
determinadas ocasiones, pero esto se hace desde dentro hacia
fuera: en el interior, el Ser verdadero permanece tranquilo

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mientras que “el actor” hace como que se enoja y grita a seres
que no saben reaccionar si no se les trata así. Esto es útil y
necesario en ocasiones en la vida cotidiana, pero lo que nunca
puede permitirse un hermano es ser actor desde fuera hacia
dentro: estar intranquilo y pretender hacer creer, ¿a quién?, que
se está tranquilo.

Esta es una llamada a la sinceridad, hacia uno mismo, a


todos los hermanos, para que su trabajo no se pierda en la forma,
sino que vaya directo al fondo. Mas vale “un enojo” que os haga
explotar y que se sepa cortar rápido, que reprimirse y andar todo
el resto del día intranquilos por dentro, sin saber ni poder
“sacudirse” el asunto de encima.

Lo importante es irse quitando lastres y fluidos menores, y


no acumular más a través de falsas actitudes que no engañan a
nadie sino a si mismo. Así, la inquietud, fuerza al fin, podrá
transmutarse en Paz interior, que es un auténtico tesoro, propio
de las Esferas Superiores de Existencia.

 Acompaña y se asocia con todos los demás enemigos


del Ser.

 Perjudica al hombre física, moral y espiritualmente.

 Abre las puertas fluidicas que conducen directamente


a la oscuridad por la Ley de Afinidad: “ Lo menor atrae
Inquietud a lo menor”

 E inútil y falsa.

 Roba las energías puras que se nos dan para el trabajo


espiritual.

 Hay que tener cuidado con la falsa tranquilidad o


tranquilidad externa solamente.

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IMPORTANTE : La inquietud debe transmutarse en
tranquilidad para llegar a la PAZ INTERIOR.

La inquietud es una fuerza aplicada y dirigida en sentido


negativo; si se transmuta, dirige y aplica en sentido positivo se
transforma en paz y serenidad.

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LA PREOCUPACION

La preocupación es algo tan normal hoy en día, que


pareciera ser inherente al hombre, parte integrante de su vida y
de su ser. En realidad, nada hay más lejano de la Verdad.

Observamos en la vida que solamente los niños muy


pequeños son los que no se preocupan, y con aire superior se
afirma que los niños no se preocupan porque viven en un mundo
de fantasías y carecen de conciencia. Esto es totalmente falso y
exactamente contrario a la Verdad. Los que viven en un mundo
irreal y de fantasía son los adultos, que se “pre-ocupan” sin cesar
de todo y en todo momento. Se preocupan de lo que les ocurre,
de lo que les ocurrió y de lo “probablemente” les ocurrirá. Y por
si esto fuera poco, también se preocupan por lo que les ocurre a
los demás, a los familiares, a los vecinos, a los políticos, a los
famosos, etc.

En el trabajo profesional se cree que el principal deber y


responsabilidad es preocuparse por todo, y así ocurre en las más
variadas facetas de la vida, hasta abarcarla toda.

Llega un momento, en que la vida es una constante


preocupación, desde las cosas más triviales, como preocuparse
por perder el autobús, por ejemplo, hasta en sus momentos más
duros y difíciles.

Después de toda esta tensión, las personas buscan como


consecuencia lógica escapes a esa vida tan abrumadora y tan
agobiante, y así se explica la droga, la bebida, la prostitución y
ese largo etcétera que todos conocemos, pasando por el tan
famoso estrés que padece tanta gente.

¿Ese es entonces el mundo “serio”, el mundo “adulto”, el


mundo real? Desde luego, la realidad, la verdad y la madurez no
pueden encontrarse en el mundo de las inquietudes y las
preocupaciones. Entonces, ¿dónde está la verdad?; ¿Cuál es la
manera de vivir en paz con uno mismo y con su vida?: Esto se
consigue a través de la CONCIENCIA.

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Los seres creen tener conciencia, pero viven en un mundo
de fantasías y falsas realidades inventadas a su vez por facetas
falsas de la personalidad, esto es MAYA o ILUSIÓN.

Los niños muy pequeños, por ejemplo, no se preocupan,


viven el momento y no existe para ellos ni el ayer ni el mañana.
Son totalmente felices o totalmente infelices en el momento. Lo
que ocurrió hace cinco minutos ya no existe para ellos ni tampoco
lo que ocurrirá dentro de otros cinco. Eso si es vivir, y su mundo
es mucho más real que el de los adultos porque se vive AQUÍ y
AHORA. Lo que ocurre es que normalmente les falta la
Conciencia, porque ésta no es inherente al hombre en el sentido
de que se desarrolle sola. La Conciencia tiene que ser creada
mediante el esfuerzo de la obra digna y útil, por eso para llegar a
ella hay que trabajar mucho, ya que es un logro que el hombre
ha de conquistar individualmente.

Pero la búsqueda de la Conciencia es un concepto muy


amplio que abarca todas las facetas del Trabajo personal, en el
que una parte importantísima consiste en vencer la batalla diaria
contra los enemigos del Ser, del “Yo Superior”.

Volviendo entonces a la preocupación, habría que observar


que gastamos gran parte de la vida en preocuparnos por las más
variadas cuestiones. Y si cuando el motivo de nuestra
preocupación ya hubiere pasado y nos parásemos un momento a
preguntarnos “¿Valió la pena?. Si contestamos con sinceridad,
veremos que no valió la pena, que la preocupación fue totalmente
innecesaria.

Es muy fácil entender esto si observamos ahora, algo que


fue motivo de preocupación tiempo atrás. ¿Sigue siendo
igualmente preocupante ahora, valió la pena tanta angustia,
inquietud y agonía?; ¿Conseguimos mejorar la situación por estar
más preocupados?. Veríais que la respuesta a todo esto es NO.

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La gente se pregunta: “Pero si yo tengo un problema, ¿tendré
que preocuparme en resolverlo porque las cosas no se resuelven
solas?”. Desde luego que las cosas no se resuelven solas; por eso
no se trata tampoco de dejarlo todo y convertirse en un mendigo,
o en irse al Tibet a meditar, o en alejarse de los problemas y de
toda actividad (entre otras cosas porque esos problemas volverían
a salir tarde o temprano), sino que se trata de UN CAMBIO DE
ACTITUD ANTE LA VIDA Y LOS PROBLEMAS que nos hará igual
o más activos, pero conservando la tranquilidad y la paz interior.

El secreto está en OCUPARSE en vez de PRE-OCUPARSE.


Sise observa la palabra “preocuparse” significa “ocuparse antes
de “, y ahí radica el problema: Muchas veces, la mayoría, se ven
problemas donde no los hay, y gastamos gran parte de tiempo y
de energías en inquietudes hacia cosas que ya pasaron y que no
tienen solución, o se dan muchas vueltas a la cabeza sobre
cuestiones que “posiblemente sucederán”.

A los seres dormidos, todo les afecta, todo les preocupa, y


les pone de mal humor, hasta el estado del tiempo: si llueve se
enfadan, si hace fío se quejan; hasta en esos detalles tan
aparentemente insignificantes no se tiene, o se puede perder la
Conciencia. En realidad, no es que se pueda perder la
Conciencia, en la gran mayoría de los casos es que no se tiene.

Después de estas observaciones, vayamos al modo práctico


de cambiar este sistema cíclico de estar siempre preocupado. Ya
se ha dicho que habrá que “ocuparse” de las cosas en lugar de
“preocuparse”, ¿Pero en qué consiste esto?: Supongamos que
tenéis un problema, algo que hay que resolver. Habrá que
preguntarse lo más fríamente posible “Tengo esta situación
delante de mí”: “¿La puedo resolver?, ¿puedo hacer algo para
cambiarla?. Si se puede, hay que ponerse manos a la obra
inmediatamente y sin dar más vueltas. Así os habréis OCUPADO
de la situación y la habréis resuelto en vez de darle vueltas y
vueltas en la cabeza y no hacer nada. Eso es lo que quiere
precisamente la Mente inferior, dar vueltas y más vueltas hasta
absorber por completo las energías de los seres a los que tienen
totalmente dominados.

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Pero, habrá otras situaciones en la vida, en las que no
podréis hacer nada y en esos casos en vez de pre-ocuparse, hay
que guardar las energías para pedirle a Dios Todopoderoso que
os conceda la esperanza lo que probablemente todavía no se
entiende, pero que algún día se entenderá.

También existe el caso muy corriente de preocuparse por


algo que “probablemente ocurrirá”. Aquí se ha de adoptar la
misma fórmula antes descrita: se ha de observar si se puede o se
debe hacer algo para arreglar la situación. Si no depende de uno
mismo, o no se puede hacer nada, lo mejor es esperar a que
ocurra lo que tenga que ocurrir y si llega un momento en el que
hay que hacer algo, hacerlo. Y si aún llegado el momento, no se
puede o no corresponde hacer algo en una situación, lo mejor es
ACEPTAR en tranquilidad y fe de espíritu y pedir ayuda de Lo
Alto para que se resuelva el problema de la mejor manera posible
para el ser o seres afectados. El tiempo casi siempre hace
entender los motivos, pero mientras tanto, la aceptación de que
“todo está bien” y la Fe en la Justicia Divina son fundamentales
y muy útiles.

Así pues hay que OCUPARSE y nunca PRE-OCUPARSE


para encontrar una manera más feliz, más pacífica y en
definitiva, más elevada de vivir. Esto vale igual para uno mismo
que para la relación con las demás personas. De nada sirve
preocuparse por los seres queridos. Con esto sólo se consigue
perjudicarse porque se suma la propia preocupación a la de ellos.
La preocupación hace dar consejos y actuar muchas veces allí
donde no corresponden y esto puede traer más problemas y
dificultades. ES IMPORTANTE SABER CALLAR Y DEJAR DE
ACTUAR antes de lanzarse aunque sea con la mejor intención a
arreglar algo, que al final sólo se empeora o nos involucra en algo
que no corresponde.

La ayuda verdadera se hace desde la Conciencia, la


ignorancia sólo ayuda a empeorar las cosas. Hay que amar a los
seres queridos, estando a su lado, o desde lejos y ocuparse de
ellos todo lo que haga falta cuando corresponda, pero con
preocupación sólo se consigue estar mal uno mismo y empeorar
nuestro entorno.

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Cuando un hermano empieza a trabajar debe ser como un
puntito de luz en un entorno de oscuridad, y nunca más deberá
comportarse como el que no sabe, pues la Luz le ha sido dada
para que viva elevadamente aunque nadie más se dé cuenta de
ello. Su espíritu, que es en definitiva su “Verdadero Yo” se lo
agradecerá eternamente.

CUANDO Ocuparse
CORRESPONDE

Preocupación
CUANDO NO
CORRESPONDE 1. Aceptar a través de la Fe

O 2. Esperar a entender en
tranquilidad a través de la
NO SE PUEDE ESPERANZA y la FE.

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FORMAS

A) El ser que se preocupa se involucra con todo y se ata a todo


lo que el rodea fluídicamente; y se forma una caparazón que
no deja pasar energías puras.

Posesiones
materiales

Trabajo
Amigos Casa
Familia Coche
problemas Hijos
esposa

Caparazón fluidico
menor que no deja
pasar energías
puras.
otros

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B) El ser que vive libre, no se preocupa y no ata ni se deja atar
por nada ni nadie

posesiones

materiales

casa

coche

hijos

esposa

otros
Vive la vida objetivamente y deja
lo exterior donde debe estar;
fuera de sí mismo

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Vive en paz y armonía consigo mismo y su entorno. La
Energía Superior la recibe y transforma sin obstáculo alguno, al
contrario, se incorpora con absoluta fluidez aprovechándola en
su totalidad

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ORGULLO, VANIDAD Y SOBERBIA.

La vanidad, el orgullo y la soberbia son tres agentes del lo


menor que tienen muchos puntos en común, y que a veces se
entremezclan. Además, la mayoría de las veces actúan unidos y
es por esto que es difícil para el observante saber dónde empieza
y dónde acaban cada uno de ellos, por lo cual conviene
estudiarlos en conjunto.

Sin embargo, tienen algunas características individuales


claras que pueden ayudar a diferenciarlos al estudiar las
situaciones concretas.

1) La VANIDAD consiste en tener una alta estima falsa de uno


mismo, pero necesitándose de la OPINION y de la
ADULACION de los demás. Se requiere hacer cosas con el
único fin de llamar la atención de los demás de las más
variadas maneras para conseguir el halago, la adulación y
las energías que se desprenden al hacer esto. A veces la
vanidad busca la provocación y la atención de los demás a
través de la crítica y de despertar en ellos las bajas pasiones,
para alimentarse así de los fluidos más bajos del Astral
Inferior. Esto se observa en muchos artistas, cantantes, en
los “punkis”, y en todas las facetas de la vida menor, y de
los seres que viven inmersos en ella.

Por eso, en la mayoría de los casos, la vanidad busca


un público y busca la “atención” y el aplauso de ese
público”, con lo cual les roba energías a través del interés
que despierta, y lo que se consigue al final es que esa
vanidad aumente todavía más, alimentada por los fluidos de
los demás. La vanidad sin público no es nada, en cambio,
cuando puede exhibirse, hace las cosas más inverosímiles
para captar la atención, el aplauso, y sobre todo, aunque
sea inconscientemente, los fluidos que van con ellos

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2) EL ORGULLO es autosuficiente. El mismo se basta y sobra
para tenerse en muy alta estima. El orgullo se detecta muy
bien porque no soporta el mínimo intento de crítica o de
rechazo. Representa al rey sentado en su trono, y si alguien
intenta bajarle del pedestal del trono que él mismo se ha
erigido, ataca ferozmente y con gran rapidez.

El orgullo salta al instante ante una mirada extraña,


ante un comentario negativo, y ante todas las actitudes de
la gente, que piensa que no están a la altura de su “gran
categoría”. El orgullo pretende que nos traten como a reyes
en todo momento y actúa como si todos los demás seres
fueran sus súbditos, y si alguien se subleva ante esa falsa
autoridad, se enfada enormemente. El orgullo es la causa
de mucha de la ira que invade a los seres, pues se asocia
con ella para defender y atacar a quien pretenda bajarle su
pedestal.

3) Se enlaza con el orgullo y se entremezcla con LA


SOBERBIA, la que consiste en tener en alta estima (falsa)
las ideas de uno mismo o las ideas de otro soberbio no
acepta jamás que no se le dé la razón en lo que piensa y
siente, todo el que no esté de acuerdo con él es estúpido e
ignorante. A la soberbia le da igual qué clase de ideas debe
defender, pueden ser las propias opiniones sobre la vida,
sobre las facetas cotidianas, o sobre cuestiones espirituales.
El caso es que un soberbio siempre pretende tener la razón
y crítica, juzga y rechaza a todo aquél que no piense, actúe
o sienta exactamente como él.

La soberbia es muy negativa porque está detrás de la


gran mayoría de los juicios y críticas, que constantemente
se hacen sin que correspondan en absoluto. La soberbia,
junto con el orgullo, hace los seres inaccesibles, ya que viven
en un falso pedestal y no bajan de él para dar la razón y ni
siquiera para ESCUCHAR otras ideas y opiniones que no
sean las suyas, que las tienen como absolutas e
inamovibles. Esto hace a los seres intolerantes, cerrados,

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malhumorados, inaccesibles, y causa gran sufrimiento
tanto para el ser que vive con soberbia, como y sobre todo
para los que viven en su entorno.

A todos os ha tocado vivir en alguna ocasión cerca de un ser


vanidoso, orgulloso o soberbio, o las tres cosas a la vez, bastante
frecuente en jefes o gente que ocupa un lugar de cierto “poder”
desde el punto de vista de materia. Recordad que terribles y que
injustos son los seres dominados por estas facetas menores de
su personalidad, y tenedlo bien presente, no para sufrir o
guardarles rencor, sino para aprender de esta experiencia a no
ser jamás así y para entender claramente que siendo vanidosos,
orgullosos o soberbios se pierde y se baja mucho el nivel personal.
Si os dierais cuenta de lo pequeñísimos que somos, y del
escalafón tan bajo que ocupan los seres en materia (sobre todo
en planetas del nivel evolutivo de la Tierra) dentro del Universo
espiritual, la vanidad, el orgullo y la soberbia desaparecerían
inmediatamente. Los seres se darían cuenta de que no saben
nada, y peor aún, de que TODAVIA no son nada.

Estas realidades, no las queremos transmitir como un


mensaje pesimista, sino muy al contrario, como un impulso y un
ánimo hacia el mejoramiento personal, ya que los seres en
materia están muy debajo espiritualmente en su mayoría, pero la
gran maravilla del Trabajo espiritual es que también dentro de
nosotros se encuentran las armas para combatir la oscuridad, y
pequeñas lucecitas arden ya más o menos grandes y puras en el
corazón de cada Hermano. Es necesario saber lo pequeño y lo
falso que se es, no para desanimarse, sino muy al contrario, para
crear la necesidad de mejorarse y crecer, ya que esto es posible,
y más aún, es necesario y constituye un deber para los seres que
han despertado a la realidad y al sentido verdadero de la vida.

Hay algo IMPORTANTISIMO que hay que desarrollar sobre


uno de los aspectos de la Soberbia que apuntábamos antes: LOS
PREJUICIOS, LOS VICIOS Y LAS CRITICAS, que se emiten a
través de ella. No debéis dejaros arrastrar por la dinámica tan
corriente de juzgar y criticar todas las cuestiones y personas que
os rodean. Esto sólo sirve para alimentar más la soberbia y para
acostumbrarse a ver automáticamente el lado negativo de la vida,

Pág. 32
y esto es totalmente contrario a la filosofía y al modo de ver y de
vivir la vida como le corresponde a un hermano.

Vigilad mucho las críticas, juicios, y perjuicios, ya que hoy


por hoy, constituyen pro si solos una de las facetas falsas de la
personalidad que más os hunden en lo menor. No os creáis con
derecho a juzgar y criticar porque sepáis más. Justamente, al
contrario, aquél que más es y más sabe, calla más porque
entiende y respeta la realidad de cada ser y practica el noble arte
de mirar las situaciones, cosas y personas sobre sus aspectos
positivos. EJERCITAROS EN VER LO POSITIVO y no deis
importancia a lo negativo aunque lo veáis. Así atraeréis hacia
vosotros exactamente aquello bello y hermoso que veis en los
demás, en vez de atraer lo negativo, que es exactamente lo que
ocurre cuando se juzga o se critica.

Sed PUROS Y POSITIVOS Y BUSCAD LA BELLEZA EN


TODO, Y EN TODOS, y os sorprenderéis de las maravillas que
podéis encontrar en aquello que criticabais y despreciabais. Así,
de verdad, estaremos entendiendo la Fraternidad y lo que
significa ser y sobre todo COMPORTARSE como un verdadero
hermano. Si los Maestros no juzgan ¿por qué lo hacéis vosotros?.

Vigilad en vuestra personalidad estos enemigos tan


frecuentes y comunes, y no os dejéis caer en sus trampas, que
abren las puertas fluídicas hacia lo menor convirtiendo la vida en
algo oscuro y solitario, sin amor y sin efectos verdaderos ni
duraderos.

Vanidad, Orgullo y Soberbia hacia el trabajo espiritual

La vanidad en el trabajo espiritual consiste en creerse divino


y maravillosos, más elevado y mejor que los demás. No es un
amor hacia uno mismo profundo y consciente como parte de un
todo dentro de la Creación. Consiste por el contrario en creerse
algo que no se es, de presumir, de APARENTAR elevación y

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tranquilidad, de hablar sobre los logros que se van haciendo en
el Trabajo.

En el Trabajo espiritual hay que hacer, como dijo el Maestro


Jesús: “Que no se entere tu mano derecha lo que hace la
izquierda”, presumir de las maravillas que sin duda os vais a
encontrar en vuestro trabajo, porque entonces, todo lo logrado
pierde su brillo, su interioridad, su valor EL TRABAJO ES HACIA
UNO MISMO Y HACIA LOS MAESTROS, NADIE MAS TIENE POR
QUE SABER NADA. Así estaremos seguros de que trabajamos por
nuestro Verdadero Ser, que es la única meta, junto con la
Fraternidad.

Todo esto vale igualmente para el orgullo. Muchas veces los


seres y los Hermanos se creen superiores porque trabajan
espiritualmente y lo miran todo con un aire de superioridad
¡ATENCION! : Eso no es conciencia, eso es Orgullo y Soberbia.
Porque los demás no trabajen espiritualmente (y eso tampoco lo
podemos saber, igual que los demás no lo saben de nosotros), no
significa que no lleven su chispa divina o que no sean mayores y
mejores que nosotros, eso nunca se sabe. Si los Maestros no
juzgamos ¿por qué van a juzgar los Hermanos?. Cuida bien de no
albergar en vuestros corazones ese aire y actitud de superioridad
del que se cree mejor porque trabaja espiritualmente, porque esto
no es más que orgullo y soberbia. LOS VERDADEROS SERES
ELEVADOS SE DISTINGUEN SIEMPRE POR SU HUMILDAD.

Lo mismo ocurre con la soberbia, que aplicada al Trabajo


espiritual se convierte en FANATISMO e intolerancia. No se
puede creer en la FORMA de Trabajo espiritual que habéis elegido
sea la única o la mejor para crecer y elevarse. Quizás lo sea para
vosotros, pero en esta Tierra existen millones de seres, y existen
miles de FORMAS de trabajo espiritual, precisamente para
adaptarse mejor a las realidades culturales y espirituales de cada
ser. Cada ser tiene su momento y sus necesidades, en su propia
evolución, y no se puede decir que un trabajo sea mejor que el
otro, sino que a cada ser le puede ir mejor uno u otro por
necesidades espirituales y por condicionamientos culturales,
kármicos y de todo tipo.

Pág. 34
Hay muchas FORMAS de Trabajo válidas y verdaderas.
Unas más elevadas, otras menos, unas más rápidas, otras
menos, unas dedicadas a unos aspectos determinados del
mejoramiento de los seres y otras formas a otros; pero si EL
FONDO y el OBJETIVO es la búsqueda del MEJORAMIENTO y
CRECIMIENTO del ser, todas son igualmente válidas porque cada
una toma formas diferentes, pero el fondo es el mismo, que es lo
importante.

Respetar esta Verdad, hará a los hermanos flexibles y


tolerantes, ya que así mismo es LA VERDAD. Puede adoptar
muchas formas, pero el contenido es el mismo.

Es importante no creerse superiores por estar en una forma


de trabajo realmente útil y digna por encima de ideas recortadas
y empobrecidas. Esto debe ser motivo de agradecimiento y de
tolerancia hacia este Trabajo y hacia la Fraternidad, pero
recordad que también hay otras formas igual de respetables,
tantas como Verdaderos Maestros existen y han existido, y tantas
como verdaderas búsquedas espirituales han existido, existen y
existirán.

Cada hermano, a pesar del Trabajo en grupo tiene “un plan


de trabajo personal y único” que cumplir que no es ni mejor ni
peor que el de los otros, es diferente. Cuando esto se entiende,
no hay cabida para la Vanidad, el Orgullo y la Soberbia, tan
corriente en los seres y hermanos, que trabajando o no todavía
no han ENTENDIDO.

Sed humildes y tolerantes y buscad la Verdad y la Luz por


encima de la oscuridad de las formas.

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Cuadro Sinóptico de la vanidad, el orgullo y la soberbia.

Es la alta estima
falsa de uno mismo
a través de la
opinión falsa de los
Vanidad demás.
Se alimenta del:
Halago y aplauso de
los demás (externo)
Alta estima de lo que
“SE CREE que SE ES”
Es la alta estima falsa de uno
mismo a través de la opinión falsa
de uno mismo.
Se alimenta del: Halago de uno
Orgullo mismo. No necesita de los
demás, el mismo se “sube al
trono de rey absoluto” y mira a
los demás desde su falsa
superioridad.

Es la alta estima de las ideas


propias y de las que se tomas de
los demás como propias.
Se alimenta de:
1.- Buscar tener siempre la rzón,
Alta estima de las igualdad de opinión de los demás.
ideas y de la opinión que 2.- Exige de los demás que se
“SE CREE QUE SE Soberbia
comporten, piensen y sientan de
TIENE” forma que “le guste y le caiga
bien”, y si no es así los
descalifican.
3.- JUZGA Y CRITICA sobre todo lo
que no esté a su gusto. El juicio,
prejuicio (juzgar antes de saber) y
la crítica son las facetas más
negativas y más frecuentes de la
soberbia, incluida hacia el Trabajo
Espiritual

Pág. 36
TRABAJO INTERIOR DE TRANSMUTACION

SENCILLEZ
1. La vanidad transmutarla en NATURALIDAD
ESPONTANEIDAD

2. El orgullo transmutarlo en HUMILDAD

3. La soberbia transmutarla en TOLERANCIA

 EL VERDADERO SER ES HUMILDE DE TOLERANTE Y SENCILLO

 NO CONFUNDIR ORGULLO CON DIGNIDAD:

Necesita de los demás para sentirse superior.


Orgullo
Hace a los seres más pobres, bajos e
intolerantes espiritualmente.

Impulsa a los seres a ser mayores y mejores.


Es una actitud del Espíritu que lleva a los seres
a vivir de una manera elevada y verdadera, y a
Dignid trabajar para perfeccionarse cada vez más.
ad
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LA PEREZA

La pereza es un mal, que normalmente es bastante fácil de


detectar. Todas las personas reconocen que en alguna que otra
ocasión han tenido pereza por haber dejado de hacer algo que
deberían haber hecho.

La pereza lleva detrás de sí un arma importantísima de lo


falso y lo menor, que es la JUSTIFICACION. La justificación
busca la más variada serie de disculpas, argumentos
perfectamente elaborados, y toda clase de motivaciones,
aparentemente lógicas para dejar de hacer aquello que se debe
hacer, bien sea hacia nosotros mismos,: 1. Hacia nuestra salud
y cuidados físicos, ó 2.: Hacia nuestros deberes en la vida
material: trabajo profesional, obligaciones, etc., ó 3. Hacia el
espíritu, lo que constituye un trabajo personal.

La pereza hace que nos creamos esas justificaciones tan


elaboradas que damos, al menos a un nivel superficial, y al tener
ya una disculpa, el ser SE CONFORMA inmediatamente y se
acomoda donde está, y no hace lo que debe. Si ese ser tiene un
mínimo grado de honestidad, decencia o responsabilidad,
aparecerá en él más tarde la inquietud por haber dejado de hacer
algo que debía, o por verse obligado a hacerlo después mal y
precipitadamente.

Otras veces ocurre que se sabe que hay que hacer algo, pero
no se hace, y se vive una doble situación de estar intranquilo por
un lado por saber que hay algo pendiente por hacer, pero sin
embargo la pereza es más fuerte y al final no se hace nada, o
menos de lo que se debía hacer.

Otras veces la pereza hace que se espere hasta el último


momento para hacer las cosas, y luego éstas se hacen
precipitadamente y salen mal, o se llega tarde a los sitios, lo que
ya constituye además una falta de educación.

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Hay países de perezosos donde el ser trabajador equivale
poco menos a ser estúpido, pero no hay nada más alejado de la
Verdad: EL TRABAJO Y EL ESFUERZO, E INCLUSO EL
SACRIFICIO SON LAS ARMAS MAS NOBLES Y EFICACES QUE
SE PUEDEN UTILIZAR TANTO EN LA VIDA EN MATERIA COMO
CONTRA LOS ASPECTOS MENORES EN EL TRABAJO
ESPIRITUAL.

Hay que analizarse muy bien cuando se deja de hacer algo


disculpándose por tal o cual motivo. Hay que observarse para
ver si se está siendo sincero, buscar bien en lo más profundo de
uno mismo, y allí tal vez se encontrará la pereza en algo que se
dice que no se puede hacer por falta de tiempo o de ocasión.

Hoy en día existe algo tan cotidiano y común como es ver la


televisión, lo que es causa de que la pereza ya innata aumente en
las personas. Las emisiones de la televisión emiten unos fluidos
que chupan de tal manera las energías, que las personas,
después de estar un tiempo viéndolas, ya no quieren ni tienen
ganas de nada más que de quedarse sentados ante ella semi-
dormidos y aletargados totalmente. El mismo fenómeno acaece
con los ordenadores, por esa razón tened especial cuidado con
vuestros hijos en ese sentido. Bienes cierto que hace falta
también descansar y distraerse, e incluso no hacer nada, pero la
televisión y los computadores pueden enganchar tanto, que ya no
se quiere hacer nada más, y es por esto que hay que tener
cuidado con esta cuestión que aparentemente es inofensiva, pero
que en realidad roba energías puras en el caso de los hermanos,
o impiden hacer cosas que se deben hacer, o también dedicarse
al ocio: leer, conversar, descansar, pasear, etc.

Pág. 39
Pereza hacia el trabajo espiritual

La pereza peor y más peligrosa y triste para los seres, sobre


todo para los más evolucionados, es la pereza hacia lo espiritual.

Y es que es una pena, que los seres, pudiendo mejorarse y


hacer algo por sí mismos y por su crecimiento espiritual y
mejoramiento personal, dejen de hacerlo por pereza.

Esto es doblemente grave para los hermanos que han tenido


la oportunidad de conocer el trabajo espiritual y saben de la
necesidad de mejorarse y crecer. Que un hermano que haya
conocido el Trabajo espiritual y que esté en condiciones de
comenzarlo y habiendo recibido la guía y ayudas necesarias, no
lo haga, será algo que tendrá que pagar, porque va en contra del
espíritu y habrá de pasar dificultades hasta volver a tener
nuevamente esa gran oportunidad, que es el Trabajo espiritual.

Esto es válido también cuando, estando ya que en un


trabajo espiritual, y convencidos de la importancia de éste, no se
hace todo lo necesario, ni un AUTENTICO ESFUERZO para
llevarlo a cabo. El auténtico esfuerzo consiste en trabajar lo
mejor y más sincera y profundamente posible para llegar a ser
cada vez mayores y mejores y hacer todo lo necesario para ir
progresando en todos los aspectos de la búsqueda personal.

Hermanos, que esta sea una llamada al esfuerzo sincero,


secreto profundo y personal hacia el Trabajo de cada uno. No os
dejéis llevar por la pereza, que os convence de que estáis ya muy
bien sin necesidad de esforzarse más, o que os dice que es
demasiado esfuerzo para conseguir algo tan intangible como el
mejoramiento personal, o que os dice, que hoy no podéis y ya
haréis mañana el esfuerzo que os corresponde hacer ahora.

Sed sinceros hacia vosotros mismos y tened en cuenta que


cada mínimo esfuerzo cuenta y os ayuda a mejorar y crecer. No
creáis que los esfuerzos se pierden porque “todo está atado y bien
atado” en los planos Superiores, y todo queda registrado, tanto
los momentos de esfuerzo como los de pereza.

Pág. 40
Recordad que esforzarse es ir más allá de la Naturaleza
inferior y supone dar un paso hacia la Naturaleza Superior: Un
verdadero esfuerzo que hace avanzar. A veces pensáis que no
vais a poder con tanto, pero si el esfuerzo es consciente y se hace
con fe, de pronto se darán más facilidades y si se camina con
constancia los mayores esfuerzos traerán consigo mayores
avances, pero como están ahí y no se pierde, tarde o temprano se
manifestarán, sólo hay que tener fe y saber esperar.

El Camino del espíritu se construye a través del trabajo, el


esfuerzo y el sacrificio, y en él no tienen cabida los perezosos, ni
los débiles de corazón. Así pues, sed fuertes, sed trabajadores y
la recompensa llegará en su momento hasta límites
insospechados.

La Pereza es dejar de hacer, por comodidad, lo que se debe,


tanto en lo material como en lo espiritual.

Tanto en el plano
 Fortaleza de materia como
La Pereza debe en el del espíritu.
 Voluntad
transmutarse en:
 Esfuerzo

 Trabajo

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LA ENVIDIA

Aquí se nos presenta otro de los monstruos menores que


más estragos causa a los seres, porque les hace oscuros, infelices
y eternamente insatisfechos.

La envidia es un mal terrible, una verdadera enfermedad


para el alma, que impide al hombre desarrollarse y cumplir el
papel de puente de luz, amor y sabiduría entre la materia y el
espíritu.

La envidia consiste en desear justamente lo que no se tiene,


o en desear ser lo que no se es, pero refiriéndonos siempre a los
aspectos menores en los que el Astral Inferior domina.

El envidioso siempre está sufriendo por aquello que los


demás tienen y él no, sufre por el físico más perfecto de los demás
(cuestión que se da mucho entre las mujeres), por la mayor
inteligencia, por las posesiones materiales de todo tipo; y se
podría nombrar así una sucesión casi infinita de objetos para
envidiar. Se puede envidiar absolutamente todo, de ahí la
peligrosidad de este mal, porque extiende sus raíces muy
grandemente.

Por supuesto, también se pueden envidiar los aspectos


elevados de los demás: la pureza, la tranquilidad, la emoción,
etc.. Pero la forma de envidia más común en la vida en materia
es la que desea las posesiones materiales, el poder, la fama, etc..
Como se ve y se ha dicho, se puede envidiar todo desde lo más
bajo hasta lo más elevado de los demás.

Es triste envidiar lo pasional, lo material, el poder, o el físico


de las personas porque el deseo se conecta a lo más bajo de la
vida como es lo pasional, o a lo más efímero como es el caso de
las posesiones materiales, el poder, la belleza física, etc..

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Por más que los seres tienen a su alrededor pruebas de lo
negativo e inútil que es dejar arrastrar por las pasiones y de lo
efímera que es la belleza, las posesiones materiales o el poder,
ellos sufren y se sienten tremendamente desgraciados por no
gozar ellos de la belleza, de la casa, del coche, del poder, de la
fama, etc. que disfrutan los demás y que piensan que son
inmerecidos, y que los que deberían tenerlo todo serían ellos,
porque se lo merecen, mucho más que los demás.

Ahora bien, es cierto que la envidia en los niveles menores


de existencia es triste, pero mucho más lo es cuando el objeto de
ella es algo elevado, como cuando se envidia la bondad, la pureza,
y la elevación de los demás, porque se está manchando lo más
noble y bello que puede existir sobre este mundo.

Y sin embargo, así es, los seres elevados espiritualmente, o


los que lo intentan al menos, son seres muy envidiados, y
muchas veces los seres no saben muy qué es lo que se está
envidiando. Esto lo hacen para robar inconscientemente, a veces
concientemente, las energías puras que tienen los seres elevados,
y a las que ellos no tienen acceso. Notan que los seres elevados
tienen algo valioso, aunque no sepan exactamente qué es.

Otras veces la envidia se utiliza conscientemente con el fin


de robar las energías de pureza, ese es en particular el caso de
los magos negros, de los que hay que protegerse escrupulosa y
concientemente.

Así, los Maestros, los grandes Seres, y los Avatares y


Salvadores de este planeta, han sido despreciados, atacados y
sometidos a las más tremendas vejaciones, y detrás de este hecho
están las Fuerzas del Mal, que utilizan la envidia como
instrumento principal para manipular a los seres menores, que
no soportan ver a alguien que está libre, que ama, que es feliz,
que es luminoso.

La envidia y el miedo siempre han estado detrás de la


fuerzas y seres que han hecho sufrir a los Grandes Enviados de
Lo Alto. Lo INFERIOR NO PUEDE RESISTIR LA PRESENCIA DE
LO SUPERIOR, porque le están recordando lo que debería ser y

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no es, y les hace despertar un poco del sueño profundo en el que
están sumidos y cuando ven una luz, la reconocen como una
amenaza para su sueño, y reaccionan violentamente ante
cualquiera que venga a despertarlos a ellos o a los demás.

Los seres envidiosos sufren mucho, porque la insatisfacción


y la impotencia crecen proporcionalmente a la envidia. Es una
enfermedad del alma, que llega a destruir totalmente o no la deja
desarrollarse, con lo que el ser se queda tan apagado, que tendrá
que sufrir mucho hasta darse cuenta de la inutilidad del deseo
de lo ajeno.

Esta insatisfacción constante que proporciona la envidia


empuja a los seres a preguntarse continuamente por qué el otro
es más bello, más rico, más poderoso, etc., y “yo” sin embargo no.
Se piensa así que la vida es injusta sobre todo con uno mismo, y
la falta de aceptación se suma a los demás motivos de inquietud.
Esto supone también una ignorancia absoluta de las Leyes
Sagradas Universales. Si las personas supieran que existe la Ley
de Causa y Efecto, se podrían dar cuenta de que no hay
casualidades, y de que como cada uno tiene y sobre todo ES
según el resultado de lo que ha hecho en vidas anteriores y en la
presente. Las casualidades no existen nada más que para
aquellos que no ven, o no quieren ver que somos el fruto de un
sin fin de vidas llenas de experiencias que nos llevan a ser y a
tener lo que somos. Asimismo, dependiendo de lo que haga en el
presente y al unirlo con el pasado, se estará construyendo
nuestro futuro. De las Leyes Universales, hablaremos aquí pero
en otro momento, simplemente las apuntamos para que se pueda
comprender que, a pesar de lo terrible que parece a veces la vida,
la injusticia no existe, y todo es EXACTAMENTE COMO TIENE
QUE SER con el fin último de la elevación y crecimiento de los
seres. Cada uno tiene y es exactamente lo que debe ser y tener,
¿de qué sirve pues envidiar?. La vida es como un traje hecho a
medida, que nos queda perfecto, y encaja con las cualidades,
defectos, y sobre todo con las NECESIDADES de cada uno. Si se
entendiera y se integrara esto, veríamos claramente la falsedad,
inutilidad y negatividad de la envidia.

Pág. 44
Los seres envidiosos que sólo observan y se lamentan
constantemente de lo que los demás tienen y ellos no, sólo
consiguen atraer hacia sí aspectos negativos de los demás, si no
que también atraen, precisamente, aquello de lo que tanto se
lamentan.

La envidia se dispara a través del egoísmo porque es el


egoísta el que desea sólo para sí lo que le gusta de los demás. Así
se vive desde un punto de vista totalmente pequeño,
considerándolo todo hacia la comodidad, placer y satisfacción
personal. Y lo peor de todo, es que la envidia va más allá, ya que
se llega a alegrar de las desgracias ajenas, y se pone furiosa ante
los “éxitos” de los demás. Esto supone vivir totalmente al
contrario de la realidad Superior, y atrae, en consecuencia, sólo
aspectos menores y sufrimientos.

La envidia también se acompaña de orgullo, insatisfacción,


soberbia, vanidad, falsa consideración de uno mismo, y etc.,
además de una terrible y continua inquietud.

Por eso es muy importante observarse y buscar en qué


rincón del cuerpo astral inferior se esconde, en qué ocasiones
actúa en uno mismo, y con qué otros aspectos negativos se
asocia.

Los seres elevados y puros de corazón, se alegran


profundamente de los éxitos, de las virtudes y de todo lo positivo
que les ocurre a los demás, y hay que llegar a sentir igualmente
la alegría por los demás, como por uno mismo, ese es el ideal de
la Fraternidad, que no es tan difícil de conseguir como a veces se
piensa.

Por lo tanto, hay que transmutar la envidia en admiración


sincera, en afecto, en generosidad hacia los demás, y sobre todo
en aceptación de que “todo está bien tal y como es”. Si no se
entiende ahora, ya se entenderá con el transcurso del tiempo y
de la evolución de cada ser.

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¿PARA QUE NECESITAMOS DESEAR LO DE LOS DEMAS,
SI LO LLEVAMOS TODO DENTRO DE NOSOTROS MISMO?

Envidia hacia el Trabajo espiritual

La envidia hacia lo espiritual consiste en envidiar los


aspectos espirituales de los demás. Hace sentirse inquietos y mal
a las personas, por saber que hay otros a los que se consideran
más espirituales, o más elevados.

Pero, como la envidia nace del Astral Inferior, se suele


envidiar los aspectos falsos o más superficiales de una aparente
espiritualidad. Por eso se suele envidiar mucho a los videntes y
personas que exhiben los más variados “poderes” que se
manifiestan hacia el exterior.

Menos envidia hay hacia la verdadera espiritualidad, que es


INTERIOR, CALLADA, PROFUNDA, SECRETA, y nace desde lo
más elevado del ser, pero también existen casos, sobre todo entre
hermanos, en los que la envidia se puede manifestar en este
sentido.

Un hermano siempre debe ser cuidadoso, porque siempre


hay seres que instintivamente se pueden acerca a él y envidiarle
intentando robarle su pureza sin que ellos mismos sepan
exactamente qué el lo que les molesta de esa persona. Por eso,
muchas veces, los hermanos son literalmente atacasos
fluidicamente por seres que envidian algo en ellos, sin saber qué
es la espiritualidad, y las energías de pureza que ésta trae
consigo; lo que ellos pretenden precisamente es robarles esas
energías, aunque la mayoría de las veces no lo sepan
conscientemente. Y si se hace sabiéndolo, es cuando surge de
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pleno la magia negra, que nace del odio, de la envidia y del
egoísmo.

La envidia hacia la espiritualidad de los demás es


totalmente inútil, como todas, porque sólo se trata de trabajar y
esforzarse para que podamos llegar también nosotros tarde o
temprano a la misma elevación. A todos se nos dieron, se nos
dan y se nos darán oportunidades; sólo hay que aprovecharlas y
trabajar.

La envidia cuando se transmuta de fuerza negativa en


positiva se transforma en ADMIRACION, virtud muy loable, que
nos impulsa a mejorar y crecer para aproximarnos el ideal
admirado.

 ADMIRACIÓN

 FRATERNIDAD Amar al prójimo como a si


La Envidia debe mismo
transmutarse en:
 SINCERA ALEGRIA POR LOS LOGROS DE
LOS DEMÁS

 ACEPTACION DE QUE CADA UNO ES Y


TIENE LO QUE NECESITA

La Envidia consiste  Sentirse desgraciado ante la


en: felicidad de los demás.

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LA IRA

Este es un enemigo del Ser especialmente peligroso porque


surge provocado en un primer momento por otro u otros aspectos
negativos del ser, pero debido a que actúa como una bomba de
fluidos densos, acentúa y multiplica enormemente los efectos
devastadores de lo menor, con lo cual la caída del estado personal
es automática e inmediata. Puede robarle las energías a un ser
en cuestión de segundos.

Por ejemplo, alguien os da un golpe en el coche, da igual si


la culpa es del uno o del otro, pero supongamos que la culpa es
del “otro”, como se piensa casi siempre. En primer lugar
aparecerá encendiendo la ira el ORGULLO que piensa ‘”Cómo es
posible que a mi me den un golpe en el coche”?. La SOBERBIA
se asociará inmediatamente pensando ¿”Cómo es posible que un
ser sea tan estúpido para equivocarse así, o tan irresponsable
como saltarse una señal”?, etc.. Así salta la ira, en cuestión de
milésimas de segundo, porque se siente plenamente justificada y
con todo el derecho y poder de gritar e insultar. Decimos “saltar”
porque es literalmente lo que ocurre. La ira actúa tan
rápidamente que es un auténtico asaltante del estado de
tranquilidad del ser. Y esto sería en el caso de un hermano o de
un ser que conserva un estado personal de relativa tranquilidad.

Pero sabemos muy bien lo que ocurre normalmente con


seres ya de por sí inquietos, por ejemplo, con el caso del
accidente, tan cotidiano en la vida en materia:

Lo normal es que ese ser, antes del accidente, ya viniera


enfadado o inquieto pensando e involucrándose sobre el tráfico,
sobre lo que le dijo su jefe, sobre los problemas de sus hijos, sobre
lo próximo que se quiere comprar, sobre “lo estúpida que es la
gente” y así hasta un larguísimo, etcétera. Así después no es de
extrañar que se produzcan accidentes por motivos tan simples y
tan fáciles de evitar teniendo tan sólo un poco de concentración.

Así ocurre que cuando se produce el mencionado accidente,


el ser lleva una gran cantidad de inquietud acumulada que salta
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desproporcionadamente para lo que ocurre la mayoría de las
veces. Los seres empiezan a intercambiar toda clase de
barbaridades por la boca, y a veces llegan a pelearse físicamente,
aunque lo peor de todo esto sea el intercambio fluidico tan bajo y
tan negativo que se produce en esas situaciones, ya que el ser
inquieto tiende, incoscientemente o no, a pasarle su inquietud a
otro u otros.

Si un ser inquieto, como el del ejemplo, no hubiera tenido el


accidente, entonces igualmente saltaría a la mínima ocasión con
el más débil de su entorno, porque la inquietud le agota y necesita
coger fluidos nuevos de quien lo tenga. Y si hubiera tenido el
accidente, también seguiría inquieto y trataría con más razón de
robarle a alguien las energías perdidas en la disputa.

Cuando alguien se deja llevar por la ira, hay un intercambio


de fluidos del más bajo nivel que sumergen y encadenan a los
seres a la realidad del bajo astral. AL IGUAL QUE UN HERMANO
NECESITA CONECTARSE CON LAS ENERGIAS SUPERIORES,
LOS SERES MENORES NECESITAN DE LAS FUERZAS
MENORES PARA SUBSISTIR.

Estas fuerzas menores se consiguen en su mayor parte en


los enojos, en los estados de ira y en las riñas en las que estos
seres se convierten en auténticos vampiros fluidicos. Buscan con
preferencia seres más puros o más débiles en materia que ellos:
niños, los empleados o familiares más tranquilos, siempre para
recuperar las energías que pierden tan fácilmente y que después
necesitan recuperar a toda costa. Este suele ser un proceso
inconsciente, pero cuando se hace sabiéndolo se infringen
gravemente las más Sagradas Leyes de Amor y Fraternidad.

Un hermano es un blanco perfecto para la ira de los demás


porque las energías puras que tiene son las más codiciadas. Por
eso es importantísimo no perder los nervios, ni perder la calma
ni el control que es lo que ocurre cuando nos dejamos llevar por
la ira. El sabe que la pureza es un tesoro que ha ido forjando
mediante el propio esfuerzo y la ayuda de la Fraternidad, y debe
ser muy consciente de valorar lo que esto significa, ya que en un
ataque de ira se pueden perder energías que ha costado mucho

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esfuerzo y tiempo acumular, y si se pierde constantemente, no se
puede retener nada para mejorar.

Esto supone para un hermano una auténtica catástrofe: 1)


porque conoce el proceso y sabe lo mucho que puede perder en
él y 2)porque en ese estado tan denso y menor, los Maestros no
pueden conectarse con él. Solamente el esfuerzo por controlarse
podrá salvarle de la situación.

Así que es importantísimo mantener la tranquilidad y no


dejarse llevar por al ira SEA CUAL SEA el motivo de ésta, y por
qué se disparó.

NO EXISTEN MOTIVOS PARA PERDER LOS NERVIOS. En


las auténticas catástrofes y dificultades los seres se mantienen
“extrañamente” tranquilos, ya que se les da momentáneamente
un acrecentamiento de Conciencia para no sufrir mas allá de lo
posible y no morir de dolor y de angustia.

Normalmente, se pierde la tranquilidad por las cosas más


insignificantes, y son esa multitud de pequeñas cosas las que van
poniendo a los seres cada vez más nerviosos, hasta que por
último otra pequeña cosa, hace colmar el vaso, y la ira estalla
como una bomba de relojería.

Un hermano tiene que ser consciente de que lleva un ángel


(naturaleza superior), y un demonio (naturaleza inferior) dentro
de sí, y que ambos luchan por tomar el control. Si le domina el
“demonio”, los momentos de ira serán utilizados por éste para
destrozar todo lo elevado que haya conseguido. Por eso es
necesario tomar verdadera Conciencia de lo importante que es
aprender a cortar todos los aspectos negativos de la personalidad,
que no del Ser verdadero, para empezar a acumular energías
puras, que son las que nos harán crecer. La obra “digna y útil”
de la que se habla en la Fraternidad, hay que empezarla por uno
mismo. Una vez encendida una llama fuerte, bella y duradera,,
podrá encender e iluminar a otras, y no antes.

Otra cuestión muy importante a tener en cuenta sobre la ira


es también saber cortar la ira de los demás hacia nosotros: 1) No
dejándose involucrar por ella, 2) Manteniendo la tranquilidad,
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sabiendo que así nuestras defensas permanecen intactas, (nos
mantenemos protegidos) y 3) Siendo conscientes de que un
hermano, además de la tranquilidad, pierde la pureza, si se deja
afectar por la ira de los demás, 4) Cortando inmediata y
tajantemente la que nos está atacando con su ira EN TOTAL
TRANQUILIDAD, y mejor aún si se puede, alejándose de esa
situación, de esa persona, etc. sin importarnos lo que vayan a
pensar de nosotros. UN HERMANO TIENE MUCHO QUE
PERDER SI SE DEJA LLEVAR POR EL FLUJO DE LO MENOR.

Más vale cortar con una amistad, un conocido, una


situación, un familiar, etc., que andar peleando y esforzándose
enormemente para no responder a las continuas provocaciones
de lo menor a través de ellos.

ES IMPORTANTE SABER CORTAR CON QUIEN O CON LO


QUE CORRESPONDE, Y SABER DECIR QUE NO CUANDO SEA
NECESARIO.

Así pues, conviene recordar tres puntos básicos sobre la ira:

1) Que ella es un enemigo terrible del se, y para un hermano es una


amenaza para las FUERZAS DE PUREZA que se reciben en el
Trabajo para mejorar y crecer.

2) La ira trabaja en asociación con otros aspectos negativos como el


orgullo, la soberbia, el odio, etc., que son los que en realidad la
provocan y disparan.

3) Actúa como una BOMBA FLUIDICA MENOR, que salta


bruscamente y arrasa con todo lo elevado a nivel de energías que
hubiéramos podido haber acumulado, con las consecuencias tan
negativas que esto trae para el estado personal de cada uno.

Por todo lo expuesto, es necesario evitar la ira, porque si


trabajamos espiritualmente, perderemos más de lo que vayamos
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ganando y así no llegaremos a ninguna parte, porque sería como
echar monedas de oro en un saco roto.

Es importante saber defenderse como se ha dicho no


involucrándose, manteniendo la tranquilidad y cortando las
situaciones y personas que correspondan. Esto no quiere decir
ahora que seáis extremistas y andéis huyendo de todo el mundo
pensando que os van a robar la pureza. Ante todo, hay que vivir
con ESPONTANEIDAD Y NATURALIDAD, y tampoco tener un
excesivo miedo a los errores, que son una forma excelente de
aprender, si se saben vivir y experimentar como fuente de
información y de mejoramiento y entendiendo lo que nos han
querido enseñar.

Por eso animamos a los hermanos a vivir una vida en paz y


tranquila interiormente, “a pesar de “ y “entre” las turbulencias
de la materia. Recordad siempre que en la profundidad de los
mares, y en las alturas del Cielo no hay tempestades ni
turbulencias. Profundizad pues en vuestro océano interior y
subid elevándoos hasta las más altas cumbre del Ser, y todo será
Luz, Paz y Amor.

Ira hacia el Trabajo espiritual.

Esto consiste en enfadarse de una manera violenta, pero no


de una manera habitual, sino que la ira va dirigida hacia el
Trabajo espiritual, los Maestros, Dios Todopoderoso, o a veces
hacia uno mismo.

Muchas veces se culpa al Cielo de las propias desgracias, y


los seres se enfadan enormemente y claman “Justicia Divina”, y
se habla de “los castigos que manda Dios”.

Lo anterior implica un total desconocimiento de las Leyes de


Amor y Fraternidad y una soberbia sin límites por creerse más

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sabios más justos hasta que el mismo Todopoderoso. Pero esto
ya se sabe que son manifestaciones de la ignorancia y falta de
evolución de los seres, que va desapareciendo a medida que se
crece.

Para un hermano, hay etapas en el trabajo personal, en las


que puede llegar a enfadarse con él mismo, con su trabajo, con
los Maestros en materia, o con los Maestros en espíritu.

Todo esto suele ser el reflejo de lo menor que se resiste a


abandonar al ser que está trabajando por expulsarlos, y se
produce un conflicto en el cual lo menor actúa a la defensiva
haciendo creer al hermano que el Trabajo o los Maestros le van a
perjudicar, pero el único perjuicio lo recibe lo negativo de la
personalidad en beneficio del Ser Superior. Y es que los enemigos
del Ser son muy astutos y conocen muy bien a los seres, por eso
los hermanos deben conocer también a estos enemigos, para que
la lucha pueda tener éxito. Llevan mucho tiempo conviviendo
con nosotros y utilizarán toda la inteligencia para resistir y
permanecer en su sitio.

Otras veces, los hermanos se enfadan por ser porfiados con


los Maestros. Con el tiempo se termina viendo quién tenía razón.
De todas formas, enfadarse no significa que sea negativo “no
estar de acuerdo”. Se puede perfectamente no estar de acuerdo
a veces con el Trabajo o con los Maestros, y esto es preferible a
que un hermano se lo crea todo, sólo porque se lo digan. Los
Maestros dan su instrucción y no obligan a estar de acuerdo con
ellos. Si no se cree o no se coincide con lo que nos dicen, no pasa
nada, el tiempo y la experiencia nos harán ver dónde está la
Verdad.

1- Es una amenaza para las fuerzas


de pureza que se reciben, con el
esfuerzo, en el Trabajo espiritual.
2- Actúa como una bomba fluidica
IRA menor.
3- Trabaja en asociación con otros
aspectos negativos del ser (orgullo,
envidia, odio,etc)
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 TRANQUILIDAD
La IRA se debe La TRANQUILIDAD y  AUTO-CONTROL
en
transmutar a
través de : De NO INVOLUCRARSE  RESPETO

 PAZ

 SERENIDAD

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LOS EXCESOS

Los excesos son los llamados “pecados capitales” que


representan un desequilibrio, un exceso que se realiza sobre
facetas de la vida, que sin embargo son necesarias vivir.

Así por ejemplo beber es necesario, beber un poco de alcohol


puede resultar tonificante, pero beber sin parar y sin control es
una de las formas más rápidas de llegar en un tiempo récord a
vivir la realidad del más bajo Astral Inferior.

Lo mismo se podría decir de las drogas, de todas clases, que


incluso en pequeñas cantidades, son verdaderos instrumentos de
acción de las fuerzas menores para atrapar a los seres incautos,
débiles, con muchos problemas, o poco evolucionados. Así, las
drogas, que pueden ser útiles en caso de operaciones, de dolor y
sufrimiento, se convierten en un arma mortal para el cuerpo
físico, y lo que es más triste para el alma, en caso de usarlas
indebidamente anula la posibilidad de crearla y desarrollarla.

Muchas veces, son los seres elevados los que caen en las
redes de lo menor, pues hasta que no se alcanza un cierto estado
de realización personal, esto puede suceder; y esto sí que es una
lástima, porque remontarse, estos seres habrán de sufrir y
sacrificarse mucho para intentar igualar un estado que ya
tuvieron. Y es que para un ser que trabaja espiritualmente, y por
lo tanto pueda tener una cierta elevación, la caída será más
grande, y la subida se hará doblemente difícil, PORQUE NO SE
PIDE IGUAL AL QUE YA SABE O YA ES, QUE AL QUE VIVE
SUMIDO EN LA INCONSCIENCIA. Esto es algo que se debe
recordar, para mantener el nivel y las exigencias personales en
un nivel lo más alto posible como debe ser en alguien que se ha
comprometido a crecer interiormente.

Esto es igual al caso de un padre que no puede exigir igual


nivel de conciencia a un hijo de pocos años que al de veinte años.
Por eso, un hermano que representa la madurez en este mundo
tan infantil, ha de estar doblemente alerta ante los excesos de
todo tipo, porque representa la conducta digna y útil y trae
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aparejadas todas las responsabilidades que esto conlleva. De
nada sirve compararse con los demás, hace falta fijarse en uno
mismo, con lo QUE SE ES, para intentar acortar las distancias lo
más posible.

Una forma muy corriente de ensuciarse fluidicamente y


perder energías es por medio de los excesos sexuales. Todo en la
vida y en el Trabajo es sano y es positivo si se sabe vivir de una
manera elevada y como corresponde a lo que realmente somos.
Estos excesos, muchas veces son una forma de atarse a lo menor,
a través de los lazos fluidicos que se forman en la unión sexual.
Si el sexo corresponde y está en su medida (es decir si la pareja
quiere y es la adecuada), estos lazos se acrecentarán y elevarán
la unión en la pareja. Pero si esta pareja no se corresponde
mutuamente, o si existen excesos, deformaciones o
desequilibrios, esos lazos se convertirán en cadenas que aten
fluidicamente a los seres, creando un vampirismo fluidico del
mas fuerte de los dos hacia el otro, o hacia las energías puras de
ese otro si es un hermano.

Cuando se dice que el sexo corresponde o no, no nos


referimos a la falsa moral de las formas, sino a la correspondencia
real evolutiva y afectiva y de amor sincero entre dos seres que se
quieren y se necesitan sin hacer mal a nadie y que se
corresponden mutuamente en armonía y felicidad, a pesar de los
problemas normales de la vida en materia. Así el sexo será el
medio de unión y de manifestación de lo masculino y femenino
de cada ser en el plano material, tan válido, útil y necesario como
corresponda a cada uno según sus circunstancias personales.

Los excesos en el comer, también están incluidos entre los


desequilibrios, ya que una necesidad fisiológica descontrolada se
puede llegar a transformar en una amenaza para la salud física,
psíquica y espiritual. La gula (comer en exceso) es algo superfluo
y perjudicial, que puede acarrear grandes problemas, no sólo de
sobrepeso, a los que la sufren. Es necesario buscar el equilibrio
y la armonía empezando por el cuerpo físico, porque será el reflejo
y la base de todo nuestro Trabajo espiritual. Es necesario cuidar
el cuerpo físico, y darle la importancia que se merece, no de un
amanera falsa y vanidosa, sino de una manera consciente; real y

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lógica. Así estaréis más sano, más a gusto con vosotros mismos,
y el cuerpo físico será un reflejo de vuestros otros cuerpos.
Respetad al cuerpo físico, y recordad que el sobrepeso conduce a
una mayor presión y contacto con la tierra y con lo material.
También, se exceden los seres a veces en el sentido contrario: en
que no se alimentan adecuadamente por razones de vanidad y de
moda, y la salud se ve igualmente afectada y pueden fallar las
fuerzas necesarias tanto para la vida en materia, como para la
espiritual. Por lo tanto, hay que cuidar y alimentar el cuerpo
físico equilibradamente, de forma que esto constituya un acto de
Conciencia: qué se come, cómo se come, dar las gracias por las
energías que la Madre Naturaleza nos ofrece en la comida, todo
ello con naturalidad y sencillez, sin llegar a fanatismos muy
corrientes entre vegetarianos, naturistas, etc. lo que es aceptable,
para quien lo asuma, no para todo el mundo como norma general.

Otro tipo de exceso muy corriente y muy actual es el


materialismo, que como ya se sabe y se ve consiste en empeñarse
en tener mucho más de lo que es necesario y útil, y sobre todo,
en vivir solo en función de las posesiones y los logros materiales.

Así, la materia, en vez de ser un instrumento perfectamente


válido, que nos ayude a vivir una vida tranquila y elevadas e
convierte en una OBSESIÓN, que hace a los seres cada vez más
intranquilos e insatisfechos a través del enorme desarrollo que
experimentan en ellos, entre otros, la codicia, la envidia y el
egoísmo.

Aquí también se puede observar, cómo algo que nos tendría


que “servir a nosotros”, se convierte en un dominante en la vida
de los seres, y les encadena en todos los aspectos a lo material.
Hay que saber analizar objetivamente, qué valor real tiene lo
material, y vivir en consecuencia, dándole la importancia que
tiene, pero sin dejaros atrapar por las corrientes consumistas y
materialistas de hoy en día.

La cuestión no es CUANTO se tiene, sino COMO se tiene.


Un pobre en lo material, puede estar más atado a la materia que
un rico, porque lo que importa es la ACTITUD que se toma ante
la materia. Si se sabe utilizar con equilibrio, no hay problema.

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LO IMORTANTE ES NO DEJAR QUE SEA LA MATERIA LA QUE
UTILICE AL HOMBRE.

Así pues, es importante observarse sinceramente para


buscar el equilibrio y para llegar a ser dueños de vuestras vidas
y saber elevar y transmutar positivamente vuestros instintos y
vuestras pasiones. No dejéis llevaros por la multitud que os
rodea que viven y actúan como marionetas bailando al son del
dinero, de lo material, de la droga de la bebida, del juego, etc...
Recordad que todos estos aspectos negativos son instrumentos
de lo menor que actúan para atrapara a los seres, y les hacen
perder la voluntad y la objetividad, y aunque la tuvieran en un
mínimo grado, éstas desaparecen ante los fluidos menores que
en forma de cadenas y de anclas, arrastran a los seres hacia los
más bajos niveles de existencia.

Por esto hay que cuidarse mucho del “PLACER por encima
de todo” que se vive hoy en día, y que resulta ser muy peligroso.

Una cosa es DISFRUTAR, y pasarlo bien sanamente,


elevadamente, sin perder el equilibrio, lo que conduce a saber
vivir feliz, en paz y armonía con los demás y con uno mismo; y
otra cosa bien distinta es el placer pasional desordenado que
arrastra a los seres hacia lo menor y, por lo tanto, tarde o
temprano los hace desgraciados, infelices e insatisfechos. Si se
sabe vivir la realidad más elevada de uno mismo, se encontrarán
FELICIDAD, PAZ Y LUZ. En cambio, viviendo en las fauces de lo
menor, ya se verá a nuestro alrededor qué resultados se obtienen.

Esta instrucción es una llamada a la búsqueda de la


elevación, del equilibrio y de la armonía para la vida en materia.
Nadie mejor que vosotros mismos sabe hasta dónde se puede
llegar en cada situación, y desde dónde no se debe pasar. Nadie
MEJOR QUE VOSOTROS MISMOS SABE HASTA DONDE PUEDE
Y DEBE LLEGAR EN UNA SITUACION. No hay normas, cada

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situación es diferente, pero hay algo que debéis tener siempre
presente: Si una situación os eleva, os ayuda a ser mayores y
mejores, corresponde vivirla, pero si por el contrario, os va a
arrastrar a lo menor, hay que alejarse inmediatamente o cortar
con ella. Esta es una REGLA DE ORO de la materia para los
hermanos que tratan de vivir el Camino de la Conciencia, de la
Luz y la Pureza. Buscad pureza, buscad elevación y allí donde
no las haya, buscad tranquilidad. Así el trabajo personal se
transformará en algo digno y útil para uno mismo, y los demás.

Volviendo a los excesos, quisiéramos recordar, que muchas


veces los seres que se dejan llevar por ellos, tienen una cierta
elevación. A veces, se sabe que se “busca algo”, pero no se sabe
lo que es, y se toma un camino equivocado ante esa inquietud
que se tiene al saber que le falta algo en la vida. En otras
oportunidades por este motivo, caen seres que ya tenían un cierto
grado espiritual.

Otras veces el ser que ya trabaja espiritualmente y que ya


tiene una cierta pureza cae inexplicablemente en algún exceso, y
es que las redes de lo menor hacen lo posible por atrapar a los
seres con luz y pureza, aunque sea en pequeño grado, es la fuerza
del ASTRAL INFERIOR la que está actuando. Este es un peligro
REAL que no se debe olvidar: hay que ser claros y tener
conciencia que un poco de luz y pureza que se posea, harán lo
posible por arrebatárnosla, a través de cualquiera de los
múltiples enemigos del ser, que estamos estudiando.

Así pues, como conclusión final a este estudio sobre los


exceso, se puede decir que existen muchos más, casi infinitos en
su número, y que le corresponde a cada uno encontrarlos en sí
mismos. Con los que se han visto aquí, queremos dar sólo un
ejemplo y un esquema sobre los más comunes. Hay que trabajar
en EQUILIBRAR los excesos, para que nazca la ARMONIA en ellos
y se conviertan en instrumentos que nos ayuden a crecer y
mejorar.

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Dejarse llevar por lo pasional y lo menor.
Desequilibrar algo que en sí no es negativo, y
Excesos muchas veces es hasta necesario, pero en su
justa medida.

 En el sexo Se trata de
 Materialismo equilibrarlos y
 En el comer (gula) armonizarlos.
 En el beber (No eliminar,
Excesos (alcoholismo) menos las
 Drogas drogas)
 etc,etc...

Saber disfrutar
en armonía a través del equilibrio
Excesos, y elevación
Transmutar en

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LA CODICIA

La codicia nace del deseo de “querer tener más”, y con eso


se cree falsamente, y sobre todo ingenuamente, que se va a “ser
más”. En realidad, todos los aspectos falsos de la personalidad
son deformaciones y desequilibrios de lo que somos en realidad
y de lo que tendríamos que llegar a ser, pero sin llegar a saberlo
ni a entenderlo.

Es lícito y es noble el deseo elevado de querer ser más y


mejor de lo que se es, porque es el deseo de “volver a casa”, de
volver a la propia esencia, de “volver a ser el que se es”. Pero
cuando esto no se entiende, se puede llegar a deformar esta
intención, y se transforma entonces en el “deseo de tener”, y ese
deseo en la codicia está, además, sólo y exclusivamente dirigido
hacia uno mismo, o lo que se llama normalmente “los míos”. Es
una forma de egoísmo que nos impulsa a tener. El objeto de ese
afán puede ir en tres direcciones: 1) Querer tener dinero y
posesiones materiales, 2) Querer tener poder (cuando está detrás
el orgullo y la soberbia), o fama, belleza física, etc. etc. (cuando
está detrás la vanidad) y 3) Querer tener una espiritualidad
mayor que la de los demás.

Para empezar a analizar la codicia, vayamos a ver en esos


tres casos, qué es lo que la impulsa, qué es lo que incita a los
hombres a querer tener más y más, y siempre en beneficio
exclusivo y propio.

¿Por qué se quiere tener tanto, demasiado, acumular y


acumular?. Esto ocurre a causa del MIEDO y de la
INSEGURIDAD. Hay un miedo terrible a la vida, a perder la
Salud, la “seguridad”, a perder la comodidad”, a perder el dinero
y las posesiones materiales, a perder el poder y tener que soportar
que los demás nos humillen, etc. etc...

Ese miedo a perder la “seguridad” en la vida, o ese afán


obsesivo pr conseguirla, es algo totalmente irreal y falso, porque
la verdadera “seguridad” como todo lo real sólo se encuentra en
el interior de uno mismo.
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Ese miedo impulsa entonces a los seres a acumular más de
lo debido de una forma totalmente cruel y egoísta, “por lo que
pueda pasar mañana”, y le sumerge en un círculo vicioso de que
cuanto más tiene, más quiere, sin saber exactamente por qué, el
caso es acumular y acumular a costa de lo que sea, sin saber
luego muchas veces que hacer con tanto dinero, o tantas
posesiones materiales.

Pero si observamos un poco, veremos que ese miedo que es


el que impulsa a los seres a acumular, tiene todavía otro factor
anterior que lo produce: la flata de comprensión de las Leyes
Cósmicas, en las en que todo se comparte y se hace uno. Sin no
se tiene fe siempre se tendrá miedo, y esto pondrá en marcha el
mecanismo de los seres codiciosos que acumularán y
acumularán, sin que por eso encuentren la felicidad y la
seguridad, sino muy por el contrario, querrán seguir
acumulando.

Cuando la codicia va dirigida hacia el poder, es el orgullo el


que la provoca, que unido a la soberbia hacen nacer en los seres
el afán de acumular poder, de ser cada vez más importantes para
poder dominar a los demás y sentirse así más fuertes, más
importantes, y por lo tanto, más seguros. Por eso, normalmente,
los seres que buscan el poder cambian muy fácilmente de ideas
o de ideales, ellos se dirigen siempre hacia lo que consideran más
importante, hacia ese puesto o cargo relevante que su orgullo
cree que merece con toda justicia. Las ideas son sólo algo que se
puede cambiar, un instrumento que utilizan para conseguir el
verdadero propósito que es “ser importante”, o “tener fama”, etc.
etc... Y al igual que la codicia hacia lo material, ésta no se ve
nunca satisfecha, cuanto más tiene, más quiere, y así nacen
muchas veces los dictadores y las personas crueles,
intransigentes y fanáticas.

La característica de los aspectos negativos del ser, como ya


se sabe, es que nunca satisfacen, sino que crean cada vez más
inquietud e insatisfacción. Así los seres codiciosos piensan que
al tener poder, van a tener más control sobre su vida y la de “los

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suyos” y por lo tanto, más seguridad, cuando al final ocurre todo
lo contrario. La insatisfacción crece y siempre quiere más o hace
nacer el miedo a perder lo conseguido o acumulado. En cambio,
las facetas de la Conciencia, siempre nos hacen más libres, más
felices y más TRANQUILOS. Así se puede reconocer fácilmente
un aspecto menor a diferencia de uno elevado. Lo que ate a los
seres o los entristezca y les cree un estado de inquietud, se podrá
reconocer enseguida como algo falso.

La codicia, por ejemplo, nos impulsa a tener más, y nos


promete la felicidad y la seguridad. El resultado es que se trabaja
más, o se hace lo que sea digno o no, para conseguir más.
Cuando se tiene, puede que durante un tiempo se esté satisfecho,
pero al cabo de un período corto de duración otra vez se vuelve a
desear, obsesivamente incluso, algo más, porque así se piensa
que “se va a ser más” que el vecino, que la familia, o que el amigo.

Y si no, observad cómo la gran mayoría de la gente compra


algo para enseñárselo a los demás, porque la vanidad anda
detrás. Si los seres que compran y compran no tuvieran a quien
enseñárselo, no sabrían qué hacer. Igual que los seres que
quieren acumular poder a través del orgullo, no sabrían qué
hacer sin o tuvieran a nadie a quien dominar y a quien
despreciar, si no corresponde a sus exigencias. Eso demuestra
la gran falsedad de estos aspectos del la personalidad, porque la
obra digna y útil se hace para mejorarse uno mismo, sin que
nadie tenga que saber nada. Lo que se hace sólo por uno mismo,
en silencio y en respeto, es lo que no constituye egoísmo, sino
que trae elevación.

Lo peor de todo esto es que si se tiene codicia, a medida que


el ser crece materialmente, se empobrece espiritualmente, porque
vuelve a los seres menores, encerrados en sí mismos, egoístas,
orgullosos, vanidosos y obsesionados por acumular:
QUIEREN CADA VEZ MAS y resulta que “SON” CADA VEZ
MENOS.

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Esto es muy exagerado en el mundo Occidental, donde
parece que importa más lo que se “tiene” que lo que se “es”, y
esto crea toda una falsa escala de valores en la vida. Pero esto
no significa que no esté bien así: La única forma de aprender es
experimentando, y hay que aprender a través de la experiencia
que acumular posesiones o poder, no es la meta real de la vida,
y tarde o temprano, a través de vivir, sufrir y experimentar,
llegará el momento en que la mayoría de los seres entiendan.
Cuando no se entiende, se puede llegar al callejón sin salida de
los excesos (alcohol, drogas, etc.), pero de allí también se puede
salir con voluntad y con fe.

La vida es de gran sufrimiento para aquello que no escuchan


ni quieren escuchar la voz íntima del Ser. Si todos supieran
reconocerla y seguirla, no haría falta nada más, seríais
CONSCIENTES.

Todo esto que se acaba de explicar tiene que ser bien


entendido en el sentido de que ha dado una instrucción sobre los
seres codiciosos. Con todo lo que se ha dicho antes, no se ha
querido dar a entender que tener bienes materiales sea algo
negativo o menor. Esto es algo neutro en sí, todo depende de
cómo se viva y cómo se utilice. Si los bienes materiales, e incluso
el poder se han obtenido lícitamente, el ser puede permanecer
elevado y digno y por el contrario, alguien pobre materialmente
puede que robe o haga cualquier cosa ilícita para procurarse algo
que desea. Todo depende de cómo se viva y cómo se utilicen las
cosas porque la CODICIA NO DEPENDE DEL NIVEL MATERIAL
DE LAS PERSONAS, SINO DEL NIVEL ESPIRITUAL. No conviene
mezclar los términos espirituales con los materiales. No todos
los codiciosos son ricos, no todos los ricos son codiciosos y hay
muchos pobres materialmente muy codiciosos también.

No se trata tanto de “tener o no tener” sino más bien de


“desearlo”, de una manera obsesiva que apague todos los demás
ideales y metas naturales y espirituales de la vida.

LA MATERIA HA DE PONERSE AL SERVICIO DEL


ESPIRITU, EN TODOS SUS ASPECTOS, y nunca dejar que nos
domine.

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Tened esto siempre muy presente, hermanos porque el
mundo material en el que se vive, hace a veces muy difícil “nadar
contra la corriente” e ir al contrario que CASI todo el mundo; pero
así es como transcurre y como debe transcurrir la vida de los
seres elevados que saben que el espíritu está SIEMPRE por
encima de la materia.

Es importante no olvidar LAS PRIORIDADES. No se trata


de tener más o menos, sino de darle a cada cosa su importancia
y su valor correspondiente. Si de verdad, después de un sincero
análisis sobre la codicia en vosotros, encontráis que utilizáis la
materia al servicio del espíritu para ser cada vez mayores y
mejores, os felicitamos, porque habréis ENTENDIDO LA
REALIDAD DE LA VIDA EN MATERIA, o estaréis en el Camino
hacia ello.

La codicia espiritual

La codicia espiritual es aquella que hace buscar y desear


más de lo que les corresponde a los seres en el Trabajo espiritual.
Es una espiritualidad mal entendida porque no va acompañada
de humildad y de elevación, sino que se busca
desmesuradamente y sobre todo EXTERIORMENTE sabiduría y
elevación. Los seres codiciosos en el trabajo espiritual son
aquellos que pasan de escuelas en escuelas, de grupos en grupos,
y que han probado todos los métodos espirituales habidos y por
haber, no quedando jamás satisfechos. Piensan que el trabajo, o
el Maestro, no está a su altura (orgullo), y van buscando un
método maravilloso en el que rápidamente y sin esfuerzo se
consiga la Conciencia, la Iluminación y la Maestría. Tienen prisa
e impaciencia, justo lo contrario a lo que tiene que ser la
verdadera espiritualidad que sabe y entiende que todo necesita
un proceso de maduración más o menos largo, que siempre hay
que atravesar.

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Estos seres, muy comunes entre los grupos espirituales
acaban sabiendo, entiéndase grabando, mucho exteriormente de
NADA, y muchas veces empiezan a criticar y a juzgar sistemas y
la superficie, no pudieron siquiera aproximarse al fondo, y a los
“significados reales y vividos de lo que ES”.

Esta codicia conduce también a la insatisfacción porque los


codiciosos de lo espiritual no encuentran ese método mágico que
les haga cambiar “ya” de un día para otro, sin trabajo y sin
esfuerzo; y por eso buscan y buscan y todo les parece
INSUFICIENTE. Hay que ser pacientes, y saber esperar porque
el cambio se puede producir cuando menos se lo espere. La
obsesión sólo cierra posibilidades, la soberbia las aleja
definitivamente.

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 Desear tener sin límites.
 Eterna insatisfacción: a medida que más se
tiene más se quiere.
Codicia
 Obsesión por las posesiones materiales, por
el poder, la fama, la belleza, etc...

 Buscar obsesivamente el método de


trabajo que le haga cambiar “ya”, sin
Codicia espiritual
esfuerzo ni trabajo en sí mismo,
quedándose en lo externo.

 Aceptación de lo que se tiene.


 Medida equilibrada de lo que desea y lo
Transmutar
que se necesita.
la codicia en
 Generosidad.

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EL EGOISMO

Es egoísmo, es una forma de expresión humana, un aspecto


de la personalidad, que está totalmente en contraposición con las
formas divinas de amor y de fraternidad. Nace de las más bajas
esferas del ser, y le acompaña, le cubre, no dejándole ver la
realidad, más allá de si mismo.

El ser egoísta vive y atiende sólo en relación a lo que le


concierne a él en sus facetas bajas y más falsas: a sus gustos y
disgustos, a lo que desea, a lo que no desea, a lo que le apetece,
o no, etc. sólo se ocupa de sí mismo, en el sentido menor de la
expresión. Pero ¿qué quiere decir esto?:

El hombre, como ser en evolución que es, necesita


amarse, quererse, ocuparse de sí, y sobre todo conocerse para
poder llegar a ser mayor y mejor. Esta es la obligación que tiene
pactada con su espíritu, y si esto no sucede, el espíritu espera
sin poder hacer nada hasta que el ser en cuestión despierta y
empieza a querer hacer algo positivo por sí mismo. Por lo tanto,
este deseo elevado, legítimo y necesario del hombre por mejorarse
y crecer, implica el ocuparse de sí mismo, el llegar a conocerse y
a trabajar a través del estudio, la observación, y así la Emoción y
la Conciencia le llevarán a “ser el que es” realmente. En
consecuencia, todo este trabajo personal que realiza un hermano,
no es egoísta, porque al mejorarse él, mejora su entorno, y por la
ley de Resonancia Universal si algo o alguien mejora. La
Fraternidad, La Humanidad y la Creación entera se ve
beneficiada de esa pequeña lucecita que se enciende en un ser
cuando lleva energía de pureza. Además, según las Leyes de la
Fraternidad, llega un día en la evolución de los seres, en el que
tendrán que guiar y acompañar en el Camino a otros hermanos,
al igual que un día se hizo con ellos. Por lo tanto, no existe
egoísmo en el afán de mejorarse, si ese mejoramiento se ofrece a
la Fraternidad, a la Humanidad y a Dios Todopoderoso, en escala
ascendente de pureza.

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Sin embargo, y muy al contrario que lo que se acaba
de explicar, el egoísmo nace de un deseo menor de desearlo todo
y quererlo todo para uno mismo, y no pensar nunca en los demás.
Todo se hace en función de los gustos, deseos y caprichos
personales, y se dirige hacia cosas y aspectos menores.

El egoísmo, es un aspecto negativo de la personalidad


que toma muchas caras, pero siempre se puede detectar porque
para él sólo cuenta el gusto personal, y no le interesa y desprecia
todo lo que no sea él mismo.

Se puede ser egoísta en la vida de muchas maneras,


por ejemplo, hay una muy corriente que es la de ser mal educado
o desconsiderado hacia los demás. Esto es puro egoísmo porque
sólo se piensa en uno mismo, llegando a despreciar sin ninguna
justificación a los demás.

El egoísmo, además, como ya se vio está detrás de la


codicia y de la envidia, pues, naturalmente, nacen de él. No dejan
de ser formas de querer para sí lo más posible (codicia), o lo que
se ve en los demás (envidia), y resultan así aspectos de la
personalidad que hacen a los seres menores e inconscientes.

Otra cuestión a tener en cuenta en el egoísmo es que


hace a los seres crueles e insensibles no existiendo para ellos más
que su propia “realidad” que es pobre, falsa y totalmente oscura
e inconsciente.

Otra forma que toma el egoísmo, son los celos, que ata
a las personas de las que “se dice que se quieren”. Pero donde
hay ataduras no puede existir auténtico amor, que es libertad y
armonía y es algo tan sutil y elevado, que no hay forma de
atraparlo con los fluidos densos de lo menor. Los seres celosos
transforman su vida en un auténtico infierno que hacen sufrir
también a los que tienen a su alrededor. Es necesario, por esto,
observarse bien y procurar no atar a los seres que se aman, sino
quererles en libertad y elevación. Cuanto más se quiera atar las
personas a nosotros, tanto más ellas querrán irse y
abandonarnos. El miedo a perder al ser que “se cree que se
quiere” es lo que motiva los celos, y no hay mejor solución que

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amar en armonía y libertad. Así los seres queridos siempre
estarán con el corazón a nuestro lado, libres y felices, disfrutando
del verdadero amor.

Pero, por el contrario, si pudiéramos ver a una persona


egoísta fluidicamente, se vería que ata literalmente todo lo que
considera importante, y que tiene miedo de que se le escape. Así
en vez de liberarse cada vez más de lo que “cree que posee”, se
ata más y más. Vivir al lado de un ser muy egoísta es una
situación de auténtico ahogo porque sus fluidos atan a personas
y cosas de una manera asfixiante, ya que a las personas, el
egoísmo las mantiene atrapadas fluidicamente por el chakra de
la garganta. Así que el ahogo y el agobio es real y es muy
negativo.

Los seres en materia, tienen muy fuerte la semilla del


egoísmo. Está muy arraigado en la falsa personalidad, o lo que
comúnmente se llama personalidad, por lo que hace falta liberar
ese afán de posesión y de opresión hacia las personas y cosas.
Así nos liberaremos nosotros mismos, y a su vez liberaremos a
las personas y cosas que se han atado.

Los seres egoístas, como seres que son atados a lo


menor, sufren mucho, porque son víctimas de su propia
oscuridad, ya que el estado fluidico tan denso que forma la
posesión egoísta, no deja pasar la Luz de la Verdad, del Amor y
de la Libertad. A esto se une además el factor de la inquietud
que le causa al ser egoísta el miedo a perder “lo que es suyo” como
se apuntó antes. Así pues ante esta perspectiva, el egoísta vive
en un estado constante de infelicidad, de decepciones y
sufrimientos que le hunden más y más en lo menor.

Hay dos cosas importantes que considerar en este tema:

1) Que cada vez se ha de trabajar más par encontrar la libertad


FLUIDICA ante personas y cosas. Así pues, habrá que
disminuir y eliminar el AFAN DE POSESION. No se trata de

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no tener, se trata de no poseer en sentido egoísta, de no atarse
fluidicamente a lo que se tiene.

2) La otra cuestión es que cuando se habla de “lo demás” es un


egoísmo manifiesto que es inconcebible en las Esferas
Superiores de Conocimiento. Vivid pues como espíritus
elevados que sois, y sentid la “Unidad del Todo” en la que no
hay ni “tuyo” ni “mío”, sino “nuestro” y así podréis llegar a
entender la magnitud de lo que significa la Fraternidad y el
Amor.

El “otro” y “lo otro” no existen, son una ilusión y lo que


hagamos por los demás, bueno o malo, nos lo estaremos
haciendo a nosotros mismos y a toda la Creación, por la Sabia y
Justa Ley de la Resonancia. Todos formamos parte de una
totalidad perfectamente ensamblada y pretender ignorar esto es
propio de seres y mundos de muy baja evolución.

Os pedimos, hermanos, que a través de la Luz de los mundos


Superiores intentéis aprender a vivir según las Eternas Leyes
Universales, en las que “lo tuyo” y “lo mío” no existen, sino que
TODOS SOMOS TODO, Y TODOS SOMOS UNO.

Egoísmo en el Trabajo espiritual

Consiste en UTILIZAR las energías y el conocimiento que se


recibe en el trabajo espiritual, no para el mejoramiento personal,
de la Fraternidad o de la Humanidad entera, sino que se utiliza
para el mejoramiento material o de poder para uno mismo.

Esto es la magia negra, y constituye la cota más baja a la que


puede llegar un ser teniendo el Conocimiento, y sabiendo
manejar las energías, utilizarlos con fines egoísta, menores y
materiales en claro perjuicio a los demás. No hace falta ni
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explicar lo negativo que es esto, ya que los seres se convierten
así, por propia voluntad, en instrumentos de las fuerzas menores
que se introducen en la buena voluntad de las personas y utilizan
su dinero, y peor aún, sus energías para su propio y egoísta
provecho. Así surgen las sectas de todo tipo, y los vampirismos
tanto materiales como fluidicos que se realizan para atrapar a los
seres incautos, y que caen así en las redes de las fuerzas del Mal
y conectados fluidicamente al Astral Inferior.

Lejos de ellos están todavía la ideas de ideales de Luz,


Fraternidad y Amor, que tal vez, algún día, anidaron en su
corazón pero que por orgullo, egoísmo y codicia les han hecho
caer en las profundidades del abismo. Tal es el caso de Lucifer.
Estos seres y lo que significan, son el peor y mayor peligro que
puede darse en el Trabajo espiritual, y hay que tenerlo siempre
muy en cuenta, y darles la importancia que se merecen.

 Deseo falso de querer todo para sí y no


pensar nunca en los demás.
 Afán de posesión, de cosas o personas
(celos)
Egoísmo  Mala educación, desconsideración hacia los
demás.
 Hace a los seres crueles e insensibles.
 Ata fluidicamente lo que se cree que se
quiere o se ama.

 Libertad hacia “LO y “LOS” que nos


rodean.
 Tener, pero no “poseer”
Transmutar el  Generosidad
egoísmo en  Fraternidad
 Caridad y Amor

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LA IMPACIENCIA

La impaciencia es un enemigo del Ser, porque le lleva a


querer ser y hacer más allá de lo que le corresponde en ese
momento. Incita a los seres a querer ir deprisa allí donde no se
puede ni se debe. Esto es muy común en el mundo de hoy en
día: se desean las cosas “ya” en el momento, pero sin los pasos
previos necesarios, esto es el esfuerzo, el aprendizaje y las
experiencias que ayuden a madurar y a integrar lo que se ha
aprendido.

Esto implica otra vez un total desconocimiento de las Leyes


Naturales y Divinas, porque todo proceso necesita atravesar
ineludiblemente unas etapas hasta que se consuma y complete.
Con el final de una etapa, vuelve a nacer el principio de la otra, y
así se produce la evolución, tanto en el terreno natural, como en
el terreno espiritual. (Las Leyes Naturales son reflejo de las Leyes
Cósmicas con las “adaptaciones” necesarias, y las Leyes
Cósmicas a su ve son el reflejo de las Leyes Naturales, adaptadas
a la mayor sutileza de aquellos planos): “Así como es arriba es
abajo, y así como es abajo es arriba”.

Así pues, hay Caminos que no se pueden acortar, ni se


pueden eludir etapas y experiencias necesarias en todos los
terrenos de expresión y de la vida. Lo que sí se puede (a veces, y
no siempre), es intentar avanzar más deprisa mediante el
ESFUERZO Y EL SACRIFICIO; en el camino hacia lo que
buscamos. Si es la ocasión y el momento propicio, y si
corresponde, se podrán realizar grandes avances, pero esto
siempre implica que ha habido un gran esfuerzo o un gran
sacrificio anterior, con lo cual quedaron integradas en una sola
experiencia, el aprendizaje que nos hubiera costado mucho más
integrar, de no haber sido por ese esfuerzo o sacrificio especial y
voluntario. Pero estos casos son excepcionales. Lo normal es ir
dando pequeños pasitos hacia delante y hacia atrás, y poco a
poco ir avanzando así. A veces se dan grandes pasos hacia atrás,
que normalmente, impulsan a los seres evolucionados a
recuperarse a su vez dando grandes pasos hacia delante. Y así

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va transcurriendo la evolución de los seres con la más variada
gama de circunstancias y actitudes diferentes.

Lo que transgrede todas las leyes, tanto humanas como


divinas, es querer ser algo, o saber algo rápidamente, de la noche
a la mañana, sin esfuerzo y sin experiencia. Esto es imposible,
la prisa no sirve para nada en la vida, sólo puede hacernos ver
las cosas totalmente distorsionadas, por haberlas intentado
aprender o hacer cuando correspondía o nos hace ser unos
fracasados porque se pretende actuar en función de lo que
todavía no se es. Las cosas hechas con prisa siempre acaban
estando mal hechas y las hechas a destiempo, resultan muy
negativas; incluso el Trabajo espiritual comenzando cuando no
corresponde puede causar gran perjuicio a los seres. Todo
necesita un proceso, una integración un tiempo, unas
experiencias.

Bien es cierto, que en cualquier aprendizaje, hay personas


que avanzan más rápidamente que otras, pero esto se debe a que
ya han trabajado en ello en otras ocasiones, o porque la fe y el
esfuerzo es mayor. No se puede pretender ir más rápido de lo
que es necesario, ni ser o saber más de lo que somos y sabemos,
de la noche a la mañana.

CADA SER, EN CADA SITUACION DE LA VIDA, TIENE UN


RITMO, SU PROPIO RITMO, QUE DEBE ENCONTRAR PARA
LLEGAR A SU PROPIA ARMONIA Y EQUILIBRIO.

Si os analizáis despacio, veréis que en unas facetas de la


vida vuestro ritmo es rápido, eficaz y progresivo, y en otras se
hace más lento, con más altibajos y dificultades. Hay que saber
reconocer y adaptarse a los diferentes ritmos, no se puede ser
brillante en todo, ni ir igual deprisa en todos los aspectos de la
vida, por eso hace falta CONOCERSE y saber llevar el RITMO
CORRECTO en cada circunstancia de la vida, tanto personal
como espiritual.

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También ocurre, que dentro de la vida, hay etapas muy
diferentes. Hay etapas para avanzar rápidamente, y hay etapas
para esperar, incluso etapas para retroceder a veces, que nos
hacen ver lo que se ha perdido, y dan nuevas fuerzas para seguir
adelante. Es importante que cada hermano se analice en
profundidad, y vea en qué etapa se encuentra, y qué ritmo debe
seguir en cada aspecto de su vida. Puede ocurrir, por ejemplo,
que en su trabajo profesional debe actuar, pero sin esperar
cambios, en su vida personal debe seguir adelante con el mismo
ritmo, o por el contrario, deba cortar con algo o con alguien, y por
ejemplo en el Trabajo espiritual debe esforzarse más. Esto es sólo
un ejemplo, y lo que hay que tener cuenta, es que en la vida de
los hermanos que tratan de ser conscientes, todas las facetas de
ella deberán estar CONECTADAS para haya ARMONIA. Unos
aspectos de la vida ayudarán a los otros, pero es importante
aclarar que el TRABAJO ESPIRITUAL deberá ser lo principal en
la vida, y lo guíe el rumbo y nos marque el Camino de todas las
demás facetas, para que en verdad la materia se ponga al servicio
del espíritu, y se ARMONICE con él.

Por todo esto, la impaciencia sólo sirve para perder la


armonía y el ritmo justo y adecuado en el que debe transcurrir la
vida.

También existe el peligro de pasarse al otro extremo, pues


hay veces que los seres se dicen continuamente: “No es mi
momento”, “ya lo haré más adelante”, y esto hay que analizarlo
sinceramente porque puede ser PEREZA o MIEDO. Lo importante
es saber que “SIEMPRE AHORA ES EL MOMENTO JUSTO PARA
ESFORZARS Y TRABAJAR” y los resultados vendrán cuando
correspondan, o tienen por qué venir de inmediato. Hay que
saber esperar, si el esfuerzo es sincero, es profundo y es digno,
SIEMPRE TARDE O TEMPRANO, dará sus frutos. Incluso
muchas veces, hay seres que se adelantan a lo que les
corresponde porque las Leyes son tolerantes y hacen excepciones
ante el verdadero AMOR, SACRIFICIO, ESFUERZO y DIGNIDAD.

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Siempre es positivo esforzarse, y siempre da resultados, pero
MUCHAS VECES HAY QUE SABER ESPERAR con fe y
tranquilidad. Todo está registrado y nada se pierde, y aunque a
veces, pueda tardar vidas enteras, el esfuerzo siempre se ve
recompensado. Y, la mayoría de las veces, esa recompensa viene
cuando ya no se espera nada, o aceptamos la situación.
Entonces, aparece la sorpresa y llegan los resultados. Por eso,
es importante saber esperar con fe y tranquilidad, PERO SIN
DEJAR DE ESFORZARSE NI DE SEGUIR EL CAMINO.

Por eso, hace falta ser muy objetivo y muy sincero con uno
mismo, y saber pedir aquello que esté en la medida de las propias
posibilidades. NI MAS NI MENOS, NI ANTES NI DESPUES, todo
a su debido tiempo y con su debido RITMO. Si se hace menos de
lo que se puede, es pereza, y si se quiere hacer más, es cuando
vienen las prisas y el trabajo mal hecho. En este mundo de
prisas, y de resultados inmediatos, es importante saber
mantenerse EN EL PROPIO RITMO y no dejarse llevar por las
prisas, la impaciencia no quiere dejar que las cosas maduren, y
por ella surgen muchos contratiempos, por no saber armonizar y
encontrar el ritmo de cada faceta de la vida, y de los momentos
diferentes que se viven en cada una de ellas.

Impaciencia hacia el Trabajo espiritual

Esto se refiere a querer avanzar más deprisa de lo que


corresponde, en el terreno espiritual.

Para trabajar en el terreno espiritual, más que en


ningún otro, dado que se realiza una parte de él, en los planos y
cuerpos Superiores, hace falta del esfuerzo, de la experiencia
para que se pueda llevar a cabo la integración, y con ella el
cambio.

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Siempre se piensa, o muchas veces al menos, que uno
mismo se esfuerza los suficiente, pero lo cierto es que la mayoría
de las veces se relega el trabajo espiritual a un triste rincón en
las prioridades de la vida en materia. Y aún así se pretende
avanzar, se pretende cambiar y mejorarse además, rápidamente.
Pero si el Trabajo no está presente de una manera clara, y sobre
todo CONSTANTE en la vida material, y no se utilizan las
experiencias que ésta nos ofrece para mejorar y crecer, las
reuniones, las comunicaciones, las lecturas y las instrucciones
de los Maestros más elevados no servirán de nada.

Tenéis prisa al ir a hacer la Comunicaciones, tenéis


prisa por ir a las reuniones y salir rápido, y vais con prisas a
todas partes, relegando el Trabajo al último puesto de vuestras
prioridades. Estáis enfermos de prisa y no se puede trabajar ni
hacer nada bien con impaciencia, tanto en los trabajos materiales
como (y mucho menos) en los espirituales, en los que la inquietud
que causa la prisa imposibilita totalmente el estado personal
tranquilo que es imprescindible para realizar bien cualquier cosa.
Y aún así algunos hermanos que viven de esta manera se
preguntan por qué no avanzan, o por qué avanzan tan poco. Y
es que sin esfuerzo continuado, real y constante, no hay mejoras;
y es curioso observar cómo los que menos se esfuerzan son los
que más prisa tienen por notarse y exigir un cambio claro y
permanente. Todo esto es un claro contrasentido.

Lo primero, es saber esforzarse en TRABAJAR Y VIVIR


ELEVADAMENTE, y después, hay que SABER ESPERAR Y
TENER FE, en que los frutos de ese trabajo saldrán cuando
corresponda.

Muchas veces ocurre el caso contrario, y consiste en


que el hermano ya ha cambiado, y mucho, a veces, y en su
IMPACIENCIA no se da cuenta de ello. Si vuelve la vista atrás
podrá ver que sí ha cambiado, y que vive totalmente diferente con
sí mismo y con su entorno, pero en su impaciencia por mejorar,
no ha podido observar los avances. Esto ocurre muchas con los
hermanos, que sólo observan el largo Camino (o no tan largo) que

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les queda hasta la realización, olvidándose de mirar hacia atrás
para constatar que aunque falta mucho o poco, ya se ha
caminado bastante hacia la meta. No hay que ser soberbios, pero
tampoco derrotistas, hay que buscar el punto medio en las
actitudes, pues allí está el equilibrio y la armonía.

En la impaciencia hay dos cuestiones fundamentales:

1) No exigirse demasiado. Se puede exigir uno mismo al máximo y


más, pero entonces hay que saber que esto se hace con el único
fin de esforzarnos más, y por lo tanto no hay que desanimarse ni
impacientarse si no conseguimos resultados inmediatos. Pedirse
más de lo que se puede, suele traer conflictos, confusión e
impaciencia, por eso conviene saber dónde se está para
plantearse las metas, aunque esto en el Trabajo espiritual es
difícil y a veces no se sabe, pero para eso están los Guías y
Maestros, para ayudarnos en cómo, cuándo y cuánto conviene
esforzarse.

2) Darse el tiempo necesario para alcanzar las metas. No se puede


ir con prisas en nada, y en el Trabajo espiritual menos, como ya
se ha dicho, así que hace falta grandes dosis de paciencia, fe y
esperanza porque hay mucho que cambiar, aspectos de la
personalidad que se llevan arrastrando desde hace miles de años,
y lo que no se puede pretender es superarlos en unos días o años;
a veces puede ocurrir, pero hay facetas tan arraigadas, para las
que harán falta vidas enteras de esfuerzo y trabajo constante
para eliminarlas.

Pero todo esto no debe desanimar a los hermanos, sino muy


al contrario, debe servir de incentivo para trabajar más y mejor,
y para esforzarse al máximo en cambiar, porque hay mucho que
hacer en función de nosotros mismos, primero, y hacia la
Fraternidad y la Humanidad después. Y si en apariencia, no se
notan los resultados, todo se va moviendo en otros planos, y el
día menos esperado pueden manifestarse.

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Parece difícil y ambiguo trabajar hacia algo que tal vez se
produzca varias vidas más adelante, pero así es, a veces, el
Trabajo Espiritual. Los cambios se producen primero en los
planos más elevados, y dependiendo del estado personal y de las
circunstancias kármicas después llegan o no a manifestarse en
materia. Lo que es totalmente cierto, es que un esfuerzo dirigido
hacia una obra digna y útil, siempre da resultados positivos; a
veces sólo se manifiestan en los planos elevados, y otras se
manifiestan en materia poco a poco, o de repente.

Así pues, si se trabaja dignamente, el cambio se irá


produciendo, nos demos cuenta o no de ello, y el día menos
esperado, el Espíritu estará en condiciones de integrarse a la
materia pulida y elevada, y la PROPIA REALIZACION será un
hecho. Todo llegará si se vive elevadamente, con fe, esperanza y
paciencia.

El mayor peligro de la impaciencia en el Trabajo espiritual,


es que muchas veces, por su causa, se le abandona. Esto ocurre,
por una falta de perspectiva en lo que se está haciendo. Si se
reconoce que el Trabajo es difícil y la meta está lejana, y se sabe
que hay que ir poco a poco, no aparecerá la impaciencia que hace
abandonar el camino antes las primeras dificultades. Ella nos
hace pensar y sentir que no se ha avanzado nada, o muy poco,
esto suele ser muchas veces falso; si se vuelve la mirada hacia
cómo se era antes, y se compara, se podrá constatar cómo nos
ha ido cambiando el pensar, el sentir, el actuar, el VIVIR a través
de del Trabajo personal y es que el Trabajo consigue cambios
maravillosos y espectaculares en los seres que siguen adelante a
pesar de la oscuridad, de la soledad, y de la aparente falta de
avance que se pueda observar a veces desde la oscura perspectiva
de la vida en materia.

Sed sinceros, pues, con vosotros mismos y serios con


vuestro Trabajo personal y vuestra vida y convenceros de que si
os esforzáis sinceramente y con constancia, los frutos llegarán
tarde o temprano, se vean o no en el plano material. Igualmente,
si el Trabajo es inconstante, pobre y hecho con prisas, los frutos
no aparecerán hasta que el cambio de actitud se produzca.

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Dadle “tiempo al tiempo”, y los momentos de Gloria,
Elevación y Verdad llegarán cuando menos se los espere. “A
oscuras y a escondidas” como decía el gran Maestro San Juan de
la Cruz llegará la Luz del Alma y con ella la del Espíritu a
vosotros. Y es que la impaciencia sólo sirve para nublar el camino
y para perder la perspectiva del “largo y alto alcance que nos
ofrece el Trabajo espiritual”. No se puede tener la misma
perspectiva ante lo material que ante lo espiritual, que es
Ilimitado, Eterno e Infinito. Pensad en todo esto antes de dejaros
llevar por la impaciencia y el desánimo.

Pág. 80
 Querer ser y hacer las cosas rápidamente sin:

1) Esfuerzo; 2) Aprendizaje y 3) Tiempo que


IMPACIENCIA ayude a madurar el aprendizaje

 Querer las cosas “ya mismo”, sin saber, ni


poder hacerlas.

 Paciencia
 Tranquilidad - sin prisas
1) MATERIA  Ritmo adecuado para
cada cosa.

 Estado personal
Impaciencia tranquilo
Transmutar en  Paciencia hacia el trabajo
personal
 Fe.
2) TRABAJO
 Esperanza en que todo
ESPIRITUAL
esfuerzo antes o después
se verá recompensado
 Ritmo adecuado y
perspectiva correcta ante
lo material y espiritual.

Pág. 81
EL ODIO

El gran odio es otro gran enemigo de la Luz, que nace de la


parte más baja del Ser. Hace a los seres cada vez más oscuros,
más pequeño y peores. Supone un estancamiento o un paso
atrás en la evolución, según los casos, y que es el alma lo que un
cáncer al cuerpo físico, que va comiendo a los seres por dentro,
que los va destruyendo.

Es terrible el sufrimiento de los seres que odian, ya que


están continuamente dando vueltas al tema o a la persona, o
personas a las que ellos tienen por culpables de su odio. La
obsesión llega a ser tan fuerte a veces que no les queda claridad
para nada más en la vida.

El ser que odia, gasta todas sus energías en este


aspecto menor, y otros que le acompañan como, por supuesto la
inquietud, el deseo de venganza, el “orgullo herido”, la envidia,
etc., etc.., hasta alcanzar la más completa colección de
expresiones menores y pasionales.

Odiar tiene fluidicamente una oscuridad especial,


tenebrosa, densa, porque se está sintiendo, haciendo y viviendo
totalmente al contrario de lo que debiera. Así pues, al odiar se
emprende una caída en picado hacia los mundos inferiores, y los
seres se quedan atrapados allí, entre lo más bajo del plano astral
inferior y de ellos mismos y de su posibilidad de transformación
en seres elevados. El Trabajo posterior para remontarse algún
día será titánico y el sufrimiento enorme.

El odio supone una transgresión total a la Luz Divina,


ya que es actuar totalmente en su contra. No hay nada más
alejado de la realidad del Ser y del Espíritu que el odio. Las
personas que odian se sienten hundidas, amargadas; se sienten
tratadas injustamente y culpan de todo lo que les ocurre a la
persona, situación o cosa que odian, culpan a algo externo a
ellos, y se sienten víctimas santas e indefensas. En realidad, esa
angustia, ese malestar y esa idea fija y obsesiva que no les deja
ni un instante, se debe al odio mismo, al odio en sí, que sume a
Pág. 82
los seres que se dejan atrapar por él, en estados cada vez más
bajos y oscuros.

Así, se puede observar otra vez el círculo cerrado sin


salida en el que se encuentran los seres que se dejan atrapar por
los enemigos del ser, para mantenerles así en la inconsciencia y
el sueño, para no dejarles despertar porque si lo hacen, lo
primero que se hará es reconocer a estos enemigos y trabajar
para tratar que desaparezcan.

Algo que el odio atrae, y que es terriblemente menor,


es el deseo de venganza. En vez de tratar de entender y perdonar,
aún incluso muchas veces sin haber entendido, los seres que
odian, tratan por todos los medios de vengarse, y hasta ven en
ellos algo justo, y lo llaman “cuestión de honor”. Pero en realidad
todo esto no es más que odio, empujado por el orgullo y la
soberbia, que se sienten inmediatamente atacados cuando algo o
alguien intenta hacerles lo que ellos piensan que es una
grandísima ofensa, y que suele ser cualquier detalle sin
importancia. El odio se siente inmediatamente atacado a través
del orgullo, la soberbia o la envidia y nace el deseo de venganza
de violencia y de furia que hace mandar al objeto odiado una
cantidad enorme de fluidos densos y bajos, que tarde o temprano
volverán multiplicados al ser que ha odiado, y mucho más si a su
vez el odio es mutuo.

Así, a través del odio, tanto si de verdad ha habido una


ofensa o perjuicio, como si no, se tiende a repetir lo mismo que
han hecho con uno mismo, pero además aumentando en
intensidad y crueldad, y así llegan los seres dominados por el
bajo astral hasta costas de depravación inimaginables para
cualquier persona normal. Y es que los fluidos menores que
encadenan a los seres al Astral Inferior son tan densos, que les
rodean y atrapan y no pueden ver ni el mínimo atisbo de luz, y
que si tal vez pudieran ver se horrorizarían hasta ellos mismos
del espanto que ese estado representa. Sin embargo, en los
momentos de odio, el sueño es tan profundo, que encuentran
plenamente justificables todos los terribles actos que cometen.

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Así se explican los horrores de las guerras en si, y de
los actos tremendos que se cometen en ellas. Los seres
encuentran una justificación para su odio, y lo desatan sin
control hasta términos inimaginables para las mentes sanas. Es
muy fácil dejarse arrastrar por lo menor, por los instintos y por
lo pasional. Fluidicamente el odio aparece en los sers como una
capa que les rodea y envuelve densa y viscosa, como una especie
de mucosidades verdes, negars y rojas entremezcladas, y hacen
que ese “peso fluidico” tan grande que tiene arrastre a los seres
hacia planos cada vez más bajos.

Y cuando los seres pueden llevar a cabo su deseada


venganza, ven como esto no les alivia nada, sino que aumenta su
insatisfacción, su infelicidad y el odio mismo. Y es que este sólo
atrae lo menor: más odio, tristeza, ira, depresión, crueldad, etc.
y NUNCA puede atraer emociones elevadas por causa de la Ley
de Afinidad. Esta ley es bien clara: un sentimiento menor, por
afinidad fluidica, por afinidad en su densidad y en su velocidad
de vibración sólo puede atraer lo menor; al igual que un
sentimiento o emoción elevada atrae más elevación. Por eso esta
Ley nos sirve para el Trabajo espiritual, que se basa en ella, tanto
para eliminar lo negativo, como para atraer lo positivo y elevado
en todos los aspectos de la vida.

Por todo ello, hay que trabajar con conciencia y claridad,


para no dejarse arrastrar por los círculos sin salida de lo menor,
para elevarse hacia los planos superiores de conciencia, donde el
Amor, la Paz y la Luz brillan en todo su esplendor.

Es importante entonces trabajar para transmutar el odio,


en su cualidad opuesta y real: el amor. Para ello habrá que
utilizar el maravilloso poder del PERDON. El perdón es una
virtud que demuestra el nivel elevado de los seres y les hace
crecer todavía más. Pero si fuéramos todavía más alto, los seres
verdaderamente elevados, no necesitan del perdón porque en su
conciencia global sienten y saben que en realidad NO HAY NADA
QUE PERDONAR, y que el que nos daña, no hace nada más que
lo que corresponde, y si se sabe entender esto, el supuesto
perjuicio a la luz de la conciencia, se transformará en experiencia
y en crecimiento espiritual para terminar siendo Amor, porque se

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entenderá que el que nos perjudica es un instrumento de lo Alto
que viene a enseñarnos algo, o a saldar alguna deuda pendiente.
Si esto se vive conscientemente, se terminará agradeciendo los
enemigos, igual que se agradecen las dificultades cuando se
entiende que sin ellas no hubiéramos podido superarnos a
nosotros mismos, y hacernos mayores y mejores.

El odio hacia el Trabajo espiritual

El odio hacia el trabajo o hacia lo espiritual consiste en un


rechazo sistemático por todo lo que tenga que ver con el espíritu.
Los seres que odian lo espiritual son aquellos que
constantemente se burlan y desprecian todo lo que no tenga que
ver con lo puramente material. Son los científicos de bajo nivel,
los intelectuales cerrados, las personas muy materialistas, y las
de poca cultura o evolución que poseen en común su total
convicción de que lo espiritual daña a los seres, y les hace vivir
en un mundo irreal y de fantasías.

No podemos extrañarnos de que exista gente que piense y


sienta de esa manera, ya que para ellos es verdad que el espíritu
no existe, ya que viven muy alejados de él y apenas notan su
influencia, e incluso en muchos otros casos, estos seres no tienen
todavía el cuerpo de espíritu propio, ni siquiera embrionario, así
que es totalmente normal que no puedan sentir, ni mucho menos
vivir, las realidades del espíritu. En verdad, para ellos el espíritu
y lo espiritual no existe.

Otro aliado del odio hacia el Trabajo espiritual es el


materialismo, y es que es mucho más cómodo vivir de espaldas a
las responsabilidades y trabajos del espíritu, y es mucho más
fácil despreciar y odiar lo espiritual, que trabajar para intentar
conocer aquello que se ignora y que se desprecia sin saber. El
odio, es por lo tanto sinónimo de ignorancia y oscuridad. Los que
NO SON y los que NO SABEN, son los que odian, porque el que
es sabio y compasivo sólo pude ofrecer amor y verdad.

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El odio en el terreno espiritual es un rechazo de la propia
inconsciencia y oscuridad que se vale de él para no tener que
despertar ni trabajar porque es mucho más cómodo dejarse llevar
por la pereza y la comodidad. Pero esta actitud falsa se termina
pagando, porque la inconsciencia sólo trae satisfacciones muy
momentáneas, que a la larga se convierten en inquietud,
insatisfacción, infelicidad y confusión porque la oscuridad y la
inconsciencia sólo pueden atraer cualidades de lo negativo y lo
menor.

Otras veces es la envidia, la que hace disparar el odio ante


alguien que trabaja y se esfuerza por mejorarse. Esto resulta
muy desagradable para los seres dormidos, que además se
empeñan en que todos los demás participen de su sueño e
inconsciencia. Por eso los seres que trabajan y el TRABAJO
ESPIRITUAL MISMO, son muy odiados, porque en el fondo están
ahí para recordar a los seres que tienen que esforzarse para
crecer y mejorar, y eso molesta mucho. El que está tan a gusto
durmiendo en total oscuridad no soporta que se el “abran las
ventanas” o se “le ponga el despertador” para que el nuevo día se
deje ver y sentir. El Trabajo y los seres que trabajan son ese
“despertador” y esa “luz” del nuevo día que la mayoría se
empeñan en no escuchar y no ver; y que la pereza y la envidia
hacen que odien a quien lo haga.

Pág. 86
ODIO
(Orgullo, soberbia, envidia, etc.)

(El odio sólo atrae más


odio, rabia e
insatisfacción)
CIRCULO
+
VENGANZA
ODIO CERRADO

MENOR

 Lo menor atrae lo menor


INSATISFACCION

 Obsesión por algo externo que se piensa


que le está causando un mal a uno
ODIO mismo
 No poder soportar a algo o alguien

 No soportar la idea de lo espiritual.


Odio a lo  Por envidia y pereza, odiar al trabajo y a
espiritual los que trabajan espiritualmente
(ignorancia)

 Amor – a través del perdón


Odio  Crecimiento espiritual a través del
transmutarlo en entendimiento de que “no hay nada que
perdonar”

Pág. 87
LA MENTIRA

La mentira siempre ha sido uno de los grandes males de la


Humanidad en todas las épocas. Siempre ha habido, desde la
aparición de seres inteligentes sobre este planeta y sobre otros la
similar y escasa evolución, seres mentirosos, hipócritas,
aduladores e interesados, que han hecho de sus vidas un gran
teatro de falsedad y verdades a medias.

La mentira es peligrosa para el ser que vive


inconscientemente, pero lo es mucho más para el que trabaja
espiritualmente, y busca la conciencia. Porque buscar la
conciencia, es buscar la propia VERDAD, luego la mentira no
puede existir si la Verdad nos ilumina.

La mayoría de los seres mienten a los demás en el plano


material, y lo que no saben es que así, sobre todo, se están
mintiendo a sí mismos. Se mienten cuando creen que la meta de
la vida es enriquecerse materialmente y viven obsesionados por
ello, tanto si lo consiguen como si no, sin darse cuenta que los
bienes materiales son como castillos de papel, que a poco viento
eterno que sople, se derrumban inexorablemente. Tarde o
temprano muchos de estos seres, se darán cuenta que la
verdadera riqueza es la INTERIOR, que nos hace crecer ante las
dificultades y por ello nos hace aprender lo que éstas han venido
a enseñarnos.

Cuando se es rico espiritualmente, nada afecta al ser,


porque cada dificultad se convierte en un reto y un aliciente para
crecer y mejorar.

Muy al contrario, el que vive en la mentira, sufre


constantemente porque está yendo en contra de sí mismo, y por
lo tanto, también, en contra de las Leyes Fundamentales
Cósmicas. Por esta causa, la mentira sólo puede traer conflictos
y problemas para que el ser aprenda sus peligros.

En la vida en materia, se ve cada día como nos roda la


hipocresía, la falsedad y el pasar por lo que haga falta para llegar

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a los “propios intereses”. Esto ocurre, porque los seres duermen
y no se dan cuenta de las cosas. La mayoría de las mentiras, se
dicen o se hacen para conseguir algo de las situaciones o
personas; por hacer de la vida una mentira a través del excesivo
materialismo; por JUSTIFICARSE de algo que no se ha hecho, o
se ha hecho mal; para dar la espalda a la realidad espiritual, o
mentira hacia el trabajo espiritual o finalmente, mentir sólo por
el placer de hacerlo.

Habría que preguntarse una cosa sobre este tema ¿A quién


engañamos cuando mentimos?. Si se observa objetivamente, se
verá que el primer engañado, y por lo tanto, el primer perjudicado
es uno mismo. Si os dierais cuenta de que ante cualquier aspecto
negativo del ser que se utiliza, el PRINCIPAL PERJUDICADO ES
UNO MISMO, se tendría mucho más cuidado con los
pensamientos, palabras y actos, y se viviría con una actitud
mucho más responsable y consciente. Sólo la Verdad y el
esfuerzo crean bases serias y fuertes para el verdadero
crecimiento, tanto material como espiritual.

No obstante, regresemos a la mentira, con el objeto d


analizarla en su facetas más frecuentes de manifestación:

1) La HIPOCRESÍA Y ADULACIÓN consiste en utilizar la mentira a


través de la vanidad y la soberbia de los demás, para conseguir
los fines egoístas que uno mismo se propone. Es buscar la
subida de categoría, el dinero, los amigos, el éxito, etc. a través
de actitudes menores y falsas, nacidas de la codicia, del afán de
poder o de riquezas que se desean conseguir de una manera
indigna, tanto desde el punto de vista humano como en el orden
aparentemente divino.

Esto es muy negativo, porque la dignidad, la Verdad y el


esfuerzo son las únicas formas de conseguir logros reales y útiles
en todas las esferas de la vida.

Estas actitudes falsas, muy comunes en personas que


desean subir de puesto, y sobre todo en los políticos, SIEMPRE
ACABAN MAL, porque basar un trabajo en la mentira, es hacerlo
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sobre “arenas movedizas” y tarde o temprano, se derrumba. Por
eso, sólo la Verdad y el esfuerzo crean bases fuertes para poder
sustentar el verdadero crecimiento, tanto en el terreno material
como en el espiritual.

2) LA JUSTIFICACIÓN en sí ya es algo superfluo, pero es que las


mayoría se las veces, además, se hace mintiendo. La mayoría de
las justificaciones que se hacen son mentiras para salir del paso
en determinadas ocasiones difíciles, y disculparse ante actitudes
equivocadas.

Muchos seres se justifican por todo lo que hacen y dicen, y


esto nace de la inseguridad y del miedo, y del preocuparse por el
qué dirán (vanidad). Además, la justificación va dirigida
normalmente hacia los demás, aunque también se puede dirigir, a
través de la pereza, hacia uno mismo; luego es algo falso y
totalmente inútil, que hace perder gran cantidad de energías y
tiempo. Todo esto no quiere decir que no haya que ser educado,
pero aquí se habla de falsas disculpas que nada tienen que ver con
la educación y el respeto.

En vez de actuar cada vez mejor, los seres prefieren dejarse


llevar por la pereza, el egoísmo y tantos otros factores negativos,
para después “tener que utilizar” una mentira como excusa a la falta
de seriedad o de eficacia en sus acciones o palabras. Es curioso
cómo estos seres encuentran disculpas para todo, pero siempre “la
culpa” es de alguien o algo externo, y nunca reconocen que son ellos
los irresponsables, o los que no han actuado correctamente. Todo
es posible, con tal de seguir durmiendo en el sueño de la
inconsciencia en el que todo lo que nos pasa es culpa de “los
demás”, de lo externo.

Un ser consciente, no necesita justificarse ante nadie


porque sabe muy bien cómo es él y cómo son sus acciones. La
Verdad ser ve clara, y se entiende la inutilidad de disculparse por

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algo que en el fondo no se quiere cambiar ni mejorar. Lo importante
es tratar de ser lo más “nosotros mismos” posible, sin importarnos
lo que vayan a pensar los demás. La conciencia ha de dirigir
nuestras vidas, y no las cambiantes e ignorantes opiniones
externas, que nos traen los seres que duermen, y que son los que
más aconsejan y opinan.

Hay que tener claro, por lo tanto, que justificarse es


justificar la mentira, darle motivos y disculpas a algo que desde el
punto de vista consciente no lo tiene. Es importante tener la
sinceridad y fortaleza para reconocer los errores, y tratar de
mejorarlos en vez de gastar tiempo y energías en justificaciones
inútiles.

3) EL MENTIR POR MENTIR. Por desgracia, hay seres que mienten


tanto, que ya se transforma esto en un hábito totalmente
mecánico que se utiliza en cualquier momento. Esto consiste en
experimentar un sentimiento menor por el simple gusto de
hacerlo, y se piensa que así se están burlando de las personas y
riéndose de ellas, cuando en realidad la mentira acaba
perjudicándole siempre a uno mismo. El mentir constantemente
es una actitud enfermiza que puede terminar realmente en graves
enfermedades psíquicas, ya que al final estos seres se terminan
creyendo sus propias mentiras. Y es que la mentira encadena
tanto al bajo astral, que a veces ya no se puede salir de él. Basar
la vida en mentiras, es triste, es inmaduro, y sobre todo es BAJO
FLUIDICAMENTE.

4) EL EXCESIVO MATERIALISMO, que es hacer de la vida una


mentira por darle toda la importancia a su aspecto material,
olvidándose de la armonía, de la tranquilidad y de la belleza que
atrae todo lo espiritual. Cuando se da importancia excesiva a
algo que la tiene, pero sólo en parte, se está cometiendo un
desequilibrio y este desequilibrio conduce directamente a una
vida basada y construida alrededor del dinero, de lo material,
incluso de los lujos y de lo superfluo, lo cual constituye vivir en

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la mentira. Y esta forma de ver y vivir la vida conduce
directamente a la mentira hacia lo espiritual.

Mentira hacia lo espiritual

Consiste en dar la espalda a la realidad espiritual, y no


reconocer que ésta existe y es igual y proporcionalmente
necesaria que la material, saber equilibrarlas requiere un
esfuerzo para vivir en armonía.

Muchas veces, los seres viven engañados consigo


mismos, y hacen de su vida una mentira hacia ellos y hacia los
demás. Vivir de espaldas a la realidad de la Vida y a la Conciencia
es vivir en la mentira porque se olvida lo más importante: el Ser,
uno mismo, “ser el que se es”.

Por eso, y sobre todo para un hermano, es necesario


hacer de la vida una búsqueda constante de la Verdad, de la
propia Verdad, de a “Verdad de sí mismo”. Si descubrimos lo que
somos, y vivimos en consecuencia, la mentira no tendrá cabida
en nosotros y la Verdad nos traerá la Luz necesaria para mejorar
y crecer. La mentira sólo trae sufrimiento y oscuridad a los seres,
en cambio la Verdad es Luz y Sabiduría.

Así pues, hay que equilibrar la balanza de la vida para


no caer en la mentira, para no vivir de espaldas a uno mismo y a
lo “que se es”, y no concentrar toda la atención en lo material,
que es solamente un medio y no un fin, ni la meta de la vida.
“Nunca hay que quedarse en las formas, hay que llegar hasta el
fondo, que es donde habita la Verdad inmutable”.

Cuando se trabaja en lo espiritual, también existe el


peligro de mentirse a sí mismo respecto a él. Unas veces, los
hermanos se mienten pensando que trabajan mucho, y que
avanzan mucho, y están muy bien. Si alguien piensa que está

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bine, y que no le hace falta trabajar ningún aspecto negativo,
porque no lo tiene, se está mintiendo. Exceptuando muy
contados casos, todos los seres en materia necesitan mejorar y
crecer, y esto se consigue en parte, puliendo y soltando lastres
que se arrastran en la personalidad. Si se piensa que se es
perfecto, o que ya no se tiene nada que trabajar en sí mismo, se
está olvidando la realidad de la evolución personal de los seres.
Incluso los Maestros tienen trabajos que realizar que les harán
más sabios, más útiles y dignos, y por lo tanto, más
evolucionados. La evolución es movimiento, es esfuerzo, trabajo
y sacrificio, y el que no reconozca esto, no ha entendido la Verdad
del Trabajo espiritual.

Es importante reconocer las facetas más débiles de


nuestra personalidad, sin olvidar por supuesto, lo ya logrado
para no caer en el desánimo. Y cuando cueste encontrar algo en
lo que trabajar con uno mismo, hay que observarse bien porque
tal vez nos estemos mintiendo y pensamos que nuestro estado es
mejor de lo que es en realidad.

Otras veces los hermanos se mienten cuando piensan


que no pueden hacer nada por sí mismos, ya que sus aspectos
negativos están muy arraigados, y dejan “para otro día” el
esfuerzo. Esto es falso porque en cada instante se puede hacer
un esfuerzo de conciencia para mejorar y crecer.

Simplemente, al hacer las cosas, sean cuales sean,


concentrados, sin dispersarse, ya supone un esfuerzo real y útil.
Y eso se puede hacer “ya”, “aquí y ahora”. Ahora bien, hay
aspectos negativos que no se van a eliminar de la noche a la
mañana, pero si no se empieza a trabajarlos poco a poco, de
verdad es que nunca se van a vencer. El esfuerzo siempre da sus
resultados, aunque a veces no se note enseguida.

Buscad, pues, siempre la Verdad en vuestro trabajo


personal, y no dejéis que la mentira os engañe y os haga ver que
estáis mejor, o peor, de lo que es en realidad. Observaros
sinceramente y buscad la verdad y la realidad, tanto en los
aspectos negativos, como en los positivos de vosotros mismos.

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1) Hipocresía y adulación
Mentira
2) Justificación

3) Mentir por mentir

 Dar la espalda a la realidad


espiritual.
Mentira hacia
lo espiritual
 Pensando que se está muy bien y
que no se necesita mejorar nada.

 Pensar, por el contrario que no se


puede hacer nada porque lo

Mentira Transmutarla en VERDAD, SINCERIDAD

 Búsqueda sincera
Mentira hacia lo espiritual  Esfuerzo
transmutarla en:  VERDAD

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EL MIEDO

Los seres que viven inquietos, rodeados de preocupaciones


y de problemas, la mayoría de las veces, están así a causa o con
ocasión del miedo. El miedo hace a los seres vulnerables a todo,
tanto dentro como fuera de sí mismos, con la consiguiente falta
de control que esto implica. También atrae un halo de
inseguridad, de intranquilidad y de desasosiego que no deja
PENSAR, SENTIR ni VIVIR con claridad lógica.

Desarrollaremos el tema:

1) ¿Por qué se tiene miedo? Se tiene miedo porque vivimos


“desde” los aspectos menores de la personalidad, sujetos por ello
a todos los vaivenes y cambios que ocurren a nuestro alrededor,
mirando la vida desde un punto de vista subjetivo, y equivocado.
Cuando se vive así, se siente que todos los sucesos que nos
ocurren, nos dominan, y , en consecuencia, estamos intranquilos
por ver “cuál es la próxima cosa negativa que nos va a pasar”.
Así ocurre que a más miedo, se atraen más situaciones negativas
y así la vida se convierte de verdad en un cúmulo de situaciones
difíciles porque, entonces, se vivirá desde los aspectos más bajos
y negativos del ser: la inquietud, la oscuridad y la falsedad.

2) ¿A qué se tiene miedo?. El ser que vive encadenado al miedo,


teme a todo en la vida. Como “la vida” le tiene dominado y atado,
y siente que no puede tomar la dirección de ella y de sí mismo, el
miedo resulta ser el responsable de todas las actitudes
equivocadas que llevan a los seres a estas situaciones de
dependencia y oscuridad. Así resulta que estos seres viven
atemorizados de perder el trabajo, de perder el dinero y la
comodidad, de perder “sus” posesiones materiales, su mujer, sus
hijos, la estima de los demás, etc., etc..

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3) ¿Dónde nace el miedo?. El miedo nace en el plano Astral
Inferior y llega directamente ligado a lo menor que subyace en el
cuerpo astral inferior de los seres. Así resultan, por esta causa,
seres que no tienen fe, que viven inquietos y agobiados, que
piensan que todo son injusticias hacia ellos y “los suyos” y
acaban por tener miedo a todo y esto les hace aferrarse cada vez
más a lo material y, por consiguiente, a lo menor. Piensan y creen
que la estabilidad material les va a proporcionar la tranquilidad,
y sobre todo la “seguridad” que tanto necesitan para vivir sin
miedo “cómodamente y sin problemas”, de esa forma consideran
que “controlan” sus vidas. Sin embargo, resulta que cuando se
tiene una buena situación económica se comprueba como ese
miedo no sólo no desaparece, sino que aumenta cada vez más
porque ahora se piensa que se tiene “más que perder”. Y ese
miedo a perder lo que se tiene, en definitiva no se tiene nada,
impulsa a los seres a acumular más y más, y no les importa si la
manera de hacerlo es correcta o no, y a quien o quienes puede
robar o dañar. Y así estos seres ven aumentar sus posesiones,
dinero o poder, pero a la vez el miedo a perder lo que se ha
conseguido aumenta también hasta anularlos definitivamente.

Por otra parte, los seres que desean riquezas o poder,


y no pueden conseguirlas, viven igualmente obsesionados por lo
poco que tienen, y sueñan en lo que harían si tuvieran más y
también hacen lo que sea con tal de ganar un poco más, o subir
en el orden de poder o riqueza. Muchas veces, la mayoría, no se
piensa en trabajar mejor, sino en ganar más a través del mínimo
esfuerzo posible. Los seres que así actúan se ven como
“afortunados” en la sociedad actual y consiguen el máximo
beneficio con el mínimo de esfuerzo, y esto es totalmente
contrario y ajeno a la realidad superior, como bien saben los
hermanos, y tarde o temprano se paga, por Ley de Causa y Efecto,
para aprender la Verdad con mayores dificultades.

Por esta razón, es muy importante encontrar en cada


uno el estado equilibrado en el que la materia nos sirva a nosotros
y no nosotros ser esclavos de ella. Debemos comprender que si
se tiene mucho está bien, y si se tiene poco también está bien, lo

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importante es ser responsables y trabajar con esfuerzo, y
dignidad sea cual fuere el trabajo, tanto en el plano de materia
como en el de espíritu y aceptar dignamente lo que la vida,
mediante le mecanismo de causa y efecto, nos ofrece.

Ahora cuando más materializado viva un ser, más


miedo tendrá porque vive esclavo de lo externo, y su estado
personal será muy bajo, porque el miedo sume a los seres en un
nivel inferior, de oscuridad y falsedad. Este estado personal les
vuelve cada vez más codiciosos, egoístas y pequeños, y piensan
que la vida es su principal enemigo, y que está llena de injusticias
y de problemas y por eso se obsesionan en acumular y acumular
y no se dan cuenta que la seguridad y la paz verdaderas no se
encuentran ni en la cuenta de los bancos, ni en el poder material,
ni en otras seguridades afines, sino en el desarrollo consciente de
los CUERPOS SUPERIORES.

Por supuesto, vivís en materia, y hace falta lo material


para adaptarse al medio y UTILIZARLO en vivir y disfrutar de la
vida. Un hermano no debe dejarse llevar nunca por el miedo
irracional y por el materialismo. Hay que utilizar los elementos
materiales, teniendo claras las PRIORIDADES en orden y NO
ANTEPONER NUNCA LO MENOR A LO ELEVADO.

Un Hermano de la Fraternidad viviendo en materia,


debe ser un ejemplo de fe, de fuerza, de valor de tranquilidad y
de seguridad, pues la Luz está “en” y “con él”. Sabe cual es la
verdad y siente la razón de la vida. Lo único que hace falta es NO
OLVIDARLO y VIVIR CON FE Y SER ESA FE, lo que tanta falta
hace en este mundo lleno de oscuridad y confusión. Vosotros
sabéis muy bien, que si os ELEVAIS tan sólo un poco y conserváis
ese estado, los problemas cotidianos y los miedos desaparecen.
Y es que las sombras de la oscuridad, siempre desaparecen al
contacto con la Luz de lo Superior. La Luz de la Conciencia ha
de estar siempre presente para que las garras del miedo, la
inseguridad y la falta de fe no nos arrastren a las profundidades
del abismo de LO MENOR.

A través de esa Luz de la Conciencia, se encontrará la


Fe que dará la seguridad necesaria para enfrentarnos con valor y

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fuerza a las experiencias que la vida ofrece. Y aún cuando
muchas veces no se acierte a ver el por qué de una dificultad, el
tiempo y la fe nos harán entender finalmente el por qué de las
cosas.

Tener fe, y SABER ACEPTAR Y ESPERAR, son


cuestiones fundamentales para vivir con valor y con dignidad,
como auténticos Hermanos de la Fraternidad.

Muchas veces, la inseguridad, cuando se reconoce, os


puede servir como motor para cambiar. El estar inseguro en el
sentido de no estar a gusto con uno mismo, es algo que puede
resultar útil si se sabe trabajar de una manera positiva. Todo
cambio empieza cuando se “cae en la cuenta” que hay algo que
funciona mal. Ese malestar que se produce entonces puede
causar inseguridad, y en ese caso hay que saber utilizar ese
malestar para observarse, y cambiar aquello que nos molesta,
porque eso no “es yo”. Al revés, la excesiva seguridad puede
llevar, si no hay equilibrio y humildad, a la SOBERBIA. A
menudo, vemos que muchos hermanos se sienten mal, y se
sienten inseguros, y muchas veces ese malestar está producido
por la propia Conciencia, que quiere utilizar y transformar esa
inquietud, en búsqueda que conduzca al cambio. Por eso, un ser
que está totalmente satisfecho consigo mismo nunca podrá
cambiar positivamente. La Verdad utiliza los más variados
mecanismos para manifestarse a los seres. Dudar
eventualmente de sí mismo es necesario a veces, para poder
observarse más objetivamente. Otra cosa distinta es temer, o no
amarse a sí mismo. Un hermano debe amarse a sí mismo, pero
a la vez debe CONOCERSE, tanto en lo negativo como en lo
positivo, y amar y amarse por encima de todo. Es por esto que el
estado de duda que a veces acosa a los hermanos debe
encauzarse hacia el cambio personal, siempre confiados en que
si estáis en este Trabajo, es porque PODEIS Y DEBEIS CAMBIAR,
MEJORAR Y CRECER. Esto no se debe dudar nunca, se puede
dudar en ocasiones de uno mismo, pero nunca de la Luz de lo
Superior, porque supone cegarse a la belleza y a la verdad de la
VIDA y a la eterna e infinita ayuda de la Fraternidad Universal.

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Hermanos, no os dejéis arrastrar por la situación
generalizada de miedo, de inseguridad y de materialismo salvaje
en la que vive la Humanidad y buscad la seguridad, la paz y la
alegría allí donde la vais a encontrar, en vosotros mismos, y en
vuestras facetas más elevadas y luminosas. Dejad la oscuridad
para los ciegos, que algún día también llegarán a ver. Dejarse
llevar por el miedo, significa dejarse llevar por la envidia, la
intolerancia, la codicia, el orgullo, la soberbia, el fanatismo, y
tantos y tantos aspectos negativos como queráis imaginar.

Elevad los corazones, y compartid la felicidad y la


tranquilidad de aquellos que viven y aman en paz. La fe y la Luz
atraerán de esta manera la FORTALEZA DE ESPIRITUY LA PAZ
INTERIOR, que no se dejan afectar por las turbulencias
aparentes de la vida material.

El miedo hacia el Trabajo espiritual.

Es el miedo a perder el control de la vida en materia,


por lo espiritual, a perder “el contacto con la tierra”. Este es
un miedo, como todos, nacido de la ignorancia, porque, por el
contrario, cuanto más crece y mejora un ser espiritualmente,
mayor y mejor se hace también en su vida material. El Trabajo
espiritual hace al hombre más digno y útil en su vida material, y
la vida material ha de ser el instrumento y el MEDIO para mejorar
en el camino espiritual. Por lo tanto, para un hermano, lo
espiritual y lo material han de complementarse y utilizarse
mutuamente. Así se encontrará el equilibrio, y cuando se vive en
equilibrio y en armonía, se entiende todo y no existe ya lugar para
la ignorancia, que es el germen del miedo.

Así pues, si se entiende y si se tiene Sabiduría


verdadera, la Luz estará con nosotros, y el miedo se desvanecerá
porque es una sombra que no puede existir al contacto con la Luz
del Saber y del Ser.

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Por lo tanto, la mejor manera de perder el miedo hacia
el Trabajo espiritual, es dar el primer paso y adentrarse de lleno
en él, ya que una vez que la Luz entre en contacto con nosotros,
el miedo se desvanecerá por sí solo.

No hay que tener miedo a ser espirituales, hay que


tener fe, y superar todas las barreras materiales que nos rodean
y que nos hacen ver sombras y fantasmas donde no los hay.

La Fe es por lo tanto la mejor medicina contra el miedo


hacia lo espiritual, porque nos da la fortaleza interior para dar
ese primer paso hacia nosotros mismos, que nos hará entender,
y esa Sabiduría nos traerá la Luz y la Verdad.

Que la Fe, la Paz y el Amor sean la guía y el faro que


ilumine vuestros corazones en la noche de la materia, y que Dios
Todopoderoso os bendiga en el camino de la Luz.

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 Ignorancia

MIEDO  Inseguridad

 Oscuridad

 Desequilibrio, produce:

 Egoísmo, codicia, envidia, etc...

 Valor
Miedo transmutar
en  Fortaleza

 Seguridad

 Fe que traerá fortaleza

 Sabiduría que traerá LUZ


Espíritu
Miedo hacia el transmutar en
trabajo espiritual
Equilibrio


Materia

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EPILOGO

Terminaremos este Trabajo haciendo una llamada


para vivir en materia una vida feliz, plena, elevada, digna y útil.

Si supieras VIVIR plenamente en materia, no haría


falta el Trabajo espiritual porque la vida ya os da todo lo que
necesitáis para mejorar y crecer. Es cierto que la oscuridad es
aparentemente muy intensa en ella, pero con la ayuda
proyectada desde los planos Superiores, ya no hay nada que
temer, ni nada en que dudar, pues la Luz del Todopoderoso y de
la Fraternidad ilumina vuestros corazones, y cuando nos rodea
la Luz, las dificultades, los temores y la oscuridad que parecían
tan terribles, se desvanecen.

Así pues, nuestro mensaje de esperanza consiste en


recordaros una vez más que el Trabajo espiritual no es tan difícil
ni terrible a pesar de lo que pudiera parecer al final de este escrito
formado por tantas palabras y esquemas; todo se configura, más
bien, en irse quitando y sacudiendo de encima, lastres y cargas
que irán cayendo solas si dejáis que la Luz, la sencillez, la
Emoción y la Pureza de los Planos Superiores lleguen a vosotros
a través de una vida tranquila y feliz anteriormente.

Hermanos, no acumuléis más “falsas vestiduras” por


encima de vosotros. Dedicaos a ser más sencillos, naturales y
espontáneos para ser así seres más ligeros y verdaderos. Agitaos
con fuerza para que lo falso se desprenda de vosotros y os libere
hacia vuestra verdadera Naturaleza. Así llegará un día en el que
os sentiréis más limpios, más ligeros, más puros, casi flotando y
eso ocurrirá porque todo lo que os sobra habrá desaparecido y
vuestro Verdadero Ser podrá manifestarse en toda su pureza.

Es necesario conocer al enemigo, y este trabajo les


ayudará a hacerlo, pero una vez que se le conoce y se sabe cómo
actúa, se lo elimina, y se le olvida, para que no vuelva a acercarse
más.

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Intentad vivir y sentir en todo momento conforme a la
realidad Superior, y el Amor, la Fe, la Luz y la Verdad se os darán
por añadidura.

Sed cuidadosos primero, pues, con vosotros mismos,


con lo que pensáis, decís y hacéis para que podáis llegar a ser
estandartes de planos más elevados la vuestro: inicialmente
pequeñas lucecitas eternamente iluminadas en medio de la
noche en materia, por el propio mérito del esfuerzo hacia el Amor,
la Fe y la Paz a través de una vida elevada y armoniosa, entregada
a la propia superación, y por su intermedio, hacia la de los
demás.

Que la Luz, la Fe y la Fuerza de Dios Todopoderoso y


de la Fraternidad esté siempre con vosotros, y que nunca más se
extinga en vuestros corazones.

Hermanos, vosotros que tenéis el privilegio de saber lo


que es la Conciencia, y de vivir las realidades Superiores propias
de otros planos en la materia, aprovechadlo e intentadlo al
máximo, y algún día tal vez no muy lejano podréis observar
emocionados e infinitamente agradecidos el resultado, la belleza,
y la inmensa armonía de la Obra y el Trabajo bien hecho:
VOSOTROS MISMOS.

Que la Luz de la Fe, la Paz y el Amor sean la guía y el


faro que ilumine vuestros corazones en la bella noche de la
materia, y que Dios Todopoderoso os bendiga ahora y por
siempre.

AHORA, SED VOSOTROS MISMOS Y DEDICAOS


“SOLAMENTE” A VIVIR, recordando que la vida en materia es sólo
un Sueño de Eternidad para despertar de ella.

En el nombre de Dios Todopoderoso. Que así Sea.

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ORACION

Señor Dios Todopoderoso ilumina


nuestro Sendero, alimenta nuestras
ansias de verte, para que llegue el
momento en que podamos llegar a Ser
uno Contigo y en Ti. Que el Amor, la Paz
y la Misericordia inunde nuestros
corazones y que la Fuerza de la Eterna
Vida esté en nosotros ahora y siempre
impulsándonos a crecer y elevarnos.

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