Está en la página 1de 2

Marta salvat libros pdf gratis

Tú eres yo Estudio, desarrollo y casos prácticos sobre el espejo, la proyección y la sombra Marta Salvat Tú eres yo Estudio, desarrollo y casos prácticos sobre el espejo, la proyección y la sombra Marta Salvat Diseño y maquetación: Mar de Paraules Edición: Olga Prat Impresión: Calidad Gráfica, S.L. (Zaragoza) © 2015, Marta Salvat Reservados todos
los derechos. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada o transmitida por ningún medio sin permiso del editor. ISBN: 978-84-608-1522-8 Depósito legal: V-2159-2015 Impreso en España Introducción Introducción “El verdadero origen de nuestras reacciones no es lo que ocurre en el exterior, sino lo que pasa en la
dinámica interna, en la conciencia.” Annie Marquier El filósofo Hermes Trismegisto en la obra El Kybalion, expone lo que son las 7 Leyes Universales y desarrolla cada una de ellas haciéndonos ver la importancia de comprenderlas y llevarlas a cabo para poder vivir en nuestro estado de gracia, como consciencias potenciales para manifestar lo que
deseemos. Estas Leyes Universales son: La La La La La La La Ley del Mentalismo Ley de Causa y Efecto Ley de la Correspondencia Ley de Vibración Ley de Polaridad ley del Ritmo Ley de Generación Todas están relacionadas entre sí y regidas por la Ley de la Atracción. En base a la Ley de la Atracción entendemos que atraemos a nuestra vida lo que
vibramos en nuestro interior (lo que tenemos en nuestra mente consciente y en el subconsciente). Lo inconsciente se hace consciente gracias a la manifestación, gracias a la realidad que vivimos. Con la atención, el compromiso y la observación de nuestra vida, podemos integrar lo que no funciona en nosotros, aceptarlo, liberarlo, perdonarlo y
sustituirlo por lo deseado. De la misma manera, nuestro exterior también nos habla del grado de armonía interna que tenemos (si en la mente hay armonía, se crea una realidad con armonía; si hay conflicto, se crea 13 14 Tú eres yo una realidad de dolor, fatiga, emociones densas, poca fluidez, escasez de cualquier tipo, enfermedad…). Y lo hace a
través de un presente estable y libre de dolor, que nos nutre y al que podemos nutrir, y en el que podemos desarrollar y compartir todos nuestros dones, o lo hace a través de un presente inestable, con grados de dolor y desarmonía en general.
De este modo, podemos ver de otra manera el exterior, porque comprendemos que a través de él: Todas las situaciones y personas que tenemos a nuestro alrededor están aquí para que tomemos consciencia de cuánto nos amamos o cuánto nos lastimamos a nosotros mismos. Para integrar este concepto, vamos a analizar en estas páginas todas las
variedades de reflejos que vemos en nuestro exterior y que provienen, como decimos, de pensamientos y emociones que tenemos en nuestro interior y que, evidentemente, se han ido gestando a lo largo de nuestra vida “gracias” a nuestra cultura, creencias, miedos, dramas vividos, educación, salud, experiencias económicas… En base a todo lo que
hemos vivido, hemos guardado en nuestro subconsciente recuerdos, impactos emocionales, heridas… Todo lo que está pendiente de resolver (todo lo que no está en paz, amor y perdón), más tarde o más temprano saldrá a la luz a través de una situación concreta para ser resuelto. Independientemente de aquello sobre lo que nos esté informando el
exterior, la moraleja siempre va a ser la misma: Valorar el grado de amor o el grado de sufrimiento que nos infligimos a nosotros mismos. Suena extraño que nos podamos herir a nosotros mismos, pero así es. No hace falta que sea de una manera consciente (aunque lo hacemos con afirmaciones como “no sirvo para nada”, Introducción “nadie me
quiere”, “debo hacerlo mejor”…). Inconscientemente tenemos muchas heridas. Cada situación de nuestra infancia no resuelta, no atendida y no amada, es una parte de nosotros herida (una parte de nuestra personalidad, de nuestro ego herido) que se muestra en nuestro presente para recordarnos este dolor ahogado. En estos casos tenemos un niño
interior que sigue sintiéndose vulnerable por lo ocurrido, y una de las maneras de reconocerlo es observando en nuestra vida qué estamos atrayendo.

De adultos seguimos teniendo momentos de dolor que no sabemos gestionar con el nivel de conciencia de ese momento. Esto se sigue acumulando a lo que ya había… y el resultado es más infelicidad en el presente. Estas situaciones, sumadas a las creencias, juicios, cultura, educación, amor, dramas… causan una película en el exterior que nos
muestra el guión de la película que hay en el interior. 15 La base La base “Si lo ves, es porque lo tienes.” Anónimo Si quieres reconducir tu vida porque estás sufriendo, en el grado que sea, sólo tienes que estar atento a lo que tienes a tu alrededor. Fijándote en el tipo de relaciones que vives, el tipo de trabajo, de pareja o de vida que llevas, puedes
tomar consciencia de lo que tienes en tu interior. Tu exterior te muestra y te habla sobre lo que hay oculto en tu inconsciente. ¿Y qué es lo que está oculto? Está oculto lo que no quiero reconocer en mí, lo que no soporto de mí, lo que no acepto de mí, las heridas pendientes de resolver, los juicios y reclamos hacia mi pasado, y las partes de ego (de
personalidad) que se han ido hiriendo por el camino. La ley del Espejo dice que “Todo lo que veo en ti, lo tengo yo, tanto si me gusta como si no”. Ante esta situación, podemos hacer caso omiso a este “código morse” que usa nuestro subconsciente para comunicarse con nosotros, y la situación, en lugar de mejorar o diluirse, puede hacerse mayor y
más intensa, o bien podemos empezar a entrar en el parámetro de no reaccionar ni estar a la defensiva hacia fuera. Es importante parar y decirnos: ¡STOP! ¡Esto es mío! Esta situación me está hablando a mí. Ahora comprendo. ¿Qué me está diciendo este espejo? ¿Qué necesito saber de mí, a través de ti, que aún no sé? Este es un primer inmenso y
gran paso.
El más importante. 17 18 Tú eres yo Todo aquello que nos llama la atención del exterior, tanto si nos incomoda o remueve como si nos sorprende en positivo, nos está hablando de nosotros. Por ello llamaremos a todo aquello que vemos proyección. Las proyecciones siempre vienen aumentadas para que nos demos cuenta de que nos hablan
directamente. Cuanto menos caso les hacemos, más se distorsionan y persisten en el tiempo hasta que por fin llegamos al punto de querer ver y saber qué nos está diciendo de nosotros esta percepción, para poder disolverla y seguir avanzando. El subconsciente usa como espejos a personas con las que tenemos lazos emocionales.

Esto es así porque el vínculo emocional hace que nos relacionemos con más frecuencia con esas personas, aunque no necesariamente con buena calidad. La presencia continua de esas personas en nuestra vida nos recuerda el punto prioritario que hay que resolver. Padres, parejas, hijos, jefes o socios son nuestros mayores maestros. En ellos se
proyecta lo que tenemos que resolver en nosotros. A continuación se exponen distintas situaciones. Se trata de ejemplos, con lo que estas situaciones no tienen por qué ser así en la realidad. Son casos escogidos de las charlas y conferencias para mostrar al lector la manera de descifrar una proyección. Si con uno de los ejemplos analizados el lector no
obtiene la respuesta a su posición o problemática, deberá avanzar en la lectura para sacar más información de una misma situación en otro espejo, teniendo en cuenta que una proyección jamás viene dada por el análisis de un único espejo; siempre viene acompañada de uno o dos espejos más.

Gregg Braden, en su libro La matriz Divina, desarrolla cinco tipos de proyecciones o espejos: el espejo que refleja el momento; el espejo que refleja lo que juzgamos en el momento; el espejo que refleja lo que hemos perdido, entregado o nos han La base quitado; el espejo que refleja nuestra noche oscura del alma; y el espejo que refleja nuestro mayor
acto de compasión. Durante los últimos años he ido desarrollando y analizando estos y otros espejos, hasta completar una gran lista que presento en las próximas páginas. Deseo que el lector se sumerja en estos parámetros lo más neutro y libre de juicios posible, para que la información que vaya recibiendo pueda navegar dentro de sí y pueda aportar
luz en algún o distintos aspectos de su vida. 19

También podría gustarte