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» ¿Shipp principal?

: ShikaJin

» ¿shipp/s secundario/s?: Ninguno

» ¿Edad?: 24

» ¿Pareja?: si

» Que son?: esposos

›Shikadai: Alfa

›Inojin: Omega

» ¿Au principal?: Si

» ¿Au?: Omegavers - Shinobi

» ¿Segunda Parte?: No

Oficina del Hokage dos meses atrás

—¿Para qué me mandaste a llamar Menma? —le sonrió con desagrado.

—Un poco de respeto para el Hokage ¿no?.

—Nop, ya que interrumpiste mi cita con Dai —a paso lento se acercaba hacia su
escritorio, a la vez que su enojo se intensificaba— así que espero que sea algo
suma… importancia… para que me llames… ¡en medio de mi semana libre! —golpeo
con fuerza el escritorio agrietándolo un poco.

—Des-des-cuida, si es importante, así que tranquilízate —dijo con algo de


nerviosismo, mientras algunas gotas de sudor resbalaban por su frente por la mirada
de enojo que le daba el Yamanaka— (¿Cómo le haces Shikadai para aguantar ese
carácter?).

—¿Me lo vas a decir o no? —le pregunto más calmado cruzando sus brazos.

—Carraspeo —Inojin, tú y tu escudaron ambu realizaran una misión de infiltración en


una organización de criminales que se encuentran en una aldea cercana de la hierba y
la casc-

—Disculpa, pero eso no lo veo importante, ya que eso podría hacerlo algún otro ambu
—dijo serio— ¿o hay cierto detalle para que yo sea quien realice esta misión?.

—Así es —le respondió de forma seria mientras se levantó para darle el archivo de la
misión— ya que han sido varios los registros e informes de diversos shinobis que
dicen que miembros del Loto Blanco son parte de aquella —esto sorprendió al
Yamanaka a la misma que lo enojo apretando sus puños— tomate el tiempo que
quieras para esta misión, pero recuerda no los mates solo captúralos, aquí ya veremos
qué es lo que aremos con ellos.

—Bien, ¿Cuándo debemos de partir Kyūdaime?.


—Mañana en la mañana.

—Está bien, me retiro.

Residencia Nara Yamanaka

— Dai, estaré fuera durante tiempo indefinido por una misión ambu— esto sorprendió
un poco al Nara.

—¿Sera una misión especial, para que tome tanto tiempo? —le pregunto algo
sorprendido.

—Si, ya que está involucrada con ex miembros del Loto Blanco —menciono serio
mientras se acurrucaba entre las colchas— mañana debo partir temprano junto a mi
escuadro.

—¿Ya tienes todo listo?.

—Si, descuida…

—¿Qué te preocupa mí lavanda? —pregunto a la vez que acariciaba una de sus


mejillas.

—Me preocupa que no te poder ver durante un tiempo— dijo algo triste mientras
escondía su rostro ruborizado.

—Cariño, no te preocupes por esas cosas —le acaricio sus cabellos mientras lo atraía
más hacia su pecho— no será para siempre, solo un par de meses o talvez tres, pero
solo eso y además no es como si mi amor por ti desapareciera en ese tiempo.

Estas palabras hicieron que el corazón del Yamanaka se acelerara, sintiendo una gran
felicidad por las palabras dichas por su esposo, haciendo que le diera un beso y
decirle un te amo, cosa que el Nara replico para darle una calidad sonrisa.

—Sabes, también lo digo porque no me preocupa que llegaras a morir y nunca más
nos viéramos, más bien me preocupo por quienes pelearan contra ti —bromeo,
causando cierto enfado en su esposo que lo hiso sentarse.

—¿Te crees chistosito no Dai? —pregunto algo molesto, pero se fue después de que
este lo abrazara e hiciera que se echara de vuelta a la cama y se acurrucara en su
pecho.

—Ya duérmete mi lavanda, que necesitara fuerzas para tu misión —le dio un beso en
la frente, que causa un sonrojo por parte del menor- Buenas noches.

—Buenas noches Dai... —dijo bajo por los pequeños nervios que sentía cosa que a su
pareja le gustaban, para luego dormirse ambos y realizar al día siguiente los labores
que les corresponde a cada uno.

Temprano por la mañana una vez listo el Yamanaka se despidió de su esposo con un
beso apasionado, para poder salir junto a su escuadrón a su misión correspondiente a
la cual está sobre pensando mucho.
Una vez llegaron al pequeño pueblo se instalaron en una vivienda del lugar en
cubierto, para poder conseguir la información necesaria sobre la organización. Las
semanas fueron pasando y cada vez conseguían acercar más a su objetivo a la misma
vez que los miembros del escuadrón notaban que había algo mal su líder, pese a que
él les aseguraba que se sentía bien, que es algo que ya le pasaría y que se deberían
de enfocar más en la misión, haciendo que no tuvieran más remedio de hacer lo que
su líder les decía.

Conforme el paso de los días los malestares del Yamanaka se hicieron costumbre, y
mas de uno sospechaba sobre el origen de sus malestares, aunque este se seguía
haciendo la vista gorda ya que su atención se centraba en cumplir la sub misión que si
o si debía de realizar por su cuenta.

Al cabo de tres semanas el grupo de shinobis logro cumplir con éxito su misión y antes
de partir de regreso a Konoha deciden hacer una pequeña celebración, con un
almuerzo especial.

—Y aquí está el plato principal —dejo el platillo sobre la mesa y los ojos de todos
brillaban por lo delicioso que se veía y el exquisito olor que desprendía.

—¡Eres un genio en la cocina Kento! —dijo feliz mientras recibía su porción.

—(inserte nombre) tiene razón, la persona que te toque será verdaderamente


afortunado─ dijo sincero el Yamanaka para empezar a comer su porción, pero en su
tercer bocado sintió como se le regreso la comida.

—Hay chicos, ¿enserió lo creen —apenado se rascaba la nuca con un ligero sonrojo
mientras.

—Si créelo, ti comida es exquisita, solo por ti sobrevivimos a estas misiones.

Los comentarios de felicitaciones y halagos siguieron junto a risas, más se


cuestionaban porque el Yamanaka no estaba comiendo.

—Ne~ sempai ¿se siente bien?.

—A!, si, no se preocup-ugh, creo que algo me hizo mal no más —algo mareado puso
su mano en la como signo de querer vomitar.

—¡Pero no tomo desayuno!, seguro fue mi ¡comida! —grito alarmado ya que pensaba
que era culpa suya el malestar de su capitán.

—No Kento, no fue culpa de tu comid-ugh... ugh —se cubrió la boca con sus manos
mientras salía del comedor hacia el baño donde termino vomitando sobre un árbol, y
siendo ayudado por (inserte nombre) quien le sujetaba el cabello.

El resto se quedó en el comedor consolando a Kento a la vez que observaban por la


puerta a su capitán vomitando en el baño.

—Ya (inserta nombre), ya paso, creo ya haber sacado todo —le mostro una débil
sonrisa.

—Inojin, ya se acabó la misión, ahora ya puedes preocuparte en tu salud —miro seria


al Yamanaka con las manos en su cintura.
—Sí, vamos adentr…o… —no pudo terminar ya que se desmayó siendo atrapado por
su compañera, alertando a su vez al resto de su equipo los cuales se acercaron
rápidamente para trasladarlo a una de las habitaciones para realizarle un chequeo.

Mientras el ninja medico de su equipo lo revisaba se percato el ligero abultamiento del


vientre del Yamanaka, confirmando así sus sospechas. Esta noticia fue bien recibida
entre el resto de shinobis sobre todo con las chicas que soltaban grititos de felicidad,
mientras que Kento respiraba aliviado de que no era culpa suya el malestar de su
capitán, más fueron callados por (I.N.), ya que su capitán requiere de descanso.

Dos horas después el Yamanaka despertó medio desorientado de los últimos


acontecimientos, saliendo de la cama hacia la cocina en busca de algo para comer,
pero sentía las ganas de comer en algo especifico.

—Capitán muchas felicidades.

—¿A?, ¿a qué te refieres (I.n)?.

—Me refiero a su embarazo.

—¿Que?..., no seguro te confundes yo no estoy embarazado.

Hospital de Konoha

—Tienes siete semanas de embarazo Inojin —sonrío dándole sus resultados—


muchas felicidades para ti y Shikadai, sin duda esta noticia les encantara oír al resto.

—Ne… Memory, no le digas a nadie todavía por favor —dijo suave procesando aun la
noticia.

—¿Por? —reclamo algo triste.

—Aun debo procesar por completo la noticia —comino hacia la puerta para despedirse
con una sonrisa.

—Bien, pero me debes un favor Jin.

—Rio— está bien.

El Yamanaka caminaba por las calles de Konoha pensativo, hasta que decidió ir a la
casa de su mejor amigo donde lo encontró, y pudo ver que su vientre había crecido
más. Ambos omegas se adentraron a la sala encontrándose con la hermana menor del
Uzumaki sirviendo el té.

—O, ya volviste de tu misión Inojin bienvenido —saludo dejando la tetera en la mesa.

—Si…

—¿Jin, te pasa algo? —pregunto curioso el rubio.

—De eso quería hablarte —se sentó mientras Narumi le alcanzaba una taza de té.

—¿Fracaso la misión acaso? —le cuestiono la Uzumaki menor sentándose.


—No, la misión fue completada con éxito… —callo unos segundos para tomar aire—
más bien es sobre una noticia que recibí hace poco.

—¿Y cuál fue esa noticia para haberte puesto así? —pregunto preocupado el Uzumaki
mayor.

—Tengo… siete semanas… de embarazo —ambos Uzumakis estaban sorprendidos


por la repentina noticia.

Todo se mantuvo en silencio hasta que fue cortado por las felicitaciones de un peli
rosa que había llegado hace un rato y oyó la conversación, e hizo que los hermanos
salieran de su sorpresa.

—¡Enserio Jin! —el Yamanaka asintió con la cabeza— ¡muchas felicidades!, ¿ya le
dijiste a tu familia? ¿a tus sue-? —fue interrumpido.

—No, aun no les he dicho la notica, ya que recién pude confirmarla, y me vine para
hablar contigo Boru.

—Pero Jin, no se porque te pones así, es una muy buena noticia —dijo alegre la peli
rubia.

—Lo se…, solo que no se si estemos listos para este cambio, no se si Yo estoy —dijo
entrecortado el Yamanaka preocupando a los presentes.

—Nadie esta listo para esto Inojin, ni yo se si estoy listo a pesar de que falta poco
tiempo para que nazcan mis cachorros —hablo de forma seria sosteniéndole una de
sus manos, mientras ponía su otra mano sobre su vientre— y no se si podre con la
responsabilidad, ya que ninguno de los retos que enfrentamos nos preparan para esto,
pero sé que no estaré solo en esto —volteo viendo a su esposo dándole una sonrisa, y
de la misma forma a su hermana y su mejor amigo— y eso es lo que me hace sentir
preparado para asumir la responsabilidad.

Las palabras dichas por el Uzumaki lograron quitarle las inseguridades al Yamanaka,
sintiendo un gran calor en su pecho, haciendo que finas lagrimas resbalaban por sus
mejillas.

—Gracias Boru —se limpio las lagrimas para levantarse y dirigirse a la entrada— voy a
darle la notica a Dai —dijo con una sonrisa.

—A- si… con respecto a eso —hablo nervioso el Haruno lo cual confundió al
Yamanaka.

—¡¡¡Como que se fue por dos meses a una misión y todavía falta un mes para que
regrese!!! —pájaros salieron volando de los árboles cercanos.

Oficina del Hokage – Un mes después

—Y eso es todo el reporte de la misión Menma —dijo sin ganas el Nara

—Jooo…, porque no me pueden decir Hokage— dijo cabizbajo con unas lagrimillas
—(Mendokuse) —pensó el Nara— te estas comportando como un niño Menma, a
pesar que tienes 24 —dijo mas el Uchiha no le prestaba atención— yo no estoy para
soportar tu lloriqueo, ya di mi reporte así que con permiso.

—¡A! ¡Espera Shikadai! —le llamo haciendo que el Nara voltee a verlo— olvide decirte
algo.

—Ya estas tardando.

—Tosió— No iras a misiones fuera de la aldea durante un año.

—¿Y ese regalo? ¿es mi cumpleaños acaso?.

—Nop, pero se que me lo agradecerás de la misma forma —sonrió— lo entenderás


estando en tu casa.

El Nara salió pensativo de la oficina tratando de entender la razón del porqué Menma
había tomado de esa decisión, teniendo en mente varias hipótesis las cuales iba
descartando una por una, hasta que una de esas lo hizo detenerse, más la negó con la
cabeza diciendo que era muy poca la posibilidad de que sea la razón, pero no la
descarto haciendo que piensa en ella durante todo el resto del camino.

Residencia Nara Yamanaka

—Tadaima —soltó al aire esperando respuesta de su esposo, más al no escuchar


respuesta creyó que este había salido, poniendo algo triste ya que tenia ganas de
verlo después de tres meses sin estar juntos.

—Estoy en el jardín Dai —grito fuerte siendo escudado ahora si por el Nara, el cual se
dirigió de forma apresurada donde estaba el para toparse con una gran sorpresa.

Su omega está ahí descalzo sobre el césped vistiendo un polo de su alfa el cual le
quedaba algo grande junto a unos shorts, con su largo cabello suelto brindándole una
cálida sonrisa, mientras su mano derecha estaba debajo sosteniendo su vientre
permitiendo que se llegase a apreciar mejor.

—Inojin… ¿tu?...

—Mira a tu alrededor, Mira la dicha de poder estar vivos hoy —se acerca hacia su
esposo para tomarlo de las manos y sonreírle— mira a tu alrededor...

—¿Desde cuándo sabías?

—Un mes o más

—¡Inojin no me dijiste! —soltó el agarre y se dio vuelta.

—Te lo quise decir hace un mes atrás, pero en una misión tu estabas

—No me dijiste —lo abrazo por la espalda.


—Yo lo siento… tal vez un mensaje te debí enviar, pero quería que fuera una sorpresa
—se coloco a su frente y le tomo de la mejilla dándole una sonrisa— mira a tu
alrededor, mira la dicha de poder estar vivos hoy.

—¿Te gusta con un alfa como yo estar, que a tu vida un fastidio ara? —dijo cabizbajo.

—Le dio un beso en la frente levantando su rostro— me gusta ser tu omega, mira a tu
alrededor— se alejo para abrir sus brazos en el aire viendo hacia el paisaje y luego
girarse— mira donde estamos y donde empezamos —se señaló a si mismo— el hecho
de que yo viva un milagro es, vivir más, eso bastará —puso su mano en su vientre— si
estos bebés, tu sonrisa puedan tener o una pieza de tu mente ¡cuídense! eso bastará
—desvió la mirada— pese a todos los retos que enfrentamos, ninguno nos prepara
para esta etapa —negó con la cabeza— mas no eh de temer —dijo seguro— yo sé
con quién me casé —estas palabras sorprendieron al Nara— si a casa llegamos al día
finalizar... eso bastará —tomo las manos del Nara sujetándolas fuerte— esto no es un
fastidió, o verdad cruda —coloco una mano en su pecho y la otra en el del Nara—
déjame darte de mí paz, déjame a tu corazón entrar —lo abrazo— seamos parte del
cuento y de la historia que escribiendo está —se soltó del abrazo y tomo una de sus
mejillas— que este sea un nuevo capítulo, ¡di que lo hemos de lograr! —camino
tomando de la mano de su esposo para sentarse en el borde de la sala— y me
bastará…, y nos bastará…, eso bastará…

El Nara sentía su corazón palpitar de una inmensa alegría, la cual que veía reflejada
en su rostro gracias a la cálida sonrisa que tenia junto a unas lagrimillas de felicidad, y
no dudo ni un segundo para darle un Beso lleno de amor hacia su esposo, su omega
su bella lavanda.

Datos:
- Lavanda es el apodo que Shikadai usa para referirse a Inojin, debido a que sus
feromonas son del olor de las levantas.
- Ellos tienen en total tres hijos, siendo este el embarazo donde concibieron a los
mellizos, mujer alfa como la mayor y un hombre beta como el menor.
- Tanto Shikadai como Inojin cuentan con hermanos/as mayores y menores que ellos,
los cuales cuidaron de Inojin además de sus padres y suegros durante el mes que
estuvo en Konoha.

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