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INCONSTITUCIONALIDAD DE LAS LEYES EN CASO CONCRETO:

 GENERALIDADES:
BASE NORMATIVA Y CONCEPTOS GENERALES:
En áreas del prevalecimiento del principio de supremacía constitucional, los
titulares de los órganos jurisdiccionales tienen la obligación de observar siempre el
debido respeto y aplicación de la CPRG y los tratados internacionales en materia
de derechos humanos al momento de dilucidar los asuntos sometidos a su
conocimiento. En Virtud, todo ciudadano, tiene derecho a instar que esta premisa
se cumpla efectivamente, cuando aprecie que se resulta contraria a postulados
constitucionales la eventual aplicación determinada norma legal a su caso
concreto.
Así está dispuesto en los artículos 266 de la CPRG y 116 de la LAEPyC; “en
casos concretos, en todo proceso de cualquier instancia y en casación hasta
antes de dictarse sentencia, las partes podrán plantear como acción, excepción o
incidente, la inconstitucionalidad total o parcial de una ley a efecto de que se
declare su inaplicabilidad. El tribunal deberá pronunciarse al respecto”.
Esta institución procesal constitucional es conocida doctrinariamente como
“inconstitucionalidad indirecta”, porque las personas naturales o de la normativa
que consideran inconstitucional porque las personas naturales o jurídicas que son
parte del procedimiento principal no realizan la impugnación de la normativa que
consideran inconstitucional directamente ante tribunal constitucional, sino lo hacen
a través del juez o tribunal a cargo del referido procedimiento.
Su inclusión en el catálogo de garantías constitucionales persigue proteger el
derechos de los sujetos procesales a que su controversia sean dilucidas en
definitiva a partid de la aplicación de normas jurídicas que se encuentren en plena
armonía con la Carta Magna. En ese sentido se ha pronunciado consistentemente
la CC:
En todo proceso de cualquier jurisdicción o competencia, en cualquier instancia y
en casación y hasta antes de dictarse sentencia, las partes podrán plantear como
acción, excepción o incidente, la inconstitucionalidad total o parcial de una ley.
Esta garantía constitucional constituye un instrumento jurídico procesal que tiene
por objeto, en general, mantener la preeminencia de la constitución sobre toda
otra norma jurídica que no sea compatible con ella y en particular, orientar la
selecciona adecuada de las normas aplicables a los casos concretos.
Este instrumento es expresión de la vertiente difusa del sistema mixto en el que se
halla dispuesto el control de constitucionalidad normativa en Guatemala. A
diferencia de la constitucionalidad de carácter general, su utilización puede
manifestarse ante cualquier órgano de la administración de justicia ordinaria,
desde primera instancia hasta casación, no conlleva por pretensión poner fin al
ámbito temporal de validez de la normativa viciada mediante un fallo constitutivo y
erga omnes, sino que persigue separarla del ordenamiento jurídico aplicables para
resolver un caso concreto, como resultado de un pronunciamiento declarativo que
es vinculante únicamente para las aprtes del litigio del que se trate.
 LEGITIMACION
En atención al enfoque particularizado que se entraña, la legitimación para
denunciar la institucionalidad de la ley en caso concreto corresponde a aquellos
sujetos procesales que se pueden verse directamente afectados con la aplicación
de normas, a su juicio inconstitucionales, que el juzgador pueda hacer valer para
resolver su caso particular.
Respecto a las relaciones jurídico-procesales que constituyen factor determinante
en función de establecer la legitimación activa con relación a este planteamiento,
precisa Luis Felipe Sáenz Juárez:
Partiendo de la doctrina italiana que según Saavedra Gallo, halla su mejor
desarrollo en Capelletti, el planteamiento de la inconstitucionalidad indirecta
constituye un proceso autónomo de su objetivo que se vincula al proceso principal
por su elemento subjetivo, dado que solamente están legitimados para iniciarlo los
sujetos en aquel proceso, en el cual resulta aplicable una norma legal de
constitucionalidad dudosa, cuyo conocimiento adquiere plena autonomía en
relación con el principal.
De esa cuenta, la legitimación activa para instar este procedimiento encuentra
Vértice común con otros instrumentos de justicia constitucional en el derecho al
libre acceso a los tribunales del que gozan los ciudadanos para ejercer sus
acciones y hacer valer sus derechos de conformidad con la ley, consagrado en el
artículo 29 de la CPRG; y se perfecciona con la calidad de parte que el interesado
debe ostentar ene el asuntos principal respecto al cual persiga provocar la
inaplicabilidad de preceptiva que estima inconstitucional.
Por último, cabe acotar que únicamente la persona que figura como demandada
en el proceso puede plantearlo como excepción, en congruencia con la naturaleza
jurídica de esta última que es un mecanismo de defensa procesa por
antonomasia.
 PRESUPUESTOS DE VIABILIDAD
Para la inconstitucionalidad de leyes en caso concreto devienen igualmente
validos los presupuestos de generalidad del objeto de impugnación, infra-
constitucionalidad de la normativa impugnada de carácter interno de la normativa
impugnada y de pertenencia de la normativa que de denuncia contravenida al
bloque de constitucionalidad, tal cual fueron explicados en el apartado anterior con
relación a la inconstitucionalidad; tal cual fueron explicados en el apartado anterior
con relación a la inconstitucionalidad de leyes, reglamentos y disposiciones de
carácter general. Asimismo, los de vigencia de la romántica impugnada y análisis
confrontativo también resultan aplicables, pero con algunas precisiones que se
indican a continuación.
Vigencia de la normativa impugnada:
Respecto a este presupuesto es necesario matizar que este caso el ámbito
temporal de validez debe ser considerado únicamente respecto a la persona del
interponerte. Inclusive puede ocurrir que la preceptiva cuestionada ya no esté
vigente al momento de sustanciarse el proceso, pero si sea potencialmente
aplicable al interponerte y, por ende, examinable por esta vía, por haber estado
vigente en el tiempo en que sucedieron los acontecimientos por los que aquél es
juzgado. Cuando este ultimo supuesto se ha presentado en la práctica, la CC a
puntualizado:
(…) en cuanto a la imposibilidad de promover la inconstitucionalidad en caso
concreto, porque la norma que se ataca ya no esta vigente, esta corte estima (…)
la sanción que se cobra se genero cuando la ley estaba vigente, situación que no
prejuzga sobre la constitucionalidad. El derecho de la persona de impugnar por la
vía de la inconstitucionalidad la norma que resulte aplicable a su caso, es
innegable, sin que lo enerve la falta de vigencia de la norma en lo general (…) si
se aceptara que, para efectos del reparo administrativo de una sanción, una
norma si existente y, por ende, es aplicable, y para efectos del análisis
constitucional es inexistente, generaría indefensión al vedar para casos como el
presente, acudir al control de constitucionalidad indirecta.
Análisis confrontativo
Especial acento corresponde hacer aquí en que el análisis confrontativo no este
apoyado en la denuncia de circunstancias fácticas propinas de caso concreto, sino
en alegaciones directamente dirigidas, en abstracto, al contenido prescriptivo de
las disposiciones cuestionadas. Debe tenerse presente que la expresión “en caso
concreto” que forma parte de la denominación legal de esta figura procesal
constitucional hace referencia al asunto subyacente en el que se presenta y al
alcance de los efectos que conlleva su resolución favorable, y no al enfoque con el
que debe de articularse la argumentación en la que se funde.
Esto excluye el ámbito de la aplicación de la inconstitucionalidad indirecta
situaciones en las que lo que el litigante resiente es una incorrecta aplicación de
los preceptos legales por parte del juez de la causa, pues de pretender utilizarla en
ese caso estaría actuando en el razonamiento de que las normas resultan
inconstitucionales por serle inaplicables, cuando la lógica correcta con la que
opera dicha institución se da en sentido inverso: las normas deben ser declaradas
inaplicables por ser inconstitucionales. Así lo ha hecho notar reiteradamente la
CC.
(…) para acceder al estudio pretendido en el planteamiento de la
inconstitucionalidad en caso concreto, el solicitante debe exponer, en términos
claros y precisos, la tesis que evidencie la evaluación lógica jurídica existente
entre la norma objetada de inconstitucionalidad y los preceptos de la constitución
Política de la República de Guatemala, sin dirigir sus argumentaciones a
cuestiones de orden factico, no susceptibles de ser invocadas en esta vía.
Además, su planteamiento es impropio si lo que se pretende es el examen de su
aplicación, porque para su impugnación de la decisión la ley provee otros medios
(…) los argumentos de la solicitante, van dirigidos a cuestionar aspectos fácticos
que motivaron el proceso instado en su contra, el examen en la aplicación de la
norma impugnada a los hechos que se atribuyen (…)
Por otro lado, a los presupuestos de viabilidad comunes a ambas garantías
constitucionales deben agregarse, como específicas de la que motiva este
apartado:
Caso concreto previo
La naturaleza accesoria que es inherente al control difuso de constitucionalidad
demanda que su activación surja vinculada a un asunto particular, que, de esa
cuenta, define el campo de relevancia para la decisión que de a la denuncia de
incompatibilidad constitucional. Por tanto, resulta lógico que la inconstitucionalidad
en caso concreto presuponga un caso concreto previo, que es respecto al cual se
pretende que la normativa reputada inconstitucional se declare inaplicable.
En sentido estricto, la premisa antes explicada deviene atinente al
planteamiento de un instrumento como excepción o incidente, que son los
supuestos en los cuales se trasluce más nítidamente su carácter dependiente, en
ese caso, de un proceso judicial. De hecho, lo usual es cuando se habla de caso
concreto previo como presupuesto de viabilidad se piense en esas dos
modalidades. No obstante, en sentido amplio, inclusive cuando la
inconstitucionalidad indirecta se utiliza como acción, en realidad subyace también
una controversia particular, aunque no se haya tramitado ante un órgano
jurisdiccional; de hecho, si en este supuesto es presentada como única pretensión,
el efecto de la resolución favorable es dejar sin efecto una decisión anterior
basada en la preceptiva declarada inconstitucional.
Para la CC este es claramente uno de los aspectos elementales que deben
concurrir en un adecuado planteamiento de inconstitucionalidad en caso concreto:

Desde sus inicios, esta corte ha establecido que todo interponente de una
inconstitucionalidad de ley en caso concreto debe cumplir con ciertos requisitos en
el escrito de interposición de dicha garantía constitucional a saber: a) Especificar
que existe un caso concreto previo o que este en trámite de un procedimiento en
el que participa.

Expectativa razonable de aplicación


Lo que se pretende generalmente con este instrumento procesal constitucional
es extraer la preceptiva que se reputa inconstitucional del conjunto de normas
aplicables en la resolución del caso; consecuentemente, de ello deviene el
correlativo deber lógico-jurídico del interponente de desarrollar argumentación
tendiente de demostrar que es razonablemente factible que la disposición que
impugna será decisoria litis en el asunto particular que subyace al planteamiento.
Lo usual es que esto se presuma con el solo hecho de que las partes las hayan
citado como fundamento de hecho de sus pretensiones. La CC lo explica en los
siguientes términos:
(…) en el ámbito judicial, mediante la referida garantía constitucional todo
ciudadano puede reclamar de que el principio de supremacía constitucional impere
en los procesos que figura como parte, cuando abrigue la expectativa razonable
de que serán aplicadas en su caso concreto disposiciones infra-constitucionales
que a su juicio no armonizan con la Ley Fundamental. En consecuencia, de ello, la
aplicación de inaplicabilidad que constituye la pretensión natural en esos casos,
debe estar vinculadas a preceptos que se prevé que servirán de base a
resoluciones futuras, y no a aquellos que ya lo fueron respectos a decisiones
previamente asumidas.
Es importante subrayar que este presupuesto se entenderá cumplido siempre
que persista latente, dentro del proceso de que trate, la posibilidad de que se dicte
resolución en la que la normativa impugnada sea aplicable, en primera o segunda
instancia y hasta casación.

Denuncia previa en lo administrativo


Por último, cabe puntualizar que, si se trata de inconstitucionalidad en caso
concreto en lo administrativo, en adición de los anteriores presupuestos de
aplicación general debe añadirse el haber realizado la denuncia respectiva en la
etapa administrativa. La CC ha sido consistente en exigir este señalamiento
previo:
Esta corte con anterioridad, ha indicado que cuando el interesado dude de la
legitimidad constitucional de la norma legal o reglamento que la administración
publica aplica a su caso concreto, no puede solicitar a la autoridad administrativa
que declare la inconstitucionalidad de tales preceptos; no obstante ello, en dicha
fase, la ley de la materia le impone una carga procedimental especifica al
administrado, que consiste en dejar expresada su duda en el trámite que se agota
en dicha sede (…) el cumplimiento de dicho presupuesto procesal debe ser
verificado por el tribunal constitucional, previo a realizar el análisis de fondo
pretendido.
En definitiva, es viable plantear la inconstitucionalidad en caso concreto contra
normas jurídicas generales e infra-constitucionales que hayan estado vigentes en
el orden interno cuando se dieron los hechos juzgados en el asunto particular en el
cual se interviene, si respecto a ellas existen expectativa razonable de su
incidencia sobre lo que se resuelva; y siempre que se exponga razonada y
claramente porque su contenido contraviene preceptos pertenecientes al bloque
de constitucionalidad.

 Requisitos técnico-formales del planteamiento


De conformidad con lo dispuesto en los artículos 120 de la LAEPyC, y 5 y 11
de las DRC2013, al formular ese tipo de planteamiento deben cumplirse los
siguiente requisitos técnico-formales:
A. Debe hacerse por escrito
B. Designación del tribunal al que se dirija.
C. Nombres y apellidos completos del postulante o de la persona que lo
represente. De presentarse la inconstitucionalidad en caso concreto como
acción, deben especificarse los restantes datos de identificación personal:
edad, estado civil, nacionalidad, profesión u oficio y domicilio; y si la
promueve una persona jurídica, deben indicarse sucintamente los datos
relativos a su existencia y personalidad jurídica.
D. De ejercer personería, debe acreditarse tal calidad.
E. De presentarse la inconstitucionalidad en caso concreto como acción, debe
indicarse lugar para recibir notificaciones.
F. Nombre y número de colegiado de abogado patrocinante.
G. Identificación del procedimiento subyacente. De presentarse la
inconstitucionalidad en caso concreto de acción, debe acreditarse la
participación en aquel.
H. Normativa contra la que se promueve la inconstitucionalidad
I. Normativa constitucional que se estime violada.
J. Fundamento jurídico que se invoca como base de la pretensión de
inconstitucionalidad, que debe contener apartado específicamente dedicado
a exponer en forma razonada, separada y clara los motivos del
planteamiento, es decir, el análisis confrontativo.
K. Lugar y fecha.
L. Firmas del postulante o de la persona que lo represente y del abogado
colegiado que lo auxilia, así como el sello de este último. Si fuere más de
un abogado, el escrito debe estar firmado y sellado por todos los
propuestos. Si el solicitante no sabe o no puede firmar, lo hará por la otra
persona o uno de los abogados que lo auxilien.
M. Tantas copias claramente legibles como sujetos procesales intervengan, de
todo el legado que se presente, escrito y documentación acompañada-
N. Disco compacto con la conversación electrónica exacta del escrito inicial,
para facilitar al tribunal la lectura y copia fiel de los pasajes contundentes en
la resolución del planteamiento, esto es opcional.

 Variantes en su planteamiento
Por la vía procesal a utilizar
A. ACCIÓN. Pese a que no figura explícitamente indicando a la ley de la
materia, de la intelección integral de la normativa aplicable a esta garantía
constitucional se infiere que encuentra a su ámbito de aplicación en lo
administrativo. Usualmente la acción de inconstitucionalidad en caso
concreto se presenta como única pretensión y, en caso, no tiene por
pretensión la inaplicación de la normativa impugnada, sino dejar sin efecto
la resolución fundada en esta última. Superando la falta de regulación
taxativa de este extremo, la CC lo ha esclarecido jurisprudencialmente:
En esta modalidad de control indirecto de la constitucionalidad de la ley, la
acción debe presentarse en el Tribunal de lo Contencioso Administrativo con la
pretensión que se deje sin validez jurídica la resolución emitida, es decir, a
diferencia de los incidentes o excepciones que proceden en lo judicial, no se
orienta a la declaratoria de inaplicabilidad pues ello ya ha acontecido (…).
Por lo tanto, en esa modalidad se presume dispensando el presupuesto de
viabilidad antes identificado como expectativa razonable de aplicación. Empero,
vale precisar que no ocurre lo mismo si se trata de una acción de
inconstitucionalidad en caso concreto con otras pretensiones, pues se coligen que
estas se referirían a la materia controvertida en la etapa administrativa, por lo que,
si bien es probable que la normativa impugnada haya sido aplicada en esa fase, al
trasladar su conocimiento a la jurisdicción contencioso -administrativa se renueva
su carácter de decisoria litis.
B. EXCEPCIÓN. La forma que usualmente adoptan los mecanismos de
defensa, acentuando en este caso su carácter prejudicial, como un punto
de derecho que debe ser elucidado previo a abordar la ponderación de
todos los elementos, no solo jurídicos, sino facticos, que las partes aportan
para conformar la verdad procesal.

C. INCIDENTE. Como incidencia colateral al decurso del asunto principal; su


forma más usual, por ser la más independiente respecto al estado de las
actuaciones subyacentes y a la posición de los sujetos procesales en el
litigio.

Por la naturaleza del asunto subyacente


A. CASO GENÉRICO. En todo proceso de cualquier competencia o
jurisdicción, en cualquier instancia y en casación, hasta antes de dictarse
sentencia, las partes podrán plantear como acción, excepción o incidente,
la inconstitucionalidad toral o parcial de una ley a efecto de que se declare
su inaplicabilidad.

B. EN CASACIÓN. La constitucionalidad de una ley podrá plantearse en


casación hasta antes de dictarse sentencia; bajo la modalidad del incidente,
como indica MARIO AGUIRRE GODOY, pues en ese contexto no tiene
cabida la excepción. En este caso, la Corte Suprema de Justicia, agotado el
trámite de la inconstitucionalidad y previamente a resolver la casación, se
pronunciará sobre la inconstitucionalidad en auto razonado.

También podrá plantearse la inconstitucionalidad como motivación del


recurso, en cuyo caso es de obligado y privilegiado conocimiento, por
imperativo legal. Con lo cual debe entenderse adicionado a los motivos
convencionales previstos en las leyes procesales que habilitan ese medio
extraordinario de impugnación, el señalado en la LAEPyC. Esta tesis ha
sido refrendada por la CC de la jurisprudencia:

a) En el ordenamiento jurídico guatemalteco, existen diversas leyes de


índole procesal que autorizan el uso del recurso de casación. Entre
tales cuerpos normativos puede citarse el Código Procesal Civil y
Mercantil, el Procesal Penal y la ley de lo Contencioso
Administrativo, los que permiten el uso del recurso de casación,
siempre que se sustente en los motivos concretos que disponen sus
textos. Sin embargo, debe tomarse en cuenta que, por disposición de
la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad, a los
motivos particulares de cada ley, tanto de forma como de fondo,
debe agregarse uno más, el sustentado en la inconstitucionalidad de
ley aplicada al caso concreto (…). En otros términos, la
inconstitucionalidad resulta ser un motivo adicional a la casación con
la única diferencia que es de obligado conocimiento, sin posibilidad
alguna de invocar errores para evadir su examen (…).
Esto quiere decir que, en este segundo supuesto, aunque la materia bajo
juzgamiento es la constitucionalidad de una norma jurídica, el marco procesal es el
de la casación, en su planteamiento, tramitación, efectos e impugnabilidad. Ergo,
el resultado de un eventual pronunciamiento estimatorio será la casación y
sustitución del fallo basado ene l precepto inconstitucional, no su desaplicación.
Asimismo, esa decisión no podrá ser cuestionada mediante recurso de apelación.
Ahora bien, es importante señalar que no debe malinterpretarse el mandato
genérico de obligado conocimiento establecido en el art. 117 de la LAEPyC,
inspirado en el afán de subrayar el carácter preeminente de la materia
constitucional, como exención del debido cumplimiento de los presupuestos de
viabilidad de la inconstitucionalidad en caso concreto, que debe verificarse aun en
este escenario -salvo el de expectativa razonable de aplicación, dadas las
circunstancias procesales descritas en el párrafo anterior-.

C. EN LO ADMINISTRATIVO. Cuando en actuaciones administrativas se


aplicaren leyes o reglamentos inconstitucionales, el afectado se limitará a
señalarlo durante el procedimiento administrativo correspondiente, para
luego plantear la inconstitucionalidad en lo contencioso -administrativo
dentro de los treinta días siguientes a la fecha en que causo estado la
resolución, y se tramitará conforme al procedimiento de inconstitucionalidad
de una ley en caso concreto.
Siguiendo a Luis Felipe SÁENZ JUÁREZ, se considera que, en caso de plantearse
como acción, debe atenderse el plazo indicado en el párrafo precedente y no el de
tres meses establecido en la Ley de lo Contencioso Administrativo. De igual
manera, la CC se ha pronunciado en ese sentido, atribuyéndole esa intención al
legislador constituyente:
b) (…) en casos como el que se resuelve es menester tener presente
que la denuncia de inconstitucionalidad en caso concreto debe
formularse dentro de los treinta días siguientes a la fecha en que
causo estado la resolución administrativa correspondiente -contados
a partir de haberle sido notificada al interesado, claro está-. Por
mandato expreso contenido en el articulo 118 ibidem, que regula la
oportunidad para hacer el referido señalamiento ese preciso
supuesto; indistintamente de que en el artículo 23 de la Ley de los
Contencioso Administrativo se encuentre establecido el plazo
genérico de tres meses (…) cabe subrayar que al momento de ser
determinado en el Decreto 1-86 de la Asamblea Nacional
Constituyente que fuera ese el lapso –treinta días – dentro del cual
debe hacerse valer la inconstitucionalidad en caso concreto en el
contexto administrativo, ya se encontraba fijado ene l artículo 18 de
la Ley de lo Contencioso Administrativo vigente por entonces
(Decreto gubernativo 1881 y sus reformas) el termino de tres meses
para instaurar el proceso contencioso administrativo, idéntico al que
esta previsto ene l Decreto 119-96 del Congreso de la República,
que actualmente rige esa materia. Este antecedente pone de relieve
la intención del constituyente de estatuir un plazo diferenciado para
el caso de que dicho proceso sea empleado como vehículo de una
pretensión de inconstitucionalidad indirecta, pues de lo contrario se
habría limitado a preceptuar que la inconstitucionalidad deberá
plantearse en lo contencioso -administrativo -con lo que habría
quedado sujeta al termino establecido para instar esta vía-, en lugar
de puntualizar que ello debe concretarse dentro de los treinta días
siguientes a la fecha en que causó estado la resolución (…).

D. EN LO LABORAL. Podrá plantearse la inconstitucionalidad en caso


concreto en un proceso en que se discuta materia de esta naturaleza,
concretamente con motivo de un conflicto colectivo de trabajo, debiendo
resolver la cuestión el juez de trabajo competente para la causa
subyacente.

 Fase de su tramitación
La inconstitucionalidad de ley en caso concreto debe sustanciarse de acuerdo
a lo preceptuado en los artículos 120 al 126 de la LAEPyC, -así como en las
DRC2023, en lo que sea aplicable-, agotado la secuencia de etapas procesales
que se relaciona a continuación.

Admisión a trámite
Al ser presentado un planteamiento de esta índole, debe verificarse que en el
mismo concurran los requisitos técnico-formales correspondientes. Una vez
satisfecho ese extremo, procederá admitir para su trámite la solicitud. En caso de
advertirse algún motivo de incumplimiento, se ordenará al postulante que lo
subsane dentro de tercer día de haber sido notificado para el efecto, previo a
concretarse la referida admisión. Si el plazo se agota sin que cumpla con lo
pedido, la CC podrá disponer la suspensión definitiva del trámite, si estima que los
requisitos faltantes son imprescindibles e indicen en la prosecución del
procedimiento; de no juzgarlos así, reanudará el trámite, pero deberán ser
atendidos antes de dictarse la solución definitiva.
Si fuere formulado ante un juzgado menor, este se inhibirá inmediatamente de
seguir conociendo y enviará los autos al superior jerárquico para que asuma el
conocimiento del asunto.
Audiencia
Indistintamente de si el referido instrumento constitucional ha sido planteado
como acción, incidente o excepción, el órgano jurisdiccional que por el acto de su
admisión a trámite queda investido del carácter de tribunal constitucional debe
conferir audiencia por nueve días a las partes y al Ministerio Público.

Vista pública
Si la inconstitucionalidad en caso concreto ha sido incoada bajo la forma
procesal de acción como única pretensión, el constituyente estableció la
particularidad de que los sujetos procesales puedan solicitar la celebración de
vista pública previo a que sea decidido ese aspecto.

Resolución definitiva
Dentro del tercer día de haberse cumplido el termino de la audiencia o de
llevada a cabo la vista pública, según el caso, el órgano jurisdiccional que se
encuentre actuando como tribunal constitucional deberá dilucidar el
cuestionamiento de inconstitucionalidad formulado; según se haya ventilado como
acción o como incidencia –concepto que abarca tanto a la excepción como a la vía
incidental-, la resolución se considerara sentencia o auto.

Por lógica procesal, la regulación de cada una de las variantes en que se


puede configurar la garantía constitucional de referencia tiene como factor común
la directriz de que dicha determinación sea proferida con antelación a los puntos
propios del asunto principal que subyace a la cuestión, de constitucionalidad.
Salvo que, habiéndose planteado la como excepción, se hubiere presentado
también las de competencia y/o compromiso, cuyo conocimiento debe atenderse
con preferencia aun respecto a aquella.

En cuanto concierne al análisis de fondo, resultan pertinentes mutatis mutandi


las reflexiones que fueron vertidas en el apartado anterior con relación a la
inconstitucionalidad de leyes, reglamentos y disposiciones de carácter general. Si
bien la circunstancia de que la resolución estimatoria de una inconstitucionalidad
de leyes en caso concreto no posee efectos erga omnes parecería atenuar
sensiblemente la tensión entre el principio de supremacía constitucional y los de in
dubio pro legislatoris y democrático, ello sería sin prejuicio de los dilemas que
presenta la tarea interpretativa de los postulados constitucionales -y de la
normativa impugnada a la luz--, que es intrínseca al control jurisdiccional de
constitucionalidad normativa, indistintamente de los alcances formales de la
decisión final. En contrapartida, también deviene igualmente válido el instrumental
de pautas a disposición del juzgador que analiza la constitucionalidad de las
disposiciones generales emanadas de las autoridades. Menos aún podría
advertirse variación en el necesario compromiso con la racionalidad que, como se
apunto antes, es imprescindible en toda resolución judicial.
De acuerdo a lo preceptuado en los artículos 124 de la LAEPyC y 37 de las
DRC2013, la resolución de primer grado de la inconstitucionalidad en caso
concreto debe contener, como mínimo, lo siguiente:
A. Identificación del expediente.
B. Identificación del órgano jurisdiccional constituido en tribunal constitucional.
C. Lugar y fecha.
D. Identificación del solicitante y de quien lo represente, de ser el caso.
E. Identificación del abogado patrocinante.
F. Relación de normativa impugnada, normativa constitucional que se estima
vulnerada y caso concreto en que se plantea la inconstitucionalidad.
G. Fundamento jurídico que se invoca como base de la pretensión de
inconstitucionalidad -optativo-.
H. Resumen de las alegaciones de los sujetos intervinientes -optativo-.
I. Consideraciones de derecho y, de hecho.
J. Normativa aplicable.
K. Declaración que corresponda en la parte resolutiva.
L. Firma del juez o magistrados que la dicten y del secretario.
Así mismo, la resolución puede producirse en dos sentidos, dependiendo de lo
cual provocará, como es natural, distintos efectos:
A. SENTIDO DESESTIMATORIO O DENEGATORIO:
a) Imposición de multa al abogado patrocinante, por ser el responsable
de la juridicidad del planteamiento;
b) Condena en costas, en caso de haber sujeto legitimado para su
cobro.

B. SENTIDO ESTIMATORIO:
a) Inaplicabilidad de las disposiciones señaladas, como sustento del
fallo que dilucide el asunto principal dentro del cual se originó dicho
planteamiento;
b) Suspensión provisional de las actuaciones en el litigio subyacente.
Como puede notarse, la paralización del tramite del proceso principal se
produce solo si el tribunal que conoce de la inconstitucionalidad en caso concreto
en primera instancia decide acogerla, respondiendo a la necesidad de impedir que
se decida la cuestión principal, mientras exista motivo fundado –según la
apreciación asentada por el a quo en su resolución – para dudar de la conformidad
constitucional de las normas en las que el juzgador pueda fundarse para ese fin.
Esta circunscripción de los efectos suspensivos al supuesto de que la
inconstitucionalidad en caso concreto sea acogida se originó en una línea
jurisprudencial de la CC que atribuyó ese contenido al articulo 126 de la LAEPyC;
esto fue luego fue plasmado en el articulo 6°, de las disposiciones Reglamentarias
y Complementarias 01-2010 (Acuerdo 13-2010 de la CC), por el que se adicionó el
artículo24 bis a las Disposiciones Reglamentarias y Complementarias 1-89
(Acuerdo 4-89 de la CC); y este precepto fue, a su vez, recogido finalmente en el
artículo 20 de las DRC2013, actualmente vigente.
La disposición en referencia ha suscitado una polémica ambivalente en el foro
guatemalteco; por un lado, se señala como un posible exceso de la CC en el
ejercicio de su facultad reglamentario prevista en el articulo 165 de la LAEPyC, y,
por otro, se le reconoce como meritorio paliativo de la utilización perniciosa que,
cada ves con mayor frecuencia, se le estaba dando a la inconstitucionalidad
indirecta, para retardar los procesos judiciales.
Con ocasión de un planteamiento de inconstitucionalidad de carácter general
incoado contra la citada norma reglamentaria, la CC ofreció la siguiente
argumentación.
(…) el juicio que tiende a la depuración del proceso, por vía de la
declaración de que la norma de inferior rango resulta contraria a otra de
carácter supremo, le corresponde efectuarlo con exclusividad a la autoridad
judicial a cargo del caso (…), desde el momento en que el tribunal de
primera instancia dicte el auto que resuelva lo relativo a la
inconstitucionalidad…, interpretada esta dicción, en congruencia con
aquellas anotaciones teóricas y legales de las que se hizo merito con
antelación, de advierte cuando el que juzga ha adquirido certeza respecto
del vicio detectado en la norma y, en el pronunciamiento, ha declarado con
lugar la inconstitucionalidad de ley pretendida. Esto porque, según entiende
este Tribunal, la afirmación “que resuelva lo relativo a la
inconstitucionalidad” integrada en la norma transcrita, alude con precisión al
hecho que el juez haya decidido la cuestión con estimación afirmativa de la
emisión del auto decisivo, habría precisado en esa forma el resultado; a
cambio, se insiste, lo constriñó a la declaratoria con el lugar del
planteamiento constitucional entablado, de acuerdo con los singulares
términos que utilizó para la formación del precepto aludido. Esta
interpretación además que utilizó para la formación del precepto aludido.
Esta interpretación además resulta conforme los principios de celeridad y
rapidez que informan a los procesos de carácter administrativo y judicial, y
en procura de alcanzar efectivamente el objetivo de que la administración
de justicia sea pronta y cumplida.
Interposición de recursos de apelación
El sujeto procesal que no esté satisfecho con la manera en que el juez o
tribunal de la causa ha dirimido el planteamiento de inconstitucionalidad en caso
concreto, tiene a su alcance la posibilidad de provocar el conocimiento en alzada
de la CC, debiendo para el efecto interponer recurso de apelación dentro del tercer
día de notificado de la resolución de primer grado, razonando los motivos que
fundamentan su actividad impugnaticia.
Si el órgano jurisdiccional que resolvió en primera instancia el reproche de
inconstitucionalidad se negare a dar trámite al referido medio de la impugnación,
dentro del tercer día de haber sido enterado de esa negativa el recurrente puede
presentar ocurso de hecho ante la CC, que pedirá a la autoridad ocurso que rinda
informe durante las veinticuatro horas siguientes. Y recibido este último el tribunal
constitucional dispondrá de idéntico periodo de tiempo para analizar la viabilidad
de la apelación.

Vista de segunda instancia


Una vez recibidos los autos se señalará de oficio, día y horas para la visita
dentro de un término que no podrá exceder de nueve días. La vista será pública se
lo pidiere alguna de las partes, al apelar o dentro de las veinticuatro horas
siguientes de ser notificado de la vista.

Resolución de fondo en segunda instancia


La decisión de alzada deberá ser dictada por la CC dentro de los seis días
siguientes a la vista.
De acuerdo a lo preceptuado en los artículos 130 de la LAEPyC, y 38 de las
DRC2013, la resolución de segundo grado de la inconstitucionalidad en caso
concreto debe contener, como mínimo, los aspectos previstos para la resolución
de primer grado, más los siguiente:
A. Nombre del magistrado ponente.
B. Identificación de la resolución apelada t del tribunal que la dictó.
C. Relación de lo pertinente de lo considerado y resuelto en la resolución
apelada.
D. Identificación del apelante.
E. Motivos de inconformidad en los que se baso el recurrente para plantear la
apelación.
F. Extracto de los alegatos expuestos el día de la vista.
G. Consideraciones de hecho y de derecho que correspondan, así como la
conclusión que se desprende de ellas, con especificación -en el primer
apartado considerativo- de la razón fundante de la decisión.
H. Decisión adoptada, declarando con o sin lugar el recurso de apelación, con
las declaraciones adicionales que correspondan.
La aludida decisión conllevará revocar o confirmar la resolución apelada, con
sus correlativas repercusiones, según el sentido de lo decidido por el a quo. En
caso de que la decisión que la CC tome sea revocar la declaración de
improcedencia realizada en primera instancia, deben dejarse sin efecto aquellas
resoluciones que hayan sido dictadas con fundamento en la normativa declarada,
inconstitucional en alzada, después de haberse formulado el planteamiento de
inconstitucionalidad en caso concreto.
En cuanto a los alcances e implicaciones de esta determinación, cabe abonar a
lo expresado con relación a la resolución de primer grado que si bien el modo en
que se pronuncie la CC esta obligado, por elemental respecto del principio de
seguridad jurídica, a guardar coherencia en su jurisprudencia al respecto actuando
como tribunal de segunda instancia dentro un procedimiento de
inconstitucionalidad en caso concreto o con motivo de un planteamiento de
inconstitucionalidad de carácter general.

CONTROL DIFUSO EX OFFICIO DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVA.


BREVE APOSTILLA SOBRE SU VIABILIDAD
Conforme lo preceptuado en el artículo 204 de la CFRG los tribunales de la
República siempre deben aplicar la Carta Magna con preeminencia a cualquier
norma infra constitucional:
Condiciones esenciales de la administración de justicia. Los tribunales de
justicia en toda resolución o sentencia observaran obligadamente el
principio de que la constitución de la República prevalece sobre cualquier
ley o tratado.
Cabria deducir que ese mandato general prácticamente extiende los alcances
del control difuso de constitucionalidad a todo asunto sometido a su conocimiento,
aunque no haya sido instada la inconstitucionalidad indirecta. Bajo esa intelección,
deberían inaplicar en oficio un precepto cuando adquieran razonable certeza de su
incompatibilidad con postulados constitucionales; esto ligado, además, con el
principio iura novit curía.
Empero, los jueces no suelen adoptar esa práctica. Temen arrogarse
atribuciones que no entienden explícitamente conferidas, con la correlativa
separación del principio de legalidad en el ejercicio de la función pública. La
implementación de la “cuestión o consulta de constitucionalidad” prevista en otros
países podría vislumbrarse como una opción más clara.
Ahora bien, sin perjuicio de lo último, vale apuntar que si bien resulta
comprensible que los juzgados duden sobre su aptitud legal para efectuar motu
proprio declaraciones de inaplicabilidad de normas jurídicas, se les es exigible que
al administrar justicia cuiden con escrúpulo de comprender y aplicar las normas
jurídicas a la luz de la Ley Fundamental y de los tratados internacionales en
materia de derechos humanos así como la jurisprudencia constitucional atinente.
Es decir, que todo juez nacional se erija como diligente y permanente intérprete
constitucional, indistintamente el ramo del Derecho en el que posea competencia.
Tal rigor metodológico no compromete los linderos de su potestad jurisdiccional
y, por el contrario, debería considerarse parte medular de ella, como garantía
institucional de la fuerza normativa de la Constitución, de la vinculatoriedad de las
obligaciones internacionales del Estado y de la coherencia material del
ordenamiento jurídico; en definitiva, como premisa básica del Estado
Constitucional de Derecho.

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