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LOS AMANTES DE TERUEL: JUAN EUGENIO HARTZENCUSCH

El acto primero comienza con Adel y Zulima, hablando en el dormitorio morisco, situado en el alcázar de Valencia. Ahí,
Zulima le confiesa que quiere reunirse con su amado Diego de Marsilla, debido a que su prometido cometió una
infidelidad hacia ella.
El objetivo de Zulima era hacerse pasar por otra persona, cambiando su identidad. Es decir, le diría que se llama Zoraida,
hija de Merván.

En la escena cuarta, Diego de Marsilla se reencuentra con Zulima. Empieza la escena con Diego de Marsilla contándole
que nació en Teruel, y, en concreto, todo lo que ha ido viviendo a lo largo de su vida. Es decir, que combatió en las
Navas de Tolosa; terminó como prisionero en Francia, consiguiendo huir; fue refugiado en Siria; llegó a España con
riquezas, pero, fue apresado por un pirata moro, que lo trajo de vuelta a Valencia. Dentro de dicho acto, Zulima le cuenta
el amor que tiene la reina hacia él. Sin embargo, él le dice que está enamorado de Isabel, rechazando así la propuesta de
Zulima.

En el acto segundo empiezan a hablar Isabel y Don Pedro de Segura (padre de Isabel). Su padre le cuenta acerca de un tal
Roger de Lizana, un caballero catalán. Además, la conversación sigue con Diego de Marsilla, ya que faltan tres días para
que su amado aparezca, y si no, se terminaría casando con Don Rodrigo de Azagra.
En la escena tercera, Teresa les dice a Don Pedro e Isabel que acababa de preguntar por ella Don Martín, el padre de
Don Diego.

En la escena sexta, Margarita y su hija Isabel mantienen una conversación acerca de la boda, en donde la madre le
intenta convencer de que se case con don Rodrigo de Azagra. Sin embargo, ella está indispuesta a realizarlo. De modo
que, en la séptima escena, la criada de la casa, Teresa, para anunciar que don Rodrigo de Azagra solicita permiso para
poder ver a Isabel y a su madre.

Asimismo, en la octava escena, Don Rodrigo le dice a la madre de Isabel que Roger de Lizana murió, y que, además, él
encontró en su corazón cinco cartas de mujeres sin firma aparente. Ella, al no querer que se descubriesen dichas cartas,
don Rodrigo le insinuó que le entregaría las cartas a ella, en caso de que se terminase casando con Isabel. Aun así,
Margarita advirtió a don Rodrigo de Azagra que Isabel estaba enamorada de Diego de Marsilla.

En la décima escena, aparece Zulima diciendo diversas falacias. Es decir, le contó a Isabel que don Diego de Marsilla
había muerto, y, a su vez, le había cometido un acto de infidelidad. Ella, al escuchar las palabras de Zulima, se termina
desmayando finalmente.
Respecto al acto tercero, en el gabinete de Isabel, ella, en la escena primera, con ayuda de Teresa se prepara para su boda.
Además, sale en la escena segunda don Rodrigo, el cuál, él le adula, pero ella sigue rechazándolo por su amor a don
Diego. Por tanto, termina llegando el día de la boda, y don Martín, padre de Marsilla mira con penuria a Isabel llegando
al altar. Sin embargo, en la escena cuarta, aparece un espía moro (Adel), buscando adon Martín Marsilla.
Al final, da con él, y le termina contando la verdad.

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A priori, le narra acerca de la herida sufrida de Jaime Celladas. Después, le cuenta que Zulima, disfrazada con traje de
hombre, entró en Teruel, y mintió acerca de la muerte de don Diego. A su vez, otro dato relevante que le relató fue que
el amado de Isabel, le salvó la vida al Amir de Valencia, de modo que éste, en agradecimiento por su valentía, le colmó de
riquezas.
En la sexta escena, el padre de don Diego le cuenta a Isabel que su amado sigue vivo. Pero, a pesar de ello, vemos cómo
en la octava escena, Zulima, vestida en ropajes de honbre le confiesa que Isabel y don Rodrigo están ya finalmente
comprometidos. Paralelamente, en la última escena del acto undécimo, nos encontramos con un reencuentro entre don
Diego de Marsilla y su padre, el cuál, le confiesa a su hijo que es verídico lo que le contó Zulima.

En el cuarto acto, en la escena primera, don Martín y don Pedro hablan acerca de qué hacer con Zulima y sobre cómo
evitar que don Diego se vengue de don Rodrigo de Azagra.
En las siguientes escenas, nos cuentan el reencuentro entre los dos amantes, finalizando con Isabel indignada. Y que,
llegando Margarita, varios criados, Isabel y Marsilla a la casa, se encuentran con Adel, afirmando que le ordenaron matar
a Zulima. De forma que, Adel, tras su confesión, acaba huyendo de los caballeros.
Para concluir, la escena undécima finaliza con la aplicada venganza de Zulima, debido a que anteriormente, encontramos
a Marsilla, caído de un escaño, e Isabel, arrojada sollozando bajo su cadáver.

Respecto al análisis y a su valoración de dicha obra, se trata de una obra escrita por Juan Eugenio Hartzenbusch, y
publicada el 17 de Diciembre de 1884. Además, se basa en un drama teatral, refundido en cuatro actos, y escrita en
prosa y en verso. Es, por tanto, una tragedia neoclásica, perteneciente a la corriente del Romanticismo.
A su vez, en la obra de Los amantes de Teruel, el tema principal es el amor y la libertad.
El amor, en este caso, en la época del Romanticismo, está representado por un amor exagerado y maníatico, llegando a
un desenlace fatal y a un final trágico.

Otros dos temas relevantes de la obra son las diferencias de clases sociales y adineradas, y, los matrimonios concertados.
Respecto al primer tema, en la cuarta escena del primer acto, la obra dice que Zulima es rica, y don Diego de Marsilla
pobre. Esto quiere decir que, a su vez, sus clases sociales no son las mismas.
Además, para que don Diego Marsilla pudiese casarse con doña Isabel, tenía antes que hacerse rico.
En cuanto a los matrimonios concertados, se puede apreciar bien en el momento de que en caso de que don Diego no
vuelva en en plazo acordado, se casará con otro hombre al que no ama.
En la escena sexta del acto segundo, lo vemos claramente cuando la madre de Isabel le dice: así nos casan a todas, y así
me han casado a mí. De modo que la obra es una pieza clave de la literatura que cumple las características y diálogos
propios románticos.
El autor nos muestra un punto de vista del amor exagerado, y dicha lectura me ha despertado la intriga del argumento
en sí, al ser muy deleitable.
Emplea, además, un estilo perfeccionista, el cuál, presenta tópicos propios del drama romántico: la fatalidad, el caballero
noble a la vez de pobre, etc.

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Por ello, indudablemente, se trata de una de las obras más célebres de Hartzenbusch, al consistir en una lectura, a mi
parecer, muy pulida y placentera.

EL ES

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