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Según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), el año pasado el flujo de turistas a

Bolivia se redujo en 74%, mientras que los operadores afirman que la cifra no refleja la realidad, es
decir, una crisis que arrastra el sector desde 2020 a la fecha.

En el boletín denominado “Actividad Turística 2020”, difundido la última semana de septiembre de este
año, el INE reconoce que este sector presentó cifras negativas. Entre éstas que la llegada de visitantes
extranjeros a territorio nacional alcanzó a 323.272, un 74% menos respecto a 2019, cuando se
registraron 1.239.281 personas.

El flujo muestra un decremento en el número de visitantes que arribaron al país por vía carretera (-
74,8%), en tanto que por vía aérea también registra una variación negativa (-71,9%), de acuerdo con
datos procesados por el INE con base en registros de la Dirección General de Migración.

Revisando en detalle las cifras negativas, comparadas entre 2019 y 2020, se observa que por modo de
transporte, el flujo de visitantes extranjeros al país se redujo en -71,9% por carretera y el -74,8% a través
de los aeropuertos.

Respecto a la llegada de visitantes extranjeros, por países de origen, en el mismo periodo también se
identifica una reducción considerable. Por ejemplo, en países como Argentina (-73,4%), Perú (-74%),
Brasil (-68,5%), Chile (-67,5%), Estados Unidos (-73,1%) y España (-76,1%).

Fuente: Instituto Nacional de Estadística


REDUCCIÓN. El año pasado se reportó el ingreso de 215.745 visitantes extranjeros por carretera al
país, flujo inferior al registrado en 2019, con una variación negativa (-74,8%) debido a que la llegada de
extranjeros fue de 856.310 personas; cifra que en términos absolutos representó un decremento de
640.565 visitantes.

Respecto al número de viajeros extranjeros que registraron su ingreso a establecimientos de hospedaje


en ciudades capitales, la cifra alcanzó a 132.219 en total en 2020, una cantidad mucho menor con
relación a 2019 cuando ingresaron 566.350 viajeros. En términos porcentuales se presentó una
disminución de -76,7%.

Con relación a los hospedajes, durante el año pasado se registraron 178.774 pernoctaciones de viajeros
extranjeros en establecimientos varios, cifra que mostró una disminución de 79,2% respecto al 2019,
cuando se alcanzaron 859.935 pernoctaciones.

Por capital de departamento se observa que la mayor reducción se registró en Tarija (-93) y Cochabamba
(-85%), le siguen La Paz (-79%) y Santa Cruz (-74%).

Finalmente, la estimación del gasto turístico en Bolivia en 2020 alcanzó a $us 191 millones,
registrándose una variación negativa de -77,2%, que en términos absolutos representa un decremento de
$us 646 millones respecto al valor registrado en 2019, cuando el gasto por turismo receptor fue de $us
837 millones.

CRISIS. “La baja del flujo turístico en 2020 fue alrededor del 90%, debido a que se redujeron al
máximo los vuelos internacionales, se cerraron las fronteras en varios países limítrofes, y la cuarentena
de 10 días que aún mantiene el país para los turistas que vienen a Bolivia. Estas medidas desaniman a los
turistas que planean venir y a las empresas que envían a sus clientes a Bolivia”, comentó a LA
RAZÓN el presidente de la Cámara Nacional de Operadores de Turismo (Canotur), Jorge Arroyo.
ATRACTIVOS. Los operadores reclaman que se gestionen ‘sitios seguros’ a los atractivos
turísticos. FOTOS La Razón Archivo
Similar criterio fue expresado a este medio por el presidente de la Asociación Boliviana de Agencias de
Viaje y Turismo (Abavyt), Marco Antonio Mercado, quien aseguró que entre 2019 y el pasado año “el
flujo de turismo receptivo se ha reducido en 90% o hasta en 100%. El sector no está generando el flujo
de turistas extranjeros al país. (…). En el caso del turismo interno, en 2020, también se ha reducido en
90%”.

De igual manera, para el presidente de la Cámara Boliviana de Hotelería, Luis Ampuero, ese sector
continúa “muy golpeado” por la crisis y a la fecha no logra reactivarse. “Somos un sector que está
tratando de ver la luz al final del túnel, pero tampoco se ha materializado mayores apoyos económicos
(del Gobierno) para resolver graves problemas de liquidez de las empresas hoteleras principalmente, al
igual que los empresarios que están en otros sectores del turismo, como las agencias de viaje o líneas
aéreas”, sostuvo.

En esa línea, la presidenta de la Cámara Hotelera de La Paz, Helga Cisneros, también señaló que el flujo
de turistas bajó desde 2019 a consecuencia de los conflictos poselectorales y se agudizó en marzo de
2020 por “el cierre del 100% de los hoteles y fronteras, por lo que hubo 0% de flujo turístico. Y a fin de
año, en noviembre hubo poco de movimiento turístico nacional, pero en diciembre volvió a bajar por la
nueva ola de la pandemia”. Como resultado de esa crisis, la ocupación de habitaciones en los hoteles de
La Paz a finales de 2020 fue del 3%, reveló la ejecutiva.
SALIDA. Frente a esa dura realidad que arrastran los operadores, agencias de viajes y hotelería, los
representantes de estos sectores reclaman mayor atención del Gobierno y sobre todo acciones concretas
para este sector que tiene un alto potencial para impulsar la reactivación económica del país.

Por ejemplo, el principal ejecutivo de Canotur pidió al Gobierno eliminar la cuarentena de 10 días de
ingreso a Bolivia, aceptar los pasaportes bioseguros que indican que los turistas se encuentran
completamente vacunados, además promoción constante en naciones emisoras de turismo a Sudamérica
y a Bolivia, “así como gestiones para obtener el certificado Safetravel de la WTTC para certificar a
Bolivia, sus departamentos y los atractivos como destinos bioseguros”.

“Estas medidas aplicadas a corto plazo ayudarán a volver a poner a Bolivia en el mapa internacional de
destinos amigables y seguros para poder visitar en los próximos meses”, dijo Arroyo.

En tanto el ejecutivo de las agencias de viajes precisó que mientras Bolivia continúe exigiendo un
requisito como la cuarentena de 10 días, no cree que turistas o viajeros extranjeros “se animen a visitar a
Bolivia como un destino interesante”.

Mercado agregó que el sector “necesita que se genere políticas de promoción en lo que respecta al
turismo receptivo, las cuales deben concentrarse en mostrar al país como un destino seguro en lo que
respecta al tema de COVID- 19. “Bolivia no se muestra en el exterior como un destino seguro, esas
gestiones tienen que ser hechas por las autoridades”, apuntó.

Finalmente Helga Cisneros, a nombre de los hoteleros de La Paz, resumió con estas palabras la dura
realidad que afronta ese sector. “Estamos sobreviviendo con ahorros, porque no accedemos a créditos
bancarios por ser un sector de riesgo y muchas empresas están pasándola con sus últimos ahorros, no
podemos seguir esperando a que hagan medidas que no están dando una solución real y concreta al
sector”, expresó.
OFERTA. El país tiene una diversidad de sitios turísitcos que requiereon promoción.
Activar la oferta interna no es suficiente
Pese a las cifras rojas que asfixian al turismo, el Gobierno hace esfuerzos para reactivar ese sector. Más
de un millón de bolivianos viajaron dentro del territorio nacional en los últimos 10 meses, generando un
movimiento económico de más de Bs 160,7 millones.

La evaluación corresponde a la viceministra de Turismo, Eliana Ampuero, quien aseguró que desde que
asumió la administración de Luis Arce (noviembre de 2020), se impulsaron diferentes acciones para
reactivar a ese sector.

“Desde la recuperación de la democracia se reactivó el flujo turístico interno en un aproximado de


1.020.000 bolivianos, que han viajado dentro del territorio nacional. Estos datos han sido reportados por
los gobiernos autónomos departamentales”, dijo.

Según datos presentados por la funcionaria, en el feriado de Semana Santa, durante el mes de abril, se
movilizaron 132.867 personas en un promedio de tres días de estadía en los sitios turísticos del país, lo
que implicó un movimiento económico de alrededor de Bs 75,7 millones.

Asimismo, durante el feriado del 6 de agosto pasado se movilizaron alrededor de 171.739 turistas en el
territorio nacional, lo que generó un movimiento económico de más de Bs 85 millones.
ACCIONES. Para el presidente de la Asociación Boliviana de Agencias de Viaje y Turismo (Abavyt),
Marco Antonio Mercado, las citadas actividades son importantes pero no son suficientes para un sector
que sobrevive.

“Este 2021 se está viendo una mayor reactivación debido a los feriados largos y los fines de semana, se
está viendo un movimiento mayor inclusive por estas ofertas aéreas que están comenzando a sacar las
líneas aéreas, la reducción de tarifas está permitiendo al boliviano viajar dentro de Bolivia, destacó el
ejecutivo.

Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de Operadores de Turismo (Canotur), Jorge Arroyo,
reiteró que el turismo receptivo o de visitantes extranjeros al país es el que mueve en forma activa al
sector, mientras que el interno en menor medida.

“Si bien las autoridades correspondientes han ido trabajando en reactivar el turismo interno, se debe
aclarar que el turismo interno dinamiza un poco la economía, pero el que realmente dinamiza y trae
divisas al país es el turismo receptivo, el cual hasta el momento no está reactivado”, dijo.

La cadena productiva del sector turismo afronta una crisis desde marzo de 2020 a consecuencia de la
pandemia del COVID-19 y las acciones aplicadas para su control.

TURISMO BIOCULTURAL UNA ALTERNATIVA


ECONÓMICA Y SOCIAL PARA LA REDUCCIÓN DE LA
POBREZA EN TOROTORO
En el Norte Potosí, una región con altos índices de pobreza, el Municipio de Torotoro se
destaca por el desarrollo del turismo con identidad que genera ingresos económicos e
integra a diferentes sectores poniendo en valor su patrimonio natural y cultural.

Torotoro, 06 de mayo de 2022.- Desde hace más de 10 años, el Municipio de Torotoro ha


apostado por el turismo inclusivo y sostenible que tiene un sello de calidad y calidez,
como una estrategia para la adaptación al cambio climático fortaleciendo así
su resiliencia integral. Este Sistema de Vida que ofrece un turismo vivencial,
aprovechando el patrimonio natural del Parque Nacional Torotoro y la cultura local; con
su música, tradiciones y patrimonio alimentario. Ofreciendo una experiencia única a los
visitantes nacionales y extranjeros, mediante el Turismo Biocultural, que promueve una
experiencia de diálogo entre los visitantes y los anfitriones del territorio.

Esta forma de hacer turismo es el que se ha consolidado como un importante motor de la


economía, generador de empleo y de bienestar de los pobladores del municipio, que
cuenta con el apoyo del gobierno local, el Servicio Nacional de Áreas Protegidas y de
distintas organizaciones locales involucradas.
La Cooperación Suiza, a través del Proyecto Biocultura y Cambio Climático, ha apoyado el
desarrollo de este tipo de turismo como una alternativa para el desarrollo integral para la
adaptación al cambio climático. A través del mismo, se ha contribuido la generación de
capacidades para que los actores locales se empoderen y planifiquen su propio
desarrollo.

Este destino ya está posicionado a nivel nacional e internacional, generando beneficios


económicos para más de 400 familias de ocho comunidades locales. Se han consolidado
los emprendimientos comunitarios de Cabañas Umajalanta y Pascana “El Vergel”;
facilitando procesos para que las comunidades estén en posición de recibir y atender a los
visitantes con estándares de calidad y calidez. De igual forma, se ha contribuido al
desarrollo de instrumentos de planificación como el Plan de Desarrollo Turístico del
Municipio y el Reglamento de Operaciones Turísticas del Parque Nacional.

Pese a los los efectos de la pandemia, actualmente está en un proceso de reactivar la


llegada de visitantes y generar nuevamente proceso de desarrollo sostenible, con el
turismo biocultural que dinamiza procesos e involucra a diversos sectores como el
transporte, los servicios de hospedaje, servicios gastronómicos y otros. El gobierno local
junto a los distintos actores han gestionado certificaciones internacionales como “Destino
Sostenible” y ”Destino Bioseguro”.

Las experiencias desarrolladas en este territorio han sido visitadas por la Dra. Edita
Vokral, Embajadora Suiza en Bolivia, Ueli Mauderli, Jefe de la Cooperación Suiza en Bolivia
y José Luis Pereira, Oficial Nacional de Programa, además de Thais Vargas de la Agencia
Francesa de Desarrollo; para compartir con los actores locales la experiencia que ha
permitido posicionar el Turismo Biocultural, como una herramienta para potenciar el
desarrollo integral ambiental, cultural, social y económico; una alternativa de
diversificación encarada como estrategia de adaptación a los efectos del cambio climático.

“Desde que entramos ayer al territorio de Torotoro hemos visto experiencias muy interesantes,
hemos apreciado las bellezas naturales, cuando empezamos el año 2011 era una apuesta al
desarrollo desde abajo para que sea un movimiento para desarrollar la región, lo que pude
observar es que hemos logrado un turismo de base comunitaria de alta calidad y por sobre
todo con un enfoque de sostenibilidad”, Edita Vokral, Embajadora Suiza en Bolivia.

La Cooperación para el Desarrollo de la Embajada de Suiza en Bolivia, a través del


Proyecto Biocultura y Cambio Climático, ejecutado por la Asociación Boliviana para el
Desarrollo Rural – Pro-Rural; a través de sus socios estratégicos MIGA y PROSUCO, en
estrecha coordinación con la Autoridad Plurinacional de la Madre Tierra (APMT), han
apoyado el proceso de construcción de este turismo con identidad, el fortalecimiento de
capacidades de los actores locales cuyo resultado ha sido una mejora en la calidad de los
servicios. Aún quedan muchos desafíos por superar, pero por su experiencia este
territorio se constituye en un Laboratorio Biocultural de Aprendizaje que permite
compartir los aprendizajes de desarrollo basadas en el turismo, para que estas puedan
ser replicadas por otros municipios con características similares pero con sus propias
particularidades.

Testimonios

“El turismo de Torotoro es comunitario, incluimos a todas las comunidades, beneficiando a


todos, para salir de la pobreza, estamos en una de las regiones más pobres de Bolivia, pero
nuestro municipio sobresale por su turismo, para que vean que otras regiones también pueden
mejorar no necesariamente con minería o destruyendo a la Madre Tierra”.

Elias Choquecheca – Presidente de la Asociación de Guías AGET-MUTT

“Hemos armado un plan de reactivación post pandemia, con diferentes acciones como un
agresivo plan de marketing digital, un work shop con operadores turísticos, el Tambo
Simposio, el lanzamiento como destino turístico sostenible y bioseguro, es uno de los pocos
turísticos sonde por lo menos hemos llegado a la mitad del flujo turístico que generábamos
antes de la pandemia”.

Xavier Camacho – Responsable Turismo Municipio de Torotoro


Toro Toro | Aviturismo para
promover la conservación de
parabas frente roja

 Reportajes
 enero 30, 2023

Margarita Palacios
El Parque Nacional Toro Toro no solo cuenta con
innumerables huellas de dinosaurios, petroglifos, cuevas,
cañones y cascadas, sino que también es el lugar perfecto
para hacer avistamiento de aves. En la cuenca del río Caine
es posible observar a las parabas frente roja que solo se
encuentran en Bolivia. Al ser una especie en peligro crítico
de extinción, que está siendo afectada por el cambio
climático y la deforestación, la Asociación Armonía impulsa
el aviturismo en esta región para promover su conservación.

Antes, su estado de vulnerabilidad se debía al tráfico


internacional y a pesar de que esa práctica aún no ha
cesado, ha disminuido considerablemente. Ahora el
problema es mucho más complejo. La deforestación y la
sequía están dejando sin hábitat a estas aves que migran a
sembradíos de agricultores y afectan su producción de maíz
y maní. Ante esta situación, los agricultores locales matan o
atrapan a las parabas para venderlas de manera ilegal y así
recuperar sus pérdidas económicas, explica Tjalle Boorsma,
director de Programas de Conservación para la Asociación
Armonía.

Ante ello, una de las alternativas es el ecoturismo


comunitario que ha demostrado ser una estrategia de
conservación exitosa. Según Marcelo Arze, experto en
turismo sostenible, un extranjero que hace aviturismo gasta
en promedio 380 dólares al día, mientras que un turista
gasta 80 dólares. Esos ingresos van directamente a los
comunarios y les representa una diversificación de su
economía.

“Lo que hacemos es cambiar la percepción de las personas


de la zona, mostrándoles que hay otras formas de ingresos
económicos, en vez de atrapar pichones y venderlos”, dice
Boorsma quien está a cargo del proyecto “Reduciendo la
pobreza para evitar el tráfico ilícito de la Paraba Frente Roja
en la Región del Río Caine”. Esta actividad es financiada por
el Fondo para el desafío del tráfico ilegal del Reino Unido
(IWT por sus siglas en inglés) y ejecutado en las
comunidades de Toro Toro y Anzaldo.

La fundación Armonía tiene más de 15 años en el trabajo de


conservación de la paraba frente roja. Una de las
experiencias exitosas fue la apertura de un albergue de la
Reserva Frente Roja, ubicada al sur de Cochabamba donde
los comunarios de San Carlos, Perereta y Amaya son los
administradores. Un espacio que cuesta 150 dólares por
persona cada noche, monto que se dividen entre ellos y se
aporta a la sostenibilidad del lugar.
Fotografías: Tomás Calahuma/ Armonía

La recuperación del turismo es una esperanza para los


comunarios. Antes de la pandemia, cuenta Boorsma, estaban
muy ilusionados por los resultados. Según el Servicio
Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP) el volumen de
turistas que visitaron las áreas protegidas de Bolivia se ha
duplicado entre el 2012 y el 2018.
Un total de 205 429 turistas visitaron las áreas protegidas en
2018, siendo Eduardo Avaroa (152 892), Toro Toro (23 475),
Madidi (7.118), Sajama (5.189), Otuquis (5.773) y Carrasco
2.494, las áreas protegidas que concentran el 95,8%de los
turistas. Fuente: SERNAP. 2016. «Estadísticas de Turismo en
Áreas Protegidas». La Paz, Bolivia.

Ruth Suxo especialista en Turismo para el Programa Paisaje


Madidi, del SERNAP, destaca que existe un incremento de
turistas nacionales en las 22 áreas protegidas que tiene
Bolivia. Comenta que desde enero a agosto de 2022 el
parque Toro Toro recibió 12 871 turistas, seguido de la
Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Avaroa, con
4.229 y el Parque Nacional Tunari, con 1.120 personas, en
todos los casos de nacionalidad boliviana.
Fuente: SERNAP. 6 de octubre, 2022. La realidad del turismo
en áreas protegidas de Bolivia.

“Quiero creer, desde una perspectiva optimista, que esta


nueva normalidad en la que ya empiezan a llegar los turistas
extranjeros, pero sobre todo nacionales ha implicado que
muchos bolivianos redescubran y se apropien de su país.
Esta posibilidad nos abre nuevos destinos ya que si no
tenemos un mercado local desarrollado es más difícil
generar mercados internacionales. Y esto es importante
porque la primera línea de defensa a todos los temas
ambientales, sobre todo en áreas protegidas, pasa porque la
gente local sea parte”, dice Arze.

Toro Toro, el parque de los dinosaurios referente en turismo


comunitario de Bolivia

El Parque Nacional Toro Toro es uno de los referentes en


turismo comunitario de Bolivia ya que cuenta con una
asociación de guías turísticos comunales que trabajan en
coordinación con los guardaparques. Se trata de una
oportunidad que genera mejores posibilidades de vida a los
pobladores.
Periodistas que asistieron a la Cumbre de Ecoturismo en
Toro Toro.

Guardaparque explica las huellas que se observan en el


Cerro Huayllas.
“Hay un elemento comunitario local clave. Si bien hay un
proceso comunitario que es interesante, como las cabañas
de Umajalanta, la asociación de guías locales, que genera un
beneficio a la comunidad es muy interesante porque muestra
un beneficio local que es superior al beneficio que pueden
generar las operadoras que llevan a los turistas de
Cochabamba. Hay una democratización del beneficio. Ese un
proceso bueno y saludable”, complementa Arze.

Uno de los lugares imperdibles, según los comunarios, son


las pozas de El Vergel. El equipo periodístico de La
Nube visitó el lugar con los guardaparques Beatriz Quispe y
Andrés Arellano. La caminata empezó con la visita al cerro
Huayllas donde están las famosas huellas de dinosaurios.
Los rastros que dejaron estampados los saurópodos,
terópodos, ornitópodos y ankilosaurios hacen del lugar un
museo a cielo abierto.

Luego de 3.5 kilómetros de ruta a pie se encuentra el “Gran


Cañón”. Se trata de un mirador que tiene una vista
espectacular, adjetivo que queda corto para retratar la
realidad, e incluso a lo que muestran las fotos y videos.
Dependiendo el horario, las parabas de frente roja se dejan
ver anidando en las paredes del inmenso cañadón. Una vez
en el lugar, mujeres de una de las 12 comunidades que tiene
el Parque, ofrecen refresco de beno beno, una planta del
lugar. Una tutuma es el recipiente ideal para compartir ese
líquido. Si la suerte acompaña al visitante también ofrecen
charque con chicha de maní.

Las personas con buena resistencia pueden continuar el


trayecto hacia la cascada El Vergel, un camino con muchas
gradas que descienden a unos 250 metros de profundidad.
Llegar a las pozas cristalinas y sumergirse en ellas es lo más
recomendable, dicen los lugareños. Nadar rodeado de toda
la naturaleza que te ofrece el lugar y trepar el cerro entre
cascadas para saltar hacia el agua es reconectar con
nuestra infancia o también es como sentirse parte de una
escena de Avatar.

Mientras nadamos, Beatriz y Andrés registran aves en las


aplicaciones eBird y Merlin Bird ID. Quieren que el mundo
sepa que este lugar cuenta con una gran riqueza de
especies. Gracias a registros de apasionados como ellos,
Bolivia obtuvo el quinto puesto en el October Big Day
(competencia mundial para observar aves) con 814 especies
de aves registradas.

Retornar al pueblo por las gradas interminables es todo un


reto. Agotados por el sol y el ejercicio físico nos topamos
con una cabaña en la que venden refrescos. Ahí unas
comunarias le piden a Beatriz, en aymara, que ofrezca a la
venta frazadas o “pullus” coloridos y un poncho negro con el
rojo típico del sector.

Los guardaparques Beatriz Quispe y Andrés Arellano durante


el recorrido a El Vergel.

Cumbre de Ecoturismo articula alianzas en Toro Toro

Esta caminata fue una de las actividades de la Cumbre


Nacional de Ecoturismo en áreas Protegidas que se realizó
el 6 y 7 de octubre de 2022 en el municipio de Toro Toro.
Hubo casi 200 asistentes de distintos lugares de Bolivia y se
trabajó en mesas especializadas en aspectos económicos,
ambientales y sociales. Los participantes destacaron un
incremento de turistas nacionales en las 22 áreas protegidas
que tiene Bolivia.

La cumbre, que tuvo más de cuatro meses de organización,


se realizó gracias a la iniciativa del Parque Nacional Toro
Toro y la articulación entre el Movimiento de Integración
Gastronómico Alimentario Boliviano (MIGA), Ceci – Canadá y
el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP).
Participaron comunarios, empresas privadas, autoridades
municipales, trabajadores de áreas protegidas,
universidades, el Viceministerio de Turismo, la cooperación
internacional y técnicos del sector turístico. El coordinador
general del evento fue Marcelo Arze.

Comunarios de Toro Toro, junto a la cocinera boliviana


Coral Ayoroa, muestran su riqueza gastronómica.

“No nos imaginamos que iban a llegar tantos. (…) Al ser uno
de los parques que más turismo estuvo recibiendo post
pandemia vemos por conveniente que debemos mejorar
algunas deficiencias en la casa. La actividad turística
necesita que haya buena atención de calidad y calidez”, dijo
en la ocasión el director del Parque Nacional de Toro Toro,
Félix Mamani Canaza. Este funcionario aseguró que por la
cercanía, los turistas nacionales que más llegan al parque
provienen de Cochabamba, La Paz y Santa Cruz.

El evento fue una de las actividades realizadas en


conmemoración a los 25 años que cumplió el SERNAP en
2022. La actividad se dio en un contexto de disputas y
polémicas por la extracción de oro dentro de áreas
protegidas, actividades que llevaron al Gobierno a firmas y
anulaciones de convenios.

Participantes posan en el último día de la Cumbre de


Ecoturismo.

Más información de la paraba frente roja

 Censo. En 2021 la Asociación Armonía realizó un censo


en el que identificaron alrededor de 160 nidos de la
paraba frente roja. Esta especie endémica de Bolivia se
encuentra únicamente en cuatro cuencas de los valles
interandinos del país: Caine, Mizque, Río Grande y
Pilcomayo. Se calculó que la población es de
aproximadamente 1,200 individuos de Paraba Frente
Roja.
 Ecoagricultura. Además del ecoturismo, la fundación
Armonía impulsa un modelo de ecoagricultura que
busca dar soluciones para evitar el conflicto entre la
paraba frente roja y el ser humano, enfocado en generar
más ingresos económicos para las familias. También se
busca minimizar el uso de pesticidas en el sector.

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