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Aquí estamos expresando deseos, intenciones, ilusio- nes.

Son expresiones que hacemos a diario, por las que de-


claramos la intención, la idea de hacer algo. Por otro lado, un proyecto también significa un bo- rrador, un diseño, un
esquema. Un dibujo que represente el frente de una casa, los planos borradores de una cons— trucción, de la
distribución de las habitaciones de una vi- vienda. El proyecto de un parque, en el cual podemos ver las distintas
secciones de césped, de áreas para plantas y árboles. En esta acepción, un proyecto es un bosquejo, un dibujo, un
esquema que sirve para visualizar cómo será la construcción.

Un proyecto también es lo que emprendemos para 10— grar un resultado, es el conjunto de aquellas acciones que al
ejecutarlas nos permiten obtener algún producto, un resultado; por ejemplo, la casa construida. Por ejemplo, un
proyecto es planear y ejecutar el viaje de vacaciones, y el resultado es el viaje realizado. Un proyecto es planear y
construir una usina hidroeléctrica, y la usina en funciona- miento es el resultado. Como define el Project Management
Institute en uno de sus estandares, PMBOK® Guide6, “un proyecto es un em- prendimiento temporal para lograr un
producto, servicio o resultado”. Si bien el término “proyecto” se utiliza para expresar dis- tintas cosas, tal como
comenté, me voy a concentrar en la última acepción, referida a aquellos proyectos que queremos realizar, en los que
nos comprometemos, que emprendemos.

Los proyectos son el corazón de la evolución y el crecimiento. En estos tiempos en que los costos, las ventas, las
ganancias, la calidad y la satisfacción de los clientes están cuidadosamente reconocidos, comprender cómo
maximizar el valor a través del mejor control de los proyectos es vital para las organizaciones.

Proyecto es futuro Tendremos los proyectos según cómo observemos el futuro. Resultan fundamentales una Visión
clara, la confianza en obtenerla y el compromiso con las acciones. He leído que alguien dijo:
“Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a ir el resto de mi vida. “

Recuerdo que mi suegra cada día estaba más afectada por la artritis, cada vez tenía más dificultad para hacer las
tareas que acostumbraba: cocinar, ordenar sus cosas, lavar su ropa, caminar, mover sus manos. Luego, llegó
sorpresivamente a tener una afección seria que la paralizó casi por completo. Una noche debimos llevarla de
urgencia al hospital, y allí le diagnosticaron una enfermedad llamada “Guillain Barre”, que le iría paralizando de
manera paulatina desde las piernas hacia arriba, hasta que, según nos informaron los médicos, le afectaría la
musculatura del tórax, lo que provocaría que el corazón se le detuviera. Fue medicada y le recomendaron intensos y
frecuentes ejercicios, los cuales, decían, eran fundamentales para contribuir a su mejoramiento, remoto por cierto,
dada su edad. Los ejercicios eran realmente dolorosos y agotadores hasta el límite de lo tolerable. Ella los hizo. Se
comprometió con realizarlos todos y cada uno. Decía, cuando podía expresarse con palabras, que debía hacer los
ejercicios. Lo sabía, lo había asumido. Sabía claramente que quería. Quería ponerse bien. Quería poder hacerlo otra
vez. Quería vivir para seguir haciendo su vida. Se comprometió en realizar todo lo necesario para alcanzar su objetivo
de poder seguir haciendo lo que quería, estar con su familia.

Lo hizo con intensa y disciplinada dedicación; no le fue fácil. Estuvo comprometida, estuvo ocupada en ejecutar cada
una de las acciones que la llevarían, finalmente, a tener la capacidad física de moverse con libertad. Ese esfuerzo le
permitió luego vivir mas de veinte años completamente entera, fuerte, con su familia. Estoy hablando de compromiso,
visualizar algo, decidir y hacer todo lo necesario para alcanzar el resultado. Dirigir proyectos, necesariamente implica
compromiso; luego viene todo lo demás. Conducir proyectos y ejecutarlos es construir futuro, no esperarlo, sino
realizar acciones a través de las cuales edificamos el futuro que deseamos o nos comprometimos a generar.

POR QUÉ LOS PROYECTOS FALLAN


Podemos identificar algunos interrogantes respecto del funcionamiento de proyectos: — ¿Por qué hay
buenos y malos proyectos? — ¿Por qué algunos son exitosos, y otros no? - ¿Por qué se cumplen ciertos
cronogramas, y otros no? Parece facil enumerar algunos aspectos negativos determinantes: falta de un
plan bien definido, el alcance es ambiguo, metodología inexistente, gente no idónea, carencia de dinero,
requerimientos inalcanzables, aspectos externos que influyen negativamente en el proyecto, frecuentes
modificaciones a los requerimientos, el conductor no está preparado para cumplir su tarea, en la empresa
no se trabaja de manera ordenada, todos los dias se cambia el rumbo, la gente no asume compromisos. La
lista de razones puede ser casi interminable, pero dejo que recuerde sus experiencias. Más adelante,
vamos a ir analizando cómo encontrar respuestas a estas preguntas, de qué manera minimizar los
inconvenientes propios de un proyecto, cómo estar preparados para los problemas, de que modo evitar ir a
los tumbos, estableciendo el método de “prueba y error”, en el que hacemos mal y arreglamos, pues así se
nos va el tiempo y el dinero. Veremos cómo tenerlo todo en cuenta. Un proyecto es el conjunto de acciones
que se ejecutan a lo largo de la vida del proyecto, desde su definición hasta su cierre. Las acciones son
realizadas por personas. De allí es clara la importancia de su comportamiento, su desempeño, su
dedicación, su alegría, su pasión, su interrelación; en definitiva, el compromiso propio y con su equipo en
lograr los objetivos del proyecto. Una persona relevante entre los que forman el equipo del proyecto es
quien lidera, el que está a cargo del proyecto, el responsable máximo para lograr el éxito. Puede dársele la
denominación o el título de “líder”, “director”, “gerente”, “coordinador”, “responsable”, etc. Me gusta “ge-
rente”, pues un gerente realiza planes, redefine procesos, monitorea el desempeño, conduce, decide. Aquí
surgen otros interrogantes:

- ¿Por qué algunos gerentes de proyecto son exitosos, mientras que otros fallan?
- ¿Por qué con ciertos gerentes de proyecto nadie quiere trabajar, mientras que otros son tan queridos?

Me adelanto, quizás por mi ansiedad, si bien me detendré a tratar con profundidad este tema a lo largo de
este trabajo. Los exitosos y buenos proyectos dependen del uso de una disciplina, de una metodología
integral y común, y de las personas que forman el equipo del proyecto. Y el Gerente de Proyecto tiene un
rol fundamental en ambos aspectos, en el uso de métodos y en el desempeño de las personas, siendo su
primera obligación su propio desempeño. Sí, como lo lee, su propio desempeño. Con frecuencia los que
dirigen arruinan al equipo, al proyecto, quizás por su extrema responsabilidad, por su ansiedad, o
simplemente por su impericia. La siguiente obligación es ocuparse de su gente, sin pre- textos.

UN SECRETO
Mi esposa me acompaña desde hace ya más de cuarenta años. Un orgullo para ambos. Fue ella quien me
hizo apreciar y disfrutar de la lectura y el acercamiento a temas menos materiales, sin duda más
espirituales. Vine de una formación estructurada, mis lecturas preferidas eran las que tenían que ver con
los resultados, el orden, la organización, la ingeniería, los cálculos, lógica, aquello relacionado con las
“competencias duras”. Si bien los temas que tienen que ver con lo social, con las “competencias blandas”,
eran de mi interés, no les dedicaba suficiente tiempo para profundizar los y desarrollarlos. A través de los
años, fui avanzando en los conocimientos dc aquello que es relevante y que hace que podamos generar
proyectos exitosos. Esto es: la relación entre las personas, la comunicación adecuada, el respeto por el
otro. Ella me hizo disfrutar el acercamiento a las ciencias humanas, fue ella, como docente que es, quien
me ayudó a reflexionar y darme cuenta de que lo fundamental en la ejecución de proyectos son las
personas y la convivencia. En todos los cursos y en los textos cuyo tema es la conducción se habla de ello.
Todas las técnicas de conducción aconsejan la correcta administración dc las capacidades de los grupos,
de la entropía, de la efectividad posible si los grupos trabajan bien, del aumento de la productividad a
través del trabajo efectivo de los grupos, del logro
de resultados. Son técnicas de conducción para lograr los objetivos. Esto no es una novedad. En las
organizaciones se invierte tiempo y dinero en desarrollar los equipos de trabajo. Prácticamente todos los
sistemas de definición de puestos y de evaluación de desempeño contemplan las competencias sociales.
Todos los ejecutivos exitosos hablan de la importancia de las personas en el crecimiento de las
organizaciones que dirigen. Hoy día se habla de la diversidad, de aceptar al otro como es, convivir con
todas las personas sin hacer diferencias por su credo, su raza, su color de piel, sus orígenes, su aspecto,
etc. Existe algo que es imprescindible, y es la base fundamental que permite que las relaciones humanas
buenas y efectivas sean perdurables. Parece ser un secreto. Digo un secreto en el sentido de misterioso,
algo que unos pocos conocen. Me refiero al respecto. El respeto al otro es la estructura sobre la que se
logra una mejor convivencia, nos permite ser mejores personas, y de este modo, ser mejores líderes.

Cuando el respeto existe, es posible generar motivación, construir compromiso, desarrollar conductas
adecuadas, lograr trabajo en equipo. En cambio, si falta, es imposible generar relaciones positivas y
durables.

Cuando el respeto existe, es posible generar motivación, construir compromiso, desarrollar conductas
adecuadas, lograr trabajo en equipo. En cambio, si falta, es imposible generar relaciones positivas y
durables.

METODOLOGÍA

Planteó seguidamente una síntesis de un conjunto de prácticas y procesos que contribuyen a una correcta
conducción y ejecución de un proyecto. Estos procesos y prácticas han dado resultado en diferentes
disciplinas, proyectos y organizaciones. Todo esto surge de la interpretación de los diversos estándares
que el Project Management Institute (PMI) ha publicado, de la experiencia de años de planear y conducir
proyectos, y de la interacción con compañeros de trabajo y con los alumnos de nuestra actividad de
capacitación profesional
.
No desfallezca, luego se pone más interesante y entretenido. Áreas de conocimiento En la gestión del
proyecto, en su planificación y en su control se administran lo que el PMI dio en llamar “áreas de
conocimientos” en su PMBOK® Guide. Cada área representa un conjunto de conceptos, términos y
actividades que conforman un campo profesional, un campo de gestión o área de especialización. Estas
son: alcance, tiempo, riesgos, costos, recursos humanos, comunicaciones, compras y adquisiciones,
calidad, interesados. Como todas ellas se deben administrar en
forma integrada y coordinada, se incluyó un área llamada “integración”. La adecuada administración de
estas áreas debe estar incluida, con procesos bien definidos, en 1a Metodología de Administración de
Proyectos, que abarca todas las ac— ciones para planear, aprobar, ejecutar, controlar y cerrar el proyecto.
GRUPOS DE PROCESOS

Los grupos de procesos de la disciplina son: iniciación, planificación, ejecución, monitoreo y control, y
cierre. Estos procesos establecen un ordenamiento de las acciones a realizar para el proyecto. En los
puntos que siguen voy a describir en forma somera las acciones y fundamentalmente los conceptos a tener
en cuenta al seguir estos procesos. Veamos cada uno de ellos.
Al pensar en innovación, tendemos dejar que nuestra fantasía vuele hasta la Bahía de San Francisco y
creemos que lo que sucede alrededor del Silicon Valley se convierte en el germen detonador de lo nuevo en
el mundo. Efectivamente, ahí se pergeñar grandes transformaciones que tarde o temprano modificaran las
formas en que entendemos e interactuamos con el mundo. Sin embargo, no tenemos que ir lejos para
entender que innovar es introducir algo en el mercado que no existía antes, pero también es encontrar
soluciones prácticas a nuestros problemas cotidianos. Es decir, podemos innovar aquí y ahora, sin
necesidad de abandonar el día a día. Por supuesto, lograr que nuestro equipo de trabajo resuelva el acertijo,
es lo que muchos líderes buscan con el afán de Diógenes. El problema al que nos enfrentamos tiene dos
vertientes peligrosas: dejamos de innovar porque tenemos miedo de equivocarnos y nos olvidamos de
innovar porque estamos muy cómodos en el lugar que ocupamos. La realidad es que matamos la chisma de
la innovación porque nos han hecho creer que se trata de hechos grandilocuentes que implica una serie de
sucesos sin precedentes. Así, esta mala concepción se nos pega como una ventosa viscosa al cerebro que nos
lleva a una actitud contagiosa de parálisis. Si no estoy destinado a hacer algo enorme, entonces, ni me
muevo. Recientemente, estuve entre un grupo que tomó conmigo la clase de Emprendimiento. La idea de la
grandilocuencia estaba tan arraigada en su mente que le llevaba a desestimar buenos proyectos. Al hablar
con ellos sobre el proceso que lleva un proyecto para emprender, se sentían sumamente confundidos, puedo
decir que hasta desilusionados. Les costaba mucho trabajo entender que las innovaciones llegan de lugares
donde generalmente no se esperan: espacios humildes, pequeños que detonan un cambio, una mejora.
Pareciera que lo obvio,lo que tenemos frente a nuestra nariz, se convierte en una especie de lunar en la nuca
que no podemos ver. Despreciamos la posibilidad de que algo nimio pueda transformarse en algo que
encienda un proceso innovador. Claro, es difícil entender que no se necesita ser un genio para innovar, lo
que se requiere es poner atención. Eso es lo realmente complicado. Vivimos un mundo de espejos, en los
que nos entretenemos con reflejos que no muestran la realidad. Nos encandilamos con ideas que nos
distraen y en vez de fijarnos en los detalles del camino, miramos al punto inalcanzable. Desde luego, da
miedo no poder llegar o da flojera si quiera intentarlo. No obstante, cuando nos fijamos en un punto
accesible, la posibilidad de logro se vuelve más cercana. Las innovaciones rara vez son golpes de genialidad.
Si a Isaac Newton le cayó la manzana en la cabeza y esa serendipia lo llevó a ser el padre de la Física fue
porque estuvo abierto a entender lo que ese hecho pequeño, tal vez insignificante, puede representar. Es
decir, Newton tuvo dos cosas: atención y humildad. Fue capaz de fijarse lo que el golpe en la cabeza significó
y encontró la grandeza de la ley de la gravedad en una pequeñez. Claro, estamos tan acostumbrados a
relacionar la palabra innovación con revolución, con maravilla, con irrupción intempestiva, que creemos
que nos encontramos fuera de esas ligas. Lo cierto es que podemos innovar en temas de comercialización,
de procedimientos, de organización. Innovar no se circunscribe a introducir productos únicos e irrepetibles.
También se trata de mejorar algo que ya existe o de ver nuevas posibilidades de uso para algo que ya está
ahí. Podemos innovar al combinar nuevos elementos, al atrevernos a buscar rutas distintas, al dejar lo que
conocemos. Pero, es importante entender que la innovación no llega por sorpresa: es necesario propiciarla.
Contrariamente a lo que pudiéramos imaginar: los procesos de innovación no llegan solos productos de una
inspiración furtiva. Podemos provocarlos. Hay ejercicios corporativos que son sencillos y relativamente
útiles. Invitar a los hijos de quienes trabajan con nosotros y explicarles lo que se hace, nos lleva a recorrer
procesos en forma sencilla —tenemos que lograr que los niños entiendan— y eso nos lleva a encadenar la
cotidianidad y ver oportunidades. También, existen talleres de creatividad en los que la gente explora
formas distintas de hacer las cosas. Mientras más alejado a lo que hacen todos los días, mejor. Si alguien
dice que no es bueno para dibujar, en ese taller lo intentará; si alguno dice que no le gusta leer, probar la
lectura le puede iluminar ideas nuevas. Hay, para los directivos, retiros de creatividad en los que aprenden a
construir proyectos a partir de pocos elementos: escribir, pintar, esculpir, cocinar. Los procesos innovadores
se activan cuando el cerebro se activa al llevar a cabo actividades que no suele hacer. Las buenas ideas que
llevan a la innovación provienen de reunir recursos dispersos para lograr con ellos algo que solucione una
necesidad preexistente. ¿Cómo vamos a innovar si estamos tan distraídos que no podemos detectar esa
insuficiencia? Las ideas que impulsan la innovación son hijas de la voluntad de quererse mover de la zona
de confort y del placer de descubrir en los lugares más insólitos una solución. En otras palabras, vienen de
esa curiosidad que nos acompaña desde la infancia y que, por alguna razón, hemos ido inhibiendo en la
edad adulta, con el paso de los años. Claro que, tal como le sucedió a Arquímedes antes de gritar Eureka,
necesitamos entender cuáles fueron los pasos que nos llevaron a descubrir la necesidad y entender cómo
solucionarla. Poner atención requiere de un método. Cuando tenemos claros los pasos, podemos traducirlos
en información que se puede sistematizar. Esto sirve en dos vías: si tenemos éxito, lo podemos replicar
tantas veces como sea necesario. Si fracasamos, conocemos los pasos para detectar dónde estuvo el error y
arreglarlo. Un traspié común al tratar de innovar es creer que, si fracasamos, todo lo que se hizo tiene como
destino el bote de basura. No es así. Los errores en el método científico representan caminos que no nos
llevaron al resultado deseado, por lo que podemos tomar otros. Verificar dónde nos desviamos y evitar ese
rumbo. Un fracaso no es el final del camino. Por eso, aquellos que tienen ideas rutilantes que cambian el
mundo, entienden que los problemas que se quieren resolver son oportunidades. Los errores se pueden
transformar en fortalezas que se pueden aprovechar si sabemos cómo abordarlas. En fin, las ideas que
detonan la innovación están en la forma en que ponemos atención, la voluntad que hay para encontrarlas, la
visión para aceptarlas, el método para ponerlas a prueba y las ganas que tengamos de pelear contra el miedo
al fracaso y a la comodidad del status quo. Salir de la zona de confort.
Importancia de los proyectos de inversión Por: Alma Ruth Cortés

De acuerdo con Sapag Chair (2007), la formulación y evaluación de proyectos se precisó por primera vez en
1958. Asimismo, la manera de desarrollar proyectos de inversión en su forma más general sigue
prevaleciendo para evaluar cuantitativamente los beneficios posibles de un proyecto, para lo cual, es
necesario recopilar y analizar información que ayude a determinar la viabilidad de implementación de un
proyecto. En los inicios de la década de los setenta, según Hernández, Hernández y Hernández (2008), no
era común escuchar sobre proyectos de inversión, sobre todo al hablar de micro y pequeñas empresas. En
esa época, la realización de las inversiones obedecía a las recomendaciones de conocidos, quienes tenían
negocios exitosos o bien, porque en alguna zona no existía ningún negocio similar al que pensaban abrir.
¿Qué riesgos crees que se corren al aplicar este tipo de prácticas en la actualidad para realizar una
inversión?, ¿crees que se sigan implementando? Por su parte, Miranda (2005) indica que es posible
demostrar que el desarrollo económico se relaciona de manera directa con la inversión, esto es, entre mayor
inversión se produzca también habrá un mayor índice de desarrollo económico.

“La capacidad de crecimiento de una economía no depende exclusivamente de la dimensión de la


inversión, sino también de la calidad de la misma” (Miranda, 2005, p. 2)

Esta aseveración hace necesaria la aplicación de herramientas que permitan identificar proyectos de
inversión con posibilidades de éxito y discriminar los que no ofrezcan ventajas económicas o no tengan
impacto positivo en la comunidad u organización. Durante el desarrollo del curso, se estudiarán estas
herramientas. Con el propósito de garantizar que los recursos asignados en la realización de un proyecto
resulten en ganancias (o beneficios) para quienes los implementan y el entorno, se aplica una metodología
conocida como gestión de proyectos, la cual incluye varias etapas (Miranda, 2005):

• Identificación
• Formulación
• Evaluación
• Negociación
• Gerencia
• Evaluación ex post de proyectos

¿Cómo se te ocurre que debe iniciar un proyecto? Los proyectos surgen generalmente con el propósito de
cubrir necesidades humanas como: vivienda, vestido, esparcimiento, educación, transporte, alimentación,
etc. Una vez que se tiene identificada la necesidad, es importante encontrar una solución a ésta, es decir,
se requiere una idea que permita dar atención al problema. Para que esta idea se convierta en un proyecto
de inversión, es necesario llevar a cabo varios estudios sobre factores que pueden afectar el éxito del
proyecto: estudios de mercado, estudios técnicos, estudios financieros y económicos y, con base en todos
ellos, tomar la decisión de seguir adelante o no con el proyecto.

1) El proyecto de inversión:
Para definir un proyecto de inversión, primero estableceremos una definición de inversión. Invertir es
emplear de forma productiva los bienes económicos para obtener una magnitud mayor a la que fue
empleada, esto es, obtener ganancias. Es una aportación de recursos para obtener un beneficio futuro. Se
puede decir que, una inversión es generar una utilidad mediante la aplicación de un conjunto de recursos
que se emplean para producir un bien o servicio. Analicemos las siguientes definiciones de proyecto de
inversión:
● Fernández (2007) menciona que: “un proyecto de inversión es una propuesta que surge como
resultado de estudios que la sustentan y que está conformada por un conjunto determinado
de acciones con el fin de lograr ciertos objetivos” (p. 15).
● Por su parte, Hernández, et al., (2008), indican que un proyecto de inversión “es un plan al
cual se le asigna un determinado monto de capital, y se le proporcionan insumos para la
producción de un bien o servicio útil”(p. 4).

Podemos decir entonces que, un proyecto de inversión es un plan para poner en marcha algunas
actividades u operaciones económicas y financieras, con el fin de lograr un bien o servicio en las
condiciones más favorables y obtener una utilidad por ello.
2) Clasificación de proyectos
Los proyectos de inversión se clasifican en:
a) Proyecto de inversión privada: Se realiza por un empresario (u organización) con el fin de satisfacer sus
fines particulares. Los beneficios que espera recibir son el efecto de las ventas de los productos, bienes o
servicios que genera el proyecto.

b) Proyecto de inversión pública o social Este tipo de proyecto busca cumplir con los objetivos sociales
mediante metas del gobierno o alternativas que se aplican a través de un programa de apoyo. El proyecto
evoluciona de acuerdo al término de las metas y toma en cuenta criterios o alcances de la población.

3) Ciclo del proyecto


El siguiente esquema muestra las diferentes etapas que conforman un proyecto (conocidas como ciclo del
proyecto):

La preinversión es la etapa en la que se llevan a cabo todos los estudios que sean pertinentes y que
permitan evaluar la viabilidad del proyecto, es decir, en esta etapa se decide hacer efectiva la inversión o
declinar llevarla a cabo.
La etapa de inversión o ejecución se refiere a la aplicación de recursos (financieros, humanos y materiales)
que haga posible el cumplimiento de los objetivos planteados en el proyecto.

Cuando el proyecto finalmente presta el servicio o produce el bien para el que fue creado, se dice que se
encuentra en la etapa de operación.

La etapa de evaluación ex post es hecha con el propósito de verificar que los estudios realizados en la
etapa de preinversión se están cumpliendo en la ejecución del proyecto.

4) La preinversión:
Ahora, analiza con más detalle la etapa de preinversión, toma en cuenta que ésta consta de:
• Identificación
• Selección
• Formulación
• Evaluación
• Negociación

Identificación de un proyecto: La identificación es la primera fase del proyecto. Surge a partir de la


observación de una necesidad, problema o inclusive área de oportunidad. El cliente es por lo general quien
identifica esta necesidad y ve la posibilidad de llevar a cabo un proyecto que le dé atención, o que
aproveche la oportunidad de hacer un nuevo negocio. Imagina que una empresa que se dedica a la venta
de refacciones para diferentes tipos de automóviles ha tenido problemas, porque en ocasiones se piensa
que se tiene el artículo que el cliente solicita y cuando se revisa la bodega resulta que la refacción está
agotada. Por otro lado, al momento de realizar los inventarios del almacén de refacciones, se detiene el
proceso de compra de piezas (entrada) e igualmente se complica la entrega de éstas para su venta
(salida).
En este caso, el problema se puede resolver implementando un sistema de información que permita
administrar el inventario, es decir, un sistema que registre las entradas y salidas de refacciones, que haga
posible el control de lo que se compra, se vende, se tiene en bodega, etc. De esta forma, se pueden hacer
las compras con tiempo y tener siempre conocimiento de lo que se tiene almacenado. Una vez que el
cliente ha identificado el problema, debe solicitar a expertos del ramo que le presenten propuestas para
resolverlo.

El experto puede ser un consultor externo o personal de la misma empresa. Es importante hacer mención
que para solicitar una propuesta de solución a expertos (internos o externos), el cliente debe conocer el
monto que le puede destinar al proyecto; este cálculo está ligado con los beneficios que puede traer éste si
se implementa, en comparación con los costos, considerando el tiempo en el que se recuperará la
inversión.

Por lo anterior, no basta con identificar una necesidad o problema para solicitar una propuesta de solución,
sino que deben considerarse en todo momento los recursos con los que se cuenta (financieros, humanos,
materiales). Algunas empresas que no tienen suficientes recursos para resolver sus problemas o
necesidades deciden no hacer nada, ¿qué piensas al respecto de esto? La recomendación en este caso,
es identificar lo que afecta más la productividad o la rentabilidad de la empresa y tratar de resolverlo; una
vez resuelto (y al aprovechar los beneficios que seguramente traerá), se pueden continuar resolviendo el
resto de problemas o necesidades identificados. La peor actuación ante un problema o necesidad
previamente identificada, es no hacer nada.

CONCEPTO CLAVE: En conclusión, la etapa de identificación de un proyecto inicia con la detección o


identificación de una necesidad (problema u oportunidad) y termina cuando el cliente solicita una propuesta
de solución. De acuerdo con Gido y Clements, (2008), una solicitud de propuesta es un documento en
donde el cliente escribe la necesidad y los requisitos que solicita del proyecto.

Por su parte, Miranda (2005) indica que, debido a que los recursos con los que se cuenta son limitados e
inferiores con respecto a la dimensión de los proyectos, es necesario realizar una selección de estos con el
propósito de optimizar la aplicación de los recursos disponibles. ¿Has notado que con frecuencia abren
nuevos negocios y poco tiempo después terminan cerrando?, probablemente no se seleccionó el proyecto
adecuado.
Selección del proyecto
¿En qué te basarías para decidir qué proyecto implementar?, ¿cómo determinar en qué proyecto invertir?
Me permitiré compartir una historia de un hombre que decidió invertir en un proyecto, pero tal vez su
elección no fue la más afortunada. Juan era un hombre de campo, se dedicaba a la siembra del sorgo y a
la cría de cerdos, en este ramo se podría considerar como un experto. Tenía algunas tierras en donde
sembraba el sorgo y cuidaba a sus animales. Un buen día, uno de sus amigos le comentó acerca de una
idea para un nuevo negocio que a Juan le pareció una muy buena opción para invertir. El proyecto
consistía en abrir una maquiladora de mezclilla, por lo que Juan tuvo necesidad de deshacerse de algunas
tierras y vender cerdos, gracias a esto, consiguió los recursos financieros para adquirir la maquinaria
necesaria para el nuevo negocio. Sin embargo, debido a que Juan desconocía por completo el ramo textil,
al poco tiempo el negocio quebró.

¿Por qué crees que el negocio de mezclilla de Juan no funcionó?, ¿crees que hubiera sido diferente si
Juan hubiera iniciado un negocio relacionado con la agricultura?, ¿por qué? Debido a que existen, en
general, dos tipos de proyectos: de inversión privada y de inversión pública o social, es necesario
considerar nuevamente esta distinción, dado que la selección de unos y otros suele basarse en criterios
distintos. Los proyectos de inversión privados se llevan a cabo siempre y cuando ofrezcan un máximo de
beneficios económicos, con los menores riesgos. Por ello, si un inversionista tiene en su escritorio varias
alternativas para invertir su capital, optará por la(s) que le permitan incrementar su patrimonio en mayor
medida.

Por otro lado, los proyectos de inversión pública o social deben considerar otros aspectos, ¿se te ocurren
algunos? En un proyecto de inversión pública o social se debe identificar a los sujetos que se verán
beneficiados, éstos pueden ser personas, familias enteras, comunidades, colonias, regiones, ciudades,
etc., y con base en esto, quienes están a cargo de los recursos, toman la decisión de realizar los proyectos
que tengan un impacto positivo sobre un número mayor de personas. Otro aspecto a considerar, son los
posibles efectos que seguramente producirá el proyecto, por ejemplo, la generación de empleos con la
consecuente mejora en los ingresos familiares, el incremento de la competitividad, entre otros. Los
anteriores efectos se pueden considerar como positivos porque ayudan a mejorar, en términos generales,
la calidad de vida de las personas.
Pero también se deben tomar en cuenta los efectos en contra, por ejemplo, la apertura de una fábrica
puede incrementar la contaminación en la zona.

Formulación del proyecto


La formulación permite analizar, con distintos niveles de profundidad, la viabilidad de un proyecto y, con
base en este análisis, se decide si se continúa, se detiene el proyecto o se hacen adecuaciones antes de
continuar. Los estudios que se llevan a cabo en la formulación de proyectos contemplan aspectos técnicos,
económicos, financieros, ambientales y sociales.
De acuerdo con Miranda (2005), la formulación de un proyecto contempla las siguientes etapas:
1) Identificación de la idea
2) Perfil preliminar
3) Estudio de prefactiblidad
4) Estudio de factibilidad
5) Estudio final o factibilidad
6) Diseño definitivoDP0020_M1AA1L1_Importancia

Identificación de la idea:
Para iniciar cualquier proyecto, lo primero que se requiere es tener una idea del negocio, objetivo del
proyecto. Contar con una idea es el primer paso para cualquier proyecto, pero las personas que las llevan
a cabo son igual o más importantes que la misma idea. ¿Tienes en mente alguna idea de negocio?, ¿por
qué no la has llevado a cabo?, o bien, si la llevaste a cabo, ¿qué resultados tuvo su implementación?

La generación de ideas no siempre surge de la inspiración, para encontrar una idea es necesario buscarla.
Muchas organizaciones utilizan algunas técnicas de creatividad, como la lluvia de ideas o la técnica 6-3- 5;
con lo cual, reúne un cierto número de personas, las contextualizan con el problema o necesidad a resolver
y permiten que cada quien haga sus aportaciones. Una vez que se cuenta con un conjunto de ideas (dos
cabezas piensan mejor que una), evalúan cada idea para identificar las más viables y pertinentes.

La idea puede surgir de una necesidad actual o futura, o de fallas en productos o servicios existentes. Las
fuentes de ideas pueden ser muy variadas, pero es necesario estar atentos para reconocerlas.

Una vez que se cuenta con la idea, es necesario realizar una investigación del entorno, con base en este
conocimiento, se decide si se continúa con el proyecto, se le hacen modificaciones o se opta por otra
mejor. Esta investigación permitirá identificar y evaluar las oportunidades de negocio, pero también los
riesgos intrínsecos de la idea misma. Si se tiene la idea de llevar a cabo un proyecto agrícola, por ejemplo
producir fresa o naranja, es necesario conocer las condiciones climatológicas de la región, si las
condiciones del suelo son idóneas para el tipo de producto que se pretende sembrar, si en la región se
siembran los mismos productos, si existen recursos humanos cercanos (personas que trabajen en el
campo), si se requerirá algún tipo de tecnología, si existen vías de comunicación para extraer el producto,
entre otras condiciones.

Perfil preliminar:
Una vez que se han realizado los análisis anteriores, se está en posibilidades de plantear hipótesis con
respecto al nuevo producto o servicio, por ejemplo, qué impacto tendrá en la población y cuáles son las
aproximaciones globales de las inversiones. Uno de sus propósitos es determinar si existen razones
suficientes para abandonar la idea antes de que se apliquen más recursos. Una matriz FODA puede ser de
utilidad en este punto.

El perfil debe dar respuesta a la conveniencia técnica, económica, social y financiera del proyecto con base
en información secundaria, esto es, en información que se encuentra en libros, planes de gobierno,
revistas, periódicos, tesis o cualquier otra fuente. La información primaria (o de primera mano) suele ser
más costosa y requiere de más tiempo.

Un perfil de proyecto es una representación abreviada del mismo que, aparte de definir su objetivo,
presenta una estimación preliminar de las actividades requeridas y de la inversión total que se necesitará.
Aunque la información vertida en el perfil del proyecto no es concluyente, ayuda a los beneficiaros a
comprender sus posibles implicaciones y evita que se derrochen recursos en la preparación.

Una vez concluido el perfil del proyecto, debe permitir rechazar la idea, retrasarla, aceptarla, o sugerir
continuar con la siguiente etapa, gracias al estudio de prefactibilidad.

Estudio de prefactibilidad:
En este tipo de estudios se realizan evaluaciones más profundas y con mayor detenimiento de las
alternativas consideradas como viables en el perfil. En este punto, si se considera necesario, se pueden
consultar fuentes primarias de información para ciertas variables que se estimen más relevantes, con el
propósito de validar las hipótesis planteadas. Esta etapa debe incluir:
• Características generales del entorno social, económico y ambiental
• Análisis del mercado, que permita identificar las principales variables que afectan el proyecto (oferta,
demanda, precios, etc.)
• Definición de opciones de tamaño y localización del proyecto tomando en cuenta los distintos escenarios
o restricciones que puedan afectarlos
• Definición del cómo se llevará a cabo el proyecto, sus etapas y su operación
• Determinación de cuánto se requiere invertir, cuáles serán los costos, las utilidades y la rentabilidad del
negocio.

El estudio de prefactibilidad puede servir para negociar con instituciones crediticias (o inversionistas) los
recursos financieros necesarios para arrancar el proyecto. Imagina que alguien te solicita un préstamo por
cierta cantidad de dinero porque tiene un negocio en mente, ¿qué documentación le pedirías para poderle
prestar la cantidad que te solicita?

El estudio de prefactibilidad permite tomar la decisión de seguir adelante con el estudio de factibilidad o
incluso pasar a la etapa del diseño definitivo, con base en estudios más profundos que en la etapa del
perfil. ¿Crees que en esta etapa aún exista la posibilidad de rechazar el proyecto?, la respuesta es sí;
debido a que los estudios realizados son más profundos, y puede darse el caso que el proyecto en general
deje de ser una gran idea y no presenta tantas ventajas como al principio.

Estudio de factibilidad:
En la etapa anterior se estudian las distintas variables que inciden sobre el proyecto, algunas de ellas
pueden ser muy predecibles o el cambio esperado en ellas puede ser mínimo o bien, se da el caso de que
no tenga tanta influencia sobre el proyecto. Sin embargo, si existe duda sobre alguna de las variables que
sí impactarían al proyecto, se debe indagar aún más sobre estos aspectos. ¿Qué consideras que puede
ocurrir si no se llevan a cabo estos estudios? Como es de esperarse, el estudio de factibilidad implica un
mayor costo en tiempo y dinero, por lo cual, la decisión de llevarlos a cabo debe ser tomada con mucha
cautela.
Un estudio de factibilidad tiene como propósito comprobar la existencia de una necesidad o de un mercado
con posibilidades de adquirir el nuevo producto o servicio. ¿De qué serviría vender aparatos eléctricos en
una región en donde no exista este servicio?
Las cuatro etapas anteriores: idea, perfil, prefactibilidad y factibilidad son herramientas que se deben
aplicar de manera gradual con la finalidad de aumentar la certidumbre del proyecto, esto es, incrementar (o
garantizar) las posibilidades de éxito del proyecto. Cabe mencionar que cada etapa posterior, implica un
costo mayor en tiempo y en dinero.

Diseño definitivo:
Esta es la última fase de la formulación del proyecto. En esta etapa es necesario precisar con todo detalle
el organigrama del proyecto, la contratación de los servicios contables, compras, jurídicos, de ingeniería,
para que en la fase de ejecución, se lleve a cabo todo lo señalado en el diseño definitivo. En ocasiones,
quienes realizan la formulación y evaluación de proyectos, no son quienes los implementan, por ello es
muy conveniente realizar el diseño definitivo del proyecto que garantice que la ejecución del proyecto sea
correcta.

Evaluación del proyecto:


Esta es la última fase de la preinversión y requiere de la aplicación de técnicas o metodologías que
permitan evaluar el beneficio o conveniencia de asignar recursos a un determinado fin.
La evaluación de un proyecto implica:
• Evaluación financiera
• Evaluación económica
• Evaluación social
• Evaluación ambiental

La evaluación de un proyecto debe garantizar que los recursos se apliquen de forma óptima, considerando
aspectos como: costos, beneficios, impactos, entre otros.

Una vez que se ha finalizado la etapa de preinversión, y que se ha decidido que el proyecto es una buena
opción de negocio, el paso siguiente es ejecutar el proyecto. Sin embargo, esto requiere de hacer efectiva
la inversión de un capital del que probablemente no se dispone. De ahí que, los estudios realizados hasta
este momento pueden servir como sustento para negociar créditos con instituciones financieras o como
argumento para convencer a inversionistas de la conveniencia del proyecto.

Negociación:
La fase anterior puede considerarse como la última de la etapa de preinversión, sobre todo cuando quien
es el promotor del proyecto cuenta con los recursos financieros suficientes para implementarlo. Sin
embargo, en proyectos en los que el promotor (o dueño de la idea) no cuenta con los recursos suficientes,
una estrategia es solicitar créditos a instituciones financieras o a inversionistas que aporten el capital
necesario para la implementación del proyecto. En estos casos, los estudios realizados hasta el momento
sirven como sustento a la negociación que se lleva a cabo para que los inversionistas consideren el
proyecto como una buena oportunidad de hacer negocio.

5) La inversión o ejecución del proyecto:

Esta etapa consiste en aplicar los recursos (humanos, financieros, tecnológicos, administrativos, etc.) para
la consecución de los objetivos y llevar a cabo la producción del nuevo producto o la oferta del nuevo
servicio.

Para implementar el proyecto es necesario obtener los recursos financieros, una vez que se cuente con
ellos, se pasa a la fase de contratación. Es entonces cuando, a través de distintos medios (periódico, radio,
internet, etc.), las empresas solicitan personal para desempeñar las diferentes funciones que requiere el
proyecto. Posteriormente, se lleva a cabo una selección de los candidatos, y por último, la firma del
contrato. Otro punto importante en esta fase, al menos en la actualidad, es el establecimiento de un
sistema de información que permita dar seguimiento a los distintos compromisos contraídos por los
diferentes involucrados.

Debido a que intervienen distintos actores en esta fase (contratistas, operarios, personal externo, etc.) la
organización y coordinación puede resultar muy compleja. Imagina que eres el encargado de la
construcción de 300 casas, pero sólo tienes seis meses para terminarlas y necesitas coordinar a los
arquitectos, ingenieros, maestros de obra, pintores, electricistas, plomeros, carpinteros, operarios,
contratistas, personal de apoyo... Además, lograr que todos trabajen en sus tareas particulares, pero
teniendo en mente el mismo objetivo. De ahí que, si no se aplica alguna metodología o modelo de
organización, se corre el riesgo de no terminar en tiempo y forma el proyecto, lo que tendría un
determinado costo.
6) La operación:
Es la etapa en la que los recursos se orientan a la producción del bien o servicio, objetivo del proyecto.
Inicialmente, la planeación indica el curso a seguir durante la operación, luego se lleva a cabo la acción
(producir una pieza para autos, ofrecer servicios turísticos, envasar jugos de durazno, etc.) de acuerdo a lo
planeado, posteriormente se lleva a cabo el control que permite verificar que la acción se realice conforme
a lo planeado. A partir de la información que proporciona el control, se puede hacer un replanteamiento del
plan y reiniciar el ciclo.

Generalmente, las actividades de la operación se integran en áreas funcionales, tales como: finanzas,
producción, recursos humanos, ventas y cualquier otra área funcional que se requiera de acuerdo al ramo
al que pertenezca el proyecto.

En esta etapa, al igual que en la inversión, se deben aplicar modelos administrativos que ayuden al
cumplimiento de los objetivos del proyecto.

7) Evaluación:
La evaluación se da en diferentes momentos del proyecto y puede considerar diferentes criterios, incluso
quienes la realizan pueden determinar distintos tipos de evaluaciones. Cohen y Franco (1992) mencionan
algunas formas de clasificar la evaluación.

a) En función del momento en que se realiza:


• Evaluación ex ante. La primera es la evaluación que se lleva a cabo en la etapa de
preinversión (al inicio del proyecto).
• Evaluación ex post. Se lleva a cabo durante la ejecución del proyecto o cuando este haya
concluido, evalúa los resultados obtenidos por el proyecto comparándolos con los objetivos
planteados.

b) En función de quien realiza la evaluación:


• Evaluación interna. La lleva a cabo personal de la misma empresa.
• Evaluación externa. la realizan personas ajenas a la organización.
• Evaluación mixta. Este tipo de evaluación reúne tanto a personas de la organización, como
externos que trabajan en colaboración.
• Evaluación participativa. Quienes evalúan son personas de la organización y los
beneficiarios, es decir, la población objetivo.

c) En función de la escala:
• Evaluación de proyectos grandes
• Evaluación de proyectos pequeño

d) En función de los destinatarios de la evaluación

8) Evaluación ex post:
Este tipo de evaluación se puede realizar en dos momentos: durante la implementación del proyecto
y cuando el proyecto ha concluido. Cuando se realiza la evaluación durante, se le conoce como
evaluación de procesos, cuando se realiza después se le conoce como evaluación de impacto.
La evaluación de procesos permite identificar fallas en los componentes del proyecto (al compararlos
con los objetivos del mismo) y corregirlas, con ello se busca incrementar la eficiencia de los
procesos.

La evaluación de impacto determina en qué medida se alcanzaron los objetivos planteados y los
efectos causados por éste. Sus resultados no son utilizados para corregir el proyecto, sino más bien
para hacerlo mejor la próxima vez que se realice un proyecto similar.
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