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Curso

Coaching Ontológico
Unidad 4:

Juicios y Emociones
Objetivos

Que los participantes logren…

Competencias y habilidades que le permitan intervenir en sus estados

de ánimo y sus emociones optimizando el potencial de su inteligencia

emocional.
Bloques temáticos
1. Juicios ¿Qué son los juicios?
2. Cómo dar y recibir Juicios
3. Emociones y Estados de ánimo
4. Transformando emociones
Juicios

Introducción

Actividad 1: Antes de comenzar con la lectura de esta unidad, te propongo que


realices la actividad ¿Quién es quién? que se encuentra en el foro de debate.

¿Qué son los juicios?

Cuando hablamos de afirmaciones, dijimos que la


palabra sigue al mundo.

Las afirmaciones describen la realidad que observamos.

Cuando decimos por ejemplo: “Miguel es mecánico”, estamos afirmando un


hecho.

Mientras si decimos: “Miguel es un excelente mecánico” nuestra afirmación


pasa a ser una opinión, es decir, un juicio.

En ambas proposiciones estamos hablando del Ser de Miguel y sin embargo


estamos diciendo cosas diferentes.
Podemos decir que los juicios son un tipo particular de declaración. Son
opiniones, descripciones, valorizaciones que hacemos sobre lo que
observamos.

Veamos algunas características que tienen los juicios:


Son nuestra brújula o GPS hacia el futuro. ¿Qué significa esto? Cada vez que
emitimos un juicio lo hacemos por y para algo. Esto sucede porque nos
preocupa el futuro.

Todos sabemos que el futuro


es incierto pero nuestra
mente necesita tener la
“ilusión” que sabrá lo que
puede o debe pasar.

Por lo que los juicios tienen


una

◆ Estructura de temporalidad. Usamos en el presente nuestras

experiencias del pasado para guiarnos en el futuro.

Tomando el ejemplo de “Miguel es un excelente mecánico”:

¿Para qué emito este juicio? Si voy a querer arreglar mi auto, seguramente
pensaré en Miguel para que lo resuelva.

◆ Son un tipo particular de declaración.

Los juicios están “dentro” de las declaraciones pero no todas las declaraciones
son juicios.

Cada vez que emitimos un juicio, estamos realizando el acto lingüístico de


declarar y como toda declaración puede ser:
Válida o inválida de acuerdo a la autoridad conferida a quién lo emite

Volviendo con el ejemplo:

“Miguel es un excelente mecánico”, ¿Quién lo dice?

Si la persona quien juzga esto soy yo, para mi y conmigo misma tengo
autoridad para declararlo.

Si la persona quien juzga es un otro, ¿cuánta es la autoridad que yo le confiero


a ese otro para tomar este juicio cómo válido?

Otra característica fundamental es que pueden ser:

◆ Fundados o Infundados de acuerdo con las acciones ejecutadas en el

pasado que utilizamos para respaldarlos.

Esto respondería a la pregunta: ¿Cómo lo sabés? donde la respuesta estará


dada por acciones observables es decir: Afirmaciones.

Decir por ejemplo:

Me dijo que iba a entregar el auto en 2 días y lo hizo

Utiliza repuestos originales

Siempre me entrega las facturas de lo que compra y sus honorarios.

Como podemos observar, estas expresiones pertenecen al mundo de las


Afirmaciones dado que pueden ser comprobables.

Cuando podemos encontrar afirmaciones que avalen el juicio, decimos que el


juicio es Fundado.

Sin embargo, a veces solemos confundir las Afirmaciones con Declaraciones y


cuando queremos encontrar hechos concretos que avalen los juicios que
estamos sosteniendo, no los encontramos. En ese caso, el juicio es Infundado.
Decir por ejemplo:

Es un excelente mecánico porque es “muy carismático”, o “hace bien las


cosas”, o “no cobra caro”, estos son ejemplos de juicios del juicio.

¿Qué es ser “carismático”? ¿”Carismático” para quién?

¿Qué significa “hacer bien las cosas”?

¿Cuanto es “caro” o “no caro”?

Los errores más frecuentes que solemos realizar los seres humanos es
confundir los juicios con las afirmaciones y cuando esto sucede, solemos caer
en la “trampa” de creer que aquello que enjuiciamos es “la verdad”.

Cabe aclarar algo muy importante:

Aunque el juicio esté fundado por acciones o hechos concretos, no deja de ser un
juicio, en este caso pasaría a ser un juicio fundado.

◆ Son bipolares

Cada vez que emitimos un juicio, podemos encontrar el juicio contrario.

Por ejemplo:

bueno - malo

lindo - feo

agradable - desagradable

◆ Son discrepables
Cada vez que opinamos, estamos emitiendo un juicio y como toda opinión,
podemos estar de acuerdo y compartirla o bien discrepar.

El punto crítico en esto es cuando confundimos “opinión” con “verdad” y a partir


de ahí, nos convertimos en Observadores de Enfoque único, donde “nos
convencemos” que nuestra verdad es “la verdad”.

Muchas veces creemos que los juicios que emitimos son propios y no nos
damos cuenta que están influenciados por el contexto social y/o el contexto
familiar, que los heredamos.

Por ejemplo la moda. ¿Qué hace que me guste este tipo de vestimenta y no
otra? ¿Es realmente lo que me gusta o lo elijo porque “está de moda” o “es
moderno” o “es la tendencia”? y puedo seguir...

◆ La acción mata juicio.

Cuando emitimos un juicio hacia una persona, nos referimos al Ser de la


persona y no a la persona misma.

Aunque nos refiramos a la identidad del otro, estamos enjuiciando sus


acciones.

Lo mismo sucede hacia nosotr@s. Cada vez que emito un juicio sobre mi, lo
estoy haciendo en función a las acciones que observo que ejecuto.

Si modificamos la forma en que actuamos, cambiaremos los juicios que


hacemos sobre nosotr@s y/o los que pueden hacer sobre nosotr@s.

Recordemos uno de los principios de la ontología del lenguaje que dice:

No sólo actuamos de acuerdo a cómo somos (y lo hacemos), también somos


de acuerdo a cómo actuamos.

La acción genera ser.


◆ El juicio siempre vive en la persona que lo formula.

Voy a traer una expresión popular que encierra este punto y que dice algo así
como:

“Cuando Juan habla de Pedro, más conozco a Juan que a Pedro”

Muchas veces las personas que nos rodean son nuestros espejos que reflejan
aquello que no nos agrada o aquello sí nos agrada de nosotr@s mism@s.

Nos reflejan aquello que sentimos que está en nosotr@s y por alguna razón,
no queremos o no podemos ver.

No estoy diciendo que todo lo que me desagrada y/o agrada en el otro me


pertenece (de hecho, me puede agradar o desagradar y dejarlo fluir) lo que sí
estoy diciendo es que cuando aquello que me agrada o desagrada del otro me
produce una admiración muy grande o un rechazo absoluto, ahí es donde cabe
preguntarse: ¿Qué de esto que estoy observando en el otro está en mi?

Lo que el otro hace/dice, le pertenece. Lo que a mi me produce aquello que


el otro hace/dice, vive en mi.

Actividad 2: Te invito a realizar la actividad Juicios y Afirmaciones que se


encuentra en la unidad, dentro del foro.
¿Cómo dar y recibir juicios?

Un juicio es un tipo particular de


declaración y como tal, su eficacia
social reside en la autoridad que le
damos a quien emite el juicio.

La autoridad que le concedemos al


otro puede ser formal, como por
ejemplo un profesor, un juez, un
religioso, un gerente, etc.

O informal, como sucede en el caso de los niños, quienes dan autoridad a sus
padres o progenitores o en los adultos, donde solemos conferir autoridad a
nuestras parejas, amig@s, conocid@s, etc.

Cabe destacar que los seres humanos emitimos constantemente juicios.

Nietzsche indica que uno de los rasgos distintivos de los seres humanos es que
son animales que enjuician.

Enjuiciamos porque nos preocupamos por el futuro.

Cuando emitimos un juicio, nos remitimos al pasado, porque hemos aprendido


que lo que sucedió puede limitarnos en un futuro.

Cuando hablamos de retroalimentación de juicios o Feedback nos estamos


refiriendo a expresar nuestra opinión, nuestra mirada sobre lo acontecido.

En el mundo de las organizaciones, es muy frecuente que hayamos entregado


y/o recibido feedback sobre nuestro actuar.
En este caso se refiere a entregar juicios y se suelen hacer mediante diferentes
metodologías que se “nos enseñan” para tal fin, en un contexto formal, en un
momento determinado.

Y sin meternos en demasiados detalles en el cómo lo hacemos en estos casos,


sí considero importante reflexionar el ¿PARA QUÉ lo hacemos.?

En muchas organizaciones, se suele asociar el momento de feedback con


“premios o castigos” donde si llegamos a tener un “buen feedback” es posible
que pueda lograr un ascenso o un premio adicional.

A veces nos resulta difícil poder saber y entender ¿qué se espera de mi? En
especial cuando no está claro cómo se mide mi trabajo.

Tengamos en cuenta que el feedback en sí mismo es una conversación y cómo


tal, es importante tener presente que existe una persona que entrega sus
juicios y opiniones (fundamentadas o no) sobre el accionar de un otro, y al
mismo tiempo existe otra persona que lo recibe, es decir: hay una persona que
dice lo que dice y otra que escucha lo que escucha (recordemos la brecha
conversacional vista en la unidad 2).

Si no está claro qué se espera o cómo se mide el trabajo, es muy posible que
los resultados de una retroalimentación sean muy pocos satisfactorios tanto
para el que lo recibe como para quién lo entrega.

Pero… ¿el feedback es sólo aplicable a la vida laboral? Claro que no!

Al referirnos a la retroalimentación o feedback no sólo es “aplicable” al ámbito


laboral, pues en nuestras vidas vivimos entregando y recibiendo
retroalimentación.

Algunas personas asocian la retroalimentación a la apertura al aprendizaje,


otras lo asocian con críticas, retos, reproches basados en creencias
imposibilitantes y no logran darse la oportunidad de indagar sobre ¿Qué puedo
aprender de esto?.
Recordemos que la retroalimentación es una entrega de juicios y como tal,
serán válidos o inválidos de acuerdo a la autoridad conferida a quién lo emite.

Retroalimentación: Condiciones para recibir juicios


◆ Preparen el cuerpo y la emocionalidad. Respirar profundo y soltar la

tensión.

◆ Reconozcan que se trata de juicios, que se refieren a acciones y

pueden ser modificados a través del aprendizaje y la modificación

de esas acciones.

◆ Evalúen qué autoridad tiene quien lo emite. ¿De donde viene el

juicio?

◆ Abrirse a la escucha, no discutirlos pues esto puede llevar a la pelea

y cerrar posibilidades.

◆ Legitimar el punto de vista del otro. Preguntar y preguntarse sobre

sus inquietudes: “qué te inquieta que me decis lo que me decis?”

◆ Aceptar puntos válidos

◆ Tomar tiempo antes de responder.

◆ Agradecer la posibilidad que nos abre al compartir sus juicios con

nosotr@s.
Retroalimentación: Condiciones para entregar juicios
◆ Preparen el cuerpo y la emocionalidad. Respirar profundo y soltar la

tensión.

◆ Crear contexto. Compartir inquietudes.

◆ No personalizar ni etiquetar al otro. No invalidarlo

◆ No generalizar o exagerar: “siempre…” “En todo…”

◆ Fundamentar los juicios remitiéndose a acciones.

◆ Si corresponde, remitir los resultados que nos pueden producir esas

acciones: “cuando vos hacés X… a mi me pasa Y…”

◆ No invocar el nombre de otros en falso.

◆ Escuchar al otro indagando sus puntos de vista.

◆ Pedir cambios concretos en las acciones del otro y ofrecer cambios

en nuestras propias acciones.

◆ Estar dispuestos a modificar nuestros juicios iniciales.


Te invito a ver el video “Juicios” que se encuentra en la
unidad 4 dentro del material complementario y compartas
tus conclusiones en el foro de la unidad.

Emociones y estados de
ánimo

¿Qué son las emociones?

Tal como hemos definido anteriormente los dominios primarios que nos
constituyen como seres humanos son

◆ El cuerpo

◆ El lenguaje

◆ Las emociones
y que establecen entre sí relaciones de coherencia:

Lo que acontece en uno de ellos condiciona lo que sucederá en el otro.

Entonces, ¿Qué son las emociones? y para ello, voy a citar a varios autores:

◆ “Predisposición para la acción” Humberto Maturana

◆ “Tendencias innatas automáticas” – Daniel Goleman

◆ “Espacios cognitivos” – Julio Olalla

◆ “Señales” – Norberto Levi

Desde la época de la antigua Grecia, los seres humanos tenemos la tendencia


de separar la razón (nuestros pensamientos) de la emoción (nuestros sentires).

Pareciera como que las emociones son sentimientos conscientes, pero en


realidad son respuestas fisiológicas a estímulos que recibimos y percibimos a
través de nuestros sentidos. (gusto, olfato, tacto, vista, oído).
1

Fueron diseñadas para alejarnos de circunstancias que percibimos como


“peligrosas” o acercarnos a circunstancias que percibimos como “agradables”.

Tiene las siguientes características:

◆ Son superficiales y efímeras. Se suceden con rapidez.

◆ Siempre remiten a eventos concretos.

◆ Normalmente se retiran al desaparecer el

evento que las desencadenan.

◆ Las emociones son contagiosas.

1
https://thepsychoblogblog.wordpress.com/2014/04/07/mente-racional-mente-
emocional/
◆ Nos predisponen para la acción. Es el impulso que inicia la acción. Es

una reacción. En función a la emoción, actuamos en consecuencia.

◆ Fluye de un estado a otro y pueden cambiar constantemente. No

siempre nos damos cuenta de cuál es la emoción del momento.

◆ Podemos diseñar las emociones que queremos tener.

◆ Afecta y es afectada por las conversaciones.

◆ Constituye para definir lo que es posible o imposible.

◆ Son constitutivas del comportamiento humano.

◆ No existen emociones “positivas” ni “negativas”. Las emociones SON.

Lo que lo hace “positivo” o “negativo” dependerá de las posibilidades

que sentimos que nos abren y/o nos cierran.

Reconocemos las emociones más por los elementos orgánicos expresivos,


que por lo que puedan decirnos las palabras. Estas pueden mentir, pero las
acciones no.

Una sonrisa, el cambio de dirección de la mirada, una contracción de los labios,


un suspiro nos delatan. Y en eso está su fuerza, su universalidad, su claridad.

La emoción invade la palabra o, dicho de otro modo, la palabra cambia la


emoción.
Emociones básicas o primarias

Dentro del mundo de las emociones, podemos agrupar, dependiendo de las


diferentes miradas, en 5, 6 y 7 emociones básicas.

Nosotros vamos a tomar la mirada Alba Emoting de Susana Bloch que define 6
emociones básicas:

◆ Rabia - Enojo:
Es, en esencia, un remanente de energía que está destinado a aumentar
nuestros recursos para resolver el problema que nos produce.

Es la emoción del límite, del basta. Nos avisa que nuestros límites han
sido transgredidos, también aparece cuando sentimos que no se
cumplen nuestras expectativas.

◆ Alegría:

Lo que hacemos, lo hacemos con liviandad. Nuestro pensamiento es


optimista y positivo, nos acercamos a otros y los escuchamos con
atención.

También nos avisa que hemos logrado nuestro objetivo, lo que quisimos
lograr.

◆ Tristeza:

Veo la falta de posibilidad o la dificultad en casi todo.

Nos conecta con la pérdida.

◆ Amor:

Es un aspecto natural y espontáneo de nuestra biología relacional – es


un modo de relacionarse – es respeto a mi mismo en un ámbito
relacional.

En el amor podemos diferenciar el amor-ternura y el amor-erotico.

◆ Miedo:

Parte de la percepción de una diferencia entre la amenaza y los recursos


disponibles.
Es una emoción anticipatoria. Nos avisa de que no contamos con los
recursos para “enfrentar” lo que estamos viviendo.
En las emociones están asociados tres aspectos corporales:

◆ La postura corporal en general

◆ La gestualidad facial

◆ Los patrones de respiración

Como hemos visto anteriormente, en una conversación siempre se combinan


fundamentalmente dos factores básicos:

◆ El Lenguaje verbal y no verbal

◆ Las emociones

Los juicios nos permiten asomarnos y comprender las emociones.


Una conversación es siempre una combinación de dos factores básicos: El
lenguaje y las emociones

Por lo tanto podemos decir que si modificamos nuestras conversaciones,


transformamos nuestras emociones.

Humberto Maturana nos dice que:

Los estados de ánimo y las emociones son predisposiciones corporales para la


acción.

Todo argumento racional tiene una base emocional. La emoción es anterior a


la razón.

Todos nuestros argumentos explicativos racionales tienen detrás una emoción.

No hay acción humana sin una emoción que la funde como tal y la haga posible
como acto.

La emoción fundadora de lo social es el amor, que hace posible nuestras


interacciones recurrentes en otros como un legítimo otro en la convivencia.

Finalmente, no es la razón lo que lleva a la emoción. Si miramos la acción del


otro conoceremos sus emociones y viceversa.

Conócete a tí mismo!

Es la piedra angular de la INTELIGENCIA EMOCIONAL , la conciencia de los


propios sentimientos en el momento que se experimentan.
Es conservar la auto reflexión
aún en medio de la turbulencia
emocional.

“estoy en la rabia” y al mismo


tiempo “esto que siento es rabia”

La evidencia de la falta de
conciencia de sí mismo puede
ser la incapacidad para expresar
las emociones en palabras. Tal
vez la persona expresa sentirse muy mal pero no puede precisar la clase de
malestar

Tomo una frase del novelista Henry Roth que dice:

“Si puedes expresar con palabras lo que sientes, lo haces tuyo” (1964)

Dicotomía Mente emocional – Mente racional


2

¿Nos gobierna la razón por eso no nos animamos a vivir nuestras emociones?.

Existe entre ambas un “antagonismo esencial” las concebimos como


excluyentes y por lo tanto creemos que tenemos que elegir entre una y otra.

Sin embargo son complementarias: la mente racional coordina y posibilita la


mente emocional

El psicoterapeuta Norberto Levy dice

“Solo una mente inmadura pretende dominar o suprimir las emociones. La mente
madura reconoce la realidad del impulso y lo respeta, evalúa condiciones
externas y sobre esa base propone, NO ordena”

2
https://thepsychoblogblog.wordpress.com/2014/04/07/mente-racional-mente-
emocional/
INTELIGENCIA EMOCIONAL en 5 capacidades o esferas

◆ 1. Conocer las propias emociones - Autoconocimiento

◆ 2. Manejar las emociones - Autocontrol

◆ 3. La propia motivación - Automotivación

◆ 4. Reconocer las emociones de los demás - Empatía

◆ 5. Mejorar las relaciones - Relacionamiento


Estados de ánimo

Al hablar de nuestra vida emocional, podemos hacer una distinción que puede
resultar muy sutil, pues a veces es difícil separar el fenómeno de la emoción y
del estado de ánimo.

Cuando se interrumpe nuestro fluir en la vida, decimos que se genera un


quiebre y éste produce un cambio de emociones.

Cuando hablamos de los estados de ánimo, nos referimos a una


emocionalidad que no necesariamente puede estar relacionado con un
acontecimiento específico.

En las emociones, la acción modifica nuestro espacio de posibilidades,


mientras que los estados de ánimo siempre están en nosotr@s. No los
elegimos ni los controlamos.

Una vez que estamos en un determinado estado de ánimo, actuamos dentro


de los parámetros que ese estado de ánimo determina en nosotros.

Los estados de ánimo son un fenómeno individual y altamente contagioso.

Pues nuestros estados de ánimo se originan siempre dentro del estado de


ánimo social, de nuestra comunidad y de nuestro tiempo.

Las comunidades determinan el estado de ánimo de los individuos que


pertenecen a ella, pero los individuos también determinan el estado de ánimo
de las comunidades.

Los líderes son los diseñadores de estados de ánimo de sus comunidades. Son
los que generan nuevos horizontes de posibilidades para sus comunidades y
las nuevas acciones que se hacen posibles.

Somos capaces de ver lo que ve ese estado de ánimo.


◆ Facticidad: Lo que no podemos cambiar.

◆ Posibilidad: Lo que sí podemos cambiar

“El resentimiento nos hace vivir en función de la persona (o las personas) con que
estamos resentidos. Aquello que juzgamos como una injusticia se transforma en
guía y obsesión en nuestra vida. La coherencia de lo que hacemos está definida
por nuestro odio al otro y por nuestra sed de venganza. La persona en
resentimiento se desplaza, nos dice Nietzsche, como la tarántula, esperando el
momento propicio para descargar su veneno.”3

En la medida que nuestros estados de ánimo condicionan nuestras acciones,


condiciona la manera que somos mientras estamos en él.

El ser capaces de observar el estado de ánimo en que nos encontramos, nos


permite diseñar acciones para cambiarlo.

3
Rafael Echeverría. Ontología del lenguaje. Chile. Dolmen/Granica; 1994.
Transformando emociones

Como hemos dicho anteriormente, la existencia humana


reconoce tres dominios primarios:

El cuerpo, la emoción y el lenguaje.

Estos dominios están relacionados entre sí y mantienen


una relación de coherencia, pues si intervenimos en uno
de ellos, también intervenimos en los demás.

Así pues, podemos entonces observar las emociones y


actuar sobre ellas desde el cuerpo y el lenguaje.

Dentro del dominio del cuerpo, podemos también distinguir dos subdominios
que son la biología y la corporalidad.

Al hablar de biología estamos refiriéndonos a lo que sucede en nuestro sistema


nervioso, digestivo, respiratorio, etc.

Cuando nos referimos a la corporalidad, lo hacemos con respecto a la forma


de gesticular, a las posturas corporales, la forma en que nos movemos en
nuestro entorno, etc.

Los dominios de la biología y la corporalidad están íntimamente relacionados


entre sí.

Lo que sucede a nivel corporal condiciona lo que sucede a nivel biológico y


viceversa.

Todos estamos siempre en una postura física y ésta se relaciona con el estado
emocional que nos encontramos. Esta relación es tan fuerte que podemos
darnos cuenta del estado emocional de una persona con sólo observar su
postura corporal.

Cuando cambian nuestros estados de ánimo, cambian nuestras posturas


corporales.

Si modificamos nuestras posturas corporales, podemos modificar también


nuestros estados de ánimo.

La risa, el deporte, caminar, el ejercicio físico son una muestra de esta


posibilidad.

El otro dominio que nos constituye es el Lenguaje.

Dependiendo del estado de ánimo en que nos encontremos, dependerán


nuestras conversaciones.

Maturana sostiene que las conversaciones no son sólo un fenómeno


lingüístico, una conversación es siempre una combinación de dos factores:
lenguaje y emoción.

El lenguaje y los estados de ánimo están estrechamente relacionados entre sí.


Existe una estructura de coherencia entre ambos.

En función a esta estrecha relación, es que podemos afirmar que es posible


diseñar nuestros estados de ánimo interviniendo en nuestro lenguaje.

Sabemos que nuestras palabras pueden generar diferentes estados de ánimo


en el otro y las palabras del otro pueden afectar nuestros estados de ánimo y
sin embargo no siempre estamos consciente de la magnitud de esto.

Al decir que podemos diseñar nuestras emociones, estamos diciendo que


nuestras acciones tienen la capacidad de intervenir y modificar los
acontecimientos.

¿Cuáles son entonces las conversaciones que modifican nuestros estados de


ánimo?. Pues son todas!
Veamos entonces algunas reconstrucciones lingüísticas de emociones…

◆ Miedo: Estoy en peligro. Algo malo me puede pasar a mi o a otros. Me

siento vulnerable. Quiero salir de acá!

◆ Optimismo: Todo va a pasar. La vida es maravillosa!. Nada es eterno…

◆ Resignación: No hay nada más que hacer. Esto es imposible. Haga lo

que haga esto no cambiará.

◆ Resentimiento: Lo que me hiciste me cambió mi vida. No te lo voy a

perdonar nunca.

◆ Paz: Todo está tranquilo y sereno. Siento armonía y paz.


Diseñando estados de ánimo

Como hemos dicho


anteriormente, no
podemos evitar los
estados de ánimo
pero sí podemos
abrir la posibilidad de
intervenir en ellos y
modificarlos,
adquiriendo un
sentido de
responsabilidad con
respecto a nuestros
estados de ánimo y
de quienes nos rodean.

Convertirnos en un observador de estados de ánimo. Identificarlos como


estados de ánimo y no “como las cosas son”.

Si bien no somos responsables de los estados de ánimo en lo que nos


encontremos, somos responsables de permanecer en él.

◆ Estar atentos a las historias que nos contamos en torno al estado de

ánimo en que estamos.

◆ Identificar los juicios que generan nuestros estados de ánimo.


◆ Identificar la estructura lingüística que subyace a los juicios que

emitimos.

◆ Encontrar acciones que permitan modificar los juicios que emitimos,

impidiendo que nuestros estados de ánimo bloqueen nuestra acción.

◆ Si identificamos que caemos en forma recurrente en estados de

ánimos disfuncionales, podemos realizar acciones que puedan

anticipar ese momento.

◆ Interactuar entre personas que tienen estados de ánimo diferentes.

Recordemos que los estados de ánimo son contagiosos.

◆ Modificar nuestras posturas corporales pueden modificar nuestro

estado de ánimo. Hacer ejercicios, escuchar música, reír.

◆ Modificar nuestras conversaciones, ya sean públicas como privadas.

Te invito a ver el video “Aprender a gestionar


emociones” que se encuentra en la unidad 4 dentro
del material complementario y compartas tus
conclusiones en el foro de la unidad.
Bibliografía utilizada y sugerida

● Austin, J. L., & Urmson, J. O. (1982). Cómo hacer cosas con palabras.

Paidós.

● Echeverria, R. (2000). La empresa emergente, la confianza y los

desafíos de la transformación. Granica.

● Echeverría, R. (2007). Actos del lenguaje: La escucha. Vol. 1. Ediciones

Granica.

● Echeverría, R. (2013). Ontología del lenguaje (Nueva Edición).

Ediciones Granica.

● Senge, P. M. (2012). La quinta disciplina. Ediciones Granica, S.A.

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