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Una mañana templada con el pelaje a revés

salí al campo a recorrer cuando me acerqué al paisano


porque era mi gusto ver
se levanto despacito y
retozar la caballada.
temeroso
siguiendo por a cortada
y mirando con recelo el maldito vino a estrecharme la
vide pa mis desconsuelos mano
que era mi desconcierto se la di medio a desgano porque
los Torniquetes abiertos a según lo que vi
y los alambrados en el suelo.
mi tropilla andaba hay y a l
Me paré sobre el recao verme que desconfiaba me
divisando la extensión, pregunto que buscaba mi pingo
y comprobé con razón le respondí ya que te pensas
ningún pingo me habían dejao muchacho que estos cueros son
solo un oscuro tapao tus pingos te dire que los
que de nochero tenía domingo no carneo en mi tacho
y mientras venia el día pero de igual forma guacho la
maldije mi suerte perra ofensa voy a cobrarte vos
puse el oido a la tierra tendrá que arrodillarte para
y ni un galope se oía. pedirme perdón porque yo no
Hay nomás monte en mi pingo soy ladrón y nunca pensé
y siguiendo las pisadas, robarte se me vino y lo espere
me interne e la tierra arada con el facón en la mano quiso
en la chacras de unos gringos entrarme el paisano pero a
calculo que aquel domingo poncho lo pare
hasta el Diablo maldecía con la bota levante un cuero
porque las huellas que habían que había acostao era mi
marcadas en el sendero; gateado lo conocí por el pelaje
iban a un Matadero lleno de rabia y coraje lo
que un cuatreraje tenia. enderecé sin cuidado en la
cuando llegue a la tranquera primera embestida se arroyo
que dentro de unos montes como acordeón y ya lo note
estaba chambo para cuidarse la vida
entré y al sonar la aldaba como fuera en la guarida se
salió un Paisano pa juera, debatía el cuatrero pero se
al verme en su madriguera enredo en el cuero y en
o descubierto tal vez tremendo tropezón se clavó en
con las manos y los pies el corazón al caer su propio
acostumbrado el cuatrero acero pobrecito mi gateado ni
empezó a voltear los cueros muerto me abandono porque su
cuero enredo las botas del
condenado silbe mi oscuro
tapado que pastaba en la
gramilla después en forma
sencilla ladie el cuerpo del
cuatrero y dando vuelta los
cuero lloraba por mi tropilla.

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