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La dinastía restaurada: alternancia y caciquismo (1875-1902)

El regreso de la dinastía

-La preparación de la restauración alfonsina

● Durante los últimos años del Sexenio, específicamente durante el gobierno de Serrano,
los grupos conservadores tenían en mente restaurar la monarquía con Alfonso XII,
quien estaba exiliado en el Reino Unido junto a su madre, Isabel II.

● El líder principal detrás de esta idea era Antonio Cánovas del Castillo, quien en 1870
logró que la reina Isabel abdicara (un monarca renuncia o cede voluntariamente al
trono) en favor de su hijo Alfonso.

● Para respaldar esta restauración monárquica, creó el Partido Alfonsino, con la


intención de atraer a los monárquicos descontentos del período revolucionario y unir a
las clases sociales altas y medias, al Ejército y a la Iglesia bajo el lema "Paz y orden".

● El propósito era establecer un gobierno moderadamente liberal (se promueven


valores como la libertad individual, los derechos civiles y políticos, la propiedad privada
y la igualdad ante la ley, típicos de la ideología liberal. Sin embargo, se busca mantener
un equilibrio entre estas ideas y la estabilidad social, evitando cambios abruptos o
radicales que puedan generar conflictos o desestabilizar la sociedad) que pusiera fin a
una larga serie de conflictos civiles, intervenciones militares y levantamientos populares.

● Los acontecimientos culminaron en diciembre de 1874, cuando Alfonso XII, desde el


exilio, emitió el Manifiesto de Sandhurst, redactado por Cánovas, que delineaba las
características del futuro régimen. Se proponía una monarquía constitucional con una
orientación abierta que protegiera el orden social existente y que conciliara la tradición
católica con las nuevas libertades.

● Simultáneamente, el pronunciamiento militar de Martínez Campos en Sagunto anunció


la restauración de la monarquía con el nuevo rey Alfonso XII.

-Un programa de autoridad y orden

● Se produce un golpe de estado, que fue bien recibido por los grupos conservadores,
quienes esperaban que la monarquía trajera estabilidad política, económica y social.

● Además, se buscaba resolver algunos problemas persistentes del liberalismo anterior: la


parcialidad y exclusión de los moderados durante el reinado de Isabel II, la intervención
militar en la política y los conflictos civiles.

● Se impuso un nuevo sistema político, el nuevo “sistema político canovista”, que se


basaba en cuatro pilares fundamentales:
➔ La Constitución de 1876: Era moderada pero flexible, dejando muchos temas
importantes a futuras leyes, permitiendo diversas interpretaciones.

➔ La Corona: Era considerada una institución indiscutible, actuando como árbitro


político y garantizando la alternancia de poder entre los partidos.

➔ Los partidos dinásticos: Conservador y liberal, debían mantener la estabilidad


política y alternarse en el gobierno. Renunciaban a tomar el poder mediante
golpes militares, pero recurrieron a prácticas fraudulentas en las elecciones para
mantener el control.

➔ El Ejército: Se buscaba separarlo de la política. El rey se identificaba como líder


del ejército, pero se establecía la supremacía del poder civil sobre el militar,
otorgando al ejército libertad en sus asuntos internos.

-La Constitución de 1876

● La Constitución de 1876 representaba un intento de conciliar los valores tradicionales


con algunos principios democráticos surgidos tras la Revolución de 1868.

● Establecía una cosoberanía (idea de compartir el ejercicio del poder soberano entre
dos o más entidades políticas) entre las Cortes y la Corona, donde el rey tenía un
papel destacado en el poder ejecutivo, la política exterior y el nombramiento de
ministros, pero compartía la legislación con las Cortes.

● Las Cortes estaban divididas en dos cámaras: el Congreso de los Diputados, elegido
por los ciudadanos, y el Senado, con una parte electiva y otra designada por el Rey o
por miembros relevantes de la sociedad.

● El derecho al voto se dejó pendiente de concreción en futuras leyes electorales, que


inicialmente volvieron al sufragio censitario (sistema electoral en el cual el derecho al
voto está restringido a aquellos ciudadanos que cumplen con ciertos requisitos de
propiedad, riqueza o nivel educativo) y luego proclamaron el sufragio universal
masculino (todos los hombres adultos de un país tienen el derecho de votar, sin
importar su posición económica, nivel educativo o estatus social.).

● Se promovió la tolerancia religiosa, pero con el catolicismo como religión predominante


(primacía del catolicismo), y se restableció el presupuesto para el culto y el clero.

● En otras palabras, aunque la Constitución reconocía oficialmente estos derechos como


parte de los derechos fundamentales de los ciudadanos, su ejercicio real podía verse
limitado o condicionado por las leyes que se aplicaban en la práctica. Por ejemplo, se
podrían aprobar leyes que establecieran restricciones sobre qué temas se podían
expresar libremente, qué grupos podían asociarse o qué tipos de reuniones estaban
permitidas, lo que limitaría efectivamente la plena realización de estos derechos.
-¿Y qué paso con los Carlistas y los cubanos mientras?

● La guerra carlista terminó cuando la restauración de la monarquía borbónica privó a


los carlistas de gran parte de su supuesta legitimidad. Algunos líderes del movimiento
carlista reconocieron a Alfonso XII como monarca. El aumento de la actividad militar
también contribuyó a debilitar los focos carlistas en Cataluña, y para 1875, la resistencia
en Navarra y el País Vasco se había debilitado hasta su rendición en 1876.

● La consecuencia principal de la derrota carlista fue la abolición definitiva de los


regímenes forales (son los que les daban privilegios especiales, como no pagar ciertos
impuestos y no tener que servir en el ejército) en estas regiones. En cambio, se
implementó un sistema de "conciertos económicos" en 1878. Se implementó como
una forma de otorgar cierta autonomía fiscal a las regiones que habían perdido sus
regímenes forales tras la derrota carlista.

● En cuanto a la guerra de Cuba, el envío de más tropas y las negociaciones llevaron al


fin del conflicto. En 1878 se firmó la Paz de Zanjón, que incluía una amplia amnistía, la
abolición de la esclavitud y la promesa de reformas políticas y administrativas,
incluyendo representación de Cuba en las Cortes españolas.

● Sin embargo, el incumplimiento de estas reformas desencadenó un nuevo conflicto en


1879, conocido como la guerra Chiquita, y luego una insurrección (levantamiento o
rebelión organizada) en 1895.

-Bipartidismo y alternancia en el poder

● El sistema político de la Restauración Alfonsina se caracterizaba por la presencia de


dos grandes partidos: el conservador y el liberal. Ambos compartían la defensa de la
monarquía, la Constitución, la propiedad privada y la centralización del Estado liberal
(concentración del poder político, administrativo y económico en el gobierno central o en
una autoridad centralizada, en lugar de distribuirlo entre entidades locales o regionales),
pero desempeñaban roles complementarios.

● Estos partidos estaban compuestos principalmente por élites económicas y la clase


media acomodada, aunque los conservadores tenían más terratenientes y los liberales
más profesionales. Ambos partidos contaban con periódicos, centros y comités en todo
el país.
● En cuanto a su actuación política, los conservadores tendían hacia el inmovilismo
político y la defensa de la Iglesia y el orden social, mientras que los liberales mostraban
un reformismo más progresista y laico. Se mantenía un acuerdo tácito para evitar que
las leyes promulgadas por un partido fueran revocadas por el otro cuando llegara al
poder.

● El Partido Liberal-Conservador, liderado por Antonio Cánovas del Castillo, agrupaba a


los sectores más conservadores, excluyendo a los carlistas y los integristas radicales.
Por otro lado, el Partido Liberal-Fusionista, liderado por Práxedes Mateo Sagasta,
incluía antiguos progresistas, unionistas y algunos ex republicanos moderados.

● La Constitución otorgaba a la Corona un papel crucial como árbitro de la alternancia


política. Cuando el partido en el poder enfrentaba desgaste político o crisis, el monarca
llamaba al líder del partido de la oposición para formar un nuevo gobierno. Luego, este
nuevo líder convocaba elecciones favorables al gobierno para obtener una mayoría
parlamentaria que permitiera gobernar de manera estable.
-Fraude electoral y caciquismo

● El sistema político de la época se basaba en un fraude electoral masivo, coordinado


desde el gobierno, donde los caciques desempeñaban un papel clave al influenciar
fuertemente al electorado. Este fraude se beneficiaba de él trato de los caciques sobre
las zonas rurales y del alto nivel de abstinencia (la gente prefería no votar).

● El caciquismo es un fenómeno político en el que ciertos líderes locales, llamados


"caciques", ejercen un gran poder e influencia en una región específica (normalmente
rurales). Estos caciques suelen controlar aspectos importantes de la vida local, como el
gobierno municipal, los empleos públicos y los recursos, y utilizan este poder para
mantener su control sobre la población y manipular las elecciones a su favor.

● El control del proceso electoral se dividía entre el ministro de la Gobernación y los


caciques locales. El ministro seleccionaba a los candidatos que debían ser elegidos, el
llamado encasillado, y designaba diputados "cuneros" (elegidos para representar una
circunscripción electoral, osea, una región, distrito o área geográfica, pero que tienen
poco o ningún vínculo real con esa área). Los gobernadores transmitían las listas de
candidatos gubernamentales a alcaldes y caciques, y todo el aparato administrativo se
dedicaba a asegurar su elección.

● Para garantizar la victoria del candidato gubernamental, se recurría a prácticas como


falsificar el censo, manipular actas electorales, comprar votos y coaccionar al
electorado (utilizar la fuerza, la intimidación o la presión para influir en las decisiones de
los votantes).

-Los gobiernos del turno

● Este turno dinástico continuó sin problemas hasta 1898, cuando una crisis debilitó a los
políticos y partidos dinásticos. Por primera vez en el nuevo siglo, en algunas grandes
ciudades como Barcelona, Valencia y Bilbao, la oposición logró romper el dominio de los
partidos dinásticos. Aunque el turno perdió prestigio y fuerza debido a disputas internas,
sobrevivió hasta 1923.

● El partido conservador estableció las bases del sistema en los primeros años de la
Restauración con la Constitución de 1876. Los liberales, que accedieron al poder en
1881, aceptaron esta constitución. Tras la muerte prematura del rey en 1885, el temor a
la inestabilidad llevó a un acuerdo entre conservadores y liberales, conocido como
Pacto del Pardo, que permitió que los liberales formaran un gobierno y garantizaran la
continuidad del sistema.

● Durante el "Parlamento largo" (1885-1890), los liberales llevaron a cabo reformas


progresistas, incluyendo el sufragio universal masculino para elecciones municipales, la
abolición de la esclavitud, leyes de asociaciones que permitían los sindicatos obreros, el
juicio por jurado para involucrar a los ciudadanos en la justicia, y el Código Civil, que
regulaba el derecho familiar y brindaba seguridad jurídica a la propiedad y los contratos.

● En 1890 se estableció el sufragio universal masculino, ampliando el censo electoral de


800,000 a cerca de 5,000,000 de personas, permitiendo que los hombres mayores de
25 años votaran. Sin embargo, la persistencia de mecanismos de control electoral
dificultó la democratización progresiva del sistema.

● Esto significa que a pesar de que se implementaron reformas para hacer el sistema
político más democrático, aún existían prácticas y estructuras que limitaban la
participación democrática de la población. Estos "mecanismos de control electoral" se
refieren a acciones como el fraude electoral, la manipulación de los votantes, la
influencia indebida de los poderes políticos y económicos, entre otros.

La oposición marginada del sistema

-Las bases del régimen moderado

● La Restauración política incluyó en el sistema a grupos políticos moderados de la


oposición, dándoles un pequeño espacio en el Parlamento.

● Sin embargo, dejó fuera a la oposición más radical, como los republicanos, carlistas,
socialistas y regionalistas, quienes nunca lograron obtener suficientes diputados para
formar gobierno o tener una representación significativa en el Parlamento.

-El carlismo y los partidos integristas

● El carlismo, tras su derrota militar, buscó posicionarse como la única fuerza política
genuinamente católica, pero encontró obstáculos debido al apoyo abierto de una parte
importante de la jerarquía eclesiástica y del Vaticano a la dinastía alfonsina. Muchos
miembros del clero abogaron por la integración de los católicos en el sistema político
liderado por Cánovas, como se evidencia en la incorporación del grupo Unión Católica
al Partido Conservador.

● En 1886, Vázquez de Mella lideró un intento de actualizar la ideología carlista,


plasmada en el Acta de Loredan, manteniendo su identidad católica y tradicionalista,
pero aceptando el nuevo orden liberal. Por otro lado, en 1888, el carlismo sufrió una
división con la escisión del sector integrista (división interna que ocurrió dentro del
carlismo donde un grupo de miembros se separaron o dividieron del partido principal
debido a diferencias ideológicas, estratégicas o políticas) liderado por Ramón Nocedal,
que formó un Partido Tradicionalista caracterizado por su antiliberalismo y su férrea
defensa de la tradición y la religión católica.

● A partir de la década de 1890, el carlismo optó por participar en las elecciones, pero
solo mantuvo cierta relevancia en las provincias forales (ciertas competencias y
autonomía en materia fiscal y administrativa, permitiéndoles gestionar sus propios
impuestos y recursos de manera diferente al resto de las provincias españolas) y en
menor medida en Cataluña. A pesar de su gradual integración en el sistema político,
algunos carlistas siguieron conservando estructuras militares y promovieron
insurrecciones armadas con poco éxito.

-El republicanismo
● El republicanismo, derrotado por el golpe militar de 1874, enfrentó el desencanto de
muchos seguidores y la desconfianza en la idea republicana tras el fracaso de la
experiencia de 1873, junto con las diferencias doctrinales entre las distintas corrientes.
Una parte del republicanismo, liderada por Emilio Castelar, formó el Partido Republicano
Posibilista y decidió participar en la política de la Restauración.

● Los sectores más radicales crearon el Partido Republicano Progresista, dirigido por
Ruiz Zorrilla, quien desde el exilio protagonizó pronunciamientos en 1883 y 1886, pero
sin un gran apoyo popular. Otro grupo, liderado por Salmerón, se mantuvo en el
republicanismo unitario, mientras los federales, bajo Pi y Margall, su líder histórico,
representaban el grupo más numeroso.

● En las elecciones de 1886, los republicanos obtuvieron buenos resultados, logrando una
importante presencia en las Cortes por primera vez. La implementación del sufragio
universal masculino revitalizó (revivió) al republicanismo y llevó a la creación de Unión
Republicana en 1893, que reunía a federales, centralistas y progresistas, dejando fuera
a los posibilistas. Sin embargo, el crecimiento del movimiento obrero, que se alineaba
cada vez más con el internacionalismo, debilitó al republicanismo y perdió gran parte de
su apoyo social y electoral.

● A principios del siglo XX, el republicanismo experimentó un cierto resurgimiento debido


al ascenso de nuevos sectores sociales y económicos. Los movimientos más
característicos de este nuevo republicanismo, principalmente en las ciudades, fueron el
lerrouxismo en Cataluña y el blasquismo en Valencia (movimientos republicanos).

-El obrerismo: socialismo y anarquismo

● Tras la división de la Asociación Internacional de Trabajadores, los socialistas abrazaron


los principios de Marx, buscando la formación de un partido obrero, mientras que los
anarquistas rechazaron la política y abogaron por la revolución directa.

● En 1879, la Nueva Federación Madrileña se convirtió en la Agrupación Socialista


Madrileña, liderada por Pablo Iglesias, la semilla inicial del Partido Socialista Obrero
Español (PSOE). En 1888, los socialistas fundaron la Unión General de Trabajadores
(UGT), formada por sindicatos de oficio, combinando la negociación política con la
movilización obrera, como huelgas y manifestaciones.

● El PSOE se identificaba como un partido marxista (sigue las enseñanzas políticas,


económicas y sociales de Karl Marx, destacando la lucha de clases y la necesidad de
una revolución proletaria para establecer un sistema sin clases sociales, es decir, el
comunismo), obrerista y revolucionario, afiliado a la Segunda Internacional. Participó en
el Primero de Mayo de 1890 por la jornada laboral de 8 horas, lideró huelgas en Vizcaya
y ganó concejales en varios municipios. En las elecciones de 1910, obtuvo su primer
diputado en las Cortes.

-REPRESIÓN Y VIOLENCIA ANARQUISTA

● Entre 1874 y 1877, unos 2000 miembros de la Federación Regional Española (FRT)
fueron deportados y cientos encarcelados como resultado de la represión.

● En 1883, ocurrieron los Sucesos de la Mano Negra en Cádiz, con acusaciones,


probablemente sin fundamento, de anarquistas cometiendo asesinatos.

● En 1878, se produjo un atentado contra Alfonso XII.

● En 1893, hubo una bomba en la casa de Antonio Cánovas del Castillo, un atentado
contra el general Martínez Campos y una explosión en el Teatro del Liceo de Barcelona.

● En 1896, una bomba estalló durante la procesión del Corpus en Barcelona, y se llevaron
a cabo los Procesos de Montjuïc contra anarquistas, con 67 acusados y 5 ejecuciones.

● En 1897, se produjo el asesinato del presidente del Gobierno, Cánovas del Castillo.

● Las corrientes anarquistas continuaron dentro de la sección española de la Asociación


Internacional de Trabajadores (AIT), aunque esta fue prohibida.

● En 1881, la sección cambió su nombre a Federación de Trabajadores de la Región


Española (FTRE) para cumplir con la ley.

● La FTRE, especialmente activa en Andalucía y Cataluña, vio un aumento en la cantidad


de afiliados y llevó a cabo acciones sindicales para exigir mejores condiciones laborales.

● Sin embargo, debido a la represión constante, una parte del movimiento anarquista
decidió recurrir a la acción directa.

● Esta facción perpetró una serie de ataques contra el Estado, los empresarios y la
Iglesia, a quienes consideraban responsables de la opresión capitalista.

-LA COMISIÓN DE REFORMAS SOCIALES

● En 1883, el gobierno liberal estableció la Comisión con el propósito de investigar las


condiciones de vida y trabajo de los obreros.

● Su tarea principal era sugerir cambios legislativos que pudieran mejorar estas
condiciones.
● La meta era promover la colaboración entre empleadores y trabajadores para resolver
disputas laborales a través de negociaciones.

● Aunque su efectividad fue limitada, se reconoce que sentó las bases para el desarrollo
del Derecho laboral en España.

La concepción plural de España: nacionalismos y regionalismos

-Los orígenes del catalanismo

● En España, han surgido movimientos nacionalistas y regionalistas (Los nacionalistas


buscan la independencia total de un territorio, promoviendo su identidad cultural única,
mientras que los regionalistas buscan una mayor autonomía dentro del marco del
Estado existente, centrándose en una región específica sin aspirar a la independencia
completa) como reacción a la uniformidad impuesta por el gobierno central y su
preferencia por la cultura castellana, sin reconocer otras lenguas y culturas.

● En el siglo XIX, el contexto político e industrial en Cataluña impulsó el crecimiento de


una burguesía influyente que revitalizó la lengua y la cultura catalanas.

● Durante el Romanticismo, en 1830, en Cataluña se desarrolló La Renaixença, un


movimiento cultural que buscaba revivir la identidad catalana, especialmente su lengua.

● Valentí Almirall, un republicano decepcionado, estableció el Centre Català en 1882,


abogando por el autogobierno de Cataluña y presentando un Memorial de Agravios (
documento en el cual se enumeran y exponen las quejas, agravios o injusticias que un
grupo de personas o una comunidad sienten haber sufrido) en 1885.

● En contraposición a Almirall, un grupo de intelectuales fundó la Unió Catalanista en


1891, defendiendo la restauración de las instituciones históricas y la soberanía catalana.

● La crisis del 98 favoreció el crecimiento del catalanismo al desilusionar a la burguesía


con el sistema de la Restauración, llevándola a apoyar partidos políticos catalanistas,
como la Lliga Regionalista, fundada en 1901.

● La Lliga abogaba por reformas políticas que concedieran autonomía a Cataluña,


ganando terreno electoralmente en Barcelona y siendo hegemónica en la región hasta
1923.

-Arana y el nacionalismo vasco


● En el País Vasco, la abolición de los fueros (conjuntos de leyes y privilegios concedidos
a ciertas regiones o territorios dentro de un país, que les otorgan autonomía en asuntos
como la administración, la justicia y la fiscalidad) generó un movimiento que
consideraba los acuerdos económicos de 1878 como insuficientes y buscaba recuperar
los derechos forales históricos.

● Al mismo tiempo, el proceso de industrialización provocó cambios sociales significativos,


rompiendo con la estructura tradicional y atrayendo una migración considerable. En
respuesta, se fortaleció un movimiento que abogaba por la preservación y promoción
del idioma y la cultura vascas.

-Los orígenes del galleguismo

● La sociedad gallega, a diferencia de la catalana o la vasca, seguía mayormente rural,


con una débil burguesía y clases dominantes representadas principalmente por la
hidalguía y la Iglesia. Esto explica el desarrollo más lento del galleguismo, a pesar de
tener una población mayoritariamente campesina con una cultura arraigada.

● En la mitad del siglo XIX, surgió el movimiento de O Rexurdimento, que revitalizó la


lengua y la cultura gallegas, liderado principalmente por la poetisa Rosalía de Castro.

● Solo unas minorías cultas, descontentas con la situación del país, atribuían el atraso
económico de Galicia a su subordinación política, lo que llevó a la emigración de
muchos gallegos.

● Durante la última fase de la Restauración, el galleguismo adquirió un carácter más


político, aunque seguía siendo minoritario a pesar del reconocimiento de algunas figuras
prominentes como Manuel Murguía y Alfredo Brañas. Esto facilitó la convocatoria de la
Asamblea Federal de la Región Gallega en 1887, que aprobó el Proyecto de
Constitución para el Estado Galaico.

-Valencianismo y andalucismo

● El primer valencianismo surgió como una corriente cultural que buscaba la promoción
de la lengua y la cultura propias, destacando figuras como Teodor Llorente, Constantí
Llombart y Vicente Blasco Ibáñez, quienes enfatizaban las particularidades valencianas
y defendían las instituciones históricas del reino de Valencia.

● En el inicio del siglo XX, se formaron los primeros movimientos políticos valencianistas,
como València Nova en 1904 y Joventut Valencianista en 1908, siendo este último el
primer grupo con una postura claramente valencianista.
● En Andalucía, el republicanismo federal fomentó un incipiente sentimiento andalucista,
evidenciado durante la Revuelta Cantonal de 1873 con el Manifiesto de los Federales
de Andalucía, que pedía la creación de estados confederados/ aliados andaluces.

● Más adelante, en 1883, durante la Asamblea del Partido Republicano Federal en


Antequera, se aprobó la Constitución Federal Regional para Andalucía, que
planteaba un programa de autogobierno para la región.

● En la década de 1880, un grupo de intelectuales andaluces se dedicó a estudiar el


folklore y las formas de vida del pueblo, con el objetivo de definir la identidad andaluza,
lo que llevó a la creación de la revista Folklore Andaluz y al surgimiento del Ateneo de
Sevilla como centro de encuentro.

Las guerras coloniales: Cuba y Filipinas

-El malestar cubano

● A finales del siglo XIX, España tenía colonias en Cuba, Puerto Rico (en el Caribe),
Filipinas y algunas islas pequeñas en el Pacífico.

● En Cuba, la economía dependía de cultivos como caña de azúcar, café y tabaco, con un
importante flujo de emigración española. El comercio cubano estaba limitado por
aranceles (impuestos o tarifas que se aplican a los bienes importados o exportados
entre países. Su objetivo principal es regular el comercio internacional, proteger la
industria nacional y generar ingresos para el Estado) impuestos por España, que
encarecían las importaciones y dificultaban la exportación.

● En la Paz de Zanjón de 1878 se acordaron medidas para una autonomía gradual de


Cuba, la abolición de la esclavitud y la presencia de diputados cubanos en el
Parlamento español. Surgieron partidos como la Unión Constitucional, opuesto a
reformas, y el Partido Liberal Cubano, que buscaba autonomía. José Martí fundó el
Partido Revolucionario Cubano independentista en 1892.

● Los políticos españoles se oponían a otorgar autonomía a Cuba. Los gobiernos liberales
de Sagasta solo abolieron la esclavitud en 1880. En 1893, el Plan de Reformas
Coloniales de Maura fue rechazado por las Cortes.

● La oposición cubana al arancel de 1891, que favorecía a España, causó malestar en la


isla y en EE.UU., principal comprador cubano pero sujeto a altos aranceles. España
temía una insurrección con apoyo estadounidense.

-La guerra de Cuba


● Tras la insurrección/ levantamiento de los independentistas cubanos, la Guerra de
Independencia cubana se desarrolló en tres fases:

➔ Febrero 1895 - enero 1896: Comienza con el Grito de Baire y la muerte de


José Martí. Los líderes independentistas Antonio Maceo y Máximo Gómez
expanden la guerra a toda la isla. El ejército español, bajo Martínez Campos, no
logra detener el avance cubano.

➔ Enero 1896 - agosto 1897: El general Weyler reemplaza a Martínez Campos,


adoptando tácticas más duras para sofocar la rebelión. Se concentran
campesinos en aldeas cerradas para aislarlos de los rebeldes, resultando en alta
mortalidad y daños económicos significativos.

➔ Agosto 1897 - febrero 1898: Tras la muerte de Cánovas, el nuevo gobierno


liberal intenta conciliar, relevando a Weyler y ofreciendo autonomía a Cuba en
noviembre de 1897. Sin embargo, las reformas llegan tarde y los
independentistas, respaldados por EE.UU., rechazan el cese unilateral del
conflicto por parte de España, llevando el conflicto a un nuevo nivel.

-La insurrección/ rebelión de Filipinas:

● En el archipiélago, la presencia española era menos fuerte que en las Antillas, donde
era más centrada en órdenes religiosas, explotación de recursos como el tabaco y su
utilización como punto comercial con China.

● El independentismo fue impulsado por José Rizal, quien fundó la Liga Filipina en 1892,
abogando por reformas pacíficas. Sin embargo, su persecución llevó a un movimiento
más radical llamado Katipunan, que inició una rebelión armada en 1896. Tras una
atenuación de la represión y esfuerzos de negociación, se logró una paz temporal en la
isla.

-La intervención de Estados Unidos

● En 1898, el presidente de Estados Unidos William McKinley se presentó como defensor


del pueblo cubano ante las atrocidades del ejército español. Bajo pretexto del
hundimiento del buque de guerra Maine en el puerto de La Habana, declaró la guerra a
España, que se negó a ceder la isla y acatar el ultimátum estadounidense. Como
resultado, se reanudó la insurrección en Filipinas ese mismo año.
● El 18 de abril, los estadounidenses intervinieron en Cuba y Filipinas, librando una rápida
guerra que culminó con la derrota de la escuadra española en Cavite (Filipinas) y
Santiago (Cuba). Esta derrota obligó al gobierno español a buscar la paz.

● El 10 de diciembre se firmó el Tratado de París, y España renunció a Cuba, Puerto


Rico y las Filipinas, que quedaron bajo influencia estadounidense. Las últimas colonias
en el Pacífico (Islas Marianas, Palau y Carolinas) se vendieron a Alemania en 1899, ya
que España no podía mantener su ocupación. Con esto, España perdió los últimos
vestigios de su antiguo imperio colonial en América y Asia.

1898, la crisis del fin de un imperio

-Repercusiones económicas, políticas y militares

● La derrota y la pérdida de las colonias, conocidas como el "desastre del 98",


simbolizaron la primera gran crisis del sistema político de la Restauración en España.

● Aunque el "desastre" fue significativo, sus repercusiones inmediatas fueron menos


graves de lo anticipado. A pesar de las pérdidas materiales en las colonias, la metrópoli
experimentó una inflación baja, una reducción de la deuda pública y una inversión
considerable de capitales repatriados en los primeros años del nuevo siglo. Sin
embargo, a largo plazo, la economía española sufrió por la pérdida de ingresos de las
colonias y mercados preferentes.

● A nivel político, no hubo cambios institucionales significativos ni crisis estatal, y el


sistema de la Restauración sobrevivió. Los políticos conservadores y liberales se
adaptaron, el turno dinásticon (acuerdo entre los principales partidos políticos
españoles durante la Restauración Borbónica, en el que se alternaban en el poder el
Partido Liberal y el Partido Conservador, manteniendo la estabilidad del régimen
monárquico) continuó y el régimen mostró capacidad de recuperación. La estabilidad
política y económica posterior sugiere que la crisis del 98 fue más una crisis moral e
ideológica, con un gran impacto social.

● La derrota militar también cambió la mentalidad de los militares, muchos adoptaron


posturas más autoritarias e intransigentes, influenciados por el antimilitarismo posterior
al "desastre". Esto llevó al regreso de la injerencia del ejército en la política española,
con la creencia de que la derrota fue culpa de los políticos y del sistema parlamentario.

-El desencanto del 98

● La derrota dejó a la sociedad y a la clase política española desencantadas y


frustradas, ya que significó la caída del mito del Imperio español en un momento en
que otras potencias europeas estaban construyendo grandes imperios coloniales.
España quedó relegada a una posición secundaria en el ámbito internacional, a pesar
de mantener algunos dominios en África.

● La prensa extranjera retrató a España como una "nación moribunda", con un ejército
ineficaz, un sistema político corrupto y líderes incompetentes, lo cual influyó en la
percepción pública española.

● El "desastre" unió a un grupo de intelectuales conocidos como la Generación del 98,


que mostraban un profundo pesimismo y criticaban el atraso de España. Estos
pensadores, como Pío Baroja, Miguel de Unamuno, Ángel Ganivet, Ramón del
Valle-Inclán y Antonio Machado, abogaron por una reflexión profunda sobre el sentido
de España y su papel en la historia.

● Ellos argumentaron que, tras la pérdida de los últimos vestigios del Imperio español, era
necesario iniciar una regeneración moral, social y cultural del país.

-La voluntad de regenerar el país

● El fracaso de la revolución de 1868 dejó una marca profunda en los intelectuales


progresistas, quienes creían que se había perdido una oportunidad crucial para
modernizar el país. Este sentimiento fue compartido por un grupo de profesores
universitarios en 1876, cuando se negaron a adherirse a los dogmas/ enseñanzas
oficiales en materia religiosa, política o moral en la Institución Libre de la Enseñanza,
profundamente influenciada por el krausismo y defensora de la reforma educativa en
España.

● Estos intelectuales, formados en la Institución Libre de Enseñanza, abogaban por la


regeneración de España, liderando el movimiento conocido como regeneracionismo,
que recibió cierto respaldo de las clases medias. Joaquín Costa, uno de sus exponentes
más destacados, señaló el clientelismo/ favoritismo y el fraude electoral como los
culpables de la corrupción del sistema político español. Para él, la regeneración de
España requería acabar con el caciquismo, mejorar la situación del campo y elevar el
nivel educativo y cultural del país, con el lema "Escuela y despensa".

-El primer gobierno regeneracionista

● La crisis colonial desencadenó movimientos regeneracionistas que influyeron en las


opciones políticas.

● El gobierno de Sagasta estaba debilitado y el nuevo líder conservador, Francisco


Silvela, convocó elecciones y formó un nuevo gobierno, conocido como
Silvela-Polavieja, mostrando cierta disposición a la renovación. Sus propuestas de
reforma se centraron en la descentralización administrativa y política presupuestaria
para hacer frente a las deudas de la guerra.

● Sin embargo, la oposición de los comerciantes a los nuevos impuestos y los conflictos
dentro del ejecutivo condujeron a que en 1901 la regente entregara el poder a los
liberales. Las promesas de "regeneración" se quedaron en meras palabras, sin un
impacto real en la política del país. El sistema de alternancia de partidos y las prácticas
antiguas demostraron su capacidad para resistir cualquier intento de cambio y
regeneración.

LA MODERNIZACIÓN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA (1900-1930)

La transformación demográfica

-El crecimiento de la población

● Durante el siglo XIX, España tuvo una tasa de mortalidad alta, similar a la de países
como Rusia o Rumanía, lo que limitó su crecimiento poblacional. Sin embargo, a partir
del siglo XX, empezó a disminuir tanto la mortalidad como la natalidad, siguiendo la
tendencia de otros países europeos. Esto se debió a la modernización económica y
social del país.

● Entre 1900 y 1930, la población española aumentó en 5 millones de personas,


alcanzando los 23.6 millones en 1930, el mayor incremento en su historia hasta ese
momento. Durante este periodo, el crecimiento natural fue positivo/ saldo vegetativo
anual fue positivo, salvo en 1918 debido a la Gripe Española.

● Este crecimiento se atribuyó principalmente a la reducción de la mortalidad gracias a los


avances médicos y las mejoras en condiciones sanitarias como el acceso al agua
potable, alcantarillado y saneamiento, además de una alimentación más adecuada. La
mortalidad infantil también disminuyó significativamente, pasando del 41% en 1900 al
23% en 1930.

● Paralelamente, la tasa de natalidad descendió debido a cambios en la educación de las


mujeres, que pasaron de ser menos del tercio de la población alfabetizada en 1900 al
63% en 1930, y transformaciones sociales en la estructura familiar y laboral,
especialmente en áreas urbanas.

● Aunque la disminución de la mortalidad y la natalidad fue más notable en las regiones


industriales y urbanas, en general, la esperanza de vida aumentó en más de quince
años durante este periodo en toda España. Estas transformaciones llevaron al país a
aproximarse al modelo demográfico de los países de Europa occidental.
-Éxodo rural y migración trasatlántica

● A finales del siglo XIX, en España, hubo un gran movimiento de personas del campo a
las ciudades y al extranjero, lo que redujo la población agrícola activa del 66% al 46%
entre 1900 y 1930.

● España participó en la gran ola de emigración europea hacia América, especialmente


entre 1905 y 1914, cuando casi dos millones de personas emigraron, convirtiendo la
emigración española en una de las más importantes después de la italiana y la
británica. Argentina, Cuba y Brasil fueron los principales destinos, seguidos de Francia,
con su colonia en Argelia. Esta emigración tuvo un impacto particularmente fuerte en
regiones como Galicia, donde en 1920 había más gallegos en Buenos Aires que en
ciudades gallegas como Vigo o La Coruña.

● A partir de 1914, con el inicio de la Primera Guerra Mundial, las emigraciones al


extranjero disminuyeron y aumentaron las migraciones internas debido a la demanda de
trabajo en las ciudades españolas. Esta movilidad, facilitada por la extensa red
ferroviaria, contribuyó a desequilibrios poblacionales (disparidades en la distribución
de la población entre diferentes regiones o áreas geográficas). Solo cinco regiones,
como Cataluña y Madrid, tuvieron un saldo migratorio positivo, mientras que otras, como
Castilla-León y Galicia, experimentaron un saldo negativo significativo.

-El creciente proceso de urbanización

● Las migraciones internas en España se dirigieron principalmente hacia las grandes y


medianas ciudades durante un periodo de tres décadas. En particular, Madrid y
Barcelona experimentaron un aumento significativo en su población, duplicándose en
ese tiempo y alcanzando casi un millón de habitantes para el año 1930. Este incremento
se debió a la disponibilidad de empleo en sectores como la industria, los servicios y
especialmente la construcción, lo cual atrajo a trabajadores provenientes de áreas
rurales.

● El proceso de urbanización fue notable, con los ensanches planificados a finales del
siglo XIX en las ciudades más grandes llenándose de nuevas construcciones.
Paralelamente, se llevaron a cabo reformas importantes en los centros urbanos
históricos, como la creación de la Gran Vía en Madrid o la Vía Layetana en Barcelona.
Además, se consolidaron centros industriales importantes en regiones cercanas a
Barcelona (Badalona, Sabadell, Terrassa), Bilbao (Barakaldo, Sestao, Éibar) y en la
zona minera de Asturias (Mieres y Langreo).

● El crecimiento demográfico fue significativo en la mayoría de las provincias costeras,


mientras que muchas del interior experimentaron estancamiento o retroceso, salvo
excepciones como Madrid, Zaragoza y Valladolid. A pesar del éxodo rural en curso, el
proceso de urbanización avanzaba lentamente: en 1930, solo el 15% de la población
española residía en ciudades con más de 100,000 habitantes, mientras que el 70% vivía
en localidades con menos de 20,000 habitantes. Además, las principales ciudades,
Madrid y Barcelona, aún no alcanzaban el millón de habitantes.

● A pesar de estos cambios demográficos y en comparación con otros países europeos


vecinos, España mantenía una baja densidad de población en general, con una
distribución desigual entre la costa y el interior, así como un porcentaje relativamente
bajo de población urbana.

La modernización económica

-El impacto del cambio energético

● España logró superar con cierta facilidad la crisis resultante de la pérdida colonial de
1898. Durante las primeras tres décadas del siglo XX, el país experimentó una
modernización significativa de su estructura económica gracias a la implementación de
la electricidad y la introducción de nuevas tecnologías. Esta transformación fue posible,
en parte, gracias a la entrada de capitales extranjeros, lo que permitió un aumento y
diversificación de la producción industrial, así como el desarrollo de los servicios. A
pesar de que el sector agrario seguía siendo predominante, comenzó a perder
relevancia dentro de la economía y a experimentar cambios significativos. La
neutralidad de España durante la Primera Guerra Mundial fue crucial para impulsar
estos cambios.

● La electricidad desempeñó un papel fundamental en el crecimiento económico del


siglo XX. Su aplicación se extendió a diversas actividades humanas, ofreciendo una
energía limpia y económica que podía ser fácilmente transportada y distribuida. En
España, la demanda de electricidad aumentó considerablemente a partir de 1910, lo
que llevó a la sustitución de pequeñas compañías eléctricas, ligadas a la generación
térmica de electricidad para la iluminación de las ciudades, por grandes compañías con
inversión extranjera. Se construyeron centrales hidroeléctricas importantes y extensas
redes de distribución que impulsaron la expansión industrial y del transporte. El rápido
crecimiento de la producción y el consumo eléctrico entre 1914 y 1930 significó la rápida
sustitución del carbón en la mayoría de las industrias.

● Junto con la electricidad, la incorporación del petróleo y sus derivados, como la


gasolina y los plásticos, también fue fundamental. Esto impulsó una revolución en el
transporte al aplicarse en la navegación y posibilitar el surgimiento del automóvil y la
aviación. La introducción de tecnologías industriales modernas afectó todos los
aspectos de la vida social, desde el ámbito residencial, con la instalación de
ascensores, electricidad y agua corriente, hasta el ámbito industrial y de servicios.

● Asimismo, se avanzó en la mejora de la transmisión de información. A partir de la


década de 1860, se produjo la expansión del telégrafo y, en la década de 1920, del
teléfono y de las emisiones de radio. Sin embargo, la difusión de estos avances se
concentró principalmente en las ciudades más grandes y fue casi inexistente en las
zonas rurales. Además, su implementación fue más lenta en comparación con otros
países: en 1930, el número de telegramas enviados en España era menos de la mitad
que en Italia.

-La diversificación industrial

● En las primeras tres décadas del siglo XX, la producción industrial por persona creció un
60%, con un aumento anual promedio del 1,6%. Hubo una diversificación en la
estructura industrial con la aparición de nuevas industrias y el fortalecimiento de las
existentes. A pesar de ello, las industrias de bienes de consumo (productos
destinados al consumo directo por parte de los individuos o de otras empresas. Estos
bienes son utilizados para satisfacer necesidades personales o familiares), mantuvieron
su predominio, contribuyendo casi en un 50% a la producción total.

● El desarrollo industrial fue desigual; mientras nuevos sectores crecían


considerablemente, los tradicionales tenían un ritmo más lento. Por ejemplo, el textil
catalán continuó expandiéndose pero perdió peso relativo. Las industrias alimentarias
retrocedieron, aunque destacaron la industria conservera de pescado en la costa
atlántica y cantábrica, y la agrícola en Navarra. La industria química se consolidó,
especialmente en la fabricación de fertilizantes y medicamentos, y la siderúrgica
vizcaína creció significativamente con la creación de Altos Hornos de Vizcaya en 1902.

● Surgen nuevas empresas, como Nueva Montaña S.A. en Cantabria y Altos Hornos
del Mediterráneo en Sagunto. La industria eléctrica creció rápidamente,
concentrándose en grupos como Barcelona Traction/ La Canadiense y empresas
hidroeléctricas asociadas a bancos vascos. La metalurgia se expandió en sectores
como el automóvil y los electrodomésticos. Hispano Suiza (La empresa automovilística
pionera en España) , fundada en 1904, experimentó un crecimiento notorio después de
la Primera Guerra Mundial.

● Se establecieron empresas de refinado y distribución de petróleo, como Campsa en


1927. En los años 30, hubo una difusión inicial de electrodomésticos como aspiradoras,
neveras eléctricas, radios y teléfonos, aunque eran poco comunes en los hogares
españoles. La construcción también experimentó un auge con la consolidación de la
industria del cemento, representada por la creación de Asland en 1928, especializada
en cemento Portland.

-Aumento de las inversiones y de los servicios

● El crecimiento económico fue impulsado significativamente por la entrada de capital


extranjero, principalmente de Francia, Gran Bretaña, Alemania, Estados Unidos y
Bélgica. Este capital se dirigió principalmente a sectores clave como el eléctrico,
químico, metalúrgico, ferroviario, telefónico, automovilístico, bancario, petrolero y del
cemento. Además, las remesas de emigrantes (fondos enviados por personas que han
emigrado a otro país a sus familias o comunidades en su país de origen) españoles
desde América y el retorno de capitales desde Cuba, Puerto Rico y Filipinas también
contribuyeron.

● El sector de servicios experimentó un crecimiento notable debido a la urbanización de


las ciudades y la creciente demanda de servicios básicos como educación, salud,
transporte (incluyendo tranvías y metros en Madrid y Barcelona) y comunicaciones
(telégrafo, teléfono y radio). Surgieron nuevas entidades bancarias, cajas de ahorro,
compañías de seguros y de navegación como la Transmediterránea.

● El gobierno también impulsó nuevas infraestructuras, incluyendo la expansión de la red


de carreteras, la construcción y ampliación de puertos, embalses y presas para la
generación de electricidad. Los ferrocarriles experimentaron un empuje considerable
con el inicio del proceso de electrificación.

● La red telegráfica se expandió significativamente, mejorando la calidad de las


transmisiones. En cuanto a la telefonía, el número de abonados aumentó notablemente,
pasando de poco más de 13,000 en 1900 a casi 222,000 en 1930, en gran parte gracias
a la creación de la empresa pública Compañía Telefónica Nacional de España en 1924.

-La lenta transformación del sector primario

● Durante el primer tercio del siglo XX, a pesar de su declive gradual, la agricultura seguía
siendo el sector más importante tanto en términos de población empleada como en
volumen de producción. La agricultura de cereales, tradicional pero poco productiva,
coexistía con sectores más dinámicos y orientados a la exportación, como los productos
mediterráneos. A principios del siglo, el trigo y la cebada ocupaban la mayoría de las
tierras cultivables, seguidos de los viñedos y los olivares. En treinta años, se
expandieron las áreas de cultivo de cereales y se recuperó parcialmente la producción
de vino después de la crisis de la filoxera (devastadora plaga que afectó a los viñedos
en Europa, especialmente en Francia y España, a finales del siglo XIX y principios del
siglo XX).

● Los sectores más dinámicos estaban vinculados a la exportación de productos


mediterráneos, la introducción de nuevos cultivos como la patata y la remolacha
azucarera, y el crecimiento de la ganadería, que duplicó su producción debido al
aumento en el consumo de carne y productos lácteos. Entre 1900 y 1930, la producción
agrícola creció a una tasa anual acumulativa del 1,9%, representando la agricultura el
75% de la producción total, seguida por la ganadería, los bosques y la pesca.

● Sin embargo, en 1930, el sector cerealístico aún tenía un peso desproporcionado y una
productividad baja. La utilización de fertilizantes era limitada y la adopción de
maquinaria agrícola avanzada era lenta. Esto resultaba en grandes variaciones anuales
en las cosechas, que seguían siendo altamente vulnerables a las condiciones
climáticas.

-Los principales problemas agrarios

● El principal obstáculo para el avance hacia una agricultura moderna en España era la
marcada desigualdad en la propiedad de la tierra. Las grandes propiedades,
predominantes en el centro y sur del país, eran conservadoras y renuentes a adoptar
nuevas técnicas, dejando a muchos campesinos sin tierra, conocidos como jornaleros,
en una situación precaria. En contraste, en el norte peninsular, predominaban las
medianas y pequeñas propiedades, con un campesinado arrendatario numeroso, pero
también enfrentaban dificultades para modernizarse debido a la producción de
subsistencia.

● La productividad agrícola se veía afectada por la climatología y la limitada irrigación, lo


que dificultaba la competitividad de los productos españoles en el mercado
internacional. La importación masiva de productos agrícolas, especialmente cereales, a
precios más bajos desde Estados Unidos, Argentina, Australia y Rusia, llevó a la
imposición de aranceles para proteger la producción nacional, pero esto no mejoró la
productividad del sector cerealístico español.

● Los gobiernos apenas abordaron de manera efectiva los problemas agrícolas y la


pobreza rural. Aunque se elaboraron planes como el de Obras Públicas en 1902 para
expandir las áreas de riego, su implementación fue lenta y tuvo poco impacto. Esto
condujo a tensiones sociales crecientes en el campo español, especialmente después
de 1910, y a un aumento significativo de la emigración rural.

La creciente intervención del Estado

-La escasa recaudación de la Hacienda pública

● El siglo XIX arrastró los problemas fiscales del período anterior, con recaudaciones
insuficientes y gastos estatales crecientes, lo que resultaba en déficits en la deuda
pública (dinero que un gobierno debe a entidades o individuos fuera del propio
gobierno). Después de la guerra de Cuba, a principios del siglo XX, la deuda nacional
superaba la renta total del país y el pago de intereses constituía una gran parte del
presupuesto estatal, llegando al 34% en algunos años. Entre 1900 y 1930, solo en
nueve ocasiones los presupuestos terminaron con superávit.
● La falta de solidez económica se debía a la resistencia de los gobiernos de la
Restauración a implementar reformas tributarias que modernizaran el sistema fiscal. La
tributación era desequilibrada, con más énfasis en impuestos indirectos que en los
directos, representando estos últimos menos del 30% de los ingresos. Así, a principios
del siglo XX, el gasto público apenas alcanzaba el 10% del producto interno bruto
(medida del valor total de todos los bienes y servicios producidos dentro de las fronteras
de un país), colocando a España como uno de los países europeos con menor carga
impositiva.

● Los presupuestos estatales priorizaban gastos en defensa y seguridad sobre educación,


salud, vivienda y urbanismo. La guerra en Marruecos, el tamaño excesivo del ejército y
la reconstrucción de la marina contribuyeron al endeudamiento estatal. Aunque la
inversión en obras públicas aumentó, seguía siendo baja en comparación con otros
países europeos.

-Proteccionismo y nacionalismo económico

● Durante este período, la economía española se caracterizó por la limitación de la


competencia entre empresas y la intervención constante del Estado en los asuntos
económicos. Las empresas a menudo establecían acuerdos para fijar precios y dividir
el mercado. Aunque la política proteccionista favorecía algunos sectores como la
agricultura (cereales), la industria (textil, siderurgia y cemento) y la minería (carbón),
tenía efectos negativos como el encarecimiento de los precios, la restricción de la
demanda y la limitación de las exportaciones.

● Durante la Primera Guerra Mundial, la balanza comercial española experimentó


beneficios debido a circunstancias especiales. El Estado intervino en la economía a
través de leyes y aranceles que gravaban la importación de productos protegidos, así
como mediante ayudas fiscales, subsidios y encargos oficiales. La Ley de Protección a
la Industria de 1907 priorizaba los productos fabricados en España en los contratos
estatales. Esta política proteccionista se tradujo en una mayor intervención pública para
favorecer el mercado interno, con inversiones en infraestructuras como carreteras y
ayudas al transporte ferroviario, así como en el control de precios.

-La política económica nacionalista de la dictadura

● La dictadura de Primo de Rivera buscaba promover un crecimiento económico donde


el Estado tendría un papel central. Se adoptó un nacionalismo económico que abogaba
por una regulación exhaustiva de las relaciones económicas, como el control del
mercado y la multiplicación de trámites burocráticos.

● Se fortaleció la política proteccionista (estrategia económica implementada por un


país para proteger su industria nacional y sus productos de la competencia extranjera.
Esto se logra mediante la imposición de aranceles a las importaciones, subsidios a la
producción nacional y otras medidas que dificultan la entrada de productos extranjeros
al mercado nacional) y se estableció un sistema corporativista para vincular a los
principales grupos empresariales con el régimen dictatorial.

● Se crearon nuevos monopolios, como la Compañía Telefónica Nacional de España y


la Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleo Sociedad Anónima. También
se establecieron bancos públicos y se aumentaron las inversiones en obras públicas,
como carreteras, pantanos y regadíos, así como en subvenciones a empresas de
transporte.

● Para incrementar los rendimientos agrícolas e impulsar los regadíos, se crearon las
Confederaciones Hidrográficas.

● A pesar del crecimiento económico y el aumento del empleo, los elevados gastos
estatales resultaron en déficits presupuestarios constantes y un aumento significativo de
la deuda pública. Además, estas políticas no prepararon a la economía española para la
competencia internacional ni promovieron un mercado interno más productivo y
competitivo.

Hacia una sociedad de masas

-La persistencia del mundo rural

● Como resultado de los cambios económicos, la sociedad española comenzó a


modernizarse, avanzando hacia una estructura social más orientada a las masas. Las
clases clave en este proceso, la burguesía y el proletariado, se fortalecieron, mientras
que el campesinado disminuyó y las nuevas clases medias urbanas ganaron influencia.

● A pesar de la modernización económica, la sociedad aún valoraba el patrimonio rural


como una fuente de riqueza y prestigio social. La antigua aristocracia rural aumentó su
patrimonio con la industrialización, y sectores de la burguesía financiera también
adquirieron tierras para diversificar sus inversiones. Existía una pequeña burguesía
agraria, y poderosas oligarquías agrarias (grupo reducido de personas que controlan
grandes extensiones de tierra y tienen un poder considerable en la economía y política
agraria de un país o región) controlaban grandes latifundios en regiones como La
Mancha, Andalucía y Extremadura, mientras que en otras como Castilla y León
prevalecía la propiedad mediana y pequeña.

● Los propietarios agrarios tenían una gran influencia política y ocupaban puestos en la
administración pública. Aunque el éxodo rural redujo el número de campesinos, seguían
siendo más numerosos que en otras sociedades europeas industrializadas. Había
diferencias significativas dentro de este grupo, con medianos y pequeños propietarios,
arrendatarios y una gran cantidad de jornaleros con diversas condiciones laborales,
dependiendo de la región.

-Los grupos urbanos

● El crecimiento de las clases urbanas, como la burguesía, las clases medias y el


proletariado, marcó el surgimiento de la sociedad de masas (estructura social en la que
prevalece la influencia y participación de grandes grupos de personas en la vida pública
y cultural). En las ciudades, la estratificación social se reflejaba en la segregación por
barrios, diferentes estilos de vida, y en actividades culturales y de ocio distintas.

● En España, la burguesía industrial estaba conformada principalmente por industriales


textiles catalanes y siderúrgicos vascos, aunque era relativamente pequeña en
comparación con otros países industrializados. El desarrollo industrial en el primer tercio
del siglo XX fortaleció este grupo, así como una burguesía financiera que ganó
influencia con nuevos negocios, integrándose en las clases altas.

● El crecimiento comercial, financiero y administrativo impulsó el surgimiento de las clases


medias, formadas por profesionales liberales, empleados públicos, trabajadores de
servicios y comerciantes.

● Los obreros industriales conformaban la mayoría de la población urbana de bajos


recursos. Su número aumentó debido al desarrollo industrial y la migración rural.
Principalmente concentrados en regiones como Cataluña, País Vasco, Asturias y
Madrid, enfrentaban condiciones laborales duras, bajos salarios y viviendas precarias en
barrios sin infraestructuras adecuadas. Las crisis económicas recurrentes exacerbaban
su situación, generando protestas y conflictos sociales.

-El progreso educativo y cultural

● Una de las transformaciones clave en el inicio del siglo XX fue el aumento en la


alfabetización de los españoles/ mejora en la cualificación educativa. En 1900, solo
el 45% de la población sabía leer y escribir, mientras que para 1930 esta cifra superaba
el 70%. Esta mejora en la educación estuvo acompañada de un fortalecimiento del
sistema educativo, con más recursos y más estudiantes en la educación regular,
además de la proliferación de instituciones especializadas en formación profesional.
También se vio un progreso notable en la educación superior, aunque principalmente
para las minorías privilegiadas.

● El incremento en la alfabetización generó una mayor demanda de entretenimiento


cultural. Se observó un aumento moderado en la lectura, con más libros publicados y
colecciones de novelas breves dirigidas al público en general. La mejora en los medios
técnicos, como las rotativas y linotipias, facilitó la expansión de la prensa escrita,
reflejada en un aumento en la circulación de ejemplares. La nueva prensa de masas
se convirtió en un medio de conexión entre los ciudadanos y el poder, moldeando
estados de opinión, difundiendo críticas y contribuyendo a la formación de una opinión
pública independiente y cada vez más influyente.

Las nuevas mujeres del siglo XX

-La persistencia de la discriminación legal

● La legislación de la época establecía una clara discriminación hacia las mujeres. No


solo se les negaban derechos políticos, sino que también estaban subordinadas a sus
padres o esposos. Esta situación era aún más desfavorable para las mujeres casadas
que para las solteras.

● Al contraer matrimonio, las mujeres perdían la mayoría de sus derechos legales y


quedaban completamente bajo la autoridad de sus esposos. Necesitaban permiso para
realizar cualquier actividad comercial, y los esposos tenían el control total sobre sus
propiedades. Sin el consentimiento de sus maridos, no podían vender ni hipotecar sus
bienes ni aceptar o rechazar una herencia por sí mismas.

● El Código Civil establecía que las mujeres debían obedecer a sus esposos y penalizaba
la desobediencia con severas penas de cárcel. Además, se les obligaba a vivir con sus
maridos y no podían abandonar el hogar sin su permiso. La separación matrimonial solo
se permitía en circunstancias extremas, como el abandono familiar, y a los separados
no se les permitía volver a casarse. Además, el adulterio de la mujer era castigado con
mayor severidad que el del hombre según las leyes de la época.

-El lento progreso en la educación

● Durante las primeras décadas del siglo XX, se produjo un progreso significativo en la
educación de las mujeres en todos los niveles. En 1909, se amplió la escolarización
obligatoria hasta los doce años para ambos sexos. En 1910, se tomaron medidas
legales para poner fin a la discriminación, como el derecho de las mujeres a inscribirse
en la universidad sin necesidad de permisos especiales y la posibilidad de participar en
oposiciones en igualdad de condiciones que los hombres.

● En este período, la tasa de alfabetización de las mujeres aumentó considerablemente,


pasando del 25,1% en 1900 al 50,1% en 1930. Además, hubo un aumento en la
matriculación de mujeres en el bachillerato, y en 1929 se establecieron dos institutos de
segunda enseñanza exclusivamente para mujeres en Madrid y Barcelona.

-Las nuevas profesiones


● La mayoría de las mujeres que trabajaban a principios del siglo XX lo hacían en el
campo, la industria o el servicio doméstico. Sin embargo, enfrentaban obstáculos debido
a una legislación orientada hacia los hombres (leyes y normativas que están
diseñadas para favorecer o privilegiar a los hombres en comparación con las mujeres) y
a la reticencia de algunos sindicatos obreros a emplear a mujeres casadas. A menudo,
los patronos preferían contratar a mujeres solteras o viudas y pagaban salarios
inferiores a las mujeres, incluso en trabajos industriales y de servicios.

● Con las transformaciones económicas, surgieron nuevas profesiones como telefonista o


mecanógrafa, mayormente desempeñadas por mujeres. Para estas ocupaciones se
establecieron academias y escuelas especializadas. Profesiones como la de maestra,
bibliotecaria o enfermera también ganaron importancia, ofreciendo mejores condiciones
salariales y posibilidades de ascenso social.

● El magisterio experimentó una feminización notable, y para los años 30, el número de
mujeres que ejercían esta profesión era similar al de los hombres. En el ámbito de las
bibliotecas, más del 90% del personal eran mujeres. Sin embargo, el acceso de las
mujeres al funcionariado solo se autorizó en 1918, y algunos cuerpos continuaron
siendo exclusivamente masculinos, como los de jueces, magistrados o fiscales.

-La nueva mujer urbana

● En las grandes ciudades, surgió un nuevo perfil de mujer: instruida, independiente y


activa tanto en el ámbito laboral como en el público. El cine y las revistas ilustradas
difundían este modelo de mujer moderna, distinto al tradicional, tanto en su forma de
vestir como en su comportamiento social, promoviendo la independencia laboral y la
autonomía.

● Hubo un cambio en la moda femenina: los corsés desaparecieron, las faldas se


volvieron más cortas y coloridas, y los peinados más atrevidos. Los medios de
comunicación, especialmente en las décadas de los años 20 y 30, propagaron la
imagen de una nueva mujer que fumaba, manejaba automóviles, usaba pantalones,
practicaba deportes como el tenis, frecuentaba bares y clubes nocturnos, y bailaba
tango o charlestón.

● Aunque estas mujeres modernas eran una minoría, su aparición fue objeto de críticas
por parte de sectores más conservadores, quienes consideraban sus comportamientos
escandalosos.

-Las primeras feministas

● En las primeras décadas del siglo XX, en España surgió un incipiente movimiento
feminista que abogaba por la igualdad legal, el acceso a la educación y al trabajo, así
como por la igualdad política. En 1918 se fundó en Madrid la Asociación Nacional de
Mujeres Españolas (ANME), liderada por figuras como María Espinosa, Clara
Campoamor y Victoria Kent, que abogaban por el sufragio femenino.

● En 1919, se publicó "La condición social de la Mujer" de Margarita Nelken, y la Cruzada


de Mujeres Españolas organizó lo que se considera la primera manifestación sufragista
en España.

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